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DAVINI LA FORMACION DOCENTE EN CUESTION: POLITICA Y PEDAGOGICA. 1) Tradiciones en la formación de los docentes y sus presencias actuales Los debates y las propuestas en torno a la formación docente emergen con fuerza en los momentos más críticos. Estos debates tienden a tener procesos reformistas, donde los docentes han participado activamente. Los docentes son actores directos en la escuela, donde asumen comportamientos de sumisión o de autonomía. Los movimientos hacia los cambios operan sobre tradiciones anteriores; comprender las tradiciones con sus conflictos y reformulaciones insertas en nuevas situaciones, permitiría adoptar criterios más claros y distintos. Se entiende por tradiciones a las configuraciones de pensamiento y de acción que, construidas históricamente, se mantienen a lo largo del tiempo, en cuanto están institucionalizadas, incorporadas a las prácticas y a la conciencia de los sujetos. Junto a ellas se pueden identificar otras tendencias que no han llegado a consolidarse en tradiciones ni materializarse en formas de formación. Reflexionar sobre estas tradiciones es útil para entender donde estamos situados e identificar nuestras propias argumentaciones y compromisos. La tradición normalizadora - disciplinadora: el buen maestro El origen de los programas de formación docente esta unido a la conformación y desarrollo de los sistemas educativos modernos. La organización de la escuela de masas requirió de la preparación de personal idóneo que condujese la acción escolar. En Europa y EE.UU este proceso fue resultante del desarrollo de la incipiente industrialización; los bolsones de miseria, cambios de costumbres y trabajos y problemas en la salud pública fueron modificando la cultura y las relaciones sociales. Cuando la filantropía del sigo XIX descubrió la miseria indiferenciada de la ciudad introdujo la maquinaria pedagógica con el fin de "normalizarla". Al principio fue el sistema lancasteriano, donde se enseñaba a los gritos en las fábricas, y luego el "buen maestro", ejemplo moral para estas masas. En la Argentina el Estado fue encargado de crear las condiciones de "homogeneidad", asumiendo la posición de "Estado educador". El proyecto educativo liberal se centro en la formación del "ciudadano" con misión de neto corte civilizador. Se oriento al disciplinamiento de la conducta y homogeneización ideológica de grandes masas poblacionales que a la formación de habilidades o desarrollo del pensamiento. Se insistía en la imagen del docente como difusor de la cultura, cultura que se definió por inculcación de formas de comportamiento y conocimiento mínimo básico, además era encargado de impulsar y concretar en la comunidad las campañas de salud publica y acciones de control social.

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DAVINI

DAVINILA FORMACION DOCENTE EN CUESTION: POLITICA Y PEDAGOGICA.1)Tradiciones en la formacin de los docentes y sus presencias actualesLos debates y las propuestas en torno a la formacin docente emergen con fuerza en los momentos ms crticos. Estos debates tienden a tener procesos reformistas, donde los docentes han participado activamente. Los docentes son actores directos en la escuela, donde asumen comportamientos de sumisin o de autonoma. Los movimientos hacia los cambios operan sobre tradiciones anteriores; comprender las tradiciones con sus conflictos y reformulaciones insertas en nuevas situaciones, permitira adoptar criterios ms claros y distintos. Se entiende por tradiciones a las configuraciones de pensamiento y de accin que, construidas histricamente, se mantienen a lo largo del tiempo, en cuanto estninstitucionalizadas, incorporadas a las prcticas y a la conciencia de los sujetos. Junto a ellas se pueden identificar otras tendencias que no han llegado a consolidarse en tradiciones ni materializarse en formas de formacin. Reflexionar sobre estas tradiciones es til para entender donde estamos situados e identificar nuestras propias argumentaciones y compromisos.La tradicin normalizadora - disciplinadora: el buen maestroEl origen de los programas de formacin docente esta unido a la conformacin y desarrollo de