resumen de- las liturgias del poder- jaime valenzuela

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LAS CEREMONIAS DE LA MUERTE Los reyes van al cielo. Los reyes creían firmemente en que irían al cielo y su vida se veía comprometida por este motivo, la salvación post morten era fundamental. la vida del barroco acusaba en el trono español y mundo ibérico que el poder era algo efímero. Se manifiesta en estas creencias el hecho de la vida después de la muerte como algo primordial en la monarquía española, creencia que se traspasa al pueblo, es decir que los reyes se iban al cielo a la misericordia de Dios, como por ejemplo Felipe IV y Carlos II. Los preparativos de una representación colonial El tipo de liturgia mortuoria no responde a los parámetros comunes de hoy, es decir con el cuerpo material de difunto, más bien en el caso español la muerte del Rey tomaba una dimensión geopolítica simbólica de alcance imperial, el monarca si seria percibido por una ínfima parte de la población, es una imagen ausente del monarca simbólica, inmaterial. Se enviaba asimismo a todas las autoridades eclesiásticas y civiles las órdenes precisas para llevara cabo la liturgia correspondiente al hecho, de acuerdo a un plan litúrgico unificado, presentando la imagen de poder compacto, con un espacio institucional coordinado y con un discurso univoco en el plano del imaginario ceremonial. Todo esto estaba de acuerdo a la cedula expedida desde la metrópoli, las campanas de la iglesia se unían a la lectura pública del bando elaborado por el cabildo en la transmisión persuasiva y codificada de la información. se usaban vestimentas negras y eran ellos los encargados de comunicar la cédula, se decretaba duelo colectivo y la fecha de las exequias. El panegérico del difunto El acto fúnebre se expresa también a través de la oratoria, el sermón fúnebre, recubiertas de metáforas y alegorías sacralizadas, que santifican al monarca, es una especie de oratoria persuasiva. Esta es una oratoria de manifestación barroca, en este sentido si los antecesores habían sido personas virtuosas sus descendientes también lo serían, comparten la misma gracia, es decir el destino regio. Por tanto hay manipulación alegórica del pasado monástico que se une a la persuasión legitimarte del nuevo gobernante. Ritos e imágenes de los funerales metafóricos La celebración religiosa en establecía entonces en el centro del evento, monopoliza la liturgia política. El luto antes de esto, era de varios días, sonaban las campanas de las iglesias, se hacían oraciones de vísperas, el obispo se vestía de pontifical. Las distintas ordenes de la ciudad eran repartidas celosamente y ordenadamente sin mezclarse una con otra en la "escenificación litúrgica" para los funerales de Felipe IV por ejemplo en Santiago en 1667 estas fueron distribuida ordenadamente dentro de la catedral. Los días previos y posteriores se hacían misas, predicas, distintas liturgias repartidas entre las ordenes y ejecutadas por turno en la catedral.

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Resumen segunda parte del libro las liturgias del poder de Jaime Valenzuela, historiador chileno, hecho para mi ramo de Historia de Chile 1.

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Page 1: RESUMEN DE- LAS LITURGIAS DEL PODER- JAIME VALENZUELA

LAS CEREMONIAS DE LA MUERTE

Los reyes van al cielo.

Los reyes creían firmemente en que irían al cielo y su vida se veía comprometida por este motivo, la

salvación post morten era fundamental. la vida del barroco acusaba en el trono español y mundo

ibérico que el poder era algo efímero. Se manifiesta en estas creencias el hecho de la vida después de la

muerte como algo primordial en la monarquía española, creencia que se traspasa al pueblo, es decir que

los reyes se iban al cielo a la misericordia de Dios, como por ejemplo Felipe IV y Carlos II.

Los preparativos de una representación colonial

El tipo de liturgia mortuoria no responde a los parámetros comunes de hoy, es decir con el cuerpo

material de difunto, más bien en el caso español la muerte del Rey tomaba una dimensión geopolítica

simbólica de alcance imperial, el monarca si seria percibido por una ínfima parte de la población, es una

imagen ausente del monarca simbólica, inmaterial.

Se enviaba asimismo a todas las autoridades eclesiásticas y civiles las órdenes precisas para llevara cabo

la liturgia correspondiente al hecho, de acuerdo a un plan litúrgico unificado, presentando la imagen de

poder compacto, con un espacio institucional coordinado y con un discurso univoco en el plano del

imaginario ceremonial. Todo esto estaba de acuerdo a la cedula expedida desde la metrópoli, las

campanas de la iglesia se unían a la lectura pública del bando elaborado por el cabildo en la transmisión

persuasiva y codificada de la información. se usaban vestimentas negras y eran ellos los encargados de

comunicar la cédula, se decretaba duelo colectivo y la fecha de las exequias.

El panegérico del difunto

El acto fúnebre se expresa también a través de la oratoria, el sermón fúnebre, recubiertas de metáforas

y alegorías sacralizadas, que santifican al monarca, es una especie de oratoria persuasiva. Esta es una

oratoria de manifestación barroca, en este sentido si los antecesores habían sido personas virtuosas sus

descendientes también lo serían, comparten la misma gracia, es decir el destino regio. Por tanto hay

manipulación alegórica del pasado monástico que se une a la persuasión legitimarte del nuevo

gobernante.

Ritos e imágenes de los funerales metafóricos

La celebración religiosa en establecía entonces en el centro del evento, monopoliza la liturgia política. El

luto antes de esto, era de varios días, sonaban las campanas de las iglesias, se hacían oraciones de

vísperas, el obispo se vestía de pontifical. Las distintas ordenes de la ciudad eran repartidas celosamente

y ordenadamente sin mezclarse una con otra en la "escenificación litúrgica" para los funerales de Felipe

IV por ejemplo en Santiago en 1667 estas fueron distribuida ordenadamente dentro de la catedral.

Los días previos y posteriores se hacían misas, predicas, distintas liturgias repartidas entre las ordenes y

ejecutadas por turno en la catedral.

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Según el modelo, la decoración de la catedral era todo un aparatoso establecimiento de imágenes que

acompañan el recorrido del asistente, la catedral se dividía la decoración en tres partes en la catedral;

pórtico, naves y túmulo.

La fachada principal se cubría con telas negras, al interior, imágenes de devoción y decoración

permanente de la iglesia se cubrían con bayetas negras, imágenes cadavéricas etc. Además de aderezos

decorativos como medallones y escudos; que son temas iconográficos de la simbología barroca de moda

por ejemplo, el navío que es el curso de la vida, el sol que cumple su ciclo de iluminación, etc. Estos

emblemas apelan a la naturaleza real y fantástica a instrumentos mecánicos y figura humana para

simbolizar ideas políticas o morales. Además se hacían construir jeroglíficos metafóricos, de carácter

tenebroso, los cuales debían captar la atención del asistente al túmulo, construcción efímera para la

ocasión, que a lo largo del XVII aumentaron su presencia. Esta se instalaba generalmente al centro del

templo, es ostentosa y hacia él se dirige la liturgia, es una forma simbólica del cuerpo del difunto, es una

especie de urna que simula una misa al cuerpo presente, así el asistente se involucra mental y

emocionalmente en esta metáfora imaginaria.

Toda la realización ornamentada del monumento configura un programa estético que materializa la

virtud, real o supuesta, victorias militares y hechos religioso del difunto, que tiene una intencionalidad

pedagógica de edificación moral, mostrando su vida como ejemplo a imitar. Todo esto es una suma

visual donde se mezcla la escultura, pintura y expresión literaria y doctrinal.

En palabras de Antonio Bonet, el túmulo real es un verdadero tratado de teología, historia y política, que

es instrumento de persuasión para el asistente, Todo se proyecta hacia el rey, se busca subyugar al

asistente con el sermón y canto de reposos fúnebres.

El modelo de liturgia fúnebre que predomina en la época es esta, con un túmulo iluminado a la manera

del claro oscuro, luz y oscuridad de contraste violento y maravillador, técnica visual a propósito para

impresionar. Modelo que al parecer fue perdiendo fuerza través del siglo XVII según Javier Varela.

Las dificultades de una colonia periférica

Santiago por supuesto es más modesto en este tipo de manifestaciones, las elites locales no podrían

responder con la misma grandeza y carácter individual que adquiera la liturgia en Lima o México por

ejemplo. La colonia pobre y periférica de Santiago n tiene los mismo recursos.

