resumen teorico psicologia juridica 2-c. 2014

200
RESUMEN: PSICOLOGIA JURIDICA. CATEDRA SARMIENTO 2do CUATRIMESTRE 2014. TEÓRICO UNIDAD 1. PSICOLOGÍA JURIDICA. -ÁLVAREZ. R., VARELA, O., GREIF, B.: Introducción y Cap. I en La actividad pericial en Psicología Forense, Buenos Aires. Ed. del Eclipse. 1992. (también se ve en la unidad 4) - VARELA, O., SARMIENTO, A, ALVAREZ, H.: Consideraciones sobre temáticas centrales. Cap. 1 a 4 en Psicología Forense. Buenos Aires, Lexis Nexis, 2003. - GARRIDO MARTÍN, E.: "Relaciones entre la Psicología y la Ley" en Manual de Psicología Jurídica. Barcelona. Paidós Ibérica S. A., 1ª edición, 1994, Cap. 1 pp.29 40. --- o --- Álvarez-Varela Greif: CONSIDERACIONES GRALES. DE LA ACTIVIDAD PERICIAL DEL PSICOLOGO: Introducción : Consideraciones generales de la actividad pericial del psicólogo. La posibilidad de intervención del psicólogo en la tarea pericial está determinada por la misma dinámica de los procesos judiciales y regula tanto en los aspectos formales del modo de cumplimentar el rol como en los alcances de la tarea a través del dictamen pericial. Antiguamente, la prueba de peritos no estaba reglamentada. La primera reglamentación concreta aparece en 1576. Este nuevo y amplio campo de inserción laboral del psicólogo está regulado desde el Derecho. Sin embargo, desde el profesional psicólogo, no cuenta en lo fáctico con una adecuada formación. ¿Por qué el Juez acude a un perito? El magistrado que atiende determinado juicio, muchas veces, necesita la colaboración de especialistas que aporten su opinión respecto de ciertos hechos o aspectos determinados, sobre los que él no podría expedirse porque para ello se requiere un conocimiento específico. La función del perito es siempre la de intermediario entre aquello que estudia o comprueba y lo que aporta posteriormente al proceso (dictamen pericial), para que en

Upload: -

Post on 09-Nov-2015

51 views

Category:

Documents


7 download

DESCRIPTION

Materia Psicología Jurídica Universidad de Buenos Aires. Teórico2do Cuatrimestre 2014

TRANSCRIPT

RESUMEN PSICOLOGIA JURIDICA

RESUMEN: PSICOLOGIA JURIDICA. CATEDRA SARMIENTO

2do CUATRIMESTRE 2014.

TERICO

UNIDAD 1. PSICOLOGA JURIDICA.-LVAREZ. R., VARELA, O., GREIF, B.: Introduccin y Cap. I en La actividad pericial en Psicologa Forense, Buenos Aires. Ed. del Eclipse. 1992. (tambin se ve en la unidad 4)- VARELA, O., SARMIENTO, A, ALVAREZ, H.: Consideraciones sobre temticas centrales. Cap. 1 a 4 en Psicologa Forense. Buenos Aires, Lexis Nexis, 2003.- GARRIDO MARTN, E.: "Relaciones entre la Psicologa y la Ley" en Manual de Psicologa Jurdica. Barcelona. Paids Ibrica S. A., 1 edicin, 1994, Cap. 1 pp.29 40.--- o ---lvarez-Varela Greif: CONSIDERACIONES GRALES. DE LA ACTIVIDAD PERICIAL DEL PSICOLOGO:

Introduccin: Consideraciones generales de la actividad pericial del psiclogo.

La posibilidad de intervencin del psiclogo en la tarea pericial est determinada por la misma dinmica de los procesos judiciales y regula tanto en los aspectos formales del modo de cumplimentar el rol como en los alcances de la tarea a travs del dictamen pericial.

Antiguamente, la prueba de peritos no estaba reglamentada. La primera reglamentacin concreta aparece en 1576.

Este nuevo y amplio campo de insercin laboral del psiclogo est regulado desde el Derecho. Sin embargo, desde el profesional psiclogo, no cuenta en lo fctico con una adecuada formacin.

Por qu el Juez acude a un perito?

El magistrado que atiende determinado juicio, muchas veces, necesita la colaboracin de especialistas que aporten su opinin respecto de ciertos hechos o aspectos determinados, sobre los que l no podra expedirse porque para ello se requiere un conocimiento especfico.

La funcin del perito es siempre la de intermediario entre aquello que estudia o comprueba y lo que aporta posteriormente al proceso (dictamen pericial), para que en su oportunidad sea valorado por el juez encargado de dictar sentencia.

Qu debe conocer un profesional que desee desempearse como perito?

El conocimiento del marco legal (la ley) dentro del que tendremos que realizar nuestra labor profesional. La ley que regula el ejercicio profesional de la psicologa Ley 23.277 y todas aquellas normas legales por medio de las que los juzgados reglamentan la actividad.

El conocimiento de estas normas nos permitir comprender mejor el mbito de nuestro trabajo, los alcances y limites que tiene, las responsabilidades que trae aparejada la labor como perito psiclogo y las cuestiones ticas involucradas en nuestro desempeo. CAP 1: Actividad pericial del psiclogo, fundamentaciones legales

En diversas disposiciones legales se especifica cuando es pertinente la intervencin de un perito, es decir, la procedencia de su actuacin. En el Art. 457 del Cdigo Procesal Civil y Comercial de la Nacin se menciona que la prueba pericial ser admisible cuando la apreciacin de los hechos controvertidos requiere de conocimientos especiales en alguna ciencia, arte, industria o actividad especializada.

Para poder cumplimentar dicha funcin deben reunirse ciertos requisitos: acreditar la capacitacin o profesin, cumplir pautas para la designacin como peritos, realizacin de informe pericial y responsabilidades de los mismos. La acreditacin de nuestra idoneidad legal y profesional para la actuacin como peritos, en el Art. 464 del Cdigo Procesal Civil y Comercial de la Nacin.Distintas modalidades de accin del perito psiclogo en el campo forense

La actuacin profesional del psiclogo en relacin con los juzgados implica desempear un rol que se denomina perito. El perito es aquel experto que, con el conocimiento de los elementos instrumentales de su profesin, es idneo para verter una conclusin o diagnostico sobre aquello en que el juez requiere su asesoramiento.

Los puntos de pericia son aquellos aspectos puntuales en que el magistrado solicita nuestro asesoramiento y hacia los cuales se focalizaran nuestras estrategias como el objeto de estudio e informacin. Las conclusiones obtenidas se vuelcan por escrito en el informe psicolgico pericial.

La funcin como perito psiclogo, puede desarrollarse como:

Perito oficial: Es el psiclogo que trabaja en un juzgado, Asesora pericial o Asesora de Menores. Forma parte del cuerpo orgnico administrativo de la Justicia y recibe el pedido de pericia de los jueces de los distintos fueros o del juez con el que directamente trabaja. En el mbito de la justicia nacional, el psiclogo integra el cuerpo tcnico de la Oficina Mdico Forense en carcter de auxiliar, de acuerdo con lo regulado en el Decreto Ley 1.285/52.

Perito de oficio: su relacin con la justicia es un contrato para producir un dictamen o informe pericial en un determinado caso y es llamado por el Juez, previa inscripcin en una lista en las distintas Cmaras.

Perito de parte: es propuesto por la parte interesada que requiere su asesoramiento.

Consultor tcnico: es el psiclogo propuesto por la parte para que brinde asesoramiento profesional en un determinado caso.

La actividad de los Peritos de oficio, de parte y consultores tcnicos, se encuentra normada por la Ley 14.558.

La designacin de peritos (Art. 458), su aceptacin del cargo (Art. 469), la confeccin de puntos de pericia (Art.459), la forma de realizarla, plazos para la presentacin del dictamen (Art.460), la remocin y recusacin y sus causas (Art. 470, 465, 466) tramites de la recusacin y reemplazote un perito (Art. 467, 468), reclamo de honorarios y anticipo de gastos, se hallan contemplados en el Cdigo Procesal en lo Civil y Comercial de la Nacin. Informe psicolgico pericial

Consiste en un diagnostico psicolgico instrumentado a los efectos asesoramiento a un Juez. El psiclogo deber volcar el resultado del psicodiagnstico en un lenguaje lo ms claro posible.

Debe contener el resultado de lo solicitado por el magistrado, cuyo pedido ha sido canalizado a travs de los puntos de pericia.

Todo el material utilizado en el estudio (registro de entrevistas, protocolos) deber ser reservado para una posible fundamentacin de las conclusiones ante un pedido de aclaracin o impugnacin de la pericia. El dictamen pericial no obliga al magistrado a juzgar o fallar en consecuencia. El dictamen pericial no es vinculante.

Honorarios

Todas las pericias realizadas, excepto de las solicitadas a instituciones estatales, devengaran en cobro de honorarios regulados en el juicio en que se efectuaron, conforme las disposiciones legales vigentes.

Responsabilidad legal del perito

Al aceptar el cargo de su designacin, el perito lo hace bajo juramento o promesa de desarrollar fielmente su cargo. El no cumplimiento de ello implicara ser pasible de las sanciones previstas en el Cdigo Penal. Por ejemplo: cohecho, encubrimiento, violacin del secreto profesional.

Justa causa: aquellas que eximen de lo reglado en las consideraciones del secreto profesional, o que por otra parte, marcaran el deber profesional y legal de revelar el secreto profesional: (obligaciones de denunciar)a) Las actividades forenses.

b) Que el inters legal que se persigue con la revelacin del secreto sea mayor que el inters de su reserva:

Reclamo legal de sus honorarios

Demandar en su defensa por el dao que un paciente le efecte (legtima defensa).

Frente al delito, el profesional psiclogo debe optar por proteger a la victima, evitando que el victimario siga realizando su accin agresora.

--- o ---

Varela-Sarmiento-lvarez. PSICOLOGIA FORENSE.

CONSIDERACIONES SOBRE TEMATICAS CENTRALES

CAP. 1: EL ROL DEL PSICOLOGO EN INSTITUCIONES CERRADAS

Al estudiar todas aquellas conductas que tienen que ver con el delito o con las conductas antisociales, se hace imprescindible sealar no solamente los factores psicolgicos de los individuos afectados, sino tambin todos aquellos factores que directa o indirectamente incidieron para que se produzca la transgresin.

Y es precisamente el psiclogo forense, quien tiene un rol preponderante en el estudio de estos factores.

La mayor parte de las investigaciones se llevan cabo en instituciones, ya que en ellas se encuentran buena parte de las normas que rigen a una determinada sociedad. Por esta razn es imprescindible conocer de qu manera se articulan las mismas, ya que dicho conocimiento nos permitir analizar y comprender mejor nuestro rol como psiclogos forenses, adems de todas nuestras potencialidades como factores de cambio.