los sistemas educativos modernos. La organizacin de la escuela de masas requiri de la preparacin de personal idneo que condujese la accin escolar. En Europa y EE.UU este proceso fue resultante del desarrollo de la incipiente industrializacin; los bolsones de miseria, cambios de costumbres y trabajos y problemas en la salud pblica fueron modificando la cultura y las relaciones sociales. Cuando la filantropa del sigo XIX descubri la miseria indiferenciada de la ciudad introdujo la maquinaria pedaggica con el fin de "normalizarla". Al principio fue el sistema lancasteriano, donde se enseaba a los gritos en las fbricas, y luego el "buen maestro", ejemplo moral para estas masas. En la Argentina el Estado fue encargado de crear las condiciones de "homogeneidad", asumiendo la posicin de "Estado educador". El proyecto educativo liberal se centro en la formacin del "ciudadano" con misin de neto corte civilizador. Se oriento al disciplinamiento de la conducta y homogeneizacin ideolgica de grandes masas poblacionales que a la formacin de habilidades o desarrollo del pensamiento. Se insista en la imagen del docente como difusor de la cultura, cultura que se defini por inculcacin de formas de comportamiento y conocimiento mnimo bsico, adems era encargado de impulsar y concretar en la comunidad las campaas de salud publica y acciones de control social.Aunque la influencia doctrinaria del positivismo es la base de esta tradicin, el espiritualismo pedaggico reforz los rasgos centrales de la tradicin normalizadora, por el papel fundamentalmente moralizador y socializador que le asignaba al docente.El puesto docente fue rpidamente definido como femenino y la presencia del hombre se hacia sentir en los ltimos grados de la escuela primaria o en cargos de direccin escolar. En este proceso se desarrollan los orgenes de la docencia argentina como grupo social y ocupacional. A travs de la accin del Estado, se diseminan por todo el pas las escuelas normales dirigidas a preparar a este personal, con un enfoque en la formacin de "legin de maestros patrioteros", que construyan los cimientos de una nueva nacin con autoestima y valoracin social. El aparato de instruccin pblica y su peso sociocultural delinearon la visin de la educacin como proceso desociabilizacin o endoculturalizacion, transmisor de patrones de comportamiento, pensamiento y valoracin, y a la escuela como hipersistema consolidador de matrices ideolgicas sin gran consistencia lgica, pero dotadas de carga afectiva. Son destacados los aportes que estas legiones han realizado en el sistema de instruccin pblica y que la "impronta" estuvo sustentada en una profunda utopia que diriga sus proyectos escolares.Si bien el origen de la tradicin se centro en la utopia, su marcadocarcter civilizadorreforz la dimensin de inculcacin ideolgica de un universo cultural impuesto a los sujetos como el nico legitimo, negador de los universos culturales exteriores a la escuela. As, la escuela fue concebida como el mbito de saber, restringindose a sus espacios de la nocin de la cultura. Se implanta la visin de la funcin del docente como factor de disciplinamiento, a travs de una gama de premios y castigos.Esta tradicin no se restringe solamente a "normalizar" el comportamiento, sino que se construye en el mandato social que atraviesa toda la ideologa de formacin y de trabajo de los docentes. Se expresa hasta hoy en eldiscurso prescriptivoque indica lo que el docente "debe ser". La tradicin normalizadora-disciplinadora sigue presente en la actualidad, se define la imagen del "buen maestro", cuya permanencia ha contribuido a debilitar las propuestas de desarrollo socio profesional y laboral de la docencia. Si bien sus rasgos han sido reforzados por procesos sociales de evolucin histrica posterior, pueden identificarse algunos resultados en el presente de esta matriz histrica. Entre estos rasgos se destaca una oferta de formacin docente de carcter instrumental, ligada al "saber hacer", manejo de materiales y rutinas escolares, con dbil formacin terica y disciplinaria; predomina una visin utilitarista de la formacin: un mnimo saber bsico y de tcnicas de aula. El pasaje al nivel terciario de la formacin del