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REVISTA DEL CENTRODE ESTUDIANTES DEL DOCTORADO ,.

EN CIENCIAS NATURALESDIRECTOR: JORGE A. CRESPO

Apéndice al N° 5 1° de Julio de 1941.

Observaciones'Cerro

geológicasValdivia

en el

Por el Dr. Blas V. Alascio t

La Comisión Directiva del Centro de Estudiantes delDoctorado en Ciencias N aturales, tiene el agrado de presentaren este apéndice, la tesis del Dr. BIas _B. Alascio, co.mo unhomenaje a la memoria del ex companero, desaparecido enel ejercicio de su profesión, quien fué entusiasta colaboradorde este Centro. Asimismo, desea esta Comisión dejar cons­tancia de su agradecimiento a Yacimientos Petrolíferos F'is­cales, sin cuya generosa contribución muy difícil hubiera sidola publicación del presente trabajo.

PREFACIO

Con el objeto de hacer la campañacorrespondiente al presente trabajode tesis, para optar al título deDoctor en Ciencias N a t u r a 1e s, metrasladé en los primeros días delmes de noviembre de 1936 a la re­gión de estudio, es decir, al CerroValdivia (Provincia de San Juan),donde instalé campamento.

El . trabajo de campaña finalizó el15 de diciembre, siendo por lo tantocorto; sin embargo, ha sido aprove­chado en toda su extensión no obs­tante el excesivo calor, característicode esta región sin ' reparo naturalalguno.

La falta de un mapa topográficoadecuado, me obligó a ejecutar ' un

bosquejo planimétrico, para lo cualtuve en cuenta particularmente eltrazado del límite de las distintasentidades geológicas distinguidas. Es­te bosquejo hecho a brújula y pasos,da una idea de la distribución de losafloramientos; al levantarlo, he pro­curado examinar las rocas que cons­tituyen las diversas partes del CerroValdivia, recogiendo muestras todavez que alguna variación de la com­posición, indicara un cambio geoló­gico importante.

Los resultados obtenidos, relativosa la composición y disposición de lasrocas, están sintetizados en un per­fil de conjunto del Cerro Valdiviay en , otro de la parte Sur, al quehe dedicado mayor atención.

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2 REV. CENT.EsT. DoC'!'. CIENCIAS NATURALES

Debo expresar mi gratitud a la Di­reccron General de los YacimientosPetrolíferos Fiscales, por su contri­bución pecuniaria para la realizacióndel presente trabajo y a mi profesorde Geología en la Facultad de Cien­cias Exactas, Físicas y Naturales dela Universidad de Buenos Aires, Doc­tor Juan Ridel, por sus valiosas in­dicaciones sobre el mismo terreno,que me sirvieron de guía, y por susconsejos para completar mis observa­ciones en cuanto a las deduccionesgenerales. Igualmente agradezco alDoctor Franco Pastore que gentil­mente me orientó en las descripcio­nes petrográficas.

I

INTRODUCCION

El Cerro Valdivia situado a 40 km.al Sur de San Juan, es una pequeñaelevación constituída por rocas cris­talinas y semicristalinas, caracterís­ticas de las Sierras Pampeanas; ro­cas parecidas integran también, másal NE, las lomadas peñascosas de losCerrillos y afloran sobre todo en laextensa bóveda f r a c t u r a d a de laSierra de Pie de Palo, que se levantaa unos 40 km. al ENE de la ciudadde San Juan.

Hacia el Este, en inmediata proxi­midad del Cerro Valdivia se levantala Precordillera, formada por series

. de capas paleozoicas, enteramente di­ferentes de los gneises, micacitas gra­natíferas y otros esquistos cristali­nos .propios de las Sierras Pampeanas.En .ef ect o, la Precordillera se com­pone de calizas; grauvacas, pizarras,areniscas y otras ' capas que consti­tuyen una estructura paleozoica que,sin embargo, tiene menor edad quela del Cerro Valdivia. POI' lo tanto,

eutre el Cerro Valdivia y la Precor­dillera, debe haber en el corto trechoque los separa, una zona en la quehabría dislocaciones tectónicas de or­den superior. Tales dislocaciones cu­biertas enteramente por acarreo, sue­los de barro y otros sedimentos re­cientes, separarían dos regiones deconstitución y tectónica distinta.

Por su aspecto general, el terrenocristalino del Cerro Valdivia, de losCerrillos y del Pie de Palo, comotambién de otros cordones occiden­tales de la regron de las SierrasPampeanas, parece ser muy antiguo;conforme a ésto, la mayor parte delos investigadores han considerado 3

estas rocas como arcaicas o a 10menos precámbricas, en el sentidoamplio de la palabra.

No obstante, dentro de la compli­cada estructura te e t ó n i e a formadapor las rocas cristalinas, hay ciertosindicios de la presencia de capas pa­leozoicas. Desde Bodenhender, otrosexploradores han comparado la consi­derable masa de calizas y dolomíasdel Pie de Palo, de la Sierra de laHuerta y de la Sierra de Umango,con las calizas y dolomías fosilíferasdel Ordovícico que, a corta distanciahacia el Oeste del Cerro Valdivia yal Sur de la Sierra de Umango, cons­tituyen cordones enteros de montañasen la Precordillera de San Juan. Unade las características comunes a lascalizas y dolomías de ambas regio­nes es la presencia de pedernal os­curo; a ésto se agrega el hecho deque alguno de los plutones más gran­des, por ejemplo el de granito delextremo Sur de la Sierra de Fama­tina que ha causado fenómenos demetamorfismo de contacto, tanto enlas calizas como 'en otras rocas cris­talinas pro e e den te s de sedimentosson indudablemente paleozoicos. Es,

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BLAS V. Ar,A SCIO. O bservacion es geológicas en el Cerro Vtüdiuia 3

pues, posible que el Cerro Valdivía. :los Cerrillos, el Pie de Pado y otras

.elevaciones occidentales de las Sie­rras Pampeanas, forman parte de unaancha zona de fuertes movimientostectónicos, ocurridos con anterioridada los movimientos del Paleozoico su­perior de Ia Precord íllera. En estecaso, el predominio del metamorfis­mo de dís'locacíón en t o d a s estassierras, sería consecuencia de estosmismos movimientos.

Hausen, a quien debemos una mo­nografía sobre la geología de losbloques de montaña de la Sierra deUmango, en un último trabajo PiU­

.bl íca d o hace pocos años, ha referidola compllcadisíma estructura de laSierra de Umango, const ítuída por unconjunto de rocas muy parecidas ala de Pie de Pado, a los movimientoscaledónlcos ; ,pero stn dech- si setrata de una de 'las fases anteriores,o de la fas e caledónica propiamentedicha. Si se llegara a comprobar defi­nitivamente, la ¡pr esen cia , en la re­gión de Ias Sierras Pampeanas próxi- 'mas a la PrecordiUera, de una es­tructura complicada de eeta edad, ten­dríamos que incluir también en eblaal Cerro Valdivia.

Una gran diferencia entre la regiónde las Sierras Pampeanas y la de laPrecordillera, consiste en que en estaúltima, el Paleozoico tiene gran espe­sor deconjunto y está representado,por series de capas, tanto marinas co­mo terrestres, de edad muy distinta;mientras que en Ias Sierras Pampea­nas los únicos grupos o conjuntos decapas en las ocu ales , hasta la fecha,se Jlan encontrado restos fósiles (ve­getales) 'son los de 'la parte paleozoicadel sistema de Paganzo. Sólo en lafalda oriental de Ia Sierra de Fama­tina, referida a veces impropiamentea la región de las Sierras Pampea-

nas, se conocen espesas series de 'se­dimentos fosilíferos del Ordovícico.

Si .pres clnd ím os de estos aflora­mientos, los Esttratosde ' Paganzo deedad paleozoica forman, en 'la s Sie­rras Pampeanas, una cubierta sobre­puesta a un basamento,constituídopor rocas cristalinas, de la cual, sinembargo, sólo ¡se han conservadomanchones aislados. En estribacio­nes australes de la Sierra de Fa­matina, es t o es , en las Si erras deVi1go y de Paganzo, tales mancho­nes, d escansando sobre un basamentoarrasado de gneis y granito, contie­nen restos vegetales del Carbónico yen otros lugares, Incluso la estriba­ción merídíona'l de la Sierra Velazco,restos de .plan ta s de la flora de Glossopteris. Otro manchón qúe dia sidobien estudiado, es el del Cerro deVilla Unión, cerca de Guandacol , enel extremo Sur del grupo de monta­ñas de la Sierra de Umango.

Exceptuando las calizas y dolomíasordovícicas que, tal vez , forman martede la estructura considerada comocaledónicá, los únicos grupos de es­tractos que se extienden de la Pre­cordillera al basamento crístaltno delas Sierras Pampeanas, son sedimen­tos ter-restres del Carbónico y Pér­mico Interior.

La diferencia fundamental entre unbasamento crlstadíno de edad no exac­tamenteconocida y de Itm a cubier taintegrada 'Por sedimentos terrestresdel Paleozoico superior, ,se observatambién en el contorno austral yoriental del Cerro Valdivia. La -eu­bierta del Cerro Valddvía, secom­pone de dos grupos de es t r a t os; ungrupo inferior bastante vespes o, inte­tegrado ,pr incilpa lm en t e por areniscasde color pardo rojizo y deconglo­merados, y un grupo superior, discor­dante con respecto al anterior, que

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4 RE\ '. CL~ N'1'. Esr. Docr. CIL~l\CIAS ?\ATUIL\¡.I~S

es un manchón de los estratos Cal­chaquíes del Terciario. El grupo in­ferior, que es luna sucesión de capasperfectamente definidas en el senti­do estratigráfico, figura en el mapageológico de Starppenbeck como re­tazo del sistema ,de Paganzo ; demanera que podría tratarse, según ladefinición deolsistema dado por Bo­denbender y el mismo Stap.penbeck,o de capas 'pa leozoica s o de capasmesozoicas.

Sin embargo, las areniscas del gru­po inferior del Cerro Valdlvia, enopinión de Stampenbeck, serían muyparecidas a las areniscas que, 5 km.al Oeste del cerro, ;n Ias lomadas deCruz de Cañas, descansan concordan­teménte sobre areniscas claras,con~

glomerados espesos y esquistos car­bonosos que contienen restos vege­tales referidos generalmente al Cal"bónico inferlor. "

Las areniscas ¡pa r do rojizas y rojasde Cruz de Caña, como 'las areniscasidénticas del perfil del Río de Aguade la Sierra de Pedernal, fueren con­sideradas 'por Bodenbender, primerocomo permotriásicas y posteriormen­te como réticas. En cambio, Sta1p·pen­beck, al comparar las areniscas delCerro Valdívia con las de Cruz deCaña, parece Inclinarse a referirlasal Permo-carbónico.

Por otra 'pa r t e , según los estudiosdetenidos de Keidel, efectuados enestos últimos años, las areniscas par­do rojizas de Oruz de Caña y de laSierra de Pedernal, están estrecha­mente relacionadas en el sentido es ,tratigráfico, con las capas -plan t irera sdel Carbónico sobre das cuáles seasientan concordantemente. De .es t amanera es muy probable, que las are­niscas rojas del Cerro Boja y delCerro Valdívla, forman parte de la

. serie carbónica, referida generalmen-

te hasta la fecha, al Carbónico infe­rior o Culm de Europa. .La ¡pequeñaflora descrita de estos estratos, par­ticularmente de la Sierra de Peder­nal (Retamito), tienen con seguridadedad carbónica, ,pero como es necesa­rio revisarla, 'Podría tratarse tambiénde capas no del todo infracarbónicassino,en 'pa r t e a lo menos, de capa"del Carbónico medio.

En el Cerro Valdivia, no existenlos esquistos carbonosos, las arcosas.las areniscas feldespáticas y otrossedimentos de color claro que cons­tituyen el grupo fosilífero de CflUZ deCaña y del Río de Agua; sólo lasareniscas ¡pardo rojizas, rojas y deotros colores se extienden al basa­mento cristalino del Cerro Valdivi a.si bien es cierto que en su porcióninferior o baja hay varias camadasde conglomerado, que por su compo­sición y por el carácter de sus rod ados, pcdrían corresponder a los grue­sos conglomerados con n u m e ro s o scantos rodados de cuarzo lechoso, queen el Cerro Bola y en la Sierra delPedernal, están intercalados entre lascapas fosilíferas. En las areniscas delCerro Valdivia parece Ial ta.r todo res­to vegetal, así que el único recurso'par a la correlación estratigráfica, sonlas idénticas características petrográ­ficas de las areniscas de distintos co­lores. Por eso, sólo provisionalmentelas referiré al Carbónico.. En el Cerro Valdiv ia, según lo dt­

cho, distinguiré dos conjuntos de rocas: el del basamento esencialmentecristalino y el de la cubierta.

Por 10 reducido del tiempo emplea

do y de los medios a mi alcance. hededicado mi atención preferentemen­te a las capas paleozoicas de la cu

. bierta, sin descuidar por eso, ni elestudio de Ias capas restantes, ni eldel basamento, del oual trataré de

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BI. .\ S V. AI. c\ SCIU. Obseruac io nes ge ológ icas C Il el Cerro Va ld iuia

dar una idea, aunque somera, de suconstitución y dísoosición.

JI

POSICION GEOLOGICA DEL CERRO

VALDIVIA

El Cerro Valdivia ha sido muy pocoestudiado hasta la fecha, ya que losúnicos datos sobre su constitución sehallan en la obra de Stappen beck, re­ferente a la Precordillera y, en la des­c r ip ci ón petrográfica de Stieglitz delas muestras de rocas coleccionadaspor Stappenbeck.

Todo lo que se sabe a este respecto,se basa en ligeros r econocimientos, apesar del he cho de que el Cerro Val­divia , por su situación al lado delferrocarril y del camino carretero queun e San Juan y lVI endoza, es fácil­m ente ac cesible.

Ad emás, los afloramientos son deuna claridad extraordinar-ia, como con­secue n cia de Ias condicion es de Cl I­

ma de desierto, r einantes en la zona.En efec t o, debido a la esc as ez de lasprecipitaciones anual es, qu e ap en a dalcanzan a 60-80 mm., Ia veg etaciónes 1111UY raía: 's e compone de formasbajas , arbustivas , carac te r ís ticas delmont e occid ental de po ca talla, re­presentada en es ta región po r Larrea

divaricata, Larr-ea nít ida, Caesalpinea

precox, Gourfiea decorticans y ot rasformas más , ac ompañadas po r uncéspe d de cactáceas, fr ecu en tes enalgunos lugares constit uídos casi en ­te ramente .por el g é n er o Op untia.También so n escas os los escomb ros,producidos prindpahnente po r la in:t en sa insolación en lo s m eses d e V G­

rano, ya que lo s ch amarrcn es de t er­m ontas los arrastra 'h ac ia los bajos.

Ext ensi ón de lo s afl orami entos

El Cerro Valdivia se levanta, don­de se compone de las ro cas cr is tali ­nas, con laderas peñascosas , sobrelos bajos qu e lo rodean; sólo en al­gunos lugares del lado oriental ymás al Sur y SE salen a'l descubiertolas capas de la cubierta cairbónica yd e la terciaria, en lomadas de dispo­si ción aproximadamente concéntrica,cuya pendiente de mayor declive sed irige hada el basamento crtstad ínodel Cerro Va ldivia.

Las laderas más abr uptas se en­cu enran en el lado nordeste yenalgunos treohos del 'la do occidental.El es tudio del basamento e s fa cilita­do por al gunos valles qu e desci endende Ia parte ce n t ra l y surc an la masacris ta lin a .

La configu raci ón del cerro y la r e­pa r t ici ón de sus div ersos constit u­yen t es , se desprend e del bo squej ode la Lámina 1, en el qu e lo s aflora­mi en to s, in clu yendo los de Ia cub íe r­ta , ti enen un a exte nsión de Sur aNorte de 4 k m. y un ancho de 3 km .a proximadam en t e.

Un h ech o qu e ülam a la a te n ción,es el rumbo general nordest e, tantode la s r ocas cr is talinas del ba sa­mento c orno de las ca pas de la cu­bie r ta, difere n te de l 'rumbo m er idio­n al d e las series pal eozoica s de laPrecordillera y de lo s Cerrillos .

