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Cultivose^ensivos Superficies y producciones en 1994 En las siguientes páginas recogemos las principales características (superficies y producciones) de los cultivos extensivos e industriales en España durante el año 1994 y baja en el sur por la sequía. Elaboración con los datos de Secretaría Técnica del MAPA y la consulta de diversas asociaciones y empresas . • VIDA RURAL. Redacción. La cosecha de trigo bajó este año un 14,1% ( 4.294.500 t), con respecto al año anterior. Cereales : la sequía mermó la cosecha a campaña de cereales de otoño-in- vierno ha tenido dos caras muy di- ferentes; mientras en las zonas de la mitad norte se ha recogido una bue- na cosecha (que se repite por segun- do año consecutivo), en las de la mitad sur se han producido unos descensos conside- rables, como consecuencia de la sequía. Durante esta última campaña, la super- ficie destinada a este grupo de cultivos alcanzó los 6,] 1 millones de hectáreas, lo que supuso un ligero incremento del 1% en relación a las siembras de 1993. A partir de semejantes extensiones, los cultivos evolucionaron de manera muy desigual, según especies, zonas y regiones, consiguiéndose un aforo global de grano de 12,6 millones de toneladas que repre- sentan un descenso de casi el 18%respecto a la campaña precedente. Como consecuencia de tan bajas cose- chas, la oferta en el mercado ha sido bas- tante escasa, lo que ha permitido que los precios se mantuvieran muy firmes, a pesar de las subastas del SENPA (hasta 550.000 t a principios de noviembre) que aligeraba sus almacenes, en un intento de rebajar las cotizaciones de estos productos. La moderación de las producciones de cereales ha sido una constante en la ma- yoría de los países productores de la Unión Europea, como lo prueba el hecho de que en tan sólo un año, los excedentes comunitarios de cereales se hayan redu- cido a la mitad, lo que ha permitido a la UE rebajar en 3 puntos el porcentaje de «barbecho obligatorio» dc cara a la pró- xima campaña, en lugar de los 2 puntos que inicialmente propuso la Comisión. Trigo La superficie quc cn csta campaña sc dedicó a los cultivos de trigo alcanró 1.986.4(x) ha, de las cuales 1.376.3(K) co- rrespondían a los trigos «blandos» y, las restantes 610.0(x) a las variedades «duras». Respecto a la campaña precedente, la regresión ha sido muy similar en amhos casos, ya que las superlicies de trigo «blan- do» cayeron un 2,5%, micntras que las de trigo «duro» lo hicieron cn un 2,2%>. La climatología advcrsa perjudicó nota- blemente al cultivo del trigo «blando», cu- ya cosecha final sólo alcanzó los 3332.1(1O t, eyuivalentes a un 21,5`%^ menos quc cn 1993. Por el contrario, las varicdadcs «duras» salieron mejor paradas, ya quc las 962.4(1l) t de grano recolectadas, supusieron una mejora del 29.8% en relación a la cosc- cha del año anterior. Contemplada la cosecha de trigo en su conjunto, resultó un 14,1`%, más haja yuc la anterior, totalirando un rcgistro dc 4.2)4 S00 t de grano. Por regiones, Castilla y León lidcró las producciones de trigos «blandus» , micntras que Andalucía hizo lo propio con los tri- gos «duros», siendo Burgos y Córdoba las mayores provincis productoras, en cada uno de los tipos. En el terreno de las protestas hay que anotar el malestar que ocasionó a los cul- tivadores la exigencia dc usar semilla cer- tificada en el trigo duro. También huho numerosas quejas por los bajos rendi- mientos comarcales quc se asignan a los regadíos andaluces (especialmente sevilla- nos) dentro del Plan de Regionalización Productiva, y que vienen costando a los agricultores unas pérdidas superiores a los 3.(xx) millones de pesetas. Cebada El cultivo de la ccbada en su conjunto mejoró las superficics de siemhra de la campaña anterior en un 3%^, con un cum- portamiento muy desigual entre varieda- des. Mientras la cebada de «seis carreras» (para pienso) vio desccnder sus e^tensio- nes en w^ 7,1%, la de «dus ca 7eras» (ccr- vecera) mejoró sus superficies cn un 10,7% respecto a 1993. Las adversidades climatológicas y, muy especialmente, la sequía, afectaron mucho más a los cultivos de cebada yue a los dc trigo, rebajando notable uente sus rcndi- mientos. AI final, sobre los 3.Sh9.2(X) ha, la pro- 28/VIDA RURAL/N.° 1/ENERO, 1995

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Page 1: Revista Vida Rural, ISSN: 1133-8938 - mapa.gob.es€¦ · jero corría el riesgo de una pérdida de cuota, en el supuesto de que en algún momento estas cuotas se comunitarizasen

Cultivose^ensivosSuperficies y producciones en 1994En las siguientes páginas recogemos las principales características(superficies y producciones) de los cultivos extensivos e industrialesen España durante el año 1994 y baja en el sur por la sequía.Elaboración con los datos de Secretaría Técnica del MAPAy la consulta de diversas asociaciones y empresas .

• VIDA RURAL. Redacción.

La cosecha de trigo bajó este año un 14,1% ( 4.294.500 t), con respecto al año anterior.

Cereales: la sequía mermó la cosechaa campaña de cereales de otoño-in-vierno ha tenido dos caras muy di-ferentes; mientras en las zonas de lamitad norte se ha recogido una bue-na cosecha (que se repite por segun-

do año consecutivo), en las de la mitad surse han producido unos descensos conside-rables, como consecuencia de la sequía.

Durante esta última campaña, la super-ficie destinada a este grupo de cultivosalcanzó los 6,] 1 millones de hectáreas, loque supuso un ligero incremento del 1%en relación a las siembras de 1993.

A partir de semejantes extensiones, loscultivos evolucionaron de manera muydesigual, según especies, zonas y regiones,consiguiéndose un aforo global de granode 12,6 millones de toneladas que repre-

sentan un descenso de casi el 18%respectoa la campaña precedente.

Como consecuencia de tan bajas cose-chas, la oferta en el mercado ha sido bas-tante escasa, lo que ha permitido que losprecios se mantuvieran muy firmes, a pesarde las subastas del SENPA (hasta 550.000t a principios de noviembre) que aligerabasus almacenes, en un intento de rebajar lascotizaciones de estos productos.

