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Revista de Comunicación Educativa Octubre - Diciembre del 2011 Edición N° 1

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Revista de Comunicación EducativaOctubre - Diciembre del 2011

Edición N° 1

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Ángela Aragón Fotografía y [email protected]

Juliana AriasPeriodismo y Redacció[email protected]

Juan Camilo EcheverryPublicidad y [email protected]

Juliana Gallo Periodismo y Diseño Grá[email protected]

Pablo HenaoPeriodismo y Fotografí[email protected]

Ana María Muñoz Redacción de textos y [email protected]

Juan ZapataDibujante e [email protected] Julián SalazarDiseño Gráfico y Fotografí[email protected]

La Astilla en el Ojo es un colectivo conformado por estudiantes de la Universidad Tecnológica de Pereira y la Universi-dad Católica de Pereira. Sus principales propósi-tos son incentivar el pensamiento crítico y promover el talento de la región por medio del trabajo periodístico y artístico de todos los jóvenes participantes.

Se ha visto que la pro-ducción de arte y perio-dismo es basta en la ciu-dad, sin embargo, estas creaciones se quedan limitadas a lo académico o personal. Por esto, La Astilla en el Ojo ve nec-esario la creación de un espacio donde cir-cule la comunicación y la educación, desde el colectivo y las personas participantes.

La finalidad de este proyecto es fundar una comunidad dedicada a la comunicación educa-tiva desde diferentes di-mensiones: académicas, periodísticas, artísticas y, por ende, políticas. Es una forma de satisfacer el ánimo de creación que tiene la comunidad aca-démica.

Carlos MarínFlores y Café

Christian Bohórquez¿Para qué leer? Propósi-tos de Lectura.

Hernán Ramírez (artista no-oyente) Entrevista

Julián MontoyaNo-Espacio

Diego Leandro MarínLas Ciudades del Fútbol

Vladimir VelazquezRebelión minera.

Dufay Bustamante“la poesía es el canto del lenguaje” (entre-vista)

Hugo Andrés ArévaloVen ConmigoUna Mujer que me Caló Hondo

Carolina HidalgoViaja Pequeña en las plumas de la lechuza

Daniel ValenciaLa Mariposa Negra.

Juan Miguel RamírezMisantropía del Ojo

Eduardo Páez HacheAnsiedad

Sara GaviriaA alguien que cruza la calle

Eliana SalgueroVida Mecánica

Karina Márquez:Agonía

Ricardo MuñozPiss and Love (entrevista)

Cesar RojasDeath

Julián MontoyaPlasticidad ciega

Oskar BethancourtBlasfemias

Carolina Miranda“La Tele” con ilustración de Juan Zapata

Jhonatan CastañoPaisaje

Colectivo La Astilla en el [email protected]

Página Web: www.laastillaenelojo.tkBlog: www.laastillaopina.tkFacebook /laastillaenelojoTwitter: AstillaenelOjo

Agradecimientos a todos los artistas participantes y a los integrantes del colectivo La Astilla en el Ojo. Este proyecto ha sido satisfactorio gracias al apoyo de toda la comuni-dad académica.

Portada y Contraportada por Juan Zapata, ilustrador del colectivo La Astilla en el Ojo.

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locuraAmor, alegria y

Por: Diegho Ramí[email protected] especial para La Astilla en el Ojo

Hay otra trinidad que nos es enigmática y sospe-chosa en tanto igno-rada e incomprensible a través del tiempo y pese a los esfuerzos, todos vanos, que hemos hecho humanamente para al-canzar alguna especie de brillantez que rebaje la oscuridad y que simul-táneamente redima el precario entendimiento que tenemos sobre el amor, la alegría y la locu-ra.

La sospecha y enigma que despierta tal triada introduce la dimensión de lo desconocido y mar-ginal, de lo sospechoso e incierto. La mayoría de las quejas, sí hemos escuchado bien, ponen de relieve todo ese os-curo mapa mental de lo intrigante, lejano, ajeno y extraño. Hombres y mujeres, sin excepción, poseen quejas sobre el carácter nebuloso del amor, la alegría y la locura. De entrada cada uno puede preguntarse ¿Qué los hace extraños, negros y nebulosos? ¿Qué los hace ajenos, in-comprendidos y descon-ocidos? ¿Cuáles son las

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razones por las cuales el amor, la alegría y la locura quedan coloreados en el mismo dibujo de lo misterioso?

Osada es toda clase de respuesta que se dé, sin embargo no por la osadía hay que retroceder en el intento y esfuerzo por saber algo de esa triada que se anuda, justamente, a través de un misterio aún explayado en el plano de nuestra razón. En virtud de esto, se fabrica una historia de sucesos sobre el argollado entre amor, alegría y locura. Sabemos, por lo menos por la experiencia, que el amor es correlativo a la alegría en un senti- do: el amor la produce, es decir, provoca esa especie de

sensación feliz que se caracteriza por invadir el cuerpo y hacer pensar que todo mejora, se

compone o se arregla.

Sin embargo, con esa unión también queda enganchada, sin que lo sepa-mos con claridad ni a simple vista, cierta ignorancia incapaz de re-

ventarse con tan sólo un pinchazo de aguja. El amor, al producirse alegremente, ignora algunas cuestiones irremediables de la existencia y en especial la eterna falta deser que nos determina, lo que

significa que nunca estamos del todo completos, sino que, más bien, siempre es-

tamos cernidos a una inconformidad que es irremediable.

El amor, según esto, se comporta como el mejor tapón humano para resanar, imaginariamente, ese vacío de ser, por lo cual la alegría se produce a manera de una sensación de llenura que el amor alcanza en la vida de casi todos los hombres y mujeres. La alegría misma es una forma de ignorar, a pesar de su positiva valoración social, aquella condición humana de

incompletud y por ello, de cierto modo, se acepta que la alegría sea una manera de coser o remendar el ojal que abierto en el centro del ser para aliviarel dolor y la mor-tificación que ello produce cuando se cree existir.

La locura, por su parte, es atraída por el nudo imantado que forman el amor y alegría. El amor: por arbitrario, súbito y epifánico, por sorpresivo y no calculado, por irracional e incontrolable, por no discriminar entre las diferencias sociales y por no discernir con-sideradamente entre las voluntades humanas, es asociado a la locura en la medida en que ésta es una alteración de la razón, del curso esperado o lógico de los acon-tecimientos y de la planeación deliberada de las cosas, actos y encuentros.

La locura se une al amor en un sentido más preciso: el la pasión. Por un lado, es la pasión la que hace loco al amor, es decir, es ella la que lo hace una experiencia ma-siva, de arenas profundas para sumergirse, de frenesí y cierta ceguera. El amor es in-vidente en la medida en que él nunca ve más allá de sí mismo y no se percata del agujero sobre el que se para, o mejor, sobre el que flota. Por no ver más allá de sí mismo, el amor puede catalogarse, metafóricamente hablando, como el lazo más autista de todos por la inclinación notoria de los amantes hacia una soledad y presunta actitud antisocial, puesto quea él sólo le interesa su pequeño cuadro de baile y su aparente dúo de goce, descartando y desvirtuando por ello, las más de las veces, los vínculos con otros.

El amor es fuerte como una locura, como una ignorancia. Los amantes como los locos desconocen la dimensión de su falta, pues ambos creen sentirse completos: uno por loco y el otro por enamorado, aunque ambos engañados por el fantasma de seres totales.

El enamorado como el loco no sabe nada de su falta y por eso, precisamente, es alegre. Aquí, para nosotros, se revela algo principal: es la ignorancia de nuestro vacío lo que da su esencia a la alegría. Los amantes son felices por ignorar, así como el loco lo es por no saber. Tanto el amante como el loco viven la felicidad por creer que viven la totalidad. Cioran, de alguna forma, se ocupó de tal complicidad entre el alegre y el loco, él dijo: “Cuando hemos agotado los pretextos que incitan a la alegría o a la tristeza, llegamos a vivirlas, ambas, en estado puro: nos igualamos así a los locos...”

La ingenuidad del amor es la misma ingenuidad de la locura, lo que consiste en cierta posición incauta que en ambos casos conduce a la alegría. Posible es pensar que ésta aparece cuando se deja de sentir el vacío o, dicho de otro modo, la vacuidad del ser. Eso empuja, digamos que afortunadamente, a cierto esclarecimiento sobre lo que pasa cuando se está alegre y cuando adviene la sensación de felicidad que, por

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ejemplo, tanto se busca en el mundo.

La alegría acontece cuando el vacío que nos es correlativo esignorado, obviado y dejado de sentir, aunque temporalmente, como aquello mortificante o molesto. La alegría emerge cuando aparece el amor, tan loco como casi siempre, y cuando aparece la locura, siempre loca sin excepción. La alegría se da cuando algo se pone en el lugar del vacío haciendo las veces del corcho cuya función esencial es la de cerrar el boquete de las botellas que hubiesen permanecido abiertas históricamente.

Por eso, la alegría es posible como una suerte de sensación de hallazgo, es decir, sensación de haber encontrado o alcanzado algo como un corcho para rellenar el vacío y quedar, como dije antes, totalizado. También, es la sensación de haber hal-lado el objeto para completarse, o puede decirse, para satisfacer la inconformidad que insistía. El amor, entonces, es una de las experiencias que aparece en la vida humana causando alegría yhaciendo sentir que por fin se tiene aquello con lo cual se subsanala incompletud, por lo cual el amor funciona como el matrimonio perfecto entre la botella y el corcho.

