revistag_2015-03-20_#84

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84 MáXIMAS DE MAX Max Gehringer Exejecutivo brasileño. Comentarista de asuntos corporativos y escritor Los rumores de pasillos son una oportunidad camuflada ¿SABíAS QUE...? F erraz, un amigo mío, participó en un seminario de autogestión de carreras. El seminario estaba com- puesto, como alardeaba el folleto, de temas “de relevante interés para quien quiere llevar las riendas de su propia vida profesional”. Entre ellos, los más impor- tantes fueron cómo sobresalir en el am- biente laboral, cómo estar preparado para aprovechar las oportunidades y cómo crear una red eficaz de relaciones internas. Y la sesión que más impresionó a Ferraz fue una que se llamaba “Informaciones Privilegiadas en el Nivel del Corredor”. El conferencista explicó que el 90% de las noticias sobre los laberintos de la empresa se transmiten entre los funcio- narios mediante la ancestral y eficiente vía oral. Y tiene ventaja quien se entera primero. Cuando, por ejemplo, un fun- cionario está a punto de salir, generando así una oportunidad de ascenso, existe un breve periodo entre las discusiones iniciales y la decisión final. Durante ese tiempo, la información se mantiene res- tringida a un par de jefes y a no más de dos o tres funcionarios bien relaciona- dos. Cuando, finalmente, la decisión se formación de uno podía ser importante para el otro. Magali estuvo de acuerdo, y Ferraz sintió que había pasado con honores el ítem 1 al establecer una valiosa relación de confianza. Yendo directamente al ítem 2, “compartir”, Ferraz le contó a Magali todo lo que sabía sobre las intrigas entre jefes, quién estaba en la cuerda floja, quién estaba saliendo con quién, quién falsifica- ba los informes de los gastos… Y Magali, impresionada, solo repetía, cada vez más bajo: “¿En serio? ¿De verdad?”. Ahora, venía la parte más importante: “usufructuar”. Ferraz, con un hilo de voz, le preguntó a Magali sobre la información privilegiada que ella tenía en el nivel del pasillo. Y Magali respondió en el mismo tono sumido: “Ah, yo solo sé lo del des- pido de Fernando, porque se publicó en un comunicado interno, ¿no lo leíste?”. No, Ferraz no lo había leído. Y después preguntó por qué Magali susurraba de esa manera, como si estuviera al tanto de todos los secretos corporativos. Ella aclaró: “Faringitis”. Sin embargo, agradeció la excelente información de Ferraz. En los pasillos sabe más quien sabe oír. publica para conocimiento general, los que se podían beneficiarse ya se habían beneficiado. Ferraz anotó inmediatamente las dos reglas prácticas del autogestor: 1) “Establecer relaciones de con- fianza” y 2) “Compartir el conocimiento propio para usufructuar el conoci- miento ajeno”. En el ambiente de trabajo, como re- velara el conferencista, revolotea muchí- sima información todos los días, pero solo la perciben los más atentos. Ferraz tuvo un ejemplo de eso al día siguiente. En el pasillo oyó a una colega, Magali, susurrar a otra colega: “Están despidien- do a Fernando”. Era el tipo de conversación a la que Ferraz nunca había prestado la más mínima atención. Pero ahora, debi- damente diplomado, Ferraz se acercó a Magali y comentó: “Qué sorpresa la salida de Fernando, ¿verdad?”. Y Ma- gali respondió bajito: “Es...”, inmedia- tamente, Ferraz también bajó el tono de voz y dijo que él y Magali eran dos personas bien informadas, y que la in- GETTY IMAGES

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  • 84 mximas de max

    Max GehringerExejecutivo brasileo. Comentarista de asuntos corporativos y escritor

    Los rumores de pasillos son una oportunidad camufladasabas que...?

    Ferraz, un amigo mo, particip en un seminario de autogestin de carreras. El seminario estaba com-puesto, como alardeaba el folleto, de temas de relevante inters para quien quiere llevar las riendas de su propia vida profesional. Entre ellos, los ms impor-tantes fueron cmo sobresalir en el am-biente laboral, cmo estar preparado para aprovechar las oportunidades y cmo crear una red eficaz de relaciones internas. Y la sesin que ms impresion a Ferraz fue una que se llamaba Informaciones Privilegiadas en el Nivel del Corredor.

    El conferencista explic que el 90% de las noticias sobre los laberintos de la empresa se transmiten entre los funcio-narios mediante la ancestral y eficiente va oral. Y tiene ventaja quien se entera primero. Cuando, por ejemplo, un fun-cionario est a punto de salir, generando as una oportunidad de ascenso, existe un breve periodo entre las discusiones iniciales y la decisin final. Durante ese tiempo, la informacin se mantiene res-tringida a un par de jefes y a no ms de dos o tres funcionarios bien relaciona-dos. Cuando, finalmente, la decisin se

    formacin de uno poda ser importante para el otro.

    Magali estuvo de acuerdo, y Ferraz sinti que haba pasado con honores el tem 1 al establecer una valiosa relacin de confianza. Yendo directamente al tem 2, compartir, Ferraz le cont a Magali todo lo que saba sobre las intrigas entre jefes, quin estaba en la cuerda floja, quin estaba saliendo con quin, quin falsifica-ba los informes de los gastos Y Magali, impresionada, solo repeta, cada vez ms bajo: En serio? De verdad?.

    Ahora, vena la parte ms importante: usufructuar. Ferraz, con un hilo de voz, le pregunt a Magali sobre la informacin privilegiada que ella tena en el nivel del pasillo. Y Magali respondi en el mismo tono sumido: Ah, yo solo s lo del des-pido de Fernando, porque se public en un comunicado interno, no lo leste?. No, Ferraz no lo haba ledo. Y despus pregunt por qu Magali susurraba de esa manera, como si estuviera al tanto de todos los secretos corporativos. Ella aclar: Faringitis. Sin embargo, agradeci la excelente informacin de Ferraz. En los pasillos sabe ms quien sabe or.

    publica para conocimiento general, los que se podan beneficiarse ya se haban beneficiado.

    Ferraz anot inmediatamente las dos reglas prcticas del autogestor:

    1) Establecer relaciones de con-fianza y

    2) Compartir el conocimiento propio para usufructuar el conoci-miento ajeno.

    En el ambiente de trabajo, como re-velara el conferencista, revolotea much-sima informacin todos los das, pero solo la perciben los ms atentos. Ferraz tuvo un ejemplo de eso al da siguiente. En el pasillo oy a una colega, Magali, susurrar a otra colega: Estn despidien-do a Fernando.

    Era el tipo de conversacin a la que Ferraz nunca haba prestado la ms mnima atencin. Pero ahora, debi-damente diplomado, Ferraz se acerc a Magali y coment: Qu sorpresa la salida de Fernando, verdad?. Y Ma-gali respondi bajito: Es..., inmedia-tamente, Ferraz tambin baj el tono de voz y dijo que l y Magali eran dos personas bien informadas, y que la in-

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