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LAS voces de una familia quecumplE la mayoria de edad

Nuestro orgullo

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Editor ial

En este, nuestro tercer número del año, celebramos el arribo a la mayoría de edad de Consorcio Jurídico.

Este 13 de abril, Consorcio Jurídico cumple 18 años, que, en voz del Socio Fundador, Ricardo Acosta Jaime, han sido muy intensos, con más momentos buenos que malos y de grandes vivencias para quienes lo iniciaron, para quienes ayudaron a construir esta empresa, para los que aquí trabajan y con un futuro prometedor para todos nosotros.

Son ya dieciocho años, y en este número su fundador, Ricardo Acosta, nos platicará de sus inicios, de algunas vivencias y anécdotas, de su crecimiento. También charlamos con el Director General, Sergio Dueñas Suárez; el Subdirector Administrativo, Víctor Acosta Jaime y Carlos García Villa, quienes nos dan sus puntos de vista de lo que Consorcio ha significado en su vida.

Oiremos también las voces de una familia que cumplió la mayoría de edad: la familia de Consorcio Jurídico, conformada por compañeros trabajadores –algunos con más tiempo en la empresa, que no todos– quienes nos hablan de su sentimiento hacia la empresa.

Bienvenidos pues, a este número especial, especial por lo que significan estos primeros 18 años de Consorcio Jurídico.

¡Felicidades a todos nosotros!

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Pilares

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Consorcio, sinónimo de estabilidad

Las voces de una familia que cumple la mayoria de edad

Nuestros clientes

Nuestro orgullo

Contenido

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nancy.flores@conjur.com.mx, alejandra.gascav@conjur.com.mxedgar.molina@conjur.com.mx, gonzalo.alvarez@conjur.com.mx,

jonathan.rios@conjur.com.mx

TU APORTACIÓN ES MUY VALIOSA, DÉJANOS SABERLA

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Hace 16 años Sergio Dueñas, actual Direc-tor General llegó a Consorcio para atender algunos asuntos. Y se quedó. Recuerda con agrado esos inicios y dice: Hoy somos una empresa diferente y muy consolidada ya con procesos bien definidos y con áreas de opor-tunidad, pero hubo un antes, en donde en cada paso, Dios me ha permitido conocer a las personas que me rodean, he aprendido y aquí vivo muchos de mis sueños. El próximo es que estemos juntos y seguir diversificándonos en la industria.

Las personas me permiten estar aterrizado, ser sensible a las situaciones, a solidarizarme. Lo que ha hecho crecer a la empresa es la gente. En el camino, he visto Ejecutivos que ahora son Gerentes.

Buscamos generar inquietud para saber hacia dónde quieren ir, que suban un escalón, ense-ñarlos a ver más allá, por eso los capacitamos.

Durante estos años puedo decir que conozco todos los fierros y tornillos de CJ, me siento ple-no, realizado como persona, sin duda hemos cometido muchos errores, pero el sostén es la armonía.

Después de siete años se empezó a estructu-rar la empresa, he podido vivir mis sueños y cada valor de la empresa con la gente, les debo más de lo que yo he podido aportarles, sin embargo mi compromiso es dejarles algo, trascender en la vida de los empleados, para que ellos a su vez en su casa impacten, es parte de la filosofía que nos ha compartido el licenciado Acosta.

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Aquí, los sueños se hacenrealidad: Sergio Dueñas

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Carlos García, Subdirector General llegó a trabajar a Consorcio hace 16 años como Ejecutivo telefónico, y a la par estudiaba Derecho, “y después de dos años me dieron la oportunidad de ser Coordinador, en ese momento fue un reto porque había mucha gente de experiencia y yo tenía como 22 años, mi estrategia era aprender de ellos”.

Y agrega: “Un año en Hermosillo me dio muchas tablas, me di cuenta de mu-chas situaciones en las Sucursales, des-de entonces tuve la oportunidad de ir manejando las Sucursales.”