El amor, la alegría y la locura tienen que ver, y especialmente por su forma de argollarse, con un cerramiento de esa falta que a todos determina y, en esa medida, sus fun-

ciones son generalmente de relleno. Esto puede resumirse diciendo que el amor, la

alegría y la locura tienen como fun-ción hacer semblante

de satisfacción y completud. De al-

guna forma:cuando e l a m o r

i g n o r a la falta m i e n t e p o r

omisión, la alegría por su

parte engaña por igno-rar la falta a la que encubre y la locura

goza por inocente, apasionada y delirante.

Se tratan, el amor y la alegría, de un fino en-cubrimiento sobre la fisura propia del sujeto, un encubrimiento que,

como es típico en el amor, tiene forma de cortina de humo, poesía y caricias, entrega ciega y efectos especiales, cortinas para aislarse de la mirada de otros y hasta la búsqueda de intimidad y vida secreta tras el uso de lentes oscuros. La alegría, siem-pre sonriente, encubre la mueca que sabemos que ya está marcada en el alma por efecto de la tragedia subjetiva que implica esa falta mortificante, dolorosa y penosa. Y la locura, sin desfachatez, es ciega de lo que otros ven al ocuparse sólo de sus visiones, de sus trabajos e impases de ermitaño, al ocuparse de la pasión enamorada de su delirio que, felizmente, suple su descarnado agujero de sinsentidos.

Pero, hay que lanzar un par de halagos, sólo un par para no excederse. Por un lado, encubrir es probablemente uno de los más finos y sobresalientes logros de la sub-jetividad humana, encubrimos por estructura las mortificaciones a través del amor, la alegría e incluso mediante la locura, pero encubrimos como si fuera esa nuestra función principal en la vida. Los alegres enamorados como los locos de remate, en-cubren artificiosamente su propio fraccionamiento, sus seres partidos y quebrados, sus ruinas sin restauración y encubren, como si estuviesen en el teatro, aquello que falta en su libreto, que no saben actuar, que no está dado por el maquillaje y que, a momentos, se deja ver, sentir y escuchar como un quejido a-semántico.

Por otro lado, tanto los encubrimientosdel amor como los de la locura, son una forma de creación e invención para velarel drama del que se compone nuestro ser. Por ello, el amor es de las creaciones más solidarias hechas por el sujeto para revestir sus marcas, abismos, perversiones y faltas, para en-cubrir la fisura infinita que, en caso de la locura, es revestida sólo por los delirios capaces de poner en historia las imágenes alucinadas que siendo siniestras pueden pasar a ser con-ciliadoras.

Y, para finalizar, es el invento de esos encubrimientos sub-jetivos los que, por fortuna, hacen de almohadilla entre el

sujeto y los otros con el fin de amortiguar los golpes que con-stantemente van y vienen entre ellos, para atenuar el impacto de sus

faltas, incoherencias y enigmas, rarezas yotredad. El amor, como invento encubridor, tiene como función adicional permitir el enlace al otro, es decir,

argollarse, acercarse y convivir con él, pues si no fuera así el mundo de las rela-ciones entre sujetos sería unaguerra de fricciones y mellas, destrucción, devoración y de una descarga pulsional sin límite que llevaría, inevitablemente, a la siniestra masacre del uno por el otro.

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Flores y Cafe

Por: Carlos Marí[email protected]

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Desde hace 50 años José Octavio y María Nidia se levantan muy tempra-no, para ejercer su labor de campesinos, la cual aprecian y de la que se sienten orgullosos (se puede notar en sus ros-tros); es gracias a esto que han logrado salir adelante y cuidar a su nieto de 9 años.

José Octavio mantiene su finca en buen estado, se encarga de cosechar, procesar y luego ven- der el café que él mismo ha sembrado; también siembra algunas matas de plátano, yuca, entre otras. Es un hombre al que no le gusta estar sentado haciendo nada, pues siempre le gusta estar ocupado mientras se trate de mantener su finca de la mejor manera que se pueda.

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María Nidia, su esposa, se encarga de los ofi-cios caseros; aunque también le gusta coo- perar con los gastos de su hogar, para esto se ha conseguido un di- nero extra que invirtió en unos pequeños pol-los y que en un futuro piensa revender; una de sus mayores pasiones son las flores que cuida como si fueran parte de la familia y por esto ha logrado tener uno de los mejores jardines de la vereda.Aunque algunas vec-es han pasado crisis económicas, los dos jun-tos se las han arreglado para levantarse y seguir adelante, aunque no tengan muchas como-didades tampoco les ha tocado aguantar ham-bre o cosas por el estilo, esto gracias al empeño que le colocan a su tra-bajo de cada día.

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¿Para qué leer? Cono-cimiento, información, entretenimiento o vicio inexplicable; por supues-to cada aficionado a la lectura tiene su propia razón. Con la pregunta me refiero en cambio al segmento poblacional escolar que se encuen-tra obligado a leer pero que carece de las ra-zones para el encuentro con los libros por propia voluntad, y también a la comunidad educa-dora que se halla obli-gada a hacer leer a sus estudiantes pero que no cuenta con motivos claros y específicos que expliquen por qué la formación lectora es im-portante. El resultado: se imparte un proceso educativo irreflexivo en donde el acto de lectu-

ra se convierte en una orquesta de autómatas que decodifica palabras.

Leer es hoy un inapela-ble imperativo moral den-tro del aparato social y educativo. ¡Hay que leer! –Afirman todos– ¿Por qué? –No se escucha una precisa respuesta–. Lo que sí existe, en lugar de los codiciados argu-mentos, es un sinnúmero de aforismos morales que sin dar razones dan mo-tivos: “Porque es la difer-encia entre el jinete y su caballo”. Frases como esta pretenden única-mente un control de la conducta, alimentando el sesgo irreflexivo de esta actividad.

Hay que leer. ¿Por qué? Tal vez porque todo el

mundo dice que es así y porque lo hacen los in-telectuales y los país-es que son potencia y tradición cultural, tec-nológica e industrial. De pronto en la afanada carrera nacional de sac-ar adelante el país no se ha permitido el tiempo de reflexionar por qué se hacen las cosas.

“Por qué leer” es una pregunta que se toma demasiado elemental para que los licenciados e intelectuales en for-mación se ocupen de ella dentro de la aca-demia, y por eso sus dis-cusiones se centran en otros asuntos más sub-limes y elevados. Luego, dentro de la labor edu-cativa, el curso final de esta serie de factores

Para que leerCristian Bohórquez [email protected]

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es que al respecto la enseñanza se centra en un solo objetivo: que los estudiantes tengan contacto con los libros, porque lo esencial, el por qué hacerlo, parece es-tar ya muy claro.

El resultado es un des-perdicio de las utilidades que pueden brindar los textos para desarrollar múltiples procesos cog-nitivos y hasta compe-tencias sociales y emo-cionales. Sucede porque la comunidad educativa (tanto docentes, como administrativos y hasta padres de familia y es-tudiantes) vive en la creencia de que el solo hecho de leer (con con-

centración, empeño y/o entusiasmo) basta para desarrollar tales habi-lidades. Del mismo modo se tejen otras creen-cias, como que la mayor cantidad y grueso de libros recorridos es di-rectamente proporcional al desarrollo de la inteli-gencia.

En el país se considera que los índices de lectura son bajos cuando no es precisamente así. Lo que es bajo en realidad es el provecho que se obtiene del más pequeño texto, lo que repercute en los mínimos desempeños de la población colombiana en su relación con la lectura.

En consecuencia de lo anterior, este artículo pretende exponer una serie de Propósitos de la Lectura. La siguiente serie no ambiciona ser un listado de criterios que den última palabra en el asunto; mejor busca abrir la reflexión, discusión y proposición constante sobre la cuestión plant-eada: para qué leer en la escuela. El orden de los factores expues-tos no implica jerarquía alguna. Leamos en la escuela: Para fortificar habilidades lógicas plas-madas en el hallazgo de la coherencia entre los hechos: la percepción de causa-efecto entre las acciones, relaciones de tiempo-espacio en-tre las circunstancias y seguimiento del refer-ente-correferente. • Para agudizar la com-

prensión del tejido de hechos que es el mundo, otro texto, por la intelección de la madeja de ideas que es el texto, otro mundo relativo al an-terior según las teor-ías cognitivas de co-herencia, esquemas

mentales y modelos de situación.

• Para optimizar las capacidades sintác-ticas y semánticas mediante un eslabo-nado proceso de pro-ducción textual.

• Para ampliar la destreza fonética (pronunciación) y de recepción (escucha).

• Para que el estudi-ante cuente con la oportunidad de des-cubrir y desarrollar preferencias por tipos de lecturas, temáti-cas, autores, estéti-cas y demás.

• Para usar el texto como laboratorio so-ciológico y desar-rollar competencias humanas, no sólo so-ciales y cívicas sino también las excluidas pero urgentes com-petencias emocion-ales.

• Para que el docente cuente con un labo-ratorio textual en el cual contextualizar y demostrar las te-orías de la lengua y

del lenguaje que de otro modo quedan en abstracto, como la gramática, las cat-egorías gramaticales, las tipologías, micro-estructuras, macroe-structuras y supere-structuras textuales.

• Para proponer un punto de partida e inspiración desde el cual el educando ge-nere sus proyectos de re-creación de la temática, la obra y la estética desde la ex-ploración personal y creativa por el uso de la escritura o de otros lenguajes artísti-cos, lo que implica así mismo la exploración y aprendizaje de la misma lengua y de otros lenguajes como los pictóricos, corpo-rales, musicales, etc.

• Para brindar alterna-tivas de información ante la ola de “pseu-

doinformación” que bombardea desde los medios masivos tendi-entes a la brevedad y falibilidad.

• Para fomentar esce-narios de discusión crítica, de relación in-tertextual y de com-paración, argumen-tación y proposición de ideas.

