Los musulmanesLos musulmanes

Carné de identidad:

Nombre: Carlos de FoucauldNace: 15 septiembre de 1858 en Estrasburgo (Francia)Profesión: militar - explorador - sacerdote - ermitañoMuere: asesinado en Tamanrasset (Argelia)

el 1 de diciembre de 1916Beatificado el 13 noviembre 2005Fiesta: 1 de diciembre

Su vida:

Muy pronto quedó huérfano. Lo educa su abuelo, mi-litar. Pierde la fe. Se hace militar y le mandan al norte deÁfrica. Lleva una vida bastante desordenada. Decide ex-plorar Marruecos, entonces cerrado a los extranjeros. Lohace disfrazado de judío. Le impresiona la fe de los mu-sulmanes. Mientras en París espera publicar el libro so-bre su exploración, por influencia de su prima, se con-vierte. Decide darse del todo a Dios. Vive pobremente enPalestina, luego como trapense siete años. En 1901 alos 43 años es ordenado sacerdo-te y siente la llamada de África. Seinstala en Beni Abbés, en el de-sierto, como ermitaño, pero abiertoa todos. En 1906 decide internarsemás en el Sahara. Se instala enTamanrasset, encrucijada de cara-vanas. Vive en oración, pero alservicio de todos, cristianos, mu-sulmanes, ateos... Se hace amigode los tuaregs y estudia su lengua.El 1 de diciembre de 1916 unosbanditos asaltan su casa y le ma-tan.

Un momento de graciaen su vida:

En París, ayudado por su pri-ma María de Bondy, intenta volvera la fe. Reza: “Dios mío, si existes,

haz que yo te conozca”. Ella le presenta al padre Huve-lin. Es el 30 de octubre de 1886...

–Padre, no tengo fe y vengo a pedirle que me instruya.–Arrodíllese y confiésese a Dios: entonces usted creerá.–Pero... yo no he venido a eso...–Confiésese.Después de una larga confesión de toda su vida, el

padre le dice: “Ahora a comulgar”. La confesión sincerale abrió a la fe. Cambio total: “En cuanto descubrí quehabía un Dios, comprendí que no podía hacer otra cosamás que vivir para Él”.

Para meditar

Unos pensamientossuyos:

❥ “Quiero acostumbrar a todos los habitantes, cris-tianos, musulmanes, judíos, que me considerencomo un hermano. Soldados, esclavos, viajeros,pobres... empiezan a llamar a mi casa ‘la fraterni-

dad’ y eso me gusta mucho”.

❥ “Mi apostolado tiene que serel apostolado de la bondad.Viéndome, deben decirse:‘Ya que este hombre es tanbueno, su religión tiene queser buena’. Y si me pregun-tan por qué soy manso ybueno, debo decir: ‘Porquesoy el servidor de alguienque es más bueno que yo’.¡Si supieran qué bueno esmi maestro Jesús...!”.

❥ “Cuando uno ama, quierehablar todo el tiempo con lapersona amada, o por lomenos mirarla. Eso es laoración: un intercambio fa-

Beato Carlos de FoucauldEl Hermano universal

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(Continúa en la pág. 43)

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REVISTA DE INFORMACIÓN

Y FORMACIÓN CRISTIANA

Y SOCIAL

Año LV – Número 703Abril de 2007

DIRECCIÓNJosé María Sánchez Cremades

Vicente Muñoz Pellín

Blasco Ibáñez, 55

46021 Valencia

elreino@scj.es

REDACTORES-COLABORADORESAriel Álvarez Valdés (R. Argentina)

Mª Ángeles Chavarría Aznar (Valencia)

Egidio Driedonkx (Holanda)

Pedro García Verdú (Francia)

Ciriaco Izquierdo Moreno (L’Eliana)

Ángeles Linares Lorente (Madrid)

Javier Luengo Mesonero (Madrid)

Artemio López Merino (Ecuador)

Evaristo Martínez de Alegría (Roma)

Eduardo Perales Pons (Valencia)

José María Salaverri (Valencia)

Jorge Sans Vila (Roma)

José Luis Segura Lacruz (Venezuela)

José Mª Suárez Campos (Madrid)

EDICIÓNEditorial EL REINO

Sacerdotes del Corazón de Jesús

(Padres Reparadores)

ADMINISTRACIÓNPedro Jesús García González

Apartado 112 - Tel. 91 675 15 3628850 Torrejón de Ardoz (Madrid)

IMPRIMEGRÁFICAS DEHON

La Morera, 23-25

28850 Torrejón de Ardoz (Madrid)

Tel. 91 675 15 36 - Fax 91 675 24 98

Depósito legal: M. 1.176-58

DISEÑO Y MAQUETACIÓNFrancisco Antón Martínez

S umario

8 • Desde la fe

41 • ...Y me visitasteis

29 • Objetivo, educar

NUESTRA PORTADARepresenta a unos musulmanes meditando sobre su libro sagra-do, el Corán. A la exposición de la historia de Mahoma y del con-tenido de la religión promovida por él dedicamos la portada y elEspecial de este número.

4 Editorial El valor de la oración

5 Desde la fe Evaristo Martínez de AlegríaEl invierno está pasando

8 Pedro García VerdúEn memoria de l’abée Pierre

11 El espejo Vicente Muñoz Pellínde los días En tono menor

14 Divulgación Ariel Álvarez Valdésbíblica ¿Cómo nació

la fiesta de Pascua?

18 Sociedad La beatificación del P. Dehon

19 ESPECIAL Fernando RodríguezEL REINO Garrapucho, scj

Los musulmanes (I)

27 Para pensar Eduardo Perales PonsAmo a Dios

28 Objetivo, Padre Zezinhoeducar Hijos heridos

29 Ciriaco Izquierdo MorenoUna mente sanaen un cuerpo sano (I)

31 J. M. Valverde, sjLa formación humanay cristiana de los huérfanos

32 Nuevo Jorge Sans VilaDiccionario La morada del ser

34 Hacia María Ángeles Chavarría Aznarun mundo Finiquitomejor y otros poemas

36 Entrevista A Alfredo Dagnino

38 Páginas Chiara Lubichsociales Comunicación y relación

en la medicina

39 Misión Artemio López Merinoy misioneros Un fin de semana completo

y ocupado

41 ...Y me visitasteis José Luis Segura LacruzMás o menos

Algunas veces al año, con uno u otro motivoparticular, determinados centros especializadosen investigaciones sociológicas suelen presen-tar a la opinión pública los resultados de sus en-cuestas y análisis acerca de peculiares compor-tamientos de las personas, en uno u otro de losaspectos de la vida susceptibles de ser valoriza-dos o puestos de manifiesto.

Así sucede en el terreno religioso, cuandose dan a conocer datos concretos, con sus ade-cuados porcentajes, en materias tan complejascomo las que se refieren a la vivencia y a lapráctica de la religión en zonas precisas de lageografía mundial.

Remitiéndonos a nuestro país y a la religióncatólica, que es la de mayor arraigo entre noso-tros, la investigación social nos suele ofrecer elnúmero de los cristianos que viven y practicansu fe de un modo constante en el medio am-biente en el que desarrollan su existencia. Ofre-cen también datos sobre quienes no frecuentanla iglesia más que de vez en cuando, y final-mente de aquellos otros calificados por ellosmismos como católicos no practicantes.

Me imagino a los primeros como seres si-tuados a la luz del sol en pleno día, que recibentodo el influjo del astro rey, al situarse en condi-ciones de poder aprovechar la riqueza de susrayos y empaparse de su luminosidad y de sucalor. En el segundo grupos de cristianos, quepractican su vida de fe de un modo intermitente,veo a quienes se hallan situados durante el díaen la sombra, en lugares no bañados por el be-néfico influjo directo del sol. Y en el grupo de loscreyentes pero no practicantes observo a quie-nes caminan de noche guiados solo por la luzde la luna, que es como el destello de su fe mor-tecina.

Y me he preguntado muchas veces por lacausa de este alejamiento de tanta gente delpunto focal de su fe; por los motivos de ese es-pecial comportamiento y, en general, por la evi-dente disociación entre fe y vida cristiana; pues

desarrollan muchos creyentes su existenciacomo si pertenecieran a cualquier otra religiónsin dogmas ni evangelio, sin recurso a Cristo y alos santos. Su actitud es comparable a la de qui-nes profesan un verdadero paganismo.

La respuesta a mi análisis me vino dada porunas significativas palabras de Benedicto XVI,en una de sus alocuciones de Cuaresma, desdesu ventana del palacio apostólico. Las palabrasdel Papa se referían a la oración, y tienen unafuerza formidable. El Pontífice se expresó así:“La oración no es algo accesorio u opcional,sino una cuestión de vida o muerte. Sólo quienreza, es decir, quien se encomienda a Dios conamor filial puede entrar en la vida eterna, que esDios mismo”.

Nunca había oído yo expresar con tanto vi-gor la urgencia y la necesidad de la oración enla vida cristiana y para la vida cristiana. La ora-ción no es una cuestión que se pueda tomar odejar, un asunto “accesorio u opcional”, sino“una cuestión de vida o muerte”, es decir, un he-cho fundamental en la existencia y para la exis-tencia del creyente.

Reflexionando sobre esas palabras de Be-nedicto XVI puede llegarse con facilidad a laconclusión de que en el ejercicio de la oración,en rezar o no, está la clave de la vida cristiana.El nivel de la oración explica la situación real delas personas en el marco de la religión de Jesu-cristo. A mayor grado de oración, suele respon-der mayor compromiso de fe y de amor a Cristoy a los demás. Cuanto más se enfría la oración,más suele enfriarse la vida. Y en aquellos quedicen ser cristianos no practicantes se apreciacomo abandonada, anulada y congelada su ora-ción.

Ahí tenemos descubierta en la oración unade las causas fundamentales para el acerca-miento o alejamiento de Dios. La oración puedeser el barómetro del cristiano para descubrir suvivencia o la languidez de su fe y de su compro-miso son Cristo y con los demás. ❦

EDITORIAL

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EL VALOR DE LA ORACIÓN

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DESDE LA FE

EL INVIERNOESTÁ PASANDO Evaristo Martínez de Alegría

Científicos y políticos comienzana preocuparse del planeta tierra,contaminado por los cuatro costa-dos, por los efectos invernadero quelentamente están alzando las tempe-raturas; lo que provocará, segúnafirman, efectos desastrosos produ-cidos por el famoso “agujero” y porlas consecuencias climáticas que deél se derivan.

Se calcula, si todo sigue igual ysin poner remedio a la contaminacióny la deforestación, que la temperaturasubirá unos seis grados, lo que pro-vocará la desaparición de glaciares ylos cascos polares quedarán reduci-dos; y con las inundaciones, las tie-rras sumergidas con las consiguientesconsecuencias para las costas y el tu-rismo de playa. Un turismo que mue-ve millones de personas y es econo-

mía base para muchos Estados. Junto con estos desastres, vendrá el aumentode zonas desérticas, la desaparición de muchas especies animales y de bos-ques, los grandes aluviones y la vuelta de enfermedades tropicales, como lamalaria, dengue, etc.

No es el miedo que salva la viña, sino, para nosotros, el respeto, la admi-ración, la belleza y la hermosura de la tierra, creada como imagen del propioCreador y para nuestro disfrute y explotación racional son los que debe mo-vernos a ser exigentes y cuidadosos con este don que Dios nos ha dado, paraque como familia suya -somos sus hijos- sepamos conservarla y disfrutarla.

bservar día a día en qué se están convirtiendo nuestras ciudades, pe-queñas y grandes, a nivel de contaminación, es un anticipo de lo queestamos preparando: provocado a veces por el fenómeno de la emigra-ción, por las dificultades de asimilación de los nuevos allegados y por

el mismo modo de ser de los romanos, como es el caso de la Ciudad Eterna.Ciudad abierta como pocas, en medio de su monumentalidad y su larga his-

toria, para entenderla hoy se debe partir del hechode que es una ciudad muy poco cuidada, especial-mente en los barrios periféricos, y que ofrece unespectáculo muy poco agradable por su suciedadambiental: calles sin barrer, papeles por todos lossitios, muros pintados y repintados, mobiliariodestrozado y una sensación de ahogo por el caosde la circulación, por el aparcamiento, a veces in-descriptible, y la dejación de la policía municipalque no llega o no quiere llegar, visto el caos enque muchas veces se vive.