La socialmente llamada delincuencia juvenil es aceptada como algo natural y absoluto, y nunca como algo relativo al contexto social, lo que implica no reconocer ni aceptar las falencias de todos y cada uno de los integrantes del cuerpo social.

Siguiendo el discurso de Basaglia podemos afirmar que: lo antisocial continua refirindose siempre a la infraccin de un esquema de valores que es aceptado como natural, sin tener en cuenta que el individuo es emergente de un sistema social, adquiriendo as ms importancia la consecuencia de la conducta marginal, que las implicancias que las distintas presiones sociales le han acarreado al individuo, llevndolo as a producir la transgresin. Esto sucede porque las instituciones estn ms empeadas en defender a la sociedad del anormal que el curar al enfermo y su enfermedad. Lo esencial parece ser el estigmatizar a aquel que se desvi de la norma, ya que a partir de ese momento, todo lo que haga ser siempre equivocado.

El interno es objeto de la violencia institucionalizada, el fin es justificar el control de los antisociales frente a un mundo civilizado.

Dentro de las instituciones, si bien la enfermedad tiene un valor relativo, no significa que no existe; solamente se encuentra encubierta tras los muros institucionalizados, o mejor dicho instituidos. Y es en este punto de inflexin, donde el psiclogo forense adquiere an ms relevancia, porque es necesario activar al concientizacin de que existe una poblacin en riesgo y que sta no necesita del castigo o de la caridad, sino de un adecuado tratamiento.

Para que una institucin sea operativa, su definicin, sus caractersticas, su insercin en una estructura o en un sistema, tiene que residir en el anlisis de aquello que lo instituye que lo produce y garantiza su duracin y su permanencia en la prctica social.

Las instituciones tienen que ser un objeto de anlisis especfico. De esta forma si tomamos un sistema referencial objetivo, la institucin aparece remarcando lo universal; as, un individuo que mantuvo interrelaciones dentro del seno social, una vez detenido, encarna siempre lo negativo, marca que arrastrara el resto de sus das.

Desde un sistema referencial subjetivo, podramos situar a la institucin en una instancia donde se le va a dar una situacin de privilegio a la particularidad de la experiencia de cada hombre; la institucin as ya no es una cosa, sino la proyeccin de la angustia individual y al mismo tiempo, una defensa contra dicha angustia.

Condensando ambas lecturas, se pondra el acento en la significacin simblica de la institucin y de este modo su contenido interior necesitar para su actualizacin, una profunda interiorizacin en la vida social.

Si no comprendemos lo antisocial como una consecuencia de carcter individual y social, jams ser factible una adaptacin. Al no comprenderse las motivaciones de las conductas marginales, se da mayor importancia a la peligrosidad, excusa ideal para instaurar el aislamiento y la formula del control social a travs de la tutela. La colaboracin del medio, su activa participacin en la gestin, es una condicin esencial para el buen funcionamiento de las instituciones, porque el acto instituyente es siempre un acto colectivo.La punicin definida como tratamiento esta aun constituida por el aislamiento, las reglas represivas e incluso los psicofrmacos. El diagnostico ha asumido el significado de un etiquetamiento, ya que ante la imposibilidad de comprender el problema planteado, la nica salida es descargar la agresividad sobre el objeto que no se deja comprender. El diagnostico paso a convertirse en un juicio de valor.Distanciando al interno de la sociedad se lo aleja y desarraiga de su realidad, haciendo de l un sujeto separado de su historia, de su ambiente, de su propia vida, volvindolo as objeto de nuestra agresividad. El enfermo as arrancado del contexto social, es despojado de todo elemento humano, para reducirlo a un puro objeto de contemplacin.La nica alternativa que al interno se le permite es la de identificarse con una institucin cuya estructura est construida a imagen de lo que el interno debe convertirse.

La sociedad, a travs de estas instituciones, domina y controla, y no le permite al sujeto separarse de ella; no le permite la individualizacin, lo que paradjicamente nos remite a la misma relacin ambigua que mantuvo el sujeto en las primeras etapas de su evolucin, por ejemplo:

La concretizacin del pensamiento que se evidencia en estos pacientes, se traduce institucionalmente en el separar y castigar a un integrante de la sociedad por el slo anlisis de su conducta, sin ver lo que ellas simblicamente representan.

La compulsin a la accin y su imposibilidad de aprender de la experiencia, se deja entrever en la institucin por la continua y compulsiva instrumentacin de recetas inadecuadas; el no poder aprender de esa inoperancia.

Basaglia propone un actuar dentro de la realidad en la que el interno est inserto, para poder ofrecerle la posibilidad de salir de una direccin irreversible de su enfermedad, participando directamente en el proceso de transformacin. Es preciso un mundo dialctico, de presencias activas que se contesten recprocamente. nicamente frente a un enfermo constantemente presente, como problema continuamente planteado, el profesional deber presentarse ms all de s mismo, como ser problemtico, con su responsabilidad cientfica y su complicidad social.El proyecto de relacin institucin-analista-paciente, puede presentar 2 alternativas:

la bsqueda de una complicidad reciproca,

la bsqueda de una reciproca responsabilizacin. CAP. 2: CONCEPTO DE PSICOLOGIA FORENSE

Es aquella parte de la psicologa que se desarrolla dentro del mbito jurdico especfico y/o en sus rganos dependientes, caracterizndose por poseer tcnicas propias que la convierten en una ciencia auxiliar de ese campo.

Podemos situar el origen de esta ciencia paralelamente con el auge mundial del positivismo. As en el campo de la ciencia penal ocurren hechos histricos que provocan indirectamente el cambio en su concepcin; la firma y la Carta Magna en Inglaterra que otorga derechos a los seores feudales en un mismo plano que el rey; y posteriormente, la declaracin de Derechos del Hombre y el Ciudadano, ocurrida en Francia con la revolucin de 1789.

Aqu podemos citar a personajes como Lombroso, Ferri o Garfalo.

Cesare Lombroso con su libro El Hombre Delincuente, aporta la primera conceptualizacin psicolgica de la determinacin del actuar delictivo humano. En su concepcin refiri caractersticas bio-psicolgicas del ser humano delincuente y realiz una descripcin de su delincuente nato: un hombre pequeo, muy velludo de brazos largos que llegan a la altura de las rodillas, ojos pequeos, mandbula prominente, orejas en asa; y psicolgicamente se trataba de un hombre primitivo, de escasa cultura, definindolo como un ser atvico, cuyo desarrollo mental no corresponda a la poca que le haba tocado vivir, y al no poder asimilar a la cultura en que haba nacido se transformaba en un marginal. De acuerdo a esta particular concepcin, no solo se poda descubrir a quien cometa delitos sino tambin practicar mtodos preventivos y detener a los sujetos antes de que los cometan.

Ferri, por su parte, comienza a vislumbrar la posibilidad de que factores climticos pudieran explicar el actuar humano. Son los primeros laboratorios de psicologa experimental.En nuestro pas, a principios de siglo, comienza a llegar la influencia del positivismo europeo, siendo sostenida por hombres como Jos Ingenieros, Piero y Ramos Meja. En esos momentos todava no exista la psicologa en el campo forense y estaba slo reservada como apndice menor de la medicina forense o la medicina legal.

En la actualidad, si bien existe en la justicia nacional un cuerpo reconocido de mdicos forenses que se ocupan de peritar en las distintas causas que lo requieren, no existe un cuerpo de psicologa forense como tal. Nuestra presencia solo est reducida a un ejercicio limitado de la profesin, a cargo de un grupo de colegas que dependen funcional, administrativa y profesionalmente de Cuerpo Mdico Forense, con carcter de auxiliares de stos, sin posibilidad de firmar ni siquiera nuestras propias pericias y sin derecho a que el juez prima facie considere nuestras conclusiones. Esto en el fuero penal; en el civil nuestra presencia se reduce a un listado de profesionales que es consultado por el juez a su voluntad y eleccin, sin que este trabajo signifique una relacin laboral en el mbito.

En el mbito minoril, existe un gran nmero de psiclogos que desarrollan sus tareas profesionales en los mal llamados institutos de seguridad (institutos Agote, Roca, Belgrano, San Martn) y esta tarea si bien consiste en un mero quehacer clnico (son funciones de diagnostico, pronostico, derivacin y tratamiento psicoteraputico individual, grupal y familiar), las patologas que presentan los menores alojados aqu son los trastornos de conducta de caractersticas antisociales. Hay que tomar en cuenta que ms all del cuadro clnico, estos chicos se encuentran privados de su libertad y que el proceso judicial paralelo puede limitar nuestro accionar teraputico. Independientemente del accionar puramente curativo de nuestra tarea, debemos tener en cuenta tiempos y posibilidades de egreso de acuerdo a tiempos jurdicos y esto limita nuestro accionar ya que se trata de casos en los que ni siquiera hay conciencia de enfermedad o sensacin de incomodidad por el trastorno padecido, y este es en principio el objetivo fundamental: crear la conciencia de enfermedad y necesidad de cura. Por tal, es necesario que el psiclogo posea nociones bsicas de derecho para poder moverse dentro del mbito.

Por eso planteamos la necesidad de un discurso psicolgico que no solamente se limite a la exposicin de un diagnostico, sino que tambin propenda a su teraputica y reversin y para ello debemos elaborar tcnicas adecuadas, no podremos utilizar los mismos principios que aplicamos con pacientes en hospitales, centros de salud mental y en el consultorio privado.Otro mbito a tener en cuenta es el de unidades carcelarias. Aqu la tarea es diversa ya que estamos tratando con personalidades con trastornos delincuenciales bsicos. Si pensamos que la patologa es el cuadro delictivo (no lo es) nos encontramos con la imposibilidad de atencin de aquellos considerados como procesados, pues legalmente se trata de casos de personas inocentes hasta que el juez considere que son culpables, lo cual en ese momento se le permitira al psiclogo considerar a estos sujetos como tcnicamente enfermos y propiciar su teraputica. El sujeto presenta un cuadro patolgico, lo cual es independiente del actuar delictivo y ste funcionaria como manifestacin o consecuencia del cuadro mrbido. Aqu se presenta un problema de orden jurdico y seria el riesgo del castigo sin delito, por el que privaramos de libertad a una persona para su tratamiento.Nos referiremos adems al mbito policial. En la actualidad las comisaras de la Capital Federal cuentan cada una en su dotacin, con un asistente social que se ocupa de tareas dentro de su profesin en la delegacin. Aqu sera importante contar con labor psicolgica, ya que en general, todos los problemas detectados por el servicio social deben ser derivados a psicologa. Aqu vemos que el trastorno existe, y que es detectado primero con la intervencin del agente policial a partir de un hecho desencadenante. Se debera entonces pensar en la labor psicolgica como instrumento preventivo de evitacin de conductas ms graves que empeoraran en cuadro patolgico.