Finalmente, es posible que falte nombrar varios propósitos entre los diez anteriores. No obstante, el objetivo principal es dejar abierta esta dis-cusión y, sobre todo, que antes de cualquier lectura en un escenar-io educativo esta for-mación se oriente con un propósito claro y pre-viamente definido.

Este artículo pretende exponer una serie de

Propósitos de la Lectura... busca abrir la reflexión, discusión y proposición

constante sobre la cuestión planteada: para

qué leer en la escuela.

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Hernan Ramirez

BejaranoEsta entrevista recoge las cualidades de un apasiona-do por el diseño gráfico y la fotografía. Él nos cuenta cómo ha sido su vida como persona no-oyente.

La Astilla en el Ojo: Desde su nacimiento ¿cuál ha sido la historia como no oyente?

Hernán Ramírez Bejarano: Mi vida inicia el 12 de febrero de 1982 sordo de nacimiento; mi mamá me llevó al médico y me detectaron sordera profunda. Mi rehabilitación se llevó a cabo en el instituto de audiología; gracias a éste pude tener mi rehabilitación. No ha sido nada fácil sobre todo para mi familia tener a una persona con este tipo de discapacidad en ella.

AEO: Tenemos Entendido que tiene una hermana con problemas de audición HRB: Si es mi hermana Gemela, Luisa. Ella estudia Diseño Gráfico en el American Bussines y se gradúa en diciembre.

AEO: ¿Ha sentido algún rechazo en el contexto universitario?

HRB: Dentro del campus he encontrado cierta afinidad y mucha interacción con mi grupo. Obviamente, gente que no me conoce de otras carreras, me tratan como un retardado mental; al inicio esto trató de enojarme pero no, ya lo he podido entender. La comunicación con mis compañeros es muy buena y eso es lo más importante, por ahora todo es muy normal.

AEO: Teniendo en cuenta la ley de inclusión, hemos sabido que a la UTP, diferentes personas con esta discapacidad, han ingresado a la carrera, sin embargo, se ha visto un amplio número de deserción ¿Cómo ha llevado usted este proceso para no desertar como sus compañeros y mantenerse hoy en día en la universidad?

HRB: La verdad no ha sido nada fácil. El primer semestre sobre todo, las materias eran muy teóricas e incluso las de español, como textos 1, se convirtieron en un problema...

[email protected]

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DIbujos e ilustraciones por Hernán Ramirez Bejarano26 27

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Sandra, Paola y Mauricio, quienes iniciaron conmigo, no encontraron lo que buscaban y se desmotivaron al enfrentarse a una segunda lengua como lo es el español, la cual es muy complicada. Ante esto decidí, y gracias a la ayuda de Mónica Villanueva, que me dio un asesoramiento y un acompañamiento dándome unas bases muy claras para fortalecer mi proceso, al igual que Jaime Andrés ballesteros que también ha sido fundamental en mi paso por la universidad, poder continuar y contar hoy con una tranquilidad y una calma para seguir estudiando.

AEO:¿Qué ha pasado con los compañeros que ingresaron con usted en esta carrera?

Yo mantengo en permanente contacto con ellos, Paola vive en Cartago y ahora está estudiando en el Sena pero sin intérprete, es algo lastimoso y difícil ya que por el lugar en que vive no han podido conseguir intérprete. Mauricio actualmente está estudiando diseño gráfico en el American Bussines, Mónica se fue para España y Sandra está estudiando Artes visuales en la UTP.

AEO: Ya que tocamos el tema del Diseño Gráfico, ¿Qué lo motiva a ilustrar, dibujar y cuáles temas son los que más le gustan?

Pues al principio no tenía ni idea sobre alguna inclinación o algo, pero ahora he encontrado que lo abstracto me llama mucho la atención y es lo que he tratado de fortalecer. Me gusta crear muchas cosas en base a la exageración. Acá hay muchos trabajos de estudiantes muy buenos, entonces me gusta tomarlos y observarlos y así crear en base a ellos, igual que la fotografía, me gusta combinar.

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AEO:¿Qué temas le llama la atención?

Las exageraciones; me gusta hacer reír, causar ese impacto en las personas, que sea algo bien gracioso. También algo de crítica, que los gobiernos no quieran abusar de nosotros. Me gustaría llegar a ser un gran caudillo, por decirlo así.

AEO:¿Cómo es el proceso para dibujar; lo hace en físico y luego la pasa al computador o dibuja directamente en el computador?

Inicialmente lo hacía directamente en el computador, pero encontré muchas dificultades; entonces ahora tomo un bosquejo, hago un dibujo, tomo una fotografía, lo escaneo y ya trabajo en el computador.

AEO:¿Cómo ha sido su experiencia en asignaturas como radio que exigen unas condiciones específicas?

Ha sido bastante complicado y me ha causado mucho estrés. La idea principal es concientizar al docente de un nuevo diseño curricular en este caso. Pero el docente me dice que yo tengo que estar ahí pendiente. Para un ciego sería muy fácil, mi problema es la audición y en este tipo de asignaturas se hace muy difícil. Me parece interesante y creo que puede ser beneficioso pero para mí condición no le veo ningún sentido, la veo más como por aprender y tener algún concepto, pero realmente me aburre.

AEO:¿Cuáles son las ramas que más le gustan de la Licenciatura o como se perfila en esta carrera?

Mi perfil se enfoca más a la enseñanza de diseño y fotografía.

AEO: En la universidad se han venido dando unas clases de lenguaje de señas donde usted es el

docente ¿todavía se están dando estas clases? Y ¿Cómo consiguió esto?

Lo que se hizo fue como un ensayo, algo muy básico en la lengua de señas; se enseñó sobre animales y el alfabeto; algo para comenzar. Se buscaba concientizar al oyente y despertar en ellos el interés de aprender la lengua de señas. Ahora estamos en espera que bienestar universitario haga la apertura y la convocatoria para un curso de lengua de señas nivel 1 y 2.

AEO:¿Qué piensa usted como no oyente sobre estas nuevas propuestas de comunicación educativa como lo es la astilla en el ojo?

Es una buena experiencia. Cuando vi la presentación me pareció muy interesante pero me preguntaba qué era. Poco a poco con la divulgación me di cuenta que era una muy buena oportunidad.

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En días pasados dimos la bienvenida al Mundial de Fútbol Sub-20 y todo lo que trajo consigo. ¿Resulta importante pensar en esto?, sí, porque a menudo parece que en esa esférica que rueda por las canchas se resume la existencia de las sociedades contem-poráneas, ya que gracias a semejantes objetos antes y después de un partido todo se torna redondo: de las pantallas se desprenden las imágenes digitales del globo terráqueo atravesado por líneas que conforman una red como representación de la conexión mundialista; la tapa de la bebida gaseosa como patrocinador oficial destapa los estadios y de allí emergen los gritos de los aficionados como chispitas del líquido; las banderas por doquier bordeando las avenidas, los centros comerciales, los aero-puertos, los bares y los parques ambientan los espacios públicos para hacerlos más

Las Ciudades del futbol Por: Diego Leandro Marín Ossa

[email protected]

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Son muchas las perso-nas que lo disfrutan pero ubiquémonos apenas en el espectador por ahora: para él sin duda alguna es diferente la experi-encia de recepción de un partido de fútbol frente al televisor con respecto a la experiencia entre el estadio. Si es en el esta-dio llega el momento en que todos los hinchas abrazan la inmensidad de lo íntimo, a través de la gloria obtenida por el atleta-héroe que com-partida, es acariciada por todos los hinchas en un canto de fraternidad que los hace uno y a la vez únicos. El ojo, redon-do, se deja seducir por el redondo grito de gol en el oído, g r a -cias a la re-d o n - dez del

b a l ó n certero.

Ni que

decir de los ojos que miran otros ojos, de los senos y las caderas estrechas entre las camisetas y los jeans, de los músculos sudorosos, aprisionados bajo los uniformes: en el estadio el cuerpo es mediación de una experiencia sen-sorial total, en la casa la cámara subyuga al ojo y desde allí a todo el cu-erpo. Solo que en el jue-go narrativo del directo se selecciona el objeto de deseo y en el diferido se exacerba, se excede y se magnifica.

Existencia, deseo, goce y fútbol se combinan en tan variadas formas de expresión como la con-vergencia de los hinchas en las tribunas, en las salas de casas y aparta-mentos, en los parques y avenidas tomadas por la multitud para la cel-ebración o la

derrota , y tam-b i é n e n

l a s i n -

contables maneras de intervenir el cuerpo con maquillajes, vestimentas y cortes de cabello que ponen de manifiesto el carácter ritual, lúdico y festivo de este espec-táculo deportivo.

El fútbol como guerra simulada

Que de este espectácu-lo futbolístico saquen partido los hábiles com-erciantes de las emo-ciones es obvio, puesto que el fútbol ha toma-do forma con el proceso capitalista como forma racional de juego limpio y competencia sana en el seno de la ética burgue-sa. Que de esto obten-gan una imagen positiva los dirigentes de turno es previsible, más aún si encuentran en este una oportunidad para pub-licitarse y que definiti-vamente los empresarios de los clubes deportivos se queden con los divi-dendos es ese el plan.

No pretendo discutir si acaso el fútbol sus-

tituye en la actu-alidad al circo ro-mano, o si como

seguramente dirían los apocalípticos: “degen-era al individuo civilizado haciendo de este una parte de la masa igno-rante que se intoxica con espectáculos primi-tivos y vulgares”, y lo pongo entre comillas pues no comparto esta idea que está lejos de lo que representa este fenómeno hoy en día y en ese sentido pensar así, más que un punto de vista crítico, es re-duccionista.

