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Revista
Zapatoca
ÍNDICE
Pag. 3 Editorial
Pag. 5 Alfonso Gómez Gómez Carmen Pinilla D.
Pag. 9 Informe del Personero al Alcalde Bernabé Parra.
Pag. 10 Anécdotas para recordar La Redacción
Pag. 11 Honras fúnebres Eduardo Duran Gómez
Pag. 13 Luis Pinilla Rueda Claudio Plata Arenas
Pag. 19 Hechos La Redacción
Pag. 21 El Canelazo La Redacción
Pag. 22 Nota Ecológica Pablo Serrano
Pag. 23 Atascón históricos Pedro Joaquín García
Pag. 24 El turismo en grande llegará a Zapatoca Roberto Serrano G.
Pag. 26 Nota literaria Juan David Otero Bermúdez
Pag. 29 Romerías y Promesero José Ríos Trujillo
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Pag. 31 Unas Cortas Vacaciones Enrique Rueda Pinilla
LA PORTADA.
Presentamos una fotografía de dos partes del
tríptico dibujado por la señora Graciela Vega de García,
que muestra parte de Zapatoca de hace 50 años. El Oleo
se encuentra en las oficinas del Doctor Fabio García
Vega en Bucaramanga.
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Revista
ZAPATOCA Órgano de la Fundación Pro-Zapatoca
Director Impreso por
Presidente de la Fundación LITOGRAFÍA CORONA
SAULO TOLEDO PLATA Bucaramanga
EDITORIAL
Quienes sobrepasamos los setenta años añoramos el recuerdo de nuestros ancestros al ver el
desarrollo de la nueva vida y hacer un parangón entre las dos épocas. El civismo, el amor
por el terruño, la honradez, la ética, el deseo de servir, el deseo de superación, la
responsabilidad en el cumplimiento del cargo o del trabajo, son cualidades que han venido
mermando cuando no desapareciendo.
Hablando del desprendimiento y el amor por el terruño recordemos que los terrenos para el
aeropuerto fueron obsequiados por el entonces dueño de la finca, los terrenos para la
carretera por Chocoa entregados sin ninguna contraprestación, y comparémoslo con el
obstáculo que algunos propietarios de finca han puesto para la recuperación de los caminos
de piedra y cómo algunas veces los han cercado para impedir el paso de los peatones y
semovientes. Y no olvidemos el trabajo de algunas matronas organizando bazares con el
fin de recaudar fondos para la ejecución de obras de beneficio común, algunas de las cuales
han pasado a manos privadas sin que se reclamen. Así se levantaron los colegios de Santo
Tomás y Sagrado Corazón, la Apostólica, el Hospital La Merced, San Vicentico, el Hogar
San Antonio y otras obras menores.
La honestidad, que hoy parece ser una virtud desconocida, muy posiblemente por el
desinterés de los padres en inculcarla, seguramente por el deseo inconmensurable de hacer
riqueza, no importa el medio. Recordamos que cuando un niño de aquellos tiempos
Corrección ortográfica: Adriana Toledo Arenas
Corrector de prueba: Libardo León Guarín
Tercera Época Julio de 2013 Nº 91
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aparecía en la casa con algún objeto extraño lospadres lo reprendían, le averiguaban su
origen y lo llevaban al lugar donde decía lo había conseguido para constatar la verdad.
La ética, que según algunas definiciones, es el conjunto de normas de la conducta humana,
ha venido desapareciendo en la mayoría de los funcionarios, al punto de no saber, o no
querer, distinguir entre lo bueno y lo malo, Se hacen acuerdos buscando beneficios
personales, se ocultan detalles en los análisis y estudio de los trabajos para favorecer a
alguien, etc. Es como si se pretendiera establecer nuevas doctrinas de administración y
dirección, acordes con la conveniencia.
Recordamos el entusiasmo tanto de padres como de hijos cuando se hablaba de viajar a
Bogotá para ingresar a la Universidad en busca de superación, porque era un orgullo y un
prestigio adquirir una carrera profesional. El esfuerzo de los padres era grande para cubrir
los gastos, pero en igual forma el de los hijos para cumplirle a sus padres y para
demostrarse a sí mismos que eran capaces de alcanzar los objetivos. Es lamentable ver hoy
el conformismo que se nota en la mayoría de los jóvenes con el solo título de bachiller y
buscando el menor esfuerzo.
Recordemos la importancia de nuestros oradores, escritores, poetas, industriales y
comerciantes, y el orgullo que sentían al reconocer que eran zapatocas. Procuremos
inculcar en esa juventud actual, no solo por parte de padres y profesores, sino también de
amigos y asociaciones de todo tipo el orgullo de haber nacido en esta tierra. Esa juventud
necesita de nuestra experiencia, pero sobre todo de nuestro ejemplo. Busquemos que todos
sean embajadores de nuestro terruño, antes que avergonzarse de ser zapatocas. Seamos
amables con los visitantes para que se lleven un buen recuerdo de nuestra cultura, y una
grata impresión de nuestro municipio.
Qué grato es visitar un sitio donde de entrada se nota el interés del anfitrión por el visitante.
Recordemos que de la impresión que se lleve depende su regreso, la recomendación a sus
familiares y amigos, el bienestar de muchos de nuestros productores, el mejoramiento de
las finanzas del municipio y el desarrollo de nuevas obras entre otros.
Es posible que el esfuerzo nos cueste, pero vale la pena.
El destino tiene dos maneras de herirnos: negándose a cumplir
nuestros deseos y cumpliéndolos.
Henri-FredericAmiel
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ALFONSO GÓMEZ GÓMEZ
Su vida, obra y milagros.
Sus primeros años.-La aldea natal donde el 12 de
marzo de 1921, nació el Dr. Alfonso Gómez Gómez y
pasó sus primeros años, tenía un nombre curioso “La
Robada o Rodada” –de acuerdo al Dr. Aquileo Parra-
; que ese nombre se le diera inicialmente a Galán viene
del hecho de que el peñasco que lo circunda, por
efectos de la lluvia, rodó destruyendo el paso del rio
Suárez; posteriormente, con ocasión del centenario del
sacrificio de José Antonio Galán, la Asamblea del
Estado Soberano de Santander quiso honrar al
prócer dándole a la Rodada, su nombre: “Galán” .
El Dr. Gómez Gómez vivió en su pueblo natal hasta
los catorce años; en 1935 salió hacia Zapatoca y se matriculó en el colegio que dirigían
los Hermanos Cristianos; luego pasó al Socorro a un colegio de los mismos Hermanos, y
luego a San Gil, al Colegio Guanentá, también dirigido en ese entonces por la misma
Comunidad, hasta 1944, cuando por cuestiones de clima, se trasladó a Tunja, al colegio
Maldonado Calvo, dirigido por Salesianos, hasta el quinto bachillerato, terminando
entonces en Bogotá en el colegio León XIII, de la misma Comunidad
La educación entonces era muy rígida; sus padres, Agustín Gómez y Sara Gómez de
Gómez, ejercían gran autoridad y su hogar no fue la excepción; se obedecía sin discusión:
no salir a la calle y mucho menos de noche e ir a la escuela obligatoriamente. De todas
maneras para efectos de la disciplina primero estaba el diálogo, y si no se acataba, venia el
castigo casi siempre con el cinturón del hombre de la casa.Su infancia pasó sin
alteraciones, sus juegos muy ingenuos: saltar al lazo en la calle, jugar a las maras o las
canicas, y al futbol que comenzó en Galán en 1931.
El amor al trabajo, sobre todo al campo, ya que su padre era ganadero, se inculcaba a los
niños desde muy temprana edad, trabajos campesinos que él practicó y cuyo aprendizaje le
fue muy útil, cuando posteriormente tuvo sus predios en San Vicente de Chucurí.
Sus pinitos en la política.- Cuando tenía unos 7 años llegó a su pueblo natal el Dr. Manuel
Serrano Blanco, Secretario de Educación Departamental y escuchando la oratoria del
político se formó el propósito de ser como él, y así se lo prometió al mismo Dr.
Manuel; de esa visita del Dr. Serrano Blanco, nació el gusanillo de la legislatura; cuando
ingresó a la Universidad Nacional sabía perfectamente lo que era un delito de opinión y
lo que significa en la historia para el desenvolvimiento de los hechos.
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A tal punto le llamaba la atención la política, que de niño se escapaba de casa
para escuchar, en una tienda vecina, en un aparato musical de la época, “la victrola” un
disco que reproducía las voces de los generales Uribe y Herrera en el desarrollo de la
batalla de Palonegro. Para 1930, el mundo político se enrarecio con la división
conservadora entre los candidatos Guillermo Valencia y el general Vásquez Cobos, que dio
por resultado la candidatura liberal del Dr. Enrique Olaya Herrera. El sentimiento liberal –sus padres lo eran- se arraigó profundamente en su alma y empezó a
leer los escasos periódicos que llegaban a la casa de un pariente liberal; se conmovió
mucho ante el asesinato de un primo suyo, Alejandro Rueda Gómez por el simple hecho
de ser liberal, situación que arraigó en él, fuertes convicciones y desde entonces no vaciló
en estudiar el mundo político.
Comenzó muy temprano su actividad pública: antes de haber cumplido los 21 años y
hallándose en Bogotá, siendo estudiante de la Facultad Nacional de Derecho, lo incluyeron
para integrar la lista del Concejo de Galán, su tierra natal. Conoció entonces todo lo
concerniente a la normativa jurídica que implicaba ser un edil, situación que
lo inmiscuyó en la actividad político-electoral, y que le sirvió como entrenamiento para
después ser elegido Diputado a la Asamblea, en 1943, siendo uno de sus primeros logros el
puente sobre la quebrada “Chivirití”, en el camino hacia Galán.