La moderación de las producciones decereales ha sido una constante en la ma-yoría de los países productores de laUnión Europea, como lo prueba el hechode que en tan sólo un año, los excedentescomunitarios de cereales se hayan redu-cido a la mitad, lo que ha permitido a laUE rebajar en 3 puntos el porcentaje de

«barbecho obligatorio» dc cara a la pró-xima campaña, en lugar de los 2 puntosque inicialmente propuso la Comisión.

Trigo

La superficie quc cn csta campaña scdedicó a los cultivos de trigo alcanró1.986.4(x) ha, de las cuales 1.376.3(K) co-rrespondían a los trigos «blandos» y, lasrestantes 610.0(x) a las variedades «duras».

Respecto a la campaña precedente, laregresión ha sido muy similar en amhoscasos, ya que las superlicies de trigo «blan-do» cayeron un 2,5%, micntras que las detrigo «duro» lo hicieron cn un 2,2%>.

La climatología advcrsa perjudicó nota-blemente al cultivo del trigo «blando», cu-ya cosecha final sólo alcanzó los 3332.1(1Ot, eyuivalentes a un 21,5`%^ menos quc cn1993.

Por el contrario, las varicdadcs «duras»salieron mejor paradas, ya quc las 962.4(1l)t de grano recolectadas, supusieron unamejora del 29.8% en relación a la cosc-cha del año anterior.

Contemplada la cosecha de trigo en suconjunto, resultó un 14,1`%, más haja yucla anterior, totalirando un rcgistro dc4.2)4 S00 t de grano.

Por regiones, Castilla y León lidcró lasproducciones de trigos «blandus» , micntrasque Andalucía hizo lo propio con los tri-gos «duros», siendo Burgos y Córdoba lasmayores provincis productoras, en cadauno de los tipos.

En el terreno de las protestas hay queanotar el malestar que ocasionó a los cul-tivadores la exigencia dc usar semilla cer-tificada en el trigo duro. También huhonumerosas quejas por los bajos rendi-mientos comarcales quc se asignan a losregadíos andaluces (especialmente sevilla-nos) dentro del Plan de RegionalizaciónProductiva, y que vienen costando a losagricultores unas pérdidas superiores a los3.(xx) millones de pesetas.

Cebada

El cultivo de la ccbada en su conjuntomejoró las superficics de siemhra de lacampaña anterior en un 3%^, con un cum-portamiento muy desigual entre varieda-des. Mientras la cebada de «seis carreras»(para pienso) vio desccnder sus e^tensio-nes en w^ 7,1%, la de «dus ca ►7eras» (ccr-vecera) mejoró sus superficies cn un10,7% respecto a 1993.

Las adversidades climatológicas y, muyespecialmente, la sequía, afectaron muchomás a los cultivos de cebada yue a los dctrigo, rebajando notable ►uente sus rcndi-mientos.

AI final, sobre los 3.Sh9.2(X) ha, la pro-

28/VIDA RURAL/N.° 1/ENERO, 1995

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ducción de cebada alcanzó 7.559.6(^ t, loque significa un rendimiento medio nacio-nal de poco más de 2.100 kg/ha.

Este registro, que equivale a un descen-so del 2Q6% en relación al año anterior, sedistribuvó entre los 2.458.300 t de la ceba-da de «seis carreras» (que vio rebajadassus cosechas en un 37J%) y. los 5.101.3(^t de la cebada de «dos carreras» (que viomermadas sus producciones en un 8,5%).

En el caso de la cehada para pienso,las producciones más importantes se logra-ron en Castilla y León (365.000 t) y Cas-tilla-La Mancha (332.(^ t), nventras queen cebada cervecera los mayores volúme-nes de cosecha se dieron en Castilla yL,eón (983.2(x) t).

Desde el comienzo de la recolección,los agricultores eran conscientes de que lacosecha de cebada iba a resultar muy es-casa; si a ello unimos el hecho de que losproductos sustitutivos (mandioca, etc.)tampoco Ilegaban al mercado con la nece-saria tluidez, es lógico pensar que la de-manda de los fabricantes de piensos seríaelevada v, consecuentemente, que los pre-cios de Ía cebada e^xperimentarían alzasimportantes en el mercado.

La retención de cebada por parte dealgunos agricultores agudizó aún más estasituación y, efectivamente, los precios delcereal se dispararon, motivando las que-jas de los fabricantes de piensos y la ale-gría de los cultivadores.

Para evitar que la situación fuera a más,el Comité de Gestión de Cereales de laUE autorizaba al organismo regulador es-pañol (SENPA) a sacar a licitación impor-tantes partidas de cereales pienso, en unintento de rebajar los precios del mercado.

A comienzos de septiembre, y en vistade que la siutación de altos precios persis-tía, el SENPA sacaba a subasta 190.000 tde cereales, de las cuales 100.00 eran decebada y las 90.(X^ restantes de centeno.

Avena y centeno

El cultivo de la avena mejoró sus su-

► La cosechade maíz fuede 2.267.000 t, loque mejoró en un33,5% el registrode 1993perficies de cultivo en un 5,2% en rela-ctón a la campaña precedente, totalizandolas siembras unas 345.000 ha.

Como el resto de las especies cerealistasla sequía dejó notar su influencia negativa,mermando las producciones finales, que lle-garon a situarse en 399.000 t, que significa-ban un descenso del 1,4% respecto a 1993.

Como en el resto de las especies cerea-listas la sequía dejó notar su influencianegativa, mennando las producciones fina-les, que llegaron a situarse en 399.000 t,que signiñcaban un descenso del 1,4% res-pecto a 1993.

En el caso del centeno, se partió deuna superficie de 153.800 ha, que signifi-caban un 11% menos que en 1993. La cli-matología adversa hizo rebajar aún máslos rendimientos, con lo que la producción

final se situó en 217.000 t, que equivalíana un 28,.5% menos que el año precedente.

El grupo de cereales de otoño-inviernose completó con las cosechas de triticale,que llegaron a situarse en 67.600 t, conuna mejora del 64,1% respecto a 1993.

Maíz

En el caso de los cereales de prima-vera-verano, los resultados fueron bastantemejores, aunque las cosechas de maíz.arroz y sorgo continuaban estando muvpor debajo de lo que se considera comouna campaña normal.