Oom o puede verse en el per fil de.ccn jun t o de la Lámina n , di fer ent esgrup os de esqu istos er istallnos, ti e­uen un a in clin a ción general dracla elsudes te . Ta l d isposición se observatambién en las ca pas de 'la cubie rta,'Pero es induda ble que se trata d e unajustamie nto produci do con mo tivo delas di sl oca ciones del T erciario. Estambíén vco usecue ncia de es tas dislo­caci on es , en parte de fr a cturación,

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BLAS V. ALASCIO. Obseruaciones geológicas en el Cerro Valdivia 7

que el Cerro Valdivia, junto con sucubierta, se levante sobre los bajosque lo rodean.

III

RASGOS ESENCIALES DE LA COMoPOSICION y ESTRUCTURA DEL

BASAMENTO

La constitución del basamento escompleja, ¡pu ede decirse que es basotante variada dentro de límites indiocados por rocas de ,posic.ión geoló­gica tan diferente como gabbro ydiabasa, Ipor un Iado. , y cuarcitas mi­cáceas por otro. Una idea de 'la cons­titución compleja y de la dispost­ción alternada de varias rocas meta­mórficas, da el perfil transversal delCerro Valdivia, que Stappenbeck hadibujado aproximadamente en la lí­nea de mi corte de conjunto.

Entre sus 'r oca s antiguas ,pr edom i·nanesquistos cristalinos como anñ­bolitas, micacitas y cuarcitas. Ade­más, hay muohos filones de disposi­ción y constitución d i f e.r e n.t e queseñalan la proximidad, tal vez en elsubsuelo, de un plutón de granitotodavía no 'puesto al descubierto porla denudación.

El basamento integra la parte cen­tral y al ,pa r más extensa del CerroValdivia, como .pu ede verse en elbosquejo geológico que acompaña alpresente estudio.

Ya a simple vista 'pu ede compro­barse que se trata de esquistos cris­talinos producidos Ipor un intenso me­tamorfismo dinámico. Por otra parte,un estudio más detallado de s.u tex­tura y estructura así .]0 demuestra.

Muy común es observar qme unaroca cualquiera, Ipr esen ta en sus ,pla­nos deesquistosidad, indicios nota­bles de movi mi en tos tangenciales

puestos ,de manifiesto por superficiesbnlllantes, es t.r ía s y surcos largosorientados en cierta dirección. Estefenómeno que no es parcial, si noque con mayor o menor intensidadse 'presen t a en casi toda la masadel basamento, indica a las claras,que no se trata de superficies de fric­ción producidas 'por fallas, sino queestán determinadas por movimientosdiferenciales de Ia roca, la que hasufrido intensas 'pr esion es laterales,produciendo como característica mássobresaliente, esas estrías y surcosmás o menos ,profu n dos . Tal procesoha Hegado a lo má íntimo de la cons­titución de las rocas, a los mismoselementos 'cr is ta lin os , disponiéndolosparalelamente a la dirección del mo-

, vimiento.

La roca primitiva que dió origena los esquistos crístalínos actuales,bien variable por cierto, ha debidosufrir, antes de ser completamentemetamorfizada, la Ipen et r ad ón de nue­vo material, qnie si bien proviene deun mismo origen (magma granítico),ha llegado en forma variada, ya co­mo penetración IpegmatíUca, ya comopenetración aplítica o, simplemente,como silicificación provenientes deprocesos hidrotermales, sin contarlas masas mayores intrusivas, sin­crónicas o posteriores al metamorfis­mo , con sus correspondientes fenó­m enos de contacto.

Como ipu ede deducirse, todos estosfenómenos, han contribuído a orrgi­na'!" r?cas de estructuras .pa r t tcula resque hacen a veces difícil SIU discrimi­nación.

Volveré, en el párrafo final de estecapítulo, a ocuparme brevemente delas relaciones generales entre las ro­cas yuxtapuestas una a otras porfuertes movimientos tectónicos y la

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LAMINA 11.

"Vista tom:ula p o r el "\VS"\V d e s d e un Iujrnr situado a Jnayor distancia al naciente del Cerro .ValdiYia, En el llriJner lllano,los su e los ele :ulohe y arena de' los bajos que rodean al C e r-eo VahliYi:1 con su J'ala Yegoet:1ción arhustiv:1, En el seg"undop ln u o , a 1:1 tl~J'echo, e l bas:unento abovetlado del Cer r o Valdivia, integ"rado }Ior rocas nletanlórficas y Cl"U}ltiyas, En la lIarteizquierda la entalladura (gorullo 2) liJnitada llor la loma de c u a r c ita m le áceu del g"ru}tO 1, A la izquierda de éste o tr-a

Iomn oscura constituida Il0 1' Ins areniscas del " Carhónico". En el teJ'cer p l a no el "nluro" largo de las ealbms -y dofomrasordovicicas de la Sicrra Chica de Zonda.

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I ¡

Grupo 1 ó "grupo de las cuarcitas"

E'l grupo 1 se distingue de lasotras agrupaciones de rocas diferen­ciadas en el perfil de la Lámina Il,por su color de conjunto claro. Aesta diferencia responde otra de cons­titución, por cuanto el grupo estácompuesto, principalmente, por ban­cos de cuarcita, cuyo metamorfismoconsiste, fuera de Ia deformación, enla presencia de abundantes hojuelasele mica blanca. 'Com pa ra da con lasotras rocas que se hallan en las de­más agrupaciones, Ias cuarcitas sonindudablemente las menos metamor­fizadas

Por su dlsposícióu, forman el grupomás alto, como puede verse en elperfil aludido. Se encuentran en elcostado sudsudeste del Cerro Val­divia, en cuanto éste está constituí­do por las rocas del basamento. Surum bo varía a corto trecho; en tér­mino medio es de 60° ENE con unainclinación de 35° diacía el SSE. Se­gún su disposición, las cuarcitas re-

entre .las que se intercalan otrasde color oscuro.

4.° Gl'UpO 4 ó "grupo de la cima"que, en la .por c íón más alta delcerro, abarca una faja ancha decomposición variada.

5.U Grupo 5 ó "grupo de 'la s rocasoscuras" en la falda norte delcerro, en que el basamento derocas antiguas desaparece bajoretazos de la cubierta paleozoicay de los sedimentos recientes dela "llanura" circundante, y porfin,

6.° Grupo 5a Ó "gruipo de las ro-cas claras", como intercalacióndel grupo anterior, donde se des­taca sobre todo .por su diferenciade coloración.

formación sucesiva · de diversos Iílo­

nes, procedentes de la diferenciacióndel magma granítico.

1.0 El grupo 1 ó "grupo de las cuar­citas", en el cual el predominiode estas rocas presta al conjuntoun color gris verdoso claro.

2.° Grupo 2 ó "grupo de la entalla­dura" con un relieve, dentro dela entalladura, de lomadas de es­ca sa altura relativa, compuestassobre todo de micacitas y rocas.pen et radas , menos resisten tes quelas cuarcitas del grupo anterior.

3.° Grupo 3, al norte de la entalladu­ra, donde integra la falda quehacia el norte asciende al puntoculminante del Cerro Valdivia COl!el mojón .p r in c ípa l ; este grupoestá constituído por ro cas claras

Perfil general del basamento

. Si desde el naciente y a cierta dis­tancia se mira al Cerro Valdivía,puede distinguirse en el basamento,varios grupos o conjuntos de rocasque, en la línea del perfil general,se suceden unos a otros y cuyas ca­pas o camadas, inclinadas general­mente ·ha cia el sudsudeste, presentanformas de relieve y colores diferen­tes. La fotografía de ,la Lámina Ilda una idea de la configuración delas laderas peñascosas orientales delCerro Valdívia, integradas pcr estosgrupos de rocas.

Conviene, sin embargo, advertir queentre les grupos establecidos no haylímites precisos y que, en base auna definición provisional, fueron es­tablecidoscon el ip r op ós it o principalde ordenar los datos de la descrip­ción de las diversas rocas. A conti­nuacion señalo los grupos de rocascomo se suceden de Sur a Norte:

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LA:M:I1'\A lII.

Vista f omndn 1101' el SUI' a S S",V, desde un lug'ar situado cerca de la enrrere ru de S:1n .Juan a lU e n d o z u , al NNE del CerroV:lldivia. En el Ilrhuer Illano, los suelos de udoue, n enr reo y a renn de los hajos con su l'ala v('getación de arbustos y cac­táceas. En el seg'undo piano las rocas oscurus, IlrincilHlhnente anfiholitas ~' nlicacitas, de la falda Norte y Nod(~ste del CerroValdivi:l cuhiertus 1101' relnanentes del ·c o n g l o Hl e r u d o "Carbónico", y tres niveles de terrazu§ que indican 1:1 interlllitencia delIevarrtrrmje n to del Ile(IUeño hloque de m ontn ñn del Cerro Valdivia constituido 1101' Ins rocas 1I1etalilórficus y er-ujrtfvus delbasalllen10. En el seg'undo plano Iluede verse la supel'ficie del ahovedam.iento del hl()(IUe del Cerro Valdivia que se extiende,

Ilrincillahnt."nte, sobre Ins rocas del grullo 2,

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BLAS V. Ar.AscIO. Observaciones geológicas en el Cerro Voldroia 11

'pr es en t an al parecer el grupo más:alto del basamento. Por eso, podrIan.ser consideradas como las rocas másmodernas entre las metamórficas delCerro Valdívia, con lo que estaríaconforme su carácter Iítológico gene­ral, no sensiblemente diferente decuarcitas slmilaees del paleozoico. Sin-em ba rgo, no hay criterio alguno quepodría ilustrar acerca de la edad delas cuarcitas, esto es, si son paleozoi­cas o más 'bienprot erozoícas ; y a esterespecto, tampoco tiene valor su po­sición geológica dentro del basamen­to. No puede tener ' significación, yaque la deformación, a veces marcada,de casi todas las rocas mrecarbónícasdel Cerro Valdivia, es indicio segurode movimientos tectónicos muy fuer­tes. De esta suerte, la estructuraformada ¡por este movimiento puede'ser muy compleja. E'scasi seguro queen ella, las diversas rocas no se,suceden en el orden primario de su-edad.

En el "grupo de las cuarcitas" sedestacan rocas de filones vinculadoscon una íntrusíón de magma graní­tico; por lo común, los filon es son-eoncordantes a los bancos de cuarc~

ta y están integrados por ·pegmat it aen parte milonitizada. De su forma­.c íón se desprende que Ios movimien­tos, a los que las cuarcitas deben suligero estado de metamorf'ísmo, hancontinuado o se han repetido des­pués de la intrusión granítica:

Como, según ya dije en la intro­ducción, no puede ser mi intento des­·cr ibir cumpli dam en t e las rocas delbasamento, ni su dieposicí ón tectó­.níca, me limitaré aquí y más ade­lante, al examen expeditivo de al­gunos tipos de rocas escogidos con­venientemente.

Cuarcita. - Microfot. lo

Roca dura, compacta, resistente,de color gris azulado claro, con'lám inas brillantes y ipequeñas demica blanca.

Al microscopio se presenta, comouna cuarcita común, integrádaporcuarzo en granos regu'lares, ensam­blados unos con otros, con extin­ción algo ondulada; entre los quese nota de vez en cuando algunalaminilla orientada de muscovita yuno que otro grano de zircón.

Grupo 2 ó "grupo de la entalladura"

Las cuarcitas del grupo 1 descan­san concordantemente, poco más omenos, sobre las rocas del grupo 2,aunque no puede hablarse de una"concordancia en el sentido propio delconcepto, dado el aplastamiento delas rocas del grupo,

Microfot. 1.

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12 RE\'. CI~X ·l' . EST. DoCT. CII'::'\C I:\ S ::\AT UR :\I.[~S

En los lugares donde éstas asoman,se produce un icam b ío notable en elrelieve del Cerro Valdivia; en vezde las laderas peñascosas integradaspor los bancos de cuarcita del grupo1 y de los grupos que le siguen, sehallan lomadas redondeadas de exi­gua altura relativa. 'I'al cambio, seexplica ¡por la escasa resistencia delas rocas d el grupo 2, que son suma­mente esquistosas y, en parte, hansido. alteradas por los procesos de ladesintegración y descomposición, Confrecuencia la roca firme de los af'lo­

ramientos está cubierta por escom­bros desmenuzados.

Las rocas esquistosas del grupo 2tienen un rumbo que varta ven tre 50°)JE y 70° ENE, con inclinación ge­neral hacia el SE a menudo borrada.

En Ia porción alta o sur del grupopredominan rocas micáceas de colorverdoso a veces -ro j izo , Entre los mi­ca esquistos se encuentran a'lternatí­vamente capas de cuarcitas. Serne­jantes rocas integran también la por­ción norte del grupo; pero aquícomienzan a ser frecuentes las rocasprocedentes · de la diferenciación de

'Un granito. Este se halla en formade delgados pero numerosos filonesintercalados entre las rocas sedírnen­tarias metamorfizadas, compenetran­dalas, a veces, al modo de una m ig­matización indpiente.

Los micaesquistosdel grupo 2 de­ben su esquistostdad a numerososmovimientos diferenciares que se hanhecho sentir aún en las rocas intru­sivas; por lo tanto, la esquistoaídadno expresa una estratíficacíón primi­tiva. Como prueba el examen en laNaturaleza, los micaesquistos han re­sistido mucho menos a los movimIen­tos tectónicos que las cuarcitas delgrupo 1.

Por las diferencias de su composi­ción primaria, así como el distintogrado de su aplastamíento y lamina­cíón, las 'r oca s micáceas presentanuna consti'tución y textura variada.que es difícil exponer sin un examenminucioso de ' 'los afloramientos y lacabal investigación petrográfica.

A continuación daré un corto aná­lisis de algunas rocas del grupo quepuede ampliar algo lo anteriormentedicho.

Mi cacita. - Microfot.2.

Roca de color gris verde pálido,de textura esquistoso laminar, conmica ,pa r da en Ias superficies deesquistosidad.

Al microscopio, se observa unadi sposición subparalela de la mica~ .

qu e es biotita desferritizada, conmarcada segregación de óxido férri­co, bajo forma de hema tita, habíén-

Microfot. 2.

Page 14: REVISTA DEL CENTRO

Hr.;\ s V . !\ T.:\ SC!ll . Obseri -acioues gcolúg icas CII el Cer ro Fu ldnri« 13

dese t rans formado as í en clor ita.La h ernati ta se Iia' l la di spues t a se­g ún los p lanos de cliva je d e lami co.

E ntra en la constit ución de estaToca gran ca n tida d de 'pla g iocla saácida , oligo clasa, sin maolas, conIi tle ras de in clusi on es su mam en tep equ eñas , formad a s t a'l vez porIi ematita y ser ic íta, di spuestas s e­g ú n los .planos d el clivaje basal.

.Mnich os gránulo s di sp ersos dez c ís lta, algunos d e apatita y cua r zo,c om pleta n la cons t ituc ión minera­lógi ca d e la ro ca.

Apl ita, - Mi crotct. 3.

R oca com pac ta de co lo r gr is m o­r ad o. Su esqu ís tosidad da . en elc orte t ra nsve rs a l una textu ra fin a­m en te bandeada. La ro ca 'pr es en tae n las cs uiper f'ícles d e es qu ls t os ida dun brrllo in a rcado, d ebido a la

Mi c r-of o t

abundancia d e peq ueñas hoj uelasde m ica.

L a ob s erva ci ón mi croscópi ca re­vel a una es truc tu r a pan idiomorfaal g o modificada por es ti ra m ie nto ypor la di sposi ción su bp ar a.lela dela mi ca. Predominan el cuarzo yla pl agioclasa, esta últim a co n lamacl a d e la al bita poco m arcadaen al gunos individuos y con la d el;per icli no en otros; po s ee se gún susplauos d e clívaje, hileras de in clu­s iones férrica s segregadas , segu r a­m ente , d e la bi otita pres en te. enp a rte clor it izada . Tien e tambi én co­mo min eral esenc ia l, mus co vita enpo ca s láminas bi en desarrolladas:

De amplia di s tribución, como mi­n eral accesorio, es la zo isita, noas í la apatita qu e s e encue nt ra engr anos ai s lados , al igual que e l

zirc ón.

Micacita. - Mi cr ofot. 4.

