revista de la asociación de arqueólogos profesionales de

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35 PRÁCTICA ARQUEOLÓGICA revista de la asociación de arqueólogos profesionales de la república argentina 2 (2): 35-51 (2019) ISSN: 2618-2874 Estudios de impacto e investigación arqueológica: una experiencia complementaria en Tapi Aike (sur de la Provincia de Santa Cruz, Argentina) Sebastián Matera, Lisandro López, María Cecilia Pallo y Natalia Andrea Cirigliano Recibido 18 de febrero de 2020, aceptado para su publicación 15 de abril de 2020. Sobre los Autores SEBASTIÁN MATERA Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Buenos Aires (FFyL-UBA). correo electrónico: sjmatera@ gmail.com LISANDRO LÓPEZ Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Buenos Aires (FFyL-UBA). correo electrónico: [email protected] MARÍA CECILIA PALLO CONICET - Instituto Patagónico de Ciencias Sociales y Humanas (IPCSH–CENPAT), FFyL-UBA. correo electrónico: ceciliapallo@ gmail.com NATALIA ANDREA CIRIGLIANO CONICET – Instituto Multidisciplinario de Historia y Ciencias Humanas (IMHICIHU). correo electrónico: naticirigliano@ hotmail.com Los trabajos publicados en esta revista están bajo la licencia Creative Commons Atribución - No Comercial 2.5 Argentina. RESUMEN A partir de un estudio de impacto arqueológico en el área denominada Tapi Aike, dentro de la provincia de Santa Cruz (Argentina), se conformó un equipo de trabajo entre los arqueólogos que realizaron el estudio e investigadoras que trabajan en áreas próximas a la región. En este texto se presentan los primeros resultados sobre la arqueología del área a partir de un análisis distribucional de los materiales líticos registrados durante el estudio de impacto realizado. Los relevamientos hechos demostraron un alto valor arqueológico del área de Tapi Aike, dando cuenta de heterogeneidad artefactual y de materias primas líticas, gran profundidad temporal de la ocupación humana y la vinculación con áreas cercanas. ABSTRACT From an archaeological impact assessment in the area called Tapi Aike, within the province of Santa Cruz (Argentina), a work team was formed by the archaeologists who conducted the study and researchers working in nearby areas in the region. This paper presents the first results on the archeology of the area based on a distributional analysis of the lithic materials recorded during the impact study carried out. The surveys demonstrated a high archaeological value of the Tapi Aike area, accounting heterogeneity of artifacts and lithic raw materials, great temporal depth of human occupation and the connection with nearby areas. Palabras clave: estudio de impacto ambiental arqueológico, investigación, cazadores-recolectores, Patagonia meridional. Keywords: archaeological impact assessment, research, hunter-gatherers, Southern Patagonia. INTRODUCCIÓN El área de Tapi Aike se ubica entre los 50° 59´ y 51°30´S, dentro del departamento Güer Aike, en el sur de la provincia de Santa Cruz (Figura 1). El área abarca una superficie aproximada de 5.186 km 2 , ocupada actualmente por numerosas estancias de diferente extensión. Comprende principalmente sectores planos (100 a 500 msnm) de estepa patagónica oriental y en menor medida de ecotono bosque-estepa hacia el oeste, con parches de bosques de ñire (Nothofagus antárctica). A comienzos de 2018 se llevó adelante un estudio ambiental de base en la concesión de Tapi Aike que tuvo como propósito determinar el estado actual del área de estudio y de los factores ambientales que la componen, en relación al desempeño de la actividad hidrocarburífera y las prácticas desarrolladas por una operadora en el área. A tal efecto, se realizó una caracterización de base del área en sus aspectos físico, biótico y antrópico, que incluyó un estudio arqueológico que tuvo por objetivos: a) brindar una descripción arqueológica inicial y general para el área; b) evaluar el potencial arqueológico y las características de la distribución artefactual en la zona, y c) realizar las recomendaciones necesarias para la protección del patrimonio cultural. El trabajo incluyó un estudio de antecedentes de la zona y el contacto con investigadores que realizan trabajos en áreas próximas,

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PRÁCTICA ARQUEOLÓGICArevista de la asociación de arqueólogos profesionales de la república argentina

2 (2): 35-51 (2019) ISSN: 2618-2874

Estudios de impacto e investigación arqueológica: una experiencia complementaria en Tapi Aike (sur de la Provincia de Santa Cruz, Argentina)Sebastián Matera, Lisandro López, María Cecilia Pallo y Natalia Andrea Cirigliano

Recibido 18 de febrero de 2020, aceptado para su publicación 15 de abril de 2020.

Sobre los AutoresSEBASTIÁN MATERA Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Buenos Aires (FFyL-UBA). correo electrónico: [email protected]

LISANDRO LÓPEZ Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Buenos Aires (FFyL-UBA).correo electrónico: [email protected]

MARÍA CECILIA PALLOCONICET - Instituto Patagónico de Ciencias Sociales y Humanas (IPCSH–CENPAT), FFyL-UBA.correo electrónico: [email protected]

NATALIA ANDREA CIRIGLIANOCONICET – Instituto Multidisciplinario de Historia y Ciencias Humanas (IMHICIHU).correo electrónico: [email protected]

Los trabajos publicados en esta revista están bajo la licencia Creative Commons Atribución -

No Comercial 2.5 Argentina.

RESUMENA partir de un estudio de impacto arqueológico en el área denominada Tapi Aike, dentro de la provincia de Santa Cruz (Argentina), se conformó un equipo de trabajo entre los arqueólogos que realizaron el estudio e investigadoras que trabajan en áreas próximas a la región. En este texto se presentan los primeros resultados sobre la arqueología del área a partir de un análisis distribucional de los materiales líticos registrados durante el estudio de impacto realizado. Los relevamientos hechos demostraron un alto valor arqueológico del área de Tapi Aike, dando cuenta de heterogeneidad artefactual y de materias primas líticas, gran profundidad temporal de la ocupación humana y la vinculación con áreas cercanas.

