rios garrosa rpm 2011

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Revist a de poé tica med i eval . 25 (20 11). pp, 153-174 RÍos DE SA NGRE Y M OL INOS DE LA GUERRA: FUERZ A y PERM A NENCIA DE LAS FÓRMULAS Y DE LOS MOTIV OS ÉPICOS I José Luis Garrosa Gude El estudio comparatista atento y minucioso de las tradiciones épicas internacionales ha puesto de relieve la existenc ia de un conjunto relevante de rasgos formales y temáticos comunes que se han ido entrelazando, en el curso de los siglos, hasta conformar una laberíntica maraña de relaciones y de influencias mutuas . Los vínculos y analogías pueden ser muchas veces apreciados, a despecho de las metamorfosis que hayan podido sufrir y de los abigarrados colores locales que tiñen cada texto de los inevitables particularismos geográficos, culturales o espacio-temporales. Entre los recursos poéticos que permiten detectar familia s singulares de textos épicos , están las fórmulas -en el terreno de la forma- y los motivos y tópicos -en el terreno del contenido-o Su reiterac ión -por lo general en variantes- en unos discursos épicos y en otros aporta evocaciones, sugerencias y reminiscencias de extraordinaria expresividad. Además, facilita la memorización y la transmisión del texto heredado, y carga el acto de la recepción de muy ricas proyecciones connotativas. A veces, la introducción de un motivo o de una fórmula especialmente patéticos puede resultar insólitamente intensa y eficaz. Incluso cuando no quedan engarzados del modo más I Agradecemos los consejos y comentarios de José Manuel Pedrosa, que han contribuido, junto con sus indicaciones bibliográfi cas, a mejorar y a corregir este artículo. 153

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  • Revista de po tica med ieval. 25 (20 11). pp, 153-174

    Ros DE SANGRE Y M OLINOS DE LA GUERRA:FUERZA y PERMANENCIA DE LAS FRMULAS Y DE

    LOS M OTIVOS PICOSIJos Luis Garrosa Gude

    El estudio comparatista atento y minucioso de las tradiciones picasinternacionales ha puesto de relieve la existenc ia de un conjuntorelevante de rasgos formales y temticos comunes que se han idoentrelazando, en el curso de los siglos, hasta conformar una labernticamaraa de relaciones y de influencias mutuas. Los vnculos y analogaspueden ser muchas veces apreciados , a despecho de las metamorfosisque hayan podido sufrir y de los abigarrados colores locales que tiencada texto de los inevitables particularismos geogrficos, culturales oespacio-temporales.

    Entre los recursos pot icos que permiten detectar familia s singularesde textos picos , estn las frmulas -en el terreno de la forma- ylos motivos y tpicos -en el terreno del contenido-o Su reiterac in-por lo general en variantes- en unos discursos picos y en otrosaporta evocaciones, sugerencias y reminiscencias de extraordinariaexpresividad. Adems , facilita la memorizacin y la transmisindel texto heredado, y carga el acto de la recepcin de muy ricasproyecciones connotati vas. A veces, la introduccin de un motivo ode una frmula especialmente patticos puede resultar inslitamenteintensa y eficaz. Incluso cuando no quedan engarzados del modo ms

    I Agradecemos los consejos y comentarios de Jos Manuel Pedrosa, que hancontribuido, junto con sus indicaciones bibliogrfi cas, a mejorar y a corregir esteartculo.

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  • lgico y coherente dentro del discurso pico, o dentro del discursooral en general. Puede suceder, incluso, que lo ilgico o abrupto de laintroduccin de un motivo o de una frmula impresionantes -comosern los que analicemos aqu- vengan precisamente a reforzar supotencia dramtica o evocadora.

    En este trabajo pretendemos analizar un tpico que, a nuestrojuicio, no ha recibido suficiente atencin dentro de la muy profusabibliografa que hay sobre la pica. Nos referimos al complejo quedenominaremos el molino de la guerra, que se halla integrado poruna metfora, por una comparacin, en algunos casos tambin poruna hiprbole, y en ocasiones adems por una frmula. Todas estasfiguras de estilo vinculan la guerra y sus estragos con el trabajoininterrumpido, concienzudo y fatal de un molino. Antes de tratarde explicar el porqu de esta asociacin de conceptos y de ofreceralgunas razones que pueden justificar su presencia recurrente enmuchos relatos picos, expondremos varios ejemplos de su uso entradiciones literarias muy diferentes.

    La pica irlandesa se caracteriza -al margen de por su notorioarcasmo- por haberse transmitido en el molde preferente del relatoen prosa . Y, asimismo, por conformar el corpus de obras literariasoccidentales ms antiguo conservado por escrito despus de los clsicosgreco-latinos. Ni que decir tiene que estas obras han llegado a nuestrosdas gracias a la accin preservadora de monjes copistas que con muchafrecuencia e intensidad introdujeron ideas de su cosmovisin cristiana-junto con otros elementos culturales desarrollados en los monasterios-en unos textos que hunden sus races en el sustrato primigenio celtaanterior a la evangelizacin de la isla.

