revista misioneros de yarumal 224

MISIONEROS DE

YARUMALN° 224 Junio 2013

MISIONEROS DE

YARUMALN° 224 Junio 2013

30 Perdiendo la cabeza

20 “Creer que se cree”.

12 Madre Laura Montoya (1874- 1979)

“Bona sera Francisco” sobre lo divino y lo profano.

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Esta publicación es producida y editada por Misioneros Javerianos de Yarumal. Todos los Derechos Reservados.Esta publicación es producida y editada por Misioneros Javerianos de Yarumal. Todos los Derechos Reservados.

¡América Latinaes tu hora!¡América Latinaes tu hora!

REV

ISTA

Edición No. 224Junio de 2013Misioneros de YarumalCra. 81 No. 52B - 120 Tel. (57 4) 320 44 87Medellín, Colombia.revista@misionerosdeyarumal.orgwww.misionerosdeyarumal.org

DirectorHernán Pinilla O. mxy

ColaboradoresBernardo J. Calle mxyNicolás Vásquez N. mxyJairo Alberto Franco mxyLeonardo Grisales V. mxyMichael Stiven Castiblanco Ch. mxyNicolás A. Ruiz R. mxy

DiseñoMaría Delfina Echeverry A.

FotografíaMisioneros de YarumalArchivos particularesNo sabemos con precisión el origen de algunas fotosincluidas en esta edición. Si violamos algún derechode propiedad ofrecemos disculpas a los autores.Les agradecemos cualquier información.

ImpresiónDiagrama DigitalTel. 315 439 19 54Impreso en Medellín, Colombia.ISSN 0122-2465

Franquicia PostalDecreto 2758 Octubre 18 de 1995Resolución Abril 25 de 1968ADPOSTAL

Índice2 ¡América Latina llegó tu hora! Hernán Pinilla O. mxy

4 125 años Miguel Ángel Builes Misioneros de Yarumal

6 Itinerario del despertar misionero de América Latina Misioneros de Yarumal

Suscríbase BélgicaDonación anual: 11 £Rue Saint Gertrude 17-1040Etterbeek, Bruxelles-BelgiqueTélf/Fax 0032(0) 2 307 55 [email protected] vos Dons:Compte-Cuenta: 001-5369265-03

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USADonación anual: 15 USD.2317 Washington Ave.Bronx, NY 10458. New York, USATel. (1-718) 561 82 48 [email protected]

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12 Madre Laura Montoya (1874 - 1949) Página oficial del Vaticano

16 El porqué del año de la fe Bernardo J. Calle mxy

20 “Creer que se cree” Nicolás Vásquez N. mxy

25 “Bona sera Francisco” sobre lo profano y lo sagrado. Jairo Alberto Franco mxy

28 ¿Es la hora de América Latina? Jairo Alberto Franco mxy

30 Perdiendo la cabeza Leonardo Grisales V. mxy

34 Experiencia de formación misionera en Bolivia Michael Stiven Castiblanco mxy

36 El desafío de ser laico misionero hoy Nicolás A. Ruiz R. mxy

40 Nos escriben In Memorian Misioneros de Yarumal

¡América Latina, llegó tu hora!

Un signo más de este momento pro-videncial que vive nuestra América, es la celebración de los 125 años de naci-miento de Miguel Ángel Builes obispo y fundador de cuatro congregaciones misioneras.

Miguel Ángel Builes, fue un hombre con corazón planetario. Siendo estu-diante en el seminario de Santa Fe de Antioquia, descubre a Santa Teresita del Niño Jesús y hace con ella un pacto misionero, que llevó a plenitud duran-te toda su vida. Ya sacerdote, se refería a los sentimientos que despertaban en su alma la consideración de las necesi-dades espirituales de la gente y escri-bía:

“Cuando bogando río abajo, me de-tenía en cada caserío y contemplaba a aquellos, que extendiendo sus ma-

Hace ya varios años, los obispos re-unidos en Pue-

bla, proclamaban con esperanza y sin tapujos que “finalmente, ha llegado para América Latina la hora de in-tensificar los servicios mutuos entre Iglesias particulares y de proyectarse más allá de sus propias fronteras «ad gentes»” P 368. Esa esperanza ha ali-mentado el compromiso misionero de la iglesia latinoamericana y la ha moti-vado, aunque a veces tímidamente, a comunicar la Buena Noticia de salva-ción más allá de las fronteras.

Algunos hechos indican que ese mo-mento ha llegado a nuestro continen-te.

Por primera vez, uno de los nuestros, ha sido escogido para ocupar la silla

EDITORIAL

de San Pedro. El cardenal Jorge Mario Bergoglio, un jesuita humilde y auste-ro, ahora el papa Francisco, se ha em-peñado en llevar un aire nuevo a la iglesia; con gestos simples y sencillos que saben a evangelio, nos ha recorda-do vehemente el compromiso con los más pobres y los marginados, la nece-sidad de volver la mirada al crucificado y de salir por los caminos del mundo a llevar la Buena Noticia de Salvación.

Otro hecho significativo para nuestro continente, ha sido la canonización de la Madre Laura Montoya, maestra y educadora de los indios, y fundadora de la Congregación de las Hermanas Misioneras de la Virgen María Inmacu-lada comúnmente llamadas Lauritas, una congregación dedicada al servicio de los más pobres y marginados de la sociedad.

nos suplicantes, me pedían pan para sus almas, me venían con obsesión aquellas palabras de Jesús: “La mies es mucha y los operarios pocos...” ¡Salvar esas almas de los mundos nuevos! ¡Pero veía tantas y yo, pobre misionero, víctima del paludismo, escuálido, macilento, ¿qué podré ha-cer? Mi alma vibraba empero, ansiosa de salvar esas almas... y ¡qué osadía! las del mundo entero”.

Si, ha llegado el momento para Amé-rica Latina. “Conocer a Jesús es el me-jor regalo que puede recibir cualquier persona; haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo a conocer con nuestra pa-labra y obras es nuestro gozo”. (Apare-cida 29) A eso estamos llamados. No seamos inferiores a este desafío.

Niños Vereda Bojayá - Chocó

Hernán Pinilla O. mxy

2 MISIONEROS DE YARUMAL Junio 2013 Junio 2013 MISIONEROS DE YARUMAL 3

125 añosMiguel Ángel Builes

CronologíaMiguel Ángel Builes1888 - 9 de Septiembre:

Nace Miguel Ángel. Es el segundo de los nueve hijos del matrimonio Builes Gómez.

1907: Ingresa al seminario menor de San Pedro (Ant.).

1911: Empieza los estudios de Teología en el Seminario de Santa Fe de Antioquia. Conoce la biografía de Santa Teresita del Niño Jesús.

1913: Recibe la Orden del Subdiaconado, de manos de Mons. Maximiliano Crespo.

1914 - 29 de Noviembre: Recibe la Orde-nación Sacerdotal en la ciudad de Santa Fe de Antioquia, de manos de Mons. Cres-po.

1917: Es designado párroco de la recién creada Parroquia de Santa Isabel y el Tigre.

1923 - 29 de Noviembre: Recibe del se-ñor Nuncio la comunicación de que el Papa Pío XI lo ha escogido para obispo de Santa Rosa de Osos.

1924 - 3 de Agosto: Recibe la ordenación episcopal en la Catedral primada de Bo-gotá.

En esta oportunidad participa por pri-mera vez en la reunión de la Conferencia Episcopal y toma parte en el Primer Con-greso Misionero Nacional.

1926 - 3 de Octubre: Comunica al P. Abi-gaíl Restrepo su proyecto de fundar un Seminario de Misiones.

1927: En el mes de enero decide la funda-ción del Seminario de Misiones.

Las comunidades fundadas por Monseñor Builes, los Misioneros de Yarumal,

Teresitas Misioneras, Teresitas Contem-plativas e Hijas de la Misericordia, jun-to con las que han ido naciendo de su espiritualidad: Misioneros y Misioneras Contemplativos Activos y Auxiliadoras de Cristo Sacerdote, y la Diócesis de San-ta Rosa de Osos, estamos celebrando el Año de Espiritualidad MAB, en homena-je al gran obispo misionero Miguel Án-gel Builes, que culminará el próximo 9 de septiembre cuando se cumplen 125 años de su nacimiento.

Durante este tiempo estamos recordan-do algunos elementos de su profunda espiritualidad y su gran compromiso mi-sionero.1. El Hombre Místico: Miguel Ángel Bui-les, fue un hombre de oración. Su intimi-dad con Dios con Dios fue una caracte-

El 29 de junio, firma el Decreto No. 80 so-bre la fundación del Seminario de Misio-nes de Yarumal.