El carácter individual por ejemplo se manifestaba por ejemplo en el catafalco, muestra de arquitectura

de punta en Europa, de alto impacto colectivo, en las exequias de Carlos V por ejemplo, la pintura del

túmulo mostraba al emperador Carlos V y a los emperadores incas y aztecas arrodillados ante él.

El Chile tal pobreza se nota por ejemplo en la falta de una imprenta capaz de dejar el testimonio a la

manera de las capitales virreinales e incluso de ciudades secundarias, lo que demuestra el carácter

villorio de Santiago. Incluso esta pobreza también nos la manifiesta las fuentes, a través del silencio de

de las mismas en torno a las instituciones estatales a cargo de este tipo de acciones, no hay

descripciones detalladas en los archivos principalmente del Cabildo a través de sus actas, solo se pueden

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hacer hipótesis al respecto sobre la modestia de la representación alegórica en Chile, solamente

reproducciones toscas de algunos símbolos comunes, la artesanía ceremonial de la exequias chilenas

seria solo una rustica reproducción de determinados trazos comunes y generales.

Las ceremonias del calendario litúrgico anual pedía una puesta en escena de máquinas barrocas

provisionales, sólo para eventos específicos, en España esas máquinas daban origen a obras definitivas o

temporalmente definitivas, artefactos desmontables para las alegorías litúrgicas, que se guardaban el

algún almacén del cabildo. Pero para el villorio de Santiago no se cree que haya sucedido algo así, Chile

no podría darse es gusto, al parecer hasta escases de recursos para tener tumultos permanentes, y

tampoco en el cabildo se necesitaba discutir algo que no podría hacerse para algo efímero.

Hay falta de información respecto de las fuentes oficiales y la existencia en Santiago de construcciones

desmontables idénticas a las necesitadas en exequias reales, los documentos del cabildo y de la

Audiencia se limitan solo a proponer " que se haga según la costumbre". Costumbre que se manifiesta

en Santiago ya que al disponer las exequias no se discriminaba entre príncipe , rey o reina, es un

esquema repetido a la usanza de la costumbre. Por tanto en Chile no manifiesta esa individualidad como

sucedía en Lima o México, sino más bien e evento debía regirse de acuerdo a la costumbre, hay

importancia a la ostentación luctuosa de la elite de Santiago, se debían cumplir ciertos elementos

reglamentarios, se limitan a hacer algún esfuerzo estético original, no existe el derroche ceremonial

típico del barroco y efímero, que de todas formas era difícil de conseguir por el restringido presupuesto

local. Esto permite darnos cuenta del peso de la inercia y la carga negativa que tenía sobre la modestia

crónica de los actos ceremoniales en el Chile de aquel tiempo. Por otra parte se debe tener en cuenta

que la mayor parte de las veces, cuando un Monarca fallecía, se debía hacer conjuntamente la liturgia

del Monarca que vendría a sucederlo e el trono, es decir compartir los gatos de exequias y liturgias.

La planificación y financiamiento de ambas liturgias se veían como un conjunto, pero también el tiempo

que pasaba desde la emisión de la cedula que avisaba los acontecimientos, podrían pasar dos años, años

que además pueden jugar a favor de la legitimación litúrgica del sistema de poder, lo luctuoso y alegre

se ligaban, en un juego de simbolismo de la continuidad monárquica. será la aclamación del rey el hecho

más importante donde el juego persuasivo legitimante se manifiesta claramente. Es ahí donde se

concentra la capacidad local de generan un impacto propio de espectáculo barroco, pues es la alegría

inducida y orientable hacia la configuración de alegorías y metáforas gloriosas de una monarquía

triunfante y renaciente, donde también los personajes regentes civiles y religioso ostentaban su

participación

Escenificación de un mensaje simbólico del poder

Todas las autoridades estaban obligadas por disposiciones monárquicas al menos de preservar el

mínimo de ceremonial que requería el evento luctuoso. Según la costumbre tal como se mencionó

incluía el breve cortejo el cual sería el espacio de ostentación de los notables y representantes

institucionales, y el interés de la elite municipal se manifestaba mucho más en las proclamaciones que

en las exequias.

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La liturgia se desarrollaba en completo orden y jerarquizado, a la manera de un verdadero entierro,

participaban en la procesión, los vicarios del monarca, funcionarios burocráticos y elite capitular, todos

vestidos de luto riguroso, de esta manera se manifiesta la elite haciéndose ver como el grupo exclusivo y

prestigioso que comulgan con las redes más intimas del control político a pesar de la inexistencia del

cuerpo en el acto.

Todo el despliegue se llevaba a cabo en los límites de la plaza mayor de Santiago, a paso muy lento, una

porque permitía soslayar las limitaciones estructurales del pequeño Santiago de entonces, pero también

para aumentar el sentimiento trágico y reparar la solemnidad del acto, también para que los de la elite

fuese observados por todos, estos aprovechan la ocasión pertinente para explotar cada posibilidad de

ostentar poder. Además todos se vestían del mismo color negro, lo que comunica exclusividad de

pertenencia a la solemnidad del evento, llevar el luto por el rey demuestra proximidad, familiaridad con

este (en palabras de Javier Varela) peor siempre se respetan las jerarquías a pesar de la

"homogeneización cromática de las vestiduras", en ese sentido es el cabildo el que encabeza por los

maceros las armas de la ciudad pintadas sobre lienzo.

El despertar de fin de siglo

Todo el análisis hecho de las exequias reales, es en base a un panorama demasiado general a causa del

silencio de los registros oficiales, que se manifiesta más allá de la carencia de una imprenta, pues era

una actitud de las autoridades que recurrían a la costumbre. Pero que sin embargo ya para 1697 hay

conocimiento de esta situación, con la llegada de la cedula que anunciaba la muerte de la reina Mariana

de Austria, madre de Carlos II, el gobernador Tomás Marín de Poveda expresa molestia y asombro por

no encontrar testimonio sobre cómo hacer la exequias pues la última fue hecha hace 30 años atrás.

Se produce entonces un vuelco en la calidad y preocupación brindada a la organización y escenificación

de las liturgias, se redactan informes detallados de las ceremonias, y por primera vez se describe un

catafalco real construido para la ocasión, el cual consta con distintos niveles, alegorías y decoraciones

que recuerdan mucho en específico a los de Lima Y México, al parecer propone el autor que tuvo que

haber influencia de extranjeros al momento de hacerlo, por su rigurosas formas, aunque no es seguro.

Este túmulo fue capaz de hacer resplandecer a la catedral con tensión visual, con muchas velas negras y

moradas que cubrían su nave principal, tenia poesías en latín y castellano y el mismo gobernador

comenta que "donde con majestuosa pompa se celebraron las exequias y con la mayor grandeza y

solemnidad que se pudo"

Los detalles y la alta calidad de como se hizo este túmulo demuestra el alejamiento de la artesanía local

y rustica que se comentó, y se sospecha que el mismo túmulo usado para la reina Mariana pudo haber

sido desmantelado en parte para volver a ser re utilizado en otro evento de similar importancia, lo que

señala la hipótesis antes mencionada de la posibilidad de que se mantiene la tradición local donde este

tipo de arquitectura paso a ser desmontable y remontable según necesidades litúrgicas emanadas

perdiendo así su carácter "efímero" el mejor ejemplo el túmulo de 1697 por su calidad técnica y artística

ameritaban para su conservación. Cabe preguntarse por qué este cambio súbito, y por qué e cambio se

manifiesta en vez de un Monarca por la reina madre. Al parecer la respuesta se halla en una coyuntura

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excepcional que marcó la economía del valle central de Chile para ese siglo, Santiago ya no estaba tan

pobre como antes, el comercio de trigo con el Perú abrió más posibilidades, regeneró la riqueza material

de la elite y de la institución concejil, esto producto también del terremoto de 1687 en Perú que

estropeó luego con pestes los trigos de la zona que repercutió en al economía Chilena de manera

notable.

