MALLEUS MALEFICARUM

(El Martillo de los brujos)

El martillo de los brujos fue escrito en el año de 1486 por Heinrich Kramer y

Jacobus Sprenger y es el resultado final de la investigación realizada sobre los

delitos de brujería de las provincias del norte de alemania, ya que ambos fueron

nombrados inquisidores con poderes especiales, por la bula papal de Inocencio VIII,

para realizar dicha investigación, texto que después de su publicación se convierte

en la principal herramienta para detectar brujas y herejes, enjuiciarlas y castigarlas

en nombre de Dios y para el bienestar de la santa iglesia.

Los autores Kramer y Sprenger redactan su obra en forma de interrogantes

quienes seguidamente bajo argumentos basados en obras de filósofos, hechos y

citas bíblicas le dan respuesta a su interrogante para afirmar o negar su pregunta.

Para el desarrollo de la obra estos autores consideran necesario saber sobre:

la brujería, el demonio y el permiso de Dios. En cuanto a la existencia de la brujería

manifiestan que hay autores que afirman que la brujería no existe, al igual que la

magia no existe y que ella solo está en la imaginación de los hombres que atribuyen

efectos naturales, cuyas causas no son conocidas, a la brujería y a los hechizos.

Otros por el contrario reconocen que los brujos existen pero declaran que la

influencia de la magia y los efectos del sortilegio son puramente imaginarios y

fantásticos, y existe un tercer tipo de escritores que sostienen que los efectos que

según se dice causan los hechizos mágicos son por completo ilusorios y fantasiosos,

aunque pudiera ser que el diablo asista a algunos brujos. De lo anteriormente dicho

Kramer y Sprenger después de una vasta argumentación concluyen que de acuerdo

a los Cánones de la santa iglesia que es opinión muy cierta y católica afirmar que

existen encantadores y brujos quienes, con la ayuda del diablo y en virtud de un

pacto con él establecido, son capaces, puesto que Dios permite que se produzcan

males y daños verdaderos, lo cual no excluyen también que pueden causar ilusiones

fantásticas y visiones por medio de algún arte extraordinaria y peculiar.

Seguidamente después de afirmar sobre la existencia real y no imaginaria de la

brujería, consideran necesario conocer si las personas que sostienen que las brujas

no existen deben ser consideradas como herejes o si se las tiene que considerar

como gravemente sospechosas de sustentar opiniones heréticas, y en opinión de los

autores del texto consideran que etas personas son herejes.

Determinada la existencia de la brujería y considerados herejes a los que

niegan la existencia de la misma, se cuestionan el por qué de la existencia de

numerosos brujos en el frágil sexo femenino, en mayor proporción que entre los

hombres y es aquí en donde se cometen las peores aseveraciones, afirmaciones y

discriminación en contra de las mujeres ya que con base a citas bíblicas, y obras

teológicas llegan a aberrantes conclusiones tales como: todas las malignidades son

poca cosa con la de una mujer; los muchos apetitos de los hombres los llevan a un

pecado, pero el único apetito de las mujeres las conduce a todos los pecados; y otras

más conclusiones y afirmaciones argumentan que la causa natural es porque son

mas carnales que el hombre, ya que resulta claro sus muchas abominaciones

carnales, debido a un defecto en la formación de la primera mujer, ya que fue

formada de una costilla curva, es decir, la costilla del pecho, que se encuentra

encorvada, por decirlo así, en dirección contraria a la de un hombre. Por la mujer

entro el pecado al mundo y en conclusión dicen: toda brujería proviene del apetito

carnal que en las mujeres es insaciable, por lo cual para satisfacer sus apetitos, se

unen inclusive a los demonios motivo por el cual no es de extrañar que existen mas

mujeres que hombres infectadas por la herejía de la brujería, y a consecuencia de

ello es mejor llamarla la herejía de las brujas que de los brujos ya que el hombre

deriva del grupo poderoso y exclaman una bendición a Dios diciendo: bendito sea el

altísimo quien protegió al sexo masculino de tan gran delito pues él se mostro

dispuesto a nacer y sufrir por nosotros, y por lo tanto concedió ese privilegio a los

hombres.

Así mismo su estudio abarca sobre las características o cualidades que hacen

que indudablemente una mujer sea bruja, a la cual concluyen que son aquellas

mujeres que tienden a la infidelidad, la ambición y la lujuria, cualidades que se

inclinan más que otras a la brujería, las que más que otras se entregan a estos

vicios. Y para ello según bula papal existen siete métodos por medio de los cuales

infectan de brujería el acto venéreo y la concepción del útero. Primero, llevando las

mentes de los hombres a una pasión desenfrenada; segundo, obstruyendo su fuerza

de gestación; tercero, eliminando los miembros destinados a ese acto; cuarto,

convirtiendo a los hombres en animales por medio de sus artes mágicas, quinto,

destruyendo la fuerza de gestación de las mujeres; sexto, provocando el aborto y

séptimo, ofreciendo los niños a los demonios, aparte de otros animales y frutos de la

tierra.

Seguidamente el texto trata sobre los métodos por medio de los cuales se

obra la brujería y de cómo puede eliminársela auspiciosamente y para ello inicia con

la interrogante sobre quienes de nada sirve el poder de las brujas y después del

análisis correspondiente llegan a la conclusión que a quienes no afecta el poder de

su brujería es a quienes administran la justicia pública contra ellas, o las enjuician en

cualquier condición oficial pública, así mismo quienes según los ritos tradicionales y

santos de la iglesia, hacen empleo legal del poder y la virtud que la iglesia, por sus

exorcismos proporciona en la aspersión del agua bendita, la aceptación de la sal

consagrada, el transporte de los cirios bendecidos el día de la purificación de nuestra

señora, de las hojas de palma en el domingo de ramos y los hombres que de tal

modo se fortalecen, actúan de tal manera que los poderes de los demonios quedan

disminuidos y por último quienes de distintas e infinitas formas son bendecidos por

los santos ángeles.