ABSTRACTFrom an archaeological impact assessment in the area called Tapi Aike, within the province of Santa Cruz (Argentina), a work team was formed by the archaeologists who conducted the study and researchers working in nearby areas in the region. This paper presents the first results on the archeology of the area based on a distributional analysis of the lithic materials recorded during the impact study carried out. The surveys demonstrated a high archaeological value of the Tapi Aike area, accounting heterogeneity of artifacts and lithic raw materials, great temporal depth of human occupation and the connection with nearby areas.

Palabras clave: estudio de impacto ambiental arqueológico, investigación, cazadores-recolectores, Patagonia meridional.

Keywords: archaeological impact assessment, research, hunter-gatherers, Southern Patagonia.

INTRODUCCIÓN

El área de Tapi Aike se ubica entre los 50° 59´ y 51°30´S, dentro del departamento Güer Aike, en el sur de la provincia de Santa Cruz (Figura 1). El área abarca una superficie aproximada de 5.186 km2, ocupada actualmente por numerosas estancias de diferente extensión. Comprende principalmente sectores planos (100 a 500 msnm) de estepa patagónica oriental y en menor medida de ecotono bosque-estepa hacia el oeste, con parches de bosques de ñire (Nothofagus antárctica). A comienzos de 2018 se llevó adelante un estudio ambiental de base en la concesión de Tapi Aike que tuvo como propósito determinar el estado actual del área de estudio y de los

factores ambientales que la componen, en relación al desempeño de la actividad hidrocarburífera y las prácticas desarrolladas por una operadora en el área. A tal efecto, se realizó una caracterización de base del área en sus aspectos físico, biótico y antrópico, que incluyó un estudio arqueológico que tuvo por objetivos: a) brindar una descripción arqueológica inicial y general para el área; b) evaluar el potencial arqueológico y las características de la distribución artefactual en la zona, y c) realizar las recomendaciones necesarias para la protección del patrimonio cultural.El trabajo incluyó un estudio de antecedentes de la zona y el contacto con investigadores que realizan trabajos en áreas próximas,

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lo que permitió generar un corpus de información previa. Seguidamente se llevó a cabo un relevamiento en campo a partir de una metodología distribucional que incluyó 116 estaciones de muestreo en las distintas geoformas del área, y que resultó en el registro de una muestra de más de 2.300 artefactos distribuidos en forma de grandes sitios, concentraciones y hallazgos aislados en superficie. El estudio abarcó grandes extensiones del interior de Tapi Aike no investigadas hasta la fecha y permitió, además, la identificación de sectores de alta sensibilidad arqueológica (evaluada a partir de la frecuencia, extensión y riqueza de los conjuntos artefactuales). Debido a lo novedoso de los primeros relevamientos en el área y la alta sensibilidad arqueológica registrada en algunos puntos del espacio, se conformó un equipo que integra a los profesionales que realizaron el estudio ambiental en el área e investigadoras que trabajan en sectores próximos, a fin de generar un programa que involucre el estudio arqueológico sistemático de la zona. En este trabajo se presentan los primeros resultados sobre los materiales relevados como parte del estudio ambiental realizado en Tapi Aike, y se discuten sus características a la

luz de la tecnología lítica implementada y las materias primas principalmente explotadas por grupos de cazadores-recolectores que ocuparon el área en tiempos pasados. También se plantean cuestiones referidas a la escala temporal de la ocupación humana en el área y la integración de estos espacios con otras áreas próximas. Finalmente, se reflexiona sobre la importancia de la integración de los estudios de impacto arqueológicos (tomando la denominación en un sentido general que abarca las distintas formas de la arqueología de contrato) y los trabajos de investigación en el área de estudio y los espacios próximos.

EL ÁREA DE ESTUDIO

En el área de estudio están representados varios paisajes característicos de la Patagonia extra-andina, observándose el predominio de una cobertura vegetal de estepa arbustiva (Oliva et al. 2001). La región presenta un clima templado-frío y semiárido, caracterizado por intensos vientos provenientes del oeste (Coronato et al. 2017). En líneas generales, el relieve se encuentra dominado por geoformas glaciarias, fluviales y poligenéticas. Hacia el noroeste, se observan morrenas y geoformas glaciarias asociadas de

Figura 1. Localización del área de estudio. Imagen elaborada por los autores.

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estadios Inicioglacial, Gotiglacial y Daniglacial (Cobos et al. 2016), disectadas por sectores de planicies aluviales y cañadones. Cerca del límite oeste del área relevada, se destaca la laguna Esperanza, que con una superficie aproximada de 16 km2 es el cuerpo de agua de mayor superficie dentro de la zona de estudio. En el sector suroeste, se observan geoformas de pedimentos y pedimentos disectados, y planicies y terrazas glacifluviales. La laguna de mayor dimensión del sector es la laguna Travesía, con una superficie aproximada de 4 km2, en la zona central, destacándose también diversos cauces tributarios del río Coyle, asociados en algunos casos a humedales, vegas o mallines. En el sector este se observan planicies estructurales con cubiertas de gravas, con áreas de planicies aluviales y cañadones, y, en el margen sureste, terrazas fluviales. Se destacan en el paisaje el brazo sur del río Coyle, el arroyo Chorrillo Los Vascos y el cañadón Corpen Aike.

