relacion popper wittgenstein chapa

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UNIVERSIDAD DE NAVARRA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA LA RELACIÓN CRÍTICA DE KARL POPPER CON EL CÍRCULO DE VIENA Y LUDWIG WITTGENSTEIN. DATOS E INTERPRETACIONES Luz María Chapa Azuela Tesis doctoral dirigida por el Prof. Dr. Jaime Nubiola Pamplona, mayo 2004

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Relacion Popper Wittgenstein Chapa

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UNIVERSIDAD DE NAVARRA

FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS

DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA

LA RELACIÓN CRÍTICA

DE KARL POPPER CON EL CÍRCULO

DE VIENA Y LUDWIG WITTGENSTEIN.

DATOS E INTERPRETACIONES

Luz María Chapa Azuela

Tesis doctoral dirigida por el

Prof. Dr. Jaime Nubiola

Pamplona, mayo 2004

Introducción

El presente trabajo ha consistido en la investigación de los datos

disponibles y de las interpretaciones más relevantes acerca de la

relación crítica entre Popper, los miembros del Círculo de Viena y

Wittgenstein por el interés del debate en sí mismo y para revalorizar la

contribución de Popper en la filosofía de la ciencia del siglo XX. Se

acude principalmente a los testimonios de Popper y a los de Kraft,

Carnap y Feigl que permiten situar el contexto en que se estableció la

relación crítica, los intereses e inquietudes que la motivaron, la

interpretación que cada uno hace de la mutua relación y de su

aportación a la filosofía, el impacto de los diferentes estilos personales

y de trabajo en la discusión filosófica e incluso los resultados

obtenidos con ocasión de los malos entendidos. Se llama la atención

sobre la figura de Wittgenstein, por su importancia en la primera fase

del Círculo de Viena y porque la crítica de Popper al positivismo

lógico se hizo a través de la crítica al Tractatus como punto de

referencia fundamental.

Popper escribió mucho acerca de su relación con el Círculo de

Viena y se dedicó a criticar las ideas y la persona de Wittgenstein

incluso durante sus años de exilio en Nueva Zelanda. Kraft trata

acerca de la influencia y relación del Círculo con Popper en su historia

del Círculo de Viena y en su contribución al volumen sobre la

filosofía de Popper editado por Schilpp en 1974. Carnap y Feigl

hablan de su relación con Popper y de la valoración de sus críticas en

sus cartas y comentarios dentro de sus escritos. Wittgenstein habló

poco y contundente acerca de la empresa del Círculo de Viena y de su

manifiesto programático, e hizo escasas referencias, no precisamente

elogiosas, acerca de Popper. En la actualidad el tema ha sido abordado

por Hacohen en su biografía sobre Popper y por Stadler en su amplio

y documentado estudio sobre los orígenes y el desarrollo del Círculo

8 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

de Viena en donde sitúa la influencia de Wittgenstein y de Popper en

la fase inicial y en la fase pública del Círculo, respectivamente. El

único encuentro entre Popper y Wittgenstein causó gran expectación

en su momento y fue interpretado como símbolo dos reacciones

opuestas e irreconciliables al positivismo lógico. El debate fue

reabierto cincuenta años después por algunos testigos presenciales a

través cartas publicadas en el Times Literary Suplement e incluso

atrajo el interés periodístico de autores como Edmonds y Eidinow.

Magee, Bartley y Munz han analizado con profundidad la relación de

Wittgenstein y Popper desde ángulos diversos.

El tercer Simposium Internacional sobre Wittgenstein, celebrado

en Viena en agosto de 1978 tuvo como tema “Wittgenstein, el Círculo

de Viena y el racionalismo crítico” y refleja el interés de reunir a estos

autores sin pretender que los artículos recogidos formen una unidad

integrada acerca de la relación entre estas tres instancias.

Considerando que el encuentro entre Popper y el Círculo de Viena

marcó un antes y un después en los respectivos planteamientos

filosóficos o en su difusión, el Institut Wiener Kreis organizó en el

año 2002 un simposio especial como parte del Congreso del

Centenario de Karl Popper, durante las que fue patente el interés que

aún sigue despertando el diálogo crítico entre el empirismo lógico del

Círculo de Viena y el racionalismo crítico de Popper.

Mi interés por el pensamiento de Popper responde, en gran

medida, a la identificación personal con algunos aspectos de su

trayectoria intelectual: del gusto por las matemáticas, al interés por los

problemas de la educación, y finalmente al descubrimiento de la

filosofía. Mi ingreso en la Facultad de Ciencias se dio en un contexto

en que las matemáticas eran la clave de interpretación de la realidad.

Popper cuenta en su autobiografía “estudié matemáticas simplemente

porque quería aprender, y pensaba que en las matemáticas aprendería

algo acerca de los estándares de la verdad”. Otra coincidencia

interesante para mí se da en el tema de la tesis de licenciatura que

como la de Popper versa sobre geometría euclídea. Más tarde, mis

inquietudes teóricas por la educación se decantaron sobre el impacto

INTRODUCCIÓN 9

del cientismo positivista de Comte —de cuño físico-matemático— en

la educación, siendo mi país un caso particular de aplicación de este

proyecto.

Fui descubriendo que era la filosofía y no las matemáticas la

disciplina a que correspondía plantear e intentar dar respuesta a los

interrogantes más profundos acerca del mundo, del hombre y de las

diversas manifestaciones de la cultura, entre las que está la ciencia. De

aquí surgió también el interés por la relación de Popper con el Círculo

de Viena en cuanto que sus miembros también llegaron a la filosofía a

partir de la lógica, las matemáticas y la ciencia. El diálogo entre

Popper y el Círculo de Viena refleja dos formas distintas de dar

respuesta a los mismos interrogantes suscitados por las teorías

científicas, primero de la física —la teoría de la relatividad, la

termodinámica y la mecánica cuántica— y posteriormente de la

biología —las teorías de la evolución, la selección natural y la

genética—, con una misma actitud científica pero desde tradiciones

filosóficas distintas y aportando soluciones propias. La lectura de

Carnap, Feigl y Kraft produce el placer que dan la claridad y el rigor.

Se puede decir que Wittgenstein apareció en la investigación y no

tuve más remedio que enfrentarme al enigmático personaje con

admiración creciente. Me identifiqué con el Wittgenstein más

interesado en la antropología que en la ciencia y que tomó como

pretexto las matemáticas y la lógica para volcar su filosofía de la vida,

con el antiteórico, el místico, el artista, el que percibe la pobreza del

lenguaje científico a pesar de ser el único lenguaje legítimo porque

expresa lo que se puede decir.

El trabajo en el archivo de Popper, en el Hoover Institute de la

Universidad de Stanford y en el archivo de la London School of

Economics —donde Popper vivió sus últimos años como profesor, y

que contiene en microfilm los documentos del Hoover Institute— tuve

un contacto particular con la persona y el filósofo, a través de sus

discursos, borradores de libros, correspondencia, material para cursos

y documentos personales —curricula, cartas de recomendación,

grabaciones de conferencias y entrevistas, fotografías— contenidos en

10 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

cerca de seis centenares de cajas. Los distintos tipos de documentos

reflejan el modo como Popper abordaba los asuntos y trataba a las

personas; queda patente su laboriosidad, sus aficiones, las ideas y

anhelos directrices de su vida, también su profunda sensibilidad y su

talante puntilloso y perfeccionista. Resulta de particular interés la

correspondencia de Popper con Einstein y Russell y la que mantuvo

con algunos miembros del Círculo de Viena, particularmente con

Carnap, Feigl y Kraft y con miembros de otros grupos dentro del

movimiento de la filosofía científica. Es sabido que Popper no

mantuvo con Wittgenstein ningún tipo de correspondencia, sin

embargo su presencia en el archivo se trasluce en sus escritos y en sus

comunicaciones con otros filósofos y científicos.

En el año 2002 asistí a dos congresos internacionales sobre

Popper, de los muchos que se organizaron en distintas partes del

mundo con ocasión del centenario de su nacimiento: el primero en el

mes de abril en la Universidad Complutense de Madrid, y el segundo

en el mes de julio en la Universidad de Viena, ciudad natal de Popper.

En ambos foros tuve ocasión de comprobar que su filosofía convence

a algunos, suscita en otros profundas discrepancias, algunos le critican

“desde dentro” o partiendo de posiciones establecidas por él mismo

destacando las insuficiencias o proponiendo cambios más o menos

radicales pero ninguno acusaba a Popper de haberle hecho perder el

tiempo. De particular interés fue el contacto con quienes habían

tratado personalmente a Popper como alumnos, colaboradores,

anfitriones en seminarios y visitas académicas.

La fascinación de la Viena de fin de siglo para nuestros días está

en que sus tensiones prefiguran las que han dominado la historia de

Europa durante el siglo veinte. De esas tensiones surgen muchos de

los movimientos intelectuales y culturales que han dado forma a esa

historia. Fue, en frase de Karl Kraus, el “laboratorio de investigación

para la destrucción del mundo” de donde surgieron tanto el sionismo

como el nazismo, ahí desarrolló Freud el psicoanálisis, ahí Klimt,

Schiele y Kokoschka inauguraron el modernismo en arte, Schönberg

desarrolló la música atonal y Loos introdujo el desnudo funcional, un

INTRODUCCIÓN 11

estilo de arquitectura sin adornos que caracteriza los edificios de la

época moderna. En casi todos los campos del pensamiento y la

actividad humanos, lo nuevo estaba emergiendo de lo viejo, el siglo

veinte del diecinueve.

Karl Popper ha sido uno de los pensadores más influyentes del

siglo XX, que llevó a cabo importantes contribuciones —en algunos

casos revolucionarias— en campos muy variados: desde la filosofía de

la ciencia y la teoría del conocimiento, la filosofía de la física y la

biología, la lógica, la teoría de la probabilidad, pasando por la filosofía

social y política, la filosofía de la historia y la historia de la filosofía,

hasta el problema cuerpo-mente, la psicología y la música. Muchos

autores consideran que ningún otro pensador del siglo pasado ha

tenido el nivel de efectividad de Popper como destructor de algunos

mitos dominantes de su época entre los que están su demolición del

marxismo, su destrucción de las pretensiones de cientificidad del

psicoanálisis y su crítica aguda del positivismo lógico. Popper y

Einstein juntos hicieron más que ningún otro por destruir la visión de

la ciencia sostenida casi universalmente a inicios del siglo veinte, la

idea de que el conocimiento científico está construido sobre la base de

la observación directa, y que lo que lo hace especial es su certeza

absoluta.

En este trabajo se ha seguido una lógica „inductiva‟: al

acompañar a Popper en su crítica al positivismo lógico y desde su

animadversión por la filosofía y la persona de Wittgenstein arranca el

interés por dedicar la segunda parte de este trabajo al autor del

Tractatus. Al abordar los temas primero se ha dejado hablar a los

autores —sin interferencias y aunque se vuelvan cansinos, como es el

caso de Popper—, posteriormente se ha dado paso a la crítica

secundaria sobre todo a los autores que han analizado la relación de

Popper con el Círculo de Viena y con Wittgenstein, y sólo al final se

introduce una valoración más personal sobre el interés de la

recopilación de los datos y de las interpretaciones en sí misma y como

base para ulteriores investigaciones.

12 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

En el primer capítulo se aportan datos históricos sobre el Círculo

de Viena, y una descripción de los testimonios de tres miembros del

Círculo de Viena que tuvieron una relación personal más cercana con

Popper. Victor Kraft fue el primer miembro del Círculo que tuvo

contacto con Popper, es autor de la primera historia del Círculo de

Viena y de un ensayo crítico sobre la relación de Popper con el

Círculo de Viena. Rudolf Carnap fue el principal representante del

empirismo lógico del Círculo de Viena y el interlocutor-antagonista

más directo de Popper. Herbert Feigl fue miembro fundador del

Círculo de Viena, amigo personal de Popper y probablemente uno de

los que mejor entendió sus planteamientos.

En el segundo capítulo se incluye una breve biografía de Popper

y se analizan los principales escritos en los que Popper hace referencia

explícita a su relación con el Círculo de Viena. Los textos abarcan

sobre todo el período de su relación directa con el Círculo de Viena en

los años treinta, y su reflexión posterior cuando reanudó el contacto

con algunos de los antiguos miembros del Círculo que se encontraban

en Viena o dispersos en universidades de Inglaterra y Estados Unidos.

La última sección está dedicada a la entrevista que Popper concedió

en 1991 y que está centrada en su relación con el Círculo de Viena. Se

subrayan los aspectos históricos y la interpretación que Popper da al

estado de la cuestión en cada momento y a lo que él llamó la „leyenda

de Popper‟ sin entrar en el análisis de los contenidos de la discusión.

En el tercer capítulo se hace una breve descripción de los temas

que Popper consideró como el centro de su controversia con el Círculo

de Viena: su realismo frente al positivismo lógico del Círculo de

Viena, y su criterio de demarcación frente a los distintos criterios de

significado propuestos en el Círculo de Viena como respuesta a sus

críticas sobre el papel de la filosofía y la actitud dogmática de rechazo

de la metafísica. A continuación se incluyen algunas valoraciones

sobre la relación de Popper con el Círculo de Viena propuestas

recientemente por autores contemporáneos. Se destacan los estudios

de Friedrich Stadler, autor del estudio reciente más completo sobre el

INTRODUCCIÓN 13

Círculo de Viena y de Malachi Hacohen, uno de los biógrafos más

autorizados de Popper.

En el cuarto capítulo se presenta un breve perfil biográfico de

Wittgenstein en el que se identifican los eventos cruciales de su vida

intelectual y se esboza su influencia en el Círculo de Viena. Se relata

el único y mítico encuentro entre Popper y Wittgenstein en el Moral

Science Club de Cambridge. El episodio retrata tanto los mundos

como las concepciones de la filosofía que representaban cada uno de

ellos y desde el punto de vista documental es la única constancia de

Wittgenstein hablando de y a Popper. Al final del capítulo se incluye

la valoración que Popper hizo de este encuentro y dejó escrita en su

autobiografía intelectual.

En el quinto capítulo se acude a la discusión entre Popper y

Wittgenstein —conocida como el “episodio del atizador”— como

marco de referencia para analizar la lectura crítica de Popper al

Tractatus de Wittgenstein y que prácticamente aparece en todas sus

obras de epistemología y de filosofía de la ciencia y también en The

Open Society, que es una obra de carácter social y político. Se recogen

con detalle los principales textos —desde la carta al editor de

Erkenntnis de 1933 hasta la entrevista concedida en 1991— en los que

Popper subrayó los temas que consideró centrales en su controversia

con Wittgenstein y a la influencia de éste en el positivismo lógico del

Círculo de Viena.

En el sexto capítulo se analizan desde un punto de vista histórico

y temático los testimonios de Peter Munz y de Brian Magee, testigos

del encuentro entre Wittgenstein y Popper. A continuación se incluyen

las valoraciones de Stadler y Hacohen acerca del papel de

Wittgenstein en la relación de Popper con el Círculo de Viena.

Finalmente se hace una valoración más personal de las relaciones

entre Popper y el Círculo de Viena, y del impacto que en esta relación

tuvo la crítica de Popper al Tractatus y su actitud personal hacia

Wittgenstein y la simpatía de los miembros líderes del Círculo de

Viena hacia Wittgenstein. Se llama la atención sobre aspectos

concretos de las respectivas teorías filosóficas en los que hay que

14 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

ahondar y matizar para intentar superar la visión predominante

—elemental e injusta hacia Popper— en términos de desencuentros

personales.

La principal conclusión alcanzada en esta tesis es que la relación

de Popper con el Círculo de Viena es muestra de la apasionante

empresa de quienes abordaron los interrogantes filosóficos surgidos de

los desarrollos científicos del siglo XX y propusieron soluciones

audaces desde distintas tradiciones y enfoques filosóficos. Da cuenta

del alcance de la actitud científica, entendida como la conjunción de

rigor lógico, claridad conceptual y recurso a la experiencia aplicados a

la solución de los problemas planteados y de sus límites en la visión

cientista. Es evidente que hubo simpatías y antipatías que dificultaron

el diálogo, sin embargo no es fácil medir hasta qué punto los

problemas de relaciones humanas pesaron más que el contenido de las

discusiones y los argumentos. Hubiese sido deseable mayor apertura

al diálogo por parte de Popper y una menos dogmatismo

antimetafísico por parte del Círculo de Viena. Indudablemente esto

hubiera contribuido a enriquecer aún más el diálogo crítico entre estas

dos instancias de altísimo nivel. Sin pretender homologar las

respectivas valoraciones, Stadler, Hacohen y muchos otros autores

contemporáneos, dar por zanjadas las divergencias entre Popper y

Wittgenstein en términos de falta de entendimiento personal. Pero el

hecho es que Wittgenstein y Popper han ejercido una profunda

influencia en el modo en que abordamos las cuestiones fundamentales

de nuestra civilización, de la ciencia y de la cultura actuales y de aquí

surge la necesidad de reabrir el análisis en términos de contenido.

Debo agradecer a los profesores Joseph Agassi, Hans Albert y

Jeremy Shearmur, interlocutores directos de Karl Popper, su amable

dedicación de tiempo durante el Congreso del Centenario de Popper,

en Viena en julio del 2002 y al profesor Jaakko Hintikka, estudioso de

Wittgenstein, por la entrevista concedida durante el Congreso de

Lógica, Metodología y Filosofía de la Ciencia, celebrado en Oviedo

en agosto de 2003 y a los profesores Johannes Friedl y Mathias Iven

miembros del Institut Wiener Kreis por los datos aportados.

INTRODUCCIÓN 15

Agradezco también al profesor Malachi Hacohen que tuvo la

amabilidad de analizar el esquema del trabajo y aportar valiosas

sugerencias y al profesor Peter Munz por compartir de manera

generosa e incondicional su experiencia como alumno y estudioso de

Popper y Wittgenstein. Mi agradecimiento particular se dirige al Prof.

David Miller, amigo y asistente de investigación de Popper, a quien

debo innumerables luces, documentación, comentarios y referencias.

Debo también gratitud al Director del Departamento, profesor

Fernando Múgica por su apoyo incondicional durante estos años de

trabajo, a Don Alejandro Llano por sus valiosos consejos para definir

el área de investigación, al profesor Mariano Artigas por su

disposición incondicional para compartir sus conocimientos y

contactos en la primera parte de este trabajo, al profesor Carlos Ortiz

de Landázuri por sus valiosas sugerencias, y de manera especial al

profesor Jaime Nubiola por su apoyo y experta dirección, por su

entrega sin límite y su profesionalidad sin los cuales el tejido de este

trabajo no hubiera sido posible.

Finalmente mi agradecimiento se dirige a mis padres, hermanos

y amigos por su cariño y cercanía en esta etapa de mi vida en

Pamplona.

Capítulo I

Popper desde la óptica del Círculo de Viena

Hablar de la relación de Popper con el Círculo de Viena es una

tarea compleja en sí misma, por los elementos contrastantes de

claridad y ambigüedad que caracterizaron el diálogo durante los años

de contacto más directo, entre 1930 y 1935, y porque a partir de la

emigración de Popper a Nueva Zelanda y de la mayoría de los

miembros del Círculo de Viena a Estados Unidos e Inglaterra, su

relación fue menos directa y sus respectivas posiciones fueron

evolucionando. En la primera sección de este capítulo se hace una

semblanza del Círculo de Viena, de sus orígenes, desarrollo y

disolución; también se da cuenta brevemente de las conexiones entre

los miembros del Círculo y la tradición pragmatista relevante en

Norteamérica. En la segunda sección se detallan algunos aspectos

importantes del encuentro de Popper con el Círculo de Viena a través

de los testimonios de Victor Kraft, Rudolf Carnap y Herbert Feigl.

1.1 El Círculo de Viena

El Círculo de Viena estaba constituido por un grupo de filósofos

con conocimientos científicos y de matemáticos, lógicos y científicos

—tanto de las ciencias naturales como de las ciencias sociales— con

intereses filosóficos fundado en la Viena posterior a la primera Guerra

Mundial. Fue el punto de partida de un movimiento filosófico

internacional que produjo una reforma del positivismo y preparó el

camino para la filosofía analítica y la filosofía de la ciencia

contemporáneas. Se le denomina ‗Círculo‘ por tratarse de un grupo de

filósofos que, sin constituir formalmente una escuela filosófica en

18 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

sentido tradicional, trabajaron filosóficamente sobre supuestos e

intereses comunes1.

El espíritu del Círculo de Viena se resume en el título de su

manifiesto programático dado a conocer en 1929: ―La visión científica

del mundo‖2, elaborado por Carnap, Hahn y Neurath en el que

exponían brevemente el origen, la actitud y los fines del Círculo, así

como una lista detallada de sus miembros y de sus aliados filosóficos

en Berlín y en otras partes. El documento es una declaración de

independencia de la filosofía tradicional y refleja la conciencia que

tenían los miembros del Círculo de Viena de estar jugando un papel

relevante en la historia. Estaban convencidos de que la concepción

científica del mundo —ajena a toda metafísica y a toda teología— no

conocería enigmas insolubles y estaba destinada a trascender los

límites de la discusión filosófica y académica porque contribuiría a la

transformación de la vida pública y privada, y a la renovación de la

educación y de la vida social y económica de acuerdo a principios

racionales. Quizás lo más importante del manifiesto programático era

que concebía la filosofía como “un trabajo intelectual de construcción

conjunta —análogo al que tiene lugar en las ciencias positivas— y no

la aceptación de las tesis de un maestro‖3.

1 Para esta presentación general del Círculo de Viena he utilizado las exposiciones

de: J. Ferrater Mora, voz ―Viena (Círculo de)‖, Diccionario de filosofía, Ariel,

Barcelona, 1994, 3694-3698; V. Kraft, El Círculo de Viena (Título original Der

Wiener Kreis. Der Ursprung des Neopositivismus. Ein Kapitel der jüngsten

Philosophiegeschichte, Vienna 1950), Taurus, Madrid, 1966; S. Sarkar (ed.),

Logical Empiricism at its Peak. Schlick, Carnap, and Neurath, Garland, New York,

1996; F. Stadler, The Vienna Circle. Studies in the Origins, Development, and

Influence of Logical Empiricism (Título original Studien zum Wiener Kreis.

Ursprung, Entwicklung und Wirkung des Logischen Empirismus im Kontext,

Vienna, 1997), Springer-Verlag, Wien, 2001.

2 Cf. H. Hahn, R. Carnap y O. Neurath, ―The Scientific Conception of the World:

The Vienna Circle‖ (Título original Wissenschaftliche Weltauffassung: Der Wiener

Kreis, Wien, 1929), reimpreso en S. Sarkar (ed.), The Emergence of Logical

Empiricism. From 1900 to the Vienna Circle, Garland, New York, 1996, 321-340.

3 V. Kraft, El Círculo de Viena, 12.

POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 19

La publicación del manifiesto marca la transición del Círculo de

Viena de ser un grupo relativamente informal a transformarse en un

movimiento organizado y conocido públicamente. Los miembros del

Círculo diferían entre sí en puntos filosóficos y políticos importantes

pero todos coincidían en que era necesario superar los ―descarríos‖ de

la filosofía anterior edificando una filosofía científica acorde con una

―concepción científica del mundo‖. La nueva filosofía excluía todo lo

que no pudiera obtenerse por vía científica, de manera que la filosofía

dejaba de ser una sabiduría personal sobre el mundo y la vida y se

rechazaba cualquier búsqueda de principios ocultos o no

experimentables:

La clarificación de los problemas filosóficos tradicionales conduce o

bien a desecharlos como seudo-problemas, o bien a transformarlos en

problemas empíricos, susceptibles de ser sometidos al juicio de las

ciencias de la experiencia4.

La nueva filosofía era considerada ―científica‖ en un doble

sentido: se trataba de un nuevo modo de concebir la filosofía como la

clarificación de problemas y proposiciones a través del análisis lógico

del lenguaje y su objeto se reducía a los fundamentos de las ciencias

naturales y sociales. Los miembros del Círculo de Viena reconocían

que el análisis lógico era más difícil en el campo de la epistemología y

en el de las ciencias sociales que en el de las ciencias físicas pero no

lo veían imposible. Su propósito era la creación de un lenguaje

científico que, evitando todo seudo-problema, permitiera enunciar

pronósticos y formular las condiciones para su control por medio de

enunciados de observación.

Los miembros del Círculo de Viena desarrollaron un

positivismo que conectaba con el positivismo del siglo XIX en la

aceptación exclusiva de la verificabilidad empírica como criterio de

4 H. Hahn, R. Carnap y O. Neurath, ―The Scientific Conception of the World: The

Vienna Circle‖, 328.

20 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

significado de las proposiciones y a la vez era distinto en cuanto al

papel central que otorgaron a la lógica formal. El criterio empirista de

significado propuesto en el Círculo de Viena, siguiendo a

Wittgenstein, era formulado de la siguiente manera:

Una proposición hace una afirmación cognitivamente significativa, y

por tanto susceptible de ser considerada verdadera o falsa sólo si es o

bien analítica o autocontradictoria o bien capaz, al menos en principio,

de prueba de experiencia5.

Este intento de unir el empirismo con los recursos de la lógica

simbólica, hizo que los miembros del Círculo de Viena fueran

llamados ―positivistas lógicos‖ —expresión difundida por Feigl para

las tesis capitales del Círculo— o ―neopositivistas‖6 o ―empiristas

lógicos‖7. La característica más conocida del Círculo —y la que

despertó mayor animadversión entre algunos críticos como Popper—

fue la oposición a toda ―especulación‖ y a toda ―metafísica‖, y por

tanto, a gran parte de la filosofía en especial a la filosofía idealista y

existencialista alemanas de la época.

5 C. G. Hempel, ―Problems and Changes in the Empiricist Criterion of Meaning‖,

Revue Internationale de Philosophie, 4, 1950, 41-63 reproducido en A. J. Ayer

(ed.), Logical Positivism, Free Press, London, 1959, 108.

6 Se usa el nombre ―neopositivismo‖ para distinguirla del positivismo desarrollado

en el siglo XIX por Augusto Comte y sus más o menos fieles sucesores. El nombre

―neopositivismo‖ no es mejor ni peor que muchos otros, pero podría ser objeto de

reparos cuando se usa para poner de relieve que se trata de una renovación del

positivismo ―clásico‖ comteano, o en un sentido despectivo no descriptivo.

7 El término ―empirismo lógico‖ toma en cuenta la síntesis de racionalismo y

empirismo y señala los dos elementos más importantes de la filosofía del Círculo de

Viena. La confluencia de las ideas de los positivistas lógicos de Austria, Alemania y

Polonia principalmente, con otras similares en Estados Unidos —sobre todo las

corrientes pragmatistas— y en Inglaterra —la tradición analítica de Russell y de

Cambridge— hicieron que se propusiera el término ‗empirismo lógico‘.

POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 21

Los miembros del Círculo de Viena pertenecían a un círculo

cultural, que abarcaba los países que componían el antiguo reino de

Austria-Hungría y partes de Polonia, dentro del que se habían

desarrollado corrientes filosóficas antiidealistas y antiespeculativas,

como la filosofía positivista, y antisustancialista de Ernst Mach (1838-

1916). Consideraban como sus antecesores remotos a los sofistas y a

los epicúreos, no a los platónicos ni a los pitagóricos, y ―a todos los

que tratan del ser terrestre y del aquí y ahora‖8. Se sabían parte de una

larga tradición empirista y nominalista, desde Occam hasta Russell y

destacaron el papel capital desempeñado por Hume, que había tratado

de eliminar todas las proposiciones que no pertenecieran a la lógica o

a las ciencias experimentales, basadas en observaciones y

descripciones de hechos. Los miembros del Círculo de Viena

intentaron paliar los defectos de la filosofía positivista de Mach,

especialmente la escasa atención prestada a la lógica y a las

matemáticas, y el excesivo peso dado al análisis de las sensaciones,

integrando elementos pragmatistas y convencionalistas desarrollados

por Poincaré y Duhem.

Consideraron que la reconstrucción positivista debía realizarse a

la luz de los Principia Mathematica de Russell y Whitehead, ya que la

lógica formal simbólica era el único instrumento para conseguir la

precisión necesaria para definir los conceptos, formular los

enunciados y formalizar los procedimientos intuitivos de inferencia

del pensamiento ordinario. El Tractatus Logico-Philosophicus de

Wittgenstein para quien la filosofía no se refiere a los hechos sino

que su objeto es ―la aclaración lógica del pensamiento‖9 fue una

obra de referencia fundamental en el Círculo de Viena.

Las discusiones epistemológicas y metodológicas surgidas del

desarrollo de la ciencia empírica —que replantearon los conceptos de

8 H. Hahn, R. Carnap y O. Neurath, ―The Scientific Conception of the World: The

Vienna Circle‖, 334.

9 L. Wittgenstein, Tractatus Logico-Philosophicus (Título original Logische-

philosophische Abhandlung, 1921 y publicado en edición bilingüe en 1922)

Alianza, Madrid, 1973, 4.112.

22 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

espacio, tiempo, sustancia, causalidad, probabilidad, etc.—, tuvieron

una influencia decisiva en el Círculo y Einstein fue considerado uno

de los principales representantes de la concepción científica del

mundo en el más pleno sentido. En 1922 Schlick fue invitado a ocupar

la cátedra de filosofía de las ciencias inductivas en la Universidad de

Viena10

. Se fue formando alrededor suyo un grupo, que se reunía los

jueves en el Seminario de Matemáticas de la Universidad para debatir

cuestiones lógicas y epistemológicas. En las discusiones participaban

intelectuales y científicos interesados por la filosofía como Neurath,

Feigl, Carnap, Waismann y Kraft. Al poco tiempo se incorporaron

Hahn, R. von Mises, Menger, Gödel, Schrödinger, dedicados

principalmente a la física y a las matemática

el economista Schumpeter, el abogado Kelsen y el sociólogo Zilsel.

Esta composición interdisciplinaria trajo consigo un nivel

particularmente elevado en las discusiones, y la orientación

matemática de muchos de sus miembros fomentó la tendencia al rigor

y pureza lógicos.

Entre los miembros del Círculo de Viena había consenso en

cuanto a las bondades del análisis lógico del lenguaje, la

epistemología falibilista, la visión científica del mundo y del

conocimiento en general. Al mismo tiempo existían diferencias

metodológicas dentro del Círculo: el ala ‗radical‘ alrededor de

Neurath, Carnap, Hahn y Frank sostenía la idea de una ciencia

físicalista unificada. Mientras que el ala ‗moderada‘ alrededor de

Schlick, Waismann, Feigl y otros —de hecho la mayoría—

enfatizaron el dualismo entre la ciencia y la filosofía. Esto les enzarzó

10

Esta cátedra es muestra de la larga tradición de una filosofía empirista en Viena.

Fue ocupada por Ernst Mach (1895 a 1901), L. Boltzmann (1902 a 1906) y

posteriormente por Adolf Stöhr. En 1922 fue ofrecida a Schlick. Todos habían

llegado a la filosofía desde la física, y se ocupaban de cuestiones relativas a los

problemas de la teoría del conocimiento y de la lógica relacionados con los

fundamentos de la física. Schlick destacaba con mucho por sus conocimientos

filosóficos y fue el primero en valorar filosóficamente la teoría de la relatividad. Cf.

V. Kraft, El Círculo de Viena, 11. Más adelante la cátedra le fue ofrecida a Popper

que no la aceptó por encontrarse ya establecido en Inglaterra.

POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 23

en distintos debates como el del lenguaje fenomenalista y el lenguaje

fisicalista; la coherencia y la correspondencia de las teorías con la

verdad; la sintaxis lógica del lenguaje y la semántica; la verificación y

la confirmación; los lenguajes ideales y naturales, entre otros. Existía

también un pluralismo heterogéneo en cuestiones éticas y políticas.

El Congreso organizado en Praga en 1929 por la Sociedad

alemana de Física y la Asociación de Matemáticos Alemanes dio al

Círculo de Viena la oportunidad de intervenir como grupo autónomo.

Simultáneamente los miembros del Círculo organizaron el Congreso

para la epistemología de las ciencias exactas en colaboración con la

Sociedad de filosofía empírica de Berlín, y esto significó la entrada

del Círculo en la vida pública. El Círculo de Viena dispuso también de

un órgano de difusión propio, la revista Erkenntnis, en los volúmenes

I a VIII, entre 1930-194011

. Además, Schlick y Frank dirigieron una

serie de libros titulada Schriften zur wissenschaftlichen

Weltauffassung (―Escritos para la visión científica del mundo‖), en la

que se publicaron obras de miembros del Círculo de Viena y la

primera obra de Popper.

Varios grupos de discusión filosófica europeos y

norteamericanos comenzaron a mantener relaciones estrechas con el

Círculo, principalmente el grupo de Berlín, fundado por Reichenbach

—que pronto se separó de las tesis más radicales del Círculo de

, Grelling y Dubislav miembros de la Asociación de

Filosofía Empírica, y más adelante C. G. Hempel. Algunos filósofos

norteamericanos, como Quine, Nagel y Morris viajaron a Viena a

establecer contacto con Schlick y Carnap. También Feigl se incorporó

al grupo. Pronto iniciaron relaciones asiduas con el Círculo de

11

Carnap y Reichenbach se hicieron cargo en 1930 de los Annalen der Philosophie,

que continuaron bajo el título de Erkenntnis. En 1938 se trasladó a La Haya, donde

tomó el título The Journal of Unified Science (Erkenntnis), pero en 1940 tuvo que

suspenderse su publicación a causa de la guerra. Después de la segunda Guerra

Mundial se dio una nueva etapa de la revista Erkenntnis, que entra más bien dentro

del marco de los trabajos realizados en la filosofía analítica, relativos a cuestiones

lógicas, metodológicas y metacientíficas, muchos escritos por miembros del Círculo.

24 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Varsovia, y con representantes del movimiento analítico británico

como Ayer, Braithwaite, Wisdom y Ramsey. Establecieron contactos

con intelectuales franceses como Rougier, Boll, y el General

Vouillemin, también con el lógico escandinavo Jørgensen y con los

grupos de Uppsala y Oslo12

.

A raíz del crecimiento del Círculo se convocó el Congreso para

la Ciencia Unificada en París en 1935, contando con el apoyo del

gobierno francés y de algunos institutos científicos internacionales con

sede en la capital francesa. La conferencia preliminar de este

Congreso, celebrada en Praga en 1934, reveló la proximidad del

Círculo de Viena y del positivismo lógico a lo que Morris llamó el

positivismo biológico de los pragmatistas13

; se intentaron unir las dos

corrientes proponiéndose la fórmula de ―empirismo lógico‖, que fue

adoptada sobre todo en Estados Unidos, donde las ideas del Círculo se

encontraron con tradiciones análogas y muy desarrolladas, como los

trabajos lógicos de Peirce, el pragmatismo conceptualista de C. I.

Lewis, la semiótica de Morris, la lógica formal del operacionalismo,

etc., que coincidían con el positivismo lógico en varios puntos

importantes. Ambos movimientos estaban centrados en el hombre,

tenían un carácter cooperativo y un talante empirista liberal en

oposición al análisis tradicional y a la metafísica especulativa14

.

La orientación del Círculo de Viena, que había encontrado

todavía una fuerte resistencia en Praga en 1929, fue ampliamente

reconocida en el Congreso de París. No faltaron advertencias acerca

de los riesgos de dogmatismo, de un nuevo escolasticismo, de

unilateralidad y de aplicaciones precipitadas del calificativo

12

Puede encontrarse una relación pormenorizada de los miembros del Círculo de

Viena y de su periferia en F. Stadler, The Vienna Circle, 580-581.

13 Cf. C. W. Morris, Logical Positivism, Pragmatism and Scientific Empirism,

Hermann, Paris, 1937, 4.

14 Cf. C. W. Morris, The Pragmatic Movement in American Philosophy, George

Braziller, New Yok, 1970, 147-149 y H. Feigl, ―The Origin of Logical Positivism‖

en R. Cohen (ed.), Herbert Feigl, Inquiries and Provocations. Selected Writings,

1929-1974, Reidel, London, 1981, 22.

POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 25

‗metafísico‘ pero el congreso se declaró dispuesto a promover y

colaborar en una ―Enciclopedia internacional de la ciencia unificada‖.

En junio de 1936 se celebró en Copenhague el Segundo Congreso

Internacional para la Unidad de la Ciencia, en el que participaron un

gran número de americanos. En París, en julio de 1937, tuvo lugar el

Tercer Congreso para la Unidad de la Ciencia, que sirvió para las

discusiones de la proyectada Enciclopedia. En 1938 se celebró el

Cuarto Congreso para la unidad de la ciencia en el Girton College de

Cambridge en Inglaterra. En 1939 tuvo lugar el Quinto Congreso para

la Unidad de la Ciencia en la Universidad de Harvard, y en septiembre

de 1941 se celebró en Chicago el Sexto Congreso aunque con muy

poca asistencia debido al estallido de la guerra15

.

El trabajo del Círculo de Viena no concluyó, sino que fue

interrumpido a raíz de la anexión violenta de Austria a Alemania

cuando se hallaba en su plenitud. Ya en 1931 Feigl había marchado a

Estados Unidos, Hahn murió inesperadamente en 1934 y Carnap se

marcharía a Estados Unidos en 1936. En ese mismo año Schlick fue

asesinado y a partir de ese momento cesaron las reuniones del Círculo.

Los miembros del Círculo de Viena habían ido moderando la excesiva

simplificación y el radicalismo de sus planteamientos iniciales como

las diversas formulaciones del criterio empirista de significado, la

interpretación de las teorías científicas, las tesis del fisicalismo o de la

unidad de la ciencia y otros puntos clave que fueron objeto de vivas

controversias. Es razonable suponer que de haber continuado el

trabajo hubiesen llegado a soluciones más maduras.

Los miembros del Círculo de Viena se dispersaron

principalmente por Inglaterra y Estados Unidos donde difundieron las

ideas del positivismo lógico y también recibieron influencia del

pensamiento norteamericano para el desarrollo de trabajos en las áreas

de lógica y semántica. Puede hablarse de un entrecruzamiento de

influencias en las que la concepción del Círculo de Viena quedó

fundida con orientaciones de tipo más amplio.

15

Puede encontrarse una relación pormenorizada de los seis congresos en F. Stadler,

The Vienna Circle, 339-393.

26 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

1.2 Testimonio de algunos miembros del Círculo de Viena acerca

de su relación con Popper

Las relaciones de Popper con el Círculo de Viena se dieron en el

marco de la filosofía de la ciencia, ese híbrido formado por cuestiones

epistemológicas y metafísicas surgidas a raíz del desarrollo de las

ciencias empíricas principalmente de la física, la biología y la

psicología. Popper tuvo relación con varios miembros del Círculo de

Viena entre los que estaban Carnap, Feigl, Frank, Gödel, Hahn, Kraft,

Menger, von Mises, Schlick y Waismann16

. En esta sección se

analizará con cierto detalle la relación de Popper con tres miembros

del Círculo de Viena con los que mantuvo un contacto más estrecho.

En el primer apartado se abordará la reseña histórica que hace Kraft de

la relación de Popper con el Círculo de Viena. En el segundo apartado

se dará cuenta de la opinión de Carnap, innovador y sistematizador del

programa del Círculo de Viena, acerca de su diálogo crítico con

Popper. En el tercer apartado se incluye la valoración de Feigl,

interlocutor y amigo personal de Popper, acerca del impacto que las

críticas de Popper tuvieron sobre las posturas inicialmente sostenidas

en el Círculo de Viena. Menger tuvo también una relación estrecha

con Popper pero no se incluye en este apartado porque, aunque

perteneció al Círculo desde 1927, a raíz de la publicación del

manifiesto programático de 1929, prefirió no ser considerado

miembro sino solamente intelectual cercano al Círculo de Viena17

.

16

F. Stadler, The Vienna Circle, 580-581.

17 Su desvinculación con el Círculo de Viena no impidió a Karl Menger (Viena

1902-Chicago 1985), ser un importante mediador en los estudios más recientes sobre

el Círculo de Viena y su periferia, llevados a cabo en Estados Unidos, a donde

emigró en 1936. Cf. K. Menger, ―Postscript to the English Edition‖ en Morality,

Decision and Social Organization, Reidel, Boston, 1974, 110-115. No es extraño

que Feigl –en 1969- se refiera a Menger como miembro del Círculo al relatar su

encuentro con él en Harvard porque en 1929 Menger todavía se consideraba parte

del Círculo de Viena. Cf. H. Feigl, ―The Wiener Kreis in America‖, en D. Fleming y

POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 27

1.2.1 Kraft, primer contacto del Círculo con Popper

Víctor Kraft es conocido en los países de habla inglesa

principalmente por su historia del Círculo de Viena18

. Sus intereses

por los fundamentos del conocimiento y de la metodología científica

le llevaron a conectarse con el Círculo, llegando a ser uno de los más

asiduos participantes en las reuniones desde sus inicios hasta su

disolución, y uno de los pocos miembros del Círculo que permaneció

en Viena hasta su muerte. Kraft se interesó por la aplicación de los

criterios de racionalidad científica a problemas de la matemática y de

las ciencias naturales, pero su formación en las humanidades y su

amor por el arte le llevaron a centrar sus esfuerzos en el desarrollo de

una teoría de los valores con una base empírica de cuño totalmente

racional, libre de dogmas y artículos de fe de cualquier tipo y libre

también de propensiones emocionales que habitualmente juegan un

papel decisivo en la filosofía de los valores. En este sentido Kraft

disentía de la concepción del Círculo de Viena de que los juicios de

valor eran meras expresiones del sentimiento, carentes de contenido

cognitivo19

.

B. Bailyn (eds.), The Intellectual Migration. Europe and America, 1930-1960,

Harvard University Press, Cambridge (Massachusetts), 1969, 70. También se

explica que Stadler lo incluya en la lista de los miembros de mayor influencia del

Círculo de Viena, porque al mismo tiempo aclara que ―después de su regreso de

Amsterdam, Menger fue un miembro crítico y distante del Círculo de Schlick (junto

con su alumno Kurt Gödel) y también destacó como fundador y fuerza directora del

llamado Coloquio de Matemáticas (1929-1936), entre cuyos miembros estaban Kurt

Gödel, Abraham Wald, John von Neumann, Gustav Bergmann, Alfred Tarski, Hans

Thirring, Hans Hahn, Karl Popper, Olga Taussky. (F. Stadler, The Vienna Circle,

674).

18 En el presente trabajo usamos la traducción castellana de Francisco Gracia como

se señala en la nota 1.

19 Cf. E. Topitsch, ―Introducción‖ en H. L. Mudler (ed.), Victor Kraft. Foundations

for a Scientific Analysis of Value, Reidel, Dordrecht, 1981, xi-xvi y F. Stadler, The

Vienna Circle, 666.

28 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Simultáneamente a su pertenencia al Círculo de Viena, Kraft fue

miembro del Círculo de Gomperz y mantuvo contacto con la llamada

periferia del Círculo de Viena. Popper conoció a Gomperz y a Kraft

siendo un joven estudiante y tuvo la primera noticia del Círculo

precisamente a través de unas conversaciones con Kraft20

. En su obra

El Círculo de Viena Kraft habla explícitamente de la relación de

Popper con el Círculo de Viena. Se trata de la primera historia del

Círculo en la que expone los trabajos filosóficos del Círculo de Viena,

sus problemas y resultados, desde sus orígenes hasta su diáspora en

1938, añadiendo críticas en algunos puntos importantes. A este

respecto resulta interesante la puntualización del profesor Topitsch,

experto en la vida y obra de Kraft, cuando afirma que:

[Kraft] se opuso conscientemente a algunas tendencias radicales que

exhibían en ocasiones algunos de sus miembros. Prueba de esto es su

teoría de los valores (...) que de haber obedecido al criterio de

significado propuesto por Rudolf Carnap la hubiera considerado

carente de sentido...Kraft estaba protegido contra tales exageraciones

en virtud de que su educación le había proporcionado una sólida base

histórica y humanística. Al mismo tiempo su hábito crítico cuidadoso

y juicioso era contrario al dogmatismo y a las actitudes doctrinarias

que desfiguraron los escritos de algunos miembros del Círculo de

Viena. Era ya maduro, como hombre y como filósofo, cuando se

formó el grupo alrededor de Mortiz Schlick en los años veinte y había

ya desarrollado por sí mismo trabajos importantes. Por tanto, aunque

su estilo de pensamiento y los objetivos de su trabajo como filósofo

tenían muchos puntos en común con el neopositivismo, tenía la

independencia suficiente como para empezar de nuevo como

discípulo21

.

En 1974 Schlipp solicitó a Kraft un ensayo crítico para el

volumen The Philosophy of Karl Popper precisamente sobre la

20

H. Feigl, ―The Wiener Kreis in America‖, 642

21 E. Topitsch, ―Introducción‖, xi. I

POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 29

relación de Popper con el Círculo de Viena. En ambos escritos Kraft

destaca la importancia de las críticas de Popper al positivismo lógico y

no tiene dificultad en afirmar que Popper jugó un papel importante en

el desarrollo de Círculo de Viena y que también el Círculo de Viena

tuvo influencia en el propio desarrollo filosófico de Popper:

Popper nunca perteneció al Círculo de Viena, nunca tomó parte en sus

reuniones, y sin embargo no puede ser considerado fuera de él. De

hecho en mi trabajo de 1950 sobre el Círculo de Viena consideré

necesario referirme a él repetidamente. Por otra parte, el trabajo de

Popper no puede ser entendido en su génesis sin referencia al Círculo

de Viena22

.

En su ensayo crítico Kraft establece una serie de relaciones

históricas —que son las que interesan en este apartado—, y señala un

conjunto de temas que constituyeron la base del diálogo crítico entre

Popper y el empirismo lógico, mientras el Círculo funcionaba en

Viena, y posteriormente cuando Popper reanudó el contacto con

algunos de los antiguos miembros del Círculo al regresar de Nueva

Zelanda y establecer su residencia en Inglaterra.

Kraft destaca que Popper no participó en las reuniones del

Círculo de Viena pero mantuvo un contacto personal con algunos de

sus miembros. En 1928 ó 1929 tomó parte en el seminario de Carnap,

y tuvo relación estrecha con Feigl, Waismann, Menger, Gödel y Kraft

mismo23

. En 1931 ó 1932 el borrador del primer libro de Popper,

Logik Der Forschung, que estaba todavía sin publicar, fue leído y

discutido por algunos miembros del Círculo de Viena. En 1932

Popper pasó sus vacaciones de verano con Carnap y Feigl en el valle

de Ötz en el Tirol, y tuvieron ocasión de entablar largas discusiones

filosóficas. Popper participó en los congresos de París en 1935 y de

22

V. Kraft, “Popper and the Vienna Circle‖, en P.A. Schilpp (ed.), The Philosophy

of Karl Popper, Open Court, La Salle (Illinois), 1974, 185.

23 Cf. V. Kraft, El Círculo de Viena, 18, nota 13bis.

30 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Copenhague en 1936 sobre filosofía científica organizados por el

Círculo de Viena. Durante el primer encuentro Neurath lo llamó ―el

oponente oficial‖ del Círculo. Popper incorporó el concepto de ―rango

lógico‖ de Waismann para designar la clase de proposiciones básicas

admitidas por una proposición24

, o en que usó el símil de la neblina

ondulante para ilustrar un mundo sin estructura determinista como

había hecho Zilsel, miembro del Círculo25

.

El contacto directo de Popper con el Círculo de Viena duró sólo

hasta 1936, cuando se exilió en Nueva Zelanda donde le habían

ofrecido un puesto de senior lecturer en la Universidad de

Christchurch. A partir de entonces dejó de hablar del Círculo de Viena

durante dos décadas, con excepción de algunas observaciones críticas

sobre Wittgenstein y Schlick en su obra La sociedad abierta y sus

enemigos. Popper reanudó sus relaciones con algunos de sus

miembros en cuanto regresó de Nueva Zelanda y se estableció en

Inglaterra, y esto muestra que Popper se sentía vinculado a los

miembros del Círculo de Viena y que este contacto continuaba siendo

importante para él. Retomó el diálogo crítico sobre todo con Carnap

que había sido uno de los principales representantes del Círculo.

Popper realiza una crítica a fondo de la lógica inductiva de Carnap en

su ensayo ―Degree of Confirmation” de 195526

y responde gustoso a

la invitación que Schilpp le hace en 1964 para escribir una

contribución al volumen sobre la filosofía de Rudolf Carnap. Kraft

considera que una muestra particular de la estrecha relación de Popper

con el Círculo de Viena es la cantidad de veces que en su libro

24

Cf. K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, (Título original Logik der

Forschung, Viena, 1934 y publicada por primera vez en inglés en 1959), Routledge,

London, 1997, 124, nota 1 en la que Popper da crédito a Waismann de haber

combinado las teorías del rango y la frecuencia y acuñado el término.

25 Cf. V. Kraft, ―Popper and the Vienna Circle‖, 186.

26 K. Popper, ―Degree of Confirmation‖, The British Journal for the Philosophy of

Science, 5, 1954, 143-149 y ―‘Content‘ and ‗Degree of Confirmation‘: A Reply to

Dr. Bar-Hillel‖, The British Journal for the Philosophy of Science, 6, 1955, 157-

163.

POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 31

Conjectures and Refutations (1963) menciona al Círculo,

especialmente en el capítulo 11 cuando trata de la demarcación entre

la ciencia y la metafísica27

.

El contacto epistolar entre Kraft y Popper se mantuvo hasta la

muerte de Kraft. A este respecto Topitsch reseña, aludiendo a la salud

mental y a la creatividad intelectual de Kraft siendo un anciano, que

―el 2 de enero de 1975, un día antes de su muerte, envió un artículo

suyo a Sir Karl Popper pidiéndole sus comentarios‖28

. Al referirse a

que la disolución del Círculo de Viena en 1938, su orientación se

defendía en otros países europeos y en Estados Unidos, Kraft no duda

en afirmar explícitamente que Popper fue uno de sus continuadores en

Inglaterra ―donde vive Russell como antepasado de todo el

movimiento, el Círculo de Viena se continúa por Waismann en

Oxford y por Ayer y, en lo esencial, también por Popper en la

Universidad de Londres‖29

.

En cuanto a las relaciones temáticas entre Popper y el Círculo de

Viena, Kraft reconoce que algunos planteamientos iniciales del

Círculo fueron radicales y criticables. Al mismo tiempo señala que las

opiniones de los miembros del Círculo variaron reiteradamente, como

es el caso de Carnap, que en un momento dado superó la

consideración puramente sintáctica del lenguaje y se abrió a las

dimensiones pragmática y semántica del lenguaje. Kraft señala que

después de su disolución los que entonces pertenecieron al Círculo de

Viena no permanecieron en su antigua posición, sino que continuaron

avanzando y en buena parte la superaron:

De este trabajo conjunto se derivó un progreso tan rápido como el que

únicamente se produce en las ciencias especiales. Por tanto, resulta

natural que tal desarrollo tuviese como consecuencia varios cambios y

27

Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, The Growth of Scientific Knowledge,

Rouledge, London, 1996, 253 y ss.

28 E. Topitsch, ―Introducción‖, xiii.

29 V. Kraft, El Círculo de Viena, 18.

32 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

que más de una concepción inicial demasiado simplista fuese superada

tarde o temprano30

.

Popper ayudó a entender mejor el realismo constructivo de Kraft

durante la fase pública del Círculo, a pesar de que su Grundformen

der wissenschaftlichen Methoden (―Formas básicas de los métodos

científicos‖) había sido publicada en 192531

. La orientación de Círculo

fue ampliamente reconocida durante el Congreso para la Ciencia

Unificada, celebrado en París en septiembre de 1935, pero al mismo

tiempo algunos participantes mostraron algunos desacuerdos. Kraft se

refiere a una serie de objeciones a distintos puntos de vista sostenidos

en el Círculo de Viena en la línea de las que Popper había planteado

desde el inicio de su relación con los representantes del positivismo

lógico:

La orientación el Círculo de Viena, que encontró todavía una fuerte

resistencia en el Congreso de Praga de 1929, fue ahora ampliamente

reconocida. Enriques y el general Vouillemin advirtieron del peligro

de dogmatismo y de un nuevo escolasticismo, Morris sobre la

unilateralidad y Reichenbach sobre el peligro de aplicar

precipitadamente a algo el calificativo de metafísica32

.

Por su parte Russell consideraba que el Círculo de Viena había

proporcionado un raro ejemplo de colaboración fecunda entre

filósofos y que era admirable su decisión de hacer filosofía

científicamente y su trabajo técnico en lógica, sintaxis y semántica. Al

mismo tiempo alertaba acerca de los peligros de dejarse llevar por

―una cierta estrechez y una cierta ceguera frente a algunos problemas

30

V. Kraft, El Círculo de Viena, 13.

31 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 208.

32 V. Kraft, El Círculo de Viena, 15.

POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 33

de considerable importancia, como respecto de la psicología, etc.‖33

.

Kraft sale al paso de algunos reproches de menosprecio de la filosofía

dirigidos al Círculo de Viena, diciendo que:

Es indudable que quien vea en la filosofía la confesión de una

sabiduría personal sobre el mundo y la vida o una interpretación

subjetiva sobre éstos, o quien busque en ella la construcción

especulativa de un principio oculto y no experimentable del mundo, o

la poesía conceptual de una novela cósmica, sólo podrá considerar

como degeneración la filosofía tal como la entiende el Círculo de

Viena. Pues en este sentido, la filosofía excluye todo lo que no puede

obtenerse por la vía científica, pero sólo entonces se puede superar la

diversidad y variabilidad subjetiva y sólo entonces se puede pretender

lograr generalidad y resultados duraderos34

.

Kraft sostiene que se fue dando un progresivo acuerdo entre

Popper y algunos miembros del Círculo de Viena. Deja claramente

asentado que Popper tenía ya en el momento de su contacto con el

Círculo de Viena —en los años veinte— una dirección independiente,

estaba centrado en el problema de la definición del carácter científico

de las teorías y lo había resuelto a través de su criterio de falsabilidad.

Popper fue el primero en confrontar al Círculo con sus ideas mediante

su actitud crítica. Aunque fue llamado el ―oponente‖ del Círculo de

Viena, su oposición descansa sobre una base común a partir de la cual

tuvo lugar la disputa. No sólo había cuestiones comunes que fueron

respondidas de manera diferente, sino también puntos de vista

comunes al abordar las respuestas35

.

Respecto al realismo Kraft reconoce que ―el problema de los

acuerdos y las diferencias entre Popper y el Círculo de Viena hasta

ahora se ha centrado en la cuestión de cómo puede ser conocida la

33

B. Russell, ―Logical Positivism‖, Polemic, 1, 1946, 7 y 12.

34 V. Kraft, El Círculo de Viena, 21.

35 Cf. V. Kraft, ―Popper and the Vienna Circle‖, 187.

34 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

realidad‖36

, pero se limita a afirmar que aunque los puntos de vista

sobre el conocimiento de la realidad no eran uniformes, en el Círculo

de Viena dominó una visión idealista o ―fenomenalista‖, y que Popper

rechazó el idealismo y el instrumentalismo, y defendió el realismo,

pero ―de tal manera que, por la falta de verificabilidad de todas las

construcciones hipotéticas, nunca podemos saber cuándo hemos

captado el mundo real‖37

.

Respecto a la actitud ante la metafísica, Kraft no duda en

afirmar que los miembros del Círculo de Viena eran antimetafísicos

declarados y que Popper, por su empirismo fundamental, también

tiene una actitud antimetafísica en común con el Círculo de Viena, aun

cuando personalmente se declare defensor de la metafísica Popper

acaba rechazando igualmente la metafísica desde un punto de vista

diferente. Según Kraft Popper tampoco admite la metafísica como un

conocimiento válido, y prueba de ello es su interés por establecer una

demarcación clara entre la metafísica y el conocimiento científico38

.

En cuanto a la base empírica del conocimiento de la realidad,

Kraft sostiene que había terreno común entre Popper y el Círculo de

Viena. Kraft reconoce que en su historia del Círculo de Viena

consideró necesario referirse a Popper repetidamente, sobre todo en

los capítulos dedicados a los fundamentos de la verificación de los

enunciados empíricos39

. Los empiristas lógicos sostenían que el

conocimiento de la realidad depende de la experiencia y en ésta

descansa la base de su validez. Popper, por su parte, es

fundamentalmente un empirista, que simplemente rechazó un

empirismo total. Defendió el empirismo contra el instrumentalismo de

Duhem y contra el convencionalismo de Poincaré. Sin embargo

—sostiene Kraft— el componente empírico de la filosofía de Popper

se eclipsa por su insistencia en el componente racional del

36

V. Kraft, ―Popper and the Vienna Circle‖, 198.

37 V. Kraft, ―Popper and the Vienna Circle‖, 198.

38 Cf. V. Kraft, ―Popper and the Vienna Circle‖, 186-187.

39 V. Kraft, El Círculo de Viena, 131-176.

POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 35

conocimiento, y por esta razón su trabajo es dominado por la crítica

del empirismo representado por el Círculo de Viena. La experiencia

se difumina en el transcurso de sus publicaciones, porque Popper

estaba principalmente interesado en mostrar que existe un componente

racional del conocimiento. Es por esto que a veces parece como si

Popper estuviera señalando exclusivamente las insuficiencias de la

observación como fundamento del conocimiento, sin que haya

realmente una diferencia de fondo.

Kraft reconoce que si se establece la verificabilidad como

criterio de significado, se reduce el ámbito de las proposiciones con

significado al de las proposiciones empíricas, ya que sólo las

proposiciones empíricas son propiamente verificables. De aquí que

considere lógico que tal propuesta haya experimentado pronto una

crítica radical, tanto sobre algunas consecuencias insostenibles como

también sobre la limitación que operaría en la discusión filosófica.

Dedica a la crítica de Popper un lugar particular, afirmando que:

En su Logik der Forschung, de la que partieron muchos estímulos

importantes, hizo valer Popper contra la determinación entera del

significado el hecho de que se trataba de una decisión arbitraria. ―No

hay nada más fácil que desenmascarar un problema como

‗pseudoproblema carente de significado‘: sólo se necesita concebir el

concepto de ‗significado‘ de un modo suficientemente estricto, para

que se pueda decir de todo problema incómodo que no se le puede

encontrar ‗significado‘ alguno; y al aceptarse como ‗significativas‘ las

cuestiones de la ciencia empírica únicamente, todo debate sobre el

concepto de significado se convierte también en carente de

significado: una vez entronizado, este dogma del significado está libre

para siempre de todo ataque, es ‗intangible y definitivo‘, como dice

Wittgenstein en el prólogo de su libro‖ (K. Popper, The Logic of

Scientific Discovery, 51)40

.

40

V. Kraft, El Círculo de Viena, 49. Vid. V. Kraft, ―Popper and the Vienna Circle‖,

189-190.

36 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

El Círculo de Viena tuvo siempre presente como una tarea

fundamental la explicación del contenido de los conceptos mediante

su reducción a lo vivencialmente dado, y la explicación del contenido

y la validez de los enunciados empíricos mediante su reducción a

enunciados elementales, o proposiciones atómicas, o ―proposiciones

protocolares‖41

. Popper expuso un nuevo punto de vista al respecto:

En su importante libro Die Logik der Forschung, 1935, que ejerció un

influjo decisivo en el desarrollo intelectual del Círculo de Viena,

Popper planteó graves objeciones y expuso un nuevo punto de vista.

Popper opone a la concepción fundamental que encontró su expresión

en la doctrina de Wittgenstein de las proposiciones elementales y en la

de las proposiciones protocolares del Círculo de Viena una

concepción completamente nueva. Las proposiciones sobre las que ha

de construirse la ciencia y a las que ha de reducirse y que constituyen

su significado propio no son en modo alguno proposiciones singulares

sobre vivencias42

.

Para Popper toda proposición científica supera ampliamente lo

que sabemos con seguridad en virtud de vivencias inmediatas, ya que

utiliza conceptos generales, universales. Estos no son reducibles a

clases de vivencias, son indefinibles y sólo están fijados por el uso

lingüístico:

La concepción de Popper se separa del positivismo y también del

empirismo en que la aceptación de las proposiciones básicas no se

justifica mediante vivencias, siendo desde el punto de vista lógico

solamente una estipulación arbitraria, una decisión que sólo

psicológicamente está determinada por las vivencias43

.

41

Cf. V. Kraft, El Círculo de Viena, 131 y 134.

42 V. Kraft, El Círculo de Viena, 140.

43 V. Kraft, El Círculo de Viena, 144.

POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 37

Kraft destaca tres rasgos esenciales en la relación de Popper con

el Círculo de Viena. En primer lugar, se trató de una relación de

naturaleza crítica, aunque no existió una oposición infranqueable, sino

más bien una base común: ambos afrontaron los mismos problemas

—los fundamentos del conocimiento empírico y el criterio de

cientificidad de las teorías— y tuvieron el empirismo como una

misma actitud básica. Abordaron estos problemas de manera

diferente: el Círculo de Viena estuvo influenciado por Mach y Russell

y sobre todo por el Tractatus de Wittgenstein. Popper desarrolló su

propia visión, pero a partir de cierto momento su filosofía procedió en

contacto y en disputa con el Círculo de Viena. En opinión de Kraft el

impacto del Círculo en el pensamiento de Popper ―no fue tan fuerte

como el impacto de Popper en el Círculo de Viena‖, y más adelante

llega incluso a afirmar que ―Popper reemplazó a Wittgenstein en

cuanto a su influencia en el Círculo de Viena‖44

.

En segundo lugar, el Círculo de Viena se benefició de la crítica

de Popper porque supuso una ocasión para que los miembros del

Círculo presentasen y confrontasen sus propios resultados, y llegasen

incluso a efectuar cambios considerables.

Se debe atribuir a esta influencia el rápido y productivo desarrollo que

tuvo lugar dentro del Círculo de Viena a través del cual se introdujo

un movimiento nuevo y fructífero en epistemología. El Círculo de

Viena debe a Popper gratitud por su contribución esencial en este

desarrollo que superó sus expectativas45

.

En tercer lugar, Kraft sostiene que se fue alcanzando acuerdo

cada vez mayor entre el Círculo de Viena y Popper de tal manera que

los desacuerdos iniciales desaparecieron en gran medida, no por

asimilación de Popper al Círculo de Viena sino en parte por la

44

V. Kraft, ―Popper and the Vienna Circle‖, 200.

45 V. Kraft, ―Popper and the Vienna Circle‖, 200.

38 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

aceptación de las ideas de Popper y en parte debido al desarrollo

independiente del Círculo de Viena. Kraft señala tres puntos

importantes: se abandonó el criterio verificacionista del significado y

se adoptó el criterio de falsabilidad de Popper; se llegó por ambos

lados a la afirmación del carácter hipotético de los enunciados

empíricos; y la filosofía se consideró como lógica de la ciencia y

como teoría del conocimiento. Al mismo tiempo Kraft concluye su

ensayo con una afirmación que matiza dicho acercamiento progresivo:

Pero el acuerdo se alcanzó con sólo un ala del Círculo, la dirigida por

Carnap y Neurath. Schlick, por el otro lado, se movió menos de la

base original. Se aferró a su afirmación de la validez no hipotética e

indudable de la observación y admitió la filosofía sólo como la

clarificación de conceptos. Pero también con Carnap se mantuvieron

algunas diferencias; reconoció la falsación como válida pero continuó

manteniendo la verificación en una forma más débil: la

confirmación46

.

1.2.2 Carnap, protagonista del diálogo crítico con Popper

Rudolf Carnap nació el 18 de mayo de 1891 en Ronsdorf, al

noroeste de Alemania y murió el 14 de septiembre de 1970 en Los

Angeles, California. En la vida de Rudolf Carnap se dieron cita las

mismas coordenadas históricas que confluyeron en la formación del

Círculo de Viena: fue, más que ningún otro, la encarnación del

positivismo lógico, del empirismo lógico, del Círculo de Viena y de su

progresiva liberalización47

.

46

V. Kraft, ―Popper and the Vienna Circle‖, 200-201.

47 Cf. M. Garrido, ―Introducción. Dos maneras de hacer filosofía‖ en R. Carnap,

Autobiografía intelectual, Paidós, Barcelona, 1992, 11, 17 y 21.

POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 39

En su autobiografía intelectual, que aparece al inicio del

volumen sobre su filosofía editado por Schilpp en 1963, Carnap

distingue cuatro etapas en el desarrollo de su pensamiento filosófico48

.

La primera corresponde a sus años de estudiante, en los que surgieron

sus intereses por la física, la filosofía, los fundamentos de la geometría

y más tarde por la lógica y en la que se fue gestando su actitud

antimetafísica y su rechazo de la teología. Carnap se definía a sí

mismo como un filósofo cercano a la ciencia experimental, no

interesado en comparaciones entre tendencias o escuelas filosóficas49

.

La segunda etapa corresponde al inicio de su trabajo filosófico

hacia 1919, primero en relativo aislamiento y más tarde en contacto

con Reichenbach y otros que trabajaban en la misma línea de la

filosofía científica. Carnap reconoce que ―mientras Frege tuvo la

influencia más fuerte sobre mí en los campos de la lógica y la

semántica, aprendí más de Bertrand Russell en mi pensamiento

filosófico en general‖50

. Ambas influencias fueron importantísimas

hasta el punto que convirtió en objetivo esencial de su filosofía la

aplicación de la nueva lógica, propuesta por Frege y Russell, al

análisis de los conceptos científicos y la clarificación de los problemas

filosóficos.

Carnap entró en contacto con Reichenbach y otros filósofos y

científicos que trabajaban en Alemania con la misma intención de

desarrollar un método firme y exacto en filosofía. Se fue

especializando en lógica y continuó su investigación sobre los

fundamentos de la física. Los teoremas de incompletez de Gödel y los

desarrollos de Menger sobre la posibilidad de aplicar la libertad de los

sistemas matemáticos para elegir las reglas y las proposiciones a otros

campos, fascinaron a Carnap que se propuso mostrar que cada uno es

libre de escoger las reglas de su lenguaje, y por tanto de elegir su

48

R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖ en P. A. (ed), The Philosophy of Rudolf

Carnap, Open Court, La Salle (Illinois) 1963, 3-84.

49 Cf. R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 10-20.

50 R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 13.

40 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

propia lógica51

. Carnap formuló su principio de tolerancia lógica o

principio del carácter convencional de las formas de lenguaje:

La actitud neutral hacia las diversas formas filosóficas del lenguaje,

basada en el principio de que cada uno es libre de usar el lenguaje más

apropiado a sus propósitos, permaneció invariable a lo largo de mi

vida, fue formulada a través del ―principio de tolerancia‖ en Logical

Syntax y todavía hoy la mantengo52

.

Al mismo tiempo fue desarrollando una postura antimetafísica

cada vez más radical:

En cuanto a la crítica a la metafísica tradicional, en el Aufbau

simplemente me abstuve de tomar partido; añadí que, quien procede

desde la discusión de las formas del lenguaje a la de las tesis

metafísicas correspondientes acerca de la realidad o irrealidad de

algún tipo de entidades, queda fuera del campo de la ciencia. Hablaré

más adelante del desarrollo de una posición cada vez más

radicalmente antimetafísica53

.

La tercera etapa se inicia en 1926 cuando Carnap se traslada a

Viena y participa en las sesiones del Círculo de Viena. En el verano de

51

Cf. K. Menger, ―Postscript‖, 110-111 y S. Sarkar, Logical Empiricism at its Peak,

xv.

52 R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 18.

53 R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 19. La posición cada vez más

radicalmente antimetafísica a la que se refiere Carnap queda evidenciada en su

artículo ―The Elimination of Metaphysics through Logical Analisis of Language‖,

Erkenntnis, 2, 1931, 219-241 reproducido en S. Sarkar (ed.), Logical Empiricism at

Its Peak, 10-31.

POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 41

1924, a través de Reichenbach, conoció a Schlick y se incorporó como

profesor de filosofía en la Universidad de Viena.

Para mi trabajo filosófico el periodo en Viena fue uno de los más

estimulantes, gozosos y fructíferos de mi vida. Mis intereses y mis

puntos de vista filosóficos fundamentales eran más acordes con los del

Círculo que con ningún otro grupo que haya conocido jamás54

.

Carnap atribuye el éxito de la colaboración que se dio en el

Círculo de Viena a la amabilidad y buen hacer de Schlick y a su

―sentido común científicamente refinado‖55

, y también a la

familiaridad de los miembros con algún campo de la ciencia y la

lógica moderna, y el acuerdo por parte de la mayoría en rechazar la

metafísica tradicional:

Sin embargo, se gastó muy poco tiempo en la polémica contra la

metafísica. La actitud antimetafísica se manifestaba principalmente en

la elección del lenguaje usado en la discusión. Tratábamos de evitar

los términos de la filosofía tradicional y procurábamos en su lugar los

de la lógica, las matemáticas y la ciencia empírica, o los de aquella

parte del lenguaje ordinario que, siendo más vagos, todavía eran en

principio traducibles al lenguaje científico56

.

Afirma Carnap que ―Wittgenstein fue quizás el filósofo que,

después de Russell y Frege, tuvo la mayor influencia en mi

pensamiento‖57

. De él adoptó la concepción de que la verdad de las

proposiciones lógicas está basada sólo en su estructura lógica y en el

54

R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 20.

55 R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 22.

56 R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 21.

57 R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 24.

42 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

significado de los términos, independientemente de los hechos

contingentes del mundo. Otra idea que le pareció particularmente

sugerente fue la de que muchas proposiciones filosóficas,

especialmente en la metafísica tradicional, son pseudoproposiciones,

desprovistas de contenido cognitivo.

Carnap consideraba —al igual que Kraft— que Popper y los

miembros del Círculo de Viena compartían una misma actitud de

fondo y que su encuentro con Popper fue enriquecedor e importante:

Entre los filósofos en Viena que no pertenecieron al Círculo, el

contacto con Karl Popper es el que considero más estimulante,

primero a través de mi lectura del manuscrito de su libro Logik der

Forschung, y más tarde en discusiones con él. Recuerdo con placer las

conversaciones que tuve con él y Feigl en el verano de 1932, en los

Alpes tiroleses58

.

Feigl relata que fue precisamente la atención que Carnap

prestaba al enfoque de Popper acerca de muchos temas de interés

común lo que le animó a organizar aquellas vacaciones en el Tirol:

Carnap, a pesar de algunos desacuerdos básicos, apreciaba

profundamente la gran originalidad del enfoque con que Popper

abordaba muchos temas de interés común. Así fue cómo me encargué

de arreglar unas vacaciones de verano de varias semanas en 1932 en

el Tirol59

.

Con el paso de los años, Carnap manifestaría su alegría al saber

que Popper también recordaba con agrado aquella estancia: ―Cuando

leí tu contribución al volumen de Schilpp, me alegró encontrar tu

58

R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 31.

59 H. Feigl, ―The Wiener Kreis in America‖, 642.

POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 43

expresión de recuerdos felices de nuestras discusiones en aquellos

lejanos tiempos‖60

. Carnap reconoce que Popper tenía intuiciones

interesantes que eran tomadas en serio en el Círculo al menos a nivel

de llevarlas a la mesa de discusión, y muestra su admiración hacia

Popper que siendo un autor joven, produjo muchas ideas interesantes

que se discutieron en el Círculo. La influencia en su pensamiento fue

real y positiva, a pesar de los desacuerdos: ―no podíamos estar de

acuerdo con algunos de sus conceptos —afirma Carnap—, pero

algunos influenciaron positivamente mi pensamiento y el de otros en

el Círculo, especialmente de Feigl‖61

. Le parecen importantes las

aportaciones de Popper sobre todo en relación a los fundamentos del

conocimiento y al método científico, aunque no esté de acuerdo en

todo:

Desde el inicio de mi conocimiento del trabajo de Popper he

considerado que sus investigaciones sobre los fundamentos del

conocimiento y sobre el carácter del método científico son

interesantes y valiosas en general, especialmente aquellas sobre la

formación, prueba y confirmación de las hipótesis, aunque no puedo

estar de acuerdo en todos los detalles62

.

De hecho una de las mayores diferencias entre Carnap y Popper

era las respectivas ideas de confirmación y de corroboración. Aquí se

nota el antiautoritarismo de Popper, no sólo reflejado en su doctrina

social y política, sino en su rechazo a cualquier autoridad cognoscitiva

sobre la que podamos basar la verdad. Para Popper simplemente no

60

Carta de R. Carnap a K. Popper del 11 de noviembre de 1959 desde Los Angeles.

Popper Archives (282.24).

61 R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 32.

62 R. Carnap, ―K.R. Popper on the Demarcation between Science and Metaphysics‖

en P.A. Schilpp (ed.), The Philosophy of Rudolf Carnap, Open Court, La Salle

(Illinois), 1963, 877.

44 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

podemos descansar ni siquiera sobre nuestras teorías mejor

corroboradas63

.

Cuando en 1937 Popper le solicita una carta de recomendación

como apoyo para su trámites de emigración, Carnap no duda en

hacerlo:

A quien corresponda: El libro ‗Logik der Forschung‘ del Dr. Karl

Popper es en mi opinión uno de los libros sobre epistemología más

valiosos de los últimos años. He hecho una reseña del mismo en

‗Erkenntnis‟, vol. V., 1935, pp.290-294. Durante el tiempo de mi

labor docente en la Universidad de Viena tuve frecuentes

oportunidades de hablar con el Dr. Popper y de escuchar sus

conferencias y sus observaciones en discusiones públicas, p.e. en el

Congreso Internacional de Filosofía en Praga en agosto de 1934, y en

el Congreso Internacional para la Unidad de la Ciencia en París en

septiembre de 1935. Sus exposiciones me han parecido siempre muy

buenas, esclarecedores y estimulantes incluso en puntos en los que no

hemos estado de acuerdo64

.

Carnap reconoce que su postura sobre las hipótesis científicas y

el método axiomático ―estaba influida por las conversaciones que

había mantenido con Gödel y Popper‖65

y también que las ideas de

Popper acerca del carácter no absoluto de las proposiciones

protocolares tuvieron un papel importante en el fortalecimiento de la

concepción fisicalista que estaba desarrollando junto con Neurath:

63

Cf. M. Notturno, ―The Open Society and Its Enemies: Authority, Community, and

Bureaucracy‖ en I. Jarvie y S. Pralong (eds.), Popper‟s Open Society after Fifty

Years. The Continuing Relevance of Karl Popper, Routledge, London, 1999, 47.

64 Carta de R. Carnap a Quien corresponda del 2 de octubre de 1936 desde Chicago.

Popper Archives (406.2).

65 R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 58.

POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 45

Es el caso, por ejemplo de los puntos de vista de Popper sobre las

―proposiciones protocolares‖, es decir, aquellas proposiciones que se

confirman por observaciones más directamente que otras y sirven

como base para la confirmación de otras (...) Popper subrayó que

ninguna proposición protocolar puede ser considerada ―absoluta‖, sino

que toda proposición puede ser revisada bajo ciertas circunstancias.

Además señaló que las proposiciones acerca de eventos físicos

observables eran más apropiadas como proposiciones protocolares,

porque, al contrario de las proposiciones acera de experiencias

subjetivas, pueden ser refutadas intersubjetivamente. Estos puntos de

vista suyos ayudaron a clarificar y a fortalecer la concepción fisicalista

que desarrollé con Neurath66

.

A este respecto Feigl afirma que la segunda fase del positivismo

lógico surge como reacción al fenomenalismo (experimentalismo) de

la primera fase y añade:

Bajo la influencia de las sugerencias críticas de O. Neurath y K.

Popper, Carnap formuló su fisicalismo. Resultaba fácil una vez más

para los oponentes con mentalidad metafísica el malinterpretar esta

posición como una variante del materialismo ontológico. Pero la

intención de Carnap era también como en la fase anterior la de llevar a

cabo un análisis del lenguaje67

.

Carnap reconoce que la crítica de Popper influyó en la búsqueda

de un criterio de significado cognitivo más flexible que el de

verificabilidad, aunque en su opinión esta influencia no fue tan

esencial como Popper sostenía:

66

R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 32.

67 H. Feigl, ―The Mind-Body Problem in the Development of Logical Empiricism‖,

Revue Internationale de Philosophie, 4, 1950, 286-301 reproducido en H. Feigl y M.

Brodbeck (eds.), Readings in the Philosophy of Science, Appleton, New York, 1953,

615.

46 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Las influencias que me llevaron a revisar mis puntos de vista vinieron

sobre todo de mis amigos de Viena, con quienes tuve muchas

discusiones, pero también de otros filósofos, entre ellos Popper.

Valoro la influencia de las ideas de Popper, pero no estoy seguro

sobre qué tanto hayan jugado el papel central en el desarrollo de mis

puntos de vista que él les atribuye. Propuse abandonar el requisito de

verificabilidad de Wittgenstein como condición de significado

cognitivo y reemplazarlo por el requisito de confirmabilidad en un

sentido más amplio, incluyendo la confirmación indirecta e

incompleta68

.

Carnap menciona la lógica inductiva entre los desacuerdos

temáticos claros y permanentes con Popper. Su desarrollo de la lógica

inductiva —a base de un examen de la probabilidad como grado de

confirmación y del supuesto de que todo razonamiento inductivo es un

razonamiento en términos de probabilidad— se enfrentó con el

‗deductivismo‘ radical de Popper:

Por otra parte, existieron algunas diferencias definitivas entre mis

puntos de vista y los de Popper. La más importante surgió más tarde

cuando empecé a desarrollar un sistema de lógica inductiva. Popper

rechazó, y todavía rechaza, la posibilidad de cualquier lógica

inductiva y mantiene por el contrario un ―deductivismo‖ radical69

.

Al mismo tiempo Carnap estaba convencido que Popper

sobreestimaba sus diferencias con el Círculo de Viena precisamente

en aquellos puntos de vista epistemológicos que de hecho estaban más

cerca de los suyos:

68

R. Carnap, ―K.R. Popper on the Demarcation between Science and Metaphysics‖,

880.

69 R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 32. Para un estudio técnico detallado

sobre esta cuestión Vid. A. Michalos, The Popper-Carnap Controversy, Martinus

Nijhoff, The Hague, 1971.

POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 47

Su actitud filosófica básica era bastante similar a la del Círculo. Sin

embargo, tenía la tendencia a sobrevalorar nuestras diferencias. En su

libro se presentaba como crítico de los ―positivistas‖, y parecía

referirse principalmente al Círculo de Viena, y por contraste,

enfatizaba su acuerdo con Kant y otros filósofos tradicionales70

.

El empeño de Popper por subrayar las diferencias despertó

antipatías entre algunos miembros del Círculo y contribuyó a crear

una real animadversión hacia Popper por parte de algunos miembros

líderes como Neurath y Reichenbach71

, e incluso de Schlick que se

distinguía por su cordialidad y capacidad de diálogo. Carnap

consideró que sus intentos conciliadores y los de Feigl resultaron

infructuosos: ―Feigl y yo —lamenta— tratamos en vano de propiciar

un mejor entendimiento mutuo y una reconciliación filosófica‖72

.

Después de estudiar el ensayo crítico de Popper —sobre la

controversia de la demarcación entre ciencia y metafísica— en el

volumen sobre su filosofía de 1963, Carnap refuerza su convicción de

que Popper exagera las diferencias, ya que en su opinión no existen

diferencias esenciales al abordar el problema de la demarcación entre

ciencia y metafísica:

la concepción de Popper sobre esta demarcación no es tan

fundamentalmente opuesta a mi concepción y a la de los empiristas

lógicos en general como él cree (...) Su principal tesis no es

incompatible con nuestra concepción porque nuestras respectivas tesis

se refieren a problemas completamente diferentes. Antes no era

consciente de esta diferencia, porque Popper siempre alegaba que sus

70

R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 31.

71 Propiamente hablando Reichenbach no era miembro del Círculo sino que

pertenecía a la llamada ‗periferia‘ del Círculo.

72 R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 31.

48 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

tesis era opuesta a los puntos de vista sobre la metafísica sostenidos

por Wittgenstein y desarrollados en el Círculo de Viena73

.

El no haber tenido claro que ambas tesis se refieren a problemas

diferentes pero no necesariamente incompatibles, les llevó a múltiples

confusiones. Popper considera pseudocientíficas a las proposiciones

de la metafísica, y el Círculo de Viena las considera

pseudoproposiciones, pero finalmente ambos las despojan de todo

carácter científico y por esto —concluye Carnap— ―es más una

diferencia de énfasis que una diferencia fundamental de puntos de

vista‖74

. El contenido de esta controversia se analizará con cierto

detalle en el siguiente capítulo. Lo mismo ocurre en el caso de los

argumentos que Popper presenta para rebatir el concepto de grado de

confirmación de Carnap. Según Carnap la confusión básica sobre la

que se funda este malentendido es que Popper aplica sin darse cuenta

el principio ‗de la no distinción de lo distinto‘. Se hacen afirmaciones

verdaderas, pero se saca una conclusión falsa debido a que se usa el

mismo término medio —en este caso el de grado de confirmación—

pero con dos significados completamente diferentes:

Muchos de los puntos de vista que Popper me atribuye y luego critica,

me son no sólo ajenos sino incluso diametralmente opuestos a mi

punto de vista. Sucede con frecuencia que un filósofo malinterprete a

otro. Lo que es inusual en el caso de Popper es el hecho de que haya

persistido en su malentendido –en este caso se refiere a la discusión

sobre los conceptos de probabilidad e inducción- aún después de que

Bar-Hillel, Kemeny y yo subrayamos claramente sus errores 75

.

73

R. Carnap, ―K.R. Popper on the Demarcation between Science and Metaphysics‖,

877.

74 R. Carnap, ―K.R. Popper on the Demarcation between Science and Metaphysics‖,

879.

75 R. Carnap, ―K.R. Popper on the Demarcation between Science and Metaphysics‖,

995. Carnap remite a una serie de discusiones publicadas en el British Journal for

the Philosophy of Science entre 1954 y 1956.

POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 49

Carnap mantuvo una estrecha relación con el Círculo de Berlín,

del que era miembro Reichenbach, y con el grupo filosófico de

Varsovia, entre cuyos miembros destacaba Tarski. Consideró que los

filósofos polacos habían hecho un excelente trabajo en el campo de la

lógica y de sus aplicaciones a problemas de fundamentación de la

matemática, de la teoría del conocimiento y de la teoría general del

lenguaje76

. Fue uno de los responsables de la revista Erkenntnis que

inició en 1930. Entre 1931 y 1935 vivió en Praga, donde atendió una

cátedra de filosofía natural y mantuvo estrecho contacto con Frank.

Durante su estancia en Praga no descuidó la relación con los

miembros del Círculo de Viena a través de frecuentes visitas. En el

otoño de 1934 pasó algunas semanas en Inglaterra y conoció a Russell

cuya personalidad le produjo una honda impresión77

.

Con la instauración del régimen de Hitler en Alemania en 1933,

la atmósfera política, incluso en Austria y Checoslovaquia, se hizo

cada vez más intolerable, por esta razón Carnap hizo varios intentos

de marchar a Estados Unidos y lo consiguió en 1935. La última etapa

de su autobiografía intelectual corresponde a la vida de Carnap en

Estados Unidos78

. El contacto con Morris en la Universidad de

Chicago y con Quine en Harvard fueron importantes y enriquecedores,

y le dieron la oportunidad de conseguir una posición permanente en la

Universidad de Chicago, desde 1936 hasta 1952, y de convertirse en

profesor visitante en Harvard. A través de Morris entendió mejor la

filosofía pragmatista especialmente los desarrollos de Mead y Dewey.

Al poco tiempo consiguió que Hempel se trasladase a Estados Unidos

como investigador asociado.

Carnap se sorprendió por el interés que encontró en América por

una filosofía ―exacta‖ y durante el curso 1940-41 formó un grupo

para discutir problemas lógicos con Russell, Tarski y Quine

principalmente. También participó en algunas de estas discusiones

76

Cf. R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 29-30.

77 Cf. R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 33.

78 Cf. R. Carnap,―Intellectual Autobiography‖, 34-43.

50 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Goodman, que acababa de defender su tesis doctoral en la que hacía

un análisis crítico del Der logische Aufbau der Welt de Carnap. De

especial interés resultaron las sesiones de discusión con Frank,

Richard von Mises y Feigl, que vivían ya en Estados Unidos. Queda

patente la interesante red de relaciones que estableció entre los

filósofos de su línea que trabajaban en las Universidades del más alto

nivel en Europa y Estados Unidos,79

.

A lo largo de los años Carnap continuó mostrando interés por la

crítica de Popper a sus escritos y también por conocer lo que Popper

estaba desarrollando, como por ejemplo cuando escribe:

mi libro sobre probabilidad está finalmente en la imprenta. Me

interesa mucho escuchar tu reacción a mi concepto de probabilidad y

semántica (…) y discutir contigo tus nuevas investigaciones en

lógica80

.

Carnap no sólo se preocupa de aspectos estrictamente

académicos, sino que también comenta y pregunta sobre cuestiones

relacionadas con los amigos: ―Nos apena saber de la muerte de

Waismann‖81

, y se interesa por aspectos más personales de la vida de

Popper en el exilio: ―¿cómo se ha desarrollado tu vida en Inglaterra,

personal y científicamente?‖82

. Se alegra ante la perspectiva de que

Popper tenga oportunidad de dar clases y conferencias en Estados

Unidos: ―mi enhorabuena por tu visita a América. De acuerdo con los

79

Cf. R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 35.

80 Carta de R. Carnap a K. Popper del 2 de enero de 1950 desde Chicago. Popper

Archives (282,24).

81 Carta de R. Carnap a K. Popper del 11 de noviembre de 1959 desde Los Ángeles.

Popper Archives (282.24).

82 Carta de R. Carnap a K. Popper del 17 de noviembre de 1946 desde Chicago.

Popper Archives (282.24).

POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 51

rumores, estás dando clases o has estado dando clases en Princeton‖83

,

―te estamos esperando en Los Ángeles‖84

. Carnap menciona a Popper

al relatar una conversación con Einstein, en la que le explica que en el

movimiento de filosofía científica habían abandonado la visión

positivista inicial, y superado la pretensión de encontrar una base

inamovible para el conocimiento, en parte porque Neurath siempre la

había rechazado y también debido a

la influencia del libro Logik der Forschung de Popper, (que) iba en la

misma dirección. Algunos de nosotros –especialmente Neurath, Hahn

y yo- llegamos a la conclusión de que debíamos procurar un criterio

de significado más liberal que la verificabilidad85

.

Entre las cosas que Carnap más apreció en el modo de hacer y

divulgar la filosofía en Estados Unidos era, por una parte, que la

lógica moderna era considerada por muchos como un campo

importante de la filosofía, o cuando menos era un asunto seriamente

discutido en todas partes86

. Por otra parte los movimientos filosóficos

más influyentes eran los que tenían una tendencia empirista en sentido

amplio, como el pragmatismo —principalmente en las versiones

derivadas de Dewey—, y el realismo crítico. Muchos rechazaban la

metafísica y enfatizaban la importancia de los modos científicos de

pensar en la solución de los problemas teóricos. Deja constancia en

1965 de que en los últimos veinte años las ideas de la filosofía

analítica habían ganado cada vez más aceptación, en parte a través de

83

Carta de R. Carnap a K. Popper del 2 de enero de 1950 desde Chicago. Popper

Archives (282.24).

84 Carta de R. Carnap a K. Popper del 19 de marzo de 1962 desde Los Ángeles.

Popper Archives (282.24).

85 R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 57.

86 Cf. R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 39.

52 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

la influencia del empirismo lógico y también a través del movimiento

británico de Moore y Wittgenstein87

.

En 1954, a raíz de la muerte de Reichenbach, Carnap se hizo

cargo de la cátedra que éste ocupaba en la Universidad de California

en Los Ángeles, donde constató con gusto que el espíritu de la

filosofía científica estaba también muy vivo. Carnap trabajó

infatigablemente en lógica hasta su muerte, ocurrida en Los Ángeles

el 14 de septiembre de 1970, que le sorprendió cuando desarrollaba

una nueva versión de la lógica inductiva.

1.2.3 Feigl, encuentro decisivo para Popper

Herbert Feigl —uno de los principales difusores de las ideas del

Círculo de Viena en Estados Unidos— nació en Reichenberg, antigua

Austria-Hungría, hoy Chequia, en 190288

. Estudió matemáticas, física

y filosofía en la Universidad de Munich, en la que obtuvo el doctorado

en 1927. En 1922 se trasladó a Viena donde fue alumno de Schlick,

Hahn, Thirring y Bühler. Fueron Feigl y Waismann quienes sugirieron

a Schlick que organizara las reuniones que más adelante darían origen

al Círculo de Viena:

Empezando en 1924, Schlick organizó, por sugerencia de sus alumnos

Herbert Feigl y Friedrich Waismann, un círculo de discusión periódica

que se reunía primero de forma privada y después en el edificio

87

Cf. R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 40

88 Los datos biográficos de Feigl que se presentan a lo largo de la sección están

obtenidos principalmente de J. Ferrater Mora, Diccionario de filosofía, voz ―Feigl,

Herbert‖, 1228-1229. C. Fleming-B. Bailyn (eds.), The Intellectual Migration.

Europe and America, 1930-1960, 630-673 y 640, 646, 647 y 686-687 y F. Stadler,

The Vienna Circle, 624-630.

POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 53

trasero del Instituto de Matemáticas en la Boltzmanngasse 5 en

Viena89

.

Entre 1927 y 1930 Feigl fue profesor en institutos para la

educación de adultos en Viena. En 1930 emigró a Estados Unidos

debido a la falta de oportunidades profesionales en el mundo

académico austriaco por razones étnicas y políticas dado su origen

judío. Fue profesor en la Universidad de Iowa, entre 1931 y 1940, y de

la Universidad de Minnesota a partir de 1940. En 1953 fundó el

Minnesota Center for the Philosophy of Science que influyó en la

introducción del empirismo lógico y en el desarrollo y difusión de la

filosofía analítica en Estados Unidos. Feigl fue profesor visitante en

diversas universidades de Estados Unidos, entre 1943 y 1958. Tuvo

estancias académicas en universidades de México, Australia y Austria

entre 1964 y 1965. Feigl fue nombrado Presidente de la American

Philosophical Association y vicepresidente de la American

Association for the Advancement of Science. Murió en Minneapolis en

1988.

Los escritos de Feigl versan sobre temas diversos de carácter

filosófico, teológico, ético e histórico en el contexto de la visión

científica del mundo, aunque destaca entre los empiristas lógicos que

abordaron temas surgidos de la psicología. Su contribución filosófica

más reconocida es el análisis de la relación entre lo ―mental‖ y lo

―físico‖90

.

89

F. Stadler, The Vienna Circle, 723.

90 Las principales contribuciones de Feigl en el tema cuerpo-mente son H. Feigl,

―The Mind-Body Problem in the Development of Logical Empiricism‖,

―Functionalism, Psychological Theory, and the Uniting Sciences‖, Psychological

Review, 62, 1955, 232-235, y particularmente ―The ‗Mental‘ and the ‗Physical‘‖ en

H. Feigl, M. Scriven y G. Maxwell (eds.), Concepts, Theories, and the Mind-Body

Problem, Minnesota Studies in the Philosophy of Science, Minneapolis, 1958, 379-

497, y The „Mental‟ and the „Physical‟ with a Postscript after Ten Years, Minnesota

Studies in the Philosophy of Science, Minneapolis, 1967.

54 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Feigl defendió un monismo filosófico basado en supuestos

empíricos y científicos y fue un empirista lógico moderado, que

consideraba que la apertura mental era la única actitud fructífera en la

era de la ciencia, y que había que hacer las rectificaciones necesarias

ante los nuevos progresos tanto científicos como del análisis

filosófico91

. Los avances de la neurofisiología mostraban cada vez con

mayor claridad el carácter complejo de lo físico y le llevaron a superar

en buena medida el fisicalismo inicial —que identificaba lo físico con

lo mecánico—, en su explicación de la relación cuerpo-mente. Feigl se

acercó a una explicación más funcionalista y al mismo tiempo expresó

sus dudas acerca de la posibilidad de explicaciones físicas

satisfactorias de los fenómenos mentales, y reconoció que el problema

de la relación ―mental-físico‖ estaba aún lleno de interrogantes. Al

mismo tiempo Feigl insistió en que las herramientas de la lógica

moderna habían de ser empleadas sólo en donde fuesen

verdaderamente útiles, sin caer en una excesiva formalización en la

solución de los problemas de teoría general del conocimiento, de

filosofía moral e incluso de la misma filosofía de la ciencia. Su

moderación se refleja en lo que él mismo testimonia:

El poder del pensamiento positivista es, como lo veo, muy limitado:

voy a enfatizar la necesidad de revisiones incisivas y de amplias

liberalizaciones (...) fui un ardiente propagandista de la visión del

positivismo lógico al inicio de los años treinta (...) llegué a considerar

que nuestra filosofía era la ‗filosofía que terminaría con todas las

filosofía‘ (...) sin embargo esta fase iconoclasta pronto dio lugar a una

visión más moderada, ampliamente apreciativa y constructiva (...)

habiéndome estereotipado como un ‗positivista lógico‘, la etiqueta me

acompañó desde entonces. Sin embargo en 1935 abandoné la etiqueta

y me presenté como ‗empirista lógico‘92

.

91

Feigl sintetiza las conclusiones de su trabajo filosófico de casi medio siglo en H.

Feigl, ―No Pot of Message‖ en R. Cohen (ed.), Inquiries and Provocations, 11-19.

92 H. Feigl, ―The Power of Positivistic Thinking‖ en R. Cohen, Inquiries and

Provocations, 38.

POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 55

Feigl conoció a Popper a finales de los años veinte y

refiriéndose a su primer encuentro: ―le conocí un poco antes de mi

emigración. Debió ser en 1929 cuando dedicamos todo un día y buena

parte de la noche a discutir en el apartamento de mis padres‖93

. Casi

cuatro décadas después —en 1968— Feigl mantenía la amistad y

admiración hacia Popper, como ilustra el encabezamiento de su

ensayo en el volumen de la filosofía de Karl Popper editado por

Schilpp: ―nuestro querido amigo, Sir Karl, abordó en varios ensayos,

de una manera particularmente penetrante y desafiante, dos de los más

difíciles y controvertidos temas de la filosofía y de la ciencia

moderna‖94

.