El 3 de julio, con cinco alumnos bajo la dirección de tres sacerdotes, se inicia la obra.

1929 - 11 de Abril: Funda la Congrega-ción de Hermanas Misioneras de Santa Teresita, en Santa Rosa de Osos.

1939 - 11 de Abril: Se inicia la nueva Co-munidad de Teresitas Misioneras Contem-plativas.

El 29 de octubre recibe el Seminario de Misiones el Decretum Laudis.

1951 - 11 de Octubre: Fundación de la Congregación de las Hijas de Nuestra Se-ñora de las Misericordias.

1971 - 29 de Septiembre: Día de su muerte.

rística fundamental de su vida.2. El Hombre Apóstol Misionero: que desde su familia aprendió a orar por la Propagación de la Fe y por los Misione-ros y Misiones, y que luego Teresita en el Seminario, de Santafé de Antioquia, encendió mucho más su celo por la sal-vación de todas las almas.3. El Hombre Profético, su pasión por Jesucristo; por la Iglesia, y la salvación de la humanidad; y por su propia santi-ficación, lo llevaba a ser el profeta que anunciaba con ardor la Buena Nueva de su amado Jesús, su verdad, su amor y su afán por la salvación de todos los hom-bres.4. El Hombre Mariano, quien fue llama-do por Monseñor Jesús Emilio Jaramillo, el día de su sepelio, “el Loco del Ave Ma-ría” María era su compañera de camino y de todas las horas y la abogada y bene-factora de sus obras.

AÑO DE LA ESPIRITUALIDAD MAB

Misioneros de Yarumal


Itinerario del despertar misionero

1. Pio XII y el “destino providen-cial” de América LatinaCuando en el año de 1939 fue elegido el Papa Pío XII, y precisamente para su-ceder al llamado “Papa de las Misio-nes”, América Latina se sintió cercana al nuevo pontífice. Era el primero que había pisado nuestro lejano y desco-nocido continente.

El cardenal Eugenio Pacelli, en calidad de legado pontificio, había estado pre-sente en el Congreso Eucarístico de Buenos Aires (Argentina), en 1935.

No fue vana esta intuición. En 1955, Pio XII convocó la primera Conferencia General de obispos latinoamericanos, la cual dio origen a un servicio de co-munión episcopal bajo la denomina-ción de CELAM.

En la Carta Apostólica “Ad Ecclesiam Christi” con la cual convocaba dicha asamblea, el Papa consigna este pá-rrafo, que ha venido a constituirse en un lema misionero para nuestro con-tinente:

“Abrigamos la gozosa esperanza de que la América Latina se dispondrá en breve, con vigoroso empeño, a cumplir la misión que la Divina Provi-dencia parece haber confiado a este inmenso continente, que se enorgu-llece de su fe católica, de tomar par-te preferente en la nobilísima tarea de comunicar también en el futuro a otros continentes, los preciosos do-nes de la paz y la salvación”.

2. El Obispo Miguel Ángel BuilesPero ya por esa fecha, muchas cosas estaban caminando en tal dirección. Desde 1924, en una lejana e incomu-nicada diócesis de provincia en Co-lombia, Miguel Ángel Builes, elegido obispo a los 36 años de edad, el más joven del mundo en esa época, tuvo clara conciencia de que su tarea pasto-ral no se agotaba dentro de su parcela. Como sucesor de los apóstoles se sen-tía responsable de la evangelización de todo el mundo.

Desde el descubrimiento, América La-tina había sido campo abonado en la cual la semilla de la fe, sembrada por misioneros europeos, había germina-do hasta formar un continente cristia-no casi en su totalidad.

Sin embargo, nos habíamos acostum-brado a recibir, sin tomar conciencia del deber implícito en todo bautizado de ser transmisor de la fe recibida.

En estas circunstancias, aparece el jo-ven obispo de Santa Rosa de Osos, quien con una gran mujer, Laura Mon-toya, se constituyen en despertadores de la conciencia misionera de Colom-bia y de toda América Latina. Marcado por un fuerte dinamismo espiritual, monseñor Builes inicia una doble ba-talla, inspirado por el ardor de su fe.

Esa doble batalla consistía en defender la fe católica. Defenderla como funda-mento de la cultura patria, e impulsar la proyección misionera del país y del continente.

P. Arcadio Valdés O. mxy con comunidad nativa - Perú

FORMACIÓN MISIONERA

de América LatinaMisioneros de Yarumal


Así, el obispo Builes inició un despertar apostólico con perspectiva universal, el cual desde entonces va en aumen-to y promete alcanzar las dimensiones por él soñadas.

El obispo santarrosano fundó el Semi-nario de Misiones de Yarumal y creó tres institutos femeninos. Estos Misio-neros iniciaron su acción apostólica en Colombia y luego llegaron a otras na-ciones del continente.

A través de sus miembros, en especial de monseñor Gerardo Valencia Cano, vicario apostólico de Buenaventura (Colombia), iniciaron la reflexión teo-lógica que, desde el CELAM, ha ido cu-briendo a América Latina y dando pie

al nacimiento de una nueva misiono-logía.

3. La Madre Laura MontoyaLaura Montoya Upegui nació en Jericó (Antioquia - Colombia) el 26 de mayo de 1874.

De niña vivió la pobreza causada por las guerras civiles y religiosas que ca-racterizaron esa época en nuestra pa-tria.

En la Normal de Institutoras de Me-dellín estudió magisterio y practicó el apostolado docente, reforzando con el mensaje cristiano los valores que transmitía a sus alumnas.

Con un grupo de compañeras viajó a la selva de Urabá, en busca de los indíge-nas para instruirlos en la fe. Así nació la Congregación de Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Sena (Lauritas), el 14 de mayo de 1914.

En 1916, con el patrocinio de mon-señor Crespo (obispo de Santa Fe de Antioquia) la Santa Sede erige aquella fundación como Congregación Dioce-sana, la primera que nace en Colombia para la difusión de la fe entre los no cristianos.

En 1949, el 21 de octubre, muere en Medellín la Madre Laura Montoya.

En 1968 la Congregación recibe la aprobación definitiva de parte de la Santa Sede.

P. Luis Carlos Fernández mxy con comunidad nativa - Panamá.

Fue beatificada por Juan Pablo II el 25 de abril de 2004.

Será canonizada por el papa Francisco el 12 de mayo de 2013.

La respuesta generosa de Laura Mon-toya y de las primeras misioneras a la inspiración del Espíritu Santo, dio ori-gen a un instituto religioso que se ha comprometido con los indígenas en nuestro continente y con el primer

anuncio del Evangelio en otras regio-nes del mundo. Hoy más de un mi-llar de Misioneras Lauritas anuncian el Evangelio en cerca de 20 países de América, Europa y África.

Indudablemente que, Miguel Ángel Builes, Laura Montoya y Gerardo Va-lencia Cano configuran la trilogía de pioneros del despertar misionero en nuestras Iglesias.


P. Adriano Mora mxy con religiosa


4. El Obispo Gerardo Valencia CanoEl ímpetu misionero originado en Co-lombia en el corazón del obispo Builes, se extendió a América Latina por inter-medio de monseñor Gerardo Valencia Cano, quien motivó la fundación del Departamento de Misiones del CELAM y desde allí dio comienzo a una labor concientizadora de todo el continente.

Este prelado se pronunció contra el “absurdo de someter la actividad apostólica a fórmulas y casillas, traza-das fuera del continente. Ese anhelo de nuestra vida es lo que ha de llevar-nos, de ahora en adelante, a buscar sistemas, programas y estructuras que orienten y estimulen al hombre latino-americano, en su camino de redención universal” (Iquitos 1971).

• Quería una misión comprometida, en la cual la estructura y las normas no ahogaran el espíritu:

“La orden de enseñar como sucesores de los apóstoles, nos ha hecho olvidar el verdadero sentido de nuestra acción: Hacemos todo para todos... El equívoco de considerar la evangelización como empresa puramente humana, hace que pretendamos crear estructuras paralelas a las políticas, a las técnicas y culturales de cualquier género, haciendo depen-der la eficacia de la evangelización del acierto de la estructuración”.

• Propugnó por una Iglesia y una Igle-sia convertida y de convertidos:

“La Iglesia que lleva el Evangelio debe ser también llevada por él. De acuerdo con la eclesiología postconciliar, es ne-

cesario que la Iglesia asuma su lugar de “mediación” misionera del Reino y no aparezca como fin de si misma.

