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\ Antonio Gram.ci REVOLUCION RUSA Y UNION SOVIETICA. Mixico, D. F., 197.

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Page 1: REVOLUCION RUSA Y UNION SOVIETICA. · ralelo: Revolución rusa, Revolución francesa, encon-trando que los hechos se parecen. Pero lo que se parece es sólola superficie de los hechos,

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Antonio Gram.ci

REVOLUCION RUSAY

UNION SOVIETICA.

Mixico, D. F., 197.

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NOTAS SOBRE LA REVOLUCION RUSA 1

¿Por qué la Revolución rusa es una revoluciónproletaria?Al leer los periódicos, al leer el conjunto de no-

ticias que la censura ha permitido pUblicar, no seentiende fácilmente. Sabemos que la revolución hasido hecha por proletarios (obreros y soldados), sa-bemos que existe un comité de delegadOSobrerosque controla la actuación de los orgamsmos admi-nIstrativos que ha sido necesario mantener para losasuntos corrientes. Pero ¿basta que una revoluciónhaya sido hecha por prOletarios para que se tratede una revolución proletaria'? La guerra la hacentambién los proletarlOs, lo que, sin embargo, no laconvierte en un hecho proletario. Para que sea asíes necesario que intervengan otros factores, factoresde carácter espiritual. Es necesario que el hechorevolucionario demuestre ser, además de fenómenode poder, fenómeno de costumbres, hecho moral.Los periódicos burgueses han insistido sobre el fe-nómeno de poder; nos han dicho que el poder de laautocracia ha sido sustituido por otro poder, aúnno bien definido y que ellos esperan sea el poder'burgués. E inmediatamente han establecido el pa-ralelo: Revolución rusa, Revolución francesa, encon-trando que los hechos se parecen. Pero lo que separece es sólo la superficie de los hechos, así como

1 Firmado A. G., "H Grido del Popolo" (El Grito delPueblo), 29 de abril de 1917. Se trata del primer comen-tario de Gramsci sobre los acontecimientos de la revolu-ción de febrero que derribó a la autocracia zarista.

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12 KEVOLUCION RUSA Y UNION SOVIETICA NOTAS SOBRE LA REVOLUClON RUSA 13

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un acto de violencia se asemeja a otro del mismotipo y una destrucción es semejante a otra.No obstante, n9sotros estamos convencidos de que

la' Revolución rusa es, además de un hecho, un actoproletario y que debe desembocar naturalmente enel régimen socialista. Las noticias realmente con-cretas, sustanciales, son escasas para permitir unademostración exhaustiva. Pero existen ciertos ele-mentos que nos permiten llegar a esa conclusión.La Revolución rusa ha ignorado el jacobinismo. La

revolución ha tenido .que derribar a la autocracia;no ha te¡nido que conquistar la mayoría con laviolencia.. El Jacobinismo es fenómeno puramenteburgués; caracteriza a la revolución burguesa de.Fr.ancia. La burguesía, cuando hizo la revolución,no tenía un programa universal; servía interesesparticulares, los de su clase, y los servía con lamentalidad cerrada y mezquina de cuantos siguenfines particulares. El hecho violento de las revo-luciones burguesas es doblemente violento: destru-ye el viejo orden, impone el nuevo orden. La bur-guesía impone su fuerza y sus ideas no sólo a lacasta anteriormente dominante, sino también al pue-blo al que se dispone' a dominar. Es un régimenautoritario que sustituye a otro régimen autoritario.La Revolución rusa ha destruido al autoritarismo

y lo ha sustituido por el sufragio universal, exten-diéndolo también a las mujeres. Ha sustituido elautoritarismo por la libertad; la Constitución porla voz libre de la conciencia universal. ¿Por' qué losrevolucionarios rusos no son jacobinos, es decir, porqué no han sustituido la dictadura de' uno solopor la dictadura de una minoría audaz y decididaa todo con tal de hacer triunfar su programa? Por-que persiguen un ideal que no puede ser el de unospocos, porque están seguros de que cuando inte-rroguen al proletariado, la respuesta es indudable,

está en la conciencia de todos y se transformaráen decisión irrevocable apenas pueda expresarse enun ambiente de libertad espiritual absolutá, sin queel sufragio se vea adulter.ado por la intervenciónde la policía. la amenaza de la horca o el exilio. Elproletariado industrial está preparado para el cam-bio incluso culturalmente; el proletariado agrícola,que conoce las formas tradicionales del comunismocomunal, está igualmente preparado para el paso auna nueva forma de sociedad. Los revolucionarios.socialistasno pueden ser jacobinos; en Rusia tienenen la actualidad la únic3 tarea de controlar que losorganismos burgueses (la Duma, los Zemtsvo)2 nohagan jacobinismo para deformar la respuesta delsufragio universal y servirse del hecho violentopara sus intereses.Los p'eriódicos burgueses no han dado ninguna

importancia a este otro hecho: los revolucionariosrusos han abierto las cárceles no sólo .a los presospolíticos, sino también a los condenados por delitoscomunes. En una de las cárceles, los reclusos co-munes, ante el anuncio de que eran libres, contes-taron que no se sentían con derecho a. aceptar lalibertad porque debían expiar sus culpas. En Ode-sa, se reunieron en el patio de la cárcel y volun-tariamente juraron que se volverían honestos yvivirían de su trabajo. Esta noticia es más impor-tante para los fines de la revolución que la de laexpulsión del Zar y los grandes duques. El Zar ha-bría sido expulsado incluso por los burgueses, mien-tras que para éstos los presos comunes habíansido siempre adversarios de su orden, los pérfidos.enemigos die su riqueza, de su tranquilidad. Su

2 Duma, asamblea representativa instaurada en Rusiabajo la presión de los sucesos revolucionarios de 1905.Zemstvos, órganos administrativos provinciales en la Ru-sia zarista a los que sólo tenLan acceso los nobles y' losburgueses.

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liberación tiene para nosotros este significado: larevolución ha creado en Rusia una nueva formade ser. No sólo ha sustituido poder por poder; hasustituido hábitos por hábitos, ha creado una nuevaatmósfera moral, ha instaurado la libertad del es-píritu además de la corporal. Los revolucionariosno han temido poner en la calle a hombres marcadospor la justicia burguesa con el sello infame de lojuzgado a priori, catalogados por la ciencia bur-guesa en diversos tipos de la criminalidad y la de-lincuencia. Sólo en una apasionada atmósfera social,cuando las costumbres y la mentalidad predominan-te han cambiado, puede suceder algo semejante. Lalibertad hace' libres a los hombres, ensancha elhorizonte moral, hace del peor malhechor bajo el ré-gimen ,autoritario un mártir del deber, un héroe dela honestidad. Dicen en un periódico que en ciertaprisión estos malhechores han rechazado la libertady se han constituido en sus guardianes. ¿Por quéno sucedió esto antes? ¿Por qué las cárceles estabanrodeadas de murallas y las ventanas enrejadas?Quienes fueron a ponerles en libertad debían sermuy distintos de los jueces, de los tribunales y de, los guardianes de las cárceles, y los malhechoresdebieron escuchar palabras muy distintas a las ha-bituales cuando en sus conciencias se produjo taltransformación que se sintieron tan libres comopara preferir la segregación a la libertad, como paraimpon~rse voluntariamente una expiación. Debieronsentir que el mundo había cambiado, que tambiénellos, la escoria de la sociedad, se había transfor-mado en algo, que también ellos, los segregados,tenían voluntad de opción.Este es el fenómeno más grandioso que la inicia-

tiva del hombre haya producido. El delincuente seha transformado, en la revolución rusa, en eÍ hom-bre que Emmanuel Kant, el teórico de la moral

absoluta, había anunciado, el hombre que dice: lainmensidad del cielo fuera de mí, el imperativo demi conciencia dentro de mí. Es la liberación de losespíritus, es la instauración de una nueva concien-cia moral lo que nos es revelado por estas pequeñasnoticias. Es el advenimiento de un orden nuevo,que coincide con cuanto nuestros maestros nos ha-bÍim enseñado. Una vez más la luz viene del Oriente'e irradia al viejo mundo Occidental, el cual, asom-brado, no sabe más que oponerle las banales y ton-tas bromas de sus plumíferos.

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NOTAS SOBRE LA REVOLUCION RUSA 15

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LOS MAXIMALISTAS RUSOS 1

Los maximalistas 2 rusos son la propia revoluciónrusa.Kerensky, Zeretelli, Cernov son el hoy de la re-

volución, los realizadores de un primer equilibriosocial, el resultado de una relación de fuerzas en laque los moderados tienen aún mucha importancia.Los maximalistas son la continuidad de la revolu-ción, el ritmo de la revolución: por eso son la p.I"opiarevolución. I

Los maximalistas encarnan la idea-límite del so- .'cialismo: quieren todo el socialismo..Y tien,en estamisión: impedir que se llegue a un compromiso de-finitivo entre el pasado milenario y el ideal, ser elsímbolovivo de la meta final a que hay que tender;impedir que el problema inmediato del hoy a re.solver se dilate hasta ocupar toda la concienciay seconvierta en preocupación única, en frenesí espas-módico que alza rejas infranqueables para posibili-dades ulteriores de realizaciones.Es este el máximo peligro de todas las revolu-

ciones: el surgimiento de la convicción de que unmomento determinado de la nueva vida tenga ca-rácter definitivo y que sea preciso detenerse para

1 Firmado A. G., "U Grido del Popolo", 28 de julio de1917.

2 En el movimiento obrero italiano se llamaba maxima-lista, según una acepción corriente que se extendería p

la fracción de extrema izquierda del Partido SocialistaItaliano, a los bolcheviques (mayoritarios). Maximalistaspor sostenedores del programa "máximo", la socializaciónde los medios de producción y cambio.Revo~uct6n.-2

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mirar .hacia atrás, para consolidar el hecho, para go-zar, fmalmente, del propio éxito. Para descansar.'Una. crisis revolucionaria consume' rápidamente alos .hombres. Fatiga rápidamente. Se comprende se-meJante estado de ánimo. Pero Rusia ha tenido estas~erte: ha ignorado el jacobinismo. Y ha sido po-slble, por tanto, la fulminante propaganda de todaslas ideas; mediante esta propaganda se han formadonumerosos grupos políticos, a cual más audaz y nodispuestos a detenerse, y cada uno de los cual~s creeque el momentci definitivo a alcanzar se encuentramás allá, está aún lejano. Los maximalistas, losextremistas, son el último anillo lógico de este de-venir revolucionario. Por eso se persiste en la lucha,se va adelante; todos van adelante porque hay siem-pre por lo menos un grupo que auiore seguir avan-zando y actúa en la masa, suscitando nuevas energíasproletarias, organizando nuevas fuerzas sociales queacosan a los fatigados, alle los controlan y s~mues-tran capaces de sustituirlos, de eliminarlos si no serenuevan, si no se revigorizan para avanzar. Así, larevolución no se detiene, no cierra su ciclo. Devorasus hombres, sustituye un grupo por otro más au-.daz, y por esta inestabilidad, por esta nunca alcan-zada perfección, cs auténtica y plena revolución.Losmaximalistas en Rusia sOn los enemigos de

los cobardes, el aguijón de los indolentes; han de-rrotado hasta ahora todas las tentativas de ponerdiques al torrente revolucionario, han impedido quesus aguas se estanquen. Por eso la burguesía o"ci-dental los odia, por eso los periódicos de Italia,Francia e Inglaterra los difaman, intentan desacre-ditarlos, ahogarlos bajo un cúmulo enorme de ca-lumnias. La burguesía occid~ntal esperaba que alenorme esfuerzo de pensamiento y acción necesariopara el nacimiento de la nueva vida sucediera unacrisis de pereza mental, un repliegue de la actividad

dinámica de la revolución que fuese el principiode un acomodamiento definitivo del nuevo es-tado de cosas.Pero en Rusia no están los jacobinos. El grupo

de los socialistas moderados, que ha tenido el poderen sus manos, no ha destruido, no ha intentado aho-gar en sangre a la vanguardia. Lenin en la revolu-ción socialista no ha tenido el destino de Babeuf. Hapodido convertir su pensamiento en fuerza actuantede la historia. Ha suscitado más energías de las quemorían. El y sus camaradas bolcheviques están con-vencidos de que en todo momento puede realizarseel socialismo. Se nutren del pensamiento marxista.Son revolucionarios, !lO evolucionistas. Y el pen-samiento revolucionario niega el tiempo como fac-tor de progreso. Niega que todas las experienciasintermedias entre la concepción del socialismo y surealización deban tener, en el tiempo y el espacio,una confirmación absoluta e integral. Basta queestas experiencias actúen en el pensamiento paraque sean sup~radas y se pueda ir más allá. Es ne-. cesario. sin embargo, sacudir, conquistar lás concien-cias. Y Lenin con sus camaradas han sacudido nues-tras conciencias, nos han conquistado. Su persua-sión no ha sido sólo audacia de pensamiento; haencarnado en hombres, en muchos hombres; hafructificado en obras; ha creado el grupo seguro queera necesario para oponerse a los compromisos de-finitivos, a todo aquello que pudiera convertirse endefinitivo. Es la revolución continua. Toda la vidase ha hecho verdaderamente revolucionaria, es unaactividad siempre actual, un continuo cambio, unapermanente excavación en el bloque amorfo delpueblo. Se suscitan nuevas ide~s-fuerza. Los hom-bres son finalmente así artífices de su destino: to-dos los hombres. Es imposible que se formen mi-norías despóticas. El control es siempre vivo y

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REVOLUCION RUSA Y UNION SOVIETICA I LOS MAXIMALISTAS RUSOS 19

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ardoroso. A partir de ahora existe un fermento quedescompone y recompone los agregados sociales sinpausa e impide las cristaiizaciones, impide que lavida se adormezca en el éxito momentáneo.Lenin y sus camaradas más destacados pueden

ser arrastrados en el curso de las tempestades quehan desencadenado. No desaparecerán todos cuan-tos les siguen. Son ya demasiado numerosos. y elincendio revolucionario se propaga, prende corazo-nes y cerebros nuevos, los transforma en antorchasde nueva luz, de nuevas llamas devoradoras de in-dolencias y fatigas. La revolución procede hasta sucompleta realización. Está aún lejano el tiempo enque será posible un relativo descanso. Y la vidaes siempre revolución.

LA REVOLUCION CONTRA EL CAPITAL 1

La revolución de los bolcheviques se ha insertadodefinitivamente en la revolución general del puebloruso. Los maximalistas, que hasta hace dos mesesfueron el fermento necesario para que los aconte-cimientos no se detuvieran, para que la marchahacia el futuro no concluyera, dando lugar a unaforma definitiva de .aposentamiento --que- habríasido un aposentamiento burgués- se han adueñadodel poder, han establecido su dictadura y están ela-borando las formas socialistas en las que la revo-lución tendrá finalmente que hacer un alto paracontinuar desarrollándose armónicamente, sin exce-so de grandes choques, a partir de las grandes con-quistas ya realizadas. .La revolución de los bolcheviques se compone mas

de ideologías que de hechos. (Por eso, en el fondo.nos importa poco saber más de cuanto ya sabemos.)Es la revolución contra EL CapitaL de Carlos Marx.IEL CapitaL de Marx era, en Rusia, el l~bro de losburgueses más que el de los proletarIos. Era lademostración crítica de la necesidad ineluctable deque en Rusia se formase una burguesía, ~e.i~ci~~euna era capitalista,. se instaurase una CIV1lizaclOnde tipo occidental, antes de que el proletariado pu-diera siquiera pensar en su insurrección, en sus

1 Firmado Antonio Gramsci, Avanti, edición milan,:sa,24 de noviembre de 1917; fue reproducido. p~r II GrId?,del Popo lo del 5 de enero de 1918, con la sIgUiente nota.l.a censura torinesa mutiló complet~mente ya una vez est.e .artículo en el Grido. Lo reproduCImos a!t~ra del AvantI,pasado PO?'l.a criba de las censuras de MIlán.v Rom(L.