Feigl compartía con Popper muchos puntos de vista y

consideraba que tenía una gran deuda intelectual con él,

particularmente su ‗vuelta‘ al realismo, como él mismo testimonia:

Bajo la influencia de Carnap y del primer Wittgenstein, Schlick y

Waismann se convirtieron a una especie de positivismo fenomenalista

a mediados de los años veinte. Sus brillantes y poderosos argumentos

me arrollaron temporalmente. Pero animado y sostenido por el apoyo

de Popper, Reichenbach y Zilsel, recuperé la confianza en mi realismo

anterior y lo desarrollé en mi primer libro sobre Theorie und

Erfahrung in der Physik (1929), y después en varios artículos escritos

durante mi carrera académica en Estados Unidos95

.

Queda también claro en los textos de Feigl que Popper no

perteneció al Círculo de Viena pero que al inicio de los años treinta

tuvo intensos intercambios con los miembros del Círculo e hizo

críticas incisivas a Schlick, a Carnap y a Feigl96

. Feigl menciona que

93

H. Feigl, ―The Wiener Kreis in America‖, 642.

94 H. Feigl y P. E. Meehl, ―The Determinism-Freedom and Body-Mind Problems‖

en P. A. Schilpp, The Philosophy of Karl Popper, 520.

95 Cf. H. Feigl, ―No pot of message‖, 9.

96 Cf. H. Feigl, ―The Origin of Logical Positivism‖, 36.

56 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Popper y Zilsel estaban entre los más destacados intelectuales de la

periferia del Círculo de Viena que compartían una base común con el

discurso filosófico del Círculo de Viena:

Había dos mentes impresionantemente brillantes en Viena que,

aunque estaban cercanos a nosotros en su orientación filosófica, nunca

fueron miembros del Círculo: Edgar Zilsel y Karl R. Popper. Ambos

estaban convencidos de su independencia intelectual respecto a

nosotros, y trataron de preservar esa independencia permaneciendo

fuera del Círculo. En efecto, sentí que estos dos hombres, cada uno a

su manera, estaban entre nuestros críticos más valiosos y útiles.

Algunos de nosotros nos encontramos con ellos por separado en

reuniones privadas97

.

Algunos miembros del Círculo de Viena, entre los que Feigl se

incluye, estaban persuadidos de que las ideas de Popper eran

importantes, y fue esta la razón que les llevó a estimularle en

ulteriores desarrollos de su pensamiento:

Popper había leído mi tesis doctoral que trataba de problemas que él

había ya elaborado mucho de manera independiente. Sus desacuerdos

con mis puntos de vista, y también con los del Círculo –especialmente

con la epistemología de Carnap- estimularon el ulterior desarrollo de

su pensamiento98

.

Feigl pasó con Carnap y Popper aquel verano de 1932 en los

Alpes tiroleses, en el que sostuvieron largas discusiones filosóficas, y

que los tres recordarían siempre como interesantes y fructíferas.

Carnap y Feigl leyeron el manuscrito de Popper sobre los dos

problemas fundamentales de la epistemología, y fue precisamente

97

H. Feigl, ―The Wiener Kreis in America‖, 641.

98 H. Feigl, ―The Wiener Kreis in America‖, 642.

POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 57

Feigl quien le animó a publicar un libro con sus ideas y que de hecho

apareció en 1934 como Logik der Forschung. Por eso se comprende

su tono solidario al afirmar que ―Schlick finalmente lo invitó a

publicar una monografía en la serie de Frank-Schlick‖99

, llamada

Schriften zur wissenschaftlichen Weltauffassung (―Escritos acerca de

la visión científica del mundo‖). Feigl califica a Popper como ―el más

agudo y destacado crítico contemporáneo del positivismo‖100

.

A partir de la publicación de la Logik der Forschung, que ―fue

extraordinariamente exitoso‖ se sucedieron las discusiones con los

miembros del Círculo de Viena101

. Schlick al inicio mostró interés y

admiración por las ideas de Popper, sin embargo, y a pesar del

―carácter extremadamente humilde de Schlick, su gran modestia y

bondad‖102

las cosas no terminaron bien, en parte por la crítica

despiadada de Reichenbach que colocaba a Popper entre los

antagonistas del empirismo lógico:

Siguieron muchas discusiones con Schlick; y como sé por los

comentarios de Schlick (en Italia en 1935), Popper le impresionó por

su gran originalidad e independencia, y por su característica

‗intensidad‘ en la discusión. Para hacer las cosas peores, Reichenbach

criticó severamente las ideas de Popper (y quizás injustamente), de

manera que Popper quedó considerado como un crítico total, e incluso

un antagonista, de nuestro movimiento103

.

Carnap y Feigl lamentaban que Popper —pudiendo ser un

crítico sano del empirismo lógico— se estuviese convirtiendo en un

99

H. Feigl, ―The Wiener Kreis in America‖, 642. La cursiva es mía.

100 H. Feigl y P.E. Meehl, ―The Determinism-Freedom and Body-Mind Problems‖,

520.

101 H. Feigl, ―The Wiener Kreis in America‖, 642.

102 H. Feigl, ―Origen y espíritu del positivismo lógico‖, Teorema, 3-4, 9, 1979, 324.

103 H. Feigl, ―The Wiener Kreis in America‖, 642.

58 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

antagonista molesto, hasta el punto que algunos miembros líderes del

Círculo empezaban a vetarle en sus reuniones. Carnap y él intentaron

en vano convencer a Popper de que moderara su actitud al presentar

las críticas al empirismo lógico del Círculo de Viena.

Feigl critica que Popper se cerrara a cualquier consideración

acerca del papel de la inducción en el desarrollo del conocimiento, y

al mismo tiempo, con su apertura característica, acierta a identificar

elementos de la epistemología de Popper que le resultaron útiles

incluso para su tratamiento del tema de la inducción:

Karl Popper, profundamente impresionado por los argumentos de

Hume, abandonó todo esfuerzo por justificar la inducción. Incluso

negó la importancia, si no la existencia, de la inducción en el

desarrollo del conocimiento. Pero, siendo quizás el primero en criticar

la postura de Popper, yo planteo la cuestión crucial de por qué

debemos poner nuestra confianza en (o ‗apostar‘ por) las leyes, las

hipótesis y las teorías que, a pesar de las duras pruebas, no han sido

aún refutadas. A esta cuestión Popper no ha dado nunca una respuesta

satisfactoria104

.

Feigl estaba convencido de que el problema de la inducción en

su forma tradicional era un pseudoproblema, y sugirió que el principio

de inducción fuera interpretado simplemente como una máxima

pragmática u operacional relacionada con el tema de la

probabilidad105

. Encuentra una alternativa para esta relación en el

desarrollo de Popper sobre la interpretación del cálculo de

probabilidad en términos de propensión106

. Feigl reconoce que pudo

104

H. Feigl, ―No pot of message‖, 15.

105 H. Feigl, ―The Logical Character of the Principle of Induction‖, Philosophy of

Science, 1, 1934, 20-29, reproducido en S. Sarkar (ed.), Logical Empiricism at its

Peak, 190.

106 K. Popper, ―The Propensity Interpretation of the Calculus of Probability, and the

Quantum Theory‖ en S. Korner (ed.), Observation and Interpretation, Academic,

POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 59

formular más completa y adecuadamente su justificación de la

inducción gracias a una lección aprendida de la epistemología de

Popper, que a su juicio supera la reducción positivista de la ciencia y

del conocimiento:

Prácticamente todas las exigencias de nuestro conocimiento se basan

en teorías de fondo. Sólo dentro del marco de una serie de asunciones

acerca del espacio y del tiempo, acerca del lugar de la experiencia en

el mundo de la naturaleza, acerca de los mecanismos de percepción y

observación, etc. etc., podemos examinar (refutar) todas las exigencias

de conocimiento, sean descripciones totalmente específicas, o

hipótesis muy generales. La ciencia es (en contra del dogma clásico

del positivismo) no un sumario compilatorio y económico de la

experiencia, sino un intento de entender (explicar) los hechos de la

naturaleza por medio de leyes, hipótesis y teorías107

.

Feigl también estaba de acuerdo con las ventajas de correr el

riesgo epistemológico al que invitaba el racionalismo crítico de

Popper —conjeturar libre y audazmente, deducir vigorosamente y

refutar severamente108

— en virtud de que todo nuestro conocimiento

tarde o temprano exige trascender la evidencia:

Sostenemos firmemente (con Einstein y con Popper) que no existe un

camino recto que nos conduzca desde los datos de observación a una

teoría explicativa. En la construcción de teorías está a la orden del día

una gran ingenuidad, con todos los riesgos de ―conjeturar mal‖.

Muchos de nosotros estamos de acuerdo con Popper en que (...) si una

teoría sobrevive a los retos experimentales, puede ‗hasta nuevo aviso‘,

New York, 1957, 65-70 y reproducido en S. Sarkar (ed.), Logic, Probability, and

Epistemology. The Power of Semantics, Garland, London 1996, 135-140.

107 H. Feigl, ―No pot of message‖, 15.

108 H. Feigl, ―The Power of Positivistic Thinking‖, 50-51

60 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

ser considerada como corroborada (...) mientras surja una evidencia

que la refute109

.

Cuando en 1968 Schilpp le encargó un ensayo crítico para el

volumen sobre la filosofía de Popper, Feigl —junto con P. E. Meehl—

empleó el método sugerido por el racionalismo crítico:

Hemos intentado controlar su proceso cognitivo y el de los lectores

por el método que Sir Karl ha defendido tan bien en todos sus escritos,

el método del racionalismo crítico. Confiamos en que su propia

posición crecerá en claridad y profundidad como reacción a nuestras

críticas, como nosotros hemos sido impulsados (casi determinados) a

reflexionar de nuevo sobre la postura determinista como resultado de

sus objeciones110

.

En su ensayo crítico Feigl abordó dos problemas estrechamente

vinculados entre sí: la relación entre determinismo y libertad, y la

relación entre lo mental y lo físico, porque consideró que Popper había

propuesto soluciones audaces a ambos problemas, y los había tratado

a la luz de la ciencia moderna:

Nuestro querido amigo, Sir Karl, ha abordado de manera penetrante y

desafiante en varios ensayos dos de las más difíciles y controvertidas

cuestiones de la moderna filosofía de la ciencia (...) cómo explicar la

libre elección y la auténtica creatividad artística o científica (...)[y el

problema] de la relación de lo mental y lo físico. Estos problemas

están estrechamente relacionados, y ambos son considerados por

109

H. Feigl, ―The Wiener Kreis in America‖, 76-77.

110 H. Feigl y P.E. Meehl, ―The Determinism-Freedom and Body-Mind Problems‖,

557. La cursiva es mía.

POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 61

Popper a la luz de la física, la biología, la psicología y la teoría del

lenguaje modernas111

.

Feigl afirma que está de acuerdo con Popper en muchos puntos

importantes, como por ejemplo en que la creatividad humana no

puede ser explicada sobre la base de una teoría del ―reloj‖ (simple

máquina) del funcionamiento cerebral, y otros que por razones de

tiempo y espacio no incluyó en su ensayo crítico:

No hemos tomado el tiempo del lector ni el limitado espacio del

volumen para enfatizar nuestros numerosos puntos de acuerdo con Sir

Karl (como por ejemplo la imposibilidad de sostener cualquiera de las

variedades turbias y malignas del determinismo social que tan

brillantemente refutó en The Poverty of Historicism y en The Open

Society and Its Enemies). Ni tampoco nos hemos prodigado en

encomios superfluos a este gran hombre112

.

Al mismo tiempo Feigl advierte que no existen soluciones

definitivas a ninguno de los dos problemas y hace una serie de

reflexiones críticas desde su determinismo (no radical) y desde su

monismo materialista abierto a la complejidad del mundo físico:

mientras que estamos de acuerdo con Popper en que ni la doctrina del

determinismo ni la del indeterminismo son conclusivamente

decidibles (...) sin embargo estamos en desacuerdo con Popper cuando

ve la imposibilidad de predicción de las condiciones iniciales y la

frontera de un sistema cerrado como argumentos contra el

111

H. Feigl y P. Meehl, ―The Determinism-Freedom and Body-Mind Problems‖,

520.

112 H. Feigl y P.E. Meehl, ―The Determinism-Freedom and Body-Mind Problems‖,

557.

62 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

determinismo. (...) y quizás esto revela que no somos tan radicalmente

anti-inductivistas como él113

.

Feigl se propone argumentar sobre dos cuestiones puntuales. En

primer lugar intenta mostrar que la influencia de factores de tipo

―nuboso‖, —como gráficamente denomina Popper a los sistemas

físicos irregulares, desordenados, inestables, más o menos

impredecibles, en oposición a los sistemas, regulares, ordenados y

altamente predecibles, parecidos al funcionamiento de un ―reloj‖—

sobre el mundo físico no implica necesariamente un indeterminismo

de base. En segundo lugar, Feigl sostiene que el papel que juegan los

significados y las razones en las funciones representativa y

argumentativa del lenguaje no necesariamente implican un dualismo

de mente y cuerpo, como se deduce de los argumentos de Popper.

Feigl concluye su argumentación diciendo que Popper sostiene una

visión rígida del determinismo a partir de la que intenta mostrar, sin

conseguirlo, que cualquier teoría del determinismo o

cuasideterminismo es incompatible con la falta de predictibilidad

práctica —la novedad creativa y la racionalidad— de los asuntos

humanos114

.

La apertura de Feigl para matizar sus posturas a la vista de

nuevos argumentos se refleja al tratar el principio más controvertido

del positivismo lógico, el ‗principio de verificabilidad‘ como criterio

de significado. Feigl contribuyó a la flexibilización de este criterio

empirista de verificación introduciendo la noción de ‗validez

semántica‘115

y reconoció la influencia de la crítica de Popper en este

refinamiento:

113

H. Feigl y P.E. Meehl, ―The Determinism-Freedom and Body-Mind Problems‖,

523.

114 Cf. H. Feigl y P.E. Meehl, ―The Determinism-Freedom and Body-Mind

Problems‖, 520 y 557-558.

115 Cf. J. Ferrater Mora, ―Feigl, Herbert‖, 1228.

POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 63

Según yo lo recuerdo, las primeras discusiones con Hans

Reichenbach, y un poco más tarde con Karl Popper, engendraron la

formulación más tolerante del criterio de significado en términos de

contrastabilidad (más tarde de confirmabilidad o falta de

confirmabilidad). Popper muy correctamente señaló que no puede

haber ninguna verificación concluyente de las hipótesis o teorías

científicas. En la medida en que éstas están expresadas en

proposiciones universalmente cuantificadas, son en el mejor de los

casos falsables, esto es, refutables116

.

Por otra parte Feigl es de los pocos que reconoce que la teoría de

la falsabilidad popperiana no se refiere a la cuestión del significado

sino a la demarcación:

Popper mismo usó la falsabilidad no como criterio de significado –

rechazó todos y cada uno de los intentos de formular criterios de

significado- sino como un criterio de demarcación permitiéndonos

distinguir entre proposiciones empíricas y no-empíricas117

.

Refiriéndose a las consideraciones de Popper sobre aspectos

filosóficos de la física cuántica, a sus ideas sobre la estructura en

niveles de las explicaciones científicas y a la aplicación popperiana

del método hipotético-deductivo en la teoría de la construcción en

general, Feigl afirma con sencillez ―anticipé de una manera muy

informal algunos de los puntos de vista desarrollados más

acabadamente por C.G. Hempel y Karl Popper años después‖118

.

En algunas cuestiones epistemológicas Feigl reconoce haber

estado más identificado con Popper que con Carnap:

116

H. Feigl, ―Origen y espíritu del positivismo lógico‖, 326-7.

117 H. Feigl, ―The Power of Positivistic Thinking‖, 43.

118 H. Feigl, ―No pot of message‖, 10.

64 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Los puzzles epistemológicos acerca del ‗mundo externo‘, de ‗otras

mentes‘, del pasado y futuro del universo, de la fiabilidad de la

memoria, de los procesos mentales inconscientes, de la existencia de

entidades no observables (como partículas subatómicas, fuerzas

nucleares, etc.) pueden ser resueltos afirmativamente. En estas

cuestiones me siento más cerca de las posturas de Reichenbach y

Popper (sus diferencias son irrelevantes en relación a esto) que a la

postura de Carnap119

.

Feigl comparte la valoración de Russell y de Popper acerca de

que la causa del éxito del nuevo enfoque del ‗lenguaje ordinario‘ del

último Wittgenstein era más una cuestión de carisma que de

contenido:

Como todo el mundo sabe, el regreso de Wittgenstein a Cambridge en

1929 y el desarrollo de su postura posterior –o método de filosofar-

ejercieron una influencia enorme en la filosofía inglesa, americana,

australiana y, más recientemente, también en la filosofía alemana. En

completo acuerdo con Bertrand Russell y Karl Popper encuentro poco

de verdadera importancia en el trabajo del último Wittgenstein. En mi

opinión fue más bien el poder hipnótico del hombre lo que creó toda

una corte de discípulos a su alrededor y lo que puso tan de moda su

enfoque del ‗lenguaje ordinario‘120

.

Feigl contaba a Popper entre los filósofos de la ciencia de la

nueva generación que tuvo el honor de acoger en el Minnesota Center

for the Philosophy of Science junto con Grünbaum, Putnam, Hanson y

Feyerabend entre otros:

119

H. Feigl, ―No pot of message‖, 14.

120 H. Feigl, ―No pot of message‖, 9.

POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 65

En 1962-1963 el profesor Karl R. Popper fue profesor visitante en el

Centro por un semestre. Él, Paul Meehl, Grover Maxwell y yo

tuvimos discusiones privadas extraordinariamente fructíferas, además

del seminario programado sobre la filosofía de la física. En este

memorable seminaria tuvimos cinco profesores: Popper, Maxwell,

Feyerabend, Edward L. Hill (un físico teórico de la Universidad de

Minnesota) y yo, discutiendo unos con otros delante de una audiencia

de doctorandos y algunos miembros de la facultad. Una tarde vino el

físico teórico Alfred Landé (entonces en la Universidad Estatal de

Ohio, ahora retirado). Discutimos especialmente las cuestiones

filosóficas de la mecánica cuántica y algunos de los problemas

fundamentales de la teoría de la construcción en física. Esta fue

indudablemente una de las ocasiones cuando sentí que había

conseguido la alta calidad de discusión característica del Círculo de

Viena o su equivalente en Harvard en 1940121

.

Pasados los años, cuando Carnap y Feigl vivían en Estados

Unidos y Popper en Inglaterra coincidieron en Viena en el Institute for

Advanced Study and Scientific Research, auspiciado por la Fundación

Ford en 1963, y en el Forum Alpbach. Feigl recuerda ―disfruté una

reunión con Karl Popper, Hilary Putnam y Karl Menger ‖122

.

De la correspondencia entre Feigl y Popper también se deduce

que Feigl admiraba el trabajo de Popper, lo seguía comentando en su

correspondencia con Carnap y había creado un ambiente de interés y

expectativa ante la visita de Popper a Minesota y comprende que se

sienta académicamente aislado en Nueva Zelanda:

Querido Karl, aunque tengas noticias mías sólo cada cinco o diez años

debes saber que son un sincero admirador tuyo y estoy muy interesado

en tu trabajo...he estado usando con frecuencia en mis seminarios

sobre filosofía de las ciencias sociales tu artículo publicado en

Dialectica (...) Carnap me comentó del libro que estabas (¿estás?)

121

H. Feigl, ―The Wiener Kreis in America‖, 91.

122 H. Feigl, ―The Wiener Kreis in America‖, 87.

66 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

preparando ―¿Falsos profetas?‖ Me gustaría tenerlo (…) imagino que

toda la belleza natural de Nueva Zelanda no es suficiente para

compensar tu aislamiento académico ahí123

.

Más tarde y ante la perspectiva de un viaje a Austria Feigl busca

coincidir con Popper en algún momento para revivir viejos tiempos:

―por favor dime cuáles son tus planes para el verano en relación a los

nuestros y si podemos concertar un encuentro quizás en algún lugar de

los Alpes para recordar viejos tiempos‖124

. Algunos años después

Feigl comunica a Popper que le esperan con interés en Minneapolis:

―estamos deseosos de consultarte una serie de puntos, y estamos

seguros que el provecho será principalmente nuestro‖125

. En un

momento dado Feigl reconoce alguna mala interpretación que ha

hecho de The Logic of Scientific Discovery, y que Popper le había

señalado puntualmente en una carta, cuando escribe:

efectivamente te debo una disculpa por haber malinterpretado tus

puntos de vista, trataré de hacer las correcciones oportunas en el

futuro. Reconozco que tendría que haber releído tu libro (The Logic of

Scientific Discovery) más detenidamente126

.

En el capítulo siguiente se analizará la interpretación de Popper

sobre su relación con el Círculo de Viena en general y con Kraft,

Carnap y Feigl en particular.

123

Carta de H. Feigl a K. Popper del 12 de julio de 1945 desde Minneapolis. Popper

Archives (294.6).

124 Carta de H. Feigl a K. Popper del 11 de junio de 1954 desde Minneapolis. Popper

Archives (294.6).

125 Carta de H. Feigl a K. Popper del 6 de febrero de 1961 desde Minneapolis.

Popper Archives (294.6).

126 Carta de H. Feigl a K. Popper del 12 de junio de 1961 desde Minneapolis. Popper

Archives (294.6).

Capítulo II

El Círculo de Viena desde la óptica de Karl Popper

En este capítulo se analizará la interpretación que Popper hace

de su relación con el Círculo de Viena y de la transmisión de algunas

de sus ideas a través de los miembros del Círculo que emigraron a

Inglaterra y a Estados Unidos a finales de los años treinta. En la

primera sección se presenta un breve perfil biográfico de Popper, en el

que se identifican los eventos cruciales de su vida intelectual y se

esboza su encuentro con el positivismo lógico. En la segunda sección

se examinarán los principales textos en los que Popper se refiere a su

relación crítica con el Círculo de Viena y a su trato con Kraft, Carnap

y Feigl. Los textos reflejan los temas que Popper consideró centrales

en su controversia con el positivismo lógico y la conformación de la

‗leyenda de Popper‘ en el seno del Círculo. Se subrayarán los aspectos

históricos y la interpretación de Popper, sin entrar en el análisis del

contenido de la controversia expuesto en Logik der Forschung, que

fue en parte proyectado como una crítica al positivismo lógico.

2.1 Breve reseña biográfica de Karl Popper

Popper nació el 28 de Julio de 1902 en Himmenlhof en Ober St.

Veit en Viena, de padres eran judíos convertidos al protestantismo.

Las inquietudes filosóficas y sociales de Popper estuvieron presentes

desde muy pequeño en parte por influencia de su padre que era

abogado, hombre culto y comprometido con los problemas sociales. A

partir de 1917 Popper estuvo involucrado activamente en la política

progresista e incluso se consideró comunista por un breve periodo de

tiempo, ya que dos años más tarde Popper rechazó el marxismo

68 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

después de presenciar una matanza de manifestantes desarmados por

parte de la policía. Sintió repugnancia ante una doctrina que llevaba a

sacrificar vidas ajenas en aras de unos ideales abstractos1. En 1918

Popper abandonó el hogar paterno y la escuela secundaria para

estudiar en la Universidad de Viena como alumno no matriculado.

Entre sus profesores estuvieron Hahn, Menger, Bühler, Gomperz y

Schlick. La caída del Imperio austriaco y las consecuencias de la

primera Guerra Mundial en Viena destruyeron el mundo en que

Popper había crecido y como él mismo relata: ―la guerra terminó y la

revolución me incitó a armar mi propia revolución privada‖2.

Popper hacía compatible el estudio con el desarrollo de otras

actividades: intentó convertirse en trabajador manual y fue aprendiz

de carpintero pero al poco tiempo se convenció que estaba mejor

dotado para el trabajo intelectual. Trabajó en la clínica para niños

dirigida por Adler y más adelante colaboró como trabajador social con

niños abandonados. En 1923 obtuvo el certificado de profesor de

escuela primaria. En 1925 se dio cuenta que las circunstancias en

Austria no le permitirían obtener una posición oficial en la universidad

y decidió preparase para obtener un puesto en la escuela pública. A lo

anterior se unía el entusiasmo por la reforma educativa que se

desarrollaba desde el Instituto Pedagógico y en la que Popper tomó

parte3. En 1928 obtuvo el doctorado con una tesis ―Sobre el problema

del método en la psicología del pensamiento‖. Aunque algunas teorías

1 Para esta breve biografía de Karl Popper he utilizado las exposiciones de: M.

Hacohen, Karl Popper. The Formative Years, 1902-1945. Politics and Philosophy in

Interwar Vienna, Cambridge University Press, Cambridge, 2001; I. C. Jarvie, voz

―Popper, Karl Raimund‖, Routledge Enciclopedia of Philosophy, Routledge,

London, VIII, 1998, 262-265; D. Miller, ―Sir Karl Raimund Popper, 28 July 1902-

17 September 1994‖, Biographical Memories of Fellows of the Royal Society of

London, 43, 1997, 367-409 y K. Popper, Unended Quest. An Intellectual

Autobiography, Open Court, La Salle, (Illinois), 1990. Versión con ligeras

correciones del original publicado en P.A. Schilpp (ed.), The Philosophy of Karl

Popper, Open Court, La Salle (Illinois), 1974, 3-181. 2 K. Popper, Autobiography, 32.

3 Cf. D. Miller, ―Sir Karl Raimund Popper‖, 371 y M. Hacohen, The Formative

Years, 178.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 69

psicológicas del momento le resultaban atractivas Popper llegó a la

conclusión de que la lógica era la clave para comprender la psicología

y no al contrario. El conocimiento científico, aun siendo una creación

humana, es algo objetivo y debe ser analizado en términos objetivos4.

Desde 1919 la comparación entre la relatividad general con las

doctrinas pseudocientíficas —como el marxismo y el psicoanálisis—

le llevaron a la conclusión de que lo que distingue a las mejores

teorías científicas no es que sean siempre confirmadas por la

experiencia, sino que son siempre desafiadas por la experiencia que

las somete al riesgo de la falsificación. Consideró que la actitud de

Einstein era la clave de la actitud crítica o científica que faltaban al

marxismo y al psicoanálisis5.

Según la epistemología de Popper todo conocimiento tanto el

ordinario como el científico avanza según el mismo esquema básico:

ante una situación determinada —un problema— se propone una

teoría —una conjetura— que se somete a contrastación con la

experiencia, y a partir del choque de la teoría con la experiencia se

determinarán las sucesivas correcciones que deben introducirse en las

teorías —eliminación de error—, creándose así una nueva situación-

problema que dará lugar a otro proceso semejante, y así

sucesivamente. Popper se consideraba un kantiano no ortodoxo y

rechazó la creencia tradicional de que la ciencia avanza mediante un

proceso de inducción tanto psicológico como lógico. Popper propuso

el método de conjeturas y refutaciones como solución al problema de

la inducción, que identificaba como el problema kantiano de cómo se

integran los componentes intelectual (a priori) y experiencial (a

posteriori) del conocimiento humano. Entre l924 y 1925 Popper

sostuvo numerosas conversaciones a este respecto con Julius Kraft6.

El rechazo de la inducción no implica escepticismo ya que el

4 Cf. K. Popper, Objective knowledge: An Evolutionary Approach, Clarendon,

Oxford, 1979, 23-26. 5 Cf. K. Popper, Autobiography, 51-52. Vid. ―Science: Conjectures and Refutations‖

en Conjectures and Refutations, 33-65. 6 K. Popper, ―Julius Kraft 1898-1960‖, Ratio, IV, 1, Oxford, 1962, 9-16.

70 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

conocimiento puede crecer aun cuando no se exija la verificación de

las teorías sino sólo su corrección7.

En 1929 Popper obtuvo el certificado de profesor de ciencias en

escuela secundaria, continuó desarrollando sus ideas y escribiendo sin

descanso. Entre 1930 y 1936 ejerció como profesor de matemáticas y

física. En este tiempo conoció a varios miembros del Círculo de Viena

con quienes mantuvo contactos regulares e intensos aunque no

participó directamente en sus reuniones. Entre los miembros que más

trató se encontraban Kraft, Feigl, Frank, Hahn, Menger, von Mises,

Waismann, Gödel, Zilsel y principalmente Carnap.

El mejor modo de ‗localizar‘ a Popper es verlo como un

kantiano reconstruido, y aunque las ideas de Popper acerca de la

demarcación y la inducción se habían desarrollado en parte a través de

las discusiones con Julius Kraft, como extensión y corrección de las

filosofías de Kant8, Fries y Nelson, y no deliberadamente en oposición

a las ideas del Círculo de Viena, sabía de sobra que chocaban en

muchos puntos con las ideas de los positivistas lógicos. No compartió

la reducción que los empiristas lógicos hacían de la filosofía al

análisis lógico de la ciencia, ni su empeño por aniquilar la metafísica y

la teología como carentes de significado. Rechazó el criterio

positivista de verificación y la conexión que establecían entre

verificación y significado. Al mismo tiempo existía una notable

afinidad entre Popper y los miembros del Círculo en diversos

aspectos: el interés central por la filosofía de la ciencia, el papel

básico que en la filosofía de la ciencia otorgaban al análisis lógico, la

valoración del conocimiento científico como paradigma cognoscitivo

—considerándolo en cierto modo como grado supremo del desarrollo

del conocimiento—, el agnosticismo religioso. Pero lo que más le

7 Cf. K. Popper, Objective Knowledge, 246.

8 Cf. B. Magee, Confessions of a Philosopher, Weidenfeld & Nicolson, London

1997, 194-195. El autor señaló al mismo Popper un pasaje (Cf. Conjectures and

Refutations, 190-192) en el que en el que describe su propia descendencia inmediata

—y también sus diferencias— con Kant.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 71

atrajo del Círculo, como él mismo explicó, era su actitud ―científica‖ o

como prefería llamarla ―racional‖9.

Ante la sugerencia de Feigl de publicar sus ideas Popper planeó

un enorme trabajo, Die beiden Grundprobleme der Erkenntnistheorie

(―Los dos problemas fundamentales de la teoría del conocimiento‖),

que fue recortado varias veces y que finalmente se publicó como

Logik der Forschung10

en 1934 (con fecha 1935) en la serie de

escritos sobre la visión científica del mundo editada por Schlick y

Frank. A raíz de esto Popper se dedicó profesionalmente a la filosofía,

aunque el hecho de que su libro apareciese en una colección dedicada

a publicaciones de los representantes del positivismo lógico y las

afinidades reales que existían ha llevado a algunos a considerarle

como un positivista lógico, pero Popper prefería ser considerado como

un crítico del Círculo de Viena. El alcance de esta relación en la mente

y los escritos de Popper será tema de la siguiente sección11

.

En The Logic of Scientific Discovery Popper expone su teoría de

la ciencia y su epistemología. Define su posición en debate y contraste

con las posiciones del positivismo lógico relativas al significado de las

proposiciones y también en debate con la concepción de la ciencia

—inductivista y convencionalista— de Poincaré y Duhem12

.

En la primera parte del libro se proponen las soluciones de

Popper a los dos problemas fundamentales del conocimiento la

inducción (sobre la relación que existe entre el conocimiento teórico y

la experiencia) y la demarcación (qué distingue la ciencia de la

9 Cf. K. Popper, Autobiography, 88-89.

10 La Logik der Forschung se publicó en inglés en 1959 como The Logic of Scientific

Discovery. En este trabajo citaré por la edición de Routledge, London 1997. 11

Cf. K. Popper, Autobiography, 8. 12

El convencionalismo es la estrategia desarrollada por los positivistas y empiristas

—principalmente por Poincaré, Hilbert, Carnap, Reichenbach y Ayer— para

resolver los casos en los que no es fácil encontrar evidencia observable, y no es

plausible postular modos específicos para el acceso intuitivo al fenómeno en

cuestión. La doctrina tuvo éxito entre los años 20 y 40 hasta que Quine puso una

serie de objeciones que no pudieron ser contestadas satisfactoriamente. De todos

modos algunos aspectos siguen siendo defendibles e interesantes.

72 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

metafísica y también de la lógica y las matemáticas). Popper muestra

que ambos problemas convergen: el conocimiento resulta cuando

aceptamos proposiciones que describen la experiencia que contradice

y por tanto refuta nuestras hipótesis; de esta forma surge una relación

deductiva y no inductiva entre el conocimiento teórico y la

experiencia, que nos enseña a base de corregir nuestros errores. Sólo

las hipótesis falsables por la experiencia deben ser tomadas como

científicas. El falsacionismo de Popper supone un giro de la visión

clásica de que la experiencia acumulada conduce a las hipótesis

científicas13

. Por el contrario, las hipótesis libremente conjeturadas

preceden, y son refutadas contra la experiencia. Las hipótesis que

sobreviven al proceso de refutación constituyen el conocimiento

científico de cada momento14

.

Logik der Forschung no fue la primera obra que rechazó el

inductivismo y abogó por el método hipotético-deductivo sino que ya

lo habían hecho Liebig15

y Bernard16

y Whewell17

. Sin embargo

Popper fue el primero en afirmar que el carácter hipotético de una

teoría es permanente con independencia de la cantidad y la calidad de

sus éxitos empíricos. Fue también el primero en confrontar al

inductivismo con una metodología alternativa sistemática en la cual la

evidencia no juega un papel positivo en el establecimiento de las

teorías18

.

Popper se empleó sin descanso en el desarrollo de su filosofía y

a través del Círculo de Viena empezó a asistir a congresos

internacionales, empezando por la conferencia preliminar de Praga en

13

Cf. D. MacKay, ―Review of Popper‘s Realism and the Aim of Science‖, Nature,

302, 1983. Llama la atención que en una revista científica se califique a Popper

como falsacionista no ingenuo que evita la pretensión de la completa falsabilidad

por la experiencia. 14

Cf. I.C. Jarvie, ―Popper, Karl Raimund‖, 534-535. 15

Cf. J. von Liebig, Induktion und Deduktion, Königl, Munich, 1865. 16

Cf. C. Bernard, Introduction à l’étude de la médecine experiméntale, Baillière,

Paris, 1865. 17

Cf. W. Whewell, Philosophy of the inductive sciences, Parker, London, 1840. 18

Cf. D. Miller, ―Sir Karl Raimund Popper‖, 376.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 73

1934, donde conoció a Tarski, cuya concepción semántica de la

verdad fue decisiva para su filosofía. Durante el curso académico

1935-1936 Popper abandonó su posición de profesor para aceptar

invitaciones para dictar conferencias en Londres, Cambridge, Oxford,

Bruselas, Utrecht y Copenhague19

. Ante la dificultad para encontrar

una plaza como profesor de universidad y el creciente antisemitismo

en Viena a finales de 1936 Popper decidió emigrar e hizo una solicitud

como profesor de filosofía en Nueva Zelanda. Su petición dirigida al

Departamento de Educación y Filosofía del Canterbury University

College, en Christchurch, estuvo acompañada por cartas de

recomendación de filósofos y científicos de prestigio que reflejan la

variedad y calidad de las aportaciones de Popper en los más variados

campos. La de Bühler afirma que ―las investigaciones en la línea de la

investigación de Popper prometen un progreso claro para la

psicología‖20

. La carta de Russell testifica que el ―Dr. Karl Popper es

un hombre de gran capacidad que cualquier universidad sería

afortunada en contar con él en su claustro‖21

. La carta de Carnap

pondera que Logik der Forschung es ―uno de los libros más valiosos

en la epistemología de los últimos años‖22

. La carta de Tarski subraya

el dominio de Popper del aparato de la lógica moderna —―por encima

de lo común— y la influencia de su análisis del método de

investigación tanto entre filósofos como en la comunidad científica23

.

En Christchurch, a donde había llegado en 1937, Popper era el

único filósofo activo y daba todas las clases de filosofía, colaboró en

otros cursos fuera de la universidad y su fama de expositor ―brillante,

19

Cf. M. Hacohen, ―Karl Popper in exile: the Viennese progressive imagination and

the making of The Open Society‖, Phil. Soc. Sci., 26, 1996, 452-492. 20

Karl Bühler letter of recommendation, Wien, 23 de octubre de 1936, Popper

Archives, (406.1). 21

B. Russell letter of recommendation, 12 de octubre de 1936, Popper Archives,

(406.4). 22

R. Carnap, letter of recommendation, 2 de octubre de 1936, Popper Archives,

(406.2). 23

Cf. A. Tarski letter of recommendation, Warsaw, s/f, Popper Archives, (406.5).

74 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

estimulante e inspirador‖24

se extendió por todo el país. J. Eccles —

futuro premio Nobel— se convirtió por influencia de Popper en uno

de los científicos que más abogó por el método de conjeturas y

refutaciones. Al estallar la segunda Guerra Mundial Popper consideró

que su contribución en el conflicto desde la distancia sería la de tratar

de explicar las bases teóricas del totalitarismo que era la ideología que

paralizaba cualquier intento humano de buscar una vida mejor25

.

Redactó dos libros sobre temas sociopolíticos en los que aplicó su

teoría de la ciencia a la historia y a la sociedad y criticó severamente

la noción de ley histórica. The Poverty of Historicism apareció

primero fragmentariamente en Economica en 1944 y 1945 y se

publicó como libro en 1957, contiene las críticas más analíticas y

metodológicas al historicismo. En el libro The Open Society and Its

Enemies, publicado en 1945, Popper hace una crítica a la filosofía de

la historia y de la política y denuncia las tendencias antidemocráticas

y anti-críticas de Platón, Hegel y Marx. Popper aplicó su racionalismo

crítico a la filosofía política y llevó al estudio de la sociedad el

antiautoritarismo radical que había llevado aplicado antes al estudio

de la ciencia.

Popper abogó por el pensamiento revolucionario en la ciencia

pero se opuso a la actividad revolucionaria en la sociedad y su

antiautoritarismo no implicaba el rechazo de la intervención del estado

cuando fuese necesario. Así como en el plano teórico Popper sostiene

que no pueden alcanzarse verdades definitivas y que el progreso del

conocimiento se realiza mediante la crítica de teorías conjeturales, en

el plano social propone renunciar a cualquier teoría que pretenda

poseer la verdad única acerca de los problemas prácticos evitando así

toda postura totalitaria. Una sociedad abierta prudentemente

24

Pro-chancellor of the University of New Zealand and late Rector of Canterbury

University College letter of recommendation, Christchurch, 7 de diciembre de 1943,

Popper Archives, (406.3). 25

Cf. D. Miller, ―Sir Karl Raimund Popper‖, 378.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 75

constituida cuenta con instituciones que aseguren que cualquier

régimen puede ser expulsado sin violencia26

.

Se trasladó a Inglaterra en 1946 donde ocupó una plaza como

lecturer de lógica y método científico en la London School of

Economics y en 1949 fue promovido a la categoría de professor.

Popper encontró sintonía con Russell y otros pocos filósofos, aunque

nunca aceptó la filosofía académica británica, particularmente la

filosofía del análisis del lenguaje de moda entonces, ya que

consideraba que los problemas no pueden se resueltos por el análisis

del lenguaje sino sólo con ayuda de nuevas ideas27

. En 1959 se

publicó la primera traducción al inglés de Logik der Forschung bajo el

título The Logic of Scientific Discovery incluyendo parte del material

escrito a lo largo de los veinte años de pensamiento transcurridos

desde la primera edición alemana de 1934. Otra parte se publicó en los

tres volúmenes del Postscript: After Twenty Years, que se publicó

hasta 1982 y 198328

. El trabajo representa la culminación de la

filosofía de la ciencia de Popper y contiene nuevos argumentos sobre

los problemas de la inducción y la demarcación, una defensa del

realismo, una crítica al instrumentalismo y un nuevo argumento contra

la identificación del grado de corroboración con la probabilidad.

Las ideas biológicas aparecen ya en las propuestas

metodológicas iniciales de Popper, en The Logic of Scientific

Discovery compara el aprendizaje por ensayo error al proceso

darwiniano de selección natural y la inducción al proceso lamarckinao

26

El libro de M. Hacohen, The Formative Years, está dedicado principalmente a la

filosofía social y política de Popper. 27

K. Popper, ―The philosophy of Russell: II. Discussion among Karl Popper, Peter

Strawson and Geoffrey Warnock‖ en B. Magee (ed.), Modern British Philosophy,

Secker & Warburg, London, 1971, 138. Cf. Autobiography, Capítulo 7. 28

Cf. K. Popper, Quantum Theory and the Schism in Physics (publicado por primera

vez en 1981), Bartley III, W.W. (ed.), Rowman and Littlefield, New Jersey, 1982;

The Open Universe. An Argument for Indeterminism (publicado por primera vez en

1981), Bartley III, W.W. (ed.), Routledge, London, 1998 y Realism and The Aim of

Science (publicado por primera vez en 1982), Bartley III, W.W. (ed.), Routledge,

London, 1996.

76 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

de instrucción. A partir de los años sesenta la epistemología de Popper

fue adoptando un carácter marcadamente ‗evolucionista‘. Subrayó la

semejanza entre las fases del aprendizaje mediante la solución de

problemas y el desarrollo biológico. Popper consideró que cualquier

conocimiento es siempre un proceso que parte de un problema, ensaya

soluciones, elimina los errores encontrados y descubre una solución, y

esto da lugar, a su vez, al planteamiento de un nuevo problema o de

una nueva serie de problemas. Este proceso de reacción a problemas

es propio de todos los organismos, que incorporan esquemas en

términos de los cuales se enfrentan con problemas. Popper comparó la

ciencia a un organismo humano exosomáticamente desarrollado y

sujeto a selección no natural sino crítica29

.

En 1965 Popper hizo pública su ―filosofía de los tres mundos‖

mediante la que se proponía explicar la libertad humana superando la

explicación reduccionista del determinismo físico30

. Concibió tres

dominios distintos: el físico (Mundo 1), el mental (Mundo 2) y el de

los productos de la actividad mental humana (Mundo 3), que es

producto del mundo 2 y actúa sobre el mundo 1 y que es donde se

encuentra el conocimiento objetivo. El Mundo 3 es autónomo: las

teorías, los problemas, las situaciones problemáticas, las situaciones

teóricas y los argumentos críticos tienen propiedades e interrelaciones

lógicas de las que carecen sus análogos físicos o mentales. A través de

su teoría de los tres mundos Popper pretendió también explicar su

visión de la fase actual de la evolución humana. Una vez que el

hombre ha adoptado conscientemente el método crítico, el proceso

evolutivo se proyecta en el modo como utiliza sus teorías: el método

de ensayo y eliminación de error viene a ser la selección darwiniana

proyectada sobre las teorías como medio para conseguir una

adaptación cada vez mayor a la realidad. A partir de estas ideas

Popper articuló toda su filosofía en una visión unitaria en clave de

evolución emergentista: la aparición del lenguaje humano permite al

29

K. Popper, ―Evolution and the Tree of Knowledge‖ en Objective Knowledge, 256-

284. 30

Cf. I.C. Jarvie, ―Popper, Karl Raimund‖, 535.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 77

hombre tener conciencia de la evolución, construir teorías para

acercarse a la realidad y criticar esas teorías para mejorarlas y que se

acerquen cada vez más a la verdad.

Durante los años sesenta y setenta Popper realizó algunas visitas

a Estados Unidos y participó en diversos congresos internacionales y a

partir de 1969 se retiró para dedicarse a escribir y dictar conferencias

por todo el mundo. Mantuvo siempre vivo el interés los problemas,

nuevos y antiguos y una dedicación completa a la búsqueda de la

verdad. Con frecuencia hablaba del deber de los intelectuales de ser

optimistas aunque no complacientes y les invitaba a adoptar el lema

del racionalismo crítico: ―puedo estar equivocado y tú puedes estar en

lo cierto, y con esfuerzo podemos acercarnos a la verdad‖31

. Murió en

Londres el 17 de septiembre de 199432

.

Popper produjo muchos escritos originales y sus libros han

tenido numerosas ediciones y traducciones, su archivo ocupa 583

cajas de documentos en la biblioteca de la Hoover Institution en la

Universidad de Stanford y recibió numerosas distinciones académicas

y civiles. La obra de Popper ha tenido una gran influencia en la

filosofía de la ciencia contemporánea y también ha sido objeto de

polémicas y ataques33

. Algunos autores han criticado a Popper desde

posiciones próximas al empirismo lógico y otros partiendo de

posiciones establecidas por él. Buena parte de la ―nueva filosofía de la

ciencia‖ —entre cuyos representantes están Lakatos, Kuhn,

Feyerabend— puede ser considerada como un desarrollo

postpopperiano elaborado en diálogo crítico con Popper.

31

K. Popper, The Open Society and Its Enemies (Publicada por primera vez en

1945), Princeton University Press, Princeton, 1971, 225. 32

Cf. D. Miller, ―Sir Karl Raimund Popper‖, 369. 33

B. Magee, Confessions of a philosopher, 211.

78 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

2.2 Testimonios de Popper sobre el Círculo de Viena

El contacto directo de Popper con el Círculo de Viena duró sólo

hasta 1936 en que se marchó a Nueva Zelanda. A partir de entonces

no se refirió al Círculo de Viena durante dos décadas con excepción

de algunas observaciones críticas sobre Schlick en el contexto de su

crítica a Wittgenstein en The Open Society and Its Enemies en 194534

,

y de su crítica de la lógica inductiva de Carnap en su ensayo ―Degree

of Confirmation” de 195535

. En esta sección se tratarán en orden

cronológico los principales textos en los que Popper se refiere a su

relación con el Círculo de Viena entre 1933 y 1991.

2.2.1 “Two Notes on Induction and Demarcation” (1933-34)

En este apartado se incluyen dos textos anteriores a la

publicación de Logik der Forschung: la carta al editor de Erkenntnis y

una intervención de Popper en la Conferencia Preliminar de Praga.

Ambos textos se incluyeron como anexos a The Logic of Scientific

Discovery bajo el título ―Two Notes on Induction and Demarcation,

1933-1934‖36

.

2.2.1.1 “A Criterion of the Empirical Character of Theoretical

Systems” (1933)

Es la primera publicación de Popper sobre filosofía de la ciencia

aparecida en la sección de cartas al editor de la revista Erkenntnis en

34

Cf. K. Popper, The Open Society and Its Enemies, principalmente notas 46, 51 y

52 al capítulo 11. 35

Cf. K. Popper, ―Degree of Confirmation‖, 143-149 y ―‘Content‘ and ‗Degree of

Confirmation‘: A Reply to Dr Bar-Hillel‖. 36

K. Popper, ―Two Notes on Induction and Demarcation, 1933-1934‖ en The Logic

of Scientific Discovery, 311-317.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 79

1933 y en la que resume su revolución epistemológica37

. Popper

decidió escribir la carta porque ya entonces sus puntos de vista eran

discutidos en el Círculo —a raíz de que varios miembros del Círculo

de Viena, entre ellos Carnap y Feigl durante las vacaciones en el Tirol

en 1932, habían leído el manuscrito de lo que terminaría en Logik der

Forschung publicado en 1934 tras una larga historia de recortes y

ajustes por exigencias de los editores—, y empezaba a cundir el

malentendido de que estaba abogando por el reemplazo de la

verificabilidad por la falsabilidad como criterio de significado.

En la carta Popper también salió al paso de la afirmación

errónea de que había desarrollado sus ideas originalmente como una

crítica a Wittgenstein. Aclaró que había formulado el problema de la

demarcación y el criterio de falsabilidad en 1919, años antes de que

las ideas de Wittgenstein se convirtiesen en un tópico de discusión en

Viena38

. Según Popper ―esto explica por qué, tan pronto como escuché

hablar acerca del nuevo criterio de significado del Círculo (la

verificabilidad) lo contrasté con mi criterio de falsabilidad (el criterio

de demarcación)‖39

. En la carta al editor de Erkenntnis Popper

incluye una cuestión preliminar que se refiere al planteamiento de

Hume sobre el problema de la inducción y la interpretación de

Schlick:

El problema de la inducción de Hume –la cuestión de la validez de las

leyes naturales– surge de una aparente contradicción entre el principio

del empirismo (...), y la comprensión de Hume de que los argumentos

inductivos (o generalizadores) son inválidos. Schlick (Die

37

K. Popper, ―Carta al Editor de Erkenntnis‖ (Título original ―Ein Kriterium des

empirischen Charakters theoretischer Systeme‖, Erkenntnis, 3, 1932-33, 426-427) en

The Logic of Scientific Discovery, Routledge, London, 1997, 312-314. 38

Era la primera publicación de Popper en la filosofía de la ciencia y constituía un

final y un comienzo. Cerraba el capítulo sobre la inducción y las leyes naturales y

abría el de la metodología falsificacionista. Hacohen considera que es históricamente

inexacta su insistencia en que formuló el problema de la demarcación en 1919 en

confrontación con el marxismo. Cf. M. Hacohen, The Formative Years, 208. 39

K. Popper, ―Two Notes on Induction and Demarcation, 1933-1934‖, 311-312.

80 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Naturwissenschaften 19, 1931, 7, 156), influenciado por Wittgenstein,

cree que esta contradicción puede ser resuelta suponiendo que las

leyes naturales ‗no son proposiciones genuinas‘, sino más bien ‗reglas

de transformación de las proposiciones‘ (...). Es decir, que se trata de

un tipo particular de ‗pseudo-proposiciones‘40

.

Popper critica el intento de Schlick de resolver el problema de la

inducción porque considera que, al igual que todos los intentos

anteriores, sostiene un apriorismo y un convencionalismo infundados.

No está de acuerdo en la afirmación de Schlick de que para toda

proposición genuina, deben ser lógicamente posibles tanto una

verificación empírica (final) como una falsificación empírica (final) y

propone la siguiente solución:

Si se rechaza esta afirmación entonces es posible resolver de una

manera sencilla la contradicción que constituye el problema de la

inducción. Podemos, de manera bastante consistente, interpretar las

leyes naturales o las teorías como proposiciones genuinas que son

parcialmente decidibles, es decir, que por razones lógicas no son

verificables sino que, de una manera asimétrica, son sólo falsables41

.

Popper considera que su solución al problema de la inducción

tiene la ventaja de preparar el camino para la solución del problema de

la demarcación, o de la teoría del método empírico, que para él es el

más fundamental de los dos problemas de la teoría del conocimiento.

El problema de la demarcación consiste en la búsqueda de un criterio

por medio del cual podamos distinguir entre afirmaciones que

pertenecen a las ciencias empíricas, y afirmaciones que pueden ser

descritas como ‗metafísicas‘. Popper crítica la solución propuesta por

Wittgenstein al problema de la demarcación en el Tractatus, según la

cual toda proposición con significado debe ser una función de verdad

40

K. Popper, ―Carta al Editor de Erkenntnis‖, 312. 41

K. Popper, ―Carta al Editor de Erkenntnis‖, 312-313.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 81

de proposiciones ‗atómicas‘, es decir, debe ser completamente

reducible desde un punto de vista lógico a (o deducible de)

proposiciones singulares de observación. Si una proposición dada no

puede ser reducible de esta manera entonces es ‗carente de

significado‘ o ‗sin sentido‘ o ‗metafísica‘ o ‗pseudoproposición‘:

Puede parecer que trazando esta línea de demarcación los positivistas

han conseguido aniquilar la metafísica de manera más eficaz que los

antiguos antimetafísicos. Sin embargo, no es sólo la metafísica la que

es aniquilada a través de estos métodos, sino también la ciencia

natural. Ya que las leyes de la naturaleza no son más reductibles a

proposiciones de observación que las expresiones metafísicas.

(¡Recordad el problema de la inducción!) Aparecerán, si se aplica de

manera consistente el criterio de significado de Wittgenstein, como

‗pseudo proposiciones carentes de sentido‘, y por tanto ‗metafísicas‘.

De aquí que el intento de trazar la línea de demarcación se viene

abajo42

.

Popper plantea la falsabilidad como criterio de demarcación

para reconducir la discusión sobre el carácter científico de las teorías

—proceso que fue aceptado por Carnap43

— y propone abandonar lo

que considera el pseudoproblema del significado:

El dogma del significado o sentido, y los pseudoproblemas a los

cuales ha dado lugar, puede ser eliminado si adoptamos, como nuestro

criterio de demarcación, el criterio de falsabilidad, es decir el de una

decidibilidad (al menos) unilateral o asimétrica. De acuerdo con este

criterio las proposiciones, o los sistemas de proposiciones,

proporcionan información acerca del mundo empírico sólo si son

capaces de chocar con la experiencia; o más precisamente, sólo si

42

K. Popper, ―Carta al Editor de Erkenntnis‖, 313. 43

Cf. R. Carnap, ―On Protocol Sentences‖ (Título original ―Über Protokollsätze‖,

Erkenntnis, 3, 1932/33, 215-234) en S. Sarkar (ed.), Logical Empiricism at its Peak,

89.

82 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

pueden ser refutadas sistemáticamente, es decir, si pueden ser sujetas

(según una ‗decisión metodológica‘) a pruebas que pueden llevar a su

refutación 44

.

Popper pretende haber resuelto los dos problemas fundamentales

de la epistemología, sobre todo el más fundamental y raíz de los

demás, que es el problema de la demarcación:

De esta manera, el reconocimiento de la existencia de proposiciones

decidibles unilateralmente nos permite resolver no sólo el problema de

la inducción (nótese que existe sólo un tipo de argumento que procede

de manera inductiva: el argumento deductivo modus tollens), sino

también el problema más fundamental de la demarcación, un

problema que ha dado lugar a casi todos los otros problemas en

epistemología. Porque nuestro criterio de falsabilidad distingue con

suficiente precisión los sistemas teóricos de las ciencias empíricas de

los de la metafísica (y de los sistemas convencionales y tautológicos),

sin afirmar la falta de sentido de la metafísica (que desde un punto de

vista histórico puede ser considerada como la fuente de la que han

surgido las teorías de las ciencias empíricas) 45

.

Un cuarto de siglo después —en 1959— Popper lamenta que su

carta sirviera de poco: ―parece que mis amigos positivistas todavía no

alcanzan a ver la diferencia‖46

.

44

K. Popper, ―Carta al Editor de Erkenntnis‖, 313-314. 45

K. Popper, ―Carta al Editor de Erkenntnis‖, 314. 46

K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, 311.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 83

2.2.1.2 “On the so-called „Logic of Induction‟ and the „Probability

of Hypotheses‟” (1934)

La segunda nota recoge la contribución de Popper en la

discusión posterior a la intervención de Reichenbach durante la

conferencia preliminar al Congreso de Filosofía Científica de París,

celebrada en Praga en el verano de 1934 cuando Logik der Forschung

se encontraba en prensa. Fue publicada en Erkenntnis en 1935, bajo el

título ―Sobre las llamada ‗Lógica de la inducción‘ y la ‗Probabilidad

de las hipótesis‘‖47

. Su importancia documental reside en que Popper

aprovecha la ocasión para desmarcarse claramente de la postura

dominante entre los diversos grupos que abanderaban la visión

científica del mundo desde la perspectiva del positivismo lógico.

Empieza planteando su visión contraria al inductivismo:

Pienso que no es posible elaborar una teoría satisfactoria de lo que

tradicionalmente —y también en la visión de Reichenbach por

ejemplo— se denomina ‗inducción‘. Por el contrario, considero que

cualquier teoría de este tipo (...) debe por simples razones lógicas o

conducir a una regresión infinita u operar con un principio de

inducción apriorístico, un principio sintético que no puede ser

refutado empíricamente (...) por tanto una teoría de la inducción es

superflua y no tiene función alguna en la lógica de la ciencia48

.

Posteriormente Popper explica su visión deductivista de las

hipótesis científicas:

47

K. Popper, ―On the so-called ‗Logic of Induction‘ and the ‗Probability of

Hypotheses‘‖ (Título original ―‘Induktionslogik‘ und

‗Hypothesenwahrscheinlichkeit‘‖, Erkenntnis 5, 1935, 170-171) en The Logic of

Scientific Discovery, Routledge, London, 1997, 315-317. 48

K. Popper, ―On the so-called ‗Logic of Induction‘ and the ‗Probability of

Hypotheses‘‖, 315.

84 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Las teorías científicas nunca pueden ser ‗justificadas‘ o verificadas

(...) lo más que podemos decir de una hipótesis es que hasta ahora ha

sido capaz de mostrar su valor y ha sido más exitosa que otras

hipótesis (...) el valor de las hipótesis descansa exclusivamente sobre

sus consecuencias deductivas (o predicciones) que pueden ser

obtenidas de las hipótesis. No es necesario ni siquiera el mencionar la

inducción49

.

Popper concluye su intervención invitando a adoptar un nueva

manera de concebir la ciencia, frente a la postura del empirismo lógico

que consideraba la ciencia como un cuerpo de conocimientos, y que

las teorías científicas podían ser justificadas o verificadas o al menos

era factible determinar su probabilidad:

Pienso que tenemos que acostumbrarnos a la idea de que no debemos

ver a la ciencia como un ‗cuerpo de conocimiento‘, sino como un

sistema de hipótesis, es decir, como un sistema de conjeturas o

anticipaciones que en principio no pueden ser justificadas, y con las

que trabajamos mientras sobrevivan a los intentos de refutación, y de

las que nunca podemos decir que son ―verdaderas‖ o ―más o menos

ciertas‖ o incluso ―probables‖50

.

La discusión entre Popper, Neurath y Reichenbach durante el

Congreso de Praga de 1934 polarizó la comunicación científica

posterior por varias décadas51

. La Carta al Editor de Erkenntnis y las

observaciones de Popper en la Conferencia Preliminar de Praga

contienen en resumen la esencia de la epistemología de Popper y la

sustancia de su crítica al positivismo lógico, que fue desarrollando a lo

49

K. Popper, ―On the so-called ‗Logic of Induction‘ and the ‗Probability of

Hypotheses‘‖, 315. 50

K. Popper, ―On the so-called ‗Logic of Induction‘ and the ‗Probability of

Hypotheses‘‖, 317. 51

Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 362.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 85

largo del tiempo sin cambiar en los rasgos esenciales como se verá en

los textos siguientes.

Logik der Forschung (1934) estaba en parte concebido como

crítica al empirismo lógico del Círculo de Viena, de aquí que sea

objeto del discurso de Popper a lo largo de los diferentes capítulos en

los que expone su solución a los dos problemas fundamentales de la

epistemología: el problema de la inducción y el problema de la

demarcación. En Logik der Forschung se entra directamente en la

crítica al positivismo lógico pero no se ofrecen datos históricos

significativos y Popper habla de su interpretación acerca de su

relación con los miembros del Círculo de Viena sólo en contadas

ocasiones, por esta razón no se le ha dedicado un apartado específico.

La crítica de Popper al positivismo lógico en Logik der Forschung se

vehicula principalmente a través de la crítica a Carnap. Al desarrollar

los distintos temas se refleja el diálogo crítico con Carnap desde la

primera edición de 1934 y los desarrollos posteriores de los que

Popper va dejando constancia de la evolución del diálogo en notas con

asteriscos a pie de página, en los nuevos apéndices incluidos en la

primera edición en inglés en 1959 y en los añadidos a los apéndices en

las ediciones posteriores.

2.2.2 Conjectures and Refutations (1963)

La obra titulada Conjectures and Refutations. The Growth of

Scientific Knowledge es una compilación de ensayos y conferencias

—escritos entre 1940 y 1960, publicados por primera vez en 1963 y

corregidos y aumentados entre 1960 y 1989— alrededor de la tesis

epistemológica básica de Popper según la cual podemos aprender de

nuestros errores: nuestro conocimiento sólo crece a través de la

corrección de nuestros errores y el conocimiento científico crece a

través de conjeturas y refutaciones52

. Popper menciona al positivismo

52

En este trabajo usaremos K. Popper, Conjectures and Refutations. The Growth of

Scientific Knowledge, Routledge, London 1989.

86 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

lógico en general o al Círculo de Viena en particular en muchos de los

escritos compilados.

En la conferencia filosófica anual pronunciada ante la British

Academy el 20 de junio de 1960 titulada “On the Sources of

Knowledge and of Ignorance”, Popper se muestra convencido de que

nuestra percepción acerca del conocimiento y de sus principales

problemas —¿qué conocemos?, ¿qué tan cierto es nuestro

conocimiento?— son decisivos en nuestra actitud hacia nosotros

mismos y hacia la política, y en este sentido Popper denuncia los

inconvenientes teóricos y prácticos de declarar irrelevante la tarea

filosófica como hacen los positivistas lógicos:

Algunos filósofos recientes han desarrollado la doctrina de la

impotencia esencial y de la irrelevancia práctica de cualquier

filosofía genuina, y por tanto, podemos suponer, que de la

epistemología. La filosofía, aseguran, no puede por su misma

naturaleza tener consecuencias significativas y por tanto no puede

influir ni en la ciencia ni en la política. Pero yo pienso que las ideas

son cosas peligrosas y poderosas. En efecto, no dudo que esta nueva

doctrina acerca de la impotencia de cualquier filosofía es

ampliamente refutada por los hechos53

.

Popper afirma explícitamente que una parte de su conferencia

puede considerarse como un ataque al empirismo lógico y critica,

entre otras cosas, el excesivo peso que los positivistas otorgan a los

sentidos como fuentes de conocimiento:

El hecho de que los sentidos no son confiables fue conocido por los

antiguos incluso antes de Parménides (...) por eso es extraño que esta

enseñanza de la antigüedad pueda ser totalmente ignorada por los

empiristas modernos, incluyendo los fenomenalistas y los positivistas,

sin embargo es ignorada en la mayoría de los problemas planteados

53

K. Popper, Conjectures and Refutations, 5.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 87

por los positivistas y los fenomenalistas y en las soluciones que

ofrecen54

.

Popper considera que hay muchos tipos de fuentes de nuestro

conocimiento pero ninguna puede erigirse en autoridad, propone

reemplazar la pregunta por las fuentes de nuestro conocimiento por

otra pregunta totalmente diferente: ¿cómo podemos tener la esperanza

de detectar y eliminar el error? Y su respuesta es ―criticando las

teorías o las conjeturas de otros y criticando nuestras propias teorías y

conjeturas‖ y llama a esta postura ‗racionalismo crítico‘55

.

“Science: Conjectures and Refutations” es el texto de una

conferencia impartida en Peterhouse, Cambridge, en el verano de

1953, como parte de un curso sobre desarrollos y tendencias de la

filosofía británica contemporánea, organizado por el British Council, y

publicada en 195756

. El título original “Philosophy of Science: A

Personal Report” reflejaba la importancia de este escrito debido a que

Popper decidió hacer algo que nunca había hecho antes: una reseña

histórica de su trabajo en filosofía de la ciencia a partir del otoño de

1919 en que afrontó por primera vez el problema del carácter

científico de las teorías. Carnap basa en este escrito y en The Logic of

Scientific Discovery su réplica al ensayo crítico de Popper en el

volumen sobre la filosofía de Rudolf Carnap editado por P. A.

Schilpp.

Popper dedica las tres primeras partes a explicar su criterio de

demarcación de las teorías científicas, porque considera que su

solución es la clave de muchos de los problemas fundamentales de la

filosofía de la ciencia. El problema que Popper trató de resolver no fue

un problema de significado sino de demarcación entre las ciencias

empíricas y cualquier otro tipo de proposiciones:

54

K. Popper, Conjectures and Refutations, 17 y 24. 55

Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, 26. 56

Originalmente publicada como K. Popper, ‗Philosophy of Science: a Personal

Report‘ en C. A. Mace (ed.), British Philosophy in Mid-Century, London, 1957.

88 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

El problema que traté de resolver proponiendo el criterio de

falsabilidad no era un problema de falta de significado o de

significado ni tampoco un problema de verdad o aceptabilidad. Se

trataba del problema de trazar una línea (en la medida en que fuera

posible) entre las proposiciones o sistemas de proposiciones, de la

ciencias empíricas, -y cualquier otra proposición, ya sea de carácter

religioso o metafísico, o simplemente pseudocientifico. Años más

tarde –debió ser en 1928 ó 1929- llamé a este primer problema el

‗problema de la demarcación‘57

.

En 1932 Carnap leyó el manuscrito de Popper de Die beiden

Grundprobleme der Erkenntnistheorie, y escribió un artículo sobre las

sentencias protocolares (Über Protokollzätse) en el que proporciona

un resumen de la teoría de la refutación crítica de Popper y la acepta.

Este es de hecho el primer reporte publicado de la teoría de Popper a

la que Carnap llama ‗procedimiento B‘ para distinguirlo de la visión

de Neurath a la que llamará ‗procedimiento A‘:

comenzando desde un punto de vista diferente al de Neurath,

Popper desarrolla el procedimiento B como parte de su sistema (...)

después de sopesar los variados arguentos aquí discutidos, me parece

que la segunda forma de lenguaje con el procedimiento B –en la

forma aquí descrita- es el más adecuado entre las formas de lenguaje

científico que se han exhibido hasta el momento (...) en la teoría del

conocimiento58

.

Pero sucedió que o bien Popper no se dio a entender claramente

o bien sus interlocutores no estuvieron en condiciones de comprender

su mensaje, lo cierto es que Popper lamenta que su contribución fuera

malentendida:

57

K. Popper, Conjectures and Refutations, 39. 58

R. Carnap, ―On Protocol Sentences‖, 224.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 89

fue clasificada por miembros del Círculo como una propuesta para

reemplazar la verificabilidad como criterio de significado por la

falsabilidad como criterio de significado —que efectivamente no

tenía ningún sentido desde mi punto de vista. Mis protestas y mis

intentos de aclarar que estaba tratando de resolver, no su

pseudoproblema del significado, sino el problema de la demarcación

fueron inútiles 59

.

A la vez Popper se congratula de que sus críticas no fueron del

todo infructuosas, aunque lamenta haber ocasionado una confusión en

la que jamás hubiese querido verse envuelto y en la que no participó

directamente:

Después de todo mis ataques hacia la verificación surtieron algún

efecto. Pronto condujeron a una completa confusión en el campo de

los filósofos verificacionistas del sentido y del sinsentido. La

propuesta original de la verificabilidad como el criterio de

significado era al menos clara, simple y fuerte. Las modificaciones y

cambios que han sido introducidos ahora son el extremo opuesto.

Debo decir que esto es reconocido aun por sus defensores60

.

Popper señala que las modificaciones y cambios introducidos en

las propuestas verificacionistas del significado fueron perdiendo

claridad, sencillez y fuerza. Popper, finalmente, establece un

paralelismo entre actitud dogmática y verificabilidad y actitud

científica y falsabilidad:

La distinción entre el pensamiento dogmático y el pensamiento crítico,

o de la actitud dogmática y de la actitud crítica, nos reconduce a

nuestro problema central. Porque la actitud dogmática está claramente

relacionada con la tendencia a verificar nuestras leyes y esquemas

59

K. Popper, ―Science: Conjectures and Refutations‖, 40-41. 60

K. Popper, ―Science: Conjectures and Refutations‖, 41.

90 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

buscando aplicarlos y confirmarlos, hasta el punto de rehusar las

refutaciones, mientras que la actitud crítica se identifica con la

prontitud para cambiarlas, para probarlas, para refutarlas, para

fasificarlas si es posible. Esto sugiere que podemos identificar la

actitud crítica con la actitud científica, y la actitud dogmática con la

que se ha descrito como pseudocientífica61

.

“The Nature of Philosophical Problems and Their Roots in

Science” fue el discurso pronunciado en la reunión de la British

Society for the Philosophy of Science el 28 de abril de 195262

. Popper

remite a este texto en The Logic of Scientific Discovery al hablar del

criterio de demarcación y en su ensayo crítico en el volumen sobre la

filosofía de Rudolf Carnap. Popper se refiere al absurdo que supone

hablar de la falta de sentido cuando se siguen las reglas

convencionales de la costumbre y de la gramática:

Podemos decir incluso que los positivistas que nos dicen con aire de

sabios que estamos usando palabras carentes de sentido o que estamos

hablando sin sentido, literalmente no saben de lo que están hablando,

simplemente repiten lo que han escuchado a otros que tampoco lo

saben63

.

“Back to the Presocratics” recoge el discurso que Popper

pronunció en la reunión de la Aristotelian Society el 13 de octubre de

1958 e incluye también la respuesta a un artículo de Kirk sobre su

filosofía publicado en la revista Mind en 196064

en la que el autor

presenta acertadamente a Popper como un oponente del dogma del

inductivismo pero le atribuye desacertadamente una epistemología

intuicionista que ni los positivistas le habían atribuido:

61

K. Popper, Conjectures and Refutations, 50. 62

Publicado por primera vez en The British Journal for the Philosophy of Science, 3,

1952 y posteriormente incluido en Conjectures and Refutations, 66-96. 63

K. Popper, Conjectures and Refutations, 71. 64

Cf. G. S. Kirk ―Popper on Science and the Presocratics‖, Mind, 69, 1960, 318-

339.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 91

Como muchos filósofos estoy acostumbrado a ver distorsiones y

caricaturas de mis puntos de vista. Pero ésta difícilmente es una

caricatura, que debe siempre estar basada en una semejanza

reconocible del original. Puedo decir que ninguno de mis amigos

empiristas y positivistas, oponentes y críticos, me ha criticado jamás

por sostener o revivir una epistemología intuicionista y que, por el

contrario, suelen decir que mi epistemología no se separa

significativamente de la de ellos65

.

El artículo titulado “A Note on Berkeley as Precursor of Mach

and Einstein” publicado por primera vez en The British Journal for

the Philosophy of Science en 1953 trata acerca de algunas

aportaciones particularmente novedosas de Berkeley en el campo de la

filosofía de la física y que han sido reintroducidas por Schlick, entre

otros:

Sobre todo son ideas que han sido redescubiertas y reintroducidas en

la discusión de la física moderna por Ernst Mach (...) y por muchos

filósofos y físicos, algunos de ellos influenciados por Mach, como

Bertrand Russell, Philip Frank, Richard von Mises, Moritz Schlick,

Werner Heisenberg y otros. He de afirmar de una vez por todas que no

estoy de acuerdo con muchos de esos puntos de vista positivistas66

.

Popper consideró que la gran importancia histórica de Berkeley

radicaba en su oposición a las explicaciones esencialistas en la

ciencia, sin embargo no estaba de acuerdo con el positivismo o

instrumentalismo berkeleyano o machiano que entonces estaba de

moda. Popper consideraba que el rechazo del esencialismo no implica

la aceptación del positivismo y propuso una tercera opción:

65

K. Popper, Conjectures and Refutations, 156. 66

K. Popper, Conjectures and Refutations, 166.

92 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Esta tercera opción sostiene por una parte que la ciencia busca la

verdad de las teorías aun cuando no podamos nunca estar seguros de

que ninguna teoría particular es verdadera y por otra que la ciencia

puede progresar (y saber que progresa) inventando teorías que

comparadas con teorías anteriores pueden ser consideradas como

mejores aproximaciones a lo que es verdadero. De esta manera

podemos admitir, sin caer en el esencialismo, que en la ciencia

siempre tratamos de explicar lo conocido a través de lo desconocido

(...) al mismo tiempo podemos admitir, sin caer en el

instrumentalismo, que una cosa es llegar a leyes generales de la

naturaleza a partir de la contemplación de los fenómenos y otra

encuadrar una hipótesis y a partir de ahí deducir el fenómeno67

.

“Truth, Rationality, and the Growth of Scientific Knowledge” es

una conferencia, que Popper preparó para el Congreso Internacional

de Filosofía de la Ciencia en Stanford en 1960, pero debido a su

extensión sólo presentó una parte. El resto corresponde a su discurso

ante la British Society for the Philosophy of Science, pronunciado en

enero de 1961. Popper considera que el texto contiene algunos

desarrollos posteriores de las ideas de The Logic of Scientific

Discovery, entre los que estaba la idea de la verdad en la ciencia.

Popper había eludido el tema por su dificultad y lo afrontó cuando

conoció la teoría de la verdad de Tarski, que definió un determinado

concepto de verdad para un lenguaje formalizado determinado y

ofreció un método con el que podría ser definido este concepto para

una clase determinada de lenguajes formalizados. El intento de

Schlick por explicar la idea de correspondencia entre una proposición

y un hecho le pareció meritorio pero fallido:

Otro de estos intentos fallidos por explicar esta correspondencia se

debió a Schlick, que hizo una critica bellamente clara y

auténticamente devastadora de las diversas teorías de la

correspondencia —incluida la teoría de la imagen o proyección [de

67

K. Popper, Conjectures and Refutations, 174.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 93

Wittgenstein]— pero que lamentablemente produjo a su vez otra que

no era mejor. Interpretó la correspondencia en cuestión como una

correspondencia uno a uno entre nuestras designaciones y los objetos

designados, pero abundan los contraejemplos (...) que refutan esta

interpretación68

.

A continuación Popper hace unas observaciones en las que,

manteniendo su crítica, se refleja el respeto que siempre tuvo por los

argumentos de Schlick:

He dicho que la teoría de Schlick era equivocada sin embargo pienso

que ciertos comentarios que hizo acerca de su propia teoría arrojan

alguna luz sobre la de Tarski. Schlick afirma que el problema de la

verdad se parece al de otros problemas cuyas soluciones no se han

encontrado fácilmente porque se ha pensado erróneamente que dichas

soluciones estaban en un nivel más profundo, cuando de hecho eran

más sencillas y a primera vista nada impresionantes. La solución de

Tarski puede muy bien parecer poco impresionante a primera vista,

pero su fecundidad y su poder son sin duda impresionantes69

.

Popper afirma que una de las consecuencias del enfoque

subjetivista de la verdad es la teoría subjetivista de la probabilidad que

interpreta los grados de probabilidad como grados de creencia racional

y considera que Carnap está entre los autores que sostienen esta teoría

a pesar de haber aceptado la teoría de la verdad de Tarski y explica la

razón:

Sospecho que algunos de ellos han vuelto a la teoría de la probabilidad

con la esperanza que de les daría lo que originalmente esperaron de

una teoría subjetivista o epistemológica de alcanzar la verdad a través

de la verificación, es decir una teoría de la creencia racional y

68

K. Popper, Conjectures and Refutations, 223. 69

K. Popper, Conjectures and Refutations, 224.

94 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

justificable basada sobre instancias observadas (Cf. R. Carnap,

Logical Foundations of Probability, 1950, 177)70

.

Sin duda la teoría de la verdad de Tarski tuvo un impacto

importante en Popper y en Carnap pero no de la misma manera.

Popper fue uno de los primeros filósofos que tomaron en serio la

teoría de la verdad de Tarski. En muchas partes de sus escritos dejó

constancia del efecto liberador que le produjo esta teoría y cómo le

ayudó a darse cuenta de que la verdad no es un asombroso concepto

metafísico sino algo que ha sido dado por supuesto por la mayoría de

los realistas del sentido común. Carnap llegó a definir la verdad

adecuadamente para ciertos tipos de lenguaje pero fue incapaz de ver

la conexión con la verdad factual simple. Popper nunca estuvo

interesado en formular una definición de verdad71

.

Una consecuencia de la imagen equivocada que se tiene de los

filósofos falsificacionistas o falibilistas o críticos del conocimiento,

entre los cuales se cuenta Popper, es que se les considera

―negativistas‖ en contraste con los filósofos ―positivistas‖:

Considerando los diferentes puntos de vista acerca de la función

positiva o negativa de la argumentación en la ciencia, el primer grupo

–los justificacionistas– puede ser también apodados ‗positivistas‘ y los

segundos –el grupo al que yo pertenezco- los críticos o los

‗negativistas‘. Aunque esos son meros apelativos, sin embargo pueden

sugerir algunas de las razones de por qué algunas personas creen que

sólo los positivistas o verificacionistas están seriamente interesados en

la verdad y en la búsqueda de la verdad, mientras que nosotros los

70

K. Popper, Conjectures and Refutations, 227. 71

Cf. D. Miller, ―Popper and Tarski‖ en I. C. Jarvie y S. Pralong (eds.), Popper’s

Open Society after Fifty Years, 58. Para un análisis detallado sobre la contribución

del resultado de Tarski al problema filosófico de la verdad y qué significado tiene

esto en la teoría de la ciencia de Popper, Cf. G. Radnitzky, ―Entre Wittgenstein et

Popper. Philosophie analytique et théorie de la science‖, Archives de Philosophie,

45, 1982, 9-11.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 95

críticos o negativistas somos superficiales en la búsqueda de la verdad

y adictos a una crítica estéril y destructiva72

.

El escrito titulado “Language and the Body-Mind Problem” fue

publicado por primera vez en Proceedings of the 11th

International

Congress of Philosophy en 1953. Popper se remite a este texto en su

ensayo crítico en el volumen sobre la filosofía de Carnap y Feigl

acude también a este texto en su ensayo crítico en el volumen sobre la

filosofía de Popper. Respecto al problema cuerpo-mente Popper

rechaza tanto la explicación del problema en términos fisicalistas o

conductistas, como la tesis que considera la cuestión como carente de

sentido:

estamos ante la creencia positivista equivocada de que un hecho es (o

es reducible a) la suma total de la evidencia en su favor, es decir nos

encontramos ante el dogma de la verificabilidad como criterio de

significado73

.

2.2.3 “The Demarcation between Science and Metaphysics” (1963)

El ensayo crítico titulado “The Demarcation between Science

and Metaphysics” fue publicado en el volumen The Philosophy of

Rudolf Carnap en 1963. Popper había escrito su contribución en 1955

y en vista de que la publicación se atrasó, y contando con el permiso

de Schilpp, el texto fue distribuido en una versión en mimeógrado a

partir de junio de 1956 y en 1962 fue publicado en Conjectures and

Refutations. En 1963 Popper no hizo cambios en el texto, a pesar de

que durante ese tiempo había desarrollado algunos puntos en otras

72

K. Popper, Conjectures and Refutations, 229. 73

K. Popper, Conjectures and Refutations, 294.

96 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

publicaciones74

. Popper se propone discutir las diferencias con el

Círculo de Viena relativas al problema de la demarcación y mostrar

que no son exageradas sino reales y él mismo resume el contenido de

su ensayo de la siguiente manera:

Dicho en pocas palabras, mi tesis se resume en esto: los repetidos

intentos de Rudolf Carnap por mostrar que la demarcación entre la

ciencia y la metafísica coincide con la demarcación entre sentido y

falta de sentido han fracasado. La razón es que el concepto positivista

de ‗significado‘ o ‗sentido‘ (o de verificabilidad o de confirmabilidad

inductiva, etc.) es inapropiado para conseguir esta demarcación,

simplemente porque la metafísica no necesita carecer de significado

para no ser una ciencia. En todas sus variantes la demarcación por

medio de la falta de sentido ha tendido a ser demasiado estrecha y

demasiado amplia a la vez: porque, sin querer, tiende a excluir a las

teorías científicas como carentes de significado y no consigue excluir

aquella parte de la metafísica conocida como ‗teología racional‘75.

Popper recuerda sus primeros encuentros con Carnap y las

inolvidables vacaciones pasadas en el Tirol, junto con Feigl, en los

que discutieron muchos puntos interesantes:

74

Cf. K. Popper, ―Corroboration, the Weight of Evidence, and Statistical tests‖ en

The Logic of Scientific Discovery, 387-419; ―A Presumably False yet Formally

Highly Probable Non-empirical Statement‖ en Conjectures and Refutations, 248-

250; ―Probability Magic or Knowledge out of Ignorance‖, Dialectica, 11, 1957, 354-

374;―On Carnap‘s Version of Laplace‘s Rule of Succession‖, Mind, 71, 1962, 69-

73; ―The Mysteries of Udolpho: A Reply to Professors Jeffrey and Bar-Hillel‖,

Mind, 76,1967, 103-110; ―Theories, experience, and probabilistic intuitions‖ en I.

Lakatos (ed.), The Problem of Inductive Logic. Proceedings of the International

Colloquium in the Philosophy of Science, London 1965, 1968, 285-303; I. Lakatos,

―Changes in the Problem of Inductive Logic‖ en I. Lakatos (ed.), The Problem of

Inductive Logic, 315-417 y J. Watkins, ―Hume, Carnap and Popper‖ en I. Lakatos

(ed.), The Problem of Inductive Logic, 271-282. 75

K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖ en P.A. Schilpp

(ed.), The Philosophy of Rudolf Carnap, 183.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 97

Escribir sobre Carnap —y criticar a Carnap— me trae a la memoria la

primera vez que me encontré con él, en su seminario, en 1928 ó 1929.

Me trae a la memoria aun más vivamente una ocasión posterior, en

1932, en las hermosas colinas tirolesas cuando tuve la oportunidad de

pasar parte de mis vacaciones en largas discusiones críticas con

Carnap y con Herbert Feigl, en compañía de nuestras esposas.

Tuvimos una feliz estancia, con mucho sol, y pienso que todos

disfrutamos muchísimo aquellas largas y fascinantes conversaciones,

compaginadas con un poco de alpinismo pero nunca interrumpidas por

esto. Estoy seguro de que ninguno de nosotros olvidará jamás cuando

Carnap nos llevó por una escarpada colina sin veredas, a través de un

hermoso bosquecillo de rododendros alpinos casi impenetrable y

cómo nos guió, al mismo tiempo, a través de un bosque hermoso y

casi impenetrable de argumentos cuyo tema indujo a Feigl a bautizar a

nuestra colina como ‗Semantische Schnuppe‘ (algo así como ‗Estrella

semántica centelleante‘), aunque algunos años tuvieron que pasar

antes de que Carnap, estimulado por la crítica de Tarski, descubriera

el camino que le llevaría de la sintaxis lógica a la semántica76.

Popper recuerda sus primeros encuentros con Carnap y afirma

que fue una de las personas más interesantes y admirables que conoció

en su vida por su apertura a la crítica y su capacidad de rectificación:

Me parece que Carnap no es sólo una de las personas más atractivas

que he visto jamás sino también un pensador completamente

absorbido por y dedicado a sus problemas y deseoso de escuchar las

críticas. Y por supuesto, entre algunas otras características que Carnap

comparte con Bertrand Russell —cuya influencia sobre Carnap y

sobre todos nosotros fue mayor que la de ningún otro— es su valor

intelectual para cambiar bajo la influencia de la crítica, incluso en

puntos de fundamental importancia para su filosofía77

.

76

K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 184. 77

K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 184.

98 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Popper acudió a las vacaciones en el Tirol llevando el

manuscrito de su libro Die beiden Grundprobleme der

Erkenntnistheorie (Los dos problemas fundamentales de la

epistemología), escrito entre 1930 y 1932, en el que trataba acerca del

problema de la inducción y del problema de la demarcación. El

manuscrito —parte del cual se incorporaría en forma abreviada a su

Logik der Forschung78

—, contenía entre otros muchos temas una

crítica detallada de la pretensión de Wittgenstein y de Carnap de

eliminar la metafísica por medio del análisis del significado. Popper

aclara que su crítica no está hecha desde un punto de vista metafísico,

sino desde el punto de vista ―de quien, interesado por la ciencia, teme

que esta doctrina, lejos de aniquilar al supuesto enemigo, la

metafísica, le proporcione las llaves de la ciudad asediada‖79

. Las

críticas de Popper se dirigían principalmente contra dos libros de

Carnap: Der logische Aufbau der Welt (La construcción lógica del

mundo)80

, cuya primera versión fue escrita entre 1922 y 1925 y

publicado en 1929, en la que Carnap trató de la teoría del

conocimiento, entendida como el problema de la reducción de unos

conocimiento a otros, a través de un sistema uniforme de reducción de

los conceptos tratados por la ciencia.

Carnap analiza la posibilidad de una reconstrucción racional de

los conceptos que se usan en todos los campos del conocimiento sobre

la base de conceptos que se refieren a lo inmediatamente dado. Intentó

de hecho construir un sistema de conceptos con ayuda de la teoría de

relaciones contenida en la lógica de Frege, Whitehead y Russell. En

Scheinprobleme in der Philosophie (―Pseudoproblemas en la

Filosofía‖)81

, redactado en 1927 y publicado en 1928, trata de la

78

La obra Die beiden Grundprobleme der Erkenntnistheorie se publicaría muchos

años más tarde en 1979 cuando Popper gozaba ya de prestigio y reconocimiento. 79

K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 184. 80

R. Carnap, La Construcción Lógica del Mundo, UNAM, México, 1988 (título

original, Der logische Aufbau der Welt, Verlag, Leipzig, 1928). 81

R. Carnap, Pseudoproblemas en la Filosofía. La psique ajena y la controversia

sobre el realismo, UNAM, México, 1990. (título original Scheinprobleme in der

Philosophie. Das Fremdpsychische und der Realismussterit, Verlag, Leipzig, 1928).

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 99

eliminación de los pseudoproblemas en epistemología. Se proscriben

todas las tesis acerca de la realidad metafísica de forma más radical

que en Aufbau donde tales tesis se excluyeron sólo del dominio de la

ciencia, de acuerdo a la concepción de Wittgenstein de que las

proposiciones de la metafísica no tienen sentido dado que en principio

no pueden ser verificadas, radicalizada por el rechazo de Carnap de las

tesis acerca de la realidad. La crítica de Popper abarca también

algunos de los artículos de Carnap publicados en Erkenntnis.

Carnap aceptó parte de las críticas de Popper como consta en su

artículo acerca de las proposiciones protocolares (1932). Al abordar la

cuestión de las proposiciones protocolares dentro del lenguaje

fisicalista presenta dos alternativas: la de Neurath que postula que sólo

un determinado tipo de proposiciones concretas puede servir como

proposiciones protocolares, en contraste con la idea de Popper de que

cualquier proposición concreta puede ser considerada proposición

protocolar bajo ciertas circunstancias en virtud de que se trata de algo

convencional y no de un proceso que termine de forma natural:

Karl Popper me explicó la posibilidad de este procedimiento durante

una conversación personal. Es muy deseable que pronto puedan ser

publicados los resultados que me comentó sobre sus importantes

investigaciones acerca del ‗deductivismo‘ y el ‗inductivismo‘, ya que

suponen una contribución importante para la clarificación de la

acuciante cuestión actual de la lógica de la ciencia: el carácter de las

leyes naturales como hipótesis y métodos de comprobación empírica.

Procediendo desde un punto de vista distinto del de Neurath, Popper

ha desarrollado la opción B como un componente de su sistema.

Ambas interpretaciones me parecen básicamente semejantes a pesar

de que presentan algunas diferencias. En mi opinión el segundo tipo

de lenguaje [aquel que busca proposiciones protocolares como base de

comprobación de sistemas de proposiciones] puede comprenderse más

fácilmente usando la sugerencia de Popper82.

82

R. Carnap, ―On Protocol Sentences‖, 231.

100 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Popper acepta la reseña de Carnap sobre su teoría de las

proposiciones protocolares, excepto en algunos detalles sin

importancia: la sugerencia de que las proposiciones básicas (llamadas

por Carnap ‗proposiciones protocolares‘) son los puntos de partida

sobre los que se construye la ciencia, la observación de que una

proposición protocolaria puede ser confirmada ‗con tal y tal grado de

certeza‘, y el que ‗las proposiciones acerca de percepciones‘

constituyen ‗eslabones igualmente válidos en la cadena‘ y que son

estas proposiciones acerca de la percepción a las que ‗acudimos en

situaciones críticas‘ y aprovecha la ocasión para agradecer a Carnap

sus amistosas palabras acerca de su trabajo aún sin publicar83

.

Al mismo tiempo Popper lamenta que Carnap ―siente que yo he

exagerado las diferencias entre mis puntos de vista y los del Círculo

de Viena del que él fue un miembro líder‖84

, como queda de

manifiesto en la reseña crítica de Carnap sobre The Logic of Scientific

Discovery cuando señala que: ―Popper está muy cerca de los puntos

de vista del Círculo de Viena. El modo como presenta las diferencias

hace que aparezcan mucho más grandes de lo que son en realidad‖.85

La reacción de Popper a estas afirmaciones de Carnap fue la de

guardar silencio durante casi veinte años. El silencio de Popper

también se debía a que Carnap prestó mucha atención a las críticas de

Popper en su artículo Testability and Meaning (1937), aunque Popper

continúa lamentando que no se diera importancia a las diferencias:

Esto me hizo guardar silencio durante muchos años (...) no publiqué

nada ni siquiera aludiendo a estas diferencias de opinión durante los

primeros diez años posteriores a la publicación de mi L.Sc.D. (aunque

aludí a ellas en algunas conferencias): y casi nada durante los 10 años

siguientes, es decir, hasta que empecé el presente ensayo crítico –no

más, de todos modos, que unas pocas observaciones críticas sobre

Wittgenstein y Schlick (en mi Open Society, publicada por primera

83

K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, nota 1, 104. 84

K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 184-185. 85

R. Carnap, ―Popper, Logik der Forschung‖, Erkenntnis, 5, 1935, 293.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 101

vez en 1945) (...) Sin embargo yo sentía todo el tiempo que las

diferencias entre nuestros puntos de vista estaban lejos de ser

imaginarias, y mi sentimiento de que eran importantes aumentó a raíz

de los artículos y libros más recientes de Carnap sobre probabilidad e

inducción86.

A esta luz se comprende que Popper haya considerado que la

solicitud de Schilpp para que escribiera un ensayo crítico sobre la

filosofía de Carnap, como una oportunidad para hablar claro y con la

perspectiva de los años acerca de las diferencias con el Círculo de

Viena, especialmente en lo relativo al problema de la demarcación:

El propósito de este ensayo es discutir estas diferencias en la medida

en que se relacionan con el problema de la demarcación. Me resisto a

exponerme una vez más a la acusación de exagerar las diferencias (...)

He aceptado sin embargo la invitación para escribir este artículo, y

esto no me deja más alternativa que la de tratar de caracterizar

nuestras diferencias tan clara y agudamente como sea posible. En

otras palabras, debo tratar de defender la tesis de que estas diferencias

son reales, tan reales al menos como me han parecido a lo largo de los

últimos 25 años87.

Y reconociendo que el tono usado en algunas ocasiones para

defender su postura había sido quizás demasiado apasionado Popper

aclara: ―espero que el Profesor Carnap no esté prevenido para abrirse

a la evidencia por la aprehensión de hacerme callar por el resto de mis

días: prometo ser más razonable esta vez‖88

. Popper procede a

explicar que su punto de vista respecto a la falsabilidad como criterio

de demarcación no ha cambiado respecto a lo que expuso desde 1932

en la carta al editor de Erkenntnis. Sin cambiar la postura esencial,

86

K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 185. 87

K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 185. 88

K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 185.

102 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Popper introdujo en The Logic of Scientific Discovery89

su desarrollo

sobre los grados de testabilidad de las teorías científicas, refiriéndose

a que unas teorías se exponen a posibles refutaciones de manera más

audaz que otras. Sin embargo le parece que esto no ha quedado aún

claro para muchos:

Me vi obligado a subrayar este punto porque mi posición ha sido

frecuentemente descrita como una propuesta para tomar la falsabilidad

o la refutabilidad como el criterio de significado (no de demarcación),

o como una propuesta para excluir las proposiciones existenciales de

nuestro lenguaje, o quizás del lenguaje de la ciencia. Incluso Carnap,

que discutió mi posición en considerable detalle y la reseñó

correctamente, tiende a interpretarla como una propuesta para excluir

las proposiciones metafísicas de cualquier lenguaje90.

Aquí Popper cita un párrafo de Testability and Meaning91

uno

de los más famosos escritos breves de Carnap:

Podemos tomar el principio de falsabilidad de Popper como un

ejemplo de la elección de este lenguaje [se refiere a un lenguaje que

excluye las proposiciones existenciales como carentes de sentido]. Popper , sin embargo, es muy cauto en la formulación de su principio

de demarcación; no considera carentes de sentido a las proposiciones

[existenciales], sin solamente no-empíricas y metafísicas. (Quizás no

quiere excluir completamente del lenguaje las proposiciones

existenciales y otras proposiciones metafísicas, sino sólo del lenguaje

de las ciencias empíricas)92.

89

Cf. K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, secciones 31 a 46. 90

K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 188-189. 91

R. Carnap, ―Testability and Meaning‖, Philosophy of Science, 3-4, 1936/1937,

reproducida en S. Sarkar (ed.), Logical Empiricism at Its Peak, 130-195 92

R. Carnap, ―Testability and Meaning‖, 183.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 103

Popper está de acuerdo en la primera parte de la cita, pero no en

la afirmación entre paréntesis, que le lleva a preguntarse ―¿por qué

asume Carnap que yo voy a querer excluirlas de todo lenguaje, cuando

he afirmado repetidamente lo contrario?‖93

, y remata diciendo que:

es un hecho que desde mi primera publicación sobre este asunto [la

Carta al Editor de Erkenntnis], siempre desestimé el problema de la

falta de sentido como un pseudo problema, y siempre me opuse a la

idea de que fuese identificado con el problema de la demarcación.

Este sigue siendo mi punto de vista94.

Una de las teorías que Popper criticó en su manuscrito y más

adelante en The Logic of Scientific Discovery, era la afirmación de que

la metafísica carecía de sentido, que el Círculo de Viena atribuía a

Wittgenstein pero que según Popper se remontaba al menos a Hobbes

y a Berkeley y a otros nominalistas. De acuerdo con la terminología

de Wittgenstein, una expresión o un conjunto de palabras constituyen

una proposición con sentido si y sólo si todas las palabras que la

componen tienen sentido (sólo las palabras definibles empíricamente

tienen significado) y si todas las palabras que la componen se

relacionan unas con otras de manera apropiada. En otras palabras una

proposición tiene sentido si es una función de verdad reducible a

proposiciones elementales (o atómicas) que expresan observaciones o

percepciones. Popper afirma que el criterio de verificabilidad señalado

en las condiciones anteriores es inadecuado porque:

Este criterio excluye del campo de lo significativo a todas las teorías

científicas (o a las ―leyes de la naturaleza‖), ya que éstas no son

reducibles a reportes de observación como tampoco lo son las

llamadas pseudoproposiciones metafísicas. Por tanto el criterio de

93

K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, nota 11, 189. 94

K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 189.

104 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

significado conduce a una demarcación falsa entre la ciencia y la

metafísica95.