Podemos incluir adems a problemticas tales como las toxicomanas y drogadiccin. Hasta hace poco el sujeto adicto era considerado un delincuente por el solo hecho de consumir, por lo que se lo encerraba en crceles comunes. En la actualidad existen lugares especializados que se ocupan de la problemtica especfica y los sujetos son derivados por orden judicial a tales establecimientos para su tratamiento y rehabilitacin.

CAP 3: EJERCICIO PROFESIONAL DEL PSICOLOGO

La historia de la Psicologa en Argentina. Hasta la dcada de 1950, no existieron en el pas psiclogos con el nombramiento de tales, y el ejercicio de la psicologa estaba reservado a los mdicos y a los profesores de filosofa que haban elegido la orientacin psicolgica como tal. La carrera de psicologa surge en Rosario siendo rpidamente trasladada a Bs. As. La formacin era entonces netamente teraputica.

En el ao 1967, durante el gobierno de facto del Gral. Ongania se aprueba la ley 17.132 (del Ejercicio de Profesionales del arte de curar, las carreras mdicas y paramdicas y especialidades afines). Dicha ley limitaba el ejercicio profesional de la psicologa a meros auxiliares de la medicina, que solo podan aplicar su saber en el diagnstico de trastornos mentales y la aplicacin de test psicolgicos. Pero paralelamente a esto, se continuaban formando profesionales en el ejercicio de la psicoterapia.

Los psiclogos desarrollbamos nuestra profesin en la prctica hospitalaria y privada bajo las rdenes y estricto control mdico. De hecho la ley citada fue confeccionada por mdicos, no reconociendo la categora profesional que realmente el psiclogo posea en la prctica.

Durante 1984 son modificadas las incumbencias universitarias (capacitacin profesional y campo de accin del ejercicio de la Psicologa) revirtiendo de esta manera las injustas incumbencias hasta ese momento admitidas.

En 1985 fue publicada en el Boletn Oficial bajo el nmero 23.277 la llamada Ley del ejercicio profesional de la Psicologa, mbito y autoridad de aplicacin, Condiciones para su ejercicio, Inhabilidades e Incompatibilidades. Derechos y obligaciones. Prohibiciones. A ms de dos aos de su sancin la misma no se encuentra reglamentada y debemos esperar que se vayan presentando situaciones conflictivas para ver como se falla en las mismas y que esto vaya asentando antecedentes legales.

La Ley legisla sobre la profesin en Cap. Fed., Tierra del Fuego, Antrtida Argentina e Islas del Atlntico Sur. (VER TEXTO N1).Un gran logro obtenido es el reconocimiento legal de la preparacin y facultad del psiclogo para la practica de la psicoterapia, lo cual hasta ese momento, se realizaba aun en hospitales nacionales y municipales. Es real que carecemos de una unidad interna, ni siquiera estamos agrupados en un colegio en la Capital Federal que es el lugar en el cual desarrollan su profesin la mayor parte de los profesionales del pas, y esta divisin se transforma en nuestro peor enemigo, pues mientras entre los mdicos existe una tica y un principio de colaboracin, de esto carecemos los psiclogos. CAP. 4: UN ABORDAJE TERAPEUTICO A LA PROBLEMTICA DE LA DELINCUENCIA JUVENIL (este capitulo se ve en la unidad 7 MENORES)Los estudios de la Delincuencia, recin pasaron a tomar rigor cientfico con el surgimiento del positivismo comteano, Lombroso con su teora del Delincuente nato, su continuador el Dr. Garfalo, introduciendo una aproximacin socio-familiar a la cuestin y al Dr. Ferri con su exposicin terica de los triples factores con respecto a la criminalidad, centrando el problema sobre el aspecto individual, social y telrico (temporo-geogrfico).

Abordamos la temtica desde una perspectiva psicolgica.

El mtodo utilizado ha sido la observacin desde un modo psicoanaltico. Pretendemos mostrar y explicar la problemtica delincuente juvenil como una clasificacin nosogrfica patolgica particular.

Tomaremos el periodo comprendido de la etapa adolescencial, entre los 14 y 20 aos, por considerarla un momento de transicin y crisis en el cual la sociedad espera de ellos ver conductas desadaptadas, por lo que permite al joven vivir en un lapso de adaptacin en su paso al mundo adulto.

Estamos ante una patologa cuando los factores incidentales pueden modificar e influenciar la conducta en sentido desviante, sin que sta tenga poder sobre esta orientacin que se le impone.

Este proceso llega a definirse como la perturbacin aparecida tempranamente, que se mantiene impide al sujeto vivir experiencias correctoras.

Desarrollo: La denominacin delincuente dentro de un marco legal, nos remite especficamente a tener en cuenta el delito siendo que todo individuo que comete un delito, por definicin, es un delincuente.

El delito pone en marcha el organismo policial-jurdico correspondiente en la bsqueda de un o unos responsables para que recaiga sobre ellos el juicio de reproche de la sociedad hacia el sujeto que comete un hecho antisocial.

Una vez que la justicia tiene en su poder al responsable, necesitara de otras ciencias auxiliares, una de ellas sera la psicologa, partiendo de un enfoque psico-social, aclarando que la sociedad es la responsable de aportar factores para la emergencia de un producto enfermo, entendiese por esto al delincuente, la cual no debera establecer para su defensa instituciones ineficaces que no brindan el tratamiento adecuado a los individuos desviados, sino tratar de conocer los factores determinantes de estas conductas antisociales para promover una posterior resocializacin y vuelta a su medio social con el fin de aprovechar sus aspectos positivos.

El menor inmiscuido en actos antisociales. Que realiza actos reidos con las normas sociales. Por lo general, los estratos sociales que nos proporcionan estos menores son las clases bajas o marginales, pero este no es el factor determinante de su conducta pues tambin encontramos los encontramos en las clases altas y en menor medida, la media.

Desde una ptica psicolgico-criminolgica se afirma que la conducta delincuencial dada en un adolescente, sera un llamado de atencin, un alerta, que indicara que en el desarrollo emocional de ese individuo algo ha ocurrido para la manifestacin de ese algo surja a travs de un hecho de caractersticas asociales.

Podemos decir que en la lucha por ubicarse definitivamente en el mundo del adulto, puede llevarlo a conductas de desajustes o a comportamientos antisociales de diversa ndole y modalidad, es en este periodo donde el individuo se encuentra abocado al logro de su identidad. Teniendo en cuenta estos conceptos, el acto delictivo de un adolescente puede develar una perturbacin de la personalidad, perturbacin que indica una patologa definida.

Serie de caractersticas en los Adolescentes delincuentes, que se mantiene constante en todos ellos: Visin distorsionada de la realidad: La realidad es algo que se le impone por su propiedad, se cambia y se vive en relacin a aquello que el sujeto precisa.

Nocin del tiempo como presente absoluto: Todo debe ser hoy, al no tener tolerancia a la frustracin lo nico que cuenta es el presente, la experiencia no tiene sentido, pues si bien es conocida no ha sido capitalizada, internalizada y el futuro como proyecto no existe, no hay nada por esperar ni tolerar. Esto dara cuenta de la imposibilidad de la experiencia. Imposibilidad de acceder a la abstraccin: No hay acceso a lo simblico, todo accionar se mantiene en un nivel concreto de pensamiento, la accin sustituye a la elaboracin, el smbolo, el gesto, la palabra son reemplazados por el acto. (Esta incapacidad nos remite a la carencia de instancias mediatizadoras, de perturbaciones en la respuesta con el mundo.)

Utilizacin del propio cuerpo y de los otros como objetos: El mundo es vivido como cosificado, tales cosas son pasibles de ser utilizadas como objetos, incluido el propio cuerpo, en tanto cosa satisfactoria de necesidades. (El manejo del mundo como objeto nos indica los trastornos en las respuestas interpersonales primarias, en los vnculos.). Muestra comportamientos talinicos o de venganza, abriga una concepcin egocntrica del mundo, que incrementa sus fantasas persecutorias y emerge una intensa hostilidad con una profundidad de venganza, pero en el fondo recrea situaciones arcaicas de su infancia, en la que los progenitores fueron frustradores de la niez del sujeto en que se carga de resentimiento, constituyendo as el embrin de su tica vindicatoria. Conductas de Accin: la secuencia normal de la realizacin de los actos va desde el impulso al deseo, del deseo al propsito, del propsito a la accin y de sta al acto, la compulsin se caracteriza por pasar directamente a la accin a partir del impulso, sin la operacin de una instancia mediadora, que seria el pensamiento, estos impulsos tienen la caracterstica de ser irreversibles e incontrolables, el sujeto se siente compelido hacia la accin directa y constante, actuando a travs de lo anti-social permanentemente sus conflictos, esta actuacin simboliza una solucin de conflictos y gratificaciones inconscientes.

Escasa tolerancia a la frustracin: la intolerancia estara marcada hacia todo tipo de frustracin y postergacin de las necesidades. Existe una permanente urgencia impostergable de resolverlo, todo debe ser en el acto, aqu y ahora a travs de cualquier mtodo, el sujeto siente que es ahora o nunca, de ah que gran parte de la accin delictiva significa una salida que permite al joven evadirse de una situacin insostenible. (Esto indicara que las necesidades son tan fuertes, porque jams han sido saciadas en sus demandas, inundan al sujeto en una invasin descontrolada).

Todas estas caractersticas nos llevan a ver la personalidad estos menores como algo formado, indiferenciado, donde el Ello parece regir todas las instancias, su Yo seria lbil e inmaduro, no pudiendo mediatizar por insuficiente energa disponible, por lo cual los mecanismos defensivos instaurados serian primitivos, tales como la proyeccin, introyeccin, evitacin y negacin; su Supery, como instancia permisiva o represora, no existira.

Caractersticas del ncleo familiar: Provienen generalmente de hogares de familias desintegradas; no se trata de desintegracin en el sentido exclusivo de separacin o de desaparicin de ciertos miembros, sino desintegracin de vnculos integradores perturbados; su vinculacin suele basarse en la obtencin de bienes materiales con empobrecimiento de los intercambios afectivos, hay un remarcado dficit comunicacional por no intercambio verbal, predomina la accin como medio expresivo; se tiende a la negacin y la tolerancia de las situaciones depresivas, existiendo adems la depositacin en el pequeo de situaciones hostilidad por conflictos de la pareja, o utilizacin del hijo en la competencia por los roles de poder. En general la vinculacin entre los padres es deficiente y entre ambos hay hostilidad, celos, promiscuidad, competencia, que se da de un modo frontal o encubierto. La figura de la madre es ms presente y constante que la del padre. Son familias constituidas casi exclusivamente por la madre y los hijos, el padre se caracteriza por su ausencia, en sentido real, porque no existe (abandono, relacin ocasional con la madre, etc) o bien porque no ha mantenido un vinculo real con su prole, no ha asumido el rol paterno como tal (alcohlicos, agresivos, castigadores). Esta figura paterna es cambiante, pues la madre por lo general conforma varias parejas, las cuales funcionan como transitorios compaeros de sta y no cumplen la funcin de figura masculina representativa.

