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Reino de las alucinaciones

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Reino de las alucinaciones

Pulso y onda / poesíaEdiciones ORTO

2012

Reino de las alucinaciones

Felipe Gaspar Calafell

Edición y corrección: Zoila M. Sánchez Núñez

Diseño y composición: Yuri Y. Baldoquín Suárez

Ilustración de cubierta: Cosme Proenza Almaguer

© Felipe Gaspar Calafell, 2012© Sobre la presente edición Ediciones ORTO, 2012

ISBN: 978-959-7179-94-8

Ediciones ORTOPlácido No.161esquina a Pedro Figueredo.Manzanillo, Granma, CubaE-mail: [email protected]

Ayer y un otoño de gracia

Ahora el tiempo es un puente

El tiempoes una guitarra en la paredque nadie tocapero que tiene en sítodo lo terrible del universo.

F.G.C

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Contradicción entre el tiempo y yo

Ya sé que el tiempo es un ojo impenetrable,por eso no miré los relojesy voy al mar soñando ver una sirenapara maravillar a los crónicos solitarios de este mundo,los que nunca tuvieron premios ni sonrisas de nadie.

El tiempo es el carrusel de la eternidaddonde los niños sueltan al airevoces como cascabeles de un dios.Años atrásél era mi adversario en los pasos, en los juegosen todos los rituales del hábito.

Ya sé,olvidarlo es el mejor sicofármaco para la ansiedad,es como estareternamente en una playacon la muchacha que los dados nos trajeron,ayer esto, ayer lo otro,mañana qué seráson cosas que se escuchan en las callescuando uno quiere viajar hacia la desnudez

del silencio.No hay una sola yerba de silencioen ningún paraje del mundo.Los minutos, las horas, los días,correr con todo el velamen de la vida.

Voy a hacer un poema con el tiempopara que el tiempo me olvide, nos olvidemoscomo dos espaldas que se han vistosolo de pasada.

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Palpitando aún en el olvido

Estoyacercándome al paraíso de una lágrimatan grande como una galaxia de gaviotas.Luego iré al mar a ofrecer mi corazón al apetito de las olasque traen la sallaberinto de la cenizaausencia del gran relojexistir ante la ventana en que se esperael regreso del niño que dejamos atráscomo un perdido pétalo en la memoria de los vientos.

Estoymirando tu rostro con signos de interrogación.Estoy aquícomo túcomo tantos de los que nacieron en el eco de las orillasy aúnningún cartero ha enviado mi voz a las constelacionesdonde el silencio es sombra iluminada.

Estoyante el espejo de los calendariosante la estatua del universoy contra mí compareceel gran descifrador de jeroglíficosy sonríoy canto sin embargoy seguiré mi canto hasta que el sol o tal vez la nocheme ofrezca la última campanada,mandándome a soñar

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los ojos cerrados en el viento de la piedraamorosamente contra el tiempo del mundoy sus oscuros periodistas de corbatas almidonadas.No tendrás de mísino un caracolun hálito del adióspalpitando aún en el olvido.Regresatiempo perdidoentre las aguas de la memoria,ven con el viento que será el refugiode quien no tiene hogar segurolos días paisajes doradosarden en tus manostiempo perdido que me pierdeen el laberinto de mí mismola vida echada contra el polvo.

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Del que regresa

Ya regreso de los extraños reinosque como duendes habitaron en la memoriay nadie pregunta dónde has estado ni por qué las manos tiemblan buscando la flor del futuroni cómo en el horizonte creíste hallar la silueta del paraíso.Ya tengo en mis manos todo el pan de la costumbretodo el viento que me impulsacomo si fuera un velero mi espaldaque por no tener ojos no conoce el pasadoaunque hubo días en que él me acosaba me pedía el rostro para ser derrotadopor el fuego eterno de los instantes.Ahora que he llegadono vuelvo a pedir monedas para comprar el diamante de la sangre.

Ahora el sol es el únicotestigo de mis viajesy te devuelvo las cartas que en el paisajeescribí como ciegoenamorado como siemprede las calles y el aireenamoradode esos ojosque no son la melodía de pasos ágiles.

Ahora he llegado,es la noche en que las lágrimas son una banderaun viejo mitouna rebelión inconfesable.

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Pervivencia

Viajero es y su barco no tiene puerto de permanencia cierta.Llega hasta donde las olas son un combate atroz.Nació en la vida de una muerte total.Por eso sigue solocomo un color hecho en la pureza.Fue envenenado el paisaje para destronarle los ojosdel apego íntimo a una trinidad de colores.Pero solo quemaron su piel al pasar.Quedó el hombre.Quedó el viajero.

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Renacimiento

Ahí estuvo él con su flauta de ébano.Nadie ha venido a darle su aliento para hacerla cantar.El ciego de aquellos días ya no se apega a la ventana.Ya no quiere dormir, dicen, en ninguna parte,pues le falta la voz, dicen, de su amigo y de la flauta.Ahí estaba él.Hoy tocaré yo la flauta para que el ciegosepa que todavía hay vida y musa para ella.Ahí estaré yo todos los días.

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La entraña del árbol

Ya no está el flamboyán. Se ha ido en el dolorcon el rayo de su adiós a mi ausencia.Su destinofue estar como un dios vegetal en mi hoy yacente jugueteo,pero él quizás no sepa que he quedadoen la infancia sin sus vainasy tengo veinte años demolidos en el camino,pero tal vez nunca pueda decirme: Tengo, tengo la eternidad de lo verdepues he visto el salvaje abismo en que perecetodo cuanto nace aunque con gloria...

Hoy en el patio lo presiento. Casi veo las vainas de ayerfueron inofensivos machetes en mis manos.Pero ya es ceniza de carbón su dulce entraña.

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Advertencia al fuego

Ya oigo tu gritería de hambre en la madera.Ya espero tu blasfemia ante mi puertapidiéndome como a Virgilio la obra de tantos días amados.Pero si eres fuerte juega con el agua sin pared divisoria.Pero si eres grande quema el azul, quítamelo del sueño.Ya no basta halagarte para detener tu iraes preciso que sepas que mi obra tiene alas veloces,si es por tierra tu ataque,tiene presteza de avestruz, si por aire quisieras sorprenderme.Oh, fuego, oh maldad del fuegoqué cosa quemarás cuando nada sea quemable.No esperes la sumisión del poeta a tus designios.Ay de ti si persistes en tu locura sin cuño.Ay de ti si un díami obra fuese del silencio un perfume malogrado.

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Palabras a una mujer que ha de partir

No olvides el mar y los peces voladores.Si te vas esta tarde enséñame las manos,la marca ya tenue de mi beso en tu cuello,enséñame a leer los mensajes que el vientopueda traerme, los mensajestitilantes de las estrellas,porque además de amarte me aíslo a cantar con las estatuasde un mundo submarino que me invento,no olvides mi cuaderno de versos contrahechos,los pájaros advenedizos de mis insomnios,la hojarasca de tanto adiós en los andenes.Si te vas, muéstrame tus ojos,buscaré en ellos los días errantes de tu corazón la historia del besoescrita en lo hondo de las madrugadas o bajo la voz del sol.Déjame, déjamesabré comerme mi pedazo de luz sin tus palabras,sabré caminar por las calles sin tu voz metida en los relojes.Puedes irte, pero antesenséñame el camino del amor en tu pechoporque el adiós ya dejó sus destellos en mi casacomo quien olvida el pañuelo para después volver.Pero no vuelvas, no vuelvas,las campanadas nuestras sonaron hasta consumirseen un crepúsculo de mitosy no hay taumaturgo que las libere para siempredel reino alucinante de la fábula.

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Noticias

Ayer fue encontrada en el Senalejos de todos los infiernos autores de infiernosuna muchacha de ojos azules.Tenía en los labios el pétalo de una melodíafuertemente mordido.Por caridad masturbaba secretamentea los adolescentes introvertidos y era virgen.Amaba la música de olvidar hecatombes y también de recordarlas,pero siempresu mejor oferta fue la sonrisa, la mano abiertacomo una puerta donde se dice pase, pase, esta es su casapero respete los enigmas.

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A esa muchacha he empezado a hablarle del amory ha dicho que es un pájaroaleteando en la neblina de un día perdido,que ayer lo vio y no quiso quedarse en su pechono tenía este un bello nombre, además tenía marcas de viejas pedradas.Esa muchacha ha querido pensar una tarde en el cielo,en ciertos angelitos que ayudan a ver la vida mejor,pero los angelitos estaban reunidos en asambleas no oyeron sus plegariasy el cielo tenía un sabor amargode los que niegan la música a las puertas,Desde entonces puedes verla por las callessola desesperadaescribiendo en las puertas de las iglesias que Dios ha muertoque ella ha rezado con una fe tremenday a la mañana el mundo era el mismo.La gente seguía enferma, el amor era hospitalizadopresa del tifusy un poeta perdía minuto a minuto sus pocas y amorosasmonedas de vivirél también había rezado mil veces, perdonado mily el mundo sigue siendo el mismo.Y Dios sigue en el altar. Sus ojos de yesomirados con temor.Esa muchacha es un libroy si no quieres llorar no lo leas, no lo compres con tu andar,rómpete la cabeza contra un taxiy no vuelvas a decir que tú eres tú, hijo del polvo,esclavo de esa fría cama que no rompes.