En lo que se refiere al maíz, las super-ficies cultivadas se recuperaron notable-mente respecto a 1993, consiguiendo unasextensiones de 342.100 ha, que mejorabanen un 24,7% las siembras del ejercicioprecedente.

Dado que la práctica totalidad del cul-tivo del maíz se da en regadío las planta-ciones no acusaron la sequía, a pesar deque en algunas zonas escaseó el agua.

A pesar de estas limitaciones, el maízsalió bastante airoso y con unos rendi-mientos más que aceptables, que propicia-ron una cosecha de 2.267.(^0 t, que mejo-raban en un 33.5% el registro logrado enla campaña precedente.

Sorgo

El cultivo del sorgo había caído en losúltimos años de una manera espectacular,hasta llegar a unas extensiones poco me-nos que simbólicas en la pasada campañade 1993.

De cara a 1994, las expectativas mcjo-raron notablemente. y las superficies pues-tas en cultivo llegaron a situarse en 20.1(X)ha, lo que suponía un crecimiento del372% en relación con el año ante^ior.

Como consecuencia de la sequía, losrendimientos se vieron muy limitados, conlo que la cosecha final se situó en 76.1(x) t,que significaban un crecimiento del 267,fi%,respecto a la campaña precedente. n

^^^ •^^ ^ ^ ^ ^ ^ ^

Reglones Trlgo Cebada Avena Centeno Trltlcale TotalGalicia 79.900 3.700 3.900 50.800 - 138.300País Vasco 113.500 75.500 8.600 500 _ 198.100Navarra 351.400 236.200 9.200 - - 596.800La Rioja 117.200 93.200 900 1.300 - 212.600Aragón 313.100 671.200 7.700 5.200 400 997.600Cataluña 248.200 682.400 10.100 600 100 941.400CastillayLeón 1.533.400 3.805.400 120.700 143.300 - 5.602.800Madrid 65.400 99.500 4.000 700 - 169.600Castilla-La Mancha 317.600 1.429.400 107.000 10.800 2.600 1.867.400Comunidad Valenciana 14.300 36.300 2.200 300 - 53.100Extremadura 150.000 188.300 66.200 1.600 7.500 413.600Andalucía 975.000 200.100 45.500 1.400 57.000 1.279.000Otras regiones 15.500 38.400 13.000 600 - 67.500Totales 4.294.500 7.559.600 399.000 217.100 67.600 12.537.800

VIDA RURAL/N.° 1/ENERO. 1995/29

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Los remolacheros acercan posicionesurante la campaña de 1994 queahora finaliza, los remolacherosespañoles han vivido pendientesde los movimientos estratégicosque han protagonizado los gran-

des grupos azucareros, en un intento porhacerse con una parte de las acciones dela Sociedad General Azucarera (SGA), enpoder del Banco Central-Hispano.

La elección por parte del Banco Cen-tral-Hispano era bastante difícil, ya que lasofertas económicas eran iguales (5.100ptas. por título); sin embargo, la entidadbancaria pronto descartó las ofertas deACOR y con algunas reticencias la deEBRO, ya yue en ambos casos interve-nían entidades financieras competidorasdel propio BCH.

Por lo tanto, las preferencias de los ven-dedores se inclinaban hacia GénéraleSucriére, que además había sido la primeraoferta en firme que se había presentado.

Finalmente, el Ministerio de Agriculturadecidió tomar parte en el tema, aconse-jando que la Sociedad General Azucareradebería quedar en manos españolas, yaque si caía en poder de un grupo extran-jero corría el riesgo de una pérdida decuota, en el supuesto de que en algúnmomento estas cuotas se comunitarizasen.

Tras un período de tira y afloja, lasaguas del sector azucarero español pare-cen haber vuelto a su cauce. con u q acer-camiento de posiciones entre los grandesgrupos azucareros, ante la inminente rees-tructuración dcl scctor.

En las zonas productoras del sur (re-molacha de verano) el cultivo tropezó conalgunos problemas de falta de agua, aun-que esto no impidió que al final se logra-sen unos buenos rendimientos, con lo quela cosecha se situó en 2.772.600 t de raíz,que mejoraban en un 13,5% las produc-ciones conseguidas en la campaña prece-dente.

En las zonas productoras del norte lasequía se dejó sentir de una manera bas-tante negativa, con lo que los rendimien-tos productivos fueron excesivamentebajos. El aforo tmal de raíz, en este caso,podría haber alcanzado los 4.970.0O0 t,que significarían una caída del 19,6% res-pecto a la cosecha del año anterior.

Computadas las cosechas deverano y de invierno, resultauna producción nacional deremolacha de 7.742.600 t, loque significa un descenso del10,2% respecto a los resultadosconseguidos en el ejercicio pre-cedcnte.

A partir de semejante matc-ria prima, y calculando una ri-queza sacárica de 13 grados po-larimétricos de media, resultaríauna producción de azúcar equi-valente de algo más de 1 mi-Ilón de toneladas, con lo queprácticamente se igualarían lacosecha y la Cantidad MáximaGarantizada (CMG) por la UEa nuestro país.

Recordemos que de lasCampaiña muy ajustada

En lo que se refiere a la campaña ac-tual, la superficie de remolacha azucarerase situó en 175.^^0 ha, lo que suponía unapequeña regresión del 1,8% respecto a las179.400 ha sembradas cn 1993.

En remolacha de verano (76.100 ha) lassuperficics respecto al ejercicio precedentecrecían un 5,8%, mientras que en la re-molacha de invierno (99.800 ha) descen-dían en un 7,2%.

ACOR) que serán los encargadus de cla-borar una propuesta para clevar a la Acl-minislración.

La sociedad coopcrativa AC`OR sc haquedado al margen dc cstas ncgociaciu-nes, porquc su problcm^ítica cs difcrcntca la del resto de industrias, va quc sóloopera en una zona concreta dc ('astilla yLeón, y tiene asegurada la matcria primapara el funcionamiento dc sus instal^ício-ncs y, su cupo (14,77%^ dcl total) fuc me-jorado en su día, a instancias dcl cx-minis-tro Carlos Romcro.

