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Compasión y evangelismo de Jesús, pág. 4 Roberto Hodgson
REVISTA ONLINE DE MISIONES HISPANAS, IGLESIA DEL NAZARENO USA-CANADA NÚMERO 2, 2018
Charlas Triviales, pág. 8 Bob Broadbooks
Con Gracia, pág. 10 David Busic
Compasión y Amor al Prójimo, pág. 16
Edgardo Rosado
Definamos Nuestra Iglesia, pág. 20 Mario J. Zani
Diversidad en la Iglesia Local, pág. 24
Obreros de Altar, pág. 30 José González
Número 2, 2018 www.nazarenosuscan.org
Bob Broadbooks
Director de la Región USA/Canada
Roberto Hodgson Director de Ministerios Multiculturales y de
Misiones Hispanas Región USA/Canada
Mario Zani Coordinador de Literatura Multicultural
Casa Nazarena de Publicaciones [email protected]
José Pacheco
Editor de Literatura Hispana, Misiones Hispanas USA/Canada
La presente publicación en el espacio cibernético ofrece re-cursos espirituales de santidad, para pastores y laicos de la Iglesia del Nazareno en USA/Canada, en todo el mundo de habla hispana, así como a los fieles de otras iglesias y deno-minaciones. Además, se propone servir de enlace principal-mente a los nazarenos hispanos de la Región USA/Canada, publicando noticias de iglesias, distritos, de otros ministerios, así como promociones de eventos denominacionales y regio-nales. Si desea contribuir con artículos y/o noticias le invitamos a visitar la página www.nazarenosuscan, la biblioteca virtual, en donde podrá descargar el Manual de estilo de nuestras publicaciones. Dirija toda correspondencia a:
USA/Canada Regional Office
Church of the Nazarene
17001 Prairie Star Parkway
Lenexa, KS 66220
913-577-0500
CONTENIDO
4 Compasión y evangelismo de Jesús Roberto Hodgson 7 Oraciones por la paz Junta de Superintendentes Generales 8 Charlas triviales Bob Broadbooks 10 Con gracia David Busic 12 Equipo hispano de respuesta a desastres, Distrito de Florida Edgar Díaz 16 Compasión y amor al prójimo Edgardo Rosado 19 M-19: Misión, impulsemos el evangelio Región USA-Canada 20 Definamos nuestra iglesia Mario J. Zani 24 Diversidad en la iglesia local Charles Christian 27 M-19: inscripción abierta 28 Diciembre, mes de los Ministerios de Compasión 30 Obreros de altar (manual) José González
El Dr. Roberto Hodgson es
Director de Ministerios
Multiculturales y de
Misiones Hispanas
“Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo COMPA-
SIÓN de ellos, porque eran como ovejas que no tenían
pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas.
Cuando ya era muy avanzada la hora, sus discípulos se acercaron a él, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya muy avanzada. Despídelos para que vayan a los campos y aldeas de alrededor, y compren pan, pues no tienen qué comer. Respondiendo él, les dijo: DADLES VOSOTROS DE COMER”
—Marcos 6:34-37
Jesús tenía un corazón compasivo por la gente y daba
prioridad sobre todas las cosas para atender y suplir sus necesi-
dades. Jesús estaba dispuesto a cambiar su agenda con tal de mi-
nistrar a las multitudes que le seguían. En el contexto de este
pasaje, los discípulos habían regresado de una gira de la procla-
mación del reino Dios. Después de recibir el informe de los dis-
cípulos, Jesús los invitó a descansar.
Al desembarcar encontraron una multitud lista para escuchar las
enseñanzas del Maestro, por lo que el tiempo de descanso tuvo
que modificarse para responder a la multitud que hacia todo lo
necesario para escuchar el mensaje de Jesús. Aunque en el pasa-
je no se menciona, probablemente en esa ocasión Jesús sanó a
los enfermos y liberó a los poseídos por espíritu inmundos, ya
que era parte de la actividad de su misión.
A través de la historia
la iglesia de Jesucristo
se ha caracterizado
por el principio de la
COMPASIÓN de Jesús,
el cual debe formar
parte de su mensaje
integral de evangelismo
en el cumplimiento de
la misión.
4 / SER Y HACER
NAZARENOSUSCAN.ORG / 5
Las horas pasaron y la gente estaba cautivada por
la ministración del Maestro; el día declinaba. Los
discípulos tenían la responsabilidad de asistir a
Jesús con algunos detalles de su ministerio, en
esta ocasión, de avisar al Maestro que había lle-
gado la hora para despedir a la multitud. Cons-
ciente Jesús de que las personas habían viajado
desde diferentes lugares y que habían pasado un
largo tiempo escuchando las verdades eternas del
evangelio del reino, no quería despedirlos sin an-
tes alimentarlos para que regresaran a sus lugares.
Pidió a sus discípulos que alimentaran a la multi-
tud. Los discípulos se sorprendieron de tal peti-
ción, porque humanamente era imposible suplir
comida para aquella gran multitud de cinco mil
hombres, sin contar mujeres y niños.
Los discípulos, para responder a la orden de Je-
sús: “Dadles vosotros de comer”, encontraron
cinco panes y dos peces, que llevaron al Maestro.
Aquellos pocos panes y peces, obviamente, no
eran suficientes para darle de comer a la multitud,
pero en las manos del Maestro fue suficiente para
alimentar a todos y que quedaran satisfechos.
Aun después que todos comieron sobró para lle-
nar 12 canastas.
En esa ocasión Jesús estableció la enseñanza de
responsabilizar a sus discípulos de alimentar a las
personas cuando vieran las necesidades y a res-
ponder con compasión. La proclamación
de las buenas nuevas del reino conllevaría la
compasión de alimentar al hambriento y ayudar al
necesitado.
Los discípulos aprendieron el principio del evan-
gelismo y la compasión en el cumplimiento de la
misión y establecieron la compasión como estilo
de vida para la Iglesia Primitiva. Ellos cuidarían a
los más necesitados:
“Todos los que habían creído estaban juntos,
y tenían en común todas las cosas;
y vendían sus propiedades y sus bienes,
y lo repartían a todos según
la necesidad de cada uno”
—Hechos 2:44-45
“Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre,
heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber;
fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis;
enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.
Entonces los justos le responderán diciendo:
Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento,
y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te
cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?
Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos
mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis” (Mateo 25:34-40).
6 / SER Y HACER
A través de la historia la iglesia de Jesucristo se
ha caracterizado por el principio de la compasión
de Jesús, el cual debe formar parte de su mensaje
integral de evangelismo en el cumplimiento de la
misión. Los archivos históricos registran que los
cristianos han establecido hospitales, clínicas, es-
cuelas, orfanatorios, centros de alimentación, pa-
ra ser fieles a la enseñanza de Jesús de “dadles
vosotros de comer”.
Desde sus años formativos la Iglesia del Naza-
reno ha practicado la compasión de Jesús. En el
libro Our Watchword &Song (nuestro lema y
canto) se declara: “El ministerio de compasión se
mantiene como respuesta a las necesidades mate-
riales del mundo. Los nazarenos mantenían va-
rios orfanatorios, casas de maternidad, casas de
rescate… Como pueblo consagrado a Dios, com-
partimos su amor por los perdidos y su compa-
sión por los pobres y afligidos. El Gran Manda-
miento (Mateo 22:36-40) y la Gran Comisión
(Mateo 28:19-20) nos impulsan a enfrentarnos al
mundo con evangelismo, compasión y justicia”.
En su declaración de misión de los ministerios de
Compasión de la región USA/Canada se declara
lo siguiente: “Ministerios Nazarenos de Compa-
sión busca vivir y actuar con compasión en el
mundo siguiendo el ejemplo de la propia vida y
ministerio de Cristo. Buscamos ser una encarna-
ción del mismo evangelio que Cristo vivió y pre-
dicó y ser testigos del mismo amor y la compa-
sión que Dios tiene para nuestro mundo.
“Creemos que todo seguidor de Jesús ha sido lla-
mado a encarnar la compasión en su comunidad.
Desde los primeros días de la iglesia, los cristia-
nos han estado involucrados en
el ministerio hacia los marginados de todo el
mundo. La Iglesia del Nazareno en concreto ha
afirmado la necesidad de la iglesia de abrazar a
los que han sido ignorados por la sociedad.
Este cargo no es sólo institucional; es un llamado
personal en la vida de cada cristiano”. (Tomada
de la página web de la Iglesia del Nazareno y tra-
ducción libre).
Preguntas de Reflexión
1. ¿Qué otros pasajes bíblicos usaría usted para
este artículo?
2. ¿Cómo aplicaría la compasión y el evan-
gelismo en su vida ministerial?
Muchos eventos mundiales recientes nos recuerdan una vez más que nuestro mundo continúa dividi-
do por asuntos políticos, étnicos, raciales y culturales. La violencia extrema en lugares tales como el Medio Oriente, Bélgica, Bangladesh, Turquía y Luisiana,
Minnesota, Florida y Texas, EE.UU., lanzan imágenes de odio que ilustran esas divisiones y la consecuente alienación, la lucha y el quebrantamiento. Nuestro llamado a levantarse en contra del odio y por la paz no ha cambiado desde que publicamos la siguiente declaración en 2014:
El profeta Isaías recibió una visión del pueblo de Dios que atravesaba por un camino muy difícil. Pasa-ban por un desierto con valles, colinas, curvas y áreas ásperas. Isaías declara: “¡Consuelen, consuelen a mi pueblo!, dice su Dios” (Isaías 40:1, NVI). El profeta entonces anuncia la venida de un Mesías que cuidaría de nosotros. Utiliza está imagen poderosa: “Como un pastor que cuida su rebaño, recoge los corderos en sus brazos; los lleva junto a su pecho, y guía con cuidado a las recién paridas” (Isaías 40:11, NVI).
El Padre envió a su Hijo para vivir entre nosotros y ser Emmanuel, “Dios con nosotros.” Vino a pro-veer el camino para nuestra salvación y reconciliación ante nuestro Dios y los seres humanos. El mensaje del evangelio es para toda persona y nos hace uno al pie de la cruz: “Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús” (Gálatas 3:28, NVI). Esta declaración llama a todos los seguidores de Cristo a unirse en amor.
Somos embajadores de este evangelio (2 Corintios 5:20). En nuestro mundo, reflejamos mejor el ejem-
plo de Cristo y de aquellos que viven según la visión de Isaías 40:1-11 cuando:
Hablamos por aquellos que no pueden hablar por ellos mismos.
Lloramos con aquellos que lloran.
Consolamos a otras personas que sufren donde sea que las encontremos.
Sentimos el dolor de aquellos que están dolidos.
Buscamos aliviar el dolor cuando sea posible.
Somos lentos para hablar y rápidos para escuchar la posición de otros.
Buscamos entender las situaciones de los demás.
Mostramos dignidad y respeto a todos.
Derrumbamos las paredes que nos separan.
Construimos puentes que nos conecten.
Seguimos en los pasos del Príncipe de Paz.
Extendemos gracia y misericordia a otros como Dios nos la ha extendido a nosotros. Oramos por sabiduría y dirección para reflejar mejor el ejemplo de Cristo ante los demás.
Elevamos nuestra oración con la esperanza de que dondequiera que haya nazarenos, proclamarán la paz, la sanidad y la reconciliación.
Padre, gracias por enviar a tu Hijo a nuestro mundo dividido. Danos el poder de tu Espíritu Santo pa-ra ser agentes de apoyo, consuelo, paz y sanidad. En el nombre poderoso de Jesús oramos. Amén.