De igual manera, el misionero, lejos de aparecer como un agente colonialista, debe ser un claro testigo del señor que, a través del mensaje de salvación, pro-clame a Cristo como pedestal de la dig-nidad humana y germen liberador de los pueblos”.

• Señaló la yuxtaposición de dos Igle-sias: de un lado los llamados “territo-rios misionales” y, de otro, las “Iglesias constituidas”

En América Latina, la situación de los llamados territorios misionales no es tan diferente a la de otros sectores de las diócesis rurales y, aún de las urbanas.

Hizo además monseñor Valencia un se-rio cuestionamiento que afecta podero-samente a nuestro Instituto de Misiones de Yarumal y, por tanto, al pensamien-to misionero de monseñor Builes, plan-teando esta pregunta: “¿Hay verdadera misiones en América Latina?”.

• Enjuició los planteamientos clásicos sobre las misiones y rechazó la idea, demasiado extendida en Europa, se-gún la cual en Latinoamérica “todo son misiones”.

• Así mismo, rechazó las sutiles distin-ciones entre preevangelización y de-sarrollo, entre palabra y testimonio. “El Apóstol es todo él una sola cosa: La Palabra, Cristo”.Continuará.


De izq. a der. Hno. Carlos Socha, P. Silvio Costa y T. Manuel Jauregui - Bolivia

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familiares. Aceptando con amor el sa-crificio, fue dominando las dificultades del camino. La acción del Espíritu de Dios y la lectura espiritual especial-mente de la Sagrada Escritura, la lle-varon por los caminos de la oración contemplativa, penitencia y el deseo de hacerse religiosa en el claustro car-melitano. Tenía sed de Dios y quería ir a El “como bala de cañón ”.

Esta mujer admirable crece sin estu-dios, por las dificultades de pobreza e itinerancia a causa de su orfandad, hasta la edad de 16 años cuando in-gresa en la Normal de Institutoras de Medellín, para ser maestra elemental y de esta manera ganarse el sustento diario. Sin embargo, llega a ser una erudita en su tiempo, una pedagoga connotada, formadora de cristianas generaciones, escritora castiza de alto vuelo y sabroso estilo, mística profun-da por su experiencia de oración con-templativa.

Maestra catequista de los indiosSu profesión de maestra la llevó por varias poblaciones de Antioquia y luego al Colegio de La Inmaculada en Medellín. En su magisterio no se con-tenta con el saber humano sino que expone magistralmente la doctrina del Evangelio. Forma con la palabra y el ejemplo el corazón de sus discípu-las, en el amor a la Eucaristía y en los valores cristianos. En un momento de su trayectoria como maestra, se siente llamada a realizar lo que ella llamaba

“la Obra de los indios”: En 1907 estan-do en la población de Marinilla, escri-be: “me vi en Dios y como que me arro-paba con su paternidad haciéndome madre, del modo más intenso, de los infieles. Me dolían como verdaderos hijos”. Este fuego de amor la impulsa a un trabajo heroico al servicio de los indígenas de las selvas de América.

Busca recursos humanos, fomenta el celo misionero entre sus discípulas, escoge cinco compañeras a quienes prende el fuego apostólico de su pro-pia alma. Aceptando de antemano los sacrificios, humillaciones, pruebas y contradicciones que se ven venir, acompañadas por su madre Doloritas Upegui, el grupo de “Misioneras cate-quistas de los indios” sale de Medellín hacia Dabeiba el 5 de Mayo de 1914. Parten hacia lo desconocido, para abrirse paso en la tupida selva. Van, no con la fuerza de las armas, sino con la

Recibió las aguas del Bautismo cuatro horas después de su nacimiento. El sacerdote le dio el nombre de María Laura de Jesús. Dos años tenía Lau-ra cuando su padre fue asesinado, en cruenta guerra fratricida por defender la religión y la patria. Dejó a su esposa y sus tres hijos en orfandad y dura po-breza, a causa de la confiscación de los bienes por parte de sus enemigos. De labios de su madre, Laura aprendió a perdonar y a fortalecer su carácter con cristianos sentimientos.

Desde sus primeros años, su vida fue de incomprensiones y dolores. Supo lo que es sufrir como pobre huérfana, mendigando cariño entre sus mismos

PRIMERA SANTA COLOMBIANA

Madre Laura Montoya(1874 - 1949)Página oficial del Vaticano

Primera santacolombianaLa Madre Laura Montoya, maestra de misión en América Latina, nació en Jericó, Antioquia, pequeña población colombiana, el 26 de Mayo de 1874, en el hogar de Juan de la Cruz Montoya y Dolores Upegui, una familia profundamente cristiana.


debilidad femenina apoyada en el Cru-cifijo y sostenida por un gran amor a María la Madre y Maestra de esta Obra misionera. “Ella, la Señora Inmaculada me atrajo de tal modo, que ya me es imposible pensar siquiera en que no sea Ella como el centro de mi vida”. La celda carmelitana, objeto de sus ansias en el tiempo de su juventud, le pare-ció demasiado fría ante aquellas selvas pobladas de seres humanos sumidos en la infidelidad, pero amados tierna-mente por Dios. “Siento la suprema impotencia de mi nada y el supremo dolor de verte desconocido, como un peso que me agobia”.

Comprende la dignidad humana y la vocación divina del indígena. Quie-re insertarse en su cultura, vivir como ellos en pobreza, sencillez y humildad y de esta manera derribar el muro de

discriminación racial que mantenían algunos líderes civiles y religiosos de su tiempo. La solidez de su virtud fue probada y purificada por la incom-prensión y el desprecio de los que la rodeaban, por los prejuicios y las acu-saciones de algunos prelados de la iglesia que no comprendieron en su momento, aquel estilo de ser “religio-sas cabras”, según su expresión, lleva-das por el anhelo de extender la fe y el conocimiento de Dios hasta los más remotos e inaccesibles lugares, brin-dando una catequesis vivencial del Evangelio. Su Obra misionera rompió esquemas, para lanzar a la mujer como misionera en la vanguardia de la evan-gelización en América latina. El que-mante “SITIO”- Tengo sed- de Cristo en la Cruz , la impulsa a saciar esta sed del crucificado :”¡Cuánta sed ten-go! ¡Sed de saciar la vuestra Señor! Al comulgar nos hemos juntado dos sedientos: Vos de la gloria de vuestro Padre y yo de la de vuestro corazón Eucarístico! Vos de venir a mí, y yo de ir a Vos”

Mujer de avanzada, elige como celda la selva enmarañada y como sagrario la naturaleza andina, los bosques y cañadas, la exuberante vegetación en donde encuentra a Dios. Escribe a las Hermanas: ”No tienen sagrario pero tienen naturaleza; aunque la presen-cia de Dios es distinta, en las dos par-tes está y el amor debe saber buscar-lo y hallarlo en donde quiera que se encuentre.”

PRIMERA SANTA COLOMBIANA

Redacta para ellas las “Voces Místi-cas”, inspirada en la contemplación de la naturaleza, y otros libros como el Directorio o guía de perfección, que ayudan a las Hermanas a vivir en armonía entre la vida apostólica y la contemplativa. Su Autobiografía es su obra cumbre, libro de confidencias íntimas, experiencia de sus angustias, desolaciones e ideales, vibraciones de su alma al contacto con la divinidad, vivencias de su lucha titánica por lle-var a cabo su vocación misionera. Allí muestra su “pedagogía del amor”, pedagogía acomodada a la mente del indígena, que le permite adentrarse en la cultura y el corazón del indio y del negro de nuestro continente.

La Madre Laura centra su Eclesiología en el amor y la obediencia a la Iglesia. Vive para la Iglesia a quien ama entra-ñablemente, y para extender sus fron-teras no mide dificultades, sacrificios, humillaciones y calumnias.

Esta infatigable misionera, pasó nue-ve años en silla de ruedas sin dejar su apostolado de la palabra y de la pluma. Después de una larga y penosa agonía, murió en Medellín el 21 de octubre de 1949. A su muerte dejó extendida su Congregación de Misioneras en 90 casas distribuidas en tres países, con un número de 467 religiosas. En la ac-tualidad las Misioneras trabajan en 19 países distribuidas en América, África y Europa.

“Ella, la Señora Inmaculada me atrajo de tal modo, que ya me es imposible pensar siquiera en que no sea Ella como el centro de mi vida”.