Ro ca verd e oscura, de t ex tur a fi­brosa, muy mi cácea. E n el cortemicros cópico se ob s erva un predo­m inio d e plagioclasa, s in maciasnítidas como para poder asegu r a rs i se trata o no de oli go clas a; pre­s en ta segú n lo s pl anos d e c livaj e ,

hil era s de in clusiones d e ser ic ita y

a lg unas muy p equeñas de h.ematit a .S ig ue en importanci a la mica , quees bio tita clor itiz a da, pasand o por

to das la s fas es d e alterac ión des­de mi ca parda hasta verdad er a clo­rita con segregación de óxi do deh ie r ro. El cuarzo es tá presen te encr is tales límpidos. Granos de zo í­

s ita se hallan di sp ersos en granca n t ida d por Ia r oca, acom pañadade otro mineral accesor io que esa pa t ita. Ad emás, hay 'pocas lá mi

n as de muscovita.

l,

, j

Page 15: REVISTA DEL CENTRO

14 RE\'. Cex-r. EST. Docr. eumelAs N A1'URALes

Microfot. 4.

Micacita Con penetración apl itl ca.

Microfot. 5.

Roca gris morado oscuro de tex­tura hojosa con su superficie deesquiatosidad t.a .otz ada Ipor micaparda.

El estudio al microscopio dejaver una estructura algo .pa n ídlo­

morfa, donde 'pr edom ina sobre losdemás componentes el cuarzo Iímpido con extinción ondulada ; hío­tita cloritizada y plagioclasa siguenen orden de importancia, esta últi­ma, oligoclasa,con la macla de laalbita y del ip e r i cl in o y con inclu­siones de h e m a tít a en ,pequ eñasgranulaciones y de sericita dís­puesta según los planos de c'lívaje .

Zoisita en gránulos abundantespero algo esparcidos, apatita y a.l­go de zircón, acompañan a 10:3

minerales mencionados.

Mícro fo t. 5.

Grupo 3

Al norte deo! grupo 2 donde aumen­ta la altura de la fa'lda y se acentúael relieve del Cerro Valdivia, afloranrocas en cierto modo vareddas a lasdel grupo anterior. No obstante, lasmicacitas que aquí se encuentran,aparecen más uniformes; a esta im­presión contribuye también el 'colorde conjunto gris plomo a gris ver­doso. Una variación del aspecto ori­ginada ,por manchones -rojizos , es de­bida 'a la concentración de óxido dehierro.

Ell r um.b o y la inclinación sonaproximadamente los mismos que enel grupo anterior.

Ya en Las micacita-s de superficiesondulantes yde disiposíción ligera­mente cruzada en el corte transver­sal, se nota el efecto de una fuertedeformación; ésta es aún más eví

Page 16: REVISTA DEL CENTRO

131,1\5 V. AI,A5CIO. Observaciones geológicas en el Cerro Valdivia 15

dente en las camadas o bancos ín t er ­calados de una roca compuesta pOIcuarzo y f'eldespato yen los cuerposlentiformes de ¡pegm a t it a que por S11

color más claro He destacan de 'lamasa de 'las micacitas oscuras. Enesta roca, divididas en lajas delga­das y planas, pueden estudiarse bienlos fenómenos de la milonitización,en cuanto son evidentes a simplevista. La stuperftcie de Ias lajas estántapizadas de mica blanca y los movi­mientos diferenciales que han origi­nado la división de las camadas, seponen de manifiesto por estrías dedeslizamiento, como también :por 10

liso y a veces casi pulido de la superflcie. En los planos de fracturatransversal, la rnilonítízación es obvia

.por la Iamínacíón de los mineralesy por una textura fibrosa a causadel estiramiento de la roca.

Entre las rocas del grurpo 3 sonrepresentativas 'las que desoríbiré acontinuación.

M icacita. - Mícrof'ot. 6.

Roca esquistosa de color verdeoscuro, cuarcírera, muy micácea.E.l brillo de la jsu perf í ci e de esquís­

tosídad inregular es debido a las'lam in ill a s de mica, entre los quesobresalen pequeños gránulos ro­sados.

Al mícroscopío la roca aparecealgo cataclástica, con una ciertadísposlcíón orientada de los mine­rales en el sentido de la esquisto­sidad. La mica, que es biotíta trans­formada en parte en clortta, estádeshojada y penetrada ,por plagio­clasa ácida y cuarzo límpido conextinción ondulada. Laplagioc'lasaencierra laminillas de mica según

'Ios planos de clívaje, está macladasegún la ley de la albita y del p~.

."

riclino indistintamente. Hay gra­nos grandes de granate sin formade cristal, algo de apatíta dispersay hematita como m í n e'r a .l segre­gado.

Microfot. 6.

Aplita penetrada en micacita.

Microfot. 7.

Roca de color gris rosado sucio,de textura fibrosa, des1uperficiesen parte plateada por láminas demuscovita.

Observada al microscopio, la rocapresenta e's tr u e tu ra ,pan idiom or faalgo modificada por estiramiento.Está constituído en 'pr im er térmi­no 'por ortosa Iünpída 'a la queacompaña en orden de importan­cia el cuarzo, también límpido conextinción ondulada. La preparaciónesta cruzada por hileras subparale­las de muscovíta, alternando con

Page 17: REVISTA DEL CENTRO

16

.l\ficrofo t. 7.

mica parda cloritizada y d eshojada ,en laminillas ch ic a s dispuestas sinorden alguno. Hay algo de plagi o­e la sa maclada s egún l a albita (olí­

g oclasa ) y apatíta en g r á n ulos p e­queños.

Micacita. - Mi erof ot. 8.

Roca g r is verde os cura , mic úcead e t extura fibro sa , a ve ces con len­t es es t ir a das d e cuU'l'zo.

El es t u dio rnicros cópíco d e laroca , r evel a el .p r ed om in ío de pl a­g ioc lasa, al go t u r b i a, qu e formagran des c r ts t ates en lo s cu a les es­tán in clniidos en parte a lo m enos ,lo s d emás cons ti tu ye n tes ; a "';' eces<p r es e n t a la macla d e la albita , ala d el pert clino

L a mica muestra gradaciones dea lteración, d esde una bi oti t a cons u pl eocroismo típico, 'h a s t a la clo­rita manchada 'por h e m a t i t a. El

M icrofo t. 8.

cua rzo límpido, ti ene ext in ción on­dulada; g r á n u los de apatita y dezir cón se hallan tam b ié n presentes .

Apl ita. Microf'ot. 9.

Roca d e color gri s rosado, muy

com pacta. En la fractura t r a nsver­s a l muestra una fina estruc tu raban deada . L os planos de m ovímien-

-t os diferenci al es están ou bíer tospor mica blanca .

Al micro s copio , se percibe unaesruc t ura panidiom or fa, co nstituí­

da casi ente ramente .por or tosa y

cua r zo en orden d e imp ortancia .T anto el cuarzo com o el f'etrl espa to ,

r opresentado tam bié n p or mtcrocli­no, es tá en individuos de tama ñouniform e y d e extinci ón on dulada .Se obs erva mus covi t a a'lgo .Iis pe r­sa y, aun en m enor cant idad , bio­

tita y cl or ita .

Page 18: REVISTA DEL CENTRO

BI,A S V. AT, ,\ S CIO. Obseruacioue s geo/óuicas en e/ Cerro Vi ild iuia 17

Microfot. 9.

Como elemento accesorio 'hay zir­cón en 'pequeños crí states.

Micac ita. - Microfot. 10.

Roca verde oscura, rojiza en lasuperficie de alteración, esquis to­sa, a lgo fibrosa y muy micácea.

Al microscopio presenta una estructura irregular, constituída por.plagioolasa alterada, cubierta enparte por calcita. Este último mi ­neral está dispuesto a veces segúnalgunos individuos de la macla dela albita o del períclino, o sino enmasas mayores sin forma propia.La biotita, deshojada, desgarraday transformada en clorita, deja ver.e nt re los planos de clívaje, intercalaciones 'len ticular es de cuarzoCOn extinción de agregado en aba­n ico .

Algunos gránulos de apatita yescasos de zoi sita es t án esparcl­do s por Ia ro ca.

l\Iicrofo t. 10.

Grupo 4 Ó " grup o de la cima"

En el tramo de r eli ev e com pue stopor las rocas del grupo 4, culminael Oerro Valdivia. En él todavía pre­dominan las rocas esquistosas, micácea s, pero se 'hall an también otras,entre ellas anfibolitas, ipo r medio delas cuales se efectúa una es pecie detransi ción al quinto y último de 10 3

grupos ·pr incipales , dif erenciados con­vencionalmente en el perfil de lalámina n. Ad emás hay, como en elgrupo 3, ro cas inter caladas qu e es tánconstituldas por cuarzo y feldespato.

Tambiénen el gnupo 4 se conservael rumbo de conjunto nornordeste y laín cl ínací ón hacia el SSE.

La roca micácea, ' con fr ecu enciagranatífera, no iposee ca ract erísticasuniformes, sino pr esenta, dif erentesmatices de calores, fenómeno qu e enparte se explica por el distinto tamaño d e las hojuelas de mica. Como

Page 19: REVISTA DEL CENTRO

1~ Rsv. CeNT. EST. DOCT. CIENCIAS N A'fURALEs

el grupo anterior, así también en elque ahora se considera, las micacitasmuestran indicios de una fuerte de­formación y en las rocas intercala­das, de color más claro, que 'Son filo­nes comúnmenteconcordantes, peroa veces ramificados, puede estudiar­se otra vez, Ias diversas gradacionesde la milonitización.

En lo esencial se trata de filonesde pegmatita granítica que, aunquedelgados, son muy abundantes. Mas;en la falda occidental bastante empinada del Cerro Valdivía, hay unsistema de estos filones que salta ala vista 'por su color 'rosa,do, su granextensión vertical y su considerableespesor ; en estos filones o en suproximidad existen todavía galeríasy cortos chiflones hechos para laexplotación de minerales metalíferos.

.Mlcactta granatífera. - Microfot.11.

Roca de color gris oscuro conescarnas de mica blanca y pardaque prestan reflejos Iplateados y

dorados a las superficies de esquístosidad. Observada al rnioroscopío,la roca presenta estructura granítoide,se compone de cuarzo a ve­ces en agrupaciones lenticulares,con extinción ondulada. La plagio­clasa 'Hm pida (oligoclasa) está ma­cIada según la ley de la albita.En el feldespato están incluídos aveces, muchos gránulos idiomorfosele granate. Se observa mucha mi­ca, entre la que vcab e destacar en'pr im er término la muscovíta, porsu abundancia y por su tamaño;además, biotita en láminas biendesarrolladas.

Son muy escasos la apatita y elóxido de hierro.

Microfot. 11.

Anfibolita micácea. - Mlorotot. 12.

Roca esqulstosa, de color verde

oscura, en los planos de esquistosi­

dad se hallan escamas de biotita.

Al microscopio se .pr esen ta como

formada casi enteramente por anfi­

bol con pleocrotsmo amarillo verde

claro - verde oliva en secciones ba­

sales y amardllo verde claro - ver­

de azulado en secciones longitudi­

nales. E~l resto , formado por plagio­

clasa, ol igoclasa, límpida, maclada,

con pequeñas inclusiones; cuarzo

en granos chicos. Se halla también

presente biotita algo verdosa en

'lá m in as poco desarroüadas ; como

mineral accesorio hay apatita en

agrupaciones irregulares y óxido de

hierro.

Page 20: REVISTA DEL CENTRO

Br,AS V . Ar. ,ASClO. Obseruaciones geo lóg icas en el Cer ro Valdioia 19

Microfot. 12.

M icacita granatífe ra. - Microfot.

13.

Roca micácea, esquistosa, de co­

lor de con junto grts oscura. Deentre las láminas grandes de m ica,

sobresalen muchos rombododecae­

dros de granate.

El análisis m ícroscópíco revela

gran cantidad de hojuelas de mus­

covíta. Lstn 01' i en t a ció n alguna,

acompañada de biotita en lami­

nillas mayores, algunas cloritizadas.

Entre ellas se ve oligoclasa, a

veces en cristales grandes, que in­

cluyen gránulos idiomorfos de gra­

nate, el que alcanza :a veces consi­

derable tamaño.

Algo de apatita y de óxido de

hierro representan a los minerales

accesorios.

Microfot. 13.

Apl i t a, - Mierofot. 14.

Roca de color gris rosado sucio,granular, compacta, algo esquis tosa,

con mica en láminas pequeñas en

Ias superficies de movimientos d í­

ferenciales.

La observación microscópica 1'81­

vela existencia de gran cantidad de

cuarzocataclástico, entre cuyos

gránulos se acomoda calci ta en

agrupaciones Irregulares, algunas

de las cuajes sobrepasan el tamañode Ioscrístales de cuarzo. Además.

.ha y ortosa y mícroclíno a veces en

cristales grandes algo alteradosMuscovitaen 'hojuelas pequeñas sin

orientación general alguna, hematí

ta y óxido de hierro titanífero como

pletan el número de minerales de

la Toca.

Page 21: REVISTA DEL CENTRO

20

Microfot. 14 .

Grupo 5 ó "grupo de las rocas es­curas"

En el grupo 5 que constituye laladera del Cerro Valdivia inclinadahacia el norte, ee nota un cambiode la -com posici ón , ya evidente por elcolor oscuro de las rocas que en élpredominan. En efecto, se trata derocas compactas y resistentes,de calar verde oscuro, que a simple vistapodrían ser confundidas con rocas in­trusívas básicas , por ejemplo con gab­bro o diorita básica. En gran parteson rocas de origen plutónico, perotodas transformadas por el metamor­

fismo.

En el grupo 5 el 'r um bo y la incli­nación se Iracen confusos, si bien escierto que en las rocas esquistosas ladisposición se acomoda a la de losotros grupos. Puede considerarse estocomo indicio de que la dlsposición

primaria de la roca plutónica, hasido modificada por los fuertes movi­mientos tectónicos, manifiestos toda­vía' en el grupo 4.

Como en los otros grupos, aSÍtambién en el de Ia ladera norte delCerro Valdivia, se notan las señalesde un marcado metamorfismo diná

mico. La roca básica intrusiva ha sido transformada en anfibolita, anfibo­lita micácea y en caso de deforma­ción marcada, en micacita.

La disposición de la roca intrusiva,más resistente a los movimientostectónicos, se advierte también por'la existencia de numerosos filonesque por SIU color rojizo claro con­trastan vivamente con las anfibolitasy otras rocas de color verde oscuro.En el grupo 5, ,la intrusión del magma granítico, en forma de filones.ofrece un desarrollo máximo, ya queestas rocas se disponen de un modovariado y se encuentran en muchoslugares. No obstante, su considerab:evolumen de conjunto que ¡pa r ece in­dicar la proximidad de la principalmasa íntrmsíva subterránea ,la pene­tración dentro del material .preexis­tente, si bien es general, no ha llega­do a producir modificaciones impor­tantes; en cambio, estas mismas ma ­sas han hecho cambiar, en el con­tacto, la textura y estructura de lasrocas de la caja.

Micacita penetrada pOr pegmatita.Microfot. 15.

Roca de .color gris oscuro, com ­pacta, que en el corte perpendicular a la esquistosidad, muestra unafina textura bandeada. En los planos de movimientos diferencialeshay mica en Iámínas desarrolladas.

La observación microscóplca re­vela una penetración regular de

Page 22: REVISTA DEL CENTRO

131.,\s V. AtA SeIO. OlJser'vaciolles geolú.r;ic(ls en el Ce rr o Vul d iu :« 21

M lc r-o f o t. 15 ,

material pegmatítí co dentro de unaroca micácea, de Ia que qu edang iro n es y guías irregulares de bio­tita verdosa. Se encuentran 'pis t a­cita en gránulos a veces grandesy numerosos; algo ele granate encr is tal es idiomorfos y apatita ; eltodo círcundado por cu a r zo , ortosay oligoclasa, provenientes en sumayor pa.rte del nuevo material.Cua r zo de grano fino con s t it uyendoagr upa ci ones irregulares, Ia plagio­clasa e n cr is t ale s granel es macladosIn cluye a veces granate o ,pequeñ oscristales de epidoto ; también S'3

halla en mí or oímplicae íón con 0 1'­

tos a.

Mlcacita. - Mi crofot. 16.