La configuracin tiene como elemento fundamental a la madre. En cuanto a las caractersticas de esta, podemos decir que se trata de madres narcisistas, implicando un vnculo de gran dependencia por parte del menos hacia ella, las actitudes de esta mujer son inmaduras, poco elaboradas e ICC; hay formas de accin permanentes, la elaboracin y el pensamiento reflexivo se reemplaza por la accin constante. Adems es rgida e inflexible a determinadas situaciones. Existe tambin una alternancia de distintas caractersticas opuestas, por momentos pueden ser permisivas para luego volverse restrictivas.Dichas caractersticas son similares a lasa de su hijo, porque ha padecido las mismas perturbaciones, carencias, indiscriminacin y la misma hostilidad.

Estas familias suelen ser numerosas y se dan muchas diferencias entre ellos, porque algunos de los hijos son de distintos padres, unos ms rechazados que otros, estas familias no han podido constituir un ncleo estable, se han formado sin un sentido familiar, no hay consolidacin.

Desde el punto de vista social, seria una familia muy marginadas, sin ocupacin estable, con viviendas precarias, con caractersticas de promiscuidad, hacinamiento, falta de higiene, de hbitos y de pautas educativas conductuales.

Los adolescentes entonces, se alejan de sus hogares por carencia de vnculos, para pasar a formar parte de grupos de pares, donde se encuentran con otros con sus mismas carencias. La unin entre los pares se basara no en lo afectivo sino ms bien en el uso y la utilidad que cada miembro pueda prestar al grupo. As se juntaran para efectuar el acto delictivo, sin elaboracin previa y por el solo hecho de evacuar necesidades y evitar tensin.Una forma de abordaje al tratamiento de esta patologa. El menor llega luego de haber cometido un delito, CC del mismo, pero sin sentimiento de culpa ni idea de reparacin, ni siquiera con la minima nocin de enfermedad, por lo cual el nico mtodo de contencin adecuado es el lmite cerrado, como manera de contractuar su necesidad constante de accin y por ende de fuga de la situacin angustiante.

El tratamiento puede dividirse en 3 etapas:

1. Una primera aproximacin del psiclogo como un Yo auxiliar, pero no como si, sino en s, har las veces de madre, padre, amigo, de manera real, lo que tratar es de ganarse la confianza del chico, confianza que no ha podido capitalizarse nunca, dado que la persona encargada de instaurar ese sentimiento en el nio es su madre. Se tratar de fortalecer su Yo lbil, carente y primitivo. En esta primera etapa tender a procurar una discriminacin entre el Yo y el no Yo, lo mo y lo tuyo.

2. Superada la primera etapa, la segunda ser el de convertirnos en de gua y protector, una vez establecido en el menor el estadio de la confianza bsica, debemos procurar su estadio de autonoma, por lo cual, la labor de consejero y orientador es fundamental, si se logra esto no tendremos necesidad de mantener el limite cerrado y podremos a partir de aqu iniciar la 3era etapa.

3. Consiste en el tratamiento psicolgico propiamente dicho creando en l la CC de enfermedad y la necesidad de ayuda, que a travs de su constante actuar no poda ver.

--- o ---

MARTIN GARRIDO: RELACIONES ENTRE LA PSICOLOGIA Y LA LEY.

7. Interaccin entre el ser y el deber ser

sta es una cuestin que tenemos pendiente desde la referencia a Piaget. Segn este autor, una de las diferencias esenciales entre ambas disciplinas es que la ley nos dice lo que debemos hacer y la psicologa descubre las leyes del ser, las leyes de la conducta.Se esta tratando de hallar las relaciones entre psicologa y ley desde las ciencias sociales, desde la psicologa. Hasta ahora se ha dicho que la psicologa, en esta relacin, fundamenta la ley.

La ideologa, las ciencias sociales son un reflejo del deber ser.Las ciencias sociales son ms que un ropaje cientfico del statu quo, son unas supraestructuras al servicio del poder establecido, que es el que legisla. Las relaciones entre psicologa y la ley, esto quiere decir que la ley, impuesta por el poderoso, determina lo que las ciencias sociales deben descubrir. Es decir que la sociedad tal como est establecida y ms en concreto, el poder que crea las leyes, el que determina la psicologa que se hace, la naturaleza que se descubre.

Quin determina a quin? El poder establecido, el deber ser, determina el ser que descubre la ciencia o es primero el descubrimiento del ser hecho por la ciencia y a l se acomoda la ley positiva?

La psicologa diferencial, mediante la cual se descubren diferencias entre las personas. Estas diferencias ordinariamente coinciden con las divisiones sociales y muestran cmo los que estn arriba y dominan tienen ms capacidad y por eso deben continuar obedeciendo.

En el contexto psicolegal parece ms adecuado recurrir a estudios de psicologa jurdica. Fitzmaurice y Pease, ponen un ejemplo, como la psicologa ha estado dirigida por quien detenta el poder: el complejo de Edipo freudiano, en el que las bajas pasiones de envidia, agresividad y maldad polimorfa se atribuyen al hijo y no al padre, a pesar de que en la obra de Sfocles hay indicios manifiestos de cmo el padre, Layo es quien envidia al hijo o lo provoca hasta situaciones lmite. Freud debi hablar del complejo de Layo y no del de Edipo, pero Layo era el padre, el superior.

En el campo de las relaciones entre la psicologa y la ley, el mejor ejemplo, es el tratamiento que la psicologa ha dado al tema de la percepcin y la vivencia de la justicia distributiva tanto en su teora de la equidad (el que mas aporta es el que ms se beneficia) como en la percepcin del mundo justo (reparto desigual en el que c/u tiene lo que se merece).

Nos encontramos en una situacin semejante para la psicologa diferencial. La teora, el ser, la psicologa, descubren lo que es coincidente con el deber ser, con la ley positiva hecha a modo y medida de quien detenta el poder. El que ms tiene debe seguir tenindolo y mandar sobre los dems.

Esta misma concepcin de la justicia como equidad es la influencia mayor que la ley positiva, emitida por quien est en el poder para favorecer sus privilegios, ha ejercido sobre la psicologa.

La Ley sobre la Psicologa:

1. La ley positiva, por el hecho de ser promulgada, termina cambiando las creencias de los subordinados hasta tal punto que, pasado el tiempo, la gente mantiene cono naturales, y obvias creencias y aptitudes que aos atrs parecan inconcebibles. Pongamos de ejemplo el aborto, el divorcio, las relaciones prematrimoniales, o las homosexuales. Desde el momento en que algo se permite, termina siendo natural el abortar, el divorciarse, y la eutanasia.

2. La segunda de las cuestiones tiene que ver con las crticas que desde el marco legal se le hacen a las relaciones entre la psicologa y la ley. Critican especialmente la traspolacin que se hace desde el laboratorio psicolgico al caso concreto que se est tratando en la sala de juicios. Pero los que critican de manera formal lo incumplen informalmente. En las salas de juicios se alude de forma constante a principios y procedimientos psicolgicos para dar fuerza y contenido a la argumentacin jurdica. Es decir, las relaciones de fundamento de la psicologa sobre la ley carecen de mucho sentido cuando se estudian formalmente, pero esas mismas leyes psicolgicas son usadas por el poder fctico cuando a este le conviene para sus intereses. Una vez ms el poder determina lo que la ciencia debe buscar.

Se debe afirmar que si las ciencias sociales no sirven ms que para reforzar los argumentos de los juristas, no vale la pena hacer una psicologa jurdica, ya que en este vaivn entre psicologa y ley, no se puede renunciar a la utopa de que mediante nuestros estudios podemos y de hecho estamos cambiando los valores de la sociedad. Las ciencias sociales no pueden renunciar a modificar profundamente los valores de una sociedad. Y uno de los caminos es influyendo sobre la ley positiva.8. El determinismo reciproco como solucin

Se trata de hallar, de manera epistemolgica, las relaciones entre la psicologa y la ley. Se ha partido de posturas encontradas: para los psiclogos detrs de toda ley o acto jurdico existe una concepcin de la naturaleza humana y de las leyes de su comportamiento. Los juristas, recelosos, temen a un psicologicismo de la ley y confan ms en el anlisis de los textos legales; y su aplicacin, las teoras criminalistas clsicas y la historia reciente de la humanidad con el genocidio nazi.Frente a estas posturas encontradas, se ha intentado salir mediante la posicin de Piaget, que hace 2 afirmaciones:

No se debe utilizar la palabra conducta de manera equivocada y hay que distinguir, al hablar de conducta, entre las ciencias que descubren el ser (ciencias sociales) y las que imponen la conducta, el deber ser (las ciencias jurdicas).

A partir de las afirmaciones de Piaget, podemos decir que psicologa y ley parten de la misma concepcin de la naturaleza humana y de su comportamiento. La lgica de estos argumentos, nos lleva a un panpsicologismo como fundamento de la ley. La salida de este, se hallara en la escala de valores del legislador, esta es la que determina las leyes positivas.En el caso de las relaciones entre la psicologa y la ley, podemos dar ejemplos de como la psicologa influye sobre la ley: segregacin racial y ley penal y, por otra parte, podemos ver como la ley impone el cambio psicolgico en las personas, por ejemplo: la ley del aborto o del divorcio.

En la prctica se da siempre que las ciencias sociales son utilizadas como instrumento al servicio de la ley, que es el ente poderoso de la relacin. Pero dentro de este statu quo ya existe su infeccin mortal, porque en el fondo lo que existe es una escala de valores y dentro de ella una concepcin del valor de justicia como equidad: el que ms aporte que reciba ms beneficios. Pero, a la vez, el criterio de equidad es la diferencia descubierta por la psicologa (el ser), cuando sta sigue investigando, descubre que es falso el que unos sean ms inteligentes que otros, sino que todos pueden ser iguales si todos reciben la misma formacin.

De esta manera, la psicologa, el ser, siguiendo las directrices del poder descubre leyes que van contra el mismo poder. A partir de aqu dejara de existir la segregacin racial y sexual, lo que har que cambien las leyes positivas.

Bandura, en un influyente articulo sobre el determinismo reciproco, expone sus ideas sobre la causalidad en psicologa. La originalidad del mismo radica en demostrar cmo la conducta es causa de la personalidad y del ambiente.

Deseara pensar que las relaciones entre la psicologa y la ley son reciprocas, bidireccionales. Siguiendo el paradigma de la teora social cognitiva (Bandura 1987) me parece que la influencia causal entre ambas depende del momento histrico. Depende del momento en que se d el corte para que el anlisis se concluya o que sea la psicologa la que influye sobre la ley o la ley sobre la psicologa.

Determinismo reciproca, es posible que las ciencias sociales tengan ms impacto sobre las leyes positivas, mientras que en otros tipos de leyes se descubra que stas influyen sobre las aptitudes y los valores.