    Uno de sus ttulos primordiales es el de La batalla de Alma, quedescribe uno de los frecuentes enfrentamientos entre los reyezuelos dela isla. El proceso de estilizacin literaria del hecho histrico combinamagistralmente ingredientes tan dispares como la intervencin dealgunos santos cristianos en curiosa mezcolanza con el mantenimientode creencias y de divinidades paganas. El relato hace hincapi endetalles tan caractersticos de los celtas como es el culto a las cabezascortadas y resalta la importancia de los filid o poetas --es el caso delclebre Donn B, que segn esta historia muri decapitado y volvi a lavida tras ser unida su cabeza, an capaz de hablar y de recitar poemas, al

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  • tronco inerte que yaca en el campo de batalla- en la sociedad irlandesaprimitiva. Personajes que comparten abundantes rasgos con los druidas,la cspide de la clase sacerdotal de los tiempos paganos . Es en estecontexto en el que aparece el motivo del molino de la guerra, comopuede leerse en una de las versiones conservadas de este relato:

    y Donn B relat a su madre y a todo el mundo la historia dela batalla y la muerte de Fergal. De esta batalla se han cantadoestos versos :

    Oh, batalla de Alma, terrible matanza,all por diciembre la gran hazaa!Murchad venci, soberbio fue su botn :Murchad Mac Brain, con los guerreros de Laiginn.Derrotado Fergal Fil,el gran hijo de Maeldin,al pie de la ladera moli el molino de la guerrasobre aceas de sangre muy roja.En verdad, ochenta y ocho reyesms, sin exageracin, nueve mil guerrerosde Leth Chuinn cayeron all a la vez.Feliz resultado!Otros nueve enloquecieron en el combatejunto a Fid Gaible ,demudados por la guerra ,as qued sentenciada la batalla de Alma' .

    Estos versos insertos en La batalla de Alma ponderan la crueldadde aquella terrible masacre, en la que fallecieron miles de personas yse produjo toda una serie de acontecimientos prodigiosos, gracias ala imagen pattica del molino de la guerra. Desde el punto de vistaesttico supone un recurso magistral , pues caracteriza la guerra comouna mquina de destruccin masiva, e identifica los cadveres y lasangre como un producto ms de la tecnologa humana .

    La literatura rabe tampoco es ajena a esta metfora de la violenciablica, y nos ofrece varios ejemplos de la misma. La primera muestraque presentamos es una composicin que el poeta 'Abbs Ibn Firns

    2 Cuentos medievales irlandeses, traducc in, introduccin y notas de JuanRenales, Vctor M. Renero y Pilar Ortiz, A Corua, Toxosoutos, 2006, p. 295.

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  • dedic a la batalla de Guazalete, en la que los cordobeses derrotarona los rebeldes toledanos y a sus aliados asturianos en el ao 845 dela era cristiana. Ibn Fims fue un clebre miembro de la corte omeyaque, al margen de su condicin de hombre de letras, cultiv disciplinascomo la msica, la filosofia, la astrologa, la alquimia o la magia eincluso ejercit su polifactico ingenio con la prctica de experimentoscientficos, alguno tan clebre como el que lo llev a cubrirse de plumasy emular a los pjaros -como un nuevo caro- en un supuesto vuelo porel cielo cordobs. El poema, repleto de intensos smiles y metforas yescrito a raz del enfrentamiento blico, fue calificado por los cronistasrabes como la mejor descripcin que podra hacerse de la rotundavictoria que consigui el emir de Crdoba:

    El ejrcito, lanzando gritos discordes, avanza compacto,tragando los campos engrosado por las tribus, en orden cerrado.Cuando en l brillan las espadas, semejan relmpagosque aparecen y se esconden entre nubes .Las banderas en alto, al flamear,parecen bajeles en un mar donde no es posible navegar a remo.El molino de la guerra se pone en marcha , y su ejees la inteligencia de un rey experto y virtuosoque se llama Muhammad, como el Sello de los Profetas,y cuyo poder excede a toda descripcin.Por su causa , el martes por la maana,apenas el alba haba descorrido el velo nocturno ,los dos montes del Guazalete lloraron y gimieronpor una tropa numerosa de esclavos e incircuncisos;el pregonero de la muerte los llam, y acudieron a lcomo acuden los becerros a la vaca en el cercado.Solo les lanz una parte [del ejrcito]y aqullos volvieron las espaldas , como hace una turba inerme .Los maw li furiosos, cerrando contra ellos,parecan halcones dispersando bandadas de grullas .Por mi vida! Eran dragones guerreros, cuando cargabanen filas cerradas contra un monte con fuertes defensas.El hijo de Ylys, huyendo, deca a Ms:Veo la muerte ante m, debajo de m, detrs de m.Les hemos matado mil y mil hombres, ms otros tantos,y mil y mil despus de mil y mil ms,

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  • adems de los que se ahogaron, tragados por las aguas del ro,o se despearon en sus escarpadas orillas ',

    La imagen objeto de nuestro estudio reaparece en otro texto histrico-esta vez de carcter cronstico a pesar de su aliento indudablementeliterario- que tambin nos legaron los escritores andaluses. El visir ysecretario Ibn Sarafdescribe en una carta la batalla de Ucls, que tuvolugar en 1108 cuando los almorvides infligieron una severa derrotaa las tropas castellanas de Alfonso VI, con un profundo subjetivismoretrico que evoca la magnitud del choque de ambos ejrcitos yequipara la guerra a un cataclismo de inmensas proporciones y defunestas consecuencias:

    Se vieron los ejrcitos y se acercaron los contendientes. Nosmantuvimos sin cobarda y nos sostuvimos; la paciencia trae bien.Entonces surgi el auxilio de Dios y extendi su diestra y llegla resistencia y amaneci su revivir; descendi la serenidad y sepurficaron los corazones tranquilos y se agitaron las tropas en olasy se difundieron los gritos excitados y se clavaron las miradas declera y pidieron los sables sus comidas y pregon el hierro laresistencia y salieron las espadas de las vainas. Relincharon loscaballos y se prolong el encuentro; entonces se mantuvo la gente,como se mantiene en el sepulcro, entre idas y venidas. Avanz unjinete de los rabes e hiri a un jinete de ellos y lo desarzon desu montura y lo arroj en presencia de sus compaeros. Entoncesse aclar que se haba perturbado y se descubr lo oculto y seilumin lo oscuro. Entonces se entremezclaron los jinetes de unoy otro bando o, mejor dicho, corri la inundacin y se oscurecila noche; se agarraron entre s los de a caballo y se quebraron laslanzas entre las nubes de polvo y se hizo estrecho el campo paralos grandes ejrcitos . Se metieron las espadas en los campos y laslanzas en los blancos; rod el molino de la guerra, repartiendo susmales y surgi el tumulto de las heridas y de los golpes, que caansobre los hroes, y haba serenidad para enfrentarse con los pechosenemigos y presteza para cortar corazones.