Es mi deseo pensar en el mundial de fútbol sub-20 Colombia 2011, como un dispositivo cultural y un fenómeno de comu-nicación en el que con-vergen los diferentes discursos de las repre-sentaciones de ciudad que nos figuramos los ciudadanos, y de este modo aportar elemen-tos de discusión cuando hoy en día se han gen-erado agudos debates sobre la manera en que se dispuso a Pereira para presentarla al mundo, cosa que quizá habrá sucedido en otras urbes colombianas, como tam-bién ocurriría en el pas-

ado en otras latitudes, en el contexto de un encuentro deportivo de carácter global como el que ahora corresponde a Colombia.

Una certeza es que el fútbol es una manera singular de goce y se experimenta de difer-entes maneras, tanto los espectadores aficio-nados como los iniciados encuentran un atractivo especial en el partido de fútbol: los emblemas y banderas que se agitan al ritmo del corazón, las maneras de luchar en el terreno con táctica y estrategia a la manera de las guerras que en otro tiempo fueron cuer-po a cuerpo, las imágenes divinas y profanas de ídolos, las palabras que designan roles combat-ivos, y que están pre-sentes en el léxico nar-rativo de los periodistas: capitán, defensor o ata-cante, no son otra cosa que una forma de guerra simulada como dirían Ru-ben George Oliven y Arlei Sander Damo en su en-sayo Fútbol y cultura.

presentables; la palabra gol que se ahoga en la garganta de los hin-chas alcanza la cúpula del cielo; la gente ata-viada con la camiseta de su equipo que corea en los estadios en una comunión de voces im-provisadas se encuentra dispuesta alrededor de la cancha; la policía que rodea el estadio aden-tro y afuera; y todo lo que es redondo atrae la caricia diría Bachelard en su Poética del espacio y la redondez que no se acaricia se desea.

Fútbol y goce

Aunque el fútbol esté hecho para gozar y no para razonar, pro-

pongo reflexionar el goce que pro-

duce ese e s p e c -táculo d e l d e -seo.

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El fútbol como milagro colectivo del ingenio

Pero el goce dentro y fuera de la cancha de-pende del punto de vista desde el cual se mire el fútbol y de la in-tensidad con la que se disfrute. Incluso para los espectadores ocasion-ales como yo resulta in-quietante, por ejemplo como asunto simbólico y por ello observo que: para quien sale de la casa, el fútbol permite el encuentro fortuito en los espacios públicos, la unión pasajera en la es-tación del nacionalismo, y veo como alrededor de la cancha a tenor de las reglas de juego se an-hela el milagro colectivo, ¿cuál?: la constatación del ingenio humano en forma de jugada magis-tral, y aunque a menudo resulte paradójico el dis-frute del juego ingenio-so con respecto a los malos resultados, (ese encuentro extraño en-tre goce y ganancia, y entre goce y pérdida), se puede decir que el fút-bol en su triple condición (juego, espectáculo y empresa), alimenta las

pasiones pero también las frustraciones, lo que nos lleva a reflexio-nar, como lo señaló en su momento Estanislao Zuleta, la manera como aprendimos a desear. En este caso la manera como deseamos las ciu-dades del futbol.

Las ciudades del fútbol deseadas.

Dice Ítalo Calvino en su célebre libro Las ciu-dades invisibles que “la ciudad se te aparece como un todo en el que ningún deseo se pierde y del que tú for-mas parte, y como ella goza de todo lo que tú no gozas, no te queda sino habitar ese deseo y contentarte”. En esta ciudad como objeto de-seado cada pereirano es esclavo de la ciudad que sueña. Y esos sue-ños pueden convertirse en pesadillas en las que tomen forma las ciu-dades que cada uno de-sea.

Quizá la ciudad limpia y aséptica: sin basuras, ni indigentes, ni perros callejeros, sin prostitu-tas, ni ladrones, ni gente que pida dinero en los semáforos, una ciudad ordenada y disciplinada en la que se respete la hora de la comida en fa-milia, la hora para asistir a la misa, la hora para entrar y salir del trabajo y para ocuparse de los niños en casa: quizá sea una ciudad conservada al interior de una burbu-ja de cristal. Una ciudad luminosa.

Tal vez la ciudad caóti-ca: atiborrada de mural-las, rejas y alambrados, que no se conecta en-tre sectores barriales por lo menos de forma física, urbe en la que no se sincronizan los modos de laborar y conseguir el sustento diario y en la que se diversifica el goce. La ciudad oscura.

Por qué no la ciudad caleidoscópica de la

que nos hablara el es-critor Rigoberto Gil, una ciudad de laberintos y sorpresas, en constante ebullición y transfor-mación, en la que con-viven de manera simul-tánea los espacios luminosos, los oscuros y las penumbras. Una ciudad esperpéntica diría el escritor Rodrigo Argüello. Es en últimas la urbe Latinoamericana. Una ciudad tejida con los hilos de las historias oficiales, de los relatos literarios, las anécdotas de migrantes y los chis-mes de barrio.

Su arquitectura no mani-fiesta otra cosa distinta a los miedos y los anh-elos de los ciudadanos. Sus rutinas son cercanas a los modos de vida de las gentes. Esconderla, maquillarla, presentarla a partir de los precep-

tos del city marketing es una manera de sin-tonizarla con el turismo global. Y sin embargo esto no concluye con la ciudad ideal.

Aunque no sea de nues-tro total agrado, la urbe presenta asuntos so-ciales latentes, que se hacen patentes (evi-dentes) con fenómenos como un encuentro mundialista. Nada es perfecto, estos proble-mas como la grata ex-periencia del fútbol se hacen visibles, porque hacen parte de nues-tra realidad. Quizá por esto y por mucho más Sófocles decía que las ciudades son la gente. Y

como la gente

que la habita, también la ciudad es orgánica, en ella vivimos procesos que no podemos negar y que tienen rostro y nombres propios: desempleo, po-breza, exclusión, injusti-cia. ¿Acaso hoy podemos imaginar cómo resolver-los, así como imaginamos la urbe que deseamos presentar al mundo? Lo dirá mejor la historia de nuestra ciudad, sus gentes que la inventan día a día, que las im-ágenes y los magos del marketing.

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La Rebelion Minera

Por: Vladimir Velá[email protected]

Estas fotografías fueron tomadas en Marmato, Caldas, el 14 de mayo y en Bogotá el 27 de abril durante la marcha de mineros.

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La Astilla en el Ojo: ¿Ricardo Muñoz, usted a qué se dedica? Ricardo Muñoz: A observar, a dibujar, a estar. AEO: ¿En este momento se encuentra estudiando?

RM: Estoy terminado artes, pero me he salido hace como tres

semestres. No estoy muy contento con la carrera, no cumplió con las expectativas que plantea el programa de la Licenciatura en Artes Visuales en la Universidad Tecnológica de Pereira, entonces estoy buscando nuevos horizontes por otro lado.

AEO: ¿De dónde nace la idea de que

esos horizontes se vean reflejados en exposiciones temáticas para diferentes tipos de públicos? RM: La idea siempre está ahí. Con la necesidad de estar creando pero mostrando y no guardando esas creaciones, sino organizando esas muestras para poder seguir desarrollando

Piss

En esta entrevista, el artista Ricardo Muñoz nos cuenta sobre su última obra “Piss and Love”. Esta obra fue expuesta en la Alianza Colombo Francesa (sede Pereira) durante los meses julio y agosto. Con éste trabajo, Ricardo narra su visión perversa de la infancia desde la estética de lo feo y lo horrorífico.

and LovePor: Ricardo Muñoz [email protected]

Fotografía por Rodrigo GrajalesIlustraciones por RIcardo Muñoz72 73

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Título: Pinocha maldita mentirosa. Tinta y Grafito sobre papel. Titulo: Aire de familia, 115x160 cms. Carboncillo sobre papel..

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otros proyectos, Abriendo puertas. AEO: ¿Con quien ha sido la alianza para empezar a desarrollar los diferentes proyectos? RM: Con la Universidad Tecnológica en apoyo al aporte cultural. Pero desde siempre con una compañera, Liliana Estrada, quien es una maestra que me ha ayudado mucho en este proceso de creación de diferentes conceptos. Fue ella quien encendió esa chispa para que yo creyera en lo que hago. Recientemente estuve desarrollando una pasantía bajo la tutoría de Juan Mejía un maravilloso dibujante el cual abrió nuevos umbrales en cuanto a la creación plástica, visual y de concepto. AEO: ¿Cómo le fue con la última exposición que se llevó a cabo en el mes de Julio y Agosto? RM: Muy bien. Se cumplió con los objetivos que quería, además genero irreverencia. La

exposición se llama “Piss and Love”, la cual trata de la memoria de la infancia, de esos lugares siniestros e inhóspitos de ésta misma. Trata un poco de lo feo, de lo sucio, de lo tosco, de los íconos infantiles pervertidos. Es como todo un imaginario personal y universal, fusionado con el horror, lo siniestro y lo perverso como categorías estéticas. AEO: ¿Cuál ha sido su técnica artística base para realizar sus proyectos?

RM: El dibujo, siempre me ha acompañado. La mayoría de obras son sobre papel, en diferentes formatos y técnicas, y van de la mano con la ilustración. Mi idea ahora es buscar nuevas formas y medios para jugar con el dibujo. Trabajar con el dibujo expandido en el arte contemporáneo, por ejemplo con el cuerpo, con objetos, pude ser efimero.

Titulo: LOVE. Tinta y collage sobre papel.

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Comunicacion visual Entrevista

Fotografía de la exposición Piss and Love en la Alianza Colombo Francesa (Pereira)

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Título: Boy. Tinta sobre papel. .19 x 21cms Yo amo a Mickey (Pinocho). Mixta sobre papel. 123x105cm.