9. Paradojas: Distintas concepciones entre psicologa y ley

Tanto la ley como la psicologa tiene una misma concepcin de la conducta y sus causas, la psicologa descubre estas leyes, el legislador las dictamina.

Dentro de la psicologa misma existen diferentes corrientes u orientaciones: existen psiclogos que conciben la conducta como determinada por causas, instancias intrnsecas al sujeto; existen otros opuestos a los anteriores, para quienes la conducta est determinada por el ambiente, por los estmulos. A continuacin algunas posturas encontradas entre la concepcin del comportamiento humano que aparece en el mbito legal y el que aparece en el psicolgico.

Cuando afirman que el acusado es autor material y responsable de los hechos que se le imputan, parece ser cierto que la ley est formulada pensando en que el sujeto es la causa de sus actos. La ley est sesgada hacia el determinismo intrnseco de la conducta, cometiendo el error fundamental de atribucin insinan cmo las personas del mundo de la ley estn socializadas respecto a percibir y atribuir la causalidad interna del crimen, ms que la causalidad circunstancial. Para mostrar la trascendencia de explicacin de la conducta humana desde su comportamiento intrnseco y constitutivo, basta con mostrar la cadena de consecuencias que se engarzan una vez que el sujeto ha cometido un delito: es culpable, se le atribuye la maldad, la anormalidad como parte de su personalidad. La mejor manera de prevenir a la sociedad de sus peligras es la prevencin, sea el encarcelamiento. La vigilancia, no la rehabilitacin del sujeto.

Bajo esta misma concepcin de la conducta humana se llega a condenar al ya rehabilitado.

3 Concepciones antagnicas entre la psicologa y la ley:

1er paradoja: Existen 2 concepciones a la hora de explicar la conducta del delincuente:

1. La ley se centra en que el acto es consciente y voluntario; es decir intrnsecamente determinado.

2. La psicologa, si bien no niega estos atributos, afirma que es una visin muy estrecha de la conducta, ya que esta est determinada, principalmente, por las circunstancias y el aprendizaje.

2da paradoja: La alusin al juicio y condena de quien ya esta rehabilitado. Lo importante es la aplicacin de la ley. Lo justo de la aplicacin de la ley, una vez que se han hallado todas las circunstancias, o las agravantes, es que quien ha cometido los mismos hechos reciba la misma pena. Sin embargo, la justicia debe aplicarse slo en la sentencia final, sin tener en cuenta la sensacin (por parte de quien se juzga) de ser tratado justamente durante el proceso.

3er paradoja: Se hallaran en los estudios sobre la evolucin de las etapas psicolgicas en el desarrollo de la CC moral y la aplicacin de la ley penal. Las etapas del desarrollo del desarrollo de la CC moral de Kohlberg, se describe una primera etapa moral en la que, se diferencia lo bueno por el premio y lo malo por el castigo fsico que impone quien tiene el poder. Hay quien puede permanecer en la primera etapa, pero hay quien puede cometer el crimen despus de haber alcanzado el estadio ms evolucionado, de los principios morales. Sin embargo, la ley penal, o el derecho procesal penal no hacen tales diferencias. Sin embargo, desde el punto de vista psicolgico y moral no tiene el mismo significado la crcel para quien no ha pasado el primer estadio de la evolucin de la CC social que para quien comete el delito habiendo alcanzado los niveles ms altos de desarrollo moral.

--- o ---

UNIDAD 2. CONTEXTO SOCIOPOLTICO- BASAGLIA, F.: La criminalizacin de las necesidades en Los crmenes de la Paz. Mxico. Siglo XXI. 1981.

- PRINI, P. La violencia del poder en Escritos de Filosofa (Buenos Aires, 1982) N 10 (Ficha).

- SANCHEZ-PESCADOR, L. tica y Deontologa en Persona, Sociedad y Ley. Publicacin del Ministerio de Justicia Madrid, 1992.- SARMIENTO, A., VARELA, O., PUHL, S., IZCURDIA, M.: Violencia e instituciones en La Psicologa en el Campo Jurdico, Buenos Aires, E.C.U.A, 2005.--- o ---

Basaglia. La criminalizacin de la paz.

La ciencia y la criminalizacin de la necesidadHay dos tipos de guerra: la guerra imperialista y la guerra cotidiana, perpetuada para la cual no hay previstos: LA GUERRA DE LA PAZ, con sus instrumentos de tortura y sus crmenes que se va habituando a aceptar el desorden, la violencia, la crueldad de la guerra como norma de la vida de paz.

Hospitales, crceles, manicomios, fabricas, escuelas, son los lugares en los cuales se llevan a cabo y se perpetan estos crmenes en nombre del orden y de la defensa del hombre. Pero el hombre al que se quiere defender no es el hombre real: es aquello que el hombre debe ser despus de la cura.En cada momento de crisis resurgen los conceptos abstractos de hombre y de humano. En nombre de este hombre abstracto existe el progreso de las ciencias, el progreso de la civilizacin.

De acuerdo a si las circunstancias sean favorables o no, la lgica econmica tiende a establecer aquello que es humano y lo que no lo es, lo que est sano y lo que est enfermo, lo bello y lo feo, lo correcto y lo incorrecto.

Se contina sosteniendo que se han dado pasos gigantescos por parte del hombre hacia la conquista de la propia libertad y del propio destino. La ciencia, en cada campo, declara estar dedicada a la bsqueda de instrumentos siempre nuevos para la liberacin del hombre de las propias contradicciones y de las contradicciones de la naturaleza. Pero si se analiza y sobre todo se trabaja dentro de las instituciones creadas por nuestra ciencia y por nuestra civilizacin, nos damos cuenta de cmo cada instrumento tcnicamente innovador no ha servido en realidad ms que para dar un nuevo aspecto formal a condiciones que permanecen inmutables en su naturaleza y significado.

Para el hombre moralmente extraviado: la crcel; para el enfermo del espritu: el manicomio; sta es la gran conquista de la ciencia.

Locura y delincuencia representaban juntas la parte del hombre que deba ser eliminada, circunscripta y escondida, hasta que la ciencia no estableci claramente la divisin a travs de la individualizacin de los diversos caracteres especficos.

Segn el racionalismo iluminista, la crcel deba ser la institucin de castigo para quien trasgreda la norma, encarnada en la ley. El loco, el enfermo del espritu, aquel que se apropiaba de un bien atribuido comnmente a la razn dominante (el extrao que viva segn normas creadas por su razn o por su locura) comenzaron a ser clasificados como enfermos para los cuales es necesaria una institucin que defina claramente los lmites entre razn y locura y donde poder relegar y encerrar con una nueva etiqueta a quien contravena el orden pblico bajo criterios de peligrosidad enferma o de escndalo pblico.

Crcel y manicomio, una vez separados, continuaron conservando sin embargo la misma funcin de tutela y de defensa de la norma, donde la anormalidad (enfermedad o delincuencia) se converta en norma en el momento en el cual era circunscrita y definida por los muros que establecan las diferencias y la distancia.

La ciencia ha separado entonces la delincuencia de la locura, reconociendo a las dos una nueva dignidad: a la locura la de ser traducida en una abstraccin (su definicin en trminos de enfermedad) y a la delincuencia la de convertirse en objeto de investigacin de parte de criminlogos y cientficos, que llegaron a individualizar factores biolgicos genricos como originarios del comportamiento anormal, hasta el descubrimiento del cromosoma Y supernumerario.

Ni el delincuente ni el loco han sido jams considerados hombres, y las instituciones construidas para ellos no han modificado ni su funcin ni su naturaleza, siguiente en sus evoluciones separadas, vas paralelas.

En los pases en donde la situacin econmico-social, por su grado de desarrollo no exige un tipo de superestructura institucional dividida, la desviacin ocupa todava por lo general el mismo espacio: la internacin indiferenciada o la violencia explcita, sin encubrimiento.

La ciencia, no ha sido llamada a llevar su obra colonizadora en la divisin de la normalidad. La violencia, o la amenaza de violencia, es an un instrumento suficiente para garantizar el orden pblico. En el caso de que exista esta divisin de la normalidad fundada sobre principios cientficos, ella resulta un tipo de organizacin institucional, una superestructura de importacin que no responde mnimamente a la realidad local.

En los pases sudamericanos, la tortura representa la superestructura, la organizacin institucional que responde realmente al nivel estructural de aqullos pases. La tortura como institucin se convierte en el nico instrumento que los polticos (es decir, los militares) saben usar para controlar una situacin que no puede ser controlada sino a travs de un estado continuo de amenaza de violencia. Para un pueblo que no tiene la esperanza de cambiar su condicin invivible o que no traduce en una lucha concreta esta esperanza, la amenaza de la internacin en la crcel o en el manicomio, como sanciones por los comportamientos desviados, no tiene peso, porque para quien no come o no tiene una casa en donde dormir, la internacin puede tambin ser una solucin para la supervivencia. La tortura es entonces el nico medio de eliminacin y por lo tanto el verdadero control social que responde a un nivel de desarrollo todava arcaico.

Estructura econmica y organizacin institucional coinciden siempre a cada nivel de desarrollo y no es casual que los manicomios se estructuren en el sentido tcnico-institucional con el inicio de la revolucin industrial, as como todas las formas de asistencia pblica encuentran su mas amplia configuracin institucionalizada en el momento en el cual se debe dividir lo productivo de lo improductivo.

Con el nacimiento de la era industrial, la relacin es entre hombre y produccin, lo que crea un nuevo uso discriminante de todo elemento que pueda ser un estorbo al ritmo productivo.

Al nivel de desarrollo tecnolgico de los pases occidentales esta organizacin del control ya no es explcita. El control es enmascarado y al mismo tiempo legitimado por las diversas ideologas cientficas: para el manicomio, por la ideologa mdica que encuentra en la definicin de la irrecuperabilidad de la enfermedad la justificacin a la naturaleza violenta y segregante de la institucin; para la crcel, por la ideologa del castigo. El encarcelado paga por la culpa cometida en dao de la sociedad; el enfermo, paga por una culpa no cometida y el precio es tan desproporcionado a la culpa que le hace vivir una doble forma de alienacin procedente de la total incomprensin e incomprensibilidad de la situacin que se ve obligado a vivir. La ideologa de la punicin sobre la cual se funda la crcel y la de la irrecuperabilidad de la enfermedad sobre la que se funda el manicomio, son totalmente extraas al problema de la delincuencia y al de la enfermedad.

Su funcin es la de una simple contencin de las desviaciones y por lo tanto de su control. La ideologa encubre la represin simplemente justificndola y legitimndola. Pero la violencia legitimada sigue siendo violencia.

Si la finalidad rehabilitativa de ambas instituciones fuese real, habra detenidos e internados rehabilitados y reinsertados en el contexto social.

La afinidad formal entre estas instituciones parece realizarse para ambas sobre un plano puramente negativo.