Asegura que CJ “me ha dado todo, profesional y económicamente, pude comprar mi casa, casarme, irme de luna de miel, cambió mi vida, pero me ha costado. “Las batallas fueron muchísimas, sin embargo la filosofía desde que me entrevistó el licenciado Acosta, y quien ha marcado mi vida, ha permanecido: el compartir.

Concluye: “Hemos hecho cosas ex-traordinarias, hay personas que me han marcado, el personal de Intendencia, el ingeniero Dueñas, los Ejecutivos que te apoyan en diversas situaciones, y lo que buscamos al final es ser mejores personas, un mejor empleado, un mejor padre”.

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Compartir, una filosofía perdurable: Carlos García

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Para Víctor Acosta Jaime, Subdirector administrativo, con 10 años en la empre-sa, el 19 de febrero del 2001 “fue el día que cambió significativamente mi vida profesional ya que tenía laborando en el sector público 33 años. El cambio fue ab-soluto y total. Inicié un nuevo mundo en el aspecto de mi carrera profesional, ejercí por primera vez la profesión de contador público pues se me asignó la responsabi-lidad de subdirector administrativo para implementar los sistemas contables, el de nóminas y lo administrativo que se re-quería en Consorcio Jurídico.

Aprendí lo que es tener una relación de igual a igual tanto con el director gener-al, como con mi colaboradora de inten-dencia, porque la filosofía que se maneja en esta empresa es que lo más impor-tante es el aspecto humano. Consorcio nos ha enseñado el significado de que todos en una empresa podemos tener diferentes responsabilidades pero todos somos iguales.

Hace diez años éramos cerca de 300 trabajadores y actualmente somos 1200. Esto significa un crecimiento del 300% y si tomamos en cuenta las crisis que en este lapso ha vivido nuestra nación, económi-ca y socialmente, este crecimiento cor-robora una tesis: Consorcio Jurídico es fantástico por toda el alma que tiene de grandeza y de integridad institucional.

Consorcio cambió mi vida: Víctor Acosta

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Todo inició el 13 de abril de 1993, a las siete de la mañana.

Ese día, en la recámara de su departamento en Avenida Cuauhtémoc, Ricardo Acosta Jaime revisó una lista.

Eligió un número telefónico e hizo la primera llamada de cientos, de miles que realizaría y que, a 18 años de distancia, significaría el inicio de la más importante agencia de recuperación de cartera a nivel nacio-nal: Consorcio Jurídico de Cobranza Especializada, S.A. de CV.

Ahora, a 18 años de esas primeras llamadas, detrás de su escritorio, en las oficinas de Andalucía, el Socio Fundador de Consorcio Jurídico, sonríe cuando se le señala como el culpable de haber revolucionado los métodos de cobranza en México.

–Eso dicen… No, no sé porqué. No creo haber revolucionado nada. Le di el lado amable, empecé a traba-jar dos horarios, entre otras cosas. Luego, motivé a la gente. No sabría cómo explicarlo. Me da satisfacción, me siento bien. Me gusta. Esto es un negocio de competencia, de resul-tados y donde vamos a seguir in-novando.

De infancia y adolescencia feliz en la colonia Narvarte, concretamente en las calles de Petén, Ricardo Acosta recuerda los “difíciles inicios” de lo que sería Consorcio Jurídico.

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Nancy Flores/Gonzalo Álvarez del Villar

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Trabajaba en American Express, empresa que en ese 1993 decidió liquidar a todos sus supervisores, entre ellos a él, pero le ofreció que manejara, por fuera, una de sus carteras.

Le dieron veinte asuntos “malos y malísimos asuntos. Y tuve que con-vertirlos en buenos porque sino ni mis hijas ni yo comíamos… No había de otra”, rememora quien salió de Amex en una fecha que nunca olvidará: el tres de abril, “día de mi santo”.

