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EVOLUCION SOCIOPOLITICA Año 1 / Edición 1 / Mayo 2014 CONSTITUCION DE 1961 NACIMIENTO DE LA MORIBUNDA

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Page 2: Revista exar

Los historiadores venezolanos coinciden

en que dos constituciones definieron el

rumbo político, social y económico del

país; la primera de ella estuvo vigente

veintisiete (27) años, hasta 1857, y la

segunda, la Constitución de 1864, que se

convirtió en la matriz que determinará

todo el ordenamiento jurídico hasta

nuestros días.

En la Constitución de 1961 la función

legislativa de igual modo es acción

indeclinable e intransferible del

Congreso; en el Artículo 162, se lee: "Los

actos que sancionen las Cámaras como

cuerpos colegisladores se denominarán

leyes".

exar cordones

Page 3: Revista exar

La Constitución de Venezuela de 1961 fue

aprobada el 16 de enero de 1961 por el entonces

Congreso de la República (actual Asamblea

Nacional) con el voto afirmativo de las

principales cuatro fuerzas políticas del país para

entonces, Acción Democrática, Unión

Republicana Democrática, Copei y el Partido

Comunista de Venezuela. Entró en vigor el 23 de

enero del mismo año en conmemoración del

retorno a la democracia en Venezuela el 23 de

enero de 1958. En diciembre de 1999 este texto

quedaría derogado al ser aprobado por voto

popular la Constitución de 1999.

Esta Constitución estaba basada en los

principios de la Constitución de 1947 que había

sido derogada en 1953 por la dictadura

perezjimenista.

Page 4: Revista exar

Sancionada por el Congreso de la República, en

Caracas, el 23 de enero de 1961 y promulgada

ese mismo día por el presidente Rómulo

Betancourt. La Constitución ha sido enmendada

2 veces: la enmienda núm. 1, sancionada por el

Congreso de la República el 9 de mayo de 1973

y promulgada por el presidente Rafael Caldera,

el 11 del mismo mes y año; y la enmienda núm.

2, sancionada por el Congreso el 16 de marzo de

1983 y promulgada por el presidente Luis

Herrera Campins el mismo día. G.P.M.

Page 6: Revista exar

El preámbulo donde se invoca la protección de Dios y se exalta al Libertador Simón Bolívar y a los "grandes servidores de la patria".

La Constitución de 1961 estaba dividida en cuatro

partes.

La parte dogmática en la cual se establecen como

pilares la democracia, la independencia y el

carácter de forma federal del Estado venezolano,

entre otros; La parte orgánica, que constaba de

doce títulos para un total de 252 artículos; y las

disposiciones transitorias compuestas por 23

disposiciones. Sólo se reconocía como idioma

oficial el castellano.

El Estado venezolano se divide en: Estados, el

Distrito Federal, Territorios Federales y las

Dependencias Federales.

Los Estados se dividen en Distritos y estos en

Municipios.

No existía la doble nacionalidad, por lo tanto el

venezolano que obtuviese otra nacionalidad perdía

automáticamente la nacionalidad venezolana.

Por primera vez en la historia constitucional

venezolana no se hace mención al nombre o

número de Estados que componen el país, para

evitar hacer reformas constitucionales respecto a

éste tema y regirlo por medio de una Ley Orgánica

de división político-territorial.

Page 7: Revista exar

La Carta Magna de

1961 fue la

Constitución más

duradera de

Venezuela, durante

sus 38 años de

existencia solo sufrió

dos enmiendas

aprobadas por el

extinto Congreso

Nacional:

Page 8: Revista exar

Primera Enmienda Sancionada por el Congreso Nacional el 9 de mayo

de 1973, promulgada por el presidente Rafael

Caldera y publicada en la Gaceta Oficial N° 1585

del 11 de mayo de 1973. Para evitar que se

postulasen a Presidente de la República, Senador o

Diputado al Congreso o a Magistrado de la Corte

Suprema de Justicia (ahora Tribunal Supremo de

Justicia), quiénes hubiesen incurrido en delitos

durante el ejercicio en un cargo público. Su objetivo

fue inhabilitar al ex-presidente Marcos Pérez

Jiménez de ser electo Presidente de la República o

desempeñar cargos parlamentarios ante el

Congreso.