En realidad, csla reordenación dc laindustria azucarera espa^^ola no es la pri-mera que se acomctc, ya yue h^icc algu-nos años un plan dc rccstructuración dclscctor significó el cicrre de numcrosas ins-talaciones de Andalucía, Aragón y Nava-rra y, la práctica desaparición dcl cultivocn las zonas próximas. Cn csta scgunda

La producción de remolacha fue de 7.742.000 t, con un descensodel 10,2% respecto a 1993.

960.0(>U t de azúcar tipo «A» de cupo, elreparto por empresas es como siguc:Ebro, 518.828 t(54,04%); Sga, 232.483 t(24,22%); Acor, 141.789 t (14,77%); Arj,66900 t (6,97%).

La reordenación en marcha

La reordenación de la industria azuca-rera se ha puesto en marcha con la for-mación de un equipo de nueve expertos(tres de cada grupo azucarero, excepto

^•^ •^^ r ^ ^ ••^

Recolecciónverano

% Recolecclóninvlerno

%

PaísVasco ' - - 158.000 3,18La Rioja - - 207.000 4,16Castilla y León - - 4.056.000 81,61Castilla-La Mancha - - 529.600 10,65Extremadura 237.000 8,55 - -Andalucía 2.535.600 91,45 - -Otras regiones - - 19.400 0,40

TOTALES 2.772.600 100,00 4.970.000 100,00

Fase está previsto el cierrc dc algunasplantas, aunque no así la dcsapariciún drlcultivo de la zona.

Con todo esto, se trata dc conscguir mc-joras pa^a obtcncr unos supa-iores rcndi-mientos con menos costos v la garantía dcproducir la matcria prima sulicicntc cumopara atender la demanda clc las industrias.

En cuanto a las industrias, lus ohjctivospasan porque las plantas scan más nwdcr-nas y compcti[ivas, logrando nu jorar susproductividades, comparativam^ntc muybajas. Mientras cn España la cuota mcdi^íde producción dc azúcar sc sitúa cn4L(xX) t por fábrica, cn los paíscs produc-lores de la UE sc alcanzan las ^)O.O(lU,superándose, incluso, las I(Nl.(>(><) t cn csta-dos como Holanda y Rcino Unido.

Actualmente, havi censadas rn Fapaña21 plantas mol[w-adoras dc rcmolacha, dclas cuales 13 se ubican cn la zona Uucro,6 en Andalucía, 1 en Fatrcmadura _y 1 rnCastilla-La Mancha. n

30/VIDA RURAL/N.° 1/ENERO, 1995

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Girasol : vuelta a la normalidadn la pasada campaña dc 19y3 lassiemhras dc ^^irasol en España sedispararun, superando ampliamentelos ? millones de hectáreas, comoconsecucncia dc las sustanciosas

a_vudas yue llcgaban desde Brusclas.Numcrosos propietarios de fincas, en su

mayoría a^ricultores no profesionales,aprovccharon csta cov_ untura cconómicasembrando sus tierras con el único ohje-tivu dc heneficiarse de esos auxilius, sinprcocuparsc para nada de la rccolccción.

Antc scmcjante expcriencia. en la cam-paña de 1 ^^^^^1 se impusieron una serie delimitacionrs a las siemhras y se rehajaronlas ayudas v los prec7os, para que la ex-plotaci^ín de esta olea^^inosa no resultasetan atr^ictiva.

En cunsccuencia, frcnte a los 2.U(^4.3(>Oha ucupadas cn 19^)3, cn la presentc cam-paña s<ílo sc alcanzaron 1.,2^.;(x), lo quesignificú un descenso de 736.0O<) ha, edui-valente al 3>J`%,.

Si tcnemos en cuenta yuc el cupo asig-nado a Espaiia sc situaha cn l.?(x).0(1O ha.cs fácil deducir yue la sup^rficie máximat?arantizada por Bruselas se ha superadocn 12^.3(x) ha, lo yue implica sufrir unapcnalizaci^ín ecluivalcntc al 9,5%, lo yuesignificaría pasar dc una avuda compcnsa-toria dc ?^.^)?4 ptas. ( I^4,^1 Ecus/t) a otrade ? L(^^ 1 ptas./t, dependiendo en cada ca-so las posihles variaciones de los rendi-micntos.

L.^t coseCila

Aunquc el girasol es un cultivo muvI'CtiltilenlC, l^l l'Xlrl'mada tieC^Ula dC eSIC a[70

sc clejcí sentir cn numeros^is zonas, limi-tando sus rcndimicntos productivos.

I_os últin^os informes del Ministerio deAgricultura indicahan un rendimien[o mc-dio glohal dc 7^7,^ k ,̂?/ha, yue multiplica-do por los 1.32ti.3(>O ha cultivadas, propor-cionaban una tecírica cosecha de L(X)6.1(1Ot dc «pipa», dc una riclueza del ^7`%^ dcgrasa.

Yor ionas de producción, la cosecha de^irasol yucdaha de la siguientc manera:Ara^^cín, ^l(^. l00 t(4,i8`%, ) ; Castilla y Le6o,ISU.3(x) t (1^1,9^1`%); Castilla-La Mancha.?1^1.(i(Hl t (?1,33`%): Extremadura. (i^1.9(X1t. (f^,45`%^); Andalucía 2^)4.^1(1(1 (2^),2h`%) _votras rc^^iones. '3>.ti(N) (2^.^4%, ).

Frcnte a estas eslimacioncs oficialcs, enmedios pr^í^imos a la Asociaci^ín para cl

Fomento de las Oleaginosas y su Extrac-ci6n (AFOEX) sc calculaha que la cose-cha total de esta oleaginosa estaría alre-dedor de las ^75.(K>n t. lo que significabaun registro por dehajo de las estimacionesiniciales e. insuficicnte, para la demandarcal.

Efectivamente, si estimamos un rendi-miento medio del 37°/,, la producción re-sultante de aceite se sitúa en unas 322.(><x)t, frente a una demanda de 342.(xx) t.

En cualquier caso, este pequeño déficitde 2O.O0O t, no preocupa en el sectortransformador, ya que hay aceite rctinadode girasol sid^iciente para suplirlo.

Los precios

En los piimeros días dc campaña, losprecios de la «pipa» dc ^irasol se situaronen torno a las 39 ptas./kg para la calidadtipo, Ilegando a superarse en algunaszonas andaluzas. Estas cotizacioncs tanelevadas desmotivaron a las indusirias vse produjo un descenso de las comprasnacionales v un incremento de las etterio-res, Ilcgándosc a contratar hasta 200.0(H) tde girasol foráneo.