La realidad de las instituciones se mantiene fundada sobre el concepto de culpa por expiar, por pagar a travs del castigo, incluso en el caso de la enfermedad.

Los locos que Pinel haba separado de los delincuentes, encadenados, estn todava real o simblicamente, encadenados unos y otros en instituciones separadas, pero fundadas sobre los mismos principios destructivos; definidos y recluidos en los mismos juicios de valor que establecen de cualquier forma su naturaleza diferente. Los locos han obtenido del racionalismo iluminista la dignidad de enfermos y los delincuentes han pasado del mbito de la culpa moral al de una abstracto justificacin endgena.

La delincuencia y la enfermedad son contradicciones del hombre, son un producto histrico social y sin embargo contina haciendo pagar las consecuencias a quien es golpeado como si se tratase siempre y slo de culpas individuales, usadas para destruir a quien est fuera o estorba el ciclo productivo. Son siempre los marginados los que caen bajo las sanciones ms rigurosas. El grupo dominante salvaguarda el orden pblico, salvaguardndose y al mismo tiempo salvaguardar a quien trabaja para ella de la amenaza representada por los marginados.

Los organismos llamados rehabilitativos tienen una doble funcin:

a) la violencia como sistema concreto de eliminacin y destruccin

b) la violencia como amenaza simblica de esta exterminacin y destruccin.

Lo que importa es individualizar rpidamente al diferente y aislarlo para confirmar que no somos nosotros (los sanos, los normales, los buenos ciudadanos); no es la estructura de nuestra organizacin social la que produce las contradicciones. Es siempre el otro, el extranjero, el extrao, el corruptor, son las malas compaas las que producen el contagio que debe ser prevenido y neutralizado en defensa de lo no contradictorio de la norma, de los parmetros segn los cuales es definido el orden moral y pblico. En esta caza de la individualizacin precoz de la diversidad para confirmarla como desigualdad se funda el carcter preventivo de las ideologas, as como en la confirmacin de esta desigualdad se funda el carcter violento de las instituciones.

Las pericias psiquitricas no son ms que un instrumento que permite el pasaje de un terreno al otro, a travs de una medicin cuantitativa de los elementos anormales presentes en el sujeto examinado.

Los criminlogos continan reconociendo la realidad carcelaria como la expresin ms directa y evidente de la delincuencia natural del detenido, as como los psiquiatras continan reconociendo la realidad manicomial como signo del deterioro psquico y moral producido por la enfermedad.

Es sobre esta lgica destructiva como se mantiene la eficiencia de la organizacin institucional, porque la institucin en cuanto organizacin no puede permitirse riesgos. Pero los riesgos que no se permite la institucin se traducen en realidad prctica negativa para los hombres que ella contiene, para los cuales no existen necesidades, exigencias ni carencias a las cuales se deba responder, porque el ser definido como enfermo mental o delincuente lo priva de los ms elementales derechos, an cuando las instituciones continen definindose como rehabilitadoras y teraputicas. Las llamadas instituciones rehabilitadoras tienen una funcin explcita: dar un papel institucional controlable a quien no es controlable a travs de su participacin en el ciclo productivo, (comprende a todas las instituciones positivas: escuela, familia, fbrica, universidad, lugar de trabajo).Quien est fuera de este cerco y no acepta las reglas del juego, debe encontrar un lugar en el cual asumir un papel especfico con el cual la institucin delegada jugar despus en el gradual proceso destructivo que le corresponde.

En un nivel tecnolgico-industrial ms avanzado, como el control clsico de la desviacin a travs de las instituciones segregantes ya no basta. El sistema capitalista, adems de producir un aumento de los bienes de consumo que son impuestos como signo del grado de bienestar alcanzado por la poblacin, produce simultneamente u aumento de contradicciones, o sea un aumento de desviaciones de la regla. El control de estas desviaciones no pasa ya nicamente a travs de las instituciones segregantes y violentas (que sin embargo continan existiendo). En este caso se puede tambin permitir proyectar la restructuracin formal de estas instituciones que pueden ser modernizadas, vueltas menos explcitamente represivas, ms tolerantes, porque el control se efecta esencialmente en otro lugar, a travs de la individualizacin del diferente, ms precoz, la prevencin, los servicios asistenciales.Este tipo de control de la desviacin que recupera la mayor parte de los conflictos sociales para el terreno de la psicologa, de la medicina y de la asistencia es un nuevo modelo listo para ser exportado a los pases con un nivel de desarrollo ms atrasado.

La opresin se localiza siempre en dos niveles: o el asesinato y la masacre, o la imposicin de nuevos valores e ideologas que sirven como instrumento de manipulacin para enmascarar la violencia del asesinato y la masacre.

Los diferentes tipos de violencia (explcita, legitimada por las ideologas cientficas, diluida y enmascarada bajo la cubierta de las organizaciones asistenciales) son las distintas modalidades de control en relacin a los diversos grados de desarrollo de un pas. Pero son tambin al mismo tiempo copresentes y simultneas en el sentido de que, en los momentos de crisis, se elige la modalidad de intervencin y de represin ms adecuada para garantizar el control y ya no importa si se pasa explcitamente de un control fundado sobre el anlisis psicolgico de los conflictos, a los asesinatos en masa. Quien tiene el poder encuentra siempre la forma de legitimar la violencia, simplemente imponindola y uniendo al mismo tiempo los diferentes instrumentos de que dispone, hasta llegar a humanizar la tortura, garantizando al torturado la asistencia del psiclogo o del asistente social.

El nivel socioeconmico de los pases europeos est, todava ligado al control institucional como forma de represin. Slo ahora se estn proyectando reformas para las nuevas instituciones tolerantes, donde enfermedad, desviacin y delincuencia pueden ser controladas sin tener que recurrir a una violencia demasiado explcita.

Pero en la lgica del capital, construir nuevas crceles significa crear nuevos encarcelado, as como crear nuevos hospitales significa fabricar nuevos enfermos, si la finalidad contina siendo la organizacin de las necesidades y no la respuesta a las mismas.

Nadie ignora las condiciones inhumanas en las que viven los internados, pero la transformacin de las instituciones solamente lleva a un aparente cambio formal que si bien ofrecer beneficios parciales, de los que no se debe subestimar la necesidad y lo positivo, se limitar a ser una nueva racionalizacin tcnico-organizativa usada como nuevo sistema de control de los mismos objetos. Dentro de esta misma lgica, transformacin, racionalizacin y control son etapas de un proceso que se perpeta a travs del continuo cambio formal de las cosas, sin que jams sea tocada la estructura: la transformacin es dada siempre como respuesta tcnica a una exigencia econmica y es la ley econmica la que pide la nueva racionalizacin tcnica que desempee el cargo de control de la situacin transformada.

La indignacin emotiva contra la violencia de nuestras instituciones represivas debera llevar a la exigencia de una transformacin de las mismas que resulte adecuada a las necesidades que enfermedad y desviacin expresan. Pero hasta que nuestro sistema econmico no considere funcional para su progresivo desarrollo un tipo de control institucional distinto del violento y segregante hoy en vigor, crcel, manicomio y tortura continuarn siendo lo que son.Es una confirmacin el hecho de que si a nivel terico se habla siempre de la necesidad de su transformacin, en el plano prctico cada intento de transformacin es obstaculizado y reprimido violentamente.

El Estado burgus se funda en una divisin artificial, asumida como divisin natural: la divisin en clases. La aceptacin de la divisin de clases como fenmeno natural, implica una serie de reglamentos y de instituciones que sirven para mantener la divisin originaria sobre la cual se erige la estructura econmico-social.

Cuanto ms innatural es el reglamento, tanto ms violento y represivo es porque no responde a la necesidad para la cual ha sido aparentemente instituido, sino al mantenimiento del artificio que el reglamento tiende a cubrir.

Las articulaciones a travs de las cuales nuestro sistema social logra mantener la divisin en clases, son distintas aun cuando todas presentan un denominador comn: la tendencia a aislar los fenmenos como si no nacieran y se presentaran en una red de relaciones y proporciones recprocas, para afrontarlos divididos, separados del tejido del cual son uno de los elementos y poderlos hacer asumir un carcter absoluto, natural.

Teora cientfica e instituciones parecen explcitamente destinadas: la una a individualizar y a aislar estos fenmenos bajo el mito de la repuesta especializada, las otras a confirmar, a travs de una prctica destructiva, su carcter definitivo e irreductible. Ambas estn destinadas a individualizar y confirmar la diferencia natural de los fenmenos, a travs del mismo proceso ya realizado en la divisin de clases, matriz de todas las otras divisiones sucesivas.

El fenmeno negativo (el comportamiento anormal en trminos de insociabilidad responsable o enferma) es aislado de manera que el individuo que lo expresa se convierte slo en ese fenmeno como si no se tratase de un momento de un proceso en el cual estn implicados la historia, el ambiente, los valores, las relaciones y los procesos sociales en los cuales cada vida individual est siempre implicada. El fenmeno negativo es un momento relativo a un complejo de factores biolgicos, psicolgicos, y sociales, pero es aislado y convertido en absoluto natural para justificar su carcter inmodificable.

El delincuente es slo irreductiblemente delincuente y la crcel es el lugar que sirve para contener la delincuencia. El loco es slo e irreductiblemente loco y el manicomio es el lugar para contener la locura. Pero la delincuencia y la locura son expresin de aquello que el hombre es o puede ser y al mismo tiempo de aquello que puede llegar a ser a travs del mundo de relaciones y vnculos. El delincuente y el loco conservan tambin las otras caras de su ser de hombres: sufrimientos, impotencia, opresin, vitalidad, necesidad de una existencia que no sea ni enferma ni delincuente.El delincuente se convierte automticamente en perteneca de la criminologa, ciencia que suele tener como objeto de investigacin la criminalidad y no el hombre en su totalidad; as como el loco pertenece a la psiquiatra, ciencia que suele tener como objeto de investigacin las desviaciones y no el hombre en su totalidad. Las ideologas cientficas sirven para fijar en trminos absolutos los elementos de su competencia, hacindolos convertirse en accidentes naturales contra los cuales el hombre puede tan poco como la ciencia. Algo determinante es la clase a la que pertenecen los usuarios de estas instituciones, pareciera que las formas de delincuencia y locura irrecuperables fueran patrimonio de una sola clase: ((pobres) proletariado o sub-proletariado).

Un delincuente burgus adinerado no tiene problemas de reinsercin y de recuperacin. El crimen cometido es acepado como un producto histrico-social y no como un dato natural: hay una justificacin para su accin criminal. Se trata de un hecho que no tiene la posibilidad de determinar la evolucin de la historia futura de quien delinque.

Los delitos cometidos por la clase poltica en el poder, para los cuales no existe sino condenas marginales, condonaciones, inmunidad, que dejan intacta la honorabilidad de los autores. En este caso aflora el concepto de naturalidad de la corrupcin, pero se trata de una naturalidad implcita en el juego poltico.