R oc a de c olor verd e os curo, detex tu r a hojosa muy micácea, consup er-ñcíes ele esqui stosielael brillan­t es en las que sobresale, granate

l\'I ic r ofot. 16.

en rornbod odeca edros perfect os , a

veces ele considerabl a tamaño (has­ta 6 cm. )

Al -m icr os copio, la roca parece

- formada casi enteramente por micay ele és ta , la que es t á repres entada

en mayor ca n t ida el es la bi otita, en

g ra n des ,I ámínas bi en d es arrolladas,a la qu e a compañan mus covíta en

pajuelas a larga da s y clor ita en ca n­

t ida d su bor din ada. Cuarzo con ex­

t in ción onelulaela y ortosa, son vi­

s ibles en agrupaciones lenticu-lares

o formanelo r ell en o en t re las lámi­

na s de mica.

Algunos cristal es idi om orfos d e

hornbl enda, a lgo ele a.pa t it a y óx i

do de hi erro (hematit a en parte )

co:n ple tan a la ro ca. En el corte

no aparece granate d ebido a s u

di stribución muy irregu lar. .

I !

"1, '

Page 23: REVISTA DEL CENTRO

22 . RE\' . CBN'r. Esr. DOCT. CIENCIAS N A'l'URALES

Roca de color grís verde claro,de textuira hojosa; la superñoío dee,squi,stosidadbri'lla ,por estar tapízada de pequeñas laminillas demica blanca.

Según la observación microscó­pica, Ia roca está compuesta porcuarzo y rnuscovíta. E'l cuarzo sehalla ipresente en granos pequeños.límpidos, 'qu e muestran una extinción ondulada, notable en los gránulos mayores. La muscovitaen la­minillas más o menos desarrolla­das; acompañan a estos mineralesalgo de óxido de hierro asociado ala mica. Esta roca e,s un esquistode muscovita.

Micacita. Microfot. '17. fractura fresca, muy áspera, apare­

cen láminas de mica parda de ta­

maño variable.

Al mlcroscopío, el anfíbol, que es

hornbleuda verde azulada, muestra

una díeposícíon vsu buarateua acom­

pañada también 'por biotita que se

halla represen tada por láminas bien

desarrolladas. Entre ellos hay pla­

gioc1asa, oligoolasa, con Ia macla

de la albita y ortosa, ent.re cuyos

gránu'los, de ,p'eq ueño tamaño, se

encuentran cristales idiomorfos de

zoisita y en menor cantidad, pero

más desarrollados. gránulos de ti­

tanita,

Micro fo t. 17 :

Anfibolita micácea. - Míorofot. 18.

Roca de color ..gris verde oscuro,

de textura algo esquistosa; en la

Microfot. 18 .

Anfibolita micácea. - Microfot. 19.

Roca gris verde oscura, de tex­tura esquistoso laminar, con mica

Page 24: REVISTA DEL CENTRO

BI,AS V. ALASCIO. Obseruaciones geológicas en el Cerro Valdivia 23

lVIicrofot. 19.

'pa r da visible, sobre todo, en 1().';

planes de movimientos diferenciales.

El es tudio microscópico revela ladíepos ición subparalela de la horn­

blenda verde azulada, asociada conbiotita representada por láminasmuy alargadas.

En los pocos espacios libres quedejan los dos minerales 'p r eceden­tes, se encuentra cuarzo en gránu­los pequeños, titanita muy esparci­da, y uno que otro cristalito de apa­

tita.

Gru po 5.° ó "grupo de las rocas

claras"

Dentro del grupo ele rocas oscurasde Ia porción norte del Cerro Val­d ivia, se distingue en el perfil generalpor el contraste marcado que hace,una intercalación de rocas que he

llamado grupo 5.° ó "grupo de lasrocas claras".

Está constituído ,p or afloramientosde rocas deformadas; son grandes

lajas al descubierto de 'r oca cuarzososericítica de color gris claro, alt.er­nado con. capas más sericíticas y demenor resistencia.

En un peque ño vaLle que desembo­ca entre lomadas bajas de conglo­merado ipaleozoíco hacia el camino

San Juan - Mendoza, exíste un aflora­miento, el más al alcance del grupo,de rumbo variable entre 40° NE Y60° ENE y con una ínclínacíón de

45° a 50° al SE. Es un afloramientonotable, ,por la claridad de los in­dicios de movimientos diferencialespuestos de manifiesto en los planosde esquistosidad, por largas estrtasen parte profundas.

Además, hay otra intercalación queno es más quie una intrusión lenticular más o menos concordante deuna roca ácida, .pe gma t ít a , que ha .,s i.do fuertemente milonitizada; intru­sión que produjo fenómenos de me- i

tamorfismo de contacto in tensos, co- :mo puede comprobarse 'en las 1'0- '

cae de Ia caja : f'eldespatización porinyección y penetración y formacíónde mínerades de contacto, entre ellosgranates de considerable tamaño.

Esta milonita pegmatítiea estáacompañada de cuarcita serlcít.ica ensu mayor parte y Ipor paquetes deesquis tossericíticos.

Es qui stos se r ic ít ico . - Microfot. 20. '

Roca de color . gris verdoso detextura esquistosa.

La fractura según los plano·s. deesqutstosidad, proporclona superfi­ficies algo irregulares, ' y aspectosedoso y untuosas al tacto.

! ¡

'1 '

Page 25: REVISTA DEL CENTRO

24 RI~\· . CEN 'I'. E ST. DOCT. C¡J<:XCL\S N A1' URAI.E s

Al microsco,pio parece formada

casi exclusivamen e por sericita y

en menor cantidad, ,por cuarzo dis­

pu esto en forma de lentes entre lami ca.

La sericita, en laminí.llas grandes

y bien desarrolladas, dispuestas enanchas zonas, o en pa.luelas dise­

minadas, 'es tá orientada ipar al el a­

mente a la escuístosidad. Entre ellas

es tá intercalado el cuarzo en pe­que ños gránulos r ecrtstanzados de

modo de constituir a,grupacione,s

lenticulares más o m enos extendi­da s.

Acompañan a los minerales men­ciona dos, algo d e feldespato caolí-

Mi crofot. 20.

n izado, además ortosa y mi croclinoa penas íden tíficalrla Por fin , haygrá n ulos esparcidos de ó x ido deh ie r r o titanifero.

Aplita. - ' Microfot. 21.La roca presenta aspecto abi­

garrado y tiene color de conjuntogris rosado. Su textura es granu­lar, algo porosa y ligeramente es­quistosa parla disposición lentí­cular de sus componentss

De .la observación microscópicar esulta, qlU'e la roca está integradacasi exelusiva mente Ipor cuarzo, yaqu e hay pocos otros minerales. En.tre és tos cabe destacar en primert érmino a la sericita enpajuelas fi­nísimas y muy esparcidas. En or­den de cantidad, si empre pequeña,hay óxido de hierro, en parte tita­nífero, mu scovita en hojuelas a ís­ladas y uno que otro gránulo deturmalina.

Mi crofo t. 21.

Cuarcita sericítica. - Mícrotot. 22.R oca de grano fino, micácea de

color gris verde claro, con marcadaesqutst os ídad laminar.

Page 26: REVISTA DEL CENTRO

BLAS V. !\L\SCJO. 01.Jser'"U(/(iuIlCS geul<5gi((/s CIl el Cerro Vuld.iuia 25

l\1icrofot. 22.

El análisis mlcroscópico, revelauna gran cantidad de pequeñísimasIpa jueias de sericita orientadas sub­paralelamente, según la esquisto­sidad, entre los granos de cuarzo;estos son de contorno variable,·per fectam en t e soldados 'Por recris­talización y de tamaño variado.

Se halla presente también mus­covita en laminillas algo mayores,dispuestas paralelamente, al igualque Ios otros elementos cristalinosmencionados, ya que el cuarzo tam­bién presenta un mayor desarrolloen aquel sentido.

Gránulos de óxido de .h ier r o ti­tanífero y de epidoto disperses,completan la constitución minera­lógica de la roca.

Milonita de pegmatita. - Microrof.23.

Roca de color de conjunto grisrojizo, con lentes alargadas de Iel-

l\1icrofot. 23.

despato rosado, -adt ern an do concuarzo, lo que le da ..una' texturabandeada, visible sobre todo en susección transversal.

A,l microscopio se observa una es­tructura ca ta.clástíca, pudiéndosedistinguir dos agrupaciones: unaen la que predominan los elemen­tos bien desarrollados y que cons­tituyen las lentes Tajas de la roca,y otra, de fragmentos de minera­Iles en gránulos pequeños, forman­do una 'pa s ta mícrobrechosa que seinsinúa entre aquéllos. Ambas agru­Ipa ci on es están con.stituídas por losmismos minerales aunque en dis­tintas vropO'rciones a saber: ortosa,plagíoclasa, microclino y cuarzo.

La ortosa se presenta en gran­des áreas, fracturada, a veces enmicroimplicación con plagioclasa;esta última, maclada según la al­bita, es oligoclasa. El cuarzo muy

l'

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Page 27: REVISTA DEL CENTRO

26 RE\'. CENl'. ES1'. DOCT. Crexcix s N A.T URALES

fracturado muestra oextínción ondu­lada en los individuos mayores.

Las tracturas y grietas de loscristales, a veces notable, 'par ti cu­Iarrnente en las plagíoclasas Ipor eldesplazamiento de las líneas demacla, están rellenas 'por una bre­cha autígena.

Acompañan a los minerales men­cionados, calcita como producto dealteraclón de los feldespatos y mus­covita en raras y pequeñas láminas.

Contacto apl ita-micacita. - Micro­fot. 24.

Roca intrusiva de color claro, encon t act o ,con Toca verde os cura,esquistosa y micácea.

En el corte microscópico la par­te de 'la roca correspoudiente a laaplita, está compuesta casi entera­mente por cuarzo, acompañado poralgo de ortosa en cristales mayores.Además, desde la línea de contactoy como desprendida de la partemicácea, hay giranes y gtrías demi ca verde os curo y algunos cris­tales de píetacita algo alterados.

Aparte de ,la biotita verdosa muyabundante y de epidoto, se nota enel corte, una Ipenebración de cuarzo'en masas lenticulares. Hay algode óxido de hierro, parcialmentesegregado de la misma mica, y e11parte asociado a minerales de ti­tanio, en agrupaciones irregulares.

Discusión de las observaciones refe­

rentes al basamento

Las diversas r oc a s metamórficasque constituyen el ¡ba sa m en to delCerro Valdivia, en gran parte hansido alteradas tan intensamente porla deformación y milonitización quea menudo, sin alhandal' SIU examen,

Microfot. 24.

resulta difícil señalar su origen, esdecir comprobar si son rocas erupti­vas o sedimentarias. E'jemplüs de ta­les rocas de origen dudoso ofrecenalgunos esquistos de muscovita, camo otras que figuran entre Ias anfi­bolitas; y lo mismo ocurre con al­gunas de las variedades de micacitasgranatíferas, f'reouentes sobre todo enla parte central del .Cerro Valdivia.

No es 'es ta la única dificultad conla cual t iro pi ez a la interpretacióncorrecta del carácter del metamorfis­mo en el basamento del Cerro Valdí­via. Otra dificultad procede de lacompenetración de varias rocas metamórficascon un magma granítico ydel metamorfismo ulterior de la rocade migmatita. Basta un ligero exa­men para darse cuenta que 'la intru­sión del magma no es fenómeno limi­tado a una sola fase de ·plut on ismo.

Descartando, 'por el momento, la in­tnusión de un magma de gabbro o

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BLA~ V. ACASCIO. Obseruacioues geológIcas en el Cerro Valdiuia 27

(1iabasa,como TIQCa,S provenientes deun primer acto del plutonismo, alpronto pueden distinguirse manes de'un m agm a granítico concordantes,aproximadamente, con las otras ro­cas, y filones discordantes, formadospostertormente.

Siendo .posfble comprobar por el es­tudio de estos filones la continuacióno repeücíón de movím íentos tectóni­cos, los discutiremos brevemente.

Stappenbeck, en su perfil del CerroValdivia indica varios filones de peg­matita discordantes que atraviesan,con disposición en parte casi vertical,las rocas metamórficas del basamen­to, así anf'ibolltas y "gneis" en lapaa-te Norte, y anfibolitas y esquis­tos de muscovita en la parte Sur delCerro Valdivia. La existencia de talesfilones discordantes es indudable, es­peciadmente en la falda septentrionaldel Cerro Valdivia en la cual, segúnse ha visto, predominan rocas oscu­ras en el grupo 5, sobre todo anfibo­litas. Pero las ,hay tam biénen lasrocas del grupo 2 donde abundan ve­tas de cuarzo lechoso. que podemosconsiderar como último producto dela actividad plutónica manifiesta porlos filones de pegmatita.

Stappenbeck menciona de paso losfi 'lones de pegmatita lntérestratitiea­dos, en Ios cuales por 10 general esevidente la deformación. Pero descri­be, aunque muy sumariamente, unaroca que él llama "gneis", El "gneis"granatífero, formando conjuntos de"bancos", estama intercalado, rei tera

das veces, entre las otras rocas me­tamórfícas del basamento, por ejem­ploentre anfibolitas, o entre anfibo­Uta y 'esquis t o micáceo granatífero yotras rocas. Ell "gneis" procedería deun "granito central", en el sentidode Weinsckenk. De todos modos, esuna roca alterada visiblemente por

una deformación que alcanza diferen­tes grados de intensidad. Stappen­beck menciona, especialmente de laparte septentJrional y occidental delCerro Vald ívía, vetas interestratifi­cadas de ipegrn atita qnre .pres en t a unaspecto fibroso.

En el "gneis" se debe ver filonesu otras intrusiones concordantes depegmatita y, probablemente tambiénde aplita, que en gran parte han sidomilotinizados, a veces en grado ex­tremo. He aquí una primera genera­ción de fHonese intrusiones concor­dantes, procedentes de un magmagranítico y formados en un períodoque coincide con el de Ios movímien­tos tectónicos. La relación de la rocamilotinizada en alto grado, con filo­nes de 'pegm ati t a concordantes sedesprende de la 'pr ese n cia de grada­cionesen Ias cuales disminuye ladeformación. A veces es posibleaprecirur a simple vista 'la verdaderanatura'leza de un filón pegrnatftíco,interestratificado, como por ejemploen el conjunto de filones reproduci­do en la fotografía de la Lámina IV.

Estos filones se dividen al modode lajas finas. Pero, cabe 'pr egunt a r .en qué medida esto es consecuenciade la misma intrusión o señala unadisposición modiñcada Ipor movímien­tos posteriores. De todas maneras, seobservan en estos f'Hories las huellasvariables pero irrconfuudí b'les de unadeformación, aunque no en tal gradocomo en las rocas ,envolven t es , osean micacitas granatíferas oscuras,anfibolitas y otras rocas. Parece,pues, que la formación de los filonesde pegmatita es posterior a los prin­cipales movimientos tectónicos a losque podernos atribuir el metamorfismode Ias diversas rocas cristalofílicasd8l1 Cerro Valdivia.

¡

i

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L AMINA IV.

l<'otog:r:lfía tOlnada 1101' el Este, dc.sde una cstribación de la falcla occidcntal dcl Ce r r o VaIdivia, Entre ulicacitns granatl­feras, anfihoHt:Is oselU"IS, intcl'caIndos filones de I)egluntita cOllcordnntes, cuyo espeSOl' disnlÍnuyc y numen ta varias veces

e n el mrmbo y la inclinacióll,

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LAi\fIXA V.

Fotol!."rnfín t ourudn 1101' el sudoeste, desde un r-e nrn nente de ('on~doJllcr:l(lo d e I "Cnrhónico". En el llriJner y segundo p lanosde In lIarte izquiercla ele In fotografín este renlllnente, eor t:ICI'O IIC)I' u un sUllerfieie de terrnza n n t tgun )" cuhierto en elIlriJner }llnno 1101' un céslH"cl {h~ enctácens. En In }Illrte ch~recltn elc' 11I fotol!."rn1'ill. p r-Im e r-o }" segunelo },llIIlON. 1:ls lInfiholitas y

filonc's de })('~')la:ltita Clue eon otras i'oc~:IS met:unórfic'lIs eOllstitll)'C"n la 11Iclt'ra Xorte del C e r r o Valdivia (Gru}lo ro. En eltereer },l anCl. Ius mie:lt'itlls, efe•• de la pn r re alta del C e rr-o \ 'aldh·ja.