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El porquédel año de la feBernardo J. Calle O. mxy

El Papa Benedicto XVI declaró el Año de la Fe a partir del 11 de octubre de 2012 al 27 de no-

viembre de 2013. Quizá muchos cató-licos no saben la razón de este aconte-cimiento.

Una razón es el cincuenta aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, y otra razón, los veinte años de la pu-blicación del Catecismo de la Iglesia Católica, promulgado por el Papa Juan Pablo II.

Con motivo de estos dos aconteci-mientos el Papa Benedicto XVI publi-có una Carta Apostólica con la que se convoca el Año de la Fe.

La carta la tituló Porta Fidei, la Puerta de la Fe. Con ella nos está invitando

a todos los fieles a revisar, reflexionar y reavivar la fe que hemos recibido, como don gratuito de Dios. Nos re-cuerda que hoy la gente se está pre-ocupando mucho por todos los asun-tos sociales, políticos y culturales, pero en el campo de espiritual, en el campo de la fe, los cristianos han tenido un retroceso: los valores y virtudes cris-tianas han pasado a un segundo plano en muchos sectores de la sociedad; y parece que esa luz, que debe ser cada creyente, se va extinguiendo lenta-

Misionero de Yarumal, trabaja en Yarumal en la recuperación histórica del Instituto mente, o se ha colocado debajo de la cama; y esa sal que debe ser incorrup-tible, se está volviendo sosa.

El llamamiento que nos hace el Papa con esta carta es, pues, una invita-ción a la conversión, a un vivir más concorde con la voluntad de Dios, a un buscarlo a Él por encima de todos los bienes de la tierra. San Pablo nos dice: “Por el bautismo fuimos sepulta-dos con Cristo en la muerte, para que lo mismo que Cristo resucitó de entre los muertos, por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una nueva vida.” (Rom. 6,4)

Puerta es el punto de entrada: Puer-ta de la Fe es el inicio de la vida cristia-na, una vez que se conoce ese don de la salvación, ofrecida por Cristo y acep-tada por el creyente al recibir el bau-tismo. Es un camino largo, camino de todo nuestro existir, alimentado con

todos los sacramentos que nos ofrece Cristo, a través de su Iglesia, y que da sus frutos por nuestra fe.

La fe recibida en la familia, y como don de Dios, no puede quedar encerrada en la persona que la tiene; es preciso comunicarla. Nos dice el Papa: “La fe, en efecto, crece cuando se vive como experiencia de un amor que se reci-be y se comunica como experiencia de gracia y gozo” y más adelante dice: “Así que la fe crece y se fortalece cre-yendo” También Pablo VI dice: ”La fe se fortalece dándola” .

Desea el Papa que esta celebración suscite en todos los fieles el deseo de proclamar su fe, de hacerla pública sin temores y siendo testigos. Será tam-bién una ocasión propicia para inten-sificar la celebración litúrgica y pro-fundizar en la celebración eucarística, que es “La cumbre a la que tiende la

AÑO DE LA FE

La fe recibida en la familia, y como Don de Dios, no puede quedar encerrada en la persona que la tiene; es preciso comunicarla


AÑO DE LA FE

acción, y también la fuente de donde emana toda fuerza.”

La fe comprende todas las verdades que, como cristianos, debemos acep-tar. Estas verdades se encuentran compendiadas en el credo, símbolo proclamado por los fieles todos los domingos y celebraciones solemnes. Lo sabemos de memoria, pero falta re-flexionarlo, analizarlo y vivir cada uno de sus doce artículos.

El otro acontecimiento que estamos conmemorando en este Año de la Fe, es el cumplir 20 años de haber salido a la luz el Catecismo de la Iglesia Católi-ca, un subsidio precioso y muy útil. Es uno de los frutos del Concilio Vaticano

II, y aprobado por el papa Juan Pablo II, al cumplirse el trigésimo aniversario de la Apertura del Concilio en men-ción.

En este Catecismo “se pone de mani-fiesto la riqueza de la enseñanza que la Iglesia ha recibido, custodiado y ofrecido en los dos mil años de histo-ria”.

En él se presenta el desarrollo de la fe, hasta abordar los grandes problemas de la vida de los hombres. Pone énfa-sis en la liturgia de los sacramentos, ya que éstos no son una teoría, sino una vivencia, un encuentro personal con Cristo que continúa actuando en la Iglesia.

El Catecismo de la Iglesia Católica puede ser un valioso documento para estudiar, para que sea un apoyo para todos los catequistas, religiosos y lai-cos comprometidos con el mensaje del Evangelio y extensión del Reino de Dios.

Termina la carta enumerando las gran-des maravillas que obra la fe en todos los creyentes de todos los tiempos, como la fe de María al anuncio del án-gel, la fe de los apóstoles, que lo de-jaron todo por seguir al maestro, la fe de los discípulos en la formación de la primera comunidad, la fe de los már-tires que entregaron su vida por dar

Mujer boliviana

testimonio de Cristo y su Evangelio, la fe de los hombres y mujeres que lo han dejado todo por la vocación de seguir a Jesucristo.

El Año de la Fe nos debe llevar a inten-sificar la caridad con los más necesita-dos. “La fe y la caridad se necesitan mutuamente” porque la fe sin caridad no da fruto.

Continuemos, pues, en este año de gracia que el Papa nos ha ofrecido tratando de vivirlo intensamente para crecimiento personal de nuestra fe y testimonio de los que nos rodean.


Llamadosa una MISIÓN

sin FRONTERAS

Llamadosa una

sinMisionya @Misionya

Fides quaeren intellectum. La fe que in-tenta comprender. S. Anselmo.

Presto este título del filósofo italiano Gianni Vattimo, quien en su obra “Creer que se cree” habla de su retorno al ca-tolicismo, pero también del retorno hoy, a lo religioso en general.

Vattimo también ve la secularización como algo positivo que nos ha ayuda-do a purificar lo religioso.

Otro famoso autor, G.K. Chesterton, Inglés, convertido al catolicismo, en su maravillosa obra Por qué soy cató-lico, expresa que una de las razones, (para él son miles), por la cual se hace católico es por qué en los tiempo mo-dernos la Iglesia es la única que está defendiendo la razón: “La iglesia ha comenzado a figurar como la única campeona de la razón en el siglo XX”.

Se suponía que la religión iba a des-aparecer a medida que se extendieran la radicalización de la secularización, la globalización y la libertad. Las pre-visiones de los teóricos de la secula-rización de los años 50 y 60 del siglo pasado, hablaban de una desaparición de la religión en la sociedad y en la cul-tura en un breve espacio de tiempo y

AÑO DE LA FE

“Creer que se cree”.

de una pérdida total de influjo en la vida de las sociedades. Esto no se ha cumplido en absoluto.

Se observa al contrario, la aparición de numerosos nuevos movimientos religiosos de diferente naturaleza, la aparición de movimientos radicales en el interior de las grandes religiones, la proliferación y la extensión prodigiosa de movimientos sectarios. Lo religioso, está experimentando un fuerte auge en todo el mundo y con frecuencia de-termina los candidatos que ganan las elecciones. Y la intervención divina no ha hecho más que empezar.

La democracia está dando voz a los pueblos, que quieren hablar de Dios

Nicolás Vásquez M. mxy

Durante muchos años misionero en Angola y desde el año pasado en Medellín.

“No solo deseamos creer lo que sabemos sino también saber lo que creemos”.


Kompong Luon, ciudad flotante en Camboya.

Dios no necesita sacrificios. Dios quiere misericordia. Mc. 7,7. “Si por acaso Dios exige algo, es para el bien del ser huma-no. Para que aprendas y no se te olvide que eres criatura”. (S. Agustín). “Los sacri-ficios no te satisfacen” (Salmo 50), menos aún esa clase de sadismo que piensa que se puede dar culto a dios matando a los otros (Jn 16,2) “¿POR QUÉ ME AYUDAS?, le pregunta Odiseo a Eolo, en su regreso a Ítaca, PORQUE ERES EL PRIMER MOR-TAL QUE UTILIZA LA MENTE”. (Homero)

Sobre el tema han aportado mucho los dos últimos papas, intentando comple-mentar lo religioso con lo racional. “Fe y razón se necesitan y complementan, no sólo para una comprensión meramente

AÑO DE LA FE

cada vez más. Sin duda se ha dado un giro ideológico, según el cual los razonamientos políticos se debilitan o se vuelven confusos, mientras se re-fuerzan políticamente las creencias. Existen autores que hablan de “la re-vancha de Dios”, (G. kepel), “Por qué Dios está ganando” (T.S.Shah), “Dios vuelve a la política”, etc, y algunos hablan de “postsecularización”, y de “reencantamiento”, “resacralización” “Credulidad por exceso”. (Para el so-ciólogo de la religión P. Berger, Europa es una excepción).