La historia de la clase oprimida que delinque, es slo la de sus delitos: los antecedentes penales. Es delincuente por naturaleza, no hay causas, motivaciones psicolgicas, sociales o econmicas que justifiquen o expliquen su gesto, sino precisamente la delincuencia misma que se vuelve biolgica.Los delincuentes y los locos (comunes), nuestro sistema social no puede organizar su recuperacin, porque de otra manera seria otro sistema social, no fundado sobre la divisin innatural. Crcel y manicomio siguen conservando su naturaleza marginadora de clase.

Si se quiere afrontar el problema de la marginalidad y de la desviacin debemos afrontarlo en relacin a la estructura social, a la divisin innatural sobre la cual tal estructura se funda y no como fenmenos aislados que se pretende hacer pasar como simples anomalas individuales, de las cuales un cierto porcentaje de la poblacin tiene la desgracia de ser sujeto.

Las instituciones que debieran responder a estos problemas, parten de una presuncin formal expresamente programada: la cura, la reeducacin y la rehabilitacin tendientes a la recuperacin del internado. Si esta finalidad no fuese slo formal, sino prcticamente realizada, el problema estara resuelto( la finalidad efectiva de estas instituciones contina siendo la destruccin y la eliminacin de lo que contienen.

Existe otro fenmeno importante es el sentido de pertenencia a la sociedad, totalmente ausente en los internados en manicomios y en los encarcelados. Ellos no pueden reconocerse en esta sociedad que los castiga y los segrega, que los destruye sin ofrecerles una alternativa posible. Ninguna ley de nuestro sistema social responde prcticamente a sus necesidades y a sus derechos. Para que esto pueda revertirse es necesario primero que reconozcan las instituciones como teraputicas y rehabilitadoras.El diferente de la clase dominante es aceptado y vivido como un fenmeno humano que tiene necesidad de respuestas particulares, pero el diferente de la clase oprimida no es jams aceptado como tal y las respuestas que se proponen solo sirven para borrarlo y eliminarlo.Este anlisis nos permite comprender cmo todas las instituciones de nuestro sistema social tienen la funcin de responder a las necesidades una vez que ellas han sido criminalizadas.La criminalizacin de la necesidad es en realidad la naturaleza artificialmente construida, de manera que se encuentran frente a frente dos formas de violencia y de criminalidad, la una en respuesta a la otra, sin que se sepa reconocer qu es la necesidad real. La desviacin, el comportamiento anormal, son crmenes porque podran ser peligrosos, la institucin delegada para la cura y la rehabilitacin de la desviacin y del comportamiento anmalo es crimen en nombre de la prevencin de la peligrosidad. No existen necesidades ni respuestas a las necesidades.OBJETIVOS EXPLICITOSOBJETIVOS IMPLICITOS

RehabilitarCARCELESProducen ms delincuencia

CurarPSIQUIATRICOSProducen enfermos a medida

EducarESCUELASExpulsan a los que no aprenden

CurarHOSPITALESMatan ms que curan

ProducirFBRICASExplotan a obreros

--- o ---

Pietro Prini: La violencia del poder.

1- El poder como violencia o como derecho.

Un hecho sintomtico de las contradicciones de nuestro tiempo es que hoy como nunca antes, ignoramos qu es el poder. Quin lo ejercita verdaderamente? Dnde y cmo lo ejercita? La idea de poder se conecta en el lenguaje comn con la de fuerza: una fuerza que mueve, empuja, retiene, cambia, reprime, controla, hace nacer o destruye. El poder o la potencia es el ejercicio de una fuerza que se aplica o dirige hacia algo o alguien (potencia de un motor o grandes potencias en la poltica internacional) Toda fuerza, en cuanto obra de un campo diferencindose de otros es en s misma la tendencia imponerse sobre ellas, a prevalecer. Es fuerza bruta. El constituyente intrnseco de la naturaleza es la materia energa como fuerza bruta, la naturaleza es en ltimo anlisis un conflicto de fuerzas brutas.Segn Hobbes, no se puede negar que el estado natural de los hombres, antes que se constituyese la sociedad, fuese un estado de guerra y no de guerra simplemente sino una guerra de cada uno contra todos. La violencia para Hobbes es la voluntad de daar presente en todos, pero esto comporta la eliminacin de la vida misma. Por tanto la conciencia de esta contradiccin y la decisin colectiva de resolverla con la renuncia de cada uno al derecho de usar su fuerza individual y encausarlo en un nico derecho soberano representan para este autor el salto del estado de naturaleza a la sociedad civil. Para Hobbes el salto a la sociedad civil llega a travs de la sustitucin del poder como fuerza individual, como violencia, por el poder como derecho absoluto. Pero un derecho debe ser limitado por otro derecho, sino se anula como derecho. La ley de la sociedad civil en la que se instaura lo humano en la historia, es la compuesta por todos los derechos individuales. El poder que es propio de la persona civil es el que proviene del reconocimiento de esta ley.

El poder de la sociedad civil nacida para imponerse a los individuos tiende a mudarse en violencia de las instituciones, violencia del poder. La esencia de la violencia del poder est, en el retorno de la sociedad civil al estado de naturaleza, es decir, en la inversin del pacto social a travs del cual ha llegado la humanizacin del hombre sobre la tierra.

2- La ambigedad del poder penal.

Tomado en su carcter de fuerza de sumisin, el poder se ejercita de modos diferentes. Galbraith, realiza una distincin entre:

Poder Penal,

Poder Remunerativo

Poder Acondicionador.

Los dos primeros consiguen la sumisin a la voluntad del otro, por la amenaza o la realidad de la pena o por la promesa o la realidad del premio. En cambio el tercero la obtiene a travs de la persuasin y la educacin cuando es explcito, o a travs de la cultura misma cuando es implcito y escapa a la conciencia de aquellos sobre los cuales se ejercita.

El Poder Penal es el ms explicito el ms manifiesto de todos los modos de poder. En las crceles su tirana brutal aparece como el dominio sereno del bien sobre el mal, del orden sobre el desorden. El derecho penal por las instituciones y las formas en que suele tomar cuerpo en el mundo hoy es el sector ms en crisis del ejercicio de los derechos humanos.

Ha sido un innegable progreso de la conciencia moral y jurdica la eliminacin de todo carcter de venganza en el concepto de la pena. Vengarse es pretender que la reparacin de la violencia se consiga por medio de la violencia. En el concepto del poder como fuerza garante de la composibilidad de los derechos, la pena tiene sentido como auto-punicin en el interior de la misma conducta criminal. El carcter intrnsecamente inter subjetivo del hacerse humano del hombre, es tal que la culpabilidad moral lleva en s misma la propia sancin. Quin se aparta (o rechaza) de los dems con su conducta lleva en s el infierno.

La heteropunicin a la que el reo esta sometido es la objetivacin de la auto punicin. La crcel es la violencia de la sociedad contra el reo.Esta justificacin impone Lmites al poder penal: 1er lmite- Reconocimiento real, efectivo y tambin formal de la libertad del individuo en todo el proceso de investigacin de las pruebas objetivas aunque fueren solamente indiciarias de su culpa. Las ciencias del hombre han puesto en crisis el concepto de imputabilidad, hay razones para no resolver cualquier acto criminal en una perversin de la voluntad individual. Queriendo exonerar de culpa al individuo suprimen su libertad y lo vinculan a los arbitrios de las decisiones diagnsticas que lo ponen en las manos del psiquiatra, aislndolo en un manicomio criminal o en la crcel. En general, la finalidad educativa de la pena ha sido una gran conquista del derecho penal moderno y la violencia puede esconderse en el intento de manipulacin psquica del encarcelado.

Reconocer la libertad de quien pueda ser imputado de un delito lleva consigo otra limitacin del poder penal: la presuncin de la inocencia del imputado. La invasin de la privacidad, la suspensin del ejercicio de algunos derechos elementales y la encarcelacin preventiva son los signos de una justicia que intenta compensar la propia impotencia con el uso de una fuerza que es difcil no llamar vengadora.

El concepto de la pena como coincidencia efectiva entre htero y auto- punicin le pone como finalidad la recuperacin de la voluntad de vivir junto a los otros, la reintegracin del reo en aquella reciprocidad intersubjetiva que l ha culpablemente rechazado. La pena en la crcel se manifiesta como la culpa invertida, es la violencia de la sociedad en contra del reo en medida igual y contraria a la violencia que l ha dirigido en contra de la sociedad. El poder penal se ejercita en una radical ambigedad de legitimacin y de violencia.

3- El poder remunerativo o la violencia de la corrupcin.

La fuerza del Poder Remunerativo est en su dirigirse hacia la doble estructura en la que se determina el sentido de las pulsiones humanas: la estructura de la sociedad y la estructura del deseo. La fuerza que es propia del poder remunerativo es la de responder desde fuera o por ofrecimiento interesado a estas dos formas de la tensin psquica, en la medida que una u otra estn vinculadas por la imposibilidad o dificultad de la propia satisfaccin. El poder remunerativo ofrece a aquellos sobre los que se ejercita, la independencia frente a la necesidad y la gratificacin del deseo a condicin de un vnculo estrecho a la voluntad del otro, sus decisiones y sus arbitrios. Este tipo de vnculo es lo que se llama corrupcin.

Es una violencia de poder ms escondida y mina las bases mismas del pacto social (que es la renuncia a la prevalencia de los intereses privados sobre los intereses de todos). El bien comn que la sociedad realiza como sistema de necesidades y composibilidad de deseos, se frustra, es roto por la corrupcin que empuja hacia los conflictos del tener.

Una diferencia entre este tipo de violencia y la del Poder Penal es que, mientras sta degrada a sus vctimas y crea una clase de excluidos de muchos bienes sociales, la violencia de la corrupcin da poder a los corrompidos y fuerza en sus ambiciones. La prdida de la libertad y la dignidad se compensa con el desenfreno de los deseos. Genera corruptores de los corrompidos. La violencia del Poder Penal genera rebeldes, pero la violencia del Poder Remunerativo es, como una llaga que se agranda y genera decadencia y muerte en la sociedad.4- La violencia del poder acondicionador como Espectculo del poder

El poder remunerativo tiene su gran aliado en el poder acondicionador, el Poder Acondicionador crea los signos de prestigio y prescribe el ceremonial de la obediencia, en la jerarqua de los corrompidos-corruptores. La mayor violencia del poder es su tendencia a disfrazarse, monopolizando, a travs de la educacin y la cultura, la produccin de lo imaginario y de lo simblico bajo las contraseas del poder como derecho, como el poder de todos. En la sociedad civil el pacto social como salto en la humanizacin del poder que nace o debera nacer de la renuncia individual o particular tiene su contrapartida en el Espectculo del Poder, donde el poder del individuo o de la clase se esconde detrs de la imagen de una sociedad sin clases y sin jerarquas. ( En esta sociedad difusa obran y se disfrazan las fuerzas del poder acondicionador.