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22 REVOLUCION RUSA Y UNION SOVIETICA LA REVOLUCION CONTRA EL CAPITAL 23

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reivindicaciones de clase, en su revolución. Los he-chos han superado las ideologias. Los hechos ha'nreventado los esquemas críticos según los cualesla historia de Rusia hubiera debido desarrollarsesegún los cánones del materialismo histórico. Losbolcheviques reniegan de Carlos Marx al afirmar,con el testimonio de la acción desarrollada, de lasconquistas obtenidas, que los cánones del materia,lismo histórico no son tan férreos como se pudierapensar y se ha pensado.No obstante hay una ineluctabilidad incluso en

estos acontecimientos y si los bolcheviques remegande algunas afirmaciones de EL CapitaL, no renie-gan el pensamiento inmanente, vivificador. No sonfmarxistas, eso es todo; no han compilado en las,obras del Maestro una doctrina exterior de afir-maciones dogmáticas e indiscutibles. Viven el pen-samiento marxista, lo que no muere nunca, lacontinuación del pensamiento idealista italiano y ale-mán, contaminado en Marx de incrustaciones posi-tivistas y naturalistas. y este pensamiento sitúasiempre como m,áximo factor de historia no los he-chos económicos, en bruto, sino el hombr'e, la socie-dad de los hombres, de los hombres que se acercanunos a otros, que sé entienden entre sí, que desarro-llan a través de estos contactos (civilidad) una vo-luntad social, colectiva, y comprenden los hechoseconómicos, los juzgan y los condicionan a su vo-luntad, hasta que esta deviene el motor de la econo-mía, plasmadora de la realidad objetiva, que vive,se mueve y adquiere carácter de material telúricoen ebullición, canalizable allí donde a la voluntadplace, como a ella place.Marx ha previsto lo previsible. No podía prever

la guerra europea, o mejor dicho, no podía prever laduración y los efectos que esta guerra ha tenido.No podía prever que esta guerra, en tres años de

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sufrimientos y miseria indecibles suscitara. en Rusiala voluntad colectiva popular que ha suscItado. Se-mejante voluntad necesita normaLmente par~ for-marse un largo proceso de infiltraciones capIlares;una extensa serie de experiencias de clase. Los .hom-bres son perezosos, necesitan organizarse, pnme;oexteriormente, en corporaciones, en ligas; despues~íntimamente, en el pensamiento, en la voluntad ...de una incesante continuidad y multiplicidad deestímulos exteriores. He aquí porqué normaLmente;los cánones de crítica histórica del marxismo cap-tan la realidad, la aprehenden y la, hacen evidente,inteligible. NormaLmente las dos clases del mundocapitalista crean la historia a través de l.a luc~a declases cada vez más intensa. El proletanado SIentesu miseria actual, se halla en continuo - estadode desazón y presiona sobre la burguesía para me-jorar sus condiciones de exi.ste~cia. Lucha, obli~~ ala burguesía a,mejorar la teclllca de la producc~on,a hacer más útil la producción -para que sea posIble,satisfacer sus 'necesidades más urgente. Se trata deuna apresurada carrera hacia lo mejor, que acelerael ritmo de la producción, que incrementa continua-mente la suma de bienes que servirán a la colectivi-dad. Y en esta carrera caen muchos y hace másapremiante el deseo de los que quedan. La masase halla siempre en ebullición, y de caos-pueblo seconvierte cada vez más en orden en el pensamiento,se hace cada vez más consciente de su propia poten-cia,.de su propia capacidad para asumir la responsa-bilidad social, para devenir árbitro de su propiodestino. ,Todo esto, normalmente. Cuando los hechos se re-

piten con un cierto ritmo. Cuando la hist?ria sedesarrolla a través de momentos cada vez mas com-plejos y ricos de significado y de valor pero, en

• Laguna en el texto.

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definitiva, similares. Mas en Rusia la guerra haservido para sacudir las voluntades. Estas con lossufrimien:os acumulados en tres años, se han pues-~o ~l UnIsono Con gran rapidez. La carestía erammmente, el hambre, la muerte por hambre podíagolpe~r a todos, .aniquilar de un golpe a decenasde mIllones de hombres. Las V101untadelSse han~uesto al unísono, al principio mecánicamente; ac-tiva, espiritualmente tras la primera revolu~ión.3Las prédicas socialistas han puesto al pueblo ruso

en .contacto'con .la~exper.iencias de los otros pro1e-~arIados. La predIca socIalista hace vivir en un:u:stante, dramáticamente, la historia del proleta-na~o, su lucha contra el capitalismo, la prolongadas~ne de. esfuerzos que tuvo que hacer para eman-CIparse Idealmente de los vínculos de servilismoque le hacían abyecto, para devenir conciencia nue-v~, testi~~nioactua1 de un mundo futuro. La pré-dlCa socIa!lsta ha creado la voluntad social del pue-b~or~so. ¿Por qué debía esperar ese pueblo que lahIst?na de Inglaterra se renueve en Rusia, que enRUSIase forme una burguesía, que se suscite la lu-cha de clases para que nazca la conciencia de clasey s.obr.evenga finalmente la catástrofe del mundoc~~ltahsta? E~ pu.eb10ruso ha recorrido estas mag-nIfIcas expenencIas. con el pensamiento, aunquese trate del pens.aml~ntode una minoría. Ha supe-rado estas expenencras. Se sirve de ellas para afir-~arse, co.mose servirá de las experiencias capita-hsta~ OCCIdentalespara colocarse, en breve tiempo,a~nIvel de producción del mundo occidental. Amé-nca del Norte está, en el sentido capitalista másadelantada que Inglaterra, porque en Améric~ delNorte los anglosajones han comenzado de golpe a. partir del estadio a .que Inglaterra había llegadotras una larga evo1uclon.El proletariado ruso, edu-

3 La: revolución de febrero (marzo) 1917.

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cado en sentido socialista, empezará su historia des-de el estadio máximo de producción a que ha llegadola Inglaterra de hoy, porque teniendo que empe-zar, 10hará a partir de la perfección alcanzada yapor otros y de esa perfección recibirá el impulsopara alcanzar la madurez económica que según Marxes condición del colectivismo. Los revolucionarioscrearán ellos mismos las condiciones necesarias parala realización completa y plena de su ideal. Lascrearán en menos tiempo del que habría empleadoel capitalismo.

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!25LA REVOLUCION CONTRA EL CAPITAL

Las críticas que los socialistas han hecho y haránal sistema burgués, para evidenciar las imperfeccio-nes, el dispendio' de riquezas, servirán a los re-volucionarios para hacerlo mejor, para evitar esosdispendios, para no caer en aquellas deficiencias.Será, en principio, el colectivismo de la miseria, delsufrimiento. Pero las mismas condiciones de mise-ria y sufrimiento serían heredadas por un régimenburgués.El capitalismo no podría hacer jamás súbitamente

más de lo que podrá hacer el colectivismo. Hoyharía mucho menos, porque tendría súbitamenteen. contra a un prop1etariado descontento, frenético,incapaz de soportar durante más años los doloresy las amarguras que el malestar económico aca-rrea. Incluso desde' un punto de vista absoluto,humano, el socialismo inmediato tiene en Rusia sujustificación. Los sufrimientos que vendrán tras lapaz sólo serán soportables si los proletarios sientenque de su voluntad y tenacidad en el trabajo de-pende suprimirlos en el más breve plazo posible.Se tiene la impresión de que los maxirnalistas

hayan sido en este momento la expresión espontá-nea, biológicamente necesaria, para que la huma.

REVOLUCION RUSA Y UNION SOVIETICA24

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REVOLUCION RUSA Y UNION SOVIETICA

n~qad rusa no caiga en el abismo, para que absor-'blen~ose en el t~~bajo gigantesco, autónom~, de surropla regeneraclon, pueda sentir menos los estímu-os del lobo hambriento y Rusia no se transforme

denuna enorme carnicería de fieras que se entreevoran. -

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CONSTITUYENTE Y SOVIET 1

La disolución de la Constituyente, inmediatamen-te después de su primera reunión,2 no es sólo unepisodIOde violencIa jacobina, como les gusta pre-sentarlo a los periodistas que aún no han compren-dido nada de 10 que está sucediendo en Rusia.La Constituyente era el mito vago y confuso del

periodo prerrevolucionario. Mito intelectualista, con-tinuación en el futuro de las tendencias socialesque se podian captar en la parte más aparencialy superficial de las confusas fuerzas revoluciona-rias de antes de la revolución.Estas fuerzas se han pronunciado y definido en

parte, se pronuncian y definen cada vez más. Es-pontánea, libremente, están elaborando, según sunaturaleza intrinseca, las formas representativas através de las que deberá ejercerse la soberanía delproletariado. Estas formas representativas no estánreconocidas en la Constituyente, es decir, en unparlamento de tipo occidental, elegido según lossistemas de la democracia occidentaL El proleta-riado ruso nos ha ofrecido un primer modelo derepresentación directa de los productores: los so-viets. Ahora la soberanía ha vuelto a los soviets.¿Definitivamente? La falta absoluta de informacio-nes sobre 10que se piensa y se dice a este propósitoen los medios proletarios rusos no, permite ningunarespuesta ..Conocemos sólo la exterioridad de los aconteci-

1 Il Grido del Popo lo, 26 de enero de 1918.2 En la noche del 18 al 19 de enero de 1918.

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28 REVOLUCION RusA y UNION SOVIETICA

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mientos, no el espíritu íntimo que los anima. Vemose?- l~ dis.olución de la Constituyente sólo la apa-nenCIa vlOlenta, el golpe de fuerza. ¿Jacobinismo?El jaco.binismoes un fenómeno plenamente burgués,potencIalmente de minorías. Una minoría que estásegura de transformarse en mayoría absoluta si esque no en la totalidad de los ciudadanos no 'puedes~r j.acobina, no puede tener como pr~gr:::ma ladIctadura perpetua. Esa minoría ejerce provisional-n:ente la d~ctadura para permitir a la mayoría efec-tiva orgamzarse, hacerse consciente de sus necesi-dades íntrínsecas e instaurar su propio orden aln;argen de todo apriorismo, según las leyes espon-taneas de esa necesidad (tres líneas y tres cuartoscensuradas) .

WILSON y LOS MAXIMALIS'fAS RUSOS 1

Existe en la historia una lógica superior a los hechoscontíngentes, superiores a la voluntad de los indi-viduos aislados, a la actividad de los grupos par-ticulares, a la contribución de laboriosidad de lasnaciones. Lo que ,no significa que estas voluntades,estas actividades, estas contribuciones sean esfuer-zos vanos, tentativas falaces de ilusos que creensustraerse y quiziís imponerse a la fatalidad de losacontecimientos.La eficacia creadora de la voluntad y de las ini-

ciativas humanas está condicionada en el espacioy en el tiempo. Lo que aparece ante nosotros fre-cuentemente no es más que la imagen vana de lavida. Nuestras pasiones y deseos nos empujan ainterpretar los acontecimientos particulares de unaforma más que de otra. Y estas mismas interpre-taciones llegan a ser, a su vez, determinantes dehistoria,suscitadoras de laboriosidad activa, si bienno sea más que en reducidas zonas y pequeños he-chos. Entretanto, en el colosal choque de tantasiniciativas contrapuestas, que se destruyen y se in-tegran, la vida prosigue implacable, conforme a unalínea que resulta de estas destrucciones e integra-ciones. Sólo después podemos juzgar, y este despuéses más o menos futuro cuanto más extensas y gran-des son las fuerzas que se entrechocan, cuanto másprofundos son los estratos de humanidad que parti-cipan en la actividad social.

~ No firmado, n Grido de¡ Popo!o, 2 de marzo de 1918.

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Existen en la historia derrotas que. más tardeaparecen como luminosas victorias, presuntos muer-tos que han hecho hablar de ellos ruidosamente,cadáveres de cuyas cenizas la vida ha resurgidomás intensa y productora de valores.Los hombres en lo particular, los grupos particu-

lares pueden ser derrotados, pueden morir, puedeincluso perecer su recuerdo. Pero no muere su ac-tividad positiva, no muere su pensamiento en cuantointerpreta una aspiración racional de la concienciahumana. Por el contrario, se propaga, deviene ener-gía de multitudes, se transforma en costumbres. yvence, se afirma victoriosa.Frecuentemente, quien parecía haber comprendi-

do y vencido se convierte en heredero del adver-sario, lo sustituye inconscientemente en su misión.El Medioevo cristiano fue revelándose como eliTItegrador y continuador de la civilización roma-na, de la que, sin embargo, había aparecido a losletrados como el execrable enterrador.Una gran afirmación de cultura no se alcanza en

un año, en seis meses. ¿Deben renunciar por ellosus autores a la acción? La historia necesita tantode mártires y derrotados como de triunfadores. Senutre de la sangre de Jos héroes y del sacrificioanónimo de las múltitudes. ¿Quién puede juzgarde un golpe de vista una derrota y una victoria, unsacrificio y una imbecilidad? Pero de gentes ligerasy de imbéciles está más surtido el mundo que depersonas inteligentes y hombres serios. y el hoy,la necesidad del hoy, fuerza a la injusticia, a latorpeza, a la malicia. Es inútil cualquier reproche.Sólo reconocemos el mérito una vez consumado elhecho. Muchos burgueses imprecan aún al jacobi-nismo francés de la Gran Revolución y no se hanconvencido todavía de que sin aquella violencia, sin

2 D.. Halevy, Le Président Wilson. París; 1918.

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30 REVOLUCION RUSA Y UNION SOVIETICA WILSON y LOS MAXIMALISTAS RUSOS

aquellas monstruosas injusticias, sin, aque~la s~ngre,incluso inocente, vertida, ellos senan aun SIervosy sus mujeres, antes de serlo, habrían pagado elderecho de pernada a los señor~s fe~dal:s. .Se constituyen nuevas armomas, smtesls de :"l~a

más elevada y humana .. Se transforman l~s opmlO-nes bajo el aguijón de acuciantes n.ecesld~des, seaproximan a una idea antes. ~~spreclada, b.len porno comprendida o por no pohhcamente ambIentada.Se producen conversiones aun no existiendo prue-bas lógicas de la transición. . .Al principio son pocos los individuos que VIbran

bajo las corrientos ideales no acogidas por las ma-sas. Pero esos pocos se multiplican, diseminados enel gran espacio del mundo civil: presionan sobr.egrupos y partidos. Sobrevienen oscilaciones de OPI-nión hasta que todo un estrato social, una clase, unacapa difusa alcanza la comprensión, hace suya unaidea. Se revelan nuevas relaciones entre las. id;o-logías y la economía. Ca;,as productiv~s. que hablansido sacrificadas, oprimldas, en ben"flclo de capasdominantes, se refuerzan, se convierten en la plata-forma de una nueva orientación política, se des-arrollan,ah~orhen la acción y dan consistencia anuevas realidades.La conmoción de ideas provocada por la guerra

ha revelado dos fuerzas nuevas: el presidente Wil-son los maximalistas rusos. Ambos representan elext~emo eslabón lógico de las ideologías burgue-sa v proletaria... ,.El presidente Wilson reclbe en estos dlas testl-

monios do máxima simpatía. Es el hombre del hechoconsumado. La obra suya es de ~orrección, de inte-gración de los valores burgues:s. Es un .je!e deEstado, dirige un organismo SOCIalque eXlstla conanterioridad a la guerra, que en ésta se ha reforzadoy disciplinado más.

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No obstante, el reconocimiento de su utilidad hatardado tres años en afirmarse. Sus programas hancausado mofa, se le ha vituperado, se le ha califica-do de hipócrita', de vacuo. Ahora los juicios comien-zan a ser revisados. Un hermoso libro de DanielHalevy, que recoge los documentos de su pensa~miento y su actividad política, es objeto de elogio-sos artículos. Las cualidades ayer negativ.as son hoypruebas dé solidez. Giovanni Papini (y su testimo-nio es de valor, porque Papini, con sus caprichos, susdesigualdades, su particular ingenio, que lo mismoproduce agudísimas y precursoras verdades que ba-nales remiendos de palabras, se halla muy cercanoal burgués medio italiano, anticipa la opinión de laburguesía media italiana) habría calificado a Wil-son, hace dos años, de "suizo electivo", de "castra-do", de aburrido predicador, como calificó a RomainRolland tan cercano espiritualmente al presidenteamericano. Ahora, Papini exalta en Wilson el pu-ritanismo, su calidad de profesor, predicador deprincipios y máximas morales y lo corrlpara a losprincipales hombres de Estado de la historia: el mag-nífico Lorenzo de Médicis, Marco Aurelio, Federicoel Grande, Julio César, hombres de pensamiento yacción, ideólogos y realizadores.El reconocimiento de la utilidad histórica de los

maximalistas rusos, o mejor, del maximalismo ruso,no podía tener lugar, por supuesto, ahora, en loinmediato; probablemente no ocurrirá en el trans-curso de laguerr.a ni inmediatamente después dela paz. Pero presentimos que sucederá sin falta,que la historia reserva al maximalismo ruso lugarde primer orden, superior al de los jacobinos fran-ceses, como el socialismo es superior a las ideologíasburguesas.El maximalismo ruso es la Rusia mártir, es el

sacrificio de una nación a una idea para que ésta

no muera y salve a la humanidad. El martirio deRusia ha esclarecido ya muchas mentes, ha elevadoel nivel político de las naciones, ha hecho ya triun-far algunos de los principios con los ~uales los Es-tados tendrán que medirse al conclUlr la ~az. Elfuturo de las naciones y los pueblos debera a losmaximalistas rusos las mayores garantías de pazque indudablemente se verán aseguradas. Los maxi-malistas rusos han encontrado una nación agotada,desorganizada, en completa desintegr,ación. Duranteseis meses han apuntalado las ruinas, han hechoque la humanidad rusa diera lo único que podíadar: una deslumbrante luz ideal, que ha fortale?idomuchos espíritus, que ha hecho recuperar conclen:cia a multitudes perdidas en la ceguera del fren~slbélico. El programa de Wilson, la paz de las .naclo-neS se realizará sólo por el sacrificio de RUSIa,porel :nartirio de Rusia. Entre las ideologías mediasde la burguesía italiana, francesa,. inglesa, a.lem~y el maximalismo ruso hayun abIsmo; la dlstanc;aha disminuido, aproximándose al extremo es~abonlógico burgués, al programa del presidente WIlson.El presidente Wilson será el triunfad.or de la ~~;pero para su triunfo ha si~o necesano e~ martInade Rusia. Wilson 10ha sentIdo y ha rendIdo home-naje a aquellos que, sin embargo, son también susadversarios (once líneas censuradas).