Popper denuncia que esta teoría tiene también efectos

deletéreos para la ciencia, debido a que la actitud antimetafísica a

ultranza obnubilaba la consideración de un criterio razonable para la

cientificidad de las teorías:

Más aún sus propagadores, en su afán por eliminar a la metafísica,

no repararon en que estaban eliminando todas las teorías científicas

en el mismo montón de basura que las teorías metafísicas ‗carentes

de sentido‘. Sugerí que todo esto era consecuencia de tratar de

destruir la metafísica en lugar de buscar un criterio de

demarcación96

.

Carnap aceptó esta crítica de Popper tanto en su Logical Syntax

of Language:

Al inicio mantuvimos que toda proposición, para ser significativa,

tenía que ser completamente verificable (...) Desde este punto de

vista no había lugar para la leyes de la naturaleza entre las

proposiciones del lenguaje (...) Popper hizo una crítica detallada de

este punto de vista según el cual las leyes no son proposiciones97.

Como posteriormente en Testability and Meaning aunque

Popper lamenta que su últimas teorías permanecen abiertas al criterio

de significado:

95

K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 192. 96

K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 189. 97

R. Carnap, The Logical Syntax of Language, Routledge, London, 1949, 321.

(Título original Logische Syntax der Sprache, Schriften zur wissenschaftlichen

Weltauffassung, Wien, 1934).

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 105

La imposibilidad de una verificación absoluta fue puesta de

manifiesto y explicada con detalle por Popper (...) Popper explicó las

dificultades de la interpretación frecuencial de los grados de

confirmación de una teoría98

.

Carnap abandonó hace mucho tiempo su teoría ‗naturalista‘ del

sentido y la falta de sentido, expuesta en su Aufbau, y la reemplazó

por la doctrina más sofisticada de que una expresión dada es una

proposición con sentido en un cierto lenguaje (artificial) si y sólo si

cumple con las reglas para la formación de fórmulas o proposiciones

bien formadas en ese lenguaje. Popper considera que esto es un

desarrollo muy importante pero no deja de subrayar que no resuelve el

problema de fondo:

En mi opinión, el paso de la teoría ingenua o naturalista a la doctrina

más sofisticada era deseable y muy importante (...) supuso un

desarrollo muy importante que proporcionó la clave para resolver

muchos problemas interesantes. Pero deja el problema de la

demarcación entre la ciencia y la metafísica exactamente donde

estaba.99

.

Popper se refiere a los intentos de construir lenguajes libres de

metafísica para la ciencia intentados por Carnap. En su opinión la

tarea de construir modelos de lenguajes artificiales para el lenguaje de

la ciencia es interesante, pero el tratar de combinar esta tarea con la de

destruir la metafísica a base de volverla carente de sentido conducía al

desastre una y otra vez. Popper intenta mostrar que el prejuicio

antimetafísico es un tipo de prejuicio filosófico que impide a los

constructores del sistema llevar a cabo su tarea con propiedad y que

esto ocurre con la tesis del fisicalismo, que postulan un lenguaje

98

R. Carnap, ―Testability and Meaning‖, 134-135. 99

K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 190 y 196.

106 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

unificado acerca de las cosas físicas y de sus movimientos en el

espacio y en el tiempo. Todo ha de ser expresable en este lenguaje o

traducible a él, especialmente la psicología en tanto que es científica.

Popper se había opuesto a la fundación de la llamada “Enciclopedia

internacional para la ciencia unificada” en el Primer Congreso de

Filosofía Científica en París en 1935 como él mismo testimonia:

En París me opuse a la fundación de la Enciclopedia. (Neurath me

llamaba la ‗oposición oficial‘ del Círculo, aunque nunca tuve la

fortuna de pertenecer a él) (...) Durante el Congreso de Copenhague en

1936, al que Carnap no asistió, traté de mostrar que la doctrina de la

unidad de la ciencia y de un lenguaje universal era incompatible con la

teoría de la verdad de Tarski100

.

Popper elogia el libro Logical Syntax de Carnap porque influyó

decisivamente en su pensamiento:

Es uno de los pocos libros filosóficos que puede considerarse de

primera importancia. Admitiendo que algunos de sus argumentos y

doctrinas han sido superados, debido principalmente a los

descubrimientos de Tarski (...) Si he de hablar de forma personal, el

libro (...) marcó el comienzo de una revolución en mi propio

pensamiento filosófico101

.

Y también porque acepta las críticas de Popper, aunque no de

manera suficiente como para abandonar la consideración de la

metafísica como carente de sentido:

Considero que desde el punto de vista del problema de la

demarcación se dio un importante paso adelante (...) se aceptaron

100

K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, nota 44, 201. 101

K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 203.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 107

algunas de mis críticas en el libro (...) aunque creo que Carnap no

aceptó mis críticas completamente (...) porque acabamos

encontrando una vez más la vieja tesis de la falta de significado de la

metafísica. pero mitigada102

.

Popper considera que el artículo Testability and Meaning tiene

un extraordinario valor en el campo de la filosofía de las ciencias

empíricas. Carnap es muy cuidadoso en la formulación de sus nuevas

ideas, reemplaza la ‗verificabilidad‘ por la ‗testabilidad‘ (o por la

‗confirmabilidad‘), continúa con la idea de excluir a la metafísica del

lenguaje de la ciencia (de las fórmulas bien-formadas de L) y tampoco

abandona la idea de un lenguaje para la ciencia, aunque admite que

podemos escoger nuestro lenguaje y que los científicos pueden

escogerlo de distintas maneras. Popper termina expresando que su

crítica es de fondo y que necesariamente provocará una respuesta en

Carnap:

Agradezco la oportunidad que se me ha dado de sacar todos estos

temas de mi cabeza, o de mi pecho como dirían los fisicalistas. No

dudo que, con otras vacaciones en el Tirol, y otra subida a la

Semantische Schnuppe, Carnap y yo podríamos alcanzar el acuerdo en

muchos de esos puntos, porque considero que ambos pertenecemos a

la fraternidad de racionalistas, a la fraternidad de los que están ávidos

por discutir y aprender unos de otros. Pero como la distancia física

entre nosotros parece insalvable por el momento le envío a través del

océano —sabiendo que pronto recibiré respuesta— mis flechas más

afiladas junto con mis más cordiales saludos fraternos103.

102

K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 203-204. 103

K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 226.

108 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

2.2.4 Correspondencia entre Popper y Carnap (1932-1967)

En el archivo de Popper en la Hoover Institution se conservan

algunas cartas de la correspondencia entre Carnap y Popper entre 1932

y 1967. En estas cartas queda patente la relación académica y humana

a pesar de la distancia física y la divergencia de puntos de vista. Esto

se ve también en el obituario de Carnap escrito por Popper. Para

ambos la opinión del otro tiene particular peso y esto se refleja de

manera especial cuando intercambian sus publicaciones. Al enviar a

Popper su libro Introduction to Semantics recién salido de imprenta

Carnap pide su opinión sobre el libro y sobre la posible utilidad para

el trabajo de Popper:

Hace algún tiempo te envié un ejemplar de mi nuevo libro sobre

semántica. Me interesará saber no solo lo que piensas del libro

teóricamente sino también si los procedimientos y los conceptos sobre

semántica podrán ser de utilidad en tu propio trabajo104

.

Cuando Popper prepara la publicación de su The Open Society

solicita el apoyo de Carnap para que le recomiende ante los editores

americanos:

Estoy enviando el libro Falsos profetas: Platón, Hegel y Marx a

varios editores americanos y les he dado tu nombre como referencia

(...) no estoy suponiendo que conozcas el libro o que puedas hablar de

su posible valor. Lo único que digo es que me conoces105

.

104

Carta de R. Carnap a K. Popper del 17 de junio de 1942 desde Chicago, Popper

Archives (282.24). 105

Carta de K Popper a R. Carnap del 15 de octubre de 1942 desde Christchurch,

Popper Archives (282.24).

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 109

Carnap no sólo se muestra dispuesto a dar las referencias

solicitadas106

, sino que aporta sugerencias prácticas para promocionar

el libro en Estados Unidos a través de los periódicos y revistas

especializados y él mismo ha promocionado ya el libro de Popper

entre sus colegas en la Universidad:

Estoy seguro de que tu libro despertará mucho interés entre los

lectores tanto de filosofía como de ciencias políticas en este país.

Pienso que es importante que se envíen copias para recensión a

muchas revistas (...) si me dices a qué revistas filosóficas de este país

ha sido enviado entonces quizás te pueda dar algunas sugerencias de

otras revistas que conviene tener en cuenta (...) estaba tan

entusiasmado con tu libro que enseguida llamé la atención de todo

nuestro departamento, y también de un grupo de profesores jóvenes de

ciencias sociales (...) supongo que tu libro despertará vivas

controversias (...) en este momento es más importante que el libro

capte la atención a que provoque aceptación107

.

En condiciones normales ambos admiten la crítica del otro con

serenidad y apertura. Carnap no duda en aconsejar a Popper mesura en

su crítica a Marx para no cerrar puertas a la aceptación de su The

Open Society:

Si algún editor me escribe estaré gustoso de poder ayudar

recomendándolo. Espero que seas cuidadoso en tu crítica a Marx para

no proporcionar argumentos a los que no sólo difieran de sus puntos

de vista sino incluso rechacen su finalidad. Es necesaria una cuidadosa

separación entre lo que es correcto y lo que es equivocado en sus

puntos de vista, como lo has hecho en tu artículo sobre ―Dialéctica‖,

106

Cf. Carta de R. Carnap a K. Popper del 29 de enero de 1943 desde Chicago,

Popper Archives (282.24). 107

Carta de R. Carnap a K. Popper del 9 de febrero de 1946 desde Chicago, Popper

Archives (282.24).

110 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

que me ha gustado mucho (...) el libro será muy útil si tiene la misma

actitud crítica, cuidadosa y objetiva108

.

Popper responde aclarando que su crítica a Marx puede

considerarse objetiva y se muestra abierto a ulteriores consejos y

sugerencias por parte de Carnap:

Creo que el libro hace plena justicia a Marx, tanto en sus fines como

en sus aportaciones teóricas. Pero finalmente he presentado una crítica

(…) mi crítica de Marx es cuidadosa y detallada, y si mi artículo te ha

parecido ‗objetivo‘, entonces seguramente dirás lo mismo del libro [Popper menciona también que ha cambiado el título porque resultaba

muy provocativo] si me pudieras dar algún otro consejo o ayuda estaré

realmente agradecido109

.

Al mismo tiempo Popper no repara en reclamar cuando

considera que no se le ha dado el justo crédito en alguna aportación o

desarrollo. Sabe que cualquier error o imprecisión en la cita o

interpretación de sus ideas puede agrandarse precisamente por la gran

autoridad de los escritos de Carnap. Hace notar puntualmente a

Carnap que en un párrafo de Introduction to Semantics ha atribuido a

Wittgenstein algo que fue aportación suya:

Siento mucho que por error de memoria me refería a Wittgenstein en

al p. 151 en lugar de a ti. Corregiré el error en un lugar apropiado en

un volumen posterior110

.

108

Carta de R. Carnap a K. Popper del 29 de enero de 1943 desde Chicago, Popper

Archives (282.24). 109

Carta de K. Popper a R. Carnap del 31 de marzo de 1943 s/l, Popper Archives

(282.24). 110

Carta de R. Carnap a K. Popper del 29 de enero de 1943 desde Chicago, Popper

Archives (282.24).

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 111

Carnap muestra total solidaridad y apoyo para que Popper

consiga salir de Nueva Zelanda dado su aislamiento académico.

Popper no dudó en acudir a Carnap para que le enviase algunas

publicaciones periódicas que le era difícil conseguir:

Una de mis dificultades aquí es que no puedo conseguir el Journal of

Unified Science. Ha fracasado mi intento de tenerlo en nuestra

biblioteca. Estoy totalmente fuera de contacto desde 1938. Si tienes

algunos números atrasados te los agradecería mucho111

.

Carnap se informó sobre posibles becas en Estados Unidos y

preguntó a Popper sobre la posibilidad de regresar a Viena:

La fundación Guggenheim me escribió respondiendo a mi pregunta

diciendo que sus becas son otorgadas solamente a personas que viven

en Estados Unidos. Lo siento mucho porque hubieses tenido ahí una

muy buena oportunidad. Si pudieras venir a este país por otros medios

(…) podrías desde aquí aplicar para una beca del Guggenheim. Mi

espalda está mucho mejor. Estoy caminando un poco sin el bastón y

no tengo dificultad para dar mis clases. Las noticias de Viena son

interesantes aunque escasas. ¿Has considerado la posibilidad de

regresar si te ofreciesen algún puesto ahí?112

.

Se entiende que Carnap haya sido uno de los primeros con

quienes Popper compartió su alegría de haber conseguido un puesto en

la London School of Economics, y le aclara que jamás volvería a

Viena:

111

Carta de K. Popper a R. Carnap del 15 de octubre de 1942 desde Christchurch,

Popper Archives (282.24). 112

Carta de R. Carnap a K. Popper del 30 mayo de 1945 desde Chicago, Popper

Archives (282.24).

112 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Me trasladaré a Londres (…) me han ofrecido una cátedra en lógica y

método científico en la London School of Economics y por supuesto

he aceptado. Estoy muy contento con este progreso. Me alegra saber

que tu espalda está mejor (...) espero que en verano estés todavía

mejor. Respecto a tu pregunta acerca de un possible regreso al

continente, mi respuesta es no, nunca. ¿La tuya es diferente?113

.

Carnap considera a Popper como un empirista y esta es la razón

por la que no ha conseguido que le inviten a dar conferencias a la

Universidad de Chicago que tiene otra línea filosófica en la que ven

con sospecha a los empiristas:

Desde hace varios años he tratado de que nuestro departamento te

invite (…) pero no he tenido éxito (…) la filosofía que prevalece en

nuestra Universidad va en la línea de Santo Tomás, Aristóteles y

Platón (...) por tanto es claro que todo empirista es visto con

sospecha114

.

En el intercambio epistolar relacionado con la publicación de

The Open Society, Carnap no deja de insistir en que sus discrepancias

son solo de matiz, en este caso las diferencias se refieren a la

posibilidad y utilidad que cada uno atribuye a la planeación en la

economía y la política115

. En una carta de 1947 Carnap aborda

directamente el tema de su diferente valoración de sus desacuerdos:

Es difícil decir hasta qué grado tú y yo vamos a llegar a un acuerdo en

cuestiones concretas (...) puedo estar de acuerdo con la mayoría de tus

113

Carta de K. Popper a R. Carnap del 23 de junio de 1945 desde Christchurch,

Popper Archives (282.24). 114

Carta de R. Carnap a K. Popper del 2 de enero de 1950 desde Chicago, Popper

Archives (282.24). 115

Cf. Carta de R. Carnap a K. Popper del 9 de febrero de 1946 desde Chicago,

Popper Archives (282.24).

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 113

afirmaciones, pero son necesariamente generales y teóricas. Quizás si

hubiésemos discutido con detalle problemas más concretos

encontraríamos que existen diferencias de grado (...) diferencias de

énfasis y de grado de apreciación más que diferencias

fundamentales116

.

Popper y Carnap reconocen que su ‗diálogo‘ crítico en The

Philosophy of Rudolf Carnap es fuerte. Carnap escribe a Popper

después de haber leído el ensayo crítico de Popper y manifiesta su

convicción de que la polémica se hubiese podido arreglar hablando:

En mis réplicas me mostré tan sin pelos en la lengua como tú en tu

crítica (...) sin embargo, mi actitud de fondo era conciliadora. Traté

de mostrar que respecto a ambos puntos [se refiere a la demarcación y

a la inducción] las diferencias entre nuestras posiciones no eran ni de

lejos tan grandes como tú las planteabas. Quizás los malentendidos

mutuos acerca de nuestras posiciones, y por tanto la polémica

innecesaria, hubiesen podido ser evitados si nos hubiésemos dado la

oportunidad de conversar117

.

Carnap muestra su pena de que Popper no le hubiera buscado

cuando estuvo en Chicago, expresa su frustración de que Popper no se

haya abierto a las razones que Bar Hillel y Carnap le expusieron, y

prácticamente se da por vencido porque ya no le interesa polemizar

con nadie:

Lamenté que no hubieses podido venir a Urbana a verme cuando

estuviste en Chicago (…) Quizás tu esperabas alguna palabra de mi

parte mientras que yo esperaba una palabra tuya (…) y nuevamente no

116

Carta de R. Carnap a K. Popper del 27 de mayo de 1947 desde Chicago, Popper

Archives (282.24). 117

Carta de R. Carnap a K. Popper del 11 de diciembre de 1959 desde Los Ángeles,

Popper Archives (282.24).

114 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

estoy seguro si en una discusión oral hubiésemos realmente llegado

entendernos (…) me refiero simplemente a haber despejado los

malentendidos y llegado a una visión más clara de la postura de cada

uno (...) a veces tengo la frustrante sensación de que nuestras

observaciones no te entraron en la cabeza (las de Bar Hillel y mías).

Estoy ahora en una edad avanzada y me parece mejor de ahora en

adelante concentrarme en trabajar sobre el esclarecimiento positivo y

la solución de problemas y evitar al máximo cualquier polémica con

oponentes. Esto no excluye, por supuesto, el mantener discusiones

fructíferas acerca de desacuerdos genuinos118

.

Carnap propone a Popper que se reúnan antes del congreso que

se llevará a cabo en Stanford119

. Popper promete no abordar temas que

no sean del interés de Carnap aunque no puede garantizar que no dirá

nada polémico durante sus intervenciones en el congreso:

Puedo prometer que no entraré en ninguna discusión que no te

interese, pero obviamente no puedo prometer no decir nada polémico

durante el congreso. Estoy seguro que existen muchas cosas de interés

común que no tienen por qué llevarnos a ninguna polémica120

.

Miller afirma que para hacer justicia a Popper hay que tener en

cuenta que a partir de julio de 1965 esperó mucho tiempo para se

publicara su artículo “The Mysteries of Udolpho”, aparecido en Mind

en 1967, en el que quería dar por terminada la discusión entre él y los

118

Carta de R. Carnap a K. Popper del 11 de diciembre de 1959 desde Los Ángeles,

Popper Archives (282.24). 119

Cf. Carta de R. Carnap a K. Popper del 3 de abril de 1960 desde Los Ángeles,

Popper Archives (282.24). 120

Carta de K. Popper a R. Carnap del 23 de marzo de 1960 desde Penn, Popper

Archives (282.24).

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 115

carnapianos (Jeffrey and Bar-Hillel)121

. Muestra de esto es la

observación de Popper en su respuesta al ensayo crítico de Bar-Hillel:

Espero que una mirada a mi lista de publicaciones mostrará cuánto

tiempo he gastado en controversias y cuánto tiempo he ahorrado

haciendo cosas más interesantes; y que el balance no será

desfavorable122

.

Existen siete notas sobre cinco años de discusión con Carnap y

Bar-Hillel acerca de la identificación inductivista de la probabilidad

con el grado de corroboración. En su artículo conjunto estos autores

aceptaron la doctrina de Popper acerca de la relación inversa entre

probabilidad y contenido, pero por separado se resistieron a la

conclusión de que la investigación empírica no está dirigida a hacer

más probables nuestras teorías123

.

Tras la muerte de Carnap el 14 de septiembre de 1970, el diario

The Times de Londres solicitó a Popper el obituario que fue publicado

tres días después. Popper se esmera en el texto y hace un bonito elogio

de Carnap, a la vez queda clara su valoración de la postura del Círculo

de Viena al reseñar el desarrollo filosófico del que considera ―uno de

los filósofos más influyentes de nuestro tiempo y el líder indiscutible

de su escuela llamada ‗positivismo lógico‘ o ‗empirismo lógico‘‖124

.

Después de hacer una breve reseña de la vida y obras de Carnap, de su

encuentro con el Círculo de Viena, de su marcha a Praga y finalmente

121

Cf. D. Miller, "Popper/Carnap‖, [email protected], Correo electrónico

personal, 19 de mayo de 2003. 122

K. Popper, ―Replies to My Critics‖ en P. A., Schilpp (ed.), The Philosophy of

Karl Popper, 1048. 123

Cf. R. Carnap y J. Bar-Hillel, ―Semantic information‖, British Journal of the

Philosophy of Science, 4, 1954, 145-157 y D. Miller, ―Sir Karl Raimund Popper‖,

383. 124

K. Popper, ―Obituary. Prof. Rudolf Carnap. One of the most influential

philosophers of his time‖, The Times, London, 17 de septiembre de 1970, Popper

Archives (282.24).

116 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

a Estados Unidos, Popper resume la tendencia fundamental de la

filosofía de Carnap, dejando claro que fueron varios intentos,

implicando en el fondo que ninguno funcionó satisfactoriamente:

La tendencia fundamental que confiere unidad a sus trabajos es el

rechazo de Carnap de toda filosofía especulativa o ―metafísica‖. Gran

parte de su trabajo está dedicado a la construcción de un lenguaje libre

de metafísica pero suficientemente rico para la formulación de la

ciencia. El primer intento fue su libro Der logische Aufbau der Welt

(...) bajo la influencia de Neurath lo reemplazó en su Logical Syntax of

Language (...) Carnap construyó varios ―lenguajes modelo‖ (...) pero

posteriormente (...) tuvo que conformarse con lenguajes modelo más

rudimentarios. Murió mientras trabajaba en una nueva versión de su

teoría probabilística de la inducción125

.

La hija de Carnap agradece las condolencias y el obituario con

palabras elogiosas hacia Popper, y muestra su sorpresa al conocer por

Popper que su padre y él tenían conflicto, porque siempre le había

oído referirse a Popper con afecto y admiración:

Es particularmente gratificante escuchar de un gran filósofo como

usted, que no sólo conoció la filosofía de mi padre sin también le

conoció como persona. He apreciado mucho su envío del obituario del

The Times de Londres que no me había enviado nadie. Muchos me

han pedido copia (...) Ciertamente aprecio lo que usted dice acerca de

su contacto con mi padre. Me ha dejado intrigada acerca del

distanciamiento entre ustedes dos, del que no sabía nada. Mi padre

siempre hablaba elogiosamente de usted. Recuerdo cuando estuve con

él en Europa en 1965 cuánto disfrutó de la visita que le hizo. Espero

que algún día pueda contarme más acerca del distanciamiento y del

estudiante a quién usted se lo atribuye. Sé por mi propia experiencia

de vivir con mi padre desde 1965 que podía ser apasionadamente

crítico y por otra parte tenía una gran necesidad de afecto y era capaz

125

K. Popper, ―Obituary. Prof. Rudolf Carnap‖.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 117

de ser amable y considerado. Me alegra haber tenido la oportunidad

durante el funeral de expresar mis sentimientos y experiencias

ambivalentes respecto a mi padre126

.

2.2.5 The Philosophy of Karl Popper (1974)

En 1974 fue publicado The Philosophy of Karl Popper como el

volumen 14 de la colección ―The Library of Living Philosophers‖. Por

primera vez en esta colección se trataba de una obra de dos volúmenes

lo cual da idea del interés suscitado por el pensamiento de Popper. La

primera parte comprende la autobiografía intelectual de Popper, la

segunda parte comprende 33 estudios de diversos autores sobre el

pensamiento de Popper y en la tercera parte Popper responde

ampliamente a cada uno de estos estudios127

.

2.2.5.1 La autobiografía intelectual de Popper

La autobiografía intelectual de Popper permite obtener una idea

del origen y desarrollo del pensamiento filosófico de Popper desde la

perspectiva de la madurez y tomando en cuenta que no escribió

ningún tratado sistemático sino que la mayoría de sus ideas filosóficas

se encuentran en artículos sobre temas concretos128

. Popper se refiere

en numerosas ocasiones al positivismo lógico y al Círculo de Viena,

126

Carta de H. Thost a K. Popper del 23 de enero de 1971 s/l y Carta de H. Thost a

K. Popper del 8 de abril de 1971 desde Los Ángeles, Popper Archives (282.24). 127

D. Miller relata que ―la revisión de la autobiografía intelectual y la preparación

de las réplicas durante el verano de 1971 fue una labor agotadora para todos: para

Popper, para su esposa y para mí‖ (Cf. D. Miller, ―Nada más por ahora‖,

<[email protected]>, Correo electrónico personal, 9 de abril de 2003. 128

Popper redactó su autobiografía intelectual, entre 1963 y 1969 aunque el volumen

The Philosophy of Karl Popper fue publicado hasta 1974. Posteriormente fue

publicada una versión con ligeras correcciones bajo el título Unended Quest. An

Intellectual Autobiography.

118 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

explicando que había seguido con interés lo que decían acerca de la

demarcación y llegado a la conclusión de que su solución era mejor.

Describe sus encuentros con los miembros del Círculo de Viena y con

la llamada periferia del Círculo, expone las consecuencias, positivas y

negativas de la publicación de su Logik der Forschung en la colección

editada por Schlick y Frank y hace un balance personal de su relación

con el Círculo de Viena129

.

Popper tuvo la primera noticia del Círculo de Viena a través del

interés que despertó en él un artículo de Neurath. Estudió con

profundidad el Tractatus de Wittgenstein y siguió con particular

interés todo lo que escribían los miembros del Círculo acerca de la

demarcación —de manera especial los escritos de Carnap—, e iba

sacando sus propias conclusiones:

Me resultaba claro que todas esas gentes estaban buscando un

criterio de demarcación, no tanto entre la ciencia y la pseudociencia,

sino entre la ciencia y la metafísica. Me resultaba claro también que

mi viejo criterio de demarcación era mejor que el de ellos130

.

Consideraba que el criterio de significado, mediante la

verificabilidad, que se proponía desde el Círculo de Viena no aportaba

nada nuevo de fondo, sino que era simplemente una modo distinto de

presentar el antiguo criterio de los inductivistas, y para Popper la

inducción era un mito explotado por Hume, y por esta razón seguía

prefiriendo sus argumentos y su solución. Popper había trabajado

mucho sobre los textos de Wittgenstein y de Carnap relativos a estos

temas, y llegó a la conclusión de que el positivismo era la causa de

que su solución no resultara convincente131.

129

Se puede encontrar un análisis crítico pormenorizado de la autobiografía

intelectual de Popper en M. Artigas, Karl Popper: Búsqueda sin término, Emesa,

Madrid 1979. 130

K. Popper, Autobiography, 80. 131

Cf. K. Popper, Autobiography, 81.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 119

Gomperz era el único con el que Popper hablaba de estas ideas

y cuando le explicó su deductivismo —la idea de que las teorías eran

sistemas hipotético-deductivos, y que el método de la ciencia no es

inductivo— y sus intentos fallidos de encontrar críticos de la

inducción con una visión empirista, Gomperz le remitió al libro de

Kraft titulado Las formas básicas del método científico, en el que se

desarrollaba con gran fuerza y claridad una metodología científica no

inductiva132

. Popper estaba entusiasmado con el libro y Gomperz le

alentó a escribir a Kraft y solicitarle una entrevista. Popper relata su

encuentro con Kraft y la buena impresión que le causó la apertura de

éste a sus críticas al Círculo de Viena:

Victor Kraft (...) y yo nos encontramos varias veces en el Volksgarten,

un parque cercano a la Universidad. Victor Kraft fue el primer

miembro del Círculo de Viena que conocí (...) Se mostró dispuesto a

poner una atención seria a mis críticas al Círculo, más que muchos de

los miembros que conocí después. Pero recuerdo lo asombrado que se

quedó cuando predije que la filosofía del Círculo se convertiría en una

nueva forma de escolasticismo y de verbalismo. Pienso que esta

predicción se hizo realidad. Me estoy refiriendo a la visión

programática de la tarea de la filosofía como ―la explicación de

conceptos‖133

.

Refiriéndose a la famosa cátedra de filosofía de la ciencia creada

para Mach en la Universidad de Viena, y que Schlick ocuparía

después, Popper relata lo siguiente:

Boltzmann y Mach eran colegas en la Universidad de Viena.

Boltzmann era profesor de física ahí cuando Mach fue llamado, en

132

Cf. K. Popper, Autobiography, 81. Menger se refiere a este escrito de Kraft y

afirma explícitamente que Kraft en gran medida anticipó el deductivismo de Popper

(Cf. L. Golland, B. McGuinness y A. Sklar (ed.), K. Menger, Reminiscences of the

Vienna Circle and the Mathematical Colloquium, Kluwer, Dordrecht, 1994, 64-65) 133

K. Popper, Autobiography, 82.

120 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

1895, a ocupar una cátedra en filosofía de la ciencia, creada

especialmente para él. Debió ser la primera cátedra de este tipo en el

mundo. Más tarde Moritz Schlick ocupó la cátedra y después de él

Victor Kraft (...) Como este escrito es una autobiografía, debo quizás

mencionar que en 1947 ó 1948 recibí una carta de Victor Kraft, en

nombre de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Viena,

preguntándome si estaría preparado para tomar la cátedra de Schlick.

Respondí que no iba a dejar Inglaterra134

.

Otra posibilidad era que Popper ocupara la cátedra en

Cambridge a la que Wittgenstein había renunciado a finales de 1947.

Braithwaite parecía ser una de las varias personas en Cambridge que

recomendó a Popper aplicar para esta cátedra y le mantuvo al tanto de

lo que ocurría al respecto. Parecía que Braithwaite había sido un

admirador de Popper a partir de la charla de Popper en el Moral

Science Club en 1936.

Popper califica su encuentro con Feigl como decisivo para toda

su vida. Recuerda que, entre otros temas, hablaron del realismo,

recuerda que Feigl objetó su realismo porque en ese momento estaba a

favor de un ―monismo neutral‖, y se alegra al recordar que Feigl

volvió al realismo más tarde. Feigl le animó a publicar sus ideas,

contra el pesimismo de otros, como Gomperz, Kraft e incluso su

propio padre y de su esposa, que veían poco propicia la situación

política y económica de Viena para empeñarse en publicar nada:

En 1929 ó 1930 (...) conocí a Herbert Feigl, otro miembro del Círculo

de Viena. El encuentro, concertado por mi tío Walter Schiff, profesor

de estadística y economía en la Universidad de Viena, que conocía

mis intereses filosóficos, se volvería decisivo para toda mi vida (...)

Había recibido algún ánimo antes a través del interés manifestado por

Julius Kraft, por Gomperz y por Victor Kraft. Pero aunque sabían que

yo había escrito muchos artículos (sin publicar) —solamente había

publicado sobre temas educativos—, ninguno de ellos me animó a

134

K. Popper, Autobiography, 156 y nota 252.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 121

publicar mis ideas. Gomperz me había hecho ver que publicar

cualquier idea filosófica era enormemente difícil. Los tiempos habían

cambiado. Esto estaba basado en el hecho de que el gran libro de

Victor Kraft sobre los métodos de la ciencia había sido publicado sólo

gracias al apoyo de un donativo especial. Pero Herbert Feigl, durante

nuestra sesión que duró toda la noche, me dijo que no sólo le parecía

que mis ideas eran importantes, sino incluso revolucionarias, y que

debía publicarlas en forma de libro (...) Pienso que sin el ánimo de

Herbert Feigl jamás hubiera escrito un libro.135

.

Popper deja claro que no fue nunca invitado a las reuniones del

Círculo y que jamás intentó conseguir una invitación. Reconoce que le

hubiese gustado participar en alguna de esas reuniones que no tenían

por qué menoscabar su independencia, como había interpretado

Feigl136

.

Al poco tiempo Popper conoció a Waismann, que era el que

había formulado el criterio de significado, y que se mostró tan

interesado por las críticas de Popper que le invitó a exponerlas en

algún grupo de la periferia del Círculo de Viena. En 1936 Popper

cedió a Waismann el puesto que le habían ofrecido en la Universidad

de Cambridge como parte del programa de hospitalidad académica

para refugiados auspiciado por la Facultad de ciencias morales137

.

Cuando Popper vivía ya en Londres asistió junto con Waismann a

algunos congresos138

.

Como es natural Popper menciona las ideas de Carnap más que

las de ningún otro miembro del Círculo. Al explicar su teoría anti-

esencialista y su rechazo de las cuestiones acerca del significado de

las palabras Popper critica la reducción de la tarea de la filosofía a la

explicación de conceptos que hace Carnap139

. En el apartado que

135

K. Popper, Autobiography, 82. 136

Cf. K. Popper, Autobiography, 84 y nota 106. 137

Cf. K. Popper, Autobiography, 110-111. 138

K. Popper, Autobiography, 127. 139

Cf. K. Popper, Autobiography, 30.

122 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Popper dedica a la inducción, la deducción y la verdad objetiva no

faltan las referencias críticas a los argumentos de Carnap140

. Popper

afirma que Carnap prácticamente le da la razón de que no existen

reglas de inferencia inductiva al no poder exhibir un ejemplo de

inferencia inductiva:

Por cierto que Popper encuentra ―interesante‖ que en mi conferencia

haya dado un ejemplo de inferencia deductiva, pero ninguno de

inferencia inductiva. Pero como en mi concepción el razonamiento

probabilista (―inductivo‖) consiste esencialmente no en hacer

inferencias sino en asignar probabilidades, tendría que haber pedido

ejemplos de principios para la asignación de probabilidades. Y esta

petición, no hecha pero razonable, ha sido anticipada y satisfecha141

.

Schlick fue miembro del tribunal de uno de los dos exámenes

orales públicos de Popper para obtener el doctorado, y Popper

recuerda la benevolencia de Schlick a pesar de que su disertación

doctoral era una defensa de las ideas de Bühler contra las ideas

fisicalistas y asociacionistas de Schlick142

. Popper elogia la discusión

de Schlick sobre el problema cuerpo-mente por ser la primera desde la

de Spinoza y Leibniz, también le parece digno de encomio el

desarrollo de Feigl, aunque ninguna de las dos explicaciones le

parecen convincentes:

En la obra Erkenntnislehre de Schlick encontré una discusión acerca

de la relación cuerpo-mente, la primera desde las de Spinoza y

Leibniz, y que me fascinó. Era maravillosamente clara y estaba

trabajada con gran detalle. Fue brillantemente discutida y desarrollada

por Herbert Feigl. Pero aunque encontraba esta teoría fascinante, no

me satisfacía, y por muchos años continué pensando que nada se podía

140

R. Carnap, ―Inductive Logic and Inductive Intuition‖ en I. Lakatos (ed.), The

Problem of Inductive logic, 265. 141

R. Carnap, ―Inductive Logic and Inductive Intuition‖, 311. 142

Cf. K. Popper, Autobiography, 78.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 123

hacer acerca de este problema, excepto quizás por vía de crítica, por

ejemplo criticando los puntos de vista de los que piensan que todo el

problema se debe a un ―embrollo lingüístico‖143

.

Al responder al ensayo crítico de Feigl sobre el determinismo y

la relación cuerpo-mente Popper valora y agradece la crítica de Feigl,

pero afirma que incluye una serie de malentendidos que tienen como

base el reduccionismo propio de la visión fisicalista en su explicación

de la relación entre el cuerpo, la mente y los productos de la mente144

.

Popper conoce a Hahn como profesor de matemáticas de gran

prestigio. De hecho había dejado de asistir a las clases de historia,

literatura, psicología, filosofía e incluso algunas clases en la escuela

de medicina en la Universidad de Viena porque prefería leer los libros

de los profesores que asistir a sus clases. Sólo continuó yendo a clases

de matemáticas y de física: ―pronto dejé de ir a clases, con excepción

de las de matemáticas y de física teórica (...) sólo el departamento de

matemáticas ofrecía clases realmente fascinantes‖145

, entre las que

estaban las clases de Hahn, que al igual que otros profesores del

departamento eran matemáticos creativos de prestigio mundial, y de

quien más aprendió. En este mismo contexto del prestigioso

departamento de matemáticas de la Universidad de Viena Popper oyó

hablar por primera vez de von Mises146

. Popper reconoce el valor de

las explicaciones de Richard von Mises sobre el problema

determinismo-indeterminismo147

. Popper considera también que la

única interpretación objetivista de la probabilidad discutida a final de

los años veinte era la interpretación frecuencial que ―fue desarrollada

143

K. Popper, Autobiography, 188. Popper remite a dos obras suyas en las que

aborda el problema de la relación cuerpo-mente: ―Language and the Body-Mind

Problem‖, Proceedings of the XIth International Congress of Philosophy, 7, North-

Holland, Amsterdam, 101-107, y ―A Note on the Body-Mind Problem‖ en

Conjectures and Refutations, 299-311. 144

Cf. K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 1074. 145

K. Popper, Autobiography, 39. 146

Cf. K. Popper, Autobiography, 40. 147

Cf. K. Popper, Autobiography, nota 135, 95.

124 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

en distintas versiones por Venn, von Mises, Reichenbach y más tarde

por mí‖148

.

Popper también habla de los contactos que fue haciendo entre

los que se encontraban en la periferia del Círculo de Viena. Su

interpretación frecuencial de la probabilidad llamó la atención de

Menger, que había escuchado también en el Círculo de Schlick una

exposición de las ideas de Popper, quien le invitó a explicarla en su

Coloquio matemático149

. Popper describe su participación en otras

reuniones como las organizadas por V. Kraft y Zilsel. Incluso algunos

miembros del Círculo de Viena, como Hahn, Frank y von Mises, le

invitaron a discutir personalmente diversos temas150

.

Popper escribe sobre la importancia fundamental de su Logik

der Forschung en su relación con el Círculo de Viena. Popper intentó

proporcionar una nueva teoría del conocimiento y al mismo tiempo

elaborar un tratado sobre el método de la ciencia y reconoce que el

libro estaba concebido en gran parte como crítica del positivismo

lógico. El manuscrito fue leído y discutido con interés por varios

miembros del Círculo, primero por Feigl y después por Carnap,

Schlick, Frank, Hahn, Neurath y otros. El libro fue aceptado por

Schlick y Frank para ser publicado en la colección de libros sobre la

visión científica del mundo, de la que eran responsables, pero la

editorial indicó que tenía que ser abreviado radicalmente151

. Popper

era consciente y lamentó que su crítica al positivismo en Logik der

Forschung, no se veía clara al haber sido publicado en una colección

de libros predominantemente positivistas152

. El hecho tuvo una serie

148

K. Popper, Autobiography, 153-154. 149

Cf. K. Menger, ―The Formative Years of Abraham Wald and His Work in

Geometry‖, The Annals of Mathematical Statistics, 23, 1952, 18 y Cf. K. Popper,

Autobiography, 101. 150

Cf. K. Popper, Autobiography, 84. 151

Cf. K. Popper, Autobiography, 85. 152

En la colección de libros Schriften zur wissenschaftlichen Weltauffassung,

editada por Frank y Schlick, se llegaron a publicar once libros, cuyos autores, a

excepción del 7 de Otto Kant y el 9 de Karl Popper, eran todos miembros del

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 125

de consecuencias negativas, entre otras que Popper fue calificado

como positivista lógico:

Hasta su publicación en inglés en 1959 como The Logic of Scientific

Discovery, los filósofos en Inglaterra y América, con algunas pocas

excepciones (...) parecían haberme tomado por un positivista lógico, o

en el mejor de los casos por un positivista lógico disidente que

reemplazaba la verificabilidad por la falsabilidad. Incluso algunos

positivistas lógicos, recordando que el libro había sido publicado en

esa colección, prefirieron ver en mí un aliado, más que un crítico.

Pensaban que podrían prevenir mis críticas con algunas concesiones

—de preferencia mutuas— y algunas estratagemas verbales. (Estaban

persuadidos, por ejemplo, de que estaría de acuerdo en sustituir la

falsabilidad por la verificabilidad como criterio de significado) 153

.

Una segunda consecuencia es que los positivistas lógicos al no

entender la diferencia de fondo del planteamiento de Popper no

repararon en que su postura, en sí misma, estaba seriamente desafiada

por las críticas de Popper:

Como no insistí en mi ataque (ya que combatir el positivismo lógico

no era en modo alguno mi mayor interés) los positivistas lógicos no

sintieron que el positivismo lógico estuviese seriamente desafiado.

Antes, e incluso después, de la Segunda Guerra Mundial aparecieron

muchos libros y artículos que continuaron este procedimiento de

concesiones y pequeños ajustes. Pero para entonces el positivismo

lógico ya estaba muerto desde hacía algunos años154.

Círculo de Viena: Waismann, Carnap (dos libros), von Mises, Schlick, Neurath,

Frank, Schächter y Kraft. (Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 605-605) 153

K. Popper, Autobiography, 87. 154

K. Popper, Autobiography, 87.

126 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Popper cayó en la ‗trampa‘ —que Menger supo evitar en su

momento— de publicar en la serie del Círculo de Viena, que le

acarreó ventajas claras y desventajas claras también. Menger, que

compartía la actitud antimetafísica del Círculo, no estaba de acuerdo

en puntos importantes: el manifiesto de Carnap, Hahn y Neurath de

1929 le parecía superficial, consideraba que el modo como se

abordaba —en 1930— la cuestión del significado corría el riesgo de

caer en un discurso metafísico, que era lo que precisamente se quería

evitar, y finalmente, no veía que el movimiento de unidad de la

ciencia pudiera reportar una utilidad clara para el desarrollo del

conocimiento. Por estas razones tuvo la visión de declinar la oferta de

Schlick de publicar su libro Morality, Decisión and Social

Organization en una colección de libros que se presentaban como

girando alrededor de temas sobre la ciencia unificada:

Cuando me devolvió el manuscrito (de este libro) Schlick se ofreció

a publicarlo en la serie de libros que estaba editando junto con Ph.

Frank y en la que se incluía su Problemas de Ética. Se lo agradecí,

pero por razones personales decliné el ofrecimiento. Schlick

entonces dijo que podía amablemente recomendar el mauscrito a

Julius Springer, en Viena, que publicó el libro al inicio del verano de

1934 bajo el título Moral, Wille und Weltgestaltung. Grundlegung

zur Logik der Sitten155

.

También Arne Naess, que se movía en la periferia del Círculo,

supo prever el riesgo de una posible absorción confusionista de sus

críticas al Círculo de Viena y evitó incluso el publicarlas, según él

mismo refiere:

Bertrand Russell y Karl Popper estaban cerca del Círculo, pero

disentían en una serie de puntos que ellos, pero no los líderes del

Círculo, consideraban centrales. Neurath, en particular, pero también

155

Cf. K. Menger, ―Postscript‖, 115.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 127

en cierta medida Carnap y otros, tenía cierta dificultad en comprender

el alcance de las diferencias entre su propio punto de vista y la de sus

simpatizantes (...) K. R. Popper fue especialmente desafortunado al ser

etiquetado como un pensador cuyas ideas diferían en puntos no

esenciales de las del Círculo. De hecho, hacia 1934 Popper era ya un

audaz y original pensador por cuenta propia. Mi propia experiencia

fue muy similar a la de Popper, pero nunca fui capaz de formular mis

puntos de vista con suficiente claridad. (La polémica en mi [libro

escrito entre 1937 y 1939] estaba planteada directamente contra

algunas tesis y tendencias fundamentales del Círculo, pero fue

entendido por Neurath como una propuesta de modificaciones que

habían sido aceptadas en principio y se harían oficiales en futuras

publicaciones. Ante tal seguridad renuncié a los planes de publicar el

trabajo)156

.

Popper mismo, con la objetividad que dan la distancia y la

madurez, afirma, que después del intento fallido de Gomperz, que

había enviado el manuscrito de su libro a una prestigiosa editorial de

Tubinga157

, vio en la aceptación de sus críticas por parte de Carnap su

gran oportunidad para exponer sus ideas precisamente ante el sujeto

principal de sus críticas:

Tenía entonces treinta años y a pesar de que había escrito mi primer

libro, no tenía quien me lo publicara (...) y jamás había publicado nada

sobre la materia. ¡Me encontré [se refiere a los elogios de Carnap

sobre sus puntos de vista en “Über Protokollsätze”] con grandes

alabanzas y con la aceptación del exponente máximo de la objeto de

mis ideas antipositivistas y objetivistas! Estaba entusiasmado pero

también en una situación difícil (...) esto me llevó a enfatizar lo más

pronto posible y con suficiente claridad mi oposición a la tesis de que

la metafísica carece de sentido. Lo hice en mi carta al editor de

Erkenntnis y, cuando finalmente salió a la luz, aún más agudamente

en mi Logik der Forschung (...) la tarea no era fácil debido a mi propia

156

A. Naess, Four Modern Philosophers, University of Chicago Press, Chicago,

1968, 13 y nota 13. 157

K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 1183, nota 29.

128 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

hostilidad hacia algunas formas de metafísica, especialmente a la

hegeliana aún en boga 158

.

Popper reconoce que se benefició de la sensación causada por el

artículo ―Sobre las proposiciones protocolares‖ de Carnap en el que se

alaba su teoría de la falsabilidad:

El artículo de Carnap de 1932, ―Sobre las proposiciones protocolares‖

creó en Viena un cierto revuelo local. Fui invitado a dar conferencias

en varios grupos filosóficos como el de Edgar Zilsel, y en ese tiempo

fui etiquetado por Otto Neurath como ―la oposición oficial del Círculo

de Viena‖159

.

Popper se atribuye la responsabilidad de la muerte del

positivismo lógico, aunque reconoce que en sus mismos principios

llevaba la semilla que conduciría tarde o temprano a su propia

destrucción. Popper matiza la ‗declaración de muerte‘ del positivismo

lógico citando a Passmore cuando afirma que ―el positivismo lógico

está muerto, o tan muerto como un movimiento filosófico que siempre

vuelve‖160

. Históricamente la desintegración del Círculo por la guerra

precedió a la de sus principios:

Todo el mundo sabe actualmente que el positivismo lógico está

muerto. Pero nadie parece sospechar que todavía hay una pregunta por

responder, la pregunta sobre ―¿quién es el responsable?‖ O, mejor, la

pregunta ―¿quién lo ha hecho?‖ (...) Me temo que he de admitir la

responsabilidad. Aunque no era ese mi propósito: mi única intención

era la de subrayar lo que me parecían una serie de errores. Passmore

correctamente atribuye la disolución del positivismo lógico a

158

K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 970. 159

K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 965. 160

J. Passmore, voz ―Logical Positivism‖, The Encyclopedia of Philosophy, Collier-

Macmillan, London, 1967, V, 56.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 129

dificultades internas insuperables. Muchas de esas dificultades fueron

señaladas en mis conferencias y discusiones, y especialmente en mi

Logik der Forschung. Muchos miembros del Círculo se vieron en la

necesidad de hacer cambios. Por tanto las semillas estaban sembradas

y condujeron en el transcurso de los años a la desintegración de los

principios del Círculo161

.

Popper atribuye también como causa de la desintegración del

positivismo lógico su excesivo escolasticismo162

. Popper elogia al

Círculo de Viena y considera que su disolución fue una gran pérdida,

a pesar de presentarse como el asesino del positivismo lógico y de

haber profetizado su caída en el escolasticismo. Quizás Popper

considera que la disolución del Círculo fue una pérdida muy seria,

pensando en la ―actitud científica‖ o actitud racional del Círculo con

la que se identificó plenamente y que fue sin duda lo que más le atrajo

del Círculo de Viena. Popper remite a las palabras de Carnap en el

prefacio a la primera edición de su libro más importante en las que

hace una a la racionalidad y a la responsabilidad intelectual163

. Su

petición de aprender del modo en que los matemáticos y los

científicos proceden en contraste con los deprimentes modos de los

filósofos, y remata diciendo:

Es en esta actitud general, la actitud de la ilustración, y en su visión

crítica de la filosofía —de lo que desafortunadamente es, y en lo que

debiera ser—, en lo que yo todavía me identifico con el Círculo de

Viena y con su padre espiritual Bertrand Russell. Esto explica quizás

por qué en ocasiones fui considerado por algunos miembros del

Círculo, por ejemplo por Carnap, como uno de ellos y como que

exageraba mis diferencias con ellos164

.

161

K. Popper, Autobiography, 88. 162

Cf. K. Popper, Autobiography, 90. 163

Cf. R. Carnap, La construcción lógica de mundo, vi-viii. 164

K. Popper, Autobiography, 89.

130 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Popper consideró siempre ―a Victor Kraft, y también a Schlick,

a Carnap y a Feigl, como filósofos extraordinariamente destacados‖165.

Popper reconoce sus deudas de gratitud con varios miembros del

Círculo en particular, y con el Círculo de Viena en general por haberle

dado ocasión de conocer a Tarski:

Personalmente tengo una deuda de gratitud con algunos de sus

miembros, especialmente con Herbert Feigl, Victor Kraft y Karl

Menger, por no mencionar a Philipp Frank y a Moritz Schlick, que

aceptaron mi libro a pesar de contener severas críticas a sus puntos de

vista. Además fue indirectamente a través del Círculo como conocí a

Tarski, primero en el Congreso de Praga en agosto de 1934, a donde

llevaba las pruebas de imprenta de Logik der Forschung, después en

Viena en 1934-35, y una vez más en el Congreso de Paris en

septiembre de 1935. Pienso que de Tarski aprendí más que de nadie

más166.

Sin embargo Popper no parece registrar ninguna influencia

significativa por parte de los miembros del Círculo de Viena, con

excepción de von Mises y su teoría de la probabilidad:

Pero en lo que a influencia se refiere, pienso que estuve más

fuertemente influenciado por Karl Bühler, el psicólogo miembro de la

escuela de Külpe, más que por algún miembro del Círculo, excepto

Richard von Mises, cuya teoría de la probabilidad traté de

remodelar167

.

165

K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 976. 166

K. Popper, Autobiography, 88. 167

K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 975-976.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 131

2.2.5.2 Las réplicas a sus críticos

Popper dedica su larga introducción a las réplicas a explicar lo

que denomina la ―leyenda de Popper‖ y refiere sus intentos vanos por

desarticularla. Popper considera que el centro de su controversia con

el Círculo de Viena está en el problema de la demarcación frente al

problema de significado, y en el realismo frente al positivismo, y

sostiene que los miembros del Círculo de Viena que equivocadamente

le consideraban muy cercano a su postura transmitieron la leyenda,

inconscientemente, por vía de autoridad, y que por el contrario

aquellos que acertadamente captaron las diferencias de fondo no

tuvieron el mismo eco. Popper resume en cuatro puntos los principales

hechos y la leyenda correspondiente que se ha formado alrededor de

esos hechos. En primer lugar sostiene que ha sido siempre un realista

metafísico y ha rechazado la concepción de la metafísica como carente

de sentido:

He sido siempre un realista metafísico. Por tanto, defiendo el punto de

vista que, a pesar de que algunos metafísicos han hablado quizás sin

sentido, como lo han hecho también algunos antimetafísicos, puede

mostrarse el significado de algunas ideas metafísicas (como el

realismo y el atomismo) a través de su influencia histórica en el

desarrollo de las teorías científicas. Por esta razón me he opuesto

siempre a quienes declaran que toda la metafísica es un

pseudodiscurso carente de sentido, y especialmente me he opuesto a

los intentos de los positivistas del Círculo de Viena que tratan de

sostener sus puntos de vista desarrollando un criterio de

significado168.

La leyenda dice que Popper fue (y quizá todavía lo es) un

positivista e incluso un miembro del Círculo de Viena169

. En este

168

K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 963. 169

Cf. K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 964.

132 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

contexto se explica que Popper se refiera a su relación con el Círculo

de Viena tratando de desmarcarse lo más posible:

No sólo no fui miembro del Círculo, sino que no sabía casi nada de él

fuera de lo que se podía encontrar en las publicaciones, pero nunca

había ni siquiera oído nada acerca del Círculo por parte de ninguno de

sus miembros hasta mi primer encuentro con Feigl. Para mí era una

especie de sociedad secreta a pesar de que estaba recibiendo mucha

publicidad. Algunos miembros del Círculo, especialmente los que

consideraban que mis ideas no eran incompatibles con las suyas y

pensaban que debía de ser admitido en el Círculo, pudieron haberme

visto como una especie de miembro cercano, como fue el caso de

Kraft y Feigl, y quizás de Carnap, Hempel y Waismann. Pero de

hecho nunca pensé que estuviera a tal grado de cercanía del Círculo170.

En segundo lugar, Popper califica de dogmatismo el intento de

establecer un criterio de significado, y considera que la verificabilidad

es un criterio inapropiado:

He criticado, en general, que la empresa de tratar de establecer tal

criterio de significado es una forma de dogmatismo, y he criticado en

particular como ―demasiado estrecho y demasiado ancho a la vez‖ la

propuesta de la verificabilidad como criterio de significado, ya que

excluye sin querer a las teorías científicas e incluye, como

significativo, también sin querer, algunas proposiciones existenciales

de la metafísica171

.

A este respecto la leyenda dice que Popper estaba a favor del

criterio de significado y de excluir a la metafísica como carente de

sentido172

.

170

K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 974. 171

K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 963. 172

Cf. K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 964.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 133

En tercer lugar, Popper señala que el empeño por encontrar un

criterio de significado, que a priori excluyese a la metafísica como

carente de sentido, era un pseudoproblema que desviaba la atención

del verdadero problema de la demarcación entre las proposiciones

empíricas y las proposiciones no empíricas:

Señalé que toda la empresa era un intento de resolver un

pseudoproblema (un intento de eliminar más que de reconocer a la

metafísica), y que este seudoproblema había usurpado el sitio lógico

que correspondía a un problema serio y real, cuya importancia me

había saltado a la vista años antes de que hubiese incluso oído hablar

del Círculo de Viena. Me refiero al problema de demarcar entre las

proposiciones empíricas o proposiciones de las ciencias empíricas por

una parte, y las proposiciones no empíricas por otra parte (...) llamé a

este problema el problema de la demarcación entre la ciencia y la no

ciencia, y expliqué por qué era el problema real oculto detrás del

(pseudo) ―problema del significado‖ de los positivistas. Mostré que

los positivistas estaban convencidos a priori de que el discurso

metafísico carecía de sentido, y por tanto asumía acríticamente que el

problema de la demarcación entre la ciencia y la metafísica tenía que

ser resuelto mediante la formulación de un criterio de significado173

.

La leyenda es completamente ciega a la distinción de vital

importancia —explica Popper— entre el problema de encontrar un

criterio de significado y el de encontrar uno de demarcación174

. Y

finalmente Popper expone nuevamente que su criterio de falsabilidad

soluciona el problema de la demarcación y abre el camino para la

solución del problema de la inducción:

También sugerí una solución al problema de la demarcación (pero por

supuesto no al pseudoproblema del significado), es decir, el criterio de

testabilidad o refutabilidad o falsabilidad. Y argumenté que, mientras

173

K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 963-964. 174

Cf. K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 964.

134 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

el criterio de significado sugerido por los positivistas, es decir la

verificabilidad, conduce a consecuencias paradójicas y a una

demarcación equivocada, mi criterio de falsabilidad —tomado no

como criterio de significado, sino de demarcación— tiene muchas

consecuencias fructíferas. En especial, prepara el camino para una

teoría de la testabilidad y el contenido y para una solución al problema

de la inducción175

.

La leyenda cuenta que Popper emprendió una especie de

operación de rescate del criterio de significado introduciendo en su

lugar la falsabilidad como un nuevo criterio de significado176

. Popper

concluye que la leyenda ha hecho fortuna a través de una especie de

sofisma ad hominem, debido a que ha sido invocada por autores de

peso:

Me parece que la leyenda se ha extendido, aunque es difícil explicar

cómo una doctrina tan obviamente equivocada y tan ridícula haya

podido ser citada con tanta frecuencia. La explicación está, sin duda,

en que la leyenda parece contar con el soporte de las más altas

autoridades (...) Aquí solamente señalaré que podemos aprender de

esto a no atribuir demasiado peso ni siquiera al testimonio de los

testigos más sabios177

.

Popper sostiene que la leyenda de Popper surge esencialmente

de los intentos fallidos de Carnap y Hempel de construir un lenguaje

para la ciencia libre de metafísica y se ha transmitido, primero a través

de autores de la periferia del Círculo y posteriormente en libros y

artículos de divulgación. El primer intento aparece en el famoso

artículo de Carnap ―Testability and Meaning‖ (1936) en el que

propone construir un lenguaje para la ciencia que excluya a la

175

K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 964. 176

Cf. K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 964. 177

K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 965.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 135

metafísica178

. La reseña más importante acerca de la falta de éxito de

la empresa de construir un lenguaje para la ciencia libre de metafísica

se encuentra en el igualmente famoso artículo de Hempel ―Problems

and Changes in the Empiricist Criterion of Meaning‖. Popper dedica

toda la sección 3 de la introducción a las réplicas a dar los detalles de

los desarrollos de Carnap y Hempel, de las que se hacen eco Ayer y

Jørgensen.

El libro de Ayer, Language, Truth and Logic —obra muy

influyente, escrita en 1936, por medio de la que Ayer contribuyó a dar

a conocer al Círculo de Viena en Inglaterra y su vinculación con el

empirismo inglés—, parece ser la primera fuente impresa en la que el

criterio de demarcación de Popper fue presentado como un criterio de

significado, aunque Popper había argumentado en forma oral contra

esta falsa interpretación en algunas conferencias que dio en Viena

entre 1932 y 1935179

. Después de algunos argumentos contra la

adopción de la ‗verificabilidad conclusiva‘ como criterio de

significado Ayer afirma:

tampoco podemos aceptar la sugerencia de que una afirmación tenga

que ser considerada como significativa de hecho si y sólo si expresa

algo que es definitivamente refutable por la experiencia (...) esto fue

propuesto por Karl Popper en su Logik der Forschung180

Popper lamenta que casi un cuarto de siglo más tarde (en 1959)

en la colección de artículos más influyentes de los miembros líderes

del Círculo de Viena, titulado Logical Positivism y editado por Ayer

siguiera repitiéndose el error de considerar su criterio de falsabilildad

como un criterio de significado, además de la omisión que Popper

considera grave del artículo “Über Protokollsätze” de Carnap:

178

Cf. K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 965. 179

Cf. K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 1182, nota 18. 180

A. J. Ayer, Language, Truth and Logic, Gollancz, London, 1962,38 y nota 1.

136 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

[Popper] argumentó que además de la superioridad lógica, su criterio

era más acorde con la práctica científica (...) pero el criterio de Popper

tenía sus propios fallos (...) por estas y otras dificultades el punto de

vista que prevaleció entre los positivistas lógicos fue que las

condiciones para que una proposición fuese conclusivamente

verificable o conclusivamente falsificable, eran ambas demasiado

estrechas como criterio de significado [y más adelante en una

contribución suya Ayer afirma] esta asimetría lógica de la relación

entre las proposiciones universales y singulares ha conducido a

algunos filósofos —en especial a Karl Popper— a adoptar la

falsificación en lugar de la verificación como criterio de significado

empírico181

.

La relación entre Popper y Ayer era cordial en los años treinta

cuando Ayer invitó a Popper a una reunión en la Aristotelian

Society182

, y a finales de los años cuarenta cuando Popper regresó a

Inglaterra y participó en las reuniones de la Metalogical Society de

Ayer. No fueron buenas después a causa de algunas tensiones

suscitadas por Ayer que insistentemente se mofaba de el reclamo de

Popper de haber resuelto el problema de la inducción y afirmaba que

de cualquier manera el falsificacionismo estaba completo en Peirce183

.

Poco después de la publicación de Logik der Forschung, Popper

escribió a Jørgen Jørgensen en Copenhague, clarificando sus

objeciones al positivismo pero fue en vano184

. Jørgensen en su

narración histórica sobre el empirismo lógico da crédito a Popper de

su denuncia, en Logik der Forschung, de que el positivismo lógico

destruye no sólo la metafísica sino también la ciencia natural. A

diferencia de Ayer reconoce que Popper criticó el criterio de

verificabilidad. Sin embargo un párrafo más adelante afirma la

181

A. J. Ayer, ―Editor‘s Introduction‖, 14 y ―Verification and Experience‖, 229 y

nota 2 en A. J. Ayer (ed.), Logical Positivism. La cursiva es mía. 182

Cf. K. Popper, Autobiography, 109-110. 183

Cf. D. Miller, Critical Rationalism, Open Court, La Salle (Illinois), 1994, 17. 184

Carta de K. Popper a J. Jorgensen del 31 de marzo de 1935 desde Viena, Popper

Archives (313,23).

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 137

leyenda prácticamente sin ambigüedades, cuando dice que ante las

dificultades inherentes al criterio de verificabilidad no queda sino

corregir la teoría y considera que Popper se aplicó a esta tarea:

Una primera propuesta en esta dirección fue hecha por Popper en su

Logik der Forschung (1935) en la que usa como criterio de significado

de una proposición, no la verificabilidad sino la falsabilidad de la

proposición (...) a través de este criterio de significado propuso

distinguir las proposiciones científico-empíricas de las proposiciones

analíticas a priori (de la lógica y las matemáticas) así como de las

proposiciones no falsables de la realidad (metafísica)185

.

La leyenda está claramente implícita en diversos libros y

artículos de otros autores secundarios. El primer ejemplo que Popper

cita es un artículo de Ambrose, en 1967:

El Prof. Karl Popper trató de evitar (...) la dificultad presentada para el

principio de (...) verificabilidad por medio de un nuevo criterio, que

dice así: una proposición es considerada significativa si es en principio

falsificable186

.

Y continúa implícita en un par de libros sobre el problema

positivista del significado, uno sobre la filosofía de Carnap de Krauth

de 1970 en el que se afirma: ―Karl Popper fue quizás el primero en

sugerir que debíamos sustituir en lugar del principio de verificabilidad

un criterio alternativo de significado: el principio de falsabilidad‖187

.

El otro libro es de Kolakowski, publicado en 1972, que trata sobre la

185

J. Jørgensen, ―The Development of Logical Empiricism‖, International

Encyclopedia of Unified Science, 9, 1951, 72. La cursiva es mía. 186

A. Ambrose, ―On Criteria of Literal Significance‖, Crítica. Revista

Hispanoamericana de Filosofía, 1, 1967, 56. 187

L. Krauth, Die Philosophie Carnaps, Springer-Verlag, Vienna, 1970, 85.

138 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

filosofía positivista en general en el que claramente se cataloga a

Popper como positivista lógico y miembro del Círculo de Viena:

El centro más activo del positivismo lógico fue Viena donde, desde el

comienzo de los años veinte, funcionaba un grupo de especialistas de

las ciencias de la naturaleza y de matemáticos agrupados alrededor de

Moritz Schlick (1882-1936). Las más eminentes personalidades de

este grupo, conocido con el nombre de Círculo de Viena, eran Rudolp

Carnap (1891-1970), Karl Popper (nacido en 1902, actualmente en

Inglaterra). Otros sabios y filósofos de la misma tendencia trabajaban

en Berlín (...) y en otros países188

.

Al hablar del la búsqueda por parte de los ―nuevos positivistas‖

de un punto de partida epistemológico, se menciona explícitamente

entre las soluciones propuestas por ―otros protagonistas‖ el carácter

convencional de las proposiciones básicas propuesto por Popper. Al

hablar de la verificabilidad como ―otro tema de litigio entre los

empiristas lógicos‖ se incluye la teoría de la falsabilidad desarrollada

extensiva y coherentemente por Popper como un eslabón más de la

cadena de soluciones, iniciada por Neurath y Carnap y continuada por

Reichenbach189

. Finalmente al hablar de la relación de las ciencias

humanas y el mundo de los valores se afirma explícitamente que:

Popper, a su vez, emprendió la crítica de las teorías historiográficas

con un espíritu positivista (...) desde la sociología empírica de Neurath

hasta la Miseria del historicismo de Popper, cambió esencialmente la

relación entre el empirismo lógico y las ciencias humanas190

.

188

L. Kolakowski, La filosofía positivista, Cátedra, Madrid, 1979, 214-215. El título

original de la obra es Die Philosophie des Positivismus, Panstwowe Wydawnictwo

Naukowe, Warzawa, 1966 y la traducción al inglés a la que se refiere Popper es

Positivist Philosophy, Penguin, Harmondsworth, 1972. 189

Cf. L. Kolakowski, La filosofía positivista, 220-223. 190

L. Kolakowski, La filosofía positivista, 229 y 230.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 139

No sólo los representantes de la llamada Escuela Crítica ponen a

Popper —al principal crítico del empirismo lógico— lisa y llanamente

dentro del positivismo lógico sino que eso mismo hace la denominada

Escuela de Erlangen, así afirma uno de sus principales representantes:

Mientras la lógica se ha impuesto de nuevo y aproximadamente desde

1900, como disciplina fundamental, sobre todo de la matemática y de

las ciencias naturales (basta con recordar a Frege, Russell y al

empirismo lógico desde Carnap a Popper que los siguen191

.

En este contexto Popper menciona también un caso de inclusión

de sus críticas de manera superficial y sin el crédito correspondiente.

Se trata del artículo de Ashby en el que se afirma que ―en ocasiones se

ha sugerido que la falsabilidad conclusiva y no la verificabilidad

conclusiva debiera ser el criterio para que una proposición sea

cognitivamente significativa‖ 192

. En el artículo se discuten —en su

opinión de forma un tanto improvisada—, muchas de sus críticas,

tanto a la verificabilidad como al criterio de significado, sin embargo

Popper se queja de que no se le menciona, ni se habla del problema de

la demarcación ni se incluye su Logik der Forschung en la larga lista

de referencias que se ofrece al final. Hablando de las proposiciones

protocolares del lenguaje físico, que según Popper han de ser

estipuladas y no son nunca incontrovertibles, introduce a Popper

diciendo que es ―un crítico aunque también un aliado‖193

del

positivismo lógico.

Al sugerir que se podía resolver el problema de la demarcación

usando la falsabilidad o testabilidad, o los grados de testabilidad,

como criterio del carácter empírico de un sistema científico Popper

191

Cf. P. Lorenzen, ―Erlanger Schule der donstruktiven Wissenschaftstheorie‖,

Unikurier Erlangen, 14, 1977, 17. 192

R. W. Ashby, voz ―Verifiability Principle‖, The Encyclopedia of Philosophy,

Collier-Macmillan, London, 1967, VIII, 242. 193

J. Laird, Recent Philosophy, Oxford University Press, Oxford, 1936, 187.

140 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

señaló que no reportaría ninguna ventaja introducir el término

‗significativo‘ o ‗con significado‘ ni siquiera como un equivalente

emotivo de ‗testable‘, pero a pesar de esto lamenta que le atribuyan

con frecuencia la propuesta de adoptarla como criterio de significado,

como es el caso de la obra editada por M. Farber sobre el pensamiento

filosófico en Francia y en Estados Unidos194

.

Popper cita algunos textos que hablan correctamente de su

postura pero cuya autoridad no es comparable a la de los escritos de

los autores anteriormente citados. Popper destaca dos textos en los

que, con gran alivio, constata que le han entendido, aunque es

consciente que se trata de dos autores que no tienen suficiente peso

para contrarrestar la leyenda. Popper cita una enciclopedia italiana de

filosofía en la que se le atribuye la idea de falsabilidad:

El falsacionismo es una teoría del método científico, ligada sobre todo

a la formulación dada por Karl. R. Popper (...) en polémica con el

verificacionismo de cuño neoempirista (...) según el cual la ciencia

procede por medio de conjeturas y refutaciones195

.

La segunda afirmación, que Popper considera que no puede ser

más clara y más alejada de la leyenda es la descripción de su postura

hecha por Bernays —que no fue nunca un positivista sino un

kantiano— en su ensayo crítico sobre racionalidad en este mismo

volumen sobre la filosofía de Popper:

Uno de los escritos en los que habla sobre el desarrollo de sus ideas

filosóficas lleva el título ―La demarcación entre la ciencia y la

metafísica‖. En este escrito Popper explica el punto más importante de

su crítica altamente efectiva del positivismo. La filosofía positivista

194

Cf. M. Farber (ed.), Philosophical Thought in France and in the United States,

The University of Buffalo Publications, New York, 1950, 570. 195

N. Abbagnano, voz ―Falsificabilità‖, Dizionario di Filosofia, Unione

Tiporgrafico-Editrice Torinese, Turín, 1961, 368. Vid. también, P. Rossi, Dizionario

di Filosofia, La Nuova Italia, Firenze, 1996, voz ―Falsificazionismo‖, 133.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 141

declara carente de sentido todo lo que no sea científico. En un

argumento convincente Popper insiste en que nunca identificará el

criterio para distinguir lo que es científico con el criterio para

distinguir lo que tiene sentido. Todos los criterios restringidos de

significado propuestos por los positivistas se han revelado

inadecuados y Popper presenta un criterio de demarcación entre las

proposiciones científicas y no científicas que es bastante

independiente de la cuestión del significado196

.

Otro autor que entendió bien las cosas fue Weinberg, en

Inglaterra, porque además de reconocer explícitamente que el estímulo

de Popper jugó un papel claro en la transformación de ideas de los

miembros del Círculo de Viena, explica claramente que

el criterio positivista del significado incluye dentro de las

seudoproposiciones a todo principio prescriptivo y a toda teoría (...)

estoy convencido de que los positivistas no están dispuestos a admitir

todo esto (...) Véase sin embargo la comunicación de Karl Popper en

Erkenntnis [se refiere a la carta al editor de Erkenntnis], y su Logik

der Forschung (...) en la que se discute la misma cuestión197.

Popper hace un resumen de su relación con el Círculo de Viena

en términos de la leyenda. Primero habla de que no todos aceptaron

sus ideas de la misma manera:

Había entre los miembros del Círculo dos grupos: los que aceptaban

muchas o la mayoría de mis ideas y los que pensaban que esas ideas

eran peligrosas y tenían que ser rechazadas. Al primer grupo

pertenecían (en orden alfabético) Carnap, Feigl, Frank, Gomperz,

196

P. Bernays, ―Concerning rationality‖ en The Philosophy of Karl Popper, 597. Las

cursivas son de Popper. 197

Cf. J. R. Weinberg, Examen del positivismo lógico (Título original: An

Examination of Logical Positivism, Paul Kegan, London, 1936), Aguilar, Madrid,

1959, 265.

142 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Hahn, Hempel, Kraft, Menger, R. von Mises y Waismann. (Conviene

subrayar que algunos de los miembros de este grupo diferían uno de

otro radicalmente en varios puntos importantes, especialmente

Waismann de Carnap). Los miembros más importantes del segundo

grupo eran Otto Neurath, Reichenbach y Schlick198

.

Popper reconoce, a distancia de casi cuarenta años, que fueron

precisamente los miembros del Círculo de Viena que más se opusieron

a sus ideas, los que habían captado que Popper no era un positivista y

en cierta manera tampoco un empirista:

Tratando de echar la mirada atrás hacia aquellos días con una

distancia de casi cuarenta años, me parece que sólo Neurath y Schlick

tomaron en serio mi actitud hacia la metafísica y por tanto se dieron

cuenta de que yo realmente no era un positivista y en cierto sentido ni

siquiera un empirista sino más cercano a una postura que Neurath

llamó ―racionalismo‖ o ―pseudoracionalismo‖199

.

Por el contrario, subraya Popper, Carnap y Hempel critican sus

observaciones metafísicas pero no las toman muy en serio:

No aprobaban mis observaciones metafísicas, pero tampoco estaban

impresionados por éstas, y no las tomaron demasiado en serio. Como

consecuencia, no tomaron muy en serio mi distinción entre mi criterio

de demarcación entre la ciencia y la metafísica y su criterio de falta de

significado de la metafísica200

.

198

K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 970. 199

K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 970-971. Popper se refiere a la reseña crítica

de Logik der Forschung de O. Neurath, ―Pseudorationalismus der Fasifikation‖,

Erkenntnis, 5, 1935, 353-365. 200

K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 971.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 143

En síntesis la ―leyenda de Popper‖ es consecuencia de dos

cosas: en primer lugar de la calurosa acogida y la casi total aceptación

que su crítica al Círculo recibió por parte de muchos de sus miembros

líderes, y en segundo lugar, de que a pesar de haber quedado

convencidos por muchos de los argumentos de Popper continuaron

tratando de rescatar el dogma de la falta de significado de la

metafísica de una forma modificada:

Pero el hecho de que los positivistas usaran su criterio de

verificabilidad y significado también como un criterio de demarcación

les volvió sordos y ciegos ante el hecho de que yo usé la falsabilidad

como criterio de demarcación pero jamás de significado201

.

2.2.6 “Popper and the Vienna Circle. Excerpt from an Interview

with Sir Karl Popper” (1991)

Friedrich Stadler y Hans-Joachim Dahms entrevistaron a Popper

en su casa de Kenley, Surrey el 31 de agosto de 1991202

. Durante la

conversación fueron saliendo temas de la juventud de Popper, de su

camino a la filosofía, de su participación en el Círculo de Gomperz

—en el que se reflejaba el sentido de equidistancia de Gomperz entre

la filosofía metafísica tradicional y la concepción científica del mundo

del Círculo de Viena—, de su antagonismo con Wittgenstein y, sobre

todo, de su relación con el Círculo de Viena. El valor de la entrevista,

a pesar de que a Popper se le habían olvidado ya muchas cosas, es que

muestra sus valoraciones de fondo con la perspectiva de la distancia y

de la madurez, facilitada por el tono directo y cordial que los

entrevistadores lograron crear durante su conversación con Popper:

201

K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 967. 202

H. J. Dahms y F. Stadler, ―Popper and the Vienna Circle. Excerpt from an

Interview with Sir Karl Popper (1991)‖ en F. Stadler, The Vienna Circle, 474-497.

144 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

La entrevista publicado en el The Vienna Circle de Stadler, puede ser

una referencia en un estudio sobre la relación de Popper con el Círculo

de Viena, siempre y cuando se tengan en cuenta (a) que la memoria de

Popper no era ya del todo clara y (b) que la traducción al inglés está

poco cuidada en algunos detalles (...) Es claro que Stadler no la

hubiese publicado si considerase que no merece ser tomada en

serio203

.

Partiendo de que su encuentro con los miembros del Círculo de

Viena se dio en contextos diferentes a las reuniones del Círculo los

entrevistadores preguntan a Popper ¿cuándo fue usted consciente de la

existencia del Círculo de Viena como grupo? Popper cuenta que fue

―a través de un artículo de Neurath. No recuerdo dónde estaba

publicado, pero creo que era en un periódico‖204

. Este artículo

despertó el interés de Popper por encontrar en la nueva propuesta de la

filosofía científica del Círculo de Viena alguna crítica interesante

hacia el marxismo:

Esperaba que tratara de cosas que a mí también me preocupaban. El

antimarxismo era muy importante para mí y esperaba que estuvieran

seguros de descubrir que el marxismo carece de sentido pero me

desilusioné cuando vi que la crítica de Neurath a Marx estaba limitada

esencialmente al hecho de que quería reemplazar el materialismo con

el fisicalismo. Eso me desencantó205

.

Popper recuerda que conoció a Neurath aunque prácticamente

no tuvieron oportunidad de hablar con calma personalmente. Le vio

por primera vez en el café Akazienhof en el que Popper se reunía con

cierta frecuencia con algunos colegas. Asistió a una conferencia

dictada por Neurath que le gustó mucho, y le vio en algunas otras

203

D. Miller, ―Entrevista a Popper‖, <[email protected]>, Correo

electrónico personal, 12 de abril de 2003. 204

H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 481. 205

H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 481.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 145

ocasiones cuando iba con sus alumnos a visitar el Museo Social y

Económico. Uno de sus pocos contactos personales con Neurath se

dio poco después de la defensa su tesis doctoral. Popper reconoce que

gracias a Neurath fue invitado a participar en algunos de los congresos

organizados por el Círculo de Viena206

.

La siguiente pregunta se introduce recordando que cuando

Popper contactó con Feigl, Kraft y con otros miembros del Círculo,

estaba trabajando en Los dos problemas fundamentales de la

epistemología: ¿nos podría describir cómo fueron los primeros

contactos con miembros del Círculo de Viena en la fase de 1928 a

1930? Popper recuerda que desde su primera conversación con Feigl

—que fue su primer contacto personal con un miembro del Círculo de

Viena como tal— expuso su crítica a la postura de Carnap y que Feigl

se mostró impresionado:

Mi primer contacto con el Círculo de Viena se dio a través de Feigl: la

esposa de Feigl era amiga de unos primos míos, y Walter (Schiff) la

apreciaba mucho e invitó a Feigl a su casa y me preguntó si yo quería

ir. Mi tío (Walter Schiff) sabía que yo había criticado a Carnap y yo le

pregunté si podía mencionar esto en algún momento. [Feigl] estaba

absolutamente pasmado (...) pasamos toda la noche juntos, primero

dimos un paseo por Viena y luego fuimos a su casa. Pasamos toda la

noche discutiendo (...) -¿y él aceptó la crítica?- si, él la aceptó207

.

Cuando los entrevistadores centran el diálogo en el Círculo de

Gomperz salen a relucir Kraft y Zilsel, hacia quienes Popper tiene

palabras muy elogiosas208

. Popper mantuvo una relación estrecha con

206

H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 480 y 489. 207

H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 476-477. 208

Cf. H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 478. Es preciso

recordar que Feigl consideraba a Zilsel y a Popper como dos críticos especialmente

brillantes de la periferia del Círculo de Viena. Stadler incluye a Zilsel entre los

miembros del Círculo desde 1924, pero aclara que siempre mantuvo una distancia

crítica respecto a las posturas del Círculo.

146 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Kraft por considerarlo una persona abierta y sin prejuicios aunque no

fuese el más brillante. Aquí también falla un poco la memoria de

Popper al decir que Kraft lo incluye en su libro como uno de los

miembros del Círculo en su libro, quizás se refiere a que Kraft

considera que Popper fue uno de los continuadores del movimiento en

Inglaterra:

Traté a Víctor Kraft más que a ningún otro miembro. Con frecuencia

íbamos a caminar al parque en la Volksgarten y lo encontraba en la

biblioteca de la universidad. Le gustaba ir a caminar conmigo,

entonces fuimos muchas veces ahí y es probablemente la razón por la

que me incluye como miembro del Círculo de Viena en su libro.

Probablemente hablé de los problemas del Círculo de Viena con él

más que con cualquier otro miembro (...) era con mucho el más afín a

mis puntos de vista y, ¿cómo lo diré?, era también con el que más

fácilmente se podía hablar. No tenía prejuicios. No era tan penetrante

como Neurath (...) pero estaba interesado en el asunto en y por sí

mismo sin una mentalidad sesgada209

.

Popper recuerda que expuso personalmente su crítica a Carnap y

que este nunca la aceptó del todo: ―hablé a Carnap de esto y no tuvo

nada que objetar al respecto, sin embargo esto no lo detuvo en el

desarrollo de su teoría y la tradujo al inglés sin mencionar una palabra

acerca de mi crítica‖210

. Stadler acusa la falta de memoria de Popper

en este aspecto y le recuerda que Carnap sí rectificó su posición.

Popper se limita a exclamar: ―Carnap era una persona muy

agradable‖211

. Refiriéndose a otros miembros del Círculo de Viena,

Popper relata que su trato con Waismann fue muy bueno, ya que ―a

pesar de ser un wittgesteiniano declarado‖ tenía una mente amplia.

209

H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 482. 210

H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 477. 211

H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 477. De hecho

Popper mismo había hablado de la aceptación de sus críticas por parte de Carnap,

como consta en su ensayo crítico “The Demarcation between Science and

Metaphysics”.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 147

Recuerda que le vio después de la guerra y que le ayudó a trasladarse

a Cambridge, donde Wittgenstein le trató con indiferencia a pesar de

conocerle y saber que prácticamente estaba solo en el nuevo país212

.

Popper consideraba que Menger era una de las personas más valiosas

en la periferia del Círculo de Viena:

Karl Menger era quizá el más interesante de toda esa gente (...)

además a través de su Círculo hizo posible el desarrollo de las

matemáticas modernas y de la lógica en Viena, y Gödel no hubiera

sido posible sin Menger‖213

.

Cuando le mencionan su crítica a Reichenbach durante la

Conferencia preliminar de Praga214

Popper se apresura a decir

―verdaderamente me tenía aversión. (...) Cuando le vi por primera vez

en Praga en el congreso preliminar, Carnap me lo presentó, pero

rehusó estrecharme la mano como consecuencia de mi crítica‖215

.

Al hablar de su trato con Schlick Popper puntualiza ―tuve una

relación amistosa con casi todos los miembros (...), creo que era

menos amistosa con Schlick‖216

. Esto no quita que admirase

profundamente su libro General Theory of Knowledge y que

lamentase la mala influencia de Wittgenstein sobre Schlick reflejada

en su ensayo ―The Turning Point in Philosophy‖, y que Popper

considera un ―ensayo de mente estrecha y dogmática‖. Esto abre la

puerta a los entrevistadores para plantear una serie de preguntas más

comprometedoras acerca de la relación de Popper con el Círculo de

212

Cf. H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 486. 213

H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 496-497. 214

Cf. K. Popper, ―On the so-called ‗Logic of Induction‘ and the ‗Probability of

Hypotheses‘‖, 315-317 y H. Reichenbach, ―Über Induktion und Wahrscheinlichkeit.

Bemerkungen zu Karl Poppers Logik der Forschung‖ (―On Induction and

Probability. Remarks on Karl Popper‘s The Logic of Scientific Discovery),

Erkenntnis, 5, 1935, 267-304. 215

H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 493. 216

H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 482.

148 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Viena. A la primera pregunta ¿por qué no fue usted invitado al Círculo

de Schlick? Popper responde yéndose por las ramas:

El Círculo de Viena consistía en un seminario al que Schlick invitaba

personalmente (...) No sé qué sucedió. Todo lo que sé es lo que he

dicho. Schlick invitaba a la gente personalmente a acudir a su

seminario. Conocí, ¿cómo lo diré?, a miembros importantes y no

importantes (...) [Schlick] me conocía poco. Pero creo que no estaba

escandalizado porque le hubiese criticado, pero me parece que estaba

muy identificado con Wittgenstein y esta era la razón217

.

A continuación los entrevistadores preguntan ¿por qué su libro

se publicó en la serie de libros sobre la concepción científica del

mundo editada por Schlick y Frank?, y Popper responde diciendo que

―fue Frank. Frank que era una persona muy agradable, era un

machiano, como usted sabe, pero muy abierto de mente. Y él

definitivamente quería publicarlo ahí‖218

. Los entrevistadores remiten

a una opinión divergente de Schlick en la que explica que fue él

mismo quien, con la opinión aprobatoria de Feigl y Carnap aceptó el

libro para su publicación, a pesar de algunas posturas críticas del

positivismo.

Las siguientes preguntas se refieren al trato de Popper con

Neurath: ¿llegó a hablar con Neurath sobre la etiqueta que le había

puesto de ―oposición oficial del Círculo‖? ¿respondió usted a la reseña

crítca de Neurath titulada ―Pseudo-Rationalism of Falsification‖?

Hablé con él de esto pero nunca tuvimos demasiado tiempo, nunca nos

sentamos a hablar al respecto. Yo no estaba descontento con la crítica,

no estaba insatisfecho porque tenía cierto sentido. Aunque también

consideré que podía llegar a modificar su opinión (...) Habíamos

217

H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 482 y 484-485. 218

H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 482.

EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 149

hablado de esto antes (...) pero nunca pensé que lo hubiese tomado tan

en serio como para llegar a publicar esta opinión219

.

Los entrevistadores introducen la siguiente cuestión hablando

del contacto que Popper mantuvo con el Círculo de Viena y sus

actividades y su participación en distintos congresos primero en Praga,

después en París y finalmente en Copenhague. Tomando en cuenta el

nivel de los participantes involucrados y el modo en que estaban

organizados: ¿no eran algo parecido a una especie reuniones

familiares de los positivistas lógicos? A lo que Popper responde ―sí,

sí, más o menos‖ y añade: ―me gustaban esas gentes‖220

. Por tanto

—insisten los entrevistadores— al aceptar esas invitaciones ¿era

usted, por decirlo de alguna manera, uno de ellos, un miembro de la

familia extensa adoptiva de los positivistas lógicos?

¿Cómo lo explicaré? Definitivamente hubiera asistido al seminario de

Schlick si me hubiese invitado ¿por qué no? Uno no quiere perderse

nada (...) no estaba ahí como espía (...) hubiera sido ridículo, pero el

hecho es que simplemente no estuve ahí, pero me hubiera gustado

ir221

.

Una vez analizados los testimonios de los miembros del Círculo

de Viena que más trataron a Popper y los principales textos en los que

Popper habla de su relación con el Círculo de Viena, desde el punto de

vista de los hechos y de su interpretación de los hechos, cabe presentar

algunas valoraciones recientes acerca de esta relación.

219

H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 487. 220

H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 489. 221

H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 489.

Capítulo III

Hacia una cabal integración de la relación entre Popper y el Círculo de Viena

En este capítulo se abordarán brevemente las interpretaciones

propuestas por algunos autores contemporáneos a la luz de lo que

Popper definió como el centro de su controversia con el positivismo

lógico del Círculo de Viena. Se analizarán las valoraciones de

Stadler, autor del libro más actualizado y mejor documentado sobre el

Círculo de Viena, y la interpretación de Hacohen, autor del primer

estudio biográfico intelectual que se ha hecho sobre Popper y que

aporta numerosos datos hasta ahora desconocidos sobre las relaciones

entre Popper y el Círculo de Viena1.

3.1 El centro de la controversia con el Círculo según Popper

Popper consideró siempre que había dos aspectos fundamentales

de su crítica al Círculo de Viena. En primer lugar lo que más le

separaba del positivismo lógico eran la diferentes ópticas con las que

abordaron el conocimiento de la realidad: Popper sostuvo un realismo

metafísico en contraposición al fenomenalismo de los miembros del

Círculo de Viena. En segundo lugar Popper situaba el centro de la

controversia en las diferentes soluciones al problema del carácter

científico de las teorías: el criterio de demarcación que Popper

propuso como alternativa al criterio verificacionista de significado de

1 Cf. M. Artigas, ―Popper‘s Biography and Something More‖, Philosophy of the

Social Sciences, 32, 2002.

152 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

los positivistas lógicos. Esto implicó también distintas posturas acerca

del papel de la filosofía y diferentes actitudes con relación a la

metafísica.

3.1.1 La realidad y el realismo

Popper considera reales no sólo los cuerpos sino también los

distintos niveles de conciencia y las ideas objetivas o productos del

pensamiento y sostiene que estas realidades son principios de

cualquier filosofía sensata2. Popper advierte que su aceptación de la

existencia de un mundo físico no significa que sea materialista en el

sentido de que la materia sea la realidad última o el único tipo de

realidad:

Podría considerarme un materialista en cuanto que creo en la realidad

de la materia, pero enfáticamente no soy un materialista en el sentido

en el que el ‗materialismo‘ es la postura que sostiene que la materia

(extensa) es algo último e irreductible, o que sólo la materia es real3.

En el Círculo de Viena no se negaba propiamente la existencia

de una realidad extramental, independiente de la conciencia y de

hecho se rechazó la formulación utilizada por algunos positivistas

según la cual los cuerpos sólo son complejos de sensaciones, pero los

miembros del Círculo sostenían que la realidad es sólo empírica,

física. La pregunta por el absoluto o por cualquier otro tipo de

realidades era una pregunta metafísica y, por tanto, carente de sentido,

de manera que todas las tesis históricas sobre la realidad pretenden en

vano contestar una pregunta que cae fuera del campo de lo empírico:

2 Cf. K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 974.

3 K. Popper, Objective Knowledge, 323.

INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 153

el idealismo metafísico y el realismo metafísico, el fenomenalismo, el

solipsismo, y también el antiguo positivismo con su limitación a la

inmanencia de la conciencia, caen fuera del campo del conocimiento

empírico, pues quieren contestar una pregunta imposible4.

Popper subrayó que esta reducción no sólo es falsa sino también

absurda porque ―quita sentido a nuestras vidas al reducir a lo

irrelevante toda la actividad humana incluidas la ciencia y sus propias

discusiones escolásticas sobre la epistemología5. Popper se consideró

un realista metafísico porque además de aceptar la realidad del mundo

físico y a pesar de su oposición al esencialismo, aceptaba también la

realidad de las entidades teóricas:

Soy un realista en dos sentidos de la palabra. En primer lugar, creo en

la realidad del mundo físico. En segundo lugar, creo que el mundo de

las entidades teóricas es real (...) mantengo mi oposición al

esencialismo —a la realidad de los conceptos— pero afirmo la

realidad de los problemas, las teorías, los errores, etc.6.

Popper fue desarrollando su realismo metafísico a lo largo del

tiempo: al principio identificó lo científico con lo argumentable y

posteriormente elaboró una teoría en la que las proposiciones

metafísicas, aunque eran de suyo irrefutables, podían ser

argumentadas racionalmente7. Estaba persuadido de que el realismo es

4 V. Kraft, El Círculo de Viena, 198-199.

5 K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 966-967.

6 Cf. K. Popper, Objective Knowledge, 323 en que Popper remite a sus artículos

―Epistemology Without a Knowing Subject‖, ―On the Theory of the Objective

Mind‖ y ―A Realist View of Logic, Physics, and History‖ recogidos en los capítulos

3, 4 y 8 respectivamente de este libro.

7 Cf. K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, 252 e ―Indeterminism in

Quantum Physics and in Classical Physics‖, The British Journal for the Philosophy

of Science, I, 2, 1950-1951, 117-133; ―On the Status of Science and of Metaphysics‖

154 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

una doctrina metafísica de máxima relevancia, no sólo para la

epistemología sino también para la metodología y la ética e incluso

para toda visión sana de la vida humana8.

Las posiciones respecto al conocimiento de la realidad no eran

uniformes dentro del Círculo de Viena. Inicialmente dominó una

postura idealista o ―fenomenalista‖, como las que expusieron Russell9

y Carnap10

en la que se sostenía que los cuerpos físicos son sólo

construcciones lógicas de los datos de los sentidos y por tanto sólo son

reales los fenómenos experimentados. En esta línea Frank afirmó que

―las cosas que están constituidas mediante percepciones no

corresponden a ninguna realidad existente externa a esas

percepciones‖11

. Por otra parte Schlick explícitamente y sin

ambigüedades rechazó un idealismo epistemológico y abogó por un

realismo empírico, ya que estaba convencido que el positivismo

lógico y el realismo no eran antagónicos12

.

Kraft consideró ambiguo el realismo de Popper porque aunque

rechazaba el idealismo y abogaba por el realismo, la supuesta falta de

verificabilidad de las hipótesis hace que nunca podamos saber cuando

(1958) en Conjectures and Refutations, 184-200 y ―A Realist View of Logic,

Physics, and History (1966) en Objective Knowledge‖, 285-318.

8 Cf. K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 966.

9 Cf. B. Russell, Our Knowledge of the External World as a Field for Scientific

Method in Philosophy, Routledge, London, 1995 en el que Russell intenta mostrar

por medio de ejemplos la naturaleza, capacidad y limitaciones del método lógico-

analítico en filosofía.

10 Cf. R. Carnap, La construcción lógica del mundo, en donde Carnap trata del

problema de la teoría del conocimiento entendido como el problema de la reducción

de unos conocimientos a otros con objeto de simplificar algunos problemas y

desenmascarar los pseudoproblemas.

11 Ph. Frank, ―Diskution über Kausalität und Quantennmechanik‖, Erkenntnis, 2,

1932, 186.

12 M. Schlick, ―Positivismus und Realismus‖, Erkenntnis, 3, 1932 y reproducido en

H. L. Mulder y B. van de Velde-Schlick (eds.), Moritz Schlick Philosophical Papers

(1925-1936), Reidel, Dordrecht, 1979, 259-284.

INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 155

hemos alcanzado el mundo real13

. Feigl reconoce que debe a Popper

su vuelta al realismo pero crítica el antiinductivismo radical de Popper

y su oposición —enfatizada con el tiempo— a cualquier tipo de

justificación14

. Carnap consideró que las tesis del realismo y del

idealismo no tienen contenido y que la pregunta por la realidad carecía

de sentido y por tanto la ciencia era ajena a cualquier posición al

respecto15

. Popper se queja de que Kraft no deja suficientemente claro

en su ensayo crítico sobre la relación de Popper con el Círculo de

Viena que el realismo fue lo que más le separó del positivismo

lógico16

. Le parece que la distinción entre su postura y el

fenomenalismo es fundamental porque pone en juego la admisión o

rechazo del realismo de sentido común17

.

Por lo que respecta a la verdad, Popper también fue

desarrollando su teoría o concepto de la verdad a través del tiempo. En

Logik der Forschung se refleja que Popper era un realista con una

―conciencia incómoda‖ de la verdad como él mismo reconoció18

. Por

una parte se limitó a describir lo ‗falso‘ como lo ‗no-verdadero‘ y lo

‗verdadero‘ como lo ‗no-falso‘ e incluso habló también de la

posibilidad de evitar el uso de los conceptos ‗verdadero‘ y ‗falso‘ en el

sentido de que su uso era inocuo y no susceptible de objeciones. Por

otra parte dejó asentado desde entonces el carácter conjetural del

conocimiento científico en el que no puede haber certeza ni

justificación, y definió la tarea del hombre de ciencia como la

permanente búsqueda crítica de la verdad:

13

Cf. V. Kraft, ―Popper and the Vienna Circle‖, 198.

14 H. Feigl, ―The Power of Positivistic Thinking‖, 50-51.

15 Cf. R. Carnap, Pseudoproblemas en la filosofía, 32-33.

16 Cf. V. Kraft, ―Popper and The Vienna Circle‖, 198.

17 Cf. K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 974.

18 Cf. K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 1001-1002.

156 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

La ciencia no es un sistema de proposiciones ciertas o bien

establecidas, tampoco es un sistema que avanza firmemente hacia un

estado de finalidad. Nuestra ciencia no es conocimiento (epistèmè):

nunca puede decir que ha alcanzado la verdad ni tampoco un sustituto

de ésta como puede ser la probabilidad (...) aunque nunca puede

alcanzar ni la verdad ni la probabilidad, la lucha por el conocimiento y

la búsqueda de la verdad siguen siendo los motivos más fuertes para el

descubrimiento científico (...) lo que hace al hombre de ciencia no es

su posesión del conocimiento, de la verdad irrefutable, sino su

persistente e incansable búsqueda crítica de la verdad19

.