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AEO: ¿Qué piensa de las caricaturas? RM: En la serie reciente el lenguaje de la ilustración está. Pero no se queda solamente en eso. Me interesa como medio mas no como finalidad. AEO: Nos hemos enterado de que en su desarrollo conceptual artístico tiene planeado dentro de muy poco tiempo viajar a Brasil RM: Sí, ese es el resultado de lo que he hecho hasta ahora. De la constancia y perseverancia de las pequeñas cosas que uno realiza no desde la academia sino desde la vida misma. Este viaje es una beca del ICETEX que se llama “Jóvenes talentos”, la cual se desarrolla a nivel nacional. Entonces son nueve meses en Brasil, a estudiar Arte Contemporáneo. AEO: ¿Cuáles han sido las influencias para la creación de sus obras?

RM: En el arte contemporáneo se aplican unos códigos como lo son el fragmento, la multiplicidad y muchos otros elementos importantes, entonces como te digo ahí hay horror vinculado a este momento histórico, lo siniestro y artistas hay demasiados... es una mezcla de artistas y por ejemplo el proyecto reciente fue muy vinculado con la literatura e influido por los diferentes

escritores tales como: Yasutaka Tsutsui, William Burroughs, Patricia Higsmith entre otros.

AEO: ¿Qué es lo que le inspira? RM: Todo. La inspiración puede estar en cualquier lugar, en tí, en una casa, en todos sus momentos, es la vida, Todo está ahí, pero hay que descubrirlo, despertarlo.

Título: HISTORIA N° 1. Mixta sobre papel. 170 x 250 cms

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Título: Pene pequeño. Tinta sobre papel. 15 x 20 cm.Título: El Momento Heróico del Error.

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Título: Bamby. 183 x 125 cm

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AEO: ¿Usted piensa que el arte en Pereira se limita a sólo grafitis como piensan algunas personas? RM: No, para nada. Y más bien he visto pocos grafitis buenos. Aquí hay personas muy dedicadas al performance, al dibujo, a la pintura. La nueva generación está dando muchísimo material de referencia y pues hay otros dos compañeros de Pereira que se ganaron esta misma beca para Brasil y España hace unos años y estos personajes tienen bastante profundidad artística desde la propuesta de cada uno de ellos. Esa nueva generación que se está construyendo aquí es muy buena y viable desde diferentes caminos del arte.

AEO: ¿Qué le parecen los nuevos escenarios de Comunicación Educativa que surgen en Pereira y no solamente hablando desde La Astilla en el Ojo? RM: Hay que aprovechar estos espacios de divulgación. Es muy importante hacerlo con todo el profesionalismo y con calidad, con un nivel completo de participación de la comunidad.

Título: La Carretilla.

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Título: Mona. 150 x 110 cms.

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DeathPor: Cesar Rojas

[email protected]

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Plasticidad CiegaPor: Julián [email protected]

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Comunicacion visual Fotografia de concepto

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Blasfemias Por: Oscar Bethancourt [email protected]

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Soy quién llena los vacíos de tu casa con los colores más mágicos que hayas visto, y al mismo tiempo quién se burla por verte sonreír afirmando que crees todo lo que te digo. Soy quién recorre hasta lo más profundo de tu cerebro, manipula tus emociones y las más delirantes reacciones. Soy la silla vacía y lo

Soy fantasma, soy po-eta, soy bailarina, soy amante, soy mujer, soy hombre, soy destino, soy pasado, soy futuro, soy presente, soy mentira...soy más de lo que pu-edo ser, de hecho no se si sea, más bien estoy hecha, "más que prefab-ricada". Soy la última nota que desafina en el penta-grama.

Escrito por: Carolina Miranda [email protected]

Soy la historia, soy la vida, soy la lucha, la lu-cha perdida. Soy la lujuria, soy la soberbia, soy la vanidad divina de tu alma. Soy las ideas de otros, soy basura y pocos viven sin mí, yo diría que nadie. Soy quién se pregunta, ¿qué hacer con tanta locura, vacío y soledad?.

Att: La teleque está en frente de ella, nunca confundida, siempre confundiendo, pero no soy más que tu propio vacío. Soy todo lo que necesi-tas, soy la ventana por la cual dices buenos días y buenas noches al mundo, soy la caja ne-gra en la que depositas lo que eres, lo que odias, lo que amas, lo que jamás serás.

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Paisaje Por: Jhonathan Castañ[email protected]

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Dufay Bustamante, es un poeta participante en el Festival Luna de Locos en la ciudad de Pereira. La Astilla en el Ojo decidió hablar con el y conoció su trayecto-ria en el mundo de la literatura. Y presenta una obra que hizo en especial para la primera edición de La Astilla en el Ojo.

“Se cae el recipiente y

quedan senaladas todas las fechas por accidente” Por: Dufay Bustamante

[email protected] especial para La Astilla en el Ojo

La Astilla en el Ojo: ¿Cuál fue la principal motivación que lo llevó a escribir poesía?

Dufay Bustamante: Una inquietud vital primero, preguntarme por lo de siempre. Los temas que mueven a la humanidad: la muerte, la libertad, el sentimiento, la música, la sociedad y las carac-terísticas que uno iden-tifica en la época que le tocó.

AEO ¿Para usted qué es la poesía?

DB: El canto del lenguaje. Es el compromiso con la vida y la verdad desde el lenguaje y la imagen es-crita.

AEO: ¿Cómo ha sido su trayectoria como po-eta?

DB: Está llena de mati-ces. He sido un tipo muy intenso, que goza de la juglaria. Mi poesía ha sido una poesía hecha en el diálogo con la gente. He identificado la imagen poética, no desde el ex-ceso de imaginación y de creatividad sino en el día

a día, en el movimiento de la vida misma.

AEO: ¿Cómo fue la ex-periencia en el Festival Internacional Luna de Locos?

DB: Muy grata la experi-encia. Me ha dejado una sensación de pertinen-cia. Es un festival en el que preparan a la gente, a los estudiantes de los colegios y a los oyentes de la poesía para que no sea tan ajena. En mi caso, fue como volver al nacimiento de mis prim-eras imágenes, volver al contexto donde soñé los primeros versos a de-volver la reflexión.

AEO: ¿Qué tipo de po-esía lo ha influenciado?

DB: La urbana, la amo-rosa, la política, que a veces se mezclan muy bien en boca y en manos de escritores como Jaime Sabines, Raúl Gómez, Juan Gelman o Benedet-ti. Ahora leo otras cosas (a Jattin nunca lo dejo de leer).

AEO: ¿Sobre qué temas les gusta escribir, a

parte de los que ya nos ha mencionado?

DB: Me gusta escribir sobre el cine, sobre la pintura y el dibujo. Sobre la erótica como filosofía, el eros, me interesa -¿se considera erótico?- (Ri-sas)-. Sí, sin erotomanía.

AEO: Usted ahora nos contaba , que utiliza el recurso de la imagen para escribir poesía, ¿cómo sería la conexión entre la imagen y la po-esía?

DB: La poesía es una de las fuentes de imágenes más importantes. Uno puede tener también fi-jaciones lingüísticas, es como fijarse en los usos del lenguaje y poner estos elementos en un discurso y utilizar la len-gua misma como poesía. También está el recurso de la imagen que puede ser simbólico o fotográ-fico a través de la poesía y comunicar. ¡Qué video!

AEO: Nos contaba ahori-ta también de lo de las proyecciones de las im-ágenes que hace para proyectar y no para im-

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Concepto visual por Ricardo Munoz, Dufay bustamante y Laura Jimenez120 121

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primir…

DB: Tengo un proyecto que se llama “Proyector del Voz y Gestos de Cielo y Suelo” y la idea es no imprimir nada sino sola-mente proyectar como si fuese la mente, porque la mente proyecta y vi-siona. La misma cabeza es un medio, “los ojos son la cámara”, la voz puede ser un proyector de so-nido; como para burlar un poco lo de los medios de comunicación y hacer humanismo como si uno fuera el mismo medio.

AEO: ¿Cómo ve la pro-ducción en el campo de la poesía desde la ciu-dad de Pereira?

DB: Es vasto el panorama y me he nutrido de eso, es fascinante y lo mejor, me ha aportado en mi formación.

AEO: Además son los maestros quienes in-centivan en sus alum-nos ese amor por la po-esía desde la escuela a través de pequeños versos o pensamientos…

DB: Aquí el humor y la

grosería se generan por cierto ingenio que viene con los encuentros.

AEO: ¿Cuál ha sido el po-ema más significativo de su autoría?

DB: Es un poema sobre El Bosco, un pintor de 1455, en el que hago una tra-sladación estética entre esa época y la época actual. El poema se lla-ma “Los retratos habla-dos de El Bosco”

AEO: ¿De dónde sale la inspiración? ¿Quién es la musa?

DB: La musa es la vida, pero es ella, ella es la vida, ella también es el-los. Intento no limitar, la vida es todo el espectro humano, depende de la fijación de la persona o de su circunstancia en el mundo.

AEO: ¿Cuáles son los es-critores que más le gus-tan?

DB: En este momento de la vida, Antonin Artaud, Momo y su “Suicidado de la sociedad” creo que es el más íntegro que

he leído porque lo hace soñar a uno, lo ater-riza también, te aprieta tuercas, deshace para-digmas.

AEO: ¿Fuera de la poesía, tiene productos liter-arios de otros géneros como novelas cuentos, crónicas?

DB: Algunos cuentos que quisiera olvidar, algunos cortos, algunos filminu-tos. En la poesía uno aprende miradas, miradas diferentes y uno articu-la y quedan productos o ideas audiovisuales que uno reconoce que no son precisamente para poemas sino que pueden ser reralizados en otros medios.

AEO: ¿Ha publicado al-guna vez un libro o tiene como proyecto publicar alguno?