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30 RE\'. CENT. EsT. DOCT. CIENCIAS NATURALES

Por otra Iparte, hay rocas provenien­tes con toda ,pr ob a b ilida d de un mag­ma granítico que, en forma de "ban­cos" más o menos concordantes, estáníntercaíados principalmente entre lasanfibolitas y micacitas. Se trata deaquellas rocas que, según fué dichoen la parte desoríptiva de este caoí­tulo, se componen de cuarzo y feldes­'Pato. En ellas una caracterfst íca ma­nifiestaes su avanzada milonitiza­ción. A' una fase del ,plu ton ism o, .pos-

- terior a todo considerable movimien­to tectónico corresponden los filonesde pegmatita discordantes; y sóloen parte en este conjunto se ad­vierte la continuidad de la díferen­ciación magmática hasta su últimaetapa, es decir la formación de ve­tas de cuarzo casi puro.

Del examen de Jos filones interes­tratificados y díscordantes y la ex­tensión de tal estudio comparado alas 'rocas graníttcas milonitizadas, seinfiere que Ios procesos de intrusiónevidentes deben haber ocurrido des­pués de Ilos 'p r in cipa le s movimientostectónicos. Se dedicará aún algunaspalabras a la dispostcíón de las di­versas 'r oca s metamórficas en tantoes consecuencía de talesmovimien·tos.

El perfil del Cerro Valdivia dibu­jado por Stappenbeck revela una ca­ractertstica esencia! de la disposi­ción y distribución de las distintasrocas metamórficas. Es su afternan­cía sin orden determinado dentro deuna agrupación concordante, ¡POCO máso menos. Puede d ecirse esto, no obs­tante el tiecno de qnre añgunas rocasde tipo prominente parecen unirse enconjuntos de algún espesor, según seha visto al distinguir los grupos 1 a5. En semejante distribución no setraduce más una sucesión primitiva,ni de s edimentos, ni de rocas erupti-

vas. Además, el metarnorñsmo ha lle­gado a borrar a menudo el origen delas rocas, particularmente en el casode que fuere correcta la íntenpreta­ción de Stieglitz, según da cual al­gnmas de las anfibolitas .procederfande rocas sedimentarias. La alternan­cia de las diversas 'roca s metamórfi­cas -en combinación con la frecuentemilonitización ,hace suponer que enel basamento del Cerro Valdivia exis­te una estructura tectónica similara la imbricada, aunque más irregu­lar. La misma dispcstción ,pa r ece ca­racter-izar, según ilos datos aportadospor Schjller y por Stappenbeck, lapendiente occidental del ancho Pie dePalo, situado al Este de San Juan.Pero, en tanto en el Pie de Paloabundan diferentes variedades de ca­liza crlstalina, no se ·ha encontradoestas rocas en el Cerro Valdívía.

IV

LOS ESTRATOS PALEOZOICOSDE LA CUBIERTA

Características de la serie paleozoica

Lasucooión de capas que descan­san directamente sobre el basamento,const.ltarido .por las rocas cristalinasdel Cerro Valdivia, sanen 10 esen­cíal, areniscas cuarzosas y feldes­páticas, de grano generalmente fino.Comparados con estas areniscas, todos los otros s edimentos, que según

veremos pued en distingui rs e en las erie paleozoica, son de escasa impor­tancia comparativamente.

A esta uniformidad de composición,cor reepon d e una uniformidad de co­Ioracíón, ya qu e casi todas las are­níscas presentan matices de colorrojo pardo , stendo escasas Ilas are­niscas con tintes azul verdoso o ama­rillento. De esta suerte, las capas pa-

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LAMINA VI,

Vista tonuula )Ior el Sur a SS\V, desde una estribaeión del . flnueo oricutal del Cerro Valdivia. En el )Iriuler )Ilauo, elg'rU)IO 2, el de la entalladura, COnl))Uesto )Irinci))ahnente )Ior luit':I('itas con vetas dc cU:lrzo y )leg'nUltitn. En seg'undo )llano,)Iarte iZlluierda de la fotos'rafia, la Iom a constituida ))or laN cu:n'citas luicáceas del ,,:;rU)IO 1. En el tcrcer p lnn u, )Hlrtedcrecha de la fotografin, las areniscas pardas y rojizas, referi dus al carbónico que fornuln lHlrte de In cubierta.

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LAl\IlNA VII.

11'oto~:;r:lfí:l tomada IIOl' el Sur a SSE. desde un 111;.:;ar situado ee1'('a de la hase sudot's,te del Cerro Valdivi:l. En el llriJuerp ln n o una n n e lrn v:\I.,:;u:llla seca de "a~uas torrcncia1t's en cuyas orillas sc llOnt~ JlI:IS tUllitla la veg;etación arbustiv:L. Eu elst';;·lIndo lllano dt., la margen izquierda el ;;·rUIIO 2. de mtcueí tns, ctc, En el tcrcer lllano d e I centro d e la fotog;rafhl. las :Lr8­nis(':Is lJ:u'd:Is )" rojizas de la cubiertn referidas :11 ca I'!Jónico.

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BLA S V. }\I.:\SCIO. Obseruaciones geológicas en el Cerro t/oldiuic 33

leozoicas del lado Sur del Cerro Val ­dívia, visto. desde cierta distancia,.aparecen uniformes en su color deconjunto.

La 'seri e de las capas ,pal1 eozoica s.s e vcc mpon e, ¡plues, de grupos de es­

tratos muy parecidos 'los unos a los-ot ros ; no se tirata de conjuntos decapas enteramente diferentes, que porla discrepancia de 'sus características,podrían considerarse, tal vez, comogrupos de distinta edad. ' -

La uniformidad de constitución Iia­ce suponer,que Ia serie .pal eozoicarepresenta una sola fase de sedimen­tación. A excepción de Ia porción.baja de la serie, todos los otros se­dimentos tienen grano fino, de manera que Ia mayor parte de ellosdeben haberse depositado sobre -pendientes de escaso declive y lejos delas áreas de denudación, de las cua­les provienen los materiales cue loscomponen.

. La casi constante, aunque pequeñacantidad . de carbonato de calcio pre­sente en forma de nódulos o consti­tuyendo ¡parte de ,la Toca como ce­mento, son indicios de una .s ed im en ­tación tranquüa en el sentido de queno ha stdo pe-rturbada, ni Ipor movi­mientos -epirogé n icos, ni Ipor movi­mientos tectónicos durante el trans­-cur so d'esu deposición.

Las capas paleozoicas, .por su es­pesor considerable, representan unpiso, o parte de nma serie en elsentido estratigráfico, que como he­mos visto, "" pu ede .r erer lr se , aunqueprov.isionalmente al Carbónico infe­rior a medio. En la sucesión de estas-capas , no . 's e observan vdís co r dan c ía s'en el sentido .p r opío del concepto;existen sí, Jig eras discordancias deerosión en ~1 gTUpO inferior o bajo,pero tales f~nómenos son locales, yno 'señ alan lagunas estratigráficas de

importancia. Por ,lo general la seriees concordante en sí, inclinándosea,l' Sur y SE .

No obstante, su espesor de conjun­to var-ía mucho en el rumbo, 'pr in ci­palmente por dos ' razones: primero,por los cambios 'de e!s,pesoren elgrupo más bajo, compuesto por con­gtlomerados casi enteramente y, se­

guindo, 'por la destrucción de las ca­pas más a-ltas donde desaparecen bajoel Terciario que sobre ellas descansadiscordantemente.

El espesor de conjunto que se notaen los diferentes 'lugares, varía muchosegún la conservación de las capas enlos diversos afloramientos. Una dife­rencia grande en este sentido, se notaal comparar los afloramientos del la­do sudsudeste con dos del lado orien­tal, donde, rodeadas por el Terciarioo el material de antiguos conos dedeyección, asoman tan sólo Ias capasbajas de la serie. Para calcular -el es­pesor medio de Ias capas paleozoicasha servido el plano de la Lámina 1 yel pertíl general de la Lámina VIII, enel cual Ias capas 'se inclinan regular­mente hacia el SSE.

No obstante la uniformidad de ola

serie, hay en ésta, algunos conjuntosde capas que se destacan o .por sucomposición diferente, o por su colorgris azulado, gris verdoso y hastaamarillento. A estas capas iper t en ecentambién los bancos o camadas de con­glomerados, no muy gruesos, que sehallan inmediatamente sobrepuestos ,al basamento 'en la porción baja dela serie y que ipor su propia constitu­ción señalan para el principio de lasedimentación d e,l Paleozoico delCerro Valdivia, mayor declive de laspendientes y uncie-rtorelieve delárea de <del1ludaciónen la 'proxim ida dde la cuenca de sedimentación.

Page 35: REVISTA DEL CENTRO

b~~ -c En cambio, las areniscas ac-cttlosas.~ ~

-c y arcitlas, que se hallan intercaladas<Xl

Q.: entre las areniscas ' comunes, en casiteda la serie, son indicios de ligeroscambios en la sedimentación, dentrode 'los límites de variabilidad pro-pios de los depósitos terrestres decaracterísticas simílares y digo terres-

":::: tres, porque en efecto, el estudio de-= tenido de las paleozoicas,=: capas no-

~ ;.. revela indicio alguno de una sedí-Cl......

mentación marina. Además, si~ ... es ·...... correcta la comparación de ellas con"Q:: ;: las areniscas rojo parduscas del Car-eE "";:: bónico del Cerro Bola y de la Sierra;.,

Q de Pedernal, sugerida en ila introduc-,~ ción, las capas 'pa leozoica s del Cerro,=:

Valdivia, sedimentos continen-,~ son~

"" tales.e;1,;) Los conglomerados y las areniscas,

- ~ son sedimentos terrestres en el sen--= tido propio del concepto, es decír. .;;: sedimentos depositados en una cuen-...""-'~ conjunto de de la:;: "" ca o un cuencas

~w superficie continental. Por eso, el'

agente ,pr in cipa l de la sedimentación... debe haber sido el agua corriente........:... La escasez de Ila estructura torren-

cial, que tan a menudo se observaen tales sedimentos, es "P'I'Iueba de '

.:: una acción muy tranquila del agua~

corriente que :pr oba blem en te ha te-~ - nido lugar en la parte central de la.....-«, ;.¡

.... '= antigua cuenca....Como muchas otras series de ·Q:: en

~ ...distinta edad conocidas del país,=: que

~ se componen principalmente de are-:1)

Hiscas de colores 'r ojos y sus matices,..... así también, las areniscas del Cerro-

"

"":: Valdivia se han depositado y forma-do bajo las condiciones de un clima-seco o semíseco.

No he encontrado en los aflora-

\ mientas del Cerro Valdivia, costras o ', ::

vetas de yeso, frecuentes en las are-~.:

.... '.:; niscas de ,l Cerro Bola y de la Sierra"? c::.

del Pedernal. Tampoco hay eltas ,"? ~ enc:l ~

Cl::~

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B LAS V. A T, ASClO . Ob se rua cio ues ge ológicas eu el Cerro V ald iuia 35

LAMINA VIII

color rojo pardo, en casi toda la se ­rie, como seña! de clima seco.

Podríamos esperar también en estaserie, <la .pr esenc ia de arena volanteacumulada en dunas, ,pero la escasezde la estructura entrecruzada, carac­terística de tales depósitos, excluyeesta ,posibili dad.

En el Cerro Valdívía, Ios aflora­mientos de las capas paleozoicas noson muy extensos, no obstante el es­pe sor considerable de 'la serie; qu ehace suponer una mayor extensiónen el subsuelo ·de la llanura hacia

Fig. 1.

Fotog'rafia tonl:ldn .llor el Sur, desde un lug':I1' situado en la base Ngrte delCerro Valdivia. En el In:ÍJller p lnno, fnIdn de una terraz:l que corta un re­Dlanente del cong'loulerado del carbónico, cubierta llor ' la v('g'etación decactáceas y arbustos. Segundo lllano, a In izquierda, l'eUlanente del congIn­Dler:ldo en forUUl de terraza; a la derecha, la falda Norte (lcl Cerro Valdivia,CODlIJUesta llor anfibolitas oscuras, etc., (grullo .,), con filo'lles de Ilcg'lllatita

de color claro.

las espesas arcosas sobre las cualesse asientan las areniscas pardo roj í­zas del Cerro Bola, roca que ipor ele st ado fresco de los fragmentos, aveces muy grandes , de microclino yotros feld espatos, indican también unclima seco o semiseco. También hasido insignificante la concentraciónde substancia calcárea en forma decemento, nódulos o concreciones por10 general común en los depósitosformados en ese clima. A pesar de laescasez de otros indicios directos ,podemos cons íderar el predominio del

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36 RE\'. CE::"'!'. EST. DOCT. CIE?\CIAS NATURALES

Fig.2.

Fotografía tomada lJOr el Oeste desde la falda occidental tlel Cerro V:lldivia.En el prinler lllano micacitas granatíferas oscurus, etc., y entre ellas unfilón concordante de pegnlatitu, en llarte nlilonitizada. En el seg'undo lllunoentre el Cel'ro Valtlh'ia y la Sicrra Chica de Zonda, los bajos constituidosprincil)ahuente l)Or los Estratos Calchattuies, li~~;er:uuente llleg'udos y cortadospor varios de los antiguos conos de deyección, inclinudos hacia el Este y

NE. En el tercer pl~lno, el bloque de m ontrrñas de la Sierra Chica de Zonda,integrado por bancos de caliz:ls y dolonlias del Ordoyicico, f uer t e men're

dislocados.

el Sur y SE, donde estaría cubiertapor las capas terciarias y Ipo r depó­

sitos más modernos. En efecto, desu considerable espesor ,podem os in­ferir que antiguamente debe haberse.formado una serie decapas muchomás extensa y tal vez en conexióndirecta 'Con las capas carbónicas delugares próximos a la Precordill.era.

Si las areniscas den Cerro Valdí­viacorresponden a Ias del Carbónico

- inferior o medio de la Precordi1lera,entonces el área de denudación del

cual procede el material de los sedi­mentos, debería tbusoar s e al nacientedel Cerro Val dívía, en Ias SierrasPampeanas. Esto se desprende, en elCerro Bola, de los numerosos cantosrodados de 10s conglomerados, que'pr oceden de grieises, anfibolitas, cuar­citas sericíticas y . otras rocas meta­mórficas, característi-cas de las SierrasPampeanas,pero sobre todo, de nu­merosos rodados, a veces grandes,de cuarzo lechoso procedentes devetas de pegmatita, tan común tam-

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BLAS V. ALASCIO. Observaciones geológicas en el Cerro Valdivia 37

bién en el basamento del Geno Val­dívía.

Para completar 'el cuadro morfoló­gico de Ia zona en los tiempos de ladeposíoíón de 'las areniscas, es nece­sario suponer la existencia, al Oeste,de una 'región de sedimentación: laPrecordíldera y otra de destrucción,probablemente de escaso relieve, ~ enuna comarca no muy Iejana de lasSierras Pampeanas.

Un obstáculo muy serio, no sólopara averiguar la edad de la seríe,sino también 'para la ddvlstón estra­tigráfica, es la extrema escasez oausencia de fósi,les. No he encon­trado f6sB alguno ; ni marino, cuyapresencia no era de esperarse porla,sca:raderísticas enunciadas másarriba, ni fósil del ambiente terres­tre, es decir, 'restos vegetales. Eneste sentido, la serie de arenlsoas secomporta corno otras seríee de are­níscas continentales, de edades di­ferentes ya vconocidas de varias ¡plar­tes de la Argentina; especíadmente,las areniscas muyerspesas de lasSierras Pampeanas que componen laserie media del sistema de Paganzoreferidas al Triásico, o 'Como lasareniscas ,r oja,s con (las cuales termi­na, en 'los contornos de la Precordtlle­ra, Ia sedímentacíón de la época ere­tácíca, También desde este punto devfsta, se conflrma, aunque indirecta­mente, el origen contínental de lascapas paleozoicas del Cerro Valdívía.De esta suerte, una división de laserie en grupos de vcalpas , '8>8 fundaexclusivamente en ligeras diferenciaslitológicas y por eso, es por fuerza,meramente convencional.

Por Ja falta de f'ósi'les, no iha sidoposible evidenciar que entre los tresgrupos que distínguir ; rnás adelanteexista diferencia de edad de algunaImportancia.