Es importante destacar las exequias de 1697 pues se alinea con el proceso cumulativo local, las liturgias

hechas para la reina Mariana, forman parte del aumento y ampliación de las capacidades de derroche

barroco, ella será el primer personaje real cuyas ceremonias luctuosas serían financiadas con expansión

productiva y comercial de la región agrícola de Stgo. De hecho las exequias para Carlo II en 1702, fueron

tan pomposas que las autoridades vicarias se asombraron por lo aparatoso. Se acabo entonces la

dificultades para el Cabildo de hacerse los fondos necesarios para adquirir financiación para estos

asuntos, además se incluye el impuesto de balanza, el cual refleja el florecimiento comercial local, desde

1669 este impuesto se derivó a gastos municipales temporalmente pero luego quedaría como

presupuesto regular del cabildo

TERCERA PARTE

LA PERSUASION LITURGICA EN LAS CELEBRACIOENES "CIVILES"

Resonancia local de los modelos externos

Lo religioso constituye el marco esencial del universo simbólico litúrgico en el que se poya el poder, pero

además el sistema contempla otra serie de argumentos para alimentar esa legitimación de sus actores y

del orden establecido por él, el Rey cabeza del imperio se muestra como una figura con cierta

autonomía frente a la voluntad divina. Las liturgias profanas marcan los acontecimientos claves de la

realeza, hay un despliegue del barroco orientado a las glorias del señor y de su familia. Esos eventos, se

repiten mas menos de forma y contenido similar en honor de los propios representantes vicarios de la

monarquía, existen la imagen de omnipotencia del rey, un rey lejano que s proyecta a través del

espectáculo político y es ahí donde mismo los poderes locales y de facto aprovechan la oportunidad

para manifestar ligazón con estas grandes fuerzas.

Celebraciones por la Monarquía- La circulación de fórmulas festivas

La reproducción de las formas copiadas de Europa, se relativizan en las distintas zonas de América, y

dependen del nivel de riqueza regional y jerárquico de las autoridades presentes, Chile marginal y

pobre, ajusta la realidad de los modelos litúrgicos, quitando despliegue escénico y decorativo.

Las fiestas organizadas en Stgo, responden en características formales a la tradición medieval,

reformulados por espíritu estético e ideológico del Barroco, es de esta forma con mecanismo de

persuasión sicológica masiva que los Habsburgo, buscan reforzar su legitimación de su poder.

La proclamación de nuevos reyes, bodas reales, y todo lo festivo, son el nódulo central de grandes

festivales peninsulares que duran semanas e incluso meses y es el modelo para todo el imperio, pus se

busca homogeneizar simbólicamente a todos los súbditos en torno a un referente político común,

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omnipresente en la mente e invisible, se derrochaban muchos recursos en torno a estas fiestas con

artistas traídos de fuerza, dramáticos etc.

Las celebraciones de la península quedan inmortalizadas y circulan geográficamente a través de

relaciones impresas y de funcionarios que traspasan y recuerdan el esplendor que deben tener aquellos

eventos, y de ben responder a esquemas básicos de celebración, con ritual prefijado y elementos

festivos codificados. De hecho en España las versiones son casi idénticas lo que sólo cambia algunas

veces son sus motivaciones, fechas, personalidades, etc.

Las principales ciudades americanas reproducen los modelos con energía material colonial, de la

majestuosidad de la cortes virreinales. Lima y Potosí, destacan por despliegue festivo influenciando a

Santiago y otras zonas, estos reproducen la celebración europea de acuerdo al modelo de moda, pero

además incorpora elementos autóctonos que simbolizan dominación española (como para la

proclamación de Felipe II en 1556 con indios disfrazados en el cortejo)

Las imprentas de estas ciudades también ayudan a difundir el mensaje del modelo, relatan el evento,

detalla a los personajes, atuendos, los tipos de ritos oficiales ,etc. Es decir hacen eco de la relaciones de

la península (relaciones americanas) Si bien es cierto que estas codificaciones de gestos y rituales debían

tener estabilidad y ser fija, casi siempre se relativizaba en las distintas regiones, pues la circulación de las

descripciones era limitada y porque siempre pesaba en la memoria local la costumbre, tomando en

cuenta que Santiago estaba muy lejos de Lima con un rol periférico, también por recursos limitados

tanto artísticamente como económicamente y además por el peso relativo de las autoridades que

residen en el lugar.

La referencia a la costumbre es no sólo un intento de adecuación a realidades y capacidades distintas,

sino que es tbn una fórmula para asegurar al menos la repetición de ciertos ritos oficiales básico en

todas las ciudades (ejemplo 1599, a través del virrey de Perú se le informa al gobernador de Chile la

muerte de Felipe II, y la orden de proclamar sucesor, así mismo hará este con las demás ciudades del

reino informando y dando la orden) Entonces así, desde un comienzo en Chile, se observa la

reproducción t adaptación provinciana de las formas celebrativas, por ejemplo en La Serena en

1558aclamando a Felipe II, el escribano de las relaciones, trata de hacer ver el supuesto esplendor de la

ciudad en la celebración, que en realidad oculta la pobreza de la región al querer ponerla en el mismo

sitial de las ciudades virreinales y de la península. Este documento además no menciona mucho sobre

festejos públicos, que es en donde pone acento las relaciones, sino más bien habla de la cena hecha en

la casa del capitán general, de esta forma el villorio del norte, impone su realidad al modelo original.

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La adaptación a la realidad de Santiago

Santiago asimismo vive este proceso de relativización de modelo de celebración, el que también variaba

de acuerdo al potencial económico que brinda brillo a la festividad, y Concepción en ese sentido pone

cierta rivalidad a la capital pues el gobernador pasa mucho tiempo en esta ciudad.

En Santiago existe la corte civil, conformada por la Audiencia, Cabildo y notables también los

terratenientes de la región, esta corte da el cuadro adecuado para dar solemnidad necesaria, aunque

solo un pálido reflejo de la realidad limeña, sumando al gobernador incluso desde el establecimiento de

la audiencia, el cual llega para las celebraciones más importantes, como la ascensión de un rey. Las

proclamaciones de Felipe II en2558 y Felipe III en 1599 fueron encabezadas por la elite local (teniente de

gobernador y cabildo) rustico como siempre, pero a partir de Felipe IV y su proclamación en 1622 la

ceremonia se realza con la participación del Gobernador y tribunal supremo, y se menciona que en

aquella celebración la ciudad de excedió más allá de sus recursos para demostrar fidelidad.

Otro motivo por el cual el modelo perdía la espectacularidad barroca en ciudades modestas, es por el

peso negativo, Santiago por ejemplo, vivía de la inercia y monotonía que permite afianzar el concepto

de costumbre, se percibe que la falta de creatividad constituye una actitud permanente a lo largo del

siglo XIVV, actitud que terminan generando problemas de memoria litúrgica local, algunas veces las

autoridades incluso llegaban a dudar de las formulas básicas de la fiesta real.

La irregularidad y distancia temporal que separaban a los eventos peninsulares que originaban las

festividades se unían a la ausencia generalizada de registros descriptivos, se carecían de relaciones

oficiales que provinieran de ciudades americanas o españolas, solo hay breves registros de las

celebraciones escritas por escribanos del cabildo.

Las proclamaciones reales contaban con un despliegue y esfuerzo organizativo mayor que el del funeral,

allí se concentra la iniciativa de la localidad y aparato que importe ostentación de la aristocracia, la elite

busca imitar o copiar los hábitos de sus pares peninsulares y conjugar su estrepitosa fidelidad al sistema,

con usufructo simbólico que obtienen de estas grandes ocasiones de poder lucirse profanamente.

Las disposiciones municipales que dictan la organización que aportan tipología sencilla y repetitiva,

cumplen los mismos objetivos que las grandes fiestas virreinales, tiene forma y orientación similar, se

trata de aplicar al máximo los mayores medios y recursos para dar sentido espectacular e impresionante

del poder.

Llegada de la noticia y preparativos locales

La fiesta real comprendía cuatro etapas:

1- Desde que se informa la muerte del rey, preparación del cabildo en cuanto al calendario de

actividades, discusión del presupuesto a usar.

2- La segunda etapa, es al medio o al final de la primera y es las exequias misma, seguido de un luto

oficial que en teoría debe durar 6 meses, esto a veces no se cumple.

Page 8: RESUMEN DE- LAS LITURGIAS DEL PODER- JAIME VALENZUELA

3- la tercera etapa, la más importante en cuanto a formalidad, jura y aclamación pública del nuevo rey.