    No brill el da y no se disip la polvareda hasta que cayeronsus cuellos y se enfrentaron sus cabezas con la tierra y se continula perdicin para la infidelidad y volvi lo perdido a su propietario

    3Elas Ters, 'Abbs IbnFims, Al-Andalus, 25:1(1960), pp.239-249, pp. 243-244.157

  • y se cort el triunfo de los infieles y perdur la dicha de la fe.Huy la cruz por el camino y se prob la madera del Islam yfue buena; los hundi la muerte y perecieron y los extingui ladesgracia y se apagaron' .

    Con posterioridad, el motivo vuelve a documentarse en la literaturamorisca, que fue puente entre las culturas romnicas y las de signorabe y oriental. En concreto, podemos detectarlo en El libro de lasbatallas, que ha sido transmitido en una serie de manuscritos aljamiadosque narran varios sucesos ms o menos legendarios relacionados conlas luchas de los musulmanes en los primeros tiempos del Islam. Seemplea la comparacin al describir una escaramuza con los cristianosen los siguientes trminos:

    - Ya los de a-Zubaydi! No fuygys de los enemigos, ke no / sekontentaAllah kan el-aviltami/ento, porke es / afn ke demosrr ysa vuresr'ros enemigos / malos. I no sabys ke Allah mira a losguerreantes cufri/rentes? No fuygys del-aljanna (= paraso).

    IY-eran kinientos / de a kaballo; P-aperetronse sobre losrrumes; iY-a/rremetiYeron kan ellos los de Humayra, i los deHadra/mawti, i los de Hawln; i pelearon sobre los rrum 'es / unapelea muy fuWerte, ke los lancaron de sus luga/res. 1kometi/ AbiHurayra, i kan-l los de Dawas; /ir- l dixi 'endo:

    -Ya jentes! Ap 'resuraos a / las alhurras (= hures) de lasaljannas (= paraso), iY-a la vecindad de Al-Iah, / vu'tesr'roSeor en I-aljanna, iY-a la rrogarya de vu/WestOro a'nnab (s'rn).Ya sabys ke ivantaj Allah / a vu'rest'ro a'annab, i a los de lacufrencira.

    1 la ora den/tararon en-ellos una enrrada ms fu'rerte ke /nenguna. Veas ke se ajuntaron los rrumres sobre / la manoderecha de los muclimes; veas ke andaba / este dPa la peleakomo un molino, i llegaron fasta / la mitad de la batalla de losmuclirnes, i cufrireron cufri/mi-ento de onrrados; veas ke vinootra batalla de los / rrum -es muy rrezi ra, sobre la mano derechade los muclimes; i fuveron vencidos i rrankados de sus lugares. /

    1 ku'rando vi-eron las mujeres vencida la batalla, k'ridaron /ad-altas vozes, dixi/endo:

    4 Claudio Snchez-Albomoz, La Espaa musulmana segn los autores islamitas ycristianos medievales [1946], 2 vols., Madrid, Espasa-Calpe, 3.a ed. 1973, vol. 1I, p. 207.

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  • - Ya los de Tb' , fijos / de las ' Arabiyas! Agora es la orade l-aljanna (= paraisov.

    La literatura del mundo cnstiano medieval tambin hizo usode la ecuacin metafrica de los molinos y la guerra. Es fcilencontrar ejemplos en varios cantares de gesta, aunque en ellosse prefiera utilizar la hiprbole, tpica de este gnero literario,en el que tanto abundan espadadas form idables que son capacesde cortar limpiamente por la mitad no ya solo a un guerrero, sinoincluso a su propio caballo , por citar el caso ms conocido y,quiz, ms espectacular, varias veces consignado en el Cantar deRoldn y en otros cantos p icos-o Se incide tambin en los rosde sangre derramada, tan caudalosos que bastaran para poner enfuncionamiento uno o varios molinos. Como ha sealado algncr tico", se trata de una imagen de gran rudeza, y su reiteracinen obras diferentes no es , desde luego, casual, sino que responde aunas influencias mutuas muy evidentes.

    Uno de los cantares de gesta ms antiguos de la pica francesa,el Cantar de Guillermo, datado en la primera mitad del siglo XII, yarecoge el tpico, en el episod io de las matanzas de sarracenos llevadasa cabo por Guillermo de Orange y sus aliados en los campos de batallade l' Archamp o Larchamp:

    Muy bien se bati Guillermo, el de la nariz corva, cuandoel Dios de la gloria ilumin a los baro nes y al esforzado condeBeuves de Comarchis y aAimeri y a Ernaut el barbudo y a Renuardque llevaba la maza : en el primer asalto mat a trescientos.

    Todo el da dur la mort al batalla y continu durante todala noche hasta la maana siguiente al despertar el claro da. Tal

    5 Libro de las batallas. Narraciones pico-caballerescas, estudio literario yedicin de lvaro Galms de f uentes, 2 vals, Madrid, Gredas, 1975, vol. 1, p. 298.

    6 Silv re Menegaldo, Roland a Saragosse et Ronsasvals: un pass piqueen trompe-I'eeil?, pp. 345-348, p. 351, nota a pie de pgina 18 en Le passa I ' preuve du prsent. Appropiations et usages du pass du Moyen ge a laRenaissance, direccin de Pierre Chastang, Paris, Presses Universitaires de Paris-Sorbonne (PUPS), 2008. Silvre Menegaldo se pregunta si este motivo es un signode modernidad o un arcasmo. A nuestro juici o, como intentaremos demostrar eneste artculo, es una clara pervivencia de un antiguo tpico que resurge, con ciertafrecuencia, en diferentes pocas y tradiciones literarias.