El encuentro de Popper con Tarski fue decisivo para rehabilitar

la idea de sentido común acerca de la verdad y entender con mayor

claridad el papel de la verdad en la ciencia, en la filosofía de la ciencia

y en el conocimiento en general20

. Los positivistas lógicos, por su

parte, estaban más interesados en lo que podía ser justificado como

verdadero —conclusiva o no conclusivamente— que en lo verdadero

en sí mismo, en virtud de su exigencia de conocimiento y no de simple

opinión. De esta manera identificaban la verdad con lo conocido

refiriéndose a la verdad lógica de los enunciados:

La condición de verdad de los enunciados que tienen la forma más

sencilla puede formularse directamente: son verdaderos cuando al

objeto designado mediante el nombre le corresponde efectivamente la

propiedad o relación designada mediante el predicado21

.

Kraft critica la ambivalencia de Popper al hablar de verdad, ya

que por una parte habla de la verdad con gran seguridad psicológica

pero, al negar toda posibilidad de alcanzar la certeza, la justificación e

incluso la probabilidad, no deja lugar a una explicación convincente

19

K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, 278.

20 Cf. D. Miller, ―Sir Karl Raimund Popper‖, 375-376.

21 V. Kraft, El Círculo de Viena, 132.

INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 157

de cómo nos relacionamos con lo verdadero. Otros autores reconocen

las dificultades para mantener el equilibrio entre la postura falibilista

de Popper y el realismo de sentido común pero están convencidos de

que Popper fue un filósofo ‗con los pies en el suelo‘, que postuló un

realismo anti-idealista, objetivista y anti-instrumentalista22

.

3.1.2 La metafísica y el papel de la filosofía

Popper atribuye un papel a la metafísica en el desarrollo

científico en dos sentidos: como condición para entender el objetivo

de la ciencia que es encontrar explicaciones satisfactorias: ―la tarea de

la ciencia es la de encontrar explicaciones satisfactorias y no podrá ser

entendida si no somos realistas‖23

y como elemento importante en el

desarrollo de las teorías científicas en el sentido de que el realismo

metafísico, aunque no nos da ningún tipo de seguridad, puede darnos

un impulso intuitivo y una esperanza:

He sido siempre un realista metafísico. Por tanto sostengo la idea de

que, a pesar de que algunos metafísicos hayan hablado sin sentido

también lo han hecho algunos antimetafísicos, puede mostrarse el

significado de algunas ideas metafísicas (como el realismo y el

atomismo) por su influencia histórica en el desarrollo de las teorías

científicas24

.

22

Cf. J. Navarro, En contacto con la realidad. El realismo crítico en la filosofía de

Karl Popper, Cuadernos de Anuario Filosófico. Serie universitaria, 117, Pamplona,

2002, 95.

23 K. Popper, Objective Knowledge, 203.

24 K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 963. Vid. Objective Knowledge, 203-204.

158 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

El Círculo de Viena rechazó por principio cualquier tipo de

metafísica al considerar que sus proposiciones no eran verificables y

por tanto carecían sentido cognitivo:

una pretensión de conocimiento no accesible a la ciencia empírica (...)

No puede indicarse ningún procedimiento de verificación de sus

proposiciones porque no son reductibles a lo experimentable. Por

tanto carecen de significado expresable. Son meras reuniones de

palabras que aparentan ser proposiciones significativas pero son meras

pseudoproposiciones25

.

Popper se opuso a esta visión de la metafísica como

pseudodiscurso carente de sentido cognitivo y reducida a simple cauce

para manifestar emociones y deseos. De aquí parte su rechazo de

cualquier intento de basar la demarcación en un criterio de

significado26

. Popper consideró que quienes reducen la filosofía al

análisis del lenguaje, dejan el avance del conocimiento en manos de

los científicos y despojan a la filosofía de la capacidad de contribuir a

nuestro conocimiento del mundo27

. Por su parte se resistió a dar una

definición de filosofía y prefirió limitarse a afirmar que la filosofía

plantea genuinos problemas acerca de las cosas y que su interés está

en las contribuciones que ha hecho a la ciencia:

creo que existe al menos un problema filosófico en el cual todo

hombre pensante está interesado. Es el problema de la cosmología: el

problema de entender el mundo, incluidos nosotros mismos y nuestro

conocimiento como parte del mundo. Pienso que toda la ciencia es

25

V. Kraft, El Círculo de Viena, 45-46.

26 Cf. K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 963 en donde Popper remite a su Carta al

Editor de Erkenntnis y a su intervención en la conferencia preliminar de Praga

recogidas en K. Popper, ―Two Notes on Induction and Demarcation, 1933-1934‖ en

The Logic of Scientific Discovery, 311-317.

27 Cf. K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, 19.

INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 159

cosmología y para mí el interés de la filosofía (...) está exclusivamente

en las contribuciones que ha hecho a la ciencia28

.

El Círculo definió la filosofía primero como lógica de la ciencia

y por tanto como sintaxis del lenguaje científico. Esta primera

definición sufrió una evolución al darse cuenta que esta

caracterización de la filosofía resultaba demasiado estricta Carnap

atribuyó a la filosofía un alcance más general definiéndola como el

análisis ―semiótico‖ –que abarca el análisis del lenguaje en su uso

(pragmática), en el significado de sus signos (semántica) y en sus

signos sin tomar en cuenta su significado (sintaxis)- del lenguaje de la

ciencia y de la parte teórica del lenguaje usual29

. gPor su parte

Schlick, al igual que Wittgenstein, había vinculado la filosofía al

significado de las proposiciones científicas: la filosofía tiene que

poner en claro el significado de palabras y enunciados, mostrando y

eliminando los que carecen de significado. De acuerdo con esto, la

filosofía no es un sistema de verdades y, por tanto, no constituye una

ciencia peculiar, sino es ―aquella actividad mediante la cual se fija o

se descubre el significado de los enunciados. La filosofía explica las

proposiciones, las ciencias las verifican‖30

.

28

K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, 15.

29 R. Carnap, Introduction to Semantics (Publicada por primera vez en 1942 como

Introduction to Semantics and Formalization of Logic), Harvard University Press,

Cambridge (Massachusetts), 1961, 245.

30 M. Schlick, ―The Turning Point in Philosophy‖ (Título original ―Die Wende Der

Philosophie‖, Erkenntnis, 1, 1930/31) en A. J. Ayer (ed.), Logical Positivism, 56.

160 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

3.1.3 El problema de la demarcación

En opinión de Feigl a Schlick, que no le convencían las

soluciones dadas al problema de la inducción, le hubieran interesado

los desarrollos de Popper en esta materia:

Schlick no confiaba en una solución global al problema de la

inducción. Fue por esto que abordó este tema más brevemente y con

más cuidado en la segunda edición de General Theroy of Knowledge

que en la primera. Seguramente hubiera seguido con gran interés el

trabajo posterior sobre este problema llevado a cabo por Hans

eichenbach, Carnap, Popper y otros, y hubiera estado entre los

primeros en estar de acuerdo que no se había conseguido todavía31

.

Feigl es de la opinión de que el análisis general acerca de la

naturaleza del conocimiento científico desarrollada por Schlick

preparó el camino para algunas reconstrucciones lógicas más

detalladas de las nociones científicas centrales como el método

hipotético-inferencia y la teoría de la probabilidad, entre las que

menciona las de Reichenbach, Popper, Hempel, Stgmüller y otros32

.

El criterio empirista de significado propuesto en el Círculo de

Viena, siguiendo a Wittgenstein, era formulado de la siguiente

manera:

Una proposición hace una afirmación cognitivamente significativa, y

por tanto susceptible de ser considerada verdadera o falsa sólo si es o

31

H. Feigl y A. Blumberg, ―Introducción‖ en M. Schlick, General Theory of

Knowledge (Título original Allgemeine Erkenntnislehre, Springer, Berlin, 1925),

Open Court, La Salle (Illinois), 1985, xx.

32 H. Feigl y A. Blumberg, ―Introducción‖, xx.

INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 161

bien analítica o autocontradictoria o bien capaz, al menos en principio,

de test de experiencia33

.

De acuerdo a este criterio cognitivo muchas formulaciones de la

metafísica tradicional y muchas partes de la epistemología están

desprovistas de significado cognitivo, sin importar cuán ricas pudieran

ser algunas de ellas en contenido no-cognitivo por su atractivo

sensible o por la posible inspiración moral que sugieran. Kraft señaló

que el radicalismo inicial del Círculo de Viena respecto a las

exigencias de verificabilidad de las proposiciones fue superado

progresivamente, como es el caso de Carnap, que aceptó que la

definición del significado mediante la verificabilidad es demasiado

estrecha, e hizo una revisión a fondo de este concepto formulándolo

de nuevo en su trabajo Testability and Meaning, en el que superó la

consideración puramente sintáctica y se abrió a las dimensiones

pragmática y semántica del lenguaje34

.

Popper criticó siempre como una forma de dogmatismo —y un

pseudoproblema— el intento de buscar un criterio de significado:

Critiqué en general, como una forma de dogmatismo la empresa de

intentar establecer tal criterio de significado (...) subrayé que toda esta

empresa era un intento de resolver un pseudoproblema (un intento de

matar más que de reconocer a la metafísica) (...) mostré que los

positivistas estaban convencidos a priori que el discurso metafísico

carecía de sentido, y por tanto asumían acríticamente que el problema

de la demarcación entre la ciencia y la metafísica tenía que ser

resuelto a través de la formulación de un criterio de significado35

.

33

C. G. Hempel, ―Problems and Changes in the Empiricist Criterion of Meaning‖,

108.

34 Cf. V. Kraft, El Círculo de Viena, 13, 131-134.

35 K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 963-964.

162 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

En particular Popper calificó de inadecuado el criterio de

verificabilidad:

critiqué en particular como ‗demasiado estrecho y demasiado amplio‘

la propuesta de la verificabilidad como criterio de significado, ya que

excluía sin querer las teorías de la ciencia e incluía como significativa,

también sin querer, algunas proposiciones existenciales típicas de la

metafísica36

.

Popper consideró que además la búsqueda de un criterio de

significado distraía la atención de un problema serio y real como era el

de la demarcación:

este pseudoproblema había usurpado el sitio lógico que pertenecía a

un problema serio y real (...) me refiero al problema de demarcar entre

las proposiciones empíricas o proposiciones de las ciencias empíricas

por una parte, y las proposiciones no-empíricas por otra parte37

La solución que Popper propuso al problema de la demarcación

mediante el criterio de testabilidad o falsabilidad puede resumirse

diciendo que una teoría debe ser falsable en principio si ha de

pertenecer a las ciencias empíricas, si tiene algo que decir acerca del

mundo que experimentamos. Pero por supuesto, señala Popper, que es

necesario que, a pesar de los muchos intentos de falsificación, pueda

ser no falsada en la práctica. Si una teoría ha de ser informativa, debe

correr riesgos y si es correcta debe sobrevivir. La solución de Popper

al problema de la demarcación quedó firmemente asentada en la

primera parte de su Logik der Forschung y fue desarrollada en los

36

K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 963.

37 K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 963.

INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 163

capítulos siguientes y aplicada a distintos problemas a lo largo de toda

su vida38

.

Popper reconoce la importancia de que Kraft haya dejado escrito

que en el Círculo de Viena se abandonó el criterio de significado del

conocimiento científico y se adoptó el criterio de testabilidad de

Popper implicando claramente que no se trataba de un criterio de

significado39

, sin embargo esto no le dejó del todo satisfecho porque

sabía que algunos miembros líderes del Círculo continuaban

manteniendo el criterio de significado y éste fue precisamente el

centro de la disputa:

no dudo que esta afirmación histórica de Kraft sea verdaderamente

suya y quizás de algunos otros miembros del Círculo, pero el que no

ha sido aceptada por algunos de sus miembros líderes, especialmente

por Carnap y Hempel, ha sido probado en la sección anterior: ellos no

abandonaron el criterio de significado40

.

Hempel analizó los problemas y cambios en el criterio empirista

de significado y llegó a la conclusión de que el criterio permanece

abierto a ulteriores revisiones si se descubre una manera más adecuada

de satisfacer sus exigencias pero no habla de abandonar el criterio41.

Carnap considera que tanto la solución de Popper como la del Círculo

no presentan diferencias fundamentales y llega a la conclusión de que

no están demarcando lo mismo y por tanto no existe una genuina

controversia como equivocadamente habían supuesto por mucho

tiempo:

38

Cf. K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, 34-39.

39 Cf. V. Kraft, ―Popper and the Vienna Circle‖, 201.

40 Cf. K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 975.

41 Cf. C.G.Hempel, ―Problems and Changes in the Empiricist Criterion of Meaning‖,

125-126.

164 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

El problema de demarcación de Popper consiste en la tarea de

explicitar la frontera entre la ciencia y la pseudociencia (astrología,

creencias mágicas, mitos, etc.). Por otra parte, nuestro objetivo es

explicar la frontera entre el mundo de lo empírico, que comprende

tanto a la ciencia como a la pseudociencia, y el mundo de las

pseudoproposiciones carentes de sentido. Obviamente estos problemas

se refieren a dos cuestiones completamente diferentes, que han de ser

investigadas de manera independiente42

.

Carnap sostiene además que en la práctica no hay absolutamente

ninguna diferencia en las cuestiones que ambos consideran con

significado y las que consideran carentes de significado. En definitiva,

Popper consideró que su criterio de demarcación era fecundo y que el

criterio de significado llevaba a consecuencias paradójicas y a una

demarcación equivocada. Por su parte Carnap consideró que la

falsabilidad era un requisito demasiado estrecho que podía ser

reemplazado por la refutabilidad en un sentido más flexible. Popper se

mantuvo en la convicción de que la diferencia entre los dos criterios

era esencial y Carnap consideró siempre que las diferencias eran de

matiz. Esto constituye el punto de referencia para analizar algunas

valoraciones actuales de esta controversia.

3.2 Algunas valoraciones recientes sobre la relación entre

Popper y el Círculo de Viena

3.2.1 Entre la demarcación y el aire de familia: Stadler

El criterio falsificacionista de demarcación de Popper como la

única alternativa (no-simétrica) posible al criterio verificacionista del

significado ha de verse como una expresión metodológica reforzada

42

R. Carnap, ―K.R. Popper on the Demarcation between Science and Metaphysics‖,

878.

INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 165

de su posición ―antilingüística‖. Esta posición, sin embargo, junto con

su antiinductivismo no fue vista como una crítica decisiva al

empirismo lógico por los miembros del Círculo de Viena43

. Al mismo

tiempo la influencia de Popper sobre Carnap es evidente: sus cuatro

grandes libros puedes ser interpretados como cuatro intentos sucesivos

de definir el concepto empirista de verificación, intentos obligados por

las críticas de Popper44

.

En su estudio sobre los orígenes y desarrollo del empirismo

lógico Friedrich Stadler integra la filosofía con la historia de la ciencia

y toma en cuenta los factores cognitivos y sociales. De esta manera

consigue que el Círculo de Viena aparezca más rico y diferenciado de

lo que aparecía en su propio manifiesto o, con algunas excepciones, en

la literatura especializada relevante. Por esta razón el pluralismo

filosófico del Círculo de Viena es la óptica desde la que Stadler valora

la relación con Popper:

No existía un Círculo de Viena cerrado que corporativamente

representase una escuela filosófica. El pluralismo de las posiciones

individuales era evidente (...) la base mínima compartida por este foro

abierto era la actitud crítica, científica, hacia las diversas formas de

sistemas filosóficos metafísicos y estructuras políticamente

autoritarias, una postura sostenida también por Popper en su tiempo.

Una diferencia entre ellos, en particular con la llamada ala ―izquierda‖

provenía del rechazo de Popper de la idea totalizante implicada en la

concepción científica del mundo con una orientación fisicalista y su

exigencia de reforma social45

.

43

Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 448-449.

44 Cf. J. F. Malherbe, ―Interpétations en conflit à propos du ―Traité‖ de

Wittgenstein‖, 187.

45 F. Stadler, The Vienna Circle, 470.

166 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Unido al pluralismo filosófico del Círculo de Viena, Stadler

concede particular importancia a la progresiva evolución de las

posiciones radicales iniciales del positivismo lógico:

En el período entre 1927 y 1932 Menger, Hahn, Feigl y Carnap

modificaron gradualmente el criterio de significado y se alejaron de

una actitud antimetafísica. Este pluralismo también se reflejó en la

discusión sobre las teorías de la correspondencia y la coherencia, (...)

se volvieron menos radicales las posturas acerca de la oposición entre

las proposiciones analíticas y sintéticas, también las valoraciones

acerca del carácter científico de la ética (...) las discusiones sobre

―positivismo y realismo‖ y finalmente también la visión del mundo y

política46

.

Stadler sitúa a Popper en la tradición del empirismo lógico sin

solución de continuidad y le considera un innovador y un crítico en la

tradición de Russell, Wittgenstein, Einstein, Tarski y Quine. Stadler

afirma que el contacto del Círculo de Viena con Popper constituye una

referencia fundamental de la fase pública del Círculo —inaugurada en

1929 con la publicación del manifiesto programático—, de manera

semejante a como lo había sido Wittgenstein antes y lo sería Tarski

después y señala que por esta razón cualquier análisis histórico serio

acerca del empirismo lógico ha de dar importancia a este intercambio

de ideas47. Stadler reconoce que hubo distorsiones de forma en la

transmisión de la filosofía de Popper —con la consiguiente pérdida de

claridad, rigor y calidad— debido a que fue más conocida sobre todo a

través de los escritos de los miembros del Círculo de Viena48

. Para

analizar esta situación Stadler utiliza como falsilla la síntesis que

Popper hizo de la ―leyenda positivista‖49

.

46

F. Stadler, The Vienna Circle, 468.

47 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 474.

48 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 450-451.

49 Cf. K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 964.

INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 167

En primer lugar Popper se consideró un realista metafísico, no

un positivista, y nunca fue miembro del Círculo de Viena; la leyenda

por el contrario dice que Popper fue un positivista e incluso un

miembro del Círculo de Viena. Stadler explica que, con excepción de

Neurath y Reichenbach, los miembros del Círculo de Viena no se

consideraron involucrados en una discusión entre rivales y

reaccionaron de formas diversas a las propuestas y a las críticas de

Popper:

Las soluciones propuestas por Popper en Die beiden Grundprobleme,

como la delimitación entre la metafísica y la ciencia y el rechazo de

tratar de alcanzar un conocimiento ―seguro‖ a través de la inducción

fueron criticados por algunos de sus miembros (Neurath,

Reichenbach), defendidas por otros (Kraft y Feigl) y vistas como una

muestra exagerada de autodiferenciación por otros (Carnap,

Schlick)50

.

Es necesario prestar especial atención al debate entre

Reichenbach, Neurath y Popper que polarizó la comunicación

científica durante varias décadas. Popper rechazó la teoría de la

inducción de Reichenbach y su concepto de probabilidad. Y es de

entender que dentro del cisma que se produjo acerca del problema de

la inducción Reichenbach, el editor de Erkenntnis, dedicara un

artículo completo a la Logik de Popper, especialmente a su tratamiento

de los problemas de la inducción y la probabilidad, calificando de

insostenibles sus argumentos y criticando a Carnap por su reseña

favorable en el mismo volumen. El asunto estaba lejos de haberse

solucionado como pronto quedaría de manifiesto en los siguientes

congresos para la unidad de la ciencia51

.

Stadler objeta que a pesar de que Popper desarrolló una

filosofía realista esto no le da derecho para adjudicarse el realismo en

50

F. Stadler, The Vienna Circle, 460. La cursiva es mía.

51 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 362-363.

168 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

exclusiva ya que algunos miembros del Círculo de Viena sostuvieron

también un tipo de realismo:

La posición de un ―realismo metafísico‖ que Popper se atribuye en

exclusiva estuvo también representada por Víctor Kraft, Karl Menger,

Kurt Gödel, Herbert Feigl y Moritz Schlick ante de que apareciese The

Logic of Scientific Dicovery52

.

Stadler no deja de matizar que se trataba de posturas realistas de

distinto cuño. En Kraft y Feigl se puede encontrar un realismo abierto

al método hipotético-deductivo con tendencia constructivista, mientras

que el principio del realismo metafísico formulado en la teoría de los

tres mundos de Popper tiene como antecedentes a Frege y a Bolzano.

Los miembros del Círculo de Viena sostuvieron un empirismo

fisicalista basado en el razonamiento inductivo y en la verificación.

Algunos se inclinaban por un empirismo probabilista mientras otros,

entre los que se encontraba Carnap, se inclinaron por buscar la

confirmación y la corroboración graduales. Popper era un empirista,

afirma Stadler, pero su empirismo se diluyó a través de una solución

convencionalista de los fundamentos de la ciencia empírica y a través

de una metodología falsacionista para refutar hipótesis. Stadler

reconoce que en este sentido el empirismo y el racionalismo tomaron

diferentes direcciones.

Respecto a la pertenencia o no de Popper al Círculo de Viena

Stadler considera que las fuentes biográficas y autobiográficas

disponibles confirman su hipótesis de que la relación de Popper con el

Círculo de Viena fue ambivalente y contradictoria53

. Stadler califica

52

F. Stadler, The Vienna Circle, 467.

53 Stadler se refiere a R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, V. Kraft, The Vienna

Circle y H. Feigl, Inquiries and Provocations y por parte de K. Popper, Objective

Knowledge, Autobiography y Sociedad abierta, universo abierto. Conversación con

Franz Kreuze, Tecnos, Madrid, 1988, entre otros textos.

INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 169

de fastidiosas las distintas versiones de Popper acerca de si perteneció

o no al Círculo54

. Stadler detecta ambivalencia cuando Popper afirmó

por una parte que el combate al positivismo lógico no era una

prioridad para él y por otra sostuvo que su Logik der Forschung estaba

concebida en parte para retar a sus amigos y oponentes positivistas55

.

Popper se autoproclamó ―asesino‖ del Círculo de Viena y al mismo

tiempo muestra un gran respeto por su víctima56

. Stadler califica esto

de ‗insulto narcisista‘ y de estrategia para subrayar su distancia

respecto al Círculo57

.

El núcleo de la cuestión en opinión de Stadler fue la disputa de

Popper con Wittgenstein, aunque la información disponible sólo

permite especular acerca de las razones que llevaron a Schlick a no

querer a Popper en su Círculo:

Popper mismo habla de las razones reales del ‗cisma‘ (...) de la

correspondencia se puede concluir tentativamente que se trató e una

diferencia de personalidades y de mentalidades entre Schlick y

Popper. Por parte de Schlick las diferencias con Popper no habían sido

motivadas principalmente por cuestiones de contenido, sino que su

diferente actitud hacia Wittgenstein parece haber sido la verdadera

razón de los problemas58

.

Popper defendió la idea de que, tanto en la ciencia como en la

filosofía nos enfrentamos con genuinos problemas, mientras que

Wittgenstein aseguraba que eran simples rompecabezas lingüísticos59

.

54

Cf. K. Popper, Sociedad abierta, universo abierto, 52.

55 Cf. K. Popper, Autobiography, 88-89.

56 Cf. K. Popper, Sociedad abierta, universo abierto, 52.

57 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, nota 16, 462.

58 F. Stadler, The Vienna Circle, 462 y nota 16.

59 Una crítica detallada a Wittgenstein puede encontrarse en K. Popper, The Open

Society.

170 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

El famoso encuentro en el Moral Science Club de la Universidad de

Cambridge, la tarde del 25 de octubre de 1946, en el que por única vez

coincidieron Russell, Wittgenstein y Popper, ha sido interpretado de

muchas maneras, Popper lo incluye en su autobiografía

proclamándose vencedor del debate e invocando comentarios

posteriores de Russell acerca del incidente60

, algunos testigos han

valorado el incidente como prefiguración del choque entre las

opiniones filosóficas que desembocó en el declive del positivismo61

e

incluso ha despertado recientemente un interés periodístico62

. De esto

se hablará con más detenimiento en el siguiente capítulo.

En segundo lugar Popper consideraba que la metafísica tenía

valor heurístico en la ciencia; la leyenda por el contrario dice que

Popper abogó por un criterio de significado para excluir a la

metafísica como carente de sentido y que no tenía significado alguno

para la ciencia. Stadler sostiene que aunque Popper afirmó la

existencia de problemas filosóficos reales y mantuvo la distinción

entre filosofía y ciencia, sostuvo un nominalismo metodológico y una

postura antimetafísica que simplemente no radicalizó ni convirtió en

dogma como hicieron los positivistas lógicos. Popper optó por

transiciones graduales o demarcaciones tentativas entre las

proposiciones empíricas y las no empíricas63

. Al mismo tiempo

Stadler parece justificar, por vía de contexto histórico, la radicalidad

de la postura antimetafísica del Círculo, argumentando que no

procedía de la fría especulación sino más bien era un arma intelectual

contra el creciente irracionalismo, el idealismo y el universalismo

autoritario:

60

K. Popper, Autobiography, 122-125.

61 Cf. J. Watkins, ―Karl Raimund Popper 1902-1994‖, Proceedings of the British

Academy, 94, 1997, 660-663 y P. Munz, Our Knowledge of the Growth of

Knowledge. Popper or Wittgenstein?, Routledge, London, 1985.

62 Cf. D. Edmonds y J. Eidinow, El atizador de Wittgenstein, Península, Barcelona,

2001.

63 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 447.

INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 171

En el periodo de entreguerras la actitud antimetafísica del Círculo de

Viena sirvió principalmente como arma intelectual en contra del

creciente irracionalismo y de la especulación idealista y la ideología

del universalimo autoritario (...) En un nivel diferente los sistemas no

empíricos como la teoría escolástica de las leyes naturales (...) fueron

criticados por medio del criterio de significado (...) que era entendido

más como una herramienta científica contra la especulación (...) no

sólo representaba la respuesta a un problema puramente filosófico64

.

En tercer lugar Popper consideraba que la distinción entre el

criterio de demarcación y el criterio de significado era crucial ya que

el fundamento y la corroboración de una teoría no tiene nada qué ver

con el criterio de significado; la leyenda por el contrario dice que no

hay diferencia entre el criterio de significado (de verificación) y el de

demarcación (falsificación) y que Popper reemplazó el criterio

verificacionista de significado por el nuevo de falsabilidad. Stadler

comenta que con el criterio de significado ocurrió algo parecido a lo

que ocurrió con la metafísica que fue entendida en el Círculo más

como herramienta científica contra la especulación que como solución

plenamente satisfactoria al problema del carácter científico de las

teorías.

Además, prosigue Stadler, la crítica de Popper al criterio de

significado debe ser revisada también a la luz del pluralismo filosófico

del Círculo de Viena y de su progresiva flexibilización, en parte

gracias a la crítica de Popper. Señala que los trabajos de Schlick,

Feigl, Kraft, Menger y Neurath no se limitaron a la justificación

inductiva sino que también estuvieron, en mayor o menor medida,

abiertos a la metodología hipotético-deductiva. Finalmente concluye,

de manera quizás un tanto simplista, que es necesario tomar en cuenta

que ambas propuestas tenían defectos y fueron blanco de críticas

mutuas:

64

F. Stadler, The Vienna Circle, 468.

172 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Visto a una distancia mayor, Karl Popper estuvo más cerca del Círculo

de Viena que lo que él se cuidó de admitir, mientras que los miembros

del Círculo de Viena no mostraron un contraste tan pronunciado. Sin

duda todos compartían el ethos científico (el pensamiento lógico

racional), el compromiso por la unidad de la ciencias pero también los

defectos del verificacionismo y del falsacionismo65

.

Stadler afirma que no fue solamente Popper quien criticó con

eficacia el verificacionismo del Círculo de Viena, sino que el

falsacionismo de Popper recibió también duras críticas por parte de

algunos miembros del Círculo de Viena y cita como ejemplo a

Neurath que consideró exagerada la importancia que Popper atribuía

al problema de la demarcación y a Ayer que criticó el

antiinductivismo radical de Popper afirmando que la negación de

cualquier proceso inductivo era una falta de sentido común y conducía

tarde o temprano al escepticismo66

.

En síntesis Stadler reconoce que Popper fue un innovador y un

crítico dentro de la tradición empirista y que tiene un lugar importante

pero no el de ―heroico demoledor y genio solitario sino el de pensador

independiente en la periferia del Círculo de Viena‖67

, refuerza la

opinión de Kraft de que se fue dando un acercamiento ―asintótico‖

entre las posiciones de Popper y las de los miembros del Círculo de

Viena y obtiene dos conclusiones principales: Popper englobó al

Círculo sin tomar en cuenta su pluralismo filosófico y su evolución y

de esta manera prácticamente se disuelven sus reclamos. Por otra parte

Stadler se muestra convencido que el núcleo de la animadversión

hacia Popper por parte de algunos miembros líderes del Círculo de

Viena, empezando por Schlick, fue el desacuerdo de ideas y modos de

ser entre Popper y Wittgenstein.

65

F. Stadler, The Vienna Circle, 472.

66 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 469.

67 F. Stadler, The Vienna Circle, 474.

INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 173

3.2.2 Desacuerdos paradigmáticos: Hacohen

Malachi Hacohen considera que tanto Popper como los

miembros del Círculo de Viena representaron una reacción ante la

filosofía académica de fin de siglo y de entreguerras, buscaron una

respuesta en la ciencia y estaban comprometidos en una ―operación de

salvamento‖ de la razón sobre una base científica. Hacohen, al igual

que Stadler, basa sus argumentos en el pluralismo del Círculo de

Viena:

Los historiadores parecen haberse inclinado por aceptar los

argumentos de los miembros del Círculo de que Popper exageraba sus

diferencias con el positivismo, pero la historiografía más reciente ha

pluralizado el positivismo lógico, dibujando un cuadro de filosofías en

competencia dentro del Círculo68

.

Pero a diferencia de Stadler, Hacohen muestra que el cuadro

plural del Círculo de Viena confirma que existen una serie de

diferencias paradigmáticas que llevan a concluir que Popper no

perteneció a este cuadro: Popper demarcó la ciencia de la metafísica

no cayó en el juego de atacar a la filosofía, se rehusó decididamente a

dar el giro lingüístico del positivismo lógico, se consideraba un

kantiano heterodoxo y consideraba el positivismo como una filosofía

precrítica69

.

En opinión de Hacohen tanto Kraft como Stadler pierden de

vista los desacuerdos paradigmáticos, están en lo cierto al decir que el

Círculo fue esencial en el desarrollo intelectual de Popper pero le

68

Cf. M. Hacohen, The Formative Years, 191.

69 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle y T. Uebel, Overcoming Logical Positivism from

Within, Rodopi, Ámsterdam, 1992.

174 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

sitúan en el espectro de opiniones dentro del Círculo y sin embargo

parecen pasar por alto las diferentes situaciones problemáticas que

estuvieron en la base de los desacuerdos70

. Popper por su parte

percibió desde el principio que había temas importantes que le

separaban de los positivistas lógicos:

Popper estaba contento de ser tachado de kantiano por un positivista

[se refiere a Neurath]. Por el contrario estaba preocupado por la reseña

favorable y ―oficial‖ de Carnap publicada en Erkenntnis en la que una

vez más se asimilaba su filosofía al positivismo. A Carnap y a Schlick

su metodología no les parecía revolucionaria (...) Neurath no pensaba

como ellos y tomó en serio sus diferencias metafísicas (...) Combatió

la leyenda del ―Popper positivista‖ con uñas y dientes desde el

principio71

.

Afirma Hacohen que Popper demostró que los positivistas no

podían hacer ciencia sin algún tipo de filosofía y que la filosofía

científica, tal como se entendía en el Círculo de Viena, se convertía en

el instrumento para excluir a la metafísica. Popper se percató de que la

única manera de evitar esto era volver a situar a la metafísica dentro

de la filosofía flexibilizando las fronteras entre ciencia y metafísica, y

fue lo que hizo gradualmente. La actitud de Popper hacia la filosofía

tradicional era más positiva que la intolerancia del Círculo:

Tanto el positivismo lógico como la filosofía de la Weltanschauung

(Heidegger, Jaspers, Scheler) desestimaron los esfuerzos para repensar

la filosofía tradicional y eran intolerantes (...) En contra de la moda

prevalente Popper mostró que era posible la reconstrucción científica

de la filosofía tradicional. En vez de declarar una (falsa) ruptura con

70

Cf. M. Hacohen, The Formative Years, nota 114, 209.

71 M. Hacohen, The Formative Years, 262 y 269.

INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 175

ésta consideró sus problemas a la luz de la ciencia contemporánea

construyendo puentes con el pasado72

.

A pesar de que Popper consideró que el realismo fue lo que más

le separó del Círculo Hacohen es de la opinión que el realismo de

Popper no estaba entre las diferencias paradigmáticas con el Círculo

de Viena:

Popper tenía simpatías realistas en los años treinta y sus puntos de

vista sobre la metafísica eran más benévolos que los del Círculo, con

excepción quizás de Kraft. Lo que ocurre es que en Logik declaró que

su filosofía-metodología era metafísicamente neutral y su criterio de

demarcación buscaba distinguir claramente entre la metafísica y la

ciencia. Sólo más tarde lo que fue una posición inicial se convirtió en

una posición filosófica y la metafísica fue devuelta a la filosofía a base

de ser declarada criticable y por tanto parte de la discusión racional73

.

Hacohen afirma que los testimonios de los miembros líderes del

Círculo permiten conjeturar que Popper hubiese influido más en el

Círculo si su libro se hubiera conocido antes: Feigl consideraba que

una publicación más temprana de la Logik der Forschung o de alguna

otra versión de ‗Grundprobleme’ hubiera cambiado decisivamente la

historia del Círculo de Viena74

. Kraft estaba persuadido que Popper

había tomado el lugar de Wittgenstein como máxima influencia

externa del Círculo en los años treinta. Neurath le llamó la ―oposición

oficial‖ del Círculo y en años posteriores incluso hablaba de una fase

72

M. Hacohen, The Formative Years, 231.

73 M. Hacohen, ―Consulta K. Popper‖, <[email protected]>, Correo electrónico

personal, 27 de julio de 2002. La cursiva es mía.

74 Cf. P. Feyerabend, ―Herbert Feigl‖ en P. Feyerabend y G. Maxwell (eds.), Mind,

Matter, and Method, University of Minnesota, Minneapolis, 1966, nota 3, 7.

176 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Popper en la vida del Círculo, 1932-3575

. Carnap se mostró abierto y

absorbió su metodología aunque estaba lejos de cambiar el rumbo de

su proyecto lingüístico. Schlick admitió que la Logik der Forschung

era ―un trabajo excepcionalmente claro‖76

.

Hacohen sostiene que el Círculo de Viena fue un contexto

crucial para la filosofía de Popper y que el diálogo crítico que

mantuvo con el positivismo lógico impulsó su revolución

epistemológica de principio a fin. Considera que Popper hubiera sido

fácilmente olvidado como un comentador marginal en una tradición

kantiana en declive y que gracias a su encuentro con el Círculo se

convirtió en el más renombrado de los filósofos de la ciencia del siglo

veinte. Hacohen sostiene que ni Popper ni los miembros del Círculo

sospechaban lo que estaba ocurriendo: dos filosofías estaban en

diálogo. El Círculo negaba que fueran dos77

y estaban equivocados y

Popper creía que los positivistas habían plagiado su filosofía y

también estaba equivocado, ya que

la apropiación de las ideas de Popper por parte de los positivistas

lógicos era legítima y, salvo algunas excepciones, las acusaciones de

Popper de plagio reflejaban una incomprensión de la manera como las

ideas se mueven en el ámbito público, sin dejar de mencionar un toque

de paranoia78

.

75

En opinión de Hacohen, una competencia abierta entre las visiones no

fundacionistas de la ciencia de Popper y de Neurath hubiese evitado algunos desvíos

de la filosofía de la ciencia y proporcionado una alternativa al relativismo que

triunfaría dos generaciones más adelante. Cf. M. Hacohen, The Formative Years,

210.

76 V. Kraft, ―Popper and the Vienna Circle‖, 200.

77 Cf. R. Carnap, ―Besprechung: Karl Popper Logik der Forschung‖, Erkenntnis, 5,

1935, 293.

78 M. Hacohen, The Formative Years, 211.

INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 177

Respecto a la leyenda positivista, Hacohen señala una serie de

factores que hacían difícil que Popper pudiese ser considerado algo

más que un positivista: su Logik der Forschung fue publicado en una

colección del Círculo, abordó temas positivistas y provocó un debate

vivo en la red internacional del Círculo, entre su público no estaban

los críticos kantianos sino los positivistas y entró en la esfera pública

como un miembro de la vanguardia de los positivistas lógicos. Poco

pudo hacer Popper para esclarecer la situación, ya que en 1937 se

marchó a un exilio que duraría nueve años y mientras tanto el

positivismo lógico hacía fortuna en las universidades occidentales.

Muchas discusiones sobre Popper durante y después de la guerra

fueron transmitidas en reportes secundarios por los emigrantes del

Círculo, de tal suerte que el mito positivista se convirtió en una

convención79

. Esto distorsionó su filosofía para la siguiente

generación y oscureció sus implicaciones revolucionarias. Afirma

Hacohen que era comprensible el enfado de Popper relativo a la

―leyenda positivista‖ expresado continuamente y de manera explícita

y sistemática en la introducción a las réplicas a sus críticos80

. La

interpretación del Círculo acerca de su trabajo prevaleció sobre la

suya. El era uno y los miembros del Círculo eran muchos, y los de

fuera generalmente prefirieron la versión del Círculo. Hacohen hace

referencia a una serie de hechos en los que se trasluce que Popper

también contribuyó a la confusión:

La crítica de Popper al positivismo, Die beiden Grundprobleme, no

fue publicada hasta 1979 y entonces sólo en alemán. Su Autobiografía

aumentó la confusión al proporcionar una relato anacrónico de su

desarrollo intelectual. El debate sobre su identidad filosófica quedó

inconcluso. El público reconocimiento a su mensaje radical quedó

limitada. Su exasperación era evidente: ―estoy resignado al hecho de

79

Cf. M. Hacohen, The Formative Years, 211.

80 Cf. Popper, ―Replies to My Critics‖, 961-76 y M. Hacohen, The Formative Years,

211.

178 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

que (...) la etiqueta de positivista me acompañará hasta el final de mis

días‖81

.

Hacohen reconoce que la leyenda es una cuestión histórica, ya

que los positivistas lógicos, en cuanto principales interlocutores e

intérpretes de Popper durante los años treinta y cuarenta, influyeron en

la configuración de su herencia, y por tanto en una cierta

interpretación y distorsión de ésta. Advierte también que se trata de

una cuestión literaria en la medida en que las interpretaciones

deforman el legado y construyen mitos y previene de los riesgos de

conceder demasiado peso a la leyenda82. Hacohen tampoco se detiene

en ilustrar la enorme ambivalencia de Popper hacia el Círculo de

Viena:

Alegaba que ellos había malinterpretado sus posturas y distorsionado

su filosofía y al mismo tiempo, expresaba admiración por el Círculo,

agradeciéndoles su ayuda y reconociendo que compartían con él el

legado de la Ilustración. Reconocía que el Círculo hizo posible su

carrera, pero pensaba que había disminuido su hazaña. Sabía que era

superior como filósofo, y resentía tener que estar a su merced, sujeto a

su autoridad, suplicando que le publicaran. De alguna manera

esperaba ir detrás de ellos, señalando sus errores sin descanso, sin

prestar atención a las personas o al movimiento, y además quería que

le agradecieran su crítica. Nunca olvidó, o perdonó, el no haber sido

invitado al seminario de Schlick (...) De principio a fin, quiso ser

conocido como el filósofo que ―mató‖ al positivismo lógico83

.

Hacohen está convencido que la existencia de desacuerdos

paradigmáticos no significa que la colaboración entre Popper y el

81

K. Popper, Realism and the Aim of Science, 177.

82 M. Hacohen, ―Consulta K. Popper‖, <[email protected]>, Correo electrónico

personal, 27 de julio de 2002. La cursiva es mía.

83 M. Hacohen, The Formative Years, 212.

INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 179

Círculo fuera imposible, pero su personalidad dificultó la

colaboración:

brillante pero centrado en sí mismo, inseguro y arrogante, irascible y

rígido consigo mismo. No sabía escuchar y buscaba ganar las

discusiones a toda costa. No entendía las dinámicas de grupo y carecía

de habilidad para negociar84

.

Carnap y Kraft reflejaron que existía un problema de relaciones

y Feigl, que se tomó en serio la crítica de Popper también refleja esta

situación. Hacohen apunta refiriéndose a las largas conversaciones

que mantuvieron Popper y Feigl que: ―Popper se llevaba a casa cada

victoria intelectual. Feigl estaba impresionado pero exasperado‖ 85

.

Hacohen considera que la firmeza de Popper para resistir a las

presiones del Círculo hubiese sido admirable, pero Popper actuaba

como si no hubiese aprendido nada de ellos e insistía en su prioridad

sobre cada idea. Hablaba aprobatoriamente de filósofos con los que

quizás tenía poco en común pero destilaba sarcasmo contra el Círculo.

Más adelante admitió que ambos él y ellos eran los últimos bastiones

de la Ilustración, pero enfatizaba sus diferencias no su base común y

definió su misión como la de haber dado el golpe de gracia kantiano al

positivismo. Respecto a la actitud de los miembros del Círculo de

Viena Hacohen afirma que fue más abierta:

aunque no todos (...) estaban abiertos, o eran agradables, sin embargo

en cuanto miembros de un movimiento en batalla los positivistas

lógicos mostraron gran receptividad hacia su máximo crítico y su

tolerancia fue bien retribuida ya que la crítica de Popper les permitió

reformular sus posiciones86

.

84

M. Hacohen, The Formative Years, 210.

85 M. Hacohen, The Formative Years, 185.

86 M. Hacohen, The Formative Years, 212.

180 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Hacohen sostiene que Popper no fue el asesino del positivismo

lógico ni necesitaba tan dudosa distinción porque su filosofía era

suficientemente revolucionaria de suyo:

Con el paso del tiempo los positivistas lógicos llegaron a un callejón

sin salida y aunque Popper se había dado cuenta desde el principio que

no llegarían a ninguna parte, la muerte del positivismo lógico tuvo

poco que ver con su crítica. Además Popper no necesitaba la dudosa

distinción de ser un asesino intelectual para sentirse vengado porque

su crítica al positivismo dio lugar a una nueva filosofía que transformó

radicalmente la manera de ver el conocimiento humano: hipotético,

abierto al cambio y en continuo crecimiento87

.

A pesar de esto la colaboración entre Popper y el Círculo existió

ya que ambos partes reformularon sus posturas en respuesta a las

críticas mutuas. Hacohen considera que fue un ejemplo del modo

como la filosofía y la ciencia deben trabajar y lamenta que Popper no

lo viera así ya que consideraba que los positivistas, especialmente

Carnap, se habían apropiado de sus ideas y las habían usado para

lanzar su propio proyecto: un nuevo lenguaje científico, y no se daba

cuenta que él mismo había usado el positivismo para desarrollar su

filosofía:

Esto no era lo que Popper había pretendido, pero no tenía derecho a

lamentarlo. Si Carnap quiso usar la falsabilidad como un criterio de

significado, en lugar de uno de demarcación era asunto de Carnap.

Popper no tenía propiedad exclusiva de sus ideas y ninguno hubiese

aceptado que les impidiese usarlas88

.

87

M. Hacohen, The Formative Years, 212-213.

88 M. Hacohen, The Formative Years, 211.

INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 181

Hacohen hace un balance de las actitudes por ambas partes

haciéndose eco de la respuesta de Tarski cuando, en los años

cincuenta, le preguntaron su opinión acerca de la controversia entre

Popper y Carnap. En aquella ocasión Tarski contestó que Popper tenía

mejores argumentos pero que la persona del otro bando era mucho

más agradable89

. Popper tenía un estilo de trabajo en solitario

aislamiento en contraste con el estilo de Círculo y al parecer no

resultaba fácil trabajar con él90

. Hacohen está persuadido que la

revolución epistemológica de Popper hubiese sido capaz de producir

un giro del positivismo lógico si se hubiese mostrado más congeniante

y hubiese participado en las reuniones del Círculo:

cambiar el curso de la filosofía científica requería tanto un político

como un filósofo. Fue un problema de relaciones humanas más que de

filosofía. Popper fue ingenioso en esto último, incompetente en lo

primero91

.

89

Cf. J. Watkins, ―Karl Popper: A Memoir‖, The American Scholar, 66, 1997, 215.

90 Cf. M. Hacohen, The Formative Years, 209. Hacohen remite a J. Agassi, A

Philosopher‘s Aprentice, Rodopi, Ámsterdam, 1993.

91 M. Hacohen, The Formative Years, 211.

Capítulo IV

Ludwig Wittgenstein

El análisis de la relación de Popper con el Círculo de Viena

lleva a centrar la atención en Wittgenstein ya que fue objeto de gran

parte de las críticas de Popper al positivismo lógico y sujeto que

influyó en el desencuentro de Popper con el Círculo. En la primera

sección se presenta un breve perfil biográfico de Wittgenstein y una

síntesis de su primera y su última concepción filosófica destacando su

poderosa influencia. En la segunda sección se trata de la peculiar

relación de Wittgenstein con el Círculo de Viena y el papel del

Tractatus en la primera fase del positivismo lógico. En la tercera

sección se incluye un relato breve del único y polémico encuentro

personal entre Wittgenstein y Popper.

4.1 Vida e impacto de Wittgenstein

4.1.1 Breve perfil biográfico de Wittgenstein

Ludwig Wittgenstein nació en Viena el 26 de abril de 1889 y fue

el más joven de los ocho hijos de un magnate de la industria del hierro

y el acero y un gran patrón de las artes1. Su familia descendía de

1 Para esta breve exposición de la vida y obras de Wittgenstein se han utilizado

principalmente: W. W. Bartley III, Wittgenstein, Cátedra, Madrid, 1982; N.

Malcolm, Ludwig Wittgenstein: A Memoir, Clarendon, Oxford, 2001; B.

McGuinness, Wittgenstein. El joven Ludwig (1889-1921) (Título original,

Wittgenstein. A life. Young Ludwig (1889-1921), Duckworth, 1988), Alianza

184 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

judíos centroeuropeos convertidos al cristianismo. La casa de los

Wittgenstein era frecuentada por los más destacados intelectuales y

artistas de la época y al mismo tiempo Wittgenstein recordaba su

infancia y adolescencia como infelices por falta de calidez2. Fue

educado por tutores privados hasta que asistió a la escuela secundaria

de formación profesional (Realschule) en Linz. En esa época leyó

obras como Sexo y carácter de Weininger, los Principles of

Mechanics (―Principios de Mecánica‖) de Hertz y los Populäre

Schriften (―Escritos populares‖) de Boltzmann. En 1906 se matriculó

como estudiante de ingeniería mecánica en la Technische Hochschule

de Berlín. Dos años más tarde se trasladó a Manchester para estudiar

aeronáutica y llegó incluso a patentar un diseño3. Su interés por las

matemáticas lo llevó a involucrarse en temas de lógica y de

fundamentos de las matemáticas. Estudió los Principia Mathematica

de Russell4 y los Fundamentos de la aritmética de Frege

5.

Wittgenstein concibió la idea de escribir un libro de filosofía y

empezó a redactar sus pensamientos en cuadernos tratando de

conseguir la formulación más directa y clara de sus ideas a base de

seleccionar y arreglar sus observaciones una y otra vez sin quedar

Universidad, 1991; R. Monk, The Duty of Genius Monk, R., Ludwig

Wittgenstein. The Duty of Genius, Vintage, London, 1991 y G. H. von Wright,

Wittgenstein, University of Minnesota Press, Minneapolis, 1982.

2 El filósofo americano N. Malcolm, antiguo discípulo y amigo, testimonia que

Wittgenstein le comentó ―aunque no pueda dar afecto, tengo una gran necesidad de

él‖ (Cf. N. Malcolm en A Memoir, 51).

3 El 17 de agosto de 1911 fue aceptada la solicitud de Wittgenstein para la patente de

su diseño sobre ―Mejoras en los propulsores aplicables a máquinas aerostáticas‖ (Cf.

R. Monk, The Duty of Genius, 34).

4 Wittgenstein estudió en particular la teoría de tipos de Russell (Cf. A. Whitehead y

B. Russell, Principia Mathematica, II, Cambridge University Press, Cambridge,

1968 (Primera edición en 1910), 37-65).

5 Las tres ideas madre de la filosofía de Frege —centralidad del lenguaje, primacía

de las proposiciones y antipsicologismo— ejercieron una influencia decisiva en

Wittgenstein, Russell y Carnap. A través de ellos, estas ideas se divulgaron

ampliamente y llegaron a crear y a dar forma a la filosofía analítica.

LUDWIG WITTGENSTEIN 185

nunca satisfecho del todo. Wittgenstein no tenía interés por leer a

otros autores: su ignorancia y antipatía hacia los filósofos clásicos es

bien conocida. Nunca leyó una sola palabra de Aristóteles e incluso

parecía jactarse de que ningún asistant lecturer en filosofía en el país

había leído menos libros de filosofía que él. Decía que no había leído

a Hume porque le parecía una tortura6. En sus obras cita escasamente

a otros autores, con excepción de Frege y Russell cuya influencia en la

primera etapa de su pensamiento reconoce explícitamente, y

posteriormente hace referencia a las críticas del joven matemático y

filósofo Ramsey7 y a las observaciones del economista italiano

Sraffa8. Esto no significa que Wittgenstein negara haber recibido

influencias y tampoco pretendió nunca ser original ni dar origen

corriente de pensamiento alguna:

No creo que haya inventado una línea de pensamiento sino que

siempre he tomado alguna idea de otro, y simplemente la he tomado

6 Cf. K. Britton, ―Portrait of a Philosopher‖ en K. T. Fann (ed.), Ludwig

Wittgenstein: The Man and his Philosophy, Humanities Press, New Jersey, 1967,

60-61.

7 Ramsey fue uno de los que mejor entendió el Tractatus en Cambridge durante el

primer año de su publicación. Colaboró en la traducción inglesa del Tractatus y

cuando todavía era un alumno de 19 años le fue encargada una reseña del libro, que

es considerada una de las más fidedignas exposiciones y una de las críticas más

penetrantes del Tractatus. Ramsey alerta contra algunos malentendidos de la

introducción de Russell. Entre 1923 y 1924 sostuvo conversaciones periódicas con

Wittgenstein que resultaron fundamentales para su filosofía posterior al Tractatus.

(Cf. F. Ramsey, ―Critical Notice of the ‗Tractatus Logico-Phiosophicus‘ by Ludwig

Wittgenstein‖, Mind, 32, 1923, 465-478).

8 Piero Sraffa era un brillante economista italiano, que había llegado a Cambridge

poco antes que Wittgenstein volviese por segunda vez. Sostenía una clara línea

marxista y fue acogido en Cambridge tras ser expulsado de Italia por publicar en

contra de la política de Mussolini. Se convirtió en un buen amigo y crítico de

Wittgenstein. Al no ser filósofo ni matemático sus críticas no se referían a

cuestiones puntuales sino que sus observaciones ayudaban a Wittgenstein a revisar

sus planteamientos desde una perspectiva fresca (Cf. R. Monk, The Duty of Genius,

261).

186 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

con entusiasmo y la he aprovechado en mi trabajo de clarificación. Así

es como me han influido Boltzmann, Hertz, Schopenhauer, Frege,

Russell, Kraus, Loos, Weininger, Spengler, Sraffa9.

Wittgenstein visitó a Frege en Jena para pedirle consejo respecto

de su dedicación a la filosofía y éste le remitió a Russell. En 1911 se

presentó en Cambridge sin anunciarse previamente y fue aceptado por

Russell que vio reflejado en Wittgenstein su concepto de alumno

ideal: una mente rigurosamente lógica y una naturaleza impulsiva y

obsesiva. Entrevió también al posible continuador de su obra lógica10

.

En los primeros escritos de Wittgenstein se trasluce la influencia de

Frege y Russell —incluso algunos autores son de la opinión de que el

Tractatus no es más que la crítica del lenguaje de Wittgenstein dentro

de la estructura de las teorías lógicas de Frege y en una variante del

atomismo lógico de Russell11

— pero en el desarrollo posterior de sus

ideas se advierten progresivas diferencias respecto a sus maestros e

incluso fueron cambiando los papeles y Wittgenstein llegó a ser

maestro de Russell en materia de lógica12

.

En 1912 fue admitido en el Trinity College de Cambridge.

Asistió a las clases de G. E. Moore sobre psicología13

, leyó

9 L. Wittgenstein, Culture and Value, G. H. von Wright (ed.), Blackwell, Oxford,

1980, 19.

10 Cf. B. McGuinness, El joven Ludwig, 110-111.

11 Cf. W. W. Bartley III, Wittgenstein, 71.

12 Cf. B. McGuinness, El joven Ludwig, 120-122.

13 G. E. Moore (1873-1958) fue uno de los filósofos británicos más influyentes del

siglo XX. Sus primeros escritos se caracterizaron por su rechazo de la metafísica

idealista y por su insistencia en la irreductibilidad de los valores éticos, y la

preeminencia de los valores del arte y el amor. Su trabajo posterior es también

famoso por su defensa del sentido común —enfatizó la profundidad del deber hacia

las creencias familiares—, y su concepción del análisis filosófico —en este aspecto

es de una notoria mente amplia en sus intentos por esclarecer el concepto de verdad.

Ejerció la mayor parte de su carrera en Cambridge donde fue amigo y colega de

Russell, Ramsey y Wittgenstein. (Cf. T. Baldwin, voz ―G.E. Moore‖, Routledge

Enciclopedia of Philosophy, VI, 494-495).

LUDWIG WITTGENSTEIN 187

Variedades de la experiencia religiosa de W. James y se convirtió en

un influyente miembro del Moral Science Club, grupo de debate

integrado por profesores y estudiantes de filosofía que se reunía

semanalmente en el King’s College. Visitó nuevamente a Frege en

Jena. Tras la muerte de su padre en octubre de ese año recibió una

cuantiosa herencia y decidió mudarse a Noruega con la intención de

construir una casa para estudiar y escribir en soledad unas notas sobre

lógica que remitió a Russell.

Wittgenstein insistió a Moore para que le visitara en Noruega y

finalmente éste aceptó permanecer dos semanas a partir del 26 de

marzo de 1914. Wittgenstein dictó a Moore unos apuntes sobre lógica

en los que se incluye una teoría del simbolismo alternativa a la teoría

de tipos de Russell. Wittgenstein deseaba que ese trabajo fuera

aceptado para obtener el grado de bachiller y encargó a Moore que lo

mostrara a Russell para que viese los progresos con relación a las

notas que Russell había leído anteriormente14

. Pidió también a Moore

que gestionara el asunto a su vuelta a Cambridge. Cuando Moore le

informó que el escrito no cubría los requisitos formales, Wittgenstein

reaccionó con furia y escribió una carta airada a Moore que puso fin a

su amistad y a sus esperanzas de obtener un grado en Cambridge15

. La

relación se reanudó cuando se volvieron a encontrar en Cambridge en

192916

.

En junio de 1914 Wittgenstein distribuyó una generosa cantidad

de dinero entre artistas necesitados como Rilke y Kokoschka. Tras la

declaración de guerra contra Rusia Wittgenstein se alistó como

voluntario en el ejército no tanto por motivos patrióticos sino porque

veía en la guerra una oportunidad de crecimiento. En el frente leyó la

edición de Tolstoy de los Evangelios y algunas obras filosóficas de

14

Las notas dictadas a Moore en Noruega fueron publicadas póstumamente en L.

Wittgenstein, Notebooks 1914-16, Blackwell, Oxford, 1961.

15 La carta de Wittgenstein a Moore desde Noruega fue escrita el 7 de mayo de 1914

y está publicada en L. Wittgenstein, Letters to Russell, Keynes and Moore,

Blackwell, Oxford, 1977, 150.

16 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 101-104.

188 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Emerson y Nietzsche, desarrolló su teoría pictórica del lenguaje y

comenzó a escribir el Tractatus. Wittgenstein fue condecorado en

varias ocasiones por servicios militares distinguidos17

. Terminó el

Tractatus y en noviembre de 1918 fue hecho prisionero en Italia hasta

agosto de 1919. Desde el campo de prisioneros envió el Tractatus a

Russell y a Frege y una vez puesto en libertad se entrevistó con

Russell en La Haya con objeto de leer juntos el libro párrafo por

párrafo. Wittgenstein había encontrado serias dificultades para la

publicación de su libro y Russell se ofreció a escribir una introducción

que facilitara su aceptación por parte de los editores. Algunos autores

sostienen que la introducción de Russell es la primera interpretación

del Tractatus y contiene mucho de buena filosofía mientras que otros

afirman que dicha introducción alentó el desarrollo de una

interpretación positivista del Tractatus. Wittgenstein, por su parte, la

consideró superficial e incomprensible18

.

Después de la guerra Wittgenstein consideraba que en el

Tractatus se había dicho todo lo que puede decirse en filosofía y que

él había agotado sus posibilidades filosóficas y decidió matricularse

en la escuela de preparación de maestros de Viena. Entre 1920 y 1926

ejerció como maestro de escuela primaria en tres poblaciones

pequeñas de la Baja Austria. Al hecho innegable de la vocación

educativa de los Wittgenstein existen diversas interpretaciones acerca

de las motivaciones de Wittgenstein para dedicarse a la enseñanza19

:

algunos autores afirman que Wittgenstein contrariamente a lo que se

ha dicho no abandonó la filosofía sino que estaba intentando llevar a

17

En 1916, en el frente ruso fue candidato a una condecoración en reconocimiento

―por su destacada conducta que ejerció un efecto calmante en sus camaradas‖ y fue

promovido rápidamente. En 1918, en el frente italiano, Wittgenstein destacó por ―su

excepcional valor, serenidad, sangre fría y heroísmo, que le ganaron la completa

admiración de las tropas‖ y le fue otorgada la Banda de la Medalla del Servicio

Militar con Espadas. Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 146 y 154.

18 Cf. A. Biletzki, (Over) Interpreting Wittgenstein, Kluwer, London, 2003, 2. Una

reseña histórica de la introducción de Russell y del rechazo de Wittgenstein a dicha

introducción ver B. McGuinness, El joven Ludwig, 380-387.

19 Cf. B. McGuinness, El joven Ludwig, 362 y 366.

LUDWIG WITTGENSTEIN 189

la práctica la parte ética del Tractatus y al mismo tiempo empezando a

formular los problemas que dominarían su filosofía posterior. Otros

autores son de la opinión de que los temas del movimiento de reforma

austriaco —la oposición al atomismo psicológico y lógico y el

convencionalismo lingüístico radical opuesto al esencialismo— fueron

erosionando sus antiguas creencias y los postulados fundamentales del

Tractatus 20

.

Todo lo que Wittgenstein trajo entre manos a lo largo de su vida

estuvo caracterizado por una búsqueda lineal de coherencia, con luces

claras de originalidad y excelencia y sombras de obsesión y

rigorismo21

. Wittgenstein era pesimista respecto de sí mismo y de la

humanidad y a lo largo de su vida sufrió frecuentes y profundas

depresiones. Consideró muchas veces la posibilidad del suicidio y

algunos rasgos de su carácter sólo resultan explicables apelando a que

vivió al borde de la locura22

. La inteligencia y personalidad de

Wittgenstein provocaron enorme atracción y al mismo tiempo era

difícil de tratar por su inclinación a tachar a los demás de superficiales

y deshonestos. Esto se reflejó tanto con sus alumnos de enseñanza

primaria como con sus discípulos y colegas universitarios de la elite

de Cambridge23

.

20

Cf. W. W. Bartley III, Wittgenstein, 25 y 152. Bartley analiza la profunda

influencia en Wittgenstein de Karl Bühler, psicólogo y principal teórico del

movimiento de reforma escolar y remite a su estudio ―Theory of Language and

Philosophy of Science as Instruments of Educational Reform : Wittgenstein and

Popper as Austrian Schoolteachers‖ en R. Cohen, M. Wartofsky (eds.),

Methodological and Historical Essays in the Natural and Social Sciences, Reidel,

Dordrecht, 1974, 307-337. Véase también Cf. A. Janik y S. Toulmin, La Viena de

Wittgenstein, Taurus, Madrid, 1998, 303.

21 Cf. G. H. von Wright, Wittgenstein, 32 y J. Sádaba, Conocer Wittgenstein y su

obra, Dopesa, Barcelona, 1980, 13.

22 Cf. B. McGuinness, El joven Ludwig, 216 y L. Valdés Villanueva, ―Introducción‖

en L. Wittgenstein, Tractatus logico-philosophicus, Tecnos, Madrid, 2003, 19.

23 Cf. G. H. von Wright, Wittgenstein, 13.

190 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Consiguió resultados pedagógicos brillantes e innovadores. En

1925 redactó el Wörterbuch für Wolkschulen (―Diccionario léxico

para escolares‖) con 5,700 palabras compiladas con ayuda de sus

estudiantes que estaba pensado como ayuda al aprendizaje activo de la

pronunciación y la gramática y que fue autorizado oficialmente por el

Ministerio de Educación24

. Su experiencia como profesor no fue

demasiado gratificante ni exitosa. Trató de despertar en sus alumnos la

vida del espíritu, la tarea de pensar por ellos mismos y sobre todo el

aprecio por la honestidad25

, tenía facilidad para establecer contacto

con los niños, especialmente con los más dotados, aunque también era

severo y llegó a aplicar castigos físicos. Por el contrario Wittgenstein

consideraba que los adultos eran gente mala y ruda y tenía aversión a

tratar con ellos y fue objeto de una oposición tenaz por parte de los

padres que acabó motivando su dimisión en abril de 192626

. Volvió a

Viena donde emprendió el proyecto y construcción de una casa para

su hermana, en colaboración con su amigo el arquitecto P. Engelmann

24

Cf. W. W. Bartley III, Wittgenstein, 117-120.

25 Bartley sostiene que la reforma escolar fue un encuentro en la vida de

Wittgenstein que cambió profundamente su pensamiento y a la vez Wittgenstein

innovó —no se sabe si intencionalmente o no— a esta con una práctica pedagógica

que considera ejemplo acabado de aplicación de los principios de ―actividad propia‖

(Selsbttatigkeit) e ―instrucción integrada‖ propios de la reforma escolar de Glöckel

en Viena (Cf. W. W. Bartley III, Wittgenstein, 87-142). Por su parte McGuinness no

ve tan clara esta relación y sostiene que Wittgenstein en la práctica ideó sus propios

métodos de enseñanza, claramente apartados de la tradición, pero al mismo tiempo

rechazaba muchos aspectos de la Schulreform, especialmente relacionados con la

disciplina y la participación de los niños en el funcionamiento de la escuela. (Cf. B.

McGuinness, El joven Ludwig, 369-370). Monk sostiene que Wittgenstein no estaba

inspirado tanto en el celo de la reforma educativa de Glöckel, aunque algunos de sus

métodos de enseñanza coincidieran con los de la reforma, cuanto en la idea

tolstoiana de vivir y trabajar entre los pobres y de cambiar sus condiciones internas

sin que abandonaran el mundo rural (Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 193-233).

26 Cf. W. W. Bartley III, Wittgenstein, 123-135 y R. Monk, The Duty of Genius, 191.

LUDWIG WITTGENSTEIN 191

(discípulo del gran arquitecto modernista vienés A. Loos), y en la que

estuvo empeñado de manera casi obsesiva durante dos años27

.

Al poco tiempo de terminar el Tractatus Wittgenstein tuvo

graves dudas acerca de las ideas expresadas en el libro. Algunos

autores sugieren que Wittgenstein insistió en publicarlo como una

forma de cerrar la etapa precedente de su vida. Dejó la publicación del

Tractatus en manos de Russell y se retiró durante el verano trabajando

como ayudante de jardinero en un monasterio en un suburbio de

Viena —una vez más demostró su acostumbrada competencia en

tareas prácticas manuales— y trabajó intensamente todo el día como

una especie de terapia para combatir su infelicidad y desasosiego28

.

En 1921 se publicó el Tractatus en alemán bajo el título

Logische-philosophische Abhandlung como apéndice al último

número de los Annalen der Naturphilosophie editado por W. Oswald

y con la introducción de Russell. Al año siguiente el editor inglés P.

Kegan accedió a publicar el Tractatus en forma de libro en una

edición bilingüe con el título Tractatus logico-philosophicus, sugerido

por Moore y en noviembre Wittgenstein recibió el primer ejemplar29

.

27

Wittgenstein mostró siempre gran interés por la arquitectura y antes de la casa de

su hermana había diseñado mobiliario en Inglaterra y una cabaña en Noruega. El

proyecto de Wittgenstein llegó a despertar interés desde el punto de vista

arquitectónico como ejemplo de modernismo formalista y como reflejo de la cultura

vienesa de los años veinte. Algunos autores han visto en ese proyecto la

representación arquitectónica de las ideas lógicas, éticas y estéticas del Tractatus,

mientras que otros lo ven como el puente simbólico entre su primera y su última

filosofía (Cf. B. Leitner, The Architecture of Ludwig Wittgenstein: A

Documentation, Nova Scotia College of Art and Design Press, Halifax, 1973 y The

Wittgenstein House, Princeton Architectural Press, New York, 2000, además de P.

Wijdeveld, Ludwig Wittgenstein Architect, The Pepin Press, Singapore, 2000).

28 Cf. B. McGuinness, El joven Ludwig, 374 y 384.

29 En 1961 G. H. von Wright y G. E. M. Anscombe editaron y publicaron bajo el

título de Notebooks. 1914-1916, una serie de escritos que contienen versiones

preliminares de ideas que luego formaron parte del Tractatus y que resultan útiles

para entenderlo ya que contienen lo que se dejó fuera de la versión final,

extremadamente comprimida.

192 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

El Tractatus es el más importante de los trabajos del primer periodo

de Wittgenstein y el único libro publicado durante su vida.

Wittgenstein presenta una imagen atomista lógica de la realidad y del

lenguaje y contiene también sus principales ideas cosmológicas,

epistemológicas y éticas30

.

Mientras Wittgenstein estaba ejerciendo como maestro de

escuela rural el Tractatus se había convertido en objeto de un gran

interés entre los filósofos de orientación positivista en Viena y entre

algunos académicos en Cambridge31

. Wittgenstein volvió a

Cambridge y a la filosofía como ocupación principal en 1929 en parte

a instancias de Schlick y de otros miembros del Círculo de Viena

sobre los que el Tractatus estaba ejerciendo una poderosa influencia32

,

en parte debido al impacto que le produjo asistir a la conferencia

dictada por el matemático holandés L. E. J. Brouwer en marzo de

192833

y en parte gracias a la insistencia de sus amigos de Cambridge

como Ramsey —que hizo largos e incómodos viajes al pueblo donde

Wittgenstein enseñaba— y sobre todo Keynes que insistió con

paciencia ante las negativas de Wittgenstein de volver a Cambridge34

.

A su regreso Wittgenstein empezó a trabajar en una serie de escritos

publicados póstumamente como Philosophische Bemerkungen o

Philosophical Remarks (―Observaciones filosóficas‖) en los que se

30

Algunos autores incluso han llegado a decir que el lenguaje del Tractatus —que

pierde al ser traducido— podría situar algún día a Wittgenstein entre los clásicos de

la prosa alemana. (Cf. G. H. von Wright, Wittgenstein, 33). Otros autores consideran

que el estilo literario de Wittgenstein debe mucho a Lichtenberg y Goethe (Cf. G. H.

von Wright, Wittgenstein, 15-34 y M. W. Rowe, ‗Goethe and Wittgenstein‘,

Philosophy 66 (1991), 283-303.

31 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 213.

32 Cf. B. McGuinness (ed.), Wittgentein and the Vienna Circle. Conversations

recorded by Friedrich Waismann, Basil Blackwell, Oxford, 1979, 12.

33 Cf. H. Feigl, ―The Wiener Kreis in America‖, 639.

34 Keynes era un filósofo, economista, escritor y abogado de Cambridge que se

convirtió en una especie de gestor en la vida de Wittgenstein (Cf. L. Wittgenstein,

Letters to Russell, Keynes and Moore, 114-118).

LUDWIG WITTGENSTEIN 193

refleja su nueva concepción de la filosofía. Wittgenstein consideró

que las críticas de Ramsey y de Sraffa fueron los elementos clave que

le forzaron a cambiar radicalmente su manera de pensar35

. En el mes

de junio obtuvo el doctorado en Cambridge gracias a la intervención

de Russell y de sus poderosos amigos universitarios Moore y Ramsey

quienes lograron que el Tractatus hiciera las veces de tesis doctoral

aunque no cubriera los requisitos formales36

.

En 1930 fue nombrado fellow del Trinity College y empezó a

dar clases acerca de problemas lingüísticos, lógicos y matemáticos, en

las que se traslucía ya su nueva perspectiva filosófica y un cambio en

sus relaciones con sus antiguos maestros. Reanudó su participación en

las reuniones en el Moral Science Club. Ese mismo año se publicó el

texto de su conferencia titulada “Some Remarks on Logical Form”

(―Algunas observaciones sobre la forma lógica‖), que Wittgenstein

mismo calificó de poco convincente37

. El resto de los trabajos que

llevan el nombre de Wittgenstein son versiones tempranas o

intermedias de material dejado en sus escritos y editado y publicado

después de su muerte. Otras fuentes del pensamiento de Wittgenstein

son los apuntes de sus conversaciones y conferencias recogidos por

sus amigos y alumnos38

.

35

Cf. L. Wittgenstein, Philosophical Investigations, Blackwell, 2001, (Publicado por

primera vez en 1953), x.

36 Una reconstrucción con notas interesantes de la defensa del Tractatus como tesis

doctoral ante Moore y Ramsey se puede encontrar en L. Goldstein, ―Wittgenstein‘s

Ph.D Viva. A Re-Creation‖, Philosophy, 74, 1999, 499-514.

37 Cf. L. Wittgenstein, ―Some Remarks on Logical Form‖, Proceedings of the

Aristotelian Society, 9, 1929, 162-171.

38 Cf. C. Barrett (ed.), Lectures and Conversations on Aesthetics, Psychology and

Religious Beliefs, Blackwell, Oxford, 1970, que es una compilación de notas

tomadas por Y. Smythies, R. Rhees y J. Taylor durante un curso en Cambridge en

1938; R. Rhees, ―Some Developments in Wittgenstein‘s View of Ethics‖,

Philosophical Review, 74, 17-26 y F. Waismann, ―Notes on Talks with

Wittgenstein‖, Philosophical Review, 74, 1965, 12-16.

194 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Wittgenstein estaba persuadido de que ni sus maestros Frege y

Russell, su colega Ramsey y su examinador Moore nunca entenderían

sus ideas, y con más razón no le entenderían el resto de sus lectores e

intérpretes que, según él, deformaban sus ideas ―mutilándolas o

disolviéndolas‖39

. Tampoco era afecto a los congresos ni a dar

conferencias a grandes auditorios sino que ―publicaba‖ sus ideas ante

el grupo selecto de alumnos y colegas que admitía a sus seminarios40

.

Por esta razón decidió publicar una carta al editor de Mind en la que

negaba cualquier relación entre su punto de vista y el que falsamente

le atribuía Braithwaite, siendo además que sus ideas todavía no habían

sido publicadas, ni lo serían en vida debido a su búsqueda siempre

inacabada de claridad (a su perfeccionismo). La carta refleja un

Wittgenstein no familiarizado ni con las publicaciones, ni con los

formalismos propios de la comunidad académica41

. En la misma

edición de Mind se incluye la disculpa de Braithwaite que no dejó de

añadir con sorna: ―qué tanto he malinterpretado al Dr. Wittgenstein no

puede juzgarse hasta que salga a la luz el libro que todos estamos

esperando con ansias‖42

.

Wittgenstein fue acusado de monopolizar el Moral Science Club

y por esta razón dejó de participar en las reuniones de modo activo por

algún tiempo. En Cambridge Wittgenstein maduró sus nuevas ideas y

39

L. Wittgenstein, Philosophical Investigations, x. El temor de Wittgenstein a que

se deformaran sus ideas hizo que se truncara la colaboración con Waismann iniciada

a principios de los años treinta (Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 744).

40 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 275.

41 Cf. L. Wittgenstein, ―Letter to the Editor‖, Mind, 42, 1933, 415-416. Braithwaite

era un profesor de Cambridge y fue uno de los que introdujo el interés por el

Tractatus en Cambridge, aunque paulatinamente se fue deteriorando su relación con

Wittgenstein. Fue en el aula de Braithwaite en el King’s College donde tuvo lugar el

encuentro entre Wittgenstein y Popper que se reseña en la última sección de este

capítulo. Braithwaite había asistido a los seminarios que Wittgenstein había

impartido tras su regreso de Viena a Cambridge. En 1933 escribió un artículo en

University Studies en el que trataba de aclarar algunas de las ideas germinales de

Wittgenstein.

42 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 335.

LUDWIG WITTGENSTEIN 195

las expresó oralmente y fueron conocidas directamente o por la

circulación de mano en mano, incluso en Oxford, de los llamados The

Blue and Brown Books (―Cuaderno azul‖ y ―Cuaderno marrón‖) por el

color de sus portadas y que fueron preparados para ayudar a los

alumnos en 1933 y 1934 respectivamente. Los cuadernos contenían la

trascripción de conferencias y notas de clase dictadas a un selecto

grupo de alumnos, que profesaban hacia Wittgenstein una devoción y

lealtad extremas43

. En septiembre de 1935 Wittgenstein visitó la

Unión Soviética y durante en el período 1935-1936 impartió un curso

sobre ―Datos sensoriales y experiencia privada‖. Los apuntes de los

cursos serían publicados póstumamente como Lecciones y

conversaciones sobre estética, psicología y creencia religiosa.

Cuando concluyó la beca de investigación que había recibido en 1929

Wittgenstein regresó a Noruega y continuó trabajando en

Philosophical Investigations.

En 1931 regresó a Noruega y trabajó durante tres años en lo que

sería publicado póstumamente como Philosophische Grammatik o

Philosophical Grammar (―Gramática filosófica‖) y en donde

Wittgenstein trata ampliamente sobre lógica y matemáticas y aborda

temas como lenguaje y significado. En la obra estaban ya en ciernes

algunos temas centrales de su filosofía posterior. Wittgenstein no

estaba satisfecho ni con este escrito ni con Philosophical Remarks y a

partir de 1936 trabajó en varias versiones de lo que ahora conocemos

como Philosophische Untersuchungen o Philosophical Investigations

(―Investigaciones filosóficas‖) que esperaba que fuese la presentación

definitiva de su pensamiento. Remarks on the Foundations of

Mathematics (―Observaciones sobre los fundamentos de las

matemáticas‖) es un material editado en 1956 que recoge una

selección de los cuadernos y manuscritos de Wittgenstein entre 1937 y

194444

.

43

W. W. Bartley III, Wittgenstein, 183-184.

44 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 483-484.

196 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

En 1936 escribió una segunda confesión sobre lo que

consideraba que había hecho mal en su vida —la primera había sido

en 1931— y la distribuyó entre familiares y amigos45

. En 1938 decidió

solicitar la ciudadanía británica y una cátedra en Cambridge, dado el

peligro real que corría debido a su procedencia judía a raíz de la

anexión de Austria a Alemania (Anschluss)46

. A inicios de 1939 fue

elegido catedrático de filosofía para suceder a Moore y se le renovó su

adscripción al Trinity College. Wittgenstein reemprendió un papel

activo en el Moral Science Club. Haciendo uso de su pasaporte

británico viajó a Nueva York, Viena y Berlín intentando garantizar el

estatus de no judíos para su familia residente en Viena, el cual

consiguió a principios de 1940. El estallido de la segunda guerra

mundial supuso un nuevo paréntesis en la vida de Wittgenstein: los

dos primeros años de la guerra permaneció como profesor en

Cambridge a pesar de sus intentos de encontrar un trabajo relacionado

con el esfuerzo de la guerra. En 1941 trabajó en el dispensario del

Guy’s Hospital de Londres y después como ayudante de laboratorio en

el Royal Victoria Infirmary de Newcastle, mostrando una vez más su

compromiso y eficacia haciendo algunas innovaciones técnicas.

En marzo de 1944 se reincorporó a su cátedra en Cambridge y

se dedicó a escribir principalmente sobre psicología filosófica. Los

escritos de esta época se publicarían como Zettel en 1967, Remarks on

Colour (―Observaciones sobre el color‖) en 1977, y Culture and Value

(―Cultura y Valor‖), publicado en 1980 que incluye observaciones

sobre temas no filosóficos. Wittgenstein sucedió a Moore como

presidente del Moral Science Club y el 25 de octubre de 1946

45

Un relato sobre el móvil (recurso quirúrgico para extirpar la cobardía), los

destinatarios, la manera formal y lejana en que fue hecha y las reacciones de las

confesiones de Wittgenstein se puede encontrar en el capítulo dedicado a este tema

en R. Monk, The Duty of Genius, 361-384

46 Muchas de las clases, seminarios, tutorías eran impartidas no por catedráticos sino

por profesores más jóvenes, como había sido el caso de Wittgenstein hasta ese

momento.

LUDWIG WITTGENSTEIN 197

mantuvo la famosa confrontación con Popper. Al año siguiente

dimitió de su cátedra de Cambridge47

.

Entre 1947 y 1948 Wittgenstein pasó una temporada en Irlanda

en la que trabajó en Remarks on the Philosophy of Phsychology

(―Observaciones sobre la filosofía psicológica‖), publicado en 1980, y

en Last Writings on Philosophical Psychology I y II (―Últimos escritos

sobre psicología filosófica‖), publicados en 1982 y 1992. De regreso

en Cambridge trabajó en Ueber Gewissheit u On Certainty (―Sobre la

Certeza‖), que sería publicada en 1969. En 1949 visitó en Viena a su

hermana Hermine, aquejada de cáncer, y a su amigo Malcolm en

Estados Unidos. A su regreso a Inglaterra se le diagnosticó también un

cáncer. En 1950 viajó a Noruega por última vez, y de vuelta a

Cambridge siguió trabajando en On Certainty hasta su muerte el 29 de

abril de 1951.

4.1.2 Ideas filosóficas e influencia de Wittgenstein

Se suele distinguir entre dos períodos en el pensamiento de

Wittgenstein. El primer período corresponde a la filosofía del

Tractatus y el segundo período corresponde principalmente al

contenido de Philosophical Investigations. Ambas posturas se centran

en el lenguaje y conciben la filosofía como actividad clarificadora,

pero con matices y métodos completamente diferentes48

.

47

Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 483. G. H. von Wright ocupó la cátedra en

sustitución de Wittgenstein.

48 Además de las obras citadas en apoyo al breve perfil biográfico de Wittgenstein,

se ha recurrido a las explicaciones sistemáticas de la filosofía de Wittgenstein en J.

Ferrater Mora, ―Introducción Ludwig Wittgenstein‖ en AA.VV, Las filosofías de

Ludwig Wittgenstein, Oikos-tau, Barcelona 1966, a J. Heal, voz ―Ludwig

Wittgenstein‖, Routledge Encyclopedia of Philosophy, Routledge, London, IX,

1998, 757-770 y a S. Lovibond, voz ―Wittgensteinian Ethics‖, Routledge

Enciclopedia of Philosophy, Routledge, London, IX, 1998,770-773.

198 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

En el Tractatus Wittgenstein sostiene que el mundo consiste de

un gran número de hechos independientes o atómicos, cada uno de los

cuales a su vez está compuesto por alguna combinación de objetos,

―cosas‖ o ―entidades‖simples. Estos objetos son nombrados por medio

de alguno de los elementos básicos del lenguaje. Existe una relación

entre las cosas y las palabras. Así como una combinación de ―cosas‖

es un hecho atómico, una combinación de palabras es una proposición

atómica. Las proposiciones atómicas ―representan‖ hechos atómicos

en el sentido de que las primeras son una representación, ―cuadro‖ o

―pintura‖ de los segundos.

La idea de que las proposiciones son pinturas de la realidad que

describen vino a la mente de Wittgenstein al leer en un periódico la

presentación en una corte de Paris de la reconstrucción de un

accidente de tráfico mediante un modelo a escala de los principales

elementos involucrados: casas, coches, personas. Wittgenstein

consideró que una proposición sirve como modelo, o pintura, de un

estado de cosas en virtud de la correspondencia o semejanza entre sus

partes y el mundo. El modo en que las partes de la proposición se

combinan —la estructura de la proposición— describe una posible

combinación de elementos de la realidad, un posible estado de cosas.

Las imágenes de la realidad reflejan las relaciones que existen en la

realidad, de manera que las proposiciones atómicas y los hechos

atómicos presentan una correspondencia isomórfica49

.

El lenguaje se convierte en una especie de mapa de la realidad.

Cada objeto tiene una forma lógica distintiva que le permite

combinarse sólo con determinados objetos. Las combinaciones de

proposiciones atómicas constituyen las llamadas ―funciones de

verdad‖. El lenguaje ordinario es engañoso en apariencia y necesita

ser analizado para descubrir el ―esqueleto lógico‖ o ―lenguaje ideal‖

que constituye su naturaleza esencial. Las proposiciones que se usan

para describir el esqueleto lógico del lenguaje no son ni proposiciones

atómicas ni funciones de verdad y por esta razón carecen de

49

L. Wittgenstein, Tractatus, 2.1.

LUDWIG WITTGENSTEIN 199

significado. Wittgenstein llegó a la paradójica conclusión de que

buena parte del Tractatus era un sinsentido o, en el mejor de los casos,

una especie de andamio que puede desecharse una vez construido el

edificio50

.

Las verdades profundas acerca de la naturaleza de la realidad y

de la representación propiamente no pueden ser dichas sino sólo

pueden ser mostradas. Afirma Wittgenstein que ―lo que se expresa

por sí mismo en el lenguaje, no podemos expresarlo mediante el

lenguaje‖, que equivale a decir que lo que se puede mostrar no se

puede decir. Wittgenstein consideraba que esta distinción era esencial

de manera que en el Tractatus no ha enunciado nada sobre el lenguaje

y el isomorfismo del lenguaje con la realidad sino que simplemente lo

ha mostrado.

Wittgenstein habla poco y al final acerca de la naturaleza del

valor, de la muerte y de lo místico, pero esto no significa en modo

alguno que otorgue escaso valor a estos aspectos, sino que

corresponden al ámbito de lo absoluto y por tanto de lo inexpresable,

de lo que escapa a la ciencia natural, al dominio de los hechos, a lo

que puede expresarse con palabras. Wittgenstein evitaba cualquier

explicación de ―por qué‖ algo es bueno, rechazando así todo super

intelectualismo que procede ―como si‖ pudiéramos dar razones sobre

qué es el bien.Para Wittgenstein ―el sentimiento del mundo como un

todo limitado es lo místico‖51

,

La pretensión de rebasar los límites del lenguaje conduce al

sinsentido, pero la inclinación a buscar algo indica algo y por eso

Wittgenstein animaba, parafraseando a San Agustín, a no temer hablar

sin sentido52

porque esa actividad es precisamente la ética. La ética no

tiene que ver con los hechos particulares sino con el modo en que la

50

Cf. J. Heal, ―Ludwig Wittgenstein‖, 757.

51 L. Wittgenstein, Tractatus, 6.45.

52 Cf. F. Waismann, Wittgenstein and the Vienna Circle, Blackwell, Oxford, 1979,

68. Para un intento de entender las ideas de Wittgenstein acerca del sinsentido (Cf.

C. Diamond, ‗On What Nonsense Might be‘, Philosophy 56, 981, 5-22).

200 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

totalidad se nos presenta, y esto a su vez depende de la cualidad de

nuestra voluntad, pero no de la ‗voluntad‘ empírica reconocida por la

psicología, sino de aquella cuyo buen o mal ejercicio hace al mundo

‗crecer y disminuir como un todo‘. Este modo de explicar la ética

respondía al deseo de Wittgenstein de salvaguardar su naturaleza

privada y espiritual y evitar que fuese rebajada por el parloteo

filosófico.

El Tractatus deja traslucir un fuerte pesimismo hacia la

filosofía. El mensaje es que los problemas filosóficos no son otra cosa

que trampas que nos tiende el lenguaje, y las proposiciones que

expresan nuestro esfuerzo reflexivo para liberarnos de ellas son sólo

absurdos. Esto no quiere decir que carezcan de valor: nos ayudan a

alcanzar cierta paz de espíritu pero, una vez lograda, ya no nos son

útiles y debemos prescindir de ellas. Sobre los problemas que

realmente son importantes: el sentido de la vida, la muerte, los

valores, etc., sólo cabe el silencio53

. Esta conclusión puede tener una

lectura un poco menos pesimista. Wittgenstein defendió siempre que

la filosofía no era una teoría, sino una actividad y, como tal, produce

inmediatas consecuencias prácticas. La filosofía no puede ir más allá

de mostrar y por eso no es propiamente una ciencia sino una actividad.

Según Wittgenstein, la filosofía no ―dice‖ sino que ―aclara‖:

La filosofía no es una de las ciencias naturales. (La palabra ―filosofía‖

debe significar algo que está arriba o abajo, pero no junto a las

ciencias naturales). El objeto de la filosofía es la clarificación lógica

de los pensamientos. La filosofía no es una teoría sino una actividad.

Un trabajo filosófico consiste esencialmente de elucidaciones. El

resultado de la filosofía no es una cantidad de ―proposiciones

filosóficas‖ sino el hacer claras las proposiciones. La filosofía debe

hacer claras y delimitar claramente los pensamientos que de otra

manera son, como lo eran antes, opacos y oscuros54

.

53

Cf. L. Valdés Villanueva, ―Introducción‖, 28.

54 L. Wittgenstein, Tractatus, 4.111 y 4.112.

LUDWIG WITTGENSTEIN 201

Algunos autores han presentado estas conclusiones de

Wittgenstein como propias de un escéptico pirrónico, que considera

que la filosofía no es una teoría sino un método para vivir mejor,

aunque existe una diferencia fundamental entre Wittgenstein y los

escépticos clásicos, ya que los pirrónicos suspendían el juicio ante los

problemas filosóficos porque había un equilibrio entre los argumentos

a favor y en contra de cualquier solución, y lo que dice Wittgenstein

es más radical: los problemas filosóficos simplemente traspasan los

límites del significado —violan las condiciones generales de

representación— y no deben ni siquiera preocuparnos. El objeto de la

filosofía es hacer desaparecer los problemas filosóficos55

.

La filosofía del último período de Wittgenstein está contenida

principalmente en Philosophical Investigations. En la primera parte

del libro se encuentran las ideas centrales en cuyo contexto se pueden

ver sus ideas sobre la filosofía de la mente, las matemáticas y la

epistemología. Se señalan las dificultades del Tractatus y se incluyen

consideraciones acerca del significado, la comprensión, el seguir una

regla, la naturaleza de los estados mentales y otros temas.

Wittgenstein consideró que el Tractatus resultaba

completamente insatisfactorio, no porque hubiera encontrado nuevos

argumentos que echaran por tierra los postulados de su primera obra

sino porque había cambiado su modo de ver el papel del lenguaje. Su

nueva idea del significado, menos rígida, de manera que cada tipo de

palabra está ‗a gusto‘ en su propio juego de lenguaje porque ya no se

busca analizar las proposiciones en términos de hechos atómicos para

determinar su verdad o falsedad, sino de encontrar ―parecidos de

familia‖ o semejanzas entre los juegos del lenguaje que ―forman una

complicada red de semejanzas, superposiciones y

entrecruzamientos‖56

. Es equivocada la idea anterior de que toda

proposición con significado ha de ser verdadera o falsa como fruto del

55

Cf. L. Valdés Villanueva, ―Introducción‖, 20 y 55-56.

56 L. Wittgenstein, Philosophical Investigations, 66.

202 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

análisis en términos de hechos atómicos. Lo mismo ocurre con su

visión de los simple y lo complejo que depende del contexto y de los

intereses sin las exigencias de exactitud que se le habían determinado

antes. A la luz de estas consideraciones la imagen de una estructura

detallada y cristalina inherente al mundo y al lenguaje aparece como

una ilusión. De aquí que el Tractatus llegó a parecer a Wittgenstein

una ―superstición‖ sobre el lenguaje de las que deberíamos

deshacernos.

De aquí se desprende un modo distinto de concebir la misión

―aclaradora‖ de la filosofía que ahora se comprende como el

instrumento para ayudarnos a rehuir ―el embrujamiento de nuestra

inteligencia mediante el lenguaje‖. Para conseguir liberarnos de esta

especie de trampa en que nos ha metido nuestra incomprensión del

funcionamiento de los lenguajes Wittgenstein propone dos cosas. En

primer lugar la renuncia a descubrir una esencia en el lenguaje y ver

que funciona en sus usos. Los juegos del lenguaje son el modo como

sirven en las ―formas de vida‖: ―el significado de una palabra es su

uso dentro del lenguaje‖57

, que son múltiples y variados. En segundo

lugar propone ver las palabras (no ya como recursos para nombrar

objetos) sino como ‗juegos del lenguaje‘. Wittgenstein pasa de

presentar el lenguaje como un marco fijo y perenne a presentar el

lenguaje como un aspecto vulnerable y cambiante de la vida humana.

No hay función común de las expresiones del lenguaje, sino que

existen innumerables clases de expresiones y de modos de usar las

palabras, incluyendo a las palabras mismas. Las perplejidades surgen

precisamente cuando se olvida que el lenguaje se reduce a uso, a

combinación de juegos, y cuando no se es consciente de que las

perplejidades no se resuelven sino que se disuelven58

.

Los ―problemas filosóficos‖ surgen de haberse hecho

demasiadas ilusiones sobre el lenguaje. Según Wittgenstein los

llamados ―problemas filosóficos‖ son del tipo ―no sé cómo salir del

57

L. Wittgenstein, Philosophical Investigations, 43.

58 Cf. J. Sádaba, Conocer Wittgenstein y su obra, 13.

LUDWIG WITTGENSTEIN 203

paso‖. Por tanto las perplejidades filosóficas no son problemas para

los que pueda encontrarse una solución descubriendo una nueva

realidad antes desconocida. En filosofía no hay nada oculto sino que

los datos del supuesto problema se hallan a nuestra mano, e incluso se

refieren a conceptos que dominamos fuera de la filosofía. Preguntar

qué hora es no causa perplejidades pero preguntar acerca de la

naturaleza del tiempo nos confunde. Trasladarse a otra ciudad no nos

sume en abismales paradojas pero meditar sobre la naturaleza del

espacio nos coloca en un laberinto en el cual no parece haber salida

más que la de liberarse de la superstición de que hay un laberinto y

esta es precisamente la nueva misión de la filosofía.

Esto no significa, como podría parecer, que las cuestiones

filosóficas son absurdas e inútiles. Muchas de las llamadas ―cuestiones

filosóficas‖ tienen un sentido e incluso un ―sentido profundo‖ que

consiste en mostrarnos las raíces de nuestra perplejidad y que tales

raíces se hallan muy fuertemente hincadas en nosotros. La razón por la

cual algunos hombres se han sentido fascinados por ―cuestiones

filosóficas‖ es que son en verdad ―fascinantes‖, ―embrujadoras‖.

Incluso podemos considerar que algunas de esas cuestiones son

consecuencia de las embestidas de nuestra inteligencia contra los

límites del lenguaje.

Para el primer Wittgenstein las cuestiones filosóficas no tenían

sentido y por el contrario sí la tienen para el último, que no se explica

el ―embrujamiento‖ que producen estas cuestiones si careciesen de

sentido. El segundo Wittgenstein tampoco cree que las cuestiones

filosóficas sean simples ―cuestiones lingüísticas‖. Las cuestiones

filosóficas emergen del lenguaje pero no son ―cuestiones lingüísticas‖:

son cuestiones acerca de realidades que nos sumen en confusión por

no saber cómo tratarlas adecuadamente, por no saber ver la

―cuestión‖. Por eso la filosofía tiene por misión hacernos ver y no

explicar ni deducir ni inferir nada, sólo ―poner a la vista‖ las

perplejidades en las que nos ha sumido la tenaz inclinación a olvidar

por qué usamos ciertos conceptos, a pensar que hay caracteres

comunes a las cosas, a creer que hay algo que pueda llamarse ―la

204 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

realidad‖. Y por eso la filosofía es una lucha, una lucha contra el

embrujamiento de nuestra inteligencia por el lenguaje.

Aquí parece entrar a Wittgenstein un pragmatismo que le hace

pasar del conocimiento al uso. Wittgenstein tenía duda incluso de sus

estatus como filósofo, cuando veía un problema estaba inclinado a

empezar a jugar el juego más que a escrutar sus reglas. Wittgenstein

llegó a pensar que en lugar de enseñar doctrinas y desarrollar teorías

habría que proporcionar una técnica para ganar claridad. Quería que

su filosofía fuera como la del hombre de negocios: ganar algo. Para

Wittgenstein ya no hay cuestión de meta-teorías o de teorías de

juegos, sino sólo juegos y jugadores, reglas y sus aplicaciones59

A pesar de que hay fuertes contrastes entre las primeras y las

últimas posiciones, y con razón Wittgenstein es famoso por haber

desarrollado dos visiones filosóficas marcadamente distintas, existen

también continuidades60

. El ―último Wittgenstein‖ es en gran parte

comprensible como una reacción contra el ―primero‖ sin el cual no

tendría sentido como Wittgenstein mismo establece:

Hace cuatro años [escribía desde Cambridge en 1945] tuve ocasión de

volver a leer mi primer libro (el Tractatus Lógico-Philosophicus) y de

explicar sus ideas a alguno. De pronto me pareció que debía publicar

todos estos viejos pensamientos y los nuevos juntos: que los últimos

podían ser vistos en la correcta luz sólo por contraste con y contra el

fondo de mi modo de pensar anterior61

.

En los dos períodos de su filosofía la preocupación central de

Wittgenstein fue el lenguaje. El Tractatus trata del lenguaje

independientemente de las circunstancias y la Investigations enfatizan

la importancia de la ―corriente de vida‖ que da su significado a las

59

Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 297 y 308.