— Junta de Superintendentes Generales
Un llamado por la paz, la sanidad y la reconciliación
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8 / SER Y HACER
BOB BROADBOOKS
DIRECTOR DE LA
REGIÓN USA/CANADA
CHARLAS
COMPASIÓN POR LOS AGONIZANTES
Poco después de asumir mi primer pastorado, en una
visita a un enfermo en el hospital descubrí algo importante: A
los agonizantes no les interesan las charlas triviales. No
desean oír de eventos actuales, opiniones publicadas en los
diarios, ni los planes de vacaciones suyos. Su mente se enfoca
en algo más… en lo eterno. Ya no tienen tiempo que perder.
Por tanto, tuvimos el privilegio de charlar sobre temas impor-
tantes. Hicimos unas cuantas preguntas con la intención de
obtener respuestas llenas de fe. Pero a la mayoría de los mori-
bundos o agonizantes postrados en cama, llenos de ansiedad y
ya muy cercanos a la muerte, les gustan las conversaciones
directas. Para ellos, todo gira en torno de la vida y la muerte.
Recordé todo esto cuando visité a mi padre, Melvin Miner
Broadbooks, en su lecho de muerte. Pasó los últimos seis me-
ses de sus 98 años en una casa de ancianos. No era rico. La
cantidad máxima que ganó en un año fue de $8,000 dólares.
Esos últimos meses los pasó en la mitad de una habitación de
la casa de ancianos en una cama que no era de su propiedad.
Casi nunca salió de esa casa y toda la ropa que dejó fueron
unos cuantos pijamas colgados en el closet. En la pared, pega-
da a un tablero de boletines, quedó una foto de la familia,
unas cuantas tarjetas de saludos y otra con un dibujo de un pá-
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jaro que había coloreado en sus clases de actividades. Esa fue
la última residencia de mi padre.
Ese día, como siempre, mi padre llevaba su sombrero puesto.
Le protegía su cabeza sin cabello de las frías temperaturas. Pa-
ra la mayoría era extraño verlo en pijamas y con sombrero.
Conversamos un poco:
—Papá, siento mucho que has vivido aquí tus últimos
días. Esta no es tu casa. La cama es rígida. La comida no es
muy buena. Y la mayoría de los que te rodean te son extraños.
Se me quedó viendo con una leve sonrisa sin dientes y con el
brillo de sus ojos me dijo:
—No te preocupes por mí, Bob, todo va a estar bien pa-
ra mí.
En tan pocas palabras, mi padre cambió la conversación de una
charla trivial a un trozo de oratoria eterna.
Ya no le interesaba lo que sucedía a su alrededor. Su rostro se
enfocaba en el aire fresco de un nuevo lugar. Estaba ansioso de
estar alrededor del trono en donde conocería a todos por nom-
bre, hermanos y hermanas, en cuyas venas fluía la sangre de su
amado Salvador. Absolutamente todo eso pasaba por la mente
de mi padre. Estaba experimentando la verdad del himnólogo
que escribió: “Todo por Jesús“: “Ahora con mis ojos puestos
en Jesús, ya no veo a mi alrededor. La visión de mi espíritu se
ha quedado fija en el Crucificado”.
Por tanto, mi lector y amigo ministro, hable con los agonizan-
tes acerca de Jesús y del cielo. En momentos como esos, esa es
la única charla que les importa.
Evangelismo en Acción
Para marcar la diferencia ante los demás se necesita comenzar por expresarse uno con gracia…
¿Cómo pueden los cristianos seguir siendo fieles al evange-
lio cuando la cultura presente cada día es más hostil hacia la
iglesia? ¿Cómo respondemos en amor a nuestros prójimos
que no conocen a Cristo?
El apóstol Pablo ofreció instrucciones atinadas a los
cristianos de la iglesia primitiva, cuando enfrentaron circuns-
tancias hostiles en el mundo grecorromano: “Andad sabia-
mente para con los de afuera, aprovechando bien el tiempo”.
Luego les recomienda cómo ejercer sabiduría: “Que vuestra
conversación sea siempre con gracia, sazonada como con sal,
para que sepáis cómo debéis responder a cada persona”.
(Colosenses 4:5-6, La Biblia de las Américas: LBLA).
Observe cómo el apóstol seleccionó muy bien sus pala-
bras y el orden en que las expresó.
Con Gracia
¿Qué significa “con gracia“? [Nota del traductor: En la
versión original en inglés que usó el autor dice: “Llena de gra-
cia“]. Es decir, no queda lugar para nada más aparte de lo que
ya está allí –en sobreabundancia. ¿De qué quería Pablo que
estuvieran llenos aquellos cristianos? ¡De gracia! Que su con-
versación con los inconversos rebosara de bondad inmerecida,
amabilidad, generosidad y amor.
El Dr. David Busic es uno de los seis Superintendentes generales de la Iglesia del Nazareno.
Cuando se trata de
nuestras conversaciones
“para con los de afuera”,
creo que Pablo
aconsejaría lo mismo a
los cristianos de hoy. Si
deseamos ser
extravagantes, seámoslo
con gracia y no con
mucha sal. Con
misericordia y no con
juicio. Con amor y no
con indignación.
10 / SER Y HACER
Sazonada con Sal
A mí me gusta la sal. Le da buena sazón a
casi todas las comidas y se nos hacen más sabro-
sas. Pero la mucha sal no es buena, le da un sabor
amargo a las comidas. Si se le pone demasiada
sal a las comidas, estas pierden su sabor natural.
Un poco de sal produce resultados increíbles –si
se usa con moderación. Pero si se abusa de ella,
arruina el sabor de las comidas. La sal sirve para
sazonar.
Pablo no podía ser más práctico. Cuando
se trate “con los de afuera”, o inconversos, “que
vuestra conversación sea siempre con gracia,
sazonada como con sal”. Llénese hasta rebosar
de bondad, humildad, servicio, generosidad y
amor. Entonces, sazone esa gracia con la verdad
del evangelio.
Pero tampoco podemos exagerar y esperar
buenos resultados. Si abusamos de la sal y a la
vez estamos llenos de gracia, aun así nuestra sa-
zón será amarga. Podremos establecer nuestro
punto de vista, pero no marcaremos ninguna dife-
rencia.
Más que Expresar un Punto de Vista
Hace poco, el pastor Andy Stanley dijo
que a los cristianos se nos conoce por sostener
firmemente nuestros puntos de vista. Expresamos
claramente aquello con lo que no estamos de
acuerdo, el estilo de vida que nos parece inco-
rrecto, así como lo que desearíamos que se cam-
biara en el mundo. Es decir, tomamos muy a pe-
cho “eso de la sal”. Pero cuando expresamos el
sentir de que “no nos gusta lo que hacen y por
eso ustedes tampoco nos caen bien”, quizá expre-
semos bien nuestro punto de vista, pero no mar-
camos ninguna diferencia.
Marcamos la diferencia solo cuando nos
expresamos con gracia y sazonamos todo con sal.
Expresamos de todos modos nuestro punto de
vista. Y también decimos la verdad. Pero cuando
le agregamos una vida santa, de amor, generosa,
perdonadora y rebosante de gracia, la verdad co-
mienza a lucir hermosa y no tanto amarga.
El 2 de octubre de 2006, un lechero tras-
tornado de nombre Charles Roberts entró armado
en una escuela de los amish en Pennsylvania. Or-
denó que salieran todos menos 10 jovencitas.
Brutalmente les disparó a las 10 antes de suici-
darse. Cinco chicas murieron y otras cinco sobre-
vivieron. Fue un día terrible, horroroso que sacu-
dió a todo el país. No solo lo fue para la comuni-
dad amish, sino que Roberts también dejó desam-
parados a su esposa Marie y a sus dos hijos.
El sábado siguiente, en el funeral de Char-
les Roberts, ocurrió algo en verdad maravilloso:
las familias de la comunidad amish acudieron en
solidaridad y apoyo de Marie y su familia. Con-
formaron tres cuartas partes del total de los do-
lientes en el funeral ese día.
Acompañaron en su dolor a Marie y fami-
lia. Ofrecieron perdón por lo que había hecho
Roberts y abrazaron a su familia. Demostraron
amor a sus hijos, aun cuando ellos habían perdido
a sus seres queridos para siempre. Entonces pro-
cedieron a discutir las formas de apoyar financie-
ra y emocionalmente a la familia después del fu-
neral.
De nuevo el mundo se conmovió, pero
ahora por una razón diferente: el mundo rara vez
es testigo de ese tipo de amor y perdón.
Conozco a muy pocas personas que expre-
san sus puntos de vista mejor de lo que lo hicie-
ron los amish aquel día. Gracias a su enfoque ex-
presado con gracia, sazonado con sal, marcaron
una gran diferencia.
Cuando se trata de nuestras conversacio-
nes “para con los de afuera”, creo que Pablo
aconsejaría lo mismo a los cristianos de hoy. Si
deseamos ser extravagantes, seámoslo con gracia
y no con mucha sal. Con misericordia y no con
juicio. Con amor y no con indignación.
De esta manera lograremos mu-
cho más que con expresar simplemente
nuestro punto de vista. De esta manera
marcaremos una gran diferencia.
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12 / SER Y HACER
DISASTER RESPONSE HISPANIC TEAM
EQUIPO HISPANO DE RESPUESTA A DESASTRES
El Dr. Edgar Díaz, pastor de la Iglesia del Nazareno Hispana de Tampa, Florida,
nos envió el siguiente reportaje ante el desastre ocurrido recientemente en el norte
de Florida.
Las autoridades habían informado
que el Huracán Michael sería muy peligroso, en especial para el “Panhandle” de la Flori-da. El área de Panamá City, donde nuestro distrito tiene una iglesia americana y otra hispana, sintieron la fuerza sin precedentes del huracán al azotar esa zona con vientos de 155 millas.
Por la gracia de Dios nuestro distrito activó
diferentes equipos, por lo que un gran cuer-
po de voluntarios se dieron a la tarea de
identificar las necesidades y los medios para
asistir a la iglesia y la comunidad en gene-
ral.
Nuestro equipo conocido como: “Disaster
Response Hispanic Team” (Equipo hispano
de respuesta a desastres), llegó a la zona
afectada a los cuatro días de haber pasado
el huracán Michael. Fuimos testigos de la
terrible devastación. Las calles parecían una
zona de guerra: ramas de árboles en el pa-
vimento y techos arrancados; miles de per-
sonas sin servicio de electricidad, sin agua y
nada para comer.
No obstante, Dios nos permitió viajar al lu-
gar con agua, alimentos, ropa, almohadas, pañales, “crisis care kits”, mochilas y también dulces.
Compartimos el amor de Dios, oramos por la gente y, por la gracia de él, fuimos una luz en medio
de la oscuridad, del temor y la desesperanza.
De manera muy especial reitero las gracias a todas las iglesias y misiones hispanas de nuestro Dis-
trito de la Florida, por sus aportaciones y la forma tan rápida en que respondieron. En especial al
Ministerio de Compasión Nuevo Comienzo, dirigido por el Pastor Francisco Ayala; a los coordinado-
res de zona hispanos de nuestro distrito y a nuestro equipo hispano de respuesta a desastres.
Gloria a Dios por la Iglesia del Nazareno que, a través de las décadas, siempre ha estado presente,
respondiendo a miles de personas víctimas de desastres naturales y otros males.
“Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis
hermanos pequeñitos, a mí lo hicisteis” (Mateo 25:40).