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UN A~O DE HISTORIA 1

Ha transcurrido un año desde el día en que el pue-blo ruso obligaba al zar Nicolás II a abdicar y acoger el camino del exilio. La conmemoración delaniversario es poco alegre. Dolor, ruina, aparentehundimiento, contraofensiva burguesa con las bayo-netas y las ametralladoras alemanas.¿Ha terminado la revolución rusa? ¿Ha: fallado

en Rusia el proletariado en la tentativa de insu-rrección más grande que jamás haya emprendidoen su historia? Las apariencias son desalentadoras:los generales alemnnes han llegado a Odesa; se diceque los japoneses están a punto de intervenir; cin-cuenta millones de ciudadanos han sido separadosde la revolución, y con ellos las tierras más fértiles,las salidas al mar, los caminos de la civilizacióny de la vida económica. La revolución, nacida deldolor y la desesperación, continúa en el dolor y elsufrimiento, oprimida en un anillo de potenciasenemigas, inmersa en un mundo económico refrac-tario a sus ideales, a sus fines.En marzo de 1917 el telégrafo nos anunció que

un mundo. se .había hundido en Rusia; mundo ya.efímero, inanimado espectro de un poder que habíasurgido, se había fortalecido; se había arrastrado enmedi.o de la violencia sanguinaria, la opresión de losespíritus, la tortura de las carnes desgarradas:De este podor había surgido una gran máquina

estatal: 170 millones de criaturas humanas .habían1 Sin firma, Il Grido del Popolo, 16 de marzo de 1918.

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sido forzadas a olvidar su humanidad, su espiritua-lidad, para servir. ¿A quién? A la idea del Imperioruso, del gran Estado ruso que debía abrirse pasoa los mares calientes y abiertos para asegurar a laactividad económica contra cualquier competencia,contra cualquier sorpresa bélica. El Imperio rusoera una monstruosa necesidad del mundo moderno:para vivir, para desarrollarse, para asegurarse lasvías de la actividad, 10 razas, 170 millones de sereshumanos debían someterse a una feroz disciplina'estatal, renunciar a la humanidad y ser puro ins-trumento del poder. Siglos de martirio y sacrificio,y el martirio se hace más agudo cuanto más seafirma la clvilizaóón y refina la conciencia. Lanecesidad de independencia, de autonomía, se hacesentir más punzante, pero la razón de Estado debesofocarla, debe exterminar millares, centenares demillares de individuos para conservar la unidad,par,a mantener atados en un haz a esos 170millonesde seres que sólo por el número resisten a la com-petencia capitalista, contrapesan las fuerzas adver-sas de la concurrencia mundial. Los individuos pier-den toda autonomía, toda libertad, para que elEstado pueda ser autónomo y libre entre los otrosEstados. Así sucede que los individuos alcanzan en suconciencia cimas de espiritualidad inexistente enningún otro país. La literatura rusa es el testimoniodoloroso de una conciencia interior sin igual; jamásse ha registrado semejante búsqueda de valores hu"manos, semejante exploración interior, semejanteconquista de personalidad. La literatura rusa es undocumento único en la historia porque inigualadoera el dolor, la humillación a que los hombres eransometidos en Rusia. Los cuerpos se doblan bajo elpeso de la cadena social, y las almas, a las que se haprivado de la contemplación del mundo exterior, seretuercen sobre sí mismas, y se alza un canto subli.

me y sobrehumano, canto de dolor rec~ndito, dedesesperación, de purificación, del que solo en losprofetas del pueblo de Israel puede encontrarse unapálida semejanza.En marzo de 1917 la máquina monstruosa se des-

ploma, pútrida, deshecha en su congénita impoten-cia.Los hombres se ponen en pie, se miran en los

ojos. Todos los valores humanos adquieren la pri-macía la exterioridad no tiene ya valor; ha causadodema~iado daño, demasiados dolores, ha vertido de.masiada sangre. Comienza la verdadera ~istoria.Cada hombre quiere ser dueño de sus destmos; sequiere que la sociedad se vea plasmada e~ o?e-diencia al espíritu y no a la inversa. La orgamzaclOnde la convivencia civil debe ser expresión de hu-manidad, debe respetar toda la autonomía, toda lalibertad. Comienza la nueva historia de la sociedadhumana, comienza la experiencia nueva de la his-toria del espíritu humano. y vienen a coincidir conlas expresi~nes que el ideal socialista había dadoa las necesidades elementales de los hombres. Lossocialistas, como núcleo político ,ascienden al podersin demasiado esfuerzo: las palabras de su fe coin-ciden con las aspiraciones confusas y difusas delpueblo ruso. Los socialistas deben realizar la nuevaorganización, dietar las nuevas leyes, establecer lanueva ordenación.El pasado' sigue subsistiendo; es desintegrado.

Persiste el espectro de la ruina, del desorden, de laconfusión. Parece que se retorne a la, sociedad, dela barbarie, esto es, a la no sociedad. El pasadosubsiste más allá del territorio de la libertad, y pre-siona, quiere la revancha. El orden nuevo tarda enrealizarse. ¿Tarda? No tarda, no, hombres escépticosy malvados, porque no se rehace una socied~d.e.n unfíat, porque el mal del pasado no es un edIfICIOde

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37UN AÑ'O DE HISTORIA

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cartón que arda en un instante. La vida es dolorosoesfuerzo, lucha tenaz contra las costumbres, contrala animalidad y el instinto pnmitivo que commua-mente ladra. No se crea una socIedad. humana enseis meses, cuando tres años de guerra han aejadoal pais exhausto, carente de los medlOS mecalllCOS

'para la vida civil_No se organizan de nuevo mIllo-nes y millones de hombres en hbertad, asi, simple-mente, cuando todo es adverso y no subsiste másque el espiritu indomable. La historia de la Revolu-ción rusa no se ha cerrado ni se cerrará con elaniversario de su inicio. Como un canto existe enla fantasía del poeta antes que en el libro impre-so, la nueva organización social existe en las con-ciencias y en las voluntades. Los hombres cambian,esto es lo importante. Se quiere lo externo, el libroimpreso. Se grita ante cada fracaso, ante cada tro-piezo aparente; se pide a los rusos lo que los his-

, toriadores no piden a las revoluciones pasadas: laiulmínea creación de un orden nuevo. Se atribuyenpropósitos que jamás han existido, esperanzas quenunca han sido soñadas. Y estos propósitos, estasesperanzas son comparadas con la realidad actualpara llegar a la conClusión del fracaso, del fiasco.Con la realidad que se dice surgida de un año denueva historia, cuando procede de siglos de bestial'opresión del hombre en la historia. Se pide lo im-posible, lo que jamás se ha pedido a los hombresdel pasado. ¿Cuántas veces ha visto la Revoluciónfrancesa su capital ocupada por los enemigos? Y laocupación 'se producía después de que Napoleónhubiera organizado autoritariamente a las fuerzasrevolucionarias y conducido a los ejércitos france-ses de victoria en victoria., Y Francia era bien pocacosa en comparación con la inmensa Rusia. No, lasfuerzas mecánicas no prevalecen jamás en la his-toria; son los hombres, es la conciencia, es el espí-

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38 REVOLUCION RUSA Y VNION SOVIETICA UN AÑo DE mSTORIA

ritu lo que plasma la apariencia exterio.: y aca~asiem re triunfando. Se ha cerrado un ,ano de hls-toria~ pero la historia continúa (seis lmeas censu-radas).

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UTOPIA 1

Las Constituciones políticas dependen necesaria-mente de la estructura económica, de las formasde producción y cambio. Simplemente con enunciaresta fórmula hay muchos que creen haber- resueltotodos los problemas políticos e históricos, hallarseya en condiciones de dar lecciones a diestra y si-niestra, de poder, sin más, juzgar los acontecimien-tos y concluir, por ejemplo: Lenin es un utopista,los infelices proletarios rusos viven en plena utopíay les aguarda, implacamente, un terrible despertar.La verdad es que no existen dos Constituciones

políticas iguales entre sí, como no existen dos' es-tructuras económicas iguales. La verdad es que lafórmula no es en absoluto la seca expresión de unaley natural y la consecuencia (Constitución políti-ca), las relaciones, son todo lo contrario que sim-ples y directas: la historia de un pueblo no se ex-plica sólo por los hechos económicos. El desenvol-vimiento de causas y efectos es complejo y enredadoy para desembrollarlo no sirve más que el estudio

1 Finnado A. G., Avanti, edic. piamontesa, 25 de juliode 1918.El artículo, con el título La utopía rusa, fue ré-producido en n Grido del Popolo del 27 de julio, prece-dido de las siguientes líneas: La censura turinesa ha sa-boteado este artículo en el -número anterior del Grido,reduciéndolo a unas cuantas líneas sin ilación. Lo repro-ducimos ahora íntegramente del Avanti, con el visto bue-no de las censuras milanesa y romana para. que los lec-tores puedan juzgar los criterios (dos líneas censuradas)que regulan la .actividad periodística de Turín, y porqueel artículo se halla estrechamente relacionado con los otrosque sobre la revolución rusa han aparecido en 11Grido.

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profundo Y,diverso de todas las actividades espiri-tua~es y practIcas, un estudio que únicamente esposlble cuando los acontecimientos se han ordenadoen una continuidad, esto es, mucho tiempo, sí, mu-cho después de que los hechos ocurran . .t:l estudioso'puede sostener con seguridad que una determinadaCo~stitución política no resultará victoriosa (no du-rara permanentemente) más que si se sostiene in-disoluble e intrinsecamente en una determinadaestructura económica, pero su afirmación no tienevalor más que como indicio genérico; mientras loshechos transcurren ¿~ómo podrá saber de qué modop~eclso se es~ablecera esta dependencia? Las incóg-mtas son mas numerosas que los datos ciertos yc.ontrolables y cad~ una de ellas puede echar portIerra una deducclOn aventurada. La historIa no esun cálculo matemático; en ella no existe un sistemamétrico de~imal, una enumeración progresiva decantldades Iguales que permita las cuatro operacio-nes, las ecuaClOnesy extracción de raíces: la canti-dad (estructura económica) se convierte' en calidadporque llega a ser in,strumento de acción en manosd~ los hombres, de hombres cuyo valor no dependesolo del peso, la estatura, la energía mecánica quepuedan desarrollar los músculos y los nervios, sino,esencIalmente, de su espíritu, de lo que sufren,comprenden, gozan, quieren o rechazan. En unarevolución proletaria la incógnita "humanidad" esmás oscura que en cualquier otro acontecimiento:la espiritualidad difusa del proletariado ruso como lade los otros proletariados en general, no ha sido~lU~caestudiada, y quizás sea imposible hacerlo. EleXlto o el fracaso de la revolución podrá proporcio-narnos los elementos fiables de su capacidad, paracrear la historia, pero por ahora sólo cabe esperar.Quien no espera, sino que pretende establecer

inmediatamente juicio definitivo, se propone en

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realidad otros fines: fines políticos inmediatos a al-canzar entre los hombres a los que se dlrige supropaganda. Aflrmar que Lenin ~s. ~n utopistano es un hecho cultural, no es un JUlClOhlstonco;es un acto politico inmediato. Aflrmar, a secas, quelas ConstituclOnse politicas, etc., etc., no es unaposición doctrmal; es el mtento de suscitar una cier-ta mentalidad para que la acción se oriente en unadirección más que en otra.Nmguna acclém permanece sin resultados en la

vida y el creer en una teoria más que en otra tienesus reflejos particulares en la acción; incluso elerror deja huellas de sí, en cuanto que divulgadoy aceptado puede retardar (si bien no imperor) laobtenclón de un fin.Es esto una prueba de que no es la estructura

económica la que determina directamente la acciónpolitlca, sino la intérpretación que se dé de ellay de las llamadas leyes que goblernan su desarro-llo. Estas l"yes no tlenen nana de común con lasleyes naturales, las cuales tampoco son datos obje-tivos sino tan sólo construcclon de nuestro pensa-miento, esquemas útiles prácticamente para la co-modidad del estudio y la enseñanza.Los acontecimientos no dependen del arbitrio de

uno solo, ni siquiera del de un grupo aunque seanumeroso; dep,mden de la voluntad de muc~o~, vo-luntad que se pone de manifiesto en el cumpllmlentoo incumplimiento de ciertos actos y en las posturasespirituales correspondientes, dependiendo de laconciencia que una minoría tiene de esta voluntady de la mayor o menor sabiduría para dirigirla ha-cia un fin común, tras haberla encuadrado en lospoderes del Estado. • •¿Por qué los individuos, en su mayona: solo rea-

lizan determinados actos? Porque no tienen otrafinalidad social que la conservación de su ,propia

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integri?ad fisiol~gica y. moral; por ello se adaptana las CIrcunstanCIas,repIten mecánicamente algunosges~o~ que, por experiencia o por la educaciónrecIbIda .(r?sultado de la experiencia ajena), han re-s1;1l~adoIdon~os.J?ara obtener el fin deseado: poderVIVIr.Esta slmIhtud en la acción de la mayoríaproduce una similitud de 'efectos, da a la actividadeconómica una cierta estructura: nace el conceptode ley. Sólo la persecución de un fin superior c()-rroeesta adaptación al medio ambiente;. si el finhumano no es ya el simple vivir sino la vida cua-lificada, se realizan esfuerzos superiores y conformese extiende el fin humano superior se llega a trans-

, formar el ambiente, se instauran nuevas jerarquías'" distintas de las existentes, para regular las relacio~,o' nes entre los individuos y el Estado tendentes asustituir a aquellas para la general r~alización delfin humano superior.' . ..Quien hace de estas pseudo-leyes algo absoluto,

1" aJe~o a l~s v,ol~mtadesindividuales, y no una adap-'f. taclOnpSICo!oglcaal ambiente, debida a la debilidad~t;'de los individuos (al no estar organizados y, enconsecuenci~,. a la incertidumbre del futuro), nopuede ~~ncebIr que la psicología pueda cambiar, quela, debIhdad pueda devenir fuerza. Y sin embargo,~SI.s~cede. Y la ley, la pseudo-ley se quiebra. Losm~lvIduos salen de su soledad y se asocian.. Pero¿como transcurre este proceso asociativo? Inclusoesto no se consigue concebirlo más que midiénd~lopor la ley absoluta, en concepto de normalidad, .Y?u~~do -por el conocimi?n~o retrasado o el pre-~UlCIO- la ley no salta subltamente a los ojos, seJuzga y se sentencia: utopía, utopistas.Lenin es pues un utopista, el proletariado ruso,

desde el prim~r día de la revolución hasta hoy, viveen plena utopla y le aguarda, implacable, un terri-ble despertar.

Si a la historia rusa se le aplican los esquemasabstractos, genéricos, construidos para poder seguirlos capítulos del desarrollo normal de la actividadeconómica y política del mundo occidental, la ila-ción no puede ser más que aquella. Pero cada fenó-meno histórico es "individual"; el desarrollo estágobernado por el ritmo de la libertad; la búsquedano debe ser de necesidad genérica sino de necesidadparticular. El proceso causativo debe ser estudiadointrínsecamente a los acontecimientos rusos, no des-de un punto de vista genérico y abstracto.En los acontecimientos de Rusia existe induda-.

blemente la relación de necesidad, una relación denecesidad capitalista; la guerra ha sido la condicióneconómica, el sistema de vida práctica que ha de-terminado el nuevo Estado, que ha sustanciado denecesidad la dictadura del proletariado: la guerraque la Rusia atrasada ha debido reñir' en la mismaforma que los Estados capitalistas más avanzados.En la Rusia patriarcal no podía producirse la con-

. centración de seres humanos que es caracterís-tic.ade un país industrializado, condición para quelos proletarios se conozcan entre sí, se organicen yadquieran conciencia de su potencia de clase parapromover un fin humano universal. Un país y unaagricultura extensiva aislan a los individuos, ha-cen imposible el conocimiento igual y difundido,imposibilitan la unidad sodal proletaria, ia concien-cia concreta de clase que da la medida de la propiafuerza y la voluntad de instaurar un régimen per-manentemente legitimado por esa fuerza.La guerra es la máxima concentración de la acti-

vidad económica en manos de unos pocos (los di.rigentes de los Estados); y va acompañada de lamáxima concentración de hombres en cuarteles ytrincheras. Rusia en guerra era, en verdad, el paísde la utopía: con hombres de invasiones bárbaras el

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~~tado cr~yó,Posible hacer una guerra de organiza-ClOn,de t~cmca, de resistencia espiritual, una gue-rra que solo estaba al alcance de una humanidadsalida de las fábricas y las máquinas. La guerraera la utopía y la Rusia zarista patriarcal se haderrumbado bajo la altísima tensión del esfuerzoimpuesto al y por. el belicoso enemigo. Pero lascondiciones suscitadas por el inmenso poder delEstado despótico han producido las consecuenciasnecesarias: las grandes masas de individuos social-mente solitarios, reunidas, concentradas en un pe-queño espacio geográfico han experimentado sen-timientos nuevos, han desarrollado. una inauditasolidaridad humana. Cuanto más se sentían débilesantes, en el aislamiento, y se plegaban al despotis-mo, tanto más grande fue la revelación de la fuerzacolectiva existente, tanto más prepotente y tenazel deseo de conservarla y de construir sobre ella lanueva sociedad.La disciplina despótica se fundió y sobrevino un

periodo de caos. Los hombres buscaban organizar-se, ¿pero, cómO? ¿Y cómo conservar la unidad hu-mana creada en el sufrimiento?El filisteo se adelanta y responde: la burguesía

debía restablecer el orden en el caos, porque así haocurrido siempre, porque a la economía patriarcaly feudal sucede siempre la burguesía y la Consti-tución política burguesa. El filisteo no ve salvaciónal margen de los esquemas preestablecidos; no com-prende la historia más que como un organismo na-tural que atraviesa momentos fijados y previsiblesde desarrollo. Si siembras una bellota puedes estarsegura de que no obtendrás más que un germende castaño, que crecerá lentamente y únicamentetras cierto número de años dará fruto. Pero la his-toria no eS un castaño ni los hombres son beIIota~.¿Dónde. estaba en. Rusia la burguesía capaz de

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realizar esa tarea? Y si su dominio es una ley na-tural. ¿cómo es que la ley no ha funcionado?Esta burguesía no ha hecho acto de presencia; los

pocos burgueses que trataron de imponerse fueronarrastrados. ¿Debían vencer, imponerse, aun siendopocos, incapaces y débiles? ¿De qué santo óleo ha-bían sido ungidos los inocentes para que aun per-diendo tuvieran que triunfar? ¿Resultará que. elmaterialismo histórico es tan sólo una reencarna-ción del legitimismo, del derecho divino?