Desde un punto de vista fitogeográfico, se destacan cuatro unidades ecológicas (Oliva et al. 2001). Hacia el norte y en el este del área de estudio se observa un extenso sector de matorral de mata negra (Mulguraea tridens) pudiendo ser muy denso o intercalado por la estepa graminosa seca, en un paisaje en general plano. Hacia el centro del área de estudio, existe un gran sector de estepa graminosa xérica, dominado por la presencia del coirón fueguino (Festuca gracillima), acompañado por coirón blanco (Festuca pallescens) y cola de zorro (Hordeum sp), que suele ocupar cañadones, bajos de deflación y márgenes de lagunas asentados sobre terrenos planos u ondulados. En el sector suroeste del área de estudio, la estepa graminosa húmeda predomina sobre terrenos mayoritariamente ondulados y se encuentra dominada por el coirón fueguino, la mata negra fueguina (Chilliotrichum diffusum) y el calafate (Berberis buxifolia) (Figura 2). Finalmente,

Figura 2. A) Sector de matorral de mata negra, B) Vista de la estepa graminosa xérica, y C) Vista de la estepa graminosa húmeda con presencia de mallín. Imágenes de María Schenone.

se observa un sector relictual de bosques de ñire (Nothofagus antarctica) sobre el borde oeste, en las proximidades de la Ea. Cancha Carrera.

ANTECEDENTES

El valle del río Coyle, sobre la margen noreste del área de Tapi Aike, es la cuenca más importante asociada al área de estudio. El valle fue descripto como una de las grandes

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vías potenciales de circulación de poblaciones humanas entre la vertiente atlántica y la cordillera, a partir de trabajos concentrados en las cuencas superior y media. Sobre las cabeceras del río Coyle, los estudios arqueológicos desarrollados en la sierra Baguales registran ocupación humana a partir del ca. 9800 cal AP y hasta momentos del Holoceno tardío (Borrazzo 2008; Borrero et al. 2007), y una tendencia decreciente en la intensidad ocupacional hacia el occidente (Borrero et al. 2006). En la cuenca media del Coyle se efectuaron trabajos sobre la base de su segmentación en terrazas y fondos de valles, con el propósito de reconocer el paisaje arqueológico característico del área (Belardi et al. 2006; Carballo Marina et al. 2000-2002, 2011). A partir de una densidad artefactual regional muy baja, se considera que el uso humano del espacio fue poco intenso. Las investigaciones dan cuenta de la preeminencia del uso de las rocas locales para la manufactura de artefactos y el predominio de desechos de talla, núcleos y raederas. Se observa un importante componente expeditivo vinculado con la distribución homogénea y la alta disponibilidad de materias primas líticas como dacitas, rocas de grano fino oscuras (RGFO sensu Charlin 2005), andesitas y rocas silíceas (Carballo Marina et al. 2000-2002; 2011). Según las investigaciones, el uso poco intenso de la cuenca media del Coyle se vincularía con la circulación de las poblaciones humanas entre los principales cursos fluviales de la macrorregión, los ríos Santa Cruz y Gallegos, hacia el final de Holoceno tardío. “Este patrón recién habría cambiado en momentos históricos, donde la incorporación del caballo redujo la movilidad residencial (ver Goñi 2000). Luego, la confinación en reservas como la de Camusu Aike termina de quebrar los patrones de movilidad con efectos determinantes sobre la continuidad social y biológica de las poblaciones cazadoras- recolectoras” (Carballo Marina et al. 2011: 220). Cabe destacar que algunos de los trabajos realizados en la cuenca media del

río Coyle utilizaron información proveniente de estudios de impacto ambiental en la zona (Belardi y Carballo Marina 2003; Carballo Marina et al. 2011). En particular, Belardi y Carballo Marina (2003) realizaron una base de datos tafonómicos sobre guanaco (Lama guanicoe) y choique (Pterocnemia pennata), para estimar el grado de superposición y mezcla potencial de restos óseos procedentes de contextos arqueológicos y aquellos depositados naturalmente. En la zona centro-oeste del área de estudio, Pallo y Borrero (2015) han realizado trabajos con el objeto de evaluar las características arqueológicas y la circulación humana prehistórica en un sector boscoso del área de Cancha Carrera, en la cuenca del río Guillermo. Los trabajos distribucionales en la zona muestran que la mayoría de los sitios arqueológicos, las concentraciones y los hallazgos aislados se localizan sobre las planicies, y en menor medida en la cima de pequeñas colinas o mesetas entre sectores llanos. La evidencia registrada en los sitios abarca una amplia variedad de materiales que incluye restos óseos de guanacos, fragmentos de valvas de moluscos y artefactos líticos (yunques, raederas, raspadores, morteros), algunos manufacturados sobre materias primas de procedencia no local, como obsidiana negra y gris, y acompañados por lentes de carbón. A partir de sus estudios estiman que el área puede integrarse a los rangos de acción de grupos que se concentraban en el oeste y que explotaban tierras orientales a través de un sistema logístico de uso del espacio. Señalan a Cancha Carrera como una zona de uso esporádico, esto es “un sector apropiado para circular, particularmente durante las estaciones no invernales” (Pallo y Borrero 2015: 322). La cronología para la ocupación humana en Cancha Carrera se concentra en momentos finales del Holoceno tardío (L´Heureux y Borrazzo 2016; Pallo y Borrero 2015). En relación con la información histórica, la zona habría tenido un uso reiterado como ruta de

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paso y exploración, principalmente conectando el valle del río Vizcachas hasta el lago Toro en Chile y el valle del río Guillermo. Los relatos etnográficos también señalan la presencia de las tolderías del cacique Francisco Blanco o Paynakan en el valle medio del Vizcachas, entre el extremo septentrional de la sierra del Cazador y el cordón Baguales, entre 1892 y 1907 (Martinic 2000:92 y Fuentes y Amengual 2002 [1897]:245–246, en Pallo y Borrero 2015). Finalmente, hacia fines del siglo XIX y comienzos del XX, se inicia la instalación de estancias ganaderas en diferentes sectores argentinos, como las nacientes del río Turbio y la sierra Del Cazador, y chilenos, como el valle del río Don Guillermo y en el nacimiento de sierra Dorotea, entre otros. Por otra parte, la demanda cada vez mayor de tierras por parte de inmigrantes de distintos orígenes motivó la creación de reservas indígenas en Patagonia sur (Barbería 1995). En proximidades al área de Tapi Aike se encuentra la Reserva Tehuelche (Aonikenk) de Camusu Aike, creada en el año 1898 (Barbería 1995). Ésta es la primera reserva en el territorio de la provincia de Santa Cruz y se ubica sobre el cañadón homónimo que desemboca en el sector

central del brazo norte del río Coyle. En el área de esta reserva se recuperó gran cantidad de material arqueológico correspondiente a momentos históricos, entre los que se destacan los raspadores de vidrio y de gres (Belardi et al. 2006, 2013; Carballo Marina et al. 2000-2002, 2011).