Ante la ralentizacibn del mercado na-cional, los precios ilexionaron, aunyue vol-vieron a recuperarsc hasta las i^-3^) ptas./k`^ con la entrada en el mercado de 1aproducci^ín dc la r_ona norte, que estacampaña Ilegó hastante retrasada.

En cuanto a]os precios dcl aceite encl mercado nacional, hay que indicar yueal finalizar el año se mantenían cn unasituacicín dc firmeza. Los hajos resultadosde la rosecha cspañola y la tendencia al-cista -provocada por la fucrte demanda-

Este año se han recogido unas 1.006.100 t de pipa,después de las limitaciones impuestas

a la siembra, que descendió un 37,7%sobre el año pasado.

en algimos países, permitían que cl aceitede girasol (refinado, sobre origen, a gra-nel) se pagase a 100 ptas./k^. mientras qucel aceite de girasol crudo (sohre origen, agranel y para 1^rado de acidez) se cuti-zaba entre las 88 y las 90 ptas./kg.

Otras olea^nosas

Tanto la so,ja como la colra, han expe-rimentado durante 1994 unos crecimientosen sus superficies de cultivo importan[es.En el caso de la soja, frcnte a las 1.3(x)ha ocupadas en 1993 se ascendió hasta las6.SIX) en 199^.

En cuanto a la colza, se pasó de unaextensión de 9.6(>O ha a nada menos que67.(xx), a pesar dc que como nuestros Icc-tores saben, existe una penalización entorno al 5%, procedentc del reparto deeacedentes entrc Esp^^ña y Alcmania.

Las producciones de amhas oleagino-sas, como estaba previsto, se mantuvicronen línca con la espectacular expansión delos cultivos, alcanzándose unos registros de10900 t en el caso dc la soja y, dc >3.^(x)en el de la culra.

Oleaginosas para biocarburarrtes

A mediados de julio, la Comisicín Dcle-gada dcl Gobicrno para Asuntos Econó-micos aprobó un acuerdo por el que seponía en marcha, a través de un trata-micnto fiscal especial, la ohtención de hio-carburantes a partir de ^^ceites vcgetalesextraídos de granos de olcaginosas, comoel girasol o la colza.

La superficic cspañola dcdicada a estoscultivos será de 150.(xx) ha y se integrarádcntro de un espacio ^^lobal en la Uni^ínEuropca, yue oscila entre las 7(X).(Xx) v las^00.(x)0 ha, superficie consolidada cn lospasados acuerdos del GATT. n

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Algodón: penalizadospor los excedentes griegos

I cultivo del algodón sigue sin salirde la crisis. A las bajas cosechas deeste año, como consecuencia de laseyuía, hay que añadir las penaliza-ciones de la Unión Europea por

haberse superado la Cantidad MáximaGarantizada (CMG) en la pasada campa-ña, circunstancia esta última a la que sólohan contribuido los agricultores griegos,pero cuyas consecuencias también van apagar los cultivadores españoles, al estarcomunitarizado el cupo de producción

En la última reunión del Comité Con-sultivo del Algodón de la UE, celebrada amediados de noviembre en Bruselas, losrepresentantes españoles volvieron a rei-terar la necesidad de que nuestro paíscuente con un cupo de producción propio(de 350.000 t) para evitar que vuelvan areproducirse los problemas antes comen-tados, así como que se corrijan las dife-rencias entre los agricultores griegos yespañoles, actualmente muy favorables alos primeros.

L.a cose^a

En la campaña de 1994, que ahora fi-naliza, los cultivadores de algodón tropc-zaron con el problema de la sequía y lafalta de garantías de agua para regar.

Las restricciones impuestas por la Con-federación Hidrográfica del Guadalquivirhicieron que sólo se aventurasen a culti-var algodón aquellos agricultores andaluces(recordemos que Andalucía produce el90% del algodón nacional) que tenían ase-guradas las disponibilidades de agua oquienes disponían de pozos.

A1 final, las superficies ocupadas poreste cultivo industrial totalizaron las 38.1(X)ha, lo que significaba una mejora del19,1% respecto a la desastrosa campañaprecedente, quedando muy lejos de las76.0(>n ha que suelen llegar a cubrirse enuna campaña normal.

Aunque fueron muchos los agricultoresque tuvieron que renunciar a esta alterna-tiva agronómica, los que lo lograron, obtu-vieron unos rendimientos medios másaceptables (3300 kg/ha), superando am-pGamente la rentabilidad de las dos cam-pañas anteriores (poco más de 2.700 kg/haen cada caso).

Con estos datos de superficies de cul-tivo y rendimientos, la cosecha de algo-dón en bruto de 1994 se situó en ]25.800

t, con lo que se mejoraban en un 42,8%los resgistros de la campaña precedente,quedando distribuida por zonas de pro-ducción de la siguiente forma: Sevilla,77.000 t(61,21%); Cádiz, 17.700 t(14,07%); Jaén, l2.(x)0 t (9,54%); Murcia,9.500 t (7,55%); Jaén, 5.900 t(4,69%);otras provincias, 3.700 t (2,94%).

Estos porcentajes demuestran que lacomunidad andaluza produce el 90% delalgodón que se cosecha en España, apesar de que semejantes resultados no lle-gan a la mitad de lo que se puede consi-derar como una producción q ormal.

Cupo propio

Como señalábamos anteriormentc,durante la reunión del Comité Consultivodel Algodón de la UE, celebrado a me-diados de noviembre en Bruselas, se vol-vió a reiterar la necesidad de que Españacuente con un cupo de producción propiode 350.(xl0 t de algodón en bruto, al tiem-po que se insistía e^n que la ayuda comu-nitaria debe de continuar estando dirigidaal producto en sí.

Entre los temas tratados en esta reu-nión, a la yue asistieron representantes dela Comisión Europea, de los productoresy de la industria, destacan los relativos alas cifras de superficies y produccionescorrespondientes a 1994.

Según estos datos, los cultivadores grie-gos habrían sembrado esta campaña unas338.640 ha, que rendirían alredcdor de1.180.000 t de algodón en bruto. Por su

Se recogieron 125.800 t, con lo que la cosechamejoró en un 42,8%.