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Nadie puede verla ni soñarla

Aquí estuvo ella. Su caja de cigarrosiba acabándose mientras se oíaen todo el cuarto la andante voz de Alberto Cortésy allí hirió su piel ante la ceguedad de un espejosolamente para no versecorriendo solitaria la oscura suerte del polvoquizá para darse alegría con carta de viaje.Aquí estuvo ella dándome su cuerpo como una hostiapero se fue cual viento de pasocon todo el sueño indescifrable de su tristezay ya nadie puede verla ni soñarla.

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El sabio viajero que encantael horizonte

Dile a los amigos que mi sombra es un viaje,quizás la marcha de las aguas contra los arrecifesque al silencio adornan como si fuerancantos de sirenas sus voces.Alguien vela por mícuando el milagro del sueño se convierte en mielpara mi golpeado paladar,alguien que nunca he visto hace que su manoduerma en la míadictando palabras como cascabelesa los que vendrán mañana con oscuras carcajadas.

Dilesque ahora intimo con Morfeo,que soy un minutoen el difícil reloj de los astrosque voy al mar para olvidar que un díaconocí el llorar de los que vagantras una silueta sin nombre.Dile a los amigosque soy el sabio que encanta el horizonteque lleva en las entrañas una gran puesta de solpara ofrecer al mundo.

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Palabras a un hipotético ser de otroparaje

Si existes conociendo la bella fisonomía del amorel cráneo lleno de pájaros lucíferos de la razónsi has visto una flor en los labios de un ogroo una chispa de felicidad queriendo escapar de un sótanopara beberse en paz las ofrendas del soly has levantadouna polvareda de justicia sobre las nubes entonceseres mi amigo conoces la vestimenta de mi letrame has visitado para darme el cascabel de la sangrepero si eresla excelsa hipocondría de la imaginaciónuna idea del polvo racional más que miedo atrozun amante de la llovizna etérea entonceseres la poesía y tienes un sitioen mi tosca mesa de escribircuando el día de la floración llegacon su vertiginosa falange de palabrashasta dejarme dormido sobre la vidasobre el mundo.

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Al otro lado de la fantasía

Regresaríaal mismo viejo jardín de los retozos al mismoviejo lobo que me amapero es largo el camino y el tiempo aúllacubierto con toda la herrumbre de los deseosy el tiempo esun mar insondablecomo una mirada de estatua.

Regresaríacon los pies descalzos las manos azules de saludarviejos peregrinos que todo conocenpero la infanciaya perdió sus juguetes.Solo tengo el futuro como una tela blanquísimaque he de rajar con mis palabras pasar luegoy no dejarde mí sino unas colillas que no admiten sentarse en los museosporque nada soy y nada tengosolo unas manos buscando otrasal otro lado de la fantasía donde nuncatuve guitarra perdurable.

Profecía desde las sombras

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Alabanza oscura alabanza

Nací como todo hombre que ha sorprendido la luz en sus manos.He puesto en los rincones algo de cada brisa que sintieron mis pupilasy ahora cantoy mi canto se alza a pasos de aves bajo la lluviapero es grande como la primera aurora de un espejoque remoto espera algo que limpie su azogue.Finas estaciones dejaré donde la canción no bordee sustos en la realidad.Yo nací, permanezco todavía como un nacimientoque ha querido eternizar unas huellasun gesto en su radiante metamorfosis.

No sé hacer un testamentoni poner a secar mis dientes al sol,pero cantoy mi voz se hunde en el mar buscando ojos náufragoscristales que me acarician desde las aguas como un pulpoque siendo muerteama los pólipos de la vida.Nací, nadie todavía lo ha confirmadoporque padezco una enfermedad desde los orígenes de la vozque el hombre ha robado para confirmarsedejar atrás hojas, botellas y crímenesdejar atrás su tiempo negro.

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Manzanillo

Vivo en tisoy de ti con la luz y hasta con las sombrasque habitan las casas vacíasdonde el amor fue antaño el comienzo de los ojos.Amar era empezar a ver la vida a través de otro cristal.Te canto, te doy horas de mi flautay él siempre se siente como una plumael tiempo que nos apura en cerrar hasta las ventanascuando la noche se vuelve de puñales poseídos.

Vivo en tus callesbajo sus portales huyendo del derrumbe de las nubesvivo como un hechizado en tu presencia.

Soy de ti, me posees todono tengo sino mi canto para alabartesino mi suerte de buscador de tesoros en el viento.

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Este pueblo de provincia se va a morir.Los poetas de academia se alejanbuscando el arcángel de la posteridad.

De noche nadie canta.

Los astros apenas pueden verseporque detrás de los ojos tenemossolamente nieblasnieblas que nos legaron los suicidasamantes de su propia sombra.

Aquí no hay puentes para los soñadoresaquí solo yo devorando estrellassacando del polvo viejas cartastratando de recomenzar mi elogio a la sal.

Este pueblo de provincia va a morir.Puedo yo acaso apuntalarlo.

Un pájaro y otro buscan lo inaudible.

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Lugar de mi primer canto

Parque mío, en ti corrió mi infanciacon todas las estrellas ya perdidas en la memoria.Por qué no hace sus ruidos de alegríael agua de tus fuentes.Cómo es posible buscar un rostro pintorescoy no encontrar más que fatalismo en las miradas.O estoy mirando a través de un llanto turbioo no revolotean los gorriones sobre las cabezas de los paseantes.

El gris de los cristales aquellos me quitó el azul de los ojos.

Ah, píldoras oníricas para verte colores y guitarrasy jóvenes cantándole al prodigioque es amanecer ilesos cada día.

Oh, lugar de mi primer canto, sombra habitable.

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Desde la glorieta parten

Los amantes desde ti se hacen el amor como un solo besoaunque los vientos sean polvo de hojas que fueron primaverasaunque las casas parezcan muertas.Adónde llegará el barco del amor.Alguien puede decirme a qué puerto llegará cargado de frutoshoy que el cielo amenaza el diálogo de todo velamen.Amantes son gentes arriesgándose en aguas encabritadas.no son jardín mimado por débil jardinero.

Los veo yéndose. No miran atrás sino para que dejen huellas añorándolos.

Todo empieza con el nombre de las manosdicen los magos para desvanecer el ocaso en el pecho saliente del díaEl mar, la dicha de tener el mar y ser un barcoen este día en que el solitario es una ventana apedreada.

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Profecía desde la sombra

Estás en el silencio mismo de la sombratus manos están solasno sabes qué hacer con ellaspero vas a saber que ocultas lejosla mirada perdida de un sol taciturno.Pero vas a saber al finpor qué el vacío es la fuerzay un díano sentirás como plomo la soledad.No llegará el llanto como ola inevitable.El sol romperá la sombray los fantasmas perseguidores de tu rostromorirán y nadie podrá aunque lo intentetocar ninguna campana.

33

Yo era el fiel habitante de tu rostroel río feliz en que bañabas tus manospara liberarlas de su oscuro tiempo.Aún recuerdo tu interminable lamentolos cargos que llevabas que nunca escogistefui la sonrisa en el alba el regreso de todas las floresregadas en tu aliento.

Yo fui soy el tiempo.

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Estoy solo en la noche,presiento los frutos del amanecercomo un arpa enloquecida.

Estoy con nadie.

Qué falta hace una muchachaque llegue y me cuente algo de su vida.Vendrá el tiempo de los milagros,reencontraré el corazón del niño que fui bajo el aguacerovolveré a la génesis de mi deliriobuscando el infinito por las calles.

Alguien diráeste loco se inventa lámparaspara pedirle un amuleto a la vidapero soy recolector de pequeñas maravillasque vuelve siempre de un remoto viaje.

Estoy solo en la noche, pero mañanaalguien vendrá.

35

Pedir a la noche una canciónes hablar de timuchacha que fumas mirando el atardecer.El otoño no escompletamente la tristezay sin embargo no es de tus ojosese pájaro de alas débilesque intenta ganar el aire con un beso.

Muchacha que solo ves tu rostroen la pared imposible de los díasvas a mirarte en mis ojos como en el mejor espejovas a sonreírdefinitivamente.

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I

La estatua que pedía agua al río negadorla estatua sin palomasya no existe en la mirada del hombreporque el hombre está perdidosin esperar respuesta de las lluviasque podrían bañar la estatua.La estatua de alguien que dejó sus manosen las fronteras de duras batallaslas batallas del cielo con la tierrainterminablescomo los hechos milenarios de un hechizo

II

Quién regresa con la derrota en los gritos de su cielodespués de acabadas todas las batallas.No, la estatua no regresa nunca.Está ahí ante el ríoy pide agua como un niño.

III

La estatua está entre el otoño y el olvidoLloverá incesantemente lloveráY entoncesel río será estatuadadora de agua.

37

Avanza lunamis días son hilosantiguos como la sed.Déjame llamarteen algún lugar serenofelices como dos liberadosen un viento color del cielo.

Podemos encontrar nuestra estrellasin perdernosy el futuroserá un pétalo tan nuestroque lo tendremos siempre en las manos.No esperemos que el mar venga a nosotrospara brindarnos su ofrenda.Vayamos al mar.

38

Para hacer un poema donde esté tu nombretendré que alzar las manos y purificarlas en el fuegode tus grandes días.Es que aún no he abierto bien los ojos.Para hacer un poema y decirte corazón de míy decirte tierra de mí y decirtetodo lo que en mi sangre empieza a surgirtendría simplementeque olvidarlo todoel todo oscuro de míy nacer de nuevo aquí donde las gaviotascantan sin nostalgiaaquí donde el hombre se levantapara siempre.