60 Cf. J. Hintikka, On Wittgenstein, 58.

61 L. Wittgenstein, Philosophical Investigations, x.

LUDWIG WITTGENSTEIN 205

expresiones lingüísticas62

. Existe un ―modo de pensar‖ común a

ambos periodos, un tipo de filosofar característicamente

―wittgensteiniano‖: por una parte está la creencia de Wittgenstein que

los rompecabezas filosóficos tradicionales a menudo surgen de

imágenes (o pinturas) de las funciones del lenguaje profundamente

influyentes pero engañosas. Y por otra parte, su convicción de que las

ideas filosóficas no se adquieren construyendo teorías cuasi científicas

de fenómenos que nos producen perplejidad sino que se adquieren, si

acaso, buscando ser honesto intelectualmente y neutralizando así las

fuentes de confusión63

.

La palabra ‗filosofía‘ tiene para Wittgenstein dos sentidos. En

uno describe un cuerpo de expresiones y argumentos confusos, que

surgen en gran parte de malentendidos acerca del funcionamiento del

lenguaje, y en el otro describe una actividad de ayuda a la gente a

liberarse de los embrollos. Wittgenstein mantuvo siempre su

convicción de que no puede haber teorías filosóficas y que la utilidad

de la filosofía debe consistir solamente en hacer proposiciones sin

contenido, en describir y montar recuerdos (o recordatorios o avisos o

notificaciones) 64.

Wittgenstein ha dado lugar a dos ramas filosóficas que han

determinado poderosamente nuestro mundo cultural. El primer

Wittgenstein fue el padre del positivismo lógico o empirismo lógico

que jugó un papel importante durante la década anterior a la segunda

guerra mundial, mientras que el ―último Wittgenstein‖ ha sido el

padre de la llamada escuela de análisis de Cambridge, que después de

62

Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 261.

63 Con la aparición del libro de G. Band, Los textos fundamentales de Ludwig

Wittgenstein (Título original: Die grundlegenden Texte von Ludwig Wittgenstein),

Alianza Universidad, Madrid, 1987, se ha hecho más patente que nunca que el

pensamiento wittgensteiniano tiene una unidad fundamentante. En el libro se

recogen temáticamente los aspectos relacionados de la obra de Wittgenstein y por

primera vez se destacan claramente los ―hilos conductores‖ o las ―líneas maestras‖

que unen y recorren toda la obra completa.

64 Cf. J. Heal, ―Ludwig Wittgenstein‖, 757 y 768.

206 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

la guerra prevaleció en el movimiento llamado filosofía del lenguaje o

escuela de Oxford65

. Aunque es innegable que la influencia de

Wittgenstein ha sido considerable sobre estas dos líneas de

pensamiento filosófico, es necesario matizar esta valoración porque el

positivismo lógico tuvo también otras fuentes de inspiración además

del Tractatus y porque la filosofía del lenguaje tuvo también otros

modelos como Moore. Es en parte cierto que Wittgenstein rechazó los

resultados de su propia influencia y no participó en las discusiones

públicas a las que su trabajo dio origen66

.

No es fácil situar a Wittgenstein dentro de la filosofía analítica.

Por una parte se han destacado los elementos ―analíticos‖ de la

primera fase del pensamiento de Wittgenstein fruto de la influencia de

Frege y Russell en la formación de su pensamiento, y por otra está su

―singularidad‖ y la dificultad consiguiente para incluirlo en la filosofía

analítica en sentido amplio. Se han puesto de relieve ciertas

conexiones (interés por Kierkegaard, Schopenhauer o Freud), o

discutido ciertas similitudes (con Husserl o Heidegger), o destacando

aspectos que se salen de todo esquema ―analítico‖ (aspectos

metafísicos y aun místicos). Wittgenstein rechazó ser llamado

―positivista terapéutico‖67

aunque veía conexión entre su trabajo y el

de Freud. Pensaba que su modo de filosofar y el psicoanálisis

requerían habilidades semejantes aunque no fueran la misma técnica68

.

Refiriéndose al libro sobre la interpretación de los sueños de Freud

pensó que ―al fin existe un psicólogo que tiene algo que decir‖69

.

Aunque la mayor parte de las interpretaciones del pensamiento

de Wittgenstein, con independencia de la división que se haga de su

filosofía, se fundan en el papel que Wittgenstein ha representado en

65

Cf. J. Nubiola, ―Neopositivismo y filosofía analítica: balance de un siglo‖, Acta

Philosophica, 8, 1994, 207-209.

66 Cf. G. H. von Wright, Wittgenstein, 15.

67 Cf. N. Malcolm, A Memoir, 48.

68 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 356-357.

69 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 356.

LUDWIG WITTGENSTEIN 207

dos momentos importantes en la historia de la filosofía analítica,

centrados uno en la noción de lenguaje ideal y el otro en la noción de

lenguajes corrientes y juegos de lenguaje. Resulta equivocado aplicar

a Wittgenstein esquemas tradicionales, sin embargo eso lo que se ha

hecho en la mayoría de los casos. Ha habido numerosos intentos de

poner la filosofía de Wittgenstein al servicio de muchas causas que no

sólo son ajenas a las de Wittgenstein sino que el mismo Wittgenstein

hubiera encontrado repugnantes70

.

Algunos autores consideran que Wittgenstein dio pie a distintas

interpretaciones al reconocer que ―lo que no puede decirse‖ es más

―importante‖ que lo que puede decirse y al subrayar la necesidad de

delimitar el campo de ―lo que puede decirse‖ justamente porque lo

―indecible‖ constituye la base para liberar la propia personalidad. De

hecho no resulta nada fácil subir por la escalera y arrojarla después en

este conjunto de ideas brillantes, fuerza comunicativa pero

incompletez y silencios.

Otros interpretan a Wittgenstein desde un contexto histórico

distinto del anglosajón proponen ver a Wittgenstein no sólo como

lógico y filósofo del lenguaje, sino también como vienés y como

estudiante de física teórica e ingeniería. Aquí también la historiografía

va matizando y proponiendo nuevos modos de ver a Wittgenstein, por

ejemplo los trabajos que desprenden a Wittgenstein de las corrientes

anglosajonas y le asimilan más a las corrientes y circunstancias de su

Viena natal basándose en que la vida cultural de la capital imperial

marcó decisivamente los años de formación de Wittgenstein71

.

Hay quienes le sitúan en ambos mundos considerando que e el

ambiente intelectual de Viena dio forma al carácter filosófico de

Wittgenstein, el conjunto de problemas lógico-filosóficos que se

discutían en Cambridge durante las primeras dos década del siglo XX

proporcionó la materia para dar expresión a su genio72

. Algunos

70

Cf. J. Hintikka, On Wittgenstein, Wadsworth, Belmont, 2000.

71 Cf. A. Janik y S. Toulmin, La Viena de Wittgenstein.

72 Cf. J. Sádaba, Conocer Wittgenstein y su obra, 13.

208 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

autores incluso han llegado a decir que la influencia de Wittgenstein

es más actitudinal que filosófica73

, aunque esto parece ser contradicho

por el reconocimiento de la influencia de Wittgenstein en áreas

concretas como la ética74

, el debate realismo-antirrealismo75

, la

filosofía de las matemáticas76

y la psicología77

.

4.2 Wittgenstein y el Círculo de Viena

Muchos historiadores discuten la relación entre Wittgenstein y

el Círculo de Viena en términos de una influencia unilateral de

Wittgenstein sobre el Círculo de Viena apoyada en la bibliografía

secundaria78

, que parece confirmarse en algunos escritos de miembros

del Círculo de Viena e incluso en el propio Manifiesto del Círculo

(1929)79

. Wittgenstein también ganó en su contacto con el Círculo de

Viena. No puede demostrarse aunque las conversaciones con Schlick,

Waismann y Feigl tuvieron una influencia indirecta80

. Su interés por la

filosofía profesional volvió a reavivarse, en parte como resultado de

73

Cf. L. Valdés Villanueva, ―Introducción‖, 57.

74 Cf. S. Lovibond, ―Wittgensteinian Ethics‖, 770.

75 Cf. E. Craig, voz ―Realism and Antirealism‖, Routledge Encyclopedia of

Philosophy, VIII, 119.

76 Cf. L. Wittgenstein, Remarks on the Foundations of Mathematics, Blackwell,

Oxford, 1956, principalmente el Apéndice de la Parte I. Una discusión interesante

del libro de Wittgenstein se encuentra en S.G. Shanker, Wittgenstein and the

Turning-Point in the Philosophy of Mathematics, State University of New York

Press, New York, 1987, vii-viii.

77 Cf. D. Braddon-Mitchell, voz ―Analytic Behaviourism‖, Routledge Enciclopedia

of Philosophy, I, 689-690.

78 Cf. R. Drudis-Baldrich, Bibliografía sobre Ludwig Wittgenstein. Literatura

Secundaria (1921-1985), Aporía, Madrid, 1992.

79 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 422.

80 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 435.

LUDWIG WITTGENSTEIN 209

su amistad con Schlick, líder del Círculo de Viena‖81

y asistió a la

conferencia de Brouwer gracias a la insistencia de Waismann y

Feigl82

, que le causó un gran impacto y marcó en parte su regreso a los

intereses y actividades filosóficas83

. La fase verificacionista en

Wittgenstein —correspondiente a Philosophical Remarks— cuajó

como fruto de sus conversaciones con los miembros del Círculo de

Viena aunque fue pasajera y presentó diferencias en su uso y contexto.

El Tractatus recibió poca atención fuera del grupo positivista

que a su vez era una minoría en el área de habla alemana. Las

universidades austriacas (al contrario de lo que sucedía en Alemania

donde predominaban los enfoques neokantianos) estaban dominadas

por la escuela de Brentano, aunque la influencia de Mach era

considerable84

. Durante la conferencia de Praga en 1929, ocho años

después de publicado el Tractatus, algunos dudaban incluso de la

existencia de Wittgenstein asumiendo la posibilidad de que fuese un

sinónimo colectivo del Círculo de Viena debido a que sus miembros

fueron los primeros que estudiaron y divulgaron el contenido del

81

W. W. Bartley III, Wittgenstein, 22.

82 B. McGuinness (Ed.), Wittgentein and the Vienna Circle. Conversations recorded

by Friedrich Waismann, 16.

83 Brouwer, Luitzen. Rotterdam 1881-1966. Fue profesor en la Universidad de

Amsterdam. Realizó importantes trabajos en topología, pero sobre todo en su

fundamentación y desarrollo del intuicionismo en la matemática y en la

fundamentación y filosofía de la matemática. Sometió a crítica algunas ideas

consideradas inconmovibles en matemáticas y en lógica, como el principio del tercio

excluido. Se opuso a la teoría de conjuntos y al uso de pruebas no constructivas.

Contra los logicistas. Fundó la matemática intuicionista, no clásica y no logicista.

Cf. J. Ferrater Mora, voz ―Brouwer, Luitzen‖, Diccionario de filosofía, 431-433.

84 Actualmente se habla de dos "paradigmas" de la filosofía austriaca: la escuela de

Brentano (Brentano, Meinoing, Höfler, Kraus, Mally) y la escuela analítica del

lenguaje que tuvo su culmen en el Círculo de Viena (con Mach como importante

precursor aunque él mismo no se preocupó del análisis del lenguaje). Ambos

paradigmas tenían en común la oposición a Kant y a sus seguidores, aunque había

excepciones como Reininger, que era profesor en Viena al mismo tiempo que

Schlick (Cf. J. Friedl, ―Reception of TLP in Austria‖, <[email protected]>,

Correo electrónico personal, 1 de diciembre de 2003).

210 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Tractatus en Austria85

. Algunas interpretaciones más recientes sitúan

a Wittgenstein dentro de una filosofía austriaca unificada de carácter

empirista, crítico del lenguaje y antimetafísico independiente de la

filosofía alemana esencialmente idealista y en conexión con el

desarrollo de la filosofía analítica en Inglaterra, Estados Unidos y

Polonia86

.

4.2.1 Historia de una relación peculiar

En 1922 Hahn dirigió un seminario sobre el Tractatus, al que

acudieron Schlick y Reidemeister, entonces profesores jóvenes recién

llegados a Viena. Ambos quedaron profundamente impresionados y

Reidemeister en una intervención posterior habló por primera vez del

significado de Wittgenstein para la lógica moderna y la filosofía87

. El

impacto que el Tractatus causó en Schlick se refleja en la primera

carta que escribió a Wittgenstein en 1924 en la que expresaba su

admiración y solicitaba una entrevista y un ejemplar del Tractatus:

Como admirador de su Tractatus Logico-Philosophicus he intentado

muchas veces ponerme en contacto con usted (...) hay muchos aquí, y

yo me cuento entre ellos, convencidos de la importancia y corrección

de sus ideas fundamentales y que sentimos un gran deseo de tomar

85

Cf. Entrevista con H. Neider, miembro del Círculo en J. Ch. Marek (ed.),

Österreichische Philosophen und ihr Einfluß auf die analytische Philosophie der

Gegenwart, Innsbruck, München, Salzburg, Graz, Gießen, 1977, 35.

86 Cf. K. Lehrer y J. C. Marek (eds.), Austrian Philosophy Past and Present. Essays

in Honor of Rudolf Haller, Kluwer, Dordrecht, 1997, x.

87 Cf. L. Golland, B. McGuinness y A. Sklar (eds.), K. Menger, Reminiscences of the

Vienna Circle and the Mathematical Colloquium, 89-103. J. Friedl colige —de la

carta de Schlick a E. Cassirer del 4 de marzo de 1927, Schlick Nachlass (94)— estas

sesiones de Reidemeister son lo que Feigl consideró la primera lectura exegética del

Tractatus en el Círculo de Viena. Cf. J. Friedl, ―Wittgenstein-Korrespondenz‖,

<[email protected]>, Correo electrónico personal, 30 de octubre de 2003.

LUDWIG WITTGENSTEIN 211

parte en la difusión de sus ideas (...) Sería para mí un placer

especialmente grande el conocerle88

.

Wittgenstein contestó que le gustaría verlo pero que ni siquiera

él tenía copia del Tractatus en el pueblo donde desempeñaba su labor

de maestro. Como consecuencia de la influencia de Wittgenstein sobre

Schlick el Tractatus fue discutido detalladamente en las reuniones del

Círculo de Viena89

. La entrevista con Schlick no fue posible hasta el

otoño de 1926 en que Wittgenstein regresó a Viena y se ocupaba de la

construcción de la casa de su hermana. La esposa de Schlick cuenta

que su marido se preparó con el espíritu de un peregrino y que volvió

con una actitud reverencial90

. Wittgenstein también tuvo una buena

impresión de Schlick y consideró que era un interlocutor educado e

inteligente91

. Schlick atribuyó a Wittgenstein ideas que él mismo

había formulado con mayor lucidez mucho antes de sucumbir al

hechizo casi hipnótico de Wittgenstein92

.

Existe una vinculación clara entre el cambio en las ideas de

Schlick y su modo de entender a Wittgenstein. Bajo la influencia de

Carnap y de Wittgenstein, Schlick abandonó el realismo crítico que

tan hábilmente había defendido en Allgemeine Erkenntnislehre,

rechazándolo como un pseudoproblema y apostando por una posición

88

Carta de M. Schlick a L. Wittgenstein, 25 de diciembre de 1924 desde Viena,

Schlick Nachlass, (123).

89 Cf. H. Feigl y A. Blumberg, ―Introducción‖, xvi. Carnap también testimonia este

hecho (Cf. R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 24).

90 Cf. B. McGuinnes (ed.), Wittenstein and the Vienna Circle, Prefacio del editor.

91 P. Engelmann, Letters from Ludwig Wittgenstein with a memoir, Oxford

University Press, Oxford, 1967, 118.

92 H. Feigl y A. Blumberg, ―Introducción‖, xvi-xvii. Feigl cita algunas ideas

fundamentales del Tractatus que fueron anticipadas en la epistemología de Schlick y

admite la posibilidad de que la filosofía de Russell haya servido como un conducto a

través del cual algunas ideas de Wittgenstein llegaran a Schlick antes de la

publicación de su Allgemeine Erkenntnislehre (―Teoría General del Conocimiento‖)

en 1918.

212 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

‗neutral‘ de orientación lingüística, ―para desilusión de muchos,

especialmente de Victor Kraft, Karl Popper, Edgar Zilsel y Herbert

Feigl‖93

.

Al mismo tiempo no sería justo hablar de una absorción total de

las ideas de Wittgenstein por parte de Schlick ya que tuvieron puntos

de vista diferentes en algunas nociones de ética y estética94

. Schlick, a

diferencia de Wittgenstein e incluso de otros miembros del Círculo de

Viena como Carnap y Reichenbach, consideraba que era posible

abordar temas normativos desde una perspectiva positivista y que la

ética podía tener contenido cognitivo. Muestra de esto fue el hecho de

publicar su libro sobre problemas de ética en la colección sobre la

visión científica del mundo de la que era editor. En su libro Schlick

intentó aplicar el método científico y la psicología a numerosos

problemas de la ética tradicional, como la motivación, la libertad y la

responsabilidad, el egoísmo, la fuente de los valores humanos, etc. Su

objeto no era amonestar o exhortar sino reunir, clarificar y analizar las

diversas cuestiones éticas95

.

Schlick siguió en contacto con Wittgenstein por correspondencia

y quizás en alguna otra entrevista personal y en la primavera de 1927

consiguió que Wittgenstein aceptara reunirse con otros miembros del

Círculo96

. Comenzó así un contacto conflictivo y excéntrico, con

distintos niveles de intensidad y frecuentes interrupciones entre

Wittgenstein y el Círculo de Viena que duró hasta el asesinato de

Schlick en junio de 1936.

A las reuniones celebradas entre 1927 y 1929 asistían además de

Schlick, Waismann —que era el más cercano a Schlick en ese

momento— Carnap, Feigl y algunos otros como Menger y nunca

93

H. Feigl y A. Blumberg, ―Introducción‖, xvii.

94 Cf. B. McGuinness, Wittgenstein and the Vienna Circle, capítulo 10.

95 Cf. M. Schlick, Problems of Ethics (Título original Fragen der Ethik, 1939),

Dover, New York, 1962.

96 No es claro si estuvo o no presente en alguna reunión del Círculo de Viena como

conferenciante o como invitado (Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 438).

LUDWIG WITTGENSTEIN 213

fueron más de ocho97

. En los encuentros se trataban temas filosóficos

y no filosóficos. Algunas veces Wittgenstein prefería poner un poco

de distancia leyendo poemas, sobre todo de Rabindranath Tagore, y

habitualmente sentado de espaldas a la audiencia. En muchas otras

ocasiones hacía exposiciones largas de sus ideas que eran registradas

por los asistentes como iluminadoras y estimulantes. Esto se debió en

parte a que Wittgenstein estaba mentalmente centrado en su trabajo de

arquitecto y en parte su comportamiento oblicuo, indirecto y evasivo

respecto a los miembros del Círculo de Viena era una manera de

marcar distancia para que no le asimilaran a la tendencia positivista

del Círculo. Tampoco estaba dispuesto a ceder a la presión de quienes

querían que volviera a la escena filosófica, asistiera a reuniones y

proclamara su filosofía98

.

El año 1929 trajo considerables cambios para el Círculo de

Viena que publicó su manifiesto programático, y Wittgenstein se

trasladó a Cambridge para reanudar su dedicación completa a la

filosofía, su relación con Schlick era cordial y continuaba interesado

en seguir en contacto con los miembros del Círculo (a los que llamaba

la Mesa Redonda) 99

. Wittgenstein hizo una valoración negativa del

manifiesto del Círculo, le pareció que no había que hacer teorías ni

homenajes, como pretendían hacer con Schlick, sino que el maestro se

conocería por su trabajo y tampoco estaba de acuerdo con el nuevo

papel del Círculo de Viena como escuela filosófica. A partir de ese

momento aceptó encontrarse solamente con Schlick y Waismann y

rechazó todo tipo de reunión con otros miembros, Waismann escribió

las minutas de esas discusiones intentando proporcionar una versión

accesible de la filosofía de Wittgenstein a los miembros del Círculo.

Estas conversaciones se llevaron a cabo aprovechando las visitas

de Wittgenstein a Viena, entre 1929 y 1931, durante las vacaciones y

97

Cf. R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 24-30.

98 Cf. W. W. Bartley III, Wittgenstein, 65.

99 Cf. Carta de L. Wittgenstein a M. Schlick del 18 de febrero de 1929 desde

Cambridge. Schlick-Nachlass (123).

214 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

tuvieron un carácter más formal porque Wittgenstein tenía resultados

qué comunicar y porque, no sin considerable dudas, veía con buenos

ojos que sus ideas se propagaban en Viena por medio de los reportes

compuestos por Waismann y apoyaba el proyecto del libro de

Waismann Lógica, Lenguaje y Filosofía que pretendía ser una

introducción a las ideas del Tractatus. Wittgenstein fue creándose una

reputación de contribuyente de influencia —pero en la sombra— al

debate filosófico austriaco. Algunos lo consideraban el producto de la

imaginación de Schlick, un personaje mitológico inventado como

cabeza del Círculo100

.

Schlick y Waismann se fueron percatando de lo rápido y

radicalmente que estaban cambiando las ideas de Wittgenstein al ver

el retraso del libro de Waismann, programado para publicarse en 1929

y que inicialmente pretendía ser una introducción al Tractatus. Más

tarde se convirtió en una relación de los cambios y finalmente en un

proyecto de exposición de la nueva postura de Wittgenstein. El estilo

de escribir y siempre corregir y nunca estar satisfecho ni dar nada por

terminado llegó a exasperar a Waismann, y Wittgenstein había

perdido la confianza en que Waismann entendiera sus ideas. Sobra

decir que Waismann dejó de tener la responsabilidad de presentar las

nuevas ideas de Wittgenstein a los miembros del Círculo de Viena.

Wittgenstein y Waismann seguían involucrados en el intento de

publicar el libro en atención al entusiasmo de Schlick, que se convirtió

en mediador de las comunicaciones entre Wittgenstein y Waismann,

pero el desencuentro entre ambos era innegable.

A pesar de su desprecio por la profesión filosófica Wittgenstein

mantenía un mirada celosa y atenta al uso que sus ideas recibían por

parte de los filósofos académicos y en el verano de 1932 estuvo

involucrado en una disputa de prioridad con Carnap en relación al

contenido de un artículo publicado por Carnap en Erkenntnis y luego

100

Cf. H. L. Mulder, ―Wissenschaftliche Weltauffassung der Wiener Kreis‖, Journal

of the History of Philosophy, 6, 1968, 386-390.

LUDWIG WITTGENSTEIN 215

publicado en inglés como The Unity of Science101

. En su escrito

Carnap hacía una defensa del fisicalismo del que, según él, el

Tractatus no decía nada, Wittgenstein replicó que sí decía a pesar de

su forma abreviada. Wittgenstein se quejaba enérgicamente con

Schlick diciendo que se podía ser escrupuloso al citar las fuentes

como era el caso de Schlick, o por el contrario no tener ningún interés

en citar, como era la costumbre de Wittgenstein, pero lo que resultaba

moralmente inaceptable era citar selectivamente como lo había hecho

Carnap102

.

Este incidente precipitó el término de las conversaciones con

Waismann a quien Wittgenstein consideraba la fuente de donde

Carnap había tomado sus ideas mientras que Carnap las atribuía a

Neurath, el más positivista de los miembros del Círculo de Viena. Lo

único que Carnap reconoce de Wittgenstein en la introducción de la

versión en inglés fue el llamar ―sinsentido‖ a las proposiciones no

verificables y por tanto no científicas103

. Stadler considera que esta

inclinación egomaníaca de Wittgenstein condujo a la ruptura con

Carnap en 1932 y a un conflicto personal y filosófico entre dos

pensadores opuestos104

.

En 1932 Wittgenstein dio por terminadas las reuniones con el

Círculo de Viena que había sostenido por espacio de dos años a través

de Schlick y Waismann. Consideró que esta forma de difundir sus

ideas podía conducir a una publicación distorsionada y sin una

adecuada comprensión, y decidió distribuir privadamente sus notas

entre sus amigos. A partir de 1933 Wittgenstein aceptó reunirse sólo

con Schlick, pasaron el verano de 1933 discutiendo y trabajando

101

El estudio mejor documentado de la relación de Schlick y Wittgenstein desde el

punto de vista filosófico se encuentra en R. Cirera, Carnap and the Vienna Circle,

Rodopi, Amsterdam, 1994, 43-82.

102 Cf. L. Goldstein, Wittgenstein’s Ph.D Viva - A Re-Creation, nota 42.

103 Cf. R. Carnap, The Unity of Science, Thoemmes, London, 1995. (Título original:

―Die physikalische Sprache als Universalsprache der Wissenschaft‖, Erkenntnis, 2,

1931, 432-465 publicado en inglés en 1934), 28.

104 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 427-428.

216 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

exhaustivamente en unas notas dictadas por Wittgenstein a Schlick105.

En 1934 Wittgenstein propuso escribir un libro en coautoría con

Waismann. Wittgenstein proporcionaría el material y tendría el

control de la forma y la estructura y Waismann sería responsable de

redactarlo. Waismann era el miembro del Círculo de Viena más

influenciado por Wittgenstein pero debido a su timidez sus desarrollos

permanecieron en un segundo plano106

y concretamente este proyecto

no prosperó. Con cada nuevo arreglo la posición de Waismann era

peor y se quejó con Schlick de lo difícil que era colaborar con alguien

que seguía la inspiración del momento y demolía con inquietante

facilidad lo que antes había construido107

.

El asesinato de Schlick en 1936 hizo que el proyecto del libro

conjunto se extinguiese. Wittgenstein escribió una carta a Waismann

en la que expresaba su estupor y la gran pérdida que suponía la muerte

de Schlick para ambos. Le pide que exprese sus condolencias a la

familia de Schlick dudando en escribirles personalmente por que la

relación había terminado antes108

. La relación entre Wittgenstein y

Waismann no pudo acabar peor. Al poco tiempo de la muerte de

Schlick Wittgenstein acusó a Waismann de haber plagiado sus ideas

en su ensayo “On the Concept of Identity”, a pesar de que Waismann

reconocía en el libro la gran deuda que tenía con las conversaciones

con Wittgenstein109

. A finales de 1937 Waismann y su familia

huyeron de Viena en calidad de refugiados. Por mediación de Popper

pudo emigrar a Cambridge donde trabajó como profesor, sufriendo la

indiferencia y la sombra de Wittgenstein. Posteriormente se trasladó a

105

B. McGuinness (ed.), Wittgentein and the Vienna Circle, 11.

106 Cf. G. Baker, Wittgenstein, Frege and the Vienna Circle, Blackwell, Oxford,

1988, 230-235 y F. Stadler, The Vienna Circle, 427.

107 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 340.

108 Cf. N. Malcolm, A Memoir, 49-50. El autor refiere que las relaciones con Schlick

se habían enfriado en los meses precedentes.

109 Cf. F Waismann, ―Über den Begriff der Identität‖, Erkenntnis, 6, 1936, 56-64.

LUDWIG WITTGENSTEIN 217

la Universidad de Oxford donde tuvo una existencia solitaria y a pesar

de todo contribuyó a introducir las nuevas ideas de Wittgenstein 110

.

4.2.2 Los temas de discusión

¿Cómo fue el diálogo entre el Wittgenstein que rechazaba el

Tractatus y el Círculo de Viena que lo tenía como inspiración

fundamental? La respuesta a esta pregunta es importante e interesante.

Por una parte Wittgenstein seguía considerando que el Tractatus era

una obra importante pero ya estaba en otra frecuencia filosófica, con

otra metodología y otros intereses muy distintos de los de los

positivistas lógicos111

. Por otra parte entre los miembros del Círculo

de Viena unos se subieron al nuevo barco de las ideas que se

publicarían después de la muerte de Wittgenstein en Philosophical

Investigations y otros se desmarcaron abiertamente. Las diferencias

personales y teóricas ente Wittgenstein y Carnap contribuyeron a una

recepción parcial de Wittgenstein por parte de otros miembros del

Círculo de Viena.

Feigl no tiene empacho en presentar a Carnap y a Wittgenstein

como dos hombres con personalidades diametralmente opuestas y con

puntos de vista filosóficos progresivamente divergentes112

. Carnap se

reunió con Wittgenstein en cinco ocasiones entre junio y agosto de

1927 que bastaron a Wittgenstein para considerarle non grato y

excluirle lo antes posible de las reuniones113

. En su autobiografía

intelectual Carnap relativizó los conflictos con Wittgenstein (no es

extraño tomando en cuenta que cuando se volvió mayor no quería ni

recordar ni tener problemas con nadie) aunque en un borrador no

publicado de su autobiografía intelectual escribe que nunca había sido

110

Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 744.

111 N. Malcolm, A Memoir, 58.

112 H. Feigl y A. Blumberg, ―Introducción‖, xvi.

113 Cf. W. W. Bartley III, Wittgenstein, 65.

218 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

tratado con tan mala educación por nadie. Le parece que el caso es

para un psicoanalista, pero una vez más con su categoría característica

subrayó que esto no quita que Wittgenstein fuera un genio creativo al

que la filosofía debía mucho. Reconocía que debía a Wittgenstein la

orientación general de su filosofía pero no su desarrollo respecto a

cuestiones individuales114

.

Las observaciones de Wittgenstein acerca del pensamiento, del

‗sí mismo‘ y del valor fueron una fuente importante para el desarrollo

posterior de Carnap, a la vez que éste criticó duramente el misticismo

de Wittgenstein en su comentario a la proposición 6.522 del Tractatus

(‗En verdad existe lo inexpresable. Este se muestra a sí mismo, es lo

místico‘) 115

.

Entre los miembros del Círculo de Viena hubo un rechazo

general al misticismo del ―mostrar‖ y al dualismo entre lenguaje y

mundo, y se aceptaron el análisis lógico y la crítica del lenguaje como

elementos de la visión científica del mundo116

. Los positivistas lógicos

se concentraron en derivar las implicaciones antimetafísicas del

análisis lógico del lenguaje relativas a lo decible y procurando abstraer

el misticismo contenido en la propuesta de Wittgenstein117

.

Para Wittgenstein, a diferencia de lo que se afirmaba en Círculo

de Viena, no había que evitar hablar acerca del sinsentido, sino que

todo dependía del espíritu con que se hace. Monk describe las

perplejidades de Schlick y Waismann al oír a Wittgenstein hablar de S

Agustín, de Heidegger, de Kierkegaard, que eran discursos que ellos

intentaban condenar como carentes de sentido118

. Aunque aquí

también estaría Carnap explicando que el sinsentido lógico al que se

114

Cf. R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 24-29 y F. Stadler, The Vienna

Circle, 434.

115 Cf. R. Carnap, The Logical Syntax of Language, 313-314.

116 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 429, 434.

117 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 423.

118 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 282.

LUDWIG WITTGENSTEIN 219

refieren al hablar de las proposiciones metafísicas no se identifica con

el sinsentido psicológico, que cabe en el discurso no científico y puede

tener incluso un sentido muy profundo —pueden resultar ricamente

evocativas de asociaciones y sentimientos para los autores y los

interlocutores— para quien lo sustenta119

. Existe una semejanza entre

Wittgenstein y los miembros del Círculo de Viena en relación al

emotivismo asociado a lo ético y separado radicalmente de la ciencia,

aunque existen también diferencias claras: Wittgenstein postula una

ética de tipo místico, Schlick una ética científica y Carnap sitúa el

discurso ético en el ámbito de la subjetividad120

.

Los miembros del Círculo de Viena hicieron su propia

interpretación del Tractatus, y montaron su positivismo lógico sobre

una selección de los puntos concretos que más se adecuaban a su

postura. Feigl es consciente de que hablar de Wittgenstein en el

Círculo de Viena es hablar principalmente de la interpretación que los

miembros del Círculo de Viena, principalmente Schlick, hicieron de

Wittgenstein. Por eso al explicar las causas del cambio en la postura

de Schlick matiza diciendo ―influido por Carnap y Wittgenstein (es

decir, por Wittgenstein tal como era conocido por Schlick y por

muchos otros miembros del Círculo de Viena)‖ 121

.

Los miembros del Círculo de Viena –sobre todo el ala radical-

parafrasearon la proposición 4.116 del Tractatus (―lo que puede

decirse puede decirse claramente‖) para subrayar su objetivo

antimetafísico . La afirmación de que la visión científica del mundo no

conocería enigmas insolubles guió la recepción de Wittgenstein por

parte del Círculo122

. Wittgenstein rechazó esta interpretación, ya que

estaba empeñado en un proceso de análisis lingüístico y de

clarificación intelectual (orientada moral y terapéuticamente) en un

contexto sociocultural distinto. Buscaba un contrapeso tanto a los

119

Cf. R. Carnap, The Unity of Science, 27.

120 Cf. J. Heal, ―Ludwig Wittgenstein‖, 767.

121 H. Feigl y A. Blumberg, ―Introducción‖, xvii. La cursiva es mía.

122 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 422.

220 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

manierismos como a los elementos carentes de sentido en el lenguaje

ordinario y no pensaba ni de lejos en movilizar una especie de cruzada

antimetafísica. Intentaba demarcar el mundo de los valores y por tanto

de lo indecible e inefable (la ética, la religión, la filosofía, el arte e

incluso la literatura) del mundo de los hechos, de lo que se puede decir

(las ciencias naturales) pero no pretendía destruirlos o eliminarlos al

modo de los positivistas lógicos que consideraron el Tractatus

básicamente como una investigación de la lógica del lenguaje con

ciertas curiosas implicaciones relativas a los valores123

.

Los autores del manifiesto del Círculo de Viena toman como

punto de partida, y como elemento esencial de la concepción científica

del mundo, la idea de Wittgenstein de excluir los pseudoproblemas

con ayuda del análisis lógico y parafrasean a Wittgenstein cuando

escriben que ―la visión científica del mundo no conoce enigmas

insolubles‖124

. Wittgenstein abandonó la visión científica del mundo,

y de hecho se dedicó a combatirla en los últimos años de su vida,

mientras que algunos miembros del Círculo de Viena, como es el caso

de Carnap, postularon un humanismo científico en el que la ciencia

era el instrumento más importante para la democratización de la vida

ordinaria125

.

Wittgenstein es padre del positivismo lógico en una cuestión

fundamental: la perspectiva lógica en la explicación de los fenómenos.

Los miembros del Círculo de Viena explicaron los fenómenos

mediante consideraciones puramente lógicas (a la manera de

Wittgenstein) y no desde el prejuicio empirista como lo había hecho

Mach. Rechazo de cualquier pretensión de la ciencia de explicar los

fenómenos, si se entiende por explicación algo distinto de la

123

Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 422-423.

124 R. Carnap, H. Hahn y O. Neurath, ―The Scientific Conception of the World: The

Vienna Circle‖, 328.

125 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 32-34.

LUDWIG WITTGENSTEIN 221

presentación de los fenómenos de una forma clara y fácilmente

aprensible126

.

Aunque el principio de verificación se haya originado con

Wittgenstein su intención no fue nunca la de presentarlo como base de

un edificio intelectual, ya que podía estar basado en un malentendido

y podía fallar al intentar aplicarlo a cuestiones todavía sin resolver127

.

Es innegable que existió una fase verificacionista en Wittgenstein (la

correspondiente a Philosophical Remarks) que cuajó como fruto de

sus conversaciones con los miembros del Círculo de Viena, pero que

además de pasajera presenta una diferencia grande en su uso y

contexto (más kantiano y fenomenológico) contrario al uso dogmático

que le daban los miembros del Círculo de Viena y Ayer128

.

Wittgenstein buscaba reemplazar la teoría del significado del

Tractatus con el proyecto pseudokantiano del análisis

fenomenológico. Abandonó pronto el proyecto y con él la insistencia

en el principio de verificación como criterio de falta de significado. En

Philosophical Remarks (verificacionista y fenomenológico) usa las

herramientas adoptadas por los miembros del Círculo de Viena para

una tarea diametralmente opuesta a la de éstos. Casi al mismo tiempo

que estas tesis se escribieron Wittgenstein se mostró insatisfecho con

su formulación que le parecía que importaban el equivocado

dogmatismo del Tractatus. De hecho estaba desarrollando una

concepción de la filosofía sin ninguna tesis129

.

Los miembros del Círculo de Viena explicaron, siguiendo a

Wittgenstein, su noción de filosofía como una actividad clarificadora

del significado de las proposiciones cuyo objetivo sería la eliminación

126

Cf. A. Blumberg y H. Feigl, ―Logical Positivism: a New Movement in European

Philosophy‖, Journal of Philosophy, 28, 1931, 282.

127 J. Heal, ―Ludwig Wittgenstein‖, 762.

128 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 285-288.

129 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 294-296.

222 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

de las pseudoproposiciones carentes de sentido130

. Parece haber sido

esta la razón por la que Schlick y otros consideraban a Wittgenstein

como uno de los fundadores del positivismo lógico (aunque la primera

palabra no le cuadra muy bien) y conscientes de esto los miembros del

Círculo de Viena prefirieron denominarse empiristas lógicos131

.

4.3 El único encuentro personal entre Popper y Wittgenstein

A partir de la publicación de The Open Society en 1945 Popper

se convirtió en un autor conocido en la escena filosófica inglesa y a su

llegada a Londres en 1946 recibió invitaciones para impartir

conferencias en distintos sitios, entre otros en el Moral Science Club

de Cambridge el 26 de octubre. La actitud hacia Popper por parte de

los filósofos de Oxford —sobre quienes Wittgenstein ejercía una

influencia tremenda—variaba: fue ignorado por J. L Austin y por los

filósofos de la nueva ala del lenguaje ordinario pero algunos como

Hampshire, Hare, Kneale, Quinton, Robinson y Ryle le admiraban y

llegó a ser reconocido como parte de los líderes de la filosofía

británica. Su presencia era poco solicitada, pero sus escritos se leían

con interés y algunos fueron incluidos en prestigiosas antologías como

Contemporary British Philosophy (1956) y British Philosophy in the

Mid-Century (1957) y lo cierto es que Popper nunca se asimiló a la

llamada filosofía profesional británica.

130

Cf. A. Blumberg y H. Feigl, ―Logical Positivism‖, 269. En este artículo se define

por primera vez el movimiento de filosofía científica desarrollado en el Círculo de

Viena como ―positivismo lógico‖.

131 Cf. B. McGuinness, El joven Ludwig, 409.

LUDWIG WITTGENSTEIN 223

4.3.1 La relación de Russell con los dos filósofos vieneses

La presencia de Russell en la reunión del Moral Science Club

tuvo un peso específico en la disputa que tuvo lugar entre los dos

filósofos vieneses. Wittgenstein había sido descubierto y apoyado por

Russell, pero en ese momento su relación había terminado, mientras

que su relación con Popper era relativamente reciente y fue siempre

cordial pero nunca íntima. Russell fue, junto con Frege, un punto de

referencia fundamental para Wittgenstein tanto desde el punto de vista

de sus ideas como del apoyo académico y humano en los primeros

pasos de Wittgenstein en Cambridge. Russell fue testigo de sus

tormentos filosóficos y de conciencia, de su modo de vida y su

ascetismo132

. Como afirma Wisdom ―si no hubiera sido por

Cambridge y por Russell (...) es casi seguro que no se hubiera oído

nada de Wittgenstein‖133

y aunque Russell no comprendió del todo el

Tractatus reconoció públicamente su envergadura:

El Tractatus Lógico-Philosophicus del Sr. Wittgenstein,

independientemente de si es capaz o no de proporcionar la verdad

última sobre los temas que trata, ciertamente merece ser considerado

como un evento importante en el mundo filosófico por su extensión,

alcance y profundidad134

.

Se dio una colaboración intelectual abundante y fértil aunque

sus relaciones personales fueron tormentosas. Russell consideró que la

crítica de Wittgenstein a su teoría del conocimiento había sido un

evento de primera categoría en su vida y había afectado a todo lo que

132

Cf. B. Russell, Autobiography. 1914-1944 136-140.

133 J. O. Wisdom, ―Esotericism‖, Philosophy, 34, 1959, 349.

134 B. Russell, ―Introduction‖ en L. Wittgenstein, Tractatus logico-philosophicus

(1921), Routledge, London, 1997, ix.

224 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

había hecho a partir de ese momento135

. Al mismo tiempo a Russell le

preocupaba que Wittgenstein no fuera capaz de hacerse entender por

quien no compartía sus puntos de vista y que se negara a dar

argumentos por razones ―estéticas‖ y pensaba en su propio trabajo de

lógica que pasaría a las siguientes generaciones por las manos de

Wittgenstein a quien veía como sucesor y estaba persuadido de que

Wittgenstein tenía que hacer el siguiente gran paso en la filosofía.

Esto para Wittgenstein era fuente de satisfacción y de sufrimiento a la

vez136

.

En 1913 trabajaban en proyectos muy diferentes y con ópticas

muy diferentes y se puede decir que Russell había pasado el relevo a

Wittgenstein en el campo de la lógica y poco a poco el alumno se

convertía en el maestro137

. Al mismo tiempo las cartas de Wittgenstein

desde la prisión en Italia durante la guerra y desde Trattenbach cuando

obtiene una posición como maestro en septiembre de 1920 hasta

noviembre de 1921 reflejan que Russell continuaba siendo un

referente humano e intelectual para Wittgenstein138

. Distinguía entre

el trabajo de Russell en lógica matemática y los escritos relativos a la

ética y la política que consideraba que no deberían ser leídos por

nadie139

. Wittgenstein fue creciendo en el convencimiento de que

Russell ya no era serio y que ya había alcanzado lo que podía

alcanzar, y calificó de fraude el libro de Russell sobre matrimonio y

moral140

.

135

Cf. B. Russell, The Autobiography of Bertrand Russell. 1914-1944, (Publicada

por primera vez en 1951), Little & Brown, Boston, 1968, 66 y el capítulo dedicado

al impacto de Wittgenstein en B. Russell, My Philosophical Development, 82-94

136 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 54.

137 Un análisis profundo acerca de la transformación de Wittgenstein de protegido en

maestro de Russell puede encontrarse en R. Monk, The Duty of Genius, 36-90.

138 Cf. B. Russell, Autobiography. 1914-1944, 161-170.

139 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 471.

140 Cf. B. Russell, Marriage and Morals, Allen&Unwin, London, 1958.

LUDWIG WITTGENSTEIN 225

Por otra parte, Russell expresa en las cartas dirigidas a Lady

Ottoline la sensación de fracaso, que le producían las críticas de

Wittgenstein y cómo le chocó descubrir un místico en Wittgenstein

después de la guerra141

. En las cartas de Russell se trasluce claramente

que la segunda filosofía de Wittgenstein ya no le convence:

Yo admiraba el Tractatus de Wittgenstein pero no su obra posterior, la

cual me parecía que entrañaba una renuncia a su mejor talento (...) sus

doctrinas positivas me parecen triviales y sus doctrinas negativas

infundadas. No he encontrado en las Philosophical Investigations

nada que me pareciera interesante y no acabo de entender por qué toda

una escuela encuentra en sus páginas importante sabiduría142.

Russell criticaba de estrecho e incivil el que Wittgenstein no

abordara cuestiones políticas debido a su falta de habilidad o de

deseo143

. Wittgenstein por su parte evitó hacer comentarios sobre las

impresiones de su estancia en la Unión Soviética en 1935 porque no

quería que su nombre fuera usado para apoyar la propaganda

antisoviética como había permitido Russell que se usara el suyo a raíz

de la publicación de su libro sobre el bolchevismo144

. Era evidente que

estaban en distintas frecuencias: Wittgenstein estaba ocupado en

mejorarse a sí mismo y Russell en mejorar el mundo.

En 1944 Russell y Wittgenstein volvieron a encontrarse en

Cambridge después de una interrupción de casi catorce años y había

poca empatía entre ellos. Russell después de seis años en Estados

Unidos encontró que estaba pasado de moda entre los filósofos

académicos británicos entre los que Moore y Wittgenstein eran mucho

141

B. Russell, ―Introduction‖, xxi.

142 B. Russell, My Philosophical Development, (Publicado por primera vez por

Simon & Schuster, New York, 1959), Routledge, London, 1985, 159-161.

143 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 73.

144 Cf. B. Russell, Teoría y práctica del bolchevismo, Ariel, Barcelona, 1949.

226 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

más influyentes. A pesar del distanciamiento en las reuniones del

Moral Science Club Wittgenstein siempre tuvo una deferencia con

Russell como no tenía con ningún otro145

. En un artículo publicado en

Mind con ocasión de la muerte de Wittgenstein, Russell resume en una

breve frase lo que fue su contacto con Wittgenstein:

Conocer a Wittgenstein fue una de las aventuras intelectuales más

excitantes de mi vida. En los últimos años faltaba simpatía intelectual

entre nosotros, pero en los primeros estaba tan dispuesto a aprender de

él como él de mi (...) sobre el desarrollo de sus ideas después de 1919

no puedo hablar146

.

Popper nunca aceptó la filosofía académica británica, en

particular el análisis del lenguaje entonces de moda, pero encontró

sintonía con algunos filósofos en Inglaterra, entre los que Russell tuvo

un lugar especial: junto con Tarski y Einstein uno de los pensadores

más admirados por Popper147

. Sin embargo la relación entre Russell y

Popper no era simétrica. Durante un tiempo Russell no tuvo bien

identificado a Popper y parece que no había leído The Logic of

Scientific Discovery, ni antes Logik der Forschung, a juzgar por los

ejemplares del libro encontrados en el archivo de Russell con las

páginas aun sin cortar. Tampoco leyó The Open Society al momento

de recibir el libro de parte de Popper sino hasta después y quedó

sorprendido, recomendando vivamente su lectura en alguna

conferencia148

. Durante los últimos años de su vida Russell

145

Cf. N. Malcolm, A Memoir, 57.

146 B. Russell, ―Ludwig Wittgenstein‖, Mind, 60, 1951, 298. Resulta tan escueto el

artículo de Russell que el editor promete más artículos en memoria de Wittgenstein

solicitados a Moore, Wisdom y Waismann.

147 K. Popper, ―The philosophy of Russell: II. Discussion among Karl Popper, Peter

Strawson and Geoffrey Warnock‖ en B. Magee (ed.), Modern British Philosophy,

Capítulo 7.

148 Cf. J. Watkins, ―Karl Raimund Popper‖, 660-661.

LUDWIG WITTGENSTEIN 227

recomendaba en su correspondencia que se acercaran a Popper si la

consulta versaba sobre cuestiones filosóficas y remitía a Quine si se

trataba de temas de lógica. Los archivos tienen también dos cartas de

enero de 1959 de Popper a Russell en las que Popper acusa recibo de

My Philosophical Development y otra en la que comunicaba a Russell

su decisión de dedicarle el Postscript to The Logic of Scientific

Discovery149

.

En enero de 1947, poco después del encuentro en el Moral

Science Club Popper hizo una reseña elogiosa del libro A History of

Western Philosophy en la radio austriaca ponderando que se trataba de

un gran libro y que su grandeza radicaba en la grandeza del hombre

que lo había escrito. Considera que Russell es un gran filósofo que

puede situarse a la altura de Descartes, Locke, Hume o Kant, ya que

―gracias a él, afirma Popper, la tradición de la razón sobrevivió al

ataque de las filosofías de moda que buscaban más seducir que

ilustrar‖150

. Afirma que la lógica de Russell es la contribución más

importante desde Aristóteles y reconoce que lo que más admira en

Russell es que fue un filósofo que nunca se consideró infalible sino

que admitió abiertamente que podía equivocarse y de esta manera

demostró que lo importante era aprender, buscar la verdad.

Efectivamente la reseña está llena de adjetivos no muy comunes en

Popper. Hay que reconocer que el libro fue un éxito de ventas pero no

contribuyó a mejorar la reputación de Russell como filósofo151

.

Los estudios de Grattan-Guinness acerca de la relación entre

Russell y Popper, llevados a cabo cuando los archivos de ambos

quedaron abiertos al público, permiten seguir el hilo de su

correspondencia y esclarecer los puntos de acuerdo y las

discrepancias:

149 I. Grattan-Guinness, ―Bertrand Russell(1872-1970) After Twenty Years‖ en

Notes and Records of the Royal Society of London, 44 (1990), 303-304.

150 K. R. Popper, ―Broadcast Review of ‗History of Western Philosophy‘‖, Russell:

the Journal of the Bertrand Russell Archives, 12, 1992, 19-21.

151 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 471.

228 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Russell y Popper se cuentan entre los filósofos más influyentes de este

siglo. Aunque siguieron líneas y tradiciones sustancialmente

diferentes, especialmente en relación al conocimiento a priori, a los

objetos abstractos y al papel de la inducción en la ciencia, se tuvieron

en alta estima mutua y mantuvieron una larga correspondencia sobre

todo después de la Segunda Guerra Mundial152

.

En octubre de 1946 Russell estaba recientemente instalado de

nuevo en el Trinity College e invitó a Popper a tomar el te antes de la

reunión del Moral Science Club. Puede conjeturarse que durante la

conversación Russell previno a Popper del deterioro que se había

producido en su relación con Wittgenstein y de su profundo

desacuerdo acerca de sus nuevas ideas. Era un momento en que

Russell había dejado de ser el filósofo de moda y aunque seguía

teniendo peso, el antiguo alumno brillaba con luz propia, en este

sentido no sorprende que la reacción de Russell ante el debate

acalorado entre Wittgenstein y Popper haya sido favorable a

Popper153

.

4.3.2 La reunión en el Moral Science Club de Cambridge

Para algunos autores el episodio del atizador refleja y simboliza

la historia de un cisma en la filosofía del siglo XX sobre el significado

del lenguaje, una división entre quienes han determinado que los

152

I. Grattan-Guinness, ―Russell and Karl Popper: Their Personal Contacts‖,

Russell: the Journal of the Bertrand Russell Archives, 12, 1992, 3. Ver también I.

Grattan-Guinness, ―Karl Popper For and Against Bertrand Russell‖, Russell: the

Journal of the Bertrand Russell Archives, 18, 1998, 25-42.

153 Cf. D. J. Edmonds y J. A. Eidinow, El atizador de Wittgenstein, 296. Se puede

encontrar un interesante relato sobre el paso de Russell por el Trinity College en G.

H. Hardy, Bertrand Russell and Trinity, Cambridge University Press, Cambridge,

1970.

LUDWIG WITTGENSTEIN 229

problemas filosóficos tradicionales son meros embrollos o enredos

lingüísticos y quienes piensan que esos problemas trascienden el

lenguaje. Para otros autores el episodio no reviste particular interés

—se trata sólo de la discusión acalorada entre dos filósofos vieneses

que tenían ideas contrarias y un fuerte carácter germánico que chocaba

diametralmente con el cuidado británico de las formas— e incluso

consideran inexplicable que Popper le haya dedicado más de una

página en su autobiografía. Otros afirman simplemente que el choque

entre dos prima donnae vieneses resulta inevitable.

No existe acuerdo hasta hoy en relación a detalles importantes

de lo sucedido durante los diez minutos escasos que duró el encuentro.

Existen errores en las versiones, incluso en la de Popper, como por

ejemplo que las minutas oficiales dan la fecha equivocada, Popper

recoge mal el título de su intervención154

y no menciona que Russell

haya gritado a Wittgenstein y la mayoría de los relatos lo hacen155

.

Unos describen a Wittgenstein calmado en contra de la mayoría de los

relatos. Hay consenso en que se trató de un vehemente intercambio de

opiniones entre Popper y Wittgenstein acerca de la naturaleza de la

filosofía y de la existencia de genuinos problemas filosóficos, y para

el objetivo de este trabajo basta con esto.

Indudablemente la reunión del 25 de octubre de 1946 había

creado particular expectación, hubo más asistentes —30 contra los 15

habituales— y el seminario estaba ―desacostumbradamente cargado

de tensión‖ como registró el secretario. Es comprensible tomando en

cuenta que se trataba de dos filósofos vieneses en los que se podían

identificar paralelismos y contrastes importantes e interesantes, tanto

históricos como de personalidad, de familia, de estilo de pensamiento

y ámbito de influencia.

154

Cf. B. McGuinness y G. H. von Wright (eds.), Ludwig Wittgenstein; Cambridge

Letters, Oxford, 1995, 33-34.

155 Cf. P. Munz, Our Knowledge of the Growth of Knowledge: Popper or

Wittgenstein?, 1985, 1-2.

230 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Entre Popper y Wittgenstein hubo falta de empatía desde el

primer momento: unos afirman que Wittgenstein se sorprendió

desagradablemente al ver que Popper estaba decidido a enfrentarle,

mientras que otros responden que Wittgenstein se desesperó al ver que

no había manera de entenderse con Popper. Popper había acudido a la

reunión resuelto a ―verse las caras‖ con Wittgenstein. Algunos relatan

que se notaba que medía las fuerzas del adversario, que tanto había

ocupado su pensamiento y al que no había visto nunca hasta entonces.

Wittgenstein, por su parte, estaba en circunstancias completamente

diferentes: en lo intelectual cultivaba una línea antiteórica y

anticientista de fe y amor. Estaba persuadido de que la cuestión del

sentido de las palabras, de las percepciones (como o bajo distintos

aspectos) y de la vida tiene consecuencias (la cuestión del ―cambio de

óptica‖ podía cambiar la vida156

), y en lo personal atravesaba un

momento de tristeza y sentía que se moría. Estaba particularmente

harto del ambiente de Cambridge, acusaba recibo de los desencuentros

con los demás, incluso con sus amigos académicos como Moore y

Sraffa y, en otro orden de cosas, con el joven B. Richards. A

principios de noviembre —disgustado por la vanidad y la estupidez

de su propia actuación en ese ambiente que le parecía ―miserable‖—

se preguntó si debería seguir dando clases. Al año siguiente renunció a

la cátedra.

Los testigos divergen no sólo de las interpretaciones sino

también de algunos hechos, aunque esto resulte difícilmente

concebible tratándose de relatos escritos por profesionales de la

epistemología. Ambos contaban con seguidores devotos, pero el

hechizo de Wittgenstein no tenía parangón y éste es un elemento a

tomar en cuenta al valorar estos relatos. En la disputa entre

Wittgenstein y Popper no hubo posibilidad de derrota ni victoria

simplemente porque no terminó pero el incidente no afectó en nada la

ferviente lealtad de muchos de los jóvenes filósofos de Cambridge

hacia Wittgenstein157

.

156

Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 501.

157 Cf. O. P. Wood y G. Pitcher (eds.), Ryle, Macmillan, London, 1971,11.

LUDWIG WITTGENSTEIN 231

En general los profesores de filosofía de Cambridge en ese

momento, con excepción de Wisdom, tenían animadversión hacia

Wittgenstein y apoyaron a Popper, que había tenido trato con casi

todos, en la controversia. Algunos profesores rehusaban asistir a las

reuniones del Moral Science Club porque les molestaba el papel y la

actitud de Wittgenstein, como era el caso de Broad, miembro del

cuerpo docente de Cambridge, que anotó en su autobiografía

intelectual:

El único deber que yo rechazaba claramente era la asistencia semanal

a las reuniones del Moral Science Club (...) no estaba dispuesto a

pasar horas, cada semana, en una densa atmósfera de humo de

cigarros mientras que Wittgenstein, puntualmente, pasaba a través de

un cerco y los fieles, puntualmente, ‗se admiraban con cara entusiasta

de tontos‘158

.

La historia de Wittgenstein en el Moral Science Club había sido

larga y accidentada. Al principio mostró gran interés en asistir a las

reuniones del Moral Science Club: comenzó a participar en las

reuniones desde 1912 al poco de haber llegado a Cambridge y pronto

se convirtió en un miembro influyente. Propuso que se eligiese un

presidente para dirigir la discusión y que las exposiciones se limitaran

a siete minutos y otras medidas que sirvieron después para excluir al

mismo Wittgenstein acusado de monopolizar las discusiones. La

primera reunión bajo el nuevo plan se celebró en las habitaciones de

Wittgenstein presidiendo Moore159

. En 1930, al poco de haber

regresado a Cambridge después de un largo periodo alejado de la

academia, reanudó su participación en las reuniones del Moral Science

Club. En 1932 fue acusado de monopolizar las discusiones y se alejó

por un tiempo. En 1939 reemprendió un papel activo en las sesiones y

158

P. A. Schilpp (ed.), The Philosophy of C. D. Broad, Tudor, New York, 1959,

p.61.

159 Cf. B. McGuinness, El joven Ludwig, 197-198.

232 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

en 1944 sucedió a Moore como presidente. En los últimos años las

reuniones del Moral Science Club le resultaban desagradables y

acudía sólo por sentido del deber160

.

En contraste con los académicos británicos que, brillantes o no,

en público ejemplificaban los modales y el comportamiento propios

de un caballero inglés (tenían en alta estima el principio de tolerancia

e intentaban ver las cosas desde el punto de vista del contrario,

hablaban en un tono cortés y mesurado y , si se enfadaban, raramente

alzaban la voz), Wittgenstein y Popper conocían la fuerte expresividad

vienesa y quizás estaban también acostumbrados a la complejidad y

tensión de las relaciones entre los filósofos vieneses a principios de

los años veinte. Los profesores británicos presentes debieron sentirse

incómodos y alarmados mientras asistían al enfrentamiento dialéctico

protagonizado por Wittgenstein y Popper161

.

La versión más documentada del encuentro entre Wittgenstein y

Popper es la que proporciona J. Watkins —sucesor de Popper en la

London School of Economics— y en la que trata de integrar los

diversos relatos del encuentro en el Moral Science Club y reconstruir

lo sucedido de la manera más cuidados posible:

El encuentro se celebró en el aula de Braithwaite en King‘s College.

Wittgenstein que presidía el encuentro se sentó al lado de una

chimenea encendida y Popper al otro lado. Russell estaba en una

mecedora de respaldo alto. Entre los presentes se encontraban

Elizabeth Anscombe, Richard Braithwaite, C. D. Broad, A. C. Ewing,

Peter Geach, Norman Malcolm, Margaret Masterman, Stephen

Toulmin y John Wisdom. Había también varios estudiantes. La

invitación enviada a Popper por el secretario incluía la experiencia de

que los ‗artículos breves, o el abrir con algunas observaciones acerca

de algún rompecabezas filosófico, producen en general mejores

discusiones que los escritos largos y elaborados‘. Popper empezó

160

Cf. N. Malcolm, A Memoir, 46.

161 Cf. D. J. Edmonds y J. A. Eidinow, El atizador de Wittgenstein, 74.

LUDWIG WITTGENSTEIN 233

expresando su sorpresa por la carta de invitación del Secretario (que

según recoge la minuta era la forma habitual de las invitaciones al

club). Parece que Wittgenstein interpretó las observaciones iniciales

de Popper como una queja contra el Secretario y salió en su defensa.

Pero Popper estaba tomando las palabras de la invitación como

expresando la tesis de Wittgenstein de que no existen genuinos

problemas filosóficos sino sólo rompecabezas lingüísticos; y se

proponía contrarrestar esta tesis proporcionando algunos problemas

reales162

.

A continuación Watkins refiere los ejemplos de genuinos

problemas filosóficos planteados por Popper:

Uno se refería a la inducción. Wittgenstein lo rechazó como un simple

problema lógico. Otro relativo a la cuestión del infinito actual como

distinto del mero infinito potencial. Una de las dos tesis en la primera

antinomia de Kant dice que el mundo debe haber tenido un comienzo

en el tiempo porque de lo contrario hubiera transcurrido un tiempo

infinito actual o completo. Popper había rechazado esto muchos años

antes [Cf. K. Popper, ―On the Possibility of an Infinite Past: a Reply to

Whitrow‖, The British Journal for the Philosophy of Science, 29,

1978, 47-48]. Wittgenstein lo rechazó como un problema matemático.

Como último ejemplo Popper planteó la cuestión de la validez de las

normas morales. Wittgenstein que había sostenido el atizador y había

estado jugando con él mucho tiempo pidió un ejemplo de una regla

moral, a lo que Popper replicó: ‗no amenazar a los conferenciantes

visitantes con atizadores‘. Hubo risas y Wittgenstein salió

violentamente declarando mientras se iba que Popper estaba

confundiendo los temas (...). Entonces Russell gritó ‗Wittgenstein

eres tú el que estás causando la confusión‘. Al día siguiente Russell

contó a McLendon que nunca había visto que se tratara tan rudamente

a un invitado, añadiendo que Popper tenía más conocimientos y

erudición que todos ellos163

.

162

J. Watkins, ―Karl Raimund Popper‖, 661-662.

163 J. Watkins, ―Karl Raimund Popper‖, 663.

234 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Finalmente Watkins recoge un fragmento de la carta que Russell

envió a Popper disculpándose de alguna manera por el mal rato que

había pasado en Cambridge:

estuve muy sorprendido por la falta de buenas maneras de parte de

Cambridge (...) yo estaba completamente de su parte pero no intervine

más en el debate porque usted estuvo suficientemente competente para

librar su propia batalla164.

Watkins no imaginó que su relato reabriría el debate sobre el

encuentro entre Wittgenstein y Popper más de medio siglo después, ya

que dio lugar a un mordaz intercambio de cartas publicadas en el

Times Literary Supplement de Londres entre los testigos

sobrevivientes. Ante la agresividad de la reacción de P. Geach, que

llegó a llamar a Popper mentiroso, Watkins retiró su opinión sobre el

momento preciso en que Wittgenstein abandonó la reunión aclarando

que se trataba de una cuestión ―de detalle‖165

. Watkins reconoció que

con la evidencia proporcionada por los testigos parecía haber más

consenso en que Popper formuló el principio del atizador, a petición

de Braithwaite, después de que Wittgenstein había abandonado

bruscamente la reunión y no antes y a petición de Wittgenstein como

Popper relató en su autobiografía intelectual166

.

164

Carta de B. Russell a K. Popper del 18 de noviembre de 1946 desde Cambridge,

Popper Archives (345,14).

165 Cf. D. J. Edmonds y J. A. Eidinow, El atizador de Wittgenstein, 15.

166 Los relatos de los testigos van desde el atizador como recurso didáctico

filosófico, pasando por el atizador como instrumento para amenazar, como recurso

para enfatizar los comentarios, hasta herramienta para desahogar su frustración, etc.

Cf. testimonios en orden cronológico descendente: P. Munz, ―Popper and the

poker‖, Times Literary Supplement del 27 de marzo de 1998; J. Watkins, ―Popper

and the poker‖, Times Literary Supplement del 13 de marzo de 1998; T. Smiley,

―Popper and the poker‖, Times Literary Supplement del 13 de marzo de 1998; P.

Geach, ―Popper and the poker‖, Times Literary Supplement del 6 de marzo de 1998;

J. Vinelott, ―Popper and the poker‖, Times Literary Supplement del 6 de marzo de

LUDWIG WITTGENSTEIN 235

Popper pudo haber maquillado el relato pero no mintió: quienes

le conocen afirman que no era su estilo faltar a la verdad. Una

explicación alternativa a la reacción de Wittgenstein es que no había

nada inusual en la conducta de Wittgenstein en esa ocasión. Por lo

visto Wittgenstein se había hecho el propósito de abandonar las

reuniones del Moral Science Club antes de que terminasen para evitar

caer en el monopolio de la discusión, y por otra solía caminar con un

tenso ímpetu y rara vez cerraba las puertas con cuidado. Por otra parte

no fue ni la única ni la primera vez que ocurrió algo parecido en una

reunión del Moral Science Club. Desplantes semejantes por parte de

Wittgensetin habían padecido también otros académicos en sus

comparecencias como había sido el caso de Moore, de I. Berlin y de

otros. Wittgenstein arremetió contra Moore que daba una conferencia

en el Moral Science Club en 1939. Malcolm relata que la reacción de

Wittgenstein fue la de un ―caballo de batalla‖ y cuando alguien le hizo

ver que había sido demasiado grosero con Moore, Wittgenstein

honestamente se lo cuestionó porque ni se había percatado167

. Otro

tanto le ocurrió a I. Berlin que acudi´desde Oxford a la Moral Science

Club a dar una conferencia. Wittgentein perdió la paciencia,

monopolizó la discusión y después de una hora abandonó la sala

seguido de sus acólitos168

.

1998; P. Munz, Memorando del 5 de marzo de 1998 en el que adjunta su carta no

publicada al Editor de Times Literary Supplement y remite a su Our Knowledge of

the Growth of Knowledge. Popper or Wittgenstein?, 1-2; J. Watkins, ―Wittgenstein,

Popper and the poker‖, Times Literary Supplement del 20 de febrero de 1998 y P.

Geach, ―Wittgenstein and Karl Popper‖, Times Literary Supplement del 13 de

febrero de 1998.

167 Cf. N. Malcolm, A Memoir, 31.

168 Cf. D. J. Edmonds y J. A. Eidinow, El atizador de Wittgenstein, 43.

236 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

4.3.3 Valoración del encuentro por parte de los protagonistas

Wittgenstein tuvo una reacción mínima frente a Popper en

general y escasa después del encuentro del Moral Science Club. Tres

semanas después del encuentro del atizador Wittgenstein se sintió en

la necesidad de responder a los argumentos de Popper y dio una

conferencia en el Moral Science Club sobre ―Lo que creo que es la

filosofía o ¿cuál es el método de la filosofía?‖169

. En una nota

manuscrita dirigida a Rhees, antiguo alumno y amigo, futuro traductor

de Philosophical Investigations, Wittgenstein habla de ―un seminario

horroroso (...) en el que el burro del doctor Popper, de Londres, dijo

más tonterías de las que he oído en mucho tiempo. Yo hablé mucho,

como de costumbre‖170

. Rhees había escrito un artículo en que atacaba

la reseña entusiasta de Ryle sobre The Open Society en la que Popper

pasaba a Platón, Hegel y Marx con el mismo rasero, tachándoles de

abogados del totalitarismo. Wittgenstein dijo a Rhees que estaba de

acuerdo con la línea de su artículo, pero le criticó por hacer muchos

ademanes y no atestar suficientes golpes:

bien sabes que la polémica o el arte de arrojar huevos requiere altas

destrezas como un trabajo como el de boxear (...) me gusta que arrojes

huevos a Ryle pero mantente derecho y arrójalos bien! Las dificultad

es: no hacer ruidos o gestos superfluos que no hacen daño al otro sino

sólo a ti mismo171

.

Algunos autores son de la opinión de que Wittgenstein no era

ajeno a las críticas de Popper, pero su silencio se puede atribuir al

169

Cf. Actas de la reunión del Moral Science Club del 14 de noviembre de 1946.

170 Cf. D. J. Edmonds y J. A. Eidinow, El atizador de Wittgenstein, 265.

171 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 482 en donde remite a ―Polemic, or the art of

throwing eggs‖ en R. Rhees, L. Wittgenstein. Personal Recollections, Blackwell,

Oxford, 1981, 203.

LUDWIG WITTGENSTEIN 237

hecho de que no se sentía movido por esas críticas y a que no se

reconocía en ellas, como le había sucedido con Russell y con el

Círculo de Viena172

.

Popper, por el contrario, relató con bastante detalle el episodio

del atizador en su autobiografía intelectual integrando sus recuerdos,

su revisión de la minuta de la reunión y su manera un tanto lineal con

la que en su autobiografía fue integrando los hechos y el desarrollo de

sus ideas. El relato inicia con el efecto que le produjo la redacción de

la invitación a discutir sobre algún ―rompecabezas filosófico‖ y como

vio la oportunidad de argumentar frente a Wittgenstein la existencia

de genuinos problemas filosóficos:

Al inicio del año académico 1946-47 recibí una invitación del

Secretario del Moral Science Club de Cambridge para leer un paper

sobre algún ―rompecabezas filosófico‖. Era claro que lo había

formulado Wittgenstein y que detrás estaba su tesis filosófica de que

no existen genuinos problemas en filosofía sino sólo rompecabezas

lingüísticos. Como esta tesis estaba entre mis mayores aversiones

decidí hablar sobre si existen o no problemas filosóficos. Inicié mi

intervención (...) expresando mi sorpresa por haber sido invitado por

el Secretario para leer un paper que ―pusiera sobre la mesa algún

rompecabezas filosófico‖ y subrayé que, negando implícitamente que

existieran problemas filosóficos, quienquiera que hubiese escrito la

invitación toma parte, quizás sin darse cuenta en un asunto provocado

por un problema filosófico genuino173

.

Popper reconoció que la referencia a la redacción de la

invitación fue un recurso retador y ligero de iniciar la sesión

explicando que precisamente el retar a la audiencia forma parte su

método pedagógico y de su filosofía que es la de plantear continuos

172

Cf. P. Lucchetta, ―Popper Interprete di Wittgenstein‖, Sapienza, 30, 1977, 301.

173 K. Popper, Autobiography, 122.

238 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

retos, presentar problemas e invitar a encontrar la solución174

. A

continuación refiere que dio inicio a su argumento sobre la existencia

de genuinos problemas filosóficos e iniciaron interrupciones mutuas,

lo cual coincide perfectamente con la tendencia de ambos de dominar

en las discusiones:

Sin embargo continué diciendo que si pensara que no existen genuinos

problemas filosóficos ciertamente no sería filósofo, y que el hecho de

que mucha gente o quizás toda la gente, sin pensar adopta soluciones

insostenibles para muchos, o quizás para todos, los problemas

filosóficos proporcionan la única justificación para ser filósofo.

Wittgenstein saltó otra vez, me interrumpió, y habló largamente

acerca de rompecabezas y de la no existencia de problemas

filosóficos. En un momento que me pareció apropiado le interrumpí

dando una lista que había preparado de problemas filosóficos175

.

Popper enlista los ejemplos de problemas filosóficos que planteó

a Wittgenstein y, según él, cada ejemplo encontró la desestimación

por parte de Wittgenstein de que se tratara de un genuino problema

filosófico:

¿conocemos algo a través de los sentidos?, ¿obtenemos nuestro

conocimiento por inducción? Wittgenstein las rechazó por ser lógicas

y no filosóficas. Hice referencia entonces al problema de si existía el

infinito potencial e incluso el infinito actual, un problema que rechazó

como matemático. (Este rechazo se incluyó en la minuta). Entonces

mencioné los problemas morales y el problema de la validez de las

reglas morales176

.

174

Cf. K. Popper, Autobiography, 122 y 124.

175 K. Popper, Autobiography, 122.

176 K. Popper, Autobiography, 122-123.

LUDWIG WITTGENSTEIN 239

Según Popper Wittgenstein le amenazó con el atizador y le pidió

un ejemplo de principio moral. Cuando Popper formuló el ―principio

del atizador‖ Wittgenstein abandonó furioso la reunión:

En ese momento Wittgenstein, que estaba sentado cerca de la

chimenea y había estado jugando nerviosamente con el atizador, que

algunas veces usó como la batuta de un director para enfatizar sus

afirmaciones, me retó: ―¡dame un ejemplo de regla moral!‖ yo

respondí: ―no amenazar a los conferenciantes invitados con

atizadores‖. Entonces Wittgenstein, furioso, arrojó el atizador al suelo

y salió violentamente del aula, golpeando la puerta detrás de él177

.

La discusión posterior a la marcha de Wittgenstein discurrió con

normalidad y trató sobre el error de identificar un problema soluble

con un problema científico, destacó la presencia de Russell y el

cumplido de Braithwaite de que al fin había quien había logrado

interrumpir a Wittgenstein de la misma manera que él interrumpía a

los demás.

Finalmente Popper refiere que el encuentro fue objeto de todo

tipo de historias y deformaciones e incluso llegó a Nueva Zelanda la

versión de que había habido violencia física entre él y Wittgenstein178

.

H. Mellor —que en 1998 ocupaba la cátedra de filosofía que en su día

había ocupado Wittgenstein—, afirma que Popper en su autobiografía

discutió la historia del atizador como ejemplo de su propia tesis acerca

de la falibilidad de los reportes de observación179

. Popper valora el

incidente tanto desde las formas —en su opinión Wittgenstein

demostró muy poco sentido del humor y tolerancia a las bromas—

como desde el fondo: considera que independientemente de su recurso

177

K. Popper, Autobiography, 122-123.

178 Cf. K. Popper, Autobiography, 124.

179 Cf. H. Mellor, ‖The Popper Phenomenon‖, Philosophy, 52, 1977, 201.

240 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

introductorio, feliz o no, estaba hablando mucho más en serio que

Wittgenstein:

De verdad lamenté mucho lo sucedido. Admito que fui a Cambridge

con la esperanza de provocar a Wittgenstein por su defensa de que no

hay genuinos problemas filosóficos y rebatirle en ese punto. Pero

nunca intenté enfadarle y fue una sorpresa el verle tan incapaz de

captar una broma. Sólo más tarde me percaté de que él probablemente

se dio cuenta de que yo estaba bromeando y que esto fue lo que le

ofendió. Pero a pesar de que quise abordar mi problema de manera

ligera, estaba hablando en serio quizás más que el mismo

Wittgenstein, ya que, después de todo, él no creía que hubiera

genuinos problemas filosóficos180

.

En su relato sobre su ―tormentosa reunión‖ con Wittgenstein

Popper advierte que esta controversia ―tocaba los fundamentos‖181

. El

capítulo siguiente se dedicará al análisis de esta afirmación y del

contenido de la crítica de Popper a Wittgenstein.

180

K. Popper, Autobiography, 123-124.

181 K. Popper, Autobiography, 123-124.

Capítulo V

Popper lector crítico de Wittgenstein

En este capítulo se intenta resumir y evaluar lo que Popper

comentó y criticó acerca de la filosofía de Wittgenstein a lo largo de

su vida. En la primera sección se incluyen los textos de los primeros

escritos de Popper, cuando vivía en Viena, en la segunda sección se

resume la crítica de Popper en The Open Society, escrita desde el

exilio en Nueva Zelanda, en la tercera sección se incluye la crítica de

Popper en la colección de escritos que integran Conjectures and

Refutations y en la cuarta sección se destacan las menciones que

Popper hizo de Wittgenstein en su autobiografía y en diversas

entrevistas e intervenciones en medios de comunicación en los últimos

años de su vida.

5.1 Wittgenstein en los primeros escritos de Popper

5.1.1 Die Beiden Grundprobleme der Erkenntnistheorie

(manuscritos de 1930-1933)

El libro, publicado en 1979 con el título ―Los dos problemas

fundamentales de la epistemología‖ está basado en manuscritos de los

años 1930 a 1933 y forma una colección de los esbozos o trabajos

filosóficos iniciales de Popper algunos de los cuales, después de

numerosas transformaciones y abreviaciones, fueron publicados en

Logik der Forschung en 19341. Popper considera que su libro ofrece la

1 K. Popper, Die Beiden Grundprobleme der Erkenntnistheorie. Aufgrund von

Manuskripten aus den Janhren 1930-1937, Mohr, Tübingen, 1979. En esta sección

238 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

primera crítica al ―positivismo‖ moderno en general y al Tractatus de

Wittgenstein en particular, de aquí que además de Kant y Hume los

autores más citados sean Carnap, Schlick y Wittgenstein:

Por su problemática y su método este libro puede considerarse cercano

al ―positivismo‖ moderno, de orientación lógica (Bertrand Russell,

Moritz Schlick, Philipp Frank, Rudolf Carnap, Hans Reichenbach,

Ludwig Wittgenstein); pero justamente por esto el libro mantiene una

actitud crítica frente al positivismo e intenta poner al descubierto la

contradicción fundamental que lleva al positivismo al fracaso. Este

libro contiene la primera gran discusión del Tractatus Lógico-

Philosophicus de Ludwig Wittgenstein, libro al que podríamos

caracterizar como la Biblia del positivismo moderno. Otra de las

posiciones epistemológicas modernas con las que el libro se enfrenta

de manera crítica es el convencionalismo (Henri Poincaré, Hugo

Dingler)2.

La principal crítica de Popper es la sinrazón del Tractatus que

en virtud de su mismo principio —‗Ningún enunciado puede decir

algo cerca de sí mismo‘— se contradice a si mismo y hace que el

mismo Wittgenstein termine rechazándolo:

téngase en cuenta esta formulación —ella misma contradictoria— de

Wittgenstein: ‗Ningún enunciado puede decir algo acerca de sí

mismo‘ (Tractatus, 3.332). El enunciado de Wittgenstein es

contradictorio porque afirma algo acerca de todos los enunciados y,

por tanto, también ―acerca de sí mismo‖ en contraposición a lo que él

mismo asevera3.

utilizaremos la traducción castellana K. Popper, Los dos problemas fundamentales

de la epistemología. Basado en manuscritos de los años 1930-1933, Tecnos,

Madrid, 1980.

2 K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 41-42.

3 K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 78-79.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 239

Popper consideraba que la filosofía en ese momento estaba

marcada por la oposición entre los que defienden la metafísica y los

que la rechazan y que el centro de la polémica era la relación de la

filosofía con las ciencias empíricas. Por su parte el metafísico

considera que la crisis de la ciencia se debe al alejamiento de sus

fundamentos filosóficos:

En general, el metafísico mantiene una posición de distanciamiento

con relación a las ciencias empíricas. Para él las profundas

transformaciones que las ciencias han sufrido en el último tiempo

constituyen un síntoma alarmante de la crisis por la que pasa la ciencia

y que es, en su opinión, una consecuencia del alejamiento de la

investigación científica de su fundamento filosófico, ya que, en

definitiva, sólo la filosofía es capaz de proporcionar a la ciencia un

fundamento último4.

Entre los antimetafísicos sitúa a Wittgenstein que fue más allá

de Kant —que sostenía que no se puede enseñar filosofía sino que

sólo se puede enseñar a filosofar— al considerar que la filosofía no es

una doctrina sino una actividad que no busca imponerse ni crear una

doctrina nueva, sino construir un modo de pensar nuevo: hablar de lo

que se puede hablar; decir lo que es y lo que no es; callar ante lo

inefable:

el antimetafísico declara que la filosofía no es una doctrina, sino una

actividad (Cf. Tractatus, 4.112). Precisamente la tarea de esta

actividad filosófica es luchar contra la metafísica, contra la filosofía

entendida como doctrina. Lo que se busca no es la construcción de

una filosofía nueva, sino todo lo contrario, se lucha para que la

elaboración de nuevas doctrinas o teorías pase a ser tarea de la ciencia

empírica, exclusivamente (...) No se trata de imponer ni de crear una

doctrina nueva, sino de construir un modo de pensar nuevo: hablar de

4 K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 479.

240 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

lo que se puede hablar; decir lo que es y lo que no es; callar ante lo

inefable5

Con la reducción de la filosofía a mera actividad clarificadora

del lenguaje, a un tipo de gramática en sentido amplio, a Popper no le

parece extraño el positivismo encuentre en una filosofía como la suya

—que acepta la existencia de genuinos problemas filosóficos por

resolver y tiende a la construcción de una nueva filosofía científica—

el fallo fundamental de toda la filosofía6.

Popper pondera las razones del positivismo moderno, y en

particular la postura de Wittgenstein, que les llevan a rechazar la

filosofía tradicional. Por una parte la filosofía tradicional ha tratado de

problemas genuinos que bien analizados no pertenecen a la filosofía

sino a lógica, a la matemática, a la física y a la psicología empírica.

Por otra parte se pueden identificar supuestos problemas filosóficos o

pseudoproblemas que no pueden ser ni siquiera planteados con

precisión. Por esta razón, dicen, la ―actividad‖ filosófica ha de

limitarse a descubrir y aclarar los errores lingüísticos que han sido la

causa de la confusión de pensar que la filosofía podía resolver esas

cuestiones.

Popper está persuadido de que el rechazo a priori y sin matices

de la metafísica tiene consecuencias negativas y propone ir al fondo

de la cuestión con argumentos y no sólo tachar de pseudoproblemas

algo de manera dogmática o psicológica. La comprobación de que un

problema es tan sólo un pseudoproblema tiene que acompañarse con

la búsqueda del problema genuino que subyace al primero (no del

problema psicológico sino del auténtico problema epistemológico):

no menos insuficiente me parece rechazar todo planteamiento de la

cuestión alegando que se trata de un pseudoproblema; aun cuando se

5 K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 479-480.

6 Cf. K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 433.1

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 241

amplíe este procedimiento (que se remite a Wittgenstein, Tractatus,

6.53) mediante consideraciones psicologistas acerca de las causa

psicológicas que han podido motivar la aparición de estos

pseudoproblemas tradicionales. La comprobación de que un problema

es tan sólo un pseudoproblema tiene que acompañarse con la

búsqueda del problema genuino que subyace al primero (no del

problema psicológico sino del auténtico problema epistemológico)7.

Popper reconoce la influencia de Wittgenstein en su primera

formulación del principio de inducción: ‗existen leyes,

comportamientos regulares y universales que se expresan mediante

enunciados universales en sentido estricto‘, sin embargo más tarde se

dio cuenta que dicha formulación resultaba insuficiente, ya que se dio

cuenta de que no existe contradicción lógica al afirmar que toda

regularidad presenta lagunas:

La afirmación (...) de que hay leyes naturales, es decir, de que hay

regularidades válidas universalmente, sin excepción, regularidades en

las que se basa la formulación de pronósticos, es sin duda un juicio

sintético (Cf. Tractatus 6.31 y 6.36), ya que no es una contradicción

lógica sostener que no existen leyes de este tipo o, lo que es lo mismo,

admitir que toda regularidad que en apariencia no tiene ninguna

excepción presenta sin embargo lagunas8.

Popper sostiene que afirmar que el principio de inducción es un

juicio sintético a priori supone hacer una concesión al racionalismo,

en la que incurrió Russell pese a la observación de Wittgenstein en

Tractatus, 6.31:

7 K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 318.

8 K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 55-56.

242 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

¿Cómo se puede determinar si existe un principio de inducción

válido? De que exista un principio de inducción válido depende la

validez de todo proceso inductivo, que como tal presupone un

principio de inducción, y es lógicamente injustificable si no hay un

principio de inducción válido. Fácilmente se podría salir del paso

alegando que algunos de estos principios de inducción (...) son

necesarios, evidentes, en una palabra, válidos porque no se puede

dudar de su verdad. En este caso el principio de inducción vendría a

ser un juicio sintético a priori. No se nos escapa que esta

interpretación supone hacer una concesión realmente problemática al

racionalismo —y en sus comentarios de 1975 Popper añade— Esta

concesión la hizo el mismo Kant, al que siguió posteriormente, aunque

de manera inconsciente, Bertrand Russell, pese a la observación de

Wittgenstein en la proposición 6.31 del Tractatus9.

Popper sostiene que en la solución al problema de la

demarcación no debería aparecer ni siquiera la noción de inducción

porque en un sentido epistemológico no hay inducción:

el problema de la inducción surge a raíz del problema de la

demarcación cuando se intenta hacer del ―método inductivo‖ un

criterio de demarcación, cuando se pretende que es la aplicación del

procedimiento inductivo lo que caracteriza a las ciencias empíricas.

De esta manera el problema de la demarcación se convierte no sólo en

el único problema fundamental, que subyace al problema de la

inducción sino, tal y como lo vio Wittgenstein, en el único problema

fundamental de la epistemología en general. En una auténtica teoría

del conocimiento que va directa a su objetivo, tendrá que hablarse del

problema de la demarcación pero no será necesario que aparezcan ni

el problema de la inducción ni siquiera la noción de ―inducción‖: pues

en un sentido epistemológico no hay inducción10

.

9 K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 82.

10 K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 417.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 243

Según Popper Wittgenstein también consideró, a su manera, que

el problema fundamental de la epistemología era el problema de la

demarcación y hubiera pasado a la historia como el filósofo que de

manera más directa había puesto el problema de la demarcación (en

forma de ―problema del sentido‖) en el centro de sus reflexiones

filosóficas, si no fuera porque su tesis de que ―no hay problemas

filosóficos sino únicamente problemas científicos‖ ha ocasionado que

el análisis lógico del lenguaje (y con éste el positivismo lógico)

entrase continuamente en contradicción con la ciencia positiva y haya

tenido que revisar una y otra vez sus posiciones. En opinión de

Bartley fue el Círculo de Viena, aunque quizás coincidan ambos

porque claramente Popper está hablando del Wittgenstein del

Círculo de Viena11

.

El concepto de sentido del positivismo lógico se describe

siguiendo a Wittgenstein de la siguiente manera: todo enunciado

auténtico describe un estado de cosas y en esto radica su sentido (Cf.

Tractatus, 2.221). De aquí se desprende que si un enunciado no

expresa un estado de cosas es un pseudoenunciado carente de sentido,

que no hay estados de cosas universales y, por tanto, tampoco

enunciados universales y que todos los enunciados con sentido son

decidibles de manera terminante con un sí o un no12

.

Popper analiza la noción de sentido no en sí misma sino en

cuanto a su aplicación como criterio de demarcación y llega a la

conclusión de que si bien la noción de sentido no lograría resolver el

problema de la demarcación —ha desviado la discusión y evadido el

problema fundamental— haría desaparecer el problema de la

inducción ya que no cabe preguntarse por el valor veritativo de meros

pseudoenunciados:

11

W. W. Bartley III, Wittgenstein, 59.

12 Cf. K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 362.

244 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Quizás sería posible encontrar un criterio de demarcación más

apropiado, que hiciera justicia por completo a las leyes naturales (es

decir, que no excluyera las leyes naturales del ámbito de la ciencia),

sin que cambiara por ello el concepto de sentido en cuanto tal. En este

caso el ―sentido‖ no constituiría la frontera entre ciencia empírica y

metafísica, y las leyes, consideradas parte de la ciencia, seguirían

siendo ―pseudoenunciados sin sentido‖. Según esta interpretación, la

noción de sentido no lograría resolver el problema de la demarcación,

pero cumpliría, no obstante, una importante función metodológica, a

saber: haría desaparecer el problema de la inducción, ya que no cabe

preguntarse por el valor veritativo de meros pseudoenunciados13

.

Popper intenta probar el carácter dogmático del concepto de

―sentido‖ del positivismo lógico mediante un análisis de la noción

inductivista en sus dos interpretaciones posibles: en cuanto definible o

reductible a otros conceptos y en cuanto indefinible o concepto

primitivo. Acude a diversos lugares del Tractatus (Prefacio, 4.003,

4.031, 6.54) y llega a la conclusión de que las posiciones

pseudoenunciativas son tan irrefutables como infundamentables y por

tanto sólo pueden imponerse en forma dogmática:

Mi intento de llevar a cabo una crítica inmanente tenía que fracasar.

Sabemos que no hay ni puede haber una crítica inmanente de las

posiciones pseudoenunciativas; son tan irrefutables como

infundamentables. Protegidas por el criterio inductivista de sentido,

permanecen fuera del alcance e toda crítica, indiferentes a toda

argumentación. Al fin vemos arribar la nave del inductivismo, tras

algunos momentos tormentosos entre el Silla de la regresión infinita y

el Caribdis del apriorismo, al seguro puerto del dogma14

.

13

K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 373-374.

14 K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 384.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 245

Carnap afirma que no sólo las proposiciones filosóficas son

proposiciones semánticas sino también gran parte de los trabajos

científicos y con esto, afirma Popper, pone al descubierto el carácter

dogmático y destructivo para la ciencia del positivismo de

Wittgenstein:

Para Carnap, no sólo las proposiciones filosóficas son proposiciones

semánticas; por el contrario, una gran parte de los trabajos científicos

son de naturaleza semántica (...) Lo que hace valioso a este análisis de

Carnap es que pone al descubierto de manera decisiva el carácter

dogmático, destructivo para la ciencia empírica, del positivismo de

Wittgenstein: en efecto, el análisis de Carnap muestra que un trabajo

científico no consta sólo de enunciados empíricos ―con sentido‖

(enunciados singulares) y de leyes naturales que pertenecen a un tipo

superior al de los enunciados singulares, sino también de enunciados

de un tipo todavía superior, es decir, de enunciados que hablan de

leyes naturales, más exactamente de relaciones entre layes naturales

(...) aunque esto no significa que aceptemos totalmente la concepción

de Carnap15

.

Popper no comulga con el optimismo radical de Wittgenstein

que niega todo enigma:

La oposición entre nuestro punto de vista y el optimismo radical de

Wittgenstein, el cual, de acuerdo con el espíritu positivista, afirma, en

contra de toda forma de escepticismo: ‗el enigma no existe‘

(Tractatus, 6.5), es prácticamente irreductible16

.

Popper identifica la tesis del poder absoluto de la ciencia

racional de Wittgenstein con el principio de causalidad kantiano y

15

K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 467.

16 K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 157.

246 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

afirma que es falsa desde la perspectiva del principio de

indeterminación de Heisenberg:

La arrogante tesis —wittgensteiniana— del poder absoluto de la

ciencia racional (...) resulta ser completamente equivalente al

principio de causalidad kantiano. La tesis de Wittgenstein (Tractatus,

6.5) de que ‗si se puede plantear una pregunta se tiene también que

poder contestarla‘ es, desde la perspectiva de las relaciones de

indeterminación de Heisenberg, sencillamente falsa, porque la

pregunta por el movimiento exacto de un electrón no se puede

contestar. Lo mismo que para el principio de causalidad, también para

la tesis de Wittgenstein se puede encontrar una salida, si se considera

que es una aserción que no se puede contrastar, lo que equivale en el

fondo a afirmar que no dice nada17

.

Popper reconoce que nadie ha caracterizado el escepticismo

mejor que Wittgenstein:

Nadie ha expresado mejor que Wittgenstein (Cf. Tractatus, 6.51) la

situación del escepticismo general, del pesimismo epistemológico. ‗El

escepticismo no es irrefutable, sino absurdo: pretende dudar de

aquello por lo que ni siquiera cabe preguntar‘18

.

Popper admite un escepticismo relativo pero afirma que no es un

absurdo evidente como pretende Wittgenstein, ni en el sentido

socrático del ―sé que no sé nada‖, ni en la formulación clásica de que

―no hay un criterio universal de verdad‖. Se trata, sostiene Popper, de

una teoría verdadera de la que, sin embargo, no cabe inferir que no

haya progreso en la ciencia:

17

K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 230.

18 K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 148.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 247

―Yo sé que no sé nada‖ podría considerarse como una variante de la

paradoja del mentiroso (―lo que estoy diciendo en este momento es

falso‖). Se ha introducido el término ―casi‖ justamente para evitar la

aparición de la paradoja. No podría decirse, por tanto, que el

―escepticismo‖ (por lo menos en este sentido) sea ―un absurdo

evidente‖ como pretende Wittgenstein (Tractatus, 6.51). La misma

formulación clásica del escepticismo ―no hay un criterio universal de

verdad‖ está lejos de ser un sinsentido; es más, se trata incluso de una

teoría verdadera; de la que, sin embargo, no cabe inferir que no haya

progreso en la ciencia19

.

Popper coincide con Wittgenstein en la vinculación que existe

entre el conocimiento científico y la búsqueda de leyes:

La importancia biológica que el conocimiento tiene para nosotros,

como forma de adaptación que es, explica suficientemente nuestro

comportamiento práctico y nuestro afán de saber. Por lo que respecta a

la investigación científica, sistemática, debe contentarse con la tarea

que le señala esta definición trascendental: ‗Si quieres conocer, tienes

que ir a la búsqueda de leyes‘. Que lleguemos realmente a conocer es

algo que no se puede predecir, que sólo nos cabe esperar: eso ya se

verá. Wittgenstein escribe (Tractatus, 6.36): ‗de haber un principio de

causalidad, podría formularse de la siguiente manera: ―hay leyes

naturales‖‘. Pero naturalmente esto no puede decirse: ‗se muestra‘. Lo

que sí puede decirse es que si hay conocimiento lo hay por medio de

leyes naturales; y lo que sólo se ve es que hay conocimiento20

.

Sin embargo esta caracterización le parece insuficiente: Popper

considera acertada la descripción de Schlick siguiendo a Wittgenstein

de que las leyes naturales no son enunciados sino instrucciones para la

formación de enunciados, sin embargo le parece que no responde

acabadamente a la pregunta sobre qué son las leyes naturales. Popper

19

K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 19.

20 K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 162.

248 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

considera que las leyes naturales no son enunciados sino

prescripciones para la formación de nuevos enunciados que poseen

una serie de características específicas:

A la pregunta si las leyes naturales no son enunciados, ¿qué es lo que

son?, Schlick contesta: ―una ley natural no tiene el carácter de un

‗enunciado‘, sino que más bien representa una ‗instrucción para la

formación de enunciados‘‖ y añade ―debo a Ludwig Wittgenstein esta

idea y esta terminología‖. Por lo que sé, Wittgenstein no hizo pública

esta idea. (...) La idea de Wittgenstein como de Schlick de que las

leyes naturales son ―instrucciones para la formación de enunciados‖

me parece totalmente justa. Pero ¿es suficiente esta afirmación para

contestar satisfactoriamente a la pregunta; ―si las leyes naturales no

son enunciados, ¿qué es lo que son?‖ Mi opinión es que no21

.

Popper intenta reflejar lo que a su juicio quieren decir

Wittgenstein y Schlick cuando hablan de las leyes naturales como

‗instrucciones para la formación de enunciados‘: estas instrucciones

son útiles o inútiles, prácticas o inadecuadas, pero no verdaderas o

falsas:

Una posición empirista podría muy bien sostener la tesis de que las

leyes naturales son funciones proposicionales unidas a instrucciones

de tipo práctico sobre su uso o aplicación: las instrucciones de orden

pragmático impedirían dar a esta interpretación un matiz

convencionalista. No tendremos en cuenta una objeción que

fácilmente podría hacerse a esta posición en el sentido de que estas

instrucciones son posiblemente idénticas a las reglas de

correspondencia con lo cual las funciones proposicionales serían

enunciados auténticos, sino que vamos a suponer que esta concepción

es, como posición pseudoenunciativa, impecable. Así como las

funciones proposicionales (en tanto que esquemas) vendrían a ser una

especie de instrumentos, las instrucciones prácticas a las que van

21

K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 227-228 y

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 249

conectadas hacen el mismo papel que las instrucciones que suelen

acompañar normalmente a cualquier herramienta o instrumento

explicando su uso y manejo. Como tales, estas instrucciones son útiles

o inútiles, prácticas o inadecuadas, pero no verdaderas o falsas. (Con

estas palabras intento reflejar lo que, a mi parecer, Wittgenstein y

Schlick quieren decir cuando hablan de ‗instrucciones para la

formación de enunciados‘)22

.