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  • arroyo de sangre corra en Larchamp, que bien habra podidohacer girar una gran rueda de molino".

    A finales del siglo XII ya era conocido un cantar provenzal del ciclode Carlomagno, Rollan a Saragossa (Roldn en Zaragoza), que quedpreservado junto con el Ronsasvals en un documento notarial de 1398.Al comienzo del poema Carlomagno intenta convencer a su sobrinoRoldn para que no ataque Zaragoza. Le advierte de los peligros queencontrar en la ciudad, pero l se niega a obedecer y, seguro de suvala, le dice al soberano:

    - Seor, le responde, por qu me lo ruegas? No me detendrapor el Dios al que adoramos todos nosotros, ni por el apstol alque se dirigen los penitentes, y ni por oro, ni por plata abandonarel ataque. Con mi espada golpear en la puerta de tal modo quese asombrar el rey Marsilio y todos los reyes que all estn, ytambin Braslimonda la del agradable cuerpo. Y si quisiera Dios,glorioso y grande, que los sarracenos me persiguieran y que se mefueran acercando, dara tantos golpes con Durandarte, que cuatromolinos podran moler con la sangre derramada. Le respondiel rey: Acabo de or un necio juramento; bien s ahora que noviviris mucho tiempos".

    Roldn y Oliveros cabalgan juntos hacia Zaragoza seguidos por susmesnadas, pero la intencin de Roldn es entrar l solo en la ciudady conquistarla. Para ello engaa a Oliveros al pedirle un don que nole poda negar. Oliveros se lo concede antes de saber que quiere quepermanezca fuera, en una colina, a la expectativa , y debe cumplirlode mala gana. Roldn entra en Zaragoza y, tras una serie de aventuras,precisa ayuda urgente de Oliveros, pues est siendo acosado pormultitud de sarracenos. Oliveros le reprocha su engao y le recuerda lasbravatas que profiri ante Carlomagno:

    Le responde Oliveros: En vano escucho ahora tu lamento.Me dejaste aqu como a un cobarde; en lo alto de la atalaya

    7 Cantar de Guillermo, Madr id, Gredos, 1997, tradu ccin de Joaqun RubioTovar, pp. 174-175.

    8 Roldn en Zaragoza (Poema pico provenzal), edicin de Carlos Alvar, Zaragoza,Diputacin Provincial, Institucin Fernando el Catlico, 1978, pp. 29-30.

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  • juraste que no me dejaras avanzar y ante Carlos prometisteque si Dios, glorioso y grande, quera que los sarracenos tepersiguieran, daras tantos golpes con tu cortante espada quecuatro molinos podran moler con su sangre. Yo an no veomoler nada; no avanzar ni medio pie hasta que sea rota tu lorigajacerina y vea que te sale sangre por todas partes. Roldn oyeesto, nunca sinti tal dolor: entonces se da cuenta que no lequiere ayudar".

    Oliveros, por fin, accede a ayudar a Roldn y combate contra lossarracenos zaragozanos. El motivo de los molinos reaparece, otra vez,en la evaluacin de los enemigos cados en el combate:

    Desde medioda hasta despus de atardecer ha matado a tantoscon el acero y con la hoja que cuatro molinos podran moler conla sangre derramada10.

    En el Ronsasvals, tambin escrito en lengua provenzal, se repite laexageracin, y coincide incluso el nmero de molinos accionados porel caudal de sangre:

    Aqui viras tantz perpons e tantz pantz,Tant astas novas, tantz goffarons sagnentz,De Xv. milia lo camp deslieurat an,Quatre molins pogran molre del sane".

    No se termina aqu la lista de cantares de gesta franceses en los quese documenta la misma afirmacin hiperblica. As puede leerse en elGirart de Rossillon, del siglo XIV, uno de los muchos cantares sobrevasallos rebeldes:

    Pres dou chastel avoit .i, grant val resident. ..Dou sane des detrainchiez .i, russiaus y corroitQu'uns molins a choisiaul pour voir bien en rnorroit".

    9 Roldn en Zaragoza, pp. 60-61.10Roldn en Zaragoza, p. 67.1I Ronsasvals en Romania, LVIII (1932), pp. 1-28 Ypp. 161-189 (11, vv. 97-100 ).12 Edward B. Ham, A Romance Philological Miscellany, Romance Philology,

    14:3 (1961), pp. 244-255 , p. 245.161

  • Si retornamos al mbito literario hispnico, encontraremos uninteresantsimo avatar del motivo del molino de la guerra en la tradicinsefard de Salnica, cuyajudera -una de las ms populosas y florecientesdel Mediterrneo oriental- fue destruida casi en su totalidad tras laocupacin alemana de Grecia durante la ltima contienda mundial. Setrata de unos enigmticos versos del rarsimo romance conocido comoLa sierpe del ro, del que tan solo poseemos algunas muestras aisladas,como esta, integrada en una coleccin de romances sefardes que fueronrecogidos en Nueva York entre 1922 y 1923:

    All en Antequera haba un molino.No muele con agua, ni muele con vino,sino con la sangre de los cristianicos;sino con la sangre de los Galanzanos.Enfrente haba un rico palacio;adientro haba un rico castiyo.Abrevando estaban al beber del vino.Le habl el to, tambin el sobrino,que le d a la sierpe, a la sierpe del ro.De la prima alba, cuando alborea, ya le da la hija,de la prima noche fin el gayo del da.-Dexedes, mi to, de ir en aquel castiyo.Entrarx, mi to, en aquel palacio.Ay hay doje reyes de oro encoronados.Ellos vos dan cuchiyos; ellos vos dan cabayos",

    En los romances sefardes, igual que en los cantares de gestacompuestos en la lejana Edad Media, el molino utiliza como fuerzamotriz la propia sangre de los cristianicos. Este detalle particular semenciona explcitamente en todas las versiones del poema que hemospodido consultar:

    -Madre, la mi madre,anella se lo digo,por la hija de Carlame muero y me afino!