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parte, Esparia dcstinó al algodón 38.1(>Oha.

Aunyue en el caso dc nucstru país losdatos sc pucden dar como definitivus, noocurre lo mismo con los gricgos, ya yucde la cosecha prcvista inicialmentc habiíaque deducir las cuantiosas pérdid^^s pro-vocadas por las inundacioncs.

De acuerdo con estas previsiuncs, laproducción de algodón cn cl conj^.mto co-munitario rondaría los I,^ millones dc to-neladas en el peor de los casos, lo quc su-pondría rebasar la Cantidad MáximaGarantizada (CMG) por la l1E en (^lx).(x10t, dado que cl cupo asignado rs dc7ol.^xx^ t.

De confirmarse estos datos entrarían enfuncionamiento las penalizarioncs dc losprecios, lo yue en cl caso dc España sctraduciría en unas pérdidas añadidas pró-ximas a los 5.OUO milloncs de pesetas,cuando la cosecha no ha Ilrgado ni a lamitad y no se ha conh^ihuido a supcraresa cantidad máxima garantizada.

Este pagar «justos por per^dores» scdebe al hccho de yue el cupo o CM( ^,de 70L(Xxl t, esté comunitarizado (cun luyue el sobrepasarlo se considera respon-sabilidad de todos los pruductores) en lu-gar de yue cada país lcnga su propio cu-po y responda de sus propias actuacioncs.

Precios y ayudas

Scgún las cifras duc sc mancjaron rnesta reunión del Comit^ Consultivo dclalgodón, el produclor español vicnc per-cibicndo entre las IS3 y las 1^7 ptasJkgde algodón, micnh-as yuc cl griego cohraentre 24O y 27O dragmas, lo yuc suponccntre 122 y 138 ptasJkg, hahida cuenta drque 1(>O dragmas equivalen a 51 ptas. alcambio actual.

Uno de los «platos fuertcs» de estareunión era estudiar el proyecto quc ensu día encargó cl Conscjo de MinisU^os ala Comisión, para modificar cl régimcn dcayudas al algodón. En las conclusiones fi-nales el Comité Consultivo ahogó poryucse continúe concediendo la ayuda <^ laproducción, aunyue se rechaz^í dc planuel yue la ayuda fucra pon c^ctárca, ya yucesto «scría una catástrufe para cl algo-dón».

Igualmente, se propugnó la climinarióndel sistema de ayudas a los heyueños pro-ductores, ya yue ha perdido su eficacia.En este sentido, convicne scñal,^r las gra-ves distorsiones yuc se han producido conesta ayuda, como consccuencia del incre-mento rnasivo dc pcqucños agricultores cnGrecia y los numerosus casos dr fraudedetectados a partir de este fcn^ímcno. n

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<La producción ha ascendido a 41.600 t. La provincia de Cáceres produjo el 78% de la cosecha.

Los cu ltivadores de tabacoextremeños se rebelan

a presente campaña tabaquera haresultado muy movida para los culti-vadores extremeños que en determi-nados momentos se negaron a reali-rar sus entregas a los centros de

CETARSA, por las exigencias de la Com-pañía dependiente de Tabacalera.

La historia es así de simple: hace unosaños Tahacalera y el Ministerio de Agri-cultui a aconsejaron a los agricultores quehicieran una inversión en el cultivo detabaco, pasando de las variedades negras(Burley) a las rubias (Virginia), que eranlas más demandadas por el mercado.

Ahora resulta que el mercado nortea-mericano «se está comiendo» material-mente al del rubio español, por lo que Ta-hacalera está perdiendo competitividad ydinero, frcnte al producto estadounidense.

Ante esta situación, Tabacalera podríahabcr comunicado a CETARSA que limi-tase las compras de tabaco rubio por loyue esta última compañía habría presio-nado a los cultivadores amenzándoles conno aceptar sus cosechas, si antes los agri-cultores no aceptahan una rebaja de unas20 plas. del precio que regía en la cam-paña precedente.

Para lograr sus objetivos, CETARSAhabría recurrido al viejo subterfugio de lamenor calidad del producto entregado, pa-ra justificar sus unilaterales penalizaciones.

En scñal de protesta, los tabaquerosparalizaron sus entregas a los centros derecogida de CETARSA, y, tras trece díassin actividad de las partcs implicadas, con-siguieron sentarse a la mesa para buscaruna solución a este conflicto.

Los objetivos de los tabaqueros eran

los mismos que los de la propia Junta deExtremadura, es decir, « asegurar el futurode este cultivo y mantener las rentas delos agricultores en este sector del tabaco,que es un vector fundamental para eldesarrollo de esta Comunidad, que afectaa una zona económicamente muy diná-mica y, que tiene una dependencia muygrande de este cultivo industrial».

Tras un período de tensión e inactivi-dad, el pasado 21 de octubre los repre-sentantes de la Junta de Extremadura, delas cooperativas tabaqueras, de las organi-zaciones agrarias y de la empresa públicaCET,^RSA llegaban a un acuerdo.

Sin embargo, a las pocas horas dehaberse logrado este pacto, los centros derecogida de tabaco volvían a paralizar susactividades al no haber consenso en lasclasificaciones del producto entregado.

La nueva cosecha

Por lo que se refiere a la actual cam-paña de 1994, hay que decir que en tér-minos de producción ha resultado muyparecida a la de 1993, a pesar de que lastormentas dañaron algunas plantaciones dela provincia de Cáceres.

Sobre las 17.600 ha puestas en cultivoen toda España, la producción de 1994podría haber ascendido a 4L600 t, con lasiguiente distribución por tipos de tabaco:Kentucky, 10 ha y 25 t; Havana E., 3.250ha y 8.650 t; Virginia E, 12.400 ha y28.000 t; Burley E., 1.940 ha y 4.925 t.

De estas superficies y produccionesnacionales, la mayor parte correspondena la provincia de Cáceres, que por sí solarepresenta el 82% de la extensión totalocupada por el tabaco en España y, el78% de la cosecha nacional de este pro-ducto. n

Azafrán : un futuro inciertobilidad y de su-perficies en des-censo, ha habidoque añadir losderivados de lasequía que, al nopermitir una cose-cha normal deflores, ha hechoque las produccio-nes se vinieranabajo, no supe-rando las 15.000 t.

