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24 | EMEEQUIS | 30 DE JUNIO DE 2008 Retratos de un crimen Por Alejandro Almazán y Humberto Padgett Fotografía: Eduardo Loza, fotoarte: Marcos González que la policía cometió ¿CUÁNTOS NEWS DIVINE TO

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24 | EMEEQUIS | 30 de junio de 2008

Retratos de un crimen

Por Alejandro Almazán y Humberto Padgett

Fotografía: Eduardo Loza, fotoarte: Marcos González

que la policía cometió¿ C u á n t o s n e w s D i v i n e t o D a v í a h a y e n l a C i u D a D ?

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¿ C u á n t o s n e w s D i v i n e t o D a v í a h a y e n l a C i u D a D ?

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I. Si Joel Ortega hubiese respetado la orden de Marcelo Ebrard, seguramente el News Divine y sus muertos no fuesen la nota

del momento.Pero no lo hizo.Este ingeniero no deseaba compartir las me-

dallas con nadie. Así que poco eco hizo a las ins-trucciones que el jefe de gobierno del DF giró du-rante una sesión de su Gabinete de Seguridad.

En su oficina, muy temprano, Ebrard ins-truyó:

“En todos los operativos en los que estén in-volucrados menores de edad, lo mejor es que no estén elementos de Seguridad Pública. Mejor que los lleve a cabo Protección Civil. Así daremos cer-teza jurídica. Policía no, ¿okey?”. Esto fue lo que dijo, palabras más, palabras menos, de acuerdo con varios de los asistentes.

La orden de Ebrard, por si las dudas, fue es-crita en un oficio enviado a las dependencias que integran el Gabinete de Seguridad capitalino.

Quién sabe si Joel Ortega notó que el trofeo de los giros negros clausurados quedaría en otras manos. Lo cierto es que eso, el mandamás de la policía del Distrito Federal con aspiraciones a ser jefe capitalino, no debía permitirlo.

Y pronto supo que el News Divine, en la Nue-va Atzacoalco, era un inmejorable escenario para actuar: adolescentes gastando a puño suelto por un trago de cerveza o de cualquier bebistrajo, trampa natural por el sobrecupo, propietarios in-dolentes…

Ése era. Y había que actuar rápido.Desobedecer la orden de Ebrard sería lo de

menos cuando la prensa le colgara otra estrella a Ortega.

Es probable que se haya olvidado de ciertos consejos que algunos de los asistentes a la reunión del Gabinete de Seguridad soltaron ante Ebrard y que éste recomendó a Protección Civil: investigar antes de actuar.

II. Marcelo Ebrard sabe que los antros no son el único peligro para los ado-lescentes.

Por eso, desde hace algunos meses, encargó un diagnóstico preciso sobre todos aquellos focos rojos cercanos a escuelas públicas. Ciertas depen-dencias se pusieron a trabajar y la anatomía resul-tó apocalíptica: 278 comercios expenden drogas, legales o ilegales, a menores de edad en el Distrito Federal.

Tú o tus hijos, en este instante, pueden estar consumiendo drogas y alcohol en paleterías, en

lavados de auto, en loncherías, en abarroterías, en vinaterías, en vecindades, en billares, en Se-ven Elevens, en Wal-Marts, en Oxxos, en cocinas económicas, en restaurantes, en Superamas, en los campos de futbol, en deportivos, en las propias escuelas. Todo, según el diagnóstico del gobierno capitalino.

No es ninguna exageración.Quizá tú o tus hijos ya conocen esos sitios.Veamos:En la Central Camionera del Norte, el bar

Don Camione recibe a los estudiantes del CCH Vallejo.

El Wal-Mart de cerrada Las Águilas esquina Rómulo O’Farrill vende alcohol a menores.

El Superama ubicado en Emiliano Zapata y Jalapa s/n, en San Jerónimo Aculco, ofrece abier-tamente cualquier bebida alcohólica a menores.

La cocina económica La Cueva del Puma que está en Observatorio vende drogas.

En la secundaria técnica número 9, de la co-lonia Aragón, se vende droga dentro y fuera de la escuela. Los alumnos se drogan antes de entrar a clases, y en los baños los narcomenudistas han colocado recados amenazantes contra algunos de sus jovencísimos clientes.

El Billar Pool, de Gabriel Mancera y Eje 7 Sur, tiene maquinitas y vende alcohol a alumnos de te-lesecundaria.

El bar La Rana Rasta, en calzada Ignacio Za-ragoza, permite la entrada a menores. Hay prosti-tución y servicio las 24 horas.

El bar Isabeles de Plaza Tezontle ha sido clau-surado varias veces por permitir tardeadas y con-sumo de alcohol a menores. Se ampara frecuente-mente.

Y en el deportivo La Nopalera, localizado en la calle Cisne y Adalberto Tejada, se vende droga y alcohol a alumnos de secundaria. (Ver mapas anexos).

No sólo se puede morir en antros.

III. El aire se hizo denso a las cinco de la tarde. Los pulmones esta-ban por estallar contra la puer-

ta metálica de la bodega convertida en discoteca News Divine, en la delegación Gustavo A. Made-ro.

El operativo —del que se informó con una hora de anticipación a las autoridades de la dele-gación, según declaró el ahora ex delegado Fran-cisco Chiguil— fue parte del nuevo programa Unipol, que pretende una estrategia de combate a la delincuencia con la colaboración simultánea

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de las policías Preventiva y Judicial. El propósito: hacer cuantas detenciones fueran posibles por la venta de alcohol y de drogas a menores.

El encargado era el jefe de Unipol en Gusta-vo A. Madero, Guillermo Zayas, el mítico policía que durante su paso por la Fiscalía de Homici-dios de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal atrapó a toda un grupo de ma-tones que en la historia del crimen ya son leyen-da: los distintos Mataviejitas, el multihomicida de Tlalpan Orlando Magaña, el asesino a sueldo Hugo Bocinas…

En el News Divine unos 600 muchachos ini-ciaron el desalojo en orden, pero en ese lugar no cabían más de 100. Se apretujaban para salir a través de una puerta de 1.80 metros de ancho, mientras que, al otro lado, 200 policías preven-tivos presionaban por contenerlos adentro. En el gobierno del DF se dirá que la intención es llenar camiones y camiones con jóvenes.