    13 Samuel G. Annistead y Joseph H. Silvennan, Judeo-Spanish Ballads from NewYork (collected by Mar Jos Benardete), Berkeley-Los ngeles-Londres, UniversityofCalifomia Press, 1981, nm. 39.

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  • - No hablis, mi hijo,no hablis patraas,que duques y condesanella la demandan.-Esta noche, mi madre,mal me supo el vino,ni lo hay gastadoni lo hay bebido.De pasar a soloa orilla del ro,solo sin espada,solo sin cuchillo,(sola sin hermanosola sin marido).Solo era, solo,como un rbol sin solombra.Ah, ms arribaun to y sobrino,apostando estabanen el beber de vino.Ah, ms arriba,haba un mulino,ni muele con aguani muele con vino,sino con la sangrede los cristianices" .

    En 1959 era grabado en el Bronx neoyorquino otra de las escassimasmuestras que han sido atestiguadas de La sierpe del rio :

    Sola era sola, sola sin marido.Sola era sola, sola sin cuchiyo.De pasarla sola, a horicas del ro.Ah ms arriba, est to y sobrino.Salen a apostare, en el beber del vino.Quin se ha de matare a la viera del ro.l con una aguda [e]spada, yo con un fierro cuchiyo.Ah ms arriba, haba un molino.

    14 Moshe Attias, Romancero sefaradi [1956], Jerusaln, Universidad Hebrea-Edicin Kiryat-Sefer, 2.a ed. 1961, nm. 29.

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  • Ni mula sangre, ni mula vino.Sino muelesangre de los cristianitos" .

    Una vez establecido este elenco de variantes del tpico y reconocidala dispersin geogrfica del mismo, intentaremos explicar el origende la asociacin de ideas, esto es, de la guerra entendida como unmecanismo que se pone en marcha, arrasa y tritura, con metdica yfatdica tenacidad, todo lo que encuentra a su paso , o como un molinoque trabaja automtica e incansablemente en su labor de produccin demales y desgracias en masa.

    El molino , indispensable para la elaboracin de un alimento de primeranecesidad en tantas civilizaciones como es la harina y, en consecuencia,el pan cotidiano, tiene una significacin importantsima en el folcloreuniversal ". Uno de los tpicos ms frecuentes es el de la connotacinertica tanto del propio molino como de las labores que se realizan en ly de las personas que all trabajan ". El molino era un lugar tradicional deencuentro de jvenes de ambos sexos y, en consecuencia, un escenarioperfecto para festejos y juegos de seduccin en el mundo rural.

    Ahora bien, hay otras caractersticas de este ingenio hacia las quetambi n ha dirigido su mirada, curiosa, inquieta y siempre infalible ,la literatura folclrica de todas las pocas. La primera que queremosresaltar es la condicin del molino como una maquinaria que trabajade forma constante , sin pausa, lo que da lugar a paradojas en formade adivinanza como la siguiente, recogida ya en el siglo XVII en unaensalada religiosa mexicana de Fernn Gonzlez de Eslava:

    15 Samuel G. Armistead, Folk Literature ofthe Sephardic Jews, accesi ble en lneaen http://www.sephardifolklit.org/flsjlxml-diJecI31 -3DLhtml.

    16 Para el papel de molnos, molineros y molineras en el folclo re y en lassociedades tradicionales, vase Samuel G. Armistead, La tradicin pica delas Mocedades de Rodrigo, traduccin parcial de Maria Rosario Martn Ruano,Salamanca, Universidad, 2000, pp. 142- 143, nota 18 y p. 151, nota 36. Sobre losmo linos como smbolo de riqueza, Samuel G. Armistead y Joseph H. Silverman[con transcripciones y estudios musicales de Israel 1. Katz], Folk Literature of theSephardic Jews IIIJudeo-Spanish Balladsfrom Oral Tradition 11 Carolingian Ballads 1Roncesvalles, Berkeley-Los ngeles-Londres, University ofCalifomia Press, 1994, pp.34-35, nota 7 y p. 233, nota 7.

    17Vase la presentacin de Jos Manuel Pedrosa al libro de ngel HemndezFemndez, Romancero murciano de tradi cin oral: etnografia y aplicacionesdidcticas, Alcal de Henares, El Jard n de la Voz, 2010 , pp. 16-23 (accesible enlnea en http://www.eljardindelavoz.comll ibros/romanceromurciano.pdf) .164

  • Qu es aquel que anda y anday jams nunca traspone?(El molino 'Y

    El molino consigue convertir los diferentes cereales en harina nosolo con el concurso de su ininterrumpida labor, sino tambin graciasa su fuerza, tan considerable y proverbial que tambin se atestigua enla literatura folclrica como un trmino de comparacin frecuente enlas sociedades agrarias tradic ionales. Esta leyenda argelina, procedentede la regin de la Gran Cabilia, ilustra a la perfeccin esta concepcinpopular del poder del molino :

    La rivalidad entre Ath Yenni y Ath Ouacif

    Cuentan que los clanes Ath Yenni y Ath Ouacif descienden de lasdos esposas de un mismo hombre. Existe , adems, una rivalidadmuy intensa entre estos dos municipios, y muy particularmente,en lo referente a la fuerza de los hombres.Dicen que los habitantes de Ath Yenni tenan un molino , y que unda uno de los hombres de Ath Ouacif, aprovechando que estab ade paso por ah, tom un grano de trigo del molino y lo estruj hasta dejarlo convertido en polvo, al tiempo que le preguntabadesafiante y jactancioso al propietario del molino:-Cunto cuesta este trigo?Al momento el otro, sin dar muestra alguna de esfuerzo, detuvola pesada rueda del molino con su mano y le repuso con tonosarcstico:-Perdn, podras repet ir? No te he entendido".