Para representar lastres gruposdeñnídos, lo más completamente po­

sible, he elegido un perfil (a-a dela Lámina 1) que se dirige de la faldaaustral del Cerro Valdívía hacia elSS¡E, 'por que a ,lo largo y a los Ia­dos del perfil se 'hallan Ios aflora­mientos más extensos de Ia seriepaleozoíca,

En este 'perfil que da también unaídea del espes01" de toda la serie, lostres grupos de estratos diferenciadospresentan caractertstícas medias desufidente clan-idad. Ante todo, se des­taca, el grumo inferior por sus ca­madas de conglomerados, que faltancompletamente en los dos grupos res­tante's.También el grupo medio pre­sentacaracteres distintivos, ya queen. part.e se compone de capas nomuy espesas, de colores vivos y va­riados y sus _areniscas de grano finoson las más calcáreas de la serie. Encambio es el gnupo sumeríor en el quepredominan las areniscas' de e 0'101"

rojo Dardo, que le da una cierta mo­notonía.

Basta una mirada al per-ñl vde con­junto de Ia Lámina VIII para darsecuenta de que los tres grupos distin­guidos, t ie ne n dísttntos espesores.Irruporta. Lstn em bargo, recordar queel espeeor del grupo bajo, compuestoen gran parte lpor carnadas de con­g,lomerado, vama en medida apre­cíable, disminuyendo a ambos ladosde la línea del perfíd : ,por otra par­te, tampoco 'es posible señalar elespesor prímítívo de la,scapas quecomponen el grupo 'super ior . Esto seexplica POlI" la discordancia con lacual los estratos Calchaquíes des­cansan sobre Ias 'capas de Ia seriepaleozoíca.

Si las areniscas y otros sedimentospaleozoicos pueden referirse al Car­bónico, lJ.a díscordancla señala una

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38 REV. CEWI'. Es '!'. DOCT. CrENCTAS NATURAI,ES

laguna estratign-áfica muy grande: Du­rante este gran intervalo de tíempoy en un ambiente indudablementecontinental, debe haber sido destrut­da una porción des,conoddade lascapas paleozoícas.

S610 el espesor del grupo medio esel original, por las escasas dísloca­

_clonee oqu e vse desprenden de la -sen­cülla _dtsposicíón de Ios sedimentosque lo forman.

Para averiguar el espesor de lostres grupos distinguidos, he medidoen numerosos lugares da inclínación

de las distintas capas, levantando ala par el bosquejo qnne señala loslímites de los afloramientos y da ladistancia sobre la :lí n ea del perfil.Naturalmente, es un procedimientoexpeditivo que no mroporcícna valo­res muy exactos, Ipe r o ipor otro ladoeste defecto ca.rece de importanciadentro de una serie de sedimentacióncontinental.

Distinción de diferentes grupos enbase a sus características litoló­gicas

ISob r e1pu es t a al basamento del CerroValdívía, se encuentra una sucesiónde capas que presenta afinidades li­tológicas con una de Ias diversasseries del Paleozoico de la Precor­dtllera. Esta serie, hasta ahora, hasido encontrada tan sólo encordonesorientales de la montaña, tanto alSur como al Norte del Río SanJuan.

Al Oeste, a 5 km. del Cerro Val­dívia, esto es, en Ila Iocal idad cono­cida bajo el nombre de Cruz de Caña,como en la Síer-ra de Pedernal, es­quistoscarbonosos, intercalados en­tre bancos de congüomerados y are­niscas feldespáticas, contienen res­tos vegetales, descritos hace muchos

años, en ,pa r t e por Szajnooha y enparte por Kurtz.

El fósil más frecuente es Astero­calamites acroblcutatus ; existiendotambién especies de Lepf dcdendron,vegetales característicos y de distri­bución universal. Por eso, las capasde la Sierra de Pedernal (Retamito)como de Cruz de Caña, non referidasgeneralmente al Carbónico inferior oCulm de Europa. E"sposible, sin em­bargo, que sean algo más modernas,porque todos Ios róstles que contiene,no están limi tados al Carbónico infe­rior sino que se extiende al Carbónicomedio.

De todos modos constituye un con ­junto o serie que debe confundirsecon la del Paleozoico superior de laPrecord illera.

En las areniscas y otros sedimentosde los aüred edores del Cerro Va~divh,pa r ece faltar todo resto vegetal; demanera que parra averiguar la edad deellosel único recurso para la solucióndel .probl em a es ñunda rse en analogíasHtológicas, en este sentido es impor­tante Ia colaboración y ,la presenciade bancos de conglomerados en la por­ción baja de la serie de areniscas.En la Sierra de ,Pedernal, lGS bancosdeeong,lomerados están integrados,como está dicho más anriba, princi­palmente por bloques y cantos roda­dos de cuarzo Iechoso que, muy pro­bablementeproceden de vetas de cual"zo y de ¡pegmatita ,procedentes de la

región de las Sierras Pampeanas con­tlguas a la Precordtllera - Lo mismopuede decirse de Ios rodados de Tocascristarlinas de los bancos de , conglo­merados del Carbónico de la Sierrade Pedernal.

Una 'roca muy importante paca losfines de comparacíón, es la areniscaarcíhlosa a veces micácea, o feldespá­tica que tiene gran espesor yee des-

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Bu s V. A r.xscro. Ob seruac iones geo lóg icas CII el Cerro Vnld iuia 39

taca en la porción sup-erior del Car­bónico de la Sierra de Pedernaíl, :po rsus tintes de color rojo pardo. Estasareniscas, que afloran también en elperfil del Río de Agua, y más alNorte cerca de Los Berros y ademásen el camino que va de Ca r pinterí a ala quebrada de La F,leoha y, final­mente, en Cruz de Caña, al Oeste delCerro Valdivia, son muy ,par ecida s ,sino idénticas a las areniscas queconstituyen ell grupo superior de lacubierta de edad 'pa leozoica .

De toda manera salta a la vista laanalogta que existe entre los aflora­mientas considerados hasta ahora delCa-rbón ico inferior y :la ,por ción pa­

Ieozoica de la cubierta del CerroVald ívía.: lugar en que aflora engran esp esor aunque en este ilu ga rfaltan las íntercalacíoues carbonosasde los perfiles de los Jugares antesmencionados.

Es al Sur del Ce rr o Valdívia don­de la sucesión de las c apa s r ef eridasprovíeionalmente al Carbónico, se ha­llan más c ómpletamente vr epr esen ta­das y por eso más esp esas que enotros afloramientos de da misma co­marca. Esta sucesión o serie aparececontinua, bien es t r a ti f icad a, s a lvo lasim-egulartdades Io ca.les 'pr Olpia s de lasedim en ta ción de depósitos t erres­tres .

T eniendo en cu enta es t as diferen­cias litológicas, las c a pas paleozoi­ca s que amaran en el Cerro Valdiviase diferencian ligeramente un a s deotras. Sin embargo, estas diferenciasno bastan para subdividir la serieen grupos por medio ' de Emites pre­cisos; .por otra mar te , tampoco esfactible hacerlo en el sentido es t ra ti ­gráfico por lacomp,leta ausencia defós i:les, pero para poder d es cribir enun orden determinado, convi ene di ­vidirla serie en ba s e a 'la s ligeras

diferencias mencionadas, en .part es ;que llamaré parte baja, 'pa,r t e mediay varte alta.

La parte mejor caracterizada esindudablemente ¡la baja, porque enella hay ca ma da s de congtomerado,a veces grueso, con cement o are­noso que faltan enteramente en lasdos partes r estantes. Estos conglo­merados están vcon st.it uídos por roda­dos variados, en parte procedentesdel basamento; la estratíflcación am enudo carece de cl a r idad .

Com o est a 'pa nt e de la , seri e 'pa leo­zoica se ajusta al relieve del basa­m ento abovedado y r ecortado ,porvahl es, no s e 'pr es en ta en afloramien­tos tan continuos como Ios de laparte media y alta. Por esta círcuns­tancia y por 'las variaciones de e-spe­so r del g rupo inferior en los distin­tos lu gares, su representación en Iacolumn a estra.tigrráfíca es poco me­nos que írnposible, salvo en el Surdel cerro donde aflora Io más su­perior de Ila part e baja, constituída¡por cam adas de conglomerado alter­nando con a rcídlas é5ragm en tosa s yareniscas conglomerádicas d e tintemás o menos rojizo.

A con t inuación de ell a y en formaIn ínterrumpída sigue .la parte mediaformada por un conjunto d e areniscasde grano bastante fino, micácea , queti ene como caraotertstíca la variedadde los colores y Ia viveza de losmismos, al menos en la porción in ­ferior ; pasando lu ego a rra parte alta,con s t ituida en su totalidad por are­niscas feldespáticas, de grano media­no, con colores monótonos que varíanen general del ch oc ola te es curo alclaro, Son areniscas r esistentes, com­pactas, en bancos de considerable es­pesor que desaparecen bajo los se­dimentos del 'I'erciarto y de 'los de­pósitos del acarreo moderno.

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40 REV. CENT. EST. DOC T. C IENCIAS N A'r URALES

Parte baja

En el borde austral del basamentodel Cenro Valdivia y en afloramien- ·tos aislados de .!su contorno, apareceel Carbónico representado por unaserie bien caracterizada de materialconglornerádíco. Son capas deTa par­t e baja de la serie carbónica, constí­tuídaporcamada:s de 'con glomera do,ora grueso con cemento arenoso, orade cantos rodados 'pequ eñ os , con 'in-.tercalacíones de areniscas más o me­nos congilomerádícas y arcillas frag­mentosas en bancos de 'ba st an te es­pesor.

Como esta parte de la serie paleo­zoíca rodea al ,b a sam en to aíslada­mente por estar separada POl" valles.no se preaenta en añoramíentos tancontinuos como de Ias otras dospartes que sobre ella ee asientan,además como el extremo austral , don­de aflora en mayor extensión, no esposible íhacer unperfH comoüeto, puesse ihallasurcado por pequeños val.leslongitudinales Henos de aluvión ,pr o­veniente de los mismos materiales ,trataré de describir los afloramientosmás importantes, para dar una idea,aunque aproximada, de 'su com.posi­cíón, es t r u ctu ra y disposición general,

E'n el sector noroes te del CerroValdívía no hay indicios de la pre­senda de lacubienta carbónica, eseste el único trecho en que 'su ausen­cia es absoluta; en todo el 'r es t o susfaldas son asiento de la parte baja dela serie, aunque aísladamente.

En el -cuadrante nornoroeste, el Pa­leozoico está representado 'por :loma­das redondeadas que continúan el fal­deo del cerro, cubiertas ,por rodadosde cuarzo de hasta 20 cm. de díáme­

tro,concentrados allí por desgasteselectivo. Los 'pocos rufloramientosexistentes 'm ues tr an que' tales lomas

están constítuídas ipor conglomeradode estratificación confusa, de roda­dos de tamaño variable, de los másdiversos colores, pero integrados ca­si enteramente 'por cuarzo lechosohasta traslücído, además de pequeñoporcentaje de otras rocas, entre 'lasque cabe destacar Ila s cu a;r cit a s . Elrumbo, donde 'permit e 's er observadocon claridad, muestra una tendenciaa acomodarse al 'ba;sam en to cr is talinorodeándolo, con un 'leve buzamientoal exterior.

Más al SU'r, siempre en la ,pa r t e_occidental , disminuye el tamaño delos rodados y el porcentaje de cuarzo,peroaJumenta Ila Iproporción del ce­mento y la cantidad de cuarcitas;para adcanzar en el SW, donde seasienta por Iargo >treoho, un predo­minio casi absoluto de cuarcitas. Es­tos conglomerados son estratigráfi­camente rnás altos que los anterioresy no alcanzan ni su tamaño ni su'pot en ci a ; se trata en efecto de con­glomerados de rodados pequeños decuarzo y rodados angulosos y trozosgrandes de cuarcitas, 'con cemento,la mayor de las veces arenoso gruesoycaIcáreo; de color de conjunto grisverdoso por Ia gran cantidad de clo­rita pres-ente en el cemento.

Estos conglomerados pierden su po­tencia y se vuelven más escasos amedida que ¡s e alejan del basamentoen díreccíón SSE; en esta misma di­rección disminuye también el granode los demás sedimentos, de modoque 10s últimos afloramientos de estaparte son areniscas conglomerádicasintercruladas entre areniscas de granofino y arcildas a veces fragmentosas,a veces stltcíñcadas, de color rojopardo.

En los pocos y aislados aflora­mientos de la parte occidental no sehaLlan 'P.r es ente los conglomerados

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BLA5 V. ALASCIO. Obseruaciones geológicas en el Cerro Valdivia 41

gruesos, ablí la ,pa r t e baja está inte­grada, en generaü, por areniscas degrano fino que incluyen pequeños tro­zos angulosos de rocas metam6rficascon intercalaciones de arcillas ñrag­mentosas y areniscas de grano me­diario de color rojo Ipa r do. Al igualque todos los af'Íoramientos anterio­res, estos tienen ,su rumbo acompa­ñando al basamento.

La distribución de Ios conglomera­dos y de los otros sedimentos de laparte baja, 'h a cen sunponer un mayorlevantamiento de Ua porción Norte delbasamento del Cerro Valdivia, de ma­nera que allí aparecen los depósitosmás antiguos, depósitos que son ocul­tados por otros posteriores de la mis­ma edad, a medida que se sigue ellímite Carbónico - basamento diacia elSur y luego hacia eí SW y hasta

, Oeste.

Tal levantamiento asimétrico, estácorroborado 'por la asimetría que pre­senta en su morfología el mismo CerroValdívía, ashuetrfa que ha determina­do el mayor declive de 131s pendientesdel sector NNW. .

Cabe también hacer notar, que laausencia de la ,pa r t e baja del Oarbó­níco como así también de todo otrosedimento de esta edad y aun tercia­rtos, en el sector noroeste se podríaexplicar por la existencia de unafalla que ,s e habría ,produ cido comoconsecuencia de los mismos movi­mientos del Terciario.

Parte media

A continuación de la pante baja,viene la Ipairte media eín límite pre­ciso y en concordancia, está consti­tuida ,por :

1. Banco de arenisca de grano fino,compacta, de color TOjO pardo,de fractura concoidal, ,':tue tiene

tres me-tros de espesor con unTumbo de 80° ENE e Inclínando20° al Sur. Al microscopío se pre­senta como una arenisca fuerte­mente pigmentada por óxido dehierro, constituída en su totali­dad .p or gra.n os subangulares

unos, aettllosos otros, de cuarzo,acompañados de gránulos irregu­lla res de calcedonia crbptocrtstali­na, algunos pocos de feldespatoy pequeñas pajuelas de muscoví­tao Cada mineral está recubiertode una capa gruesa de óxido de

híerro que hace indeterminable amuchos de ellos.

2. Arenisca ll1IUY fina, facturada (conlas superficies de fractura recu­bierta por finas capas .de cal­cita), de un color rojo más cla­'ro, y que menos resistente" s edesagrega en ' pequeños trocítos ,a lo menos en la 'pa r t e inferior,ya que más 'ar r iba la roca esmás resistente y menos tractu­rada. Espesor 15 m.

3. Banco de arenisca de color rojopardo, 'con concreciones cañcáreas ,presenta en algunas ¡par tes des­

camación 'con cén tr ica . En el cen­tro de estas vconorec iones se ha­llan nódulos calcáreos oscuros demaYOI~ resdstencía. Hacia arribaesta arenisca pasa a otra con lamisma característdca 'Pero abí­gar .rada, de colores mucho másclaros hasta blanco amarillento.Este fenómeno no es más queuna modificación Iocal atribuible,.t a l vez, a la reducción del óxidode hierro paraguas que circula­ron por las grtetas hoy 'r ell ena sde caácíta, E SiPes al' 2,5 m. Losnódulos calcáreos vistos aJl mi­croscopio se presentan corno unaconoreoíón que incluye ,pequ eños

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42

fragmentos de cuarzo con pig­mentación de dispostclón concén­trica de óxido de hierro.

4. Arenisca poco rosístente, de co­lor chocolate rojizo claro, esquis­tosa, algo micácea. Espesor 20

metros.

5. Banco de arenisca de color cho­colate claro 'h as t a oscuro. Haciaarriba aumenta 'Su resístencía aunen las capas más esquistosas ymicáceas; posee ciertas interca­laciones más claras de areniscafriable. Espesor 40 m.

6. Arenisca de color castaño de to­nos opacos, muy resistente, algomicácea y feildespática, parcial­mente cementada por calcita. Es­pesor 10 m.