En su época de estudiante fue empleado del Ministerio de Obras Públicas y como
escribiente en la Cámara de Representantes, pasando después a ser auxiliar del
magistrado, Dr. Agustín Gómez Prada, de Zapatoca, en la Corte Suprema de Justicia.
Cuando fue elegido Diputado estudiaba en la Facultad Nacional de Derecho y por cuestión
de tiempo tuvo que retirarse, para terminar sus estudios en la Universidad Libre,
terminando sus estudios en junio de 1947; y de inmediato pasó a ser juez municipal del
Socorro, ciudad donde vino a conocer los sinsabores de la contienda política en el
estallido de la violencia partidista del 9 de abril de 1948.En agosto de 1948, por
invitación del Dr. Pedro Gómez Parra, Consejero de Estado, pasó a ser magistrado del
Tribunal de lo Contencioso Administrativo de Bucaramanga. En el ejercicio profesional.- Ya profesional de la abogacía, en San Vicente de Chucurí
empezó su vida como colonizador terrateniente en sociedad con Efraín Ardila Serrano y
posteriormente con Policarpo Ruiz Sierra; la vida allí era muy difícil por la violencia
desatada entre conservadores y liberales, al punto que tuvo necesidad de interrumpir el
ejercicio de su profesión porque fue advertido de los peligros que representaba su presencia
en ese lugar; pese a los riesgos su oficina de abogado continuó abierta, viajando
periódicamente a San Vicente, hasta cuando la violencia le impidió volver, teniendo
que suspender su actividad por algún tiempo. Para entonces era asiduo comentarista
político en el periódico “Vanguardia Liberal”, donde escribía una columna que se llamaba
“Descanso Dominical” con el seudónimo de “Ariosto” y otra con el alias de “Palemón”.
Toda esta situación de violencia partidista trajo como consecuencia el golpe de Estado del
general Gustavo Rojas Pinilla el 13 de junio de 1953, quien posteriormente dictó un decreto
concediendo amnistía para quienes estuvieron comprometidos en la rebelión contra las
dictaduras de Laureano Gómez y Ospina Pérez, situación que posteriormente derivó en el
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Frente Nacional, coalición política pactada entre liberales y conservadores, que se mantuvo
vigente entre 1958 y 1974, en convenios de cuatro años para un total de dieciséis, lo que a
su vez hizo surgir el Movimiento Revolucionario Liberal, MRL. En 1958, la Junta Militar
que reemplazó a Rojas Pinilla, convocó a elecciones, siendo ganador a la presidencia
Alberto Lleras Camargo y el Dr. Gómez Gómez Representante a la Cámara.
En 1969, ejerció por un año la Gobernación de Santander, plazo muy estrecho para realizar
obras de relevancia; de todas maneras impulsó las vías de comunicación, entre ellas las
carreteras a Cepitá, a Umpalá, Berlín-Cerrito y la que avanza de Florián hacia la zona de
Boyacá; el Gualilo a Santa Elena, que requería un puente importante. Igual las de la zona de
Cimitarra e impulsó la vía de La Llana-El Topón, desde la ruta de S. Vicente-Barranca,
hasta el Bajo Cascajales, construida por ingenieros militares con recursos del Incora.
Embajador de Colombia * En la ex Unión Soviética.- En 1970, en la presidencia del Dr. Misael Pastrana, fue
designado Embajador en la ex Unión Soviética, donde permaneció 3 años; alli pudo
conocer las variantes de las diferentes culturas, y donde favoreció el estudio de muchos
colombianos becados en diferentes Universidades Rusas.
* En China.- En esta segunda ocasión, durante la presidencia del Dr. Belisario Betancur en
1983, le correspondió en la República Popular China, de régimen comunista; allí, siendo el
representante cacaotero de Colombia, impulsó el comercio del grano con esa
república, siendo la primera compra de 300 toneladas, para más tarde solicitar 3.000,
elevándose así la compra a los agricultores colombianos.
* En Uruguay.- En esta oportunidad, en la administración del Dr. Virgilio Barco, le
correspondió en la República Oriental del Uruguay, embajada que desempeñó en la ciudad
de Montevideo, donde tuvo la representación de Colombia en Aladi (Asociación
Latinoamericana de Integración), en la que periódicamente se acuerda el intercambio de
productos que cada país le corresponde enviar a la nación solicitante.
* Naciones Unidas.- Al terminar la gestión en el Ministerio de Gobierno, el Dr. Betancur lo
incluyó en la Delegación de Naciones Unidas, donde perteneció a la Comisión Sexta, que
trata la Codificación del Derecho Internacional, en la cual se registran los diferentes
tratados que celebran los miembros de la ONU; allí tuvo la oportunidad de conseguir, para
la Biblioteca de la U. Autónoma de Bucaramanga la colección de tratados, en varios
idiomas, que se han celebrado en el mundo desde el nacimiento del Organismo
Internacional. Cuando de Moscú regresó al país, pasó por varias décadas en Congreso, desde donde
trabajó en vías de comunicación y en un plan de acueductos, entre ellos los de Vélez,
Oiba, Zapatoca, Betulia y en mejoras en algunos otros y posteriormente fue llamado a la
Alcaldía de Bucaramanga en la gobernación del Dr. Rafael Ortiz González, desempeño de
tan solo un año, durante el cual se realizaron las obras de saneamiento, para cambiar las
redes de alcantarillado por otras nuevas.
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Ya para 1978 vino la segunda gobernación de Santander, en la presidencia del Dr. Julio
Cesar Turbay, cuando siguió impulsando los trabajos en zonas de colonización en la parte
alta del rio Opón en San Juan Bosco de la Verde, de Aragua y Sta. Elena y
varios proyectos viales, entre ellos en la extensa región de San Vicente en el sector que
lleva a El Carmen, impulsando en esa forma las zonas cacaoteras y cafeteras, generadoras
de divisas para la economía colombiana. Igualmente solicitó recursos para la terminación
de la Biblioteca Gabriel Turbay y firmó para San Vicente el contrato para la construcción
del actual hospital. Apoyó los albergues dé ancianos en el Valle de San José, Barichara,
San Vicente, Zapatoca, Socorro y Galán. En la rama educacional, la ampliación de los
colegios de El Carmen, Cimitarra, Landázuri y la fundación del colegio en Puerto Parra.
Decretó también la erección del municipio de El Playón, con el respectivo colegio. Cuando se dio la segunda elección popular de alcaldes ganó la alcaldía de Bucaramanga; en
esa ocasión pudo realizar la construcción de la Plaza Luis Carlos Galán, proyecto
presentado al Dr. Cesar Gaviria, quien giró los dineros reglamentarios. Igualmente realizó
el velódromo Alfonso Flórez. Una de las iniciativas de vital importancia para colaborar con
el medio ambiente, fue dotar a Bucaramanga del primer horno crematorio de cadáveres,
cuya temperatura es de 800 grados centígrados, idea que trajo desde Moscú cuando fue
Embajador en la Unión Soviética, y cuya inventiva fue apoyada por otros países
circunvecinos. Son muchas las cosas que Santander le debe al Dr. Alfonso Gómez Gómez, primero como
uno de los políticos más legales y de una honorabilidad sin tacha, que pasaron por los
caminos de la Gobernación, la Alcaldía de Bucaramanga y demás cargos y segundo, como
dice el apóstol Juan al terminar su Evangelio respecto a Jesús, “son tantas las cosas que Él
hizo, que si se escribieran una por una, no cabrían los libros en el mundo”. Paz en su tumba. N.R. El presente artículo es una recopilación hecha por la Señora CARMEN PINILLA
DIAZ., del libro “Alfonso Gómez Gómez, apuntes para una Biografía”, investigación
hecha por la Universidad Autónoma de Bucaramanga UNAB por Doris LamusCanavate y
Heriberto Sánchez Bayona.
* * *
Agua que no has de beber déjala correr
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INFORME DEL PERSONERO AL ALCALDE SOBRE LA
MENDICIDAD EN LAS CALLES DE ZAPATOCA, SOBRETODO DE
LOS NIÑOS, en 1883
(Nota aclaratoria: se transcribe con la ortografía y gramática de entonces)
Febrero 2 de 1883.
Sr, Alcalde de este distrito, presente: vagan por las calles públicas de esta ciudad un
considerable número de personas que no tienen otro móvil que ir de casa en casa i de sitio
en sitio i de tienda en tienda pidiendo una limosna, bien para satisfacer sus necesidades o
bien para conservar el hábito de la pereza i vivir de la caridad pública. La jeneralidad de
estas personas son mujeres alentadas i sin lesión alguna que habituadas ya a pedir la
limosna por el consentimiento público, buscan los más miserables harapos para inspirar
compasión itener así segura la limosna para seguir en el oficio siendo un ultraje para la
caridad pública i el pudor social. Hai también un número considerable de niños que
mendigan a la vez la limosna i que serían una esperanza para la patria si desde ahora se
evitara el que el vicio de la pereza, de la desidia i del glotonismo echara raíces en esos
tiernos corazones i los precipitaran a ser mas tarde la afrenta i la escoria de la
sociedad, porque los padres en lugar de entregarlos a personas que pudieran educarlos i
correjirlos, si es que realmente carecen de los medios necesarios para criarlos i educarlos o
que sus impedimentos físicos no les permite allegarse esos recursos, los mandan a las calles
públicas a que pierdan la vergüenza i se enseñen a vivir de la limosna. Estos tristes
espectáculos no solamente son una perdición sino una manifiesta violación de la lei, sino
que no son honrosos para una ciudad tan importante como Zapatoca que cuenta con hijos
magnánimos, jenerosos i caritativos i que poseen un extenso i hermoso Hospital de
Caridad con rentas públicas.