39

Recorro las calles buscando un rostro donde habitarsembrar una voz y desmantelar el navío de inciertolas manos en los bolsillosun cigarro a veces humeando como el otoñounos labios recordadostodo esto quizás seaun pedazo de gloriaun rincón sepultado para siempre.

40

Has venido al mundono hay pretextos para soslayar la vidani sueños por las nubes para romper la niebla de la realidadque nos golpea con sus manos oscuras.No hay otro escapeaquí los díasimplacablemente testifican contra el polvoaquí los días no son más que los días.El tiempo todoregresa en esa hoja de luz del otoñosin embargo aún no puedes verlonunca se palpa lo cercanola dicha cuando llega no se palpaes cercana como el corazón.

41

Soliloquio en la noche

Absorto he mirado la noche y mi rostro va a parir tu soledad.El camino lejano he recorrido por la mirada de un niñoque en mis manos dejó el enigma que busqué en el silencio.Pero hoyno hay silencio posible para las campanas de mis entrañaslejosexiste un sol gélido que espera el color de las manoslas manos unidas para cambiar el color del mundoy mis manosque están frías y deshabitadas.

Cómo podré calentar el imán que me acercaa ese sol vacío como los harapos del destinoalguienseguramente alguien ha de otorgarlesmedallas del fuegoel amante de la realidad para cubrirlo.Alguien que acaso me espera en un parqueo en el claro de un bosque lleno de pájarosportadores de mi antigua alegría.Miro la noche sin rostro humanoni los ángeles acuden a la guitarra que arde entrelas frías aguasde un océano perdido en la eternidad.Absorto como el calor soñoliento de la infanciahe mirado la noche.

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I

No vengo a mirarme en el espejo como Narcisomi nombre y apellidos son polvo de otra galaxiade otros corazones viajeros.Mi rostro es el ademán de la poesíaque sin aplausos se eleva como un papalote.

II

Los funcionarios hablan sin cesaren el idioma de los loros.Perdón, no todossino los que llevan en su entrecejo el rostro de Sancho.

III

Aquí yace el firmamentodice el fatalista que no veel cuerpo dorado de los enigmas,la lluvia de los dioses del Olimpo.

Aquí vuelve la luz.

La noche ha sido encadenadaafirma el catador del mármolpuesto que en el mármola veces sepultamos al Quijote.

Cállate mundo de los mecenas.

43

Aquí viene la luz brotada de sí misma,el eco del futuro,la tumba donde todavía misteriosamenteescribe el poetael autor de los pétalos del viento.

Aquí vuelve la luzsin verdugos que intenten acallarla.

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Comienzo definitivo

I

Los golpes contra el arrecife imberbe me alejaron de tiel pétalo sagrado de la inocencia.Yo vi la selva del deseo entre tus musloscomo alguien que escucha el trino de la purezaentre los árboles o en las calles heridas.Voy a cantar sobre las aguaslo quiere el dios de dulce demencia,porque así lo anhela la paloma que vibra en tus carnestensa de tanto amar tu secreta maravilla.Contra las puertas cerradas vas y cantassin pensar en el color abismado de la muerteporque los días corren alegres como ríos insobornablesy en tus manos duermen las sombras luminosascontra cuadernos falsos donde está tu nombre como anatema.Te digo, vas a cantary tú lo sueñas con toda la vida.

II

Entran un ruido y la pazlos poetas rebeldes y tú entre elloscomo un alegato para salvar la alegría.

Desde los tiempos del horizonte

Es el otoño en mi pecho quien retozaclava finas agujas para hacerme sonreír.Es el otoñoestación que no siempre esla nostalgia con sus frutos cargados de ausencia.

F.G.C

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Las campanas del horizonte

El ayer cruje en la sombraentre las piedras del camino puestas en la voz.El delfín que llevo en el océano de las manosrenueva con sus torpes juegostodos los árboles del pasado y sus raíces enloquecidas.La palabra ha sido tocada por los dioses que duermenen el centro oscuro de la luzen el ayer de aroma del niñoque hoy es solo una estatua extasiada ante el mar.Pidiendofragmentos de un reino donde cantaba el avey los ríos bajan de las montañas como mercaderes tenacescomo el viento que barre la hojarasca en los vacíos parques.Sabe que el invierno ha pasadodejando heridas a los abrigoscicatrices imborrables a las casas.Sabe que en la primaverava a instalar fronda de la alegríaa los eternos girasoles que antes agonizabanen un tiempo de lucha y soledadcontra un pasadoel milagro ha caído de los astrosa sus manos y yael ayer sonríe como un niñoel ayer es exactamenteun niño alegre en el horizonteamigo de las campanadas que brotancomo pájarosdesde los templos del horizonte.

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Ayer anduvebuscando la hoguera del amorpara romper el hielo que desde antaño llevo en las manosaquel hielo feroz que me obligó a refugiarmeen los brazos de una muchachadulcemente trágica.

49

Ayer te vi bajo la sombra del amor

Los astros sobre tu cabeza eran los mejoresguardianes de la alegría.Prolonga este tiempo de besos para que no vuelvasa llevar en ti la tristeza.Yo también he llorado en la plenitud del díahe reído y he vuelto a llorarante una mujer de indescifrable pecho.En sus manos no encontraba reposo el agua turbia de mi rostro.Así ayer túasí ayer cuando no veía nada más que soledaden los cuatro bellos puntos cardinales.Voy a celebrar cada uno de los besosaunque sean tantos que no me alcance la modesta música del tiempo.Mañana me verás en una calle con el amor como una paloma en mano.Ayer te vi como una hermosa gatacomo un violín sediento en el centrode la que sé una de tus mejores madrugadas.Ayer te viy en mi corazón nació de nuevo la guitarra.

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Ayer éramos ese ruidito de la vidaque en la luz olvida sus temoresy se extiende como un mantosobre la oscurecida playasobre la oscurecida playa.Ayer teníamos el árbolla pasión por el arcoirisy nadiesabía de nuestro oculto llantonadie nos leía el minutoen su angustioso reloj de transeúnteno teníamos nada sino el bosquepor el que atravesaban pensamientos como pájaros.

Ayeréramos el ayeren un paisaje de brumas.

51

Has visto el calor del otoñoen los ojos del niño que busca secretos en la arena.No tienes otro calor que el otoño.Tres días pasan como oscuras caravanasque van dejándote un sabor de nostalgia.

Déjalos crecer y te fecunden de coronadas esperanzasdéjalos quietos en tu nochedonde cae un puñal contra el universo.

Has visto los colores de tu huella.

Ahoraserena y quietala lámpara de la esperanza brilla.

52

Teníamos todo

Teníamos el árbol y el sabor de los juegos.La dicha era entonces el espejo de las aguas,un niño coronándose a sí mismo.Nos reíamos de todoy todo era silencio en el bosque donde los recuerdoscomo duendes parecían precipitarse desde lo inciertoa un mar cuyas alas eran toda la gloriade un tiempo rey de la certeza.

Todo color era un signo,una cita con el fuego de los ancestrosy veíamosla eternidad en el rocío.

Fugaz fue todo intento de reconocernos,la espina del ser pues éramosel amor en la fiebre de la marcha.

Éramos el fruto de los astrosque en la alta noche nos enseñaronla puerta de la magia, el festín de los felices.

Teníamos todoapenas sin saberlohasta que los relojes empezaron a inquietarnosy supimos al finque éramos ya dueños de otro reino.

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Los dados de la muerte

Ríete de mí, árbol de otoño,porque algún día mi rostro estará deshojado como tú,bajo el puente los ojos hundidos en la rocano subiré a la pirámidepero elegí al pájaro blanco que canta en la torre,de donde brotaronlos milagros de la sangre en la canción.Entonces no podrás burlarte de la mirada frívola de los pubertosno podrás burlarte, árbol de otoñoporque ellos recogieron los minutos del silencio en el mar de la estatuae hicieron del viento la casa del hombre,no ofrecieron cenizas para ser recordadossolo abrieron el libro de los adiosescontra ti árbol de otoño contra tique llevas el falo frígido de tanto olvidar bancos vacíosdonde nunca ha de caer una sola hoja verde tuya.Ríete del payasoo de ti mismo porque eres el payaso decapitadoen el fulgor de la sombra,donde los impotentes claman por el vino de Eros.

Árbol de otoñomorirás en la última campanada del vértigomorirás sí sin tumba perdurablelo dijo el ángel y el ángel no ha llegadoa echar sobre la mesalos dados de la muerte.

54

Nací entre un griterío de luces

Una gitana me predijo soles y campanadasen las líneas de las manos,pero de tanto palpar caravanasya no tengo líneas ni manosni he visto la luz mecerse en el columpio de las aguasni han tocado las campanastodo se ha vuelto un espejismo en el horizonte.

He andado por el mundo buscando un pétalo para echarlo al vientocomo una carta para exorcizar al destino.Y era el otoño la canción de un borracho,un maleficio.Volverá la gitana con la fe de erratavolveráno sé, pero ahora voy a soñar bajo el árbolporque las gitanas siempre fueron locas mujeresporque la vida es un campo de batallay si quieres respirar el airehay que dar hasta las manossi el amor lo pide.