4- La última etapa, varios meses más tarde, es la realización de festejos profanos oficiales en honor del

nuevo rey.

La corona hace celebrar además otros acontecimientos importantes de la familia real, como nacimientos

de príncipes herederos o bodas, entre otros., se ordenaba entonces a las colonias aparte de las

ceremonias religiosas los regocijos públicos. Este proceso responde a un proceso de reproducción

colonial, comienza la información enviada por el rey en las cédulas, a las distintas autoridades con copias

para cada una de ellas, de este modo los virreyes y arzobispos refuerzan el circuito harán lo mismo en el

seno de su jurisdicción comunicando la noticia. Son las autoridades las encargadas en cada reino o

provincia de esparcir la información en ciudades y establecimientos religiosos. Informando más tarde al

rey que la disposición se ha cumplido satisfactoriamente. Si se suma las cédulas que comunican los

sucesos de la familia real a las disposiciones que comunican eventos de la guerra y diplomacia, de

acciones piadoras de los reyes etc, es posible evidenciar la búsqueda de la corona de hacer sentir a todo

el imperio a unísono la misma emoción y afección, es proyección imperial que mantiene informados a

todo súbdito, la monarquía busca crear así una comunidad mística, todos con una misma orientación y

finalidad. Cuando la cédula llegaba a la ciudad, son las campanas de la iglesia que avisan sobre el asunto,

pero se produce ambigüedad pues además de avisar la muerte de l rey, promulgaba la llegada de otro,

era inconcebible pensar en vació de poder, una monarquía sin cabeza inmortal, por ello en Stgo también

se concentra más los recursos limitados en liturgias gloriosas del sistema más que en lo funerario,

liturgia y duelo era como un paréntesis luctuoso en medio del preparativo para festejar al nuevo rey que

ya sin ser proclamado gobernaba de antemano.

Luego de haber terminado las "recientes exequias y el periodo de luto oficial, se prepara el escenario

para proclamar al nuevo rey, el cabildo dispone de la pregonación. El pregonero, era casi siempre el que

anunciaba acompañado de un tambor, había sonidos de trompetas además y acompañamiento de

principales notables a caballo y vestidos ostentosamente, pues así se comunica el carácter excepcional

de la situación.

Los desfases de temporalidad y sus paradojas técnicas

Dos paradojas se manifiestan en el proceso, primero el desfase de tiempo del suceso que se produce en

España y la última ceremonia hecha en Stgo y la otra la ambivalencia del documento que informa la

muerte y al mismo tiempo ordena celebrar al sucesor. Se produce retraso en todo el proceso, porque

llegan muy tarde las informaciones, ejemplo el nacimiento de Felipe próspero , el documento fue

enviado desde Madrid el 25 de dic de 1657 y llega a Chile en octubre de 1657, lo que produce confusión

entre festejos , para esperar un año más para los regocijos oficiales. Pasó lo mismo con la muerte de

Carlos III y ascensión de Felipe V en 1700, en stgo se supo esto en 1701 y de acuerdo a los plazos

litúrgicos oficiales su proclamación en stgo no se llevaría a cabo hasta 1702 es decir un año y medio

después de su aclamación en Madrid. De ahí que el luto de 6 meses fuese vivido como una formalidad

teórica, sino más bien era un retraso en relación con fecha y aclamación y festejo del nuevo rey. Incluso

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a veces la distancia temporal entre ambas ceremonias se definía por condiciones locales y circunstancias

coyunturales.

La segunda paradoja en tanto, pues la formula señala que se proclame lo más rápido posible al nuevo

rey, el desfase temporal se traduce en aparente contradicción de celebraciones, se hacían exequias y

casi muy luego la aclamación. Pero esta ambivalencia de la cédula que informa dos acontecimientos y

ordena dos tipos de ceremonias opuestas, es parte del juego del barroco, contradictorio, el mismo juego

del claroscuro de la ceremonia, se compenetra así lo antagónico, practica cultural que envuelve la

presencia ritual de la cabeza política, se escenifica la muerte y la proclamación gloriosa. La ambivalencia

se plasma en la ritualizacion ordenada, da cuenta de una larga tradición ideológica que representa a una

monarquía inmortal, es renovación política, se renovaba la monarquía pero a la vez todo el sistema de

poder del cual son participes los actores políticos. Es entonces que ambas celebraciones forman parte

de una continuidad, el rey santo asciende, y vienen las manifestaciones a la gloria de la monarquía

renovada con un monarca ascendente elegido por la gracia. El desfase temporal se diluye en la práctica

ritual y en la fiesta, ambos sucesos se sincronizan con la temporalidad local como si acabasen de ocurrir,

así se conjuga el "desorden" que amenaza a la cabeza del sistema reinstaurando el orden natural de las

cosas.

El gran día: un ritual oficial...

Desde temprano se configuraba para el día fijado de la celebración el cortejo con autoridades civiles y

notables de la región. Ordenados jerárquicamente iban en busca del alférez real para traer consigo el

estandarte real, pues alrededor de este como símbolo central se harán las manifestaciones de fidelidad

al nuevo soberano. Luego el desfile lleva a la plaza mayor, con la aristocracia al rededor, milicias

importantes, gremios y masa del pueblo convocado. Las principales autoridades se ubicaban sobre la

tarima y se leía la cedula en voz alta, el documento pasaba de mano en mano, se besaba y se ponía en la

cabeza como símbolo de acatamiento.

Sin duda el rito más importante era el rito por el cual se proclamaba al rey y el juramento publico de

fidelidad, el Gobernador daba unos gritos proclamando al rey tres veces, haciendo tremolar el pendón

con fuerza a la vez, así la voz de la autoridad y a la vista del símbolo de la soberanía monárquica, se

coronaba al rey imaginariamente a lo que la población respondía con gritos de aprobación.

En un ambiente de alegría

El siguiente rito, era muy repetido y de forma estereotipada en el resto del continente, era de carácter

populista, y consistía en lanzar monedas al público, a pesar de que en Chile no abundaban, de igual

forma se hacía esto, lo que resulta un tanto irónico.

Stgo forma parte de “Las ruidosas demostraciones#. Aclamaciones y aplausos, que demostraban la

lealtad, era una manifestacion de alegría extrovertida, espontáneas, gritos y ruidosos momentos con

arcabuces incluidos, etc. etc.

Page 10: RESUMEN DE- LAS LITURGIAS DEL PODER- JAIME VALENZUELA

La liturgia oficial de aclamación del nuevo Rey, se terminaba cuando se repartían las monedas y las

autoridades bajaban del podio y se ponían a cabalgar recorriendo las calles gritando que viva el rey! Era

un ambiente de fiesta colectiva, que liga al súbdito con el lejano soberano, luego la estructura ritual se

confirma con la celebración de misa mayor Te deum. Se conformaba así un espíritu lúdico en el

trascurso de la ceremonia, júbilo oficial, estas celebraciones comprendían días de corridas de toro,

juegos de corte señorial medieval, representados en la misma plaza mayor sobre algún tosco escenario

puesto para la ocasión, se representaban comedias, “hachazos” iluminaciones nocturnas e incluso

juegos de artificio, etc. La importancia de estos júbilos es que muestran que son ellos los que acaparan

la mayor parte de presupuesto y tiempo para ser preparados, y esto dependía mucho de las condiciones

locales en una colonia frágil e inestable como Stgo y la pobreza económica, lo que influía además en la

ejecución del proyecto, la distancia temporal, las limitaciones económicas y la distancia física también

con la península y muchas veces algún impedimento local ponen en jaque la liturgia.

Pero el autor menciona que más que ser un factor negativo el hecho de los grandes desfases de

temporalidad de los eventos político-festivos, en realidad permitía parcelar ciertos elementos,

reavivando el recuerdo y la llama de fidelidad monárquica. Se observa que el mecanismo festivo

dispuesto en Stgo, funciona en su afán ideológico a pesar de la gran temporalidad que afecta al evento

(pues ya se sabía que el rey está gobernando) pese también a la sencillez y falta de espectacularidad,

además la repetición de los mismo ritos cada vez que sume un nuevo rey, permite a las lejanas colonias

americanas reforzar la imagen de un rey “impersonal”, soberano que traspasa el pode de una

generación a otra. Se cumple así la meta de la teoría que refuerza al monarca inmortal a través de su

dignitas y el rey reemplazante renueva la perpetuidad del sistema de poder dominante, alimentando la

ligazón mística.