Pero sólo había un camión. Y cuando el ope-rativo terminó, asomaron los cadáveres: nueve muchachos y tres policías.

Este dato quedaría registrado en el informe que fue entregado poco después de las seis de la mañana del día siguiente en las oficinas del pro-curador capitalino, Rodolfo Félix, y de Marcelo Ebrard.

También, que minutos antes de las siete de la noche el jefe de la Policía Judicial, Amelio Gómez, pedía con desesperación el envío de patrullas de su dependencia a la discoteca. “Aproxímense, se necesita el apoyo, aproxímense”, decía desde la radio. Y la intervención urgente del Grupo Espe-cial de Reacción e Intervención, el cuerpo de asal-to urbano de la Judicial del DF.

—Nos están informando que son siete meno-res muertos y dos preventivos —se escuchó bajo el ruido de la estática en la Base Escudo, sitio en que se concentra la información relevante de las 70 agencias del Ministerio Público de la ciudad.

—¡Son datos confidenciales, nada por radio, sólo por teléfono! —gritó Amelio. La orden, se en-tendía, era para evitar la intercepción de quienes acceden a las radiofrecuencias policiales. La radio callaría en adelante. Ni siquiera se le pondría aten-ción a la ejecución de un hombre en Cuajimalpa.

A las 7:25 una llamada telefónica dio aviso de la muerte de Pablo Galván, un policía judicial con más de 30 años de carrera y a unos cuantos días de jubilarse, como en película hollywodense. Luego se conocerían los nombres de los preventi-vos muertos. Y de los nueve jóvenes, siete de ellos menores de edad. Murieron asfixiados, con las ca-

bezas aplastadas, resolverán los médicos forenses encargados de las necropsias.

Antes de las ocho de la noche ya se acumula-ban llamadas de las oficinas del procurador y del subprocurador general pidiendo datos. No había más información. Los funcionarios optaron por prender la radio y la televisión.

La tesis en el búnker de la Policía Judicial era simple. El que sólo hubiera cuatro judiciales en el operativo y la falta de coordinación significaban que Joel Ortega corrió solo y por su cuenta en la intervención del News Divine.

Algo más se decía con insistencia en las con-versaciones telefónicas de los policías judiciales: dentro de la discoteca, mientras ocurría el aplas-tamiento, se escucharon tiros de arma de fuego.

A las 10:10 de la noche llegó a Base Escudo el reporte del jefe del Sector 4 en Gustavo A. Madero, Jorge Heras Ortiz. Confirmaba que Zayas solicitó apoyo de la Judicial, pero nunca explicó el propó-sito del operativo. “No se trataba de un operativo en conjunto denominado Unipol”, escribió.

Más de cinco horas después de iniciado el operativo Base Escudo recibió información del traslado de los detenidos a la Agencia 50.

La tarjeta informativa, una hoja tamaño car-ta redactada con tipografía arial de nueve puntos, se envió a la oficina del procurador Félix y luego a la jefatura de gobierno.

IV. Daniel y Héctor Asorde Domín-guez llegaron aquel viernes 20 de junio al News Divine. Aunque

tenían 16 y 17 años, en ese orden, sabían que el dueño del antro, Alfredo Maya Ortiz, nunca pedía credenciales. La indolencia le decía que si los chi-cos tenían los 30 pesos de cover era suficiente para permitirles la entrada.

En sus declaraciones al Ministerio Público de la agencia 50, Héctor recuerda que subieron a la planta alta del antro, cerca de donde estaban las bailarinas y sus hijas, que no pasaban de los ochos años. Desde ahí, Héctor vio cómo empeza-ron a llegar grupitos de policías armados hasta los dientes. Y escuchó el mensaje de alguien, que no pudo identificar: “Habrá una revisión de armas y droga, conforme sean revisados irán saliendo”.

Héctor declaró que los jóvenes empezaron a mentarles la madre a los policías y los agentes em-pujaron a éstos. Las armas, al final, doblegaron a los chavos.

Héctor y su hermano bajaron y decidieron abandonar el News. Pero fue tarde.

“Todos se empujaban para salir, pero la po-

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licía no dejaba salir a nadie. Ahí fue cuando me caí y solté a mi hermano. Sentí cómo todo mundo pasaba encima de mí. Cuando recuperé el cono-cimiento, estaba tirando en la calle. Pasó tiempo para que reaccionara y me diera cuenta de que mi hermano Daniel estaba muerto”.

Héctor ni siquiera pudo llorarle. De inmedia-to lo treparon a un camión y los policías empeza-ron a golpearlo, como habían hecho con los otros detenidos.

“De ahí nos llevaron a un estacionamiento, no sé donde, pero nos empezaron a madrear y nos dieron un número, que con ése íbamos a declarar. A mí me tocó el 41. Ya luego nos trajeron a la agen-cia 50 y nos desnudaron. A las chavas, los doctores les pidieron que se alzaran la blusa y les tomaban fotos”.

Otros testimonios de algunos de los 106 jó-venes aprehendidos consignan que las mujeres no fueron presentadas ante el Ministerio Público, sino que se les trasladó a dos instalaciones de la SSP en Gustavo A. Madero, los sectores Aragón y Pradera.

En el trayecto, algunas habrían sufrido veja-ciones y robo. Ya en el sitio —coinciden 34 joven-citas— se les obligó a desnudarse en presencia de oficiales y jefes, quienes las habrían fotografiado.

Estas versiones se han integrado a las inda-gatorias que hacen la procuraduría capitalina y la Comisión de Derechos Humanos del DF (CD-HDF). Los responsables de la dependencia y el or-ganismo autónomo han afirmado que esos abusos también habrán de castigarse.

Hasta el jueves pasado por la tarde, la PGJDF sólo había recibido siete denuncias formales por hechos de esa naturaleza.