Popper trata los diversos procedimientos de fundamentación

utilizados en la ciencia y apuesta por el denominado ―método

trascendental‖ propuesto por Kant que trata del análisis del

conocimiento científico como un hecho objetivo, es decir, como la

búsqueda de regularidades, la formulación de leyes y su sometimiento

a contrastación sistemáticamente. Le parece que pocas veces se ha

aplicado este método de forma consecuente y que la propuesta de

Wittgenstein de analizar el lenguaje, por muy interesante que resulte

para algunos, no puede sustituir al método trascendental y está fuera

de lugar porque, entre otras cosas, no da cuenta del proceder real de

las ciencias:

Wittgenstein sustituye el análisis de la facultad del conocimiento

humano, por la reflexión sobre la esencia de la expresión, de la

representación, por una reflexión sobre la esencia de todo ‗lenguaje‘

en el sentido más amplio de la palabra. Sin embargo, por muy

interesantes que sean estos análisis, no pueden sustituir al método

trascendental. Si los ‗análisis‘ o ‗reflexiones‘ de este tipo conducen a

resultados que no dan cuenta del proceder real de las ciencias, no

tienen —lo mismo que el positivismo estricto— ningún interés

epistemológico y deben ser rechazados23

.

22

K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 327.

23 K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 107-108.

250 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

El método trascendental de la filosofía se ha impuesto al análisis

del lenguaje y se presenta como el único válido para regular las

convenciones y dar significado a los términos, ya que el sentido o la

legitimidad de una expresión lingüística no es algo natural sino que se

basa en estipulaciones arbitrarias (―gramaticales‖, ―lógicas‖ o

―semánticas‖) que ha de tomar en cuenta las imprecisiones del

lenguaje ordinario y las necesidades y procedimientos de la ciencia:

La crítica del lenguaje como método, de Wittgenstein, se opone

directamente al método psicologista propio de la antigua teoría del

conocimiento. No obstante, señala Wittgenstein (Cf. Tractatus,

4.1121) con razón, que su método entraña peligros semejantes al

método antiguo. También este nuevo método se ve en peligro de

desviarse del camino principal, de olvidar la meta en aras de los

medios. Esta meta, este objetivo, lo constituye, tal y como lo ponen de

manifiesto el prefacio y el final del libro de Wittgenstein, el problema

epistemológico que aquí hemos denominado problema de la

demarcación24

.

El ver la filosofía como actividad encuentra una cierta

justificación en el método trascendental de la epistemología:

La tesis, tanto de Wittgenstein como de Schlick, de que la filosofía

consiste en una actividad, en la actividad de clarificar, de dar sentido,

etc., encuentra en el método trascendental de la epistemología una

cierta justificación. Pues ya se vio que sólo a través de su aplicación,

regulada por una serie de convenciones metodológicas, reciben los

términos científicos un ―significado‖ determinado (y con ellos, si se

quiere, que los enunciados reciben un ―sentido‖). De alguna manera

puede decirse que los enunciados metodológicos son actos, acciones

24

K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 467.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 251

en cuanto que son estipulaciones o convenciones que tienen que ser

naturalmente justificadas de una manera deductivo-trascendental25

.

Wittgenstein señala con razón que su método —el análisis

lógico del lenguaje— corre el riesgo de olvidar el fin —resolver el

problema de la demarcación— en aras de los medios:

Continuamente los críticos del lenguaje entran en contradicción con la

ciencia positiva, y es esta misma contradicción la que los obliga a

desplazarse de una posición a otra. De esta manera se les impone el

método trascendental, pero, en lugar de ser conscientes de esto, se

aferran a la crítica del lenguaje aun cuando sea un método cuyos

fracasos de tipo trascendental son tan evidentes que han obligado a

esta filosofía a lo largo de su desarrollo a adoptar posiciones que

hagan mayor justicia a la situación real de la ciencia26

.

5.1.2 Carta al Editor de Erkenntnis (1933)

En esta carta dirigida al editor de la revista Erkenntnis cuando

Logik no había salido a la luz todavía, Popper sale al paso de la

afirmación errónea de algunos miembros del Círculo de Viena en el

sentido de que había desarrollado sus ideas originalmente como una

crítica a Wittgenstein. Popper aclara que su interés por el problema de

la demarcación y su esbozo del criterio de falsabilidad eran anteriores

al momento en que el Tractatus se convirtió en un tópico de discusión

en el Círculo de Viena27

. Popper recuerda que fue solamente el

interés por el problema de la demarcación lo que le hizo fijarse en la

25

K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología,469.

26 K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 468-469.

27 K. Popper, ―Carta al Editor de Erkenntnis‖, 311-312.

252 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

idea de significado que Wittgenstein usaba como criterio para separar

las proposiciones científicas de las no científicas:

Personalmente nunca estuve interesado en el llamado problema del

significado. Por el contrario me pareció un problema verbal, un típico

pseudoproblema. Yo estaba interesado sólo en el problema de la

demarcación, es decir en encontrar un criterio acerca del carácter

científico de las teorías. Fue sólo este interés lo que me hizo ver

inmediatamente que el criterio de significado a través de la

verificabilidad propuesto por Wittgenstein pretendía jugar también el

papel de un criterio de demarcación, y lo que me hizo ver que, como

tal, era completamente inadecuado, incluso si se dejaban de lado todos

los reparos acerca del dudoso concepto de significado28

.

Al mismo tiempo Popper reconoce que al publicar sus ideas

acerca de la demarcación en Logik, e incluso ya desde Die Beiden

Grundprobleme sí las planteó como crítica al criterio de significado de

Wittgenstein al percatarse de su repercusión. Al principio consideraba

que el criterio de demarcación a través de la falsabilidad o

refutabilidad era obvio pero al leer el Tractatus se dio cuenta que no

era así:

Estaba convencido que mi problema (...) había inquietado también a

muchos científicos y a muchos filósofos que de seguro habían

alcanzado la misma solución bastante obvia. Me di cuenta que esto no

era así en el trabajo de Wittgenstein y en su repercusión. Entonces

publiqué mis resultados trece años después en forma de crítica al

criterio de significado de Wittgenstein29

.

28

K. Popper, Conjectures and Refutations, 40.

29 K. Popper, Conjectures and Refutations, 39.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 253

Popper habla de la actitud crítica o racional de los presocráticos

de la escuela Jónica mediante la cual buscaban responder

principalmente a cuestiones cosmológicas y considera que estas

cuestiones y esta manera de abordarlas son fundamentales:

Las cuestiones que los presocráticos trataban de responder eran

principalmente cuestiones cosmológicas, aunque había también

cuestiones de la teoría del conocimiento. Estoy persuadido de que la

filosofía debe volver a la cosmología y a una teoría sencilla del

conocimiento. Existe al menos un problema filosófico en el cual todo

hombre pensante está interesado: el problema de entender el mundo en

que vive, y por tanto en nosotros mismos (que somos parte del

mundo) y nuestro conocimiento de él. Considero que toda la ciencia es

cosmología y para mí el interés de la filosofía, no menos que el de la

ciencia, radica solamente en su intento audaz de contribuir a nuestro

conocimiento del mundo y a la teoría de nuestro conocimiento del

mundo30

.

Popper tiene interés en Wittgenstein no por su lógica sino por su

cosmología:

Estoy interesado en Wittgenstein, por ejemplo, no por su filosofía del

lenguaje, sino porque su Tractatus es una tratado cosmológico

(aunque bastante tosco), y porque su teoría del conocimiento está

estrechamente vinculado a su cosmología31

.

Popper está de acuerdo con Wittgenstein en que el mundo es la

totalidad de los hechos y no simplemente de las cosas:

30

K. Popper, Conjectures and Refutations, 136.

31 K. Popper, Conjectures and Refutations, 136.

254 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

El descubrimiento de Heráclito de que el mundo no es la totalidad de

las cosas sino de los eventos o hechos no es en absoluto trivial; quizás

esto se puede comprobar en el hecho de que Wittgenstein consideró

necesario reafirmarlo recientemente: ‗El mundo es la totalidad de los

hechos, no de las cosas‘(Cf. Tractatus, 1.1)32

.

Popper está convencido de que su solución a los problemas de

inducción y de demarcación presentan ventajas evidentes respecto a

los intentos de solución de los positivistas bajo la influencia de

Wittgenstein. El problema de la inducción planteado por Hume se

centra en la cuestión de la validez de las leyes naturales y surge de una

aparente contradicción entre el principio del empirismo (el principio

de que sólo la ‗experiencia‘ puede decidir acerca de la verdad o

falsedad de una proposición sobre hechos) y la invalidez de los

argumentos inductivos o generalizadores. Popper considera que

Schlick, influenciado por Wittgenstein, no consiguió superar esta

contradicción porque lo intenta mediante un apriorismo infundado:

Schlick, influenciado por Wittgenstein, cree que esta contradicción

puede ser resuelta suponiendo que las leyes naturales ‗no son

proposiciones genuinas‘ sino más bien ‗reglas de transformación de

las proposiciones‘. Es decir, que existe un tipo particular de

‗pseudoproposiciones‘. El intento de Schlick de resolver el problema

comparte con todos los intentos anteriores, un apriorismo, un

convencionalismo, etc. una afirmación ciertamente infundada (en

cualquier caso la solución me parece verbal). Es la afirmación de que

todas las proposiciones genuinas han de ser, en principio,

completamente decidibles, es decir, verificables y falsificables; más

precisamente, que para toda proposición genuina, deben ser

lógicamente posibles tanto una verificación empírica (final) como una

falsificación empírica (final)33

.

32

K. Popper, The Open Society and Its Enemies, nota 2, capítulo 2.

33 K. Popper, ―Carta al Editor de Erkenntnis‖, 312.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 255

Popper considera que es posible resolver la contradicción

simplemente rechazando la pretensión de que toda proposición

genuina ha de ser en principio completamente decidible. Esto permite

considerar que las leyes naturales o las teorías científicas son

proposiciones genuinas parcialmente decidibles, que por razones

lógicas no son verificables sino que de manera asimétrica sólo son

falsables. Considera que esta solución tiene la ventaja adicional de

preparar el camino para la solución del segundo y más fundamental de

los dos problemas de la teoría del conocimiento: el problema de la

demarcación, planteado por Kant como el problema acerca de los

límites del conocimiento científico y que puede ser definido como el

problema de buscar un criterio por medio del cual podamos distinguir

entre afirmaciones (proposiciones, sistemas de proposiciones) que

pertenecen a las ciencias empíricas y afirmaciones que pueden ser

descritas como ‗metafísicas‘34.

Popper crítica la solución propuesta en el Tractatus al problema

de la demarcación basada en la noción de significado según la cual

toda proposición con significado debe ser una función de verdad de

proposiciones ‗atómicas‘ reducible a proposiciones singulares de

observación, y toda proposición no reductible de esta manera será

‗carente de significado‘ o ‗metafísica‘ o ‗pseudoproposición‘:

De acuerdo a la solución propuesta por Wittgenstein, esta

demarcación habrá de conseguirse con ayuda de la idea de

‗significado‘ o de ‗sentido‘: toda proposición con significado o con

sentido debe ser una función de verdad de proposiciones ‗atómicas‘,

es decir, debe ser completamente reducible desde un punto de vista

lógico a (o deducible de) proposiciones singulares de observación. Si

alguna proposición dada no puede ser reducible de esta manera,

entonces es ‗carente de significado‘ o ‗no-significativa‘ o ‗metafísica‘

o ‗pseudoproposición‘. Por tanto la metafísica carece de significado35

.

34

Cf. K. Popper, ―Carta al Editor de Erkenntnis‖, 313.

35 K. Popper, ―Carta al Editor de Erkenntnis‖, 313.

256 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Popper muestra que la solución propuesta por Wittgenstein al

problema de la demarcación basada en la idea de significado o sentido

no sólo aniquila a la metafísica sino también a la misma ciencia

natural, ya que de acuerdo al criterio de significado, las leyes de la

naturaleza resultarían un tipo de expresiones metafísicas carentes de

sentido:

Puede parecer que trazando esta línea de demarcación los positivistas

han conseguido aniquilar a la metafísica de manera más eficaz que los

antiguos antimetafísicos. Sin embargo, no es sólo la metafísica la que

es aniquilada a través de estos métodos, sino también la ciencia

natural. Ya que las leyes de la naturaleza no son más reducibles a

proposiciones de observación que las expresiones metafísicas.

(¡Recordad el problema de la inducción!) Aparecerán, si se aplica de

manera consistente el criterio de significado de Wittgenstein, como

‗pseudoproposiciones carentes de sentido‘, y por tanto ‗metafísicas‘.

De aquí que el intento de trazar la línea de demarcación se viene

abajo36

.

Como alternativa Popper sugiere la adopción del criterio de

falsabilidad que exige solamente una decidibilidad unilateral o

asimétrica:

El dogma de significado o sentido, y los pseudoproblemas a los cuales

ha dado lugar, puede ser eliminado si adoptamos, como criterio de

demarcación, el criterio de falsabilidad, es decir el de una

decidibilidad (al menos) unilateral o asimétrica37

.

36

K. Popper, ―Carta al Editor de Erkenntnis‖, 313.

37 K. Popper, ―Carta al Editor de Erkenntnis‖, 313.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 257

5.1.3 The Logic of Scientific Discovery (original 1934, en inglés

1959)

En The Logic of Scientific Discovery Popper trata de mostrar

que el método propuesto por Wittgenstein para la filosofía —el

análisis del lenguaje— conduce a una solución meramente verbal del

problema de la demarcación y no consigue la exclusión de la

metafísica ni logra una demarcación clara entre la filosofía y la

ciencia. Popper critica la propuesta naturalista de la teoría del método

en particular su negación de la existencia de problemas con sentido

fuera del campo de la ciencia ―positiva‖ y por lo tanto la posibilidad

de una epistemología o una metodología:

El positivista rechaza la idea de que puedan existir problemas con

sentido fuera del campo de la ciencia empírica ―positiva‖, problemas

que se puedan abordar mediante una genuina teoría filosófica.

Rechaza la idea de que pueda haber una genuina teoría del

conocimiento, una epistemología o una metodología. Desea ver en los

problemas filosóficos mencionados meros ―pseudoproblemas‖ o

―rompecabezas‖ (...) en los dos años anteriores a la primera

publicación de este libro la crítica de los miembros del Círculo de

Viena contra mis ideas era que una teoría del método que no fuese ni

ciencia empírica ni lógica pura era imposible: lo que estuviese fuera

de estos dos campos era puro sinsentido. La misma opinión era

mantenida por Wittgenstein en 194838

.

Popper plantea que no existe un único método en filosofía como

pretenden los filósofos del lenguaje sino que el único método si se

pudiera hablar así es el método crítico, y que el punto central es el

desarrollo del conocimiento que se puede estudiar mejor a través del

conocimiento científico y no a través del conocimiento ordinario

38

K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, 51.

258 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

como postulan los filósofos del lenguaje ordinario39

. A lo largo del

libro, tanto en la parte relativa a la lógica de la ciencia como en la

dedicada a la teoría de la experiencia, queda patente que Popper ha

estudiado el Tractatus a fondo y tiene puntualmente localizada su

influencia en Carnap. Popper lamenta que el Tractatus teniendo un

inicio prometedor arrojara por tierra las afirmaciones iniciales en su

última afirmación:

El prometedor inicio del Tractatus de Wittgenstein —―el mundo es la

totalidad de los hechos, no de las cosas‖ (Tractatus, 1.1) — fue

eliminado por su final que denunciaba al hombre que ―no había dado

significado a ciertos signos en sus proposiciones‖(Tractatus, 6.53) 40

.

Popper compara la autoeliminación que hace Wittgenstein del

Tractatus, a la que operó Hume con su Enquiry y a la que muchos

siglos antes llevó a cabo Sexto:

Por tanto Hume, como hizo Sexto (Cf. Adv. Log. ii, 481: Loeb edn. ii,

488), condenó su propia Enquiry en la última página, como más

adelante Wittgenstein condenó su propio Tractatus en la última página

(…) Wittgenstein al final del Tractatus (en que explica el concepto de

significado) escribe, ―Mis proposiciones sirven como elucidaciones en

el siguiente sentido: el que me entienda finalmente las considerará

carentes de sentido‖(Tractatus, 6.54)41

.

Popper está pensando en el solipsismo de Wittgenstein cuando

expresa su deseo de que sean superados los monólogos depresivos

considerados discusiones filosóficas. Hacer gala de solipsismo

39

Cf. K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, 13.

40 K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, 35.

41 K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, nota *3, 35 y nota 2, 51.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 259

filosófico, afirma Popper, refleja un declive en la discusión racional y

mucha soberbia, ya que sólo en Dios cabría el solipsismo:

Algunos filósofos han hecho gala de hablar para sí mismos, quizás

porque sienten que no existe otro con quien valga la pena hablar. Me

temo que la práctica del filosofar en este plano algo exaltado puede ser

un síntoma del declive de la discusión racional. Sin duda Dios habla

principalmente consigo mismo porque no tiene nadie a quien merezca

la pena hablar. Pero un filósofo debe saber que no es más parecido a

Dios que los demás hombres42

.

Popper pretende haber resuelto el problema de la existencia de

‗otras mentes‘ y por tanto descartado el solipsismo. Al dialogar

asumimos que nuestros interlocutores hablan intencionalmente acerca

de las cosas y negar esta realidad, a la manera del solipsismo, resulta

contradictorio:

Si hablamos con otras personas, y especialmente si argumentamos con

ellas, asumimos (a veces erróneamente) que ellos también están

argumentando: que hablan intencionalmente acerca de las cosas,

deseando seriamente resolver un problema y no simplemente actuando

como si estuvieran resolviendo un problema. Con frecuencia se ha

visto que el lenguaje es un asunto social y que el solipsismo, y las

dudas acerca de la existencia de otras mentes, se vuelve

autocontradictorio si es formulado en un lenguaje43

.

Popper atribuye a Wittgenstein haber puesto en bandeja por

medio del criterio de significado el dogma que serviría a los

neopositivistas para eliminar la metafísica:

42

K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, 17.

43 K. Popper, Conjectures and Refutations, 297.

260 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Este deseo del positivista puede ser satisfecho siempre, ya que nada es

más fácil que desenmascarar un problema como

‖carente de significado‖ o de ―pseudoproblema‖. Lo único que hay

que hacer es fijar un significado suficientemente estrecho y enseguida

tendrás que decir de toda cuestión inconveniente que eres incapaz de

detectar ningún significado en ella. Más aún si admites como

significativas solamente los problemas de la ciencia natural (Cf.

Tractatus, 6.53) cualquier debate acerca del concepto de ―significado‖

se volverá también carente de significado. El dogma de significado,

una vez entronizado, queda para siempre fuera de discusión y no

puede ser atacado nunca más. Se ha vuelto (según las propias palabras

de Wittgenstein) ―inexorable y definitivo‖ (Cf. Tractatus, Prefacio)44

.

El criterio de significado de Wittgenstein coincide con el criterio

inductivista de demarcación si se reemplazan sus términos ―científico‖

o ―legítimo‖ por ―significativo‖. Es precisamente la óptica inductivista

lo que hace fracasar la solución de los positivistas al problema de la

demarcación: al pretender aniquilar a la metafísica, aniquilan también

la ciencia natural:

De acuerdo a Wittgenstein toda proposición con significado ha de ser

lógicamente reducible a proposiciones elementales (o atómicas), que

caracteriza como descripciones o ―pinturas de la realidad‖ (Cf.

Tractatus, 4.01, 4.03 y 2.221) (una caracterización que abarca a todas

las proposiciones con sentido). Aquí podemos ver que el criterio de

significado de Wittgenstein coincide con el criterio de demarcación de

los inductivistas, si reemplazamos sus términos ―científico‖ o

―legítimo‖ por ―significativo‖. Y es precisamente a través del

problema de la inducción como fracasa este intento de resolver el

problema de la demarcación: los positivistas, en su ansia por aniquilar

a la metafísica, aniquilan también la ciencia natural. Ya que las leyes

científicas tampoco pueden ser reducidas lógicamente a proposiciones

elementales de experiencia. Aplicado consistentemente el criterio de

significado de Wittgenstein rechaza como carentes de sentido aquellas

44

K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, 51.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 261

leyes naturales cuya búsqueda, como decía Einstein (Mein Weltbild,

1934, 168, traducida al inglés como The World as I see It, 1935, 125)

es ―la tarea suprema del físico‖: no pueden nunca ser aceptadas como

proposiciones genuinas o legítimas45

.

Popper apunta que la idea de considerar las leyes científicas

como pseudoproposiciones para resolver el problema de la inducción

que Schlick atribuye a Wittgenstein es en realidad muy anterior, pues

forma parte de la tradición instrumentalista que se remonta a Berkeley

y a otros autores46

. Popper critica la aplicación que hace Wittgenstein

del criterio de significado a las leyes naturales:

Es bastante cierto que una proposición como ―existen leyes de la

naturaleza‖ deba ser invocada si queremos justificar nuestra búsqueda

de leyes de la naturaleza, como hace Wittgenstein (Cf. Tractatus,

6.36): ―si existiera una ley de la causalidad debería decir: existen leyes

naturales. Pero esto claramente no puede decirse, se muestra a sí

mismo‖. En mi opinión lo que muestra en sí mismo, en todo caso, es

que esto claramente puede ser dicho: ha sido dicho por Wittgenstein,

por ejemplo. Lo que claramente no puede hacerse es verificar la

proposición de que existen leyes naturales (o incluso falsificarla). Pero

el hecho de que una proposición no sea verificable (o incluso que no

sea falsificable) no significa que carece de sentido, o que no pueda ser

entendida, o que ―claramente no puede ser dicha‖ como Wittgenstein

creía47

.

Popper está de acuerdo con Wittgenstein en que la ciencia es un

sistema de proposiciones y no un sistema de conceptos pero rechaza el

instrumentalismo48

. Las teorías científicas carecen de sentido porque

45

K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, 36.

46 Cf. K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, nota*4, 36.

47 K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, nota 21, 437.

48 Cf. K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, nota*4, 36.

262 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

no son ‗verificables‘. El instrumentalismo de las teorías científicas

surge en el intento de resolver o ‗disolver‘ el problema de la

inducción: primero Berkeley que consideraba que las teorías

científicas eran simples instrumentos útiles, Poincaré y Duhem que las

consideraban convenciones, Mach resúmenes económicos e

instrumentos de predicción, J. S. Mill, y finalmente Wittgenstein y

Schlick que concebían las teorías científicas como

pseudoproposiciones que sirven como reglas de inferencia para hacer

predicciones:

Sin duda el instrumentalismo debe mucho al deseo de resolver o de

disolver el problema de la inducción. Berkeley creía en la inducción

de las generalizaciones simples (...) pero vio que una teoría ‗oculta‘ no

puede ser el resultado de la inducción. Sin embargo esto no presentaba

ninguna dificultad para él ya que sostenía que las teorías ‗ocultas‘, si

eran exitosas, no eran más que instrumentos útiles. La solución de

Berkeley al problema fue prácticamente olvidada pero fue

redescubierta por Mach que pensó que las teorías no eran más que

resúmenes económicos e instrumentos de predicción; por Poincaré y

Duhem que pensaron que no eran más que convenciones y por J. S.

Mill, Wittgenstein y Schlick (...) quienes afirmaron que no eran

proposiciones genuinas sino pseudoproposiciones cuya función era la

de servir de reglas de inferencia (o ‗billetes de inferencia‘), como

reglas para la transformación de las genuinas proposiciones de

observación en otras genuinas proposiciones de observación (es decir

en predicciones)49

.

Al tratar la cuestión de la simplicidad de las teorías científicas,

Popper hace notar que no pocos filósofos de la ciencia han atribuido al

concepto de simplicidad un lugar crucial en sus teorías sin percatarse

de las dificultades a que da lugar. Popper se pregunta si existe un

concepto de simplicidad que interese al lógico (una vez eliminadas las

ideas estéticas y pragmáticas simplicidad). Señala que la idea

49

K. Popper, Quantum Theory and the Schism in Physics, 117.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 263

epistemológica de simplicidad tiene un lugar especial en las teorías de

la lógica inductiva, por ejemplo, en relación al problema de la ―curva

más simple‖ y cita el Tractatus:

Wittgenstein, por ejemplo, dice: ―El proceso de inducción consiste en

asumir la ley más simple que pueda armonizar con nuestra

experiencia‖ (Tractatus, 6.363). Eligiendo la ley más simple, con

frecuencia se asume de manera tácita que una función lineal, digamos,

es más simple que una cuadrática, que un círculo es más simple que

una elipse, etc. pero no se dan razones para escoger esta jerarquía

particular de simplicidades sobre cualquier otra, o para creer que las

leyes ―simples‖ tienen ventajas sobre las menos simples, además de

las ventajas estéticas y prácticas (...) La observación de Wittgenstein

acerca de la simplicidad de la lógica (Cf. Tractatus, 5.4541) que

establece ―la regla de la simplicidad‖ no da ninguna pista50

.

Popper consideraba que las ideas acerca del contenido y del

grado de corroboración de las teorías científicas eran las herramientas

lógicas más importantes desarrolladas en The Logic of Scientific

Discovery. Popper sostiene un concepto holístico (en función del

contexto) del significado de una teoría que puede ser analizado y

clarificado en términos puramente lógicos con ayuda de la idea de

contenido de una proposición o de una teoría. Popper distinguió entre

el contenido lógico y el contenido informativo de una teoría. El

contenido empírico sería un caso particular de este último. Popper

considera que las proposiciones o teorías tienen mayor contenido

informativo, nos dicen más, en cuanto más prohíben o excluyen51

. De

aquí que no resulte extraño el golpe que le supuso leer a Carnap

atribuyendo su autoría o su inspiración a Wittgenstein:

50

K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, 138.

51 Cf. K. Popper, Autobiography, 26. Popper remite a la sección 6 de The Logic of

Scientific Discovery relativa a la falsabilidad como criterio de demarcación.

264 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Hasta donde yo se, el reconocimiento de la importancia del contenido

empírico o poder asertivo de una teoría, la sugerencia de que este

contenido aumenta con el tipo de falsificadores potenciales de una

teoría, es decir, con los estados de cosas que prohíbe o excluye, y la

idea de que el contenido puede ser medido por la improbabilidad de

una teoría no lo tomé de ninguna otra fuente sino que han sido ―todo

mi propio trabajo‖. Por tanto me sorprendí cuando leí en la

Introduction to Semantics de Carnap (...) en relación con su definición

de ―contenido‖: ―el poder afirmativo de una proposición consiste en su

exclusión de ciertos estados de cosas (Wittgenstein); cuanto más

excluye más afirma‖. Escribí a Carnap pidiendo detalles y

recordándole algunos pasajes relevantes de mi libro. En su respuesta

dijo que su referencia a Wittgenstein se debió a un error de memoria

pero que de hecho tenía un pasaje de mi libro en mente; y repitió esta

corrección en su Logical Foundations of Probability, 1950, 406.

Menciono esto aquí porque en muchos artículos publicados desde

1942, la idea de contenido —en el sentido de contenido empírico o

informativo— ha sido atribuida, sin ninguna referencia definida, a

Wittgenstein o a Carnap y algunas veces a Wittgenstein y a mí. Pero

no quisiera que ninguno pensara que la he tomado sin conocimiento

de Wittgenstein o de ningún otro: como estudioso de la historia de las

ideas, pienso que es muy importante referirse a las propias fuentes52

.

Carnap respondió que corregirá el error cometido en un párrafo

de su libro Introduction to Semantics en el que atribuye a Wittgenstein

algo que fue aportación de Popper53

. Sin embargo, a Popper no se le

fue de la memoria este incidente y lo recoge en su autobiografía

intelectual muchos años más tarde54

.

52

K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, nota 8, 395.

53 Cf. Carta de R. Carnap a K. Popper del 29 de enero de 1943 desde Chicago,

Popper Archives (282.24).

54 Cf. K. Popper, Autobiography, nota 15.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 265

5.2 Desde el exilio: The Open Society and Its Enemies (1945)

Nueva Zelanda no era lo suficientemente lejana para que

Wittgenstein estuviera ausente de los pensamientos de Popper, sino

todo lo contrario: en The Open Society, escrito como una contribución

a la guerra desde el exilio, es un ataque a la tradición platónica y

aristotélica del esencialismo y a sus desarrollos modernos como los de

Hegel y Wittgenstein. Popper vuelca su crítica al Tractatus en largas

notas a pie de página en las que intenta mostrar el fracaso de

Wittgenstein en su intento de suprimir la metafísica, las

contradicciones de su teoría y las dificultades en la aplicación de su

método y el verbalismo y misticismo a los que da lugar.

5.2.1 Wittgenstein fracasa al intentar suprimir la metafísica

5.2.1.1 Contradicciones internas de la teoría

Popper analiza lo que llama el principio de Wittgenstein:

‗ninguna proposición puede enunciar nada sobre sí misma, puesto que

un signo proposicional no puede estar contenido en sí mismo‘ (Cf.

Tractatus, 3.332) y muestra que no es carente de sentido, como

Wittgenstein pretendía en la proposición 6.54: ‗Mis proposiciones son

elucidatorias en este sentido: aquel que me entienda finalmente las

reconocerá como carentes de sentido‘, ni genuinamente paradójica

como si lo eran las paradojas de Russell para cuya solución desarrolló

la teoría de tipos, sino sencillamente falsa55

.

Resulta difícil, dice Popper, tomar en serio una doctrina que se

contradice a sí misma y que descaradamente se presenta como carente

55

Cf. K. Popper, Open Society, capítulo 24, nota 8.

266 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

de sentido. Wittgenstein exhibe una clara contradicción en el

Tractatus al decir que podemos comunicar pensamientos inexorables

y definitivamente verdaderos por medio de proposiciones que

abiertamente se admiten como carentes de sentido:

Consideremos una de las proposiciones de Wittgenstein, por ejemplo,

‗La filosofía no es una teoría sino una actividad‘ (Tractatus, 4.112).

Seguramente ésta no es una proposición que pertenece a ‗la totalidad

de la ciencia natural (o a la totalidad de las ciencias naturales)‘. Por lo

tanto de acuerdo con Wittgenstein no puede pertenecer a ‗la totalidad

de las proposiciones verdaderas‘. Por otra parte, tampoco es una

proposición falsa (porque si lo fuese, su negación tendría que ser

verdadera y pertenecería a la ciencia natural). Por tanto llegamos al

resultado de que debe ser „carente de significado‟ o „carente de

sentido‟ o „sinsentido‟; y lo mismo ocurre con muchas de las

proposiciones de Wittgenstein. Esta consecuencia de su doctrina es

reconocida por el mismo Wittgenstein cuando escribe: ‗Mis

proposiciones son elucidatorias en este sentido: el que me entienda

finalmente las reconocerá como carentes de sentido‘ (Tractatus, 6.54).

El resultado es importante. La propia filosofía de Wittgenstein carece

de sentido y lo admite. ‗Por otra parte‘, como Wittgenstein afirma en

su Prefacio, ‗la verdad de los pensamientos comunicados aquí me

parece inexpugnable y definitiva. Por tanto soy de la opinión de que

los problemas han sido finalmente resueltos en lo esencial‘. Esto

muestra que podemos comunicar pensamientos inexorables y

definitivamente verdaderos por medio de proposiciones que son

admitidamente carentes de sentido y que podemos resolver problemas

‗definitivamente‘ proponiendo el sinsentido56

.

Popper sostiene un racionalismo crítico, moderado y autocrítico,

y rechaza tanto el irracionalismo —aunque reclama una cierta fe

irracional en la razón para dar el paso al raciocinio y a la

experiencia— como el racionalismo no-crítico o comprehensivo

(basado en el principio de que toda afirmación que no pueda ser

56

K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 51.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 267

fundamentada por argumentos o por experiencia debe ser descartada

como falsa o no científica o como carente de significado) en el sentido

del Tractatus de Wittgenstein. Popper afirma que este principio del

racionalismo no-crítico es auto contradictorio porque no puede

probarse mediante argumentos ni a través de la experiencia. Además,

considera Popper, si todo argumento debe proceder mediante

supuestos es imposible pretender que todos los supuestos deban estar

basadas en argumentos y por tanto el principio de evitar toda

presuposición no es una máxima de perfección sino una forma de la

paradoja del mentiroso y una auto-contradicción:

Algunos ejemplos de este tipo pueden encontrarse en el Tractatus de

Wittgenstein. Uno es la proposición de Wittgenstein: ‗la totalidad de

las proposiciones verdaderas es (...) la totalidad de la ciencia natural‘

(Tractatus, 4.11), y como esta proposición no pertenece a la ciencia

natural (sino más bien a una meta-ciencia, es decir a una teoría que

habla acerca de la ciencia) se sigue que afirma su propia falta de

verdad y por tanto es contradictoria. Más aún es claro que la

proposición 4.11 viola el mismo principio de Wittgenstein que

establece que ‗ninguna proposición puede decir nada acerca de sí

misma‘57

.

La doctrina de Wittgenstein carece de una base argumentativa

real e impone su doctrina mediante un dogmatismo reforzado que da

carta de ciudadanía a un nuevo tipo de sinsentido metafísico

―profundamente significativo‖58

que hace ―invulnerable‖ la teoría.

Popper compara la sociología del conocimiento, el psicoanálisis y

ciertas filosofías que pretenden desenmascarar la ‗falta de sentido‘ de

las posturas de sus oponentes mediante lo que califica de ‗dogmatismo

reforzado‘ y cita el ejemplo del hegelianismo y su visión acerca de la

fertilidad de las contradicciones, del psicoanálisis y su interpretación

57

K. Popper, Open Society, capítulo 24, nota 8.

58 K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 51.

268 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

de cualquier objeción como fruto de la represión y de las filosofías del

significado que declaran carente de sentido cualquier postura

opuesta59

.

Los positivistas de acuerdo al Tractatus definen ‗significado‘ de

una forma arbitraria de tal manera que sólo las proposiciones factuales

son ‗significativas‘60

. Popper precisa que el uso del término ‗carente

de significado‘ o ‗sinsentido‘ propuesto por Wittgenstein coincide en

parte con el uso ordinario —en el que ‗carente de significado‘ se

identifica con ‗absurdo‘, que significa contradictorio o falso— pero es

más agudo:

Es importante notar que este uso de los términos ‗carente de

significado‘ o ‗sinsentido‘ en parte coincide con el uso ordinario, pero

es más aguda, ya que en el lenguaje ordinario con frecuencia

llamamos a las proposiciones reales ‗carentes de significado‘, por

ejemplo si son ‗absurdas‘, es decir si son auto-contradictorias o

evidentemente falsas. Por tanto una proposición que afirma acerca de

un cierto cuerpo físico que está al mismo tiempo en dos lugares

diferentes no es una proposición carente de significado sino falsa, o

contradictoria con el uso de término ‗cuerpo‘ en la física clásica.

Asimismo, una proposición que afirma de cierto electrón que tiene un

lugar y momento preciso no es carente de sentido, como algún físico

ha afirmado y como algunos filósofos han repetido, sino que

simplemente contradice a la física moderna61

.

Wittgenstein es un antimetafísico que trata de mostrar que la

metafísica carece de sentido e intenta establecer el límite entre el

sentido y la falta de sentido en el lenguaje:

59

Cf. K. Popper, Open Society, 216.

60 K. Popper, Open Society, capítulo 5, nota 5.

61 K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 46.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 269

Wittgenstein es un antimetafísico: ‗El libro —escribe en el Prefacio—

trata de los problemas de la filosofía y me parece que muestra que la

manera como se formulan estos problemas descansa en el

malentendido de la lógica de nuestro lenguaje‘. Trata de mostrar que

la metafísica es un ‗mero sinsentido‘ e intenta establecer un límite, en

nuestro lenguaje, entre el sentido y la falta de sentido: ‗El límite puede

(...) establecerse en los lenguajes y lo que queda fuera del límite será

simplemente sin sentido‘ (Tractatus, Prefacio). De acuerdo al libro de

Wittgenstein las proposiciones tienen un sentido y son verdaderas o

falsas. Las proposiciones filosóficas no existen sino que tienen sólo la

apariencia de proposiciones pero de hecho carecen de sentido62

.

Con esta definición del significado se busca demarcar la ciencia

de la metafísica: la demarcación entre sentido y sinsentido coincide

con la demarcación entre proposiciones científicas y las

pseudoproposiciones filosóficas, ya que la filosofía limita la esfera de

la ciencia natural:

Wittgenstein busca una línea de demarcación entre el sentido y el

sinsentido y encuentra que esta demarcación coincide con la

demarcación entre ciencia y metafísica, es decir entre las

proposiciones científicas y las pseudoproposiciones filosóficas. (El

que equivocadamente identifique la esfera de las ciencias naturales

con la de las proposiciones verdaderas no nos preocupará aquí). Esta

interpretación de su propósito se corrobora cuando leemos: ‗La

filosofía limita la (...) esfera de la ciencia natural‘ (Tractatus, 4.113)63

.

El dogmatismo reforzado propuesto en el Tractatus mediante el

cual tiene graves consecuencias porque proporciona un mecanismo de

autodefensa mediante el cual se puede rechazar como carente de

sentido cualquier objeción o crítica a su postura. Ya en Logik Popper

62

K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 46.

63 K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 46.

270 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

había subrayado la eficacia del dogma de significado haciendo ver que

basta determinar el concepto de ―significado‖ de manera

suficientemente estrecha y decir de las cuestiones incómodas que no

tienen ningún ―significado‖ para disolver cualquier debate. De esta

manera el dogma de significado se vuelve ―inexorable y definitivo‖:

No niego que los pensamientos de Wittgenstein sean inexorables y

definitivos. ¿Pero cómo podemos atacarlos? Obviamente cualquier

cosa que se diga contra ellos será filosófica y por tanto carente de

sentido, y puede ser rechazado como tal. Nos enfrentamos por tanto

con esa clase de posición que he descrito en otro lugar, en conexión

con Hegel como un dogmatismo reforzado64

.

Popper considera que la doctrina de Wittgenstein echa por tierra

la labor esforzada de muchos filósofos a lo largo de la historia, que

han intentado combatir el sinsentido metafísico y que puede ahora

sostenerse cómodamente incluso admitiendo que se trata de un

sinsentido:

Considérese lo que esto significa. Significa que todo el sinsentido

metafísico contra el cual lucharon por siglos Bacon, Hume, Kant y

Russell puede ahora sostenerse cómodamente incluso admitiendo

francamente que es un sinsentido, como Heidegger hizo. A partir de

ahora tenemos un nuevo tipo de sinsentido a nuestra disposición, un

sinsentido que comunica pensamientos cuya verdad es inexorable y

definitiva, en otras palabras un sinsentido profundamente

significativo65

.

((añadir si viene al caso)) Popper criticó lo que consideraba el

lenguaje ―inflado‖ —el tipo de lenguaje que se asocia frecuentemente

64

K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 51.

65 K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 51.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 271

con Heidegger y sus seguidores— y hace una bella disección de lo que

considera un tipo de metafísica criticable66

.

En opinión de Popper Wittgenstein no se caracteriza por

proporcionar argumentos criticables sino por imponer

dogmáticamente sus puntos de vista. La escuela wittgensteiniana, al

reducir el papel de la filosofía a la clarificación del significado de las

palabras con el objeto de purgar nuestro lenguaje y eliminar los

rompecabezas lingüísticos, no conduce a una cadena de argumentos

que puedan ser racionalmente criticados sino a una serie de

proposiciones dogmáticas dentro de un círculo esotérico de iniciados:

Parece que el irracionalismo en el sentido de una doctrina o credo que

no propone argumentos conectados y debatibles sino propone

aforismos y proposiciones dogmáticas que han de ser ‗entendidos‘ o

dejados de lado, tenderá generalmente a convertirse en propiedad de

un círculo esotérico de iniciados. Y por supuesto este pronóstico

parece estar parcialmente corroborado en algunas de las publicaciones

que proceden de la escuela de Wittgenstein67

.

Popper echa en falta en las publicaciones de la escuela de

Wittgenstein un problema serio por resolver, lo cual contrasta con su

denuncia inicial de la filosofía por la argucia estéril de sus intentos de

tratar acerca de pseudoproblemas. Recuerda que muchos sistemas

metafísicos han llevado a resultados científicos importantes y está de

acuerdo en combatir lo que pueda llevar a confusión, sea metafísico,

no metafísico o antimetafísicos pero tomándose la molestia de analizar

los argumentos con detalle, y no desautorizando dogmáticamente a los

66

Cf. K. Popper, ―Reason or Revolution‖, Archives Europeennes de Sociologie, 11,

1970, 252-262.

67 K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 52.

272 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

oponentes, afirmando ‗que no entienden‘ y olvidando que podemos

entender y estar en desacuerdo68

.

5.2.1.2 Insuficiencia del criterio de demarcación

Popper considera que el problema de la demarcación

difícilmente podrá ser solucionado si se caracteriza a la metafísica

como carente de sentido porque se trata de términos más psicológicos

que técnicos (más subjetivos que objetivos) y porque de esta manera

el problema no se resuelve sino que simplemente se traslada:

En primer lugar porque estos términos son más acordes para

desahogar la indignación personal acerca de los metafísicos y de los

sistemas metafísicos que para una caracterización técnica de una línea

de demarcación. En segundo lugar porque el problema sólo se

traslada, ya que podemos preguntar: ‗¿Qué significa ‗con sentido‘ y

‗carente de sentido‘? Si ‗con sentido‘ es sólo un equivalente de

‗científico‘, y ‗carente de sentido‘ es un equivalente de ‗no-científico‘

entonces es evidente que no hemos hecho ningún progreso. Por

razones como estas sugerí que elimináramos todos los términos

emotivos de ‗significado‘, ‗significativo‘, ‗carente de significado‘, etc.

de la discusión metodológica69

.

Popper previno del riesgo de considerar el término

‗significativo‘ como el equivalente emotivo de ‗testable‘, ya que a

pesar de no haber inconveniente lógico para su uso, sin embargo

podría prestarse como realmente ocurrió:

68

Cf. K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 52.

69 K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 51.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 273

Al recomendar que resolviésemos el problema de la demarcación

usando la falsabilidad o testabilidad, o los grados de testabilidad,

como criterio del carácter empírico de un sistema científico, sugerí

que no reportaría ninguna ventaja introducir el término ‗significativo‘

como un equivalente emotivo de ‗testable‘. A pesar de mi rechazo

explícito de considerar la falsabilidad o la testabilidad (o cualquier

otro) como ‗criterio de significado‘, veo que hay filósofos que con

frecuencia me atribuyen la propuesta de adoptarla como un criterio de

significado70

.

En su contribución al volumen sobre la filosofía de Carnap,

editado por Schilpp, Popper señala que en Die beiden Grundproblema

der Erkenntnistheorie y después en Logik der forschung hace una

crítica a la doctrina de Wittgenstein y de Carnap sobre la

‗eliminación‘ de la metafísica por medio del criterio de significado y

lo hace no desde un punto de vista metafísico sino desde una defensa

de la ciencia:

contenía entre otras muchas cosas una justa crítica a la doctrina de

Wittgenstein y de Carnap sobre la ‗eliminación‘ o ‗superación‘ de la

metafísica a través del análisis del significado. Critiqué esta doctrina

no desde un punto de vista metafísico sino desde el punto de vista de

quien interesado en la ciencia teme que esta doctrina, lejos de

combatir al supuesto enemigo —la metafísica—, le proporciona las

llaves de la ciudad sitiada71

.

Al aplicar el principio de verificación de Wittgenstein se

excluyen las hipótesis de la ciencia natural desde dos puntos de vista:

en primer lugar porque al identificar la totalidad de las proposiciones

verdaderas con la totalidad de la ciencia natural nunca podemos saber

si las hipótesis de la ciencia natural son verdaderas o no y por tanto

70

K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 51.

71 K. Popper, Conjectures and Refutations, 254.

274 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

nunca podemos saber si pertenecen o no a la ciencia natural. En

segundo lugar porque al aplicar el principio de verificación de

Wittgenstein las hipótesis de la ciencia natural quedan incluidas en el

campo de la metafísica, ya que estrictamente hablando las hipótesis no

son verificables:

Aunque eliminásemos toda referencia al ‗significado‘ o al ‗sentido‘ de

las teorías de Wittgenstein, su solución al problema de demarcar la

ciencia de la metafísica sigue siendo desafortunada. Desde el

momento que identifica ‗la totalidad de las proposiciones verdaderas‘

con la totalidad de la ciencia natural, excluye todas aquellas hipótesis

de ‗la esfera de la ciencia natural‘ que no son verdaderas. Y como

nunca podemos saber si una hipótesis es verdadera o no, nunca

podemos saber si pertenece o no a la esfera de la ciencia natural. El

mismo resultado desafortunado, de una demarcación que excluye

todas las hipótesis de la esfera de la ciencia natural y por tanto las

incluye en el campo de la metafísica, se consigue en el famoso

‗principio de verificación‘ de Wittgenstein, como señalé en

Erkenntnis, 3 (1933), p.427. (Ya que estrictamente hablando una

hipótesis no es verificable, y si hablamos libremente, entonces

podemos decir que incluso un sistema metafísico como el de los

primeros atomistas fue verificado).

Wittgenstein, de acuerdo con Schlick, concluyó que las teorías

científicas en realidad no son proposiciones y por tanto carecen de

significado. Popper sólo concibe que Wittgenstein haya excluido de la

ciencia nada menos que las más importantes expresiones científicas

suponiendo que pasó por alto el problema de la universalidad o

generalidad de las hipótesis científicas, como habían hecho los

positivistas anteriores:

Esta conclusión fue sacada en los últimos años por el mismo

Wittgenstein quien, de acuerdo con Schlick, afirmó en 1931 que las

teorías científicas ‗en realidad no son proposiciones‘, es decir no

significativas. Las teorías, las hipótesis, es decir, las más importantes

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 275

de todas las expresiones científicas, son de esta manera arrojadas del

templo de la ciencia natural, y por tanto puestas al mismo nivel de la

metafísica. La visión original de Wittgenstein en el Tractatus sólo

puede explicarse suponiendo que pasó por alto las dificultades

relacionadas con el estatus de una hipótesis científica que siempre va

más allá del simple enunciado de un hecho; pasó por alto el problema

de la universalidad o generalidad. En esto siguió las huellas de

anteriores positivistas, principalmente de Comte72

.

Popper considera que la teoría de Wittgenstein no resuelve el

problema de la demarcación sino que lo oscurece aún más con su

interpretación naturalista de la diferencia entre la ciencia natural y la

metafísica. Para Popper es claro que la tarea filosófica puede ser sólo

la de sugerir y disponer una demarcación útil entre ambas y le parece

que esto difícilmente puede hacerse si se caracteriza la metafísica

como carente de sentido:

La teoría de Wittgenstein no sólo invita a proponer cualquier tipo de

sinsentido metafísico como profundamente significativo, sino que

también oscurece lo que he llamado el problema de la demarcación. Y

esto por su idea inocente de que hay algo ‗esencialmente‘ o ‗por

naturaleza‘ metafísico y que es nuestra misión el descubrir la

demarcación ‗natural‘ entre éstas dos campos. El ‗positivismo‘, y me

cito otra vez, ‗interpreta el problema de la demarcación de forma

naturalista. En vez de interpretar esta cuestión como una que debe ser

decidida de acuerdo a la utilidad práctica, se pregunta por la diferencia

que existe ―por naturaleza‖, como si existiera, entre la ciencia natural

y la metafísica‘. pero es claro que la tarea filosófica o metodológica

puede ser sólo la de sugerir y disponer una demarcación útil entre

ambas. Esto difícilmente puede hacerse si se caracteriza la metafísica

como ‗carente de sentido‘ o ‗carente de significado‘73.

72

K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 51.

73 K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 51.

276 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

5.2.2 El método de Wittgenstein conduce al verbalismo y al

misticismo

Popper considera que el verbalismo esencialista de Aristóteles

ha tenido particular influencia en las escuelas filosóficas modernas.

Popper señala que la exigencia de definir el significado de todos los

términos en aras de la precisión ha sido fuente de confusión, e incluye

a Wittgenstein entre los que lamentablemente continúan padeciendo

este lastre intelectual:

El problema de las definiciones y del ‗significado de los términos‘ (...)

ha sido una fuente inagotable de confusión y de una clase particular de

verborrea (...) y es la fuente más importante de la lamentable

influencia intelectual de Aristóteles que aún prevalece, de todo el

escolasticismo verbal y vacío que se encuentra no sólo en la Edad

Media sino también en la propia filosofía contemporánea, ya que una

filosofía tan reciente como la de L. Wittgenstein padece (...) esta

influencia74

.

Popper trae a colación el dicho popular de que ―no debemos

intentar cruzar nuestros puentes antes de llegar a ellos‖ refiriéndose a

la excesiva preocupación por el significado de las palabras que, en su

opinión, tarde o temprano envuelve a los analistas del lenguaje en el

verbalismo.

Wittgenstein desprende la nueva función de la filosofía de la

necesidad de encontrar el límite entre el sentido y la falta de sentido,

que para él coincide con el límite entre la ciencia natural y la filosofía:

El límite entre el sentido y la falta de sentido coincide con el límite

entre la ciencia natural y la filosofía: ‗La totalidad de las

74

K. Popper, Open Society, 9.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 277

proposiciones verdaderas es la totalidad de la ciencia natural (o la

totalidad de las ciencias naturales). La filosofía no es una de las

ciencias naturales‘ (Tractatus, 4.11 y 4.111). Por tanto la verdadera

función de la filosofía no es la de formular proposiciones, sino más

bien la de clarificar las proposiciones: ‗El resultado de la filosofía no

es un conjunto de proposiciones filosóficas, sino el clarificar las

proposiciones‘(Tractatus, 4.112). Los que no se percatan de esto y

plantean proposiciones filosóficas hablan acerca de un sinsentido

metafísico75

.

La nueva función de la filosofía es la de mostrar al ‗metafísico‘

que está hablando sin sentido, ya que sólo se puede hablar con sentido

en el campo de la ciencia, no en el filosófico:

Wittgenstein supone que los términos o ‗signos‘ usados por los

científicos tienen significado, mientras que el metafísico ‗no ha dado

significado a ciertos signos en sus proposiciones‘ (Tractatus, 6.53) y

escribe: ‗El método correcto de la filosofía tendría que se este: no

decir nada excepto lo que puede decirse, es decir, las proposiciones de

la ciencia natural, es decir algo que no tiene nada que ver con la

filosofía: y entonces siempre que alguien quiera decir algo metafísica,

demostrarle que no ha dado significado a ciertos signos en sus

proposiciones‘ (Tractatus, 6.53) 76

.

Popper no está de acuerdo con el planteamiento de Wittgenstein

de que sólo la ciencia investiga cuestiones de hecho y que la filosofía

no puede formular proposiciones sino que su auténtica tarea es la de

clarificar las proposiciones de nuestro lenguaje:

Wittgenstein enseña en el Tractatus (...) que la filosofía no puede

formular proposiciones y que todas las proposiciones filosóficas son

75

K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 46.

76 K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 46.

278 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

de hecho pseudoproposiciones carentes de sentido. Estrechamente

relacionado con esto está su doctrina de que la auténtica tarea de la

filosofía no es la de formular proposiciones sino la de clarificarlas: ‗El

objeto de la filosofía es la clarificación lógica de los pensamientos. La

filosofía no es una teoría sino una actividad. Un trabajo filosófico

consiste esencialmente en elucidaciones‘ (Tractatus, 4.112)77

.

Popper está interesado en el lenguaje humano como institución

que ha hecho que el hombre trascienda a los animales pero no en el

análisis del significado de las palabras:

Estoy profundamente interesado en el lenguaje humano, que es, en mi

opinión, una de las cosas que nos hace humanos. Pero no estoy

interesado en hablar acerca de las palabras y de sus significados.

Discutir acerca de las palabras y los significados me parece no

importante (...) los problemas discutidos en mi Open Society son más

importantes y urgentes que los problemas acerca de las palabras y su

significado78

.

Tampoco está de acuerdo en que el método de la filosofía

consiste en ‗reducir‘ al metafísico a base de exigirle definiciones, y

muestra que el método puede fallar al ser aplicado, ante la posible

habilidad del filósofo al que se intenta reducir, o bien ante la

inhabilidad del científico para inquirir o mostrar el sinsentido del

filósofo:

En la práctica esto implica que debemos proceder preguntando al

metafísico: ‗¿Qué entiendes por esta palabra? ¿Qué entiendes por

77

K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 51.

78 K. Popper, The Philosophy of Karl Popper, 1166. Popper remite a la sección 7 de

su autobiografía donde aborda el esencialismo como una cuestión que le separa de

muchos filósofos contemporáneos.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 279

aquella otra palabra?‘ En otras palabras le exigimos una definición, y

si ésta no existe, asumimos que la palabra carece de sentido. Esta

teoría (...) pasa por alto los hechos (a) que un metafísico ingenioso y

sin escrúpulos siempre que se le pregunte ‗¿Qué entiendes por esta

palabra?‘ rápidamente exhibirá una definición de manera que todo el

juego se convierta en un ejercicio de paciencia; (b) que el científico no

esté en una mejor posición lógica que el metafísico e incluso, si se

compara con una metafísico que carece de escrúpulos, en una posición

peor79

.

Popper considera que es un prejuicio empeñarse en que el

lenguaje puede ser más preciso mediante el uso de definiciones, ya

que de la misma manera que no se pueden probar todas las

proposiciones no se puede definir el significado de todos nuestros

términos y en ambos casos se corre el riesgo de una regresión infinita:

A partir de Aristóteles es ampliamente conocido que no se pueden

probar todas las proposiciones y que cualquier intento de hacerlo

fracasaría porque sólo conduciría a una regresión infinita de pruebas.

Pero al parecer ni él ni muchos escritores contemporáneos parecen

haberse dado cuenta que el intento análogo de definir el significado de

todos nuestros términos debe, de la misma manera, conducir a una

regresión infinita de definiciones80

.

Popper reconoce que Schlick se percató del problema de la

regresión infinita de definiciones en la teoría de Wittgenstein, pero

que su solución acudiendo a la semántica tampoco fue clara ni capaz

de resolver el problema de la demarcación:

79

K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 46.

80 K. Popper, Open Society, 16.

280 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Schlick en Erkenntnis 1 (Cf. ―Die Wende Der Philosophie‖,

Erkenntnis, 1, 1930/31, 8) cuando trata acerca de la doctrina de

Wittgenstein menciona la dificultad de una regresión infinita, pero la

solución que plantea (que parece fundamentarse en la línea de las

definiciones inductivas, o quizás en la del operacionalismo) no parece

clara ni capaz de resolver el problema de la demarcación. Pienso que

algunos propósitos de Wittgenstein y Schlick al exigir una filosofía

del significado se satisfacen en la teoría lógica que Tarski llamó

―semántica‖. Pero también creo que la correspondencia entre estos

propósitos y la semántica no llegan muy lejos, ya que la semántica

propone proposiciones y no sólo las ‗clarifica‘81

.

Popper considera que desde la época de Platón todos los

misticismos han presentado la tendencia a transferir el sentimiento de

la irracionalidad del individuo y de las relaciones entre individuos al

campo de los universales abstractos que es el campo de la ciencia. El

misticismo busca racionalizar lo irracional y al mismo tiempo busca el

misterio en el lugar equivocado. Considera que lo que subyace a esta

actitud mística es el deseo de regresar al abrigo de la casa patriarcal y

de convertir sus límites en los límites de nuestro mundo y esto es

irracional y equivocado. Para Popper el misticismo de Wittgenstein es

un misticismo típicamente holista y universalista que está fuera de

lugar:

‗El sentimiento del mundo como un todo limitado es el sentimiento

místico‘ (Tractatus, 6.45) afirma Wittgenstein. Pero este

irracionalismo holista y universalista está fuera de lugar. El ‗mundo‘ y

el ‗todo‘ y la ‗naturaleza‘, son abstracciones y productos de nuestra

razón. (Esto marca la diferencia entre el filósofo místico y el artista

que no racionaliza, que no usa abstracciones, sino que crea, en su

imaginación, individuos concretos y experiencias únicas). Para

81

K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 46.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 281

resumir, el misticismo busca racionalizar lo irracional y al mismo

tiempo busca el misterio en el lugar equivocado82

.

Para Wittgenstein ―lo místico no es cómo es el mundo, sino el

que es‖ (Tractatus 6.44) y está vinculado con su admiración ante la

fragilidad de lo contingente que le lleva a abrirse a lo necesario e

incluso a lo religioso. Lo místico en Wittgenstein no se reduce a una

elaboración teórica contenida en el Tractatus al hablar de los límites

del lenguaje, sino que responde sobre todo a una convicción vital,

incluso religiosa aunque Wittgenstein no fuera un hombre religioso,

que tuvo un refuerzo importante durante su experiencia en la guerra y

fue creciendo progresivamente hasta el final de su vida83

.

Popper acude al modo de decir de Wittgenstein para ilustrar lo

inexplicable o lo místico aunque difiere de Wittgenstein a quien sitúa

en la postura idealista que sostiene que el intelecto impone sus propias

leyes a la naturaleza:

Se ha dicho con frecuencia que —para usar la expresión de

Wittgenstein— ‗Lo místico no es cómo es el mundo sino el que sea‘

(Tractatus, 6.44). Aunque nuestra discusión muestra que cómo es el

mundo —que tiene una estructura o que sus regiones inmensamente

distantes son sujetos de las mismas leyes estructurales— parece ser

inexplicable en principio y por tanto ‗místico‘, si queremos usar este

término. Esto de cualquier modo parece ser el predicamento en que se

encuentran los realistas. El idealista puede tener una manera de salir

de esto, una explicación a través de la cual puede reducir este misterio

al de la pura existencia del mundo. Ya que puede decir con Kant que

nuestro intelecto impone sus leyes sobre la naturaleza; o en palabras

de Wittgenstein, que ‗sólo las conexiones de tipo ley son pensables‘

(Tractatus, 6.361). Aunque el realista puede estar de acuerdo, al

menos en parte, con estos puntos de vista, no le ayudan en definitiva a

82

K. Popper, Open Society, 246.

83 N. Malcolm, A Memoir, 58-59.

282 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

explicar o a entender por qué, si tiene que haber un mundo, ha de ser

un mundo pensable, regulado por leyes, un mundo inteligible para

algún intelecto, un mundo habitable por la vida84

.

Popper remite a la crítica de Carnap al misticismo de

Wittgenstein en el que comenta el pasaje ‗En verdad existe lo

inexpresable. Este se muestra a sí mismo, es lo místico‘ (Tractatus,

6.522) 85.

Popper considera que ni la naturaleza ni la historia pueden

decirnos lo que debemos hacer sino que somos nosotros los que

damos fin y significado a la naturaleza y a la historia. El ‗sentido de la

vida‘ es algo que depende de nosotros cuando tenemos un propósito

en la vida y somos capaces de determinar nuestros fines, al contrario

de la visión mística de Wittgenstein para quien la pregunta sobre el

sentido de la vida se remite a lo inexorable e indecible y por tanto

queda sin explicación:

Esta visión del problema del ‗significado de la vida‘ puede ser

contrastada con la visión de Wittgenstein acerca de los problemas del

‗sentido de la vida‘ en el Tractatus: ‗La solución al problema de la

vida se ve en el desvanecerse de este problema.- (¿no es acaso ésta la

razón por la que los hombres para quienes después de muchas dudas

se esclarece el sentido de la vida y entonces no pueden explicar en qué

consiste este sentido?)‘86

.

84

K. Popper, Quantum Theory and the Schism in Physics, 150-151.

85 Cf. R. Carnap, The Logical Syntax of Language, 313-314.

86 K. Popper, Open Society, capítulo 25, nota 25.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 283

5.3 Escritos de Inglaterra

5.3.1 Conjectures and Refutations (1963)

El objetivo fundamental de la crítica de Popper está dirigida a la

postura antimetafísica de Wittgenstein, a su reducción de la filosofía a

clarificación del lenguaje, al método único para hacer filosofía, a la

ddemarcación toscamente verificacionista y finalmente a la teoría

pictórica del lenguaje

5.3.1.1 Crítica a la postura antimetafísica de Wittgenstein

Popper sostiene una postura moderada hacia la filosofía y

resume su convicción de que existen genuinos problemas filosóficos y

que siempre es posible al menos intentar encontrar solución a los

problemas planteados. Resume su postura al afirmar: ―no creo en las

esencias ni en Wittgenstein, la cuestión de cómo hacerse entender

mejor es una cuestión de pensamiento y de experiencia‖87. Popper

está convencido de que es posible encontrar soluciones sencillas a los

problemas filosóficos, sin evadir su solución tachándolos de carentes

de sentido y sin verlos como insolubles o demasiado arduos:

Wittgenstein y su escuela sostienen que no existen genuinos

problemas filosóficos, de lo cual se sigue claramente que no pueden

ser resueltos. Otros entre mis contemporáneos creen que existen

problemas filosóficos y los respetan, pero parecen respetarlos

demasiado, parecen creer que son insolubles, cuando no tabúes, y se

asustan y amedrentan ante la afirmación de que puede encontrarse una

solución simple, clara y lúcida a cualquiera de ellos. En caso de existir

87

K. Popper, Conjectures and Refutations, 273.

284 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

una solución, piensan, ésta debe ser demasiado profunda o al menos

complicada88

.

Por una parte considera innecesaria la controversia acerca de la

naturaleza de la filosofía e ingenua la afirmación de que existe la

―filosofía‖ como entidad con una esencia propia y por otra parte está

en desacuerdo con quienes bajo la influencia de Wittgenstein niegan la

existencia de genuinos problemas filosóficos:

¿Existen problemas filosóficos? Considero que la posición actual de la

filosofía inglesa (...) se origina en la primera filosofía del Profesor

Ludwig Wittgenstein en la que se sostiene que no existen problemas

filosóficos sino que todos los problemas genuinos son problemas

científicos; que los supuestos problemas de la filosofía son

pseudoproblemas; que las supuestas proposiciones o teorías de la

filosofía son pseudoproposiciones o pseudoteorías; de que no son

proposiciones falsas (porque en caso de que fuesen falsas, sus

negaciones serían proposiciones o teorías verdaderas) sino

estrictamente combinaciones de palabras carentes de sentido, no más

significativas que el balbuceo incoherente de un niño que todavía no

ha aprendido a hablar bien89

.

Wittgenstein no fue el primero en hablar de la metafísica como

carente de significado, como equivocadamente afirmaron Carnap y los

miembros del Círculo de Viena ya que esta idea se remonta al menos

hasta Hobbes y Berkeley, pero lo que es innegable es que Wittgenstein

concibió su teoría del significado con objeto de destruir la metafísica

de manera más radical y efectiva que antes, basado en una concepción

ingenua y ‗naturalista‘ del problema del significado además de que

operó una reducción arbitraria del método de la filosofía:

88

K. Popper, Conjectures and Refutations, 55.

89 K. Popper, Conjectures and Refutations, 67-68.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 285

Esta teoría estaba concebida para producir la ‗superación‘ de la

metafísica y para destruirla más radical y efectivamente que cualquier

filosofía antimetafísica anterior. Pero (...) estaba basada sobre una

concepción ingenua y ‗naturalista‘ del problema del significado (...)

siguiendo el Tractatus de Wittgenstein (...) Por teoría naturalista de la

falta de significado entiendo la doctrina de que toda expresión

lingüística que pretenda ser una afirmación tiene sentido o carece de

sentido, no por convención o como resultado de reglas que han sido

establecidas por convención, sino como una cuestión de hecho o

debida a su naturaleza (...) de acuerdo al famoso criterio de significado

mediante la verificabilidad de Wittgenstein (...) formulado en su

Tractatus: ‗El correcto método de la filosofía es este: cuando alguien

(....) quiere decir algo metafísico, para demostrarle que no ha dado

significado a ciertos signos en sus proposiciones‘(Cf. Tractatus

6.53)90

Popper explica que Wittgenstein aplicó la teoría de tipos de

Russell mediante la cual clasificaba las expresiones de un lenguaje en

proposiciones verdaderas, falsas y carentes de sentido —que en su

momento había permitido a Russell eliminar las paradojas lógicas que

había descubierto y que resultaban pseudoproposiciones carentes de

sentido—, sin embargo la aplicación de Wittgenstein, original e

ingeniosa, fue radical y se convirtió en la inspiración para la filosofía

analítica que heredó su creencia en que no existen genuinos problemas

filosóficos, además de presentar algunos errores lógicos de aplicación:

Wittgenstein fue más allá y llevado quizás por el sentimiento de que lo

que los filósofos estaban diciendo, especialmente los hegelianos, era

en cierta manera semejante a las paradojas de la lógica, usó las

distinción de Russell para denunciar a toda la filosofía como

estrictamente carente de sentido y como consecuencia no pueden

existir genuinos problemas filosóficos (...) La idea de Wittgenstein de

90

K. Popper, Conjectures and Refutations, 259.

286 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

erradicar la filosofía (y la teología) usando una adaptación de la teoría

de tipos de Russell era ingeniosa y original (y más radical incluso que

el positivismo de Comte al que se parece mucho). Esta idea se

convirtió en la inspiración de una poderosa escuela moderna de

analistas del lenguaje que heredaron su creencia de que no existen

genuinos problemas filosóficos y de que lo único que el filósofo puede

hacer es desenmascarar y disolver los rompecabezas lingüísticos que

han sido propuestos por la filosofía tradicional91

.

Por otra parte Popper intenta mostrar la contradicción en la que

Wittgenstein incurre al afirmar que los supuestos problemas

filosóficos no son tales sino que se trata de problemas lógicos o

matemáticos, científicos, mixtos o simplemente de pseudoproblemas y

al reducir la filosofía a mero esclarecimiento de las confusiones del

lenguaje y que es esencialmente la misma en sus dos períodos de

pensamiento. Popper señala que el defecto de la teoría de Wittgenstein

es que es en sí misma una teoría filosófica, que pretende ser verdadera

y significativa y esto implica una contradicción. Sin embargo Popper

mismo apunta dos posibles objeciones a esta crítica que llevan a la

conclusión de que si se considera una actividad y no una doctrina, una

cuestión empírica y no filosófica, acaba siendo impermeable a esta

crítica:

Es fácil detectar inmediatamente un defecto en esta doctrina: la

doctrina, puede decirse, es en sí misma una teoría filosófica que

pretende ser verdadera y no carente de sentido. Esta crítica, sin

embargo es quizás un tanto barata. Puede ser contrarrestada al menos

de dos maneras. (1) Se puede decir que la doctrina es efectivamente

91

―Considero además que incluso la adaptación original de Wittgenstein de la teoría

de Russell se basa en un error lógico. Desde el punto de vista de la lógica moderna

no parece haber ya ninguna justificación para hablar de pseudoproposiciones o tipos

de errores o errores de categoría en los lenguajes ordinarios, naturalmente

desarrollados (opuestos al cálculo artificial) en tanto se sigan las reglas

convencionales de la costumbre y la gramática‖ (K. Popper, Conjectures and

Refutations, 69-70).

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 287

una qua doctrina carente de sentido, pero no una qua actividad. Este es

el punto de vista de Wittgenstein, que dice al final de su Tractatus

Lógico-Philosophicus que quien entienda el libro ha de darse cuenta al

final de que ha sido carente de sentido y ha de ser descartado como se

descarta una escalera después de haber sido usada para alcanzar la

altura deseada. (2) Se puede decir que la doctrina no es filosófica sino

empírica, ya que establece el hecho histórico de que todo está

efectivamente conforme a las reglas inherentes en los lenguajes en los

que se ha formulado; que se vuelve imposible remediar este defecto, y

que cualquier intento de expresarlo con propiedad ha llevado a la

pérdida de su carácter filosófico (y los ha mostrado, por ejemplo,

como perogrulladas empíricas o como proposiciones falsas). Creo que

estos dos contra argumentos rescatan la amenazada consistencia de la

doctrina, que de esta manera en efecto se vuelve ‗inexpugnable‘ —

para usar el término de Wittgenstein— por medio de esta crítica92

.

Popper explica la negación de Wittgenstein de que existan

genuinos problemas filosóficos al clasificar los problemas de la

filosofía tradicional en alguna de las siguientes categorías: los que son

puramente lógicos o matemáticos y han de ser solucionados mediante

proposiciones lógicas o matemáticas y por tanto no filosóficas; los que

son factuales y han de ser solucionados mediante alguna proposición

perteneciente a la ciencia empírica y por tanto tampoco filosóficos; los

que son combinaciones de las clases anteriores y por tanto tampoco

son filosóficos, y finalmente los pseudoproblemas carentes de

sentido93

.

Sin embargo, la afirmación de Wittgenstein de que no hay

problemas filosóficos sino sólo enredos lingüísticos es en sí misma

una afirmación filosófica. Tal afirmación puede que sea correcta pero

Wittgenstein debe demostrarlo y no limitarse a realizarla. Al hacerlo

discutirá un problema real (el de justificar al posición exacta donde

sitúa la frontera entre lo que tiene sentido y el sinsentido). Entonces

92

K. Popper, Conjectures and Refutations, nota 6, 68.

93 Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, 69-70.

288 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

aunque la mayor parte de la filosofía tratase de puzzles o enredos más

que de problemas, debe haber al menos un problema filosófico

genuino incluso si todos los otros supuestos problemas fueran meros

puzzles.

Para Wittgenstein la filosofía no busca resolver problemas

filosóficos inexistentes sino que es una actividad dirigida a

desenmascarar el sinsentido filosófico. La negación de que existan

problemas filosóficos permanece inalterada a pesar del matiz que el

propio Wittgenstein introdujo al distinguir entre sinsentido relevante o

importante y sinsentido inútil o sin importancia:

Como consecuencia la filosofía no puede contener ninguna teoría. Su

verdadera naturaleza, de acuerdo a Wittgenstein, no es la de una teoría

sino la de una actividad. La tarea de toda genuina filosofía es

desenmascarar el sinsentido filosófico y enseñar a la gente a hablar

con sentido94

.

Popper refuta lo anterior diciendo que sólo en la medida en que

existen problemas filosóficos tiene sentido hablar de filosofía. Popper

reconoce que existen genuinos problemas filosóficos de máxima

importancia como el problema cuerpo-mente, aunque sea difícil

explicar, y critica a quienes reducen el problema cuerpo-mente a un

cierto ―embrollo lingüístico‖. Concede además que una de las tareas

de la filosofía es desenmascarar el sinsentido, pero también defiende

el que muchas cosas dichas quizás sin todo rigor valen la pena por su

fondo95

.

Popper cita el surgimiento del cálculo diferencial e integral

como ejemplo de un problema que estando en proceso de clarificación

hubiera carecido de sentido según los parámetros de Wittgenstein pero

que afortunadamente se ―salvó‖ de haber sido desechado como

94

Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, 68.

95 Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, 70.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 289

sinsentido y podemos contar con uno de los frutos más impresionantes

de la historia del pensamiento:

Puedo mencionar el cálculo diferencial e integral que, especialmente

en sus primeras formas, era sin duda completamente paradójico y

carente de sentido según los estándares de Wittgenstein (y de otros)., y

que sin embargo fueron fundamentados razonablemente bien como

resultado de varios cientos de años de grandes esfuerzos matemáticos,

y cuyos fundamentos incluso ahora siguen necesitando, y se

encuentran en proceso, de clarificación (...) Podemos recordar en este

contexto que fue precisamente el contraste entre la precisión

aparentemente absoluta de las matemáticas y la vaguedad e

imprecisión del lenguaje filosófico lo que impresionó profundamente

a los primeros seguidores de Wittgenstein. Pero si hubiese existido un

Wittgenstein que usara sus armas contra los pioneros del cálculo y

hubiera conseguido eliminar su sinsentido en aspectos en que sus

críticos contemporáneos habían fallado (como Berkeley que estaba

fundamentalmente en lo cierto), hubiese sofocado uno de los

desarrollos más fascinantes y filosóficamente importantes en la

historia del pensamiento96

.

Popper admite dos argumentos más con objeto de defender en

parte los puntos de vista de Wittgenstein. El primero es que los

genuinos problemas filosóficos están siempre enraizados en

problemas que surgen fuera de la filosofía y degeneran en la medida

en que se alejan de la situación real que los originó97

.

96

K. Popper, Conjectures and Refutations, 70.

97 Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, 71-72.

290 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

5.3.1.2 Crítica a la reducción de la filosofía a clarificación del

lenguaje

Popper advierte que al menos en 1946 Wittgenstein sostenía esta

teoría y aclara que aunque nunca tuvo acceso a sus manuscritos puede

conjeturar que en este sentido su postura permaneció esencialmente la

misma en sus dos períodos de pensamiento:

Wittgenstein todavía sostenía la doctrina de la no existencia de

problemas filosóficos en la forma aquí descrita cuando le vi la última

vez (en 1946 en que presidió una tormentosa reunión en el Moral

Sciences Club en Cambridge, con ocasión de mi lectura del artículo

―Are there Philosophical Problems?‖). Como no he visto nunca

ninguno de sus manuscritos que fueron circulados privadamente por

algunos de sus alumnos me he preguntado si modificó lo que aquí

llamo su ‗doctrina‘; pero en relación a esto, la parte más fundamental

e influyente de su enseñanza veo que sus puntos de vista no han

cambiado98

.

Popper hace un análisis crítico de la doctrina de Wittgenstein de

que la filosofía es sólo una actividad y señala sus acuerdos y sus

desacuerdos. Considera que un filósofo debe filosofar, en vez de

hablar acerca de la filosofía, y debe empeñarse en contribuir a la

solución de algunos problemas filosóficos. Si, por el contrario,

Wittgenstein tuviera razón entonces habría que dejar de filosofar, lo

cual resultaría absurdo, y en su caso particular imposible ya que siente

el impulso de trabajar esforzadamente en la solución de algunos

problemas filosóficos:

Quisiera reafirmar mi convicción de que un filósofo debe filosofar:

debe tratar de resolver problemas filosóficos en vez de hablar acerca

98

K. Popper, Conjectures and Refutations, 70.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 291

de la filosofía. Si la doctrina de Wittgenstein es verdadera entonces

según yo nadie puede filosofar y si yo compartiera esta opinión dejaría

la filosofía. Pero sucede que no sólo estoy profundamente interesado

en algunos problemas filosófico (...) sino movido por la esperanza de

poder contribuir a su solución, aunque sea sólo un poco y a través de

un trabajo duro99

.

Popper reconoce que efectivamente muchos escritos filosóficos

contienen mucha verborrea y que es indudable que la influencia de

Wittgenstein y de los analistas del lenguaje contribuyó en parte a

evitar esto por algún tiempo:

Lo que quiero decir es, en primer lugar, que existen muchos escritos

filosóficos (especialmente en la escuela hegeliana) que pueden

justamente ser criticados de verborrea carente de sentido. En segundo

lugar, que este tipo de escritos irresponsables haya sido, al menos por

algún tiempo, frenado por influencia de Wittgenstein y de los analistas

del lenguaje, aunque la mayor influencia a este respecto fue el ejemplo

de Russell quien, a través de la incomparable atractivo y claridad de

sus escritos, estableció el hecho de que la claridad de contenido es

compatible con la lucidez y la falta de pretensiones en el estilo100

.

Popper insiste en su rechazo a la idea de que las dificultades

filosóficas se deben al mal uso del lenguaje y a sobrevalorar el análisis

del lenguaje y se opone tajantemente a la prescripción de que el

análisis del lenguaje sea la regla última de toda expresión correcta y

menos que constituya la esencia de la filosofía:

No puedo aceptar la prescripción de que lo que diga debe ser

traducible en un ‗modo formal de discurso‘ para tener significado (...)

99

K. Popper, Conjectures and Refutations, 68.

100 K. Popper, Conjectures and Refutations, 71.

292 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

sin duda debemos expresarnos lo más claramente posible (...) pero

¿por qué ha de preferirse un lenguaje formal? ¿acaso porque la

esencia de la filosofía es el análisis del lenguaje?101

.

Popper critica el conceder demasiado peso a la precisión en el

lenguaje. Popper añade que la historia del cálculo corrobora la

respuesta de F. Urbach al último punto del Tractatus (‗de lo que no

podemos hablar hemos de callar‘), acerca de la que afirmó: ‗sin

embargo es sólo aquí cuando vale la pena hablar‘102

. Popper sostiene

que se han dicho muchas cosas importantes e interesantes que no se

salvan de contener imprecisiones103

.

5.3.1.3 Crítica al método único para hacer filosofía

Popper critica a quienes creen que existe un único método en

filosofía, cuestión que para él además de irrelevante es falsa. Lo que

importa es no perder la capacidad de admiración y empeñarse en

solucionar los problemas:

En sus esfuerzos por resolver los problemas los filósofos se sienten

obligados a seguir algo así como un método o técnica filosóficos o una

clave infalible que les conducirá al éxito filosófico. Pero no existen

tales métodos o técnicas. En la filosofía los métodos no son

importantes y cualquier método es legítimo si conduce a resultados

capaces de ser discutidos racionalmente. Lo que importa no son lo

métodos o las técnicas sino la sensibilidad hacia los problemas y una

gran pasión hacia su solución, o, como decían los griegos, el don del

asombro104

.

101

K. Popper, Conjectures and Refutations, 273.

102 Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, nota 10a, 70.

103 Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, 71.

104 K. Popper, Conjectures and Refutations, 72.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 293

En este sentido elogia la alerta de Wittgenstein contra el riesgo

de confundir los pseudoproblemas con los problemas reales y a la vez

critica que Wittgenstein haya caído en la trampa de ver

pseudoproblemas donde hay problemas reales:

Hay quienes experimentan la urgencia de resolver un problema,

aquellos para quienes un problema se vuelve real, como un desorden

que han de quitar de su sistema, y pueden hacer una contribución

incluso si se limitan a un método o técnica particular. Pero existen

otros que no sienten esta urgencia, que no tienen un problema serio y

demandante por resolver y que sin embargo producen ejercicios con

los métodos de moda, y para quienes la filosofía es más una

aplicación (de alguna técnica) y no una búsqueda. Estos están

llevando a la filosofía al pantano de los pseudoproblemas y de los

rompecabezas verbales, ya sea ofreciéndonos pseudoproblemas como

si fuesen problemas reales (el peligro que Wittgenstein advirtió), ya

sea persuadiéndonos para concentrarnos en la tarea interminable e

inútil de desenmascarar lo que consideran, correcta o incorrectamente,

como pseudoproblemas o ‗rompecabezas‘ (la trampa en la que

Wittgenstein cayó)105

.

Popper admite que existen métodos de enseñar filosofía que,

salvo casos excepcionales, pueden conducir a una jerga sinsentido

como la que Wittgenstein denuncia. Piensa en el método de enseñar

filosofía que da a leer al principiante las obras de los grandes filósofos

presentadas con tal autoridad que le llevarán a hacer un esfuerzo para

ajustar su mente a lo que cree que ha de ser su modo de pensar,

aunque no las entienda o le sean irrelevantes:

A lo que me refiero con un ‗método prima facie de enseñar filosofía‘,

y lo que parece ser el único método, es el de dar a leer al principiante

105

K. Popper, Conjectures and Refutations, 72.

294 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

(a quien consideramos no familiarizado con la historia de las ideas

matemáticas, cosmológicas y otras ideas tanto de la ciencia como

también de la política) las obras de los grandes filósofos. Las obras,

digamos, de Platón y Aristóteles, Descartes y Leibniz, Locke,

Berkeley, Hume, Kant y Mill. ¿Cuál es el resultado de tal curso de

lectura? Que se abre ante el lector un nuevo mundo de grandes

audacias y enormes abstracciones, de un altísimo nivel de dificultad.

Se le plantean ideas y argumentos que algunas veces no sólo son

difíciles de entender sino que le resultan irrelevantes porque no puede

ver lo que puedan tener de relevante. Sin embargo el alumno

considera que estos son los grandes filósofos y que este es el camino

de la filosofía. Entonces hará un esfuerzo para ajustar su mente a lo

que cree (erróneamente como veremos) que ha de ser su modo de

pensar (...) Considero que hay que respetar a quien haya puesto todo

su esfuerzo y consiga al final lo que puede describirse como la

conclusión de Wittgenstein; ‗He aprendido la jerga tan bien como

cualquiera. Es algo brillante y cautivador. De hecho es peligrosamente

cautivador ya que la simple verdad acerca de la cuestión es que existe

mucho alboroto acerca de nada, sólo mucho sinsentido‘106

.

Popper expone su preferencia por enfocar tanto la filosofía como

la enseñanza de la filosofía partiendo de las situaciones problemáticas

que les dieron lugar como mejor manera para que el alumno

comprenda el sentido del aparente sinsentido de muchas filosofías.

Popper reconoce que Wittgenstein está en lo cierto al calificar de

palabrería sin sentido a las filosofías que han olvidado sus raíces

extra-filosóficas y que son elaboradas por filósofos que ‗estudian‘

filosofía en lugar de acercarse a los problemas que les dieron lugar:

Como la filosofía está profundamente enraizada en problemas no

filosóficos, el juicio negativo de Wittgenstein es correcto, en términos

generales, en la medida en que se refiere a las filosofías que han

olvidado sus raíces extra-filosóficas, y en que estas raíces son

fácilmente olvidadas por los filósofos que ‗estudian‘ filosofía en lugar

106

K. Popper, Conjectures and Refutations, 71-72.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 295

de haber sido conducidos a la filosofía por el impulso de problemas no

filosóficos107

.

Popper sintetiza su opinión acerca de la doctrina de

Wittgenstein: concuerda con él en que no existen problemas

filosóficos ‗puros‘, y que entre más alejado de su contexto esté un

problema, más riesgo corre de degenerar en palabrería. Está en

desacuerdo con Wittgenstein en que no sólo existan genuinos

problemas científicos, sino que existen también genuinos problemas

filosóficos y que la frontera entre las ciencias no es rígida así como

tampoco tiene por que serlo la frontera entre la ciencia y la filosofía:

Mi opinión acerca de la doctrina de Wittgenstein puede resumirse

como sigue. Es quizá cierto, en términos generales, que no existen

problemas filosóficos ‗puros‘, ya que en efecto entre más puro se

vuelva un problema filosófico más se pierde su sentido original y su

discusión está más expuesta a degenerar en palabrería vacía. Por otra

parte no sólo existen genuinos problemas científicos sino también

genuinos problemas filosóficos. Incluso si después de ser analizados

se ve que estos problemas tienen componentes factuales, no por esto

han de ser clasificados como pertenecientes a la ciencia. E incluso si

han de ser resueltos, digamos, a base de medios puramente lógicos no

tienen por que ser clasificados como puramente lógicos o tautológicos.

En física surgen situaciones semejantes (...) como hemos visto la

solución de problemas puede rozar la frontera de muchas ciencias. De

manera semejante, un problema puede acertadamente considerarse

‗filosófico‘ si encontramos que aunque originalmente surgió en

conexión con, digamos, la teoría atómica está vinculado más

estrechamente con los problemas y las teorías que han sido discutidos

por los filósofos que con teoría s actualmente tratadas por los

físicos108

.

107

K. Popper, Conjectures and Refutations, 73.

108 K. Popper, Conjectures and Refutations, 74.

296 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Popper concluye afirmando que no importa qué clase de

métodos usemos para resolver un problema filosófico: pueden

emplearse métodos cercanos a las ciencias naturales o bien puede ser

resuelto mediante el análisis lógico. De aquí que la pretensión de que

la filosofía no puede ocuparse de objetos factuales es un dogma

epistemológico y por tanto de un dogma filosófico y no hay razón para

negar el atributo de ‗filosófico‘ a un problema soluble por medios

lógicos109

.

5.3.1.4 Critica a la demarcación por medio del criterio

verificacionista

Popper exhibe una serie de hechos de la historia de la ciencia en

los que queda patente que la frontera entre la ciencia y la filosofía no

está clara, ni parece deseable que lo esté, ni considera útil detenerse en

hacer esa ―disección‖ como Wittgenstein parece empeñarse en hacer

al proponerla como tarea del filósofo:

Los grandes físicos del Renacimiento —Copérnico, Galileo, Kepler,

Gilbert— que volvieron su mirada a Aristóteles y Platón intentaron

reemplazar las sustancias o potencias cualitativas de Aristóteles por un

método geométrico de cosmología. En efecto, es lo que significa el

Renacimiento (en la ciencia): un renacimiento del método geométrico

que fue la base de los trabajos de Euclídes, Aristarco, Arquímedes,

Copérnico, Kepler, Galileo, Descartes, Newton, Maxwell y Einstein.

Pero ¿puede este desarrollo ser considerado filosófico? ¿no pertenece

más bien a la física —a la ciencia factual— y a las matemáticas puras

—una rama de la lógica tautológica— como la escuela de

Wittgenstein argumentaría?110

.

109

Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, 73.

110 K. Popper, Conjectures and Refutations, 89.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 297

Popper compara la ―flexibilidad‖ de su criterio de demarcación

con el criterio de significado formulado en el Círculo de Viena bajo la

influencia de Wittgenstein:

El ejemplo de Wittgenstein de una pseudoproposición sin sentido es:

‗Sócrates es idéntico‘. Obviamente ‗Sócrates no es idéntico‘ debe ser

también un sinsentido. Por tanto la negación de cualquier sinsentido

será un sinsentido y la negación de una proposición con sentido será

una proposición con sentido. Pero la negación de una proposición

testable (o falsable) no necesita ser testable, como fue señalado

primero en mi L.Sc.D. (...) y después por mis críticos111

.

La doctrina de Wittgenstein es el resultado de la tesis de que

todas las proposiciones genuinas pueden ser clasificados en

proposiciones factuales (sintéticas a posteriori) que pertenecen a las

ciencias empíricas y las proposiciones lógicas (analíticas a priori) que

pertenecen a la lógica puramente formal o a las matemáticas puras, y

cualquier otro tipo de proposiciones serán carentes de sentido. Popper

considera que esta dicotomía, específicamente formulada para excluir

la existencia de problemas filosóficos con sentido, no consigue su

objetivo en virtud de que algunos problemas factuales o lógicos o

mixtos pueden convertirse dentro de ciertas condiciones en problemas

filosóficos:

La doctrina de Wittgenstein se revela como el resultado de la tesis de

que todas las proposiciones genuinas (y por tanto todos los problemas

genuinos) pueden ser clasificados en una dos clases exclusivas: las

proposiciones factuales (sintéticas a posteriori), que pertenecen a las

ciencias empíricas, y las proposiciones lógicas (analíticas a priori) que

pertenecen a la lógica puramente formal o a las matemáticas puras.

Esta simple dicotomía, aún siendo muy valiosa para una visión rápida,

se vuelve demasiado simple para muchos otros propósitos. Pero

111

K. Popper, Conjectures and Refutations, Nota 6, 40.

298 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

aunque fue específicamente formulada para excluir la existencia de

problemas filosóficos, se queda muy lejos de su objetivo, ya que

aunque aceptemos la dicotomía podemos todavía afirmar que algunos

problemas factuales o lógicos o mixtos pueden convertirse, dentro de

ciertas circunstancias, en filosóficos112

.

Popper crítica la reducción operada por Wittgenstein al

identificar proposición genuina con proposición de observación en su

intento de mostrar que las proposiciones filosóficas son

pseudoproposiciones:

Wittgenstein como todos saben trató de mostrar en el Tractatus (ver

por ejemplo sus proposiciones 6.53, 6.54 y 5) que las llamadas

proposiciones filosóficas o metafísicas eran de hecho

pseudoproposiciones carentes de sentido o de significado. Todas las

proposiciones genuinas (o con significado) eran funciones de verdad

de proposiciones elementales o atómicas que describen ‗hechos

atómicos‘, es decir, hechos que pueden en principio ser determinados

por observación. En otras palabras, las proposiciones con significado

eran completamente reducibles a proposiciones elementales o

atómicas que eran simples proposiciones que describían estados de

cosas y que podían en principio ser establecidos o rechazados por

observación. Si llamamos proposición a una ‗proposición de

observación‘ no sólo si establece una observación de hecho sino

también si establece cualquier cosa que puede ser observada, vamos a

tener que decir (de acuerdo con el Tractatus, 5 y 4.52) que toda

proposición genuina debe ser una función de verdad de y por tanto

deducible de proposiciones de observación. Cualquier otra

112

Popper explica que una teoría como la de Newton puede ser interpretada tanto

como factual o como constituida por definiciones implícitas. También subraya que

existen teorías no-analíticas que no son refutables y por tanto no a posteriori y que

han tenido una gran influencia en la ciencia, como por ejemplo la teoría atómica.

Llama a estas teorías ‗metafísicas‘ y afirma que no son carentes de sentido. Remite a

las críticas de Heinemann, Quine y White acerca del dogma de la simple dicotomía.

(Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, 73-74).

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 299

proposición aparente será una pseudoproposición carente de sentido.

De hecho no será más que palabrería sin sentido113

.

Usando su propia terminología Popper afirma que el criterio de

demarcación de Wittgenstein es la verificabilidad o la deducibilidad a

partir de proposiciones de observación y considera que se trata de un

criterio demasiado estrecho porque excluye de la ciencia

prácticamente todo lo que es característico suyo ya que ninguna teoría

científica puede ser descrita como función de verdad de proposiciones

de observación, mientras que por otra parte resulta demasiado amplio

porque no acierta a excluir ciertas proposiciones de la astrología:

Esta idea fue usada por Wittgenstein para caracterizar la ciencia como

opuesta a la filosofía. Leemos (por ejemplo en 4.11 en donde la

ciencia natural se considera opuesta a la filosofía): ‗La totalidad de las

proposiciones verdaderas es toda la ciencia natural (o la totalidad de

las ciencias naturales)‘. Esto significa que las proposiciones que

pertenecen a la ciencia son aquellas deducibles de proposiciones de

observación verdaderas; son aquellas proposiciones que pueden ser

verificadas por medio de proposiciones de observación verdaderas. Si

podemos conocer todas las proposiciones de observación verdaderas

podremos conocer también todo lo que puede ser afirmado por la

ciencia natural (...)El criterio de demarcación de Wittgenstein —para

usar mi propia terminología en este contexto— es la verificabilidad o

la deducibilidad a partir de proposiciones de observación. Pero este

criterio es demasiado estrecho (y demasiado amplio): excluye de la

ciencia prácticamente todo lo que es característico suyo (mientras que

no acierta a excluir a la astrología). Ninguna teoría científica puede ser

nunca deducida de proposiciones de observación o ser descrita como

función de verdad de proposiciones de observación114

.

113

K. Popper, Conjectures and Refutations, 40.

114 K. Popper, Conjectures and Refutations, 40.

300 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Wittgenstein y Schlick al ver que las leyes naturales eran no-

verificables concluyeron que no eran proposiciones genuinas pero

evitaron cuidadosamente llamarlas ‗pseudoproposiciones carentes de

significado‘:

Wittgenstein y Schlick al ver que las leyes naturales eran no-

verificables concluyeron que no eran proposiciones genuinas (pasando

por alto que estaban obligados a llamarlas ‗pseudoproposiciones

carentes de significado‘)115

.

Wittgenstein considera que la filosofía establece límites a la

ciencia natural pero que las hipótesis de la ciencia natural no tienen

nada qué ver con la filosofía: ―La teoría de Darwin no tiene más que

ver con la filosofía que cualquiera otra hipótesis de la ciencia

natural‖116

. Popper critica la interpretación instrumentalista de

Wittgenstein de las leyes naturales, desarrollada después por Schlick

quien ―bajo la influencia de Wittgenstein, sugirió una interpretación

instrumentalista de las leyes universales que era prácticamente

equivalente a las ‗hipótesis matemáticas‘ de Berkeley‖117

.

Al tratar del instrumentalismo en las teorías científicas Popper

remite a la formulación que Schlick siguiendo a Wittgenstein hizo de

las leyes universales como instrucciones para derivar proposiciones

singulares a partir de otras proposiciones singulares:

Esto puede ser expresando diciendo —como hizo Schlick siguiendo a

Wittgenstein— que una ley o teoría universal no es propiamente una

115

K. Popper, Conjectures and Refutations, 283-284.

116 L. Wittgenstein, Tractatus, 4.1122.

117 K. Popper, Conjectures and Refutations, 166. Popper remite a M. Schlick,

Naturwissenschaften, 19, 1931, 151 y 156.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 301

proposición sino una ‗regla o conjunto de instrucciones para derivar

proposiciones singulares a partir de otras proposiciones singulares‘)118

.

Popper defendió, frente a las explicaciones esencialistas e

instrumentalistas de las teorías científicas, una visión intermedia de la

ciencia como la búsqueda cada vez más profunda pero nunca última

de explicaciones119

. Popper muestra su desacuerdo con el

esencialismo en que la ciencia busca explicaciones últimas, pero

concede al esencialismo que existen muchas cosas escondidas que han

de ser descubiertas, en contra de la afirmación de Wittgenstein de que

el enigma no existe:

Concedo al esencialismo que existen muchas cosas escondidas para

nosotros y que mucho de lo que está escondido ha de ser descubierto.

(Estoy en profundo desacuerdo con el fondo de la afirmación de

Wittgenstein de que ―el enigma no existe‖.) (...) la doctrina

esencialista que estoy refutando es únicamente la doctrina de que la

ciencia busca explicaciones últimas120

.

Popper critica la orgullosa tesis de la ciencia racional donde el

enigma no existe y nunca puede haber sorpresas y cita varios párrafos

del Tractatus que refuerzan algunas doctrinas fundamentales del

positivismo. Así, a la proposición 6.1251 ‗En lógica nunca puede

haber sorpresas‘, Popper objeta que es abiertamente equivocada o, en

el mejor de los casos trivial si se reduce la lógica al cálculo

proposicional binario. Las proposiciones 6.1261 ‗En lógica el proceso

y el resultado son equivalentes‘ y 6.234 ‗Las matemáticas son un

118

K. Popper, Conjectures and Refutations, 108. Popper remite a The Logic, nota 7

de la sección 4 y a The Open Society, nota 51 al capítulo 11.

119 Publicado por primera vez en H. D. Lewis (ed.), Contemporary British

Philosophy, Allen & Unwin, London, 1956 e incluído en Conjectures and

Refutations, 97-119.