Recoger en primer lugar esos niños que pordiosean un mendrugo de pan i colocarlos en
poder de personas que puedan alimentarlos i educarlos, i luego hacer un examen riguroso
de los demás mendigos para conducir al hospital a los que necesiten del auxilio de la
caridad i los otros obligarlos a trabajar por su cuenta o concertarlos; me parece es lo que
por ahora esije el patriotismo i el buen nombre del pueblo de Zapatoca. U. (usted) i yo
inspirados en los mismos sentimientos de humanidad no podemos aceptar que mientras
tengamos en nuestras manos la manera de hacer el bien público, se esquilme a la sociedad
con una falsa indijencia, se ofenda el pudor social con cuerpos descubiertos, sucios i
llagosos i se precipiten en el fango de la corrupción i de la inmoralidad niños sanos i
robustos que mañana puedan ser mui bien hombres intelijentes i útiles a la patria i la
familia.
(Fdo) Bernabé Parra.
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Anécdotas para recordar.
Por el año de 1978, el entonces alcalde de Zapatoca, Doctor Luis Aurelio Díaz, llamó a un
joven ingeniero para que le enviara un bulldozer con el fin de hacer una explanación para
construir una cancha de futbol que desde entonces se llamó El Campín
La máquina fue enviada, y los trabajos se efectuaron bajo la dirección del propio alcalde.
El 27 de diciembre el Doctor Luis Aurelio llamó por teléfono al Ingeniero para pedirle que
viniera al día siguiente para legalizar las cuentas por cierre del año.
El Ingeniero Fabio García Acevedo llegó a Zapatoca, firmó el contrato, el acta de iniciación
de trabajos, el acta de entrega de la obra y recibió el cheque valor del trabajo, todo en una
hora o menos.
Todo esto se cumplió sin pedir ni dar mordida, y confiando solamente en la buena fe. Eran
tiempos en los cuales los profesionales ponían en práctica las enseñanzas y ejemplo de sus
padres. Hoy no hay enseñanza ni ejemplo de ellos. A pesar de esa falla, ¿será posible que
algo parecido se pueda hacer hoy en un país tan corrupto?
Esta anécdota es publicada para enseñanza de quienes aspiren a las alcaldías en los
próximos años.
¿Entonces usted no le tiene miedo a la muerte?
¡Pero cómo voy a tenerle miedo a la muerte! Qué le voy a tener miedo a la muerte si
nunca voy a conocerla. La única muerte que yo no voy a conocer es la mía. La muerte
para mí no existe. De todas maneras me voy a morir. Yo les digo a mis estudiantes:
Estar vivo es sumamente peligroso; si no quiere peligro, muérase, porque a los
muertos no les pasa nada. (Doctor Rodolfo Llinás)
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HONRAS FUNEBRES
N.R. Las siguientes son las palabras pronunciadas por el Doctor Eduardo Durán Gómez en
representación de la Academia de Historia de Santander ante las cenizas del Doctor
Alfonso Gómez Gómez
Resulta increíble que esta urna funeraria que tenemos aquí al frente, reúna tantos recuerdos,
abarque tantos episodios y comprenda
tanta historia.
La vida de Alfonso Gómez Gómez la
podemos describir como un ciclo de
incomparables ejecutorias, que a través
de su intensa y extensa existencia, fue
marcando un rumbo de claros derroteros
que supo asumir con la responsabilidad
de quien quiere dejar una huella de
profundos alcances a través de su
recorrido por el mundo.
Un hombre sencillo, amable al extremo, sin pretensiones de ninguna clase, pero con ideales
claros, con conceptos cuidadosamente elaborados, con proyecciones definidas, no irrumpía
sino sabía llegar: con discreción, con respeto, con paciencia, hablando sólo cuando fuera
necesario, en tono menor, sin estridencias, pero definiendo con convicción y determinación
cada una de las actitudes a seguir. Sin condescendencias, sin temores, sin arrogancias y por
sobretodo, sin claudicaciones a ninguno de los principios que rigieron su recta y formidable
personalidad.
Definida su vida profesional en la disciplina del Derecho, se presentó ante los escenarios de
la judicatura como el juez acucioso e imparcial, y su prestigio como determinador de la
Justicia pronto lo colocó en la Magistratura del Tribunal Superior de este Departamento.
A la política llegó, como él solía denominarse, como “Un hombre solución” A dirimir
conflictos, a construir alternativas, a agitar banderas de pensamiento y de convicción y a
dar ejemplo de conducta, de disciplina, de honradez, de consagración a la misión
encomendada y también a ejercer un liderazgo que surgía por sí propio, nunca impuesto, ni
acomodado por las argucias o por los engaños, porque la suavidad de su figura, el carácter
de su personalidad y el acopio del conocimiento lo iban situando en el lugar adecuado y
oportuno.
Comenzó su carrera como diputado y rápidamente ascendió al Congreso, a donde llegó
expectante y ávido de emprender un trascendental recorrido. Allí fue conociendo de cerca
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las grandes figuras de la política nacional que aprendieron a valorarlo y a admirarlo por su
dedicación al trabajo parlamentario, por su compromiso con sus ideales y por su rígida
postura en defensa de los nobles principios de la ética y la transparencia.
Así fue como los grandes jefes de ambos partidos lo distinguieron con sobresalientes
encargos, para cogobernar en destacadas posiciones: dos veces alcalde de Bucaramanga;
dos veces Gobernador de Santander; embajador ante los gobiernos de la Unión Soviética,
Uruguay y China, y ministro de Gobierno, encargado de las funciones presidenciales,
cargos todos en los que se lució como persona, brilló como profesional y honró
compromisos con su pueblo al que representaba con dignidad, decoro y entrega especiales.
Nunca comprometido, ni en excesos, ni en derroches, ni en extravíos y siempre admirado
por la ponderación con que ejercía sus funciones.
Los bumangueses y los santandereanos en general lo recordaremos como el amigo cercano
a quien se le confiaban todas las angustias y todos los anhelos, en los cuales él sabía hacer
causa común, porque nunca se sustraía a ningún llamado y jamás evadía un compromiso
con sus gentes.
Admiré profundamente su capacidad para pensar en la región. Era frecuente recibir
llamadas suyas a las más extrañas horas, siempre con una idea novedosa, siempre con un
afán sobre algún asunto y muchas veces con el vivo anhelo de coadyuvar en la petición de
un ciudadano solícito de alguna colaboración. Sabía de los problemas del Departamento
como el que domina todos los asuntos de una oficina: identificaba las necesidades
puntuales, definía soluciones, alentaba voluntades para sumar esfuerzos y vencía obstáculos
para obtener resultados.
Esa capacidad innata para concebir ideas y allanar proyectos, fue la que le permitió crear
esta obra magnífica de lo que en un comienzo fue el Instituto Caldas y después se proyectó
como la prestigiosa Universidad Autónoma de Bucaramanga. Miles de santandereanos
hemos podido cumplir el sueño de la educación, gracias a esta empresa que ha sabido
formar el talento humano, proyectar el desarrollo y generar los más nobles y futuristas
ideales. Aquí él se sentía en el mejor oficio, el de maestro, el gran maestro, compartiendo
su conocimiento, agitando las ideas y construyendo progreso.
Estoy convencido que el Departamento fue muy afortunado al haber contado con un talento
como el de Alfonso Gómez Gómez durante tanto tiempo, pues tuvo la oportunidad de
contar con una sombra tutelar, con un guía en el camino y con un capitán en las lides por la
conquista del progreso.
Dentro de las múltiples facetas de admirar en su rica y fecunda personalidad, estuvieron
presentes la del intelectual, la del humanista, la del lector incansable, que lo hicieron
mostrar también como un lúcido académico que aportó vastos conocimientos a la
preservación del patrimonio cultural e histórico de la Región. La Academia de Historia de
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Santander lo tuvo en todo el recorrido de su estamento jerárquico hasta llegar la dignidad
de Presidente Honorario y la Academia Colombiana de la Lengua lo exaltó a la categoría de
Miembro Correspondiente, graduándolo de paso como maestro del idioma.
Que dolor tan grande el que nos produce tener que despedir definitivamente a un hombre
tan fundamental y sustancial, que supo librar todas las batallas y que jamás claudicó o
evadió la responsabilidad; que siempre honró su palabra y que defendió los más caros
principios con los más vivos sentimientos de grandeza y convicción.
Ahí queda su legado: al Departamento le deja su obra en todas y cada una de sus
expresiones. A su Partido le deja la sabia condensada en sus principios y plasmada en sus
acciones. A su universidad le deja el logro de una institución de prestigio nacional que
forma el talento y crea los escenarios futuros de la región. A la Academia le entrega su obra
grandiosa, pues él, además de ser un historiador, fue también un constructor de la historia
que va ligada al unísono con la sangre, que por las arterias de este Departamento corre y
abre la esperanza.
Y a su familia y a sus amigos, nos deja la imagen del insustituible patriarca que supo
formar, que supo orientar y que nos entregó su alma generosa y nutricia para enseñarnos el
camino promisorio.
* * *
Luis Pinilla Rueda
Claudio Plata Arenas
Hay ocasiones en que es necesario recordar a la gente por la huella que han dejado en su
paso por la vida. Esta es la ocasión a que nos queremos referir en esta edición, aún cuando
parezcamos repetitivos. Hacemos esta salvedad por cuanto nuestra edición de abril de 2008
hicimos mención a don Luis Pinilla Rueda, con motivo del sexagésimo aniversario de su
asesinato.
El próximo 25 agosto se cumplen 100 años de su nacimiento en San Vicente, en el hogar de
profunda raigambre Zapatoca, formado por don Ramón Pinilla y doña Justina Rueda.
Contrajo matrimonio el 16 de octubre de 1934 con Lastenia Pinilla Serrano con quien tuvo
siete hijos. Pero hoy no vamos a escribir su biografía por lo expuesto anteriormente.