La celebración religiosa, civil, y lúdica de otros eventos referentes a la familia monárquica se incluyen en

la misma lógica, haciendo vibrar al bajo imperio, con una continuidad intemporal, que renueva a la

familia y su descendencia. Sin embargo todo el esquema que reproduce la legitimación de la cabeza

monárquica invariable, proyectaba también la trascendencia política de todo el sistema, es decir en sus

subalternos, los notables del lugar los cuales se aprovechaban también de la ocasión para obtener su

propia cuota de poder.

LAS AUTORIDADES VICARIAS COMO PROTAGONISTAS

El modelo general de las entradas reales

Existía una gran distancia entre los eventos de la monarquía y las sociedades coloniales, para ello se

debió hacer una estrategia para hacer sentir la presencia monárquica, los representantes

administrativos entonces personificarán la soberanía real. Esto investirá del aura especial al gobierno

local para legitimar ese poder. De esta forma se incorpora a la monarquía, pero hay otras dos razones

que avalan esta incorporación, la llegada de representantes a las distintas jurisdicciones parecido y con

aura casi similar a la de un rey a un lugar específico, y en segundo lugar que los cargos se renovaban con

frecuencia muy alta lo que permite repetición de ceremonias.

Page 11: RESUMEN DE- LAS LITURGIAS DEL PODER- JAIME VALENZUELA

De hecho la entrada de un monarca, revestía desde el renacimiento algo triunfal, de carácter romano y

militar, el héroe monárquico, todo esto un rito cívico y militar. Se trata de una bienvenida compleja, el

arco triunfal es el lugar por donde se entra, allí se plasman alegorías y metáforas de la gloria del rey,

lugar del primer rito simbólico, evento que marca los símbolos políticos que unen a la sociedad con su

príncipe, dando sensación emotiva a la cuestión. De esta forma el rey, pasa por las calles por distintos

arcos donde se encamina al Te deum, seguido de un ostentoso cortejo de los distintos estamentos de la

ciudad, lleva un palio de carácter sagrado sólo usado por él, las distintas cofradías y corporaciones le

rinden tributo a su paso, con obras teatrales y expresiones alegóricas. Estas liturgias, fueron

especialmente recargadas a partir de la llegada de Carlos V y la cultura cortesana de Borgoña, aunque

eso si chocando con la forma tradicional castellana de tipo medieval caballeresca, así que al lado de todo

ese cortejo pomposo, siempre había formas ibéricas medievales tradicionales .Lo mismo sucede para el

siglo XVI con formulas rituales que marcaban la recepción urbana, partía con un cortejo oficial y escolta

militar, se recibe al soberano con un beso, (el algunas ciudades se le hacía respetar los privilegios del

lugar incluso) luego de eso debía seguir a las autoridades del lugar donde se le entregaba las llaves de la

ciudad y así comenzaba su paso por la ciudad.

Para el siglo XVII por la fuerza del barroco, se va perdiendo lo plasmado por las formas flamencas y la

entrada española ha asimilado los elementos del renacimiento y el manierismo, el concejo municipal

ahora se hacen cargo de financiar y programa todo.

El espacio urbano de esta ,manera, se transforma para estar acorde al momento celebrado,

arquitecturas efímeras, reproducciones de ríos, bosques y castillos, escenarios, corporaciones y

cofradías participan en la construcción y decoración, ruidos de artillería, caballos, gritos de la

muchedumbre, fiesta con fuegos artificiales días después, es expresión de apoteosis expresada que

buscaba marcar la memoria colectiva con sello indeleble de su magnificencia.

Una lucida producción para recibir a los virreyes

La recepción d aquellos se asemeja a la de un rey, porque son considerados representantes personales

del rey, también son rodeados de ceremonias y pompa y de una corte de funcionarios y de notables que

ayudan a resaltar su presencia. Incluso se llegaba a borrar simbólicamente la jerarquía oficial y confundir

su labor con la del rey, se pone de ejemplo la llegada de un Virrey (Marqués de Villena en 1630) México

el cual fue recibido con todos los honores correspondientes dignos de un Soberano. Las mismas

ceremonias se fueron repitiendo en las distintas ciudades por donde fue pasando el nuevo Virrey, donde

incluso los mismo indígenas participaban, lo que legitimaba la autoridad colonial.

El sistema de legitimación articulaba ordenadamente y estratégicamente la jerarquía de la acción,

primero porque los primeros en tener contacto directo días antes con el nuevo virrey son las clases

acomodadas, más cercanas a él, pero para a la masa de la población se le induce una ansiedad por

querer ver al nuevo virrey, lo que prepara sicológicamente al colectivo con atmósfera de expectación,

incluso el virrey la noche anterior se dirigía escondido al lugar donde tradicionalmente comienza la

entrada en el límite urbano. Así esta atmósfera produce deslumbramiento cuando se llega a ver al fin al

nuevo virrey, apoteosis barroca multiplicada.

Page 12: RESUMEN DE- LAS LITURGIAS DEL PODER- JAIME VALENZUELA

Lo mismo sucedía para Perú, donde también se producía la “esquivación de la mirada pública” aunque

con menos tiempo para poder realizarla de mejor forma, por la cercanía del Callao a Lima, pero efectiva

de todas formas.

En Lima, la entrada por el arco también es marcada por el pendón real y el estandarte con las armas que

acreditan afiliación nobiliaria de a nueva autoridad, también destaca el uso del palio que cubre su

magistratura hasta la catedral, ambos elementos refuerzan la presencia individual muy marcada que

podía borrar incluso la verdadera razón de ser del este “show” es decir olvidar al soberano. Lo que

llevará a una disposición de prohibición del uso del palio, pues corresponde sólo a la real persona hacer

uso de este (dictado en la Recopilación de 1680) pero se seguiría usando durante el siglo siguiente a

pasar de las disposiciones, dando al virrey el carácter de príncipe en la ciudad.

Apropiación local del modelo, la recepción del gobernador en Stgo.

Esta apropiación del modelo aminoradamente, no deja de tener importancia para los virreyes y

gobernadores, pues ambos debían ser rodeados del aire de magnificencia que se requería, es el caso del

gobernador de Chile que tiene distintos cargos a su haber más aún durante la primera mitad del XVII, al

dársele el cargo de presidente de la real audiencia, además cabe destacar la importancia de la ciudad de

concepción en este sentido como competencia de la capital administrativa como Stgo, ésta, es la

“capital” de guerra por tanto cuando el gobernador entra a esa ciudad debe ser recibido como se

merece, la ciudad en sí, influye en la liturgia. Se asiste TB a un nuevo desfase temporal en eventos

festivos en la capital e Chile, pues algunas veces pasaba que el nuevo gobernador venía de lugares

lejanos a recibir el cargo a Stgo y si venía desde BS AS, debía primero recibirse del cargo en alguna

ciudad transandina antes que acá.

Stgo jugará u rol importante incluso en calidad de villorio, en la época de Pedro de Valdivia ya se veía

esto de ser gran ciudad y las más importante, centro político del reino donde la liturgia se manifiesta por

ejemplo cuando Pedro de Valdivia entró encabezado con distintas autoridades del villorio.

Gasto y usufructo privado

La recepción de los vicarios monárquicos se ve como una modesta parodia, por bajos recursos s a nivel

local y la gran distancia que separa a Chile del sistema, así el autor hace una comparación en el gasto

que se hacía para el virrey del Perú de unos 8 a 12 mil pesos de oro, en relación a Stgo que sólo se

hacían de 600 a 1000 pesos, lo que demuestra la pobreza, pero el gran esfuerzo con que se debía hacer

por parte del cabildo las manifestaciones. Pero por otro lado y a pesar de esta pobreza, se constatan dos

cosas, primero que a pesar de la pobreza y falta de recursos, se sigue la misma lógica, es decir el gasto es

pequeño pero todo se hace de acuerdo a la estrategia global del sistema de poder imperante, y segundo

que la plata es poca peor el corazón grande ya que a la falta de recursos del cabildo, los mismo privados

e integrantes de la corporación ponen sus propias lucas.