Tapi Aike en el Contexto Regional

Este trabajo apunta a analizar, desde una perspectiva distribucional, las característi-cas ocupacionales y tecnológicas derivadas de los materiales recuperados en Tapi Aike, siendo que se trata de una gran área clave en la arqueología regional. Esto se sustenta en la localización intermedia de Tapi Aike entre distintos espacios previamente investigados por otros autores (ver antecedentes), junto con su presencia entre dos nodos poblacio-nales con distintas firmas arqueológicas y espacialmente diferenciables que han sido identificados en el extremo sur de Patagonia meridional (Figura 3). En relación con esto último, el modelo biogeográfico utilizado para explicar el uso del espacio por grupos de cazadores-recolectores móviles en Pata-

Figura 3: Localización de Tapi Aike en una posición intermedia respecto de los espacios asociados a los nodos poblacionales identificados en Patagonia meridional (elipses). Imagen elaborada por los autores.

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gonia sur continental, plantea que allí existie-ron dos nodos poblacionales, al menos desde el 3.500 AP. Las principales líneas de eviden-cia, cuya distribución sirvió para avalar esto, son las materias primas y las técnicas utiliza-das para la manufactura lítica, los motivos ru-pestres, los valores de isótopos estables sobre restos óseos humanos y los recursos marinos (e.g., Barberena 2008; Borrero y Barberena 2006; Borrero et al. 2001; Charlin y Borrero 2012; Charlin et al. 2011). Los estudios a esca-la amplia de estos marcadores arqueológicos permiten diferenciar la expresión espacial de ambos nodos: A) Por un lado, se encuentra el grupo de

sitios del campo volcánico Pali Aike (CVPA) hasta las nacientes del río Gallegos (Laguna Cóndor) y las porciones adyacentes de la costa atlántica y del estrecho de Magallanes. Este grupo, localizado en la estepa oriental patagónica y, en menor medida, en el actual ecotono estepa-bosque1, se caracteriza por el predominio del uso de rocas volcánicas y la implementación de la tecnología de lascas para la manufactura lítica (Charlin 2009, 2012; Charlin y Pallo 2015; Cirigliano et al. 2020), el predominio de trazos y motivos geométricos lineales en las representaciones rupestres estilo “río Chico”2 (Charlin y Borrero 2012), y la existencia de dietas mixtas y una abundancia de restos marinos (e.g. moluscos y mamíferos marinos) que evidencian la importancia de la proteína marina en la dieta humana y la interacción del CVPA con la costa (Barberena 2002,

1 Grandes extensiones antes cubiertas por bosque andino patagónico, hoy se presentan deforestadas, con presencia de manchones de bosque relictual (Peri y Ormaechea 2013), como Laguna Cóndor (Charlin et al. 2011).2 Los primeros estudios del arte rupestre en el sur de Patagonia continental identificaron el “estilo río Chico”, caracterizado por el predominio de motivos abstractos geométricos simples, cuya uniformidad abarcaba Chile y Argentina (Bate 1970, 1971).

2008; Borrero y Barberena 2006).B) Por otro lado, se presenta el grupo de

sitios del área noroccidental al CVPA, localizados a ambos lados de la frontera internacional (Última Esperanza en Chile y las zonas circundantes a sierra Baguales en Argentina -Eas. Santa Ana, Cancha Carrera y La Verdadera Argentina-). Este grupo, localizado en sectores del bosque cordillerano occidental y del actual ecotono estepa-bosque hacia el este, se caracteriza por el mayor uso de rocas sedimentarias y la implementación de la tecnología de láminas en la manufactura lítica (e.g., Borrazzo 2008; Carballo Marina et al. 2016; Charlin et al. 2011; L´Heureux y Borrazzo 2016; Pallo y Borrero 2015; Pallo et al. 2020), el predominio de puntos y motivos geométricos puntiformes en las representaciones rupestres estilo “río Chico” (Charlin y Borrero 2012), y la existencia de dietas completamente terrestres cerca de la Cordillera (Borrero et al. 2001).

EL RELEVAMIENTO

El estudio ambiental de base incluyó la prospección superficial del área. Si bien inicialmente se había planteado la realización de un muestreo probabilístico al azar, condiciones de acceso y movilidad en campo llevaron a que el relevamiento se realice a través de un muestreo dirigido. Para ese propósito se seleccionaron estaciones de muestreo, teniendo en cuenta los antecedentes arqueológicos en espacios cercanos, el tiempo disponible y el acceso a los diferentes sectores. También fueron considerados diferentes aspectos tales como unidades del paisaje, rasgos geomorfológicos, cobertura de vegetación y tipo de suelo con implicancias sobre la visibilidad arqueológica (por ocultamiento o entierro), principalmente sobre artefactos líticos. Es importante destacar que una parte del área (sector centro-sur y suroeste) no fue relevada debido a la ausencia