Vamos entonces a transcribir una carta escrita en Barranca en Julio 10 de 1948, que dice
todo lo que nos faltó decir en aquella ocasión, y que refleja el carácter y la personalidad de
Don Luis.
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Dice así: Sr. Efraín García Díaz Licenciado
Muy estimado señor y amigo. Ha sido para mí motivo de profunda satisfacción espiritual,
su confidencia de que los miembros del Club Rotario desean allegar algunos datos
biográficos sobre Luis Pinilla, con el fin de hacer algún homenaje recordatorio en su honor.
Acaso sea esta la única retribución de justicia que se le haga a su memoria, ya que el
castigo de aquel horrendo crimen parece que definitivamente va a cubrirse con la negra
capa de la impunidad y relegase su responsabilidad atroz a las tinieblas de lo anónimo e
incógnito. Para nosotros, sus allegados o más próximos familiares y quizá también sea así
para quienes fueron sus colegas de
negocios y amigos sinceros, su
desaparición nos ha dejado un profundo
vacío, y ahora la perspectiva de que la
sociedad va a ser humillada por enésima
vez y menospreciada por la justicia, nos
hace sentirnos como almas en pena
vagando entre aquella monstruosidad y
un tanto culpables por no tener todos
nosotros sin distingos de colores
políticos, quienes nos sentimos
defensores de los principios tutelares de
la sociedad, el valor civil de revelarnos
contra los sistemas que hacen posible
tamañas barbaridades; nos miramos las caras, viendo que en nuestro círculo enantes
animado hay un lugar vacío, sabemos quién los ocupa y no ignoramos que no vuelve; pero
ninguno vio siquiera su ataúd u oyó por él la piadosa campanada del silencio, ni le hizo el
homenaje de ir consigo hasta la última morada y aceptamos con humillante pasividad el
poder de una turba de miserables que nos arrancan los seres queridos de la propia entraña
de nuestros sentimientos fraternales, para inmolarlos cruelmente ante un extraño monstruo
de doctrinas disolventes, con la inaudita pretensión de no permitirnos el mínimo derecho de
sentirlos, de pedir justicia y encontrarla, de honrar su memoria y aún quizá de orar por
ellos… y pensar que todavía me queda quien a nombre de tal o cual bandera defienda tan
absurdos sistemas y caminos por los que va rodando nuestro carcomido andamiaje social…
extraño en que aquí con este puerto, quienes fueron los colegas de sus últimos días, amigos
de camaradería, y compañeros de negocios, gentes de influencia y facilidades para escalar
las tribunas periodísticas, hayan guardado un silencio casi rayano en culpable sobre éste
inicuo caso; apenas si se ensayaron los elogios que bien pudiéramos llamar de oficio y ya el
manto de un olvido cómplice cubrió aquél reguero de sangre que clama venganza al cielo y
cuya repugnante impunidad gravita ya como una congoja más sobre el alma atribulada de
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su viuda y de sus huérfanos, cuya única esperanza de retribución justiciera es ya aferrarse
con las fuerzas de la fe a la máxima de Cristo: “Bienaventurados los que tienen hambre y
sed de justicia…”
Es incompresible que mientras los agentes del crimen se unan contra las gentes del bien,
éstas nos abandonen a nuestra propia suerte; y que si el escándalo farisaico es casi capaz de
paralizar todo el sistema social cuando cualquier alimaña humana cae herida al fin por la
mano justiciera, el vil asesinato del inocente, en cambio, pasa como un hecho trivial que
apenas si merece una propuesta de fórmula cuando queremos comprender que esta actitud
es ya el ofrecimiento de nuestro cuello a la misma cuchilla homicida? Parece como si un
poder sobrenatural nos haya puesto el ejemplo de esta atrocidad para darnos a todo nosotros
un NO rotundo sobre todos vuestros sistemas y ensayos que vivimos urdiendo dizque para
darnos sistemas sociales amables y ordenados; porque si miramos por el lado de las
cuestiones políticas, él era inocente, jamás admitía discusiones sobre éstos tópicos y antes
parecía que le disgustaban; luego nuestros sistemas políticos que sacrifican al justo son
sucios y absurdos.
Y en cuanto a la circunstancia de que gozara de una situación holgada de vida, también
aquí salta la negativa contra el sistema de quienes so pretexto de sindicarlos como
explotadores del proletariado, desatan las iras de sus envidias contra cualquiera que tenga
algo, no importa que haya sido logrado a golpes de energía honrada para construir la
bonanza de su porvenir y el bienestar de un hogar honorable; porque con éste repugnante
sacrificio están negando que el esfuerzo personal merezca premio, que el trabajo copioso se
retribuya con la bonanza, que la aplicación de la energía humana sea lo único que merezca
la compensación de la fortuna por las fatigas consumadas como ellos dicen, puesto que
apenas alguien se coloca dentro de su pauta, entra automáticamente a la pista de los
perseguidos.
Porque Luis fue uno de los hombres que conoció de las más rudas labores de todos los
ramos; los montes conocieron del tañido de su hacha poderosa cuando hombro a hombro
descuajaba en su finca los montes que luego fueron hermosos pastares y fecundó
patrimonio; y, cuando fuimos vecinos y colindantes en San Vicente, recuerdo que nos
ayudábamos como se dice “a días vueltos” y jamás había manera de superar su esfuerzo
poderoso en lucha abierta con las espinas y los abrojos; en fin, en todos los ramos que
trabajó, fue empezando desde el extremo donde se aplica el esfuerzo fatigante netamente
humano, hasta llegar al otro extremo donde se usa la fuerza mental para la dirección,
aplicando la pericia adquirida sobre la propia ruta y proceso de las labores.
Entonces, por qué se le sacrificó tan atrozmente? Si se pretende que dizque por la cólera de
los llamados proletarios porque él tenía bienes de fortuna, no están ellos mismos negando
que la dura brega en que ahora se debaten, tenga derecho a ser algún día retribuida con la
holgura?
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Desde el drama del calvario, acaso sea que de tiempo en tiempo Dios en sus designios
inescrutables quiera el sacrificio de la sangre del justo para hacer virar la humanidad por los
senderos de la rectitud; lo necio, triste y fatal será que no queramos aprovechar sus sabios
avisos y convencernos de las estupideces de que están viciadas todas nuestras teorías, unas
merodeando por los predios del manzanillaje cabalgando al lomo de las honras ajenas; otros
con teorías extrañas que solo encubren el odioso sentimiento de la más negra envidia y
todos mutuamente marchando bajo la tutela de nuestros propios errores hacia nuestra
misma destrucción…
Qué podrán hacer entonces si instituciones fuertes que se dicen tutelables de la sociedad
(por ejemplo los Rotarios) en bien de toda la comunidad?… Mientras este interrogante se
resuelve, allá quedará olvidado definitivamente el gran mártir, sin haberle rendido siquiera
homenaje de una peregrinación en su tumba, cual se hace el último honor hasta del más
obscuro ciudadano, pues los llamados a cumplirla temen al populacho… es la cobardía de
los unos y la negra envidia de los otros, lo que está produciendo esta crisis luctuosa de la
inversión de los valores, de las grandes negaciones y de las más repugnantes apostasías…
Bien podemos ir preparando la cicuta si es que encastillados en nuestra cobardía seguimos
declinando el deber de la lucha; pero nos queda aunque sea vergüenza que nos impida
resignarnos a morir lamiendo la mano de nuestros verdugos.
Usted tendrá la bondad de perdonarme que me haya extendido en tantas reflexiones
sentimentales, dejando quizá de lado el fin primordial de debería haber tenido la presente.
En resumidas cuentas son muy pocos los datos biográficos que yo pueda dar sobre él, pero
sí de mucho valor espiritual para que quieres hayan de cotejarlos, puedan rendirle,
uniéndolos a otros que recojan el honor merecido; que sobre lo que fue su vida como
negociante si están ustedes mucho más informados de detalles, puesto que yo, modesto
empleado, en este plano sí estaba muy distanciado de él, negociante de grandes iniciativas.
Lo que yo puedo decir de él, son solo apuntes de carácter moral.
El 25 de Agosto del presente, iba a cumplir los 35 años. A la edad de 20 años, (en 1933)
vino a radicarse definitivamente en Barrancabermeja, con el único capital de una
experiencia ya bien cimentada en asuntos de ganadería y la religión del trabajo aferrada a
su ánimo como un credo de fe. Contra su espíritu forjado al calor de un hogar cristiano no
hizo mella la influencia licenciosa de Barrancabermeja, por este entonces 100% más
contaminada de prostitución y de vicios que en la actualidad. Muy pronto los magnates
ganaderos del puerto supieron qué clase de hombre era el que se les ofrecía como un
colaborador y empezaron sus primeras operaciones afortunadas aunque aún en pequeña
escala. Por ese entonces, fiel a la tradición de sus antepasados y a los juramentos hechos a
su prometida que dejara antes de venirse a buscar campo más amplio de acción para sus
energías, consagró su estado civil de casado el día 16 de Octubre de 1934. Bien se dice en
el lenguaje de la experiencia, que en los matrimonios acertados, los esposos se
identificaban, pues la elegida no vino a su lado para ser como un lastre sino a prestarle aún
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mayores bríos para la lucha con la entereza de su espíritu; y, así unidos, identificados y
dignos el uno del otro, ya hacia 1935 empezó a abrirse paso en los negocios.
No entró pues a los dominios de la solvencia económica por los senderos fáciles de la
herencia, la lotería, ni siquiera de lo que llaman muchos buena suerte cuando no quieres
reconocer la dinámica de las fuerzas propias ordenadas por el sentido común hacia el
trabajo tesonero, metódico y constante. Sanas costumbres, comodidad sin despilfarros,
decencia sin ostentación, honorabilidad y nobles ejemplos de laboriosidad y virtuosas
tradiciones, fueron los oropeles que rodearon su nacimiento y ennoblecieron su cuna. Dios
quiso que su alma de gran señor viniera a este mundo bajo traje de paisano.