PD: Héctor pudo ver a su madre hasta el hos-pital La Raza, cuando la señora fue a reconocer el cadáver de Daniel y Héctor era dado de alta por lesiones. “Fue mi culpa mamá, yo lo solté”, mur-muró Héctor. Pero no lo fue.

V. El miércoles, el procurador Félix ofreció un reporte preliminar en que precisó distintas fallas cometidas

durante el operativo. Dijo que:• Si bien al comienzo se intervino con “negligencia”, la actuación del encargado del operativo y mando del recién estrenado programa Unipol en Gustavo A. Madero, Guillermo Zayas, es imputable como homicidio doloso,

pues no realizó acción alguna para impedir las muertes: nunca ordenó a los policías que formaban el muro de contención que permitieran salir a los menores.• El operativo se realizó sin poner al tanto a los participantes de sus carac-terísticas ni del lugar en que se efectuó.• No existe un manual de procedi-mientos para realizar operativos. • No se tomaron las precauciones debidas para el desalojo de la calle ni de los transportes que se utilizarían para el traslado de los menores. Tampoco se previó el uso de equipo necesario para cubrir eventualidades ni se actuó con apoyo médico.• En el lugar existía un número im-portante de personas, en su mayoría menores de edad. • Las condiciones del edificio no eran favorables para practicar el operativo. Había puertas de emergencias cerra-das, escaleras de salida con distinta anchura y pasamanos que provocaron la reducción del espacio con efecto de embudo.• La discoteca tenía deficiente ventila-ción e iluminación.• En un primer momento se cerró la puerta de la discoteca, cuando el con-trol de la misma estaba bajo la policía de la Secretaría de Seguridad Pública, lo que condujo a que en el interior los menores continuaran avanzando a la salida sin poder desalojar el lugar y se aglutinaran en el túnel de las escaleras, produciendo un tapón humano. • La puerta de acceso o salida se abrió, sin embargo los menores seguían sin lograr salir del lugar. • Numerosos elementos de la Policía Preventiva formaron un muro de con-tención para impedir que los menores dejaran el sitio aun cuando la crisis era evidente. En consecuencia, los menores continuaron concentrándose en el túnel.

Zayas, encargado del fatal operativo, fue consignado a un juez penal y enviado a prisión, como él hiciera con algunos de los asesinos a los que capturó cuando fue comandante de la Policía Judicial.

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VI. Los 13 mandos policiales de-clararon el sábado. Agentes ju-diciales que estuvieron duran-

te las diligencias recuerdan que la orden era clara: una vez que declaren hay que consignarlos.

Entonces algo extraño ocurrió: Mientras a algunos mandos les recogían celulares, radios y armas, llegó la contra orden: que se vayan, pero no todos.

El jueves al mediodía la PGJDF trasladó al Reclusorio Oriente al jefe de sector de Lindavista, Carlos Mario Zepeda Saavedra, y al jefe de Tepe-yac, Marco Cacique Rosales, en su momento con-decorado por la captura de La Mataviejitas.

Otro mando, del que aún no se difunde su nombre, correrá la misma suerte. Sólo que será acusado de robo y abuso de poder: le arrebató el celular y el reloj a uno de los jóvenes que morían.

La libertad deliberada de algunos mandos trae con el mundo atravesado al gobierno capitali-no: no entiende por qué los soltaron, mientras que otros agentes que ni siquiera asistieron al operati-vo fueron consignados.

VII. La noche del martes 24, después de que dejó la Asamblea Legislativa del

Distrito Federal entre matracas y porras, el dele-gado Francisco Chiguil tomó la situación con más seriedad camino a la oficina de Marcelo Ebrard.

Se sentaron en el comedor de la jefatura y ahí Chiguil le dijo:

—No quiero ser obstáculo, pediré licencia.—Me sorprende lo que dices, pero es lo me-

jor que puedes hacer. Eso te dará calidad moral. Mira: si en las investigaciones de la procuraduría no sales involucrado, puedes regresar sin mayor problema.

—¿Entonces te doy mi renuncia de una vez?—Hagámoslo mañana.Y así fue. El miércoles Chiguil, solicitó licen-

cia indefinida. Antes había admitido la renuncia de cuatro de sus colaboradores más cercanos.

VIII. Desde el viernes 20 de junio Joel Ortega no ha dejado de reunirse con

sus colaboradores en el edificio de la SSP.Ahí, cuentan las versiones recogidas, ha ex-

presado su molestia.Palabras más, palabras menos, ha dicho que

sí, que se castigue a Zayas, que se castigue a los jefes de sector, que es buen gesto la renuncia de Chiguil… pero que le encabrona que un fiscal de

la GAM, los cuatro agentes judiciales y los Minis-terios Públicos que estuvieron en el operativo no sean castigados. Dicen que esta semana Joel Or-tega irá con todo.

IX. “Destituyan al mata niños. Fuera Joel Ortega”, escribieron en una manta los amigos de Isis

y Rafael, dos de los chavos fallecidos.Pero Ortega, en la Asamblea Legislativa,

afirmaba que no renunciaría. “No voy a permitir, y se los digo con absoluta responsabilidad, que un hecho como éste empañe una trayectoria en la que he actuado siempre con honestidad y verdad (...) Va a haber voces que pidan chivos expiatorios”.

Fue el 25 de junio, por la tarde, cuando Ebrard y Ortega se reunieron a puerta cerrada durante tres horas.

¿Qué ocurrió en esa reunión?Los pasillos del gobierno capitalino son, por

ahora, tierra fértil para los rumores.Hay quienes cuentan que el jefe policiaco ha-

bría amagado al jefe de gobierno. Otros dicen que desde Los Pinos (Felipe Calderón es quien debe nombrar al secretario de Seguridad Pública) se pi-dió una tregua.

Pero la versión que más circula en voces au-torizadas asegura que Ebrard sólo quiere un res-paldo para tomar la decisión y echar a Ortega.