No se intimidó. Y a partir de esa lla-mada de abril de 1995, inició una rutina diaria: levantarse a las seis de la mañana: bañarse, vestirse, llamadas de 7 a 11 de la mañana, luego visitas, comer donde fuera. Regresar a casa como a las nueve de la noche, más llamadas hasta las 10. Un sábado, por las maña-nas, ir al norte de la cuidad, el otro, también de mañana, al sur. Los domingos hacía el trabajo ad-ministrativo que posteriormente entregaría a Amex.

Y así, durante dos años.

Parpadea continuamente mien-tras recuerda: “Yo no tenía un gran sueño de hacer una gran empresa. Lo primero que quería era tener lana para comer, para sobrevivir”.

Durante esa época conoció a un personaje que “ayudó mucho” al crecimiento de lo que sería Consor-cio: Jesús Vaca.

Revisa el archivo de su memoria y rescata el momento cuando Jesús, su vecino y quien trabajaba en una agencia de cobranzas, tocó a la puerta de la oficina de Wisconsin para pedirle si podía dejar su au-tomóvil estacionado a su entrada. Ricardo aceptó y ahí inició una re-lación que rendiría frutos. Y se con-virtió en “el visitante nocturno”.

Un brinco en la memoria:

Después de dos años 7 meses, cre-cimos y rentamos en un edificio de la calle de de Miguel Laurent. Me entrevisté con veinte personas que habían salido de Amex... Además de cobrar, ir a juntas, hacer visi-tas, tenía otra chamba: recluta-miento de personal. Los iba a ver. Les decía: estoy en un proyecto nuevo. Diez aceptaron. El equipo crece fuerte. De gente experta, que sabía a lo que iba”.

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Y recuerda a Sergio Dueñas, el actu-al director general”, a quien conoz-co cuando su papá fallece, pues él era el que me llevaba la contabili-dad en Miguel Laurent. Le empecé a enseñar el negocio de la cobran-za. Y finalmente se quedó”.

Se unieron personas que, por recorte de personal habían salido de Amex: Jorge Urrutia, Fernando Escalona, Rosa Martha Gutiérrez, Jorge Díaz… Y las carteras empezaron a crecer.

Hace un alto en la charla. Y este hombre, quien instauró uno de los primeros códigos de ética en Méxi-co para una agencia de recuper-ación de cartera en Consorcio Ju-rídico, afirma que “este trabajo es una oportunidad para ayudar a al-guien en desgracia. No para juzgar-los, sino para ayudarlos. Si decidió gastarse la lana en lo que sea, es su vida. Yo te voy a vender el beneficio de la ayuda”.

Es un trabajo de concurso. Si lo ves desde el punto de vista estresante, te vas a estresar, pero es una opor-tunidad que la vida te da para ex-presar tu talento, para probar que eres una gente exitosa.

“Este trabajo es una

oportunidad para

ayudar”

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Ely Aguilera

Desde 1993 Consorcio Jurídico se ha mantenido fiel a su filosofía de formar a su propia gente. Antes y ahora no existe algún lugar en el que te enseñen la cobranza. En 18 años han sucedido muchas, muchas cosas.

Vivimos en un mundo de cambios, donde el conocimiento avanza tan rápido que no se ha terminado de asimilar un concepto cuando ya existe otro que lo contradice o reorienta, un mundo donde lo único seguro es que el mañana no será el mismo, pues día a día se va transformando.

Ante esa incertidumbre, la estabilidad laboral pasa de ser un concepto absoluto para convertirse en uno más abierto y relativo donde tanto las empresas –entendidas como los entes que invierten su capital en el negocio– como los empleados tendrán igual responsabilidad para garantizar su presencia.