En las escuelas urbanas de San Vicente y luego en el colegio que por ese entonces dirigían
los Pbros. Doctores Eliseo Durán y Helí Herrera en aquel mismo pueblo, adquirió los
conocimientos que le fueron suficientes para desenvolverse con éxito en la vida. La
Universidad no hubiera podido enseñar nada a aquel cerebro que jamás le paró mientras a
ninguna teoría y que todo lo planteaba sobre terreno de lo práctico impulsado por una
superioridad inigualable de la virtud del sentido común. Por otra parte su natural inquieto y
emprendedor se rebelaba contra la quietud y reposo que a las lides meramente intelectuales
impone la disciplina de las aulas; y fue por eso que mientras su hermano ingresaba al
seminario de Tunja para coronar la carrera sacerdotal, él se lanzaba a la conquista de su
porvenir. La lucha fue ardua y tuvo todas las etapas prósperas y adversas de ascensos y
descensos, antes para consolidarse en una posición definitivamente sólida.
La pericia inigualable en el conocimiento de los temas ganaderos, no fue para él la fácil
conquista de los que adinerados se lanzan a la plaza de ferias a jugar al azar con unos pesos
que les sobraban. Fue en las dehesas de San Vicente donde se le vio desde un adolescente
irrumpir en los pastares, rejo en mano, en plena lidia. También los playones del Magdalena
en Barrancabermeja conocieron de su potente pisada cuando luchaba por abrirse paso tras
la propia huella de los ganados. Fue así como adquirió sus facultades de dominio como
ganadero y el cariz de certeza irrefutable que sobre tales materias tenían sus conceptos.
Entre sus programas de trabajo no encontró nunca tiempo disponible para abonarle a la
demanda de la fatiga; sus viajes no eran de recreo si no de estudio.
Una de las demostraciones más elocuentes de la sencillez de su espíritu era aquella especie
de orgullosa satisfacción de vencedor con que recordaba los tiempos pasados de dura lucha
por la conquista de su porvenir; y una especie de íntima complacencia se revelaba en él
cuando comparaba la aspereza árida de los tiempos pasados con la dinámica fecunda de la
actualidad; la traducción de este estado de su ánimo quedó para mí profundamente
estampado en una frase que más bien que oírsela decir, pudiera decir que se la oí pensar,
por el tono de profunda recordación con que la pronunció: íbamos en su automóvil a
piquetear en la finca de “El Rodeo” en Zapatoca; en un momento en que todos nos callamos
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dijo como hablando consigo mismo mientras disminuía intencionalmente la velocidad de su
vehículo “Fueron muchas las carretilladas de tierra que yo moví en esa carretera”. Y como
poseído de una íntima y sana alegría, aceleró la marcha por aquella vía de que se sentía
señor, porque le sabía impregnada del sudor de su frente. En aquel sencillo juego de
palabras dichas al caso, quedaban profundamente estampadas a la vez la grandeza y la
sencillez de su alma; allí hablaba el gran señor que no sentía grima de haberse tenido que
labrar pica en mano el sendero para su propio vehículo…
Colombia necesita siquiera un docena de huéspedes de esta clase de corazón en el Palacio
de Nariño, para cambiarlos por las muchas gruesas de politicastros que hacen de la casa de
la república una cueva de ladrones, parodiando las palabras del divino redentor cuando
expulsó con su látigo a los mercaderes del templo.
Bueno, don Efraín, quizá más que datos biográficos, lo que me ha salido es un bosquejo
moral de su personalidad, la que conocí yo, la que conocieran ustedes que lo trataron de
cerca en su vida de negociante, se escapó por fuerza a mis apreciaciones y sería necio que
intentara decir nada.
Lo que he dicho, es casi mejor un estado de mi ánimo profundamente conmovido ante el
sagrado recuerdo del mártir, ante la tragedia insondable de su viuda y la orfandad de sus 7
pequeñuelos, víctimas inocentes, privadas criminalmente de la sombra paterna,
precisamente cuando iban a empezar a necesitar de su brazo y su influjo para darse un
carácter, y formarse una conciencia, infundirse en fin de su misma personalidad… y hay
que pensar que este cuadro vivió en sus ojos con toda la trágica elocuencia durante cada
uno de sus postreros momentos, para que podamos imaginar con qué angustia cumpliría el
gran amigo su calvario…
Los hombres no son prisioneros del destino, sino de sus
propias mentes.
Franklin Delano Roosevelt
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HECHOS
N.R.Nuestra gratitud a Telezapatoca por el suministro de las fotos.
Marzo 20 En el kilómetro 18 de la vía a San
Vicente, se presentó un accidente del bus de
Cootransmagdalena. Por fortuna no hubo
víctimas. Este hecho se debió a una falla
geológica ocurrida hace aproximadamente un año,
y para repararla ninguna autoridad se ha
interesado. Con dos otres lluvias más la vía
quedará interrumpida.
Marzo 20 Lamentamos el fallecimiento de las
siguientes personas en el trimestre anterior: En la
ciudad de Bogotá la señora Maruja Gómez de Suárez.
En Bucaramanga, Teresa Acevedo de Suárez y Expedito Prada Orejarena.
En Santa Marta Bernarda Otero de Rueda.
En Zapatoca, Clímaco Acevedo Rueda, Donaldo Acevedo García y Ciro Otero Mendoza
Marzo 23 Falleció en Bucaramanga el Presbítero Rafael Díaz Ardila.
Abril 4 La Fundación Pro-Zapatoca hizo
entrega, a la maestra de la Escuela de El Carrizal, de
cinco sillas Rimax para dotar la sala de sistemas.
Queda pendiente la entrega de igual cantidad de mesas
que hará la Parroquia. El 11 de junio celebramos una
reunión enel local de la escuela con participación del
Párroco, el director de las escuelas y una representante
del Alcalde, para tratar varios temas incluida la
seguridad de los computadores.
Abril 5 Para solucionar el problema de
abastecimiento de agua, la alcaldía gestionó el
préstamo de carrotanques a algunas entidades. Para
transportar agua de la quebrada Uchuvala a la
planta de tratamiento y surtir los hogares.
Recordamos los vehículos de Floridablanca, de
Bomberos Bucaramanga y Batallón Caldas.
Nuestra gratitud y reconocimiento
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Abril 6 Se presentó una conflagración
en las veredas Piedra Blanca y Paramito,
consumiendo cerda de 80 hectáreas de
bosques y cultivos. Cinco días después
volvió a presentarse otro en las mismas
veredas, consumiendo otras 40 hectáreas.
Expresamos nuestro reconocimiento al
Cuerpo de Bomberos de Floridablanca, por
el suministro de un vehículo para
contrarrestar la conflagración.
Abril 17 Falleció en Bucaramanga nuestro asociado y colaborador, el Doctor Alfonso
Gómez Gómez, ex ministro, ex gobernador, y actualmente Vicepresidente de la UNAB. Paz
en su tumba y sentimiento de pesar a sus hijos Tiberio, María Victoria, Sara Inés y Eulalia.
Abril 18Falleció en esta ciudad la Señora Dora Esperanza Rueda. Presentamos a su esposo
don Reinaldo Díaz y sus hijos nuestras condolencias.
Mayo 26 En las instalaciones del Concejo
Municipal, el Alcalde Salvador Díaz Garzón
impuso la medalla Manuel Serrano Blanco al
poeta y escritor Zapatoca Ramiro Lagos Castro.
Elseñor Lagos ha escrito cerca de 40 libros y
nos deja el orgullo de que gracias a su labor
literaria hay en Madrid, España, una calle con
el nombre de Zapatoca.
Junio 4 Hubo una marcha promovida por
la Guardería Los Chaticos, para solicitar el
cumplimiento de la entrega de los aportes y
refinanciar el déficit que alcanza 35 millones de
pesos. En caso de que la Gobernación y el
Municipio no accedan a esta petición, es
probable que haya que cerrar este meritorio
hogar. Agradeceríamos la colaboración de
todos los ciudadanos, especialmente los
empresarios.
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Junio 10 Falleció en San Andrés Islas Carlos Fernando Rodríguez Rueda Quien
residía en Barranquilla y había viajado a la Isla en plan de descanso.
Junio 14 Inesperadamente falleció en esta ciudad la bacterióloga Lucila Ferreira de
Acevedo. Presentamos a su esposo Alfredo Acevedo Serrano y a sus tres hijas Jimena,
Laura Patricia y Silvia Margarita nuestro sentimiento de pesar.
Junio 15 Falleció en Bucaramanga la Doctora Susana Gómez Bohórquez, hija del
Doctor Alfonso Gómez Gómez. Nuestras condolencias al Doctor Tiberio, a Sara Inés, a
Eulalia y a María Victoria y a sus familias.
Junio 17 Falleció en Barranquilla Gonzalo Rueda Prada, comerciante zapatoca
radicado en esa ciudad. Presentamos a su esposa María, a sus hijos Gonzalo, Walter y
Xiomara, y a su hermano Rafael nuestro sentimiento de pesar.
Junio 22 Falleció en Bucaramanga, el Señor Fabio Serrano Ardila. Presentamos
condolencias a nuestra colaboradora Eulalia Serrano y hermanos.
* *
EL CANELAZO
Ingredientes
10 astillas de canela
1 botella de aguardiente
1taza de jugo de lulo concentrado
Medio pocillo tintero de jugo de limón
Azúcar al gusto
Se pone al fuego una olla pequeña, ojala de barro, con agua hasta la mitad. Se le agregan
las astillas de canela y cuando hierva se deposita el limón, el concentrado de lulo y el
azúcar procurando que no quede demasiado dulce.