55

Si la mirada busca

Si la mirada buscaen el paisaje de ayer la nostalgiapuedo abrir la ventana única de los vientospara que los vientos duendes de las alturasconviertan cada objeto de la casaen música de pasos ágiles de sueñosen cadencia de voz.

Alguien que sueña está abriendo su manoaunque ciertamente no lo sepalo sabrá cuando otra mano tiernale palpe la vida y entoncesno será la nostalgia del salvaje abismoen que todo cae sin un solo pétalodonde todo intenta subir con un gritode feliz añoranza.

56

El fulgor de la ausencia

El árbol nunca acaricia la flor en el laberinto de los instantespero su aliento es de miel y puñal de la ternura.Caminar hacia él es como buscar la vidasaliendo de la muertede los días prestados al fatal orgullo de la cenizala ceniza atrae la mirada hacia las hojasque fueron alejadas del imán paterno del árboleste anhela servir tu casadespués de combatir amorosamenteen el campo otoñal de la batalla.Y aquí en el humo has de llevar tu pecho vestido de aurorashasta que regrese el cisneel terrible corazón agónicamente alegre del cisne.Nadie sabrá jamás por qué en la raízlleva el árbol un cielo heridonadie sino túque has comenzado a romper el ángel de la semillaen la primitiva gruta de ti mismo.

El árbol caey nace el fulgor de ausenciaespera canta sueña en tu solo pechoen el tiempo nacerá una florpara tu aliento.Lo tenebroso de este día pasarácomo un pájaro sobre el mar y nadievendrá a nombrarte el cáncer ancestral de los espejismossino que en tu pechoen tu solo pechoflorecerá la vida.

57

Espera canta sueñapues tu único hogares el corazón del universola patria absoluta besandoel horizonte sin heridasel mar renaciendo como canciónen tus ojos extenuados.

58

Un hombrepuede caer como una hoja del otoñorodearse de cuatro paredesllorar a la vista de un milagroUn hombre puede caerpero hay un sol esperándolehay estrellas para guiarlepero hay una calle su casa esperándolepero hay un cielo y un marpero hay un amigo lejos o cerca esperándoleUn hombre puede caersentirse desgraciado llorar llorar hasta quedar secopero hay pájaros en los árboles esperándoleUn hombre puede estar triste caerno tener fuerzas ni para sentir que aún existepero hay un sol un parqueacaso una muchacha esperándoleUn hombre puede caercomo una hoja del otoñopuede no leer un libroun hombre puede no escribir su versopuede estar desesperadamente cuerdo (o loco sin culpa)

59

pero hay una mano cercatendida esperándolo

Un hombre puede caercomo una hojaolvidar nombres rostros vocespero hay un soly mucha genteque sin apenas conocerlo acasoestán esperándolo.

60

Ayer y un otoño de gracia

Recuerdo un sitio entristecido por la poca luz de un rostrouna calle en que fue olvidado el llanto de un recién nacidoy la cólera del que vio ante sí la muerte y no pudo golpearladesde un rincón cubierto por el desamparo.Recuerdo unas alas que pasaron altasy nadie despertó sus ojos para mirarlasnadie supo que con los ojos del polvono puede escudriñarse la canción de unas alassino con el viento del corazón moviendo esos ojos.Recuerdo una escalera infinitay la impaciencia del que mirándola ha descubiertoluces en el último pisosin poder ni en sueños besarlas.Recuerdo un tiempo repleto de olasy un niño braceando, poseído por el azul,braceando en la penumbra con la voz del auxiliopuesta en el costoso fuego de la luz.Recuerdo un aura herida en el patio y la lluvia dandocaricias en el rostro a un borracho.Nadie vendrá a curar la tela en que los recuerdosson remiendos de altruistas costureras.Recuerdo una casa incendiada un hombre envuelto en llamaspor la sola crueldad de una palabra.Nadie vendrá a curar del polvo las calles del planeta,nadie a dulcificarel limón que estalla en la primavera de la miel.

61

Nadie. Está el hombre.Recuerdo y voy hacia el futuroy regreso con canciones del futuro.El corazón del hombre moverá el universoy sepultada será la tristezasepultada serála cárcel de unos ojos en que penetró la nochey aunque parezca un cuento para bien dormirrecordar la vejez del mundoserá como reírse de un niño que jugandoha vestido su vida con la piel del abuelo.Echo a andar los días que moverán el cuerpo de la muerteporque el amor posee aúnsus lámparas aladas.

Recuerdo un tiempo azul en la ceniza del otoño.

62

Pétalo de la cordura

A un loco en el vórtice de la cordura

No es un organismo de tinieblasqueriendo ponerse por corona la respiraciónno es un reproche ni un maleficio de los ancestros.Quién sabe en qué fuegopodrá reconquistar el pétalo de la corduraen qué paisaje sus ojos podrán descubrirlos colores reales de su irrealidad.Quién sabe.Acaso el polvo se hizo galaxia brutal en su primer díao acaso... pero ciertamente no séde dónde saca esos girasolesque en raros momentos ofrece y que apenas nadie aceptaoh, paseantes acérquensele apriétenle las manos con fiebreabrácenloél no lleva en la mirada el retorno de la pestees autor de una bellezacuya pagoda es el carnaval del éxtasis.Déjenlo maldecirexplicar sus golpes al ruido de las puertas.“Con su andar de monigote” parece movido por la últimabalada del poeta.No es hacia sí su yosino una fruta abierta un papalote invicto.No quiero decir su nombre ni su infierno de notassolo quiero proclamar que lo dejen soñar de las callesque no le agoten el poco de agua que aún posee en sus mediodías.Solo quiero decir bajo la justicia del solque él no es autor de su historia.

Poeta,escribe y canta en el silencio

hasta que tu voz emerja de las aguascomo profecía de otro sueño

que nunca fue el tuyo pero síel más hermoso.

F.G.C

Exilio de la cordura

Todo camino es un niño

Vientos de la tierra, cantores de múltiples flautas,nací oyendo vuestras andadas, pero entoncesera un niño alegre en el rostro de mi madre.Crecíy hoy os entrego mi vida.

F.G.C

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En un paisaje

Estoy en un paisaje sin enigmas, solitario,un paisaje que busca un cuerpo que besaren la última obra de la luz.

En ese paisaje está mi madresaludando el vaivén eterno del tiempomientras zurce mis medias como un ritualque debe ofrecer diariamente a los astros,para ella cada astro es un niño,un pan adherido, un sueño en la distancia.

Alguien toca mis manos y sé que amo el solque apunta mi cuerpoen este paisaje en que fuerondefinitivamente borrados los enigmas.

Nada hay que descubrir.Solo pensar en la noche que vendrá,en su húmedo mensaje.

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El aleluya del lucero

Si el niño juega con el estío,recoge piedras en el silencio,se recuesta en la tarde como si fuerael árbol más hermoso de un bosqueya perdido en la sangre de los mares.Si pierde el juguetey la luna le da sombras enloquecidasy los días le prestan su flautilla,será feliz como el payaso de mirada alertaal que no asustael mutismo de su rostro pintado;seguramente se perderá en la playapor buscar caracoles y caracolesque fueron la memoria tenaz de la ceniza.Si encuentra una pelota,con ella arrojará a los airestodos esos gritos por siglos contenidosen la garganta del pájaro más mudo.Todo niño es la grutadonde habita el aleluya del lucero,el hosanna de luz del cocuyo.Pero si el niño pierde las manos de la madreen la madrugada de la muerte,los ojos del monito en el zoológico,inventará un calendario por donde no pasenlos devastadores truenos que intentandestruir el alborozo de las abejas.Porque el niño no es el papalotepero sí el recuerdoque el papalote deja en el capricho del viento,

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como el mago deja su asombro,como el alba deja la vestimenta de la nocheen el centro gélido del sol.

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En busca del mar

Este niño busca el mar con unos ojos atónitos.Ha descubierto en el azul una palomay quiere hablarle,tenerla a su lado sin mentiracomo se tiene el plato de la ternuraen la mesa más bella de la entraña.Como yo,este niño busca el mar.

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Navegar es buscar un sol en la miradapara descifrar el mensaje de los vientos.Tú has empezado a soñar y reíraunque todavía tu hora es el silencio,el murmullo de los maleficiosque sobre ti caen sin derrotarte.No vuelvas a llorar sobre las ruinas de aquel astroque te ofrecieron los ciegos,acechantes búhos de la sombra.Ahoraempiezas a escuchar la voz de las estrellasque hoy salieron solo para ti.Sabes que en el polvo, junto a la bestia,y en tu corazón, canta un niñoque en lontananza te añoracomo si tú fueras todo.

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No voy solo hacia el árbol.Conmigo va el caminocomo música de cascabeles.Todo camino es un niñoque llevamos en el pechopresintiendolos astros que nos apartansúbitamente de la sombra.Nadie va solo hacia el árbol,hacia el mar nadie va solo.

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Ha llegado el mar hasta mi casacomo un niño perdido;en el centro de su resplandorhe visto el rostro del mediodíapresagiando la siesta.Nadie ha venido a ofrecer para mi casacanciones de un viaje presentido,nadie sino el marcon su azul pacífico, monstruo que me persiguehacia la desnudez primera del viento,nadie sino el mar, único amigo,estrella del milagro,para que mis ojosyazgan vivos en la tierra.