    Existe, adems, un aspecto relevante que interviene en el diseo denuestro motivo pico: el molino como emblema de la fecundidad y dela abundancia. Esta dimensin simblica del molino puede rastrearse en

    18 En Margit Frenk, Nuevo corpus de la antigua lrica popular hispnica (siglosXV a XVII), Mxico D. F., Fondo de Cultura Econmica, 2003 , nm. 1448.

    19 scar Abenjar, (Coord.), Nasrine Benabbes, Nadia Boumbar, Kha led Kalache,Nazim Oukaci y Guenouna Safin (trads.), Los chacales al bosque. y nosotros alcamino: Literatura oral y folclore de Argelia, Alcal de Henares, El Jar dn de laVoz, 2010, nm. 14 (accesi ble en lnea en http://www.eljardindelavoz.com/libros/chacalesalbosque.pdt).

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  • muchas tradiciones literarias. Veamos cmo explica Snorri Strluson,estadista, historiador y escritor que vivi en la Islandia de los siglos XIIa XIII, el significado de un kenning" para referirse al oro en su EddaMenor:

    - Por qu se llama al oro la harina de Frodi ?-Sobre eso hay una historia de que Odn tuvo un hijo llamado

    Skiold, que es del que descienden los skioldungos. ste vivi yrein en la parte que ahora decimos Dinamarca, pero que entoncesse llamaba Gtland. Skiold tuvo un hijo llamado Frdleif, querein en aquella tierra despus de l; el hijo de Frdleif se llamabaFrodi, y ste hered el reino de su padre por el tiempo en que elcsar Augusto puso paz en todo el mundo; entonces nac i Cristo.Pero como Frodi era el rey ms poderoso en todas las tierras delnorte, aquella paz se le atribuy a l en toda la parte donde sehabla nuestra lengua danesa, y por eso la gente la llam la pazde Frodi. Nadie le haca entonces dao a otro , aunque se toparacon el asesino de su padre o de su hermano, suelto o amarrado;tampoco haba entonces ladrones ni salteadores, y hubo un anillode oro que se qued tirado mucho tiempo en Jalangrsheid.

    El rey Frodi fue a Suecia como husped del rey de all, quese llamaba Filnir. Entonces compr dos siervas que se llamabanFenia y Menia, y que eran corpulentas y forzudas. Por aqueltiempo haba en Dinamarca un molino con dos piedras tan grandes,que nadie era lo bastante fuerte para moverlas, y una virtud tenaaquel mol ino, que la molienda que haca era cualquier cosa queel molinero dijese que saliera. El molino se llamaba Grotti , yHengikiopt el que le dio el molino al rey Frodi. El rey Frodi pusoa aquellas siervas en el molino, y les dijo que molieran oro , y ellasas lo hicieron, y empezaron a moler oro y paz y bienestar paraFrodi. Pero no les conceda descanso ni sueo por ms tiempo delque se calla el cuclillo o se tarda en decir un cantar. Se cuenta queentonces cantaron ellas la llamada Cancin de Grotti , que dice as:

    20 Los kenningar son tpicos de la poesa germnica y se construyen al sustituirconstantemente la mencin directa de un concepto por un cierto tipo de perfrasismetafrica construida a base de un sustantivo fundamental al que se aaden otros engenitivo (los kenningari, vase Snorri Strluson, Edda Menor [1984], traduccin yedicin de Luis Lerate, Madrid, Alianza Editorial, 2000.

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  • Menia dijo:

    Se encuentran ahora en la casa del reylas dos adivinas, Fenia y Menia;las muy poderosas se hallan con Frodi,el hijo de Frdleif, sirviendo de esclavas.

    All al tarimn las llev del molino,las puso a moler en la piedra griscea ;ni les daba descanso ni estaba contentosi l no escuchaba el cantar de las siervas .

    Su canto decan al son del chirriante:La tarima dejemos, alcemos las piedras .Mandbales l que siguieran moliendo.

    Girando la piedra cantaba ancuando ya los de Frodi, los ms, se acostaron.As dijo Menia, la puesta a moler:

    Riquezas y paz le molemos a Frodi,le molemos fortuna en el buen muele-suerte;que abunde en riquezas , que duerma en plumonesque a gusto despierte, pues bien se moli.

    Ya dao a ninguno ninguno le harni querr su desgracia o quitarle la vida,ni nadie herir al matador de su hermano,afilada su espada, aunque atado lo encuentre .

    Mas con prontas palabras l les deca :El tiempo dormid que calla el cuclillo,no ms del que tardo en decir un cantar.

    Poco, oh Frodi, seor de tu gente,fuiste sensato en tu compra de siervas ;su fuerza miraste y su buen aspecto,mas no te import de su raza y linaje.

    Recio fue Hrngnir, lo mismo su padre,

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  • 168

    mas Tiazi en fuerza a los dos super;de Idi y de mir somos parientas,de hermanos de ogros nacimos nosotras.

    De las rocas Grotti no habra salido,jams de la tierra la losa, la dura,ni as moleramos -somos gigantas-,si piedra no fuera que bien conocemos.

    Nueve los aos que en juegos pasamoscrindonos, recias, all bajo tierra;realizaban las mozas forzudas hazaas,arrancbamos solas enormes piedras.

    De modo arrojbamos grandes peascosall entre los ogros, que el mundo temblaba;nosotras lanzamos la roca que gira,la losa que fue por los hombres tomada.

    A Suecia despus marchamos nosotras,las dos adivinas, en busca de guerra:osos domamos, escudos rompimos,pasamos las huestes de cotas grisceas.