Según esta versión, Calderón no ha pedido su cabeza, pues éste ha sido buen aliado. “Ortega tie-ne más padrinos panistas que en el PRD”, se dice. Si el Ejecutivo no lo ha hecho, a Ebrard sólo le que-da que la CDHDF le entregue su informe.

Prácticamente lo dijo durante la conferencia del miércoles, donde se espera el anuncio de la re-nuncia de Ortega:

—Señor jefe de gobierno, la opinión pública está exigiendo la salida de Joel Ortega y Presiden-cia está en espera de la decisión del gobierno del DF. ¿Qué decisión tomará?

—Si estoy invitando a la Comisión de Dere-chos Humanos y le estoy pidiendo a la procura-duría que determine responsabilidades legales, lo menos que debo hacer es tener los dos informes culminados, que va a ser en los próximos días.

Para Ebrard, el titular de la CDHDF, Emilio Álvarez Icaza, tiene prestigio y autoridad moral, independientemente de que no se lleve con Orte-ga.

Y, hasta ahora, los momios dicen que el se-cretario de Seguridad Pública del DF caerá. Todo por no acatar la orden del jefe de gobierno.

Por no compartir medallas.¶

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Zayas, el que pelea con monstruos

Todavía era fiscal de homicidios de la Procuraduría del DF y deseaba hacerse de literatura que le ayudara a compren-der la mente de los asesinos. Por eso este reportero le prestó entonces un libro escrito por Robert K. Ressler, ex investi-gador del FBI que acuñó el término serial killer. Por sus pláticas, Guillermo Zayas parecía obsesionado por aprender.

Eso hubiese sorprendido a cualquie-ra, porque Zayas bien podía vivir de su fama y sus reconoci-mientos: con ayuda de otros buenos policías, como el comandante Víctor Hugo Moneda, había logrado atrapar a Araceli Vázquez, Ma-rio Tablas y Juana Ba-rraza, todos involucra-dos en los homicidios de ancianos y a los que la imaginación popular apodó Mataviejitas.

Había conseguido también detener a Or-lando Magaña, el ase-sino de la familia Nare-zo. Se había metido a Tepito para aprehender a los asesinos profe-sionales Hugo Bocinas y Beto Pelotas. Y hasta debió participar en el operativo para lle-var a René Bejarano al Reclusorio Sur.

Zayas, en resumen, podía optar por llevársela tranquila, ver por sus hijos y cuidarse de su diabetes.

“No puedo, nací para esto”, decía este hombre que, como todo policía, era un duro cuando se necesitaba que lo fuera. Cuando no, se la pasaba fuman-do empedernidamente Marlboro rojos y contando anécdotas que sonaban a no-vela negra.

En otra ocasión, mientras picaba un rib eye, Zayas platicaba que buscaba una policía más científica, más investigado-ra, y que la idea de que los agentes eran unos simios debía desaparecer.

Después, por diferencias con el pro-curador Rodolfo Félix, Zayas renunció a la PGJDF. Joel Ortega lo rescató de la sombra y lo nombró director del progra-ma Mando Único Policial (Unipol) en la delegación Gustavo A. Madero.

Hace unas sema-nas Zayas apareció en un reportaje del pro-grama Punto de parti-da de Televisa. Estaba más flaco. Él seguía fu-mando y los medios lo seguían buscando por su fama.

Pero ahora que ha sido consignado como responsable de las 12 muertes en el News Divine, en los pasillos del gobierno capitalino cuentan que el arresto de Zayas es, al final, un golpe para esos héroes contemporáneos que un error, un terrible error, termina mandán-dolos a las mazmorras.

Una amiga escribió por email: “A cualquier reclusorio que vaya Zayas, su cabeza tendrá precio”.

Y quizá tenga razón: ya sea en el Norte, en el Sur o en el Oriente, los ma-tones que Zayas encerró estarán ahí para volverlo loco, para cobrárselas caro.

“La gente quiere asomarse al abismo y ver lo peor de la condición humana”, escribió Ressler en el libro aquel, El que pelea con monstruos.

Zayas está en el abismo.

Por Alejandro Almazá[email protected]

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venustiano CarranzaBar la rana rastra. Calza-da Ignacio Zaragoza y Calle 87. Col. Puebla. Entrada a menores de edad. Prostitución. Servicio las 24 horas.

Bar la Chiquita. Vanegas Arroyo 20, entre Gorreón y Carreto-nes. Col. Merced. Venta de alcohol y drogas a menores de edad. Punto de encuentro de delincuentes.

tienDa sin nomBre don-de se vende drogas a los alumnos de la escuela primaria acayucan. Calle 15-68, Col. Ignacio Zaragoza.

Billar. Fray Servando Teresa de Mier y Retorno 21. Col. Jardín Balbuena. Se vende cerveza a menores de edad.

Bar Capi Carmona. Emilio Carranza 14. Col. Moctezuma, Primera Sección. Venta de bebidas alcohólicas a menores de edad. Fun-ciona de las 12 horas a las 00 horas.

Bar puerto aéreo. Puerto Aéreo 10. Col. Balbuena. Venta las 24 horas de bebidas alcohólicas. Permi-ten la entrada de menores de edad.

CuauhtémoCaBarrotes la normita. Aldama y Moctezuma, Col. Buenavista. Vende bebidas alcohólicas a menores de edad.

tienDa donde se venDe Cerveza a menores De edad. Mascagni, esquina Constantino, Col. Peralvillo.

vinatería que vende alcohol a estudiantes de primaria y secundaria. Caruso, esquina Felipe Villanueva. Col. Peralvillo.

tláhuaCDeportivo la nopalera. Calle Cisne y Adalberto Tejada. Col. Nopalera. Venta de droga y alcohol a alumnos de secundaria.

roDeo toro loCo. Av. Tláhuac frente al Deportivo Zapotitlán, Col. Santa Ana. Sobre cupo, no tiene rutas de evacuación. Venta de alcohol y drogas a menores.

lonChería sin nombre. Esta-nislao Ramírez, esquina Eje 10 Sur. Col. Selene. Vende bebidas alcohólicas a es-tudiantes de secundaria y bachillerato.

azCapotzalCotienDa riki. San Pablo y cerrada De Los Ángeles. Col. Santa Bárbara. Vende alcohol a menores de edad.

salón vaCanCy. Francisco Sarabia y Renacimiento. Col. Tezozo-moc. Venta de drogas y alcohol. Permite la entrada de alumnos de secundaria.

tienDa De aBarrotes Jai-mes. Avenida Central 560. Col. Pro Hogar. Venta de bebidas alcohólicas y drogas.

tienDa que vende alcohol a menores de edad. Puente de Guerra 392. Col. Pasteleros. La mayo-ría de sus clientes son alumnos de la secundaria técnica 25.