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Un barco sin nadiecon un mar más pequeño que él mismocruza el silencio con música de lluvias.Solo puedo verlo si me quito los espejuelos oscurossi digomi pan es de carne agria,mi cielo en vez de estrellastiene ojos enloquecidos por un mago.Otro barcoalegre como un arcoirisatraviesa el ruido de la tierra,mudo de tanto buscarel comienzo de la primera estrellaque por amor nos arrojó de la noche.Un niño sin miedo a la inocenciapinta dos barcos en el pecho de su madre,penetra en los ojos de un ancianoy allí se esconde del invierno y del otoñomientras ve alejarse sus dos intentos de pintardos caminos que aunque distintostienen un mismo sol en sus finales.

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Prodigio de la cúpula

Paloma, increíble aparición,no estás en la cúpula de esa mujerque nunca puede abandonar el parque,que está en su centrocomo una esperanza antiluviana;diciendo siempre: Fui modelada por el sueño de un hombre.

Que mendiguen quienes olvidan en el bosque su presencia,que me digan ellos por qué te veo lejanacomo un cuento remoto en la memoria,como un niño que olvidando sus frágiles manoscomenzó a quemar guitarras y libros con su inocencia.Ah, paloma,solo yo puedo verte pues alzo los ojos como nadieporque tengo el iris despierto,soy un centinela de mí mismo.Ah, paloma,no me abandones aunque seas un relámpago de magia.

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Un mensaje, un saludo,una esperanza

He recordado días viejísimosque en el polvo quedaron esperando un nuevo nacimiento.La infancia no es un pájaro cargado de presagiossino una torre, un velero, una paloma,algo que aún presiento en el viento de la noche,un paraíso.Fui niño,tenía el manto y la alegríaen la entraña de un árbol.Nadie vino a saludarme el corazón,a leerme las páginas del mañana.Me golpearon el rostro los salvajes inviernos,he crecido con la melodía del mundo resonando en mis tímpanos,tengo la fuerza de los astroscomo un mensaje, un saludo, una esperanza.

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Definición

El amor es todas las puertas abiertaso el mundo viajando sobre golondrinas.Puedes verlo si cierras los ojos bajo la lluviao si buscas una flor en otoño.Puedes tenerlosi te abres el rostro como una ventanay dejas pasar cantando al viento.

El amor es todos los papalotes idos retornandoy si coges alguno sin forzarlo,has hecho tu casa, tu destino.

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Sigue adelante, poeta,no te detengas ante el brutal aullido de las aguas.El tiempo del amor es tuyocomo la más acariciada esperanza,tu esperanza creciendo en el hombre.Lo que sembraste dará un árbol altísimo,no temas, no vaciles, no retrocedas,ha llegado la horade poner tu alma a favor del hombre.Levantar al mundo es tu promesa.Échale calor a tus manos,acepta los tesoros de tu aliento.Cuando llegue esa muchacha de tus sueñosábrele la puerta.

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Ayer anduvebuscando la hoguera del amorpara romper el hieloque desde antaño llevo en las manos,aquel hielo feroz que me obligó a refugiarmeen los brazos de una muchachadulcemente trágica.

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Carta

Amigos,les escribo para decirlesque la soledad quiere matarme el pecho,que tuve una mujer desnuday ya no existe,maniquí de alas caídas,sufro una extraña enfermedadque solo el amor podrá salvarme.

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Sol en las entrañasSoñar es saber

PAÚL VALÉRY

Amo el sol que llevas en las entrañas,así no caerás en un cruel laberinto.Sembré un árbol en tu nombre,muchacha que recorres los caminos con la felicidad del firmamento,he buscado en la voz del vacíoy ya estás en casa,rompiendo el brutal maleficio de los murmullos,más que mujerpareces corazón del silencio dialogante,más que el silencio,pareces reina de lejanías.No es un sueño de ebrioverte llegar con las manos fructuosasa comenzar conmigo el ritual de la alegría.Ahora me haces la historia de aquel viejoque buscando el amor encontró la vida¿seré yo acaso él?Dímeloantes de palpar la primavera,antes de sacarlepalomas a la raíz del tiempo.

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Ya el papel no soporta las palabras vitales de amorde decir que el mundo renguea de achaques,que un día hubo sol y era la noche el único paisaje.Ya el papel no siente, nunca ha sentidomi corazón abriéndolo como una mariposade aquellas que el niño recolectabapara olvidar que el arroz es decir sin Griselda es un antiquísimo dictador,que el adiós es la última broma de un payasoy los días, trenes que llegan nostálgicos,no del hombreque echándose al hombro el maletínha elegido la partida,sino de andar, andar siempre vacíos,egoístas en su opulenta vacuidad.Ya el papel no recibe palabras.Dejé el pañuelo tirado como la botella de un borrachosobre las aguas de oscura playa,dejé los labios olvidándote y no puedo besarteaunque ahora tu cuerpo y su luz semejan una manzanay de veras te digo nunca tuve esa fruta,además no nace en mi país, tiene efímero sabor,además no quiero comprarla solo para un día de absurda hambre.Ya el papel no es inmaculado,no es una mujer vestida de blanco,tocada por las manos de un soñador de espejuelos grisesque cierta tarde junto al mar fue azul

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y nunca osó creerse cielos:No tenía estrellas cercanasa sus miradas de pesquisador de otoños.Ya el papel no soportala vida sin música de andar, los días en que hubomás relojes para mover el corazón del mundo.Las estrellas caenapagándose en las manos fríasdel que piensa que el sol se ha cansadoy debe seguir, dice el optimismo,debe seguir con amor su incontable juramento,en la orilla del convulso planeta.Ya el papel grita, come polvoy la casa es limpia como un parque después de la lluvia.Es el papel el tiempo de hablar a solas, ¿con quién?y me dice basta de sobrevivir con tediosos astros,cómete la tristeza o traiciónala,llama a ese excelente carpinteroy que te hagan en el pecho una puerta fuerte,abrible con solo irse a cantar,con solo dejar que los vientos del mundote peinen, te despeinen.

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Tengo una flor en la entrañagrande y azul como un feliz recuerdo del mar.He de vivir,una mujer me amó a la hora del delirio,pero la soledad fue mi compañera durante años.Vengo de un extraño mundo,tan extrañoque hoy no pude recordarlo sin un poco de impaciencia.Sé cantar con la lluvia.Soy hijo de la luzaunque a veces sombras son las letras de mi nombreque amé hasta hacer una guitarra,hasta perder el miedo ancestral a la muerteque un día cualquierael fantasma del insomnio tenderá en mis ojos.Quiero decirque escribiré toda la dicha,todas las oscuras grietas de la tristeza.

87

No pude verte a la hora exacta de la muerteno pude verte a la hora en que ningún pájaroposee una sola partícula del mundo.No pude verte cayendoacaso a la vida subíascayendo después del adióssin poder olvidar los días clarosde faena alta y largos pesares cortos.No podías decidirte por la vida,no era tuya,ni tampoco del concierto de los diosesque no cambiaban nunca sus designios.Cayendo, habrías visto a un dios sobre la muertey ya jamás habrías aprendido el olvido.

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Con la armonía del universo

Para tus ojosuna canción puede ser el mejor bálsamo.Por eso nació en mí la gran melodía de las aguas,este deseo de tenerte hasta dormidoen un lugar donde nadie rompael anillo del amor conquistado a las estrellaspara ponerlo en tu aliento como un eterno niñoque conoce el enigma de los secretos.Tus ojos viajan en las tinieblas y regresan a la luzporque la luz es tu reino.Dame un beso y rompe al escultor de fatalidadesque a veces ronda en mí,forastero del corazón, laberinto donde nadie entrapor el temor de no ver jamáslas calles, los parques, los cines,todos esos lugares felices donde se puede respirar.Te amo con la armonía del universo.Detrás de mí vendrán otrosansiosos de amar, otros que aún no han vistotodo el paisaje desolado del polvo,castigado por el viento.Quiero terminar este poemaantes de que el sol audaz y tímido,venga a posarse en mis ojos,detrás del ayer de mi sombra.Con tus brazos y tu corazónmi sombra sería un paraíso.Para tus ojos, muchacha de buen viento,crece en mí el griterío de las muchedumbres,el bosque aún verde, el tiempo sin relojes.

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Hay veces en que el mar agónicorecorre tu rostro como largo camino.Dónde estás,en qué rincón del mundo respirascuando la soledad cae entre tus manoscomo si nunca fuera a irse.Déjame amarte un poco más.Quiero respirar contigo este mar,buscar en el azulla redención del viento.

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Sobre las aguas resplandece el tiempo.En la playa desoída alguien humedece su rostro,pide luz para los pasos ciertos del hombre.No reconozco más primavera que la luz de las puertas.Por eso te rodeo de floresy hasta el perdido pétalo renacepara hacerte sonreíry olvidar que has llorado ante la pared imposiblede un día sin gracia.

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Tenía un espejo para ella solaen un cuarto de hoteldonde pernoctaban duendes,siluetas de la sombra,amaneceres destruidos.No era la niñacuyo corazón vigilaba el tiempo en las paredespálidamente iluminadas.Nunca fue la niña de los ojoscomo pequeños mares,nunca tuvo arcoiris para devolver al sollas páginas develadas en el polvo.Pobre muchacha,pueden verte los forasteros,los insomnes rebeldesy aquellos que jamás dejaron pasar por tu puertalas fauces del destino.