En más de una ocasión he pensado y he compa-rado Roma con los zocos de ciertas ciudadesorientales, pasando por las calles en las que sevende de todo, especialmente por gentes emigran-tes y sin trabajo, africanas y asiáticas en particular.

No obstante, Roma es una ciudad acogedora,abierta, demasiado respetuosa de las peculiarida-des de cada uno, de cada grupo y de los mismosturistas que se lamentan, pero que muchos deellos acaban haciendo como todos o peor. La his-toria, la religión, el arte, el clima hacen todavía

O

ROMA

Ha llegado la primavera, aunque este año la estábamos viviendo ya prácticamente hasta finales deenero. Las mimosas, que años pasados se regalaban en Roma el ocho de marzo con motivo del día la mu-jer trabajadora y de su emancipación jurídica -como un Zamarramala a lo grande-, se están ya pasandocon un mes de antelación.

Roma es una ciudad abierta, acogedora, pero...

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Desde la fe

que el visitarla y conocerla seauna de las metas del turistaque se precie.

Nosotros, los cristianos, queno tenemos una morada fija yque aspiramos a una nuevaciudad, la Jerusalén celestial,no podemos desentendernosde construir o rehacer nuestrasmoradas terrenas, sean pue-blos, ciudades o megalópolis,como las que hoy existen en elmundo, intentando convertir latierra en un lugar habitable, enel que le sea posible vivir alhombre de hoy y desarrollaruna verdadera vida humana yfraterna.

Puede que sea soñar o imaginar lo inimaginable, en una situación en quetodo se mide por su valor en dinero y negocio, vencer en la lucha por un es-pacio libre, obtener una vivienda posible y digna, poseer zonas en las quelos niños puedan jugar, los jóvenes vivir sus ilusiones, las familias sus pro-yectos y los ancianos sus nostalgias. De ahí la importancia que tienen tantosmovimientos ciudadanos que tratan de recuperar terrenos, de poner a puntoparques, jardines, lugares de ocio y formación, y a los que habría que darapoyo y valoración positiva.

Es toda una tarea de educación ciudadana en la que las raíces cristianastienen su importancia, pues no debemos olvidar que, en la creación como enel hombre, se manifiesta el rostro de Dios, al ser todo obra de sus manos,como dirá el salmo: “¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él?; ¿el serhumano para darle poder? De gloria y honor lo coronaste; todo lo sometistebajo sus pies”, como queriendo indicar que el sometimiento es ponerlo bajosu custodia y protección y no malgastar la infinidad de salidas y solucionesque tiene nuestro mundo para ser mejorado al dominar la tierra.

Porque el proyecto original, como se desprende del relato de la creación,está bien ejecutado y realizado: “Sed fecundos y multiplicaos, llenad la tie-rra y sometedla”… Para cuando nos quejamos del desastre que nos toca vi-vir, es expresivo el relato de la creación, en el primer capítulo del Génesis,cuando se expresa con estas iluminadoras palabras: “Vio Dios todo cuantohabía hecho, y he aquí que estaba muy bien. Y atardeció y amaneció el díacuarto” (Gn 1, 31).

iendo infieles a Dios, Adán y Eva pierden aquella gracia original queles hacía sentir el amor y la amistad del Creador: detalle que la Bibliamanifiesta con imágenes humanas y que hoy nos hace sentir nostalgiapor el gozo del Señor al ver su obra, lo bien que le había salido el

mundo.Hoy nos estamos perdiendo en discusiones sobre si el origen del hombre

es por pura creación de Dios o es por evolución de las especies, después queel Señor pone en marcha el proyecto del hombre en la creación. Fe o ciencia

S

LA PÉRDIDA DE LA GRACIA ORIGINAL

iluminada por la fe, o simple-mente puro logro científico,son temas que han sido en losúltimos años objeto de gran-des discusiones hasta con re-percusiones de orientación po-lítica, como en EstadosUnidos, donde se ha intentadoprescribir, a golpe de legisla-ción, qué es lo que debe ense-ñarse en las escuelas.

Sea lo que fuere, la SagradaEscritura, nos habla del perío-do que va desde nuestros pri-

meros padres hasta la época del di-luvio, señalando el proceso decorrupción que el pecado había pro-ducido: “Viendo Yahvé que la mal-dad del hombre cundía en la tierra, yque todos los pensamientos queideaba su corazón era puro mal decontinuo, le pesó a Yahvé haber he-cho al hombre en la tierra y se in-dignó en su corazón” (Ex 6, 4-6).

Al releer el relato del diluvio mehe encontrado con un detalle curio-so que nos hace ver cómo los auto-res sagrados sentían la presencia delSeñor, el santo, no solo en la alianzaque hace con Noé y familia en esteacontecimiento, sino también comouno que asiste a la escena y tomaparte directa en ella: “Y Yahvé cerróla puerta detrás de Noé” (Gn 7, 16).

No es que a nivel de moralidadhayamos mejorado mucho. Esto seobserva si uno lee las advertenciasde S. Pablo en su Carta a los roma-nos para que no nos llevemos a en-gaño. Esas advertencias tienen unaespecial resonancia en el mundooccidental “progresista” y que hadejado de percibir a Dios, como mo-tor de la Historia y sentido últimode la misma. Escribe S. Pablo:“pues lo que de Dios se puede cono-cer, está en ellos manifiesto: Dios selo manifestó. Porque lo invisible deDios, desde la creación del mundo,se deja ver a la inteligencia a travésde sus obras: su poder eterno y sudivinidad, de modo que son inexcu-

Adán y Eva perdieron sugracia original.

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sables, porque habiendo conocido aDios, no le glorificaron como aDios ni le dieron gracias, antes biense ofuscaron en vanos razonamien-tos y su insensato corazón se ente-nebreció, jactándose de sabios sevolvieron estúpidos, y cambiaron lagloria de Dios incorruptible poruna representación en forma dehombre corruptible, de aves, decuadrúpedos, de reptiles”.

Hoy, los ídolos a los que sirve elhombre se llaman poder, dinero,sexo, individualismo, culto a laciencia, al progreso en su materialis-mo más exacerbado, laicismo en sutotal rechazo a la presencia de Diosen la historia, etc. Las consecuen-cias son prácticamente las mismasque S. Pablo describe como resulta-do, no sólo de la ignorancia, sinotambién de la marginación y de lanegación de todo cuanto supongauna llamada a la trascendencia en lavida de todo mortal.

or eso Dios los entregó a las apetencias de su corazón hasta unaimpureza tal que deshonraron entre sí sus cuerpos; a ellos que cam-biaron la verdad de Dios por la mentira; adoraron y sirvieron a lacriatura en vez de al Creador, que es bendito por los siglos. Amén”.

“Por eso Dios los entregó a pasiones infames; pues sus mujeres invirtie-ron las relaciones naturales por otras contra la naturaleza; igualmente loshombres, abandonando el uso natural de la mujer, se abrasaron en deseoslos unos por los otros, cometiendo la infamia de hombre con hombre, reci-biendo en sí mismos el pago merecido de su extravío”.

“Y cono no tuvieron a bien guardar el verdadero conocimiento de Dios,entrególos Dios a su mente réproba para que hicieran lo que no conviene:llenos de toda injusticia, perversidad, codicia, maldad, henchidos de envi-dia, de homicidio, de contienda, de engaño, de malignidad, chismosos, de-tractores, enemigos de Dios, ultrajadores, altaneros, fanfarrones, ingenio-sos para el mal, rebeldes a sus padres, insensatos, desleales, desamorados,despiadados, los cuales aunque conocedores del veredicto de Dios que de-clara dignos de muerte a los que practican tales cosas, no solamente laspractican, sino que aprueban a los que las cometen” (Rm 1, 18.32).

No es fácil escuchar esta lectura y observar cómo Pablo hace su crítica ala situación moral de su tiempo, no lejana de la que hoy estamos viviendo:no queremos reconocer a Dios, aun siendo cristianos o paganos prácticos de

raíces culturales cristianas: “se ofuscaron en vanos razonamien-tos y su insensato corazón se entenebreció, jactándose de sabiosse volvieron estúpidos”. Y así nos va.

Las consecuencias de este abandono no solo se reflejan a ni-vel humano, social y político con la contaminación del mundofamiliar. S. Pablo no hace concesión alguna en el campo moral,criticando con la denuncia también la falta de amor y justicia enlas relaciones mutuas de personas o sociedades en las que el di-nero, el negocio y el poder son el eje de la balanza. Los efectosque esto produce y sobre todo que ahora está produciendo, senotan en el proceso de contaminación y destrucción del planetatierra, situación en la que, queramos o no, resultaremos implica-dos, aunque nuestra generación pueda pensar que quedan mu-chos años para acceder a esas metas críticas.

La invitación, y estamos en Cuaresma, es la de aprovechareste tiempo de gracia y dejarnos reconciliar por Dios: “Y comocooperadores suyos que somos, os exhortamos a que no recibáisen vano la gracia de Dios. Pues dice él: En el tiempo favorablete escuché y en el día de salvación te ayudé” (II Cor 6,1.2). So-mos embajadores de Cristo, como si Dios os exhortara por me-dio de nosotros. En nombre de Cristo os suplicamos: ¡reconci-liaos con Dios!”(II Co 5, 20).

El contacto con la naturaleza, montes, bosques y ríos pudieraser un momento de encuentro y reflexión; detrás de cualquier,árbol, roca, fuente o flor, catedral, iglesia o ermita perdida enlos campos no es imposible, aún hoy, descubrir la sombra delrostro de Dios, que nos invita como a Noé, “pasado el diluviopurificador”, a abrir el arca bajo el arco iris de la Nueva Alian-za, a mirar con esperanza la nueva tierra que tenemos que culti-var.(Gn 6-9). ❦

P“

CONSECUENCIAS

Desde la fe

En muchas sociedades, el dinero,el negocio y el poder son el ejede la balanza.

En muchas sociedades, el dinero,el negocio y el poder son el ejede la balanza.

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DESDE LA FE

EN MEMORIADE L’ABBÉ PIERRE Pedro García Verdú

ste es como el punto de partida para el sacerdote, apóstol de la caridad, l’abbé Pierre, en la fundación de la “institución Emaús”. Después de sesenta años aproxi-

madamente, el nombre de Emaús, ciudad de Pa-lestina, está unido a su obra, pero está unido antetodo al relato pascual en el evangelio de san Lu-cas (24, 13-33), texto mayor que dice lo esencialde la fe. Esta historia es un relato de encuentro,de paciente andadura y de reconocimiento.Constituirá el espíritu de la obra evangelizadorade l’abbé Pierre entre los abatidos, los necesita-dos y desamparados, sin distinción.