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DE NUEVO UTOPIA 1

Quien encuentra a Lenin utopista, quien afirmaque la tentativa de la dictadura proletaria en Rusiaes una tentativa utópica, no puede ser socialistaconsecuente, no construye su cultura estudiando ladoctrina del materialismo histórico: es un católicoencorsetado en el Silabus. El es el único y auténticoutopista.

La utopía consiste, en efecto, en no lograr con-cebir la historia como libre desarrollo, en ver elfuturo como una entidad ya perfilada, en creer enlos planos preestablecidos. La utopía es el filisteismoridiculizado por Heine; los reformistas son los fi-,listeos y los utopistas del socialismo, como los pro-teccionistas y los nacionalistas son los filisteos ylos utopistas de la burguesía capitalista Eric vonTreitschke es el máximo exponente del filisteismoalemán, como Augusto Comte e Hipólito Taine re-presentan el filisteismo francés y Vicenzo Giobertiel italiano. Son los que predican la misión hist6ricanacional o creen en las vocaciones individuales, losque hipotecan el futuro y creen aprisionarlo en susesquemas preestablecidos, los que no conciben ladivina libertad y gimen continuamente sobre el pa-sado porque las cosa.svan mal.

No conciben la historia como libre desarrollo-deenergías libres, que nacen y se integran libremen-te- diverso de la evolución natural, como el hom-bre y las asociaciones humanas son dive'rsas de 1<is

1Segundaparte del artículo anterior.RevoluctÓ1l.-4

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moléculas y los agregados de moléculas. No hanaprendido que la libertad es la fuerza inmanentede la historia, que hace saltar todo esquema prees-tablecido.Los filisteos del socialismo han reducido la doc-

trina socialista a un harapo del pensamiento, lahan maculado y se enfadan cémicamente con quie-nes, a su parecer, no la respetan ..~n Rusia la li~re afirmación de las energías in-dIvIduales y asocIadas ha destrozado los obstáculosde las palabras y los planes preestablecidos. Laburguesía ha intentado imponer su dominación yha fracasado. El proletariado ha asumido la direc-ción de la vida política y económica y realiza supropio orden. Su orden, no el socialismo, porqueel ~o~ialismo no se realiza con un fiat mágico; elSOCIalIsmoes un devenir, un desarrollo de momen-tos sociales continuamente enriquecidos de valorescolectivos. ... E~ p~oletariad.o. realiza' su orden, .constituyendoInstItucIOnes pohtIcas que garantizan la libertad deeste desarrollo, que aseguran la permanencia de supoder. . .La dictadura es la instituci6n fundamental que

garantiza la libertad, que i'mpide los golpes de manode las minorías facciosas. Es garantía de libertadporque no es un método de pepetuar sino que per-mite crear y consolidar los organismos permanentesen que la dictadura se disolverá una vez cumplidasu misión.' .. ' .Tras la revolución, Rusia no era aún libre, por-

que. no existían las garantías de la libertad, porquela lIbertad no había sido todavía organizada. .El ~roblem.a co~sistíaen suscitar una jerarquía,

pero ]erarqUla abIerta, que no pudiera cristalizaren orden de casta y de clase.. De la masa, del número, se debía llegar a lo

singular, de forma que existiese una unidad so.cial,que la autoridad fuese exclusivamente autOrIdadespiri tu al.Los núcleos vivos de esta jerarquía son los soviets

y los partidos populares. Los soviets son las orga-llizaciones primordiales a integrar y desarrollar ylos bolcheviques se han convertido en el partidodel gobierno porque sostienen que los poderes delEstado deben depender y ser controlados por lossoviets. ,El caos ruso se aglomera en torno a estos elementos

de orden: comienza el nuevo orden. Se constituyeuna jerarquía: de la masa desorganizada y sufridase pasa a los obreros y campesinos organizados, alos soviets, al partido bolchevique y a lo singular:Lenin.Es la gradación jerárquica del prestigio y de la

confianza, formada espontáneamente y que se man-tiene a través de la libre elección .¿Dónde está la utopía en esta espontaneidad?

Utopía es la autoridad, no la espontaneidad, y esutopía en cuanto se convierte en carrerismo, se con-vierte en casta y pretende ser eterna; la libertadno es utopía porque es aspiración primordial, por-que toda la historia de los hombres es lucha y tra-bajo a fin de suscitar instituciones sociales quegaranticen el máximo de libertad.Una vez formada esta jerarquía desarrolla su

propia lógica: Los soviets y el partido bolchevi-que no son organismos cerrados; se integran con-tinuamente. He ahí el dominio de la libertad, he ahíla garantía de la libertad. No son castas, son orga-nismos en continuo desarrollo. R~presentan la pro-gresión del conocimiento, representan la organiza-bilidad de la sociedad rusa.Todos los trabajadores pueden formar parte de los

soviets, todos los trabajadores pueden influir en

51DE NUEVO UTOPIAlO

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modüicarlos, en hacerlos más expresivos de su vo-luntad y sus deseos. La vida política rusa está diri-gida de tal modo que tiende a coincidir con lavida moral, con el espíritu universal de la humani-dad rusa. Se produce un cambio continuo en estaetapa jerárquica: un individuo burdo se afina en ladiscusión para la elección de sus representantes alsoviet; el mismo puede ser el representante; con-trola este organismo porque lo tiene siempre antelos ojos, en su propio territorio. Adquiere el sentidode la responsabilidad social, se transforma en ciu-dadano oper.ante al decidir de los destinos de supaís.y así el poder, el conocimiento se extiende, a

través de esta jerarquía, del singular al plural; yla sociedad aparece como nunca lo había hechoen la historia.Este es el impulso vital de la nueva historia rusa.

¿Qué hay en ello de utópico? ¿Dónde está el planpreestablecido que se pretende realizar incluso con-tra las ccondicionesde la economía y la política? Larevolución rusa es el dominio de la libertad: la or-ganización se construye por espontaneidad, no porla arbitrariedad de un "héroe" que se impone con laviolencia. Se trata de una superación humana con-tinua y sistemática, que sigue una jerarquía, quecrea los órganos necesarios para la nueva vidasocial.Pero, entonces; ¿no es el socialismo? No, no es el

socialismo en el sentido vulgarísimo que dan a lapalabra los filisteos constructores de proyectos mas-todónticos; es la sociedad humana que se desarrollabajo el control del proletariado. Cuando éste sehalle organizado en su mayoría, la vida social serámás rica de contenido socialista que nunca y elproceso de socialización seguirá intensificándosemás y perfeccionándose. Porque el socialismo no se

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instaura a fecha fija sino que es un continuo deve-nir, un desarrollo infinito en régimen de libertadorganizada y controlada por la mayoría de los ciu-dadanos, o por el proletariado.

DE NUEVO UTOPIA'.REVOLUCION RUSA Y UNION SOVIETICA52

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La prensa burguesa de todos los países, y especial-mente la francesa (la distinción especial dependede razones intuitivas) no ha ocultado su inmensaalegría por el atentado contra Lenin? Los siniestroscuervos del antisocialismo se han lanzado ávida-mente sobre el presunto cadáver ensangrentado(¡oh, cruel destino, cuántos píos deseos, cuántostiernos ideales has destrozado!), han exaltado a lagloriosa homicida, han reverdecido la táctica, ex-quisitamente burguesa, del terrorismo y del crimenp~~~ . .

Los cuervos se han visto defraudados: Lenin vivey deseamos, para bien y fortuna del proletariado,que recupere pronto el vigor físico y retorne a supuesto militante del socialismo internacional.

La bacanal periodística habrá tenido, incluso,su eficacia histórica: los proletarios han captado susignificación social. Lenin es el hombre más odiadoen el mundo, como un día 10 fue Garlos Marx (docelíneas censuradas).

Lenin ha consagrado toda su vida a la causa delproletariado: la contribución que ha dado al des-arrollo de la organización y a la difusión de lasideas socialistas. en Rusia es inmensa. Hombre de

1 No firmado, n Grido del Popolo; 14 de septiembre de1918.

2 El 30 de agosto de 1918, a la salida de la fábrica Ni-chelson, donde había .participado en un mitin, Lenin fueherido por la socialista-revolucionaria Fanja (y no Doracomo se dice en el artículo) Kaplan.

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pensamiento y de acción, encuentra su fuerza en elcarácter moral; su popularidad entre las masas obre- "ras es homenaje espontáneo a su" rígida intransi-"gencia hacia el tégimen capitalista. Jamás se hadejado deslumbrar por la apariencia superficial dela sociedad moderna, esa apariencia que otros hantomado por la misma realidad, cayendo de erroren error.Lenin, aplicando el método utilizado por Marx,

encontró que lo real es el profundo e insalvableabismo que el capitalismo ha abierto entre el prole-tariado y la burguesía, el siempre creciente anta-gonismo entre las dos clases. Al explicar los fenó-menos sociales y políticos y al fijar al partido la "vía a seguir, en todos los momentos de su vida, ja-más perdió de vista el más potente resorte de todala actividad económica y política: la lucha de cla-ses.El pertenece a la legión de los más fervorosos

y convencidos campeones del intemacionalismo delmovimiento obrero. Toda acción proletaria debe es-tar subordinada y coordinada al intemacionalismo,debe poder tener carácter intemacionalista. Cual-quier iniciativa, en cualquier momentp, aunque seatransitorio, que entre en conflicto con este ideal su-premo debe ser combatida inexorablemente: porquecualquier desviación, por pequeña que sea, del cami-no que conduce directamente al triunfo del socia-lismo intemacional es contraria a los intereses delproletariado, intereses lejanos e inmediatos, y sólosirve para dificultar la lucha y prolongar la domi-nación de la clase burguesa.El, el fanático, el utopista, fundamenta su pen-

samiento, su acción, y la del partido, únicamentesobre esa profunda e incoercible realidad de la vidamodema, no sobre fenómenos superficialmente vis-

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tosos, que conducen a los socialistas, cada vez quese dejan deslumbrar por ellos, a ilusiones y erroresque ponen siempre en peligro al conjunto del mo-vimiento.Por eso Lenin ha visto siempre triunfar sus tesis,

mientras que aquellos que le reprochaban su "uto-pismo" y exaltaban su propio realismo, se han vistovergonzosamente aplastados por los grandes acon-tecimientos históricos.Apenas estallada la revolución, y antes de partir

para Rusia, Lenin había advertido a sus camaradas:"Desconfiad de Kerenski"; 8 los acontecimientosposteriores le han dado plena razón. En el entusias-mo de las primeras horas por la caída del zarismo,la mayoría de la clase obrera y muchos de susdirigentes se dejaron convencer por la fraseologíade Kerenski, el cual, con su mentalidad pequeño-burgues,a, carente de todo programa y de una con-cepción socialista de la sociedad, podía conducir larevolución a la derrota y arrastrar al proletariadoruso por una vía peligrosa par,a el futuro de nuestromovimiento (tres líneas censuradas).

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Llegado a Rusia, Lenin empezó a desplegar en-seguida su acción esencialmente socialista y quepodría sintetizarse en la frase de Lassalle: "Decir 10que es": una crítica aguda e implacable del impe-rialismo de los cadetes (partido constitucional-de.mocrático, el principal partido liberal de Rusia), dela fraseología de Kerenski y del colaboracionismode los mencheviques.

8 Lenin escribe concretamente: "Kerenski toca la bala-laika para engañar a los obreros y los campesinos... " verla primera de las cinco "Cartas de lejos", publicada enPravda del 21 al 22 de marzo (3 y 4 de abril), (página 23de las "Obras Escogidas",Editorial ;Progreso,Moscú).

LA OBRA DE LENIN

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59LA OBRA DE LENIN

ñecerse, disimuló sus rasgos esenciales co~ f.r,asesaltisonantes; para sus juegos de manos se SlrvlO deKerenski, el hombre más popular entre la~ masasal principio de la revolución; los menc~evIques ylos socialistas-revolucionarios (no marXIstas, he.:e-deros del partido terrorista, intelectuales pequeno-burgueses) le ayudaron inconsc~ente~ente, con .sucolaboracionismo, a ocultar sus mtenclOnes reacclO-narias e imperialistas.Contra este engaño se alzó vigorosamente el par-

tido bolchevique, con Lenin a la cabeza,. desen.mas-.carando implacablemente las :verdadera~ ~tenclOnesde la burguesía rusa, combatlendo la tactlca nefas-ta de los mencheviques que entregaba el ~roleta-riado, atado de pies y manos, a la burguesIa. Losbolcheviques reclamaron todo el 1?oderpara los. so-viets, porque era la única ~arantla contra toda for-ma de manejos reaccionanos de las clases posee-doras. . fl .Al inicio, los propios soviets, bajo la m u~ncIa

de los mencheviques y los socialistas-:evol~~I~na-rios, se oponían a esa solución y prefenan dIvIdIr~eel poder con los diversos elementos de la. bu~gues~aliberal; incluso la masa, excepto una mmona. masavanzada, dejaba hacer, sin ver clara la .reahdad,mistificada por Kerenski y por !a 'p~eSen?la.de losmencheviques en el gobierno (dtectstete lmeas cen-suradas).El desarrollo de los acontecimientos dio completa

razón a la critica severa y aguda de Lenin y losbolcheviques, quienes habían sostenid? que la bur-guesía no sólo no tenía deseo ni capac~d~d para daruna solución democrática a los obJetlvos de la

1 ión sino que, ayudada inconscientementerevo uc , . h b . dupor los socialistas colaboraci?~istas: a na con ~'do el país a la dictadura mIhtar, mstrument0'p0~;tico necesario para la consecución de los fmes

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REVOLUCION RUSA Y UNION 30VIETICA58

Basándose en el estudio crítico profundizado delas condiciones económicas y políticas de Rusia, del ~carácter de la burguesía rusa y de la misión históri- ..o¡ca del proletariado ruso, Lenin, desde 1905, habíallegado a la conclusión de que por el elevado gradode conciencia de clase del proletariado y dado el des-oarrollo de la lucha de clases, toda lucha política setransformaría en Rusia necesariamente en luchasocial contra el orden burgués. Esta situación espe-.cial de la sociedad rusa se veía demostrada inclusopor la incapacidad de la clase capitalista para diri-gir una lucha seria contra el zarismo a fin de sus-tituirle en el poder político. Después de la revolu-ción de 1905, en la que experimentalmente sedemostró la enorme fuerza del proletariado, la bur-guesía tuvo miedo de todo movimiento político enel que el proletariado hubiese participado y, pornecesidad pistórica de conservación, se hizo sustan-cialmente contrarrevolucionaria. La fiel expresiónde este estado de ánimo fue proporcionada por élmismo Miliukof cuando en uno de sus discursos enla Duma afirmó que prefería la derrota militar a larevolución. I : jLa caída de la autocracia rusa no varió en nada

los sentimientos y las directivas de la burguesíarusa; al contrario, su sustancia reaccionaria fue cre-ciendo a medida que la fuerza y la conciencia delproletariado se concretaba. La tesis histórica de Le-nin se confirmó: el proletariado se transformó en elgigantesco protagonista de la historia; pero se tra-taba de un gigante ingenuo, entusiasta, pleno de feen sí mismo y en los demás. La lucha de clases,reñida en un ambiente de despotismo feudal, lehabía dado conciencia de su unidad social, de supotencia histórica, pero no le había educado en elmétodo frío y realista, no le había formado unavoluntad concreta. La burguesía simuló empeque-

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imperialistas y reaccionarios. Las masas obreras ycampesinas, mediante la propaganda de los bolche-viques, comenza;-on a .darse cuenta de lo que su-cedía, adquirieron creciente capacidad y sensibili-dad política; su exasperación estalló por primeravez en julio, con la sublevación de Petrogrado, fá-cilmente reprimida por Kerenski. Esta sublevación,aunque justificada por la funesta política de Ke-renski, no tenía sin embargo la adhesión de losbolcheviques y de Lenin, porque el soviet seguíaoponiéndose a tomar todo el poder en sus manosy, en consecuencia, cualquier sublevación se dirigíacontra el soviet, que, bien o mal, representaba a laclase.

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pueblo, inicio de la traición burguesa a la revo-lución.Las tesis de Lenin y de lps bolcheviques, soste-

nidas, repetidas, propagadas con perseverancia y te-nacidad desde el inicio de la revolución, encontrabanen la realidad una confirmación plena: el proleta-riado, todo el proletariado de la ciudad y del cam-po, se agrupó resueltamente en torno a los bolche:viques, derribó la dictadura personal de K~renskiy entregó el poder al Congreso de los SOVietsdetoda Rusia.Como era natural, el Congreso panruso de los

Soviets, convocado pese a la prohibición de Kerens-ki, confió, en medio del entusiasmo general, el cargode presidente del Consejo de comisarios del puebloa' Lenin, que ..tanta abnegación había demostradopor la causa del pueblo' y tanta clarividencia. ,aljuzgar los,hechos y al trazar el programa de aCClOnde la clase obrera (treinta y cinco líneas censu-radas).La prensa burguesa de todos los países ha pre-

sen,tado siempre a Lenin como un "dictador" quese ha impuesto por la violencia sobre un puebloexterminado y al que oprime ferozmente. Los .bur-gueses no logran concebir la sociedad si no es en-cuadrada en sus esquemas doctrinarios: la dictaduraparaellcis es Napoleón, acaso Clemenceau, y eldespotismo concentrador de todo el poder políticoen las manos de un solo hombre y ejercido a travésde una jerarquía de siervos armados de fusiles oejecutores de prácticas burocráticas. Por eso la bur~.guesía ha exultado ante la noticia del atentado con-tra nuestro camarada y ha decretado su muerte:'desaparecido el "dictador" insustituible, todo elnuevo régimen debe hundirse estrepitósamente, se-gún su concepción (sesenta y tres líneas censu-radas).