Segunda Enmienda

Sancionada por el Congreso Nacional en 1983 y

promulgada por el presidente Luis Herrera Campins

el 16 de marzo de ese mismo año contempló varios

aspectos innovadores. Entre otros: la reforma del

sistema electoral para los Concejos Municipales y

las Asambleas Legislativas. La enmienda fue

sancionada tras dos años de discusiones del

proyecto original en el congreso , el cual no fue

aprobado en su totalidad. Una propuesta de

ampliación de los derechos políticos de los

venezolanos por naturalización y permitir la

intervención de los Concejos Municipales por parte

del Congreso Nacional fueron rechazadas.

La Carta Magna de

1961 fue la

Constitución más

duradera de

Venezuela, durante

sus 38 años de

existencia solo sufrió

dos enmiendas

aprobadas por el

extinto Congreso

Nacional:

Page 10: Revista exar

Muchas cosas han cambiado desde que el presidente

Hugo Chávez asumiera por primera vez la presidencia

en 1999. El candidato que recibió el mayor apoyo

popular en la historia democrática venezolana hasta

entonces (56,20% de los votos) entró esa mañana al

hemiciclo del antiguo Congreso Nacional para

proponerle al país un proyecto político que debía

soportarse en lo que había sido su principal bandera

durante la campaña electoral: la apertura de un

proceso constituyente que garantizara, con la

participación de todos los sectores sociales, la

redacción de una nueva Carta Magna.

La figura que técnicamente enterró al bipartidismo se presentó al recinto del Poder Legislativo rodeado por sus más allegados colaboradores para asistir a los actos formales de asunción de investidura, ceremonia en la que también estuvieron presentes un nutrido grupo de mandatarios latinoamericanos, mezcla variopinta de figuras que ya reflejaba las tensiones y el cambio de época que se venía gestando en el continente.

Page 12: Revista exar

Las primeras palabras de Hugo Chávez como Presidente de la República fueron escuchadas por mandatarios de la más pura cepa neoliberal como Carlos Menem (Argentina), Alberto Fujimori (Perú) y Jamil Mahuad (Ecuador), por presidentes moderados como Andrés Pastrana (Colombia) y por la entonces única referencia de la izquierda latinoamericana en el poder, el comandante Fidel Castro. Ese entorno resumía el clima de tibia hermandad que existía entre las naciones de América Latina y el Caribe, más preocupadas entonces de cómo cerrar un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos que recuperar las ideas de auténtica integración enarbolada por los primeros libertadores. En aquella nota de color, no podía faltar el principal embajador de los intereses de España en Venezuela, el Príncipe Felipe de Borbón, heredero del Rey Juan Carlos. Ante esas figuras y ante un país expectante que no sólo colmó los alrededores del Congreso sino que se paralizó ante radios y televisores para saber de primera mano de qué material estaba hecho el nuevo presidente, Hugo Chávez hizo gala de una audacia nunca vista en esas esferas, de un fraseo y de unas proposiciones que confirmaron la esperanza de millones de venezolanos. En aquellas circunstancias, el presidente Chávez mostró un estilo único que ha trascendido las fronteras y lo ha convertido en una referencia política mundial: “una de mis principales tareas es decir las verdades en las que creo. Yo las voy a decir, de diversas maneras”.

Page 13: Revista exar

Sin contemplaciones, el presidente Chávez lleva 14

años diciendo sus verdades, tanto en Venezuela como

en los distintos foros mundiales a donde asiste. Una

tarea que ha combinado con una voluntad férrea de

trabajo que no admite vacaciones ni domingos libres,

aún contra todas las recomendaciones médicas. Ya lo

anunciaba entonces en su discurso de toma de

posesión: “Seré el primer soldado a tiempo completo

de esa batalla, batalla que estoy seguro vamos a ganar

contra el atraso, contra la miseria, contra el hambre”.