Se lava la botella de aguardiente, se seca bien y se mete dentro de la olla para que el
contenido también se caliente.
Tome copas anchas, de tamaño mediano, humedezca los bordes y páselas por azúcar.
Luego se echa en ellas un poco de aguardiente caliente y se completa con el líquido
también muy caliente formado de agua, lulo, limón, canela y azúcar.
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NOTA ECOLÓGICA
Pablo Acevedo Serrano
N.R. Se ha escrito y hablado mucho en los últimos meses sobre el problema del agua en
Zapatoca. Ya se dijo que el problema urbano no fue por falta de abastecimiento sino por
mala planeación del contratista y falta de control de la autoridad local. Antes de iniciar el
tendido urbano debieron instalar la nueva tubería de abastecimiento. Por ello nos vamos a
referir aquí a otro aspecto.Los conceptos aquí expuestos son de responsabilidad del autor.
Zapatoca ha sido desde su fundación un municipio ganadero. Fue la colonización la que
trajo el ganado vacuno y caprino a la región. La característica de la ganadería extensiva es
que el ganado con sus cascos destruye las raíces de los árboles y se convierte en un
depredador .Ese proceder durante doscientos setenta años, ha secado la vegetación
esencialmente en los aljibes cuando se acercan a beber.
Con la falsa teoría de que el ganado enriquece a la persona. El ganado no enriquece, al
contrario, empobrece. El gran ganadero, si muestra ganancias en su declaración de renta, no
es por la ganadería sino por otras fuentes non santas, que disimula diciendo que son de la
ganadería. Evidentemente el calentamiento global juega, pero para mí el ganado vacuno
ha sido el principal depredador de la vegetación y autor del agotamiento de las aguas en
Zapatoca. Pero como si fuera poco, a partir de los años sesenta, con la aparición de la
agricultura química y los agrotóxicos, tiene como característica que las plantas consumen
una cantidad desmesurada de agua, y esa agua no se renueva, los aljibes se secan. Y esto es
lo que le está ocurriendo a Colombia, por decir una cifra pequeña a mil municipios, con el
agravante de que esta es una zona de trópico seco.
Por supuesto que el problema no es de los árboles. Podemos sembrar diez millones de
árboles, el problema no es sembrarlos; sin ganado vacuno, solo con la flora nativa, con eso
es suficiente para la recuperación de las aguas. No necesitamos invertir un centavo,
simplemente dejar que la naturaleza cumpla su misión.
* * *
Sabía que …
Una gota de petróleo es capaz de convertir 25 litros de
agua potable, en no potable y que antes de los años 1800, los
zapatos para el pie izquierdo y el derecho, eran iguales.
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ATASCÓN HISTÓRICOS Y, TAL VEZ, HISTÉRICOS…
Pedro Joaquín García
Alrededor del año de 1.950 se vivió uno de los episodios más violentos en la historia
colombiana. El sectarismo político, promovido por el gobierno departamental (y nacional),
era ejercido por hordas de siniestros asesinos a sueldo; y el pertenecer al partido contrario
al del gobernante implicaba correr riesgos mortales.
Vivían en Zapatoca, entre otras, dos familias vecinas y amigas, conformadas por ilustres e
indefensas damas de la sociedad de entonces. Una noche, en la cual las ofensas y las
amenazas se hicieron más intensas, convencidas del inminente ataque que acabaría con sus
vidas, estas señoras resolvieron perforar huecos en las paredes del fondo de sus casas y
pasar, sin que los violentos las vieran, a la casa e imprenta de Luis Pieruccini, ciudadano
gobiernista, quien gentilmente les había ofrecido protegerlas pensando que, dada su
filiación política, la chusma no se hubiera atrevido a cuestionarlo.
Así, llenas de valor y terror, con un esfuerzo supremo perforaron los huecos, abandonaron
sus bienes con la esperanza de conseguir una protección temporal hasta que pudieran dejar
su amado pueblo natal y viajar a Bucaramanga. Empezaron a pasar por los huecos en las
paredes hasta que una de ellas, con unas generosas y enormes caderas, quedó atascada en el
muro liberador y, ni podía avanzar ni podía retroceder. Sin poder gritar por temor a
delatarse, tuvieron que luchar para ampliar el hueco, con sus rudimentarias herramientas y
con el temor adicional de lastimar a su parienta atrapada. Llegaron, al fin, a casa de
Pieruccini quien con su habitual caballerosidad y corriendo el riesgo de ser llamado traidor
a su partido, las recibió gentilmente.
Al día siguiente, un amigo y copartidario del gobernador, pidió a éste la protección para sus
inermes y ancianas amigas sin resultado ninguno. Más aún, fue cuestionada su lealtad a su
sectaria causa.
En esos tiempos, para el gobierno de turno, era un delito político pensar diferente.
Tomado de los Anales Históricos de la Vergüenza.
* * *
Lo que su perro hace por necesidad, usted
recójalo por higiene pública.
26
El turismo en grande llegará a Zapatoca
Roberto Serrano Gómez
A pesar que nos visiten muchos amigos que tienen algún nexo social o familiar con nuestro
pueblo, llegará el momento en que vendrán gran cantidad de turistas enamorados de las
cosas que Zapatoca tiene para mostrar, a las que sin lugar a dudas se va a agregar la más
importante de todas como lo es el monumental puente Guillermo Gómez Ortiz que está por
terminar Isagen sobre el rio Sogamoso, con una extensión de 510 metros y que cubrirá la
parte terminal de la represa Hidrosogamoso. Este es un gigantesco viaducto, que
iniciándose sobre la quebrada de la Garrapata, cruza el Sogamoso para afianzarse en un
peñasco del municipio de Girón. Esta megaobra debe considerarse como un patrimonio
emblemático de Zapatoca puesto que llevará el nombre de un hijo ilustre de esta tierra , el
sacerdote Guillermo Gómez Ortiz, quien además de su celo religioso y pastoral fue un
obsesionado por la construcción de carreteras, ya que fue él quien hizo por medio de
convites, que era la acción comunal de ese entonces, la carretera de circunvalación y la que
lleva a la Cueva del Nitro. Se dice de él, que estando un día en las inmediaciones del
cementerio en compañía de unos obreros, alguien le preguntó que hacían allí, a lo cual el
párroco respondió: “Estamos iniciando la carretera a Barranca”. Qué optimismo y que
osadía al solo pensar que de Barrancabermeja nos separan aproximadamente 135
kilómetros de montañas rocosas y humedales. La idea de llevar primero la carretera a
Barranca que a Bucaramanga era muy acertada, porque el puerto sobre el Magdalena era la
única entrada del comercio al departamento y el rio Magdalena era la vía más importante
del país (podría serlo aún); y de otro lado empezaba el auge petrolero que exploraba la
“Tropical OilCompany” (TROCO).
Pasando al tema de los visitantes que nos llegan y los muchos más que vendrán, hay que
estar muy atentos y acuciosos, hasta debiera existir una entidad o taller que de momento
dictara unos cursos sobre el manejo y atención que se han de dar al visitante, aunque la
instrucción debiera ser recíproca porque algunos de los turistas llegan convencidos que este
es un pueblo del tercer mundo y salen en chanclas, en pantaloneta, hasta sin camiseta y con
una gorra beisbolera , sin inconveniente para pasearse con esa facha por lugares respetables
como los colegios y la iglesia.
Ejemplo de la poca organización, la improvisación y el desorden fueron las anteriores
fiestas de principio de año, que si bien fueron de las más concurridas, no dejaron de ser las
más asquerosas que hayamos visto puesto que fueron programadas sin tener en cuenta la
falta de agua en el municipio; mi calle (carrera 9ª entre calles 21 y 22) se convirtió en un
inodoro público empezando por el antiguo Telecom. Hubo escenas vulgares y grotescas
como una pareja que a plena luz del día caminaba por la calle, se metió a la portada del
edificio, la acompañante se quedó a la expectativa simulando hablar por el teléfono
mientras él hacia sus necesidades fisiológicas, y así muchos otros casos.
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El último día de fiesta un amanecido borrachito, mientras tuve que salir no encontró
inconveniente en hacerlo frente a mi puerta; hizo falta que algunos de los encargados de la
feria le indicaran que el baño estaba diez metros adelante donde decía Telecom.
Un amigo me comentaba de un acto menos vulgar del cual había sido testigo. Unas
muchachas departían alegremente en el parque a altas horas de la noche y como las damas
no suelen ir solas al baño, una de ellas se levantó y comunicó a sus contertulias la necesidad
fisiológica en la que se encontraba, buscaron un lugar apropiado para tal fin y al no
encontrarlo, terciaron en una esquina y como obedeciendo a una orden superior, dieron
rienda suelta a una retención cervecera de varias horas. Parodiando un poco a Fuente
Ovejuna, podríamos cotejar – “Si pregunta el celador, ¿Quién fue la de esa laguna?” –
Contestarían en coro – “Todas a una señor”.
Estos vergonzosos y grotescos espectáculos deberían tenerlos en cuenta quienes organizan
las festividades, colocando letrinas portátiles en lugares adecuados y no pegadas a los
muros de la iglesia parroquial como ocurrió hace algunos años provocando de paso la ira
santa del párroco del momento.
Estas insinuaciones se hacen sin el ánimo de molestar ni culpar a nadie puesto que el
turismo es un negocio que no estábamos acostumbrados a manejar y se nos vino con fuerza
arrolladora aumentando día por día.
Imaginemos un viaje en chalupa desde la quebrada de Los Fríos, pasar por debajo del
enorme viaducto Gómez Ortiz, seguir hasta la desembocadura de la quebrada Zapatoca,
entrar a tierras del municipio de Betulia pasando bajo el puente Lengerke, siguiendo al
Tablazo para entrar luego a la confluencia del Sogamoso con el rio Chucurí, en donde el
embalse tal vez llega a su mayor anchura porque se adentra varios kilómetros rio arriba.