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de caminos transitables y la abundante presencia de zonas de cauces y mallines. En cada estación de muestreo se realizó una prospección mediante transectas lineales de 5 m de ancho. Se realizaron 8 transectas de 150 metros de longitud de ida y vuelta hacia los puntos cardinales, cubriendo cada estación un recorrido total de 1.200 m y 6.000 m2 de superficie. En sectores donde se observó mayor frecuencia y extensión en las distribuciones de artefactos, visibilidad variable y diferentes características de paisaje, se realizaron recorridos adicionales no guiados a modos de pseudo-transectas (sensu Belardi y Borrero 1999). Las mismas permitieron efectuar observaciones, registrar nuevos hallazgos y evaluar de manera más completa la forma de las distribuciones artefactuales en la región a fin de establecer nuevos sectores de muestreos sistemáticos. Las transectas posteriormente fueron procesadas mediante herramientas disponibles en programas SIG para el cálculo de la superficie.Los hallazgos fueron registrados mediante GPS y fotografiados. También se documentaron el contexto de depositación, las condiciones de visibilidad arqueológica y la modificación antrópica o grado de impacto antrópico de cada lugar. Con respecto al material lítico recuperado en superficie, éste fue clasificado en las categorías hallazgo aislado (artefactos que se encontraron solos en un radio de 10 metros), concentración (conjunto de dos a veinticuatro artefactos en el mismo radio) y sitio (agrupamiento de veinticinco o más artefactos), sobre la base de la propuesta de Borrero et al. (1992). A su vez, se llamó sitio destacado a los conjuntos arqueológicos con características excepcionales en relación a la frecuencia de artefactos (≥100) y particularidades del paisaje asociado, frecuentemente vinculados a recursos básicos3. También fueron consideradas como

3 Es necesario aclarar que debido a cuestiones de tiempos propios del trabajo de campo y dado que se trató de un primer relevamiento, la cantidad de

áreas destacadas aquellas circundantes a sitios destacados y que se estima que poseen un alto potencial arqueológico a partir de las prospecciones realizadas, cuyo estudio deberá profundizarse4. Durante los trabajos realizados en el estudio de impacto, se llevó a cabo un primer reconocimiento de los artefactos líticos y las materias primas utilizadas para su confección, utilizando para la clasificación tecno-morfológica la propuesta de Aschero (1975, 1983) 5. Luego, en conjunto con las investigadoras de áreas cercanas, se revisó la clasificación inicial de las materias primas líticas realizada en campo sobre la base de observaciones de fotografías tomadas a los hallazgos y considerando clasificaciones de zonas próximas, lo que llevó a una nueva instancia de reconocimiento de los materiales.

RESULTADOS

En total se relevaron 116 estaciones de muestreo (con 464 transectas dirigidas y 18 pseudo-transectas) que cubrieron una superficie total de 736.525 m2, dentro de una superficie aproximada de 5.186 km2 del área de estudio (Tabla 1). Éstas se ubicaron

artefactos registrados en algunos de los sitios y si-tios destacados corresponde a un número mínimo. Por este motivo, y a los fines comparativos, estos datos fueron sistematizados en las cuatro catego-rías señaladas. 4 Las categorías sitio destacado y área destacada resultan de utilidad principalmente en el contexto de los estudios de impacto arqueológicos para el reconocimiento y la protección de áreas arqueo-lógicamente significativas. Por ejemplo, en el caso de los sitios destacados en áreas de lagunas, se se-ñaló como área destacada todo el perímetro de las lagunas y se establecieron buffers de protección. El área circundante a la Laguna Salada también fue considerado de esta forma.5 Los materiales no fueron recolectados, a excep-ción de 10 artefactos que por sus características fueron llevados a gabinete para su estudio y poste-rior acondicionamiento para entregar a la autori-dad de aplicación de la provincia.

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mayormente en geoformas de planicies estructurales, morrenas y geoformas glaciarias asociadas, y planicies aluviales y cañadones. En 54 (46,55%) de las estaciones de muestreo se encontraron artefactos líticos. Las estaciones con hallazgos corresponden en orden de importancia a las unidades de paisaje bajo (n=26; 48,15%), laguna (n=8; 14,81%), mallín (n=6; 11,11%), planicie/lomadas suaves

26 hallazgos aislados (Figura 4). Desde un punto de vista fitogeográfico, los hallazgos se registraron principalmente en el ambiente de matorral de mata negra. En ese ambiente se observaron 18 de los sitios (64,29%), cinco de los sitios destacados (71,43%), 13 de las concentraciones (65%) y 24 de los hallazgos aislados (92,31%). Por otra parte, la mayoría de los eventos se registraron en sectores de planicies estructurales (42%) y morrenas y geoformas glaciares asociadas (26%) (Tabla 2).Entre los artefactos líticos predominan los desechos de talla (n=2.187; 93,6%). También se registran núcleos (n=56; 2,4%), artefactos de filos naturales con rastros complementarios –FNRC– (n=23; 1%) e instrumentos (n=69; 3%) como raederas (n=43; 62,3%), puntas de proyectil (n=15; 21,7%), raspadores (n=6; 8,7%), lascas retocadas (n=3; 4,3%), instrumentos unifaciales (n=1; 1,4%) y bifaciales indeterminados (n=1; 1,4%). En cuanto a las materias primas, en base a una primera clasificación sobre los datos apuntados, se estima una preeminencia de las RGFO en cada una de las tres grandes categorías artefactuales (desechos de talla, núcleos e instrumentos). Del total de desechos de talla, el 86,4% (n=1.891) fue clasificado como RGFO, un 10,5% (n=230) como sílice, un 2% (n=39) como indeterminadas, un 1% (n=25) como calcedonia y un 0,1% (n=2) como obsidiana. Entre los núcleos, el 80,4% (n=45) también fue registrado como RGFO, un 14,3%

Geoforma Sup (km2)Estación de

muestreo

Planicies estructurales 1336,42 24

Morrenas y geoformas glaciarias asociadas

1262,86 30

Planicies aluviales y cañadones

1088,23 23

Pedimentos y pedi-mentos disectados

787,46 3

Planicies y terrazas glacifluviales

428,64 17

Terrazas fluviales 283,22 19

Total 5186,83 116

Tabla 1. Superficie de geoformas en el área de estudio y estaciones de muestreo.