La insistencia de anudar el proyecto político al

pensamiento bolivariano, de describir lo que sucedía

en Venezuela como una auténtica revolución (“es un

pueblo que recuperó por su propia acción, por sus

propios dolores, por sus propios amores, recuperó la

conciencia de sí mismo, eso no tiene otro nombre que

una Revolución”), de citar a Pablo Neruda para decir

que “Bolívar resucita cada cien años, cuando

despiertan los pueblos”, tal como lo hizo aquel día, eso

era apenas el preámbulo de un estilo franco y directo,

de un proyecto político sostenido contra viento y marea

que hoy, a la vuelta de 14 años, se ha incorporado de

manera decisiva en el ADN del venezolano.

Page 14: Revista exar

El proyecto bolivariano, en retrospectiva, ha sido y es una manera de entender la política con un fuerte sentido moral, puesto al servicio de las mayorías, de la soberanía popular, tal como lo expresó Hugo Chávez aquel 2 de febrero de 1999.

Para avanzar, Chávez pedía el compromiso de las

mayorías con un proyecto que tenía una fuerte

vocación popular. En su ya conocido papel de

pregonero y acelerador, el presidente no dudó en

enfatizar “que creamos en nosotros mismos,

creamos en nuestro pueblo”, un principio que

quedaría definitivamente amarrado al diseño y

concepción de las políticas públicas nacionales y a

la noción de pueblo como el único motor de los

cambios sociales.

No en vano, las palabras de aquel primer discurso presidencial fueron encabezadas por la célebre frase de Simón Bolívar que se encuentra en el Discurso de Angostura (1819) y que durante los siguientes 14 años se convertiría en una auténtica filosofía de Estado para dirimir las grandes diferencias, en un país donde se han llegado a realizar hasta 14 elecciones desde entonces, a razón de una por año: “Dichoso el ciudadano que bajo el escudo de las armas de su mando convoca la soberanía popular para que ejerza su voluntad absoluta”.

Page 16: Revista exar

La Constitución de 1961 ha sido

la más importante que ha tenido

en toda su historia la República

de Venezuela. Ha sido la de

mayor estabilidad. Tuvo vigencia

desde enero de 1961 hasta

diciembre de 1999 (la de 1830

permaneció 27 años, la de 1864

se prolongó por 10 años). No

fue una Constitución sectaria,

monocolor, redactada por un

grupo de acríticos de una secta

regresiva. Por el contrario, fue

confeccionada con espíritu

nacional, interpretando no el

capricho de un caudillo, sino la

voluntad de los representantes

de la elección

democráticamente más amplia

que había tenido el país.

democráticos al calor de la

Constitución de 1961. Pese a

fallas e influencias malignas, las

Fuerzas Armadas vivirían un

esplendor unitario, profesional,

meritocrático y de equipamiento

y logística).

La Constitución de 1961 procuró superar las dos lacras históricas que habían atormentado el desarrollo normal de la nación: las insurgencias bélicas y las asonadas militares. Se propuso darle al pueblo su rol de soberano, el único que puede disponer de su destino. No son los conciliábulos caudillescos que hacen guerras, guerrillas, guerritas, los artífices del hado histórico del pueblo. Es el pueblo. No son los cuarteles con cuatro oficiales ambiciosos, los que deben decidir la suerte de una nación. Es el pueblo. La peor manifestación del subdesarrollo, atraso, pobreza política e incultura general, son las guerrillas, las guerras civiles, los cuartelazos y golpes de estado.

Page 17: Revista exar

La Constitución de 1961

persiguió la instauración de la

democracia (y la instauró).