92

María Rosa en la esperanza

Empecé a mirarte con los deseos llenos del deseode abrir en ti la puerta de los secretos.Realmente eres bellacomo el aliento de una flor sin heridas todavía.En tu rostro el mundo se parece a una campana,a un hálito del sueño,al dulce gemir de la esperanza.Sé pura como la voz de la salen los tiernamente salvajes mares.Sé el viento, retoza bajo la lluvia,pues aún en tu pecho habla la niña de ayer.Yo quería amar las dos caras de la monedaque en tu voz es todo el éxtasis del oro.Pediste un poema,aquí está, en el eco de un árbol que nadie besa,al que nadie ofrece una palabra de suerte posibleen su lucha entre sí y los lobos.Ojalá me toques el rostro con las manos,ojalá la vida se convierta en árbol,en grito de amory sepas dar la caricia más fiela los ojos desconsolados de este poetaque aún puede sonreíry apartarle a la vida los colores ingratos,los abrazos sin paraíso,los días que fueron el rótulo del antro.María Rosa,realmente eres bellacomo el enigma de una flor sin heridas todavía.

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En estos días ando de viajecon el corazón metido en la nostalgia,es decir en el bolsillo.Me tiendo sobre la hierba,escribo unos versos maltrechos para hablar con el mundo,con aquella muchacha que en las manos solo me dejó tristeza.Hago de mi nombre un andrajo,reparto panes diferentes en cada puertay sigo andando con el lobo de mi rabia.Ando de viaje,sin embargo no he salido de mi puebloy mi sangre viajacomo una guitarra ofrecida al vientoen busca de una esperanza.

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El tiempo de la vida

Has aparecido como el eco de los astros,en tus ojos la lejanía es un fulgortremendo como la sed del que sueñaante un muro imposible.No temas caer de tu luz a mi sombra,mi sombra es el dormitorio de un lucero,ven, muchacha,que soy el lobo solitario en el bosque,no traigo en mis manos un pasado,no temas por el largo silencio.En mis nochesleo en tus labios el primer y último beso.No serás la aventura de un día sin miradatendrás la vida, esa lámpara que llega de lejosy se vuelve dulce cercaníaentre el alba y la pura suerte,la suerte es un duende jovenque habita el otoño y pide un minuto de éxtasis.Cuando estás, el humo de la soledad es olvidadoy todo enigma es descubierto en el alma.Vamos a darle a la vidaun corazón, un niño, una planta,y todo será una ventana abierta,el tiempo en forma de pájaro.

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No te vayas aún, tiempo joven,porque mis días ahondan sus dientes en la cenizay nadie viene a salvarme de la intemperie.(Vino alguien, hace algunos días,a devolverme un tiempo perdido).Aquí estuvo ella, levedad de mariposa,y encontró el fuego en la entraña de la estatua.Vuelve, paloma mía,no me dejes con la sed en las manos,no me abandones.Aún no he crecido hasta el azul,aún mi vida es un papalote frágil en el viento.

El que vuelve de sí mismo

Me estoy buscando a mí mismoen los laberintos de la noche.Si logro encontrarmerenacerán las melodías enterradasen el enigmático corazón de la ceniza.

F.G.C

99

Hay palabras nacidasen el aliento de la tierra,conocen la denuncia de la aguasy el monto del sueño sin sueñoen los ojos cerrados simplemente.

100

Llovía proféticamente y los colores de la vidaeran mariposas quietas en un paisaje abismal.Nadie podía saberlo pero lejos,dormido en la hojarasca de un parque,un poeta soñaba con muchachas ebriasrecién llegadas al espejo del instinto.No estaba solo,los astros del firmamento le aplaudíancon interminables gestos de pájaros enamoradosen el abrupto dormitorio de la raíz de todo.Llovía a gritos.Bajo la lluvia una loca decía frases inconexas,frases de río adulterado,de piel herida por la desolación.El poeta se levantó,leyó en el hueco de las manos la hora y dijo:La locura no es otra cosa

que el paroxismo de un sabio.

Las estrellas celebraban una fiestaa la que por extraño designioel poeta no ha sido invitado.Mañana es otro día,en el primer tren me iré hacia la esperanzacon el rostro cubierto de inviernos.Hay que rasgar lo incierto,porque la soledad es una prostituta,porque de los niños surgen pálidos enigmas.En la otra cara del viento está la piel del beso;he de buscarlaantes que el sol se apague en la memoria.

101

Reflexión

Cuando la soledad se lleva en las manosnunca es un enigma de raícesni de hombres que secretamenteocultan toda la vida del mundo.Cuando la soledad no se lleva en las manosalguien de ojo experto puede apagarlaporque esuna lámpara oscura contra el mundo,la canción frustrada del último albatrosque pasó lleno de imperiosy que hoy es ceniza de otro día,palabra marchita en el marchito rostro,estrella perdida sin posible rescate.

102

He viajado en un sueño como el soly mi sonrisa siempre fue reflejo del mundo,sus dolores fueron mis dolores,

a nadie entregué tanta esperanza,nunca luché contra él,solo quise ponerle una flor en su rojo abismo.

He viajado,conocí playas visitadas por frustradosy ahoravuelvo a comenzar.

103

Quiero cantar,decir mi nombre a los cuatro vientospara verlo roto como el cristal,un nombre que no escogí,por el que me llaman de lejos y de cerca,como a un misterio,un nombre hecho para aullar por los caminos,para recoger los huesos trémulos de la vida,un nombre, el mío,para ser hijo de mi propia luz.

104

Toda sombra es un fugaz delirio.Si cae sobre el mar lastimándole su perpetuo insomnio,puedes esculpirla en la miraday luego derrotarla con un beso.Esa otra sombrano es la del ave que busca su alimento,no es la del caracol ornamental de casa.Es más bien un rito perdido en la memoria,un lecho de muerte olvidadoque a veces levanta sus olorespara hacer recordar que un día hubo luchaentre la luz y la terrible sombra de estar en soledad,aunque haya pájaros que anuncian la alborada.Toda sombra es un golpe fugaz,una estatua con prisa.

105

El amanecer, la última mirada

En el amanecer la muerteno es la certeza que viaja hacia el olvido,no el ave translúcidaque dejó sus alas en el campanario de un iglesia,no es el niño al que le crecieron ríos oscuros en la memoria.Para amanecer con la sonrisa en la manobasta arrojar todos los relojes contra el mundo,no con el odio de los maremotos,sino con la suavidad de la hojaque permaneció verde en el otoñoy dejo un sí al universocomo quien dice adiós a las ventanas cerradascon la esperanza de verlas despuésabiertas como el templo de los recuerdos iluminadospor las pisadas del sol en el rostro.Arrojar los relojeses recibir ecos de un regreso que parecía imposibledespués de tantos minutos obstinadosen poner flores muertas en los oídos.Haría falta el retorno del barco primeropara descubrircuál brújula enloqueciócuál vigía anticipó sombras terriblesen vez de islas glorificadas.

106

Canción

No he venido a cantar dolores remotos,he llegado de mí mismo,quiero besar y abrazar al mundodesde los pequeños paraísos que poseopara no sentir el fríodestrozándome al centro de la madrugada.No he venido de lejos a exhibir mis lágrimas,quiero solamenteque me permitan hacer con mis manosun mundo por el hombrepara alejarlo de la tristeza en sus viejas arenas.He venido a cantarmi canción.

107

Nombre al fin

Este maldito afán de escribir mi nombreal final de cada poema,es permisible como una campanada en el alba,como los puntapiés de la locura,como los sueños en las manos privadas,o aquel beso que le damos al destinocomo si no fuera nada.Es permisibleporque alguien abre una piedra.

108

En el desierto estoy siempreabandonado de las aguas,buscando un paraíso que no existeni en la memoria tenaz de la ceniza.Lejos, un ave pasaaleteando el adiós,tal vez haya un adiós cercay me salve de la sed.Después de mí vendrán otros hombressin relojes malditosy sin malditas espadas para atraparla paz en la variedad del viento.Yo soy uno másen la tela milenariade sueños y esperanzas.Nadie sabrá quién fuini quién seré:solo el soles tristeza de mis huellas.

109

Ven a conquistar la tardeahora que estoy solo como un náufragomirando este mar sin avescomo quien abre un cofre y encuentraun espejo mentiroso,una llave para entrar al mundolejano y vasto de los recuerdos perdidos.Ven, escucha una voz que buscatus oídos bajo la lluvia de otro día.Pobre voz, tus pasos no dejaron ninguna huella,aquel día quedó cubierto por la escarcha del olvido.La tarde va ofreciendo colores al tiempo reidor,ven a conquistarlo sacando pájaros de su rostro,la hora de cantar es el nacimiento de una florcuyo camino es la nada,la soledad terrible del vacío.

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He sabido pedir limosnasin hundirme en el lodo de mi rostrocomo un equilibrista en el juego del mundo.Dejé atrásmonstruos que intentaronengullirse mis más claras mañanas,cubrir mi obra con el polvocomo un bicho de otra clase.

111

Solitarios

La soledad abraza como húmeda sombra.¿Tú la ves acaso?La soledad es una guitarra sin dedos para hacer presencia.Oh, solitarios,¿dónde otra vez la vida?

112

No juegan las nubes en tu sueño.Dejaste atrás, perdidos,los papalotes que como ofrendas elevaste al firmamento.Solo se oye la tristezay unos pájaros que comensombras, sal, hojas.Solo se oye un viento borracho,barcos nebulosos que recorren el océano de la memoria,una mesa nombrada por la ausencia,un grito feroz que surge del insomniode unas manos que buscan otras manospara nunca estar solas.No tienes colores en la voz,ni suerte de tarde fresca.Solo eres un pez sin agua, sin aire, sin sol,esperando, oculto en sí, otro tiempo para vivir.