7. Arenisca de color castaño oscu­ro 'sucio constituyendo una seriede bancos de distinto aspecto,unos esquistosos, otros compac­tos ¡pe,r o sin límites fijos, es de­cir, con pasaje gradual de unaen otra, con un espesor de 22 m.Rumbo 68° ENE inclinación 48°al SSE.

8. Arenisca igual a la anterior, ,pe­ro con Intercalacioues de arcillaarenosa, fragenentosa, en capasde 30 a 80 cm. de espesor entrebancos de arenisca de igual po­tencia. Tiene en conjunto 4 m.de eepesor.

9. Areniscas campadas de gnano fi ­no decolores Idamativos alterna­dos; destácase por su e9pesor yresístencía una arenisca gris ver­dosa oscura, 'S1Ili ci fi ca da , micácea .y otra roja, también silicificada,dando en conjunto un espesor de6 m., aproxlmadamente.

La 'prim era de las dos arenís­cas arriba mencionadas "presen-

ta en el corte microscópico unconjunto heterogéneo de mine­rales, destacándose por su pre­dominio cuarzo anguloso de ta­maño bastante regular. La mica(biotita cloritizada) da por suabundancia el color de conjuntoa la roca; ella forma Ipajuelaspequeñas flexionadas que se in­sinúa entre los demás minerales.Entre estos se .h añla plagioolasa ­ácida, ortosa en parte idiomorfa;además se halda presente biotitapoco alterada y muscovita en la­minitas algo desarrolladas. Algode aoatíta, zircón y epidoto yturmalina, como elementos muysubordinados.

Los diversos minerales estáncementados por sílice crüptocrls­talina; en parte también ,por cal­cita.

La otra arenisca roja no dí

fiere en lo esencial de 'la des­crita, en cuanto a su estructuray sus minerales componentes, sal­vo el Iiechc de la pequeña can­tidad presente de minerales colo­ireados y Ia pigmentación fuertede éstos por óxido de hierro.

10. Arenisca gris pardo, de grano me­diano, micácea, algo feldespática,resistente y dura. Espesor 3,50 m.

11. Areniscas varícolores (gris ver­doso y rojo como color predomi­nante), silicíñcadas. Espesor 2metros.

12. Arenisca de color chocolate os­CIUTO hasta gris negrusco, com­·pa ct a , muy resístence, algo micá­cea y de grano mediano. Espesor16 m.

Al microscopio se revela comouna arenisca de cemento silíceoy compuesta por granos de cuar­zo angulosos, feldespatos altera-

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Br.AS V . AT.AScro. Observacion es geológ icas en el Cerro Va /di'via 43

dos entre los cuales algunas pla­gíoclasas muestran la vmacla ca­racterística. Existe muscovita ybiotita en laminillas onduladas,además se notan algunos granosdispersos de epídoto, zircón yturmalina, ,pigm en tado todo poróxido de hierro.

Parte alta

Sobrepuesta a la ,pa r t e media con­tinúan los grupos de bancos de are­niscas carbónicas con Igual disposi­ción ; rumbo alrededor de 60°, incli­nación siempre al SSE, hasta quedesaparecen discordantemente bajoafloramientos del Terciario o delacarreo moderno,

Estas capas de la serie paleozoicase diferencian de las antertores porla homogeneidad de sus areniscas ,todas ellas de color chocolate más omenos rojizo, en general compactas,algunas muy resistentes como 'aque­llas que forman las elevaciones alSur del Cerro Valdivia. Su perffl esel siguiente:

1. Potente banco de arenisca Iel­deepática, de color chocolate cla­ro, en parte muy esquistosa. Es­pescr aproximado 40 m.

2. Arenisca compacta (forma partede la ladera Norte del cerritocolorado, elevación más alta dela cubierta) , feldespática , de co­lor chocolate. Espesor 30 m.

Al microscopio se presenta co­mo una arenisca de granos an­g¡u'losos de cuarzo y feldespatos(gmt). Fuera del cuarzo límpidoy abundante se observa ortosa,plagioclasa y microclino, com­pl eta o parcialmente alterados.Cada grano está rodeado ,por unaCUlpa de óxido de hierro que dasu color rojizo predominante a

la roca y con el resto del ce­mento de carácter si/liceo, cau­sa de su resistencia.

3. Arenisca casi igual a la anterior,pero menos resistente, más es ­quistosa, en lajas ñracturadas depocos centímetros, en bancos yestratos a:lternados. Esta arenís­ca 'presen t a grandes diferenciasde color y resistencia en el sen­tido lateral, debido a variacioneslocales que ocurren muy a me­nmdo, Espesor 21 m.

4. Arenisca muy compacta y resis­tente de fractura concoídai, colorchocolate oscuro,brillante en lasuperficie de fractura. En algu­nos afloramientos Ia roca presen­ta superficles 'r edondeadas , debí­do a la descamacíón concéntricade la roca. Espesor 12 m. Mícros­cópicamente se 'Pre s en t a comoarenisca de granos subangularesde cuarzo acompañados de consi­derable cantidad de feldespatosalterados, la plagíoclasa ácidadeja entrever todavía algo de sumacla; se encuentra también cal­cita, insinuándose entre los otrosrninerales a manera de cement oque en esta roca es preferente­mente silíceo. Además 'hay gra­nos crlptocristallnos de calcedo­nia y de cuarzo. Pigmentación deóxido de hierro.

5. Arenisca esquistosa de color cho­colate rojizo, de un espesor de2 m., con variaciones lateralesde arenisca cr ema y anaranjada.Un corte de la 'parte más claramuestra qu e se trata de areniscafeldespática,constituída por gra­nos de cuarzo cor r oídos , granadde calcedonia oríptocrtstalína, tel­despato alterado, mostrando relic­tos de maclas en Ia.s .plagto-

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44 R E\'. C EN1'. E ST . DOCT. CIENCIAS NAT URALES

clasas y mícroclíno, granos deestos dos últimos minerales lím­.p íd os se hallan presentes en es­'ca sa proporción. El todo cernen­tado por sílice. Como mineralesmuy subordinados existen mus­covita, en escasas pajuelas, y pe­queños granos de granate, zircóny turrnalína.

6. Arenisca esquistosa más o me­nos resistente, fracturada, ¡pr esen­ta Ios planos de esquistosldad,díaolasas y fracturas decolorados:por Ia reducción de óxido de'h ier ro, reducción que a veces in­teresa gran ,pa r te de la masa; lasgrietas están rellenas de calcita.E1s,tas areniscas integran Ias úl­timas elevaciones al Sur del CenroValdivia. Rumbo, el mismo de laloma que forma, alrededor de 60°ENE. Inclinación var íable tpor te­nersuperficies alabiadas entre25 y 30°. El espesor de conjuntode estos bancos de arenisca va­Tía por la circunstancia de quesobre ellos descansa el Tercíario.La porción alta de él, ha sidodestmrído antes de la formaciónde Ios Estratos Calchaquíes. Elconjunto de estas areniscas al­canza un espesor máximo de 40metros y termina en forma decuña en el iPllan o de discordancia,que lo separa del Terciario. Almicroscopio la arenisca presentagrano fino y está constituída porcuarzo como mineral predomlnan­te, en gránulos angulosos, ade­más existen feldespatos alterados,plagioclasa ácida en escasa canti­dad, muscovita en .hojuelas flexio­nadas por los otros minerales. Elcemento es en parte sílice y enparte calcita; este último mine­ral, salvo contados casos, no se

~pres enta bien crfstalízado.

v

LOS ESTRATOS TERCIARIOS OELA CUBIERTA

La cubierta del basamento crísta­lino, que asoma en el Cerro Valdívía,según ya dije, está integrada ¡por unaserie paleozoica y por otra de edadterciaria. En las páginas siguientesexaminaré esta última serie, que enotros. lugares, no Iejos del Cerro Val­divía, alcanza gran espesor.

El examen de Ias vcapa s terciarias ,que se hallan principalmente en elcontorno sudeste d-el Cerro Valdivia,comprueba que sus materiales , fue­ron acarreados desde ,la región en lacual hoy se levantan los cordonesde montaña de Ia Precordillera.

Los estratos terciarios, ,pr esen t anlas earacterfstícas de aqnielda seriedel Terciario superior que, desde lasinvestigaciones de Bo d en be n d e r yStappenbeck, efectuadas en la Pre­cordtllera y en Ias Sierras Pampea­nas, son desfgnados vcomc "EstratosCalohaquíes".

En los alrededores del Cerro Val­dívia, topográtícamente, las capas ter­ciarlas sobresalen en Icmas redon­deadas de escasa altura, las cualesestán cubiertas en gran ,par t e poruna capa de cantos rodados de sílice,calizas y otras Tocas que en parteproceden de Ia desintegración de lasmismas capas tercían-ías y en parteson rodados de antiguos 'con os dedeyección. En estas lomas, los aflo­ramientos más extensos se encuen­tran en la porción austral de los al­rededores del Cerro Valdivia ; pero,aun más al SSE y algo ya alejadas,hay todavía algunas lomadas íntegra­das IPor el Terciario.

Los Estratos Oalchaqnríes se dife­rencian a primera vista de las capaspaleozolcas por sus colores ocre ro-

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BLAS V~ AlASClO. Observaciones ge ológicas en el Cerro V aldiv ia 45

jizo y anaranjado y también opor sutextura, ya que presentan muy escasaestratificación; en 'su sucesión, haypocos bancos bien delímltados, com­puestos por conglomerados de arenis­cas muy deleznables, con arcilla enipropor cion es variables. Goma sedi­mento continental ,po r excelencia con­tiene también, como es frecuende, ye­so en forma de costras y vetas , a ve­ces concentrados en cantidad aprecia­ble.

No he visto en estas capas, bancosde aglomerado grueso de dacita yandesita, que cerca de la Mina d eSalagasta (Mendoza) , se destaca enla 'pa r t e baja de Ios Estratos Cal­chaquíes ; en cambio, hay un conglo­merado compuesto esencialmente porcantos rodados procedentes de Iascadízas ordovícicas de la Precordille­ra y de sílice (pedernal) tan caracte­rística para estas mismas calizas ydolomías.

Las capaa .» carnadas de conglo­merado 'son a veces gruesas, conc em en t o . arenoso. bastante vartableen los diversos Jugares; este conglo­merado, compuesto de material in­coherente y 'poco estratificado, alcan­za, según mis observaciones , siguien­do ila línea del perfil de la serie,paleozoica , 11 m. ,_

Con toda probabilidad, este conglo­merado corresponde al conglomeradocon el cual, según las descripcionesde Stappenbeck y Groeber, comien­zan los Estratos Calchaquíes en lasfaldas de la Sierra de Pedernal, dela Sierra Ohica de Zonda y ilos otroscorñones de montañas orientales dela Precordillera que se levantan alNorte del Río San Juan. Sin embargo,el conglomerado terciario del CerroValdívía no alcanza el espesor, aveces grande, observado en la Pre­cordñllera, especialmente en los luga-

res donde descansa dkectamente so­bre las calizas y dolomías ordovící­cas, y tampoco sus rodados, general­mente de un centímetro de diámetro,alcanza el gran tamaño de los es­combros calcáreos que constituyen elconglomerado de Ios afloramientosmencionados de Ia PrecordiUera.

Ell conglomerado de /los estratos tE)r­ciarios de la Precordillera, a menudomalrcadamentecakáreos, se extiende 'a lo largo de los cordones de mon­tañas, generalmente con runa Iigeradiscordancia sobre series de estratos 'paleozoicos de distinta eda d; de ma­nera que de ellos, está separada poruna discordancia general que, comoen el Cerro Valdivia, señala una la­guna estratigráfica muy grande.

Como en Cruz de Caña, así tambiénen el Cerro Valdivia, el conglomera­do 't er cia r io se asienta discordante­mente sobre las areniscas pardo ro­jizas <del Carbónico, según se des­prende de las breves descrtpcíonesde los afloramientos hechas ¡por Bo ­denbender y Stappenbeck,

La misma discordancia, se puedededucir también en el Cerro Valdí­via , cuando se compara la dispost­ción de los afloramientos de la serieteroíaria del lado Sur con la dellado . oriental. De tal estud ío vse des­prende que el conglomerado, repre­sentante de los Estratos Caloh a qu íes,se extiende <de capas comparativa­mente altas de Ia serie pañeozoíca,a los bancos o camadas de conglome­rados, qrue constituyen la porciónbaja de la serie. De es ta suerte, enasomos de la ,par te oriental del CerroValdivia, los dos conglomerados sesuceden uno a otro, No obstante esfácildtstinguirlos ya que los tercia­Tías siempre contienen yeso y pre­sentan colores que :10 h a cen incon­fundible.

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4G R E\-. CENT. E sT. DoCI". CIEN CL\ S XArUl~ _-\LE S

Los Estratos Calohaquíes que cons­tituyen las lomadas, en parte distan­ciadas, del cuadrante sudeste delCer ro Valdivía, se inclinan como lasca pas paleozoicas hacia el Sur, SSEy hasta SE, de manera que S1U dis­posición general, no se distingue enmanera apreciable vde las de las ca­pas 'P3Jleozoicas. Pero, en los EstratosCalcha qu íes , disminuye Ia inclinacióna medida que se al eja de la seriepaleozoica, hasta que finalmente, condisposición casi Iiorízontal, desapare­ce n bajo los -sedimentos pleistocenosy r ecientes que describiré brevemen­t e en el capitulo siguiente.

VI

LOS SEDIMENTOS PLEISTOCENOSY RECIENTES

Com o puede vers~ en el mapa geo­lógico de la Precordildera publicadopor Stappenbeck y en mi 'bosquejode Ia Lámina I, el basamento crista­lino del Cerro Valdivia está rodeadopor los lados Norte, Este y Oeste,por depósitos de acarreo y otros se­dimentos modernos. E'n efecto, talessedimentos se ponen en contacto in­m ediatO con la roca icr fst a/l ín a y con 'las ca pa s paleozoicas y se extiendentambién, por aqueltos lugares dondeel mapa de Staipperibeck, al SVV delCerr n Valdivia, señala Estratos Cal­chaquíes .

No hay continuidad ent r e los aflo ­rami entos de capas paleozoicas y ter­ciarias del Cer r o Valdivia y los dela fa lda oriental de Ia Sierra Chicade Zonda; todo es t e c on junt o derocas y ca pa s está rodeado por ela carreo de conos de deyección comotambi én , en c ierta s partes, ,¡}or sue­los de barro y hasta por trechos de

arena acumulada en dunas de es ­casa altura.

La distribución de est os diversossedimentos deipe n de es en cia lm en t e ,de la de los lechos secos de erosióny acumulación reciente y también, encierta medida, de la dieposlción delas chatas cuencas, que en el rombo,se intercalan entre Ias lomadas bajasconstttuídas Ipo r las capas terciarias.De esta' manera, la ¡r ela ción entre elacarreo de conos de d eyección y lossuelos de 'ba r ro, de ninguna maneraes sencilla. Para su d es cripción exac­ta, sería necesario con side ra r Ios por­menores del relieve d e es cas os des­niveles, compuestos por Ios dep ósí­tos recientes.

Por lo general , 'los conos de deyec­ción, prescindiendo del aporte muyescaso de las laderas del Cer ro Val­divía, se compone de can t os rodadosque proceden de las próximas eleva­ciones de la Precordíülera. Estos co ­nos son .r eman en tes de acarreo yar ecortados por la acci ón erosiva delas aguas torrenciales que, cuandoactúan incesantemente, los destruyey Ios redeposíta.

El acarreo de los remanentes decono de escasa altura, que se hallanen los akededores del C err o Valdívía ,no son rodados del gran cono flu ­vial del Río San Juan, cuyos vastosdepósitos, quedan un 'poco al Este delCer ro Valdivia. Sin embargo, los can­tos rodados de los conos, no sóloproceden de los escombros, formadosa ctualmente en las laderas o flancosaltos de la Sierra Ch ica de Zenda,y de sus contrafuertes, constituidos¡por capas paleozolcas, sino, en granparte, de las extensas capas de aca­rreo cuaternario que s e hallan enforma de mesetas y t eflrazassobrelos Estratos Calohaquíes , a corta dis-

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BLA S V. AI.A SCIO. Obseruaciones geológicas en el Cerro Valdivia 47

tancia al Oeste 'y N\V del Cerro Valdivia.