DB: Publiqué mi primer li-bro el 24 de Noviembre de 2009, el cual hace parte de una trilogía que se llama “Tiempo de imitación”. Este libro se llama: “Nubes de un cielo que no cambia” publica-do con la editorial La Fá-

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brica en asociación con Casa América en Madrid, un proyecto de foto-grafía y poesía que hice con un amigo. Publiqué ése y después, el mismo año, publiqué con una editorial independiente de Chile que se llama Abyecta, un poemario amoroso que lleva el nombre de “Cartas a la victoria “que estoy re-haciendo con las ilustra-ciones de Oscar Betan-court.

AEO: ¿Cómo se podría promover en una ciudad como Pereira, el desar-rollo y el sostenimiento de la poesía?

DB: Lo del micrófono abi-erto o lo del megáfono (estoy en un colectivo en Bogotá que se llama

la Comunidad del Megá-fono), ahí tenemos abi-erto el megáfono cada mes al que quiera llegar y hacer sus respectivas participaciones. Eso es una propuesta para que la gente sepa desde dónde habla, qué está hablando, para que sepa cuál es el rumbo de la poesía. Es bueno para nutrirse, para desarrol-larse, para que se mueva el panorama. Hay que fomentar las tertulias y los talleres y cuando sea pertinente fomen-tar las publicaciones, sin velar nada, sin ocultar nada, sin poner por en-cima estratos sociales o academia. Nivelar esas dimensiones para poder desarrollar y promover la poesía.

AEO: ¿Qué piensa de la propuesta en comuni-cación educativa como La Astilla en el Ojo?

DB: Tenemos que aprovechar este medio. Que su primera aparición sea contundente, que esté llena de la actu-alidad cultural, que sea algo que esté inmerso en la ciudad y entre no-sotros. Me parece muy bueno el concepto que están promoviendo, el logo me encanta. En el trabajo como escritor se habla de quebrar la mira-da, de esa inquietud que hay en la mirada y su reflexión después de lo visto. El no conformarse con eso, sino ver más allá o más acá.

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no tiene mucho dinero

para vivir bien, y ya no

le interesa estudiar. Las

personas la aburren,

siempre lo mismo. Se

hartó de ver noticas,

la televisión le parece

una bazofia. Ángela se

baja del auto y recoge

la criatura, le sonríe y le

juega. –Ven conmigo, me

has alegrado la noche-,

le cuenta Ángela al

Ángela conduce su

auto, hoy piensa

suicidarse. Son las ocho

de la noche y poco le

importa la oscuridad.

Las luces divisan una

silueta, más adelante,

un bebé. Ángela tiene

39 años, es una mujer

separada, está a punto

de ser despedida del

trabajo por su edad,

tiene 3 hijos; todos

grandes ya. Ángela

Ven pequeño ser. En la

casa, le da su biberón;

Ángela también toma.

-¿Pobre tú, cuánto

tiempo llevas en la

carretera bajo la lluvia?,

mereces algo mejor que

éste mundo-, comenta

Ángela mirando al

bebé mientras ambos

saborean el cianuro.

Por: Hugo Andrés Arévalo

[email protected]

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Una mujer que me calo hondo Por: Hugo Andrés Aré[email protected]

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Sara, la rara. ¿Que tu número es dos? De pron-to lo tenés colgado de la nariz. Es azul y blan-co, pero también café y amarillo. ¿Que qué me hiciste? Mirá vos, no ten-go la mínima idea, pero jamás he sentido silen-cios tan cómodos, como cuando sólo nos mira-mos como un cíclope el uno al otro; donde sólo hablan la saliva, los la-bios se entrecruzan y te sello con mis dientes un mordisquito furtivo. Que hago de las yemas de mis dedos dos libélu-las que quieren salir vo-lando por ese bosque enraizado de tu cabello oceánico. Que si respiro agitadamente, como un conejo huyendo de un perro es porque debo sentirme como un animal, ¿será? Pues si lo que me delata es mi respiración, mis ojos llorosos y rojos, ese ardor en las mejillas y un vacío asfixiante en la garganta, unos golpeci-tos de duende brincan-

do en mis entrañas y re-torcijones de mis venas y un inevitable pensarte a diario; creo que me es-toy enfermando, de vos. De idilios mundanos y los días que paso contigo; que tenés rasgos de psicópata-vampira. Que tenés unos ojos como agua estancada y re-lucen siempre, que dos labios que parecen dos brazos esperando para sentir el palpitar de mi corazón. Si seguís con esto no podré frenarme, detenerme; siento que voy en un tren a mil por segundo, viajando de galaxia a galaxia, buscándote en cada estación, encontrán-dote en las noches y en los días pensándote. Que es un sentimiento a la velocidad de la luz, que es efímero y eterno, que quiero que se quede. Que si me voy, me importa poco. No creo que te pu-eda olvidar tan fácil como vos decís. Si vos querés olvidarme, hacélo. Si pen-

sás que no te quiero, o que todo fue efímero o simplemente una farsa, hacé lo que querás, en realidad no me importa. Estoy satisfecho porque he dado todo lo que quiero, porque te quiero mucho y porque todo es verdadero. Puede que tenga Alzheimer pre-maturo, memoria a corto plazo, pero tengo cla-ro que tus marcas en mí están bien talladas. Si para que una per-sona sobreviva necesita el mismo tipo de sangre, vos tenés la saliva, la mi-rada, la ternura y todo lo necesario para moverme, para resucitarme. Yo no sé si me había demorado en decirte todo esto, creo que ya lo te había explicado con mis labios, con mis miradas. Pero no puedo quedarme así no más, y por eso aquí te escribo. Te adoro, mujer. Me encantás. Quiero pa-searme con vos, sentir el viento, que nos pegue el sol en las caras.

Buenos vientos.

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Todas las noches de verano y por años, una pareja de búhos llegan y se manifiestan en el carbonero que acom-paña la finca “La paz”. En un rincón del san Juan, tras la mirilla de la ventana, Lizet, hija de Antonio, agregado de la finca que pertenece a una familia amiga; se acu rruca lo más cerca posi-ble frente al árbol, para tomar la mejor posición y observar los dos amigos,

Viaja Pequena entre las ...que de no ser por ellos iría a la cama sin ninguna aventura nueva para re-cordar en sus soledades. Una lámpara de petróleo ilumina muy poco. A través de la mirilla su cíclope mirada se concentra en deleitarse en la belleza del par de aves. Nadie hubiera podido verlos con tanta excitación como Lizet, ella consumía su imaginación como de-vota de la naturaleza que alegra a todos los

Por: Carolina [email protected]

Cuento para volar por la ventana

plumas de la lechuza

seres sin juzgamiento. Sus más preciados días son cuando se apar-ta de sus oficios -que son muchos por cierto, para una niña que sólo quiere correr el campo y vivir miles de aventuras- como cuidar del cuido de los cerdos, mantenerle agua limpia a los cabal-los y regar con abono las mazorcas de las que su familia se sustenta.

Fervorosa en exceso, sin que lleve de ello con-sciencia, sólo disponía de un espíritu orgánico como el fuego, inclinado al aquietamiento con-forme a su esencia. En su soberana afición a con-templar las manifesta-ciones de la naturaleza, a auscultar sus secre-tos, el sentido del reino del mundo, ella vuelve a ser como siempre quisi-era: del universo, la hija del sagrado mundo. Ella

cuida de que los búhos no se enteren de su presencia. Entreabre la ventana para ver me-jor hasta donde le al-canza la vista, pues un ventarrón apaga la lám-para y le deja a oscuras entre la noche y sus ami-gos. El primer búho, que es un búho real se ab-anica bonachonamente sobre la rama del árbol, cuando se pone en ritu-al de caza no pierde de vista la luna que señala

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el tiempo en el cual to-davía no se ha con su-mado la transición entre un mundo y otro, la vigilia y la noche. Se trata nada menos que de estalacti-tas de sueños humanos que se proyectan en su iris como una panta-lla de alucinaciones de otros planetas, un cír-culo de colores que sig-nifica la transformación, por cierto, donde di-vergen todas las fuer-

seres puros y plenos re-alizan antes de la con-sumación, su piel se es-tremece como signo de alegría y su imaginación vuela por los aires be-

sando los cabel-los de los arbo-les, las venas de

los ríos, cierta-mente, en otros

sueños pertenecía a las profundidades del Nilo, podía nadar océa-nos por años enteros sin que la mirada en la belleza se agotase. De repente, uno de los búhos dirige su mirada di-rectamente a ella, Lizet con cuidado se queda en su lugar evitando que éstos huyan al verle,

zas de la naturaleza.

Su fiel compañera búho espera con paciencia. Sólo que, por el momen-to, todavía hay que pro-ceder con sigilo y cau-tela para no fallar en la caza. Se toman su tiem-po, esperan que la noche reine con su claridad.Mientras Lizet obser-va el ritual que estos

cosa contraria sucede, el búho mayor empezó a caminar enérgicamente por la rama ha-cia la ventana, mientras proseguía, sus formas habituales comenzaron a ten-er proporciones humanas, su estatu-ra pasaba por los 1, 20 metros; sus ojos se agrietaron como los de un anciano, y su pico alcanzó la forma de la boca de un mulato. Después d e tan extraña mutación, y del re-ceptivo desenlace de la prueba de los hechos, Lizet logró contener su inquietud interna, y el búho que ahora era un hombre-cillo, le saluda-ba a los ojos, y en u n parpadeo, se ocultó de re-pente y Lizet no supo con certeza que ocurrió con él, ni con su acom-pañante. O tal vez sea verdadera aquella histo-ria según la cual Lizet as-cendió al cielo en sus alas.