LA OBRA DE LENIN

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REVOLUCION RUSA Y UNION SOVIETICA60

Era preciso, por tanto, proseguir la propagandaclasista y persuadir a los obreros de que enviasenal soviet delegados convencidos de la necesidad deque e.l soviet asumiese todo el poder en el país.Aparece aquí evidente el carácter esencialmentedemocrático de la acción bolchevique, dirigida adar capacidad y conciencia política a las masas,para que la dictadura del proletariado se instaurasede modo orgánico y resultase forma madura delrégimen social económico-político.A acelerar el desarrollo de los acontecimientos

contribuyó, además de la postura cada vez más pro-vocadora de la burguesía, la tentativa militar deKornilof de marchar sobre Petrogrado para apode-rarse del poder, y después Kerenski, con sus ges-tos napoleónicos, con la formación de un gabmetecompuesto de conocidos reaccionarios, con su parla-mento no elegido por sufragio universal, y, fi-nalmente, con la prohibición del Congreso panrusode los Soviets, auténtico golpe de Estado contra el

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bezados por el coronel Schia~lin, quienes ahora semofan del viejo loco, del sonador.. a Dora

La justicia revolucionaria ha castIga~~ h ladaKaplan; el viejo Chiakov~ki paga. en una 1St ~e lael delito de haber serv1do de mstrumen ~an cas-burguesía, y son los burgueses los que letigado y se ríen de él.

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Lenin ha sido agredido cuando salía de una fá-brica, en la que había mantenido una conferenciacon los obreros. El "feroz dictador" continúa, pues,su misión de propagandista, está siempre en con-tacto con los proletarios, a los que transmite lapalabra de la fe socialista, la incitación a la labortenaz de resistencia revolucionaria, para construir,para mejorar, para prog'resar, mediante el trabajo,el desinterés, el sacrificio. Fue' alcanzado por eldisparo del revólver de una mujer, una socialista.revolucionaria, anti¡;ua militante de la subversiónterrorista. El episodio contiene todo el drama de laRevolución rusa. Lenin es el frío estudioso de larealidad histórica, que tiende orgánicamente a cons-truir una socif'dad nueva sobre bases sólidas y per-manentes, de acuerdo con los precep'tos de la con-cepción marxista: es el revolucionario que construyesin hacerse iIusionos frenétic'ls, obedeciendo a larazón, a la prudencia. Dora Kaplan ,era una huma-nista, una utopista, hija espiritual del jacobinismofrancés, que no lo!!ra comprender la' función histó-rica de la or!!anización y de la lucha de .cIases, quecre" que el socialismo sil1nifica paz inmediata entrelos hombres. paraíso idílico de dicha y amor: aueno ('omprende cuán compleia es la sociedad y qué di-fícil la tarea de Jos revolucionarios cuando aoenasacah'ln de transformarse "n gestores de la resoon-sabilidad social. Obraba de buena fe y creía oorlerhacer alcanzar a la humaniñad rusa la felicidad,,liberándola del "monstruo". No hay buena fe, por'supuesto, en sus !!lorificadores bur!!ueses. los cuer-vos repugnantes de la prensa capitalista. Ellos exal-ta'ron al socialista-revolucionario Chiakovski, quienen Arkan!!el aceptó ponerse al frente del movimien_'to antibolchevique y derribó el poder de los Soviets;,una vez que cumplió su misión antisocialista, hasido enviado al exilio por los burgueses rusos, enca-

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.. ,. La resolución adoptada en la Conferencila de la pazrespecto a la República rusa de los Soviets es aúndiversamente comentada por los periódicos de laEntente. Como impresión general se puede señalaruna general complacencia en la prensa inglesa, .porel hecho de que el programa del presidente Wilsonhaya prevalecido en esta deliberación particular, yuna desconcertante contrariedad en la prensa fran-cesa.Mas estos comentarios de la prensa burguesa tie-

nen una importancia relativa: pueden servir tansólo de indicio general para conocer a qué nivel decultura política han llegado algunos medios perio-dísticos y "círculos competentes" que dirigen lasgrandes corrientes de la opinión pública interna-cional.El problema planteado por la resolución de la

conferencia de París no es un problema librescode historia de la cultura; es el problema esencial dela postguerra mundial, la cuestión fundamental de lanueva ordenación jurídico-económica de la sociedadhumana en busca de un equilibrio nuevo para lareanudación de la producción y del intercambio, no .sólo de mercancías sino también de ideas.¿Es posible, en sí, una convivencia pacífica entre

la República de los Soviets y el resto del mundo,dado que en el resto del mundo persiste el predo-

1Firmado A. G., Avanti, edic. piamontesa, 27 de enero .de 1919,XXIII, n. 27). I I

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minio político de las clases poseedoras, concebidopor éstas como algo perpetuo? ¿Es posible entra-mar, de alguna manera, la actividad internacionalde la República de los Soviets, de un Estado socia-lista, con la actividad de los Estados burgueses, auncuando en éstos predoniine el más radical libera-lismo?

No lo creemos, aunque concedamos a la resolu-ción de París toda la sacramental caJ..idadwilsoniana?e la .l~a.ltad, la ~inceridad o la fuerza mayor. LaImpOSIbIlidad resIde en la misma cuestión en eltejido vivo de la economía y de los hábitos ~ociales.La bUena voluntad de los hombres políticos puedesalvar leves contrastes de forma, puede determinarregulaciones internacionales transitorias, obligandoa los rebeldes a reconocer su condición de subalter-nos en la jerarquía de los Estados, pero a condiciónde que exista homogeneidad de sustancia y de for-ma entre los Estados que se regulan y subordinan.Entre la República de los Soviets y los restantes

Estados.d~l mundo no existe homogeneidad, no pue-de subslshr, pues, cohesión. Así como los proletarios~acio~ales- no pueden colaborar con la burguesía,SIn. dIsolverse como energía espiritual e históricay SInempobrecer y Oscurecer toda la vida del mun-do, así la República de los Soviets no puede colabo-rar con los Estados burgueses, no puede entramarseen un orden internacional -dominado por el capita-lismo sin traicionar la misión histórica connaturala sus orígenes y su desarrollo progresivo.La resolución de París es, pues, considerada como

un episodio contingencial en la vida internacional,sin posibilidad de desarrollos jurídicos e históricosque tengan ningún carácter de estabilidad.Podrá dar lugar a un pacto, no sustancialmente

diferente de un laudo arbitral entre Un empresarioy el personal de la empresa, pero no podrá producir.

un tratado de alianza para una cooperación perma-nente; el Estado ruso, con la abolición de las clasesen el ámbito de su soberanía, se ha convertido enun Estado proletario que está frente a los Estadoscapitalistas, en la posición dialéctica de la luchade clases.Rusia colabora en el mundo con el proletariado

internacional, comparte con éste las esperanzas ylos dolores, es sensible a las vicisitudes diversasde la lucha que el proletariado internacional riñepara conquistar el poder político y abolir las clasesen el ámbito de cada uno de los Estados capitalistas.La resolución de París podrá producir una tregua

en la lucha, tregua puramente militar; el peligro nodesaparecerá con el cese del esfuerzo militar. Reñidaentre Estados, la lucha de clases puede tener losefectos de una guerra militar. Un paro perdido sig-nifica frecuentemente la disolución de una asociaciónprofesional; venciendo en la lucha de clases intere~-tatal, el mundo capitalista puede determinar la di-solución por agotamiento del Estado proletario ruso.La paz militar no significa, pues, para la república

rusa' el libre desarrollo de la revolución comunista.Este libre desarrollo está condicionado por la exis-tencia en el mundo de una gran organización pro-letaria y del desarrollo de -ésta contra la organiza-ción capitalista. La Comuna rusa se realiza con larealización del socialismo en el mundo; es apenasmás socialista de cuanto es socialista el resto delmundo; entrará en el proceso definitivo de socia-lización cuando en el resto del mundo el proleta-riado haya realizado su dictadura política.La resotución de París, -en ct¡anto es producto

real de un equilibrio de fuerzas entre las clases enlucha en el seno de los Estados de la Entente, es unepisodio contingencial; su productivi~ad depende dela energía del proletariado y del tiempo que sea

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necesario para la 'subida del proletariado al p<Jderen los principales Estados burgueses del mundo,para que el laudo se convierta en contrato perma-nente y la República de los Soviets colabore soli-dariamente con' el mundo.

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LA INTERNACIONAL COMUNISTA 1

La Internacional Comunista ha nacido 2 de y con larevolución proletaria y con ella se desarrolla. Yatres grandes Estados proletarios, las Repúblicas so-viéticas de Rusia, Ucrania y Hungria, constituyensu base real histórica.En una carta a Sorge de112 de septiembre de 1874,

Federico Engels escribia a propósito de la 1 Inter-nacional en vias de disolución: "La Internacionalha dominado diez años de historia europea y puedecontemplar su obra con orgullo. Pero ha sobrevividoen su forma anticuada, Creo que la próxima Inter-nacional será, una vez que los trabajos de Marxhayan hecho su labor' durante unos cuantos años,directamente comunista e instaurará nuestros prin-cipios". 'La II Internacional no justificó la fe de En-

gels. Sin embargo, después de la guerra y tras laexperiencia positiva de Rusia, han sido trazadosnetamente los contornos de la Internacional revo-lucionaria, de la Internacional de las realizacionescomunistas. ,La Internacional tiene por base la aceptación de

estas tesis fundamentales, elaboradas de acuerdocon el programa de la Liga Espartaco de Alemania

1 Firmado A. G., L'Ordine Nuovo, 24 de mayo dé 1919,en la sección "Vida, política internacional".2 La Internacional Comunista, o III Internacional, fue

fundada en Moscú y el primer congreso constitutivo tuvolugar del 2 al 6 de marzo de 1919.El Partido Socialista ita-liano se adhirió a la I.C. inmediatamente.

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propiedad al Estado proletario y el establecimientode la administración socialista a cargo de la claseobrera); el monopolio del gran comercio; la socia-lización de los grandes palacios en las ciudades y delos castillos en el campo; la introducción de la ad-ministración obrera y la concentración de las fun-ciones económicas en manos de los órganos de ladictadura proletaria; he ahí la tarea del gobiernoproletario.5) A fin de asegurar la defensa de la revolución

socialista contra los enemigos del interior y el exte-rior, y para socorrer a otras fracciones nacionalesdel proletariado en lucha, es necesario desarmartotalmente a la burguesía y a sus agentes y armara todo el proletariado sin excepción.6) La actual situación mundial exige el máximo

contacto entre las diferentes fracciones del prole-tariado revolucionario, exige incluso el bloque to-tal de los países en que la revolución socialista esya victoriosa.7) El método principal de lucha es la acción de

las masas del proletariado hasta el conflicto abiertocontra los poderes del Estado capitalista.La totalidad del movimiento proletario y socia-

lista mundial se orienta decididamente hacia la In-ternacional Comunista. Los. obreros y los campesi-nos perciben, aunque sea confusa y vagamente, quelas repúblicas soviéticas de Rusia, Ucrania Y.Hun-gría son las células de una nueva sociedad que cris-taliza todas las aspiraciones y esperanzas de losoprimidos del mundo. La idea de la defensa de las re- .voluciones proletarias contra los asaltos del capita-lismo mundial debe servir para estimular los fer-mentos revolucionarios de las mas"ls: en este terreno. es necesario concertar una acción enérgica y si-multánea de los partidos socialistás de Inglaterra,Francia e Italia que imponga el cese de cualquier

71LA INTERNACIONAL COMUNISTA

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REVOLUCION RUSA Y UNION SOVIETICA

y. del Partido Comunista (bolcheviq~e) de R '.1) L ' USla.. ., a epoca .actual es la época de la descom 0-

S~ClO~y el fracaso de todo el sistema mundial ~a-Plt~~sta, lo que ~ignificará el fracaso de la civili-zaClOneuropea SI el capitalismo no es suprimidocon todos sus antagonismos irremediables.2) .La tarea del proletariado en la hora actual

consls~e en .la .c~nquista del poder del Estado. Estac~nqUlsta slgmflca: supresión del aparato guberna-tlvbode l~ burguesía Y organización de un aparatogu ernatlvo proletario.1 ;) .Este. nuevo gobierno es la dictadura del pro-e anado In~ustrial y de los campesinos pobres, uedebe ser el. Instrumento de la supresión sistemá~ca~e las clases explotadoras y de su expropiación. Eltlpo de Estado proletario no es la falsa democraciabu:gue~a, forma hipócrita de la dominación oligár-qUlc.afl~anci~ra, sino la democracia proletaria, quereahzara la hbertad de las masas trabajOad .el parlam t.. oras, no

e? ansmo, SInOel autogobierno de las ma-sas a tra.ves de sus propias órganos electivos' no laburocracIa de carrera, sino órganos administ~ativos~re1dos por las propias masas, con participación reale as m~sa.sen la administración del país y en latarea soclahsta de construcción. La forma concretadel Estado p:ole~ario es el poder de .Jos Consejos yde las organIzaclOnes similares.4) L~ ~;ta.dura del proletariado es la orden de

exproplaclOnInmediata del capital y de la supresiónd~l derecho de la propiedad privada sobre los me-dlOS~e producción, que deben ser transformados enpropl~dad d~ toda la nación. La socialización de lagran Industna y de sus centros organizadores lab.anca; .la co~fiscación de la tierra de los propi~ta-nos. latlfundl.sta~ y la socialización de la producciónagncola .~apltahsta (entendiendo por socializaciónla supreslOn de la propiedad privada, el paso de la

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LA PODA DE LA HISTORIA 1

¿Qué reclama aún la historia al proletariado rusopara legitimar y hacer permanentes sus victorias?¿Qué otra poda sangrienta,' qué más sacrificios pre-tende esta soberana absoluta del destino de los hom-bres?Las dificultades y las objeciones que la revolución

proletaria debe 'superar se han revelado, inmensa-mente superiores a las de cualquier otra revolucióndel pasado. Estas tendían tan sólo a corregir las for-mas de la propiedad privada y nacional de los me-dios de producción y de cambio; afectaban a unaparte limitada de los elementos humanos. La revo-lución proletaria es la máxima revolución; porquequiere abolir la propiedad privada y nacional, y abo-lir las clases, afecta a todos los hombres y no sóloa una parte de ellos. Obliga a todos los hombres amoverse, a intervenir en la lucha, a tomar partidoexplícitamente. Transforma fundamentalmente lasociedad; de organismo unicelular (de individuos-ciudadanos) la transforma en organismo plurlcelu-lar¡ pone como base de la sociedad núcleos ya orgá-, nicos de la sociedad misma. Obliga a toda 'la sociedada identificarse con el Estado¡ quiere qúe todoslos hombres sean conocimiento espiritual e históri-co. Por eso la revolución proletaria es social; poreso debe superar dificultades y objeciones, inaudi-, tasi por eso la historia reclama para su buen logro

1 Sin firma, L'Ordine Nuovo, 7 de enero de 1919.

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ofensiva contra la República de los Soviets. La vic-toria del capitalismo occidental sobre el proletaria-do ruso significaría arrojar a Europa durante dosdecenios en brazos de la más feroz y despiadada re-acción. Para impedirlo, para lograr reforzar la In-ternacional Comunista, la única que puede dar almundo la paz en el trabajo y la justicia, ningún sa-crificio debe parecernos demasiado grande.