Lo que llama más la atención en este fenómeno es, sobre todo, que no va acompañado de una reflexión sere-na, una sana razón y sentido crítico. Son muchas veces, racionales y hasta irracionales, obedecen más a pasiones desembocadas que ha necesidades humanizantes. Es algo tremendamen-te peligroso y que generalmente crea violencia. Hoy no nos hace falta buena fe, sino buena razón. “Para muchos las creencias dispensan de seguir pen-sando” (F. Savater). La reflexión no está presente en la sociedad actual (Sara-mago). Mucha gente preferiría morir antes que pensar. De hecho lo hacen. (B. Russel).

Lo vemos todos los días en la violen-cia terrorista, generalmente con mo-tivaciones político-religiosas. Dicen que los terroristas de Alqaeda lo que se proponían en su martirio el 11 S. era darse el lujo de terminar cada uno con 72 vírgenes como recompensa en

el cielo. (El cielo musulmán tiene un contenido altamente material y sen-sual. No es como el cielo cristiano que parece que pasaremos una eternidad diciendo santo, santo, santo… qué cosa tan cansona, por eso nadie quiere morirse). Ningún dios que se conten-te con muestras de amor irracional es digno de adoración. “Si se emplease la violencia para establecer la fe, la doctrina episcopal se opondría a ello y diría: Dios es el señor del universo y no tiene necesidad de un homena-je forzado” (H. de Poitiers) “Que más vale la libertad y la salud corporal de los infieles que hacer de ellos cristia-nos cautivos y destinados a la muer-te” (Dominicos en el Nuevo mundo).

intelectual sino también para alimentar verdaderas esperanzas en la humanidad y orientar las actividades hacia la pro-moción del bien de todos” (Benedicto XVI), Pero la cuestión viene desde antiguo. San Pedro nos recomienda dar razón con dulzura de nuestra esperanza a quienes nos lo pidan (1Pd 3,15). Se trata no solo de fomentar la tolerancia sino el amor. “Se puede pensar con toda razón que el futuro de la humanidad está en las ma-nos de aquellos que sepan dar a las ge-neraciones venideras razones para vivir y razones para esperar”. GS 31. No se tra-ta entonces de pura “teología cerebral”, sino usar responsablemente los dones de Dios, especialmente la inteligencia.


“Bona sera Francisco” sobrelo profano y lo sagrado.Jairo Alberto Franco mxy

Dicho sea de paso, sin profundizar por-que no hay espacio, que una cosa son las creencias y otra cosa muy diferente es la fe. Ésta es algo nuclear. Lo ilustro con un bre-ve pasaje de Marcos (5,25-29). Jesús entre la multitud estaba siendo apretujado, y de pronto pregunta ¿Quién me tocó?, era una señora que padecía un flujo de san-gre por mucho tiempo. A los discípulo les sorprende la pregunta. ¿Pero ves que todo el mundo te apretuja y preguntas ¿Quién me tocó? Era que en medio de tanta gen-te solo una persona lo había tocado con fe. Tantos que creen, “hasta los demonios”, pero pocos tienen fe. Si tuvierais fe… “Le-jos de no creer en nada, los que abando-nan la fe ortodoxa, comienzan a creer en cualquier cosa” (Chesterton)

Muchos creen que creen, se afanan en manifestar esa fe, la hacen fe militante (Cristianos de presencia, proselitismo agresivo) mientras otros se contentan con una fe vergonzante. Pero me parecen más peligrosos los primeros. Generalmen-te fundamentalistas, no someten su fe al tribunal de la razón. Cometen un suicidio intelectual. Es un fenómeno muy actual. Es gente, que en el fondo está llena de miedo. Les pasa lo de la ranita de la fábula de Samaniego, que una tarde se encuen-tra en un prado con un buey, el cual le in-funde tanto miedo, que ella quiso igualar a su agresor (que no lo era) y se hincha

1Vattimo, Gianni, creer que se cree, ed. Paidós, 1996.

2Chesterton, K. G., Por qué soy católico, ed. El buey mudo, 2009.

3El primer presidente de Angola, por ejemplo, decía hace apenas 35 años que “dentro de 50 años en Angola no

hasta reventar. Optamos mejor por una fe confesante (Cristianos de mediación) que fermentan la masa.

Para concluir nos servimos de los manda-mientos que un teólogo actual (W. Bühl-mann) , propone para vivir hoy coherente y racionalmente nuestra fe:

1. Dejareis que prevalezca la sana razón del ser humano: Autonomía de las cien-cias.

2. Os formareis en serio como pueblo de Dios: Los seglares en la iglesia.

3. Tenderéis la mano a vuestros herma-nos en Cristo: Ecumenismo.

4. Os pondréis del lado de los pobres: Justicia.

5. Admirareis la amplitud del espíritu creador: Inculturación.

6. Reconoceréis el “Aquí estoy” de todos los pueblos: Diálogo interreligioso.

7. Acompañareis a los nómadas religio-sos: Secularización.

8. Reforzareis las filas de los pacificado-res: iustitia et pax=justicia y paz.

9. Desarrollareis la tierra hasta convertir-la en un paraíso: Ecología y escatología.

10. Saldréis al encuentro del Dios de la historia: Mística y política.

existiría ninguna iglesia, hoy él no existe, y el cristianismo es de los más vigorosos en ese país africano. (discurso de independencia en la cidadela de Luanda)

4Bühlmann, W. Ojos para ver… los cristianos ante el ter-cer milenio, Barcelona, 1990..

IGLESIA HOY


Director Centro de formación - Kenya

“A mí me gusta que el papa Francisco nos haya saluda-do así cuando salió al balcón

por primera vez: “Bona sera”… “Bue-nas tardes”. Les voy a decir por qué me gusta. Es una historia vieja.

Una vez, en mis tiempos de estudiante, entré a la Basílica de San Pedro y qui-se confesarme. Apenas me arrodillé, como lo más normal y educado, saludé al padre.

- “Salve padre, bona será” “Hola padre, buenas tardes”… Al confesor, a quién apenas vislumbraba a través de la re-jilla, no le gustó nada ese saludo. Y entonces me soltó un sermón que to-davía, después de años, suena a mis oídos,

-“«Salve, bona sera» pero, ¿qué es ese saludo?...”- Yo no sabía qué contestar-

le... Me parecía un saludo normal.

-“tal vez mi italiano no es bueno”- le respondí queriendo captarme su be-nevolencia….

Pero él seguía airado conmigo y co-nocí sus razones: -“No, su italiano es bueno...”, reconoció, - “ Pero su saludo es demasiado profano…. ¡Esto es un sacramento!”. Y comprendí después que el saludo acostumbrado en esos confesionarios son expresiones como “alabado sea Jesucristo” o “Ave María Purísima”.

Finalmente tragué saliva y me decidí a empezar la lista de mis pecados... y antes de entrar en materia me pareció oportuno que él conociera mi estado:

-“Padre, soy un sacerdote...”

- “¿Un sacerdote?”, se asombró y em-

IGLESIA HOY

pezó otra retahíla, - “¿Y saluda de ese modo?”... y hágale con la cantaleta... Repetía ofuscado que éramos precisa-mente nosotros los sacerdotes, y que las monjas nos seguían en esto, los que “desacralizamos” todo…. Se inte-rrumpió de pronto y me ordenó:

- “Bueno, diga sus pecados”... –

“-¿Mis pecados?”, pensé yo en mis adentros, “si me regañó así por el salu-do, qué no me irá a decir por los peca-dos... de aquí hay que volarse lo más pronto posible”.

–“Lo siento padre”, saque valor para expresarle, -“creo que no puedo confe-sarme con usted. El Señor lo bendiga, hasta luego”…. No se sí “hasta luego” le haya también sonado a “profano” porque no alcancé a escuchar más lo que siguió refunfuñando mientras yo me alejaba.

Y ahora sale un papa que, antes de dar su primera bendición urbe et orbi, nos saluda del mismo modo en que yo sa-ludé a ese sacerdote: “Bona sera”. Me gustó eso. Francisco empezó lavando una herida ya vieja en mí.