Page 13: RESUMEN DE- LAS LITURGIAS DEL PODER- JAIME VALENZUELA

El gasto privado también se manifiesta en etapas preliminares de la recepción oficial, por ejemplo se

enviaban embajadores que con su propio dinero gastaban lo necesario para ir en recibimiento de la

nueva autoridad al lugar donde llegaba, en especial esto se hacía desde Stgo para marcar rol de cabeza

del reino en cuanto a concepción.

También se enviaba una comitiva que recibiera al gobernador en el momento en que este decidiera

tomar el mando, para ir en su búsqueda al puerto de valpo o desde jornadas de camino proveniente de

BS AS, todo autofinanciado por los participantes del cabildo u privados como tal, lo que sin duda daba a

ojos del gobernador una visión y da prestigio al que participa de esto, es una oportunidad de desplegar

ostentación y ganar prestigio pero además de generar contactos personales lo que borra eventuales

oposiciones a los gatos a enfrentar.

Una estrategia para el conjunto de los vicarios

También se debe destacar las bienvenida de carácter menor, es decir, de autoridades de menor rango

como los nuevos oidores y procuradores de la Audiencia, los cuales eran asistiditos en espacio

geográfico reducido, pero también con los cuidados necesarios menester. Y el mismo modelo re replica

para autoridades de carácter eclesiástico, por ejemplo la entrada a la ciudad de un Obispo, se decoraba

el espacio y s e creaba el ambiente necesario a su entrada tal cual un gobernador, se les esperaba en los

límites de la ciudad (miembro del cabildo, elite local, ordenes religiosas) para su bienvenida y se le

escoltaba a la catedral.

Las apuestas de la víspera:

La munificencia en búsqueda de reciprocidad

Volviendo al gobernador, éste antes de su recepción oficial pernoctaba siempre en las afueras de la

ciudad, es decir fuera de los limites de ésta, en alguna casa de algún notable, tal cual los virreyes y el

mismo rey hacía en la metrópoli antes de coronarse, Stgo reproduce esa realidad y acá se denota la

pretensión de Stgo. En este sentido el nuevo gobernador alojaba en un lugar acomodado por la misma

elite loca, a veces se distribuían esa labor, es decir unos a cargo de tratar cuadros para embellecer el

lugar o se hacían donaciones para los gastos.

La entrada geográfica del nuevo gobernador dependía por donde éste viniera, si era por el norte (desde

valpo) se pernoctaba en alguna casa de algún notable del sector, aunque recordar que ese sector era

bien pobre y de chacras así que la mayoría de las veces ¿se desviaba un tanto en camino y se lograba

entrar por el sur-oeste, sector sur de la capital, donde habían muchos más notables y gente rica, con

construcciones más sólidas y costosas.

También el banquete antes de oficializarse, responde a un proceso de socialización y reconocimiento

mutuo del terreno político, además servía para posibles favores futuros, siempre se ve el lado de la

conveniencia del asunto, por tanto ameritaba hacer los gastos necesarios para las cenas costosas.

Estas entonces corresponden a lo que el autor llama liturgias privadas que servían para reconocerse

hace un “juego de espejos” y conocer el estado del reino.

Page 14: RESUMEN DE- LAS LITURGIAS DEL PODER- JAIME VALENZUELA

Antes de la toma oficial del poder se manifiesta el juego de la legitimación con las autoridades, sean

éstas laicas o eclesiásticas, liturgias privadas, visitas en los aposentos destinados a los ilustres etc.

Es esta la etapa que precede a la recepción oficial, se busca atraer la voluntad de las autoridades, se

asumían costos elevados por parte de los capitulares para atenderlos y cuando los gastos eran muy altos

y la corporación del cabildo puede, se da subvención a éstos.

Otra forma de agasajar a las autoridades, era haciéndoles regalos. Como Stgo tiene una “aristocracia”

caballeresca y señorial, el caballo es lo mejor que se tiene y se puede regalar en una sociedad agro

ganadera de aquella época, caballos, silla de montar etc., implementos varios del caballo de la mejor

calidad, símbolo que identifica al hidalgo. Se suma esto entonces a las escoltas y banquetes.

Al hacer que los capitulares pusieran de su bolsillo el cabildo buscaba alivianar la carga de estos gastos

no oficiales y esta etapa Corresponde a un recibimiento “no oficial” a lo que la corona reglamentará con

real cédula el año 1663 explicando que no era obligación para el cabildo ni capitulares hacer gastos en

estos gestos, que son por costumbre y no legales, el presupuesto fiscal se usa solamente en la etapa

oficial correspondiente.

Sin duda que la liberalidad individual juega un rol importante en esta etapa de la recepción no oficial,

pues da prestigio social, el aporte privado es para lucirse ante los pares locales y la nueva autoridad, es

una inversión simbólica para la elite local, todo lo que se le ofrecía a la autoridad puede ser visto bajo el

prisma de la “reciprocidad del don” ´propuesta por Marcel Mauss y de intercambio de Marshall Sahlins

(recordar teoría de reciprocidad e intercambio en preco).

A las puertas de la ciudad

La segunda etapa consiste en la recepción oficial de las autoridades vicarias, con liturgias religiosas y

civiles, de carácter público así se refuerza con su entrada en el imaginario colectivo su presencia.

Los ritos de recepción dependían del sector por donde este hubiera entrado, si era por el norte a

costado de convento Sto. domingo si era por valpo se hacía desde lo Cañada en el convento de San Fco.

En dicho lugar En los límites de la ciudad, se hacía construir un arco para marcar la entrada triunfal,

construcción de carácter rústico imitada al estilo de la península o del virreinato, de bajo costo de adobe

y cubierto con madera a esto el autor le llama “artesanía ceremonial”. A lo rústico de la construcción se

une la simplicidad decorativa, es decir falta de alegorías, pues son más complejas de hacer en una

ciudad periférica como Stgo tan comunes en arcos de Europa, México y Lima.

El decorado responde a cánones estéticos que predominan en la periférica ciudad o sea rustica,

ruralizada y dominada por modestia económica, todas características del siglo XVII. El arco más que

imponerse por sus decorados se imponía por tamaño y cierta majestuosidad, decorado con telas y

tapices que con imágenes alegóricas, la madera podría hacer que pareciera una construcción de carácter

permanente incluso, pero el autor plantea la hipótesis de que muchas de estas construcciones al parecer

fueron desmontables y que se usaron en distintas liturgias, aunque las fuentes no lo aseguran.

Page 15: RESUMEN DE- LAS LITURGIAS DEL PODER- JAIME VALENZUELA

Las puertas eran de cartón o madera tbn permanente y desmontables, sólo para el siglo XVIII Stgo

tendrá arcos más decentes y de mejor calidad, pero durante el siglo XVI predominará lo que ya se ha

explicado, dándole a Stgo un parecido a muchas ciudades españolas que se encuentran en las mismas

condiciones, sumidas en rusticidad que los aspectos festivos de tipo italiano manierista son aplicados

como soportes ortopédicos de las ceremonias.

Fórmulas rituales de la recepción oficial

La recepción oficial estaba cargada de aspectos tanto cívicos como religiosos, frente a la decoración

teatral que se hacía para recibir a la autoridad, el gobernador debe cumplir el último rito principal del

evento, la fórmula de juramento del buen gobierno y la jura de fidelidad de la misma ciudad. Detalles

como que en la portada de la ciudad, se disponía un dosel de tela lujos de seda y oro el que cubre un

lujoso sillón donde el gobernador se sentaba, al frente una mesa con un crucifijo y misal abierto

(manifestación de omnipresencia divina) el escribano leía la cedula del nombramiento y cada integrante

besaba aquel documento y lo posaba en su cabeza, a continuación el mismo escribano o Gobernador

daba el discurso de juramento, que tenía dos mensajes el primero ejercer el cargo de acuerdo a la ley y

segundo respetar privilegios reales eventualmente concedidos a la ciudad.

Lo que se debe destacar de esta formalidad es que era de carácter público, se llevaba a cabo a la vista y

conocimiento masivo y en segundo lugar se destaca la presencia de lo religioso, ya que el gobernador

ponía sus manos en el misal , mientras leía el juramento incluso tomaba el crucifijo en su otra mano, el

peso del juicio celestial así se hace explícito si no se cumple lo prometido.