El mapa oficial, delegación por delegacióng

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Gustavo a. maDeroesCuela seCunDa-ria técnica no. 9 Walter c. bucha-nan. 5 de febrero, entre Cuauhtémoc y Moctezuma. Col. Aragón La Villa. Se vende droga dentro y fuera de la escuela. Los alumnos se drogan antes de entrar al colegio. En los baños, los narcomenudistas han colo-cado recados amenazantes contra los estudiantes.

primaria la pren-sa-pemex. Caruso y Clave S/N, Col. Vallejo. Ven-ta indiscriminada de drogas. Los alumnos son hijos de narcomenudistas.

Bar Don Camione. Interior de la Centra Camio-nera del Norte. Venta de alcohol a menores de edad.

Billar nov-a-trio. Eje Central Lázaro Cárdenas y Poniente 118. Venta de bebidas alcohólicas.

Billar Central Boll. Eje Central Lázaro Cárdenas y Poniente 112. Venta de bebidas alcohóli-cas. Sus clientes son estu-diantes del CCH Vallejo.

aBarrotería González. Volcán Popocatépetl s/n. Vende be-bidas alcohólicas a menores de edad. Entre sus clientes están estudiantes de telesecundaria.

veCinDaD ligada al narcomenudeo. Puerto Zihuatanejo y Puerto Tampico. Col. Casas Alemán. Sus clientes suelen ser estu-diantes de secundaria.

estaBleCimientos frente a la pre-paratoria 3. Avenida Eduardo Molina. Col. Salva-dor Díaz Mirón. Oferta 2x1 de Yardas.

Bar la isla. Tetrazzini. Col. Vallejo. Venta de drogas.

aBarrotes GaliCia. Calle Oriente y Norte 88 A. Col. Nueva Tenochtitlán. Venta de drogas y alcohol. Asaltos y violencia a estu-diantes del Cetis 56.

antro el yiros. Avenida 518 s/n, Col. Sector 32 Pueblo. Venta de alcohol a menores de edad.

antro el yarDas. Avenida 608 No 157, Tercera Sección Aragón. Venta de alcohol a menores de edad.

tienDa sin nomBre. Calle Moctezuma 24, Lote 5. Col. La Pastora. Fachada pintada con el escudo de Las Chivas del Guadalajara. Venta de cerveza y copeo.

antoJitos roGer’s. Avenida Instituto Politécnico Nacional, entre Ticomán y Acueducto. Col. San Pedro Zacatenco. Venta de alcohol y de droga.

iztapalapaBar queen. Avenida Tláhuac y Calle Armeria. Col. Valle de San Lorenzo. Se permite la entrada a menores de edad. Venta de bebidas alcohólicas.

plaza Del Barrilito y río Frío. Col. Alfonso Ortiz Tirado. Punto de venta de bebidas alcohólicas a menores de edad.

Bar Blue note. Avena 60. Venta de alcohol a menores de edad.

Bar la haCienDa mam-Boo. Calzada Ermita Iztapalapa, esquina Amado Aguirre. Col. Constitución 1917. Venta de dro-gas. Sus clientes son, sobre todo, estudiantes de la Vocacional 7.

El mapa oficial, delegación por delegación

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maGDalena ContrerasseCunDaria téCni-Ca 45. Pnte Cuadritos s/n, Col. San Nicolás. Problemas de alcoholismo entre los alumnos. A dos cuadras existe una vinatería que vende toda clase de bebidas.

superama. Emiliano Za-pata y Jalapa s/n. Col. San Jerónimo Aculco. Venta de alcohol a menores de edad.

vinatería el JuDío. Nogal y Cinco de Mayo. Col. Puente del Rosal. Venta de alcohol a menores de edad.

miGuel hiDalGolonChería la Chis-pa. Tacuba y Mar Bffin. Col. Tacuba. Venta de cerveza y entrada menores de edad.

tienDa Con maqui-nitas las veGas. Avenida Jalisco. Col San Miguel Chapultepec. Venta de alcohol a menores de edad. Está en medio de una primaria y una secundaria.

CoCina la Cueva Del puma. Avenida Observatorio. Col. Tacubaya. Venta de drogas.

Benito Juárez Billar pool. Gabriel Mancera y Eje 7 Sur. Col. Del Valle. Tiene maquinitas y vende alcohol a alumnos de telesecundaria.

minisuper pestalo-zzi. Matías Romero. Col. Del Valle. Venta de alcohol a menores.

oxxo. Esperanza s/n, esquina Cuauhtémoc. Venta de bebidas alcohólicas a menores.

milpa altapaletería vía láC-tea. Avenida Morelos. Col. San Salvador Cuauhtémoc. Venta de alcohol para meno-res. Muchos de sus clientes son alumnos de primaria.

tienDa José. Avenida de las Palmas s/n. Barrio Cruztitla, San Antonio Tecó-mitl. Venta de cervezas a los alumnos de la secundaria 9. Se las avientan por la barda del plantel.

CoyoaCánseven eleven. Eje 10 Sur y Cerro del Agua. Col. Copilco El Alto. Venta de bebidas alcohólicas a menores de edad.

seven eleven. Avenida Taxque-ña y Cerro Santa Isabel. Col. Campestre Churubusco. Venta de bebidas alcohóli-cas a menores de edad.

moses CoFee Bar. Centro Comercial Culhuacán. CTM Culhuacán. Venta de bebidas alcohólicas a meno-

res de edad.