En lo que respecta a la persona, ésta poseerá estabilidad laboral siempre y cuando no pierda su capacidad de innovación y pueda garantizar que agregará –persistentemente–, valor a las organizaciones (así, en plural) que se interesen en sus servicios, independientemente de su condición social, edad o credo, pues no ha de ser filtrado a través de los mismos paradigmas que hoy se manejan para poder contratar al individuo.

Por lo tanto, mientras pueda ser contratado poseerá estabilidad laboral, y esto será la verdadera garantía de seguridad.

Con relación a las empresas, éstas deberán garantizar al Estado la valoración y contratación del talento laboral, sin las limitaciones que hoy interponen, basado en sus competencias, lo que permitirá mantener abierto el mercado para todo aquel que se ocupe por mantenerse activo, actualizado y con visión de futuro.Una de las muchas características que destaca a nuestra organización es su compromiso con el personal, en donde al día de hoy –los que estuvieron y los que aún estamos– podemos asegurar que no ha habido quincena en la que no hayamos recibido nuestro pago.

La estabilidad que nos proporciona Consorcio nos permite decir: ¡unidos por un futuro!

Consorcio, sinónimode estabilidad

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Consorcio Jurídico, además de ser una empresa exitosa es una gran familia. Quienes la conforman son parte fundamental de su éxito. Hoy, al cumplir la mayoría de edad, ellos, los integrantes de nuestra comunidad, tienen la pal-abra.

LAS voces de una familia quecumplE la mayoria de edad

Alberto Escobar, uno de los más veteranos, con 16 años de trabajo en la empresa, recuerda que llegó por un anuncio en el diario, y me quedé Éramos 60 personas, he visto cómo ha crecido la empresa, y ha sido grato”. Escobar, quien concluyó la licenciatura en Derecho mientras trabajaba, afirma que uno de los grandes momentos de Consorcio fue cuando “nos certiicaron con el ISO y eso ha sido nuestra carta de presentación”.

Para Katia Cantú Villa, Asistente del Socio Fundador durante 11 años, Consorcio ha significado todo. Ha sido gratificante y recuerda que gracias la Certificación de ISO “al siguiente día que apareció el anuncio en el periódico, la primera llamada que recibí fue de Bancomer, le interesaban nuestros servicio”. E invita a los nuevos integrantes de la empresa a “que vivan la esencia de CJ”, y que se apoyen con sus compañeros para lograr las metas.

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Ernesto Torrecillas Sánchez, con 9 años en la empresa, Coordinador de Banamex del segmento RW OCC, dice: “Consorcio te deja crecer, te impulsa a ser mejor, el secreto es realizar bien tu trabajo, ponerse en los zapatos de los titulares, ver sus necesidades, carencias y ofrecerles la mejor opción. A mí me cambió la vida, antes tenía un negocio y quebró, llegué como Visitador, y luego Supervisor, en 2010 fui el mejor Coordinador de CJ, “no me la creía”, viajé con toda mi familia a Cancún, la empresa me ha dado eso y más”.

Elvira Poblano, de Intendencia, ya con 9 años en la empresa, dice: “Vengo a trabajar con entusiasmo y me han dado algunos reconocimientos y ganado premios. Me gusta estar aquí y he hecho algunos amigos, tengo muy buenos recuerdos y mis jefes me han tratado bien”.

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Paola Arellano, Asistente de Dirección General, tiene 8 años en Consorcio y para ella, la empresa “es mi segunda familia”. Ella, quien antes trabajaba en una empresa de maquila de bordados y que actualmente estudia la carrera de Administración, asegura: lo nos diferencia de otras empresas es la fraternidad, y que se le abran las puertas a todas las personas”.

Karina Arias, Gerente de la cartera de American Express tiene 11 años en el lugar que “me cambió mi vida”. Ella entró a trabajar como recepecionista para pagarse su carrera, y le dio la oportunidad de seguir estudiando. También fui administrativo de contabilidad, después Auditora, Coordinadora de Sistema de Gestión de Calidad, y la primera Monitora y posterior a esto se creó el área de Monitoreo de la cual fue Coordinadora. Dice: Consorcio es número uno en varios aspectos, en metas, en fiestas, en el apoyo a la gente, somos semillero de buenas personas, fuimos la primera agencia en certificarnos, Consorcio marcó la pauta”.