Nuestra sociedad ha llegado a ser una sociedad en la que obran y se disfrazan las efectivas fuerzas del poder acondicionador una sociedad de espectadores. stos espectadores son en su mayora los ejecutores de evasiones funcionales y programadas que obedecen a la lgica del desarrollo del poder real. Esta evasin es el correlativo compensador del trabajo organizado en roles, heterodirigido y acondicionado por este poder. En esta sociedad del trabajo planificado y alienado, la culpa es la no insercin, la evasividad, el ocio, la imaginacin, mientras que para una sociedad aristocrtica, la culpa era el poner en cuestin, o sea la hereja y el querer cambiar las cosas.

El poder acondicionador tiene siempre su preciso Cdigo del Poder. Los medios de comunicacin estn en manos del poder econmico y poltico, por lo que la evasin vuelve al ciclo de la produccin a travs de la persuasin publicitaria y de la propaganda ideolgica.

El poder entonces, estara en el hombre annimo que obra en la base de las formas del poder acondicionador. Que vive rindiendo a su organizacin y aquel que vive calculando en funcin del rendimiento productivo. --- o ---

Snchez Pescador: tica y deontologa.

La deontologa como funcin del rol institucional

Una conducta es deontolgicamente correcta cuando es adecuada al rol que corresponde a la profesin ejercida, Ej.: si un abogado, valindose de las tcnicas procesales previstas en las Leyes, consigue la absolucin de un delincuente o que un deudor no pague su deuda.

La psicologa forense se caracteriza por ser un instrumento tcnico al servicio de la Administracin de Justicia, y por lo tanto, destinada a la mayor correccin en la toma de decisiones por los Jueces y Tribunales. Esto implica las siguientes caractersticas:

La psicologa forense es psicologa aplicada al servicio del poder judicial del Estado: esto significa que como la psicologa clnica, tiende a facilitar la toma de decisiones sobre problemas concretos. Adems implica que, a diferencia de la psicologa clnica, las decisiones a tomar no corresponden al propio psiclogo, sino que el psiclogo acta como consultor de un operador distinto encargado de tomar la decisin (el Juez o Tribunal).

La psicologa forense es, bsicamente un servicio pblico: significa, que estn insertados en la organizacin de un servicio pblico y por lo tanto hetereorganizados.

La psicologa forense est orientada hacia la aplicacin de la Ley: significa que tiene una finalidad institucional definida distinta a la de la psicologa clnica, o la industrial, etc. Los objetivos ticos finales estn predeterminados por la Ley, ante cuyos fines la aportacin psicolgica es puramente instrumental.

Los principios universales de la deontologa

Uno de los problemas de la deontologa tradicional es que suele mantenerse en una hbil combinacin de principios ticos abstractos y principios de defensa corporativa muy concretos. Carlo Lega denomina principios universales de la deontologa a los siguientes 2 y son aplicables a todas las profesiones intelectuales libres y se refieren a mltiples manifestaciones del comportamiento no tcnico del profesional:

1. Obra segn ciencia y conciencia: Es ambiguo e incluso autocontradictorio. Obrar segn ciencia, es decir conforme a las tcnicas disponibles del arte o actividad profesional de c/u, es un deber profesional bsico y autodefinidor. Sin embargo, no puede situarse al mismo nivel que el presunto deber de obrar segn conciencia. Precisamente la posibilidad de objetivar normas deontolgicas excluye la apelacin a la conciencia individual. La apelacin a la conciencia tiene sentido como principio de moralidad personal en caso de conflicto ( en este sentido, el Cdigo Deontolgico del Psiclogo establece: cuando un psiclogo se vea en el conflicto de normas adversas, incompatibles ya legales, ya de este Cdigo Deontolgico, que entran en colisin para un caso concreto, resolver en conciencia, informando a las distintas partes interesadas y a la Comisin Deontolgica Colegial. Esta apelacin a la conciencia exige informar a los interesados y a la Comisin Deontolgica.

2. Probidad profesional: El Cdigo Deontolgico del Psiclogo establece: la profesin de psiclogo/a se rige por principios comunes a toda deontologa profesional:

Respeto a la persona,

Proteccin de los Derechos Humanos,

Sentido de responsabilidad,

Honestidad,

Sinceridad para con los clientes,

Prudencia en la aplicacin de instrumentos y tcnicas,

Competencia profesional,

Solidez de la fundamentacin objetiva y cientfica de sus intervenciones profesionales

Principios y normas deontolgicas en sentido estricto. El Cdigo Deontolgico del Psiclogo.

Al definir los roles del psiclogo y del trabajador social de las clnicas medico- forenses, debemos considerar la interaccin entre la demanda institucional y el rol profesional. El psiclogo y el trabajador social forense son profesionales que ejercen su trabajo en y para el sistema jurdico y dentro del mbito del peritaje, como una funcin auxiliar del Derecho. El riesgo implica, est en un relajamiento de la responsabilidad, ya que existe un mediador cualificado entre la opinin del psiclogo y la decisin a tomar. Este distanciamiento entre la opinin tcnica y el resultado requiere incrementar la exigencia de calidad en la funcin consultiva y principalmente en su explicitacin, reforzando la necesidad de cumplir los requisitos de claridad, precisin, rigor y expresin del grado de fiabilidad de los informes (artculo 48).

El principio de imparcialidad debe ceder cuando la orientacin o la finalidad de la Ley es clara: aunque ello no deba afectar a la objetividad cientfica, el psiclogo no ha de ser neutral cuando la propia Ley no es neutral, Ej.: la legislacin sobre adopcin, asume un principio tuitivo a favor del nio

Debemos asumir que el cliente es el rgano judicial con carcter general. En particular, la confidencialidad puede suscitar muchos problemas. En trminos generales, la confidencialidad se quiebra porque el destinatario del informe no es, el paciente, ello implica que esta circunstancia debe ser siempre claramente conocida por el paciente.

Si en una intervencin se obtiene informacin adicional no requerida por el rgano judicial, esta informacin queda cubierta por la confidencialidad psiclogo-paciente.

La interdisciplinariedad es el mbito normal de ejercicio profesional para la psicologa forense, un enfoque multidisciplinario donde se establece continua interaccin con diversos profesionales que intervienen en la Administracin de Justicia (Jueces, Abogados, Mdicos, Psiquiatras y Educadores). Los problemas deontolgicos pueden ser frecuentes y difciles, no slo por su propio contenido, sino porque la eventual solucin que el profesional adopte en conciencia podra enfrentarle con las autoridades judiciales. Sera conveniente que la Comisin Deontolgica asumiera una actividad ordinaria de carcter consultivo que le permitiera estudiar consultas concretas planteadas por los colegiados y con la normal eliminacin de los datos identificativos, publicar las soluciones o dictmenes motivados sobre tales problemas. --- o ---

Sarmiento en La Psicologa en el campo jurdico.

Cp.: Violencia e Instituciones.

Las instituciones implican historicidad y control.

Siguiendo los planteos de Berger y Luckman, estos autores sostienen que las instituciones, por el hecho mismo de existir, tambin controlan el comportamiento humano estableciendo pautas definidas de antemano que canalizan ese comportamiento en una direccin determinada.

Sostienen que una institucin tambin es una situacin social continua en la que las acciones habituales se entrelazan, son acciones de tipificacin reciproca que cada sujeto tomara como papeles o roles.

Este juego de habituaciones y tipificaciones al transmitirse a otros se convierten en instituciones histricas. Al adquirir historicidad y objetividad.

El individuo interacta con ese elemento exterior a l que ha objetivado y que acta sobre l, que a su vez ha sido su productor. Se trata de una relacin de mutua determinacin.

Las Instituciones de secuestro, el encierro como prctica del Control Social surge en su momento como una forma ms humanizada de la sancin, siendo considerado como el triunfo del paradigma positivista del disciplinamiento por sobre el religioso-moralista de exterminio de lo diablico.

En un primer momento, el encierro tambin era utilizado como proteccin para quienes quedaban en el afuera, sustrayendo de la convivencia social a los considerados peligrosos la finalidad de estas instituciones era simplemente el aislamiento de los individuos a la comunidad o, adems, intentaban adaptar a los sujetos a los interese de esa sociedad? Al comps de los cambios sociales, a fines del rgimen feudal (s. XIV y XV), progresivamente se fue comprendiendo el valor del recluido y que era til para producir bienes y al mismo tiempo para disciplinar a los elementos dscolos.

Rgimen Cerrado

Las instituciones histricamente consideradas nucleares o centrales del llamado sistema de menores, las que se conocen como instituciones de seguridad o como institutos de menores, son descendientes directas a travs de una larga historia institucional que se origina en las primeras casas de trabajo, las Workhouses tanto inglesas (Bridewells) en 1555 y holandesas (Rasphuis) en 1599.

Se trataba de instituciones de encierra y de custodia destinada a trasgresores de poca monta (vagabundos, mendigos, jvenes desamparados, hurfanos, prostitutas, etc.), no para castigar crmenes severos ya que para eso estaba la pena corporal. la finalidad de la institucin, era la reforma de los internados por medio del trabajo y de las disciplinas.

Las Workhouses o Casas de trabajo, pueden ser entendidas como una de las primeras formas de tratamiento conductual o intentos de modificar, corregir con miras a un desempeo posterior acorde con lo demandado por el medio social.

Estas instituciones eran cerradas no slo por su rgimen sino porque se proponan darle al internado, tanto mayor como menor de edad, todo lo necesario para satisfacer sus necesidades bsicas en un marco asptico y cerrado (aislado).

Instituciones de Menores: su transformacin

Las instituciones se caracterizaron por ser macroinstituciones que durante dcadas consolidaron y retuvieron un slido prestigio y sobre las cuales se depositaron esperanzas y objetivos. Pero han comenzado a ser cuestionadas paulatinamente desde fines de la dcada de los 60, dado el incremento de las tasas de criminalidad, la creciente inquietud en las crceles y el colapso de la creencia en el llamado ideal de rehabilitacin.

El optimismo penlogico de fines del siglo XIX y de la primera mitad del XX es el que ha dejado su lugar a un persistente y creciente escepticismo y tambin a la desconfianza sobre la racionalidad y la eficacia de las instituciones penales modernas.

Paulatinamente tienden a desaparecer o a reducirse las grandes instituciones de internacin y que progresivamente debern ser reemplazadas por otras ms pequeas.

Esa transicin institucional representara el pasaje de la despersonalizacin y el anonimato, a una progresiva individualizacin que es la base de cualquier proyecto serio de recuperacin, del valor del sujeto encerrado como persona.

Uno de los primeros psiclogos que se dedico a estos temas de las instituciones de menores, se trata de Osvaldo Hepp, afirmando que histricamente se fue pasando:

De los grandes internados hacia las pequeas unidades,