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ESCENAS DEL
DESASTRE
AL LLEGAR A MÉXICO, FLORI-
DA, Y OTRAS COMUNIDADES,
QUEDAMOS IMPACTADOS POR
LA DESTRUCCIÓN…
14 / SER Y HACER
PERSONAL DE LA IGLESIA HISPANA
DE TAMPA, EN PLENA ACCIÓN,
PREPARANDO EL VIAJE AL NORTE
DE LA FLORIDA.
NAZARENOSUSCAN.ORG / 15
LA IGLESIA DE TAMPA
UNIDA AL GRUPO
DEL DISTRITO SUR DE
FLORIDA, PREPA-
RÁNDOSE PARA
AYUDAR Y SERVIR...
16 / SER Y HACER
La doctrina de la santidad cristiana,
indudablemente, es una de las más distintivas
instauradas y popularizadas por Juan Wesley.
Esta doctrina se convirtió en el elemento cen-
tral del esfuerzo ministerial que produjo un
cambio definitivo en la sociedad inglesa del
siglo XVIII. Para Wesley, la santidad cristiana
debía definirse como salvación completa y
plenitud de vida consumada por la acción san-
tificadora de Dios, en la cual el corazón del
ser humano es limpiado de todo pecado por el
poder y la acción del Espíritu Santo, produ-
ciendo así una vida de amor perfecto.
En su sermón número siete: El camino del
reino, Wesley sostiene que la evidencia de la
entera santificación se ve a través de nuestras
acciones de amor y compasión hacia nuestros
semejantes: un afecto sincero y cordial, un
deseo de prevenir o remover todo vestigio y
expresión patente y latente de maldad, procu-
rar su bienestar, una demostración tangible de
amor y una sed profunda por procurar la feli-
cidad y la protección del alma y del cuerpo de
nuestros hermanos de manera incansable.1
Este amor divino lleva al verdadero cre-
yente a ser transformado a su imagen y seme-
janza, de manera que aquellos que viven e in-
teractúan con él puedan experimentar su
amor, su misericordia, su bondad, su benevo-
lencia, su compasión, su ternura y su gentile-
za como medio conducente hacia la transfor-
mación del individuo y de la sociedad.2
Para Wesley, la obra transformadora de Je-
sucristo estaba ligada a la transformación
operada en el creyente mediante la entera san-
tificación y al cambio que ésta opera en sus
actitudes, conductas y deseos y que, a su vez,
le impulsan a extender su amor y su miseri-
cordia a todos y en todo lo que hace. Por lo
tanto, la santidad personal constriñe al cre-
yente a vivir en obediencia y servicio a Jesu-
cristo, que se manifiesta en todas sus acciones
con el propósito expreso de vivir la santidad,
mediante acciones de amor ferviente y de sa-
crificios dirigidos hacia nuestros hermanos.3
El tema de la santidad cristiana en el pen-
samiento teológico wesleyano siempre se des-
cribe en términos de un amor santo. Esto im-
El Dr. Edgardo Rosado, autor de este artículo, es pastor titular de la Iglesia del Nazareno Mosaic, de Washington, D.C.
NAZARENOSUSCAN.ORG / 17
plica que la obra de Dios en la vida del cre-
yente se tiene que ser expresada a través de lo
que Wesley llama la ley del amor: un amor
santo dirigido hacia Dios y hacia nuestro pró-
jimo.4
Citando a Wesley, Kenneth J. Collins des-
taca que este amor santo instituido por la se-
gunda obra de gracia es el gran medio utiliza-
do por Dios para retornar al ser humano a una
relación como la original.
Esta relación se materializa a
través del “restablecimiento
de la ley del amor en nues-
tros corazones”.5
Este amor santo capacita
e impulsa al verdadero cre-
yente a vivir la perfección
cristiana de manera tangible
a través de obras de piedad
(oración, ayuno, la eucaris-
tía, lectura de las Escrituras,
adoración, etc.) y de miseri-
cordia o compasión
(alimentar al que padece
hambre, dar de beber al que tiene sed, vestir al
desnudo, atender las necesidades de los que
están enfermos, visitar a los presos, etc.).
De manera real, la experiencia de la pleni-
tud del Espíritu (la entera santificación) está
últimamente ligada con la unidad de corazón
y alma experimentada por la iglesia primitiva
(Hechos 4:31-36); unidad que conduce a una
actitud de generosidad y de ayuda, que fo-
menta el “compartir mutuo de nuestros recur-
sos” como evidencia incuestionable de la
transformación operada por la acción del Es-
píritu Santo de Dios.6
El récord histórico demuestra que la igle-
sia de Jerusalén se movió al centro de la co-
munidad y tocó las necesidades más apre-
miantes experimentadas por los miembros
constitutivos de la sociedad judía, como evi-
dencia de esta transformación operada por el
Espíritu Santo de Dios. En la base de esta
transformación, los creyentes se convierten en
“esposo de la viuda” y “en padre del huér-
fano”, como expresión de la
labor del amor santo, a la
vez que procuran restaurar
las vidas de sus hermanos y
se esfuerzan en prevenir to-
das las ubicuas expresiones
de maldad presentes en
nuestro mundo.7
Para aplicar la compa-
sión y el amor a un mundo
donde el poder económico y
social se encuentra en las
manos de unos pocos aven-
tajados, que gobiernan a fa-
vor de las élites sociales sin
mediar las consecuencias y
repercusiones de sus inmorales, egoístas y ti-
ránicas decisiones, se hace necesario que la
iglesia se levante con un mensaje de transfor-
mación que procure cambiar, no solo los as-
pectos morales del ser humano, sino que tam-
bién rompa las cadenas de opresión e injusti-
cia y desarticule el poder del pecado y la mal-
dad como medio de renovación espiritual y
social.
Aunque muchos pretenden que el gobierno
y las agencias de acción social se conviertan
en el ente que promueva y facilite una trans-
formación sustentable, la realidad es que estas
JUAN WESLEY
18 / SER Y HACER
instituciones no cuentan con los recursos ne-
cesarios para fomentar y sustentar el cambio
necesario para el bienestar completo de todos
los que habitan en nuestra tierra, sin importar
su edad, su estatus socioeconómico, su género
o su lugar de origen. Entonces, ¿qué nos que-
da? ¿Quién ha sido emplazado a trabajar para
instaurar esta gran transformación? ¿Quiénes
están llamados a insertarse en el ruedo social
para instaurar un nuevo ordenamiento donde
todos los miembros constitutivos de la socie-
dad tengan una participación igualitaria y
equitativa? ¿A quién le compete el enfrentarse
a la injusticia, la opresión, la pobreza y el pe-
cado en todas sus permutaciones e interaccio-
nes? Para Wesley, la respuesta es sencilla: la
ἐκκλησία (ekklēsía), la suma total de aquellos
hombres y mujeres que han sido transforma-
dos por el amor salvífico de Dios expresado y
actualizado en Jesucristo. Nosotros, los sier-
vos y siervas de Dios, hemos sido convocados
a levantarnos en el nombre de Cristo para en-
frentar el pecado y todas sus deleznables con-
secuencias.
La santidad (la ley del amor divino) nos
llama continuamente a establecer una praxis
cristiana que esté centrada en la presentación
de un Cristo que vino a aliviar nuestras nece-
sidades espirituales, así como las temporales
de aquellos que viven bajo la opresión cons-
tante de las multifacéticas expresiones del pe-
cado. El ministrar a los pobres y el procurar
aliviar sus necesidades, en realidad, debería
formar parte de la descripción de trabajo de
cada siervo y sierva de Jesucristo.8
De una forma real, Wesley nos recuerda
que el cristiano debe ser un defensor de los
derechos alimentarios de los necesitados, de-
be luchar en contra de la discriminación con-
tra los grupos minoritarios dentro de nuestra
sociedad, debe procurar el establecimiento de
mejores sistemas de educación, de adiestra-
miento y de oportunidades de empleo, debe
procurar la inclusión completa en el ámbito
social de aquellos que se encuentran aislados
por diversas razones y, sobre todo, debe pro-
curar activamente proporcionar oportunidades
para que las personas lleguen a conocer al
Dios quien los creó. ¿Por qué? Porque la ley
del amor (amar a Dios sobre todas las cosas y
a nuestro prójimo como a nosotros mismos)
es la expresión tangible de que hemos sido
verdaderamente transformados por el poder
santificador de nuestro Dios.
NOTAS
1 Juan Wesley, Obras de Wesley, Tomo 1, Sermones, 1,
(Franklin, Tennessee, Providence House Publishers, 1996), pág
133.
2 Ibid., 1, 29:381.
3 Ibid., 29:381-382.
4 Kenneth J. Collins, The Theology of John Wesley: Holy
Love and the Shape of Grace. (Nashville: Abingdon Press,
2007), 6. 5 Ibid., 7.
6 Theodore Runyon, The New Creation: John Wesley’s
Theology Today, (Nashville: Abingdon Press, 1998), 184.
7 Wesley, Obras, vol. 7:134-135.
8 Runyon, The New Creation, 189.
BIBLIOGRAFÍA:
La Santa Biblia: Nueva Versión Internacional. New Jersey: So-
ciedad Bíblica Internacional, 1998.
Collins, Kenneth J. The Theology of John Wesley: Holy Love
and the Shape of Grace. Nashville: Abingdon Press, 2007.
Runyon, Theodore. The New Creation: John Wesley’s Theology
Today. Nashville: Abingdon Press, 1998.
Wesley, Juan. Obras de Wesley. Tomo 1. Sermones 1.
Franklin, Tennessee, Providence House Publish-
ers, 1996.
NAZARENOSUSCAN.ORG / 19
La conferencia de mitad del cuatrienio de la
Región USA/Canada, Misión 2019 (M19), se celebra-
rá en Kansas City, Missouri, del 11 al 13 de febrero
de 2019. El director de la Región USA/Canada, Dr.
Bob Broadbooks, anuncia que el tema de la conferen-
cia será “La Misión: Impulsemos el Evangelio”.
“En la Consulta de teología de Estes Park del
año pasado, nuestro departamento de investigación
del Centro de Ministerio Global compartió los resulta-
dos de una encuesta de toda la denominación, realiza-
da entre nuestros pastores en la Región USA/
Canada”, dijo Broadbooks. “Francamente, al ver los
resultados de la encuesta me sorprendió que entre las
áreas más bajas de confianza y de preparación minis-
terial se encontrara 'Liderar a la Iglesia en Evangelis-
mo'. Con esta encuesta en mente, hemos determinado
que el tema de M19 se centrará en la evangelización y
la relación con sus diferentes ministerios.
“La conferencia M19 ofrecerá capacitación,
motivación y estrategias para ayudar a los líderes lo-
cales y distritales a sentirse seguros de guiar a sus
congregaciones y a compartir el evangelio en palabra
y acción en sus comunidades”, continuó Broadbooks.
“Esta conferencia podría cambiar la vida de nuestra
región al permitir que el Espíritu Santo encienda
nuestros corazones para volver a priorizar el evange-
lismo en nuestras congregaciones”.
El Director de la Conferencia M19, Randy
Cloud, explicó que el evento tomará como punto de
partida los aspectos positivos de la conferencia regio-
nal anterior de USA/Canadá, M15, celebrada del 9 al
11 de febrero de 2015.
“Sentimos que el evento M15 fue una confe-
rencia para recordar en la historia de nuestra denomi-
nación, en nuestros servicios por la noche, y el trabajo
creativo en nuestras sesiones y talleres previos a la
conferencia. Fue de especial importancia la adoración
apasionada y la renovación, y una clara sensación de
optimismo entre nuestros ministros y especialmente
entre nuestros participantes milenarios ”, dijo Cloud.