(n=5; 9,26%), planicie/borde de terraza (n=3; 5,56%), planicie/cauce efímero (n=3; 5,56%), cañadón y cauce efímero (n=2; 3,70%), y valle (n=1; 1,85%).Se registró un total de 2.335 artefactos líticos, de los cuales 867 corresponden a siete sitios destacados, 1.291 a 28 sitios, 151 a 20 concentraciones y finalmente, se registraron

Geoforma Hallazgo aislado Concentración Sitio Sitio destacado Total

Planicies estructurales 15 2 15 2 34

Morrenas y geoformas glaciarias asociadas 5 7 7 2 21

Planicies aluviales y cañadones 3 3 4 1 11

Pedimentos y pedimentos disectados - 1 - 1 2

Planicies y terrazas glacifluviales - 5 2 1 8

Terrazas fluviales 3 2 - - 5

Total 26 20 28 7 81

Tabla 2. Frecuencia de categorías de hallazgos por geoforma.

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como sílice (n=8) y los restantes como xilópalo, obsidiana e indeterminada (5,3%, n=1 de cada uno). Entre los instrumentos, el 81% (n=56) fue clasificado como RGFO, el 9% (n=6) como sílice, el 6% (n=4) como calcedonia y un 4% (n=3) como materia prima indeterminada6. Las estaciones de muestreo con mayor

6 Una revisión realizada en gabinete mediante fotografías (n=417 artefactos) permitió alertar sobre la existencia de otras materias primas líti-cas. Entre estas se reconocieron rocas de colores claros, tales como volcánicas intermedias o ácidas y silicificadas, y se logró diferenciar entre los ar-tefactos confeccionados con RGFO al menos dos orígenes (volcánico y sedimentario). Se reconoció una gran cantidad de artefactos elaborados con RGFO sedimentarias, destacándose entre estos los instrumentos de filos largos (raederas). Los datos obtenidos por medio de la observación de fotogra-fías deberán ser contrastados con nuevos análisis utilizando muestras de mano.

cantidad de hallazgos corresponden a las unidades de paisaje bajo, laguna y mallín, y en menor medida a planicies, cañadones y valles (ver Supra). Los sectores sin hallazgos corresponden generalmente a las unidades que presentan menor visibilidad arqueológica, debido principalmente a la presencia de cobertura vegetal muy densa, como es el caso de las planicies. Generalmente los hallazgos se producen en superficies afectadas por erosión eólica y fluvial, como las hoyadas de deflación y las cárcavas, de tamaños variables y asociadas a mallines, lagunas, bajos y cauces efímeros (Tabla 3). Cabe destacar, sin embargo, que en la zona sureste del área de estudio se registraron hallazgos en sectores de planicie y bordes de terraza fluviales. Este es el caso de la estación de muestreo 25, que cuenta con un sitio, una concentración y varios hallazgos aislados. Estos hallazgos

Figura 4. Relevamiento arqueológico en el área de estudio. Se muestran los sitios destacados:1) Sitio Molina, 2) Sitio Susana, 3) Mallín Los Viejos, 4) Sitio destacado 4, 5)

Sitio destacado 5, 6) La Travesía, 7) Laguna Esperanza. Imagen elaborada por los autores utilizando datos propios y de Segemar.

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pueden estar vinculados a la gran visibilidad existente en esos lugares.La información relevada en campo y la obtenida a partir de los análisis muestra que formas de ocupación humana más permanentes, intensas o redundantes parecen estar estrechamente vinculadas con sectores muy próximos a fuentes de agua. Por ejemplo, esto se observa en los sitios destacados, como las lagunas Esperanza y Travesía, cuya disponibilidad de agua permanente funciona como concentrador de recursos, al igual que las zonas de mallines y grandes bajos, aunque en estos casos, más probablemente de manera temporaria.

Sitios destacados

A continuación se describen las características principales de los hallazgos observados en los sitios destacados por ser sectores de mayor sensibilidad arqueológica.El “Sitio Molina” (sitio destacado 1) se encuentra en el sector noreste del área de estudio, en la estancia del mismo nombre, y en un área con lagunas tanto de régimen permanente como temporario. En sus sectores deflacionados, se encontraron núcleos y desechos de talla de diversas materias primas, entre ellas RGFO, rocas silíceas, xilópalo e indeterminadas. Entre los instrumentos se reconocieron puntas de proyectil manufacturadas sobre RGFO, destacándose entre ellas una punta tipo cola de pescado (López y Matera 2020).El “Sitio Susana” (sitio destacado 2) se

ubica a unos 13 km al suroeste del Sitio Molina, en un bajo. El conjunto registrado está integrado principalmente por desechos de talla confeccionados sobre RGFO y, en menor medida, por rocas silíceas. Se destaca también el hallazgo de cuatro puntas de proyectil confeccionadas sobre RGFO (n=3) y calcedonia (n=1), tratándose en todos los casos de puntas pedunculadas.Hacia el centro-norte del área de estudio se localiza el sitio “Mallín Los Viejos” (sitio destacado 3). Allí, en cercanías del casco de la Ea. Los Viejos, se registraron artefactos líticos en el borde este de un mallín asociado a un cauce tributario del Brazo Norte del río Coyle. Al estar muy próximo al casco de la estancia es factible que haya estado expuesto a la recolección de artefactos por parte de particulares, lo cual pudo haber afectado la representatividad de determinados grupos tipológicos, como las puntas de proyectil. Al igual que en casos anteriores (e.g. los sitios Molina y Susana), los materiales se encuentran expuestos en sectores erosionados que presentan muy buena visibilidad arqueológica. Se destaca la existencia de núcleos, desechos de talla e instrumentos (e.g. raedera, raspador), generalmente manufacturados sobre RGFO, y en menor medida sobre sílices y calcedonias. También en el centro-norte del área de estudio, el sitio destacado 4 se localiza en un área de cuenca endorreica formada por varios bajos y lagunas temporarias. De acuerdo con la presencia de núcleos y desechos de talla principalmente en RGFO y en menor medida

Unidad de depositación Hallazgo aislado Concentración Sitio Sitio destacado Total

Hoyada de deflación/Cárcava 11 8 13 2 34

Cañadón/Cauce/Valle 0 2 1 0 3

Laguna 3 3 9 3 18

Mallín 0 3 1 2 6

Planicie 12 4 4 0 20

Total 26 20 28 7 81

Tabla 3. Frecuencia de categorías de hallazgos por unidad de depositación.