Lo profano y lo sagrado. Que discu-sión tan vieja en la Iglesia y siempre tentados de echarnos para atrás... Esas son distinciones del Antiguo Tes-tamento... El Sancta Sanctorum era el lugar de Dios y por tanto inaccesible, el pueblo de Dios era Israel y los otros eran paganos, el sacerdote era el hom-bre de lo sagrado y por tanto sepa-rado, Jerusalén era la ciudad santa y nada bueno podía venir de Galilea, la fe la tenían asegurada los fariseos y los escribas y era inimaginable en un cen-turión romano... Y ese muro se cayó, o mejor ese velo que dividía los espacios se rompió…

El Verbo se hizo carne, la Sede de la Sabiduría es una mujer simple que tie-ne que cocinar y limpiar, el Creador es carpintero hijo de fulano, la Palabra se expresa en una lengua vulgar y poco conocida como el arameo.

Y nos dio mucha lidia entenderlo. Pa-saron siglos de discusión. Le debemos a los antioqueños, a Juan Crisóstomo y a otros muchos, y hasta al pobre pa-triarca Nestorio que de tanto alegar sobre lo mismo se fue a los extremos y sin quererlo pasó a la lista de los here-jes, le debemos a todos ellos que nos ayudaron a entender que el Hijo de Dios era perfectamente hombre y no sólo perfectamente Dios... Los que en ese tiempo alegaban lo contrario se escandalizaban de Dios nacido de mu-jer, con las secreciones y olores de un ser humano...

Y Dios encarnado nunca se escanda-lizó de lo profano... y lo profano dejó de serlo, lo profano se volvió sacro... todo es bendito, y si no lo es todavía tiene posibilidades de ser bendeci-do... El clímax del sacerdocio de Cristo se dio a las afueras de Jerusalén, lejos del templo, y esa misa primera en la que Jesús entregaba su carne y derra-maba su sangre, en esa primera misa, la única en la que todavía seguimos participando, en esa misa concelebra-ban dos criminales, uno arrepentido y el otro resentido, dos malditos con po-sibilidades de agarrar una bendición... Ya la posibilidad es bendición, enton-ces dos bendecidos a lado y lado del

Bendito. Todo lo profano se lo tragó la cruz y ahora todo es gracia. En la nueva economía, la cruz, que era lo más pro-fano, recibe adoración.

Se cumplió con todo esto una vieja profecía. El profeta había dicho que las ollas de las cocinas de Jerusalén iban a ser tan santas como los vasos del tem-plo y que en ellas se iba a dar culto a Dios...

Volviendo al principio, para seguir la historia, esa tarde no dejé la Basílica in-mediatamente, busqué otro confesor y ese sí que me recibió con inmensa bondad y pude decirle mis pecados... Tal vez otro hombre, que no tuviera to-davía la Buena Noticia de que lo profa-no se volvió sagrado, ese otro hombre, tal vez no hubiera vuelto nunca más... y hubiera cogido la neurosis de sentir-se fuera y autoexcluirse en lo “profa-no” inexistente sin sospechar que des-de siempre y para siempre está dentro muy hondo muy metido en lo sagra-do... En lo sagrado, porque lo que hace sagrado es el amor y el amor de Dios que también “descendió a los in-fiernos” no tiene límites...

“Entonces, Francisco, «Salve, bona sera», “«hola, buenas tardes»”... Me podría confesar contigo...


Nos llenamos todos de la emoción cuando después del “tene-

mos papa”, escuchamos el nombre de uno de los nuestros, Jorge Bergoglio, el del arzobispo de Buenos Aires. Y la emoción, que es más rápida que la in-teligencia, empezó a gritar que había llegado la hora de América Latina...

Y entonces me piden este artículo para que hable, como misionero en África, de esta hora de América Latina.

Les confieso que no me sonaba eso de la hora de América Latina... Me parecía un tanto etnocentrista, centrado en nosotros mismos, oportunista... y no creo que tener papa latinoamericano (con apellido europeo) nos pueda ab-solver de esos pecados contra la mi-sión.

Y la razón es que América Latina tie-ne en sus genes ADN universal: Por el norte, por el estrecho de Bering, se nos metieron los asiáticos y nos empeza-ron a poblar... Después nos llegaron los del Pacífico, lo que hoy es Oceanía y la Polinesia, que se tomaron la Tierra del Fuego y se fueron subiendo hasta fun-dar imperios... Los vikingos y después Colón y los europeos nos invadieron por mar... En sangre orgullosa los es-pañoles y portugueses venía, aunque negado, mucho de moros y judíos... Los africanos llegaron esclavos arran-cados y dolidos, manos y pies atados a las cadenas, y corazón sólo amarrado a la libertad.

En cada uno de nosotros hay algo de Asia, algo de Oceanía, algo de Europa, algo de África... Un latinoamericano que sepa sus orígenes no puede sino llamar hermano y hermana a cualquier hombre y mujer de la tierra... somos una mezcla, somos hijos del mundo todo... Hijos de una bendita promiscui-dad... hijos de un mongol que se vino de Asía caminando sobre el hielo de Alaska... hijos de un pescador que salió en canoa de la Polinesia y desembarcó en el Golfo de Arauco, con sus muje-res y unas cuantas gallinas... Hijos de un español que violó una india... Hijos de un judío que huyendo de la intole-rancia de Isabel se coló en una de las carabelas de Colón y se casó después con una princesa azteca... Hijos de un moro que se refugió en nuestra tierra y que continuaba rezando los viernes, aunque los domingos, para no dejar

dudas a la inquisición, impartía doc-trina en las reducciones cristianas... Hi-jos de un esclavo forzado a trabajos y al que nadie le pudo quitar la libertad para seducir... Hijos de un pirata tuerto inglés que se cansó del mareo del mar y decidió quedarse donde lo sorpren-dió el amor...

Entonces sí, con esta premisa de uni-versalidad en nuestra identidad, sí podemos decir que la hora del Papa Francisco es nuestra hora, la hora de América Latina... Vivir esta hora signi-fica corazón dilatado para abrazar el mundo en su diversidad, consciencia en la verdad para reconocer que la he-rencia que recibimos nos pone en rela-ción y deuda con todos los pueblos y culturas... Nuestra hora consiste en dar espacio y tiempo a la diferencia, a cada pueblo, a cada cultura... Con esta cer-teza de nuestros orígenes, de nuestra sangre bien mezclada, nos puede ser más fácil ser católicos y al Papa Fran-cisco le puede ser más fácil presidir en el amor.

¿Es la hora deAmérica Latina?

Hay tantos misioneros por aquí, de Corea, de Filipinas, de Alemania, de Italia... de todas partes... Y considera-ba injusto decirles que ésta no era su hora, que era la nuestra, y sólo porque el obispo de Roma nació en un barrio de Buenos Aires, alguna vez bailó tan-go, y es hincha de un equipo local...Y porque sabe de Medellín y de Puebla y de Santo Domingo y de Aparecida, y porque sí del continente nuestro es suya la opción por los pobres y la libe-ración...

Pero seguí esculcando la inteligencia para ver cómo podíamos tratar esta emoción del Francisco I... y, cavilando, encontré una razón para poder decir eso tan agradable a los oídos nuestros, pero que puede excluir a los demás, eso de que llegó la hora de América Latina.

Jairo Alberto Franco mxy

Entonces sí, con esta premisa de universalidad en nuestra identidad, sí podemos decir que la hora del Papa Francisco es nuestra hora, la hora de América Latina...

ACTUALIDAD


Director Centro de formación - Kenya

Perdiendola cabezaLeonardo Grisales V. mxy

P. Leonardo Grisales V. mxy con tribu africana

TESTIMONIO MISIONERO

Misionero en Kenya

Hace algún tiempo cuando me decían que al-

gunas poblaciones tenían nombres ex-traños, escuché el comentario de una mujer sabia, y ese era que los nombres reflejaban lo que era sus habitantes, no entraré en detalles porque lugares como Mariquita en Tolima o Cácota en Norte de Santander serían espino-sos para ajustarse a tal explicación. De todas maneras, siento que hay algo de verdad en la aseveración de esta sabia mujer. El lugar donde nos sentimos en casa, determina la forma como somos, como sentimos, como queremos y cla-ro, de cómo nos hacemos querer.

Esta larga introducción es para enten-der un poco a donde quiero llegar, sí, al lugar donde me encuentro trabajando en este momento: en Lodung´okwe, no suena muy llamativo, pero si lo traducimos de la lengua Samburu significa Descabezado. De seguro que sentirse en casa aquí suena a perder la cabeza, y probablemente esa sea la realidad. La población se encuentra a las laderas de una pequeña colina, o mejor meseta, que tiene la punta pla-na, y parece, desde luego, que le corta-ron la cabeza.