De cara al fu-turo (si es que

a falta de rentabilidad de las explo-taciones y la disminución de las tie-rras de cultivo han colocado al aza-frán español prácticamente al bordede la desaparición.

Hace tres años, este cultivo industrialtodavía venía ocupando unas 3.200 ha(Castilla-La Mancha, 1.970 ha, Aragón,610 ha y otras regiones 620 ha) de lascuales 2.530 se daban en secano y las res-tantes h70 ha en regadío.

En el primer caso, la tierra rendía unos_S kg/ha, mientras que en el regadío estosrendimientos se aproximaban hasta los 14kg.

Los precios en los últimos tiempos sehan estancado entre las 40.000 y las 45.(xl0la libra, con lo que han dejado de ser ren-tables para los agricultores, dado que setrata de un cultivo artesano que necesitamuchos cuidados.

En la presente campaña de 1994, a losproblemas estructurales de falta de renta-

hay futuro para este cultivo industrial),habrá que pensar en un mavor grado deintegración de los cultivadores, en ayu-das (tanto para la producción como parala exportación) y,^ en el reconocimientode una Denominación de Origen queavale la calidad de esta especie tan acre-ditada. n

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Arroz : afectado por la escasez de aguaor segundo año consecutivo la co-secha de arroz no alcanzará los ni-veles productivos de una campañanormal. Aunyue en algunas zonasde tradición arrocera (Tarragona y

Valencia) los resultados han sido muyaceptables, en otras ( Andalucía y Murcia)las producciones han sido muy escasas,desequilibrando la cosecha final.

En el caso concreto de Andalucía, delas 34.000 ha que se venían sembrandohabitualmente, sólo pudieron cultivar7.(x>n. La escasez de agua obligó a la Con-federación Hidrográfica del Guadalquivira racionalizar el uso, prohi-biendo los riegos en deter-minados cultivos como clarroz.

En consecuencia, sólo seaventuraron a sembrar al-gunos agricultores que dis-ponían de pozos en susexplotaciones, mientras quela gran mayoría restanteveía pasar la campañaprácticamente en blanco.

En la zona murcianade Calasparra (cuyos arro-ces están amparados poruna Denominación deOrigen) una tor ►r►enta degranizo desatada el día 30de agosto se llevó por de-lante buena parte de lacosecha.

Según las valoracionesdel propio Consejo Regu-lador, las pérdidas llegarona afectar al 60% de lasplantaciones, perjudicandoseriamente a las cerca de1.500 familias que vivende este sector en la re-gión.

La cara positiva de estecultivo arrocero se dejabaver en las zonas producto-

E1 objetivo de esta iniciativa de losarroceros valencianos es el relanzamientodel sector para hacer frente a la compe-tencia de otras zonas arroceras de España,principalmente el Delta del Ebro (Ta^Ya-gona) y Calasparra (Murcia) y del arrozimportado de Asia, y potenciar la ventade este producto en el mercado nacional yeuropeo.

Finalmente, en las zonas productorasde Extremadura, las superficies puestasen cultivo sólo llegaron a las 7.000 ha,frente a las 17.000 que se habían sem-brado en campañas precedente:s. Las

de rendimicnto como dc calidad, calculán-dose un registro final cercanu a las 48.(X1<)t dc producción.

A la vista de todas estas particulari-dades se puede finalizar dicicndo quc lasuperficic cubierta por cl arroz cn I^)94alcanzb las 62.000 ha dc suclo español,que significaron un incrcmcnto dcl23,5% respecto a las sicmbras de 1^)^)3,pero yuedando muy lejos dc las yuc seocupan en una campaña nurmal, y que aestas ^^► lturas deberían asccnder ya a las90.000 ha.

A partir de esas superficies, y con lascircunstancias que se produjcron cn cndacaso, la cosecha española dc arroz se hasituado en 376.5(x) t, lo yue supunc un^ ►mejora dcl ] 9,3% respecto a los rcgisU^os

de 1 ^)^)3.

Se recogieron 376.500 t de arroz, lo que supone un aumento de un 19,3% sobre 1993.

ras del Delta del Ebro (Tarragona) y deLa Albufera (Valencia), donde tanto losrendimientos como la calidad del produc-tor resultaron buenos en líneas generales.

En el caso de los arroceros de La Al-bufera, la novedad más sobresaliente enesta campaña ha sido la petición de unaD.O. para sus producciones, que con elnombre de A^^r^^s de l'Albufera ampararíaa las 16.000 ha que en conjunto cultivanlos términos de Valencia, Alfafar. Massa-nassa, Catarroja, Albal, Silla, Sollana,Sueca y Cullera.

insuficientes reservas de los embalsesobligaron a un acuerdo entre las organi-zaciones agrarias, las comunidades deregantes y la Confederación Hidrográficadel Guadiana, gracias al cual fue posiblegarantizar el riego de esas 7.(xx) ha pues-tas eq cultivo.

Buena cosecha

Finalizada la recolección, la impresiónque se tenía era que la cosecha habíaresultado muy bucna, tanto en términos

Producción por zonas

Por zonas de produc-ción, c:l reparto dc cstascosechas de arroz ducdeíde la siguicntc mancra:Tarragona, 123.6O0 l.(32,R3`%^ ); Valcncia, l 1 S.0(>Ot (30,54%); 13adajoz, ^`^.(1OOt (12,75%^ ); Scvilla, 36.(N>Ot (9,56`%^) y otras provin-cias, 539OO t. (1 d,3?`%, ).

En cualquicr caso, lacampaña arroccra actualpuedc considcrarsc como« puentc», dadu quc scesperaha una rcforma dcla OCM dc cstc prodttcto,quc finalmcnte ha yuc-dado aplazada, con lu yurla normativa scrá una con-tinuacián dc la antcriur.

EI prccio dc intcrven-ci^n del arroz cáscara paraesta campaña ducdc^ fijadoen 309.60 Ecus/[ (unas59,54 ptas./kg) para losarroccs de calidad tipo, ycon cntrcgas a la intcivcn-ción a partir dc cncro dc19^)5. El prcciu indicativo

para cl arroz cargo sc fijó cn 53O,(^UEcus/t, mientras yue lus incrcmcntos men-suales de precio para la posihlcs entregasa la int^ ►vcnción bajaron ligcramentc res-pecto a la campaña prcu;dente, qucd^ ► ndocn 1,^)4 Ecus/t (0,373 ptas./kg/mcs).