CoCina eConómiCa ranCho aleGre. Avenida Papalotl, esqui-na Coyamel. Col. Santo Domingo. En realidad es un bar. Venta de bebidas alcohólicas a menores de edad. Prostitución infantil.

vinatería alianza. Eje 3 Oriente. Col. UH Emiliano Zapata. Venta de bebidas alcohólicas a menores de edad.

Bar el erraDero. Carrillo Puerto 40. Col. Villa Coyoacán. Venta de droga a jóvenes.

Bar Fe De CieGos. Calzada de las Bombas 784. Col. Residen-cial Cafetales. Acceso a menores de edad. Cobros indebidos. Prostitución.

El mapa oficial, delegación por delegación

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iztaCalCorestaurante Bar isaBeles. Plaza Tezon-tle. Se ha clausurado varias veces por permitir tardeadas y consumo de alcohol a me-nores. Se ampara frecuente-mente.

vinos y liCores york. Calle Corteza, fren-te al módulo de seguridad en Infonavit Iztacalco Sur. Venta de bebidas alcohólicas a estudiantes de bachillerato.

Billar Blue 45. Tezon-tle 550. Col. Gabriel Ramos Millán. Venta de cerveza, robo y prostitución.

Bar la Fortaleza. Sur 16, entre Oriente 237 y Rojo Gómez. Col. Agrícola Oriental. Venta de droga.

aBarrotes el Güe-ro. La Guadalupana y San Juan, Calle 3. Col. Pantitlán. Venta de bebidas alcohólicas a los alumnos del Conalep.

misCeláneas Dul-Ce. La Posadita y San Antonio. Billar Súper Pool. Sur 4. Col. Agrícola Oriental. Venta de bebidas alcohólicas a los alumnos de la prepara-toria de la Ciudad de México, Carrillo Puerto.

aBarrotes lety, yola y paty. Sur 28, Col. Agrícola Oriental. Venta de bebidas alcohólicas a los alumnos del CCH Oriente. clientes son, sobre todo, es-tudiantes de la Vocacional 7.

álvaro oBreGónantro tantrix. Calle 13. Col. Olivar del Conde. Entrada de menores. Venta de alcohol.

tienDa viCky 3. Av. Díaz Ordaz s/n. Col. Jalalpa El Grande. Venta de alcohol a menores de edad.

tienDa el JuDío. Av. Díaz Ordaz y Piedras. Col. Jalalpa El Grande. Venta de alcohol las 24 horas.

wal mart. Cerrada Las Águilas, esquina Rómulo O’Farrill. Col. Las Águilas. Venta de alcohol a menores. Sus clientes son estudiantes.

antro morCon. Calzada Desierto de Leones Km 28.3. Col. San Bartolo Ameyalco. Venta de droga.

misCelánea el mañanero. Calzada Desierto de los Leones s/n. Col. Santa Rosa Xochiac. Venta de alcohol a menores de edad.

CuaJimalpaCamino al tecno-lógico s/n, esquina puerto méxico, col. chimalpa. Tienda que a los alumnos de la secundaria 289 les vende alcohol en envases de frutsi.

antro la Casa De la aBuela. Cerrada Pino Suárez. Col. Contadero. Venta de alcohol.

Bar la estrella. Calle Allende, esquina Mina. Col. San Mateo Tlaltenango. Ingreso a menores de edad. Venta de cerveza.

Bar la Casa Del león. Avenida Stin. Col. Chamizal. Ingreso a meno-res. Venta de alcohol.

vinatería ClanDes-tina. Arteaga y Salazar. Col. Contadero. A través de una ventana, se venden todo tipos de bebidas. Sus clien-tes, en su mayoría, provienen del Conalep.

tlalpanautolavaDo willy’s wash. Pro-longación División del Norte 4231. Col. Prado Coapa. Venta de cerveza a alumnos de secundaria.

Bar la esCuelita. Avenida de las Torres y Via-ducto Tlalpan. Col. Acoxpa. Venta de bebidas alcohólicas a menores de edad.

DisCoteque líqui-Do. Panorámica 710, entre Tekal y Tenosique. Col. Jardines. Venta de bebidas alcohólicas a menores de edad.

tienDa el GuarDa. Carretera Federal México-Cuernavaca. Venta de bebi-das alcohólicas a menores de edad

xoChimilCoBillar el eJe. Calle Guadalupe Ramírez, La No-ria. Venta de bebidas alcohó-licas a menores de edad.

antro sky Blue. Ca-rretera San Pablo, dentro de la Plaza Cántaros, La Noria. Venta de bebidas alcohólicas a menores de edad.

aBarrotes el maGueyito. Avenida Xochitepec y Chabacano, Col. Santa Cruz Xochitepec. Venta de bebidas alcohólicas y drogas a menores de edad.

antro valentinos. 20 de noviembre y Guada-lupe, La Noria. Venta de be-bidas alcohólicas a menores de edad. Sus clientes son alumnos de secundaria.

El mapa oficial, delegación por delegación

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Se dice que en sus manos está el futuro de Joel Ortega, pero Emilio Álvarez Icaza lo niega. Sin embargo, las mesuradas palabras del presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distri-to Federal dejan al descubierto algunas claves.

Álvarez Icaza resume que la posible reitera-ción de actos contra los derechos humanos co-metidos por la Secretaría de Seguridad Pública de Joel Ortega se tendría que valorar mediante el análisis de siete recomendaciones anteriores.

—¿Qué no ha hecho bien la SSP en la realiza-ción de sus operativos, en su función, en su res-peto a los derechos humanos?

—Hay debilidad en los tramos de control y en la generación de cambios estructurales y ope-rativos. Es fundamentalmente un problema que está más allá de la voluntad política de defender o no los derechos humanos. La estructura de la función pública en la ciudad de México, y pro-bablemente en todo el país, tiene justamente la inercia y la herencia de no poner en el centro de la preocupación de la acción pública al ciudada-no, sino a una autorreferencia de prácticas buro-cráticas y administrativas. Y esto muchas veces genera que en el actuar se vayan reproduciendo acciones en las que no se respetan los derechos humanos.