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Alas del tiempo

I

Voy a borrar las alas del tiempoporque extraño tu rostro ya hundido en el polvo.

II

Tu mirada última no pude verla,seguramente fue la tristeza de una paloma,una llanura con pisadas de olvido.

III

Ya no pensaré en la muerteporque no es la mejor llave,ni el grito del ciervo en fuga.

IV

Una sagrada tristeza me invadeel cuerpo del alma y el alma del cuerpo

pero voy a sonreír de nuevo,en este mundo de escasas sonrisas.

V

Alguien abre una puerta a lo lejosy entra al mundocomo un pájaro,como un gran pájaro en la noche.

114

Mirando al marel corazón recobra los díasque creíamos perdidos para siempre.No hay reposo en el sueñosino en el amorque ameniza la salvadora esperanzacomo el caracol su misterio.Hay que salvarel centro luminoso de la sombra.Hay que salvarlo,si no la sombra nos cubrey nos deja morir sobre la tierracomo un perro sin dueño.

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Hasta encontrarme

Me iré lejos hasta encontrarme,hasta pedirle el último pan a la esperanza.Besaré los caminos como quien llegaa poner el sol en su mesaporque andar es el mandato del hombre:Andar siempre como un veloz y fuerte corcel.En los vientos está inscrita mi nota,la soledad no será completamente mi reina.Me iré lejos...hasta encontrarme.

116

Para hablar de la vida debescallar un milenio,tener el silencio como ropaje,sembrar el árbol.Para hablar de la vida debesamar el secreto del polvo,hacer algo por el pájaroen los días de quebranto.Para hablar de la vida debesvivir.

117

He tenido en mis manosel esqueleto terso de las estaciones,he sido ruiseñor entre los árboles,pero mi canción más perfecta ya está olvidada,enterrada para siempre en el invierno.Ahora trato de buscar en mi corazón una playadonde tumbarme a solas.Ahora que soy un acordeón en el delirio,un pájaro sin alas,busco a quienes conocen el paraíso,la agonía del ensueñoo los goteantes cascabeles de la sangre.

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El loco ante el espejo cuerdo

Vengo de un árbol del futuro,una gaviota soñada duerme en sus entrañashasta que aparece el loco ante el espejo cuerdo del mar.La voz del loco suena como un globo lleno de cascabeles,de sueños crucificados.Todos estamos locosy algunas vez hemos querido sermar, gaviota, pez profundo.Ser loco esgritar con dulzura la verdad color de muerto,decir a los hombresvamos a cantar el rocíoy los milagros de la vida.El mar tiene su raíz amorosamente enloquecida,llena de barajas, de relojes muertos,de albas donde se miró el mendigoy se supo rico al ver en sus manosun pequeño caracol que develaba todos los misterios inconfesos.(Todo misterio es una ostra:abrirla es descubrirla ventana, la torre, la galerael niño que se inventó un arcoiris).De vez en vezme baño en la playa con la muchacha de los vientos,ella es loca, como yo,por eso conoce el secreto de las llavessu sexo cual un ritual matinal de eucaristía.

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De vez en vezamanezco terriblemente loco,leo en mis ojos otros ojos:los ojos de alguien que pasó como un velerosin decirme nada.Siempre habrá locos,si no el mundo sería el cadáver de todas las flores,la tumba sin epitafio de los epitafios.Vengo de un árbol del futuro,allí estuve dormidohasta que el sol brotó de mi pecho y dijoaquí estoy yobajo mi luz en una palabra muscular está la vida:Los diálogos son velámenes envueltos en nubes.Quien me toque muere para nacery se convierte en discípulo del día.Vengo, ¿quién puede dudarlo?,de un árbol del futuro,en sus entrañas una gaviota anhela conocer la salporque la sal qué essino el lecho de todo nacimiento,porque la sal estodo el reino que abarca la mirada.

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Hasta el fin del rocío

Caminando hacia la parte esencialmente bella del silenciodescubro niños desolados por la vida,ojos que esfumó la ausenciamirando acaso un árbol en su adiós,un retorno de los días que fueronla piel del sueño,el éxtasis de la lluvia cayendo como muertes victorianasen las gavetas donde se guardan secretamentelos más crudos olvidos.He visto un pájaro sin alas volar,un rostro sin ojos ver el aleteo de muchas partidashacia el país de los grandes augurios.He caminado como un loco.He dormido en la flor como en el mejor hotel.Sin un centavo en la mirada he contemplado atardeceres,demonios con rostros de ángeles,y aquellos recuerdos que fueronla varita del mago, el ábrete sésamo,el arcoiris del beso,el vino prohibido para los soñadores.Nadie sabe todo el oro del abismo que he acariciadocon las manos del talismán robusto.Nadie ha visto el tiempo de la nieve morircomo payaso cabizbajocansado de hacer reír a la gente.Sueño que todoshan amado el alfa y la omega

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de las noches que solo tuvieron una única lira,la de los ojos que han convertido el fuego de la piedraen enigma de la gota de agua que ofreció el destino.Alguien pensará que soy un río profundopor las inútiles palabras de un oratepero el orate puede ver la luzsi le damos un sol, una ventana,si le ofrecemos el alma de la manocomo quien da los sueños para ser revelados.Sólo la gaviota comprende el cansancio de los zapatosque han recorridos los caminos del vientopara entregarle al árbol dormido la ofrenda que lo hará despertary hacerle viajero como los ríosy largo como la torre que levantan los giganteshasta el fin del rocío,de la última rosa desnudadel que nunca fue inútil mutismo,mi carnaval sin sueños llevados por sus madresa comprar los bombonesque iluminarán el paladeo de la estrellaen el ciego (pero hermano)despertar del delirio,en la ciega (pero hermana)penumbra de la última siesta del hombre.

122

Palabras en la tierraFuego soy apartado y espada puesta lejos.

CERVANTES

Yo también sé hablar de los héroesbajo el sol quemando la cizaña, alejándoladel niño que empieza a caminarcon veloz inocencia hacia el enigmasin espantos de lo bello.Que soñaron e hicieron guitarras, es cierto.Negarlo es negar una puerta,trocarla en oscura negación del árbol.Que soñaron y fusilaron tiempos sin celebraciones,es tan cierto como festejar los cañaverales.El sudor histérico del hombre es un reino, la patria,la vida en carrusel, en fin,el invierno con abrigo saludandoel cuerpo sin harapos,el pueblo sin harapos,el día más terreno sin harapos.Yo también sé hablar de los héroes,esos seres que hacen ciertamente el mejor poemacon las manos y el piar salvaje de la sangre.También conozco el llanto altivo y la alegríaen las alforjas sin oropeles de los héroescuyos versos son casas y hospitales,pasos para el día y caminospara alzar la mirada y ver la flor y crearlay darle un nombre sin escándalos en la historia.Yo también sé hablar de los héroes,de los laureles que nunca han de habitar en los sepulcros.

123

Por esto y por la vida y hasta por la muerte,quién dice que no sepa yohablar así de los héroes.

124

Poeta es el Jesús

I

Poeta esel Jesús que anduvo dulcemente sobre las aguascon fulgores naciéndole en el rostrocomo las palabras voladoras de los pájarosque cantando aún felicesya sabían de antemano que irían a cargarcon todo el sufrir de alascrucificadas por la astucia irónica del poderoso,de aquel que en su palaciocreyó (pobre iluso) que su saber podríahacerle una flor a la cúpula del llantoo darle una guitarra perfectaa los brazos fugaces del firmamento.

II

Cristo del árbol de amor,vas mirando a los ojosde Juan, de mí y de todo mortalque entra al mundo como a la chozadonde ha de pasar su tiempo mirandolos pétalos de cada día morir,los sueños de cada amaneceracostarse en la espalda mustia de la tarde.

III

Jesús, ¿para qué los poemassi tú has hecho el poemay el guardián de los poemas?¿Por qué la caridad no tiene un editor?

125

Pero aquí va mi canción a decirteque mis versos nacen de tus llagas y las mías,que gracias a tiestoy feliz en la mansión de la tristezay lloroso en la alcancía de la dicha,que por un ademán de tu graciatodavía puedo abrir la vida como un libroen cuyas páginascada noche duerme un ángel.

126

Hogar en el bosque eterno

Cuando fui solitario a la selva del deseopude encontrar un silencio ardido,un canto de guerra sin soldado,un reír siniestro de la luna.Todo deseoes un dolor que se afanaen perseguir la miel en el desierto de los ojosy la vida es una canción que por bellatardíamente aprendemos a cantar.En mi jardín hay músicapara que los ángeles de barro nazcan a los gritos del sol,para que todo el tiempo de la vida seael instante que anhela con la palabraun remoto gemido de eternidado una humilde mansión en el bosque eternode la esperanza.

127

Certeza de un descubrimiento

Poseí la luz de una playaque ahora vibra remotaen los jeroglíficos de la memoria.Esa luz ha muerto, lentamente, en otra playaque no pudo salvarla de su abismo ciego.Pero he crecido ya,ha pasado el tiempo rotoy he dejado a un niñodesconsolado en el ayer que fui.Tuve un caballo de nubes rojaspara ir al templo de hierba frescay ahora canta en las cenizas del adiós.Tuve tantos sueños, deseos, canciones, tantos,que ya los ojos me duelen de recordarloscomo aquel que perdió sus juguetes en la ranura del tiempo.Yo soy el que vuelve con una melodía en cada miradamientras los sueños, tesoros ocultos de mi risa,van rodando por el polvo para ser mariposas.Yo soy el que vuelve de sí mismoy callado entrega su descubrimiento.