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La Mariposa Negra

Daniel Valencia [email protected]

Dicen que de cuando en cuandode día en cuando

en mes menguandoo de noche en cuandopor el aire va vagando

la vagarosa revoloteandoel profundo sueño va anunciandose la pasa la mariposa augurando

pues a algunos deja llorandopero a otros descansando

pues al más allá van llegandoy contadas horas irán quedando

pues el más acá van dejandoal ver la mariposa volando.

Dicen que de vez en cuandode luna en cuandoo en sol llegando

la mariposa irá llegandopues la oscura vagarosa va augurando

y tu final irá anunciando.

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Misantropia de un Ojo

Por: Juan Miguel Ramírez [email protected]

El señor X descansaba cómodamente en su sillón de terciopelo mientras hojeaba el periódico semanal cuando de repente su ojo derecho comenzó a brotarse lenta-mente, los músculos rectos y oblicuos se estiraban, el ojo cogía impulso y empujaba cada vez con más fuerza hasta que los músculos se comenzaban a despedazar y se hacían cada vez más delgados y endebles.Finalmente el desgarre fue total, el ojo había logrado su independencia, pero había sido arrojado violentamente a unos cuatro metros del señor X, lo cual lo convertía en un objeto bastante vulnerable.

Sin embargo al ojo le parecía increíble verse liberado de tan grotesca dictadura, y a pesar del peligro que lo asechaba, comenzó a observar sus extremidades cual un

niño a sus 4 años, las movió y exploró, se abrazó y jugó con ellas, fue un momento de felicidad infinita que se vio anulado repentinamente cuando observó al señor X venir en su búsqueda con sus imponentes manos en forma cóncava, y su gigantesco cuerpo que se le venía encima. Con tristeza al observar a su hermano que seguía su-byugado a la voluntad del señor X y que lo miraba con rabia y desenfreno, abandonó la habitación corriendo velozmente y gracias a la elasticidad de sus extremidades saltó por la ventana, cruzó la avenida pasando por debajo de los automóviles y se perdió entre la multitud, a los cuales observaba con lástima y desprecio; se burlaba de ellos, de sus habladurías e hipocresías, de sus máscaras y sus mentiras.

Habría conseguido escapar del señor X pero ahora se veía envuelto entre centenares de seres humanos, los cuales con sus grandes piernas amenazaban con pisarlo a cada zancada que daban; estaba asustado, caminó entre objetos y personas bus-cando algún refugio, el cual encontró finalmente en un teatro; Inmiscuyéndose en-tre la gran multitud logró entrar, pero el teatro estaba lleno de esos molestos seres que andan por todas partes y que ponían en riesgo su libertad. La obra estaba por comenzar, los artistas salieron, el público aplaudía desesperado, los murmullos iban y venían, mientras el ojo se deslizaba entre las calvas cabezas de los empresarios, se columpiaba de las espesas barbas de los intelectuales, y jugaba entre las largas y finas cabelleras de las mujeres, ocurriéndole así que una de tantas veces la peluca de una distinguida señora se le vino bajo, lo que llamó inmediatamente la atención de todos los presentes y los comentarios comenzaron a escucharse aquí y allá. El ojo atemorizado salió inmediatamente del teatro y entró en un museo cercano; era allí a donde verdaderamente pertenecía, los seres que allí frecuentaban eran pocos, vestían magníficos trajes y vestidos, y tenían una gran cultura. Hablaban de pintura, literatura, música, mientras observaban los fastuosos cuadros de Vincent van Gogh Y HenriMatisse, las formas y los colores los envolvía, los hacía adentrarse a lo más profundo de su espíritu hasta perderse en pensamientos y reflexiones, de

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las que hablaban posteriormente, mientras el ojo los observaba atónito. El museo comenzó a llenarse de gente, el ruido se hizo ensordecedor, decenas de conversa-ciones sin sentido se escuchaban por doquier, los niños lloraban despavoridos y los gritos de las niñas que correteaban jugueteando se hacían desesperantes. El ojo no lo podía creer, no había un lugar de tranquilidad en la ciudad; observaba con arre-bato los letreros que decían: “Por favor silencio”, “Prohibido jugar”, mientras pensaba que el mundo estaba lleno de analfabetas y gente ignorante, aún no entendía que hacía ese tipo seres allí, en el mundo. Salió horrorizado ante tanto salvajismo y brutalidad, corrió rápidamente por las aceras, cruzó avenidas y calles, observaba a lado y lado, siempre lo mismo, nada: todo repugnante y nauseabundo. ¿Dónde habían quedado las hermosas praderas, los transparentes ríos y los verdes valles? Nada de eso quedaba ya en mundo tecnificado; el ojo continuó cabizbajo, perdién-dose entre pensamientos, observando aquella existencia putrefacta que llevaban todos los seres que pasaban por su lado, cuando imprevistamente se encontró en frente de una gran biblioteca. Desilusionado de todo lo que había padecido y con una pequeña esperanza se decidió a entrar. El silencio reinaba en aquel lugar, sólo unas pocas personas leían diferentes libros perdiéndose entre mundos imaginarios, entre paraísos perdidos. El ojo había comenzado a inspeccionar el lugar observando todo detenidamente como quien se dispone a comprar una casa, pensaba que era el lugar perfecto para vivir: silencioso, amplio, con libros y sabiduría. Mientras pasaba por una estantería reconoció un viejo libro que rebosaba de polvo, era de Pablo Neruda y había pertenecido al señor X años atrás. Lo sacó con dos de sus extremidades, mientras que con las otras cuatro se mantenía de pie. Lo abrió al azar y leyó:

“ODA AL OJO: Poderoso eres, pero una arenilla, una pata de mosca, un miligramo de polvo entro en tu ojo derecho y el mundo se hizo negro y borroso. Cuida el ojo!”.

En ese momento un poco de viento entró por la ventana, las hojas se agitaron, el libro se cerró y el polvo se esparció por todo el lugar. Decenas de partículas entraron en el ojo cegándolo inmediatamente, la vista se le tornaba borrosa, su existencia había dejado de tener sentido, todas las esperanzas, sueños y proyecciones de un futuro se le vinieron abajo inmediatamente. Intentó quitarse el polvo con sus ex-tremidades, pero dada su forma puntuda le fue imposible hacerlo, y por el contrario sólo había conseguido herirse, y ahora la sangre brotaba de sus vasos sanguíneos y se expandía por toda su superficie. Su cuerpo se había debilitado, sus extremidades no respondían a sus mandatos y habría quedado tirado miserablemente en el piso. Minutos más tarde un pequeño niñito que corría alcanzar a su madre, se paró en-cima del ojo acabando con su vida.

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AnsiedadÁridos, lejanos y fugitivos,

frágiles, toscos y maltrechos. Enmarcan con furor mi pensamiento,

cuando dejan aflorar mi trueno...

Quieren florecer, quieren revivir, quieren guardar silencio, quieren subsistir,

quieren ser mojados, quieren suspirar, quieren compañía, ansían intimidad.

Mis labios sólo susurran, queditos y en soledad.

gorjean en la noche dura mi dolor con ansiedad,

Musitan ante tu oído: el ruego una vez más:

«Embrújame con tu aliento, Y déjate besar…”

Eduardo Paez [email protected]

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A alguien que cruza la calle

Por: Sara Gaviria Piedrahí[email protected]

“Si no fuéramos algo más que individuos aislados, si cada uno de nosotros pudiese realmente ser borrado por completo del mundo por una bala de fusil, no tendría ya sentido alguno relatar historias. ”

Hernann Hesse

Tal vez sea esta la única vez que nos veamos, la ideal casualidad de que crucemos la calle al tiempo. Una oportunidad reveladora. Cuando venía hacia acá tropecé con un gato, hablé con un árbol, le pregunté al celador si vio la luna acolchada de anoche. Tal vez tú regaste el chocolate, decidiste no peinarte, recibiste luego una llamada, tal vez una hormiga te habló pero no pusiste cuidado. Sólo llegaste puntual y exacta a esta cita no citada para cruzar la calle conmigo. Exactos los segundos, exactas las horas. No importa, el tiempo es relativo.

Mis cobijas están calientes como esta media mañana de domingo, creo, ese es el día de hoy… domingo. Lo sé

porque hace sol, tengo algo de mareo y un buen recuerdo de anoche. Creo que si es domingo. Huele como a las 11:20

am, dos o tres segundos más, o dos o tres horas más. No importa, el tiempo es relativo como todo. Huele a Iglesia,

huele a malos programas de TV, huele a formalismo, huele a familia y a vómito de bebé. Huele a pizza rancia entre mis

cobijas calientes, definitivamente es domingo..

No es fácil que el universo permita a dos desconocidos trozos de materia, coincidir en un fragmento de espacio, en un pedazo de relativo tiempo. Piensa en la hormiga, el árbol y el gato. Piensa en el chocolate, el cabello, el teléfono y no olvides la luna. Todos ayudando a que nos acompañemos por dos o tres segundos, o por dos o tres horas. No importa, el tiempo es relativo, como todo.

Mi media naranja en la almohada, huele feo, la otra media continua en mi pie. También huele feo, como mi ropa sucia

de ayer. Como mis zapatos sobre el PC. Como los brasieres, que una vez fueron blancos y ahora están bajo la cama.

Mi nuca lagrimea algo pegajoso. Me intento parar, me mareo, caigo sobre un resto de Coca-Cola, lleno ya, de

hormigas.

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Tal vez si hablamos descubramos que no tenía sentido alguno cruzarnos. Tal vez descubramos que ha sido una mala jugada del destino, o tal vez nos riamos, no importa si reímos juntas o si ríes de mi. Sólo quiero que me recuerdes, sólo quiero hacer parte de los sucesos únicos y mágicos que conforman de tu existencia, sagrada, como todas las existencias. Sólo quiero conversar por dos o tres segundos, o por dos o tres horas. No importa el tiempo. Buscaré el antídoto contra este zombie ambiente . Respiraré agua, que cada poro 0de mi piel caliente se

ahogue, se atragante, con agua de domingo. Que cada poro oiga el agua caer en el piso de la ducha y que mis oídos imaginen que estoy en una cascada. Que cada poro comente a su vecino ¡deseo cascadas con más frecuencia! --¡prometo que al menos una vez a la semana! les digo, pero ellos ya no me creen. Saldré a pastar asfalto, saldré a ver luz, a buscar rutina, a cruzar la calle por dos o tres segundos.