L’abbé Pierre es una de las figuras más her-mosas del s. XX. Peregrino de la bondad, falle-ció el 22 de enero de 2007 en un hospital deParís a sus 94 años. Gastado por la edad y laenfermedad, no esperaba más que la muerte,después de un largo camino de servicio en elamor. Él mismo decía: “La muerte es como unavieja amiga que yo he aprendido a conocer du-rante los años de mi vida”. En palabras de Be-nedicto XVI, l’abbé Pierre es un testimonio dela caridad que nos viene de Cristo. Informadoel Pontífice de la muerte de l’abbé da graciaspor su acción a favor de los más pobres, por losque ha dado su vida, y lo confía a la misericor-dia divina.

s en plena guerra mundial, cuando el l’abbé Pierre empezó a usar estenombre. En Pascua de 1941 está convaleciente en el hospital. Una vez porsemana viaja a Grenoble para animar a un grupo de estudiantes. Este equi-po busca un nombre y l’abbé propone, “El fuego en la tarde de Emaús”.

Ya en 1947 alquila una finca con la idea de que colaboren sus amigos. Así em-pieza el lugar de acogida Emaús. Una buena elección. Para ello encontrará tam-bién en Lucía su brazo derecho en la administración, durante más de 40 años.

E

¿POR QUÉ L’ABBÉ PIERRE HA BAUTIZADOSU MOVIMIENTO CON EL NOMBRE DE EMAÚS?

E

Lucía contará sobre este hecho:“de pronto l’abbé Pierre tuvo unaidea: ¿por qué no Emaús, un nombretan evocador de resurrección y deesperanza después de la desilusión?Este lugar de Neuilly Plaisence es unmunicipio de la capital, como el pue-blo de Emaús lo era de Jerusalén. ¿Yla casa no es un poco como el alber-gue de Emaús en otros tiempos, laposada para el peregrino fatigado?”.

Un cántico en la liturgia del tiempo de Pascua sonaba así: “Por la calzada de Emaús/un peregrino ibaconmigo./No le conocí al caminar;/ahora sí, en la fracción del pan”... Por la ofuscación y la duda, los pe-regrinos que iban hacia Emaús no fueron capaces de conocer a Jesús que se les acercó. Fue en la fraccióndel pan, cuando se les abrieron los ojos de la fe y lo reconocieron.

Una expresiva fotode l’abbé Pierre.

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Desde la fe

Así nace este movimiento en1949, cuando l’abbé Pierre acoge aun hombre llamado Jorge, que habíaintentado suicidarse. Para ayudarlo,le invita a que él vaya también a au-xiliar a los otros para que ellos seunan también a la causa. Este es elnacimiento de Emaús, escribía él yseguirá animado por su filosofía.Para l’abbé Pierre el relato de Ema-ús es una “fuente de sabiduría ele-mental”. Emaús libera de la ilusión,permite un aprendizaje de la reali-dad, y moviliza para la acción alservicio de los otros, antes que nadade los que más sufren.

El preámbulo universal de Emaúsinternacional empieza así: “Nuestronombre Emaús es el de una locali-dad de Palestina, donde los desespe-rados encuentran la esperanza. Estenombre evoca para todos, creyentesy no creyentes, nuestra común con-vicción de que sólo el amor puedeunirnos y hacernos avanzar juntos”.La comunidad de Emaús será la pri-mera piedra de un edificio que nodejará nunca de consolidarse, deconstruirse día a día sin renunciarjamás.

Hoy vemos esta obra gigantesca, digna de encomio, de gran dimensiónsocial en la Iglesia, donde l’abbé Pierre ha sido como el san Vicente de Paulmoderno y en la línea del pobre de Asís, de la madre Teresa de Calcuta, y deotros tantos llamados por el Señor al servicio de la caridad.

Entre sus numerosas obras escritas destaca, por poner un ejemplo, La me-moria de un creyente, donde l’abbé Pierre escribe: “Jesús no enseñó másque el amor al prójimo. En la medida en que yo busqué poner en práctica elmensaje de Cristo, me he esforzado toda mi vida en amar...”.

u nombre de pila era Henri Groués, y nació el 5 de agosto de 1012 enLyón. Era el tercero de siete hermanos de una familia creyente y pia-dosa, en la cual Henri reconocerá más tarde haber aprendido el sentidodel deber y del desinterés. Como chico piadoso que era, a los 12 años

intuye una primera llamada vocacional, cuando acompaña a su padre a lacofradía de los hospitalarios nocturnos, donde los ricos burgueses se hacenpeluqueros y barberos de los más discapacitados.

En el mismo período, –como él contará en los últimos años de su vida conuna extraordinaria franqueza– Henri Groués va a concebir una gran pasiónamorosa por uno de sus compañeros llamado Yves. “Su voz de soprano erauna maravilla; yo estaba como invadido”. Más tarde declarará: “Para mí estemuchacho representa la perfección, porque en él había una gran belleza”.Durante tres años Henri escribirá en su diario los tormentos que le hacen so-brellevar este amor casto... y no compartido ni vivido con tal intensidad dellado de Yves.

Entonces, para encontrarla fuerza de romper este lazo,que no sirve más que paraproporcionarle mal humor,Henri se vuelve de nuevo ala religión. Y esta vez parasiempre.

enri ingresa en los ca-puchinos en 1931. Tie-ne 19 años. Pronunciasus votos como herma-

no Felipe. Siete años mástarde será ordenado sacerdo-te. En abril de 1939 es nom-

H

SU VIDA RELIGIOSALLENA

DE DIFICULTADES

S

PERO, ¿QUIÉN ERA EN REALIDAD L’ABBÉ PIERRE?

Un centro de albergue de urgenciapara los sin-techo, en el marcode la estación.

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Desde la fe

brado vicario de Grenoble. Entonces se perfila una exis-tencia simple, tranquila, hecha de oración y de sacerdo-cio. Pero en mayo de 1940, en algunas semanas, Franciaes aplastada por el rodillo opresor nazi. Petain confisca laRepública y va a estrechar la mano de Adolf Hitler enMontoire y Henri es movilizado como suboficial en lostrenes de equipajes.

Pero, después de la derrota y del armisticio, es licencia-do como los otros soldados del ejército francés. Entoncesel ardiente vicario siente una gran vergüenza por la pasi-vidad de la Iglesia, su Iglesia, en la ocupación y más en laactuación con el régimen de Vichy. Desde entonces(1942), el hecho se impone a él como una evidencia y en-tra en la resistencia. Durante todos los años de su entregaal servicio de la caridad, la Iglesia no estará muy atentaen reconocer el apostolado de este pionero, a pesar de quedeja enormes huellas para imitar.

El soldado de Dios será un héroe de la resistencia. El disparo se ha produ-cido siguiendo su trayectoria. Una tarde dos desconocidos llorando tocan ala puerta de su presbiterio: son judíos y vienen de asistir a la redada de susfamilias respectivas. Sin vacilar el vicario les da asilo; después los hace pa-sar a Suiza, a pesar de los problemas y peligros que ello acarrea. Entre tantodirá este valiente hombre; “Yo no soy resistente por convicción política,sino porque los hombres lloran...”. Todo esto será de gran importancia comoacto fundador para la continuidad en clandestinidad. Henri Groués viene aser l’abbé Pierre, con el propósito de evitar serios problemas de identidad.Ahora, la leyenda, ha encontrado su nombre definitivo y puede ponerse encamino.

Durante los años de la ocupación y la resistencia, l’abbé Pierre va a expo-ner su vida. En su lucha tenaz contra la injusticia, el sufrimiento y la mise-ria; entre fracasos y logros, no deja de procurar falsos documentos a los ju-díos para pasar a Suiza.

Después de instalarse en Neuilly Plaisance, por una denuncia es vigiladoseriamente por la Gestapo, con riesgo de ser arrestado. Una vez llegada lavictoria definitiva, l’abbé Pierre no vacilará en testimoniar a favor de su an-tiguo amigo que lo denunció a la Gestapo. Todo un gesto de nobleza. Paratodos los que llegan a su puerta él tiene su filosofía: “Que ellos auxilien alos otros, según aquello de que ayuda para que te ayuden”.

Hombre de Iglesia y de extraordinaria voluntad, con su indomable coraje,hará posible el nacimiento de la Comunidad de Emaús de Neuilly Plaisance,que rápidamente será seguida de otras: más de 120. Acogen a 4.000 miem-bros, hombres y mujeres. Hoy Emaús está extendida por todo el mundo yllora la muerte de l’abbé Pierre. Francia está de luto.

Cosa curiosa: al pretender terminar este artículo, alguien recuerda quel’abbé Pierre pasó en 1972 por La Capelle, ciudad donde nació el P. LeónDehon, fundador de los PP. Reparadores. Su paso dejó un gran recuerdo porsu interés en la labor con los necesitados. Entonces se fundó Emaús en Mar-le, departamento de l’Aisne del norte de Francia, cerca de La Capelle.

L’abbé Pierre ha mantenidocontactos y visitas con personasrelevantes. Como homenaje a suobra le fue concedida la enco-mienda de la Legión de Honor dela República Francesa, pero él larehusó por dignidad para con losdemás. Durante toda su trayecto-ria, muchos son los favorecidos;otros tantos los desprendidos ysalvados de las angustias de lavida; y muchos los voluntarios ybienhechores.

En un juego radiofónico en el queparticipó en 1952 ganó para la causalo equivalente a 33 millones de eu-ros hoy. Y sólo en 2005 se gastaron5 millones de euros, atendiendo anecesidades y proyectos. Por eso sullamada a las conciencias ha hechoposible también el éxito de esta ins-titución de la Iglesia.

Su camino de Emaús ha termina-do también con el mejor de los éxi-tos. En un abrir y cerrar de ojos,Henri, l’abbé Pierre se ha encontra-do con el Peregrino y le ha recono-cido en la fracción del pan. Pan quealimentó su vida de amor por losotros. ❦

L’abbé Pierre recibe la Gran Cruzde la Legión de Honor, del

presidente Chirac de Francia.

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EL ESPEJO DE LOS DÍAS

EN TONO MENOR Vicente Muñoz Pellín

n ocasiones, me siento inclinado a revivir un acon-tecimiento (como hoy el del V Centenario del naci-miento de san Francisco Javier) que, habiendo ocu-

pado durante largo tiempo el interés de la comunidadeclesial, ha dejado ya de ser noticia de actualidad. Eneste caso, debe ser por el eco de las Javieradas del mesde marzo, o porque el día 7 de abril fue la fecha del na-cimiento del santo jesuita. Una evocación semejante meayuda a comprobar hasta qué punto perdura en el re-cuerdo una realidad importante, hasta dónde son evan-gélicamente eficaces los “años” de esto o de lo otro, o silos esfuerzos celebrativos que exigen resultan dignos dela causa que los motivó y no una especie de fuegos deartificio, pasajeros como tales...

El Año Santo de Javier(también de su compañe-ro Pedro Fabro y del Fun-dador de la Compañía,Ignacio de Loyola), unaño lleno de hermosas ce-lebraciones y realizacio-nes, fue clausurado por elarzobispo de Pamplona eldía 3 de diciembre de2006. Pues bien, para esafecha no había cumplidoaún mi propósito de leerdespacio, como deseaba,una buena biografía delsanto. “Lo haré antes del7 de abril”, me dije, yelegí no una obra exten-sa, como la del jesuitaPedro Miguel Lamet (en La Esfera de los Libros), sinouna relativamente breve, la del sacerdote e historiadorJosé Ignacio Tellechea Idígoras, publicada por Edicio-nes Sígueme en 2006 y que lleva por título “Los sueñosde Francisco de Javier”. Recordaba que, años atrás, Te-llechea había escrito la importante obra “Ignacio de Lo-yola, solo y a pie”, en la misma editorial, que dedicó alP. Pedro Arrupe (†1983). Éste fue el 28° sucesor de sanIgnacio, y hemos comenzado a celebrar este año el cen-tenario de su nacimiento.