Finalmente la gran presa con todo su complejo hidroeléctrico generará 820 megavatios, que
equivalen al 10% de toda la energía que consume el país, entrará en servicio el año
entrante.
Se hará así más misteriosa la leyenda de la campana que el señor Lengerke traía de su
último viaje a Alemania, con destino a la gran hacienda que estaba montando en
Montebello, para su amada Erika, a quien encontró ya desposada. Esto ocasionó en su
violento temperamento una ira incontenible y al llegar a estas tierras dio la orden de
suspender toda actividad, quedando así la mítica campana, perdida en algún lugar del
camino. Dirá entonces ahora la leyenda, que la campana quedó olvidada en las
profundidades del inmenso lago, doblando en un intenso “De Profundis” por el
desengañado e intrépido alemán.
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El turismo que nos vino, traerá cosas muy buenas y otras no tanto. Habrá que saberlo
asimilar, atendiendo a esa cantidad de población flotante que nos vendrá a visitar los fines
de semana.
* *
Nota literaria
PRESENTACIÓN JUAN DAVID OTERO BERMÚDEZ
Pedro Joaquín García O.
Juan David es un joven talentoso, amante de las artes. Cursa undécimo grado en el colegio
Sagrado Corazón de Jesús.
Desde temprana edad la lectura selecta ha sido una de sus grandes pasiones, lo cual lo ha
llevado a desarrollar un claro pensamiento crítico y analítico.
Hasta el momento ha escrito trece ensayos literarios, entre ellos “La Cara Apacible de la
Hermana Laura” y, en el futuro cercano, publicará su primera novela.
En este relato, Juan David penetra en la Zapatoca costumbrista y nos envuelve con la
nostalgia de la época, a través de una historia de romance conservador.
MERCADO DE PLAZA
Era un domingo por la mañana, a eso de las 5:00 am; un grupo de hombres extendían sus
productos. Los más deliciosos y codiciados que la tierra producía; venían de San Javier,
Piedrablanca, el Coscal y Venceremos; lucían los más impecables chocatos y el mejor
gorreto; mientras aparece el sol, la muchedumbre también va apareciendo, todos listos con
el cabestro… las frutas y vegetales se van vendiendo. En todo el frente del atrio se sitúan
unos nobles vendedores, un anciano y un joven: Don Manuel y su hijo Guillermo, ambos
campesinos de nacimiento que viven de la labranza de su mayor propiedad: una parcela y
una mula algo vetusta. Todo transcurría con normalidad ese 4 de abril de 1949; la mañana
era fría, como de costumbre y la multitud se preparaba para la misa; cuando Guillermo
divisa entre los vendedores la mujer con la apariencia más apacible que ha visto en su vida;
caminaba desapercibida con su madre y su criada, ella sujetaba el cabestro mientras su fino
cabello, en forma de trenza, engalanaba su cuerpo; lentamente, entre la neblina se acercaba
donde Guillermo; llegando la madre al puesto le pregunta al joven:
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¿A cómo tiene el perejil? El joven queda atónito al contemplar los enormes ojos de tan
preciosa mujer; tal es su conmoción que su padre responde por él: a dos centavos este
enorme racimo; el Guillermo, invadido por la conmoción, oculta su manos negras por el
roce con la papa y dice: pero para ustedes, hermosas damas, sería solo un centavo; la
señora mira con malicia a su hija que se nota muy apenada y dice: es usted muy gentil, me
lo llevo; con las manos temblorosas introduce en el cabestro el racimo mientras Victoria lo
observa con agrado, la madre al darse cuenta de la situación se marcha con su hija y la
criada, rápidamente.
En la multitud se van perdiendo Victoria con madre y criada mientras Guillermo la observa
atónitamente. Don Manuel enseguida le cruza la mirada y le dice: ¡calabazo quién se ha
creído para regalar los producidos¡ si apenas nos hacemos lo del jornal, Guillermo, atónito,
empieza a recoger la estera y a empretalar la mula. Juntos caminan hasta la tienda más
cercana con la mula cargada, amarran la bestia en las afueras y entran en la cantina. Don
Manuel pide un brandi y se sienta con sus colegas, mientras dos jornaleros saludan a
Guillermo con tal mofa diciendo: ha tenido usted una mala venta el día de hoy, ¿por qué tan
apartado? Para nada, contesta Guillermo, solo en su mente, solo quería saber todo a cerca
de aquella señorita que la mañana le había alegrado. Guillermo, sin aguantar la curiosidad,
pregunta con disimulo ¿conocen ustedes a aquella señorita que siempre anda de gancho
con su madre, sí, esa que carga el cabestro? Sus amigos lo miran con picardía y el
responden: no se haga ilusiones ella es la hija de Pedro Serrano el dueño de casi de todas
las haciendas de Loma Redonda; su esposa Doña María Antonia es una señora muy
respetada, que nunca le quita los ojos de encima a Vitoria una joven muy culta que estudia
en la Presentación; no me diga que le ha puesto el ojo a tan adinerada jovencita; ni esa
mula vieja ni la pequeña parcela de Don Manuel pueden llamar la atención de esa
muchacha que, de por sí, es muy buena moza.
De un solo sorbo baja el aguardiente de caña por la garganta de Guillermo y con sarcasmo
y desilusión contesta: no, solo preguntaba ya que esa señora me debe 2 centavos.
Por el camino de herradura que conduce hasta San Javier, Don Manuel y Guillermo
avanzan nostálgicamente; en la mente de Guillermo solo están plasmados los hermosos
ojos de aquella joven, y así transcurre toda la semana. En el jornal, Guillermo cuenta los
días para que sea el sábado e ir al pueblo a instalar los costales y ver su hermosa
pretendiente. Entre días duros de trabajo se llega el tan anhelado sábado para Guillermo,
avanza por el camino, más rápido que de costumbre y, una vez en Zapatoca, le dice a su
padre que se va ausentar unos minutos para conseguir una velas de cebo; Guillermo, al
haber mentido es invadido por una comisión y en menos de 5 minutos está en la puerta de
la Presentación; merodea mil veces la calle cuando, de repente, ella aparece allí. Lo mira
con agrado, él se acerca lentamente y le dice: qué grata coincidencia encontrarnos de
nuevo señorita, gusta usted un delicioso dulce de pastilla, ella lo mira y dice: claro pero por
cortesía ¿podría al menos saber su nombre? Él, con gran vergüenza, le contesta mi nombre
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es Guillermo de la Cruz Gómez Garrido; ella sonríe y dice mucho gusto Ana Victoria
Serrano Castro. Y así trascurrieron unas horas, durante las cuales, a ninguno de los dos les
importaba ni el tiempo ni el espacio; sentían que la vida cobraba otro significado, de
repente ella dice: pero que desconsiderada, tengo labores que hacer y se marcha así a La
Raíz, barrio donde se ubica su casa.
Eran las cinco y media de la tarde y la cena estaba servida. Victoria, como de costumbre,
se sienta junto a su madre mientras Don Pedro, en la punta de la mesa, la miraba con enojo
y le dice: ¿con quién se ha melosiado esta mañana? El tendero me lo ha contado todo…
Ella se queda fría al escuchar las palabras de su padre, se levanta de la mesa y corre hacia
su dormitorio, en un angustioso llanto; su madre se acerca y le dice: ¿es él verdad?, no sé
qué le ve a un alcohólico de esos que se la pasa tomando guarapo, el hijo de Gabriel Díaz se
va a casar con usted, y no se pueden arruinar los planes que su padre y yo hemos dispuesto;
ella desconsolada piensa en la unión con una persona que nunca ha visto.
Es domingo por la mañana y Don Pedro recorre el mercado con malicia y furia, hasta que
llega al puesto de Don Manuel, allí él ofrece, con agrado, todos sus productos pero Don
Pedro contesta: es usted muy gentil pero mi interés no es la compra de ninguna hortaliza,
Guillermo se queda perplejo al oír esta frase; así como lo oyen, continúa Don Pedro, he
sabido que este joven pretende a mi hija y me interesaría saber un poco de él. Don Manuel
totalmente confundido responde entre risas: mi hijo no pretende a nadie más que la mula
que nos sirve; veo que está usted muy mal informado, responde Don Pedro y, con
sarcasmo, agrega: así como lo oye su hijo se la ha pasado esperando a mi hija en la Puerta
de la Presentación, le regaló astromelias y le ha endulzado el oído, a tal punto, que ella no
es la misma, por ende me interesaría saber más acerca de usted, por ejemplo ¿en qué
colegio estudia, en la apostólica o el salesiano? En ninguno de los dos responde Guillermo.
Continua Don Pedro con el interrogatorio ¿tienes alguna propiedad valiosa? Una parcela de
una hectárea, responde neutralmente Guillermo; Don Pedro con arrogancia agrega: y así
cree estar a la altura de pretender a mi hija, usted un simple labriego que no sabe ni escribir,
cree usted que le dará a mi hija un buen futuro entre la tierra y la boñiga, no quiero saber
que usted está detrás de una noble muchachita como ella. Don Manuel, con vergüenza en su
rostro, contesta que no volverá a pasar, que perdone la ignorancia e inmoralidad de mi hijo,
a quien le faltan unos buenos planazos. Don Pedro se marcha satisfecho y, apenas parte
Don Manuel, le da una bofetada a su hijo y le dice: así que esas son las encomiendas que
venía a hacer al pueblo. Guillermo queda atónito y en silencio…
Un fuerte golpe sacude el biombo de la casa de Don Pedro… Es Gabriel Díaz y su hijo
Carlos, con un par de músicos que interpretan el tiple y la bandola, y en las manos de Don
Gabriel, una botella de vino; la diligencia es por solo una razón: pedir la mano de Victoria.