Dcspués de todas cstas considcracioncs,y a la vista de una cosecha tan cscasa,cabe esperar que ^I mcrcado f'unciunebien y con fluidcz, v c{uc los mccanismosde intervención quedcn s^>lo como unaalternativa que no ha sido nrcesario utili-zar. n

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Patata : un mercado complicadoa falta dc una regulación clara delcultivo y mercado de la patata haceque en algunas campañas se pro-durcan fuertes desajustes entre ofer-ta y demanda, con lo que los con-

sumidores acaban pagando unos preciosmuy elevados o los productores perci-biendo cotizaciones ruinosas. Este ha sidocl caso de la actual campaña de 1994, enla que las hajas cosechas han permitido alos agricultores que se arriesgaron a sem-hrar este tuhérculo muy buenos precios.

Patata extrdtempCana: En el caso deltub^rculo extratemprano la superficiealcanrada esta campaña quedó en 5.4(x)ha, lo que supuso cma mejora del 9,1%respecto a 19c^^, alcanzando una produc-ción dc 89.i;00 t, que significan un inere-mento del 11,7% respecto a los resultadosde la campaña precedente.

Aunque cste tubérculo tiene un escasopeso específico dentro de la cosecha glo-bal dc patata, lo cierto es que obtieneunos precios muy elevados cn el mercado,al tratarsc de unas primeras recoleccionesdc primor, muy demandad^ts por el consu-midor.

Patata temprana: Para la patata tem-prana se destinaron 309(x) ha, lo que sig-nificó una caída del 5,4% respecto a las

extensiones cubiertas en la campaña pre-cedente.

Al final, fueron recolectadas 5y6.700 t,lo que significó un aumento del 2,5% res-pecto a la eosecha del año anterior. Deeste volumen de tubérculo destacan las2h6.50O t aportadas por Andalucía (48%de la cosecha), las 72.8(x) de la Comuni-dad Valenciana (12,20%), las 63.500 deGalicia (10,64%), las 52.000 de Canarias(8.71%) y las 40.500 de Cataluña (6,75%)como registros más importantes.

Patata de media estación: La patatade media estación, quc viene a suponerun 60% de la patata total que se produceen España, ocupó unas superficies de cul-tivo de 126.(x>D ha, que se tradujeron enun incremento del 4,1 % respecto a lassiembras de 1993.

En este caso, la sequía y algunas enfer-medades del tubérculo frenaron notable-mente los rendimientos, con lo que alfinal sólo se llegaron a recolectar 2.336.4(>Ut, que suponían un aumento del K,l% enrelación a la campaña precedente.

De esta tercera cosecha, destacan lasy^4.Ei00 t(42,14%) aportadas por Galicia ylas 328.7(>U dc Castilla y Lcón (14,06%),estando el resto de las producciones muyrepartidas.

Lúpulo : pequeños excedentesa campaña de lúpulo, yuc concluyóa mediados de noviembre pasado secerró con un registro de 2.06K.(>^kg, lo que supone un pequeñoexcedente de h8.(xx) kg, respecto a

los 2 millones contratados por los lupule-ros con la Socicdad de Fomento del Lú-pulo

Por esta producción, los cerca de I.100productores de lúpulo que existen enLeón (única provincia que en Españamantienc este cultivo industrial) percibiráncada uno algo menos de un millón deptas. de media.

Para esta campaña de 1994, el preciomedio de la producción controlada (2millones de kg) alcanró las 5(K^ ptas./kg,micntras que la producción excedentaria(6í^.(xx) kg) no se espera que superen las3(x) ptas. el kg.

De esta cosecha global, el 90% ha sidoaportado por el Grupo de Cultivadores de

Lúpulo; otro 9,1% por la Asociación deCultivadores de Remolacha de León y el0,9% restante por ASAJA.

A juicio de los responsables de laSociedad de Fomento del Lúpulo, la cam-paña de 1994 puede calificarse como muybuena, ya que los rendimientos medios sehan situado en torno a los 2.000 kg porha en la variedad H-3 y en los 1.200 kgen la variedad H-7, cuando en los iniciosde la campaña se esperaba una sensiblereducción en relación a 1993.

A pesar de los buenos resultados deesta campaña, el cultivo del lúpulo enEspaña (concretamente en la provincia deLeón) sigue padeciendo una crisis consi-derable, motivada por los excedentes delas fábricas de cerveza y por la competen-cia de Europa (especialmente Alemania),que en la próxima campaña se podría tra-ducir en un descenso de las extensionesde cultivo. n

Casi todas las variedades de patata mejoraron suproducción este año.

Patata tdrda: Para la patata tardía sededicaron este año 53.800 ha, yuc mejora-ban en un 1,1% las extensiones de siem-bra de 1993. Aunque no existen datos de-finitivos respecto a la cosecha de estctubérculo tardío, a la vista de la evolucióndel cultivo se podría apostar por un regis-tro de 1.129.800 t, lo que supondiía undescenso dc un 1,02`%> en relación a 1993.

Importaciones a la vista

Si por circunstancias quc hemos comen-tado, el mercado de la patata es compli-cado, la situación sc cnreda mucho m<íscuando empiecan a entrar en España pa-tatas de importación.

En la pasada campaña, con una cose-cha de patata nacional también escasa, Es-paña importó unas S(>D.000 t dc tubérculo(procedente básicamente de Francia y Ho-landa), mientras que exportó unas 17(1.00Ode su cosecha propia.

Para eSte a110, y aunqUC n0 tenemOS

datos definitivos al respecto, estas cifraspodrían superarse a finales de campaiia,ya quc además de las importaciones delos países europeos citados, podrían haberentrado incontroladamente en los mcrca-dos españoles patatas procedentcs de Ma-rruecos, donde se están produciendo tu-bérculos a costes inimaginables.

A1 objeto de evitar los desajustes quese producen en el mercado de la patata,los Consejeros de Agricultura de variasCC.AA. (Galicia, La Rioja, País Vasco yCastilla y León) se reunieron con el minis-tro de Agricultura, instándole a yue pre-sentase ante las autoridades comunitariasuna propuesta de OrganiLación Común deMercado (OCM), con la que corregir es-tas deficiencias. n

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