magisterio, bajo la conduccin poltica de los militares, no fue suficiente para alcanzar una formacin mas avanzada. As se mantuvieron las caractersticas del pensamiento normalizador, que colaboro con la tendencia de manejarse a travs de modelos. Esto dificulto la observacin y aceptacin de las diferencias, lo cual es tratado como el "desvi". Ello ha contribuido a fomentar la idea de una "escuela ilusoria", cargada de smbolos abstractos, rituales y rutinas homogeneizadoras. La tendencia a "modelizar" la realidad y manejarse con estereotipos tiene su correlato a concebir al docente como responsable de ser ejemplo, lo que ha dificultado su autopercepcion como trabajadores, dentro de un discurso de desinters material. Coherente con este discurso, esta tradicin ha marcado el disciplinamiento de maestros y profesores respecto de las normas prescriptivas emanadas del Estado.La utopia civilizadora emancipadora, origen de esta tradicin, se fue perdiendo con el tiempo. La progresiva burocratizacin posterior acabo incentivando la funcin reproductora de la educacin, en detrimento de su funcin transformadora.Existe una nostalgia con respecto al pasado, en la que se encuentra el fuerte descenso del status y prestigio del docente, desprotegido de la inicial paternalidad del Estado, enfrentando problemticas en las escuelas y siendo cuestionado. Poseen escasas herramientas materiales y tcnicas para atender los desafos de la escuela. Su permanente reclamo, respecto de que no pueden actuar si las autoridades del gobierno escolar no dictan las normas correspondientes. Como mecanismo de defensa, la docencia ha privilegiado el compromiso afectivo con los alumnos, a quienes les entrega innumerables esfuerzos. Con ellos las improntas de origen se sostienen dentro de una escuela en crisis y con un trabajo docente en situacin de riesgo. La tradicin acadmica: el docente enseanteDesde que existen las instituciones escolares y los programas de formacin docente, se ha ido perfilando la tradicin acadmica, que se distingue de la anterior tradicin por dos cuestiones:- lo esencial en la formacin y la accin de los docentes es que conozcan solidamente la materia que ensean.- la formacin pedaggica es dbil. Superficial e innecesaria y aun obstaculiza la formacin de los docentes.Internacionalmente esta posicin fue sustentada por Flexner, el cual el y sus seguidores insistieron en la necesidad de que el docente fuera una persona con profundos conocimientos disciplinarios en la materia que ensea. Pero la mayor parte de los embates de esta tradicin, internacionalmente, cuestionaron los cursos de formacin pedaggica considerados triviales, destinados a "ahuyentar la inteligencia". La baja calidad no es el problema exclusivo de los cursos pedaggicos, sino que puede extenderse a la formacin en la disciplina especfica. Es visible la influencia del pensamiento positivista, que ha sostenido en los mbitos acadmicos universitarios que en EE.UU y Europa son encargados de la formacin docente. En Argentina, esta tradicin tiene sus orgenes tambin en la enseanza universitaria que, hasta comienzos de este siglo, tena el monopolio de la formacin de profesores de enseanza media y universitaria. Por entonces se entablo una batalla por la legitimacin de la docencia, esta puja corresponde a un conflicto de poder. Los graduados universitarios reivindicaban como atributos legtimos de la docencia la "ilustracin" y el "talento"; por otro lado, los profesores secundarios, sostenan el valor de la formacin profesional especifica y la necesidad de reglamentarla evitando los "favores polticos" en la distribucin de cargos. Pero a falta de una definicin poltica para la enseanza media y para formacin de profesores unida a las sucesivas dictaduras, han retrasado la evolucin de la formacin de profesores tanto en terciarios como en universidades. La tradicin acadmica, como producto de la racionalidad positivista en la que se funda, continan sosteniendo una desvalorizacin del conocimiento pedaggico y la creencia en la neutralidad de la ciencia. El conocimiento pedaggico se ha ido constituyendo mucho as como un cumulo de teoras aisladas. La escasa autonoma de la produccin intelectual en educacin respecto