Tras terminar “Los sueños de Francisco de Javier”, re-comiendo la obra a los lectores de El REINO, en generaly a los que, como yo, sientan un déficit en el conoci-miento del santo, que es algo más que el patrono de lasmisiones desde 1927, con no ser esto poco. Confieso que

la elección de esta obra ha sido en cierto modo interesa-da: entre los buenos profesores que mi promoción tuvoen la Facultad salmantina de Teología, ya he habladoaquí de D. Olegario González (Cristología) y del P. Fer-nando Sebastián (Antropología Teológica). Me agradadecir algo hoy de D. José Ignacio Tellechea, que nos dioHistoria Eclesiástica durante dos años, los últimos de lacarrera. Y comienzo evocando, porque me resultó sor-prendente, que cuando José María Cabodevilla dedica aTellechea una de sus obras, dice de él que en un futurolos alumnos españoles de bachillerato tendrán que cono-cer su nombre para aprobar la reválida. Los tiempos hancambiado y ya ni siquiera hay reválidas, pero es evidentelo que Cabodevilla quiso decir, como es también muyhermoso que un pensador hable tan bien de otro.

Por lo demás, yo mismo estoy agradecido a don JoséIgnacio, a quien perdí la pista pronto, en razón de unalarga enfermedad suya que lo apartó de Salamanca.

Aunque, también en Sí-gueme, publicó él añosdespués “Tapices de me-moria”, en donde cuentalos días y las noches desu enfermedad. Fuesiempre, para nosotros,un ejemplo de sacerdote,de investigador, de do-cente y de educador.

Diré el porqué de migratitud. En 3º de teolo-gía, estaba muy preocu-pado por acertar con latemática de la tesina delicenciatura, y recuerdoque, a tono con los tiem-pos postconcilianes e in-novadores, daba vueltas a

temas “prácticos” y hasta “sonoros” como, por ejemplo,el de la celebración diaria de la Eucarística en las comu-nidades religiosas, como aquella en que yo vivía. Peroen ese tiempo debíamos estudiar duro para el examende Bachillerato, y temas como el aludido se me repre-sentaban muy complicados. Pasaba el tiempo, y recuer-do que decidí pedir consejo a un buen consejero, profe-sor de la Facultad de Pedagogía, quien me dijo que latesina no era una tesis doctoral en pequeño, ni el esbozode un libro que uno quisiera publicar en un futuro, nialgo “útil”, en definitiva; sino una especie de “enferme-dad” que había que curar, como un sarampión que hu-biera que pasar lo antes posible. Creo que lo entendí.

Así las cosas, me presenté junto con un compañero–que lleva años misionando en América– al profesor Te-

EEL SUEÑO DE JAVIER

Altar de san Francisco Javier en la parroquia scjde san Antonio de Padua (Málaga).

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ste día, domingo IV de Pascua, se celebra en todala Iglesia la Jornada de Oración por las Vocacionessagradas. En ella resuenan de manera singular las

palabras de Jesús, que invitó a sus oyentes a percatarsede que la mies era mucha, pero pocos los obreros, y lesencareció: “Rogad, pues, al dueño de la mies que man-de obreros a su mies”.

El Mensaje papal de este año propone a la considera-ción de todo el Pueblo de Dios el tema tan actual de lavocación al servicio de la Iglesia-comunión.

La misión de la Iglesia se funda sobre una íntima y fielcomunión con Dios. En la Iglesia se refleja el amor trini-tario. Todos sus miembros forman, en el Espíritu Santo,un solo cuerpo y un solo espíritu, sobre todo cuando sereúnen para la Eucaristía y viven el misterio de la comu-nión con Dios y con los hermanos. De aquélla florecenlas vocaciones generosas al servicio de la Iglesia, en ellase aprende a discernir la llamada del Señor, sobre todomediante la oración personal y comunitaria.

E29 DE ABRIL: JORNADA MUNDIAL

DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES

El espejo de los días

Sin duda, un eco de las palabras del Señor: “No osllamo siervos, sino amigos”.

llechea, para ver si podíamos estudiar todavía un temacon su ayuda. Aunque la demanda era tardía, la acogiócon naturalidad y nos preguntó directamente, a su vez, siestábamos dispuestos a establecer una comparación entreel Comentario a la Carta de san Pablo a los Gálatas deMartín Lutero y el Comentario a la misma Carta que es-cribió Fray Bartolomé Carranza. Le respondimos que sí.Nos advirtió de que ambas obras estaban en latín (que te-níamos prácticamente olvidado), y le dijimos que no im-portaba. Así es que iniciamos las visitas casi diarias alCentro Ecuménico, en el salmantino Campo de San Fran-cisco –que tenía las obras de Lutero- y a la Biblioteca dela propia Universidad Pontificia, en la que se encontrabanlas del dominico arzobispo de Toledo. Y, en un períodorazonable de tiempo, entregamos a nuestro profesor eltrabajo, llenos de agradecimiento, porque habíamos cura-do el sarampión... y hasta por haber desempolvado el la-tín. Por cierto que, no habiendo llegado aún a Paulino –elconocido establecimientote de la Plaza Mayor– la prime-ra fotocopiadora, ni siquiera conservamos copia del tra-bajo, ya que para agilizar no empleamos el habitual yenojoso procediendo de mecanografiar con calcos...

Pero volvamos ya a “Los sueños de Francisco de Ja-vier”, obra sembrada de citas del santo y de observacio-nes personales de nuestro autor. Mientras terminaba sulectura, decidí copiar para los lectores de la revista algu-nos fragmentos en que aquél expresa su vivencia de

miembro de la Compañía de Jesús y misionero en lasIndias. Dice Tellechea, a propósito de sus cartas, que Ja-vier fue un fidelísimo cumplidor de la norma ignacianade informar por carta de todas sus actividades para, deesa manera, ayudar a mantener la cohesión de la “dis-persa Compañía”. Así, en junio de 1549 escribe a susañorados hermanos de Europa: Casi siempre llevo de-lante de mis ojos y entendimiento lo que muchas vecesoí a nuestro bienaventurado Padre Ignacio: que los quehabían de ser de muestra Compañía, habían de traba-jar mucho para vencerse... y aunque toda la fe, espe-ranza y confianza sea don de Dios, dala el Señor aquien le place; pero comúnmente a los que se esfuerzanvenciéndose a sí mismos, tomando medios para eso. Sucomprensible añoranza de Ignacio y de los primeroscompañeros de París y Roma se adivina particularmenteen la despedida de la carta: Dios nuestro Señor por suinfinita misericordia nos junte en su santa gloria, por-que en esta vida no sé cuándo nos veremos; pero laobediencia lo puede hacer, y lo que parece difícil, es fá-cil cuando la obediencia quiere.

Aludía Javier, sin duda, al ansia de volver a verlos.Por eso, precisa en este punto Tellechea que esta cartallegó a Roma en mayo de 1552. En junio, el P. Ignaciollamó al P. Francisco Javier a Roma. Pero, para cuandola carta de Ignacio llegó a destino, Javier, el divino im-paciente, había muerto a las puertas de China.

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as intenciones del Apostolado de la Oración para el presente mes son las siguientes: Que todos los cristianos,dejándose iluminar y guiar por el Espíritu Scatto, respondan con fidelidad y entusiasmo a la llamada universala la santidad (intención general). Y que aumente el número de las vocaciones sagradas y religiosas en Nortea-

mérica y en los Países del Océano Pacífico, parra responder adecuadamente a sus exigencias pastorales y misione-ras (intención misional).

LINTENCIONES DE ORACIÓN

l pasado miércoles de ce-niza fallecía en el Hospi-tal “Carlos Haya” de Má-

laga el Hno. Román EstebanAizpún Díaz, a los 82 años,acompañado por varias de sussobrinas (desplazadas expre-samente desde sus lejanos do-micilios para pasar junto a éllas últimas semanas, y cuyasconfidencias tuve la fortunade escuchar poco antes del en-tierro) y atendido también porlos miembros de nuestra co-

munidad religiosa en esa ciudad y los empleados de suenfermería.

En Hno. Aizpún trabajó durante toda su vida comocarpintero, tanto en España como en Camerún, de allívolvió a España y después pasó muchos años (1979-1998), en Venezuela. Regresó a nuestra nación casi alos setenta y cinco años. En la comunicación oficial enque nuestro Instituto religioso da cuenta del falleci-miento, se dice con afecto que sus muebles los construía“para la eternidad”.

Román nació en Urdánoz (Navarra) el 18 de noviem-bre de 1924. Ingresó en la Congregación y realizó elaño de probación o Noviciado en Garaballa (Cuenca) en1940-41, emitiendo su primera profesión el 29 de sep-

tiembre de 1941. Seis años más tarde, en la misma tra-dicional fiesta de san Miguel y en el Noviciado de Verade Bidasoa (Navarra), hizo la profesión perpetua. Suscomunidades de referencia fueron las de Puente la Rei-na (Navarra), las de Camerún y las casas de San Carlosy de Mariara, en Venezuela, aunque trabajó tambiéntemporalmente en otras casas de España.

No fue el Hno. Aizpún un religioso-hermano “con-vencional”, que ejerce un oficio manual, sin más, sinoque siempre puso gran interés en cultivarse, en su for-mación permanente y, por tanto, en la lectura (recuer-do que con frecuencia tomaba un grueso volumen dela biblioteca –v. gr. un suplemento de la enciclopediaEspasa- y lo repasaba en su íntegridad), por más queera también aficionado a los deportes. Y, como decíande Jesús sus oyentes, también de Román se puede de-cir que hablaba con autoridad, incluso con cierta ro-tundidad. Sus sobrinas, las hijas de su hermano Benig-no, me decían que para su familia el tío fue siempreencantador.

Hace año y medio, estando en Venezuela, vi en mihabitación una hojita con una reflexión del Hermano,y me la traje. Por suerte, la he encontrado hoy y la co-pio aquí, respetando alguna repetición, al final de estabreve semblanza. Va sin título, y dice así: Para quenuestra vida sea más provechosa para todos, hace fal-ta que tengamos vida espiritual; y según vayamosavanzando en esta vida espiritual, más bien haremos alos demás. Para tener vida espiritual, hace falta tenervida de oración; y, para tener oración, hacen falta“las tres eses”: sencillez, sinceridad y seguimiento dela inspiración de Dios. ❦

EIN MEMORIAM: HERMANO AIZPÚN

El sacerdote es servidor de la Iglesia-comunión, alconstruir la unidad de la comunidad en la armonía de lasdistintas vocaciones. También la vida consagrada tieneel mérito de haber contribuido a que esté viva en la Igle-sia la exigencia de la fraternidad, revelando que la parti-cipación en la comunión trinitaria puede cambiar las re-laciones humanas y crear un nuevo tipo de solidaridad.Quien vive el Evangelio, vive de la Eucaristía, que moti-va a fondo la actividad vocacional de toda la Iglesia.

Finalmente, el Papa se dirige a María, para pedirleque ayude a la Iglesia a ser en el mundo un signo elo-cuente del amor de Dios a todos los hombres, e intercedapara que no falten en el Pueblo de Dios los sacerdotes ylas personas consagradas, sino que aprendan de ella a es-cuchar la Palabra de Dios y a ponerla en práctica.

[Sobre el tema de la vocación, existe una página webelaborada por los Sacerdotes Operarios, que es de graninterés y mucha utilidad: www.pastoral-vocacional.org].

El espejo de los días

El Hno. Román Aizpún(1924-2007).

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UNA CENA DE PRISA

egún la Biblia, la fiesta de Pascua nació la noche del éxodo, cuando los israelitas que se ha-

llaban cautivos en Egipto lo-graron escapar del faraón ylibrarse de la esclavitud a laque estaban sometidos.

El libro del Éxodo cuentaque fue esa noche cuandoDios le enseñó a Moiséscómo celebrarla: cada familiadebía tomar un cordero sin defecto,macho, y menor de un año, y sacrifi-carlo al anochecer; luego había queobservar una serie de ritos: untar consangre las puertas de las casas, co-mer la carne asada al fuego, prepararpanes sin levadura, recoger hierbasamargas, estar con los vestidos pues-tos, las sandalias en los pies, el bas-tón en la mano, y reunirse así en fa-milia.