“Sabemos que la conferencia M19 continuará con esa
profundidad de conversación y discernimiento para
avanzar el reino de Dios”.
Los detalles sobre los oradores principales,
músicos y talleres serán anunciados en las próximas
semanas. El equipo de liderazgo de M19 pide que se
unan a sus oraciones mientras continúan los preparati-
vos para el evento.
--Church of the Nazarene USA/Canada
11-13 de febrero de 2018
20 / SER Y HACER
Si nos propusiéramos bíblica, histórica y teológicamente, a
definir a la iglesia de manera correcta y satisfactoria, sin duda reque-riría un estudio extenso y, seguramente, nos quedarían muchas pre-guntas sin contestar. En lo personal, especialmente si tengo que orga-nizar mis pensamientos para explicar a un grupo de estudiantes, a mi congregación donde pastoreo o en rueda de amigos, posiblemente categorizaría su significado (a riesgo de ser demasiado simplista), y trataría de abarcar lo más posible en cuanto a lo que para mí debiera incluir el concepto “iglesia”. Cuando estoy en mi contexto ministerial extendido –con alumnos ministeriales en ENTE, programas de bachillerato y docto-ral donde enseño o participo– y porque estoy involucrado con la pro-ducción y distribución de literatura nazarena en los Estados Unidos y Canadá –con ramificaciones en todo el mundo hispano– me atrevo entonces a incluir y recomendar algunos de los libros que pudieran representar cada una de esas categorías que la palabra IGLESIA, en forma de acróstico, me permite componer. Aquí va:
I = Identidad e Intencionalidad (si la construcción de la iglesia
permanecerá, desde la base, deberemos incluir aquellos elementos esenciales para que sea sólida y permanente). En su libro Cambios, Daron Brown menciona nueve iglesias y pastores que innovaron y han visto el impacto reflejado en crecimiento espiritual y numérico de sus congregaciones. Los aspectos intencionales que refleja este libro son: • La oración (la gente ha sido empoderada en la oración). El pedido
de los discípulos a Jesús: “Enséñanos a orar como Juan enseñó a sus discípulos…” –la oración efectiva.
• Un núcleo santo (un liderazgo maduro es un aspecto clave de la identidad de cada iglesia). Cada líder, pero también un grupo considerable de la congregación comprometidos con el mensaje total del evangelio.
El Dr. Mario J. Zani
es Coordinador de
Literatura Multicultural
(CNP), Decano del
Programa Doctoral en
Español del NTS, y
Pastor Hispano de la
Central Church en
Lenexa, Kansas
NAZARENOSUSCAN.ORG / 21
• De hacedor a capacitador (el pastor y los líderes, más que en programas, se han enfocado en el entrenamiento para enfrentar los desafíos y saber cómo responder adecuadamente a ellos).
• Del escritorio al campo (los líderes se foguean en el campo y obtienen respuestas concretas a sus ideas mientras laboran –el escritorio sin campo no provee resultados, solo ideas; el campo produce resultados e ideas).
• De borroso a enfocado (otra vez, intencionalidad de dar en el blanco).
• De adentro hacia afuera (una iglesia que se moviliza en la ora-ción, en santidad, en capacitación, irá al campo, con la intención de cumplir la misión, alcanzar objetivos, y triunfar).
• De unicelulares a multicelulares (la reproducción de “centros de fuego santo” en hogares, multiplica el liderazgo y la efectividad de la iglesia local).
• De adoración tradicional a dinámica (no se trata de estilos, sino de propósito, de entusiasmo en la adoración, de emparentarla con el mensaje y la misión).
• De obstáculos a oportunidades (en lugar de cambiar por cambiar y creernos “los héroes de la película”, es necesario conocer el ámbito donde trabajamos –sus fortalezas, oportunidades, debili-dades, y amenazas—para preservar, fortalecer, reconocer, cam-biar, y mejorar de manera que seamos más efectivos y eficientes como líderes e iglesia).
Libros en estos rubros: Así Enseñó Jesucristo, Willard Taylor; Autoridad Bíblica y la Fe Cristiana, Richard Taylor; Liderando como Nehemías, David McKenna; La Historia de los Nazarenos, Timothy Smith; El Amor más Excelente, John Knight; Secretos para Líderes Excepcionales, Stan Toler y Louie Bustle; Introducción a la Membresía de la Iglesia; Pastores del Rebaño, G. B. Williamson; El Ministerio del Pastor Consejero, James Hamilton; Cambios, Daron Brown.
G = Generosidad y Gozo (una iglesia fuerte y saludable incluye la
mayordomía que la hace efectiva y gozosa). La literatura y herramien-tas de estudio armonizan la evangelización, con la compasión y la en-señanza. Libros en estos rubros: Dar Es Vivir, Samuel Young; El Ciclo de la Mayordomía Victoriosa; Stan y Linda Toler
L = Literatura y Lectura (el alimento en la Palabra y en literatura de
santidad –en seminarios, instituciones teológicas, empezando desde la iglesia local). Es una repetición, pero con un énfasis más amplio. No solo preguntar qué leemos o de qué manera educamos y discipulamos a los feligreses, sino cómo, con qué herramientas y con qué desafíos en mente lo hacemos.
Libros en estos rubros: Los Cristianos en un Mundo Perverso, Stephen Miller; Vivimos como Cristo, Dennis F. Kinlaw; Toda la serie “Explorando” (p. ej., Explorando nuestra Fe Cristia-na; Explorando la Santidad Cristiana; etc.).
E = Estudio y Estrategia (El discipulado es un aspecto esencial del
crecimiento integral). “Dime qué estudias y te diré cuál es tu estrate-gia” (paráfrasis de “dime con quién andas y te diré quién eres“). Un canto de antaño decía (en inglés y en español): “Deep and wide” (hondo y ancho). La profundidad que una iglesia tenga en el es-tudio de la Palabra determinará la amplitud o no de su historia y cómo se renueva. Libros en estos rubros: Todos los materiales de estudio bíblico para niños, jóvenes y adul-tos, incluyendo: Sendero (#7, 8, 9 y 10); Clic (diversos números); Preescolares, Principiantes, y Palabras de Vida (diferentes edades); Manual 2017-2021; Bases Teológica de Arminio y Wesley, Mildred Wynkoop.
S = Salvación y Santidad (son los mensajes claves de la iglesia –vez
tras vez, las Escrituras nos hablan de la Misión, que incluye la procla-mación de la salvación y una vida completamente consagrada al Se-ñor). Tiene que ver con la identidad; pero antes pasa por la experiencia personal y, por lo mismo, por su predicación y la enseñanza. Muchas iglesias quisieran ser más efectivas en alcanzar a los inconversos, pero no pueden. ¿Cuál es la evidencia? Los informes pas-torales mencionan año tras año que su membresía está igual o disminu-ye. Gracias a Dios, no es en todos los casos, pero sí en demasiados. Si la membresía está igual o disminuye, ¿no deberíamos revisar el mensa-je que predicamos y la estrategia que aplicamos para compartirlo con otros que no conocen a Cristo? ¿Acaso la proclamación no va de la mano con la responsabilidad que “impone amorosamente” la santidad de vida, la plenitud de gozo, el fruto del Espíritu? Libros en estos rubros: En sus Pasos (para niños o para adultos); Leonel DeLeón; Cómo Vivir en Santidad, Stephen Miller; Anhelo Conocerte más Espíritu Santo, Roberto Hodgson; Desde los Apóstoles hasta Wesley, William Greathouse; Le Presento a mi Salvador, Bennett Dudney; Más Allá del Domingo, Woodie J. Stevens; Bases de la Vida Cristiana, Charles (Chic) Shaver; Bases de la Vida Llena del Espíritu, Charles (Chic) Shaver; ¿Qué Es la Santificación?, Leslie Parrott; El Cumplimiento de la Misión, Roberto Hodgson.
I = Integridad e Impulso (La credibilidad es fundamental al mensaje;
nos da fuerza; e impulsa a ser una iglesia efectiva). La integridad de
22 / SER Y HACER
sus líderes y el impulso que tienen en dar a conocer su iglesia saluda-ble es una relación entre eficacia y efectividad en el ministerio de la iglesia local. Libros en estos rubros: Formación Espiritual, Wesley Tracy, Dee Freeborn, y otros; ¿Por qué Soy Evangélico?, William Fisher; Explorando la Educación Cristiana, Sanner y Harper; La Historia de Dios, Michael Lodahl; Esenciales Nazarenos, Quiénes Somos y Qué Creemos (distribuye Secretario General); Una Teología del Amor –la Dinámica del Wesleyanismo, Mildred Wynkoop.
A = Alcance y Avance (Extender los brazos hacia la comunidad, ha-
cia los que necesitan ser tocados con el poder de Jesucristo, y para que haya expansión de la iglesia –plantación, fortalecimiento, etc.). Otra vez, una iglesia que multiplica sus miembros reproducirá su iglesia; no solo se fortalecerá, sino dará a luz otras iglesias. La meta de algunos distritos es una nueva iglesia por iglesia cada cinco años. Más que una meta es saber por qué y cómo lograrlo. Libros en estos rubros: La Hoja de Ruta, Diego Forero; Descubra su Ministerio, Raymond Hurn; Urgente: necesitamos un Avivamiento, William Fisher; Cada Uno Gana Uno, Stan Toler y Louie Bustle.
Mencioné que el riesgo era ser demasiado simplista en la defini-ción. El apóstol Pablo necesitó elaborar una oración de casi 200 pala-bras para definir la iglesia y nuestra inteligente y sabia participación en ella. En Efesios 1:15-23 dice (y respire profundo para leer esta única oración si no quiere desmayarse en la lectura):
“Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis ora-ciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de glo-ria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muer-tos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo prin-cipado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo”.
NAZARENOSUSCAN.ORG / 23
G & P: DESCRIBA SU VISIÓN DEL MINISTE-RIO MULTICULTURAL EN LA IGLESIA CEN-TRAL. SB: Nuestro lema clave dice: “Una iglesia, mu-chos idiomas”. MZ: Nos hemos propuesto ignorar fronteras en nuestra comunidad. Reconocemos que hay una gran variedad de necesidades y de culturas, por lo cual queremos que la iglesia haga un esfuerzo consciente de reconocer la variedad de necesida-des mientras que sigue siendo la iglesia.
G & P: ¿QUÉ ES EL “ESFUERZO CONSCIEN-TE“? MZ: Por “esfuerzo consciente” estamos hablando de la intencionalidad. Queremos ser intencional-
mente una iglesia inclusiva de toda la comunidad, de manera que se convierta en parte natural de lo que somos y cómo planificamos. SB: Como pastor titular, creo que la intencionali-dad comienza con la forma en que hablamos. No decimos: “Ellos usan nuestras instalaciones” o “Ellos se unen a nosotros”. Intencionalmente des-cribimos la iglesia como para todos, no sólo para los que hablan inglés o los de otra cultura particu-lar. Nuestro diseño del personal, nuestros comités y nuestro liderazgo electo reflejan un esfuerzo intencional de escuchar las diversas voces de nuestra comunidad que están pasando a formar parte de nuestra familia de la iglesia.
G & P: DESCRIBA ALGUNAS FORMAS ESPE-
CÍFICAS EN QUE LA ESTRUCTURA DE ESTA
IGLESIA REFLEJA LA DIVERSIDAD.
El Dr. Charles W. Christian es Director de Grace & Peace Magazine, y Administrador de la revista Holiness Today.