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sílice, obsidiana e indeterminada, se trataría de un sitio-taller. A su vez se reconocieron siete raederas (seis de ellas manufacturadas sobre RGFO, y una sobre materia prima indeterminada) y un raspador de sílice. Sobre la margen noroeste del área de estudio, en un sector de mallín, bajos y laguna, se registró el sitio destacado 5. Aquí cabe señalar la presencia de tres raederas confeccionadas sobre RGFO sedimentaria, desechos de talla y núcleos de RGFO, y en menor medida desechos de sílice.El sitio destacado 6 corresponde al conjunto de artefactos líticos dispuestos en hoyadas de deflación sobre la margen noroeste de la laguna La Travesía, en el sector suroeste del área de estudio. Se trata de un espacio con muy buena visibilidad arqueológica, donde los artefactos líticos comienzan a observarse a pocos metros del nivel actual de la playa de la laguna, y se extienden hacia el oeste pendiente arriba por lo menos hasta unos 100 m de la costa. Se reconocieron núcleos y desechos de talla sobre RGFO y sílice, e instrumentos formatizados. Entre los últimos se destaca una punta de proyectil pedunculada de tamaño mediano en RGFO volcánica y raederas manufacturadas sobre RGFO sedimentarias e indeterminadas.El sitio “Laguna Esperanza” (sitio destacado 7), está situado en la costa sudeste de la laguna permanente de gran tamaño que lleva el mismo nombre, hacia el oeste del área de estudio. Se observaron artefactos líticos expuestos en hoyadas de deflación en un sector de la costa, a unos 10 m del nivel actual de la laguna y cerca de un pequeño mallín y cauce que drena hacia la misma. Entre los artefactos se reconocieron núcleos y desechos de talla en RGFO y rocas silicificadas, e instrumentos formatizados, principalmente raederas manufacturadas sobre lascas y en menor medida láminas u hojas. Se identificaron tres raederas sobre RGFO sedimentaria, una sobre RGFO volcánica, una sobre RGFO indeterminada y una de roca volcánica ácida.

PRIMERAS CONSIDERACIONES Y PERSPECTIVAS FUTURAS

Este trabajo brinda un primer aporte para el conocimiento arqueológico del área de Tapi Aike, cuyos espacios no habían sido relevados hasta el momento. A pesar de la visibilidad arqueológica diferencial, la señal arqueológica general para el área es significativa. En líneas generales, se observan grandes variaciones en las categorías de hallazgos a nivel de las geoformas y de las unidades de depositación. En estos dos últimos niveles del paisaje, los sectores de planicies tienden a mostrar una mayor relación con evidencias de asentamientos efímeros, al paso o de corta duración. En cambio, los espacios próximos y/o en las márgenes de fuentes de agua (ríos, arroyos y lagunas) y con alta productividad natural, como los mallines, definen probablemente ocupaciones más redundantes. La importancia del agua y de la productividad primaria de los espacios seleccionados para el asentamiento humano, en particular para formas de ocupación de mediana a larga duración, también ha sido señalado en sectores próximos (Barberena 2008; Borrero et al. 2006, 2008; Borrazzo et al. 2019; Carballo Marina et al. 2008; Pallo 2017)7. En este sentido, lo observado en Tapi Aike puede asimilarse a la tendencia reconocida en la escala macrorregional del extremo sur de Patagonia meridional. Cabe destacar, sin embargo, que los sectores relevados próximos a puestos y/o cascos de estancias, están muy expuestos a la recolección de artefactos por parte de particulares (como el caso del sitio “Mallín Los Viejos”), lo cual puede haber afectado la representatividad de

7 De hecho, estudios al norte del río Deseado, des-de la zona costera del Golfo San Jorge hasta las mesetas y cañadones del interior, también seña-laron la importancia de bajos o cuerpos de agua temporarios, proponiendo que esos espacios de concentración de nutrientes temporarios pudieron haber condicionado la configuración de rutas y/o circuitos de movilidad (Ratto y Carniglia 2013).

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determinados grupos tipológicos o materias primas entre los materiales. La tecnología lítica en Tapi Aike se destaca por la presencia de dos tipos de instrumentos formatizados, que son los más representados en la muestra artefactual. En primer lugar, los instrumentos de filo largo retocados unifacialmente sobre lascas y en algunos casos sobre láminas u hojas (Figura 5). Los mismos fueron principalmente asignados al grupo tipológico de las raederas y presentan la más alta frecuencia entre los instrumentos. El diseño de estos artefactos varía en cuanto a la distribución espacial, extensión de los retoques sobre los filos, el ángulo del bisel y las materias primas utilizadas. Otros instrumentos formatizados por retoque unifacial son los raspadores y las lascas retocadas, observados en menor frecuencia. En segundo lugar, entre los instrumentos confeccionados bifacialmente se destaca el grupo tipológico de las puntas de proyectil, asociadas con actividades extractivas (Figura 6). En todos los casos se trata de puntas pedunculadas, aunque con variación en los diseños respecto del tamaño, la forma del limbo y de las aletas, probablemente asociado a distintos sistemas de arma y cronología (Banegas et al. 2014). Por ejemplo, están representadas puntas de