Pero, ¿es posible imaginar que lanoche en que los israelitas escaparonpudieran haber estado de fiesta, conel nerviosismo y la desesperaciónque tenían, y debiendo movilizar enpoco tiempo una multitud de niños,mujeres, ancianos y animales, parala larga estancia en el desierto? ¿Ha-brían tenido ánimo y tiempo de cele-brar aquella alegre y distendida reu-nión con todos los ritos indicadospor Dios?

YA LA CONOCÍANDESDE ANTES

or otra parte, la Biblia da aentender que antes de salir deEgipto los israelitas ya cono-cían la Pascua. Porque dice

que apenas Dios le enseñó a Moisés

cómo celebrarla (Ex 12,1-20), éstereunió a los ancianos de Israel y lesdijo: “Busquen un cordero y cele-bren la Pascua” (Ex 12,21), como silos ancianos ya supieran de qué fies-ta se trataba.

Además, antes de la salida deEgipto, Moisés pide más de diez ve-ces permiso al faraón para ir con losisraelitas al desierto a celebrar unafiesta para Yahvé, que aunque nodice cuál es, por las característicasque Moisés da de ella se trata sinduda de la Pascua.

Si la Pascua, pues, no tuvo origenen el éxodo, ¿de dónde salió? ¿Cuáles su verdadero origen? Tal como laconocemos hoy, esta fiesta pasó portres etapas sucesivas, con tres signi-ficados diferentes. Y a su vez, la se-gunda de estas etapas pasó por seisfases distintas. Veamos cómo fue laevolución de esta ceremonia.

LA PROTECCIÓNDE LA SANGRE

a fiesta de Pascua nació entiempos remotos, entre lospastores nómadas de orienteque vivían cuidando sus reba-

ños de ovejas y cabras. Durante la

época de las lluvias de in-vierno (de octubre a marzo),como la vegetación eraabundante en la región, losrebaños tenían suficiente ali-mento. Pero al empezar laprimavera (marzo) finaliza-ban las lluvias, y la vegeta-ción se secaba. Entonces lospastores tenían que trasladarsus rebaños a otra parte enbusca de nuevos pastos.

Este traslado, llamadotrashumancia, era una aven-

tura llena de peligros. Los pastorestemían enfrentarse a diversos per-cances y enfermedades, a espíritusmalignos y demonios, que ellos cre-ían que acechaban en la nueva re-gión a la que iban. Todos estos ma-les eran personificados en unespíritu, que al no saber cómo lla-marlo, le daban el nombre de “Ex-terminador”, por los daños que cau-saba.

Así, para que Dios los acompaña-ra en el camino y los protegiera delExterminador, la noche anterior a lapartida se reunían en una fiesta, to-maban un animal joven del rebaño,lo sacrificaban y lo ofrecían a la di-vinidad. Con su sangre realizaban elrito más importante: untaban los pa-los y postes de las tiendas de cam-paña para alejar de allí los males du-rante el viaje. Luego comían elanimal asado a fuego abierto, nohervido, para no tener necesidad deollas ni utensilios de cocina. Yacompañaban su comida con hierbassilvestres recogidas en el desierto, ypan sin levadura que era el pan delos nómadas.

Hasta no hace mucho, era posiblehallar en oriente grupos de pastorestrashumantes que seguían celebran-do la Pascua de este modo.

LP

SLa cena del cordero pascual.

DIVULGACIÓN BÍBLICA

¿CÓMO NACIÓ LA FIESTADE PASCUA? Ariel Álvarez Valdés

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EN NOCHE DE LUNA LLENA

a fiesta se celebraba de noche(cuando los rebaños no nece-sitaban atención), y siempre con luna llena (cuando la cla-

ridad les facilitaba la visión). No secelebraba en ningún templo, sinodonde ellos tenían sus tiendas; y nola presidía ningún sacerdote, sino eljefe de familia.

Como ellos partían siempre en pri-mavera, la fiesta quedó fijada para laprimera luna llena de primavera (quepuede caer entre marzo y abril), yesta celebración se convirtió en elacontecimiento más importante delaño para aquellos pastores, que ledieron el nombre de “pesaj” (o “pas-cua”, según nosotros), que en hebreosignifica “pasar”, porque con esafiesta ellos “pasaban” de una tierra aotra.

Cuando más tarde los israelitas seestablecieron en Egipto, siguieron sinduda celebrando la Pascua, como unmedio de mantener vivo el recuerdode sus orígenes como pastores nóma-das, y a la vez para diferenciarse desus opresores egipcios, que no la prac-ticaban. Ésta fue la primera etapa dela fiesta de Pascua.

DIOS COMO EXTERMINADOR

na noche de primavera a me-diados del siglo XIII a.C., ungrupo de israelitas se hallabaesclavizado en Egipto. Enton-

ces una epidemia parece haber azo-tado el país y provocado lamuerte de numerosos niñosegipcios. Las familias israe-litas se habrían salvado, por-que vivían asentadas en eldelta del Nilo, lejos de lazona de la peste. Entonces,aprovechando el pánico y laconfusión de los egipciosdebido a la mortandad, esca-

paron del país conducidos por Moi-sés. Ayudados por la luna llena cru-zaron el río, se internaron en el de-sierto y huyeron así del faraón y suejército.

Una vez en el desierto, y cuandoles tocó celebrar la Pascua, a los is-raelitas ya no les pareció convenien-te recordar con ella la antigua parti-da en busca de nuevos pastos, sino lasalida de Egipto, que justamente ha-bía sucedido en la misma época. En-tonces se produjo un proceso de“historificación” de la fiesta. Es de-cir, en vez de celebrar con ella un ci-clo de la naturaleza (la llegada de laprimavera y la partida hacia nuevastierras), pasó a recordar un hechohistórico puntual: la liberación de laesclavitud de Egipto obrada porYahvé (Ex 12,14.27).

Para ello, hubo que adaptar el sig-nificado de los ritos de la primeraPascua, a la nueva Pascua. Así, elantiguo Exterminador que acechabaen el desierto, pasó a ser el mismoDios que arremetió contra los egip-cios (Ex 12,23). La sangre del cor-dero, que los protegía de los peli-gros del camino, ahora los habíaprotegido de la muerte en Egipto(Ex 12,12-14). Las hierbas amargas,su comida típica, ahora eran el re-cuerdo de las amarguras de Egipto.El pan sin levadura, propio de lospastores, ahora significaba que en elapuro de la huida de Egipto sólo pu-dieron cocinar pan sin leudar. Elanimal que comían asado, y no her-vido, era en recuerdo de la prisa dela salida. El comer vestidos, con los

pies calzados y el bastón en lamano, propio de los pastores que es-taban por salir, pasó a significar quelos israelitas estaban listos para huirde Egipto. Y la palabra “pesaj” (pa-sar) se entendió en el sentido de queYahvé “pasó de largo” en Egipto,perdonando las casas de los israeli-tas marcados con la sangre. Nacióasí la Pascua judía, la cual, como di-jimos, pasó por seis fases distintas.Ésta fue la primera.

MUCHAS BOCASPARA UN CORDERO

on el paso del tiempo, los is-raelitas crecieron en pobla-ción y se convirtieron en unpueblo numeroso. Y una fies-

ta de comidas, donde el cordero, lospanes, las hierbas y la bebida eran elritual principal, se volvió incómodade celebrar con tanta gente. Enton-ces, hacia el año 1000 a.C., al co-mienzo de la monarquía en Israel,resolvieron transformar la Pascua enuna fiesta privada, y celebrarla enfamilia. Esto podemos suponerloporque los más antiguos calendariosreligiosos que aparecen en la Biblia(Ex 34,18-23 y 23,14-17), al enume-rar las fiestas públicas de los israeli-tas, no mencionan la Pascua, a pesarde la importancia que tenía. Sinduda es porque ésta se celebrabaahora en casas de familia.

Es la segunda fase de la Pascuajudía.

LA PASCUADEL REY JOSÍAS

urante siglos la Pas-cua siguió siendo unafiesta íntima y domés-tica. Pero a mediados

del siglo XII a.C. se produjoun nuevo cambio. Goberna-ba entonces en Jerusalén elrey Josías. Este monarca,que albergaba sueños nacio-

D

C

U

L

Divulgación bíblica

Juan de Juanes:la Última cena.

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Divulgación bíblica

nalistas y anhelaba depurarel judaísmo de las influen-cias extranjeras, vislumbróel gran potencial políticoque encerraba la Pascua, porser la fiesta que conmemo-raba la liberación hebrea yel nacimiento de Israelcomo pueblo. Entonces en elaño 621 a.C. Josías realizóuna gran reforma religiosa,y entre otras cosas ordenóque a partir de entonces laPascua no fuera más unafiesta privada, sino pública,y que no debía celebrarse enlas casas sino en el Templode Jerusalén. De este modo,el cordero ya no fue más sa-crificado por el jefe de fami-lia, sino por los sacerdotes,y su sangre dejó de untarseen las puertas de las casas,para derramarse en el altar.

La Pascua del año 621 a.C., cele-brada por primera vez en el Templo(después de tantos años de ser unafiesta privada), fue tan insólita, queel 2º Libro de los Reyes afirma: “Nose había celebrado una Pascua comoésta desde la época de los jueces deIsrael; ni en la época de los reyes deIsrael, ni de los reyes de Judá. Sóloen el año 18 del rey Josías se cele-bró una Pascua así en honor de Yah-vé, en Jerusalén” (2 Re 23,22-23).Se había vuelto, pues, a la antiguapráctica de la época de los pastores,cuando la Pascua era una reunióncomunitaria.

LAS LEYESCOMPLEMENTARIAS

elebrar la Pascua en el Tem-plo no fue la única innovaciónque el rey Josías hizo a estafiesta. También estableció que

el animal sacrificado podía ser deganado mayor, o sea, vacuno (paraproporcionar mejor la comida a unaconcurrencia numerosa), y que de-bía comerse hervido y no asado

(pues esto último causaba mayorestrastornos en el Templo).

La nueva legislación de Josíasquedó reflejada en el Deuteronomio:“El mes de Abib (marzo-abril) cele-brarás la Pascua en honor de Yahvé,pues en ese mes Él te sacó de Egipto.Sacrificarás un animal de ganadomayor o menor, donde Dios hayaelegido para habitar (o sea, el Tem-plo). No comerás pan con levadurasino ázimo, porque saliste de Egiptoa las apuradas... Celebrarás la Pascuapor la tarde, al caer el sol, a la horaque saliste de Egipto. Lo hervirás (noasado) y lo comerás en el lugar elegi-do por Yahvé, tu Dios” (Dt 16,1-8).

Es la tercera fase de la Pascua ju-día.

SIN EL TEMPLONO SE PUEDE

écadas más tarde, en el 587a.C., el pueblo de Israel fueinvadido por los ejércitos ba-bilonios. Éstos incendiaron

Jerusalén, destruyeron el Templo y

deportaron a la población aBabilonia. Al no existirmás el Templo, y ante lanueva situación social, ungrupo de sacerdotes en Ba-bilonia decidió cambiarotra vez el rito de la cele-bración de la Pascua. Nopodían seguir festejándolaen el Templo, como habíamandado el rey Josías, asíque modificaron de nuevoel ritual, y volvieron a laantigua usanza: celebrarlaen familia, con un animali-to de ganado menor, y conuna comida asada, no her-vida.

