reporte de lectura "aprender a valorara el conocimiento Ético y la conciencia"
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APRENDER A VALORARA EL CONOCIMIENTO ÉTICO Y LA CONCIENCIATRANSCRIPT
NANCY NAYELI GÓMEZ CHAVEZ
LIC. EN PEDAGOGÍA
REPORTE DE LECTURA:
“APRENDER A VALORAR: EL CONOCIMIENTO ETICO Y LA CONCIENCIA”
La ética es una disciplina, la cual es la encargada de facilitar los comportamientos
según la naturaleza de los mismos; la ética nos permite diferenciar entre lo bueno
y lo malo, pero no solamente trata de la naturaleza o libertad humana, sino
también de las acciones personales de cada ser humano. Lo más importante no
es saber ética, sino saber actuar correctamente, mediante esta disciplina se puede
reflexionar y juzgar sobre el deber ser dependiendo el momento y la circunstancia
en la que se encuentre el individuo.
La responsabilidad de obrar éticamente es intransferible; es decir nadie puede
actuar éticamente por tu parte, cada individuo es responsable de sus aciertos y
errores morales, gracias a la conciencia moral que habita en cada uno de
nosotros, se habla de conciencia moral cuando la ciencia ética es aplicada de
forma correcta a la acción concreta realizada por el sujeto, los medios de
comunicación, la intensidad de la vida urbana, la publicidad y el consumismo no
propician los momentos de reflexión que se deben tener para actuar
correctamente, por el contrario invitan al activismo, solo actuar por actuar sin
pensar sobre la finalidad y la intención de los actos, la dignidad de las personas
implica y exigen la rectitud de la conciencia moral, un modo erróneo que se tiene
de entender la ética es creer que comportarse éticamente consiste en obedecer
una serie de normas y reglas impuestas por la sociedad o la autoridad han
establecido, la ética es más que solo un manual de buenos modales, pues no
procede de la autoridad ni de los valores socialmente aceptados.
No todos los actos son éticamente correctos, la eticidad va a depender de la
finalidad natural de la acción y de la finalidad con la cual la persona la realiza, es
decir la intención, es muy importante recalcar que las circunstancias del acto no
modifican la naturaleza del mismo, dentro de la sociedad en la que el individuo se
desenvuelve adquiere conocimientos y experiencias, que ayudan en la formulación
de la eticidad, conforme el individuo va madurando tiene la obligación de asumir
nuevos conocimientos y nuevos criterios de valoración, es de gran importancia
aclarar que no todos los conocimiento que la sociedad brinda son éticamente
correctos o verdaderos, es por ello que la ética nos enseña a juzgar si una opción
es correcta, naturalmente buena o mala, la norma general nos obliga a realizar
juicios para determinar la dimensión de nuestros actos.
Solo quien posee la virtud de la prudencia es capaz de aplicar adecuadamente las
normas que se requieren en cada caso en particular, pero desarrollar y adquirir
esta virtud no es tarea fácil, es necesaria la formación de la conciencia y esta
tarea exige reflexión, estudio y sobre todo la búsqueda sincera del bien y
responsabilidad personal, existen cinco actos que ayudan en la formación la
prudencia el primero de ellos es la memoria de las experiencias; es decir saber
comparar los actos con otros similares que hayan ocurrido y la decisión que se
tomó en base a ellos en dicho momento, el segundo es pedir consejos a quienes
se reconoce como prudentes; acudir a la experiencia de los demás en especial de
los ancianos pues ellos cuentan con mucha además de que son reconocidos como
personas rectas, el tercero es tener circunspección; esto significa saber considerar
los diversos aspectos que caracterizan una buena decisión, ser ajenos a ella sise
requiere pensar con frialdad y objetividad, otro acto que se debe incluir en la
formación de la prudencia es la rapidez; rapidez en el pensar, no es necesario
pensar detenidamente nuestros actos, pues algunos de ellos requieren de
resolución inmediata y por ultimo debemos tener conocimiento de los propios
defectos; pues un hombre prudente se conoce así mismo y actúa para compensar
sus defectos y en su obrar esta la ética implícita.
Estas cinco actitudes, combinadas con otras más contribuyen en la formación de
la prudencia, cuya finalidad es saber elegir bien los actos, ser prudente no es
sinónimo de perfección, pues también se puede llegar a equivocar, la prudencia
ayudará al individuo a tener una vida recta y a saber juzgar las acciones de las
demás personas.
La prudencia es en conclusión es una cualidad basada en saber actuar con
sensatez y consideración para evitar probables complicaciones, debido a que le
enseña al hombre lo que es bueno y lo que es malo.