Otra .tuen t e proveedora de estoscantos rodados, es también la espesa serie de acarueo que se en ­-cuentra cerca de la estación Car.pin­tería y más al Norte, al lado ' Oestedel ferrocarril, donde, dispuestos enanttcllnaíles y sinclinales, constituyenlomadas sobresalientes que se diri·gen hacia el Ni\W. De esta suertese explica la gran variedad de rocas,que como cantos rodados, se hallanen inmediata vecindad del Cerro Val­divia, y es probable que muchos de-los mismos rodados de rocas crísta­1inas de este acarreo no ,pr ocede di­r ectamente del basamento del CerroValdivia, 'si n o de ilas mencionadas lo­mas al Oeste del ferrocarril; es decir,que se trataría de acarreo Ir edeposi­tado.

Comparado con la extensión del.a ca rreo de conos de deyección, lade Ios suelos de barro aparece redu­cida. Tales suelos, 'son muy extensosmás al Este, entre Cerro Valdivia yel Río San Juan, en una faja ancha,señalada 'por Stappenbeck en su ma­pa geológico, como Iloess y otros de­pósitos pampeanos.

También en el Cerro Valdivia. lossuelos de barro !pr esen tan las carac­terísticas comunes de los materialesmás finos elaborados por la acciónde las aguas torrenciales, cuando seforman extensos conos de deyección;por su origen esencialmente fluvial,estos depósitos ,presen ta n cierta es­tratificación, aunque contusa, comopuede observarse en 'los lechos delas aguas torrenciales. Es ímpropío,por lo tanto, la denominación deIoess.

De origen eólico son en cambio, lasdunas que sobre ellos se asientan enciertos trechos y que, independtente-

mente del relieve, se extienden has­ta el acarreo de conos de deyeccióny capas más antiguas,

RESUMEN

1. A Ia distancia de nmos 40 km.al Sur de San Juan se Ievanta, cer­ca de la Precordhllera, el Cerro Val­divia. En lo esencial, su constitucióngeológica está caracterízada por la.pres en cia de numerosas variedadesde rocas metamórficas, procedentesde otras de origen sedimentario yeruptivo. Por sus rocas 'metamórficasel Cerro Valdivia se diferencia, demodo manifiesto, de la Precordilleracompuesta por series decapas paleo­zoicas. Por Ias mismas rocas ee ase­meja a otras elevaciones vecinas, co­mo son Los Cerrillos y el Pie de Palo.Desde el comienzo de su investiga­ción geológica, estas elevaciones fue­ron referidas al conjunto de lasSierras Pampeanas en el sentido delconcepto establecido por Stelzner. Acorta distancia delCerro Valdivia ha­cia el Oeste, rhabría, pues, en elsubsuelo nm importan te límite entreuna región geológica que es la Pre­cordillera y otra, aepres entada porlas Sierras Pampeanas.

2. Desde la Sierra Chica de Zondacomo de uno de los cordones orien­tales de Ia Precordillera de San Juan,tan s610 dos agu-upaciones de capasse extienden a la comarca del CerroValdivia, si se descartan los sedi­mentos recientes, como suelos deadobe, acarreo de cono de deyeccióny dunas de los bajos rodeantes. Lainferior de estas dos -eertes se com­¡pon e en lo principal de diversas are­niscas de tintes de color rojo pardo.Sin duda tiene mayor edad y, poreso, ya Stappenbeck la colocó entrelos Estratos de Paganzo, o dicho más

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aJpropi~damente, eistema de Paganzo(Gondwana). La otra serie tiene edadtercíaa-ía y responde en cuanto a susoaractertsttcas distintivas a los Es­tratos Calchaquíes y Estratos Juje­ños del Terciario, de vasta distribu­ción entre los cordones orientales deJos Andes argentinos. Las an-eníscasde Paganzo y los Estratos Caleha­quíes están separados por una granlaguna estratigráfica, a ilacual co­rreaponde una díscordancía no muymarreada. Las dos serles de capas, nomuy dislocadas, se disponen en for­ma de manto o cubierta sobre unbasamento integrado !por las rocasmetamórficas mencionadas más arri­ba. Del basamento están separadaspor una discordancia evidente. Deesta manera la investígacíón geoló­gica del Cea-ro Valdívía y alrededorespuede ser orientada por la distinciónde un basamento y una cubierta.

3. El examen del basamento 'SIUpO­ne gran minuciosidad, tanto en elsentido petrográfico como en el tec­tónico y, consecuentemente, muchotíermpo. Es ¡por esta 'r azón por lacual en ell presente estudio tan s610se la trata rudímentaríamente, am­pliando los escasos datos aportadospor Stappenbeck y por Stieglitz.Encuanto a la dispostcíón de las diver­sas rocas metamórfi.casque . compo­nen la mayor ¡parte del Cerro Val­divia 'p r opiam en t e dicho, Ilama en­seguida 'la atención el 'Tu mb o NNE'qU13 con el de Ias capas pafeozoícasde la Precordillera forma un ángulogrande; Los diversos conjuntos derocas cr-lstaloffllcas se suceden unosa otros, al parecer concordantemente,inclinándose 't odos [hacia ei SSE. Enel verfLl del Cerro Valdivía puedendistinguirse varios grupos en Ios cua­les 'p r edom in an ciertas rocas, así 'por '

ejemplo, a las anfibolitas del grupomás bajo suceden micacitas granatí­feras oscuras y a éstas micacitas demuscovíta para t.ermínar vcon cuarci­tas micáceas. Sin embargo tal dis­tinción d'e grupos es convencional,hechas con el propósito de facilitarla orientación general; esconvencio­nal, ya que varias de las rocas crís­talofflicas predominantes en un de­terminado gu'upo, se hallan tambiénintercaladas entre las de otro. Con­templando la constitución del basa­mento en su aspecto general, diríaseque es heterogénea 'por el rápidocambio, en el perfil, de las distintasrocas, y además, es heterogénea porla influencia de fuertes movimientostectónicos en todas las rocas meta­mórficas,cuya textura y eatructurarevela por doquier una intensa detor­macíón.

4. La composicron del basamentose vconuplíca .por la'P'resencia de nu­merosos filones, 'pr oceden t es de unmagma granítico. Ell examen compa­rado de Jos filones ipe,rmite distin­guir 3 grupos, primero, filones inte­reetratífícados cuya roca está milo­tizada por completo, segundo, filonesínteresbracíñcados en los cuales sal­tan a la vista indicios de la deforma­ción, pero que. no obstante, presen­tanel aspecto de filones, y, porúltdmo, filones concordantes y dís­cordantes en los que mengua eviden­temente Ia deforma:Ción. Sólo con estegrupo están relacionados filones . ovetas de cuarzo blanco, numerososen el cuadrante Sur del Cerro Val­dívia. Los :Imanes de los tres gruposestán integrados por pegrnatíta :yenparte también por apñita. Su fci.rma-.ción está relacionada con unaintru­sión o Ip¡}utón de granito que . en elCerro Valdívía no sale al descubierto

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BLAS V. ALASCIO. Obs ;,.vacimie; q,g edlógÚ:as: en el Cerro Valdivia 49

,pero que debe estar en ¡la v'roximi­dad, en el subsuelo. Sólo Ios filonesmilonitizados del primer grupo pue-

. den ser los que corresponden a unaintrusión anterior, ocurrida antes ostmuetáneamente a los fuertes movi­mientos a los cuales se debe Ia dis­'pos,ición complicada y la deformaciónde las rocas metamórficas. La pre­senda de üos numerosos filones q.~

.p egrnatdt a es obra diferencia que ca­racteriza al Cerro Valdívia y lo dis­tingue de la Precordtllera, esto es,de la Sierra Clrlca de Zonda, en lacual hasta el presente no ha sidoencontrada roca intrusiva alguna. Porotra varte, por su 'Presencia aumentala similitud de constitución con lasSierras Pampeanas.

5. En cuanto a la edad de los mo­vimientos tectónícos, ínclusíve da for­mación de las r o e as crtstalofflicasmencionadas, manifiestos por la dis­posición Intrtncada, la milonítfzacíónde muchas de las rocas y la deforma- 'ción menos avanzada .pe ro casi uni­versal, el examen del basamento no.h a Siüminist,rado datos ilustrativos, yaque en el Cerro Valdivia faltan ente­ramente rocas como das calizas yesquístos arcillosos del Pie de Palo,en las cuales podría esperarse hallarrestos de fósiles. De esta suertepuede suponerse que las rocas meta­mórficas, y también Ios filones , tie­n en edad precámbrica, como hizoStappenbeck, o puede admitirse quese t r a t a de rocas metamorfizadas porlos Iuentes plegamientos de la eracal1edónica, conforme a Ias ideas emi­tidas Ipo r .H a usen acerca del con­junto de rocas metamórficas de laSierra de Urango.

6. Incierta es también la edad delconjunto de areniscas que constitu­ye la porción inferior de la' cubierta.

Sin embargo entre ellas y el basa­mento media una 'lagun a que, proba­blemente, abarca un íntervaío detiempo más largo que un períodogeológico del Paleozoico. La sucesiónde areniscas y otros sedimentos de laporción inferior de la cubierta cons­tituye el objeto ,pr in d pa l del presenteestudio. Se trata de uno de Ios po­cos conjuntos de estratos que pare­cen haberse extendido, en la épocade su formación, desde la región hoyocupada por la Precordfllera, a la delas Sierras Pampeanas. Esto puedeinferirse de la identidad de sus ca­raoterfsticas en el Cerro Valdivía yen la cercana zona de Cruz de Cañay de Carpintería. Pero mientras enesta zona las areniscas ,par do rojizasy demás capas del mismo conjunto,forman parte de Ia antigua y corn­IpHcad ís ima tectónica de la Precor­díflera, en el Cerro Valddvla estánpoco dislocadas, conforme a la des­crjpción contenída en el capítuloper­tinente del presente trabajo. Por se­mejante diferelida se manifiesta lade Ia evolución geológíca de la Pr8"cordillera y de la 'r egión de 'la sSlenras Pampeanas, en tal sentidoque no .pu ed en haber ocurrido en elCerro Valdivia y alrededores, los úl­timos ñuert.es movimientos tectónicos,.refer idos con frecuencia a una fasedel pertodo ip érmico. Si las areniscasqu e en el Cerro Valdivia cubren elbasamento integrado por rocas meta­mórficas y eruptivas, sdn duda anti­guas, son id énticas a las de ,la zonade Cruz de Ca ña y otros Iugares dela Precordlllera, deben tener edadpaleozoica, ya que las de la Precor­díllera forman parte de la tectónicaconsiderada como 'Pé rmica. Por suscolor13s,en parte vivos y ,por otrasoaracterfstícas, suscitan el recuerdo

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- de otras series de capas más moder­nas y, en efecto, Bodenbender haubicado das de la zona de CI'IUZ deCaña, Ip¡r im er o, en el Permotrtástco,y más tarde en el Rético, si bien quecon alguna reserva.

7. En cierto modo, las areniscasdel Cerro Valdivia se parecen a lasareniscas que, por lo general sonreferidas al Triásico y.... también deconsiderable dtstríbucíón en la 'r egiónde las Sierras Pampeanas. Pero es¡poco probable que tengan esta edadipor las razones arriba aducidas. Noobstante, en el Cerro Vaíldivía estacuestión no puede ser resuelta de unmodo directo y seguro, como que enlas areniscas y otros sedimentos dela serie parece faMar todo resto ve­getal que corr-espondería al ambientede sedimentación. Mas, Ia edad delas areniscas ipnied e inferirse indirec­tamente de las areniscas de la zonade Cruz de Caña; admitido semejanteprocedimiento, las areniscas del CerrnValdivia pueden ubicarse provisional­mente en el Carbónico inferior o m e­dio representando íla ¡porción mediao alta de la serie carbónica, tal cualésta se ha conservado en la Sierrade Pedernal. Las capas bajas con losesquistos crurbonosos que allí han pro­porcionado los restos vegetales, des­critos ya hace muchos años, no exis­ten en el Cerro Valdivía,

8. La investigación minuciosa dela serie de areniscas lleva a il a con­clusión que é s tas son sedimentosterrestres, formados dentro de unacuenca y bajo Ias condiciones 'pa r t i­culares de un clima seco o semiseco.En parte podría dedlucirseesto delcolor rojo pardo de la mayoría de lasarerrisoas y de los colores vivos cas iabigarrados de otros sedimentos ar­cillosos. Suponiendo que en el área de

sedimentación de qas areniscas hayaexistido una 'pen dien te dirigida haciael Oeste,es decir, desde la comarcadel Cerro Vaddivía hacia Ia Precor­dillera, se expli-caría la falta en elCerro Valdivia del grupo inferior dela serie carbónica, precisamente deaquel grupo cuyos esquistos oscurosincluyen Jos restos vegetales , tantoen la Sierra de Pedernal como enla zona de Cruz de. Caña. En tal casola comarca del Cerro Valdivia habríaSIdo aún área de denudación cuandomás al Oeste ya se había iniciadola sedimentación del Carbónico. Enel Cerro Valdivia, ésta comienza conla formación de bancos dé conglome­rado que en el cuadrante nordestedel Cerro Valdivia son casi Ias úní­cas capas conservadas de la seriecarbónica. En el Ia do Sur el CertoValdívia puede observarse como talesconglomerados y otras camas bajasdel con jun t o de arenis cas descansansobre las rocas m etamórficas del ba­sa m ent o. Pero en algunos de estospequeños afloramientos, media entre

Ias 'r oca s del basamento y los con­g;lomerados de la cubierta un detritusacumulado, que es poco resisten te, ypresenta confusa estratificación cru­zada procedentes 'pri n cipa lm en t e dees qu istos micáceos. La serie carbó­nica rodea algunos de los flancos delCerro Valdivia, de tal manera quedebe haber constit.uído una cubiertacontinua sobre todo el basamento, en­cima de las mismas rocas metamór­ficas y e rupti vas de las- laderas pe­

ñascosas. Esto también se infiere delespes or considerabl e de ~aserie deconglomerados , an-eniscas y otros s e­dimentos referidos aJ Ca rbón ico, loque, a la Ipa r , puede considerarse co­mo indicio de una gradual extensiónde la cuenca de sedimentación. En

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Bu s V. Auscro.

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c ua nto al agente de transporte y desedime n tación, p uede decirse qu e ésteno ha sido el viento sino el aguaconriente. Apoyan esta conc lusión nosólo la estratificación sino también elcontor no anguloso de los granos decua rzo y otros minera ll es qu e cons­tituyen los sedim entos de la seri e .

9. La ser ie de los Estratos Calcha­quf es es idéntica en cua nto a susca ra cterís t icas esen·cia les, a la deouras comarcas no dis tantes de laPrecordillera. Se compon e de s edi­m entos terrestres qu e en los alred e­dores del Cerro Va.ldí vin son engra n parte gruesos, como puede ver ­se en los n1u:lllerosos bancos de con­gloínera dos intercalados en t r a sodt­mentas arcillo - aren osos. En esto laser ie cal chaquí se difer en cia esenc ial­men t e del Terciario de compos ic iónmá s uniform e qu e, a cor ta di stanciadel Cer ro ValdiV'Ía , constituye unazona ancha c ubr ie ndo el Pal eozoi coe xpues to al nacien te de la Si er ra

Chica de Zonda. La serie ca loh aquíde la coma rc a del Cerro Valdivia estásepara da de Ia serie de las areni sca sy otras capa s referidas al Carbónico.por una gra n lagu na . Se hallan susafloramientos en lomadas s it ua das a lSur y SE del Ce r ro Valdí vía, dondese disponan con lige ras di s cordanciassobre diferentes grupos de arenisca sy demás sedime nt os de Ia porción in­ferior de la oubíerta. No hay crt t ertopara afi rmar que el Terciario r ep re­senta enterame nte l a es pesa sucesiónde los Estratos Ca.lcha qu íos, descri tapar Gro eber del ex t re mo Norte de laSierra Ohica de Zorida, esto es , deUl I ún y alred ed or es , pero su esc asadislocación comprueba qu e los movi­mi entos t ectónicos del T erciario su­perior no han hecho se n ti r sus efec­to s 'en la coma rca del Cerro Valdíviay 10 mí smo se desprende para todomovimiento qu e 'puede haber ocurri­do de spués d e la fo rmación de la sareniscas del Carbó nico y a ntes dela de los Estratos Calchaquies.

IllllLIOGUAFIA

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