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podas monstruosas como las que el pueblo ruso seve obligado a resistir.La revolución rusa ha triunfado hasta ahora de

todas las obj lOcionesde la historia. Ha revelado alpueblo ruso una aristocracia de estadistas como nin-guna otra nación posee; se trata de un par de milla-res de hombres que han dedicado toda su vida alestu'dio (experimental) de las ciencias políticas yeconómicas, que durante decenas de años de exiliohan analizado y profundizado todos los pro::Jlemasde la revolución, que en la lucha, en el duelo sinpar contra la potencia del z'arismo, se han forjadoun carácter de acero, que, viviendo en contacto contodas' las formas de la civilización capitalista de Eu-ropa, Asia y América, sumergiéndose en las corrien-tes mundiales, de los cambios y de la historia, hanadquirido una conciencia de responsabilidad exactay precisa, fría y cortante como las espadas de losconquistadores de imperios.Los comunistas rusos son un núcleo dirigente de

primer orden. Lenin se ha revelado, testimoniancuantos le han conocido, como el más grande esta-dista de la Europa contemporánea; el hombre cuyoprestigio se impone naturalmente, capaz de inflamary. disciplinar a los pueblos; el hombre que logra do-minar en su vasto cerebro todas las energías socialesdel mundo que pueden ser desencadenadas en be-neficio de la revolución; el hombre que tiene enascuas y derrota a los más. refinados y astutos esta-distas de la rutina burguesa.Pero una cosa es la doctrina comunista, el parti-

do político que la propugna, la clase obrera que laencarna conscientemente, y otra el inmenso pueblo.ru~o, destrozado, desorganizado, arrojado a un som-. brío abismo de miseria, de barbarie, de anarquía, deaniquilación en una prolongada y desastrosa gue-rra. La grandeza política, la histórica obra maestra

de los bolcheviques consiste precisamente en haberpuesto en pie al gigante caído, en haber dado denuevo (o por la primera vez) una forma concreta ydinámica a esta desintegración, a este caos; en habersabido fundir la doctrina comunista con la concien-cia colectiva del pueblo ruso, en haber construido lossólidos cimientos sobre los que la sociedad comu-nista ha iniciado su proceso de desarrollo históri-co; en una palabra: en haber traducido histórica-mente en la realidad experimental la fórmulamarxista de la dictadura del proletariado. La revolu-ción es esd, y no un globo hinchado de retórica de-magógica, cuando se encarna en un tipo de Estado,cuando se transforma en un sistema org.anizado delpoder. No existe sociedad más que en un Estado, quees la fuente y el fin de todo derecho y de ~ododeber,que es garantía de permaIl;~ncia y éxito d~ toda ac-tividad social. La revoluclOn es proletana cuandode ella nace en ella se encarna un Estado típica-, .mente proletario, cUstodio del derecho proletano,que cumple sus funciones esenciales como emana-ción de la vida y del poder proletario.Los bolcheviques han dado forma estatal a las

experiencias históricas y sociales del proletariadoruso, que son las experiencias de la clase obrera ycampesina internacional; han sistematizado en .unorganismo complejo y ágilmente articulado su vldaíntima, su tradición y su más profunda y apreciadahistoria espiritual y social. Han roto con el pasa-do, pero han continuado el pasado; han despe~azad.ouna tradición, pero han desarrollado y ennque~l-do una tradición; han roto con el pasado de la hlS-toria dominado por las clases poseedoras, han con-tinuado, desarrollado, enriquecido' la tradición vitalde la clase proletaria, obrera y 'campesina. En esohan sido revolucionarios y por eso han instauradoel nuevo orden y la nueva disciplina. La ruptura es

75LA PODA DE LA HISTORIA

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irrevocable porque afecta a 10 esencial de la histo-ria, sin más posibilidad de vuelta atrás que el des-plomamiento sobre la sociedad rusa de un inmensodesastre. Y era esta iniciación de un formidableduelo con todas las necesidades de la historia, desdelas más elementales a las más complejas, 10 quehabía que incorporar al nuevo Estado proletario,dominar, frenar, en las funciones del nuevo Estadoproletario.Se precisaba conquistar para el nuevo Estado a

la mayoría leal del pueblo ruso; mostrar al puebloruso que el nuevo Estado era su Estado, su vida, suespíritu, su tradición, su más precioso patrimonio.El Estado de los S,oviets tenía un núcleo dirigente,el Partido comunista bolchevique; tenía el apoyo deuna minoría social, representante de la concienciade clase, de los intereses vitales y permanentes detoda la clase, los obreros de la industria. Se hatransformado en el Estado de todo el pueblo ruso,merced a la tenaz perseverancia del Partido comu-nista, a la fe y la entusiasta lealtad de los obreros,a la asidua e incesante labor de propaganda, deesclarecimiento, de educación de los hombres excep-cionales del comunismo ruso, dirigidos por la vo-luntad clara y rectilínea del maestro de todos, Lenin.El Soviet ha demostrado ser inmortal como formade sociedad organizada que responde plásticamentea las multiformes necesidades (económicas y polí-ticas), permanentes y vitales, de la gran masa delpueblo ruso, que encarna y satisface las aspiracio-nes y las esperanzas de todos los oprimidos delmundo.La prolongada y desgraciada guerra había dejado

una triste herencia de miseria, de barbarie, de anar-quía; la organización de los servicios sociales esta-ba deshecha; la misma comunidad humana se habíareducido a una horda nómada, sin trabajo, sin vo-

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77LA PODA DE LA HlSTO~IA

luntad, sin disciplina, materia opaca de una inmen-sa descomposición. El nuevo Estado recogió de lamatanza los trozos torturados de la sociedad y losrecompuso, los soldó; reconstruyó una fe, una disci- 'plina, un alma, una voluntad de trabajo y de pro-greso. Misión que puede constituir la gloria de todauna generación.No basta. La historia no se conforma con esta

prueba. Formidables enemigos se alzan implacables,contra el nuevo Estado. Se pone en circulación mo-neda falsa para. corromper al campesino, se juegacon su estómago hambriento. Rusia se ve cortadade toda salida al mar, de todo intercambio comercial.de cualquier solidaridad; se ve privada de Ucra-nia, de la cuenca del Donetz, de Siberia, de .todomercado de materias primas y de víveres. En unfrente de diez mil kilómetros, bandas armadas ame-nazan con la invasión; se pagan sublevaciones, trai-ciones, vandalismo, actos de terrorismo Y de sabo-,taje. Las victorias más clamorosas se convierten,mediante la traición, en súbitos fiascos.No importa. El poder de los Soviets resiste.' ?el

caos que sigue a la derrota, crea un poderoso eJér-cito que se transforma en la espina dorsal del Es-tado proletario. Presionado por imponentes fuerzasantagónicas, encuentra en sí el vigor intelectual y, la plasticidad histórica para adaptarse a ~asnece~i-dades de la contingencia, sin desnatural1zarse, SIncomprometer el feliz proceso de desarrollo hacia elcomunismo.El Estado de los Soviets demuestra así ser un qlo-

mento inevitable e irrevocable_ del proceso ineluc-table de la civilización humana; ser el primer nú-cleo de una nueva sociedad.y' puesto que los otros Estados n? pueden convi-

Vivir con la Rusia proletaria y son Impotentes paradestruirla, puesto que los enormes medios de que

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el capital dispone -el monopolio de la información,la posibilidad de la calumnia, la corrupción, el blo-qUfO terrestre y marítimo, el boicot, el sabotaje, laimpúdica deslealtad (Prinkipo),2 la violación delderecho de gentes (guerra sin declaración), la pre-sión militar con medios técnicos superiores_ son im-'potentes contra la fe de un pueblo, es histórica-mente necesario que los otros Estados desaparezcano se transformen al nivel de Rusia.El cisma del género humano no puede prolon-

garse mucho tiempo. La humanidad tiende a la uni-~icación interior y exterior, tiende a organizarse enun sistema de convivencia pacífica que permita lareconstrucción del mundo. La forma de régimendebe ser capaz de satisfacer las necesidades de lahumanidad. Rusia, tras una guerra desastrosa, conel bloqueo, sin ayudas, contando con sus únicas'fuerzas, ha sobrevivido dos años; los Estados capi-talistas, con la ayuda de todo el mundo, exacer-bando la expoliación colonial para sostenerse, con-tinúan decayendo, acumulando ruinas sobre ruinas,destrucciones sobre destrucciones.La historia es, pues, Rusia; la vida está, pues, en

Rusia; sólo en el régimen de los Consejos encuen-tran adecuada solución los problemas de vida o demuerte que incumben al mundo. La Revolución rusaha pagado su poda a la historia, poda de muerte, demiseria, de hambre; de sacrificio, de indomable vo-luntad. Hoy culmina el duelo: el pueblo ruso se hapuesto en pie, terrible gigante en su ascética es-

2 En enero de 1919, a propuesta de Lloyd George, y apesar de la oposición de Francia, las potencias occiden-tales decidieron invitar a una conferencia en la isla dePrinkipo a los representantes del gobierno soviético y alos de los gobiernos contrarrevolucionarios existentes enRusia. Las condic:iones fijadas para la conferencia eviden-ciaban el propósito de obtener COnuna maniobra diplomá-tica lo que resultaba irrealizable con la intervención ar-mada.

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REVOLUClON RUSA Y UNlON SOVIETICA

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1id . d 1 multitud de pigmeos que le"¥. cualidez, omman o a

~:. agreden furiosamente. V 1"~ Todo ese pueblo se ha armado para su a my..~: No puede ser vencido; ha pagado su poda. Debe ser

'A d f d'do contra el orden de los ebrios merce~a-!' e en 1 1 b d'dos que qUle-' ~, rios, de los aventureros, de os ano1 • _

,¡;¡ ren morder su corazón rojo y palpltante. Sus al~a'T dos naturales, sus camaradas de to~o e~ .mun o,,., deben hacerle oír un grito guerrero de lrreslstl?le eco,;t que le abra las vías para el retorno a la vlda del

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ITALIA Y RUSIA 1

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¿Se halla Italia en guerra con la República de losSoviets? ¿Tienen motivos directos, "nacionales", losobreros y los campesinos italianos para su acciónsolidaria con los obreros y los campesinos de Rusia?

Sí, Italia hace la guerra a los obreros y los cam-pesinos de Rusia, aunque ninguna .declaración deguerra haya sido solemnemente proclamada. Solda-dos italianos han sido enviados a la costa de Mur-mansk y a Siberia con orden de matar obreros ycampesinos rusos, contra el derecho de gentes; elEstado italiano mantiene junto al almirante Kol-chak el destacamento dálmata del ejército checos-lovaco, destacamento que, recientemente se habría.cubierto de "gloria", según los periódicos reaccio-

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narios ingleses, protegiendo con todo su ardor ita-liano a las bandas zaristas de Omsk, tras su derrotapor el ejército rojo de los Soviets.

Sí, en su acción solidaria con las repúblicas obre-ras y campesinas, los obreros y los campesinos ita-lianos actúan, además de por concepción interna-cionalista, por motivos nacionales, en tanto que"pueblo soberano", en tanto que "ciudadanos". El Es-tado italiano se ha embarcado en una guerra, ha em-peñado la sangre y la riqueza, el prestigio del país,en una guerra no aprobada por los representanteslegítimos del pueblo italiano. Si el pueblo italianono está constituido por esclavos del poder guber-

1 Sin firma, L'Ordine Nuovo, 14 de junio de 1919,I, n.6. En la sección "La semana política".Revotuct6n.-6

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nativo, por hombres sin conciencia política respon-sable, todos los ciudadanos italianos debieran unirseal proletariado en la acción de protesta; en un paísde hombres libres no es concebible que el gobier-no pueda, disponer de la sangre y de la riquezanacional, arbitrariamente, sin mandato, sin aproba-ción del Parlamento.El proletariado muestra una vez más ser el aten-

to depositario de los intereses vitales y permanen-tes de la nación, ser el único baluarte de las liber-tades esenciales de la nación. Pero la acción delproletariado no puede ser exclusiva y meramentepolítica: la demostración política (el proletariadorepresenta a la mayoría de la nación) debe ir acom-pañada por una acción social, desplegada con losmétodos y la táctica propios a la cIase trabajado-ra explotada. La propuosta de un contrabloqueo re-volucionarios de los países en guerra contra las Re-públicas soviéticas, hecha por los extremistas sue-cos, se relaciona justamente con esta acción social:,los marinos genoveses han dado un ejemplo. Losobreros de la industria mecánica y los trabajado-res del transporte (descar¡radoros, marineros y fe-rroviarios) tienen el deber de informarse. a t•.avésde los órganos competentes (comisiones de fábricay organizaciones profesionales) del destino de losprorlnctos que dependen de su actividarl: y no<tarsea fabricar y transportar las mercancías (municio-nes, víveres, correo, material técnico) destinado aArkangel, Murmansk, Estonia, Bo1,emia,Rumania yel Cáucaso, para D"nikin, y a Siberia, para Kol-chak. El control obrero sohre la producción' y lasmercancías será el medio más enérgico (porque más,permanente) con el Que la cIase obrera salvará a.las Repúblicas soviéticas de la artera y desleal reac-ción que quiere asesinarlas a traición.

82 REVOLUCION RUSA Y UNTON SOVIETICA

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EL ESTADO Y EL SOCIALISMO1

Publicamos este artículo de For Ever aunque s.etrate de una colección de despropósitos y de dI-vertida fraseología. Para For Ever, el Estado deWeimar es un Estado marxista; nosotros, los del "01'-dine Nuovo" somos adoradores del Esta~o, q';ler:-mos al Estado ah aete1'no (For Ever quen~ d,ecIr tnaeternum, evidentemente); el Estado socIahs~a,eslo mismo que el socialismo de Estado; han eXIstidoun Estado cristiano y un Estado pl.ebeyo ~e .Ca;:oGracco' el Soviet de Saratov podna subSIstir SIncoordin'ar su producción y su actividad de defe~sarevolucionaria con ,,1 sistema general de lo.sSOVIetsrusos, etc. Afirmaclones y necedades seme~antes ~e.presentan como una defensa de la anarqma. Y SInembar,go publicamos el artículo de For ~ver. ForEver no es sólo un hombre: es un tipo SOCIal.Desdeeste punto de vista no debe ser pues:o de lado;merece ser conocido, estudiado, discutido y supe-rado. Lealmente, amistosamente (la amistad no debeser separada de la verdad y de toda la aspereza quela verdad comporta). For Ever es un pseudorevolr;-cionario; quien basa su acción en mera fraseologIaampulosa, en el frenesí de la palabrería, en el en-tusiasmo romántico, es simplemente un demagogo

1 No fi,.,:"pdo. L'Ordine Nuovo, 28' de juni? a 5 de;~Jio de 1919. Se treta de,unas notas a un ar~lcul0 <:leE"pr (el anarauista turm,<s Conrado Quaglmo), tJtllajoHE~ dpfpns~ de la anarquía", reproducido ery. la. an o ~ ..lasohre i:Ordine Nuovo de la serie La cultura ,talwna, pags.168-172.

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El comunismo se realiza en la Internacional prole-tria. El comunismo será tal sólo cuando y en tantosea internacional. En este sentido, el moviento so-cialista y proletario está contra el Estado, porqueestá contra los Estados nacionales capitalistas, por-que" está contra las economías nacionales que tie-nen su fuente de vida y toman su forma de los Es-tados nacionales.Pero si de la Internacional Comunista se verán

suprimidos los Estados nacionales, no sucederá" lomismo con el Estado, entendido como "forma" con-creta de la sociedad humana. La sociedad como tales pura abstracción. En la historia, en la realidadviva y corpórea de la civilización humana en des-arrollo, la sociedad es siempre un sistema y un equi-librio de Estados, un sistema y un equilibrio deinstituciones concretas, en las cuales la sociedad ad-

B Emr.>édocles era el seudónimo utilizada por PalmiroTogliatti para sus notas anarecidas en la secció? "J?atallade ideas" Y Caeser era Cesare Seassro, un mIlanes quellegó al s~c'¡alismo desde el catolicismo. trágicame?te ,des-aparecido en Fiume en agosto de 1921. El artIculo dePetri se refería a trabajos de Togliatti (una recensióncritica de Gentile, L'Ordine Nuovo, n. 1) Y de Seassaro(El ejército socialista) que consideraba heterodoxos res-pecto a la doctrina de la extinción del E.sta,dopuesto q<;epreconizaban un Estado y un poder socIl!-lIstas.l:a p,?le-mica fue continuada por Petri (Comumsmo anarqmc,?)en el número 2 del 28 de julio y concl?íd.a con una r~-plica de Togliatti (Para cerrar una polemIca) en el nu-mero del 2 de agosto. . .

4 CarIo Petri Emile Vandelverde, El SOCIalIsmo contrael Estado en la sección "Batalla de ideas", n. 7( 21 de,junio de 1919.

idea libertaria: el ser y el no ser- hemos llegadoa estas observaciones. Por supuesto, los camaradasEmpédocles y Caesar,Ra los que Petri 4 se refiere di-rectamente, son"Übres de responder por su cuenta.

EL ESTADO Y EL SOCIALISMa

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y no un revolucionario. Para la revolución son ne-cesarios hombres de mente sobria, hombres que nodejen sin pan las panaderías, que hagan marcharlos trenes, que surtan las fábricas con materias pri-mas y consigan cambiar los productos industria-les por productos agrícolas; que aseguren la inte-gridad y la libertad personal contra las agresionesde los malhechores, que hagan funcionar el com-plejo de servicios sociales y no reduzcan al puebloa la desesperación y a la demencial matanza inter-na. El entusiasmo verbal y la fraseología desenfre-nada hace reír (o llorar) cuando uno solo de esosproblemas tiene que ser resuelto aunque sólo seaen una aldea de cien habitantes.Pero For Ever, pese a ser un tipo característico

no representa a todos los libertarios. En la redac-ción del Ordine Nuovo contamos con un comunistalibertario, CarIo Petri.2 Con Petri la discusión sesitúa en un plano superior; con comunistas liberta-rios como Petri el trabajo en común es necesario eindispensable; son una fuerza de la revolución."Le-yendo el artículo de Petri publicarlo en el númeropasadoR y el de For Ever que publicamos en estenúmero -para fijar los términos dialécticos de la

2 El autor del artículo partía del trabajo de Gramsci,La porln de la hi~toria para acusar a los socialistas, "com-prendidos los revolucionarios. los soviéticos, los autonomis-tas", de ser adoradores del Estado, como los economistasbur¡rueses y los socialdemócratas alemanes ("El Estadode Weimar"). For Ever afirmaba que "la Comuna es lanel(ación aplastante del Estado" y que "un poder de 1'0-Ilticos", aunQue fuera el poder de Lenin y los bolchecviques, oprimia de todos modos al "individuo anárquico"."No hay diferencia -escribía C. Qual(lino-- entre seroprimido y aplastado por la blusa obrera y la banderaroja o por la levita y la bandera tricolor';.