120 K. Popper, Conjectures and Refutations, 105.

302 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

método de la lógica‘, según Popper, eliminan el elemento de sorpresa

en el descubrimiento de la verdad y esto contradice el que casi todas

las pruebas matemáticas son sorprendentes y no fruto de un simple

procedimiento lógico y cita como ejemplo la admiración de Hobbes

cuando encontró por primera vez la derivación de Euclídes del

teorema de Pitágoras.

Popper exhibe un contraejemplo a la proposición 6.5 ‗El enigma

no existe. Si una cuestión puede ser planteada puede también ser

contestada (...) si una respuesta no puede ser expresada la pregunta

tampoco puede ser expresada‘ considerando que la pregunta puede ser

‗¿es esta afirmación demostrable (por ejemplo la conjetura de

Goldbach)?‘ y la respuesta verdadera puede ser ‗no lo sabemos y

quizás no podremos saberlo‘. Popper concluye diciendo que esta

doctrina de Wittgenstein —que Carnap denominó la ‗orgullosa tesis

de la omnipotencia de la ciencia racional‘— es superficial y

difícilmente sostenible121

.

Popper se pregunta ¿por qué no puede el mundo albergar

algunos secretos realmente difíciles, quizás incluso insolubles? Los

enigmas pueden existir y pienso que de hecho existen. Wittgenstein al

decir que ‗el enigma no existe‘ exageró el abismo entre el mundo de

los hechos (lo decible) y el mundo de profundo (lo indecible) ya que

existen grados entre el mundo de los hechos y lo profundo. De esta

manera Wittgenstein propone una solución fácil al problema de lo

profundo y une de manera poco convincente al Wittgenstein

positivista y a Wittgenstein el místico:

Wittgenstein (―El enigma no existe‖, Tractatus, 6.5) exageró el

abismo entre el mundo de los hechos descriptibles (―decibles‖) y el

mundo de lo que es profundo y no puede ser dicho. Existen grados,

más aún, el mundo de las cosas decibles no siempre carece de

profundidad. Y si pensamos en lo profundo, existe un abismo en

aquellas cosas que pueden ser dichas —entre un libro de cocina y el

121

Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, 270.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 303

De revolutionibus de Copérnico— y existe un abismo entre aquellas

cosas que no pueden ser dichas —entre una pieza con falta de gusto

artístico y un retrato de Holbein— y estos abismos pueden ser más

profundos que los que hay entre algo que es decible y algo que no lo

es. Es su fácil solución al problema de lo profundo —la tesis ―lo

profundo es indecible‖— que une al Wittgenstein positivista y a

Wittgenstein el místico122

.

5.3.1.5 Crítica a la teoría pictórica del lenguaje

En el artículo ―Truth, Rationality, and The Growth of Scientific

Knowledge‖ se refleja el importante paso que Popper dio en 1960 al

proporcionar una definición técnica de la ―verosimilitud‖ (o medida

de la proximidad a la verdad) distinta de la probabilidad (o medida de

la proximidad a la certeza). Popper calificó de ingenua la teoría

pictórica de Wittgenstein en la que se exige una semejanza entre la

representante y lo representado para hacer posible la representación, y

en la que las ―pinturas‖ pueden ser correctas e incorrectas, falsas o

verdaderas, de acuerdo a qué tanto consiguen representar la realidad:

el Tractatus de Wittgenstein con su sorprendentemente ingenua teoría

de la imagen o pintura, o teoría de la proyección, de la verdad. En este

libro se concebía una proposición como la pintura o proyección del

hecho que intentaba describir y como teniendo la misma estructura (o

‗forma‘) de ese hecho. Así como la grabación de un tocadiscos es la

pintura o proyección de un sonido y comparte algunas de sus

propiedades estructurales (Cf. Tractatus, 4.0141, 2.161, 2.17, 2.223 y

3.11)123

.

122

K. Popper, Autobiography, nota 301.

123 K. Popper, Conjectures and Refutations, 223.

304 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

En el contexto de la teoría de la verdad de Tarski que tanto

impacto causó en Popper aparece su crítica a la teoría ―pictórica‖ del

lenguaje de Wittgenstein como algo falso que no resuelve la cuestión

de la correspondencia entre las proposiciones y los hechos. Según

Popper sólo con un metalenguaje apropiado es posible explicar la

correspondencia con los hechos:

¿Cómo podemos tener la esperanza de entender lo que significa que

una proposición (o una ―frase con sentido‖, como la llamó Tarski)

corresponda a los hechos? Efectivamente parece que a menos que

aceptemos algo parecido a la teoría pictórica del lenguaje (como hace

Wittgenstein en el Tractatus) no podemos hablar de nada semejante a

correspondencia entre una proposición y un hecho. Pero la teoría

pictórica es definitivamente y de hecho flagrantemente equivocada, y

por tanto parece no haber posibilidad de explicar la correspondencia

de una proposición y un hecho (...) la correspondencia no involucra

una semejanza estructural entre una proposición y un hecho ni nada

parecido a la relación entre una pintura y la escena pintada. Una vez

que tenemos un metalenguaje apropiado es fácil explicar (...) lo que

entendemos por correspondencia con los hechos124

.

Sin embargo, la presentación que Popper hace de la teoría de la

correspondencia y de sus defectos no es demasiado reveladora;

desestima en pocas líneas las variantes propuestas por Wittgenstein y

Schlick, pero dice poco —fuera del estribillo de que la idea de

correspondencia no queda clara— para explicar por qué muchos

pensadores modernos y contemporáneos la han rechazado125

.

124

K. Popper, Autobiography, 141-142.

125 Cf. D. Miller, ―Popper and Tarski‖, 59.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 305

5.3.2 Postscript to The Logic of Scientific Discovery (1981)

En las revisiones y desarrollos de los temas principales de The

Logic of Scientific Discovery Popper critica un conjunto de filosofías

diferentes entre sí que tienen en común el considerar que la tarea de la

filosofía es la clarificación del significado de las ideas o de los

conceptos y tienden a combinar una interpretación instrumentalista de

las teorías con una interpretación esencialista de los conceptos.

Considera que los enfoques que integren estos tres elementos

difícilmente pueden decir algo que valga la pena. Dedica particular

atención a los desarrollos de Schlick bajo la influencia de

Wittgenstein:

Esta tendencia es ilustrada por un pasaje característico de Schlick en

el que expone ciertas ideas de Wittgenstein. Schlick nos dice que las

famosas preguntas del tipo ¿qué es? En los diálogos de Platón, así

como la pregunta ‗¿qué es la justicia?‘ planteada por el Sócrates de la

República muestra que la filosofía de Sócrates estaba dedicada a lo

que podemos llamar ―la búsqueda del significado‖ (...) Schlick resume

su posición diciendo que considera que ‗la ciencia debe ser definida

como la búsqueda de la verdad, y la filosofía como la búsqueda del

significado‘ (Cf. M. Schlick, Gesammelte Aufsätze 1926-1936

(publicado en 1938), p.126). La definición de Schlick acerca de la

naturaleza esencial de la filosofía es todavía muy influyente (...) no

pienso que tal definición pueda decirnos nada que valga la pena (...) la

creencia de que la filosofía debía analizar el significado de las

palabras o de los conceptos, que tenía que responder a las cuestiones

del tipo ¿qué es?, que debía proporcionar definiciones, deriva de la

metafísica platónica y aristotélica (...) y según se ve en el pasaje de

Schlick esta creencia no fue superada por los oponentes nominalistas y

positivistas del idealismo platónico y está presente en Berkeley,

Wittgenstein y sus seguidores126

.

126

K. Popper, Quantum Theory and the Schism in Physics, 263-265.

306 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

El asesinato de Schlick puede considerarse el punto de ruptura

del nexo de unión en Viena entre Wittgenstein y Popper127

.

Popper está de acuerdo con Wittgenstein en que muchos escritos

filosóficos son simple palabrería pero, a diferencia de Wittgenstein, lo

atribuye a que carecen de un problema genuino por resolver y no a

que toda producción filosófica o toda consideración metafísica sea

basura como pretende Wittgenstein:

Actualmente con frecuencia me impaciento leyendo escritos

filosóficos. Admito plenamente que muchos son poco más que basura:

filosofan sin problemas genuinos. Por tanto no estoy del todo en

desacuerdo con la tendencia del Tractatus de Wittgenstein.Pero como

veremos las expresiones metafísicas pueden muy bien ser

significativas e interesantes128

.

A Popper le interesaba el significado de las palabras y se

ocupaba de los malentendidos verbales sólo en la medida en que

obstaculizaban la comprensión del mundo, a diferencia del análisis del

significado introducido por Schlick bajo la influencia de Wittgenstein.

Popper considera que el científico está más interesado en las teorías y

en su verdad que en los conceptos y su significado, y las pinturas o

imágenes de la realidad no son tan importantes para la ciencia como

pensaba Hertz y repitió Wittgenstein:

Aunque los conceptos puedan tener un gran poder sugestivo y por

tanto puedan influir en el ulterior desarrollo de una teoría, no es el

sistema conceptual sino la teoría lo realmente importante para el

científico puro (...) En definitiva estamos más interesados en las

teorías y en su verdad que en los conceptos y su significado. Sin

embargo este punto difícilmente se ve. Heinrich Hertz dijo (y

127

Cf. Edmonds y Eidinow, El atizador de Wittgenstein, 182.

128 K. Popper, Quantum Theory and the Schism in Physics, 194.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 307

Wittgenstein lo repitió) que en la ciencia nos hacemos „pinturas‟

(„Bilder‟) de los hechos, o de la realidad (...) pero las ‗pinturas‘ no son

importantes129

.

Popper comparaba a los filósofos del lenguaje ordinario con las

personas que están siempre de manera compulsiva limpiando sus

gafas en lugar de ver a través de ellas al mundo130

y denuncia la

interpretación errónea de que incluso Hume estaba centrado en el

análisis lingüístico:

Estoy interesado en el mundo de los hechos, sin embargo desde

Schlick (introdujo el análisis del significado en este campo bajo la

influencia de Wittgenstein), ha sido ampliamente aceptado que incluso

Hume estaba interesado en el análisis de los significados de las

palabras, pero esto es, desde mi punto de vista, un malentendido. No

dudo que también Hume haya estado interesado en la estructura de

mundo y que clarificó algunos malentendidos verbales sólo donde

pensó que obstaculizaban la comprensión del mundo131

.

El método ‗correcto‘ para hacer filosofía propuesto en el

Tractatus de limitarse a decir proposiciones científicas y evitar

afirmar proposiciones metafísicas por ser carentes de sentido dio

origen a todo un movimiento en filosofía cuyo objetivo era mostrar su

propia carencia de sentido:

Esta cita de uno de los últimos párrafos del Tractatus se convirtió en

el programa de un movimiento mundial en filosofía cuyo objetivo era

129

K. Popper, Quantum Theory and the Schism in Physics, 44-45.

130 Cf. B. Magee (ed.), Modern British philosophy, 131-149.

131 K. Popper, The Open Universe, 42.

308 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

mostrar su propia carencia de sentido: ¡la metafísica no tiene sentido!

¡la filosofía es basura!132

.

La excesiva preocupación por las pseudoproposiciones carentes

de sentido contribuye a confundir los problemas filosóficos:

Las leyes naturales prohíben cierto tipo de eventos y el principio de

Heisenberg también: ciertos eventos físicos lógicamente posibles (...)

van a contradecir la teoría. Ha habido siempre a quienes ha gustado

llamar ‗carentes de sentido‘ a dichos eventos prohibidos, pero esto es

un error. Ciertamente debemos distinguir al menos entre tres cosas

muy diferentes: eventos lógicamente posibles prohibidos por una

teoría; eventos lógicamente imposibles (o eventos prohibidos por

lógica) y pseudoproposiciones carentes de sentido. La preocupación

por éstas últimas estuvo muy de moda en los años veinte y principio

de los treinta, principalmente debido al Tractatus de Wittgenstein y a

su influencia en el Círculo de Viena. Sospecho que fue esta influencia

lo que impulsó a John von Neumann a construir un lenguaje cuya

lógica excluyera como carentes de sentido las fórmulas prohibidas por

Heisenberg. No veo de qué manera ese lenguaje es (o puede ser) útil,

o si es capaz de resolver algún problema físico, pienso que de esta

manera sólo se confunden los problemas filosóficos133

.

Wittgenstein y Popper tienen diferentes enfoques porque se

basan en conceptos distintos de lo metafísico: Popper considera

metafísico lo no testable empíricamente mientras que Wittgenstein

considera que lo metafísico es lo no completamente verificable y por

tanto lo que carece de sentido:

Por ‗metafísico‘ me refiero a algo como ‗no testable empíricamente‘.

Wittgenstein se refiere a lo ‗no completamente verificable‘ (...) de

132

L. Wittgenstein, Tractatus, 6.53.

133 K. Popper, Quantum Theory and the Schism in Physics, 18, nota 23.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 309

aquí se sigue que dos programas sugeridos por Wittgenstein están

equivocados: (1) las expresiones no verificables son carentes de

sentido porque violan las reglas gramaticales del lenguaje (Cf.

Tractatus 5.473 a 5.47321); (2) que son carentes de sentido porque

emplean palabras o expresiones aunque no se les haya dado ningún

significado (Cf. Tractatus 5.473 a 5.4733, y 6.53)134

.

Popper reconoce que la verificabilidad como criterio de

significado fue formulado por Waismann y adoptado en el Círculo de

Viena, pero sostiene que la idea como tal fue de Wittgenstein:

La formulación se debe a F. Waismann (...) pero me parece que puede

afirmarse que la idea es más o menos de Wittgenstein. Actualmente se

olvida con frecuencia que una expresión es considerada ‗carente de

significado‘ o ‗sinsentido‘ en el sentido más técnico en que lo estamos

tomando aquí, debido a Russell y aceptado por Wittgenstein y por el

Círculo de Viena, sólo si se trata de simple palabrería135

.

Popper considera que no es exacto decir que Wittgenstein fue

malentendido y malinterpretado por Schlick y Waismann, quienes

serían los formuladores del criterio de verificabilidad y se basa en el

hecho de que Schlick explícitamente atribuye esta teoría a la

comunicación personal con Wittgenstein y a que tanto Schlick como

Waismann de lo confirmaron personalmente en una conversación:

De acuerdo a algunas leyendas de moda, Wittgenstein nunca sostuvo

la verificabilidad como criterio de significado; fue malentendido y

malinterpretado por Schlick y por Waismann (que establecieron el

criterio de verificabilidad en Erkenntnis 1, 1930, 228ss.) Que la

leyenda es falsa puede verse mejor en el artículo de Schlick Die

134

K. Popper, Quantum Theory and the Schism in Physics, 194.

135 K. Popper, Quantum Theory and the Schism in Physics, 175.

310 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Naturwissenschaften 19, 1931, 145ff; especialmente en la p.156 donde

Schlick dice que una ley natural ‗puede ser modificada a la luz de

futuras experiencias‘ de manera que nunca puede ser verificada

conclusiva o absolutamente. Por tanto no ‗tiene el carácter lógico de

una proposición‘: no es una proposición sino (...) un billete de

inferencia. Schlick explícitamente atribuye esta teoría a la

comunicación personal con Wittgenstein y sin lugar a dudas obtuvo la

aprobación de Wittgenstein antes de publicar el importante pasaje de

su artículo. Esto muestra de todos modos que en 1931, la exigencia de

Wittgenstein para las ‗proposiciones genuinas‘ era que pudiesen ser

verificadas ‗conclusivamente‘ o ‗absolutamente‘. Todo esto puede

verse en las publicaciones de Schlick que fueron escritas bajo la

influencia directa de sus discusiones con Wittgenstein y aprobadas por

éste. (Puedo añadir que esto me lo confirmó personal mente Schlick

en una conversación en la que apasionadamente defendió la teoría de

Wittgenstein y la suya en contra de mi crítica). También fue

personalmente confirmado por Waismann136

.

Popper considera que la teoría del significado desarrollada por

Wittgenstein es fuerte, clara y retadora pero incompleta y que se

autodestruyó. Carnap intentó completarla sin éxito y los sucesivos

intentos de hacerlo condujeron a la desintegración tanto del

positivismo como de la teoría de Wittgenstein:

Wittgenstein en su Tractatus, como Berkeley, desarrolló una filosofía

del significado y la falta de significado, o del sentido y del sinsentido,

que fue vigorosa y clara. Por una parte estaban las proposiciones

empíricas informativas y por otra la pura basura, la simple verborrea;

pero simple verborrea que podía tener la apariencia de una

proposición empírica. Los signos constitutivos de las proposiciones

empíricas eran palabras a las que se había dado un significado

empírico: cada una estaba asociada, por el uso, con ciertas cosas o

eventos observables. La basura, por otra parte, era tanto no gramatical

(como en ‗Sócrates es idéntico‘) o contenía palabras a las que ‗no se

136

K. Popper, Quantum Theory and the Schism in Physics, 194-195.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 311

había dado un significado‘ . y la sola tarea de la filosofía era –de

acuerdo con Wittgenstein– la de ‗demostrar‘ a la gente que habla de

metafísica que están hablando sin sentido (Cf. Tractatus 6.53)137

.

5.4 Wittgenstein en los recuerdos de Popper

5.4.1 Unended Quest. Autobiografía intelectual (1974)

La autobiografía intelectual refleja la obsesión de Popper por

atacar a Wittgenstein desde distintos puntos de vista: su filosofía, su

persona y las repercusiones prácticas de su filosofía en diversas áreas.

Popper reconoce abiertamente su falta de integración en la

filosofía académica británica por incompatibilidad de modos de

pensar, intereses y problemas y por su crítica al positivismo y a la

filosofía del lenguaje y en este contexto se produjo su encuentro con el

influyente y controvertido Wittgenstein (cuyo relato detallado ha sido

recogido en el capítulo anterior):

Sin duda mi modo de pensar, mis intereses y mis problemas eran

completamente incompatibles con los de muchos filósofos ingleses.

Por qué era así no lo sé. En algunos casos pudo haber sido mi interés

en la ciencia, en otros pudo haber sido mi actitud crítica hacia el

positivismo y hacia la filosofía del lenguaje. Esto me llevó al

encuentro con Wittgenstein de quien había escuchado las más variadas

y absurdas referencias138

.

Popper habla de su dificultad para entender la tendencia de los

filósofos ingleses de coquetear con epistemologías no realistas:

137

K. Popper, Quantum Theory and the Schism in Physics, 214-215.

138 K. Popper, Autobiography, 122.

312 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Una de las cosas que en aquel tiempo me resultaba difícil de entender

era la tendencia de los filósofos ingleses de coquetear con

epistemologías no realistas como el fenomenalismo, el positivismo,

berkeleiano o humeano, o el idealismo machiano (el ―monismo

neutral‖), el sensacionalismo, el pragmatismo. Estos juegos de los

filósofos eran entonces más populares que el realismo. Después de

una cruenta guerra que duró seis años esta actitud era sorprendente y

admito que me sentía un poco ―fuera de moda‖139

.

Existen genuinos problemas filosóficos Interesante crítica al

tema de los puzzles y a la identificación arbitraria de ―problema

soluble‖ con ―problema científico‖:

Afirmé que existen problemas filosóficos e incluso que yo había

resuelto algunos. Hasta ahora había escrito en otro lugar que ―nada

parecía menos deseable que una solución simple a un viejo problema

filosófico‖. La opinión de muchos filósofos y al parecer

especialmente de los wittgenstenianos era que si un problema es

soluble no puede haber sido filosófico. Por supuesto que existen otras

maneras de acabar con el escándalo de un problema resuelto. Podemos

decir que todo esto es viejo HAT o que no toca el problema real. Y

después de todo seguramente esta solución debe ser totalmente

equivocada ¿o no? (Estoy abierto a aceptar que con frecuencia una

actitud como esta es más valiosa que la de un excesivo acuerdo)140

.

Popper estudió con profundidad el Tractatus y, desde que tuvo

noticia del Círculo de Viena, siguió con particular interés todo lo que

escribían sus miembros acerca de la demarcación. Carnap y

Wittgenstein eran los ―adversarios‖ a quienes Popper estudiaba con

más atención:

139

K.Popper, Autobiography, 125.

140 K.Popper, Autobiography, 124.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 313

leí el Tractatus de Wittgenstein algunos años antes de escribir mi tesis

doctoral y los libros de Carnap en cuanto se publicaban (...) escribí

(sin publicar) mucho sobre estos temas trabajando sobre los libros de

Carnap y Wittgenstein en considerable detalle‖ 141.

A diferencia de Wittgenstein y los miembros del Círculo de

Viena Popper enfocaba el tema de las hipótesis científicas desde una

perspectiva conjetural y ajena a cualquier método inductivo. Popper

estaba convencido de que la revolución einsteiniana había puesto de

manifiesto el carácter conjetural e hipotético de las teorías científicas

que no necesitan justificación en contraste con lo que afirmaban los

seguidores de Mach y de Wittgenstein:

Desde luego las teorías que consideramos que no son más que

conjeturas o hipótesis que no necesitan justificación (al menos no una

justificación a través de un ―método de inducción‖, del que nadie ha

dado nunca una descripción inteligente). Sin embargo algunas veces

podemos dar razones para preferir una de las conjeturas en juego a

otras, a la luz de su discusión crítica. Todo esto era claro y altamente

coherente, pero muy diferente de lo que decían los positivistas

machianos y los wittgensteinianos del Círculo de Viena‖142

.

Quizás basado en que Einstein fue positivista al principio y un

operacionalista dogmático, y aunque más tarde rechazó esta

interpretación el error se había popularizado y desarrollado en forma

dogmática por Wittgenstein y por el Círculo de Viena:

141

Cf. K. Popper, Autobiography, 80.

142 K. Popper, Autobiography, 80.

314 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Es un hecho interesante que Einstein mismo fue por años un

positivista y un operacionalista dogmático, aunque más tarde rechazó

esta interpretación (...) este error asumió una forma realmente seria en

su popular obra Relativity: The Special and the General Theory (...) en

otras palabras decía que un término ha de ser definido

operacionalmente o de lo contrario es carente de sentido. Aquí se

encuentra en pocas palabras el positivismo desarrollado

posteriormente por el Círculo de Viena bajo la influencia del

Tractatus de Wittgenstein y en forma muy dogmática143

.

Popper deploró la influencia de Wittgenstein en Schlick, tanto

en los cambios en su modo de pensar en la repercusión que su

desencuentro con Wittgenstein tuvo para que fuera excluido del

Círculo de Viena. Popper dedica la mitad del apartado en el que habla

de su llegada a Inglaterra y a su trabajo en la London School of

Economics y, como se ha analizado en el capítulo anterior, esto da

cuenta de la importancia que Popper otorgó a su único encuentro

personal con Wittgenstein en el Moral Science Club de Cambridge en

1946144

.

Popper considera que la extensa exposición de su postura

antiesencialista en The Open Society es la primera defensa de un

antiesencialismo no nominalista ni observacionalista. Lamenta que sus

críticas al Tractatus en este contexto hayan sido casi completamente

ignoradas por los comentadores de Wittgenstein‖145

, entre los que se

pueden mencionar Anscombe, von Wright, E. Stenius, M. Black y

otros146

.

143

K. Popper, Autobiography, 97.

144 Cf. K. Popper, Autobiography, 122-124.

145 K. Popper, Autobiography, 116.

146 Popper cita en concreto a E. Stenius, Wittgenstein‟s “Tractatus”, Basil

Blackwell, Oxford, 1960 y M. Black, A companion to Wittgenstein‟s „Tractatus‘,

Cambridge University Press, Cambridge, 1964.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 315

Al hablar de sus influencias tempranas y describir la riqueza de

la biblioteca de su padre en materia de filosofía, Popper hace alusión a

que contenía obras de Mauthner y Weininger dos autores que tuvieron

influencia en Wittgenstein. Popper no pierde ocasión de apuntar que

está de acuerdo con la valoración de Weininger acerca del análisis del

lenguaje: ―todos los zoquetes, desde Bacon hasta Fritz Mauthner, han

sido críticos del lenguaje‖147

y la vincula con la afirmación de

Wittgenstein: ‗toda la filosofía es una ‗crítica del lenguaje‘ (aunque no

en el sentido de Mauthner)‘148

.

Según Popper su crítica a estas filosofías: fenomenalismo,

positivismo, idealismo y subjetivismo tuvo algunos frutos que fueron

aprovechados por los filósofos del lenguaje ordinario, ya que la

filosofía del lenguaje pronto vino a defender el sentido común y esto

era una cosa positiva. Sin embargo el sentido común no es siempre

correcto o útil. La filosofía del lenguaje ordinario es conservadora y

en asuntos del intelecto nada es menos creativo que el

conservadurismo:

Sus intentos de adherirse al sentido común y al realismo eran en mi

opinión el mejor aspecto con mucho de la filosofía del lenguaje

ordinario. Pero el sentido común, aún cuando es con frecuencia

correcto (y especialmente en su realismo) no es siempre correcto. Y

las cosas se vuelven realmente interesantes sólo cuando el sentido

común se equivoca. Estas son precisamente las ocasiones que

muestran que tenemos una gran necesidad de ilustración. Existen

también ocasiones en las que los usos del lenguaje ordinario no

pueden ayudarnos. Para decirlo de otro modo, el lenguaje ordinario, y

con él la filosofía del lenguaje ordinario es conservadora. Pero en

asuntos del intelecto (en cuanto opuestas quizás al arte o a la política)

nada es menos creativo y más lugar común que el conservadurismo149

.

147

O. Weininger, Geschlecht und Charakter, Braumüller, Vienna, 1903, 176.

148 L. Wittgenstein, Tractatus, 4.0031.

149 K.Popper, Autobiography, 125.

316 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Popper resume su concepto acerca del sentido común y de la

filosofía del sentido común con unas palabras de Ryle en su reseña a

The Open Society:

La racionalidad del hombre no consiste en ser incuestionable en materia

de principios sino en nunca haber sido incuestionable. No en romper lo

axiomas reputados sino en no tomar nada por supuesto150

.

5.4.2 Entrevistas concedidas por Popper

En las entrevistas que Popper concedió y en sus intervenciones

en medios de comunicación a lo largo de los últimos años de su vida

invariablemente fue interrogado sobre su relación con Wittgenstein.

5.4.2.1 Diálogo radiofónico en la BBC

El 14 de mayo de 1970 Popper participó en una discusión

filosófica radiofónica para la BBC, centrada en la filosofía de Russell,

y en la que B. Magee moderaba el diálogo entre K Popper, P.

Strawson y G. Warnock151

. Al abordar la crítica de Russell a la

filosofía de Oxford, Popper manifiesta su desinterés por la filosofía

del último período de Wittgenstein y a diferencia de Russell, no

descalifica las Philosophical Investigations a priori sino que exhibió

un argumento para ese rechazo en coherencia con su racionalismo

crítico.

150

G. Ryle, ―Review of The Open Society‖, Mind, 56 (1947), 167-72, 167.

151 La entrevista fue publicada posteriormente en B. Magee (ed.), Modern British

Philosophy, Secker & Warburg, London, 1971, 131-149.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 317

A la pregunta de ¿por qué los filósofos se han interesado tanto

por el lenguaje? Popper responde que en gran parte porque algunos de

ellos han descubierto la necesidad de una crítica del lenguaje, y esto

constituyó un desarrollo interesante, sin embargo lamenta que los

filósofos del lenguaje además de mostrar muy poco interés por la

ciencia natural, que para él es paradigma de todo conocimiento, se

centraran solamente en los usos del lenguaje en cuanto tal:

Después de un cierto punto todos los filósofos del lenguaje,

incluyendo a Wittgenstein, fueron muy críticos del lenguaje, pero

después podemos ver un giro repentino: de pronto los filósofos del

lenguaje ya no eran críticos del lenguaje sino que estaban solo

interesados en los usos del lenguaje en cuanto tal, sin tratar de

criticarlo. Algunos incluso apelaron al lenguaje ordinario como un

tipo de autoridad. Este repentino giro llevó a Russell a observar que,

después de todo, el lenguaje común no es perfecto (...) y esta es una

posición que comparto totalmente152

.

Cuando Strawson le hizo ver que el análisis de los esquemas

conceptuales podía ser interesante e importante Popper replicó que no

se podía gastar la vida hablando acerca del lenguaje:

A esto sólo puedo decir que uso gafas y estoy limpiando mis gafas

ahora. Pero las gafas tienen una función, y funcionan sólo cuando te

las pones, que es ver a través de ellas el mundo. Lo mismo sucede con

el lenguaje. Es decir, no podemos gastar la vida en limpiar las gafas o

en hablar acerca del lenguaje, o en tratar de tener una visión más clara

del lenguaje, o de ‗nuestro esquema conceptual‘. La cuestión

fundamental de los lenguajes humanos es que pueden y deben ser

usados para describir algo, y este algo es, de alguna manera, el mundo.

Estar constantemente y casi exclusivamente interesados en el medio

–en la limpieza de las gafas– es el resultado de un error filosófico y

152

B. Magee (ed.), Modern British Philosophy, 135-136.

318 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

este error filosófico se puede con bastante facilidad remitir a

Wittgenstein153

.

De acuerdo a los contertulios Popper se libra de ser tachado de

descalificador gratuito, a la manera de Russell (y en otro sentido a la

manera de Wittgenstein, que según Popper rechaza dogmáticamente

los problemas filosóficos sin analizar los argumentos), porque aunque

rechaza las Philosophical Investigations al menos proporciona una

descripción del tipo de empresa que Wittgenstein pretendía acometer:

si se me obliga a punta de pistola a explicar en qué estoy en

desacuerdo con las Philosophical Investigations de Wittgenstein,

habré de contestar: ―en nada‖. Simplemente disiento de la empresa y

con ello quiero decir que no discrepo de nada de lo que afirma porque

no hay nada de lo que discrepar. Pero confieso que me aburro, me

aburro como una ostra (...) ¿cómo se puede estar en desacuerdo con

cosas tan vagas y tan triviales?154

.

La discusión se centró el las críticas de Russell a Wittgenstein

que cayó en descalificaciones de la última filosofía de Wittgenstein,

mostrando que no entendía cómo alguien podía proceder de esa

manera, cerrándose incluso al análisis de la lógica que pudo haber

conducido a Wittgenstein a su nueva postura. Popper no comparte con

Russell el que critique a Wittgenstein sin analizar cuidadosamente sus

ideas, pero comparte el fondo de su crítica a Wittgenstein, a quien

considera precisamente que es quien revolotea, en símil del mismo

Wittgenstein, como una mosca que busca salir del bote en el que se

encuentra atrapada:

153

B. Magee (ed.), Modern British Philosophy, 137.

154 B. Magee (ed.), Modern British Philosophy, 140.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 319

Wittgenstein muy acertadamente compara a cierto tipo de filósofos

con una mosca dentro de una botella, zumbando y revoloteando dentro

del bote. Pero pienso que es Wittgenstein mismo el que está dentro de

la botella y no encuentra nunca el camino de salida, y ciertamente no

pienso que él estuviese mostrando a nadie más el camino para salir del

bote. Esto es lo que pienso cuando usted dice que ‗Wittgenstein pensó

que era apropiado proceder de esta manera‘: ¡ni siquiera pensó que era

apropiado! Puedo conceder quizás que podemos revolotear de esta

manera digamos por una o dos semanas, ¡pero dedicar la propia vida a

eso! Lo encontraría terriblemente aburrido155

.

Cuando le preguntaron si se podía obtener alguna luz de

Philosophical Investigations Popper contestó que ni él ni Russell

habían obtenido ninguna idea del libro y que incluso consideraba que

quienes leyeran la obra pensando que habían sacado luces eran

víctimas de un tipo de ilusión. Popper considera que en el blanco de la

crítica de Russell se haya una doctrina epistemológica equivocada que

podría conducir con facilidad a un nuevo escolasticismo:

La verdadera cuestión como yo la veo es diferente: ¿tenemos una

filosofía del lenguaje que nos explica las funciones del lenguaje y que

nos ayuda a entender el significado del lenguaje humano (que es más

que u juego)? ¿Tiene usted una filosofía del lenguaje en este sentido?

Pienso que la tengo. No sé si Russell la tiene y no quiero hablar de mi

mismo, todo lo que quiero hacer aquí es defender las ideas de Russell

lo mejor que pueda porque considero que hay mucho en esto. Me

parece que detrás de este tipo de preocupación que trataba de combatir

hay una doctrina epistemológica equivocada, y también considero que

si continúa puede muy bien llevar a algo que podemos describir como

escolasticismo156

.

155

B. Magee (ed.), Modern British Philosophy, 136.

156 B. Magee (ed.), Modern British Philosophy, 139.

320 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

5.4.2.2 “Interview with Sir Karl Popper (1991)”

La entrevista está centrada en la relación de Popper con el

Círculo de Viena. Popper lamenta en general el retroceso en el trabajo

de Schlick por influencia de Wittgenstein y en particular habla de su

crítica al concepto de leyes naturales de Schlick y Wittgenstein, y

valora su contrastante relación con los wittgensteinianos del Círculo:

Schlick y Waismann.

El entrevistador comenta la impresión, no explícita en el trabajo

de Popper, de que se dio un retroceso en el trabajo de Schlick con la

influencia de Wittgenstein. Popper compara la primera obra de

Schlick General Theory of Knowledge con el artículo ―The Turning

Point in Philosophy‖ en el que se nota el efecto, deletéreo en su

opinión, de esta influencia de Wittgenstein:

El artículo es terrible y creo que, además de que estuviese

pasmosamente equivocado en sus predicciones, y que la filosofía sólo

degeneraba y no resolvía otros problemas, era un artículo de mente

estrecha y dogmática. Por el contrario en General Theory of

Knowledge se pueden encontrar muchas cosas acertadas157

.

Esta valoración de Popper se puede entender al leer el libro

General Theory of Knowledge, publicado en 1918 y reeditado con

correcciones en 1925, en el que aparecen numerosas referencias a

Kant, Hume, Mach y Russell y ninguna referencia a Wittgenstein.

Schlick hace aportaciones originales a la metafísica y deja claro que

en virtud de la conexión natural entre la filosofía y la ciencia natural el

verdadero gran científico es siempre al mismo tiempo un filósofo:

157

H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 484.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 321

La filosofía y la ciencia natural son perfectamente compatibles y

existe una conexión natural entre ellas (...) la filosofía no es una

ciencia separada que ha de ser puesta fuera o por encima de las

disciplinas particulares. Por el contrario el elemento filosófico está

presente en todas las ciencias, es su alma y sólo en virtud de ésta son

ciencias (...) Claramente el filósofo está llamado a empeñar todas sus

energías en el conocimiento de la naturaleza y del otro lado, el

científico se da cuenta de que sus problemas más importantes le

impulsan con fuerza hacia la teoría del conocimiento, ya que esos

problemas son de tal generalidad que su ciencia, al estudiarlos,

continuamente se introduce en el dominio de lo estrictamente

filosófico. Es claro que tiene que hacerlo así, porque de otra manera

no podría entender completamente el significado de su propia

actividad. El verdadero gran científico es siempre al mismo tiempo un

filósofo158

.

En contraste con lo que había expuesto en su General Theory of

Knowledge Schlick escribió un artículo breve pero sustancioso

((poner el título del artículo)) con el que abre un nuevo periodo de la

revista Erkenntnis. En el artículo Schlick expresó su convicción de

que el giro definitivo que se estaba operando en la filosofía tenía su

origen en la lógica de Leibniz, Frege y Russell pero sobre todo en

Wittgenstein que había dado el viraje decisivo en el Tractatus que usa

la lógica como instrumento del análisis del lenguaje:

Sólo ella (la lógica) es importante para el conocimiento (...) nos

permite librarnos de los problemas tradicionales de la ―teoría del

conocimiento‖ (...) Los que hasta ahora se han considerado así

[problemas insolubles] no son interrogantes auténticos sino series de

palabras sin sentido (...) que aparentemente satisfacen las reglas

habituales de la gramática, pero en realidad consisten en sonidos

vacíos, porque quebrantan las profundas reglas internas de la sintaxis

lógica descubiertas por el nuevo análisis (...) No hay pues otra

158

M. Schlick, General Theory of Knowledge, v-vi. La cursiva es mía.

322 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

prueba y confirmación de las verdades que no sea la observación y la

ciencia empírica159

.

((Aquí hay que hilar bien en el tema de las leyes naturales,

porque lo que se trataba antes era su abandono del realismo))

Stadler concede que el abandono del realismo por parte de Schlick y

su reorientación hacia las filosofías de Frege, Russell y Wittgenstein

no sólo fue lamentada por Popper y por Feigl, su estudiante favorito,

sino también por Einstein, quien le había considerado uno de los

mejores intérpretes filosóficos de la teoría de la relatividad, y por Max

Planck que acabaron criticando su trabajo como demasiado

positivista160

.

Stadler afirma que esta impresión de Popper se confirma en la

correspondencia de Schlick en la que calificó las críticas de Popper al

concepto de leyes naturales de Wittgenstein como fuera de lugar e

inapropiadas. Según Schlick, Wittgenstein nunca pretendió que las

leyes naturales fueran convenciones o pseudoproposiciones o

‗instrucciones‘ como erróneamente interpretaba Popper. Popper

muestra su desinterés por entrar en ese tema aunque una vez que se ha

traído a colación Popper confirma que nunca malinterpretó el

concepto de leyes naturales de Wittgenstein:

No supe exactamente lo que Wittgenstein decía y otros tampoco lo

sabían pero se publicó —Stadler apunta que fue en las discusiones de

Wittgenstein con Schlick y Waismann—Vi los escritos de Waismann

hace un año aproximadamente por primera vez y comprobé que

Wittgenstein expresamente decía que la verificación y la falsificación

son totalmente simétricas. Exigía de manera bastante explícita una

verificación completa. De manera que en ese punto dijo precisamente

lo mismo que en su momento yo interpreté161

.

159

M. Schlick, ―The Turning Point in Philosophy‖, 55-56.

160 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 174.

161 H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 485.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 323

Popper intenta reflejar lo que a su juicio quieren decir

Wittgenstein y Schlick cuando hablan de las leyes naturales como

‗instrucciones para la formación de enunciados‘: estas instrucciones

son útiles o inútiles, prácticas o inadecuadas, pero no verdaderas o

falsas162

. Dahms considera que la fuente de la confusión surgió porque

Wittgenstein entendió todo el verificacionismo —‗el significado de una

proposición es el método de su verificación‘— como una teoría del

significado de las proposiciones matemáticas y al principio exigió la

completa verificación de las proposiciones matemáticas y después

parece que transfirió esto de alguna manera a las proposiciones

empíricas, lo que Popper replicó: ―todavía sigo sin entender cómo

hizo esto pero lo hizo163

.

En cuanto a su relación los miembros del Círculo de Viena más

cercanos a Wittgenstein, Popper reconoce que Schlick y él tuvieron

una relación menos amistosa y que no fue invitado a las reuniones de

Schlick debido a su mala relación con su admirado Wittgenstein:

[Schlick] me conocía poco y no creo que estuviese escandalizado por

mi crítica pero me parece que estaba muy identificado con

Wittgenstein y esta era la razón164

.

Popper relata que su trato con Waismann fue muy bueno ya que

―a pesar de ser un wittgensteiniano declarado‖ tenía una mente

amplia. La escuela wittgensteiniana conduce a una serie de

proposiciones dogmáticas dentro de un círculo esotérico de iniciados,

aunque existen excepciones como Waismann cuyos escritos son claros

y no dogmáticos:

162

Cf. K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la Epistemología, 327.

163 H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 485-486.

164 H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 482 y 484-485.

324 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

No quisiera generalizar, por ejemplo, todo lo que he visto en los

escritos de F. Waismann es presentado como una cadena de

argumentos racionales y extraordinariamente claros, y completamente

libres de la actitud del ‗tómalo o déjalo‘165

.

Popper recuerda que ayudó a Waismann a trasladarse a

Cambridge y le vio después de la guerra, añade con indignación:

Me marché a Nueva Zelanda y Wittgenstein le trató con frialdad (...)

en Cambridge. Y era la única persona —porque todavía Waismann no

hablaba mucho inglés— que conocía en todo el país y estaba en la

misma ciudad y en la misma universidad y nunca le permitió que le

visitara. Wittgenstein nunca vio a Waismann cara a cara. Decía a sus

alumnos: si acudís a Waismann entonces no podréis volver conmigo

nunca más166

.

Y refiriéndose a la versión popular del Tractatus que Waismann

había intentado publicar desde 1929 y que Wittgenstein siempre

rechazó, Popper prosiguió diciendo que:

Wittgenstein decía: ―publícala pero me suicidaré‖ y sin embargo el

libro de Waismann The Principles of Liguistic Philosophy es muy

bueno —Dahms apuntó— al menos más fácil de entender que el

Tractatus167

.

165

K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 52.

166 H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 486.

167 H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 486.

POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 325

5.4.2.3 “The Future is Open. A Conversation with Sir Karl Popper”

(1994)

A. Chmielewski, profesor de filosofía de la Universidad de

Wroclaw en Polonia, sostuvo una conversación con K. Popper en la

casa de éste en Kenley, Surrey, el 29 de julio de 1994 seis semanas

antes de la muerte de Popper y fue una de las últimas entrevistas que

concedió168. Durante la conversación se abordaron temas diversos

como los Presocráticos, Einstein, Tarski, cuestiones de epistemología

y temas de actualidad como la caída de los regímenes totalitarios y las

corrientes de la filosofía británica contemporánea. El entrevistador

comenta la fuerte influencia de Wittgenstein —―con quien usted ha

sido siempre muy crítico‖— que se sentía en muchas áreas de la

filosofía particularmente la filosofía de su último periodo. Popper

lamenta que la filosofía contemporánea está dominada por diferentes

modas por el peligro que supone sucumbir a las modas en la ciencia o

en filosofía. Para Popper existe un contraste entre el interés del

Tractatus aunque no estuviese de acuerdo en muchos puntos y

Philosophical Investigations. que le parece un libro extremadamente

aburrido:

Lamentablemente es verdad. Es terrible. En verdad pienso que

la filosofía británica contemporánea es muy mala (...) nada

interesante (...) aburrida. Es muy aburrida (...) el segundo libro

de Wittgenstein es extremadamente aburrido. Su primer libro,

Tractatus Logico-Philosophicus, era de una clase muy

diferente. En general la filosofía está dominada por diferentes

modas: historicismo, estructuralismo, nuevo historicismo, post-

estructuralismo, postmodernismo y otras, que no son más que

modas filosóficas. Pero una moda en ciencia o en filosofía es

168

A. Chmielewski y K. Popper, ―The Future is Open. A Conversation with Sir Karl

Popper‖ en I. Jarvie y S. Pralong (eds.), Popper‟s Open Society after Fifty Years,

28-38.

326 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

algo terrible. Está ahí y no podemos hacer nada, pero es algo

que debe ser despreciado y no seguido169.

Una vez compendiadas las principales críticas de Popper a la

filosofía de Wittgenstein llega el momento de valorar algunas críticas

que se han hecho y de retomar la relación de ambos con el Círculo de

Viena, que es el punto de partida de la comparación que se hace en

este trabajo.

169

A. Chmielewski y K. Popper, ―A Conversation with Sir Karl Popper‖, 33.

Capítulo VI

Hacia una valoración global de las posturas de Popper, el Círculo de Viena y Wittgenstein

Este capítulo final aspira a recoger las principales

interpretaciones y críticas acerca de la vinculación entre Popper y

Wittgenstein y a cerrar la discusión que tuvo como punto de arranque

el análisis de la relación de ambos con el Círculo de Viena. En la

primera sección se da cuenta de la actual discusión de la filosofía de la

ciencia como disputa entre las posturas de Popper y las dos filosofías

de Wittgenstein. En la segunda sección se describen las

interpretaciones positivistas del Tractatus: la lectura empirista del

Círculo de Viena y la crítica racionalista de Popper. Se mencionan

algunas dificultades derivadas de la interpretación de lo inefable en

Wittgenstein. En la tercera sección se analizan las dos interpretaciones

de la relación entre las posturas de Popper y Wittgenstein frente al

positivismo lógico: la primera caracterización como posturas opuestas

e irreconciliables y la segunda como posturas complementarias, sin

pasar por alto que las diferencias que prevalecen. Se incluyen las

valoraciones de algunos autores acerca de las respectivas

epistemologías no fundacionistas. En la cuarta sección se abordan los

principales obstáculos para el diálogo filosófico entre Wittgenstein y

Popper: las dificultades de interpretación del método de Wittgenstein

y los temperamentos no filosóficos de ambos autores. La última

sección se dedica a una valoración más personal.

336 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

6.1 Popper y Wittgenstein en la filosofía de la ciencia del siglo XX

Popper se sitúa entre los grandes filósofos del siglo XX junto

con Russell, Wittgenstein y Heidegger1 y algunos autores incluyen en

este elenco a miembros del Círculo de Viena como Schlick, Carnap, y

Neurath2. Wittgenstein y Popper tuvieron en común la fuerza teórica

de su pensamiento y dieron lugar a líneas importantes de

investigación: Wittgenstein al empirismo lógico y a la filosofía del

lenguaje y Popper a la nueva filosofía de la ciencia. Exhibieron

propuestas novedosas en el contexto histórico-cultural y desarrollaron

metodologías originales para la reconstrucción del conocimiento una

vez destruida la imagen positivista de la ciencia, de manera que la

actual discusión de la filosofía de la ciencia puede ser interpretada

como una disputa entre las posturas de Wittgenstein y de Popper3.

Popper criticó consistentemente las dos filosofías prohijadas por

Wittgenstein y Wittgenstein es también el inspirador de las críticas

más importantes a Popper dirigidas por Kuhn, Toulmin e incluso

Feyerabend: están influidos por la segunda filosofía de Wittgenstein

aunque no necesariamente sean conscientes de ello ni defiendan la

filosofía del lenguaje ordinario4. El enfrentamiento con la teoría de la

ciencia de Kuhn —centrada en los factores psico-sociológicos— es la

polémica más importante que ha habido en torno a la postura de

Popper, centrada en factores lógicos. Las ideas de Kuhn, aun

conteniendo numerosos puntos débiles, muestran con claridad las

1 Cf. B. Magee, Confessions of a Philosopher, 211, y W. W. Bartley III,

Wittgenstein, 12. 2 Cf. H. Berghel, A. Hübner y E. Köhler (eds.), “Wittgenstein, The Vienna Circle

and Critical Rationalism”, Proceedings of the Third International Wittgenstein

Symposium, Vienna 1979, 15. 3 Cf. G. Radnitzky, “Tres estilos de pensar en la actual teoría de la ciencia. Sus

creadores: Wittgenstein I, Popper y Wittgenstein II”, Pensamiento, 35, 1979, 9-10. 4 Cf. T. Kuhn, The Stucture of Scientific Revolutions, The University of Chicago

Press, Chicago, 1996, 45 y 146-147, y The Essential Tension. Selected Studies in

Scientific Tradition and Change, The University of Chicago Press, Chicago, 1977,

121.

HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 337

amplias lagunas de la epistemología de Popper que deja de lado

factores importantes del desarrollo real de la ciencia5.

Wittgenstein y Popper son los antagonistas de mayor interés en

el cisma del empirismo lógico también debido a que llegaron a la

filosofía desde la lógica, las matemáticas y la física al igual que

algunos miembros del Círculo de Viena, a diferencia de la educación

filosófica sistemática de muchos de sus colegas británicos y a que

estuvieron más próximos al Círculo de Viena que a cualquier filósofo

de su tiempo6. Estuvieron más cercanos a Kant que los empiristas

lógicos y sus primeras experiencias filosóficas están relacionadas con

Schopenhauer. Magee sostiene que la revolución copernicana llevada

a cabo por Kant fue el giro más importante en la historia de la filosofía

y a través de Schopenhauer dio origen a tres líneas de pensamiento,

ajenas a la tradición del empirismo neo-humeano, representadas por

Nietzsche (y a través de él por el existencialismo moderno),

Wittgenstein (y a través de él por la moderna filosofía analítica) y

Popper (y a través de él por un racionalismo esencialmente crítico

basado en la ciencia)7. Wittgenstein y Popper fueron más atraídos por

el modelo de pensamiento de Boltzmann que del fenomenalismo

subjetivista de Mach, sin embargo ni Wittgenstein ni Popper fueron

capaces de ensombrecer la aceptación de Mach en el Círculo de Viena

de manera importante a pesar de las divergencias8. Ninguno de los

miembros del Círculo de Viena siguió el giro del último Wittgenstein

desde el lenguaje científico a los juegos del lenguaje9.

Popper desarrolló una fructífera e iluminadora teoría del

conocimiento empírico mediante la combinación de la visión kantiana

y el empirismo y fue el crítico más importante del Círculo de Viena.

5 Cf. M. Artigas, Karl Popper: Búsqueda sin término, 32-33.

6 Cf. H. Berghel, A. Hübner y E. Köhler (eds.), “Wittgenstein, The Vienna Circle

and Critical Rationalism”, 15, B. Magee, Confessions of a Philosopher, 166 y 318-

319 y A. Wood, “Russell‟s Philosophy. A Study of its Development” en B Russell,

My Philosophical Development, 203. 7 Cf. B. Magee, Confessions of a Philosopher, 166.

8 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 175-176.

9 Cf. M. Hacohen, The Formative Years, 274.

338 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Su crítica se dirigió al criterio verificacionista de demarcación y

especialmente al ideal de ciencia del empirismo lógico; propuso un

nuevo ideal de ciencia y dio un giro copernicano en la metodología10

.

La lógica de las ciencias de Popper constituye una contribución de

primer orden no sólo para la epistemología sino también para la

ciencia —Popper motivó e integró más y mejor a los científicos que

Wittgenstein y el Círculo de Viena— y por esto ha sido considerado

uno de los más grandes filósofos de la ciencia:

Popper tiene derecho a reclamar su puesto en el panteón filosófico,

precisamente por haber sido capaz de elaborar todo un sistema

partiendo del siguiente destello: sólo podemos acercarnos a la verdad

guiándonos por su sombra11

.

El significado real del trabajo de Popper apenas ha empezado a

emerger. Las ideas de Popper llegaron a tal profundidad que el

carácter revolucionario de sus consecuencias no resulta obvio y es raro

encontrar buenos conocedores de sus ideas12

. Dice cosas mucho más

interesantes que otros filósofos, su estilo es transparente pero su

pensamiento es mucho más complejo de lo que parece a primera vista

entre otras razones porque su obra no es sistemática13

. Muchos

filósofos profesionales no han leído sus libros y piensan que saben de

Popper todo lo que necesitan saber y generalmente asocian dos o tres

grandes ideas con el nombre de Popper —la falsabilidad, la negación

de una lógica inductiva, las críticas a Platón y a Marx— pero el

conocimiento de su obra raramente va más allá. A esto debe añadirse

10

Cf. B. Magee, Confessions of a Philosopher, 211 y 457-458 y G. Radnitzky, “Tres

estilos de pensar en la actual teoría de la ciencia. Sus creadores: Wittgenstein I,

Popper y Wittgenstein II”, 5. 11

J. Arana, “Los dos problemas fundamentales de la filosofía de Popper. Libertad y

verdad en una sociedad abierta”, Atlántida, 10, 1992, 211. 12

Cf. P. Munz, Our Knowledge of the Growth of Knowledge, x-xi y Philosophical

Darwinism. On the Origin of Knowledge by Means of Natural Selection, Routledge,

London, 1993, 12. 13

Cf. M. Artigas, Lógica y ética en Karl Popper, Eunsa, Pamplona, 1998, 11.

HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 339

que las polémicas acerca de su obra provocadas por los marxistas

durante varias décadas y por algunos de sus discípulos en otras

ocasiones, no han contribuido a clarificar las cosas. B. Magee fue

amigo y defensor de Popper y es uno de los filósofos que más se han

esforzado en promover la comprensión de Popper dentro de la

filosofía británica porque está persuadido que “la sustancia, el peso, la

originalidad y el rango del trabajo de Popper no se encuentran juntos

en ningún filósofo actual”14

.

Popper nunca estuvo de moda porque buscó nuevas ideas con

independencia de los principales sistemas de pensamiento en auge, y

por su estilo de atacar nunca fue popular a diferencia de Wittgenstein

que estuvo de moda y tenía verdaderos apóstoles. No obstante, el

interés por el trabajo de Popper ha permanecido a lo largo de medio

siglo y va en aumento: no hay debate sobre filosofía de la ciencia en la

actualidad en el que no se mencionen sus ideas, aunque con frecuencia

no se menciona su nombre15

.

Popper fue un autor de profunda originalidad que no se limitó a

criticar las ideas de otros sino que en cada caso ofreció una alternativa

al sistema de pensamiento que atacaba. Sus planteamientos han

recibido mucho menos atención que sus críticas y esto, en opinión de

algunos autores, no es sorprendente debido a que Popper ha sido un

formidable y efectivo crítico de varias ortodoxias a gran escala en el

siglo XX —entre las que se incluyen el positivismo lógico y la

filosofía del lenguaje—, y a que los filósofos del lenguaje

—convencidos de que la tarea de la filosofía es el análisis de los

conceptos— se muestran incapaces de desarrollar ideas positivas a

gran escala y se concentren casi completamente en las críticas16

.

Popper tuvo la particular desgracia de vivir la mayor parte de su

carrera, tanto en Austria como en Inglaterra, en tiempos y lugares

dominados por Wittgenstein. El Tractatus de Wittgenstein primero, y

posteriormente la filosofía orientada hacia el lenguaje ordinario, y con

14

B. Magee, Confessions of a Philosopher, 211. 15

Cf. M. Hacohen, The Formative Years, 2. 16

Cf. B. Magee, Confessions of a Philosopher, 211.

340 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

ello la última filosofía de Wittgenstein, encontró resonancia en

Inglaterra, durante muchos años la filosofía de Wittgenstein fue más

influyente que la de cualquier otro filósofo. Por el contrario, la

recepción de Popper en el mundo anglosajón se retrasó debido a su

exilio en Nueva Zelanda y a que The Logic of Scientific Discovery, se

tradujo por primera vez al inglés en 1959. Popper nunca se asimiló a

la llamada filosofía profesional británica precisamente por su defensa

de que existen genuinos problemas filosóficos, y en la filosofía

británica prevalecía la idea wittgensteiniana de que los problemas

filosóficos son meros rompecabezas lingüísticos17

. La filosofía de

Wittgenstein también fue la que se criticó con más fuerza y un caso

particular fue la crítica de Popper18

.

Estas son las principales razones del olvido del que Popper ha

sido víctima por parte de sus colegas, si se compara con la influencia

que ha tenido fuera de su profesión. Popper tuvo honores al final de su

vida y fue conocido en la esfera internacional —más fuera que dentro

de Inglaterra donde vivía— a diferencia de Wittgenstein que nunca

recibió honores y fue escasamente conocido fuera de la filosofía. La

influencia de Wittgenstein se dio entre filósofos y artistas y la de

Popper en esferas más prácticas como el mundo de los negocios, la

política y la ciencia.

Entre los defensores de Popper existe la persuasión de que el

momento de Popper en el mundo académico está por llegar como a

Wittgenstein ha llegado su momento: sus ideas son objeto de estudio e

incluso de especialización en universidades de todo el mundo medio

siglo después de su muerte19

. A pesar del retraso en la recepción de

Popper entre los filósofos ingleses y americanos, los temas de las

principales revistas especializadas y la acogida de los dos volúmenes

editados por Schilpp sobre la filosofía de Popper dan pie a suponer

que el influjo de la metodología popperiana podría acrecentarse en los

17

Cf. I. Grattan-Guinness, “Bertrand Russell After Twenty Years”, 303-304. 18

Cf. W. W. Bartley III, Wittgenstein, 149. 19

Cf. B. Magee, Confessions of a Philosopher, 193-194.

HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 341

próximos años20

. Los estudios recientes de la literatura especializada

sobre totalitarismo y metodología de la ciencia le mencionan con más

frecuencia que a ningún otro filósofo incluyendo a Arendt,

Wittgenstein y Kuhn21

. Otros autores son menos optimistas al respecto

y reconocen que Popper es escasamente mencionado en los círculos

académicos y hablan incluso que Popper nunca vio florecer sus ideas

como merecían, de manera que el racionalismo crítico puede ser

calificado como una de las más grandes oportunidades intelectuales

perdidas de la segunda mitad del siglo XX22

.

6.2 Lecturas positivistas del Tractatus

Russell hizo una lectura logicista del Tractatus, —lo interpretó

en el sentido de su propio atomismo lógico y del trabajo de

Wittgenstein desprendía el principio de extensionalidad (todas las

proposiciones del lenguaje pueden ser construidas a partir de

proposiciones elementales) y el principio de atomicidad (todo juicio

acerca de lo complejo puede ser analizado mediante un juicio sobre

sus constituyentes y en las proposiciones que describen

completamente lo complejo)23

—, el Círculo de Viena incorporó el

Tractatus en clave empirista y Popper llevó a cabo una crítica

racionalista del Tractatus. Las tres lecturas tienen en común que son

interpretaciones positivistas de la primera obra de Wittgenstein sin

embargo no llegan a un acuerdo ni consiguen dar cuenta del conjunto

20

Cf. G. Radnitzky, “Entre Wittgenstein et Popper. Philosophie analytique et théorie

de la science”, 9. 21

Cf. P. Hedström, R. Swedberg y L. Udéhn, “Popper‟s situational Analysis and

Contemporary Sociology”, Philosophy of the Social Sciences, 28, 1998, 342-343. 22

D. Miller, Philosophy: Problems, Aims, Responsibilities. Conference to Mark the

10th

Anniversary of the Death of Karl Popper (1994-2004),

<http://ww2.warwick.ac.uk/fac/soc/philosophy/staff/miller/phpar/>, Primer anuncio,

2 de noviembre de 2003. 23

Cf. B. Russell, Logical Atomism en A. J. Ayer, Logical Positivism, 31-52.

342 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

del texto y, lo que es más importante, parece que no se percatan de las

verdaderas intenciones del autor al separar lo decible y lo indecible24

.

6.2.1 La lectura empirista del Círculo de Viena y la lectura

racionalista de Popper

La obra más citada en la literatura del positivismo lógico es sin

duda el Tractatus pero al mismo tiempo es quizás una de las menos

bien entendidas25

. Como se ha visto en el capítulo IV, los miembros

del Círculo de Viena interpretaron puntos del Tractatus en apoyo de

su postura antimetafísica y cientista sin tomar en cuenta que

Wittgenstein se mantuvo ajeno a cualquier cruzada antimetafísica y su

postura no fue nunca cientista como se verá más adelante. Los

empiristas lógicos vieron en el análisis lógico del lenguaje el

instrumento para eliminar el sinsentido cuando Wittgenstein había

propuesto el análisis lógico del lenguaje como elemento de

clarificación. Definieron el objeto en términos de experiencia sensible

del sujeto y Wittgenstein rehusó decir lo que entendía por objeto en el

Tractatus. Adoptaron la perspectiva lógica al abordar los problemas

filosóficos y la verificabilidad como criterio de significado mientras

que Wittgenstein se limitó a subrayar la imposibilidad de formular

enunciados con sentido que no sean figuras lógicas de los hechos.

Interpretaron lo no empírico o no lógico como carente de sentido

cuando Wittgenstein había propuesto más modestamente que todo lo

que no fuesen figuras lógicas de hechos no puede ser dicho. En estos y

otros puntos los positivistas lógicos erigieron en dogmas

24

Cf. J. F. Malherbe, “Interpretations en conflit à propos du Traité de Wittgenstein”,

180-204. 25

Cf. A. J. Ayer, Logical Positivism donde las referencias a Wittgenstein son incluso

más numerosas que las referencias a otros autores como Hume, Frege o Russell.

HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 343

epistemológicos lo que Wittgenstein consideró como simples

limitaciones de nuestro lenguaje26

.

Los miembros del Círculo de Viena hicieron una interpretación

demasiado simple de las ideas de Wittgenstein y subieron por la

escalera que ofrecía en el Tractatus pero no siguieron su consejo de

arrojarla después27

. J. Sádaba afirma que si se toma en cuenta además

que lo realmente importante en Wittgenstein fue lo que calló la

conclusión es que el Círculo de Viena “resbaló por Wittgenstein sin

enterarse”28

. Otros autores rechazan esta valoración y defienden los

elementos comunes profundos entre Wittgenstein y el Círculo de

Viena29

. Algo semejante ocurre con Popper: sus defensores consideran

que atacó consistentemente las dos filosofías de Wittgenstein en uno

de los elementos comunes esenciales a las dos filosofías de

Wittgenstein al subrayar que las discusiones acerca del significado de

las palabras no clarifican el pensamiento y corren el riesgo de alejarse

de los temas sustanciales. Popper estaba abierto a los innumerables

problemas de naturaleza genuinamente filosófica que el mundo nos

presenta y convencido que ningún problema de envergadura se podría

resolver mediante el simple análisis clarificador de nuestros conceptos

y nuestros métodos. Popper estaba persuadido de que ni él ni los

miembros del Círculo de Viena habían malinterpretado a Wittgenstein

que rechazó el Tractatus por errores acerca del significado que Popper

había denunciado antes30

.

Mientras que los defensores de Popper le consideran el

antipositivista decisivo que propuso los argumentos que conducirían a

la disolución del positivismo lógico31

, otros autores por el contrario

sostienen que la lectura racionalista que Popper hace del Tractatus

26

Cf. J. F. Malherbe, “Interpretations en conflit à propos du Traité de Wittgenstein”,

188-189. 27

Cf. M. Artigas, El desafío de la racionalidad, Eunsa, Pamplona 1999, 28. 28

J. Sádaba, Conocer Wittgenstein y su obra, 12. 29

Cf. K. Lehrer y J. C. Marek (eds.), Austrian Philosophy Past and Present. Essays

in Honor of Rudolf Haller, xi. 30

Cf. B. Magee, Popper, Grijalbo, Barcelona, 1974, 52-53. 31

Cf. B. Magee, Popper, 48-49.

344 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

está limitada precisamente por elementos positivistas en su filosofía,

por haber criticado al Wittgenstein interpretado por el Círculo de

Viena y no haber reparado en los elementos antipositivistas del

Tractatus. La interpretación de Wittgenstein en relación a lo decible y

lo indecible no es fácil y tampoco resultó evidente para sus

contemporáneos la evolución de las ideas de Wittgenstein. El

racionalismo crítico de Popper comparte los presupuestos logicistas

del empirismo lógico especialmente el dualismo entre saber y acción,

separa las normas de los hechos, la ética de la ciencia, las cuestiones

lógicas de las cuestiones empíricas, psicológicas o sociales, y esto

constituye el núcleo de las dificultades de la filosofía de Popper.

Algunos autores sugieren que la resistencia de Popper a involucrarse

en la psicología del descubrimiento en aras de la lógica del

descubrimiento le convierte más en un positivista de lo que está

dispuesto a admitir32

.

Stadler sostiene que Popper mantuvo un dualismo entre filosofía

y ciencia pero no convirtió su posición antimetafísica en un dogma y,

a diferencia de Wittgenstein y de los miembros del Círculo de Viena,

se adhirió a transiciones graduales y a demarcaciones tentativas entre

las proposiciones empíricas y no empíricas33

. El diálogo de Popper

con los positivistas puede llevar a una falsa imagen de la filosofía de

Popper, atribuyéndole tesis positivistas que nunca compartió, pero al

mismo tiempo su defensa de la metafísica frente a los ataques

positivistas puede llevar a creer que Popper admite el valor de la

metafísica en su sentido tradicional, lo cual no es verdad. Popper se

limita a señalar que pueden existir y de hecho existen problemas que,

aunque no sean científicos, tienen sentido, y que se puede argumentar

acerca de ellos. La defensa de la metafísica que hace Popper en

realidad es una destrucción de la metafísica más profunda que la

32

Cf. A. Janik, “Review of Hacohen‟s Intellectual Biography of Karl Popper”,

Central European History, 35, 4, 2002, 613. 33

Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 447.

HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 345

pretendida por los positivistas, porque está envuelta en un ropaje

equívoco que se presenta incluso como defensor de lo que destruye34

.

Desde el punto de vista de la estricta lógica del conocimiento,

Popper desplaza los problemas que advierte en el empirismo lógico:

sustituye las paradojas de la inducción y de la verificación y las

dificultades del psicologismo como fundamento epistemológico de los

enunciados de base por su paradoja de la corroboración de las

hipótesis falsificantes y las dificultades de su decisionismo crítico e

incurre en el dogmatismo que él mismo ha rechazado, ya que no

analiza las condiciones, lógicas o empíricas, bajo las cuales han de

tomarse estas decisiones35

. Popper no resuelve ningún problema real

acerca de la inducción, se limita a negar totalmente su existencia a

todos los niveles y a afirmar que, a pesar de ello, es posible solucionar

el problema de la demarcación, que tal como lo plantea tampoco es un

problema que corresponda a la realidad del conocimiento. Construye

un adversario —el “inductivismo”— y plantea un falso dilema. Se

limita a considerar las relaciones lógicas entre enunciados, deja fuera

la abstracción e ignora el papel fundamental de la inducción en el

conocimiento ordinario y en el conocimiento científico36

. Otros

autores reconociendo que el pensamiento popperiano marca un

progreso claro respecto del empirismo lógico, consideran que Popper

fue un neopositivista que opuso al empirismo lógico un racionalismo

no menos logicista que se ha mostrado fecundo en la medida en que se

le considera una autocrítica37

. Finalmente hay quienes tachan a Popper

de „supuesto antipositivista‟ y le acusan de contribuir a crear una

imagen estereotipada del Círculo de Viena38

.

34

Cf. M. Artigas, Karl Popper: Búsqueda sin término, 118-120. 35

Cf. J. F. Malherbe, La Philosophie de Karl Popper et le Positivisme Logique,

286-288. 36

Cf. M. Artigas, Karl Popper: Búsqueda sin término, 63-70. 37

Cf. J. F. Malherbe, La philosophie de Karl Popper et le Positivisme Logique,

capítulo 9. 38

Cf. K. Lehrer y J. C. Marek (eds.), Austrian Philosophy Past and Present. Essays

in Honor of Rudolf Haller, xi.

346 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Por otra parte —continúan los críticos de Popper— su crítica no

se dirige al Wittgenstein real sino al interpretado por los positivistas

lógicos. Popper consideró que Wittgenstein junto con los miembros

del Círculo de Viena eran antimetafísicos y criticó el ataque cerril a la

metafísica occidental dirigida por ellos porque manifestaba un viejo

absolutismo filosófico y podía conducir a callejones sin salida39

.

Popper fue más duro que Wittgenstein en su crítica al neopositivismo

y salió vencedor pero golpeó al empirismo lógico precisamente en el

Tractatus hábilmente arrebatado a su autor y privado de su sentido

original. Al denunciar las tesis del Tractatus como fundadas sobre un

“dogmatismo reforzado” Popper no sólo criticó a los que fundaban sus

propias construcciones dogmáticas sobre la lectura incompleta, y por

tanto deformada, del Tractatus, sino que lamentablemente involucró

en la derrota al mismo Wittgenstein, haciendo así, en última instancia

aún más difícil la recuperación filosófica40

. Popper se quejó de que su

crítica no había sido tomada en cuenta por los comentadores de

Wittgenstein41

, pero si el Wittgenstein rechazado por Popper es el

“escritor sagrado” a quien el positivismo lógico atribuyó la redacción

de su biblia no es de extrañar que los exegetas del Tractatus no se

hayan preocupado en absoluto de las críticas de Popper al “primer”

Wittgenstein42

.

Popper no percibió los elementos antipositivistas del Tractatus

que se acercaban más a sus propias posiciones que a las de los

empiristas lógicos. Las “proposiciones elementales” del Tractatus

están más cercanas a los “enunciados básicos” de Popper que a los

“enunciados protocolares” de Schlick y Carnap. Popper opuso su

deductivismo al inductivismo del Círculo de Viena y el Tractatus es

una exposición de tipo deductivo43

. Aunque no se advierta un cambio

39

Cf. M. Hacohen, The Formative Years, 22. 40

Cf. P. Lucchetta, “Popper interprete di Wittgenstein”, 327. 41

Cf. K. Popper, Autobiography, 93. 42

Cf. J. F. Malherbe, “Interpretations en conflit à propos du Traité de Wittgenstein”,

188-189 y 192. 43

Cf. J. F. Malherbe, “Interpretations en conflit à propos du Traité de Wittgenstein”,

190.

HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 347

formal entre el concepto de método científico del Tractatus44

y el de

Philosophical Investigations45

en los cuales Wittgenstein aparece

todavía casado con la perspectiva “inductivista” tradicional, su

concepción de la ciencia estaba lejos de ser “justificacionista”.

El inductivismo de Wittgenstein, quizás por influencia de Hertz,

fue siempre de tipo hipotético-deductivo, insistiendo en que las leyes

científicas eran esquemas lógicamente construidos que ayudan a

organizar y unificar nuestras proposiciones acerca de la experiencia46

.

Popper interpretó el tema de las leyes científicas en el sentido de los

empiristas lógicos y no en el sentido de Wittgenstein: ni las leyes ni

las teorías han de verse como generalizaciones empíricas sino como

reglas a priori que nos permiten formular descripciones de todos los

posibles hechos de un cierto tipo47

. Popper subraya que la distinción

wittgensteiniana entre lo que puede ser dicho y lo que no implica el

rechazo de lenguaje significativo de las hipótesis científicas y dirige la

misma crítica a Carnap que acaba rechazando la ciencia en su intento

por eliminar la metafísica48

. En efecto una hipótesis científica tiene

siempre la forma de enunciado universal y no se ve de qué manera un

enunciado de este tipo puede ser una función de verdad de

proposiciones elementales, que era la condición de Wittgenstein para

las proposiciones con sentido49

.

Wittgenstein no se consideraba positivista ni antimetafísico y

lamentaba que uno de los malos entendidos más importantes del

Tractatus era la idea de que es una obra escrita con espíritu

antimetafísico:

44

Cf. L. Wittgenstein, Tractatus, 6.3 y 6.372. 45

Cf. L. Wittgenstein, Philosophical Investigations, §§472-486. 46

Cf. L. Wittgenstein, Tractatus, 6.341. 47

Cf. J. Griffin, Wittgenstein’s Logical Atomism, Oxford University Press, Oxford,

1964. 48

Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, 253-254. 49

Cf. K. Popper, The Open Society, II, 293-294.

348 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Toda mi inclinación, y me parece que la de cualquiera que trate de

escribir o hablar sobre ética o religión, es superar las fronteras del

lenguaje. Esta carrera contra los muros de nuestra prisión es

absolutamente inútil. La ética en cuanto surge del deseo de decir algo

acerca del sentido de la vida, el bien absoluto y el valor absoluto no

puede ser ciencia. Lo que dice no añade nada a nuestro conocimiento

en ningún sentido. Pero es un hecho la tendencia en la mente humana

que personalmente no puedo más que respetar profundamente y nunca

en mi vida voy a ridiculizar50

.

Wittgenstein pretendió a su manera que el Tractatus arrojara luz

sobre la metafísica, la ética y el significado de la vida51

. El Tractatus

no tiende a eliminar el discurso no científico aunque considera que la

actividad filosófica es un mal necesario o inevitable, una perversión

del lenguaje —las cuestiones tradicionales de la filosofía son un

discurso carente de sentido y por tanto parasitario— y una actividad

vana que nunca termina porque siempre van a surgir cuestiones

metafísicas. Al mismo tiempo la manifestación de su vanidad muestra

su importancia y envergadura porque en la impotencia filosófica se

manifiesta el elemento místico52

. Wittgenstein estaba persuadido que

los grandes problemas de la vida del hombre no pueden ser tratados

con un lenguaje que esté fuera de la historia, del ambiente social y no

cabe un lenguaje científico para estas materias53

.

La filosofía, según Wittgenstein, tiene por único objetivo

separar lo posible de lo imposible, delimitar el dominio de las

proposiciones con sentido (las de las ciencias) y rechazar cualquier

otra proposición54

pero intentar establecer los límites entre lo que tiene

50

Palabras de Wittgenstein durante la única conferencia „popular‟ que dio en su vida

en Cambridge en noviembre de 1929 recogidas en R. Monk, The Duty of Genius,

277. 51

Cf. B. Mc Guinness, El joven Ludwig, 117. 52

Cf. L. Wittgenstein, Tractatus, 6.421 y Philosophical Investigations, § 108. 53

Cf. J. F. Malherbe, “Interpretations en conflit à propos du Traité de Wittgenstein”,

203. 54

Cf. L. Wittgenstein, Tractatus, 6.53.

HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 349

sentido y lo que no lo tiene significa traspasar esos límites y acerca de

esto es preciso callar55

. Respecto al estatus de la ciencia la posición

del Tractatus es doble: por una parte sólo la ciencia natural tiene valor

cognitivo y por otra no explica nada56

. El discurso físico (científico)

nunca es completamente satisfactorio y por eso el abundante bagaje de

instrumentos lógicos (neopositivistas) del Tractatus finalizan con un

sentido ético: la destrucción de la idolatría del lenguaje científico

basado en el reconocimiento de que existen problemas más

importantes57

.

55

Cf. L. Wittgenstein, Tractatus, 6.522 y 7. 56

Cf. B. Mc Guinness, El joven Ludwig, 408. 57

Cf. J. F. Malherbe, “Interpretations en conflit à propos du Traité de Wittgenstein”,

203-204.

350 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

6.2.2 La interpretación de lo indecible en Wittgenstein

En Wittgenstein existen muchos contrastes y con razón afirma

von Wright que él mismo es un enigma:

El autor de las proposiciones “El enigma no existe” y “todo lo que

puede decirse pude decirse con claridad” era él mismo un enigma, y

sus frases tienen un contenido que con frecuencia yace profundamente

bajo la superficie del lenguaje58

.

Esto explica en parte por qué los miembros del Círculo de

Viena, Popper e incluso sus primeros discípulos británicos se

inclinaron a pensar que al hablar de lo “indecible” Wittgenstein estaba

purgando el sinsentido metafísico con el objeto de construir un

lenguaje científico y no que estaba exponiendo la incapacidad del

racionalismo para abordar las cuestiones profundas de la vida59

.

¿Cuál era el significado de lo “indecible” o lo místico para

Wittgenstein? Ramsey sugirió que la metafísica para Wittgenstein era

“sinsentido pero un sinsentido importante”. Carnap reconoció la

predisposición del Círculo a descartar las dimensiones “metafísicas”

del Tractatus60

. Janik y Toulmin afirman que el Tractatus es un

escrito ético contrario a la recepción positivista61

, Malcolm, Pears y

muchos otros aceptan la lectura positivista62

.

Popper estudió cuidadosamente el Tractatus y lo rechazó como

una peligrosa combinación de racionalismo dogmático y misticismo63

.

58

G. H. von Wright, Wittgenstein, 34. 59

Cf. M. Hacohen, The Formative Years, 193. 60

Cf. R. Carnap, “Intellectual Autobiography”, 24-29. 61

Cf. A. Janik y S. Toulmin, La Viena de Wittgenstein, capítulos 6 a 8. 62

Cf. N. Malcolm, Nothing is Hidden: Wittgenstein’s Criticism of his Early

Thoughts, Blackwell, Oxford, 1986 y D Pears, Wittgenstein, Grijalbo, Barcelona,

1973. Ver también W. W Bartley III, Wittgenstein, especialmente el capítulo 2. 63

Cf. K. Popper, Los dos problemas fundamentales, 1, secs. 43-46.

HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 351

Le parece que Wittgenstein exhibe una falta de lógica intolerable en

un filósofo digno del nombre cuando pretende por una parte que los

enigmas no existen y por otra enuncia un cúmulo de proposiciones

que son un “sinsentido profundamente significativo”64

. Popper

consideraba que las fronteras entre las ciencias y de éstas con la

filosofía no eran rígidas y afirmó que “Wittgenstein exageró el abismo

entre lo decible y lo indecible, entre la ciencia y la filosofía”65

. La

invitación de Wittgenstein al silencio en la última proposición del

Tractatus —“de lo que no podemos hablar es mejor callar"—

manifestaba el error de conceder demasiado peso a la precisión del

lenguaje. Popper sostenía que era precisamente al enfrentar el enigma

cuando más vale la pena hablar e ilustró con numerosos ejemplos de la

historia de la ciencia que se habían dicho muchas cosas importantes e

interesantes que no se salvan de contener imprecisiones y que

afortunadamente se habían „salvado‟ de Wittgenstein66

.

Wittgenstein tenía razones poderosas para disociarse de los

positivistas lógicos y no sería justo explicar su reacción

exclusivamente como exhibición del temperamento de un hombre con

tendencias de prima donna. Al mismo tiempo se entiende que hayan

existido muy distintas valoraciones de su última filosofía y que los

filósofos de tendencia empirista la valoraran de forma negativa e

incluso como un retroceso en las ideas. En abierto contraste con

quienes consideraban que la última filosofía de Wittgenstein era la

obra de un genio. Feigl comparte la opinión de Russell y de Popper

que atribuyen el éxito del nuevo enfoque del „lenguaje ordinario‟ a

una cuestión de carisma y no de contenido. Russell consideraba que la

última filosofía de Wittgenstein había surgido de un cansancio hacia el

pensamiento serio y que Wittgenstein había inventado una doctrina

64

Cf. K. Popper, The Open Society, II, 297. 65

K. Popper, Autobiography, nota 301. 66

Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, 70 y 71 nota 10ª.

352 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

que haría innecesaria esta actividad y quería hacerse notar por su

evasión de las paradojas67

.

Popper consideraba que la influencia del último Wittgenstein en

muchas áreas de la filosofía era una moda peligrosa y veía un

profundo contraste entre el interés del Tractatus —aunque no

estuviese de acuerdo en muchos puntos— y el tedio que le producía el

contenido de Philosophical Investigations. Concedía que el análisis

del lenguaje era algo necesario pero no estaba de acuerdo con los

filósofos del lenguaje que, además de mostrar poco interés por la

ciencia, abandonaron la crítica y cometieron el grave error de

concentrarse en los usos del lenguaje68

.

Al convertirse en juez severo del positivismo lógico

Wittgenstein dio pie a la interpretación de un “segundo” Wittgenstein

como si repudiara todo su pasado neopositivista69

. Por otra parte no

era fácil —y menos para los intérpretes positivistas del Tractatus—

percatarse de que Wittgenstein estaba proponiendo un método para

buscar las condiciones de significado del lenguaje ordinario y que

desde esta perspectiva los dos momentos de su producción intelectual

resultaban partes de un todo unitario70

. Wittgenstein era consciente

que esta unidad de su pensamiento no resultaba evidente y ofreció, en

forma privada, la clave para entender correctamente los puntos

oscuros del Tractatus:

La motivación principal del libro es ética. Alguna vez he pensado en

incluir en el prefacio alguna frase que no aparece ahora pero que

escribiré para usted aquí porque quizás puede ser una clave para su

67

Cf. K. Popper, P. Strawson y G. Warnock, “The philosophy of Russell: II.

Discussion among Karl Popper, Peter Strawson and Geoffrey Warnock” en B.

Magee (ed.), Modern British Philosophy, 142 y M. Dummett, Origins of Analytical

Philosophy, Duckworth, London, 1993, 166. 68

Cf. A. Chmielewski y K. Popper, “A Conversation with Sir Karl Popper”, 33 y B.

Magee (ed.), Modern British Philosophy, 135-136. 69

Cf. P. Lucchetta, “Popper interprete di Wittgenstein”, 326. 70

Cf. J. F. Malherbe, “Interpretations en conflit à propos du Traité de Wittgenstein”,

192 y K. Lehrer y J. C. Marek (eds.), Austrian Philosophy Past and Present, xi.

HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 353

comprensión del libro. Lo que pretendí escribir entonces era esto: mi

trabajo tiene dos partes: la presentada aquí más todo lo que no escribí.

Y es precisamente esta segunda parte la importante. Mi libro traza

límites al ámbito de lo ético desde dentro y estoy convencido de que

esta es la ÚNICA manera rigurosa de trazar esos límites. En definitiva

considero que mientras hoy muchos se limitan a divagar, en mi libro

he conseguido poner todo firmemente en su lugar a base de callar al

respecto. Por esta razón, a menos que esté totalmente equivocado, el

libro dirá mucho de lo que usted mismo quiere decir, sólo que quizás

usted no verá que esté dicho en el libro. Por ahora le recomendaría que

leyese el prefacio y la conclusión porque contienen la expresión más

directa de la motivación principal del libro71

.

Philosophical Investigations se convierten en la verdadera obra

constructiva de Wittgenstein y el Tractatus es el pretexto.

Wittgenstein al afirmar que “la verdad de los pensamientos aquí

asentados me parece infalible y definitiva” y más adelante “quien me

entienda reconocerá finalmente que éstas (las proposiciones del

Tractatus) carecen de sentido”72

no expresa una extraña incoherencia

o una pretensión irracional y contradictoria, sino su proyecto lúcido y

premeditado de reducir el lenguaje lógico-científico a „poca cosa‟

precisamente a base de desarrollar y llevar hasta sus últimas

consecuencias sus aspectos más específicos y característicos: la

pretensión de correspondencia, la rígida consecuencialidad lógica, la

tautologicidad sustancial del lenguaje lógico-científico73

. El Tractatus

proporciona una especie de “negativo” de lo que quiere representar:

una obra coherente y racional cuyo sentido está “fuera”. El fallo del

lenguaje científico es la mejor introducción a la teoría del lenguaje

ordinario o al lenguaje como “forma de vida” de las Philosophical

71

Fragmento de una carta a Ludwig von Ficker, editor del diario Der Brenner, con

fecha probable entre septiembre y octubre de 1919, reproducida en P. Engelmann,

Letters from Ludwig Wittgenstein, 143-144. 72

Cf. L. Wittgenstein, Tractatus, 6.54. 73

Cf. B. Mc Guinness, El joven Ludwig, 408.

354 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Investigations, de aquí la persuasión de Wittgenstein de que las dos

obras debían ser publicadas juntas74

.

A la luz de la interpretación unitaria de la filosofía de

Wittgenstein, las críticas de Popper a la autorrefutación del Tractatus

resultarían injustas ya que las observaciones de Popper coinciden en

este caso, con las intenciones de Wittgenstein que acentúa y pone de

relieve el “dogmatismo reforzado” del lenguaje científico, mostrando

que la ciencia neopositivista más que colocarse como metafísica,

según su propia finalidad, se reduce a destruir el único instrumento de

progreso con que podía contar: las hipótesis científicas. Sin embargo

está lejos de ser evidente que Wittgenstein haya usado la teoría

neopositivista como una especie de artificio llegando cínicamente a

llevarla a sus consecuencias extremas autodestructivas. Los biógrafos

hablan de un Wittgenstein en proceso de cambiar sus ideas, basta con

pensar en Waismann y los sucesivos intentos fallidos, primero de

divulgar a Wittgenstein, más delante de dejar constancia de los

cambios en sus planteamientos y finalmente de escribir un libro

totalmente nuevo75

. Hintikka es de la opinión que debido al estilo de

filosofar peculiarmente dinámico de Wittgenstein incluso los más

cuidadosos estudios comparativos entre su primera y última filosofía

son sustitutos pobres de lo que sería una auténtica reseña del

desarrollo de los problemas que se planteó y de su evolución76

.

Popper no creía en la distinción entre un primer y un segundo

Wittgenstein en lo que le parecía ser el punto más importante del

Tractatus: la negación de la existencia de enigmas e identificaba

acertadamente que Wittgenstein no modificó en lo esencial su

concepción de la filosofía en ninguna de sus dos fases. Popper fue

consciente de que la negación de la existencia de genuinos problemas

filosóficos y la tarea clarificadora de la filosofía fueron una constante

74

Cf. L. Wittgenstein, Philosophical Investigations, x. 75

Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 284-285. 76

Cf. J. Hintikka, Ludwig Wittgenstein. Half-Truths and One-and-a-Half-Truths,

Kluwer, Dordrecht, 1996, 79-80 en donde el autor se refiere a estudios de expertos

como el de N. Malcolm, Nothing is Hidden.

HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 355

en el pensamiento de Wittgenstein: en el Tractatus la confusión se

despeja mostrando que una pretendida proposición filosófica no es

reducible a proposiciones elementales (que son pinturas de la

realidad), mientras que de acuerdo a su última filosofía la confusión se

aclara mostrando que se han aplicado mal las reglas de un

determinado juego de lenguaje, de manera que en este último caso se

da un paso más radical hacia el relativismo absoluto77

. Desde su

primer trabajo filosófico Wittgenstein incluía una serie de

observaciones que establecían de manera inequívoca su concepción de

la filosofía que permaneció invariable por el resto de su vida:

En filosofía no existen deducciones; es puramente descriptiva (...) la

filosofía no proporciona pinturas de la realidad y no puede ni

confirmar ni refutar la investigación científica. Consiste de lógica y

metafísica, la primera es su base. La epistemología es la filosofía de la

psicología. El recelo hacia la gramática es el primer requisito para

filosofar78

.

Popper parece creer en un único Wittgenstein, pero en el del

Tractatus que no obstante alguna actualización permanece

sustancialmente el mismo. La falta de elementos para una lectura de

Philosophical Investigations como „positivo‟ del Tractatus llevó a

Popper a tomar demasiado en serio los resultados lógico-científicos

del Tractatus sin darse cuenta que Wittgenstein estaba „bromeando‟ y

que el análisis riguroso del Tractatus se transforma en ironía del

lenguaje científico que poco puede hacer para resolver los verdaderos

problemas79

. Popper toma el Tractatus como clave de lectura para las

Philosophical Investigations pero no en el modo querido por

Wittgenstein, es decir como desarrollo y comentario del último

párrafo del Tractatus que había quedado aislado y como suspendido

77

Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, 69, nota 8. 78

L. Wittgenstein, “Notes on Logic” en Notebooks 1914-1916, 93. 79

Cf. P. Lucchetta, “Popper interprete di Wittgenstein”, 321.

356 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

en el aire80

. Un ejemplo es la interpretación que Popper hace del “uso”

como “criterio” que no admite la búsqueda de un “criterio de

aplicación”. Popper no parece percatarse de que nada está más lejano

del Wittgenstein de las Philosophical Investigations que la rígida

formulación de un criterio y que la palabra no está ya determinada

sólo por una relación término-objeto, sino que los términos están

condicionados por las reglas del juego lingüístico81

.

Algunos autores, como Lucchetta, son de la opinión que Popper

sospechaba los cambios de Wittgenstein pero no indagó más porque le

resultaba más cómodo pensar que las tesis wittgensteinianas

permanecían inalteradas —y con ellas los errores—, y consideran que

esto constituyó un prejuicio para su interpretación del segundo

Wittgenstein82

. Otros autores —quizás más conocedores de Popper

como es el caso de Munz— afirman que el conflicto entre

Wittgenstein y Popper fue causado en parte, y ciertamente agravado,

por el hecho de que Wittgenstein no publicó después del Tractatus y

por tanto, fuera de Cambridge, no había manera de conocer los

profundos cambios operados en su pensamiento. De hecho los

contemporáneos de Wittgenstein discutieron siempre con el

“segundo”, el que veía con sospecha un lenguaje científico único y

exhaustivo, y este fue el caso de Popper que acudió a la reunión del

Moral Science Club con intención de polemizar con el Wittgenstein

del Tractatus83

.

Cuando en 1953 se publicó Philosophical Investigations Popper

había perdido todo interés en buscar una posible relación entre sus

ideas y las de Wittgenstein, aunque ciertamente cuidó de matizar su

crítica. En Logik der Forshung (1934) había calificado a Wittgenstein

como neopositivista —más precisamente como esencialista— y en

1959 añadió una nota en The Logic of Scientific Discovery donde le

80

Cf. L. Wittgenstein, Tractatus, 7. 81

Cf. P. Lucchetta, “Popper interprete di Wittgenstein”, 323. 82

Cf. P. Lucchetta, “Popper interprete di Wittgenstein”, 314 y 318-319. 83

Cf. P. Munz, Our Knowledge of the Growth of Knowledge, 1 y “KP/LW”,

<[email protected]>, Correo electrónico personal, 10 de marzo de 2004.

HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 357

califica como instrumentalista, deja de insistir en su crítica a la teoría

pictórica del lenguaje y le sitúa en el contexto de una teoría del

lenguaje relativista84

.

6.3 Popper y Wittgenstein frente al positivismo lógico

El accidente histórico que supuso la publicación tardía

—póstuma— de Philosophical Investigations reforzó por mucho

tiempo la convicción de que Wittgenstein y Popper eran antagonistas

por definición. Sin embargo, los estudiosos se fueron dando cuenta de

que era posible encontrar semejanzas importantes y aspectos

complementarios entre el pensamiento de Popper y la última filosofía

de Wittgenstein.

6.3.1 Primera interpretación. Dos reacciones opuestas al

positivismo lógico

Popper y Wittgenstein representaban los dos polos principales

en la filosofía „inteligente‟ del siglo XX. Durante mucho tiempo

existió la convicción de que no podía haber diálogo entre ellos porque

no había terreno común. Munz en su calidad de alumno de Popper y

Wittgenstein lleva a cabo una primera interpretación en la que el

encuentro del atizador aparece como símbolo de dos reacciones

opuestas al positivismo lógico del Círculo de Viena85

. Las reacciones

de Popper y Wittgenstein frente al empirismo lógico estaban centradas

84

Cf. K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, 43. 85

Cf. P. Munz, “My Adventure with Popper and Wittgenstein”, Proceedings of the

Centennial Popper Conference, Christchurch, 2002, 1 y “Transformation in

Philosophy through the Teaching Methods of Wittgenstein and Popper”,

Proceedings of the 10th

International Conference on The Unity of the Sciences,

Seoul, Korea, 1981, The International Cultural Foundation Press, New York, 1982,

1235-1262,

358 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

en la solución al problema de la inducción entendido como la cuestión

de la relación de las palabras y la experiencia, o como el problema de

la demarcación entre la ciencia y la no-ciencia, y parecían agotar las

alternativas al positivismo86

. Al inicio aparecían como mutuamente

incompatibles y directamente contradictorias.

Popper intentó salvar el racionalismo desarrollando una filosofía

orientada biológicamente que denominó epistemología evolucionista.

Popper considera que el conocimiento es relativamente absoluto, ya

que existe auténtico conocimiento pero nunca puede ser final o

absoluto sino solamente “verosímil”. Estamos frente a una postura

evolucionista e histórica87

. La propuesta de Popper permanece abierta

a la refutación y supone un paso serio en la discusión filosófica. Su

método es la refutación de teorías mediante una selección crítica. El

progreso en el conocimiento no se consigue por inducción, sino

proponiendo teorías al entorno y haciendo que el entorno refute

muchas de esas teorías mediante una selección crítica y conserve las

teorías que el entorno no ha refutado88

.

Por su parte Wittgenstein abandonó el positivismo y desarrolló

una filosofía orientada sociológicamente. Casi al mismo tiempo que

Popper y algunos años después de la publicación de su libro

Wittgenstein confesó que cuando escribió el Tractatus pensaba que

existía una „relación entre lenguaje y realidad‟ y no tenía claridad

acerca del análisis lógico y las definiciones ostensivas. Ahora

consideraba que si el conocimiento no puede justificarse apelando a

los instrumentos que usamos —a proposiciones protocolares, a

observaciones, a los datos de los sentidos, si no podemos tener

proposiciones elementales que son pinturas de hechos elementales—,

entonces podemos justificar el conocimiento mostrando que está

basado en las normas prevalecientes o los hábitos de lenguaje de una

determinada comunidad de hablantes. Wittgenstein sostuvo que en

86

Cf. P. Munz, Our Knowledge of the Growth of Knowledge, 3. 87

Cf. P. Munz, “Popper and Wittgenstein”, 91. 88

Cf. K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, Sección 30, Párrafo 2 y

Objective Knowledge, Capítulo 7.

HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 359

cualquier cosa que hacemos o decimos estamos jugando un juego de

lenguaje y que la verdad y el significado de todo lo que decimos es

relativo a esos juegos de lenguaje particulares89

. De esta manera

exhibió un nuevo método de justificación, ya no mediante una certeza

sensible o experiencial sino mediante los hábitos de lenguaje de la

comunidad en la que estamos insertos90

.

Según Popper existe auténtico conocimiento pero nunca puede

ser final o absoluto sino solamente “verosímil” y para Wittgenstein no

existe verdadero conocimiento acerca del mundo porque siempre es

relativo a las reglas el juego de lenguaje en el que se formula91

. Munz

resumió la oposición entre Popper y Wittgenstein con la fórmula:

“para Popper todo el conocimiento es relativamente absoluto, mientras

que para Wittgenstein todo el conocimiento es absolutamente

relativo”92

. En estas dos posiciones —mutuamente incompatibles y

directamente contradictorias— se agotarían las posibilidades después

de la caída del positivismo. Munz considera que la postura de Popper,

evolucionista e histórica abierta a la refutación, era un intento de

salvar el racionalismo y representaba la única alternativa seria al

positivismo, mientras que la de Wittgenstein era una posición

antihistórica y antievolucionista que pretendía auto validarse, y que

condujo al irracionalismo postmoderno93

.

89

Cf. L. Wittgenstein, Philosophical Investigations, 83. 90

Cf. P. Munz, Our Knowledge of the Growth of Knowledge, 5-7. Para una crítica

más detallada acerca de los juegos del lenguaje en Wittgenstein, Cf. P. Munz,

“Popper and Wittgenstein” en M. Bunge (ed.), Critical Approaches to Science and

Philosophy, Free Press, London, 1964, 82-91. 91

Cf. P. Munz, Our Knowledge of the Growth of Knowledge, 18-19. Para una crítica

detallada al análisis del lenguaje como un procedimiento filosófico irracional y del

falsacionismo de Popper como una alternativa mejor porque es capaz de discusión

racional Cf. P. Munz, “Investigations of Philosophy”, Dialectica, 13, 1959, 57-80. 92

P. Munz, “My Adventure with Popper and Wittgenstein”, 6. 93

Cf. P. Munz, “Popper and Wittgenstein”, 91. Munz reconoce que cuando hizo esta

valoración estaba todavía polarizado y “amaba a Popper y odiaba a Wittgenstein”

(Cf. “KP/LW”, <[email protected]>, Correo electrónico personal, 10 de

marzo de 2004).