Aquí estamos los Misioneros de Yaru-mal haciendo presencia hace cuatro años. Perdiendo la cabeza por la gente con la que trabajamos.

En esta revista ya se han escrito mu-chos artículos acerca de los Samburu, la tribu dominante en el área donde me encuentro, pero sin lugar a dudas tinta y tiempo nos faltan para com-prender a este pueblo tan tradicional y para amarlo más, porque sí, no se pier-de la cabeza si no se ama, menos mal que esto se hace con el corazón.

Lodungokwe es un sector en medio del semidesierto Samburu donde también tenemos nuestras otras dos misiones, Tuum y Barsaloi. Estamos bajo la jurisdicción de la Diócesis de Maralal que está dirigida por Mons. Virgilio Pante, un obispo que también ha perdido la cabeza por buscar la paz y la reconciliación orientando las tres tribus que forman la nuestra Diócesis los Samburu, Turkana y Pokot.

Aquí me encuentro desde noviembre del año pasado, perdiendo la cabeza o

...hemos empezado un proceso de formación y catecumenado que nos ha llevado a descubrir la belleza de las expresiones culturales como manifestaciones amorosas de Dios.


por lo menos los últimos pelos que hay en ella, orientando esta comunidad parroquial que poco a poco empieza a sentirse responsable por su iglesia, entendiéndola como una familia que se une para dar gracias a Dios que fue capaz de darlo todo, hasta su vida por su pueblo, por su gente.

En Lodungokwe estamos tratando de poner algo en la cabeza de nuestra gente, para no perderla vacía, creo yo, es decir, hemos empezado un proce-so de formación y catecumenado que nos ha llevado a descubrir la belleza de las expresiones culturales como manifestaciones amorosas de Dios. A la vez se han empezado proyectos de ayuda a las escuelas para que nues-tros niños y niñas puedan poner mejor educación en sus cabezas y no la pier-dan al no saber cuáles son sus dere-chos como ciudadanos de esta nación keniana. También se ha terminado la construcción de un acueducto que sir-ve a más de 4.000 habitantes del área gracias a amigos y amigas que perdie-ron la cabeza al ver que se aguantaba sed en la población. De igual manera estamos apoyando a estudiantes de bajos recursos para que puedan acce-der a educación secundaria y superior por medio de donantes de diversos lu-gares del mundo que se han compro-metido ayudar desinteresadamente a nuestros jóvenes.

ayudasContribuya con la formación

de un joven en el Seminariode Misiones Extranjeras

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Visítenos en:

www.misionerosdeyarumal.org

Perder la cabeza no es malo, muchos decimos que la solemos perder por alguien o por algo, nosotros trata-mos de perderla por lo que verdade-ramente importa, por hacer que el mensaje de Jesús que se traduce en amor hasta perderse todo por ganar-los a todos, como diría San Pablo, se haga vida en nosotros. Y esta vida que sea abundante, sin guardarse nada. Ésta es nuestra misión, tratar de per-der la cabeza para que otros le conoz-can, le amen, a Él que es la verdadera cabeza visible de esta familia que es la Iglesia.

TESTIMONIO MISIONERO


Gracias a la generosidad de nuestros benefactoresy amigos, seguimos llevando la Buena Noticiade Salvación a muchos pueblos de Colombiay del mundo.

La educación, la salud, la vivienda, la vida demuchos pueblos depende de nuestro trabajoy de su generosidad.

Contamos con su ayudaHaga sus donaciones a:Seminario de Misiones Extranjeras de YarumalCuenta de ahorros N° 103 222 4544 5Bancolombia

Medellín (57 4) 320 44 87 - 311 605 59 65

¡Muchas gracias!

EXPERIENCIA MISIONERA


Extraordinarios colores, rea-lidades diversas, universos encontrados, miradas cho-

cando, fuegos viviendo, flautas can-tando, bailes gozando, todo ello y más colisiona en un sinfín de formas de las que nace Bolivia, un mundo mágico de culturas, lenguas, problemas, so-luciones y cantos.

Colombiano en tierra extranjera, sin-tiendo como la cultura nueva, esa nue-va sangre, se transforma en parte tuya sin querer, sin pensar, en medio de sonrisas, trabajo y visitas, se adhiere al corazón, palpita contigo, me imagino, eso deben sentir todos los misioneros en sus misiones, donde Dios nos da el don de olvidar muchas cosas, de sentir nuevas de adoptarlas, de tras-plantar nuestras raíces, de tocar nue-vas tierras y sentir desde el alma, que

es Dios el que trabaja por un mundo nuevo, en estas frágiles manos, herra-mientas para el Reino, se desemboca el manantial inmenso del amor, ese amor que Cristo enseña, y que solo se puede sentir y vivir cuando se conoce.

“¡Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo!, Que nos ha bende-cido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celes-tiales” (Ef 1,3), y en medio de tantos bienes, Bolivia ha sido para mí una ex-periencia poética, mágica, un sueño que solo puede venir de las manos de Dios, romper en absoluto estructuras, silencios e ideas, en medio de música que al principio parecía extraña, de un lenguaje diferente, de costumbres di-versas, de una tradición tan viva como nunca imaginé, de corazones abiertos, en definitiva el golpe es inmenso.

La formación y la pastoral, se viven en un lugar aislado de la ciudad, donde la inserción se trabaja desde el primer momento, la vivencia en la Parroquia Virgen de Fátima, el trabajo en los sec-tores como encargado principal, abren un mundo de responsabilidades, de sacrificios de tiempo, entrega total a la gente mientras simultáneamente se estudia y se lucha por dar buen resul-tado en todas las dimensiones que el Instituto propone, hasta el punto de quedar mudos, sin respuesta ante tan-to, en ocasiones solo queda sonreír o llorar.

En esta casa de formación filósofos, teólogos, sacerdotes y laicos, vivimos como una gran familia, hermanos, hi-jos del mismo Padre, sedientos del mismo Espíritu, soñando con la mis-ma paz, anfitriones de la misma fra-gilidad, engranes de un mismo siste-ma, pero flexible, amable, sentido y sobre todo cristiano.

Inventando países dentro de este país, con banderas de alegría, de Cristo, de paz, solo queda hacer caso al após-tol cuando nos dice: “Ahora, herma-nos, por la misericordia de Dios, los exhorto a ofrecerse como sacrificio vivo, santo, aceptable a Dios: sea ese su culto razonable” (Rm 12,1), y eso pienso que es lo que identifica al mi-sionero este donde este, en cualquier continente, país, ciudad, pueblo, ba-rrio, casa, entregarse desde su pobre-za, con sabiduría e ignorancia, con gozos y tristezas, a una familia que

no conocíamos, pero que siempre fue nuestra.

La Paz, Cochabamba, Potosí, depar-tamentos en los que actuamos como misioneros, en los que se vive a diario, situaciones de pobreza, problemas comunitarios, donde no queda más de dar el corazón y trabajar como Je-sús nos enseñó, desde el corazón, ta-tuándonos en el alma ese mensaje del Evangelio que se llevará hasta el final de los tiempos en nuestras vidas, en diversos lugares, a diversas personas a donde Dios nos envíe.

Así, una cultura nueva, gigantesca, tan rica y llena, que pensar dentro de ella, siempre se torna difícil, una pastoral tan fuerte, digna de tiempo y respon-sabilidad, una formación diferente, a diario encontrándonos entre culturas, opiniones, sueños y formas de ver el futuro, nace una espiritualidad dife-rente, cada vez más desvelando un rostro de Dios que jamás terminare-mos de descubrir.

Experiencia deformación misionera en BoliviaMichael Steven Castiblanco Ch. mxy

Estudiante de Teología en Cochabamba - Bolivia.

El desafío de ser Laico Misionero hoy

LAICOS MISIONEROS

La pasada Asamblea General Extraordinaria de nuestro Instituto, celebrada en Oc-

tubre en Girardota (2012) escuchó el clamor de sus laicos misioneros Jave-rianos. Fue un espacio de hermandad, de escucha y de diálogo. Fue una es-pecie de Pentecostés que nos ayudó y que nos desafió a tenerles más en cuenta, como hermanos en el trabajo evangelizador.

Tenemos documentos maravillosos emanados del magisterio de la Iglesia donde se nos pide con urgencia dar una mayor participación a nuestros fieles laicos. Documentos ricos en con-tenidos pero que aún están en los ar-chivos de nuestras bibliotecas.