    A un prncipe hundimos, a otro elevamos,le prestamos ayuda a Gthorm el bueno;solo hubo paz cuando Knui cay.

    Aos pasamos en tales empresas,conocironnos bien los heroicos guerreros;con lanzas agudas sangre sacamosde abiertas heridas, espadas teimos.

    Nos vemos ahora en la casa del reycon poco favor y sirviendo de esclavas;con fango en los pies y en el cuerpo con froel molino giramos. Mal trato da Frodi!

    Descansen los brazos! Que pare la losa!No muelo ya ms! Ya hice bastante!.

  • Fenia dijo:

    Solo podrn descansar los brazosluego que Frodi se d por contento.

    Querran mis manos un mango ms fiero,un arma mortal. Oh Frodi, despierta!Despierta, oh Frodi, si quieres orel cantar que diremos, el viejo relato.

    Fuego yo veo al este del fuerte ,indicio seguro que anuncia la guerra;pronto un ejrcito aqu llegarque ha de quemarte, oh rey, tu morada.

    No ms gozars de tu trono de Leire,de tus rojas anillas o el buen muele-suerte.Dmosle al mango, hermana, ms fuerte ,no nos arredra la sangre de muertos.

    De mi padre la hija con rabia moli,pues a muchos vea marcados de muerte;se quebraron las patas, con hierro ceidas,del gran tarimn. Moliendo sigamos!

    Moliendo sigamos! Que a Frodi le venguela muerte de Halfdan el hijo de Yrsa,aquel que de ella se puede deciro hijo o hermano; las dos lo sabemos.

    Molieron las mozas con toda su fuerza,all les entr su furor de gigantas;el mango temblaba, se hundi la tarima,la piedra potente en dos se parti.

    y dijo entonces la novia de ogros:Mucho las mozas, oh Frodi , molieron,mas ya terminada qued tu molienda.

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  • y antes de acabar el canto, molieron un ejrcito contra Frodi,de modo que aquella noche lleg all un rey del mar que sellamaba Mysing, y mat a Frodi y se apoder de un gran botn.Entonces acab la paz de Frodi. Mysing se llev consigo elmolino y tambin a Fenia y a Menia, y les dio que le molieransal. A media noche ellas le preguntaron si no tena ya bastantesal. l les dijo que siguieran moliendo. Molieron un rato ms, yentonces se hundi el barco, y en el mar se hizo un remolino alpasar el agua por el agujero de piedra. Entonces fue cuando elmar se puso salado".

    Este texto islands es un testimonio magnfico de la expansin yde la antigedad del motivo pico, pues rene en unas pocas pginascasi todos los conceptos que hemos ido desgranando en este trabajo.En primer lugar, las gigantas, con su fuerza herclea, son las nicascapaces de poner en marcha un molino de tales dimensiones. En l sonproducidos elementos que garantizan la paz y la prosperidad del reinode Frodi, con lo que se alude tambin a la abundancia que generan losmolinos. Finalmente, mediante una simple y eficaz inversin de valores,el molino puede tambin engendrar guerra y destruccin.

    La leyenda de un molino prodigioso que muele, entre otros productos,un alimento de primera necesidad como la sal se halla incluida tambinen el Ka/eva/a, la epopeya finlandesa recopilada por Elias Lonnrot enel siglo XIX. El herrero Ilmarinen, constructor de la bveda celeste yde las columnas del universo, logra forjar el sampo, un artefacto mgicosemejante al molino de Frodi:

    El gran martillador eternopsose a batir el metal,a golpearlo con ardor;as forj el famoso sampo,tambin molino que molaharina, sal, y hasta moneda.El sampo comenz a molery a vibrar la cubierta amada;solo en el tiempo de un crepsculomoli el sampo hasta tres tolvas:una tolva para el servicio,

    21Snorri Strluson , Edda Menor, pp. 160-165.

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  • otra tolva para vender,y otra ms para conservar".

    Y, de nuevo, el romancero hispnico se muestra como otroinagotable suministrador de paralelos folclricos, lo que corroboraque , lejos de ser una tradicin independiente, es un eslabn ms en lacadena de textos orales que se difunden a escala universal y pervivenen el tiempo sin que importe demasiado el gnero concreto en el quese encarnen en cada momento. En esta versin sefard del romance deLa vuelta del marido, representativa de la tradicin de Esmirna, sontres los valiosos mol inos que muelen cebada, jengibre y harina pararepostera, y que la mujer est dispuesta a entregar para recuperar asu esposo:

    Arbolera, arbolera, arboleray tan gentil,la raz tiene de oro, la simienta de marfil.En la matica al aleaba, hay una dama tan gentil.-Qu buxcx, la mi seora, talas horas por aqu?-Buxco yo al mi marido, mi marido tan gentil.-Qu me dax, la mi seora, cual volo traigo aqu?-Yo vos do mis tres molinos, que me quedaron d'Amad.El uno mole cebada, el otro mole jinjev;el ms chiquiticode ellos, harina baklaval.-Ms qu me dax, mi seora, cual volo traigo aqu?-Yo vos do mis tres, mis hijas, que quedaron d'Amad.La una para la meza, la otra para servir;la ms chiquiticade ellas, para roncar y dormir.- Ms qu me dax, mi seora, cual volo traigo aqu?- Ms no tengo, cabayero, para dar vos yo aqu.- Me dax vuestro puerpo galano, que qued d'Amad?-Malaa tal cabayero, que tal ayeg a dezir.Se dieron a conocersen; para caza ya se fueron" .