360 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Munz lamenta que ambas reacciones —el giro pragmático de

Wittgenstein y la epistemología evolucionista de Popper— han sido

oscurecidos por motivos diversos94

. La importancia de la alternativa

propuesta por Popper ha sido oscurecida porque el conocimiento que

se tiene de Popper se ha reducido muchas veces a que solucionó el

problema de la inducción y combatió los totalitarismos, y porque

incluso que se le considera como un filósofo de segunda categoría que

tuvo algunas disputas con Carnap acerca de la inducción y la

verificación. Y en el caso de Wittgenstein que su importancia real se

ha oscurecido precisamente por el efecto contrario, ya que se convirtió

en una figura de culto y muchos le citan sin entender el sentido de sus

palabras95

.

6.3.2 Segunda interpretación. Desarrollos complementarios

Bartley considera que existe una vinculación estrecha entre el

pensamiento de Popper y del último Wittgenstein en sus motivaciones

iniciales96

y para entender dicha vinculación es indispensable

entender, no sólo los movimientos científicos y filosóficos del mundo

inglés y americano, sino también el mundo cultural germano-

austriaco de principio de siglo y entreguerras, en particular la reforma

escolar de Glöckel, la escuela psicológica de Bühler —que tuvo

también implicaciones filosóficas— y el impacto que tuvo la

participación de Wittgenstein y de Popper en el movimiento de

94

Cf. P. Munz, Our Knowledge of the Growth of Knowledge, 18-19. Para una crítica

detallada al análisis del lenguaje como un procedimiento filosófico irracional y del

falsacionismo de Popper como una alternativa mejor porque es capaz de discusión

racional Cf. P. Munz, “Investigations of Philosophy”. 95

Cf. P. Munz, Our Knowledge of the Growth of Knowledge, 12 y 18. 96

W. W. Bartley III fue alumno y asistente de Popper en la London School of

Economics. Escribió una biografía de Wittgenstein, aunque no se consideraba

wittgensteiniano, y en 1980 emprendió la biografía de Popper pero murió en 1990 y

hasta donde se sabe el material no fue entregado a ningún otro experto. Cf. M.

Hacohen, The Formative Years, 11.

HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 361

reforma escolar en su respectivos planteamientos filosóficos97

.

Algunos miembros del Círculo de Viena estuvieron también

involucrados en el movimiento de reforma escolar98

. El mismo

Círculo de Viena, en su primer manifiesto se unía a los objetivos del

movimiento de reforma escolar (Cf. Manifiesto, 10)99

.

Bühler siguiendo a Külpe (el realista crítico que había criticado

el positivismo de Mach)100

, difería de Koffka, fundador de la escuela

de psicología de la Gestalt en algunos aspectos que les convirtieron en

rivales, pero compartía su oposición a la psicología asociacionista, al

reduccionismo, al conductismo, al positivismo y al atomismo

psicológico y rechazó la “teoría pictórica del lenguaje” o “atomismo

lógico”. La psicología asociacionista de Herbart veía la mente humana

como neutral y pasiva sin facultades innatas para producir ideas que

había llevado a una visión “atomista” del proceso enseñanza-

aprendizaje101

.

Wittgenstein se replanteó el atomismo lógico del Tractatus en su

contacto teórico-práctico con las ideas antiasociacionistas de la

reforma escolar. Bühler sugiere que el dibujo de representación es un

“juego de lenguaje” en el que el niño junto con otros niños están

involucrados. Este juego o actividad tiene su propias reglas que no son

las mismas del lenguaje verbal descriptivo de representación. Bartley

considera que Wittgenstein hizo psicología infantil desarrollada en

parte como polémica contra su atomismo inicial que era también

psicológico. El método pedagógico de Wittgenstein estaba en

consonancia con el espíritu de la reforma escolar, no porque estuviera

formalmente involucrado en la causa, sino porque aplicó dos

principios básicos que la animaban: el principio de “actividad propia”

—la gramática publicada por Wittgenstein es un ejemplo del intento

97

Cf. W.W. Bartley III, “Wittgenstein and Popper as Austrian Schoolteachers”, 307-

337. 98

Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 531. 99

Cf. W. W. Bartley III, Wittgenstein, 94 y F. Stadler, The Vienna Circle, 531. 100

Cf. W. Bartley, “Wittgenstein and Popper as Austrian Schoolteachers”, 313. 101

Cf. W. W. Bartley III, “Wittgenstein and Popper as Austrian Schoolteachers”,

308.

362 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

de fomentar la “auto-actividad”— y el de la “instrucción integrada”

(integración de los contenidos con el contexto). El período docente de

Wittgenstein —comprendido entre la terminación del Tractatus y su

vuelta a Cambridge en 1929— ha sido poco analizado porque la época

docente de Wittgenstein ha sido interpretada muchas veces como una

interrupción de su actividad filosófica102

.

El pensamiento de Popper puede ser analizado como el de un

profesor de escuela y un psicólogo de la Gestalt neokantiano. Las

ideas de Bühler, como se refleja en su tesis doctoral que fue una

defensa de las ideas de Bühler contra de las ideas fisicalistas

asociacionistas de Schlick, representó uno de los puntos de partida

más importantes del pensamiento de Popper. Durante algún tiempo

Popper estuvo involucrado en el movimiento de reforma escolar

colaborando con Adler —fundador de la psicología individual—,

publicó en Die Quelle en donde esbozó algunas de sus ideas

posteriores103

. También publicó numerosas reseñas de libros y

artículos sobre psicología y educación que revelan una gran

familiaridad con las publicaciones de Adler y de Bühler104

.

La filosofía de la ciencia de Popper no puede ser adecuadamente

entendida sin algún conocimiento de su formación en psicología y

educación a los que correspondían sus intereses iniciales de su

investigación, y su permanente visión antipositivista105

. La crítica

básica de Freud y Adler en Popper se convirtió en su principio

antipsicológico que otorgaba prioridad a la “lógica del

descubrimiento” sobre la “psicología del descubrimiento” y que le

llevaron al objetivismo y al realismo106

. Algunos autores piensan, con

razón, que la postura de Popper estuvo condicionada por su afán de

102

Cf. W. Bartley, “Wittgenstein and Popper as Austrian Schoolteachers”, 315-319. 103

K. Popper, “Die Gedächtnispflege unter dem Gesichtspunkt der Selbsttätigkeit”,

Die Quelle, 81, 1931, 607-619. 104

Cf. W. Bartley, “Wittgenstein and Popper as Austrian Schoolteachers”, 320-321

y F. Toccafondi, “De Karl Bühler à Karl R. Popper”, Philosophiques, 26, 2, 1999, 3-

40. 105

Cf. W. Bartley, “Wittgenstein and Popper as Austrian Schoolteachers”, 308. 106

Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 447.

HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 363

evitar todo lo que pueda parecer subjetivo ya que la consideración de

las convicciones personales de los sujetos y los estados subjetivos

referentes a la certeza no puede faltar al explicar la adquisición del

conocimiento. Además de que es posible en muchos casos justificar

adecuadamente la creencia107

. Los ataques de Popper al positivismo

pueden construirse como aplicaciones directas de los ataques de

Koffka y Bühler a los psicólogos asociacionistas. Incluso algunas de

sus ideas constructivas —incluyendo su énfasis en la refutabilidad en

conexión con el método hipotético deductivo— pueden encontrarse en

Gomperz. Bartley considera que el método de “making and

matching” de Bühler acerca de cómo enseñar a los niños a dibujar es

una propuesta virtualmente idéntica a la teoría popperiana de

conjeturas y refutaciones108

.

El análisis de Bartley muestra que el último Wittgenstein y el

Popper inicial comparten un convencionalismo respecto a las palabras.

Ambos ven las palabras como herramientas y en los dos —en

Popper de manera explícita y en Wittgenstein implícitamente— existe

un ataque al “esencialismo” respecto a las palabras. También

comparten un tipo contextualismo o configuracionismo. En

Philosophical Investigations, no tiene sentido hablar de una

correspondencia uno a uno entre los elementos del lenguaje y los

elementos de la realidad. Wittgenstein afirma que la simplicidad no es

asunto de absolutos sino que depende del contexto109

. Popper plantea

la cuestión de manera muy diferente pero se mantienen los parecidos

de familia. Lo relevante en el análisis de un objeto va a depender de la

teoría de la que nos ocupemos o estemos refutando. La red de

problemas, teorías y observaciones forman el contexto que determina

la simplicidad y complejidad relativas110

.

El análisis de los dos autores en este contexto permitió a Bartley

comprobar que último Wittgenstein y el Popper inicial están más

107

Cf. M. Artigas, Karl Popper: Búsqueda sin término, 84. 108

Cf. W. Bartley, “Wittgenstein and Popper as Austrian Schoolteachers”, 324. 109

Cf. W. Bartley, “Wittgenstein and Popper as Austrian Schoolteachers”, 326. 110

Cf. K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, Appendix 10.

364 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

relacionados entre sí que con el Círculo de Viena al que influyeron, de

manera que en su opinión Popper y Wittgenstein se han vinculado al

neopositivismo sólo por vía de “leyenda” 111

. Stadler considera

excesivo pretender que la moderna filosofía analítica y el racionalismo

crítico se originaron de la reforma educativa austriaca aunque admite

que existen ciertas conexiones importantes112

.

Por parte de Munz, Popper y el último Wittgenstein sostuvieron

una epistemología no-fundacionista o no-justificacionista y esto era

una base común para analizar los desarrollos de sus maestros ante el

positivismo lógico. Sin pasar por alto las diferencias de matiz, estilo,

metodología propuesta, talante e impacto en el mundo filosófico y

científico se fue dando cuenta que las deficiencias de Popper podían

subsanarse con las ideas de Wittgenstein y viceversa, y llegaron al

convencimiento de que incluso se necesitaban el uno al otro de

manera que, en su opinión, el encuentro del atizador de 1946 debería

haber tenido un desenlace diferente y terminado con una confesión de

amistad y apoyo mutuo113

.

La epistemología falibilista y la metodología de ensayo-error de

Popper se complementan con su visión no-fundacionista en la

presencia constante de un cuerpo de creencias que pertenecen a la

propia tradición cultural y que son condición previa para la

adquisición de conocimiento114

. No existe un punto de partida firme e

inamovible del conocimiento: “cuando creemos que estamos pisando

suelo firme y seguro —dice Popper—, todas las cosas son en verdad

inseguras y se encuentran en estado de continuo flujo”115

.

Wittgenstein se dio cuenta de que el atomismo lógico no podía

ajustarse a un mundo en el que no existe un único conjunto de hechos

atómicos o de proposiciones elementales, y abandona la idea de que

nuestros significados y nuestros juicios están firmemente asentados en

111

Cf. W. Bartley, “Wittgenstein and Popper as Austrian Schoolteachers”, 308. 112

Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 531. 113

Cf. P. Munz, Our Knowledge of the Growth of Knowledge, 1. 114

Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, 28. 115

K. Popper, “The Logic of the Social Sciences”, en T. Adorno et al., The Positivist

Dispute in German Sociology, Heinemann, London, 1976, 87.

HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 365

algo fuera de nosotros que se nos impone y nos mantiene en línea.

Wittgenstein exhortaba a tomar conciencia de nuestros juicios y del

modo de vida del que forman parte y a reconocer que no podemos

probar la corrección única de nuestra forma de vida ni de sus

conceptos asociados116

.

Popper y el último Wittgenstein rechazaron la noción de que el

conocimiento ha de ser probado y construido con relación a los

“fundamentos” proporcionados por la experiencia sensible o los

principios evidentes de la razón y consideraron que el conocimiento

humano es como una construcción que flota libremente, un producto

de la creatividad humana a lo largo de muchas generaciones, y que no

es necesario o quizás posible justificar pero que permite la adaptación

al entorno, la comprensión, control y configuración de la realidad en

la que se vive. Popper relaciona la tradición cultural con el método

científico y Wittgenstein con su concepto de “juegos de lenguaje” que

reflejan las “formas de vida” presentes en nuestra comunidad117

.

Para Wittgenstein la filosofía interviene cuando un término

falsea el juego. Empeñarse en mantener un significado fijo del término

representa un obstáculo epistemológico, y a veces no vale la pena

mantener un término, o el significado de un término, si hace imposible

el juego. Si se sustituye “juego“ por “conocimiento científico o

racional” y “término” por “teoría” aparece la teoría de la falsabilidad

de Popper: La filosofía interviene cuando una teoría falsea el

conocimiento científico o racional. Empeñarse en mantener un

significado fijo de la teoría representa un obstáculo epistemológico, y

a veces no vale la pena mantener una teoría, o el significado de una

teoría, si hace imposible el conocimiento científico o racional118

.

116

Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 326. 117

Cf. J. J. Ross, “The Tradition of Rational Criticism. Wittgenstein and Popper” en

H. Berghel, A. Hübner y E. Köhler (eds.), “Wittgesntein, The Vienna Circle and

Critical Rationalism”, 415-416.

118

Cf. P. Lucchetta, “Popper interprete di Wittgenstein”, 326.

366 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Popper conserva la idea de “verdad objetiva” y la teoría de la

correspondencia como representando el conocimiento ideal119

.

Wittgenstein rompe totalmente con la idea de correspondencia y

reconoce que deben existir creencias de naturaleza empírica, bien

enraizadas, que estén fuera de duda y que formen el cauce de nuestros

pensamientos se trata de las proposiciones firmes de sentido común

que Moore pretendía conocer con certeza120

. En ambos casos se trata

de un punto de partida convencional aunque no arbitrario, al que

Popper se refería cuando escribió que “la estructura audaz de las

teorías científicas se parece a un edificio construido sobre pilares

[que] que se hincan desde arriba”121

, y Wittgenstein describía en

términos constructivos cuando confesaba: “llegué a los fundamentos

de mis convicciones y encontré que están totalmente soportados por la

casa”122

.

El sentido común es el punto de partida y el núcleo central de

toda la tradición del conocimiento humano. En la práctica algunas

creencias de sentido común deben ser infalibles para proporcionar la

firmeza necesaria para un punto de partida sólido en nuestra búsqueda

de la verdad. Moore y Wittgenstein no consiguen distinguir entre las

ideas que son propiamente de sentido común y por tanto inmutables

en la práctica y las que son sólo periféricas al sentido común123

.

Popper reconoce que el sentido común es el punto de partida pero lo

ve como algo “vago e inmutable, las intuiciones y opiniones de

algunos hombres que son a menudo adecuadas o verdaderas y a

menudo inadecuadas o falsas”124

.

119

Cf. J. J. Ross, “The Tradition of Rational Criticism. Wittgenstein and Popper”,

417. 120

Cf. L. Wittgenstein, On Certainty, Harper, New York, 1972 donde aparece la

interpretación de la “Defence of Common Sense” de Moore. 121

K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, Sección 30, in fine. 122

L. Wittgenstein, On Certainty, 248 y Cf. P. Munz, <[email protected]>,

Correo electrónico personal, “Re: From Pamplona”, 1 de febrero de 2004. 123

Cf. J. Ross, “Rationality and Common Sense”, Philosophy, 53, 1978, 374-381. 124

K. Popper, Objective Knowledge, 33.

HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 367

Algunos autores interesados en el tema, como Munz y

Lucchetta, han exhibido ejemplos que ilustran la complementariedad

entre Popper y el último Wittgenstein relativos al lenguaje, al

significado de las palabras, al problema cuerpo-mente, etc. Popper

podría haber mejorado su comprensión del papel del lenguaje en la

formulación de las hipótesis previas a la observación usando las

Philosophical Investigations. Popper estaba convencido que gracias a

la evolución del lenguaje los seres humanos pueden formular hipótesis

y teorías, pero no se preguntó acerca de la posibilidad de un lenguaje

cuya semántica no dependiera de la ostentación. Wittgenstein explicó

que como los distintos significados del lenguaje humano no pueden

ser definidos ostensivamente debe existir una fuente distinta de

conocimiento: la capacidad de hábitos y de convenciones del ser

humano, sus “formas de vida”125

. A su vez Wittgenstein podía haber

mejorado su comprensión del papel de las comunidades lingüísticas,

los juegos del lenguaje y las “formas de vida” si hubiera puesto

atención al pensamiento social y político de Popper y a su importancia

para el desarrollo del conocimiento. Wittgenstein consideraba que

cada tipo de comunidad sería capaz de establecer las reglas para

formar proposiciones con sentido, pero no tenía nada que decir acerca

de la forma socio-política que debían adoptar tales grupos. Popper

distinguió cuidadosamente la constitución de estas comunidades: los

grupos cerrados y sin libertad se muestran incapaces de desarrollar un

conocimiento auténtico, ya que para que las hipótesis sean verdaderas

han de ser desarrolladas en una comunidad con un grado suficiente de

libertad capaz de examinarlas, y si es necesario, descartarlas y

reemplazarlas126

.

125

Cf. L. Wittgenstein, Philosophical Investigations, §§ 148 y 192.

126 Munz considera que vistos en conjunción Wittgenstein y Popper arrojan más luz

que Popper y Eccles, que se adhirieron a un dualismo convencional que se refleja en

J. C. Eccles y K. Popper, The Self and Its Brain. An Argument for Interactionism,

Routledge, London, 1998. Una exposición detallada sobre este tema se puede

encontrar en P. Munz, Critique of Impure Reason. Neurons, Somatic Markers and

Consciousness, Praeger, New York, 1999.

368 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Con relación al significado de las palabras Popper recomendaba

no dejarse envolver en discusiones meramente verbales o en

cuestiones acerca del significado127

. Y Wittgenstein hace eco: “Se

dice: lo que importa no es la palabra sino su significado y al decirlo se

piensa en el significado como una cosa del mismo tipo de la palabra,

aunque distinta de ésta. Aquí la palabra, allá el significado. El dinero y

la vaca que se puede comprar con él. (En otras palabras: el dinero y su

utilidad)”128

.

En sus últimas reflexiones acerca del debate entre Wittgenstein

y Popper, próximas a ser publicadas bajo el título Beyond

Wittgenstein’s Poker. New Light on Popper and Wittgenstein129

, Munz

analiza la relación entre Wittgenstein y Popper en términos de rechazo

común del Tractatus precisamente en cuanto al papel de la experiencia

en el conocimiento. Popper y Wittgenstein rechazaron el Tractatus,

Popper desde el principio y Wittgenstein con el tiempo. En su lugar

propusieron dos alternativas diferentes que resultan complementarias:

Popper argumentó que no se puede empezar a partir de observaciones,

sino que primero hay que tener una hipótesis y Wittgenstein mostró

que no se puede acabar con observaciones: si se tiene una hipótesis

expresada con muchas palabras, el significado de esas palabras no

puede ser definido ostensivamente, es decir, no es posible recurrir a la

observación130

.

Gombrich buscó una posible complementariedad entre la lógica

de la justificación de Popper y la psicología del descubrimiento de

Wittgenstein, dejando de lado los problemas estrictamente

127

Cf. K. Popper, Objective Knowledge, 309-310. 128

L. Wittgenstein, Philosophical Investigations, § 120. 129

P. Munz, Beyond Wittgenstein's Poker. New Light on Popper and Wittgenstein,

(en prensa 2004). 130

P. Munz, "KP and LW”, <peter.munzuw.ac.nz>, Correo electrónico personal, 2

de septiembre de 2003.

HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 369

metodolóigcos y centrándose en la resolución de los problemas

culturales y artísticos131

.

6.3.3 Las semejanzas entre Wittgenstein y Popper no eliminan las

diferencias

Wittgenstein y Popper comparten la visión del conocimiento

humano como producto de la invención humana, que precede a la

experiencia y es adquirido en la tradición cultural a la que

pertenecemos, sin embargo difieren en muchos puntos como la actitud

hacia la naturaleza del pensamiento, el papel y alcance que otorgan a

la tarea filosófica y en su postura frente al escepticismo.

Popper concibe la relación entre conocimiento y realidad de

acuerdo a la visión del espectador en términos de modelo de “copia y

original”, mientras que Wittgenstein concibe la relación entre el

conocimiento humano y la realidad de acuerdo con la visión del

constructor, donde toda nuestra concepción de la realidad se convierte

en un producto del edificio del conocimiento que estamos

construyendo. El racionalismo crítico de Popper hace hincapié en la

falsabilidad pero usa la noción de “verdad objetiva”. Para Popper

nuestro conocimiento intenta representar los hechos y esto nos

proporciona solamente un entendimiento de lo que es la verdad pero

no un criterio de verdad. Somos buscadores de la verdad sin tener

manera de conocer nunca lo que es la verdad. Nunca seremos capaces

de saber que hemos alcanzado la verdad. Entre más avancemos en

nuestra construcción de conocimiento, dice Wittgenstein, más firme

será la realidad atrapada en nuestro edificio.

Popper sostuvo la teoría de la correspondencia de la verdad de

Tarski y Wittgenstein cambió la teoría de la correspondencia de la

131

Se puede encontrar un estudio pormenorizado de este intento en C. Ortiz de

Landázuri, Gombrich. Una vida entre Popper y Wittgenstein (I) y (II), Cuadernos de

Anuario Filosófico. Serie Estética y Teoría de las Artes, 6 y 7, Pamplona, 2003.

370 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

verdad y del significado del Tractatus por una perspectiva más

convencionalista y pragmática. Popper concibe el desarrollo del

conocimiento en términos de aumento de “verosimilitud” y sostiene

que la refutación de nuestras teorías equivocadas es nuestra única guía

para progresar. Wittgenstein sostiene que lo que hace crecer el

conocimiento es la aceptación de toda supuesta información existente

dentro de nuestro cuerpo de conocimiento y el hecho de que nuestro

cuerpo de conocimiento es el más útil, el más simple y el más

conveniente. Wittgenstein en ninguna parte parece aceptar la idea de

Popper de que la refutabilidad proporciona un contacto más firme con

la realidad que la verificación. Popper hace hincapié en la naturaleza

conjetural de nuestro conocimiento. Wittgenstein hace hincapié en la

naturaleza pragmática de la ciencia. Si nuestros esquemas no resultan

útiles, hemos de buscar otros. “El proceso de inducción es el proceso

de asumir la ley más simple que pueda armonizar con nuestra

experiencia”132

.

Para ambos filósofos la filosofía era una búsqueda sin término

con un punto de partida convencional, pero se trataba de dos

concepciones muy distintas de la tarea filosófica y de su posibilidad

de expresión y divulgación. Para Wittgenstein la filosofía era una

clarificación del sentido de nuestras palabras y para Popper una

búsqueda de solución de problemas. En el caso de Wittgenstein se

vuelve imposible escribir un libro de filosofía satisfactorio, en el caso

de Popper sí resulta posible hacerlo pero siempre tendrá un carácter

conjetural133

.

En este contexto también se pueden apreciar diferencias entre el

escepticismo pragmático de Wittgenstein y el escepticismo relativo de

Popper. Wittgenstein considera que el escepticismo es un problema

resuelto de manera simplista: rechaza el escepticismo como actitud

práctica, pero no ve claro que pueda haber argumentos fuertes para

132

L. Wittgenstein, Tractatus, 6.363 y Cf. J. J. Ross, “The Tradition of Rational

Criticism. Wittgenstein and Popper”, 415-417. 133

Cf. J. J. Ross, “The Tradition of Rational Criticism. Wittgenstein and Popper”,

417.

HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 371

rechazarlo como postura teórica. Al escéptico le dice que conocemos

muchas cosas, aunque reconoce que esto no significa que todo lo que

decimos conocer sea igualmente fiable. A los filósofos que intentan

fundamentar la seguridad del conocimiento en proposiciones

absolutamente ciertas les echa en cara que tales proposiciones sólo

desempeñan una función normativa en el marco de creencias de

nuestra forma de vida: no expresan ninguna profunda verdad

metafísica. Son el punto final de cualquier explicación no porque su

autoevidencia y seguridad se impongan, sino porque nuestra práctica

de la explicación incluye que tales proposiciones sean su punto

final134

.

Popper consideró que Wittgenstein había expresado mejor que

nadie la situación del pensamiento epistemológico o del escepticismo

general al afirmar que “el escepticismo no es irrefutable, sino absurdo:

pretende dudar de aquello por lo que ni siquiera cabe preguntar”135

,

pero no por eso le concede razón ya que Popper no se considera un

pesimista epistemológico y, si bien admite un escepticismo relativo en

el sentido socrático del „sé que no sé nada‟, no considera que sea un

absurdo evidente como pretende Wittgenstein136

. Popper considera

que la formulación clásica del escepticismo de que “no hay un criterio

universal de verdad” no es un sinsentido sino incluso es una teoría

verdadera de la que sin embargo no cabe inferir que no haya progreso

en la ciencia137

. Al sustituir la “justificación” del conocimiento por la

“crítica” del conocimiento Popper intentó evitar la conclusión

escéptica, afirmando que es posible justificar racionalmente de algún

modo la preferencia por una teoría respecto de otra, pero si no hay

ninguna certeza en ningún conocimiento, no tiene sentido siquiera

hablar de crítica objetiva ni de preferencias y sería imposible evitar la

postura escéptica138

.

134

Cf. J. Heal, “Ludwig Wittgenstein”, 768. 135

L. Wittgenstein, Tractatus, 6.51. 136

Cf. K. Popper, Los dos problemas fundamentales, 148. 137

Cf. K. Popper, Los dos problemas fundamentales, 19. 138

Cf. M. Artigas, Karl Popper: Búsqueda sin término, 80-81.

372 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

6.3.4 Algunas valoraciones acerca de las epistemologías de

Wittgenstein y de Popper

Los comentadores de Wittgenstein no acuden a las críticas de

Popper porque no las reconocen como dirigidas al Wittgenstein real.

Consideran que el pensamiento de Wittgenstein es permanente,

mientras que el de Popper es transeúnte. Las lacónicas exclamaciones

de Wittgenstein cuestionando nuestro pensamiento —a modo de

oráculo— continúan concitando la atención general. Por el contrario el

propio éxito de la empresa de Popper en cuanto a la política, la

comprensión de la historia y la metodología científica —escritas en

prosa sencilla y directa— le convierte en una figura que pertenece más

a la grandeza del pasado que a los factores de influencia del presente.

Hintikka afirma que Wittgenstein y Popper decían lo mismo pero

“Wittgenstein fue el gran filósofo”139

. Algunos autores califican de

„tema menor‟ uno de los desarrollos más importantes de la filosofía de

Popper (el Mundo 3) y al tiempo que alaban la advertencia de

Wittgenstein acerca de la necesidad de desmitificar el lenguaje y los

conceptos, hablan de “la figura marginal de Popper interponiendo su

Mundo 3 entre la experiencia subjetiva y el orden objetivo de las

ciencias”140

.

La búsqueda de los límites del conocimiento ha sido un tema

común a muchos filósofos desde Kant, fue el tema del Tractatus de

Wittgenstein, constituyó la preocupación central de los positivistas

lógicos, y fue objeto del último trabajo filosófico de Russell. Magee

considera que Popper era el único filósofo contemporáneo con la

habilidad necesaria para proponer una solución al problema de los

límites de la inteligibilidad141

. El problema de la racionalidad puede

139

Conversación personal con J. Hintikka durante el 12th International Congress of

Logic, Methodology and Philosophy of Science, Oviedo, 7 a 13 de agosto de 2003. 140

J. Margolis, “Vs. (Wittgenstein, Derrida)” en S. Teghrarian, Wittgenstein and

Contemporary Philosophy, Thoemmes, Bristol, 1994, 181. 141

Cf. B. Magee, Confessions of a Philosopher, 204.

HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 373

enfocarse como el problema de los límites de la racionalidad al que se

ha dado respuesta en la línea del irracionalismo (escepticismo y

fideísmo) y en la línea de las teorías de la racionalidad. En nuestra

tradición filosófica la crítica está relacionada necesariamente con la

justificación. Popper mostró que era posible una teoría de la

racionalidad no autoritaria. La originalidad de la posición de Popper

radica en el hecho de que es la primera filosofía crítica no

justificacionista en la historia de la filosofía142

.

Sólo al final de la vida de Popper ha sido reconocido el valor de

su obra cuando resulta ya difícil ignorar la incapacidad de las dos

filosofías de Wittgenstein para satisfacer las esperanzas de sus

seguidores143

. Una vez que el fundacionalismo del empirismo lógico

se mostró insostenible, existían dos reacciones posibles: el

escepticismo u otra vía no escéptica como la que Popper ofreció. Es

un hecho que filósofos de tendencia empirista no siguieron a

Wittgenstein en su giro del lenguaje científico a los juegos del

lenguaje144

.

Del conjeturalismo popperiano arranca una de sus críticas más

demoledoras del positivismo lógico. Por ser lógicamente imposible

establecer la verdad de una teoría todo intento de hacerlo es un

intento de hacer lo lógicamente imposible, por tanto no sólo ha de

abandonarse el positivismo lógico por su verificacionismo sino

también ha de abandonarse toda filosofía y toda ciencia que involucre

la búsqueda de la certeza145

.

Los testimonios de algunos miembros del Círculo de Viena

permiten conjeturar que una publicación más temprana de la Logik der

Forschung o de alguna otra versión de „Grundprobleme’ hubiera

cambiado decisivamente la historia del Círculo de Viena si su libro se

142

Cf. W. W. Bartley, “Rationality versus the Theory of Rationality” en M. Bunge,

The Critical Approach to Science and Philosophy, 21-22 y 27. 143

Cf. B. Magee, Popper, 54. 144

Cf. M. Hacohen, The Formative Years, 274. 145

Cf. B. Magee, Confessions of a Philosopher, 197.

374 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

hubiera conocido antes146

. En su opinión una competencia abierta

entre las visiones no fundacionistas de la ciencia de Popper y de

Neurath hubiese evitado algunos desvíos de la filosofía de la ciencia y

proporcionado una alternativa al relativismo que triunfaría dos

generaciones más adelante147

.

El realismo empirista de Popper —su solución al problema de la

inducción— fue superior a la del Círculo de Viena y no huyó del

problema como hizo Wittgenstein, que emprendió, al igual que

Mauthner, un proyecto emancipador encaminado a liberar el

pensamiento de la superstición verbal (religión y metafísica) pero

terminó en el misticismo y la llamada al silencio. Por el contrario, los

miembros del Círculo de Viena trataron de reconstruir el lenguaje

científico y Popper consideró que esto era un error, pero intentó

ofrecer una manera para eliminar la brecha entre la realidad y el

lenguaje. La experiencia (o el experimento científico), argumentó,

puede mostrar si el lenguaje (o la teoría) está equivocado. No

garantiza que siempre funcione pero podemos aprender del error148

.

Richard Rorty operó el giro postanalítico en Estados Unidos y

celebraba que la filosofía no fundacionista ya no buscara un

fundamento firme en verdades permanentes sino en convenciones

pragmáticas comunes149

. El no-fundacionismo reflejaba la crisis de la

representación, el reconocimiento de que el lenguaje no sólo describe

el mundo sino que también lo crea. Rorty acudió a Dewey, Heidegger

y Wittgenstein para ilustrar las alternativas nofundacionistas. Hacohen

y Munz están convencidos de que si Rorty hubiera acudido a Popper,

hubiera podido evitar algunas desviaciones de la cultura académica

contemporánea150

.

146

Cf. V. Kraft, “Popper and the Vienna Circle”, 200 y P. Feyerabend, “Herbert

Feigl” en P. Feyerabend y G. Maxwell (eds.), Mind, Matter, and Method, 7, nota 3. 147

Cf. M. Hacohen, The Formative Years, 210. 148

Cf. M. Hacohen, The Formative Years, 60. 149

Cf. R. Rorty, Philosophy and the Mirror of Nature, Princeton University Press,

Princeton, 1979. 150

Cf. P. Munz, “Transformation in Philosophy Through the Teaching Methods of

Wittgenstein and Popper” y M. Hacohen, The Formative Years, 2-3.

HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 375

Popper hizo un análisis profundamente original y

sustancialmente correcto de la naturaleza del conocimiento empírico

dentro del marco realismo empírico y del idealismo trascendente.

Desarrolló mejor una de las tareas que Wittgenstein intentó llevar a

cabo en el Tractatus, aunque Wittgenstein tuvo quizá una mayor

conciencia del amplio contexto en el cual se insertaba su trabajo151

.

Popper consideró que todo el conocimiento es conjetural, y por tanto

permanentemente revisable (nunca tenemos base para la certeza), pero

fue capaz de argumentar con éxito que ninguna otra teoría del

conocimiento nos da tampoco una base adecuada para la certeza (que

queda fuera de nuestro alcance). La naturaleza de la realidad está

permanentemente escondida para nosotros, en este sentido Popper es

un realista que considera que la realidad no es algo que podamos

„conocer‟ directamente, sino que nuestro conocimiento puede llegar

asintóticamente cada vez más cerca de ésta a través del tiempo. Este

es uno de los rasgos de su filosofía que da una profundidad

inalcanzable a muchas formas de empirismo: está enriquecida por

algunas de las ideas más valiosas del idealismo trascendental sin ser

un idealista. Esto la coloca en el extremo opuesto del positivismo

lógico en el espectro realista. El popperianismo es la forma de

realismo más cercana a la verdad, pero sólo porque Popper pasa por

alto el problema de nuestro conocimiento de los objetos materiales en

la percepción individual lo que le hace capaz de aferrarse a su idea de

sí mismo como un realista152

. La filosofía de Popper está llena de

expresiones que tienen un claro sentido realista: habla frecuentemente

de la verdad y falsedad en el sentido de correspondencia o no

correspondencia con los hechos, afirma que nuestro conocimiento

pretende alcanzar la realidad, etc. Sin embargo puede decirse que el

realismo de Popper queda en la intención de su autor —en una simple

afirmación de la existencia del mundo externo y de la intención

realista de nuestro conocimiento— sin que llegue a desarrollarse

coherentemente en una gnoseología realista en la que sea posible

151

Cf. B. Magee, Confessions of a Philosopher, 201. 152

Cf. B. Magee, Confessions of a Philosopher, 464-465.

376 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

afirmar que efectivamente conocemos la realidad tal como es, al

menos en parte y dentro de ciertos límites153

.

En el Tractatus Wittgenstein trató de separar la filosofía del

realismo empirista y protestó por lo poco que se iba a conseguir

cuando se hubiera hecho esto, pero en todo caso no lo hizo. El trabajo

de Popper estuvo más cerca del éxito y es superior al de Wittgenstein,

sin embargo él no se sintió inclinado a reconocer cuan poco se hubiese

hecho cuando esto se hubiese hecho, porque trata el mundo empírico

como si fuese la realidad total aunque no considera su conocimiento

como una tarea que se pueda llevar a cabo completamente154

.

Es de justicia reconocer que Popper, aun contando con las

herramientas para hacerlo no quiso o no se atrevió a escribir mucho

sobre las cuestiones más profundas como la religión, la libertad

humana, el sentido de la vida, la ética, etc, aun reconociendo su

importancia vital y desestimando con fuerza a quienes negaban su

significado filosófico, debido a su agnosticismo. Popper filosofó como

si el mundo empírico fuera lo único existente, ya que la cuestión

acerca de si existe algo más allá fue una cuestión que consideró

intrínsecamente incapaz de ser respondida155

. Popper es materialista

en cuanto al origen de las características humanas, aunque afirme que

esas características acaban trascendiendo lo material y su racionalismo

empirista le impide reconocer la continuidad entre el conocimiento

sensible y el intelectual156

.

6.4 Obstáculos para el diálogo filosófico entre Wittgenstein y

Popper

6.4.1 Dificultades de la metodología de Wittgenstein

153

Cf. M. Artigas, Karl Popper: Búsqueda sin término, 135-136. 154

Cf. B. Magee, Confessions of a Philosopher, 465. 155

Cf. B. Magee, Confessions of a Philosopher, 204. 156

Cf. M. Artigas, Búsqueda sin término, 154 y El desafío de la racionalidad,

Eunsa, Pamplona 1999,18..

HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 377

Wittgenstein desarrolló un método básicamente nuevo para

abordar los problemas filosóficos, con pocos precedentes en la

tradición filosófica occidental. Para Wittgenstein lo importante no era

el descubrimiento de los hechos, ni el encontrar inferencias

lógicamente válidas a partir de premisas aceptadas, y mucho menos la

construcción de teorías sino más bien el correcto punto de vista para

ver la salida de la confusión filosófica (la salida de la mosca del bote

de moscas) 157

.

Wittgenstein tenía una pasión antiteórica y resultaba inasible en

su método filosófico. El Tractatus desconcierta precisamente porque

lo principal se dice brevemente y al final o inclusive no se dice. Sólo

destruía argumentos pero no construía ninguno. Wittgenstein no da

explicaciones sino ejemplos, elucidaciones sobre el procedimiento de

clarificación y alertas contra posibles malos entendidos158

. Su rechazo

a dar cualquier tipo de conclusión general es lo que hace difícil

entenderle ya que es difícil ver el punto de sus observaciones.

Wittgenstein se negaba a dar argumentos también por razones

“estéticas”159

.

Wittgenstein no estaba contribuyendo a la solución de un

conjunto reconocido de problemas, sino que pedía un cambio total de

enfoque. No desarrolla un sistema lógico y matemático sobre una

nueva base, se contenta con la propia intuición pero una intuición

difícil. Además dice cosas atractivas pero obliga a aceptarlas160

. No

resulta extraño que su método filosófico existencial y a-histórico fuese

calificado de arrogancia y en muchos casos de autocontradicción161

. El

Tractatus es una obra de la que se ha hablado como de “un libro

extraño, la mitad de cuyo valor consiste en mostrar su propia falta de

157

Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 316 y 366. 158

Cf. B. Mc Guinness, El joven Ludwig, 405-406. 159

Cf. B. Mc Guinness, El joven Ludwig, 187-188 y F. Ramsey, “Critical note on the

Tractatus”, Mind, 32, 1923, 465. 160

Cf. B. McGuinness, El joven Ludwig, 403. 161

Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 497.

378 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

importancia”162

. Wittgenstein rompía sus propias reglas porque no

sólo hablaba de lo que insistía en que había que callar sino que

dominaba el discurso acerca de estas cosas163

. Este es uno de los

grandes contrastes con el modo de concebir el método de Popper que

consideró la tarea de los filósofos como la de identificar un problema

que valiera la pena y proponer una posible solución, percibir el mayor

número posible de consecuencias de su propuesta y tener en cuenta las

objeciones más fuertes posibles y proporcionar respuestas

convincentes a estas objeciones164

.

Comparado con la precisión y claridad de las clases de Popper,

Munz encontró confusas y decepcionantes las elucubraciones de

Wittgenstein. Wittgenstein contradecía puntos del Tractatus (sin decir

abiertamente que había cambiado de ideas y evadiendo cualquier

pregunta u objeción con un “¿qué quiere usted decir?”). Más adelante

se percató de que reflejaban su propia confusión y tristeza, aunque

muchos de sus alumnos creían ver un signo de la profundidad

sobrehumana de su maestro165

. Wittgenstein era consciente que sólo le

entendería quien estuviera involucrado en las mismas confusiones que

él y por tanto encontrara utilidad en las técnicas para intentar despejar

esas confusiones166

.

La crítica de Wittgenstein se dirigió contra formulaciones o

expresiones lingüísticas pero nunca contra ideas o teorías, y si la

crítica toma esa forma no cumple su efecto terapéutico e incluso tiene

un efecto pedagógico negativo. Las propuestas de Popper —al menos

en teoría— no se proponían como alternativas únicas o auto validadas

sino estaban abiertas a la discusión167

.

162

B. McGuinness, El joven Ludwig, 393. 163

Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 257. 164

Cf. B. Magee, Popper, 50-51 y J. F. Malherbe, La Philosophie de Karl Popper et

le Positivisme Logique. Ver especialmente el capítulo 8 relativo a los grandes temas

de la teoría crítica. 165

Cf. P. Munz, “Popper and Wittgenstein”, 89. 166

Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 366. 167

Cf. P. Munz, “Popper and Wittgenstein”, 88.

HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 379

Para Popper la crítica se convierte en el método y es condición

indispensable para la búsqueda de la verdad y la libertad y para

progresar en el conocimiento. La crítica, la invención y el

descubrimiento son los medios con que contamos para enriquecer la

herencia cultural que hemos tenido como punto de partida para el

conocimiento. La crítica es como la supervisora de la creatividad. Los

defensores de Wittgenstein sostienen que proporcionó un método, una

forma universal para abordar cualquier problema, mientras que Popper

no formó escuela y enfrentaba los problemas uno a uno168

.

Popper se enfrentó con el pasado de una manera que algunos

autores proponen como modelo para los intelectuales contemporáneos.

Rechazó por un lado la autoridad del pasado y de la tradición. Su

crítica a Platón lo destronó de un modo que las críticas recientes a la

metafísica occidental pueden sólo aspirar a emular. Rehusó a

emprender un rechazo global del pasado y de la tradición, porque un

tal rechazo inevitablemente envolvía la arrogante pretensión de

conocimiento. Popper consideraba que no sabemos y por tanto no

tenemos derecho a tratar a nuestros predecesores como si supiéramos,

como si tuvieran derecho a nuestra lealtad, sin embargo, podemos

enfrentarlos críticamente, y aprender169

.

La concepción de Wittgenstein de que las palabras no se usan

con significados “fijos” y de que los conceptos no tienen fronteras

fijas, cuando es asimilado impropiamente tuvo y sigue teniendo un

efecto desafortunado en los que experimentan su influencia, ya que

llevó a muchos a asumir que la precisión y la minuciosidad no se

requerían en sus propio pensamiento “y de esto no puede resultar más

que un trabajo filosófico desaseado”170

. Popper señala que la

exigencia de definir el significado de todos los términos en aras de la

precisión ha sido fuente de confusión, e incluye a Wittgenstein entre

168

Cf. D. Edmonds y J. Eidinow, El atizador de Wittgenstein, 228. 169

Cf. M. Hacohen, The Formative Years, 22. 170

N. Malcolm, A Memoir, 53.

380 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

los que lamentablemente continúan padeciendo este lastre

intelectual171

.

6.4.2 Temperamentos no filosóficos de ambos autores

Tanto Wittgenstein como Popper vivieron y trabajaron en

Inglaterra, ninguno era británico por nacimiento o por educación,

ambos habían venido de Viena y compartían una cultura y su

desintegración. A pesar de que se llevaban trece años de edad

sufrieron el impacto de la derrota en la Primera Guerra Mundial y

fueron testigos de la anexión de Austria a Alemania. Ambos era de

origen judío, tuvieron contacto con grupos culturales innovadores,

recibieron formación como maestros y participaron de alguna manera

en la reforma escolar austriaca.

Wittgenstein fue un hombre de una gran fuerza de voluntad que

exigía mucho a los que tenía alrededor debido a su casi infantil

linealidad172

. Resultaba siempre tenso estar con él no sólo por las

exigencias intelectuales de su conversación sino también por su

severidad, sus juicios despiadados, su tendencia a censurar y su

depresión. Incluso sus amigos tenían que tomar aire para estar en

condiciones de verle otra vez como fue el caso de Malcolm, Sraffa y

Moore173

. Existen grandes contrastes en la valoración de la persona de

Wittgenstein. Hay personas respetables y doctas entre las que le ven

como hombre grande y también entre quienes le tachan de

charlatán174

. Muchos de los jóvenes filósofos de Cambridge estaban

insanamente hipnotizados, como apunta Ryle al referir sus visitas

ocasionales al Moral Sciences Club en las que le molestó encontrar

que los alumnos de Wittgenstein estaban totalmente polarizados en lo

que dijera Wittgenstein de manera que se rechazaba o ridiculizaba la

171

Cf. K. Popper, Open Society, 9. 172

Cf. P. Wijdeveld, Ludwig Wittgenstein Architect, 48. 173

Cf. N. Malcolm, A Memoir, 53. 174

J. O. Wisdom, “Esotericism”, 349.

HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 381

mención de cualquier otro pensador. Esto le parecía insano para los

estudiantes y peligroso para Wittgenstein aunque fuera su amigo y un

genio175

.

La mutua antipatía entre Wittgenstein y Popper es testimoniada

por Munz. Al llegar a Cambridge Munz pronto se percató de que

Wittgenstein no parecía conocer a Popper, a pesar de ser ambos

vieneses, y recordó entonces los comentarios poco amigables de

Popper, en Nueva Zelanda, al referirse a Wittgenstein y al Tractatus:

Mencioné a Popper creyendo inocentemente que como ambos, él y

Popper eran de Viena podrían conocerse. Pero Wittgenstein gruño otra

vez: “nunca he oído hablar de él”. Recordé entonces que Popper había

admitido que conocía a Wittgenstein, pero lo había hecho en términos

poco amistosos. Me había dicho que al leer el Tractatus parecía como

si hubiese sido escrito en una cafetería. La esposa de Popper escuchó

por casualidad esta observación y le corrigió: “¡no Karl”, dijo, “fue

escrito en las trincheras de la Primera Guerra!”. Popper replicó con un

gesto despectivo de su brazo derecho: “puede ser, pero Wittgenstein

es el tipo de hombre que no puede hablar de la diferencia entre las

trincheras y un café vienés”. Me di cuenta más tarde que Popper había

sido muy injusto porque Wittgenstein se tomaba la vida aún más en

serio que Popper, lo que era mucho decir176

.

Popper rechazaba la preeminencia que se concedía a

Wittgenstein en muchas reseñas históricas de la Viena de fin de

siglo177

. Popper rechazó de entrada la fórmula de Munz —“para

Popper todo el conocimiento es relativamente absoluto, mientras que

para Wittgenstein todo el conocimiento es absolutamente relativo”—

175

Cf. O. Wood y G. Pitcher (eds.), Ryle, Macmillan, London, 1971,11. 176

P. Munz, “My Adventure with Popper and Wittgenstein”, 2. 177

De manera especial rechazó el libro de A. Janik y S. Toulmin, La Viena de

Wittgenstein, aunque Hacohen lo considera una gran contribución.

382 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

como demasiado simple pero le agradó que su objetivo fuera mostrar

que él estaba en lo correcto y Wittgenstein estaba equivocado178

.

Wittgenstein y Popper, a diferencia de Carnap y los demás

miembros del Círculo de Viena eran pensadores solitarios: “si bien la

discusión le ayudó y fue esencial para él, sus resultados y la mayor

parte de avances se produjeron realmente cuando pasó prolongados

períodos de reflexión solitaria”179

. Wittgenstein era un aforista

altamente escrupuloso con un profundo enfoque ético, mientras que

Carnap era un intelectual acostumbrado a trabajar en comunidad y con

inclinaciones prácticas y políticas: la visión científica del mundo era

medio para mejorar la vida humana y el mundo. El conflicto entre

Wittgenstein y Carnap no se debe sólo a elementos psicológicos sino

que representan el choque de dos estilos de pensamiento, colectivo e

individual180

.

Tanto Popper como Wittgenstein creían haber despejado los

errores del pasado y sentían responsabilidad de cara al futuro. Ambos

eran particularmente sensibles a ser malinterpretados. En Popper este

temor se reflejaba en su obsesión por el detalle en los análisis críticos

llegando a hacerse insoportable y Wittgenstein redujo cada vez más el

número de sus oyentes selectos. Wittgenstein se sentía con frecuencia

incomprendido y temía que se cayera en una confusión interpretativa

de su trabajo y lo que más temía era la posibilidad de que se diera un

“tratamiento” cultural de sus escritos —no digamos un tratamiento

periodístico— por parte de sus contemporáneos. La única carta al

editor que Wittgenstein publicó en una revista es una alerta respecto a

las malas interpretaciones de su filosofía por inexactitudes o

contradicciones.181

. Wittgenstein se jactaba de no haber leído casi a

ningún otro filósofo y en sus seminarios ridiculizaba tratando de

178

P. Munz, “My Adventure with Popper and Wittgenstein”, 6. 179

B. Mc Guinness, El joven Ludwig, 185. 180

Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 435 y W. W Bartley III, Wittgenstein, 62. 181

Cf. L. Wittgenstein, “Letter to the Editor”, 415-416.

HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 383

inauténticos a los filósofos y académicos que habían estudiado otras

filósofos182

.

Era proverbial la incapacidad de Wittgenstein para dialogar: no

tenía interlocutores sino siempre oyentes. Las conversaciones entre

Wittgenstein y los miembros del Círculo de Viena son un

extraordinario ejemplo de monólogos alternados183

. Wittgenstein

había comentado a Schlick que podía hablar sólo con quien “le tendía

la mano”184

y es fácil pensar que durante el incidente del atizador

cortó la discusión con Popper de manera violenta porque Popper no le

había tendido la mano ni con su actitud ni aceptando sus razones. De

hecho, Popper reconoció la posibilidad de que Wittgenstein no hubiera

entendido su recurso dialéctico y no se hubiera dado cuenta de que

estaba bromeando y pensó que se estaba burlando o quejándose del

secretario, y califica a Wittgenstein de poco agudo al no haberse dado

cuenta que detrás de la broma —atinada o no— se escondía un

argumento serio185

.

Munz reconoce que la vinculación que estableció entre Popper y

Wittgenstein fue más lejos de lo que ambos dijeron y que no

necesariamente estarían de acuerdo con su interpretación. Pero

subraya que mucho más importante que lo anterior es considerar las

consecuencias de la incapacidad de ambos filósofos, su falta de temperamento filosófico, para llegar a un acuerdo:

No puedo resistir la tentación de terminar diciendo cómo hubieran

respondido Popper y Wittgenstein a mi afirmación de que se

complementaban mutuamente. Popper hubiera dicho: “tu problema es

que no has leído lo que he escrito” y Wittgenstein hubiera negado con

la cabeza y refunfuñado incomprensiblemente: “¿qué quieres decir?”.

182

Cf. O. Wood y G. Pitcher (eds.), Ryle,11. 183

Cf. J. F. Malherbe, “Interprétations en conflit à propos du Traité de

Wittgenstein”, 187. 184

Cf. R. Carnap, “Intellectual Autobiography”, 28 y R. Monk, The Duty of Genius,

243. 185

Cf. P. Lucchetta, “Popper interprete di Wittgenstein”, 319-320.

384 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Y por tanto la conclusión final debe ser que, a pesar de mi argumento,

ambos filósofos tuvieron temperamentos lo suficientemente no-

filosóficos para resistir a la filosofía. Porque hay que reconocer que la

filosofía no necesariamente hace filosóficos a los filósofos186

.

Tenían mucho que aprender uno del otro pero sus

personalidades les impidieron entender que estaban intentando lo mismo pero desde diferentes ángulos. Con razón expresa

Lucchetta que “si ajustamos las palabras de Popper a las de

Wittgenstein parece que asistimos a un diálogo entre personas que

dicen las mismas cosas o al menos muy semejantes pero que no se

escuchan”187

. En un libro próximo a ser publicado Munz reconstruye

imaginariamente un diálogo para mostrar cómo debía haber sido la

conversación aquella famosa tarde en el Moral Sciences Club en

Cambridge en 1946 y aventura la filosofía que hubiera resultado de

una síntesis de estos dos grandes hombres188

.

6.5 Una valoración más personal

La epistemología revolucionaria de Popper puede ser abordada

desde ángulos diversos y una manera interesante de hacerlo es a través

de su diálogo crítico con el Círculo de Viena que fue ocasión y cauce

para el desarrollo y divulgación de sus ideas. La crítica demoledora de

Popper a la visión de la ciencia del positivismo lógico —una

construcción elaborada a partir de la experiencia y con pretensiones de

certeza— pone de manifiesto el giro copernicano que su propuesta no

fundacionista y conjetural supuso para la imagen de la ciencia y de la

metodología científica y su actitud más abierta hacia la metafísica. El

Tractatus de Wittgenstein adoptado e interpretado como texto

fundamental del positivismo lógico fue el objeto central de las críticas

186

P. Munz, “My Adventure with Popper and Wittgenstein”, 13. 187

Cf. P. Lucchetta, “Popper interprete di Wittgenstein”, 323. 188

P. Munz, Beyond Wittgenstein's Poker.

HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 385

de Popper, y la persona de Wittgenstein fue el sujeto principal del

desencuentro entre Popper y la cabeza del Círculo de Viena.

La crítica de Popper al Tractatus tiene aciertos y limitaciones y

ha sido valorada de manera distinta por los defensores de cada una de

las instancias involucradas, pero lo interesante es que muchas de las

críticas de Popper al Tractatus coinciden con el rechazo que el mismo

Wittgenstein hizo de su primera obra en el segundo período de su

filosofía y que plasmó en Philosophical Investigations. En un

principio estas coincidencias no resultaban evidentes debido a que la

obra de Wittgenstein se publicó de manera póstuma y sobre todo a que

no hubo diálogo entre Popper y Wittgenstein como quedó de

manifiesto en el único encuentro personal que mantuvieron, de manera

que por mucho tiempo se asumió que las respectivas posiciones frente

al positivismo lógico eran opuestas e irreconciliables. Poco a poco los

estudiosos identificaron algunos elementos comunes entre las

epistemologías no fundacionistas propuestas por Popper y el último

Wittgenstein y, sin pasar por alto las diferencias, mostraron que se

trataba de posturas complementarias. La discusión actual en filosofía

de la ciencia es interpretada como disputa entre el primer

Wittgenstein, Popper y el segundo Wittgenstein.

Esta investigación no se ha centrado en el análisis de los

contenidos de la controversia entre Popper, el Círculo de Viena y

Wittgenstein en materia de epistemología, sino en los datos e

interpretaciones aportados por los mismos protagonistas y por sus

críticos respecto a las propias aportaciones y a las de los otros. El

objetivo ha sido situar el contexto en que se estableció la relación

crítica, los intereses e inquietudes que la motivaron, el impacto de los

diferentes estilos personales y de trabajo en la discusión filosófica e

incluso los resultados obtenidos con ocasión de los malos entendidos.

La principal valoración personal es que los datos e interpretaciones

recopilados son un ejemplo más de cómo todo genuino esfuerzo

intelectual tiene aspectos luminosos de los que se puede aprender: los

errores filosóficos ponen en marcha intentos de refutación, como fue

el caso del radicalismo inicial del positivismo lógico que dio lugar a

386 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

las críticas de Popper y del segundo Wittgenstein y al desarrollo de

sus respectivas epistemologías no fundacionistas, así como a la

progresiva flexibilización de las posiciones del Círculo que se hallaba

en plena actividad cuando fue interrumpido de manera violenta por la

guerra.

Las interpretaciones que Popper, los miembros del Círculo de

Viena y Wittgenstein hicieron del propio trabajo y del de los demás,

sus reclamos de originalidad y crédito no están libres de

extrapolaciones (lo mismo ocurre con las valoraciones de los

respectivos defensores) e ilustran cómo la historia de las malas

interpretaciones y la historia de la creatividad filosófica están

íntimamente ligadas. Popper, los miembros del Círculo de Viena y

Wittgenstein tenían en común su pertenencia a la Viena de

entreguerras —un foco cultural de primer orden— y compartían el

haber llegado a la filosofía desde la lógica, las matemáticas y las

ciencias y el intento de dar respuesta a los interrogantes suscitados por

las teorías científicas sirviéndose de los desarrollos de la lógica

formal. Estos rasgos comunes hacen interesante el análisis de las

diferencias de enfoques filosóficos, de estilos personales y de trabajo,

de modos de concebir la ciencia y su relación con la filosofía y la

vinculación de ambas con la vida práctica.

Los miembros del Círculo de Viena se preocuparon por

esclarecer los fundamentos del conocimiento dentro de la tradición

empirista machiana revisada a través de una perspectiva logicista y

abiertamente antimetafísica. Sostuvieron un ideal de ciencia que no

conoce enigmas insolubles, que procede por inducción y alcanza la

certeza, apostaban por un lenguaje unificado de tipo fisicalista para la

ciencia y estaban empeñados en un movimiento que impregnaría la

vida social con una visión científica del mundo. Los miembros del

Círculo de Viena demostraron un grado de claridad y rigor lógico sin

precedentes en la filosofía e intentaron aplicar el espíritu creativo

propio de las ciencias naturales a la filosofía y tienen el mérito

innegable de haber desarrollado un trabajo cooperativo infrecuente en

filosofía. Era un ejemplo particularmente interesante de

HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 387

interdisciplinariedad, pluralismo, trabajo en equipo y

multiculturalidad. Constituyeron una comunidad de conocimiento en

sí misma y por su relación con otros grupos dentro del movimiento de

la filosofía científica, que facilitó en la coyuntura difícil del exilio,

que algunos miembros del Círculo de Viena fueran acogidos en

universidades de Estados Unidos, donde supieron aportar y

enriquecerse de la filosofía pragmatista prevaleciente en

Norteamérica.

Popper tuvo intuiciones profundas y originales e hizo críticas

agudas y concienzudas, aunque también en su filosofía aparecen

extrapolaciones de esas intuiciones parciales válidas solamente en

ámbitos determinados. Popper convirtió la crítica en el método para

progresar en el conocimiento a través de conjeturas y refutaciones y se

enfrentó a los clásicos —sin falsos respetos y aprendiendo— y a los

forjadores de los mitos más importantes de su época llegando a ser el

crítico más agudo del positivismo lógico. Consideró que la ciencia era

modelo de todo conocimiento, un proyecto aventurero y

revolucionario, expresión de nuestro deseo de saber, de nuestra

esperanza de emanciparnos de la ignorancia y de la mentalidad

estrecha, del miedo y la superstición. El racionalismo crítico de Popper

es indudablemente una filosofía del progreso científico pero estuvo

más conectada con la vida que la de los positivistas lógicos. En este

sentido Popper motivó e integró más y mejor a los científicos que

Wittgenstein y el Círculo de Viena. Popper fue un cientista que no se

dejó seducir por el dogma antimetafísico ni por la empresa de un

lenguaje unificado para las ciencias ni convirtió la precisión en una fin

y empleó los lenguajes formales sin desfasar su importancia. Su

entusiasmo por la ciencia no le impidió desmitificarla y alertar contra

los peligros de la tiranía de la ciencia que nos hace capaces de auto

derrotarnos.

Popper consideró que el progreso en el conocimiento se mide

por el grado de profundidad de los problemas que se intentan

solucionar y por eso criticó duramente el escolasticismo y la

superficialidad a que conducía el positivismo lógico. Estaba

388 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

persuadido de que la frontera entre lo decible y lo indecible, entre la

filosofía y la ciencia, entre lo explicable y lo inexplicable no era rígida

y defendió la existencia de genuinos problemas filosóficos en la

academia británica dominada por Wittgenstein. Aplicó

coherentemente su epistemología revolucionaria a los más diversos

campos y de manera particular a la vida social y política, hizo

planteamientos agudos y prometedores en campos como la libertad, la

sociedad abierta, etc. y su filosofía puede recordar a los grandes

filósofos de antaño por la amplitud de horizontes. Sin embargo aun

reconociendo la importancia de problemas humanos más profundos y

desestimando a quienes negaban su significado filosófico, y teniendo

la habilidad para proponer una solución al problema de los límites de

la inteligibilidad, Popper filosofó como si el mundo empírico fuera lo

único que existe, y consideró la cuestión acerca de si existe algo más

allá como intrínsecamente incapaz de ser respondida.

Respecto de Wittgenstein es indispensable tratar de entender

cuál fue realmente su pensamiento ya que presenta muchos contrastes

y con razón se ha dicho que él mismo fue un enigma. Wittgenstein no

era sólo ni principalmente un lógico ni un filósofo de las matemáticas,

a pesar de que la mitad de sus escritos versan sobre esto y de que sus

dos principales impulsos para iniciar y posteriormente para volver a la

filosofía estuvieron relacionados con las matemáticas. Wittgenstein

usó la lógica y las matemáticas como estructuras para volcar sus

verdaderos intereses que eran éticos y con el tiempo su filosofía se fue

volviendo más existencial y antropológica. Wittgenstein fue siempre

ajeno a poner el método científico como paradigma de conocimiento o

modelo para la filosofía y con el tiempo se fue volviendo anticientista.

Consideraba que la idolatría de la ciencia era uno de los síntomas del

declive de nuestra cultura y la nueva “metafísica” que había que

destruir. En su intento loable por combatir el cientismo Wittgenstein

eliminó también toda posibilidad de explicación racional de lo no

sensible y en este sentido parece acertada la crítica de Popper de que

exageró el abismo entre lo decible y lo indecible.

HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 389

Wittgenstein tenía un proyecto emancipador pero no a través de

la ciencia, como era el caso de Popper, sino mediante la liberación del

pensamiento de la superstición verbal. Wittgenstein intentó exponer la

incapacidad del racionalismo para abordar las cuestiones profundas de

la vida, consideró que no eran asuntos que corresponden a la filosofía

—cuya tarea se limita a la clarificación: a hacernos ver la necedad que

supone pretender respuestas en este ámbito— e invitó al silencio.

Todo lo que Wittgenstein trajo entre manos tuvo el sello de la

intensidad y la brillantez, y no fue menos su batalla contra lo que

consideraba superficialidad y estupidez. Percibió la pobreza del

lenguaje científico y alertó contra el peligro de idolatrar la ciencia.

Haciendo gala de una pasión antiteórica y mística, se dedicó a

“disolver” montajes intelectuales y a gritar la necesidad de ir a lo

vitalmente importante, a diferencia de Popper que “destruyó” los

montajes intelectuales a base de analizarlos y proporcionar

argumentos y alternativas. Wittgenstein tuvo el acierto de ver la

filosofía como una confesión, como algo que reclama honestidad y

profundidad, sin embargo resultaba inasible en su método filosófico y

los interlocutores y críticos tenían “derecho” de exigirle una

inteligibilidad mayor.

Las interpretaciones que Popper, los miembros del Círculo de

Viena y Wittgenstein hicieron del propio trabajo y del de los demás no

están libres de extrapolaciones. Lo mismo ocurre con las valoraciones

de los respectivos defensores. Popper estaba persuadido de que su

crítica al Círculo de Viena provocó la muerte del positivismo lógico y

que en el seno del Círculo surgió una leyenda que le asimilaba al

positivismo. Los miembros del Círculo de Viena, salvo algunas

excepciones, permanecieron convencidos de que Popper exageraba

sus diferencias con el positivismo lógico y sin negar el impacto de la

crítica de Popper no la consideraron determinante. Los textos

analizados permiten conjeturar que ambas partes exageran la propia

visión y en cualquier caso parece haber más argumentos que apoyan la

versión de Popper. Stadler y Hacohen coinciden en que Popper no

necesitaba reclamar ese dudoso mérito dada la calidad de su

epistemología revolucionaria.

390 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Por otra parte Popper estaba convencido de que ni él ni el

Círculo de Viena habían malinterpretado a Wittgenstein. Sus

defensores sostienen que acertó en su interpretación de un “único”

Wittgenstein “enemigo” de la filosofía y que la solución de Popper al

problema de la inducción fue superior a la del Círculo de Viena y que

Popper no huyó del problema como hizo Wittgenstein con su

misticismo y su llamada al silencio. Por el contrario otros autores

afirman que la lectura racionalista que Popper hizo del Tractatus

constituye un prejuicio para entender la “última” filosofía de

Wittgenstein y que su crítica al empirismo lógico no logra todo su

efecto precisamente por los elementos positivistas de su filosofía que

no fue capaz de reconocer. Los partidarios de Wittgenstein están

convencidos de que proporcionó un método para abordar cualquier

problema, mientras que Popper enfrentaba los problemas uno a uno,

que la filosofía de Popper ha dado lo que tenía que dar y que sus

soluciones carecen de la perennidad de los aforismos de Wittgenstein.

Wittgenstein rechazó cualquier paternidad sobre el positivismo

lógico y su relación con el Círculo de Viena fue peculiar y ambigua

debido a su estilo de relacionarse con las personas, a su hermetismo

para expresar sus ideas y a su hábito de no proporcionar argumentos.

El diálogo entre Wittgenstein y el reducido grupo de miembros del

Círculo de Viena con los que accedió a encontrarse periódicamente ha

sido caracterizado con acierto como ejemplo de discursos paralelos

que se emiten al mismo tiempo y que no llegan nunca a un punto

común.

El diálogo entre Popper y el Círculo de Viena no surgió en un

momento mágico de „buenas vibraciones‟ sino como oposición crítica

un tanto acerba, sin embargo el acuerdo en la actitud de fondo (actitud

racional, científica) hubiera sido suficiente para establecer un diálogo

fructífero. El desacuerdo en tesis concretas y el distinto marco de

referencia hubieran podido ayudar a ampliar el horizonte e incluso a

lograr síntesis fecundas. Hacohen tiene sus razones al afirmar que para

cambiar el curso de la filosofía científica se requería tanto un político

como un filósofo y que a Popper le faltó lo primero, pero no es tan

HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 391

clara su conclusión de que se trató más de un problema de relaciones

humanas que de filosofía. La existencia de sentimientos positivos y

negativos fue obvia, pero no es fácil hacer especulaciones acerca de su

influencia en los resultados del debate.

Wittgenstein y Popper tenían mucho más para entenderse y

complementarse entre sí que con el Círculo de Viena —al que incluso

algunos autores califican como vinculación por vía de leyenda— pero

sus temperamentos no filosóficos impidieron el diálogo. El hecho de

que hayan enfrentado al positivismo lógico muestra que existen

elementos de acuerdo importantes. En el caso de Popper y

Wittgenstein se puede afirmar claramente que los estilos personales y

de trabajo impidieron el diálogo y determinaron la falta de acuerdo y

reconocimiento de los elementos comunes. Entre Popper y

Wittgenstein hubo más malentendido que desacuerdo y como

gráficamente se ha señalado parece que Wittgenstein tomó demasiado

en serio el recurso introductorio de Popper en su intervención durante

la reunión del Moral Science Club (hipersensible hacia la agresividad

de Popper que no le tendía la mano) y Popper tomó demasiado en

serio el Tractatus en el sentido de que lo interpretó literalmente y lo

rechazó mostrando que era autocontradictorio sin tener manera de

percatarse del recurso de Wittgenstein.

En conclusión se puede afirmar que ha merecido la pena el

intento de reunir los datos e interpretaciones más relevantes sobre el

debate entre Popper, el Círculo de Viena y Wittgenstein, tres

instancias cuyas relaciones fueron juegos entre proximidad y distancia

y donde las diferencias surgieron con más violencia precisamente por

estar entre familiares.

Conclusiones

La principal conclusión de este trabajo es que el diálogo crítico

entre Popper y el Círculo de Viena influyó en el desarrollo de sus

respectivas ideas en cuanto que Popper encontró en el Círculo de

Viena la plataforma para desarrollar y dar a conocer su filosofía y el

Círculo de Viena se benefició de la crítica de Popper para flexibilizar

algunas de sus posturas iniciales. El diálogo no fue fácil y las

interpretaciones acerca del mismo son opuestas: Popper consideró que

su crítica había causado la muerte del positivismo lógico y a la vez

lamentó que en el seno del Círculo se hubiese configurado una

leyenda en la que se le asimilaba al positivismo lógico. Los miembros

del Círculo reconocieron el valor de la crítica de Popper pero no todos

le atribuyeron un peso decisivo. Los autores contemporáneos

coinciden en que Popper y los miembros del Círculo de Viena

compartieron la actitud científica o racional y subrayan la necesidad

de tomar en cuenta el pluralismo del Círculo de Viena al valorar las

críticas de Popper.

El análisis de la relación de Popper con el Círculo de Viena

lleva a centrar la atención en el Tractatus como objeto de la crítica de

Popper al positivismo lógico y en la persona de Wittgenstein como

sujeto de las desavenencias de Popper con Moritz Schlick cabeza del

Círculo. Los estilos personales y de trabajo dificultaron el diálogo

entre Popper y algunos miembros líderes del Círculo de Viena. En el

caso de Popper y Wittgenstein la falta de apertura de ambos para el

diálogo impidió la colaboración y la identificación de elementos

comunes.

El Círculo de Viena estaba integrado por científicos, filósofos y

pensadores procedentes de diversas disciplinas interesados en

conformar una visión científica del mundo a través de una filosofía

390 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

científica por su método (el análisis lógico del lenguaje) y por su

ámbito (los fundamentos de las ciencias). Intentaban conjugar el

empirismo de tradición machiana con la moderna lógica formal

desarrollada por Frege y Russell. Encontraron en el Tractatus de

Wittgenstein el punto de referencia fundamental para su cruzada

positivista y antimetafísica, principalmente en la verificabilidad como

criterio de significado de las proposiciones. Entre los miembros del

Círculo existía un pluralismo en cuestiones metodológicas, éticas y

políticas, contaban con sus propios órganos de difusión a través de

publicaciones y de la organización de congresos internacionales. Sus

actividades se suspendieron a raíz de la anexión de Austria a

Alemania cuando se hallaban en plena actividad y la mayoría de sus

miembros se dispersaron por Inglaterra y Estados Unidos.

Popper estableció y mantuvo relación con varios miembros del

Círculo de Viena a raíz de su interés por los problemas de la inducción

y la demarcación, que consideraba los dos problemas fundamentales

de la epistemología, y que sabía que eran abordados en las reuniones

del Círculo aunque Popper nunca asistió a esas reuniones. En el

momento de su encuentro con el Círculo de Viena Popper había

desarrollado una epistemología propia y relativamente original. Fue el

primero en afirmar el carácter conjetural e hipotético del conocimiento

tanto ordinario como científico y el primero en confrontar al

inductivismo con una metodología alternativa sistemática, el

falsacionismo o racionalismo crítico, en donde la evidencia no juega

un papel positivo en el establecimiento de las teorías, sino que es una

instancia negativa para su refutación. Popper aplicó su modelo

epistemológico a otros ámbitos en particular a la filosofía política y

fue integrando toda su filosofía en un modelo que llamó evolución

emergentista.

Popper tuvo una peculiar relación amor-odio hacia el Círculo de

Viena. Por una parte se identificaba con el Círculo en el interés central

por la filosofía de la ciencia, en la visión de la ciencia como

paradigma de todo conocimiento y en que la metafísica no tenía

carácter científico. Por otra parte estaba en desacuerdo con la visión

CONCLUSIONES 391

inductivista y justificacionista de la ciencia propia del positivismo

lógico, con la reducción de la filosofía al análisis lógico del lenguaje y

con la actitud antimetafísica que llevó a los positivistas lógicos a

imponer el dogma del sentido y a establecer un criterio inadecuado de

demarcación entre la ciencia y la filosofía. Para Popper la metafísica

constituía un nivel de reflexión previo a muchas teorías científicas y

constituía un medio para abordar problemas cercanos a la vida

humana.

Popper consideró que el centro de su controversia con el Círculo

de Viena estaba fundamentalmente en la distinta solución al problema

de la demarcación. Popper propuso la falsabilidad como criterio de

demarcación entre la ciencia y la no ciencia y frente al problema

empirista del significado. Popper calificó de inapropiada en todas sus

variantes la búsqueda de un criterio de significado como solución al

problema del carácter científico de las teorías. Enfatizó siempre que

no era lo mismo buscar un criterio de demarcación y un criterio de

significado y por tanto que no estaba exagerando su oposición al

positivismo lógico como le acusaban algunos miembros del Círculo de

Viena. A este asunto Popper dedicó mucho tiempo y numerosos

escritos como se trasluce de los textos en los que Popper habla de su

relación con el Círculo de Viena: desde la carta al editor de Erkenntnis

de 1934, pasando por la recopilación de artículos en Conjectures and

Refutations de 1963 y su autobiografía intelectual de 1974, hasta la

última entrevista concedida en 1991 se trasluce que la crítica al

Círculo de Viena principalmente a través de la crítica al Tractatus fue

pauta fundamental en el desarrollo de sus ideas durante muchos años.

Los miembros del Círculo de Viena con que Popper trató más

fueron Kraft, Carnap y Feigl. Kraft aplicó el empirismo lógico

especialmente a la teoría de los valores y escribió la primera historia

del Círculo de Viena en la que queda clara su identificación con los

objetivos fundamentales del positivismo lógico y también su

oposición frente a la radicalidad de algunos planteamientos iniciales.

Kraft reconoció que Popper y el Círculo de Viena se influyeron

mutuamente y que la contribución de Popper fue mayor y su

392 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

influencia en la fase pública reemplazó a la que había tenido

Wittgenstein en la fase inicial del Círculo. Consideró que no existía

una oposición infranqueable entre las dos posturas que partían de una

misma actitud básica, la actitud científica, y afrontaron los mismos

problemas aunque los abordaron de manera distinta. Destacó las

insuficiencias del realismo de Popper y de su antiinductivismo radical

y estaba persuadido de que Popper fue fundamentalmente un empirista

moderado que también sostuvo una postura antimetafísica manifestada

en su interés por establecer una demarcación clara entre la metafísica

y el conocimiento científico. Según Kraft el empirismo de Popper

quedaba eclipsado por su insistencia en el componente racional del

conocimiento. Poco a poco se fue alcanzando un acuerdo cada vez

mayor entre Popper y un ala del Círculo de Viena no por la

asimilación de Popper al Círculo sino en parte por la aceptación de las

ideas de Popper y por los desarrollos independientes dentro del

Círculo. Kraft considera a Popper como uno de los continuadores del

movimiento de la filosofía científica en Inglaterra. Popper por su parte

consideró que Kraft era con quien mejor se podía hablar por su

apertura y ausencia de prejuicios, aunque no fuese quizás el más

brillante.

Carnap fue el principal representante del Círculo de Viena y de

la ulterior evolución del positivismo lógico. Aplicó la lógica de Frege

y Russell al análisis de los conceptos científicos y formuló el principio

de tolerancia lógica de los lenguajes aplicando los desarrollos de

Menger y los teoremas de incompletez de Gödel. Fue amigo y

oponente de Popper desde los años treinta hasta su muerte. El punto

crucial de la discusión entre Carnap y Popper fue primero el carácter

científico de las teorías (problema de la demarcación) y

posteriormente la lógica inductiva. Carnap precisó acertadamente que

Popper y los miembros del Círculo de Viena intentaron establecer la

demarcación entre cosas diferentes: Popper distinguió entre

proposiciones científicas y proposiciones pseudocientíficas (o no

científicas) y el Círculo de Viena buscaba la demarcación entre las

proposiciones (científicas o pseudocientíficas) y las

pseudoproposiciones en cuanto tales. Sin embargo Carnap pasó por

CONCLUSIONES 393

alto o minimizó que la disposición antimetafísica apriorística del

positivismo lógico se mantiene intacta y en este sentido resulta

precipitada su convicción de que Popper exageró sus diferencias con

el Círculo de Viena. Por su parte Popper demostró siempre admiración

y afecto hacia Carnap pero le quedó el sinsabor de que en el fondo

nunca había aceptado su crítica y que la leyenda que le asimilaba al

positivismo lógico había hecho fortuna a través de una especie de

sofisma ad hominem, debido a que había sido invocada por autores de

peso como Carnap y Hempel.

Feigl fue un empirista moderado que se interesó particularmente

por los temas surgidos de la psicología en el contexto de la visión

científica del mundo y fue uno de los principales difusores de las ideas

del Círculo de Viena en Estados Unidos. Feigl valoró las aportaciones

de Popper en epistemología y metodología y fue quien le animó a

publicar sus ideas en lo que sería Logik der Forschung. Feigl

contribuyó a la flexibilización del criterio empirista de verificación

introduciendo la noción de „validez semántica‟ y reconoció la

influencia de la crítica de Popper en este y otros refinamientos. Su

moderación y apertura le llevaron a entender mejor que ningún otro

miembro de Círculo que compartían una base común con Popper y

que a la vez existían diferencias en puntos importantes. Fue de los

pocos que se dio cuenta de que la teoría de la falsabilidad popperiana

no se refería a la cuestión del significado sino a la demarcación. Feigl

reconocía la deuda personal que tenía con Popper por haberle ayudado

a volver al realismo y al mismo tiempo no dejó de señalar los

inconvenientes del deductivismo radical de Popper y de su actitud

poco tolerante en las discusiones. Feigl atribuye la causa de las malas

relaciones entre Popper y Schlick a la crítica despiadada e injusta de

Reichenbach que situó a Popper como antagonista del empirismo

lógico e hizo que la cabeza del Círculo le mirara con prevención. Por

su parte Popper consideró que Feigl entendió sus críticas y las aceptó

y reconoció la deuda de gratitud que tenía con él por haberle animado

a publicar sus ideas.

394 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Popper reconoció que su encuentro con el Círculo de Viena le

había proporcionado la ocasión de publicar su primera obra, de

participar en congresos internacionales y de conocer a Tarski —cuya

teoría de la correspondencia tuvo una importancia decisiva en su

filosofía—, pero no parecía aceptar ninguna influencia significativa.

Había entre los miembros del Círculo dos grupos: los que aceptaban

muchas o la mayoría de sus ideas, aunque entre ellos diferían

radicalmente en varios puntos importantes, y los que pensaban que

esas ideas eran peligrosas y tenían que ser rechazadas. Entre estos

últimos estaba Neurath que calificó a Popper de “oposición oficial”

del Círculo. Popper aceptó la etiqueta porque consideró que reflejaba

que no era un positivista y en cierta manera tampoco un empirista. La

publicación de la obra fundamental de Popper sobre filosofía de la

ciencia, Logik der Forschung, en la colección del Círculo a la vez que

le dio a conocer dio lugar a un malentendido que Popper denominó

“leyenda positivista” que le absorbía de una u otra manera en el

positivismo lógico. Popper estaba persuadido de que su crítica fue

decisiva para la muerte del positivismo lógico y al mismo tiempo, y

no sin ambigüedad, calificó de gran pérdida su disolución. Reconoció

que Schlick era un filósofo destacado y que tenía una deuda de

gratitud con él por aceptar la publicación de su libro, pero reconoce

que tuvieron una relación menos amistosa y que no fue invitado a las

reuniones del Círculo debido a su mala relación con Wittgenstein.

Dos estudiosos contemporáneos de la relación de Popper con el

Círculo de Viena son Friedrich Stadler, autor del estudio más

actualizado sobre el empirismo lógico, y Malachi Hacohen, autor de

una de las principales biografías intelectuales de Popper. Stadler

afirma que Popper fue el referente crítico fundamental en la fase

pública del Círculo de Viena iniciada a partir del 1929 con la

publicación del manifiesto programático y equipara su influencia a la

de Wittgenstein y Tarski. Stadler considera que Popper englobó al

Círculo de Viena sin tomar en cuenta su pluralismo filosófico y su

progresiva evolución a partir de las posturas radicales iniciales y de

esta manera prácticamente se disuelve el reclamo de Popper en el

sentido de una diferencia sustancial de puntos de vista. Stadler

CONCLUSIONES 395

suscribe la valoración de Kraft de un progresivo acercamiento

“asintótico” de las posturas. Con excepción de Neurath y Reichenbach

los miembros del Círculo de Viena al referirse a Popper no parecen

considerarse involucrados en una discusión entre rivales. Stadler

concede un peso fundamental a la disputa de Popper con Wittgenstein

y conjetura que Schlick no invitó a Popper a participar en las

reuniones del Círculo por diferencias de personalidad y de mentalidad,

pero sobre todo por el rechazo sistemático de Popper hacia

Wittgenstein. Stadler llega a la conclusión de que entre las posturas de

Popper y el positivismo lógico del Círculo de Viena existían

diferencias reales pero no de fondo y que Popper estuvo más cerca del

Círculo de Viena de lo que fue capaz de admitir.

Por su parte Hacohen sostiene que tanto Popper como los

miembros del Círculo de Viena representan la búsqueda de respuesta a

los interrogantes planteados por la ciencia experimental moderna.

Igual que Stadler enfoca la cuestión a través del pluralismo del

Círculo de Viena pero, a diferencia de éste, lo utiliza para mostrar que

existieron una serie de diferencias paradigmáticas —Popper demarcó

la ciencia de la metafísica pero no rechazó la filosofía, rehusó dar el

giro lingüístico y se consideraba un kantiano heterodoxo— que

muestran que Popper no perteneció al variado cuadro del positivismo

lógico. Con base en lo anterior Hacohen sostiene que el diálogo crítico

con el positivismo lógico impulsó la revolución epistemológica de

Popper de principio a fin. Popper no fue el asesino del positivismo

lógico, pero su crítica al positivismo dio lugar a una nueva filosofía

que transformó radicalmente la manera de ver el conocimiento

humano.

Hacohen llega a la conclusión de que el Círculo de Viena, aun

habiendo sido un contexto crucial para la filosofía de Popper,

contribuyó a la distorsión del pensamiento de Popper y oscureció la

transmisión de sus implicaciones revolucionarias. Está convencido de

que se trató de dos filosofías en diálogo, pero el Círculo negaba que

fueran dos y estaban equivocados, y Popper creía que los positivistas

habían plagiado su filosofía y también estaba equivocado ya que no

396 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

tenía propiedad exclusiva de sus ideas. Hacohen llega a la conclusión

de que la existencia de desacuerdos paradigmáticos no significa que la

colaboración fuese imposible e incluso la revolución epistemológica

de Popper hubiese sido capaz de producir un giro del positivismo

lógico si se hubiera mostrado más congenial.

Wittgenstein imprimió su sello en todo lo que hizo: una

búsqueda lineal de coherencia, originalidad y excelencia unido a la

obsesión y al rigorismo, siempre bajo la sombra del pesimismo e

incluso al borde de la locura. Suelen identificarse dos momentos en la

filosofía de Wittgenstein: un primer período que corresponde al

contenido del Tractatus en el que ofrece la visión de un mundo

articulado en hechos que son la materia de estudio de las ciencias

naturales y una mente que confronta ese mundo y trata de reflejarlo en

sus pensamientos a modo de imágenes o pinturas de esos hechos.

Wittgenstein considera que las verdades profundas acerca de la

naturaleza de la realidad y de la representación no pueden ser dichas

propiamente sino sólo pueden ser mostradas. Estaba persuadido de

que en relación a los problemas realmente importantes sólo cabe el

silencio.

La segunda filosofía de Wittgenstein corresponde

principalmente al contenido de Philosophical Investigations y es un

rechazo del Tractatus no a través de nuevos argumentos sino a través

de un modo nuevo de concebir el lenguaje, que deja de ser expresión

de conocimiento —y por tanto búsqueda de la verdad o falsedad de las

proposiciones— y pasa a ser uso de las palabras mediante “juegos” de

lenguaje. En los dos períodos de su pensamiento Wittgenstein

concibe la filosofía por una parte como palabrería sin sentido y por

otra como actividad clarificadora de los embrollos lingüísticos, como

una técnica para ganar claridad acerca de las reglas del juego del

lenguaje y sus aplicaciones. En realidad, como muestra la

interpretación unitaria de los dos períodos de la filosofía de

Wittgenstein, el Tractatus y las Philosophical Investigations formaban

parte de un mismo proyecto de comprender las condiciones más

CONCLUSIONES 397

generales de posibilidad del lenguaje, y por tanto de la imbricación en

el lenguaje de pensamiento y realidad.

Wittgenstein no pretendió formar escuela y sólo transmitió sus

ideas a un grupo reducido de alumnos selectos. Tampoco participó en

las discusiones públicas a las que su trabajo dio origen, pero tuvo una

influencia decisiva en dos momentos de la filosofía analítica: el

empirismo lógico y la filosofía del lenguaje ordinario. Pertenece a dos

mundos: al anglosajón y al vienés e introdujo una metodología

novedosa. Algunos sostienen que su influencia es más actitudinal que

filosófica ya que no puso en boga nuevas ideas, sino un nuevo modo

de filosofar. Por esta razón sería un error aplicar a Wittgenstein

esquemas tradicionales al valorar su filosofía y al mismo tiempo se

comprende que no resulte fácil criticar a sus críticos ni

desautorizarlos.

El contacto entre Wittgenstein y el Círculo de Viena que había

adoptado y adaptado el Tractatus como inspiración fundamental fue

conflictivo y excéntrico, con distintos niveles de intensidad y

frecuentes interrupciones. Los empiristas lógicos hicieron una lectura

positivista y antimetafísica del Tractatus: adoptaron la perspectiva

lógica y el análisis del lenguaje como elementos de la visión científica

del mundo, rechazaron el misticismo e interpretaron el sinsentido

como argumento para rechazar todo discurso metafísico. Tuvieron una

valoración muy distinta de la ética. Las diferencias teóricas y

personales entre Carnap y Wittgenstein influyeron en la lectura

positivista y antimetafísica del Tractatus. Wittgenstein rechazó esta

interpretación porque estaba empeñado en un proceso de análisis

lingüístico y de clarificación intelectual, orientada moral y

terapéuticamente, y en un contexto sociocultural distinto. A esta luz se

entiende que los sucesivos proyectos para la divulgación de las ideas

de Wittgenstein a través del Círculo de Viena no progresaron y en

cierta manera también se explica el comportamiento oblicuo, indirecto

y evasivo de Wittgenstein ante los miembros del Círculo de Viena

como una forma de marcar distancia para que no le asimilaran al

positivismo lógico.

398 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

Existen diversas interpretaciones acerca del único encuentro

personal entre Popper y Wittgenstein en el Moral Science Club de

Cambridge en 1947 pero hay consenso en que se trató de un

vehemente intercambio de opiniones acerca de la naturaleza de la

filosofía y de la existencia de genuinos problemas filosóficos. Los

protagonistas valoraron el encuentro de manera opuesta: Wittgenstein

tuvo una reacción mínima desacreditando a Popper sin más, como era

su costumbre, y Popper consideró que independientemente de que su

recurso introductorio fuera acertado o no, estaba hablando mucho más

en serio que Wittgenstein ya que sus argumentos en apoyo de la

existencia de genuinos problemas filosóficos tocaba los fundamentos

de la controversia. La principal crítica de Popper al Tractatus es que

Wittgenstein fracasa en su intento de suprimir la metafísica, en primer

lugar porque se contradice a sí mismo (su doctrina no carece de

sentido sino que es falsa) y al carecer de base argumentativa real

impone su doctrina mediante un dogmatismo reforzado. En segundo

lugar porque su solución al problema de la demarcación es

insuficiente, ya que por una parte su doctrina del “significado” es un

término más psicológico que técnico y el problema simplemente se

traslada y, por otra parte, al identificar las proposiciones verdaderas

con las proposiciones científicas y al aplicarles el principio de

verificación acaba excluyendo las hipótesis científicas como carentes

de sentido.

El núcleo de la crítica de Popper a las dos filosofías de

Wittgenstein es su reducción de la filosofía a la mera clarificación del

significado de las palabras y la metafísica a sinsentido. Popper

reconoce la flexibilización del concepto de significado en

Wittgenstein, que en el Tractatus estaba polarizado en el sentido de

las palabras y en su última filosofía invitaba incluso a hablar sin

miedo acerca de cuestiones sinsentido que muchas veces corresponden

a las cuestiones más importantes de la vida. A nivel práctico Popper

muestra que el método de la filosofía propuesto por Wittgenstein es un

lastre aristotélico por la inapropiada centralidad que concede al

lenguaje que conduce al verbalismo, y también es un lastre platónico

que conduce al misticismo.

CONCLUSIONES 399

Bryan Magee, amigo y defensor de Popper en Inglaterra, afirma

que Wittgenstein y Popper son los únicos antagonistas de interés en el

cisma del positivismo lógico por su compromiso existencial con la

filosofía y porque a diferencia de los filósofos académicos británicos,

llegaron a la filosofía desde las ciencias. Popper desarrolló una

epistemología revolucionaria, fue el crítico más importante del

empirismo lógico y atacó consistentemente las dos filosofías de

Wittgenstein. Otros autores por el contrario consideran que la lectura

racionalista que Popper hizo del Tractatus está limitada por elementos

positivistas en su filosofía, en concreto su dualismo entre saber y

acción, porque su crítica se dirige al Wittgenstein interpretado por los

positivistas lógicos, porque no percibió los elementos antipositivistas

del Tractatus que se acercaban más a sus propias posiciones. Los

miembros del Círculo de Viena, Popper e incluso los primeros

discípulos británicos de Wittgenstein pensaron equivocadamente que

Wittgenstein estaba purgando el sinsentido metafísico con el objeto de

construir un lenguaje científico y no que estaba mostrando la

insuficiencia del racionalismo para explicar las cuestiones más

profundas.

Durante mucho tiempo se pensó que las posturas de Popper y el

último Wittgenstein agotaban las posibilidades de explicación del

conocimiento después de la caída del positivismo lógico y eran

incompatibles y contradictorias. Los defensores de Popper

consideraron que el intento de Popper de salvar el racionalismo y

representaba la única alternativa seria al positivismo y la propuesta de

Wittgenstein conduciría al irracionalismo. Más tarde los estudiosos

—entre los que destacan W. W. Bartley III como biógrafo de

Wittgenstein y asistente de investigación de Popper y Peter Munz en

su calidad de alumno de Popper y de Wittgenstein—, fueron

advirtiendo el carácter complementario de las críticas de Popper y del

último Wittgenstein al positivismo lógico.

Bartley considera que el análisis de los dos autores en el

contexto de la reforma escolar austriaca permite comprobar que

último Wittgenstein y el Popper inicial están más relacionados entre sí

en sus motivaciones iniciales que con el Círculo de Viena al que

400 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN

influyeron. Popper es heredero de la escuela de Bühler, de corte

antipositivista y esto queda oscurecido por su giro a la lógica del

conocimiento. La filosofía de la ciencia de Popper y su permanente

visión antipositivista no pueden ser adecuadamente entendidas sin

conocer sus intereses iniciales en psicología y educación. Por su parte

Wittgenstein se replanteó el atomismo lógico del Tractatus en su

contacto teórico-práctico con las ideas antiasociacionistas de la

escuela psicológica de Bühler que informaban la reforma escolar en la

época de su trabajo como maestro de escuela primaria en zonas rurales

de Austria. Esto ha sido poco analizado porque su etapa docente ha

sido vista como una interrupción de su filosofía.

Munz analiza y compara cuidadosamente la filosofía de Popper

y la del último Wittgenstein y muestra que comparten una

epistemología no fundacionista y no justificacionista, en la que el

conocimiento se concibe como producto de la invención humana, con

un punto de partida convencional, que se adquiere en la propia

tradición cultural y que permite la adaptación al entorno, la

comprensión y la configuración de la realidad en la que se vive.

Exhibe interesantes puntos de complementariedad entre las dos

posturas y lamenta que por falta de diálogo —debido a las dificultades

derivadas de la metodología de Wittgenstein y sobre todo a la falta de

temperamento filosófico de ambos— no haya sido posible entender

que estaban intentando lo mismo desde distintos ángulos y que era

posible una rica síntesis.

Al mismo tiempo Munz es consciente que las semejanzas entre

Wittgenstein y Popper no eliminan las diferencias. Popper hace

hincapié en la naturaleza conjetural del conocimiento y Wittgenstein

en su carácter pragmático. Popper la relaciona la tradición cultural con

el método científico y Wittgenstein con los “juegos de lenguaje”, para

Wittgenstein la filosofía era una clarificación del sentido de nuestras

palabras y para Popper una búsqueda de solución de problemas.

Popper admite un escepticismo relativo pero no lo considera un

absurdo evidente como pretende Wittgenstein.

Los defensores de Wittgenstein afirman que él y Popper decían

lo mismo pero que el gran filósofo fue Wittgenstein refiriéndose al

CONCLUSIONES 401

carácter universal de su método y a la perennidad de sus aforismos

que continúan suscitando la reflexión, al contrario de Popper que tuvo

su momento pero que de alguna manera se ha agotado ya. Los

defensores de Popper objetan que su solución al problema de la

inducción fue superior a la del Círculo de Viena y que no huyó del

problema como hizo Wittgenstein que terminó en misticismo y en

una llamada al silencio.

Algunos defensores de Popper como Magee y Hacohen

reconocen que Popper aun reconociendo su importancia y criticando

acerbamente a quienes como Wittgenstein negaban la existencia de

genuinos problemas filosóficos consideró que la cuestión acerca de lo

profundo era intrínsecamente incapaz de ser respondida. La

epistemología de Popper presenta intuiciones profundas y originales y

críticas agudas y concienzudas, sin embargo sus posibilidades y

aportaciones se ven limitadas por su empirismo y su agnosticismo y

por esta razón no es extraño que haya quien afirme que Popper tuvo

las piezas del puzzle en la mano pero no acertó a armarlas bien. En

cualquier caso, el significado real del trabajo de Popper apenas ha

empezado a emerger —la profundidad de sus ideas no resulta obvia,

nunca estuvo de moda ni fue popular, ha sido visto más como crítico

que como autor original y vivió la mayor parte de su carrera en

tiempos y lugares dominados por Wittgenstein— con frecuencia se

mencionan sus ideas pero no su nombre e incluso se habla de su

racionalismo crítico como de una de las grandes oportunidades

intelectuales perdidas del siglo XX que merece la pena rescatar.

En conclusión, los rasgos comunes de Popper, el Círculo de

Viena y Wittgenstein —su pertenencia a la Viena de entreguerras y el

haber llegado a la filosofía desde la ciencia— hacen interesante el

análisis de las diferencias de enfoques filosóficos, estilos personales y

de trabajo, modos de concebir la ciencia y su relación con la filosofía

y la vida práctica. Los datos e interpretaciones recopilados muestran

aspectos luminosos propios de todo esfuerzo intelectual genuino e

ilustran cómo la historia de las malas interpretaciones y la historia de

la creatividad filosófica están íntimamente ligadas.

Bibliografía

La bibliografía de este trabajo está ordenada en dos secciones

distintas. En primer lugar se relacionan por orden cronológico de

edición original los artículos y libros de Popper en las ediciones

consultadas y expresamente citadas a lo largo de este trabajo. Por la

naturaleza de la investigación se han citado por separado los artículos

posteriormente recopilados y publicados en forma de libro. Una

bibliografía completa hasta la fecha de su publicación puede

encontrarse en P. A. Schilpp (ed.), The Philosophy of Karl Popper,

Open Court, La Salle (Illinois), 1974, 1201-1297 y después en

http//www.univie.ac.at/science-archives/popper/biblio.html. En

segundo lugar se relaciona por orden alfabético de autores toda la

bibliografía general consultada y expresamente citada a lo largo del

trabajo. Los artículos y libros de Carnap, Feigl, Kraft, Schlick, Russell

y Wittgenstein se relacionan por orden cronológico de edición

original.

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