Recientemente, Grace & Peace entrevistó a dós pastóres de la Iglesia del Nazarenó
Central, de Lenexa, Kansas. El pastór titular, Dr. Sam Barber y el pastór de Ministe-
riós Multiculturales, Dr. Marió Zani, dirigen a la iglesia en un esfuerzó pór cónectar-
la cón la póblació n del vecindarió que cada dí a es ma s diversa culturalmente. Les
pedimós que nós cóntaran sóbre la fórma en que interactu an ellós dós, así cómó cón
el restó del persónal ministerial, cón la Junta de la Iglesia y cón ótrós lí deres lócales,
para crear deliberadamente una cóngregació n cón diversidad cultural.
24 / SER Y HACER
MZ: Fui el primer miembro del personal contra-tado por el pastor Sam, y mi experiencia minis-terial incluye trabajar a nivel de distrito y deno-minacional en el ministerio multicultural. Dirijo un comité formado intencionadamente con dos miembros de la Junta, así como con representan-tes de los diversos grupos culturales de la igle-sia. Le damos un informe a la Junta de la Iglesia cada mes. Formo parte de todas las reuniones de personal y el pastor Sam toma muy en serio lo que dicen todas estas diversas voces en nuestra planificación. SB: Como la mayoría de los grupos de inmi-grantes de segunda generación hablan inglés, organizamos un ministerio entre los niños que combina todos los grupos étnicos. Como men-cionó el pastor Zani, nuestro personal y líderes reflejan la diversidad intencional, por lo que realmente podemos oír la perspectiva de los de-más. El comité que dirige el pastor Zani incluye a latinos, ke-nianos, brasi-leños, anglos y franceses. No se les trata como un mi-nisterio extra-ño o simple-mente como “invitados”. Forman parte de la exten-sión, la mi-sión y el ministerio de la iglesia. MZ: El comité se compone de representantes electos de cada grupo cultural y por lo menos dos miembros de la Junta. Nos reunimos men-sualmente, informamos y ofrecemos recomenda-ciones a la Junta de la Iglesia. Algunos grupos se reúnen por separado debido a las necesidades de idioma, pero incluso esos grupos se incorporan en el culto, la planificación y la misión global de la iglesia, por lo menos mensualmente.
G & P: ¿EN QUÉ FORMA ESAS VOCES DI-
VERSAS HAN INFLUIDO EN LA PLANIFICA-
CIÓN REAL QUE IMPLEMENTAN LA JUNTA
Y EL PERSONAL?
SB: Esas voces influyen en mi predicación, la enseñanza y el discipulado. He aprendido que como estadounidense anglo no tengo toda la perspectiva intercultural, pero el pastor Zani y otros me ayudan a reconocer y corregir esa falta. Esas voces me han hecho más sensible a las ne-cesidades de muchas comunidades de las que antes no estaba consciente. MZ: Es de gran ayuda contar con el liderazgo del distrito que aboga por lo que estamos tratan-do de hacer, además de que esta congregación ya había participado en ministerios fuera de su zona de comodidad. Observamos una transición más ágil en la que los miembros se conocen el uno al otro, se conectan entre ellos y buscan ma-neras de incorporar a otros en el ministerio. SB : Incluso los grupos que se reúnen por sepa-rado no son marginados. De hecho, se les reco-noce y sus dones forman parte de nuestra familia
de la iglesia. En consecuen-cia, nuestros equipos de adoración de los domingos y durante la semana son diversos. MZ: Eso sig-nifica que cuando de
otras culturas nos visitan, ¡ven al frente y en po-siciones de liderazgo a alguien parecido a ellos! Con ello les ayudamos a identificarse con la congregación.
G & P: ME PARECE QUE ESTÁN YENDO MÁS ALLÁ DE SIMPLEMENTE “SER AMABLES” CON OTROS MIEMBROS DE DIVERSAS CUL-TURAS.
SB: Sí. Por ejemplo, dos veces al mes se organi-
za una comida para todas las edades y todos los
grupos en la iglesia los miércoles por la noche.
Al ver a personas de tan diversos orígenes senta-
dos juntos, además del aroma de la variedad de
alimentos de diferentes culturas, constatamos
Si Mc Donald’s o Walmart están dis-
puestos y son capaces de ofrecer sus
productos tan cerca de la comunidad
como les es posible, la iglesia también
puede y debería estarlo haciendo.
NAZARENOSUSCAN.ORG / 25
que nuestra comunión está haciendo realidad
nuestra visión.
MZ: También tomamos en serio el hecho de que cada grupo cultural y cada grupo de edades den-tro de cada cultura tienen diferentes necesidades. Escuchamos esas necesidades, oramos, las toma-mos en serio y planificamos juntos para suplirlas.
G & P: ¿QUÉ OTRAS HERRAMIENTAS PRÁC-TICAS DE MINISTERIO LES PARECEN EFICA-CES AL ESCUCHAR ESAS VOCES?
MZ: Con el fin de tener la más completa repre-sentación de voces, organizamos ministerios prácticos como ELL (English Language Learner, anteriormente ESL). También ofrecemos clases de preparación en español para estudiantes al mi-nisterio. A través de estos, no solo satisfacemos necesidades específicas, sino también oímos la amplia gama de necesidades de la comunidad y la congrega-ción.
SB: Retomando la charla sobre las conexiones de segunda ge-neración: Encontramos que a medida que nos aseguramos de que a los niños y los adolescentes -la mayoría de los cuales hablan inglés- se les dé la misma importancia que se les da a los demás en nuestra iglesia, esa simple actitud representa una bienvenida para sus padres.
G & P: ¿QUÉ CONSEJO LES DARÍAN A IGLE-SIAS QUE BUSCAN MAYOR DIVERSIDAD?
MZ: Cuando trabajaba como coordinador de mi-nisterios multiculturales de distrito, normalmente compartía una lista. En la misma se incluía: que la visión del pastor debía comunicarse intencio-nalmente en relación con la diversidad. Además, la oración “filtra” la visión. El desarrollo de un equipo que comparte la pasión por la diversidad y la inclusión es el siguiente paso. Ese equipo puede trabajar con el pastor y el personal, a fin de informar y capacitar a las personas para satis-
facer las necesidades de una comunidad diversa. A medida que las personas se vuelven más cons-cientes y están más preparados, se darán cuenta de que el ministerio multicultural trata simple-mente de llevar el evangelio lo más cerca posible de las personas que nos rodean. Si McDonald o Walmart son capaces y están dispuestos a llevar sus productos lo más cerca posible de su comuni-dad, la iglesia puede y debe hacer esto, también.
SB: Estoy de acuerdo firmemente en que todo comienza con la intencionalidad. En ninguna par-te de las Escrituras Jesús nos invita a excluir a nadie. Por tanto, un evangelio centrado en el reino de Dios será inclusivo. En nuestro caso, la comunidad a la que hemos sido llamados a alcan-zar es cada vez más diversa, por lo que si seria-mente queremos alcanzar la comunidad para el reino de Dios, vamos a encontrar formas inten-cionales de llegar a ser diversos cada vez más. La
visión del perso-nal titular esta-blece el tono: Nosotros, como líderes principa-les debemos to-mar en serio esta tarea y encontrar maneras de refle-jarla.
También me gustaría agregar, dediquen tiempo para conversaciones sobre esa visión. Ayúdense mutuamente a ver a través de los ojos de quienes son diferentes de nosotros cultural-mente. Por último, tenemos que dar intencional-mente, a personas de diversos grupos, un lugar en la mesa directiva. Marcamos la diferencia cuando los asistentes no anglos (en nuestro caso) entran en el edificio y ven a alguien que se parece a ellos y los representa. Demostramos así que ha-blamos en serio cuando decimos que tenemos lugar para todos.
Deliberadamente anunciamos que la
iglesia es para todos, no solo para los
que hablan inglés o son de una cultura
en particular.
26 / SER Y HACER
Ya está abierta la inscripción para la conferencia Misión 2019 (M19) que se celebrará el próximo
año . El tema de M19 es “Unleash the Gospel” [Impulsemos el Evangelio] y contará con participantes de toda
la región de EUA/Canadá de la Iglesia del Nazareno.
Esta es la conferencia de liderazgo más grande de la región fuera de la Asamblea General, y los organizadores
esperan que los pastores y líderes nazarenos aprovechen las oportunidades de participación en los servicios de
adoración, talleres, la conexión con otros líderes y el fortalecimiento de sus ministerios.
M19 se llevará a cabo del 11 al 13 de febrero de 2019 en Kansas City, Missouri. El precio de inscrip-
ción temprana es de solo $39 por persona hasta octubre. Después de inscribirse, los participantes pueden ha-
cer sus arreglos de hospedaje en el sitio web de M19, visite m19conference.org.
“La conferencia M19 ofrecerá capacitaciones, motivación y estrategias con el fin de ayudarle a los líderes lo-
cales y distritales a sentirse seguros en el trabajo que realizan al dirigir sus congregaciones y en especial a
compartir el evangelio en palabra y acción en sus comunidades”, Indicó Bob Broadbooks, director de la re-
gión EUA/Canadá. “Esta conferencia tiene el potencial de transformar la vida de nuestra región al permitir
que el Espíritu Santo encienda nuestros corazones para volver a priorizar el evangelismo en nuestras congre-
gaciones”.
M19 le da continuidad a la conferencia M15, realizada en febrero de 2015.
“Sentimos que el evento M15 fue una conferencia verdaderamente histórica en la vida de nuestra denomina-
ción la cual se caracterizó por la poderosa exposición de la Palabra en los servicios por la noche, el trabajo
creativo en nuestras sesiones y los talleres previos a la conferencia; además de disfrutar de la adoración apa-
sionada y la renovación, y una clara sensación de optimismo entre nuestros ministros, especialmente entre los
milenarios”, dijo Cloud. “Sabemos que la conferencia M19 continuará con esa misma profundidad en la con-
versación e inspiración que nos llevará a avanzar el reino de Dios”.
Los oradores de las plenarias de M19 incluyen a Christine y Albert Hung, Doug Powe, Carla Sunberg, Ed
Stetzer y Fili Chambo. Kevin Harney, autor de Organic Outreach for Churches [Evangelismo Orgáni-
co para Iglesias], será el consultor de evangelismo durante toda la semana.
Inscríbase en m19conference.org.
La inscripción para M19 ya está abierta
NAZARENOSUSCAN.ORG / 27
DICIEMBRE: MES DE LOS
MINISTERIOS DE COMPASIÓN
EN LA IGLESIA DEL NAZARENO
Diciembre es el Mes de los Ministerios de Compasión, tiempo para celebrar la forma en
que Dios está transformando vidas a través de los actos de compasión cristiana de la Iglesia del
Nazareno alrededor del mundo.
Se anima a las congregaciones a apartar un domingo durante diciembre para enfocarse
en el llamado de Dios a vivir la compasión. Están disponibles recursos de Ministerios Nazare-
nos de Compasión para ayudar a las congregaciones a pensar sobre cómo vivir la compasión
hacia los marginados del mundo y a considerar lo que significa unirse al trabajo siendo realiza-
do por las iglesias alrededor del mundo.
A través de seis regiones mundiales, Iglesias del Nazareno locales responden a las nece-
sidades de niños, familias e individuos en sus comunidades. Ministerios de desarrollo holístico
del niño es una de las áreas más grandes por las que las iglesias demuestran la compasión. A
través de 37 países, 164 centros nazarenos de desarrollo infantil se cuida a más de 18,000 ni-
ños que viven en circunstancias difíciles. A través del desarrollo holístico del niño, se les ani-
ma a crecer por medio de oportunidades que incluyen la educación, la nutrición, la salud y la
educación acerca de la higiene, habilidades para la vida y la nutrición espiritual. En 2016, Igle-
sias del Nazareno de 13 países abrieron 18 nuevos centros de desarrollo infantil.