del poder poltico ha colaborado con la debilidad del debate pedaggico, llegando incluso a silenciarlo, se acaba relegando la cuestin pedaggica a la resolucin de problemas instrumentales en el aula o arreglos metodolgicos a problemas que ocultan determinaciones polticas o sociales.La tradicin acadmica ha tenido un rebrote en los ltimos tiempos, alrededor del debate sobre el vaciamiento de contenidos de la escuela, sobre su atraso relativo en cuanto a los saberes "socialmente significativos". Con ello, tal enfoque avanzo hacia la bsqueda de un discurso hegemnico para la formacin docente de todo nivel. En los 80 este discurso vino de la mano de los proyectos democratizadores. La dictadura someti a la escuela y la formacin docente a un oscurantismo a travs del control ideolgico y de las fuentes de conocimiento. Adems un punto de inflexin que viabilizo la recuperacin del discurso de la tradicin acadmica fue la influencia que tuvieron en el pas las posiciones del intelectual brasileo Saviani, quien sostiene que la pedagoga tradicional, centrada en la inculcacin de conocimiento a travs de la expansin del sistema escolar de masas, fue la pedagoga mas democrtica. Y define como antidemocrtica a la pedagoga de la Escuela Nueva o Activa, por haberse centrado en intereses del nio y en el juego, obstaculizando el acceso de la poblacin al saber de la humanidad. Finalmente designa a los mtodos de la pedagoga nueva como "pseudocientficos".Habra que indagar acerca de que conocimiento cientfico cultural disemino entre las grandes mayoras de la poblacin de la escuela bsica tradicional, atravesada por la formacin normalizadora/ disciplinadora tratada anteriormente. Tampoco cabe adjudicar los atrasos del saber a la pedagoga nueva o activa.En un contexto de aislamiento cultural postdictadura y de apego a l pensamiento positivista, el nfasis de la revisin de los contenidos cientfico-culturales en la escuela fue rpidamente diseminado por distintos trabajos especializados. La presencia de estos planteos es importante, dado el abandono anterior de estas cuestiones en el desarrollo de la escuela y la formacin de los docentes. Ensear contenidos constituye un componente importante de la labor docente, quienes deberan dominar los contenidos que ensean. Muy poco se ha hecho para que los docentes se formen dominando efectivamente los contenidos de su ciencia. Pero existen indicios preocupantes de las derivaciones de estas propuestas para la formacin y el trabajo de los docentes. La primera consiste en que se apoyen proyectos reformistas de "una sola nota", y la segunda consiste en que una tendencia a obturar el debate pedaggico queda relegado a propuestas de instrumentacin didctica de las distintas disciplinas, denominada "transposicin didctica", como si toda la problemtica de la accin docente se "encerrase" en el trabajo instructivo, bajando el contenido de las disciplinas a los sujetos concretos. Hoy la tradicin academica ha sido incorporada en el discurso del docente y la sociedad, creando la "opinin publica", mostrando las incompetencias. Pero la difusin de conocimientos aceptados como legtimos arroja nuevos problemas a la formacin, el mas inmediato se refiere a la brecha existente entre el proceso de produccin y reproduccin del saber, que lleva a que el docente se coloque en el segundo termino. Implica que debera absorber el conocimiento generado por los expertos durante su formacin inicial y reproducirlo en la escuela. En la medida en que la produccin de ese saber avanza, el docente debe alcanzar una actualizacin permanente. Colocado en el lugar de la reproduccin y minadas sus fuentes de seguridad profesional ante los conocimientos que no domina, su trabajo ser dudoso.A pesar de que la tradicin acadmica desestima el problema pedaggico, la posicin de productor de saberes generados por otros y con enfoques que le imponen por su "opacidad" o legitimacin de haber sido producidos por expertos tienen con secuencias pedaggicas importantes. Ms all, existe el conocimiento de sentido comn. La escuela no es solo el espacio de instruccin, y los docentes son portadores de supuestos que merecen ser considerados en el mbito de la formacin inicial y en servicio.