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En todo corazón

Una oscura canción me persiguedesde todos los árboles de un bosque hechizado,y no sé por quési el amor sin harapos canta en las ventanasabiertas a la trémula nochey la noche es viajera que va y vienecomo un niño que oculta sin saberlolos tesoros totales de un reino sin reyes.La canción me persigue:ahuyéntala, corazón,de este diluvio de palabras que es el mundoo embellécela tú, pétalo de la sonrisa.En todo corazónvibra una canción sedientaque anhela las lluvias del sol,el arcoiris insondable de la dicha.

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Los alfilerazos del hastío

Campanadas para despertar el ángelque duerme la siesta en una flor bélica.Nadie escucha los alfilerazos del hastío,arrojan hacia los bancos a hombres que fuman,que dicen saber de leyendasen que el final siempre fue una torre de oro.El ángel duerme,es de carne y misterios perdidos.En lotananza un río va a descansar en el mar.Sobre los puentes de la nochelos suicidas se aferran a las constelaciones,algunos encuentran su minuto de airey dicen adiós al adiós.Las campanadas,de dónde vienen,quién las inventósi hasta la luz quiere cerrar los ojosy ver otra luz.La blasfemia del que cansado de ver lo mismo en cada rostro,se yergue,se empuja a sí mismapues no tiene otra fuerza que la lluvia.

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Exilio de la cordura

Un barco cercano es el olvidopara poder ser jinetes bajo las sombras barbadas del destino.Tiempo de mi sueño, solo por tino seré un diamante con amnesia.Daré a los sueños el gran camino de mí a la tierra,el puente primaveral de los ojos.Un barco solitario no porta flores para el jardín de mi orfandad.Te saludo, sol de frío,para escucharte sin temblores de epitafio.Cada día un nacimiento y una muerte cada día.¿Me voy en el barco o me quedoen los umbrales de mí mismo esperando un sutil milagro?Los sueños me duelen a veces como una carie,pero aquí estoy para el futuro de la miely así tener paciencia mientras emerjo de este infierno.¿Una fiesta en el infierno es posible?Escucho una canción sin popa ni arboladurasen la impasible mirada del tiempo.Aquí estoy como la última luz de bengalapara salvarme de mí mismo.Porque un barco cercano es el olvidoo el exilio de la cordura hacia otro préstamo de alegría.Pero un barco es él mismola ventana de todos los olvidoscomo un grito de la luz,como un viaje hacia uno mismo,

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definitivo,desde el trampolín del todo y de la nada,

del todo y de la nada, del todo y de la nada.

Índice

Ayer, y un otoño de gracia

Ahora el tiempo es un puente

Contradicción entre el tiempo y yo / 9Palpitando aún en el olvido / 10Del que regresa / 12Pervivencia / 13Renacimiento / 14La entraña del árbol / 15Advertencia al fuego / 16Palabras a una mujer que ha de partir / 17Noticias / 18A esa muchacha he empezado a hablarle del amor.../19

Nadie puede verla ni soñarla / 20El sabio viajero que encanta el horizonte 21Palabras a un hipotético ser de otro paraje / 22Al otro lado de la fantasía / 23

Profecía desde las sombras

Alabanza oscura alabanza / 27Manzanillo / 28Este pueblo de provincia va a morir... / 29

Lugar de mi primer canto / 30Desde la glorieta parten / 31Profecía desde la sombra / 32Yo era el fiel habitante de tu rostro... / 33

Estoy solo en la noche... /34

Pedir a la noche una canción... 35

La estatua que pedía agua al río negador... / 36

Avanza luna... /37

Para hacer un poema donde esté tu nombre... / 38

Recorro las calles buscando un rostro donde habitar.../ 39

Has venido al mundo... / 40

Soliloquio en la noche / 41I No vengo a mirarme en el espejo como Narciso... / 42

Comienzo definitivo / 44

Desde los tiempos del horizonte

Las campanadas del horizonte / 47Ayer te vi bajo la sombra del amor / 49Ayer éramos ese ruidito de la vida... /50

Has visto el calor del otoño... /51

Teníamos todo / 52Los dados de la muerte / 53Nací entre un griterío de luces / 54Si la mirada busca / 55El fulgor de la ausencia / 56Un hombre... / 58Ayer y un otoño de gracia / 60Pétalo de la cordura / 62

Exilio de la cordura

Todo camino es un niño

En un paisaje / 69El aleluya del lucero / 70En busca del mar / 72Navegar es buscar un sol en la mirada /73No voy solo hacia el árbol / 74Ha llegado el mar hasta mi casa / 75Un barco sin nadie / 76Prodigio de la cúpula / 77Un mensaje, un saludo, una esperanza / 78Definición / 79Sigue adelante, poeta / 80Ayer / 81

Carta / 82Sol en las entrañas / 83Ya el papel no soporta las palabras / 84Tengo una flor en la entraña / 86No pude verte / 87Con la armonía del universo / 88Hay veces en que el mar / 89Sobre las aguas resplandece el tiempo / 90Tenía un espejo para ella sola / 91María Rosa en la esperanza / 92En estos días ando de viaje / 93El tiempo de la vida / 94No te vayas aún, tiempo joven / 95

El que vuelve de sí mismo

Hay palabras nacidas / 99Llovía proféticamente / 100Reflexión / 101He viajado en un sueño / 102Quiero cantar / 103Toda sombra es un fugaz delirio / 104El amanecer, la última mirada / 105Canción / 106Nombre al fin / 107En el desierto estoy siempre / 108Ven a conquistar la tarde / 109He sabido pedir limosnas / 110Solitarios / 111No juegan las nubes en tu sueño / 112Alas del tiempo / 113Mirando el mar / 114Hasta encontrarme / 115Para hablar de la vida / 116He tenido en mis manos / 117El loco ante el espejo cuerdo / 118Hasta el fin del rocío / 120Palabras en la tierra / 122Poeta es el Jesús / 124

Hogar en el bosque eterno / 126Certeza de un descubrimiento / 127En todo corazón / 128Los alfilerazos del hastío / 129Exilio de la cordura / 130

Librerías donde pueden adquirirse los librosde Ediciones Territoriales

Viet Nam HeroicoCalle Martí, No. 49, entre Gerardo Medina y Recreo, Pinar del Río.

Tel.: 0-48-758035

Punto y comaAve 62, No. 3907, entre 39 y 41, San Antonio de los Baños, Artemisa.

Tel.: 0-47-383271

La Edad de OroAve 47, No. 6423, Mayabeque. San José de las Lajas.

Tel.: 0-47-862626

Ateneo CervantesBernaza, No. 9 esq. a Obispo, Habana Vieja, La Habana.

Tel.: 862-2580

El AteneoLínea, No. 1057, entre 12 y 14, Vedado, La Habana.

Tel.: 833-9609

Viet NamCalle Medio, s/n, esq. Callejón, Sacristía, Matanzas.

Tel.: 0-45-244782

La Concha de VenusCéspedes, No. 551, esq. Coronel Verdugo, Cárdenas, Matanzas.

Tel.: 0-45-379496

Pepe MedinaColón, No. 402, entre Gloria y Mújica, Santa Clara, Villa Clara.

Tel.: 0-42-205965

Dionisio San RománAve 54, No. 3526, entre 35 y 37, Cienfuegos.

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Julio Antonio MellaCalle Independencia, No. 67 entre Callejón del Cero y Ave. de

los Mártires, Sancti Spíritus. Tel.: 0-41-324716

Juan Antonio MárquezCalle Independencia, No. 15 entre Simón Reyes y José María

Agramante, Ciego de Ávila. Tel.: 0-33-222788

Mariana GrajalesCalle República, No. 300 entre San Esteban y Finlay, Camagüey.

Tel.: 0-32-292390

Viet NamCalle República, No. 416 entre San Martín y Correa, Camagüey.

Tel.: 0-32-292189

Fulgencio OrozCalle Colón, No. 151, esq. Francisco Vega, Las Tunas.

Tel.: 0-31-371611

Ateneo Villena BotevCalle Frexes, No. 151, esq. Máximo Gómez, Holguín.

Tel.: 0-24-427681

Ateneo Silvestre de BalboaCalle General García, No. 9, entre Canducha Figueredo y Antonio

Maceo, Bayamo, Granma. Tel.: 0-23-424631

La Edad de OroCalle José Martí, No. 242 esq. Antonio Maceo, Manzanillo, Granma.

Tel.: 0-23-573055

Amado Ramón SánchezCalle José Antonio Saco, No. 356 e/ Carnicería y San Félix,

Santiago de Cuba. Tel.: 0-22-624264

ÑancahuasuCalle Paseo, No. 555, entre Luz Caballero y Carlos Manuel de

Céspedes, Guantánamo. Tel.: 0-21-328063

Frank PaísCalle José Martí, s/n, esq. 22, Nueva Gerona, Isla de la Juventud.

Tel.: 0-46-323268

Impreso en los talleres del CPLL de GranmaNoviembre de 2012

Esta edición de

Reino de las alucinacionesconsta de 500 ejemplares