    En otra rama de la tradicin baladstica europea, la hngara,encontramos una sntesis de los valores folclricos del molino -comofuente de la abundancia, representada por las perlas y por las monedas,

    12 Elias Lnnrot, E/ Ka/eva/a, eds. Joaqun Femndez y Ursula Ojanen, Madrid,Editora Nacional , 1985, canto X, vv. 359-376.

    23 Samuel G. Armistead, Judeo-Spanish Ba/lads fro m New York, nm. 21, pg. 44.171

  • y como espacio de encuentro de los jvenes propicio para aventurasamorosas- en la balada llana Gorog, variante de El muerto prodigiosoregistrada por Bla Bartk y Zoltn Kodly en la poblacin transilvanade Rugonfalva:

    -Madre, dulce madre! Me mueropor llana G6r6g, por su grcil cintura,por su grcil cintura, por sus dulces labios,por sus dulces labios, por sus sonrojadas mejillas.-No te mueras, Lszl Bertelaki, hijo mo,vay a ordenar que construyan un molino tan prodigioso,que una de sus piedras dar perlas,la otra dar moneditas .All irn las hermosas vrgenes.La tuya tambin ir, la bella Ilona G6r6g.-Madre, madre, dulce madre! Permtameir a ver el molino prodigioso.-No vayas, hija ma, no vayas! [Si vas], te pescarn!Te pescarn! Te pescarn el barbo!-Madre, dulce madre! Me mueropor Ilona G6r6g, por su grcil cintura,por su grcil cintura, por sus sonrojadas mejillas,por sus sonrojadas mejillas, por sus finos labios.- No te mueras, Lszl Bertelaki, hijo mo,vay a ordenar que construyan una torre prodigiosa.Ser tan alta que alcanzar el cielo;ser tan ancha que alcanzar la orilla del Tisza.All irn las hermosas vrgenes.La tuya tambin ir, la bella Ilona G6r6g.-Madre ma, mi dulce madre, permtameir a ver la torre prodigiosaque es tan alta que alcanza el cielo;que es tan ancha que alcanza la orilla del Tisza.- o vayas, hija ma, no vayas! [Si vas], te pescarn!Te pescarn! Te pescarn el barbo!- Madre, dulce madre! Me mueropor llana G6r6g, por su grcil cintura,por su grcil cintura, por sus finos labios,por sus finos labios, por sus sonrojadas mejillas.-Murete, hijo mo! Murete, Lszl Bertelaki!

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  • As acudirn las vrgenes para ver al muerto prodigioso.La tuya tambin vendr, la bella llana Gorog.La tuya tambin vendr, la bella llana Gorog.-Madre, mi dulce madre! Permtameir a ver al muerto prodigioso![Permtame] ir a ver al que ha muerto por m.-No te dejo, hija ma, mi dulce hija.Te pescarn! Te pescarn el barbo!Pero ella se escap a su tocador.Se puso la falda limpia,se puso la ropa blanca,se puso las botas rojas.- Levntate , hijo mo! Levntate, Lszl Bertelaki!Ha venido la bella llana Gorog!Por la que te has muerto! [Por la que] te has muerto !Levntate, hijo mo , levntate! La tienes a tus pies!Por la que te has muerto! [Por la que] te has muerto!-Ya haba visto [antes] muertos , pero nunca [uno] como este!Tiene el pie preparado para saltar!Tiene el brazo preparado para abrazar!Tiene la boca preparada para besar!

    Entonces Bertelaki Lszl salt ".

    Debemos concluir ya nuestro viaje por las tradiciones poticasuniversales en pos de molinos de la guerra. Este recorrido nos ha servidopara comprobar, una vez ms, que la pica es un gnero que compartemotivos y tpicos migratorios con otras modalidades de expresinliteraria en verso y en prosa. Es indudable que no hay departamentosestancos en la literatura oral y que, en consecuencia, tampoco loshay en la literatura de las lites, pues esta se nutre de los continuosaportes de las tradiciones folclricas. El estudio filolgico de textosaislados, el anlisis asptico de los mismos y las tajantes categorasacadmicas facilitan la elaboracin de sistemas que se acercan a laperfeccin formal en el mismo grado en que se alejan de la realidad.Por el contrario, los anlisis comparatistas -cuando se hacen con rigor

    24 scar Abenjar Sanjun, Fluye el Danubio: lengua y tradicin de las baladaspopulares en Hungra, Alcal de Henares, El Jardn de la Voz, 20 l O, pp. 163-164,accesible en lnea en

  • metodolgico y amplitud de miras- sortean los lmites impuestos yapuntan a una comunidad esttica entre las diferentes culturas que semanifiesta en forma de cdigos compartidos y de imgenes paralelasque se relacionan entre s por encima de fronteras o de taxonomas yetiquetas que resultan a menudo artificiales.

    Garrosa Gude, Jos Luis , "Ros de sangre y remol inos de la guerra:fuerza y permanencia de las frmulas y de los moti vos picos", enRevista de potica medieval, 25 (2010 ), pp. 153-174.

    RESUMEN: En este trabajo estudiamos el molino de la guerra, un motivofolclrico muy poco atendido por la crtica. Este tpico se documenta en variastradiciones literarias: desde la pica irlandesa al romancero hispnico, pasandopor los cantares de gesta y la poesa rabe medie val o la antigua literaturaislandesa. La dispersin de este mot ivo prueba su antigedad y, al mismotiempo, nos informa de cmo se influyen y se contaminan mutuamente losdiferentes gneros literarios.

    ABSTRACT: The aim of this article is to provide a more thorough study on"the war mili": a mot if which literary criticism has paid little attention tooThis topic can be searched for in different literary traditions, which vary fromMedieval Irish epic , Hispanic baIlad collections, epic poems to MedievalArabic poetry or Icelandic Sagas. The different origins of this topic prove towhat extent it has become widespread, helping us to understand how differentliterary genres bring about changes and influence each other over time.

    PALABRAS CLAVE: Molino de la guerra. Motivo folclrico. pica europea.Literatura rabe . Romancero hispnico.

    ABSTRACT: War milI. Motif. European epic poetry. Arabic poetry. Hispanicbailad.

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