28 / SER Y HACER
La respuesta a desastres naturales y otras emergencias es otra área clave de compasión a
través de la Iglesia del Nazareno. En 2016, inundaciones, terremotos, tormentas, sequías y
hambrunas devastaron comunidades alrededor del mundo y las iglesias locales respondieron
prontamente. En abril, un terremoto de magnitud 7.8 azotó a Ecuador, que causó la muerte de
640 personas, incluyendo miembros de iglesias nazarenas. Más de 26,000 personas fueron des-
plazadas de sus hogares. A través del apoyo de la iglesia global, las congregaciones locales de
Ecuador estaban listas para responder con agua, comida, mosquiteros, cobijas y medicina.
En octubre de 2017, cuando el Huracán Matthew pasó por partes del Caribe y de la costa
este de los Estados Unidos, las iglesias locales respondieron. En Haití, 1.4 millones de personas
necesitaban asistencia, y docenas de iglesias nazarenas sufrieron daños. La mayoría de las per-
sonas en las áreas más afectadas perdieron sus hogares y había muy pocos albergues. A través
del apoyo de la iglesia global, los nazarenos locales pudieron distribuir cientos de paquetes pa-
ra el cuidado en cri- sis, tiendas de campa-
ña y miles de paque- tes de comida y filtros
de agua. En los me- ses posteriores, las
iglesias continuaron cuidando de personas
afectadas por el hura- cán.
Los desastres naturales no son los
únicos eventos que crean gran necesidad.
En Jordania y Lí- bano, millones de re-
fugiados sirios han buscado seguridad y
esperanza luego de huir de una aplastante
guerra civil. Las igle- sias en esos países
han estado supliendo las necesidades de familias refugiadas en sus comunidades, incluyendo
becas de escuelas nazarenas para niños refugiados que, de otra forma, no podrían tener la opor-
tunidad de obtener educación. Muchas personas e iglesias de todo el mundo han contribuido a
esas becas, para ayudar a niños afectados por la guerra a aferrarse a la esperanza para el futuro.
Mientras que millones de refugiados han viajado en busca de seguridad y estabilidad en
Grecia y Europa Central, los nazarenos han suplido las necesidades inmediatas y han ayudado
con el ministerio de presencia. Mientras que familias enteras y refugiados viajan a países en el
norte de Europa, las Iglesias del Nazareno allí también están ofreciendo compasión en el nom-
bre de Cristo.
Estos son solo algunos ejemplos de las muchas formas en que las Iglesias del Nazareno,
a través de seis regiones mundiales, están viviendo la compasión de Cristo. A través del Mes de
Ministerios de Compasión, las congregaciones nazarenas tienen la oportunidad de renovar su
compromiso con el llamado de Dios a la compasión en acción.
Para más información acerca del Mes de los Ministerios de Compasión, visite
ncm.org/compassion para descargar recursos gratuitos.
--Nazarene Compassionate Ministries
NAZARENOSUSCAN.ORG / 29
La palabra hebrea para designar un altar en el Antiguo Testamento era mizbeah (“lugar de sacrificio cruento“), ya que se deriva de zabah “degollar” o “matar una víctima”. Sin embargo, la palabra también fue usada para la presentación de sacrificios incruentos, viandas, cereales, aceite y vino. También se usó para referirse a los sacrificios de anima-les que se hacían mediante el fuego. La palabra “altar”, como tantas otras, con el correr del tiempo ha sufrido una evolución, tanto en significado como en forma. Al principio, el altar era sólo un montón de piedras co-locadas unas sobre las otras con más o menos arte (Éxodo 20:24-26). En él, nuestros an-tepasados ofrecieron sacrificios a Dios; hoy, el altar es una exquisita obra de arte de ma-dera, bronce, marfil, oro u otro material. Aun cuando la Biblia no lo menciona por nombre, desde muy temprano en la existencia humana, el altar jugó un papel preponderante, y de vital importancia. Lo que el altar era y sigue siendo, es un punto de encuentro entre Dios y el hombre. Los grandes hombres de la Biblia usaron el altar como lugar de reconciliación, o sim-plemente como sitio donde ofrecer sacrificios de alabanza y gratitud a Dios (véase Géne-sis 4:3-4). La palabra altar se menciona por primera vez en la Biblia en Génesis 8:20, cuando Noé y su familia abandonaron el arca, lo cual quiere decir que lo primero que hicieron fue construir un altar. Sin embargo, hay evidencias de que el altar se remonta hasta la época
El Rdo. José González es pastor de la Iglesia del Nazareno Belvedere, en el este de Los Angeles, California
El presente trabajo se presentó originalmente como conferencia en el Retiro de Pas-
tores de 1977, en Prescott, Arizona. Fue publicado posteriormente por la revista pas-
toral “Maná Ministerial” de septiembre y octubre de 1978. Sirvió como texto para los
talleres de la Sexta Convención de Evangelismo del Distrito Occidental Latinoameri-
cano, y lo han usado, además, muchas congregaciones en entrenamiento de sus lai-
cos para el emocionante arte de ganar almas en el altar. Ahora ha sido revisada y se
imparte en los Cursos Intensivos Para Pastores del Distrito Occidental Latinoameri-
cano, de Los Angeles, CA., Enero de 1993.
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en que Adán y Eva fueron expulsados del paraíso, ya que necesariamente Caín y Abel debieron haber usado algún tipo de altar en sus sacrificios, y esta costumbre de seguro la aprendieron en su hogar. Después que el pueblo de Israel tomó posesión de la tierra prometida permitían que se continuaran levantando altares “laicos”, pero la regla era que habiendo sido inaugura-do el tabernáculo (Éxodo 40), que los creyentes israelitas presentaran sus sacrificios cruentos sólo en el altar de bronce instalado delante de la puerta del tabernáculo mismo. Para este altar Dios mismo dio las medidas, las cuales había revelado a Moisés en el monte de Sinaí. Estaba hecho de madera de Acacia y revestido en bronce, tenía un cuerno en cada una de sus cuatro esquinas. Había también otro altar más pequeño, he-cho también en madera de Acacia y revestido en oro, estaba destinado al incienso, esta-ba colocado de tal manera que el humo del incienso podía cubrir el arca del pacto dentro del lugar santísimo. Un estudio cuidadoso en la Biblia revela lo importante que era el altar para los patriar-cas; en muchas ocasiones lo edificaban primero que sus pozos y que su propia casa. Alrededor del altar se agrupaban para servicios religiosos, aun antes de que la ley fue-ra dada a Moisés, y de los rituales judíos.
La palabra altar se encuentra por lo me-nos 390 veces en la Biblia, sin contar las refe-rencias que se hacen al mismo; es palabra de los dos testamentos, y parece que el altar cru-zará más allá de la vida del hombre, ya que el apóstol San Juan, en su visión apocalíptica, lo menciona reiteradas veces. Sea como fuere, el altar ha sido y será lugar donde los hombres buscan y encuentran a Dios.Sabemos que no hay virtud o superpoderes en el mueble; reitera-mos que sólo es punto de encuentro. El hombre debe tener fe, y el acudir al altar significa que ha puesto rueda (acción) a sus sentimientos. Dios
ordenaba la construcción del altar de piedras rústicas (sin pulir) para evitar tal vez la ado-ración del objeto. LO QUE HOY LLAMAMOS ALTAR Para los judíos, el altar es una especie de monumento usado para inmolar la víctima, ofrecer sacrificios o quemar incienso. Para los católicos romanos es una piedra usada en la misa sobre la cual el sacerdote extiende los corporales para realizar el “Santo Sacrificio” durante la misma. También es la mesa más larga que ancha, de madera o mármol, donde se coloca la piedra consagrada. Se le llama también altar al fondo de la nave del templo, donde la mesa con la piedra es colocada. El lugar donde se celebran las ceremonias nupciales. De ahí las frases populares: “La llevó al altar”, “Lo que te prometí en el altar”; “A pesar de todo, con ella iré al altar”; “Estaba de blanco junto al altar”, etc. Para el pueblo y algunas religiones exóticas, el altar es un estrado en forma de grada donde colocan sus imágenes; colocan veladoras, flores y hasta comidas. Lo colocan en lugares prominentes en sus casas y lo usan para ofrecer su adoración. El altar sigue teniendo su significado original, o sea, lugar de sacrificio, donde llega-mos a ofrecer algo a Dios. San Pablo dijo: “Así que, hemanos, os ruego por las misericor-
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dias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional” (Romanos 12:1). En el altar nos reconciliamos o le agradecemos, le rogamos y ofrecemos a Dios. Para muchas iglesias la palabra altar ha quedado en desuso o confundida en viejas li-turgias; para otras ha desaparecido y perdido su verdadero significado, siendo sustituida por otras cosas. En otros casos, el altar ha llegado a ser sólo una pieza de ornamento y nada más. No obstante, para muchas iglesias, el altar sigue teniendo significado y juega un papel impor-tante en su adoración y en la vida de sus fieles. LOS EVANGÉLICOS TENEMOS UN ALTAR Tenemos un altar y por ende debemos conocerlo, saber cómo nos puede ayudar y có-mo podemos ayudar a otros en el mismo. Sin duda alguna, el altar es un magnífico lugar para conducir las almas a Dios. En las iglesias evangélicas se le llama altar a un banco hecho de diferentes materiales y medidas, que está generalmente situado entre la plataforma y el púlpito, y las primeras bancas. Nuestro altar consta de dos partes im-portantes: una de ellas donde apoyamos nues-tras rodillas y la otra donde reclinamos la cabeza o las manos; aun cuando varía en forma, el altar es fácil de reconocer. EL OBJETIVO DEL ALTAR El propósito del altar consiste en ofrecer al pueblo un lugar simbólico donde puedan ofrecer-se ellos mismos a Dios, aceptar a Jesucristo co-mo su único Salvador, ser llenos del Espíritu Santo (santificados), así como llevar sus peticio-nes y hacer votos de fidelidad y gratitud. El altar debe ser sólido, que no se esté mo-viendo. El lugar donde se apoyan las rodillas, cómodo, sin que sea demasiado mullido. El reclinatorio debe tener aproximadamente 20 cm. de ancho. TRABAJADORES DEL ALTAR Cada iglesia debe tener un equipo de trabajadores de altar, bien entrenados para sa-ber qué hacer en cada ocasión. Estos obreros deben tener buen testimonio, su experiencia de salvación debe ser clara y definida. Tener un equipo no es suficiente si no está organizado. Cuando alguien pasa al altar, ellos deben saber a quién le corresponde ir y ayudar. Para lograr éxito con su equipo de trabajadores de altar, hay varios métodos que pode-mos usar: 1. Algunas iglesias dividen su equipo en mujeres y hombres y les asignan números a cada uno de ellos, comenzando desde el primero. En caso de pasar al altar una mujer, la trabajadora No. 1 del equipo de mujeres sabe que es su turno de ayudar; en caso de ser un hombre, el trabajador No. 1 de los hombres pasará para ayudar al penitente; si el nú-mero uno no está, el número dos tomará su lugar, y así sucesivamente. 2. Otro método consiste en que cada grupo tenga un director quien, con una simple mi-rada, indique qué trabajador debe entrar en acción. Si se toma este método los trabajado-res deben estar atentos a su director, y no orando con los ojos cerrados. Si se prefiere el pastor mismo puede ser el líder.