Esta nueva legislaciónde los sacerdotes está enEx 12,1-14: “Cada familiatomará un cordero o cabri-to. El animal debe ser sin

defecto, macho, de un año. Lo sacri-ficarán al anochecer. Tomarán lasangre y untarán los dos postes y eltravesaño de la casa donde lo co-man. Luego comerán la carne asadaal fuego, con panes sin levadura ycon hierbas amargas. No lo comeránhervido sino asado. Comerán así:con los vestidos puestos, las sanda-lias en los pies y el bastón en lamano. Comerán rápidamente, por-que es la Pascua de Yahvé. Yo pasa-ré esta noche por Egipto y mataré atodos los primogénitos, desde loshombres hasta los animales. Perocuando vea la sangre en las casas deustedes, pasaré de largo y allí no ha-brá muerte. Éste será un día memo-rable para ustedes, y lo celebraráncomo una fiesta en honor de Yahvépara siempre” (Ex 12,1-14).

Este texto aparece en boca deMoisés, como si fuera él quien hu-biera establecido esas disposicionesla noche en que salieron de Egipto,pero en realidad lo compusieron sie-te siglos más tarde los sacerdotesexiliados en Babilonia, para acomo-darse a la nueva situación.

Es la cuarta fase de la Pascua ju-día.

DC

La Pascua cristiana celebra laresurrección de Cristo.

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LA SOLUCIÓN INTERMEDIA

ños más tarde, los judíos cau-tivos en Babilonia pudieronregresar a su patria. Allí re-construyeron el Templo para

poder celebrar otra vez sus fiestasreligiosas, rehicieron los calendarios,actualizaron la liturgia y establecie-ron nuevos ritos. Pero al plantearseel tema de la Pascua, dudaron si se-guir conservándola como una fiestaprivada (como era hasta ese momen-to) o volver a imponerla en el Tem-plo. Entonces optaron por una solu-ción intermedia: una parte sería en elTemplo (allí sacrificarían el animal)y otra se realizaría en familia (la co-mida del animal). La Pascua, así,volvió a convertirse en una fiesta deperegrinación obligatoria, y otra vezvolvieron a verse grandes multitudesque acudían a Jerusalén para cele-brarla. Es la quinta fase de la Pascuajudía, y era la Pascua que se celebra-ba en tiempos de Jesús.

Finalmente en el año 70 d.C. losromanos destruyeron de nuevo elTemplo de Jerusalén, y ya nuncamás fue reconstruido. Entonces laPascua volvió a ser una fiesta exclu-sivamente familiar, y así permanecehasta la actualidad. Es la sexta y úl-tima fase de la Pascua judía.

EL VERDADERO CORDERO

n el año 30 d.C., sabiendo quesu muerte estaba próxima, Je-sucristo quiso celebrar por úl-tima vez una cena con sus dis-

cípulos. Eran los tiempos de Pascua.Y en esa última cena Jesús les hablóde su muerte, de su sangre derrama-da, y de la salvación que iba a traeral mundo. Aunque ellos no entendie-ron mucho en ese momento, con elpaso del tiempo descubrieron que elbanquete de despedida de Jesús y suposterior muerte tenían relación conla fiesta de Pascua. Entonces ésta co-bró un nuevo sentido para los cristia-nos. Dejó de conmemorar la salidade Egipto, y pasó a recordar la muer-te y resurrección de Jesús. Y, talcomo habían hecho los judíos mildoscientos años antes, ahora los cris-tianos adaptaron el significado de laPascua judía, a la nueva Pascua.

Así, la víctima sacrificada no fuemás un cordero sino Jesucristo (1Cor 5,7). La sangre salvadora nofue la derramada en las puertas delas casas o en el Templo sino la quederramó Jesús (Hb 9,12-14). La li-beración no fue de la esclavitud deEgipto sino de la esclavitud del pe-cado (Jn 8,34-36; Rm 8,2). Y la pa-labra “pesaj” (“pasar”) no significó

ya el paso de Dios por Egipto sinoel paso de Jesucristo de la muerte ala vida (Hch 2,23-24; Rm 10,9). Esla Pascua cristiana, tercera etapa dela evolución de la Pascua.

MUCHAS PASCUAS,UNA PASCUA

a pedagogía de Dios resultaadmirable. Primero se valió deuna fiesta de primavera cele-brada durante siglos por pas-

tores nómadas que pasaban de lospastos secos a los pastos tiernos,para enseñar a los israelitas que lasalida de Egipto había sido paraellos como pasar de una vida seca,marchita y sin sentido a otra vidaplena, próspera y llena de esperan-zas. Luego se valió de una fiesta deliberación, que recordaba que unpueblo esclavo podía liberarse con lasangre de un cordero, para enseñar alos cristianos que la sangre de Jesu-cristo puede liberarnos de la esclavi-tud del pecado.

Le costó siglos a Dios formar yeducar a su pueblo, para hacerle en-tender finalmente que “Cristo era elcordero sin defecto, ni mancha, pre-parado desde antes de la creacióndel mundo, cuya sangre preciosanos rescata” (1 Pe 1,18-20).

Pero a pesar del esfuerzo y la pe-dagogía divina de tres mil años, mu-chos siguen siendo hoy esclavos.Están dominados por sus vicios, suspasiones, sus mentiras, su intoleran-cia, su mezquindad, su materialis-mo. De modo que un inmenso mun-do de esclavos se extiende a lo largoy ancho del mundo. Pero quienes yahan sido liberados por Jesús, los quehan “pasado” de la esclavitud a unanueva forma de vida, deben mos-trarles a aquéllos la salida con suejemplo. Deben procurar que cuan-do los demás los vean, anhelen suforma libre de vivir. Para que apren-dan, como dijo san Pablo, que Cris-to es “nuestra Pascua” (1Cor 5,7), ytambién ellos lo busquen. ❦

L

EA

Evocación al templo de Jerusalén.

Divulgación bíblica

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ace unas semanas, en distintosdiarios de la zona de Turín, enItalia, se ha traído de nuevo a

colación el aplazamiento de la beati-ficación del P. León Dehon, relacio-nándolo en este caso con la políticaitaliana, con la postura personal deRomano Prodi y con la realidad denuestros religiosos en el país.

A la raíz de esta emergencia está,seguramente, el tardío conocimientoque han tenido las redacciones encuestión de la carta de nuestro Supe-rior General de 18 de noviembre so-bre dicho aplazamiento, documentoque nuestros lectores ya conocenpor haber sido publicado por EL

REINO en diciembre de 2006.El P. Gonzalo Arnáiz tuvo el de-

talle de enviarnos desde Roma al-gunos recortes de prensa alusivos aesta cuestión, que tienen un ciertointerés y relacionan la cuestión dela beatificación con la realidad ita-liana: cosa ciertamente inverosí-mil.

De entre esta documentación, sícreemos oportuno ofrecer a los lec-tores una carta que Claudio DellaZuanna, miembro de nuestro Go-bierno general, dirigió al conocidodiario de Turín “La Stampa” y sepublicó en él el 28 de febrero. Erasu respuesta al artículo “E il Papaboccia il santo di Romano”, que fir-ma Gia. Gal. y apareció en el mis-mo diario tres días antes.

LA BEATIFICACIÓN DEL PA-DRE DEHON. La Stampa del do-mingo 25 de febrero dispara sobre elP. Dehon el título “Y el Papa sus-pende al santo de Romano” (se en-tiende: Prodi), como si tuviese algu-na sensata plausibilidad la conexión

H

entre el fundador de una Congrega-ción religiosa (la de los Sacerdotesdel Sagrado Corazón de Jesús oSCJ, en concreto) y la actual mayo-ría de gobierno en Italia. La Congre-gación, surgida en Francia en la se-gunda mitad del siglo XIX ydifundida rápidamente a nivel inter-nacional, está hoy presente en 39países del mundo, con más de 2.300sacerdotes (250 en Italia). La vicisi-tud del aplazamiento en la fecha dela beatificación del P. Dehon no tie-ne nada que ver con la política, engeneral, ni con la italiana, en parti-cular.

En segundo lugar, es muy graveque Benedicto XVI sea reducido–porque, en definitiva, es ésta la te-sis del artículo– a un vengativo per-sonaje que, en desacuerdo con éstao aquélla decisión del Gobierno ita-liano, bloquease la beatificación delfundador de una Congregación cu-yas revistas se interpretarían comode la cuerda del presidente del Con-

sejo. Un barullo que confunde ámbi-tos, fechas y personajes, reduciendola figura del Pontífice a actor de lapolítica italiana.

La sustancia de las cosas fue dadaa conocer en una carta del Generalde los Dehonianos, el P. José Orne-las Carvalho, el pasado día 18 denoviembre, en la que se comunica atodos los cohermanos la decisión dela Secretaría de Estado vaticana deretrasar la celebración de la beatifi-cación. Por lo demás, aún no ha ter-minado sus trabajos la comisión dehistoriadores establecida por la San-ta Sede a fines de 2005. La carta su-braya que la decisión no cuestionala “luminosa figura del fundador”,P. León Dehon, ni “su actividadapostólica” continuada por la Con-gregación. La reacción de la Con-gregación a la decisión de la SantaSede es indicada de este modo porel General: “La Congregación acogela decisión con serenidad y en espí-ritu de fe” ❦

SOCIEDAD

LA BEATIFICACIÓN DEL P. DEHON

Un original calendario con las figuras del P. Dehon y de Cristo.

1. ACLARACIONES INICIALES

El Islam es la última de las grandes religiones revela-das1. Al igual que judaísmo y cristianismo se apoya

en una revelación contenida en un libro: el Corán. Ycomo las otras religiones monoteístas citadas tambiéntiene un profeta: Muhammad o Mahoma. Es importantenotar desde el principio que esta religión abroga a lasdos anteriores, pretende rectificar y perfeccionar a laley de Moisés, con la que se inicia el judaísmo, y a laley de Jesús, con la que se inicia el cristianismo. Quiereser un retorno a la religión primera y auténtica, desfigu-

rada por judíos y cristianos. Y entonces viene la para-doja, que siendo religiones muy semejantes y de origencomún, se han presentado en la historia pasada, y aúnhoy, como irreconciliables. La hostilidad actual entre elIslam, judíos y cristianos no necesita demostración. Porparte de cada religión se mantienen muchos prejuicios.

Una primera aclaración que debemos hacer es que elIslam no se identifica con el mundo árabe. Es verdad quenació en tierras de Arabia, el profeta hablaba árabe y elCorán está escrito en esta lengua. Pero la vocación uni-versal del Islam le llevó a extenderse enseguida por Áfri-ca, Asia y Europa. Actualmente, de los 750 millones demusulmanes sólo 125 son árabes: uno de cada seis. Lospaíses que tienen más número de musulmanes no son ára-bes: Indonesia (140 millones), Pakistán (80), Bangladesh(80), la India (70), antigua URSS (45). En Asia vivencuatro veces más musulmanes que en los países árabes.

Una segunda aclaración a reflexionar es que el Is-lam no es la religión del fatalismo. Se tiene la idea quela idea de sabiduría musulmana lleva a un destino fa-tal prefijado por Alá (¡Inch Allah!, ¡Mektub! = es lavoluntad de Dios contra la que nada se puede hacer).Pero en esta religión, voluntad de Dios y destino soncosas distintas. La misma palabra “Islam” significa“sumisión”, porque el musulmán es el que se somete ala ley de Dios. La actitud del creyente es la obedien-cia: creer se dice “imán”, que viene del hebreo“amén”. Para el creyente islámico creer supone:

– que Dios está con nosotros, por eso el que se fíade Dios no tiene que temer;

– todo cuanto acontece viene de Dios, y por tanto esbueno para el hombre. No se le pueden plantearcuestiones a Dios, hay que “aceptar” lo que élenvía;

EL ISLAMUNA RELIGIÓN

QUE NOS INTERESA CONOCER

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ESPECIAL EL REINO

LOSMUSULMANES (I) Fernando Rodríguez Garrapucho

El autor de este artículo es profesor de la universidad pontificia de Salamanca y delegado de la mismapara asuntos ecuménicos y diálogo con otras religiones. Le agradecemos su valiosa colaboración para acercar-nos a la realidad de quienes profesar la religión mahometana. Publicamos la primera parte del artículo en estenúmero, y la segunda parte, en el mes de mayo.