proyectil asignadas a los períodos Bird I, IV y V. En particular, se destaca el hallazgo de una punta cola de pescado en el Sitio Molina, asignada al período I de Bird, la cual aparece en distintos sitios de Patagonia meridional asociada a contextos culturales estratificados, datados principalmente durante la transición Pleistoceno-Holoceno (Bird 1988; Massone y Prieto 2004; López y Matera 2020; Martin et al. 2015). Las raederas y las puntas de proyectil aparecen integrando los diferentes loci arqueológicos. Se presentan en mayor frecuencia en sitios destacados, aunque en diferente proporción, pudiendo indicar diferencias en el uso del espacio que deberán ser analizadas en futuras investigaciones, incluyendo también la incidencia del sesgo introducido por las posibles recolecciones de materiales llevadas a cabo por particulares en algunos de estos contextos. Por ejemplo, en sitios como Laguna Esperanza y La Travesía fueron observadas casi únicamente raederas, y una sola punta de proyectil en el último sitio, mientras que en los sitios Susana y Molina se observaron puntas de proyectil y no fueron registradas raederas. Raederas y puntas de proyectil pudieron ser parte del equipo personal (Binford 1979; Ratto 1994) de los cazadores-recolectores que

Figura 5. Algunos artefactos observados durante los relevamientos en Tapi Aike. A) Raederas (1, 2 y 4) y FNRC (3); B) Núcleo de obsidiana; C y D) Concentraciones de artefactos. Imagen elaborada por los autores.

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se movilizaban en el área.Cabe señalar que a pesar de las referencias del uso de estos espacios por parte de los cazadores-recolectores durante tiempos históricos, no se encontraron hasta la fecha evidencias de utilización de materia prima correspondiente a estos momentos (vidrio, gres) para la manufactura de los artefactos, tal como fuera mencionado para la reserva de Camusu Aike (Belardi et al. 2013; entre otros). No obstante esto, no se descarta el papel de ciertos aspectos derivados del muestreo, como la imposibilidad de acceso a ciertos espacios del área, por lo que será importante integrar nuevos estudios sobre sectores aún no relevados.Hasta el momento, tampoco se encontraron evidencias de arte rupestre en Tapi Aike. Respecto de este punto, serán de interés los resultados que se obtengan a partir de nuevas prospecciones, sobre todo en la porción sudoeste del área de estudio, donde existen geoformas de planicies y terrazas glacifluviales cuya disponibilidad de afloramientos rocosos podría ofrecer soportes aptos para la realización de manifestaciones rupestres, tal como ha sido observado en áreas circundantes (Charlin y Borrero 2012; Manzi y Carballo

Marina 2012; entre otros).Por otra parte, y tal como se mencionó anteriormente, la información procedente de Tapi Aike es de interés por su localización intermedia entre dos nodos poblacionales con distintas firmas arqueológicas y espacialmente diferenciables en el extremo sur de Patagonia meridional: el CVPA y el área noroccidental al mismo (Charlin et al. 2011). Hasta el momento, las materias primas líticas identificadas (RGFO sedimentarias y volcánicas) y las tecnologías implementadas en Tapi Aike (hojas y lascas), permiten estimar una conexión con ambos nodos. Mientras la presencia de producción laminar sobre rocas lutíticas (RGFO sedimentaria), característica del nodo poblacional noroccidental al CVPA (Borrazzo 2008; Charlin et al. 2011; Pallo y Borrero 2015; Pallo et al. 2019, 2020), advierte sobre la conexión de Tapi Aike con grupos localizados en esos espacios, la existencia de lascas manufacturadas sobre RGFO volcánicas, más típicas del CVPA y los espacios asociados a él (Borrazzo et al. 2019; Charlin 2009; Cirigliano et al. 2020) permite estimar una vinculación con grupos asentados en la estepa oriental del extremo sur continental. En la escala macrorregional, la conexión de

Figura 6. Puntas de proyectil observadas durante los relevamientos en Tapi Aike. A: Punta cola de pescado. Imagen elaborada por los autores.

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Tapi Aike con espacios localizados hacia el norte ha quedado demostrada por la presencia de la obsidiana negra de Pampa del Asador (Espinosa y Goñi 1999). A esto se añade la importante profundidad temporal de Tapi Aike, evidenciada a partir de los hallazgos de puntas de proyectil que pueden ser asignadas a los períodos I, IV y V propuestos por Bird (1988).A futuro, se espera profundizar en las estra-tegias tecnológicas implementadas por las poblaciones cazadoras-recolectoras en Tapi Aike, principalmente a partir del reconoci-miento de la estructura de los recursos líti-cos. Esto servirá para realizar comparaciones entre éste y otros sectores próximos, en par-ticular aquellos correspondientes al valle del río Coyle (Belardi et al. 2006; Borrero et al. 2006). También permitirá establecer de ma-nera más integrada un análisis sobre el regis-tro arqueológico de Tapi Aike con los dos no-dos poblacionales previamente identificados en el extremo sur de Patagonia meridional (Charlin et al. 2011). De especial valor será avanzar en las investigaciones del sector cen-tro-suroeste del área de estudio, que presenta características geomorfológicas disímiles res-pecto de los sectores ya relevados, y por esto mismo, puede aportar novedosos e interesan-tes datos.Finalmente, este trabajo es el resultado de la integración de los análisis y experiencias de-rivados de las prácticas profesionales origina-das en estudios de impacto e investigación. El contacto entre profesionales, la integración de la información y la difusión de resultados fue beneficioso para el desarrollo de la arqueo-logía de la región, ya que generó un aporte novedoso y abrió distintas líneas de investi-gación sobre las ocupaciones humanas en el área de Tapi Aike.

AGRADECIMIENTOS

Queremos agradecer especialmente por su colaboración y apoyo a Marisa Kergaravat, María Schenone y Luis Borrero. También

a los evaluadores del manuscrito, quienes aportaron importantes comentarios para mejorar este trabajo.

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