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3. Es posible que usted encuentre un método mejor, y, claro está, no hay nada en contra de ensayar otras formas, pero esté seguro de que funciona, ya que es necesario evitar a toda costa un clima de confusión. En ocasiones he contado hasta ocho herma-nos rodeando a un solo penitente mientras otros han permanecido totalmente ignora-dos, abandonados a su suerte. No hay tampoco nada en contra de que una mujer ayude a un hombre en el altar, o que un hombre ayude a una mujer, siempre que observe ciertas reglas que mencionare-mos más adelante. No debemos cansarnos nunca; hay personas que pasan muchas veces al altar y pa-rece que nunca alcanzarán victoria, y hay la tendencia de cansarnos y dejarla sola. Tal vez la razón por la que no encuentra victoria sobre sus problemas, sea la falta de instrucción adecuada, o falta de sinceridad, o de fe; de todos modos el hecho mismo de que están en el altar indica que el Espíritu Santo aún está trabajando con ellos y, por ende, en cualquier momento se puede producir el hecho esperado por el cual estamos
orando, ya sea salvación o la santificación. Sea que esta persona no ha entendido plenamente el plan de salvación o santificación, o simple-mente que su entrega no ha sido total o since-ra, de cualquier manera necesita la ayuda de un buen trabajador que le conduzca desde su búsqueda al lugar donde desea llegar; al altar y esto indica obediencia, y por ende merece res-peto. QUÉ DEBE HACERSE EN EL ALTAR Comience preguntándole al penitente a qué acudió al altar. Una manera hermosa de hacerlo es preguntándole: “¿Qué deseas que
Dios haga por ti hoy?” No se sorprenda si algunos le hablan de salud para ellos o para algún familiar, de necesidades económicas o problemas familiares, o simplemente su deseo de que algún ser querido llegue a conocer a Jesucristo. Tal parece que el diablo trata de desviar al penitente del objetivo que le motivó a levantarse de su banca y pasar al frente; pone en ellos de repente un sentimiento de vergüenza, y es ahí donde el tra-bajador del altar debe ser hábil. Escuche en silencio todo lo que el penitente tenga para decirle; si le hace alguna confesión no se escandalice ni se la cuente jamás a nadie; después, con tacto, finura, e interés no fingido, puede hablarle más o menos así: “Le he estado escuchando; comprendo su problema y vamos a orar por ello; cree-mos que Dios tiene la respuesta para cada una de sus inquietudes; Dios le ama y tiene interés especial en usted, y claro está, también en sus problemas... Sin embargo, la úni-ca oración que Dios prometió oír de los pecadores es la oración de arrepentimiento... ¿cómo están sus relaciones con Dios?” De aquí en adelante el trabajador del altar debe manejar bien la situación y controlarlo todo. Es posible que se tengan que emplear métodos distintos en cada ocasión; el solo he-cho de que estemos trabajando con seres humanos, es ya en sí una razón suficiente para que no actuemos en forma mecánica; sin embargo, los principios serán los mismos y el trabajador del altar deberá elaborar con rapidez un plan que se acomode a las ne-cesidades del penitente, pero el propósito debe ser bien definido: ayudar a un alma a entrar en el reino de los cielos.
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Tal vez el penitente le diga: “Yo no soy pecador”, o se vaya al otro extremo: “Soy de-masiado malo y pecador para que Dios quiera perdonarme”. Quizá tenga ideas un tanto raras como: “No necesito arrepentimiento”, o que simplemente le diga: “Todos somos hi-jos de Dios y como Dios es amor no me castigará”. Para cada una de estas afirmaciones y otras que han de presentarse, usted debe estar preparado con respuestas adecuadas que puedan ser respaldadas con versículos bíblicos. Use siempre que le sea posible la expresión “La Biblia dice” o “Dios ha dicho en su Pa-labra”; aun cuando usted sepa de memoria los versículos, no los recite; búsquelos en la Biblia, léalos y procure que el penitente siga la lectura. En algunos casos, inexplicablemente, usted descubrirá que aunque la persona está en el altar, no ha entendido mucho y será necesario que usted empiece desde el principio; en tal caso, la siguiente forma o bosquejo puede ayudarle: I. Ayúdela a entender que Dios le ama (Juan 3:16; Juan 10:10). II. Ayúdela a entender que es pecador (1 Juan 5-9). A. Ayúdela a entender que el pecado nos
separa de Dios (Romanos 3:23). B. Que el pecado constituye una ofensa
que entristece a Dios. C. Que a Dios hemos ofendido y a él debe-
mos pedirle perdón (Romanos 3:23; 6:23).
III. Ayúdela a entender que Cristo murió por él (Romanos 5:8).
IV. Llévela a la conclusión de que es pecador y no existe otro remedio para su mal, que no sea pedir perdón a Dios (1 Juan 1:9; He-chos 3:19).
V. Insístale a que reciba a Cristo como Salva-dor personal (Juan 1:12; Apocalipsis 3:20; Juan 5:12, etc.).
Repito, no en todos los casos es necesario este proceder. Si la persona ha entendido bien el mensaje y está bajo convicción, con lágrimas o sin ellas, pero claramente contrito; no tiene que repetirse otro mensaje, el cual muy bien podría arruinarlo todo y en especial el buen trabajo del evangelista, pase llana y sencillamente a ayudarle a tener un encuen-tro con Dios. ALGUNAS RECOMENDACIONES
1. No dé golpes en el altar; algunos tienen sus oídos pegados a la madera y usted po-
dría lastimarlos.
2. No grite mientras ora; a menos que no se pueda evitar; recuerde que otros trabaja-
dores de altar están tratando de ayudar a otros penitentes a escasa distancia de usted.
3. No sacuda al penitente.
4. No dé golpes en la espalda.
5. Si es del sexo opuesto, evite tocarle. Si desea llamar su atención por alguna razón,
o decirle algo, y él o ella no le escuchan y necesita tocarle para llamar su atención, use
su Biblia; así evitará malentendidos.
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NO OLVIDE NUNCA QUE EL PENITENTE NO SABE ORAR Claro, ésta no es una regla. Algunas personas, aun cuando son inconversas, se han criado en hogares cristianos o han asistido a la iglesia desde pequeños y saben orar, pero la gran mayoría de los penitentes no tienen ni idea de lo que es hablar con Dios. Algunas personas, cuando usted les invita a orar, piensan en el Ave María o el Padre-nuestro, o quizá en otras plegarias famosas, y no pueden entender, pues han recitado cientos de veces esas plegarias y no han recibido la ayuda que necesitan; ellos necesitan otra cosa. Un compañero pastor testificó que él pasó seis veces al altar antes de que pudiera ser salvo; él era sincero, como los hermanos que le ayudaron en el altar, sólo que él no sabía lo que estaban haciendo. Debemos evitar la terminología de los cristianos, la cual es familiar para nosotros, pero desconocida y absurda para el que acude por vez primera a la iglesia y al altar. USTED TIENE QUE ENSEÑARLE A ORAR Dígale que orar es hablar con Dios, en la misma manera que está hablando con usted; orar es contarle a Dios nuestros problemas e inquietudes; es llevar a él aquello con lo que
no podemos; es pedir su ayuda o simplemente darle gracias por su socorro. El libreto “Los secretos fundamentales de la oración”, define la oración así: “La oración es el derramamiento en el nombre del Señor Jesu-cristo, de nuestra impotencia y la de otros, de-lante de los ojos llenos de ternura de un Padre que sabe y comprende todo, tiene cuidado de nosotros y nos contenta”. La oración es el respi-ro y suspiro del espíritu en busca de Dios. Es aprovecharse de la buena voluntad de Dios en vez de tratar de vencer su desgano.
EJEMPLO DE ORACIÓN EN EL ALTAR Puede pedirle al penitente que repita con usted una oración más o menos así: Padre, he escuchado el mensaje de tu Palabra y siento que has tocado mi alma; por ello he pasado al altar. A través de los versículos que he oído de la Biblia comprendo que soy pecador, y que tú no puedes habitar en un corazón sucio, donde el pecado mora. También he entendido que me amas y que diste a tu Hijo Cristo Jesús en mi rescate. La Biblia lo dice y por ello estoy ahora pidiéndote que me perdones. Toma mi vida, límpiala, tú has prometido que el que a ti viene no le echas fuera; yo he venido a ti y como tú nunca mientes, de ahora en adelante me considero tu hijo. Te acepto Señor como mi Salvador personal... “Gracias, Señor, por perdonarme; ahora dame fuerzas para vivir conforme a tus ense-ñanzas; dame fuerzas para vencer y ver un día tu rostro en la gloria. En el nombre del Se-ñor Jesucristo. Amén”. Claro que ésta no es una oración perfecta, y no dudamos que usted la pueda mejorar, por lo menos tiene sentido y propósito, y le facilita al penitente a tomar por el camino don-de le queremos conducir. Después de la oración pregúntele si cree que el Señor le ha perdonado, si el penitente manifiesta duda, trate de encontrar las razones y el porqué de sus dudas. Si el penitente manifiesta gozo y confianza, seguridad de que Cristo le ha perdonado, déle la bienvenida a la familia cristiana, y por un rato más explíquele el papel que juega la
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fe y adviértale de las mentiras y trampas del diablo; si su iglesia tiene un programa de dis-cipulado aconséjele sobre las ventajas de tomarlo. Si cuando usted empezó a hablar con el penitente él le habló de algún problema fami-liar o de cualquier otro caso, no olvide que usted prometió orar por ese problema más tar-de; así que antes de dejarlo ir a la banca, usted puede decirle: “Como ahora usted es un hijo de Dios, podemos orar por los problemas de los cuales me habló al principio”. Es po-sible que ya el penitente no los recuerde, sin embargo, le será grato saber que usted no los ha olvidado. Si los problemas eran realmente motivo de preocupación para él y no me-ras excusas, agradecerá en gran manera su interés en ellos y su oración lo ayudará en forma especial. Si su iglesia tiene un paquete, o una Biblia que ofrece a los que pasan al altar, éste es el instante de hacerle entrega de ella y llenar una tarjeta con su nombre y dirección y debe ser visitado durante la semana antes del jueves. Una persona visitada antes del jueves según las estadísticas, tiene un 60% de posibilidades de regresar a la iglesia y de quedar-se en ella. Acompáñelo después hasta su asiento y ayú-delo hasta el final del culto. Si la persona es nueva, preséntesela al pastor e invítelo a regresar para el próximo culto; si es alguien que asiduamente o eventualmente visita la iglesia, llévelo de igual manera con el pastor y dígales: “El hermano (nombre) ha hecho esta no-che su decisión de aceptar a Cristo como Salva-dor personal”. SITUACIONES IMPREVISTAS El trabajador del altar debe estar preparado para situaciones imprevistas tales como: 2. Soy demasiado pecador para que Dios me perdone. 3. No tengo fuerzas para vivir la vida que Dios demanda de mí. 4. No soy pecador. 5. Soy mejor que el promedio de mis vecinos y amigos. 6. Algunos hermanos de esta iglesia viven peor que yo. 7. Yo hago muchas buenas obras y tengo mucha fe. 8. A mí todo me sale mal, no tengo suerte. Creo que Dios no tiene interés en mí. 9. Siento que ésta es la verdad, pero temo a mi familia si yo hago una decisión así. 10. No quiero ser hipócrita, temo empezar y no poder seguir. Claro que hay muchas situaciones más que pueden presentarse. Trabajar en el altar es un verdadero arte y la persona que lo haga, además de una experiencia definida de salvación, debe buscar la unción del Espíritu Santo y estudiar cuidadosamente la Biblia, en busca de salidas adecuadas para los innumerables problemas que se plantearán en el altar. Desde luego, no hay que temer, este es un ministerio como cualquier otro, y cada tra-bajador del altar cuenta con la ayuda de Dios y la dirección de su Espíritu. ALGUNOS CONSEJOS MÁS 1. Prepárese para ser un trabajador de altar como lo haría para cualquier otra tarea de suma importancia.