Un cuadro de musulmanes en su peregrinacióna la Meca.

1 Cf. Samuel, Albert, Para comprender las religiones en nuestro tiempo, Verbo Divino, Estella, 1994.

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ESPECIAL EL REINO

– seguir la ley de Dios, que nos lleva a obrar, y aobrar bien.

Más que fatalista, el fiel musulmán es paciente,obediente y activo en la presencia de Dios.

Por último hay que aclarar que el Islam no es fana-tismo ni “guerra santa”. Si hay fanatismo, hemos dedecir que no es algo exclusivo del Islam. Toda reli-gión, por saberse posesora de la verdad, tiene en sí elpeligro de esta perversión de lo religioso. El fanatismoen ninguna manera está inscrito en esta religión. ElCorán recuerda que no hay que convertir a nadie porla fuerza, sino que llama a la moderación y a la justi-cia (16, 125: “Busca el camino de tu Señor por la sa-biduría y la buena exhortación. Discute con los ad-versarios de la manera más benévola”). Si las guerrashan sido feroces, han sido sobre todo de pueblos in-transigentes, recién convertidos. No se debe olvidarque la conquista musulmana de Jerusalén se hizo sinderramar ninguna sangre, mientras los cruzados cris-tianos hicieron allí miles de muertos.

La guerra santa o “yihad” no es un combate a cie-gas en nombre de Alá. El Corán tiene como norma ge-neral el amor a la paz. Prescribe la legítima defensaante el ataque, pero sin devolver más de lo recibido.La yihad, es ante todo un combate interior contra elmal que está en el hombre. Es el esfuerzo espiritualpor rechazar los ídolos y seguir sólo a Dios. Sólo des-pués es guerra santa contra el impío o reconquista delo robado y exigencia de independencia. Pero hay quesituarla en el contexto histórico de la vida del profeta.El profeta es el último enviado de Dios que no atrae a

sí las miradas, sino que revela el camino para ir a Dios(por eso los musulmanes no son “mahometanos”, dis-cípulos de Mahoma, sino que remiten su religión sóloa Dios).

2. ¿QUIÉN FUE EL PROFETAY QUÉ RELIGIÓN FUNDÓ

a) El país de Mahoma

Cuando nació el profeta en el año 570, La Meca erauna ciudad comerciante, de unos 10.000 habitan-

tes, en la encrucijada de los imperios persa y el bizan-tino. La Meca era una ciudad-estado, gobernada porun consejo de diez hombres pertenecientes a las gran-des familias comerciantes, y la de Mahoma era una deellas. La ciudad era famosa por su riqueza y por sutemplo (Ka’ba = casa de Dios), fundado por Adán yreconstruido por Abraham sobre una piedra negra sa-grada. Era lugar de peregrinación, para adorar estapiedra negra y el fresco que representaba al niño Jesúsy su madre María. Como los pueblos nómadas de alre-dedor, allí se adoraba al Dios único, aunque había 360ídolos que rodeaban el templo. En la ciudad reinaba lajusticia y la generosidad con los necesitados.

b) La vida de Mahoma

Muhammad ben Abdallah, hijo de Amina, pertene-cía a la tribu nómada-pagana de los quray. Según lahistoria antigua de su vida (Sira), perdió pronto a suspadres y fue educado por su abuelo y su tío. A la edadde 25 años entró al servicio de una viuda, Jadiya, quele llevaba 15 años. Se casó con ella y tuvo tres hijos ycuatro hijas, las únicas que sobrevivieron. Como supadre, comerció a través de las caravanas, haciendonegocios en Siria, Yemen, Omán, y según algunos,llegó hasta Abisinia, donde trató con monjes cristia-nos. Por entonces había adquirido la fama de hombrejusto y honrado (Al Amin = digno de confianza). A suhonradez Mahoma añadía una gran piedad. Desde los25 años, durante el mes de Ramadán, se retiraba a unacueva distante unos kilómetros de La Meca, donde pa-saba varias semanas meditando.

c) La revelación

Allí, en la cueva de Hira, fue donde un día de in-vierno tuvo su primera visión. Se le apareció el ángel

Mezquita donde los musulmanes se reúnen paraprácticar la oración.

ESPECIAL EL REINO

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Gabriel, que le hacía repetir: “Yo soy Gabriel, el ángelque Dios envía a anunciarte que te ha escogido pormensajero encargado de llevar a los hombres su reve-lación”. El primer mensaje decía: “Lee en el nombrede tu Señor, que creó al hombre de un coágulo. Es tuSeñor. El más noble, el que enseña al hombre lo queno sabe”. Mahoma se confió a Jadiya que le llevó aun primo suyo anciano y ciego, convertido al cristia-nismo, Waraqa Ibn Nofal. Este le confirmó su visión,le dijo que el mensaje se parecía a la Torá de Moisés yque se preparase a ser perseguido como todos los pro-fetas. Es verdad, la gente de su ciudad no le creía y sereían de él. Durante tres años el ángel no volvió a ha-blar y él se desesperaba. Sólo le creyó Jadiya, su hijoadoptivo Jaíd, su primo Alí y su más fiel amigo Abu-Bakr, quien se convertiría en su suegro, pues Mahomase casó con una hija suya una vez que murió Jadiya.Mahoma huyó de nuevo a la montaña donde finalmen-te se le apareció de nuevo el ángel Gabriel que le tran-quilizó: “Tu Señor no te ha abandonado... ¡No opri-mas al huérfano! ¡No rechaces al mendigo! ¡Y narrael beneficio de tu Señor!”.

Desde entonces, ya afianzado en su fe, Mahoma co-menzó a predicar en La Meca dominado por dos te-mas: un Dios único que toma justicia y al que hay quesometerse, y un juicio último después del cual elhombre resucitará. Las gentes sencillas empiezan aseguirle, pero los ricos de la ciudad se indignaroncontra él y persiguieron a sus primeros adeptos. Haybastante parecido entre estos hechos y los ocurridoscon Moisés y Jesús. De hecho él conoció judíos y

cristianos en su ciudad. Ante las primeras persecucio-nes aconseja a sus seguidores refugiarse bajo el reycristiano de Abisinia. Pero esto hizo crecer el furorcontra los discípulos que quedaron en La Meca, apar-tándoseles del comercio y de la vida social, inclusodel alimento. Declarado en la ciudad como un fuerade la ley, peligrando su vida, huyó a Taif. Rechazadotambién allí, se refugió de nuevo en La Meca en casade un amigo que no seguía su doctrina. Entonces in-tentó convertir a los peregrinos que peregrinaban a laKa’ba, pero sin mucho éxito. Sólo le escucharon al-gunos habitantes de Yatrib. Estos, al crecer, invitaronal profeta y a sus seguidores a buscar asilo en su ciu-dad. Mahoma organizó la salida en secreto, en peque-ños grupos y estando él amenazado de muerte, seunió a ellos con su suegro Abu Bakr. Posteriormentela ciudad tomó el nombre de Medina-al-Nabi (la ciu-dad del profeta) o Medina a secas. A este aconteci-miento se le llamó la Hijra o Hégira, que significaemigración, expatriación. Fue el 12 rabi del año 622(24 de septiembre). Mahoma tenía entonces 52 años,y era un hombre maduro, consciente de abandonar supatria, bienes y familia por seguir el camino de Dios.Este año será tomado por los musulmanes como elaño 1 de la Hégira.

d) La vida en Medina

Al llegar a la ciudad que le acogió se encontró condos graves problemas: la inseguridad causada por eldesorden político y los refugiados. Ante el primer pro-blema propuso a los representantes de las diversas tri-bus que se pusieran de acuerdo para designar un jefe

común. La elección recayó sobre él, conlo que dio a la “omma” o “umma” (co-munidad de los creyentes) una especie deconstitución para regular el funciona-miento de la sociedad, la justicia y la de-fensa. En esta ciudad, judíos y cristianostenían libertad de practicar sus creenciasy estaban libres de las penas reservadas alos musulmanes. Es el primer código quedio origen a la “sunn” (= conducta, con-junto de frases y anécdotas relativas alprofeta y a las reglas que prescribió. Lasunna es la tradición a la que se refiere).A la segunda cuestión respondió conven-ciendo a las familias ricas de formar ungrupo de trabajo y vida común con los re-fugiados. Con todo, no se logró la paz.

Dialogando sobre el Corán, su libro sagrado.

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e) Luchas y guerras de dominación

Por este tiempo dieron comienzo luchas importan-tes en la vida del profeta. Ya en La Meca se había con-frontado con los adoradores de ídolos. En Medina tro-pezó con el desprecio de la comunidad judía. Y luegoluchó con los de La Meca por el paso de las caravanassobre su territorio que consideraba musulmán. En unabatalla del año 2, 300 “creyentes” vencieron a 950mequíes, por lo que la victoria se atribuyó a Alá. Esuna fecha memorable llamada “el día decisivo”. Pocoa poco vinieron otras batallas hasta que finalmente en-tró triunfante en La Meca, des-truyó los ídolos, y se ganó el fa-vor del pueblo al conceder unaamnistía. Así extendió su autori-dad por toda Arabia dirigiéndosecontra Siria y contra el imperiobizantino de Heraclio, acusadode haber dado muerte a embaja-dores del Islam.

f) La muerte de Mahoma

En el 632 volvió en peregrina-ción a la Ka’ba, según el ritoprescrito por él mismo, y fue laperegrinación de despedida. Me-ses más tarde, de vuelta a Medi-na se vio atacado por una fiebrey murió en la ciudad que le aco-giera diez años antes. Era el 13rabi (8 de junio) del año 9. Estosacontecimientos se narran en tex-tos que el profeta fue dictando eneste tiempo. El Corán, libro de lanueva fe, es el reflejo de su vida,sus luchas y su obra. Al morirMahoma toda la península arábiga, hasta Irak y Pales-tina había aceptado la nueva fe y rezaba mirando a LaMeca.

3. EL CREDO MUSULMÁN

La nueva fe inaugurada con Mahoma en realidadno era tan nueva. Simplemente pretendía restaurar

la religión del Dios único, revelaba a judíos y cristia-nos, pero olvidada y adulterada por ellos. Por eso Diosha enviado su profeta como encargado de recordar a

los hombres la verdad y la ley. Este profeta se inscribeentre los que Dios ha ido enviando para revelarse a loshombres, desde Adán, pasando por Abraham y Moiséshasta Jesús de Nazaret.

El credo musulmán es muy simple y sin teoríascomplicadas. Todo él está contenido en la “sahada”(profesión pública de fe), que se encuentra al iniciodel Corán. Se resume en cinco artículos de fe, que enrealidad son “actos de fe”, pues llevan al fiel al com-promiso.

1º) Un Dios único

La unicidad de Dios va contratodo ídolo, y contra todo politeís-mo, incluso contra la Trinidad delos cristianos. Es Dios uno y crea-dor, y su huella está en toda lacreación. Es omnipotente y tras-cendente. Es inaccesible, está másallá de la razón y de toda figura,por eso no hay teología, como nohay figura de Dios. Aunque total-mente distinto de los hombres esmisericordioso. Tiene 99 nom-bres: el poderoso, el sabio, el vi-viente, el santísimo, el altísimo,etc. No lo ha inventado Mahoma,es el mismo Dios de Abraham,Moisés y Jesús, el mismo de ju-díos y cristianos. Creer en Alá su-pone creer en los profetas.