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Milton Villarreal, quien hace 12 años ingresó como Auxiliar de capturista y es el encargado de Telecomunicaciones, Consorcio “es un laboratorio donde puedes experimentar cosas nuevas y no se te niega la oportunidad de hacerlo. A la gente no se le amarra, la oportunidad está, si quieres la puedes tomar”. Y aconseja “no dejar de luchar y seguir innovando siempre. Es bueno levantar la mano y darse el valor, si tienes una idea buena hay que ser perseverantes, Aquí sí se pueden realizar cosas, pero nada es fácil”.

Antonia Hernández Pérez, la señora Toña, de Intendencia, con 10 años de trabajo dice: “estoy tan a gusto que no me he dado cuenta cómo ha pasado el tiempo. Consorcio es mi segunda casa”. Ha sido jueza en varios concursos, lo cual la llena de orgullo y recomienda: a los que recién llegan les digo: bienvenidos, con el tiempo se darán cuenta de las satisfacciones que deja trabajar aquí”.

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Andrea Yllescas, con 11 años de estar en Consorcio, Supervisora de Monitoreo, “CJ es experiencia, conocimiento, amigos, cariño, tengo la camiseta puesta de corazón”, dice la mujer que inició de Recepcionista y agradece a CJ el “haberme permitido crecer” y recuerda como uno de los mejores momentos el proyecto del SAT, que nos dejó conocernos, convivir con los compañeros, saber cómo eran realmente:“ entrábamos a las 5 de la mañana y salíamos a las 2 ó 3 del día siguiente. Etapa dura, pero gratificante”.

Yvette Cuesta Lara, Ejecutivo de cuenta, con 9 años de laborar aquí expone: “era una empresa chiquita en la cual todos éramos amigos, sin embargo nos convertimos es una gran familia donde se permite el crecimiento”. La egresada de la Licenciatura en Administración, agrega: “Pasé por casi todas las carteras, y en cada una aprendí. Aquí conocí a mi esposo y durante mi estancia laboral nació mi hijo, he vivido muchos momentos importantes de mi vida”.

Nuestros clientes

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Banamex

Nuestros clientes

Banamex

Nuestros clientes

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Nuestro orgullo

CERTIFICACIONES DE SISTEMASCertificated Fundaments ITIL

Microsoft MSCE Microsoft MSCITPJava Certificated

Cisco SystemNuxiba NCJE

Certificated Nortel PBXSymantec Backup Exec

TPISA

CERTIFICACIÓN ISOEn el 2001, Consorcio Jurídico logró su certificación en ISO 9002:1994, considerándose pionero en este tipo de certificaciones para las empresas dedicadas a la recuperación de cartera en México. En el 2004 se recertificó en la nueva versión ISO 9001:2000, manteniendo su prestigio como empresa con un

Sistema de Gestión de la Calidad orientada hacia la satisfacción del cliente. En mayo del 2005 incluimos

en nuestra certificación la recuperación de cartera en el ámbito Judicial.

AFILIACIONESACA INTERNATIONAL

APCOBATA

LATINCOB

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Colima2007

Gómez Palacio2007

Guadalajara1995

Hermosillo (2)1995/2008

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Campeche2000

Cd. Juárez2008

Colima2007

Gómez Palacio2007

Guadalajara1995

Hermosillo (2)1995/2008

Monterrey1998

Morelos2010

Oaxaca2009

Piedras Negras2007

Puebla1997

Querétaro2010

Saltillo2009

Tabasco2006

Tuxtla Gutiérrez2008

Veracruz1997

Zamora2010

Tlalnepantla2007

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