—¿Y la actual autoridad no ha logrado ven-cer estas inercias?

—Definitivamente, no del todo.—La comisión que usted encabeza había

recomendado anteriormente que se le invitara a acudir a estos operativos, ¿por qué no estuvieron en el News Divine?

—No se nos comunicó previamente. Nos enteramos por los medios de comunicación, después de las siete de la noche. A partir de que nos enteramos, nuestra área de quejas comenzó

a solicitar informes, y de que nos enteramos a que llegamos pasaron prácticamente dos horas. La gran dificultad para llegar fue, precisamen-te, el bloqueo vehicular que se hizo en la avenida Eduardo Molina.

La autoridad —explica el ombudsman del DF— hace una interpretación limitativa al de-cir “cuando haya una expropiación, te aviso”. El problema es que consideran que en este tipo de operativos no tienen por qué hablar. Lo contrario es la excepción y no la norma. Es parte de la dis-cusión que hemos mantenido con el secretario Joel Ortega.

La forma en que se han hecho estos opera-tivos tiene que cambiar de manera radical. En ciertas circunstancias, la presencia de la comi-sión puede resultar muy útil para salvaguardar los derechos humanos —sigue Álvarez Icaza—. Claramente, este es uno de los elementos que de-ben ayudar a la no repetición de los hechos, que nosotros sepamos previamente o convenir una intervención que ayude a proteger los derechos humanos.

—¿Cómo percibe usted al aún secretario de Seguridad Pública en su disposición de aceptar recomendaciones sobre derechos humanos?

—Durante la última etapa de la adminis-tración de Andrés Manuel López Obrador y Alejandro Encinas, fue de las autoridades que más reticencia tuvo a la aceptación de nuestras recomendaciones. En 2007 el secretario Ortega rechazó inicialmente una recomendación. Ante la intervención del jefe de gobierno, Marcelo Ebrard, que hace el punto de quiebre, el secreta-rio reconsideró y la aceptó. El año pasado cambió radicalmente el récord de aceptación de reco-mendaciones y, si eventualmente en algunos ca-sos ha habido señalamientos específicos o resis-tencias a algunos puntos, el récord en materia de

emilio álvarez iCaza, presiDente De la CDhDF

Con Joel Ortega, violación reiterada a los derechos humanos

Por Humberto [email protected]

Fotografía: Eduardo Loza

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aceptaciones cambió radicalmente. La Secreta-ría de Seguridad Pública es la tercera dependen-cia más señalada. La primera es la Procuraduría de Justicia del DF y la segunda es Reclusorios.

—¿Cómo surgió la idea del operativo? ¿De-cidió Guillermo Zayas espontáneamente llevarse 200 policías o estaba bajo órdenes?

—Justamente lo que queremos saber es quién tomó qué decisiones, por qué y cuándo las tomó, y qué decisiones se dejaron de tomar. No lo puedo decir, porque estoy obligado a la confidenciali-dad y este es un tema vital en la investigación.

—¿Haría alguna diferencia cualitativa el que Joel Ortega hubiera ordenado el operativo?

—Muy probablemente.

✱✱✱Joel Ortega es el jefe de la policía capitalina des-de el 14 de diciembre de 2004, luego de ser ra-tificado en el cargo por Vicente Fox quien, ocho días antes, cesara de esa función precisamente a Marcelo Ebrard tras el linchamiento de dos poli-cías federales en San Juan Ixtayopan, Tláhuac.

De acuerdo con el anuario estadístico 2007 de la Comisión de Derechos Humanos del Dis-trito Federal (CDHDF), durante ese año la SSP acumuló mil 22 quejas, una de cada siete de las investigadas por el organismo.

La CDHDF ha emitido siete recomendacio-nes por actuaciones indebidas de los elementos de esa corporación ocurridos durante el encargo de Ortega. El caso News Divine no es el primero en que se pone en entredicho el respeto de los po-licías capitalinos a los derechos humanos.

En octubre pasado la CDHDF emitió el dic-tamen 13/2007 contra la actuación de la SSP y la Procuraduría de Justicia del DF por la detención irregular de siete personas durante los cateos y expropiación de La Fortaleza, en Tenochtitlan 40, Tepito, efectuados en febrero de 2007.

El agravio ocurrió contra siete vecinos —in-cluido un menor de edad al que dieron trato de adulto— a quienes policías de ambas dependen-cias detuvieron de manera irregular, vejaron, golpearon y robaron, incluso en presencia de vi-sitadores de la CDHDF en algunos casos.

Se recomendó al secretario de Seguridad Pública iniciar procedimientos contra quienes ordenaron y cometieron las detenciones y lesio-nes, e impulsar “los mecanismos suficientes de evaluación que permitan medir eficientemente la capacitación que en materia de uso proporciona-do de la fuerza reciben los servidores públicos de la policía” capitalina.

La SSP no ha sido ajena a observaciones por la violación de derechos humanos de menores de edad. Hace sólo tres meses, la CDHDF emitió otra recomendación por excesos policiacos du-rante y después de un operativo dirigido a aco-modadores de autos en Polanco.

Confirmados los abusos, se recomendó a Ortega instruir por escrito a sus subalternos para que cuando diseñen, formulen, coordinen, ejecuten o supervisen operativos, según corres-ponda a sus respectivas atribuciones, invaria-blemente lo hagan de forma fundada y motivada, y de dichas acciones se forme una bitácora sus-ceptible de revisión por la comisión.

“Que los operativos como el que motivó la presente Recomendación se comuniquen, de preferencia por escrito con la mayor anticipación posible, a esta Comisión para que en su caso de-termine la viabilidad y posibilidad de asistir”.

Pero el viernes en que nueve muchachos y tres policías murieron, no estaba presente nin-gún visitador de Derechos Humanos.