La Parodia simbólica de una entrada real

Al terminar la ceremonia anterior, todos volvían a montar y el gobernador recibía las llaves de plata que

se supone abrirían las puertas de la ciudad, así entonces traviesa el arco, lo que significa el cruce triunfal

por aquél de la autoridad, esto provocaba emoción colectiva al ver reencarnando el aura del monarca

por sobre esta autoridad que llegaba a Stgo siguiendo el camino del Rey, hasta el centro, es decir la

plaza mayor.

Siempre a caballo, los seguían los distintos actores políticos, la autoridad nueva avanzaba por la calle del

rey con todos sus decorados, el alférez real porta el pendón, símbolo que precede al desfile, señal del

peso superior del acto, en un primer tiempo incluso de la nueva autoridad portaba el pario, pero a partir

de la real audiencia, se normará su uso, dejando exclusivamente aquél para el rey. Disposición muchas

veces violada por los mismos virreyes, pero en Chile normado por el mismo rey apropósito de la

recepción de Lope de Ulloa y Lemos, el rey dictamina en 1618 la prohibición de usarlo con castigo

ejemplar.

Ya en la plaza mayor con todas las decoraciones de ésta, se procedía a entrar a la catedral, donde era

recibido por las autoridades eclesiásticas, se procedía al Tedeum y misa de acción de gracias, esta

solemne misa, se tomaba como “consagración” y viste de religiosidad y sacralidad al asunto, se

terminaba el día con festejos, gritos y aplausos, con las casas todas ellas por obligación iluminadas por

ser periodo de fiesta, más tarde a un banquete ofrecido por la corporación municipal o privados.

Page 16: RESUMEN DE- LAS LITURGIAS DEL PODER- JAIME VALENZUELA

La última etapa de las liturgias de celebración correspondían al regocijo oficial, que no tenían tanta

espectacularidad, pero sí tenían aspectos lúdicos importantes, corridas de toros, juegos de caballería,

obras teatrales, etc.

LOS FETICHES DEL PODER

La legitimación festiva del poder colonial descansará sobre dos objetos que le ayudarán a recargar de

majestuosidad y veneración al poder del monarca, pero además influenciará la representación mental

de la época. Se trata del pendón y el sello real, son fetiches del poder, cumplen papel político, son parte

de la estrategia ritual, las clases dominantes de Stgo gozarán de su uso exclusivo y les ayudará a tener

más prestigio.

El sello real, una gran presencia en STGO.

Es símbolo tradicional de la justicia superior del Monarca, lo estampa al pie de cada documento firmado

por su mano, tiene extensión metafórica, cada tribunal del nuevo mundo disponía del sello, lo ponía al

lado de “Yo el Rey” confirmando así su presencia y suprema autoridad y evidencia relativo poder

ejercido localmente por aquellos tribunales. El sello actúa como catalizador esencial, tenía una

recepción oficial en conjunto con el del la instalación del tribunal esto se revela como un véneto

sacralizador, consagratorio., lo importante de dicho acto es que se basa en la convicción que la

presencia de lo representado más que en la representación en sí, se plantea una fusión de dicho y

significado y para realizar dicha fusión y adquirir el poder, la imagen objeto debe pasar a ser consagrado

(según David Freedberg) Eso ocurrió en Stgo de chile, se persuadía al colectivo de que en dicho símbolo

estaba la presencia del Monarca.

Si bien el gobernador o presidente de la audiencia tenían peso, era el sello el que los revestía de la

autoridad necesaria y vicaria del Monarca lejano. Se hacían los preparativos antes de que el sello llegara

a la ciudad, se prohibían lutos privados, se mandaban hacer vestiduras especiales, se adornaba la

ciudad, la corporación costeaba gran parte de los gastos.

La sacralización

Hay ciertas etapas que se revelan de los documentos de los distintos pasos sitúales que acompañan la

llegada del sello en conjunto con el gobernador. La elite iba en busca del gobernador a las afueras de la

ciudad, lo escoltaban hasta los límites, el gobernador traía el sello colgado de su cuello oculto a la vista

de los demás en una cajita dorada, monopolizando así el uso del sello. La sacralización del objeto se

hacía evidente al momento en que el cortejo se dirigía a un convento, San francisco en este caso, donde

se había previsto una recamara especial para el famoso sellito! Así la comitiva desaparecía y comenzaba

una especie de procesión privada que rodeaba al sello, este es el espacio sagrado elegido, porque

además estaba otro fetiche: la virgen de nuestra señora del Socorro, la intercesora frente a las

catástrofes.

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El símbolo reala si se conjugaba con dicha imagen tutelar (la virgen) la habitación se adornaba con

solemnidad y a la llegada del sello el gobernador y el oidor ponían a éste sobre cojines y sedas en

actitud decorativa, (la wea ridicula) además le ponían una corona de plata encima…

La entrada oficial del fetiche Tabú

La segunda fase consta de la presencia del oidor decano que hará la vigilia del sello, todos los demás se

retiran, al otro día el sello coindice con la fiesta de la virgen y su entrada a la ciudad. De esta forma

comenzaba la segunda fase, el cortejo asistía primero a la misa celebración por la natividad de la virgen,

luego iban a lo Cañada donde estaba el convento a buscar el famoso sello, todos a propósito vestidos

pomposamente para la ocasión, asistía toda la elite y las autoridades, cuando se llegaba a la recamar del

sello, se arrodillaban y el oidor pasaba a sacar el sello del cofre todos procedían a besarlo y colocarlo en

su cabeza, luego se guardaba otra vez y se sacaba en cofre envuelto a la vista de todos, dando aires de

misteriosidad lo acompañan en la comitiva TB los mismos franciscanos dándole el aire sacral a la

cuestión. Además al sello se le daba reverencia y se le acompañaba en el recorrido como si fuese algo

tan especial de acompañar, era una especie de corpus Cristi, y ahí es donde encuentra su juego de

sacralidad. Siendo un caballo el que cubierto por el palio llevaba oculto el fetiche desde el convento

hasta la plaza mayor, todo ello acompaña del circulo privilegiado en torno a la cuestión.

La vanguardia de la estructura móvil encabezada por otro símbolo de mucha importancia, como era el

pendón y las milicias civiles, dándole solemnidad al cortejo el cual llegado a la plaza disponía del orden

correspondiente para que el cortejo circulara entre ellas durante el último tramo. Ya al llegar a su

destino el sello venía cargado de sacralidad, admiración, aura misteriosa, rodeado de pompas, con

proyección fetichista en el imaginario colectivo es decir una transubstancia del soberano.

Luego retomaba el ritual , el símbolo entra al edificio, revistiendo con su carga simbólica el interior de la

audiencia, legitimando su poder, además con su aire misterioso forma parte de la estrategia simbólica

permanente.

Lo común a lo largo del periodo colonial, es que hay ausencia de celebraciones publicas orientadas al

objeto simbólico, más bien son privadas, pues las fuentes no registran otra igual a la mencionada, sólo

algunos pocos además, tenían acceso al sello (audiencia) y en especial el canciller, pero incluso cuando

se recibía a un gobernador nuevo u oidor.

Cuando se recibía a un nuevo gobernador, la ceremonia interna contrastaba con la pública hecha en la

entrada de la ciudad, era semiprivada y sólo los privilegiados de siempre asistían, mientras que el resto

de la comunidad aguardaba afuera conscientes de la discriminación lógica que se hacía en torno al

misterioso objeto, así se marcaba los espacios metafóricos que separan jerárquicamente la sociedad de

aquella época. Toda esta estrategia de una presencia vedada a la vista del no iniciado en el arte de

poder, se parece mucho a las fórmula clásica de la religión católica (la hostia) oculta la mayor parte del

año, dándole tbn aires de misterio, lo mismo que con el sello real.

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EL PENDON O ESTANDARTE REAL

Un símbolo de uso público habitual

En contraste con el sello y todo su misteriosidad, encontramos otros objeto con un uso distinto dentro

de todo el juego de contradicciones barrocas de la época, objeto que representaba la soberanía del

monarca, omnipresencia, muy distinto en su objetivo, pues mostraba lucimiento público y ostentoso,

exposición regular a los ojos del súbdito, es el pendón o estandarte real, siendo el símbolo más común

en América de larga tradición en Castilla desde el siglo XII.