B Carla Petri se" llamaba en realidad Carla Mosso. In-geniero mecánico, había sido adjunto del profesor AníbalPa~tore. en .l!, cátedra de. Lógica y autor de al¡¡unos tra-baJOS fIlosofIcos. Sobre el, véase P. C. MasÍni AntonioGramsci y L' Ordine Nuovo vistos por un libertario Im-pulso, 1956. '

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87EL ESTADO Y EL SOCIALISMO

rresponde una concentración de masas trabaj,adoras,tantos menos adeptos tiene la idea libertaria. El mo-vimiento libertario se difunde aún donde prevaleceel artesanado y el feudalismo rural; en las ciudadesindustriales y en el campo de cultivo agrario me-canizado, los anarquistas tienden a desaparecer co-mo movimiento político, sobreviviendo, como fer-mento ideal. En este sentido la idea libertaria dis-pondrá aún de un cierto margen para desp~egarse;proseguirá la tradición liberal en cuanto ha Impues-

- to y realizado conquistas humanas que no debenmorir con el capitalismo.Hoy, en el tumulto social pr?movido por .la. gue-

rra parece que la idea libertarIa haya multlplIcadoel ~úmero de sus adeptos. No creemos que la ideatenga de qué vanagloriarse. Se trata ~e un fenóme-no de regresión: a las ciudades han emIgrado n~evoselementos, sin cultura política, sin entrenaffile~toen la lucha de clases con las formas compleJasque la lucha de clases ha adqu.irido en la ~ran in-dustria. La virulenta fraseologla de Jos agItadoresanarquista.s prende en estas concienc.ias instintivas,apenas despiertas. Pero la fraseologla pseudorevo-lucionaria no crea nada profundo y permanente. Ylo que predomina, lo que imprime a la historia elritmo del progreso, lo que determina el avance se-guro e incoercible de la civilización comunist~ noson los "muchachos", no es el lumpenproletanado.no son los bohemios, los diletantis, los románticosmelenudos y excitados, sino las. densas masas de losobreros de clase, los férreos batallones del proleta-riado consciente y disciplinado.Toda la tradición liberal es contraria al Estado.La literatura liberal es toda una polémica contra

el Estado. La historia política del capitalismo secaracteriza por una continua y rabiosa lucha entre

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REVOLUCION RUSA Y UNION SOVIETICA86

quiere conciencia de su existencia y de su desarro-llo y únicamente a través de las cuales existe y sedesarrolla.Cada con~uist.a de la civilización se hace perma-

nente, es hIstOrIa real y no episodio superficial ycaduco, en cuanto encarna en unas institucionesy encuentra una forma en el Estado. La idea so-cialista h~ ~ido un mito, una difusa quimera, unmero arbitrIO de la fantasía individual hasta queha .encarnad~ er: el. movimiento socialista y prole-tarIo, en las mstltuclOnes de defensa y ofensiva delproletariado organizado; en éste y por éste ha to-mado forma histórica y ha progresado; de él ha ge-nerad? el Estado socialista nacional, dispuesto yorgamzado de modo que le hace capaz para engra-narse con los otros Estados socialistas; condicionadoincluso de tal modo que sólo es capaz de vivir ydesarrollarse en cuanto se adhiera a los otros Es-tados socialistas para realizar la Internacional Co-munista en la que cada Estado, cada institución,cada individuo encontrará su plenitud de vida y delibertad.En este sentido, el comunismo no está contra el

"Estado" e incluso se opone implacablemente a lose?er~:lig~sdel Estado, a los anarquistas y anarco-smdIcalIstas, y denuncia su propaganda como utó-pica y peligrosa para la revoluCión proletaria, Se ha construido un esquema preestablecido, se-gún el cual el socialismo, sería un "puente" a laanarquía; se trata de un prejuicio sin fundamento'de una arbitraria hipoteca del futuro. En la dialéc-tica de las ideas, la anarquía es una continuacióndel liberalismo, no del socialismo; en ia dialécticade la historia, la anarquía se ve expulsada del cam-po de la realidad social junto con el liberalismo.Cuanto más se industrializa la producción de bienesmateriales y a la concentración' del capital co-

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el ciudadano y el Estado. El Parlamento es el ór-gano de esta lucha; y el Parlamento tiende preci-samente a absorber todas las funciones del Estado,esto es, a suprimirlo, privándole de todo poder efec-tivo, puesto que la legislación popular está orienta-da a liberar a los órganos locales y a lo's individuosde cualquier servidumbre y control del poder cen-tral.Esta postura liberal entra en la actividad general

del capitalismo, que tiende a asegurarse más sóli-das y garantizadas condiciones de concurrencia. Laconcurrencia es. la enemiga más acérrima del Es-tado. La misma idea de la Internacional es de ori-gen liberal; Marx la toma de la escuela de Cobdeny de la propaganda por el libre cambio, pero lohace críticamente. Los liberales son impotentes pararealizar la paz y la Internacional nacional, porque lapropiedad privada y nacional genera escisiones, fron-teras, guerras, Estados nacionales en permanenteconflicto entre ellos.El Estado nacional es un órgano de concurrencia;

desaparecerá cuando la concurrencia sea suprimiday un nuevo hábito económico haya aparecido, a par-tir de la experiencia concreta de los Estados socia-listas.La dictadura del proletariado es todavía un Es-

tado nacional y un Estado de clase. Los términosde la concurrencia y de ~a lucha de clases han va-riado, pero concurrencia y clases subsisten. La dic-tadura del proletariado debe resolver los mismosproblemas del Estado burgués: de defensa externae interna. Estas son las condiciones reales, objetivas,que debemos tener en cuenta; razonar y obrar comosi existiese ya la Internacional Comunista, como siestuviera superado ya el periodo de la lucha entreEstados socialistas y Estados burgueses, la despia-dada concurrencia entre las economías nacionales

comunistas y las capitalistas, sería un error desas-troso para la revolución proletaria.La sociedad humana sufre un rapidísimo proceso

de descomposición, coordinado al proceso de diso,lución del Estado burgués. Las condiciones realesobjetivas en que se ejercerá la dictadura del pro-letariado serán condiciones de un tremendo des-orden, de una espantosa indisciplina. Se hace nece-saria la organización de un Estado socialista suma-mente firme, que ponga fin lo antes posible a ladisolución y la indisciplina, que devuelva una formaconcreta al cuerpo social, que defienda la rev.olu-ción de las agresiones externas y las rebeliones ~n-.ternas.La dictadura del proletariado debe, por propia

necesidad de vida y de desarrollo, asumir un acen-tuado carácter militar. Por eso el problema delejército socialista pasa a ser uno de los más esen-ciales a resolver; y se hace urgente en este periodo'prerrevolucionario tratar de destruir las sedimen-taciones del prejuicio determinado por la pasadapropaganda socialista contra todas 'las formas de ladominación burguesa.Hoy debemos rehacer la educación del proletaria-

do; habituarlo a la idea de que para suprimir elEstado en la Internacional es necesario un tipo. deEstado idóneo a la consecución de este fin, que p.arasuprimir el militarismo puede ser necesario un nue-vo tipo de ejército. Esto significa adiestrar al prole-tariado en el ejercicio de la dictadura, del autogo-bierno. Las dificultades a superar serán muchísimasy el periodo en que estas dificultades seguiránsiendo vivas y peligrosas no es previsible sea corto.Pero aunque el Estado proletario no subsistiera másque un día, debemos trabajar a fin de que dispongade condiciones de existencia idóneas al .desarrollo

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de su misión, la supresión de la propiedad privaday de las clases.El proletariado es poco experto en el arte de go-

bernar y dirigir; la burguesía opondrá al Estadosocialista una formidable resistencia, abierta y di-simulada, violenta o pasiva. Sólo un proletariadopolíticamente educado, que no se abandone a ladesesperación y a la desconfianza por los posibles einevitables reveses, que permanezca fiel y leal asu Estado no obstante los errores que individuosparticulares puedan cometer, a pesar de los pasosatrás que las condiciones reales ,de la producciónpuedan imponer, sólo semejante proletariado pOdráejercer la dictadura, liquidar la herencia maléficadel capitalismo y de la guerra y realizar la Interna-cional Comunista.Por su naturaleza, el Estado socialista reclama una

lealtad y una disciplina diferentes y opuestas a lasque reclama el Estado burgués. A diferencia delEstado burgués, que es tanto más fuerte en el inte-rior como en el exterior cuanto los ciudadanos me-nos controlan y siguen las actividades del poder, elEstado socialista requiere la participación activa ypermanente de los camaradas en la actividad desus instituciones. Preciso es recordar, además, quesi el Estado socialista es el medio para radicalescambios, no se cambia de Estado con la facilidadcon que se cambia de gobierno. Un retorno a lasinstituciones del pasado querrá decir la muerte co-lectiva, el desencadenamiento de un sanguinarioterror blanco ilimitado; en las condiciones creadaspor la guerra, la clase burguesa estaría interesadaen suprimir con las armas a las tres cuartas partesde los trabajadores para devolver elasticidad almercado de víveres y volver a disfrutar de condi- 'ciones privilegiadas en la lucha por la vida cómoda

91EL ESTADO Y EL SOCIALISMO

a .que está habituada., Por ning~na. razó;n puedenadmitirse condescendencias de mngun genero~, Desde hoy debemos formarnos y form~r este sen-tido de responsabilidad implacable y t~J.ante comola espada de un justiciero. La revoluclO~ es ~lgogrande y tremendo, no es un juego de diletantls ouna aventura romántica. . .Vencido en la lucha de clases, el caplta~lsmo de-

jará un residuo impuro de fermentos ~t~e~tatales,o que aparecerán como tales, l?0.rquemdl":ld~o~ y.grupos querrán eludir los servlClOSy la .~lsclplmaindispensables para el éxi.to de la. revoluclOn. . .Querido camarada Petn, trabaJemos para e.vltar

cualquier choque sangriento entre .la~ fracClOnessubversivas, para evitar al Estado soclahsta la cr~elnecesidad de imponer con la fuerza armada la dis-ciplina y la fidelidad, de supri.mir un~. parte parasalvar al cuerpo social de la dlsgregaclOn y la d~-'pravación. Trabajemos, desplegando nuest~a aC~l.vidad de cultura, para demostrar que la e.xlstencladel Estado socialista es un eslabón esenclal de lacadena de esfuerzos' que el proletariado debe re~-!izar para su completa emancipación, para su 11-bertad.

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RUSIA Y EUROPA 1

La historia está a punto de cerrar con el candadodel hecho consumado la puerta de la Conferencia2y el trío político Wilson-Lloyd George-Clemenceauva a separarse. Pero también es bastante probableque no esté lejano el día del más amargo desengañopara los hombres que se han encargado de ponerla camisa de fuerza a Europa, con la esperanza, talvez, de curarla del acceso de locura homicida. enque la arrojó la pasión nacionalista que la dominadesde hace más de un siglo, flaqueada, respaldaday excitada por prepotentes y ocultos intereses depredominio económico de las clases dirigentes de lasociedad europea, y si no con la esperanza de cu-rarla, por lo menos con la de ponerla en la impo-sibilidad de renovar en breve plazo sus desespera-dos actos de exterminio y destrucción perpetradoscon tan triste éxito ante nuestros ojos. Es inclusomu.y probable que ellos mismos comienzan ya acontemplar con cierta desconfianza su obra apenasrealizada, y en el secreto de sus conciencias debenconfesarse. haber laborado en vano.Este parece ser, ciertamente, el estado de ánimo

. de los principales estadistas que en Versalles haninscrito sobre el papel los fundamentos de la nuevaEuropa y qué, a punto de separarse, contemplandoel edificio a duras penas construido, presienten laprecariedad de lo realizado y desesperan de su fu-

1 Sin firma, L'Ordine Nuovo, 1° de noviembre de 1919.;¡ La Conferencia de Versalles. .

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turo. En verdad no cabe reprochárselo, cuando co-mo perentoria demostración de la inanidad de' suse~fuer.z.osde reconstrucción aparece, sobre todo, laslt~aclOn oriental. Ahí reside la causa de mayor in-qUletud, el punctum prw'iens de todo el organismo'ah! .se alza, en el momento presente, el más enig~matIco espectro en el horizonte ensangrentado denuestra civilización. Pretender dar la paz y el, or-den a Eu;ropamientras no se haya pacificado y orde-nado el mmenso espacio de tierras orientales quedel Báltico al Mar Negro, de los Urales al Vistulay los Cárpatos comprende más de la mitad de todoel continente, es, más que una ilusión, {¡na descara-da mentira. Si es ci"rto, como se dice, que en uncírculo de íntimos Clemenceau haya pronunciadoestas palabras: "la cuestión rusa envenena todo migozo y me causa las mayores preocupaciones sobree~~ut~ro d~ Francia", habría que reconocer que elVle]OJacobmo conserva un instinto finísimo de larealidad política y no se hace demasiadas ilusionessobre el alcance real de sus éxitos diplomáticos.,Tiene razón, y su mortal angustia de patriota fran-ces, que apenas nos conmueve, viene a confirmarla tosis que en este momento histórico' debe sernasp~eciosa a todos los socialistas, tesis que en su pro-pla expre'sión paradójica contiene una gran sumade verdad histórica y que pupde enunciarse ~sí:desde hace más de dos siglos, el destino de EuroDaestá ligado a la situación política de Rusia, de talmodo que los principales acont°cimientos que afec-tan a nueska historia de pueblos occidentales soncasi el contragolpe de los hechOs y las posicionesdel gran coloso oriental. " 'Mucho más que 'de Inglaterra, la 'cual, como sue-

le decirse corrientemente, teniendo 'el' sea-power(poder de los mares, nota de~ tr.) tendría en susmanos la suerte del continente, cuando en realidad

éste depende de la enorme masa de tierras y dehombres que lo presionan desde el este, y cuyosmovimientos, por lentos o retardados que sean, sonlos que en definitiva determinan los resultados másimponentes y decisivos en la parte restante de laregión europea. 'Quien contemple la sucesión de hechos ocurridos

entre los siglos XVIIYxx en el conjunto general delcontinente, descubre siempre más o menos clara,pero siempre decisiva, la acción rusa. Desde quePedro el Grande desplazó el eje político del norte,haciendo pasar de la Suecia de los Vasa a la Rusiade los Romanoff la primacía en ese Mediterráneoseptentrional, que es el Báltico, desde que en lacuenca oriental del Mediterráneo clásico, y en lasregiones adyacentes de los mayores ríos europeos,al poderío indiscutido del Islam se contrapuso vic-torioso el de los moscovitas -y los d'os grandes he-chos históricos coincidieron casi en el tiemoo- es-ta nueva línea de fuerza que va del Báltico alMar Negro, esta que yo llamaría la línea de los ma-res internos, que son, además, los pulmones vitalesdel continente; está dominada por la actividad PO-lítica y económica d"l nuevo cuerpo sociai de la Ru-sia moderna, y, en consecuencia, toda la constituciónpolítica y económica európea no ha cesado desdeentonces de sentir el influjo de la nuevaformida-ble potencia que desde el oriente actuaba y pre-sionaba.Sírvanos de prueba el que las mayores y más

importantes guerras de sucesión y equilibrio libra-das en Europa en los últimos siglos han sido em-,peñadas y decididas bajo esta presión, y el nefastosistema de alianzas, que ha arrojado con tanta fre-cuencia a diversos grupos de naciones' europeas en,tan trágicos y mortíferos conflictos, está totalmen-te dominado por el prevaleciente peso de la poten-

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96 REVOLUCION RUSA Y UNION SOVIETICA RUSIA Y EUROPA 97

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cia rusa. Esto se ha visto principalmente dos vecesen la reciente historia de Europa: en la guerra delos siete años, cuya solución se debió a la postur.adefinitiva de la Rusia de Pedro nI y Catalina n,y en la gran lucha franco-inglesa de la época revo-lucionaria e imperial, que se cierra en dos tiempos,y en ambos como resultado de la carta rusa, quemarca el final de la partida, en 1807, en Tilsit, afavor de Francia, y en 1814-1815,en Viena, en be-neficio de los ingleses.Hay que considerar que incluso la conflagración

de 1914-1918se ha visto determinada en sus mo-mentos fundamentales por la situación rusa, si biensurgiera de la rivalidad económica de Gran Breta-ña y Alemania a la que se insertó la hereditariainamistad franco-alemana.Sin la alianza rusa, Inglaterra no habría afron-

tado jamás la lucha, mientras que después sólo elhundimiento ruso determinó la eficaz y decisiva in-tervención americana. Y concluido el conflicto ar-mado, ha tomado, digamos, el puesto de la guerra,como hecho caracterísitco y dominante de la actualsituación europea., La participación decisiva que la revolución rusaha tenido en el curso de los últimos acontecimientosmilitares y políticos, con los que la guerra ha sidoconcluida, ha sido ya puesta de relieve desde diver-sas partes. La victoria definitiva de Inglaterra so-bre los imperios centrales se ha debido a Rusia. Laexplosión de las revoluciones en Alemania y enAustria-Hungría no es más que el contragolpe delmás vasto movimiento del mundo eslavo, convul-sionado por la guerra. La estrategia diplomática deTrotsky en Brest-Litovsk ha sido superior a la es-trategia militar de Foch." Luddendorff y Hoffman

" Gramscise refiere a las negociacionespara el armis-ticio y la paz entre la Rusia revolucionariay los impe-

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han reconocido la desmoralización del ejército ale-mán, fruto de la propaganda bolchevique, como pri-mera causa de la derrota y de la caída del imperiogermánico.,Pero hay más. Antes de Wilson, 'la' revoluciónrusa de la fase Kerenski proclamó la revisión de losobjetivos de la guerra, compendiada en la fórmula:ni contribuciones ni anexiones; ¡;nientras posterior-mente, Trotsky, haciendo públicos los tratados se-cretos del zarismo, condenaba irremisiblem'ente ala diplomacia tradicional, causa de la actual tra-gedia.Así que, por una parte, la Rusia revolucionaria

contribuía infinitamente más que no la tan cele-brada talasocracia británica a precipitar la .suertede las potencias militares del Centro, pero, de otraparte, la misma Rusia revolucionaria, mucho másque la proclamada victoria de Inglaterra, está des-tinada a influir en la ordenación general de Europay sobre las nuevas directrices de su vida interna-cional. El proletariado de los dos mundos mira hoya Rusia como a un faro. Podría incluso tratarse deun espejismo, como afirman no sólo las interesa-das voces del coro burgués, que comentan, a la me-dida de sus propios deseos y ánimos, el gran dramahumano que se representa en esta hora solemne enel teatro de un continnte tan vasto como la mitadde Europa, sino también, desgraciadamente, no po-cas Casandras de nuestro campo, rebosantes de pru-dencia, posiblemente porque les falta la fe. Pero lasolicitud que la burguesía de occidente pone en di-famar al movimiento bolchevique y a sofocar lasllamas bastaría, por sí solo, para demostrar que esaburguesía intuye claramente la enormidad del pe-ligro que la amenaza.

rios centrales (16 de diciembrede 1917-23de febrero de1918).Revolución.-1

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El incendio prendido en Rusia es de tan gran vo-lumen, tan intenso y duradero que no puede ser p.a-.rangonado con ningún otro suceso análogo que que-pa señalar en la historia. Motines de los cardado-res, "jacqueries" del Medioevo francés, movimien-tos anabaptistas de Alemania, Comuna parisina del71 son inocentes fuegos fatuos en comparación. Elproletariado de los dos mundos ha adquirido ins-tintivamente conciencia de la novedad y de la im-portancia decisiva del experimento soviético. De éldepende su destino como clase: de re sua agitur. Yello explfca. la profunda conmoción que sacude elespíritu de las multitudes trabajadoras ante lama-yor tragedia social de la historia. .