En cuanto a los métodos por los cuales los demonios, por intermedio de las

brujas atraen y engañan a los inocentes para el crecimiento de sus horrendas artes y

compañía utilizan el cansancio por la provocación de enormes pérdidas en sus

posesiones temporales; los deseos y placeres de la carne; el tercer método sería la

tristeza y la pobreza estos son según Kramer y Sprenger algunos de los muchos

métodos que las brujas utilizan para aumentar su número, así mismo como

resultado de su investigación determinaron que existen tres tipos de brujas a saber:

las que dañan pero no pueden curar, las que curan pero por algún pacto extraño con

el diablo no pueden dañar y las que dañan y curan. Entre las que dañan se destaca

una clase en especial que puede ejecutar todo tipo de brujerías y encantamientos,

que abarcan todo lo que las otras cada uno por separado pueden hacer, tales como

tienen la costumbre de comer y devorar a los niños de su especie, provocan granizo

y graves tempestades y rayos; causan esterilidad en los hombres y animales; ofrecen

a los demoños o matan de otras maneras los niños que no devoran; pero es común

en todas ellas practicar la copulación carnal con los demonios. Ahora bien, el método

de protección utilizada por las brujas es doble, uno es una ceremonia solemne como

un voto solemne y el otro es privado y puede ser hecho al demonio a cualquier hora,

a solas.

Ahora bien en otro de los apartados del texto tratan de desarrollar el tema

referente a los métodos de destrucción y curación de la brujería, para lo cual inician

con la interrógate: ¿Es legal eliminar la brujería por medio de otras brujerías o por

cualquier otro método prohibido? A la que inmediatamente responden que no es

legal ya que no es lícito usar la ayuda de los demonios debido a que este acto

implicaría apostasía respecto de la fe.

Señalan que el método común que se practica para anular un encantamiento,

aunque sea ilegal, es que las personas hechizadas recurren a las mujeres sabias,

por quienes son curadas con mucha frecuencia y no por los sacerdotes y exorcistas

de manera que la experiencia demuestra que esas formas de efectúan con la ayuda

de los demonios por lo tanto no puede ser legal curar de este modo un

encantamiento, si no que se debe soportar el mal con paciencia.

Al respecto citan a Santo Tomas y San Buenaventura ya que en el libro IV,

dist, 34 dijeron: que los hechizos son permanentes porque no tienen remedio

humano; pues si existe es desconocido para los hombres o es ilegal. Ellos

interpretan estas palabras en el sentido que esos males son incurables, alegan a la

vez que aunque Dios proporcionara un remedio forzando al demonio y este pudiese

eliminar su maldición de un hombre y el hombre quedara curado, esa cura no sería

humana, por lo tanto si Dios no efectúa la cura, no es lícito que el hombre la busque

de alguna otra manera.

Continúan con el desarrollo del tema ampliando sobre las formas de cómo

eliminar los males o enfermedades causadas por la brujerías y encantamientos para

lo cual dicen que es posible a través del intermedio de otra bruja y otro hechizo o sin

la ayuda de otra bruja pero mediante ceremonias mágicas e ilícitas para lo cual dicen

que existen cuatro formas completamente ilícitos de hacerlo siendo el primero:

siendo este ilegal tal como se indico anteriormente tanto respecto del agente como

del remedio mismo, y puede lograrse a través de dos maneras o con cierto daño para

quien efectuó el hechizo o sin daño alguno pero con ceremonias ilícitas; el segundo

tipo de cura practicada por las brujas que eliminan un hechizo exige una vez mas un

pacto expreso con el demonio pero no va acompañado de un daño a otra persona; el

tercer tipo de remedio es el que se emplea mediante ciertas ceremonias

supersticiosas pero sin daño para nadie y no por medio de una bruja confesa y por

último el cuarto método establecen que los canonitas coinciden en parte con algunos

de los teólogos, se dice que no es nada peor que ociosa y vana ya que solo es

supersticiosa y no hay pacto ni abierto ni tácito con el demonio en cuanto a la

intención u objetivos del paciente.

Y como parte final de la presente obra desarrollan los remedios que prescribe

la santa iglesia contra los demonios íncubos y sócubos, ya que anteriormente se dijo

que humanamente no era posible curar los daños causados por la brujería a menos

que las brujas sean desarraigadas por entero por los jueces o por lo menos

castigadas. Entre los métodos aceptados por la iglesia para la cura va a depender

de acuerdo del tipo del mal sufrido como por ejemplo se desarrollan los remedios

prescritos para los hechizados por una limitación de la capacidad de engendrar, para

quienes por artes prestigitatorias han perdido su miembro viril o en apariencia fueron

transformados en formas de animales, para quienes padecen de obsesiones debido

a algún encantamiento, los exorcismos lícitos de la iglesia para toda clase de

enfermedades y dolencias debidas a la brujería y el método de exorcizar a quienes

estan embrujados así como los remedios prescritos contra los negros y horrendos

daños con que los demonios pueden afectar a los hombres. Todo ello lo desarrollan

con base a argumentos bíblicos, obras y hechos.