La policía del DF también ha sido preveni-da. En 2005, cuando Joel Ortega ya era titular de Seguridad Pública, cuatro oficiales detuvieron a tres menores, los llevaron a un lote baldío, los desnudaron y desvestidos los golpearon y foto-grafiaron. También les quemaron las orejas con cigarrillos.

Y no han faltado observaciones por muertes durante detenciones. Fue el caso, a principios de 2007, de un hombre que fue detenido ileso tras un intento frustrado de suicidio en el Metro, pero que fue presentado muerto ante el Ministerio Público.

✱✱✱El miércoles pasado Marcelo Ebrard aceptó la licencia temporal solicitada por el delegado en Gustavo A. Madero, Francisco Chiguil. Cuestio-nado sobre el futuro de Joel Ortega, Ebrard apun-tó a que esa decisión dependería de los resultados que arrojara la investigación de la CDHDF.

Al día siguiente, en conferencia de prensa, el comisionado se desmarcó. Dijo que su organis-mo ha planeado la presentación de un informe, recomendaciones y un documento con una pro-puesta general.

“Cada quien tendrá que asumir su responsa-bilidad en el ámbito de su competencia. Nosotros lo haremos. Hacemos una investigación desde la autonomía e independencia de este organismo público. Lo que nosotros daremos es un infor-me especial de lo que creemos en convicción que

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sucedió, y a partir de eso los tomadores de deci-siones o el debate o cualquier otra circunstancia tendrán que asumirse. Claramente hay distintos elementos en la discusión, pero no son materia de la investigación de la Comisión de Derechos Hu-manos”, declaró a los reporteros.

Pero si, efectivamente, el cargo de Orte-ga depende del dictamen que proponga Álvarez Icaza, el jefe de la policía sólo debe revisar la rela-ción que ha mantenido con el comisionado desde el inicio de su gestión, a fines de 2004, para cali-brar el tamaño de sus problemas.

Por todo han chocado Joel y Emilio: por el uso de esposas para controlar detenidos, por la participación de policías preventivos en la dis-tribución de drogas, por el plantón político de 2006 en el Paseo de la Reforma, por los informes anuales emitidos por la comisión, por los opera-tivos en Tepito, por la exhibición pública de con-ductores ebrios.

✱✱✱Álvarez Icaza observa con preocupación que el operativo tuvo irregularidades durante todo el proceso: antes, durante y después de su ejecu-ción. Por ejemplo cuando, según el testimonio de más de 30 jóvenes detenidas, se les desnudó y fotografió, en tanto que a todos los aprehendidos se les marcó en las manos un número con que se les ordenó para su declaración ministerial.

Está por determinarse si las vejaciones y po-sibles abusos de tipo sexual no sólo fueron come-tidos por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, sino también por personal de la Procu-raduría de Justicia del DF.

“Lo único que hacían los jóvenes —comenta el comisionado— era tomar cerveza y eventual-mente otra cosa, pero si esa otra cosa existe, es responsabilidad de un adulto. Los menores son víctimas y hay estándares internacionales que claramente dicen que se debe tutelar el interés superior del niño o la niña. Estos jóvenes están en esa categoría.

“El trato que se les da es como si fuesen de-lincuentes y eso es de gran alarma. He venido diciendo, reiteradamente, que la autoridad no puede generar acciones que coloquen a los jóve-nes en situación de primo delincuencia y, mucho menos, cuando la pretensión es generar un ope-rativo que supuestamente los proteja”.

En realidad, la pesadilla de las familias in-volucradas no concluyó tras los decesos y las de-tenciones, sino que se ha extendido a llamadas telefónicas hechas desde teléfonos públicos en

que se les intimida: “Cuida a tus hijos”, reveló el jueves Álvarez Icaza. Las amenazas podrían ori-ginar nuevas denuncias penales.

Los vecinos de la colonia Nueva Atzacoalco, donde se ubica la discoteca News Divine y otras, y en donde viven jóvenes detenidos y muertos, han reportado además la presencia anormal de personas ajenas al lugar que tienen aspecto de policías pero andan vestidos de civil.

—¿Hay modo de comparar esta situación con lo que ocurrió en Atenco, o con lo que ha ocurrido en Sinaloa y Michoacán tras las intervenciones del Ejército?

—Son de dimensión totalmente distinta. Pero el caso es, en sí mismo, una tragedia, un fe-nómeno que llama profundamente a la reflexión. Es inaceptable e inadmisible que en la interven-ción de la autoridad mueran 12 personas. Eso en sí mismo debe ser un punto de quiebre en la polí-tica pública del gobierno de la ciudad en diferen-tes ámbitos: en su relación con los jóvenes, en el diseño de estos operativos y en los mecanismos para luchar, de manera eficaz y con respeto a los derechos humanos, en contra la delincuencia.

—¿A qué es equiparable esta situación en la historia de los derechos humanos del Distrito Federal?

—No tengo referencia. Quedará como un hecho histórico por sí mismo. Lo que ahora me viene a la mente es la tragedia de Lobohombo —donde murieron 20 personas sin negligencia de la policía—, en términos de las condiciones ad-ministrativas de funcionamiento del lugar.

—¿Y en cuanto a la intervención de la poli-cía?

—Fue una tragedia y la sola intervención de la autoridad en esos términos es absolutamente contraria a su mandato. El lema de la policía de la ciudad de México es “Servir y proteger”.

—¿Incumplió en esto Joel Ortega?—Eso lo vamos a ver cuando termine la in-

vestigación.—Entendiendo que existen responsabili-

dades administrativas y penales, ¿se espera que también se señalen las responsabilidades políti-cas y éticas?

—Es lo que haremos en materia de derechos humanos y en materia de ética profesional. Que se tenga la absoluta certeza, pero no hoy. El lunes (23 de junio) tuve un encuentro con los jefes po-liciacos y con el secretario. Convenimos en que la comisión es uno de los actores que contribuye a la certeza. En atención a ese compromiso, no puedo adelantarme.¶