Érase una vez un niño que siempre tenía mucho miedo. Un día bajó al desván con su madre para coger unas fotos antiguas y cuando subieron las estuvieron mirando un buen rato porque eran muchas. Un rato después llegó su padre y se puso a mirarlas. El niño las vio con su padre y se quedó una en la que aparecía un fantasma en el deván. El niño se fue a la cma porque ya era muy tarde. Al día siguiente, el niño, mientras sus padres trabajaban, subió al desvan él solo para ver si existía el fantasma, pero no lo vio. Se fue a dormir y mientras dormía oyó unos ruidos que venían del desván, se levantó y bajó, el fantasma cogió al niño y desapareció. MARIO

Había una vez un hombre de Villa Pereza que era solitario y sin

amigos. Un día Julio, un niño de Villa Pereza vio a ese hombre con un gran machete y repitiendo “Muerte”. Entonces Julio avisó a la policía para que le preguntara a ese hombre que si le pasaba algo.

La policía fue y el hombre ya no estaba. La policía fue al Ayuntamiento para decirle a el Alcalde que tuviera cuidado, porque debía haber un asesino suelto por Villa Pereza. 3 años después se seguía buscando a ese hombre. La policía investigadora de personas, asesinos y sospechosos aún no localizó a ese hombre. El Alcalde tuvo una idea y dijó:

- Ya sé, buscaremos en la lista de habitantes de esta ciudad y a lo mejor lo encontramos. Al día siguiente el Alcalde no había encontrado al sospechoso y se lo dijo a Julio.

- Julio asustado dijo a la Policía: ¿No me pasara nada verdad? ¡Pues clara que no! Para eso estamos aquí, contestaron.

La policía por la tarde fue a buscar al alcalde para decirle algo y no lo encontraron en el Ayuntamiento. De repente escucharon un grito fuerte y con dolor.

- ¡Noooooo!. - La policia dijo: A la casa del Alcalde. La policía echó abajo la puerta de la casa del alcalde y lo vieron

muerto y lleno de sangre. A las 2 horas, después de llamar a la ambulancia y a la policía forense, encontraron el arma asesina, era el machete que vio Julio y encontraron huellas dactilares del desconocido. Al día siguiente lo detuvieron.

La mujer del alcalde asesinado de Villa Pereza estaba de Vaciones en la playa y se enteró del asesinato. La hija y el hijo del alcalde también se enteraron del asesinato de su padre y los tres tuvieron muchos recuerdos de las cosas que hacían ellos juntos.

FÉLIX

El abuelo nos contaba historias dramáticas muchas veces y aquel día salió con nubes y de tormenta y nos contó una de las leyendas que él sabía.

Todo ocurría un siete de enero de 1765, nos contó que una familia se

fue de crucero por el mar Negro. Eran el padre, la madre y dos hermanas, una llamada Pascuala y otra Tania; lo estaban pasando muy bien, cuando una preguntó: “¿Por qué no vamos a ver el barco?, primero fueron al camarote de una amiga y luego a ver al capitán. Cuando iban por el pasillo vieron una puerta abierta a través de la cual se escuchaba música, había unas escaleras por donde se podía bajar.

Decidieron bajar, vieron un cartel que ponía precaución no se resbalen con el agua. De repente aparecío un hombre, era feo, su voz era grave y por su aspecto no tenía muy buena pinta. Se las llevó. Pasaron unas 3 horas aproximadamente y las niñas no habían vuelto con sus padres, entonces ellos decidieron llamar al capitán y todo el mundo se puso a buscarlas.

A una de las niñas la mató y a la otra la deja escapar. Tania fue corriendo a sus padres a decirles que un señor había matado a Pascuala. Fueron a la habitación donde había muerto y el cadáver ya no estaba.

Tania había leído en algún libro que cuando desaparece el cadáver, el muerto se convierte en fantasma. ¡Oh no! tenían que hacer algo, a Tania le gustaba mucho leer y se había traído un libro sobre fantasmas, fue corriendo a por él y alli ponía el idioma de los fantasmas e intentó hablar con ella, no pudo.

Pascuala se había vuelto muy mala. Pasaron unos 20 años aproximadamente y la niña consiguió hablar con ella, Pascuala le dijo que pronto estaría allí con ella, porque la quería matar.

Después de unos 3 días Tania había desaparecido, los padres estaban muy preocupados y las dos niñas desaparecieron, ya no se supo nada más de ellas. Las pobres con lo buenas que eran… mueren.

Bueno niños, ya he terminado dijo el abuelo para que veais los cambios

que da la vida, pero como es una leyenda vete tú a saber si pasó o no, pero ¡pobre niñas!. GEMA

Érase una vez unos hermanos que iban

montados en un águila para que les llevase al cole, pero el ágila se confundió de camino y les llevó por un sitio donde había muchos precipicios.

A uno de los hermanos le dio vértigo y se calyó a un precipicio y el otro hermano le dijo al ágila: “¡Corre, corre!, tienes que cogerle.

El águila bajó en picado, pese a eso no consiguió cogerle y su hermano dijo: “O estoy con mi hermano o nada” y se tiró del águila.

Entonces el águila intentó cogerle, pero no pudo y los dos hermanos murieron.

AMINE

Un día de invierno por la noche cuando salí a cerrar la puerta cometí un grave error, a ver qué pasaba en la casa de lado. Se oían chillidos y gente llorando, desde la ventana una mujer gritaba: “¡socorro, socorro, socorro!”.

Llamé a la puerta me abrió la persona que gritaba desde la ventana y le pregunté: - ¿Qué pasa, necesitáis ayuda? Me contestó: No pasa nada, mi padre se ha puesto malo, pero ya está bien, sólo

le ha dado un infarto; no hos preocupéis. No me lo creí y entonces salté la verja y entre a la casa.

Un monstruo feo, peludo y con grandes garras estaba matando a la familia Mingotes. Entré a escondidas por la cocina, cogí un cuchillo e intenté matarlo, pero, de repente se dio la vuelta; le di sin querer a la mesa y escuchó el ruido. En ese momento no tuve nada que hacer, el gigante me trituró.

JORGE

Erasé una vez una pareja muy feliz se llamaban Jorge y Daniela. Siempre iban juntos a todos los sitios: de compras, a trabajar, a ver una película, etc.

Un día María, una amiga de Daniela, le escribió una carta a Jorge diciéndole que le quería mucho, que dejase a Daniela.

Ese mismo día Daniela llamó a Jorge para saber dónde estaba,

Jorge le dijo que estaba en casa, pero a Daniela le pareció raro. No la había ido a buscar al trabajo, Jorge se sentía muy mal por haber salido con otra chica.

Un día Daniela miró un papel, ese papel era la carta que le había

escrito María, Daniela se puso a llorar y Jorge le preguntó qué le pasaba, no sabía por qué estaba llorando y Daniela no se lo quería decir. Entonces Jorge le dijo que no sabía lo que había en esa carta, no la había visto nunca, Daniela se fue muy triste a casa de su otra amiga Gema.

Gema le preguntó que qué le pasaba, la veía triste y estaba llorando,

Daniela le contestó que Jorge se estaba escribiendo cartas con su amiga, María. Jorge le estaba llamando al móvil, pero ella no se lo cogía hasta que se hartó y le dijo que quería romper con él, que se fuese con María que seguro que era más guapa que ella.

Al final rompieron y no se volvieron a ver nunca más.

ANDREA