Algo semejante sucedió a los espíritus de las cul-tas clases medias europeas ante los acontecimien-tos de la Francia revolucionaria que marc.aban larevuelta del tercer Estado contra las órdenes pri-vilegiadas y el absolutismo monárquico.

Hasta en los países anglo-sajones, hasta en la de-mocracia norteamericana, las masas obreras, sepa-rándose del corporativismo tradicional,. comienzana lanzarse a la batalla social, alzando banderas delucha y reivindicación. Lo que en el sistema políti-co de la ante guerra fue para la Europa burguesa laRusia del zar, será mañana para la Europa prole-taria la Rusia de los Soviets.

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El Estado obrero, según la terminante definiciónde Lenin, es un Estado burgués sin burguesía. ElEstado obrero debe resolver, tanto en el interiorcomo en el exterior, los mismos problemas de unEstado burgués, y no puede resolverlos con siste-mas y medios técnicos sustancialmente muy diferen-tes de aquellos empleados en un Estado burgués. ElEstado obrero ruso ha resuelto en el interior losproblemas fundamentales de su existencia y su des-arrollo;' que los ha resuelto aparece de forma visi-ble en la eficiencia y la combatividad de su ejérci-to. El ejército es la expresión "fisiológicamente" mástípica de la fuerza real de un organismo social: nopuede concebirse Estado sin ejército, no ~uede c~~-cebirse ejército disciplinado, valeroso, nco de 1m-ciativa combativa más que como función de un Es-tado sólidamente fundado, apoyado en la voluntady el espíritu permanente de disciplina y sa~rificiode la población. La clase obrera es en RUSIa unapequeña minoría de la población, pero era y es laúnica clase social históricamente preparada paraasumir y conservar el poder, la única clase capaz,.a través de .su partido político, el Partido Comunis-ta, de construir un .Estado. La clase obrera rusa eray es históricamente fuerte y madura, no en cuantoque sus componentes constituyen numéricamente lamayor parte de la población, sino en cuanto que, através de su partido político, se muestra capaz de

1 Sin firma, L'Ordine Nuovo, 14 de agosto de 1920.

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construir Estado, en cuanto la ciase obrera consigueconvencer a la mayoría de la población, constituidapor estratos ir¡.formes de las clases medias, de lasclases intelectuales, de las clases campesinas, de quesus intereses inmediatos y futuros coinciden con losintereses de la misma mayoría. En este convencimien.to, convertido en conciencia difundida de la socie-dad, se funda justamente el Estado, se funda el con-senso nacional a las iniciativas y acciones del poderobrero, se funda la disciplina y el espíritu de jerar-quía. ¿De jerarquía? Sí, jerarquía. El poder obreroes la creación de una nueva jerarquía de las clasessociales; los intelectuales y los campesinos, todas lasclases medias, reconocen en la clase obrera la fuen-te del poder de Estado, reconocen a la clase obreracomo clase dirigente. Consultados por medio del su-fragio para los institutos representativos, eligen losdiputados en el partido de la clase obrera, en elPartido Comunista; esas clases proporcionan la ma-sa de infantería y de caballería al ejército rojo quedefiende al Estado de las agresiones del exterior,proporcionan la masa de mano de obra al ejércitodel trabajo que combate contra el frío y el hambre,proporcionan los técnicos para la industria y la agri-cultura, los técnicos para el arte militar; todas estasclases contribuyen a dar vida a las diversas fun-ciones del aparato estatal de la nación rusa, aparatoque, en manos de la clase obrera; no está ya enmanos de los capitalistas. He ahí el fundamentalproblema histórico que ha resuelto la clase obrerarusa, he ahí por qué la clase obrera rusa ha mos.trado ser históricamente madura, ser depositaria delos destinos del pueblo ruso. La clase obrera rusaha organizado la sociedad rusa en sus' más diver.sos estratos y la ha organizado de modo que losesfuerzos y sacrificios comunes, la voluntad común,e¡¡tl,lvieradirigida a un fin Único,a la realización del. ' ..

programa obrero convertido en idea y misión del Es-tado.

Unico Estado obrero en el mundo, rodeado de unaserie de implacables enemigos, la Rusia de losSoviets debía resolver un segundo problema exis-tencial: fijar su posición en el sistema mundial delas potencias. El. Estado obrero ruso ha resuelto hoyeste problema y 10 ha resuelto con los medios ysistemas con que lo habría resuelto un Estado bur-gués: con la fuerza militar, ganando una guerra.No podía hacerlo de otra manera, ningún otro Es-tado obrero hubiese podido ni podrá hacerlo de for-ma distinta. El ejército rojo ha derrotado a Polo.nia;2 las potencias capitalistas no han podido ayu-dar a Polonia, han tenido que dejar que la derrotapolaca ocurriera, han tenido que sufrir la humilla.ción de admitir que son incapaces de poner en mar-cha sus ejércitos; han debido reconocer que no tie-nen un ejército, que no cuentan con el consenso delas masas humanas que gobiernan, que no son másque vacías e inanimadas organizaciones burocráti.cas, sin autoridad, sin prestigio. La Rusia de los So-viets se ha transformado así en potencial' mundial,la más grande de las potencias mundiales, capazde equilibrar con su peso y su estatura histórica atodo el sistema capitalista mundial. ~usia, con su vic.toria militar, en virtud de que su ejército se ha pues-to en cabeza, a escala mundial, del sistema de po-tencias reales que luchan contra el capitalismo he-gemónico; ella encarna la rebelión de las clasesobreras contra sus explotadores y está sostenida ex-plícitamente por esas clases obreras; encarna el su-frimiento y el hambre de las naciones vencidas enla guerra mundial, encarna la venganza de las

2 El curso de la guerra iba a cambiar imprevistamen-te y en las semanas siguientesel ejército rojo detendría

. su marcha, tras llegar a las cercaníasde Varsovia.

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naciones militarmente vencedoras pero económica-mente vencidas, encarna la insurrección de las co-lonias desangradas por las metrópolis, encarna el in-forme conglomerado de rebeliones contra la explo-tación hegemónica del capitalismo; reproduce a es-cala mundial un momento de la dictadura proleta-ria sobre todas las clases medias de la sociedad hu-mana por el aplastamiento de la clase capitalista,antagónica del proletariado.La guerra mundial, ganada por la Entente habría

debido, con la paz de Versalles y la Liga de las Na-ciones, instaurar un régimen de' monopolio sobreel globo; al sistema de equilibrio y concurrencia en-tre los Estados debía sucederle una incontestablehegemonía. La Rusia de los So'viets,' conquistandola posición de gran potenciá, ha roto el sistema he-gemónico, ha desplazado el principio d~ la lucha en-tre los Estados, ha situado en una escala mundial, enforma absolutamente imprevista por el pensamien-to socialista, la lucha de la Internacional obrerácontra el capitalismo.

La Rusia de los Soviets ha conquistado, conquistacada' día, las simpatías de la clase obrera de todoel mLin¡;lo.El hecho es natural. La revolución pro-letaria rusa divide al mundo en dos campos: de unaparte los que están junto a, ella, los 'que son parti-darios de su desarrollo y de su victoria; de otra par-

o te los que le son adversos y quieren que sea ahoga-da en la sangre del pueblo revolucionario ruso,viendo en ello el aplastamiento de la revoluciónmtmdial universal. De una parte se hallan la claseobrera y las clases semiproletarias, los pequeñoscampesinos de todos los países; de otra parte, los ca-pitalistas, los banqueros, los grandes latifundistas,los especuladores de todo el mundo.Las simpatías que la Rusia soviética ha conquis-

tado en el proletariado internacional son tan gran-,des que los mismos, gobiernos capitalistas, que or-ganizan el bloqueo económico contra ella, no osanya luchar abiertamente contra su gobierno, se ven

o obligados a reconocerle y a establecer con él lazoscomerciales.Pero hay un hecho especialmente importante y

que debe ser bien puesto de relieve: ningún partidoobrero, ninguna organización de obreros, ni siquie-ra las que se sitúan en el terreno del oportunismo,y el reformismo, osan proclamarse abiertamentecontrarias a la Rusia de los Soviets, aunque, de he-

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cho, en sus países esos partidos sostengan el poderde la burguesía.¿Por qué los partidos y las organizaciones refor-

mistas y oportunistas, se ven forzadas a ocultar .deeste modo su oposición real y de principio contra'la Rusia de los Soviets, bajo la máscara de una hi-pócrita amistad? Porque si no lo hicieran así per-derían en breve tiempo el apoyo de las masas obre-raro .Espues un motivo utilitario el que les empujaa declararse por Rusia. De la misma forma se por-tan los centristas y los semirreforInistas, los cuales,si bien se pronuncian contra la Internacional Co-munista, a sus principios, a su táctica y a su orga-,nización centralizada, se presentan, no obstante, an-te la clase obrera como defensores de la Revolución'proletaria rusa. Si no lo hicieran así se verían per- 'didos y las masas se apartarían de ellos. Siguen unahipócrita política de amistad y simpatía por Rusiapara poder continuar su labor confusionista, paraimpedir la revolución del proletariado.Esto es así en todos los países, y sobre todo en

Italia. No hablamos de, los reformistas, porque losobreros conscientes saben, ya cómo juzgar su polí-tica, saben que son enemigos de la Revolución pro-letaria rusa, aunque no se atrevan a condenarlaabiertamente.Hablamos por el contrario de los centristas y de

los semirreformistas, de quienes esconden su trai-ción tras la máscara de la conservación de la unidaddel Partido y que se han dado el nombre de comu-nistas-unitarios. Estos declaran en alta voz que sonencarnizados defensores de la Rusia de los Sovietsy sostenedores decididos de la Internacional comu-nista: después de que le han declarado la guerraabierta. ¿Por qué el camarada Serrati y sus soste-nedores expresan tan ruidosamente su solidaridadcon Rusia? Porque Rusia, su revolución, sus princi-

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pios Y sus métodos de lucha gozan de inmensa po-pularidad entre las masas proletarias italianas. Por-que el proletariado italiano aclama y admira a laRusia de los Soviets, porque ellos sí son totalmentesolidarios con la Rusia de los Soviets, porque estándispuestos a apoyar hasta el fin, con todos los me-dios, a la Rusia de los Soviets. Por eso el camaradaSerrati y los comunistas-unitarios se adaptan a lascircunstancias para no perder su influencia sobreel proletariado.Pero no sólo hacia Rusia, sino también hacia la

Internacional comunista muestran amistad y sfm-patía. En la conciencia del proletariado italiano larevolución rusa se halla ligada, irrompible Y, sóli-damente, con la Internacional Comunista. El prole-tariado italiano, guiado por su conciencia y por suinstinto proletario, no separa la Revolución rusa dela Internacional comunista, las une como están uni-das en la vida real. El camarada Serrati y sus sos-tenedores se ven, pues, obligados a adaptarse tam-bién en esto al estado de ánimo del proletariadopara no perder su ascendencia sobre él. No tienen'el valor de decir franca y abiertamente que puestoque son contrarios a las 21 condiciones,2a las tesis

2 En los llamados 21 puntos de Moscú se contenían lascondiciones de admisión de los partidos socialistas en.laInternacional comunista, entre los cuales el compromiSOde romper con la política centrista.y reformista y de ex-pulsar a los reformistas y centristas. Serrati, si bien eraentusiasta partidario de la Revolución rusa, para mante-ner la unidad del partido se mostró, desde el comienzo,contrario a la expulsión de los reformistas, al cambio denombre del partido y a otros puntos. De aquÍ la polé-mica con el grupo de L'Ordine Nuovo, que comenzó in-mediatamente después del retorno de Serrati del 11Con-greso de la Internacional comunista. La polémica alcanzóextremos particularmente duros en 1921.En el XVIII Con-greso del partido socialista italiano (1-3 de octubre de'1922) Serrati se adhirió a las tesis internacionalistas yen agosto de 1924 ingresó en el Partido comunista.

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sobre la cuestión colonial y nacional, a las tesis so-bre. la cuestión agraria y al mismo principio cen-trallzador de la Internacional comunista, estáncontra la propia, Internacional..En sustan~ia, tanto los l'eformistas y los oportu-'

mstas, que henen el valor de decirlo abiertamentecomo los centristas y semicentristas, que no osa~proclamarse ,abiertam.ente contrarios a la Interna-cional comunista, pero rechazan sus resolucionessustanciales y trabajan con ella, tanto unos comootros son de hecho enemigos de la Rusia de losSo~iets y de la revolución proletari~' rusa, porqueqUlenes se declaran, de forma disimulada o claracontrarios a la organización internacional comunist~de los trabajadores son también enemigos de Rusiay su revolución. '

¿Qué es de hecho la Internacional comunista? Esla, realización internaci~~al de los principios y losmetodos de la Revolucion rusa.

La Revolución proletaria rusa es la primera revo-lución proletaria que ha concluido victoriosamentecon la conquista del poder por el proletariado en el'mayor país capitalista del mundo y con' la instau-ración por primera vez en la historia de la dicta-dura proletaria. Esta experiencia histórica de lac~ase revolucionaria rusa es de inmensa importan-CIa para todo el proletariado internacional y parasu, .l~cha de emancipación. De otra parte, la revo-luclOn rusa no es solamente producto de condicionesparticulares y especiales de aquel país, sino tam-bién un producto de la guerra imperialista mundial.Hoy, después de la guerra, en todos los países ca-pitalistas, la crisis económica, el paro, la carestía ladepreciación de la moneda, son fenómenos com~esque hacen las condiciones de cada país semejantesa las de Rusia antes de 1917.Pero no sólo el esta-llido de la revoluciór:¡ rusa sino también su des-

107RUSIA ES

arrollo, está relacionado y depende de la crisis eco-nómica' y política mundial, crisis que se hac~ ,cadavez más prolongada y profunda. Las condiCIonesde la revolución mundial maduran rápidamente ysólo la victoria de la revolución universal puedeasegurar definitivamente la victoria de la Revolu-ción rusa.

Ahora bien, la Internacional comunista no hacemás que organizar al proletariado internacional,extrayendo provec,ho de la preciosa y colosal ~:c-periencia de la revolución rusa para la preparaclOnde la revolucióh úniversal. .

Aplastamiento d'e la Revolución rusa quiere decir,pues, aplastamiento de la revolución mundial. Losgobiernos capitalistas lo saben y por eso combatena fondo contra la Rusia de los Soviets. Y esto es loque cada vez comprende más el proletariado inter-nacional, de cuya conciencia desaparece hoy cual-quier duda sobre el hecho de que estar a f~yor dela Revolución rusa es 10mismo que la adheslOna laInternacional comunista.

Aquellos, pues, que luchan, de modo abierto oenmascarado, contra la Internacion'al comunista lu-chan de hecho contra la Rusia de los Soviets; sonsus enemigos, enemigos tanto más peligrosos cuantoque militan en las filas de la clase obrera. De elloses la culpa de que la burguesía logre aún mantenerbajo su influencia a una parte de los obreros.

El deber supremo de los comunistas italianos esel dé desenmascarar y combatir esta peligrosa polí-tica de los centristas. ¡Fuera la máscara! gritamosnosotros a los hipócritas amigos de Rusia y de laInternacional; trabajáis, lucháis c~ntra la Interna-cional, sois" en consecuencia, enemigos de la pri-mera gran revolución proletaria. Cuando el prole;-tariado italiano comprenda esta verdad no podra

, más que condenaros.

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