Aristóteles – Metafísica

Libro I

El tema de este libro gira entorno a la sabiduría como forma suprema del conocer humano, consistente en el conocimiento de las causas y principios primeros. Del libro se desprenden cuatro puntos perfectamente concatenados: La metafísica es la ciencia de las causas primeras, estas casusas son cuatro, no pueden ser más ni menos, como se deduce también de lo que dijeron los filósofos anteriores, críticas a afirmaciones de sus predecesores.

Capítulo I 1 - el conocimiento de las causas y la sabiuría.

Aristóteles quiere primero demostrar que todos los hombres entienden por “sabiduría” la forma suprema de saber y que esta es el conocimiento de las causas y principios. Para ello hace una descripción de las diversas formas del conocer: sensación, memoria, experiencia, arte y ciencia y muestra como todos coinciden en tener por sabiduría solamente el arte y la ciencia. La experiencia se refiere siempre a lo particular, mientras que el arte (τέχνη) y la ciencia (ἐπιστήμη) apuntan a lo universal, es decir, al porqué de las cosas, a su causa. La experiencia no puede enseñarse, al contrario del arte y a ciencia. El sabio será tenido por tal en la medida que se eleva a un saber más allá de las necesidades prácticas, este saber no es otra cosa que el conocimiento puro de las causas. La conclusión del argumento será que la sabiduría es una ciencia teorética y, entre las teoréticas, la de mayor rango.

Todos los hombres por naturaleza desean saber, señal de ello es el amor a las sensaciones, [dado que estas nos permiten conocer] las cuales son queridas por si mismas, más a allá de su utilidad práctica. Ahora bien, los seres que poseen memoria son más inteligentes y capaces de aprender ya que a partir de esta surge la experiencia, la cual se constituye por le recuerdo de casos particulares semejantes, viniendo a ser algo así como una regla de carácter práctico que permite actuar de modo semejante ante situaciones semejantes.

La ciencia y el arte2 resultan de la experiencia. El arte se genera cuando a partir de múltiples percepciones de la experiencia resulta una única idea general acerca de los casos semejantes. La idea de todos los casos particulares en un caso específicamente idéntico es algo propio del arte. Ahora bien, tenemos por más sabios a los hombre de arte que a los de experiencia, esto porque los primeros conocen la causa mientras que los otros no. “Efectivamente, los hombres de experiencia saben el hecho, pero no el porqué, mientras que los otros conocen el porqué, la causa, Por ello, en cada caso consideramos que los que dirigen la obra son más dignos de estima, y saben más y son más sabios que los obreros manuales: porque saben las causas de lo que se está haciendo.” (980b30)

Por lo tanto, no se considera que se es más sabio por la capacidad práctica, sino por poseer la teoría y conocer las causas.

1 Todo este capítulo constituye una introducción encaminada a fundamentar la concepción aristotélica de la sabiduría (sophía) como ciencia que se ocupa de las casusas primeras y de los principios. Aristóteles propone una gradación del conocimiento estableciendo los siguientes niveles: sensación, experiencia, arte y ciencia.2 Es de especial interés lo que tienen de común tanto la ciencia como el arte frente a la mera experiencia, a saber, la universalidad de la regla y el conocimiento de las casusas.

La capacidad de enseñar es una señal distintiva del que sabe frente al que no sabe. Por otro lado, a pesar de que las sensaciones son el modo de conocimiento por excelencia de los casos particulares, ninguna es considerada sabiduría, esto debido a que no dicen el porqué de nada. Así, el hombre de experiencia será más sabio que los que posee sensación y el de arte más que el de experiencia. Así mismo, las ciencias prácticas que buscan satisfacer necesidades serán peores que aquellas orientadas al placer y la calidad de vida y, por sobre estas, se encuentran las ciencias teoréticas.

Se concluye que la sabiduría es la ciencia acerca de ciertos principios y causas.