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2. Haga su trabajo con entusiasmo, no a regañadientes; poco podrá hacer por otro si va al altar triste o con pocos deseos. Si no se siente bien, está enfermo, o hubo una discusión en casa que le ha entristeci-do o cualquier otra razón, hable con su jefe de equipo y pídale que le sustituya por esa vez, haga lo mismo si tiene problemas que le preocupan hasta el punto de reflejarse en su rostro. Una cara larga o un semblante preocupado puede estropear su trabajo en el altar, por lo que no vale la pena exponerse. 3. No tome el asunto como un profesional. Muestre interés en el penitente, pero no fin-ja. La lucha del penitente no es cosa de juego; pero él es de vital importancia; evite lo frí-volo, sea sensato en todo tiempo. 4. Ore con seriedad, sin cambio de voz o gritos innecesarios; haga de su oración algo que tenga sentido y sirva de ayuda al penitente. 5. Si su memoria no le ayuda, tenga en su Biblia una lista con los pasajes que puede necesitar en diferentes circunstancias. 6. No discuta jamás, bajo ningún concepto, en el altar.
OTROS ASPECTOS DEL TRABAJADOR DEL ALTAR
CAZAR ALMAS EN LA CONGREGACIÓN Este aspecto tal vez se haya olvidado, pero mucha gente necesita de un “empujoncito extra” y aquí es donde entra en juego la labor del caza-dor de almas. El equipo de obreros de altar debe sentar-se en diferentes lugares estratégicos entre la congregación y estar atentos desde el principio del servicio a la forma en que van reaccionando las personas de su círculo. (Hago la salvedad de que esto debe ser natural, no convierta su cabe-za en un giratorio constante, sea prudente, con-dúzcase normalmente). Terminado el mensaje y abierto el llama-
miento, el trabajador a la espera, entrará en acción; tratará de detectar a las personas que tienen luchas espirituales en todo momento. Muchas veces lo anterior es difícil de entender, en otras no. Uno puede darse cuenta de lo que está pasando al observar en los penitentes lágrimas corriendo suavemente por las mejillas, gestos nerviosos como frotar-se las manos, o que le tiemble ligeramente la barbilla, o los labios, intranquilidad etc. Esta puede ser la señal de una lucha interior. En ocasiones se debe a que el culto ha sido de-masiado largo y la persona tiene una cita a esa misma hora, o está impaciente por salir o se siente enfermo. Una vez que el obrero de altar ha detectado a la persona necesitada, se acerca y le hace una invitación discreta a pasar al altar. No le diga: “Pase al altar, usted necesita a Dios”, mejor invítelo a acompañarle al altar; la invitación no debe hacerse de manera que la persona se sienta obligada a acceder; presionar no es recomendable, como tampoco lo es asustar; es mejor mostrar interés y nada más. Creo que esta práctica que fue popular y beneficiosa en el pasado, se ha dejado a un lado por la manera que algunos abusaron de ella. Procure no avergonzarla. Si la persona no desea pasar, sonríale con amabilidad, y dí-gale que está orando por ella, y que no vacile en llamarle si le necesita.
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OTRAS SUGERENCIAS Puede ofrecer una ayuda imperceptible, pero eficaz. Si una madre está atenta al men-saje pero su niño no le permite oír bien, los obreros de altar deben sacrificarse por amor al alma de esta madre, llevándose al niño al anexo o a otro lugar; es necesario usar buen tacto. Ser trabajador del altar es fantástico. Realmente, como alguien ha dicho, las almas se pescan con anzuelo y no con redes, es decir, una a una. El trabajo de altar completa la obra del pastor o del evangelista, sin embargo, en muchos casos representa la totalidad de la labor. No se preocupe por números ni recompensas, todo lo que usted haga para Dios se computará a su favor, y a su justo tiempo recibirá su recompensa. Estoy convencido de que un buen trabajador de altar no demora mucho en convertirse en un fantástico ganador de almas a través de la obra personal. ANÍMESE Ahora anímese, organice en su iglesia un equipo para trabajar en el altar, no importa si el grupo no es muy grande, instruya a la gente y espere buenos resultados. ANTE SITUACIONES IMPREVISTAS A pesar de que la gente pasa al altar, una vez allí algunos hacen preguntas inesperadas que sólo se pueden contestar con la autoridad de la Palabra de Dios. Pensando en ello decidimos in-sertar en nuestro estudio las preguntas más co-munes de los penitentes en el altar y la respues-ta bíblica. 1. “No quiero ser hipócrita: Creo que no podré vivir como Dios lo demanda”. R. Filipenses 1:16; 4:13; 1 Corintios 10:13; Santiago 4:7; Judas 24; Salmos 37:24; 2 Pedro 2:9; Salmo 127:10. Usted puede agregar otros. 2. “Me gustaría aceptar a Jesús, pero temo a la burla de mis familiares y amigos”. R. 2 Corintios 6:17; Juan 15:18; Proverbios 13:20; Marcos 8:36; Salmos 1; Lucas 6:22; Efesios 5:6. Recuerde la historia de Job. 3. “Pertenezco a la iglesia desde hace mucho tiempo”. R. Tito 1:16; Juan 3:3; Mateo 7:21; 2 Timoteo 3:4, 5; Lucas 6:46; 2 Corintios 5:17; Gá-latas 6:15. 4. “No me considero malo ni pecador”. R. 1 Juan 1:8; Jeremías 17:9; Romanos 3:12; Isaías 53:6; Romanos 3:23; 5:12; Salmo 51:5. 5. “Soy demasiado malo y pecador para que Dios se apiade de mí y me perdone”. R. 2 Pedro 3:9; Isaías 1:18; Juan 3:16; Romanos 5:8; Romanos 10:13; Mateo 11:28-29. 6. “No soy tan malo, soy mejor que muchos otros”.
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R. Isaías 53:6; Romanos 3:23; Romanos 14:13-12; Juan 3; en especial el verso de Ro-manos 3:12; 1 Pedro 1:18; Santiago 4:12; 2 Corintios 10:17-18; Romanos 5:12; 1 Juan 1:10. 7. “Tengo el hábito de hacer buenas obras. ¿Acaso no es suficiente con esto?“ R. Tito 3:5; Efesios 2:8, 9; Romanos 10:3; Romanos 11:6; Santiago 2:10; Romanos 6:23. 8. “He retrocedido, yo era cristiano pero he vuelto atrás, pequé, caí otra vez”. R. Isaías 55:7; Jeremías 3:14; Jeremías 3:12; Romanos 10:13; 1 Juan 1:9; Job 22:23; Oseas 14:14; 1 Juan 12:1. 9. “¿Cómo lograré sostenerme sin caída en la nueva vida?“ R. Deuteronomio 33:27; Génesis 28:15; Proverbios 3:5, 6; Filipenses 1:6; Judas 24; 2 Timoteo 4:18; 2 Tesalonicenses 3:3. 10. “Tengo miedo a la vida cristiana, parece muy difícil”. R. Usted puede decirle que es más difícil y duro el camino de los impíos. Además de
algunas buenas anécdotas puede citarle estos versículos: Proverbios 13:15; Mateo 11:28-30; Isaías 57:20; Salmos 37:3-5; Salmos 84:11; Pro-verbios 3:17; Filipenses 3:7. 11. “Dios es tan bueno que al fin todos se-remos salvos”. R. Mateo 7:14; Mateo 7:13; Juan 3:36; Apocalipsis 21:8; Salmos 9:17; 1 Corintios 6:10; 1 Corintios 6:9. 12. “¿Por qué necesito arrepentimiento? Francamente no lo entiendo”.
R. Hechos 17:30; Mateo 4:17; Mateo 12:41; Lucas 13:3; 2 Pedro 3:9; Hechos 2:38; He-chos 3:19. 13. “Siento que mi corazón está bien”. R. Marcos 7:23; Jeremías 22:17; Jeremías 17:9; Génesis 6:5; Efesios 4:18; Jeremías 5:23; Mateo 15:8; Isaías 29:13. 14. “La iglesia está llena de hipócritas”. R. Bueno, hipócritas hay en cualquier parte. Usted no podría salir de su casa sin topár-selos en el mercado, en el trabajo, por doquier, pero tengo buenas noticias, usted no ten-drá que dar cuenta por ellos ante Dios, Dios sólo le pedirá razón por su propia vida y por su alma, entonces tal vez no le ayudará mucho el decirle que había muchos hipócritas a su alrededor. Además Santiago 4:12; Romanos 2:1-3. 15. “Me gustan mucho las diversiones”. R. Salmos 16:11; Juan 15:11; Juan 16:24; Juan 17:13; Isaías 26:3; 1 Pedro 1:8; 1 Juan 5:3.
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16. “Ustedes predican que uno debe dejar las diversiones mundanas... Pero yo no veo nada de malo en ellas, ¿por qué tengo que hacerlo?“ R. Proverbios 14:13; 1 Juan 2:15, 16; Gálatas 6:7-8; Proverbios 21:17; Lucas 8:14; Ma-teo 6:23. 17. “Se me ha enseñado que tendré otra oportunidad de salvarme después de la muer-te”. R. Proverbios 29:1; Proverbios 11:7; Hebreos 9:27; Judas 6; Mateo 12:32; Mateo 35:46; Apocalipsis 20:15. 18. “Mejor lo dejamos para otra ocasión”. R. 2 Corintios 6:1, 2; Génesis 6:3; Proverbios 27:1; Proverbios 1:27, 28; Mateo 24:44; Mateo 25:13; Hebreos 3:15; Hebreos 2:3; Isaías 55:6. 19. “Me parece muy fácil, sólo tengo que arrepentirme”. R. Recuérdele todo lo que le costó a Jesús, todo lo que sufrió, él llevó nuestro dolor. Dí-gale, además, que la salvación es costosa, pero no cara; ya que vale lo que pagamos por ella (Isaías 53:5). 20. “Yo nací en un hogar cristiano, me he criado bajo esa enseñanza”. R. Son válidos en este caso los textos usados en “Yo soy miembro de la iglesia”. Además, dígales que del cristianismo uno puede heredar buenos hábitos y buena ins-trucción, pero la experiencia de la salvación no es heredable, se obtiene por el arrepenti-miento personal y genuino, y el encuentro personal con Cristo Jesús. Cada hombre debe experimentar esto por su propia cuenta. Tal vez surja uno que otro problema que no hemos tratado en este corto estudio, sin embargo, estamos seguros de que un trabajador de altar que lea diariamente su Biblia y mantenga una buena relación con Dios, encontrará soluciones insospechadas, frutos de la inspiración del Espíritu Santo. No hay nada que temer, son más los goces y las satisfacciones que las dificultades. Un elevado porcentaje de la gente que pasa al altar desea sinceramente la gracia de Dios en su vida y agradece la ayuda que se le brinda. Espero que este estudio logre ayudarle a organizar un equipo de obreros de altar, a ser un buen trabajador de altar y, por ende, ganador de almas para el Reino de Dios.
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