Sólo quiero saber cómo estás. ¿en quién piensas? ¿planeas que harás hoy? ¿recuerdas qué hiciste anoche? Quisiera saberlo sólo porque si, sólo porque

no. Si hablamos tal vez podamos descubrir que tengo algo que tú buscas o que tienes la respuesta que nadie me da. Si tan sólo vieras que te estoy sonriendo. Sin tan sólo despegaras tu mirada de la cara pálida del pavimento. Tan sólo por dos o tres o segundos, por dos o tres horas, no importa el relativo tiempo.

Me siento en el parque por dos o tres segundos, o por dos o tres horas. No importa, el tiempo. Si lo mido, tal vez olvide vivirlo. El parque huele a marihuana, huele bien. Ya que no me sonreíste leo el periódico para sonreír por lo menos de ironía. Y me quedo dos o tres segundos, o por tres horas.

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¡Qué monotonía! Falta aventura, entusiasmo, tragedia,

Falta entretenimiento, alboroto, Acostumbrada a una vida perfecta,

Recta, lineal, correcta.

Cansada de la poca satisfacción que la vida me ofrece, Cansada de verte día a día,

Jarta de decir siempre si, molesta de saber que el día de mañana y el que sigue,

Seguirán siendo los mismos… Agobiada de enfrentar todo por instinto,

Besos involuntarios, abrazos debidos, amabilidad habitual.

Doloroso saber que hasta mis orgasmos suelen ser mecánicos. quiero movimiento, un día lleno de disparates,

Un pensamiento insensato, lleno de imprudencia, Donde mi deseo sea otro,

Donde mi excentricidad este rodeada de tu mirada, de tu cuerpo, de tus besos, Donde lo absurdo me complazca, me llene, me alimente, me exaspere,

Donde la noche llegue e ilumine tanto, que pueda confundirse con el día, Y donde el día se encuentre en tinieblas, dándole una sensación de convulsión , de

clímax.

Todo en la vida suele ser tan lógico.

Vida MecanicaPor: Eliana Salguero

[email protected]

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Karina Márquez [email protected]

M o m e n -tos tran-sitorios y orgásmicos cercanos a la pena capital, sintiendo como las pupi-las se dilatan con el liq-uido viscoso que recorre los caminos venosos, ya no hay reversa, no hay vuelta de hoja; con la patética excusa de es-tar por unos instantes fuera de sí, de lo real y tangible, de soportar por más tiempo la duración en la esfera atmosférica, se cometen atentados y suicidios corporales ferozmente planeados para no dejar culpables, con el objetivo de no entrometer en la vida

delictiva más que a la misma naturaleza. No obstante, altos man-dos tratan de evitar lo tan anhelado y nec-esario para unos, prop-agando la sensación clandestina, evidencian-do malhechores sin pu-dor ni decencia que tan atrevidamente hacen un estruendoso llamado a los fieles y siempre se-dientos de lo prohibido, tentativo y deleitable, haciendo, como siempre, caso omiso del llamado a la “rectitud”. ¡Éxtasis! Osas entrar en la historia de quién lo permite sin oponer re-sistencia, ¡delicioso pec-ado!, efímero efecto de alegría ¿Cómo haces

para tan agradable-mente quitarte la vida? Sin ningún reparo te po-sas al lado, como un in-fante pidiendo a gritos una dosis de helado, y entonces, la barrera que se creía inquebrantable se postra ante los pies tomando forma de fla-gelo para obligar al po-bre y abnegado cuerpo a hacer parte de su ejé-rcito, negándole cualqui-er posibilidad de fuga voluntaria. ¡Pobre mártir!Una visión del mundo al revés para al derecho poder comprender; un capricho, un anhelo, un interés, así como el de-seo que se tiene por una mujer. Esas ganas cada vez más insaciables de

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poseerla, hacerla suya; de tenerla entre los brazos y delicadamente confesarle susurrándole al oído, cual ser atiborr-adamente enamorado, lo mucho que la adora; com-partiendo a sus aliados con un tinte de recelo, las innumerables expe-riencias que ha vivido a su lado, cuantos gozos le ha hecho vivir, cuan-tas imágenes amorfas le ha hecho fantasear con un tornasol hiperrealista que lo hace vomitar.Lejos del ahora, fuera del presente, absorber le daña la mente, pero que más se va a hacer si no es ningún valiente, aquel que se crea un super-héroe indudablemente miente. Pues, después de tener una velada noc-turna llena de melodía, danza, regocijo y pleni-tud, se percibe a lo lejos, con los primeros rayos de sol, el gimoteo de quién lleva a cuestas un ataúd. Un llanto silenci-oso pero desgarrador ha despertado intriga en el mirador, cualquiera que lo escuchase diría que no hay posibilidad de con-

solación, pues su lamen-to se escucha hasta el batallón. La multitud expectante se pregun-ta sin vacilar:- ¿Por qué su rostro en tal mal estado esta? Si ayer estaba de fiesta, ¿Por qué hoy está de luto? ¡Pobre criatura! Sus actos no tienen ninguna censura, va de aquí para allá sin ninguna cordura ¡qué pena por su madre, está al borde de la locu-ra! Tantos comentarios se pierden en el aire, se los lleva el viento, ni siqui-era llegan al oído del sujeto, el afectado no tiene ningún argumento para justificar su espan-toso aspecto. Tan solo se esmera por recordar, así su empeño sea en vano, pues solo vestigios, pequeños fragmentos llegan a la razón del mortal enlagunado. Mientras recorre los sen-deros de la desdicha y la melancolía, se le viene a la mente un segmento sin ninguna apatía: Sonrojado por la presen-cia de quién eriza su bel-lo y acelera su pulso, se

dirige a la barra decidido a emprender su marcha hacia el cotejo, cara a cara, frente a la susodi-cha; su sed de triunfo ante el “sexo débil”, lo llevo a convertirse en un hueso fácil de roer. Cie-go y embrutecido por la deidad de la belleza, se dejo tentar de la man-era más elemental por aquello que debía evitar, preso de una confusión inminente, de repente, se vio envuelto en una nube blanca y densa donde difícilmente podía distinguir entre una fig-ura u otra, le hizo falta el aire, desesperado vira su cabeza de un lado a otro buscando de-sesperadamente y sin ningún éxito a su dama perdida. Sentirse abatido y burlado lo hizo entrar en una cólera repentina y, guiado por este impul-so, principio a darle paso a la bebida alicorada; em-pino el codo tantas vec-es como su decadente memoria recuerda, luego, embriagado a causa de su avidez para el alco-hol, y no contento con eso, abrió la puerta de

sus fauces por primera vez, rechazando del to-tazo a la razón, por el contrario, permitió seguir a la confusión causada por su negligencia y de-bilidad.Perdido totalmente en un universo paralelo, salió del establecimien-to con rumbo sabrá Dios para donde; entonces, su entorpecida mente empieza a encarnar fig-uras torpemente. Su as-pecto que antes lucia orgullosamente, como a una rata se asemejaría prontamente. Su mirada palidecía como la fría y blanca luna, al confundir un par de pepas entre tanta locura.Esa visión ocular que a un astro te hace re-cordar, también promete una noche de fantas-mas propiciar, pues tú, mi querido amigo, el cielo vas a desear y de paso exigir una muerte inme-diata sin poder parar. La conciencia acabara con cualquier buen deseo que en tu cabeza pu-eda habitar, poco a poco, lentamente, la luz de su aura se apagara, cual in-

epto ser que no vale la pena recordar.De pronto dando vuel-tas en el pavimento se encontrara tu cuerpo y tu cabeza estallara con un minucioso esfuerzo, tan solo el eco indifer-ente se oirá en el Ori-ente, que se extinguirá menguadamente en la esfera celeste.Si su aspecto era espan-toso cuando creía relu-cir tan gratamente, un fragmentado espejo ad-vertirá su inerte reflejo. Un desconsuelo recorre todo su cuerpo, como si a un estanque de agua helada hubiera caído con su torpe peso.Empapado pues, se dirige al Norte, donde su madre dio a luz en los montes de Comte; despistado, aun se sentía en el limbo, flotando sobre algodón de azúcar, como en un parque de diversiones o en la montaña rusa, su pálido rostro empezó a dar visos de color, ¡has-ta a San Pedro vio como todo un señor! Que con-tento iba el muchacho en ese momento, su pic-ara mirada noto a lo lejos

un ser grotesco, mejor dicho, miles de adefesi-os volando en el suelo, se reían, susurraban… su mirada al pavimento tenían clavada; desde sus alas emanaban una energía que el olfato re-chazaba, pero mi cuerpo vivía con sensatez inme-diata. Tranquilo, trataba de estar tranquilo pero esos seres revoloteando le ponían el nervio en el filo. Al entrar en razón, su corazón se acelero, en la realidad se encontró y su horroso aspecto re-cupero; recordó con mas claridad en la mente, que tuvo una noche de-mente, donde con mu-cha familiaridad y confi-anza anduvo por fuego y lava ardiente, que sos-tuvo una conversación inconsciente al lado del presidente, donde le confeso abiertamente, haber cohabitado con fascinación en la cama de su dama caliente. Después de haber revivi-do un evento tan cerca-no al umbral del deceso, manifiesta::

¡Qué agonía!

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