Buscó la erradicación de las

guerras civiles, de las cuales las

guerrillas son su embrión (y las

erradicó, como las veremos ser

aplastadas en los años 60). Se

propuso institucionalizar a las

Fuerzas Armadas Nacionales

para dominar los golpes

militares (y lo logró: todas las

tentativas golpistas fueron

vencidas por los gobiernos

La Constitución de 1961, en 150 años de vida independiente, sería el número 26 de las constituciones promulgadas. La República vivió casi todo el siglo 19 y buena parte del siglo 20, entre asonadas y guerras civiles, con sus secuelas de autocracias y despotismos, en un vórtice de violencias desatadas y de mandonerías imperiosas que impidieron estabilizar las normas jurídicas que dieran fisonomía a un Estado democrático, y así se frustró por muchos años la intención de los padres de la patria al redactar la Constitución de 1811 y la del Libertador cuando elaboró las bases constitucionales del Congreso de Angostura. Se falsearía la verdad histórica de imputarse como responsabilidad exclusiva de los imperiosos régulos de montonera o de cuartel elevados por asalto a la Presidencia de la República el desconocimiento de la norma constitucional y la elaboración de cartas fundamentales hechas a la medida de su voluntad de dominio incontrastado.

Entre las dos Constituyentes importantes del siglo 19 estuvieron la de 1830, la cual estuvo vigente hasta 1857; fue antibolivariana, destrozó a la Gran Colombia, Bolívar fue objeto de denigraciones e iniquidades, saliendo en su defensa José María Vargas. La otra fue la de 1858, donde destacó el sabio verbo de Fermín Toro; al nacer relampaguearon los primeros disparos de la Guerra Federal.

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“Esta Constitución que hoy promulgamos lo he dejado dicho- debe durar y durará, para que regule jurídicamente las relaciones democráticas entre Estado y nación, no sólo por el período de gobierno que terminará en 1964 sino por muchos otros más. Razones sólidas abonan esta creencia. La elaboraron y sancionaron cuerpos deliberantes emanados de la directa voluntad popular el 7 de diciembre de 1958. Ella misma llevó con sus votos a Miraflores a quien es el Presidente de los venezolanos y ha cumplido ya con el compromiso legal de firmarla, para ejecutarla y hacerla ejecutar, y,

por último razón última a la que en la escala de prelaciones le correspondería el primer sitio, el pueblo de Venezuela en todos sus rangos, estamentos y profesiones está decidido a que en este país no se retrograde nunca a formas francas o disimuladas de despotismo, y por eso es válido pensar y afirmar que esta Constitución de 1961 será un instrumento para regular la vida de relación nacional por muchos años.

Page 21: Revista exar

Juro solemnemente, ante el pueblo y ante mi propia conciencia, cumplir y hacer cumplir esta Constitución; respetar y hacer respetar sus normas, que sancionadas como han quedado adquieren identidad y categoría de mandato imperativo. Juro también que por respeto mismo a esta Constitución que hoy nace rodeada de fe colectiva, y por lealtad a mi propia vida consagrada al establecimiento en Venezuela de un régimen de libertades públicas, utilizaré los instrumentos que esta ley fundamental pone en las manos del Presidente de la República para impedir que el orden público se subvierta, sea cual fuere la bandera esgrimida y las consignas agitadas por los empresarios del motín; y que impediré, con la colaboración de quienes me acompañan en el Consejo de Ministros, que las corrientes hostiles al sistema democrático de Gobierno lo desacrediten, debilitándolo.

Venezuela, como toda otra sociedad moderna y organizada, necesita y reclama de sus gobernantes respeto a las libertades públicas, y junto con ese respeto la defensa decidida del Estado de derecho frente a la conspiración totalitaria, tan repudiable si se exhibe bajo el atuendo de la clásica autocracia criolla como si se presenta con el ropaje novedoso de doctrinas y tácticas de importación, que le niegan vigencia al régimen representativo de gobierno para abrirles el camino a dictaduras de grupos o partidos. La promulgación de esta Constitución es coyuntura propicia para pedirle a los venezolanos, sea cual fuere su propia concepción subjetiva de los sistemas de gobierno y su bandería ideológica, que ajusten su conducta pública dentro de las normas de respeto a esta Ley de Leyes. Es un llamado que formulo con la mejor y más sincera buena fe de venezolano y de gobernante.