Don Pedro y Doña María Antonia los reciben con agrado y la cría corre a llamar Victoria.
Regresa inmediatamente, con angustia, y dice: ¡la niña no se encuentra¡ Doña María
Antonia responde sorprendida: ¡cómo es tal cosa posible¡¡¡ Entra en el cuarto y observa que
su cómoda está vacía y la ventana abierta. Victoria se ha escapado y, a lo lejos se
observaba, cómo una pareja corría apresuradamente. Don Pedro ensilla su caballo pero su
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esfuerzo es inútil y no puede alcanzar los enamorados. Mientras, Doña María Antonia
miraba cómo las cortinas ondeaban en la ventana. Su mente invadida de una gran
confusión… y una amarga lágrima recorre su mejilla.
* *
Romerías y Promeseros José Rios Trujillo Publicado inicialmente
En el periódico ACORE
Las romerías y promeseros eran instituciones campesinas en las primeras décadas del siglo
pasado entre las gentes de Boyacá y el altiplano cundiboyacense, que hoy despiertan,
escondidas en el baúl de la memoria, ciertas nostalgias que nos recuerdan aquellos versos
de Lope de Vega: “Pasaron ya los tiempos en que lamiendo rosas el céfiro bullía y
suspiraba aromas”. Es que ello nos recuerda una época ya abolida, memorable, con un
suave vapor de jazmines y que nos deja la sensación del quejido de un buque cuando se va.
Pero, ¿qué eran las romerías y quienes eran los promeseros? El diccionario oficial describe
la romería como “viaje o peregrinación, especialmente la que se hace por devoción a un
santuario”. De los promeseros no da fe el diccionario, pero hay que decir que eran
activistas de las romerías. El diccionario, pues no registra el vocablo promesero, sino la
palabra cacofónica y desteñida, promesante, que nunca se usó entre nosotros, sino en
Argentina, Bolivia, Chile y Nicaragua.
Entre los españoles fueron usuales las romerías durante la época de la Edad Media, y
tuvieron especial prestigio en la época de Cervantes por el influjo religioso de la época.
Como la romería resultaba un pretexto para la diversión, se dijo: romería de cerca, mucho
vino y poca cera (en alusión a la cera de los cirios de iglesia). De la palabra romero se sacó
romaniego, que era el amigo de andar en romerías, no por devoción sino por vagabundear.
Las romerías las hacían grupos de personas para alcanzar una gracia divina o dar gracias
por la gracia alcanzada. Lo eran por devoción, pero, valga decirlo, como pretexto para
divertirse y sacudir la murria, el tedio y la fatiga de la labor intensa del campo. Así, todos
los años hacían su devota peregrinación los promeses; los de Boyacá, en jornadas
generalmente de más de 20 kilómetros, hacían su arribo a Mongui, Tutasá, Nosba, pero
especialmente a Chiquinquirá. Hasta se trababan discusiones de cuál de estos lugares tenía
la virgen más milagrosa. En la altiplanicie cundinamarquesa, se iba a donde el Señor Caído
de Monserrate, al de la bendita piedra de Sopó, a San Antonio de Padua de Cogua, a la
virgen de Bojacá o al Santo Cristo de Ubaté.
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Las caravanas de promeseros llegaban a las posadas al caer el día. Era un tropel alegre,
amistoso y solidario. Unos tocaban tiple, otros requinto, bandola, dulzaina, pandereta,
chucho y capador, y la música era animada por copleros. Las mujeres iban a caballo (las
más pudientes), en sillones de espaldar forrados en tela roja y claveteados de plata. Los
hombres pudientes y los de edad viajaban encaramados en sillas chocontanas, taconeando
la bestia.
A paso largo marchaba la servidumbre y las gentes menudas de la familia, un rato a pie y
otro rato caminando. Para preservarse del sol (pues la romería se hacía en verano) las
gentes usaban buenas y amplias corroscas de esparto, unos y otros sombreros de fieltro (los
pudientes) y el grueso de la tropa, gente menuda, cubría sus cabezas con sábanas y toallas y
se cogían, en los repechos, del rabo de las bestias que llevaban el equipaje. Sobre las
petacas y en canastos de mimbre sudaban las gallinas preparadas, los bollos de mazorca y
las carnes de cordero que constituían el avío de los promeseros. Estas caravanas no
gastaban comidas en hoteles, ventas ni fondas. Hacían un alto en el camino, bajo la sombra
de algún robledal; abrían las cargas; sacaban el tren de cocina, lavaban las ollas en la
susurrante quebrada; con chamizas secas prendían la candela y calentaban el avío. Todo
esto lo hacían cerca de una venta, a donde, luego de la comida, llegaban en busca de
guarapo que tomaban a veces hasta “empolvarse”. A continuación cargaban las bestias y
aprovechaban la ocasión para arreglar y reforzar los aperos. Luego reanudaban el camino,
la música y la catata. Cuando llegaban a las ventas aprovechaban este descanso para darles
ración a sus caballos de pasto imperial, que los dueños de las ventas les proporcionaban
para el pienso del animal. Cuando declinaba el día, se refugiaba la comitiva en una de
tantas posadas que albergaban a los peregrinos en el camino.
* *
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UNAS CORTAS VACACIONES.
UNA HISTORIA CONTADA CON EL ESPAÑOL QUE DESAPARECE.
ENRIQUE RUEDA PINILLA
(El lector encontrará en este relato muchas palabras que ya no se usan comúnmente
en el español actual y que incluso para muchas personas jóvenes nunca las han
escuchado; ese es el objetivo de esta ensayo)
Alejandro deseaba regresar a la finca de sus padres y aprovecho el azueto que
merecidamente le dieron en la empresa de vigilancia por ser el mejor sereno y muy
campante con arremuesco y sus 2 hijos tomó el bus que lo llevaría su Zapatoca del alma.
Anteshabía preparado el ajuar necesario donde no podría faltarlas alpargatas que
organizadamente coloca en su marusa, también sus elementos de aseo incluida la gomina
que la gusta usar para impresionar a las muchachas, su camisa blanca para el domingo ir al
parque y a misa como cuando niño su padre acostumbraba a llevarlo. También en un talego
colocó su ropa interior, el resto de la maleta la organizó Mariela con la cosas de los niños.
el camino es hoy ciertamente mucho mejor; las vías han mejorado y también las
comunicaciones, de modo que su familia lo esperaba a la entrada de Loma Linda y el resto
del recorrido fue a caballo, una hora subiendo, pero por estar tan desacostumbrado llegó allí
escaldado y los hermanos le pusieron chacota¡Ahora es de mejor familia! le dijeron.
Ah! Qué sensación tan agradable es volver al campo, qué suave brisa, que chiflón tan
fuerte corre a esta hora; me llegan los olores del campo y con ellos los recuerdos de mi
bella niñez; 10 años sin venir.
En el camino alcanzó a observar el caneyque ya no se usa y se deteriora con el tiempo;
también vio muy solo el aprisco donde tantas veces llevo allí los animales que a las 5 de la
tarde regresaban de las lomas vecinas. Recordó que tuvo allí un chasco pues un chivo
viejo lo ataco de sopetón y rodó por una peña cortándose una mano donde después le salió
un chichon que lo tuvo muchos días enfermo e impedido hasta para vestirse.
Al llegar a la casa sintió una gran emoción; un nudo en la garganta y deseos de llorar.
Abrazó, a su mujer y a sus hijos que era la primera vez que estaban allí con el y les conto
que en esa casa y en esa finca había nacido y crecido.
Dio la vuelta a la casa mirando todo; habían reforzado algunas paredes con adobe, las
paredes estaban frizadas y pintadas con caliche, el pequeño establo se veia en buen estado y
el botalón firme en el centro le recordó sus faenas de ganadero.
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Un pequeño ágape estaba preparado, sus tíos Anselmo y Gilberto, sus primos, las mujeres
y vecinos, varios niños, mejor dicho una chusma que celebró animadamente con cerveza y
aguardiente barsalero, comida y uno que otro guandolo.
La fiesta terminó de madrugada; incluído el espectáculo que dio el zopenco de Fermin el
primo, que iba sacando de quicio a Gilberto porque le dio por recordarle a Alejandro una
vieja historia de cuando ambos pretendían a Teresita Serrano que al final no fue ni para el
uno ni para el otro.
Los niños se fueron temprano a dormir; en una cuja bien abrigados los puso su madre y el
durmió en un colchón que bajó, pues deseaba recordar lo agradable que es dormir en el
piso.En la madrugada oscuro todavía, Alfredito el menor sintió deseos de orinar pero
prevenidamente habían dejado dispuesto una mica que prestó el consabido servicio, que de
no ser así le hubiera tocado orinar desde lo alto del zarzo donde habían subido para pasar la
noche.
El pueblo se ve desde la finca y el badajode la campana que el sacristán tocaba interrumpió
el sueño, pero trajo el recuerdo del domingo pueblerino con el mercado en la plaza,la ropa
nueva, los amigos que se encuentran, la misa mayor, la cerveza en la tienda de la esquina
del parque , la tristeza porque no vino hoy don Roberto, el compadre de mi papá y no
vinieron sus hijas; en fin, aunque vivo en la ciudad, mis más bellos recuerdos están aquí,
donde quisiera quedarme pero no puedo porque me esperan mis noches de trabajo como
celador. Un deliciosa changua y un arepa del tamaño de un geme, con chocolate y queso
para el desayuno;Para el almuerzo nos han prometido asadura o chanfaina. ¡Uhm,
prometo volver!
** *
Sabía que . . .
El día del sepelio de Alexander Graham Bell se detuvo todo el sistema
telefónico Estadounidense durante 1 minuto en señal de duelo.