En el texto de reforma de las Constitu-ciones de nuestro Instituto, tenemos el artículo 53 sobre los laicos javerianos y que es un aporte nuevo:

“El IMEY valora promueve y apoya la participación de laicos misioneros en nuestra actividad misionera, median-te el fortalecimiento del “Movimien-to de laicos Misioneros Javerianos de Yarumal”, que asume el carisma de nuestro Instituto, regido por un esta-tuto particular. “La necesidad de que todos los fieles compartamos tal res-ponsabilidad no es sólo cuestión de eficacia apostólica, sino de un deber-derecho basado en la dignidad bau-tismal” (R.M 71; A.G 71-73).

Este artículo que es nuevo, es ya un es-pacio para ir configurando en nuestro

Imey, el paso para ir organizando de una forma sistemática y clara el “ser” y el “quehacer” de nuestros laicos mi-sioneros javerianos. Queremos en este sexenio de gobierno, al interior de nuestro Instituto, afianzar cada vez más este anhelo de búsqueda

La Quinta Conferencia General del Episcopado latinoamericano y del Ca-ribe, reunida en Aparecida (Brasil) nos presenta unas líneas que nos desafían a los fieles laicos y laicas, como dis-cípulos y misioneros de Jesús, en los numerales del 209 – 215. Hago una pe-queña síntesis:

1. Los fieles laicos son “Hombres de la Iglesia en el corazón del mundo, y hombres del mundo en el corazón de la Iglesia” (DP786)

2. Su misión propia y específica es el mundo en todas sus realidades. (EN 70)

Nicolás A. Ruiz R. mxy

A la derecha P. Carlos Mario Velásquez mxy y laicos misioneros - Bogotá

“El IMEY valora promueve y apoya la participación de laicos misioneros en nuestra actividad misionera, mediante el fortalecimiento del “Movimiento de laicos Misioneros Javerianos de Yarumal”...


Miembro del Consejo Central del Imey, responsable del programa de laicos misioneros.

3. Tienen un rol: “Están llamados a par-ticipar en la acción pastoral de la Igle-sia mediante el testimonio y aquellos espacios donde vivan su compromiso cristiano” (DA 211)

4. La formación: “Para que cumplan con su misión con responsabilidad personal, los laicos necesitan una sóli-da formación doctrinal, pastoral, espi-ritual y un adecuado acompañamien-to” (DA 212)

5. También son participes en la comu-nidad y no solo receptores: Los laicos tienen un gran reto “Han de ser parte activa y creativa en la elaboración de proyectos y ejecución de proyectos pastorales a favor de la comunidad” (DA 213)

6. Son protagonistas: “Se constata el fortalecimiento de variadas asociacio-nes laicales y movimientos apostólicos como un signo esperanzador para la misión evangelizadora de la Iglesia” (DA 214)

7. Se reconoce el valor y la eficacia de los Consejos parroquiales, Consejos diocesanos y nacionales de fieles lai-cos, porque incentivan la comunión y la participación en la Iglesia (DA 215).

Aportes a nuestro Instituto expresados en la Asamblea General Extraordinaria con referencia a nuestros laicos misio-neros javerianos:

1. Hoy tenemos un buen número de carismas congregacionales, la pre-sencia de los laicos es cualitativa. Es

sorprendente lo que está haciendo el Espíritu Santo.

2. El futuro de las Sociedades de Vida Apostólica está en los laicos. Los ca-rismas que han estado ligados histó-ricamente a la vida consagrada van a estar ligados a los laicos, no sólo por cuestión de número sino por obra del Espíritu Santo.

3. La relación entre las Sociedades de Vida Apostólica y los laicos produce un movimiento muy fecundo. Prime-ro, da una permanente referencia a la vida bautismal. Muchos de nosotros todavía no nos hemos convertido. Y segundo, le da a los laicos la idea que también tienen una vocación específi-ca.

4. Su propia vocación misionera los tiene que ligar a la misión inter-gen-tes.

5. Hay un llamado urgente a superar el clericalismo. Clericalismo del cual

somos nosotros responsables pero también son responsables los laicos. Ese grito de los laicos tiene que evitar toda clase de clericalismo.

6. La pasión misionera es inventiva hasta el infinito. Se necesita “inventi-vidad” de pasión misionera.

7. Este grito de los laicos javerianos a la Asamblea General Extraordinaria tiene que ser oído.

Necesitamos abrir espacios comuni-tarios en el Imey para que cada cual pueda descubrir y realizar su propia vocación cristiana junto a otros her-manos que recorren su propio camino, siguiendo todos al mismo Maestro y guiados por el mismo Espíritu.

Un agradecimiento a nuestros laicos de Medellín, Pereira, Bogotá, Bucara-manga, Cali y Candelaria. El desafío es grande, pero tenemos a Jesucristo, el Misionero del Padre quien va de-lante de nosotros.

P. Nicolás A. Ruiz R. mxy y laicos misioneros - Medellín

LAICOS MISIONEROS


También los laicos tienen una misión en la Iglesia.Los Misioneros de Yarumal acogemos cristianos como usted, que quieran emplear un tiempo al servicio de las misiones en Colombia y el mundo o simplemente que quieran crecer en el compromiso misionero y/o participar en un grupo de reflexión misionera.

Contáctenos y con gusto le damos mayor información.

LaicosMisioneros

In Memorian Se han ido a la casa del Padre

Febrero 23 Mons. Gustavo Ángel R. mxy

Vicario Apostólico de Mitú

Abril 6 P. Roberto Samaniego mxy

Misionero en el Ecuador

Abril 9 P. Francisco Aristizábal mxy

Misionero en Colombia

Abril 15 Mons. Jaime Duque C. mxy

Obispo de El Banco, Magdalena

2013

40 MISIONEROS DE YARUMAL Junio 2013

Apreciados amigos

NOS ESCRIBEN

Un saludo muy especial. Hemos salido de la misión a un lugar en donde hay señal de internet y aprovecho para envíarles estos renglones. Estos primeros meses en África han sido un sueño. Estoy recordando lo que pasó cuando vine la primera vez. Hay muchas situaciones especiales, pero también muchos de-safíos. La sequía se pronuncia cada día más. También hay algo que preocupa mucho a la gente y son los robos de ganado. Acaban de pasar las elecciones y como siempre ocurre, hay muchas tensiones, pero está vez parece que la gen-te se preparó para evitar la violencia, aquí el tribalismo es muy fuerte, ganó las elecciones Uhuru Kenyata candidato de la tribu mayoritaria hijo del primer presidente de Kenya. El futuro sigue siendo incierto. Por favor recuérdenos en sus oraciones.

Con un saludo cordial,Luis Carlos Fernández mxy - Kenya

¿Quiénes somos?Los Misioneros Javerianos de Yarumal, somos un Instituto Misionero fundado en 1927 en Yarumal - Colombia, por Mons. Miguel Ángel Builes, al servicio de la evangelización de los más pobres y margina-dos de Colombia y del mundo.

¿En dónde estamos?Trabajamos en varios países de América, África y Asia.

¿Qué hacemos?A nombre de la Iglesia Colombiana, llevamos la Buena Noticia de salvación a los más pobres y marginados. Nos preocupamos por la construcción de las Iglesias locales en los lugares a donde somos enviados. Adelantamos programas de desarrollo comunitario, vi-vienda, salud, educación... y nos esforzamos por construir un mun-do mas justo, mas humano.

Rue Sainte Gertrude17 - 1040 Etterbeek,Tels. (247) 968 01 74

Télf/Fax: 0032(0) 2 307 55 95Bruxelles, Belgique

[email protected]

Carrera 81 N° 52B - 120Tels: (57 4) 444 09 21Fax: (57 4) 320 44 89Medellín, Colombia

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2317 Washington Ave.Bronx, NY 10458

Ph: (1-718) 561 82 48Fax: (1-718) 295 96 07

New York, [email protected]

Te invitamosa una MISIÓN

sin FRONTERASLos Misioneros de Yarumal, somos un instituto

misionero fundado en 1927 en Yarumal, al servicio de la evangelización de los más pobres y

marginados de Colombia y del mundo, que acoge, prepara y envía sacerdotes, hermanos y laicos a

varios países de América, África y Asia.

¿Eres Bachiller, universitario, profesional o aún estás en la escuela secundaria? Esta invitación

es para ti. Tú también puedes ser misionero.

Mayores informes ____________

[email protected]

Misionya @Misionya

Te invitamosa una

sin

revista misioneros de yarumal 224

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