A nivel local, el pendón se había integrado al imaginario local mucho antes que el sello, ya en 1556 se

menciona a éste en las fuentes, por tanto concentra larga data y tradición, vocación de símbolo público

de la soberanía real. La frecuencia de su exposición pública comenzaba por ejemplo encabezando las

ceremonias de la monarquía, proclamaciones reales en específico, centralizaba gritos y ritos, dignos de

fidelidad del súbdito, era besado por los asistentes, batido como signo de aclamación pública flotando al

viento.

El pendón ocupaba lugar privilegiado en las liturgias que legitimaban su poder, se encargaba de la

recepción de las autoridades vicarias traspasando al representante real la evidencia irrebatible de la

fuente de su poder, además de los rituales explícitos que realizaba el personaje frente a él, arrodillarse,

jurar cargo, besarlo etc. incluso con similitud de colores decorativos, ligazón cromática para mostrar

comunión de poder entre el rey, pendón y vicario(según el relato del autor cuando arribó a chile el

gobernador Melchor Bravo... en 1568)

De acuerdo a la estrategia de exhibición pública es que el estandarte encabeza las principales acciones

tanto en lo civil como en lo religioso, ejemplos: procesión corpus Christie, situaciones bélicas de acuerdo

a la costumbre medieval convocando reclutas en la plaza mayor, apelando a la fidelidad del súbdito en

torno al sentimiento símbolo común, El pendón asume así el rol de soberanía real, materilizador de la

cabeza suprema de poder, paternal y autoritaria, referente común para unificar místicamente.

El símbolo del Rey imaginario entonces actúa en la lógica de la retroalimentación legitimante del sistema

de poder, irradia con la imagen poderosa que presenta a los que estén próximos a él, proyecta

legitimación al conjunto de mecanismo de dominación en el rol del poder, asimismo el pendón obtiene

legitimación e su función, cuando es revestido de actos ceremoniales frecuentes, gestos de sumisión etc.

¿ Fiesta de Santiago o del pendón?

La costumbre y la ley exigían que el estandarte real debía ser paseado solemnemente por las calles

importantes de la ciudad una vez al año en compañía de las autoridades vicarias, pero este evento que

parecía muy cívico se reviste de sacralidad porque coincidía con la fiesta del santo patrono de la ciudad,

el modelo de la periferia chilena era por supuesto Perú y México así lo establecía la disposición general

de Carlos V en 1530, así el paseo adquiría dimensión sacralizante pasando a ser una fiesta cívico

religiosa. El día seguido por la norma tenía lugar cada año el día 25 de julio fiesta del apóstol Santiago,

pero además la elección de este apóstol responde a muchas aristas dentro de su ritual litúrgico.

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Este santo es protector de muchas ciudades americanas, y en Chile sirve de estrategia de unificación

simbólica del imperio pues se liga íntimamente a la monarquía española, es una fusión litúrgica

compleja, que reúne aspectos como significación persuasiva, Santiago es nódulo simbólico del

imaginario español de la reconquista y el espíritu de cruzada y en América esto se reproduciría siendo

Stgo, el apóstol más adecuado del panteón y divino.

En segundo lugar, se destaca el tema del imaginario nobiliario de la aristocracia chilena, anclado al

origen guerrero que de a poco van dejando de lado efectivamente, sed de prestigio, de mentalismo

señorial con valor militar, se refuerza aún más a nivel simbólico si se observa la imagen del estandarte

propio por un lado las armas de la monarquía y por el otro es de la ciudad otorgado por Carlos V en

1554, dos caras que mezclan al poder local con el poder del regio, identificación visual de la elite con la

monarquía y con el aura nobiliaria, se conforma una ecuación metafórica de la "ciudad noble"= Cabildo

=Nobleza de stgo. ecuación refrendada por la autorización otorgada la capital chilena por la cédula que

le daba su escudo. (Luego el autor redunda en lo mismo de siempre)...

Posicionamiento de los actores y papel del Alférez Real

En vísperas de las fiestas, el cabildo, la audiencia y la elite local, iban en busca del alférez real donde se

guardaba el fetiche y se traía con él al edificio concejil, se colgaba a la vista pública, dando a la plaza

mayor, así el edificio que alberga a la elite institucionalizada irradiaba legitimidad otorgada por la

presencia de y uso exclusivo del símbolo, por otra parte el pendón, se recargaba con energía litúrgica,

reforzando así su encarnación icónica del rey, logrando admiración publica, luego los actores se dirigían

a la catedral para celebrar las vísperas. Al otro día de las celebraciones, se transportaba el estandarte

pro mismo séquito de persona en dirección de dicho templo, se produce la fusión entre fiesta religiosa y

fiesta del paseo del pendón, esta fusión pasaba a ser la sacralización anual del símbolo real, todos se

vestían para la ocasión, en la misa se ubicaba al pendón en el presbiterio se suponía con la restricción de

que en éste nadie podía sentarse o estar, pero el alférez real lo hacía de todas formas, dándole

importancia jerárquica a su situación. La costumbre sin dudad había configurado así esta situación, que

llevó incluso a reclamos eclesiásticos sin eco por lo demás por parte de la Corona; siendo así una

excepción litúrgica que colocaba al alférez en alto grado de prestigio jerárquico.

La sacralización del fetiche lo recargaba de energía sobrenatural y esto se concretaba en el momento de

la bendición realizada con agua bendita y sermones, además del sermón persuasivo para relacionarlo

con el apóstol hispano y además de su rol jugado. Todo esto sin duda recaía tbn en el alférez real, que el

autor recalca su importancia pues es un personaje que sume un tol cristalizador de pretensiones

políticas de la elite local, pues su cargo tiene peso honorífico y papel efectivo en el Cabildo, este tiene

derecho a voto inmediatamente después de los alcaldes, es defensor y custodia del estandarte real, el

cabildo comparte con él el honor y prestigio del funcionario, quien canalizaba la legiitimacion nobiliaria

que pretendían los descendientes de la elite, pues la nominación anual se efectuaba entre los

capitulares de entre los principales de la ciudad, alguien digno de ocupar el cargo, dándole prestigio a él

y a su familia, pues el alarife además de portar el fetiche lo guarda en su casa, siendo un privilegio que

alcanza una proyección geométrica al momento que comienza a ser vendido el caro de alférez a partir

de 1612, pues la custodia del pendón pasa a ser "propiedad" del comprador del cargo, lo que lleva a

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perpetuidad del prestigio adquirido por obtener el objeto, será en ese año en que el cargo sería el cargo

más apetecido y el más caro de poseer provocando disgusto en la "nobleza" de Stgo cuando este sea

adquirido por el "hombre nuevo" un mercader sin raíces en el grupo originario de la conquista que tiene

la nobleza necesaria para ejercer el cargo.

El ritual cívico luego de la misa mayor

Referente a la fiesta del apóstol Santiago, se debe recordar que este juego de energías legitimante que

circula entre estandarte real y actores locales del poder, se reforzaba en la procesión religiosa; después

de la misa, el alférez a la cabeza dos alcaldes por los lados, la imagen del santo portada por regidores y

miembros catedralicios. Todo ello en el mismo espacio público de siempre, se procedía al pase oficial, tal

como la dicta la ley y la costumbre y se trata del mismo rito lúdico profano que acompaña a la

proclamación de un nuevo rey, el pendón real en manos del alférez, la aristocracia, los ruidos de armas

de fuego etc.

La liturgia religiosa post ceremonia canónica es acto complementario y su función se orienta a reforzar

en la vía publica la sacralización anterior, la cabalgata ayudaba también a reforzar ganancia simbólica

por parte del grupo dominante, la cabalgata misma es recordatorio de esa memoria señorial de que son

depositarios la elite dominante de Stgo, recordatorio ritual de ese universo de raíces guerreras, también

se incluye al finalizar las fiestas las corridas de toro reproducción de la tradición hispana, todo de

acuerdo a una identificación con los patrones lúdicos identitarios de la nobleza española.

FIN !

A.F.V.

HISTORIA DE CHILE I 2011

Las liturgias del poder

Jaime Valenzuela

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