2º) Dios es anunciadopor los profetas

Los profetas vienen de Dios yhay que creer lo que dijeron en su nombre. Junto a losprofetas bíblicos Mahoma cita a tres puramente ára-bes: Idris, Salih y Had. El mismo es el último quepone el sello a la revelación, por lo que todo el quedespués de él se diga profeta es impostor.

3º) Dios es manifestado por ángeles

Los servidores de Alá que están por debajo de losprofetas son los ángeles. Esta palabra de origen iraniosignifica “mensajero”. Son seres muy importantes en elCorán, son alados, asexuados, creados a partir de la luz.

Avicena, filósofo de religión islámica...

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Son espíritus, soplos de Dios con diversas misiones queoriginan su clasificación. En la cima hay cuatro arcánge-les, entre los que destaca Gibril (Gabriel), que es el Es-píritu Santo portador de órdenes divinas, el que anuncióa Miriam la llegada de un gran profeta y el que le trans-mitió a Mahoma los mensajes de Dios. También haydos ángeles de la guarda para cada hombre, uno que tes-timoniará sus obras buenas en el juicio final y otro lasmalas. Hay dos ángeles malos destinados a tentar a loshombres. Su jefe (Ach-chaitan) es un ángel rebelde. Esteángel caído dirige toda la tropa de los demonios, creadosde fuego claro y no de luz. Son invisibles, astutos y ma-lévolos, capaces de procrear y de unirse a los humanos,tientan y atormentan a los hombres. Los fieles se preser-van de ellos mediante talismanes.

4º) Dios es soberano del día del juicio

Excepto profetas y mártires, que ya están en el paraí-so, todo hombre será juzgado personalmente. Al finalde los tiempos, al toque de trompeta del arcángel Isra-fil, todos los hombres comparecerán ante Alá. Le pre-sentarán el libro donde están escritas las buenas y lasmalas obras. Entonces, cada persona, atravesando unpuente delgado como un cabello irá al infierno o al pa-raíso. Mahoma intercederá a favor de los creyentes. Losexcluidos caerán a un infierno de siete pisos, mientrasque los “compañeros de la derecha” irán a disfrutar dela sombra del paraíso. Este cielo tiene mucho de losplaceres mundanos de la vida y de lo que falta en el de-sierto. Es el “firdawa” o jardín de delicias. Sólo losmísticos ven allí un verdadero encuentro con Dios.

5º) Dios es Señor del decreto

Alá es soberano de la decisión que desde la eterni-dad fija el destino de cada hombre. Resulta difícil con-

ciliar esta predestinación con la libertad que hace res-ponsable de las acciones. Es difícil para el Islam resol-ver la contradicción, puesto que afirma con rotundidadla omnipotencia divina y a la vez su justicia. ¿Cómo elhombre tiene entonces una libertad absoluta? Ante elproblema, unos se inclinan hacia el libre albedrío (qudaríes) y otros hacia el fatalismo (jabaríes). Otrosse fían absolutamente de Dios y dicen que la fe aceptaesta contradicción y se refugia en esa fe sin entender,dejando libertad para el que no quiera creer.

4. EL CORÁN

La raíz de esta palabra está ya en las lenguas semí-ticas antiguas “kr”, y significa leer, recitar. Por

tanto Corán (o Alcorán) significa lectura o recitación.Así Mahoma recitaba al pueblo lo que el arcángel ledecía. Por eso, el contenido es recitado con estribillopor los creyentes.

El Corán, antes de ser un libro es una palabra, la deAlá. Es una palabra que estaba junto a Dios antes de larevelación: es la madre del libro. Este arquetipo celes-tial es el Corán eterno, escrito en árabe, que es la len-gua de Dios y de Adán y Eva en el paraíso. Por eso,también en los países que no tiene la lengua árabe, elCorán se aprende y se recita en esta lengua. El Coránestá dictado por Alá, es su palabra, algo así como laencarnación de su verbo. Por eso es intocable.

Cómo fue “revelado” lo dice el propio Mahoma,unas veces Gabriel le habla en forma humana, otrascomo un ser especial alado, otras oye unas campanasen sus oídos y cuando termina la visión extática re-cuerda todo como si estuviese perfectamente grabadoen su memoria. Durante la vida del profeta estas pala-bras se conservaron en la memoria. Sólo algunos com-pañeros escriben ciertos pasajes en cerámica o pieles.Fueron recogidos en hojas por el hijo adoptivo Zaíd yentregados a Hafsa, la viuda de Mahoma. Durante elcalifato de Otmán Zaíd reunió y clasificó las diversasversiones del texto. Esta primera composición se guar-dó en Medina, mientras se enviaron copias a Damas-co, al-Kufa, Basora, Homs, etc. El ejemplar más anti-guo que se conserva data del 776.

Posteriormente, se precisó la lengua del texto y sefijaron las lecturas oficiales en siete. Algunos transmi-sores oficiales se encargaron de zanjar entre las pres-

Musulmanes en actitud reverente de oración.

cripciones contradictorias. Como vemos, el proceso decomposición ha sido complejo, lejos de la sencillezcon la que lo leen los piadosos fieles, pensando queallí sólo está la palabra de Alá tal cual. Sólo en el s. XII consintieron los musulmanes que se comenzasea traducir al latín. Hoy está traducido a todas las len-guas, pero la versión oficial permanece en árabe.

El contenido de este libro es de 114 capítulos o “su-ras”. Zaíd las clasificó según su dimensión, de la máslarga (228 versículos) a la más corta (3 versículos). Laprimera es la oración fundamental del Islam, mientrasque la última es una fórmula de conjuro. Pero con estaclasificación es lógico que haya muchas repeticiones,mezcla de cronologías y falta de encadenamiento deideas. Este libro es difícil de abordar. Lo contienetodo, pero en medio de una gran dispersión: Dios, losprofetas, la moral, el orden social, los principios reli-giosos, los fines últimos, etc. Toda una parte está dedi-cada a la historia de los pueblos y de los profetas, des-de Adán hasta María, José y Jesús. Hay frecuentes pa-recidos con la Misná, el Talmud y los evangelios apó-crifos, sobre todo de Mateo y Tomás. Según el propioCorán, Mahoma ignoraba las escrituras de judíos ycristianos, pero sabemos que tuvo contacto con ellos yde ahí sus reminiscencias. En todo caso, el Corán ig-nora los principales dogmas cristianos.

Sin pretender narrar la via de Mahoma, se reflejanen él Corán las luchas que él tuvo contra los incrédu-los, de ahí la descripción del fin del mundo y del jui-cio final, así como la felicidad eterna de los creyentes.Hay una tercera parte que forma una especie de códi-go religioso, moral y legislativo. La moral no se orien-ta hacia el ascetismo sino hacia la moderación. No haynoción de pecado, pero se condenan las “torpezas” in-teriores y exteriores. Las acciones valen más por suintención. El mal esencial es la idolatría y el bien es la“bondad piadosa” y el bien del prójimo.

5. LOS CINCO PILARES DEL ISLAM

La s grandes obligaciones rituales del creyente mu-sulmán son cinco:

1ª La profesión de fe. Diariamente se ha de rezarel credo (sahada). Este credo proclama en árabe la fór-mula que resume la alianza de Dios y sus fieles: “Nohay más Dios que Alá, y Mahoma es su profeta”.

2ª La oración. Es el “salat”, u oración ritual. Sehace cinco veces durante el día, y puede hacerse encualquier lugar, sólo o en grupo, con o sin sacerdote.El viernes, al mediodía en la mezquita tiene una espe-cial solemnidad. Va rodeada de gestos significativosque tratan de romper con las ocupaciones habituales.El fiel mira hacia La Meca, hace algunas abluciones,procediendo luego a postraciones e inclinaciones quehacen acompañar el cuerpo a la oración.

3ª El ayuno. Es un ayuno mensual, que en origentenía lugar el 10 del mes de moharram (como los ju-díos el 10 del mes de tisri). Después de Mahoma seconvirtió en un mes de ayuno: el ramadán. Recuerdael mes de la luna nueva, durante el cual el profeta reci-bió la revelación divina. El creyente debe abstenersede comer, beber y tener relaciones sexuales desde elamanecer hasta la puesta del sol. Es duro, pero tienedispensa para enfermos, viajeros, mujeres embaraza-das (esta dispensa deberá compensarse en otro mo-mento o bien mediante limosna). El ramadán obtienela absolución de todas las faltas y culpas. Es hoy unsigno muy visible de la identidad religiosa y culturaldel Islam.

4ª La limosna. La palabra que la indica (zakat) sig-nifica purificación, porque purifica los dones recibi-dos de Alá reconociendo que todo se le debe a él, dan-

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Una bella estampa de mujer musulmana.

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do una parte a los hombres. Consistía en dar parte dela cosecha o del rebaño. Suponía una décima parte dela renta, pero a veces subía hasta el 40 por 100. Elproducto se da a los pobres, con lo que es una manerade justicia social a la par que religiosa. Hoy es un im-puesto en dinero sobre la renta, sin suprimir la limos-na directa y voluntaria.

5ª La peregrinación a la Meca. Es un mandatoprescrito por el Corán. Representa el retorno a lasfuentes de la fe y la manifestación de unidad y univer-salidad del Islam. Todo fiel debe hacer esta peregrina-ción, si le es posible. Todavía hoy son muchos los fie-les que sacrifican sus ahorros para cumplir este man-dato. La peregrinación está precedida de ayuno y ritosde purificación. En primer lugar, se dan siete vueltas ala Ka’ba. Luego se va a beber del pozo de Zemzem,que el ángel indicó a Agar y a su hijo Ismael. Los díassiguientes se pasan en Mina, donde hay que arrojar almenos 49 piedras contra las columnas de Satán. Laperegrinación termina con una larga oración en pié, enla llanura tórrida de Arafa. Finalmente el día décimose inmola un cordero para recordar el rescate de Isma-el. Este sacrificio coincide con la “gran fiesta” que secelebra en todo el mundo, en el 12 mes lunar.

Es importante notar que, tal como sucedió en tiem-pos de Mahoma, las religiones de libro (judíos y cris-tianos) gozan de un estatuto especial. Son “protegi-dos” y pueden practicar libremente su culto, aunquetienen que pagar tributos y someterse a ciertas obliga-

ciones y prohibiciones. Hay que decir también que enuna gran parte del Islam se veneran los santos, sea lafamilia del profeta, los muertos en combate por defen-der la fe, o los imanes famosos por su piedad. En elMagreb, a partir del s. XII, a los hombres santos, dis-cípulos de los sufíes y de su influjo espiritual, se lesllama “marabut”, y se les venera como santos. El san-to desempeña un papel intercesor. Aunque muy difun-dido, sin embargo este culto es atacado por los “ule-mas” o doctores de la ley del Corán.

6. LA MORAL CONTENIDA EN LA “SUNNA”

Partimos del presupuesto de que toda la vida está re-gulada en la ley del Corán. Las relaciones con

Dios, pero también la higiene, la salud, la vida política,la urbanidad. Todo es rito y nada se escapa a la reli-gión. No hay distinción entre profano y sagrado. Estasnormas de conducta tienen que ver con la forma de ac-tuar del profeta (sunna). Para saber como comportarsese recurría a las acciones de Mahoma, por eso, prontose hacen colecciones de palabras y hechos, que guiaránla conducta del musulmán. En el s. XI se hizo una re-copilación y crítica de los “sunna” auténticos y los in-ventados: de aquí salieron seis colecciones oficiales.La sunna contiene principios éticos, prescripciones yprohibiciones de tipo social de carácter religioso-mo-ral. Es una ética, no tanto de mandamientos cuanto deinvitaciones a la piedad, a la justicia y al temor del Se-ñor, a la beneficencia con los pobres y huérfanos, vera-

cidad y buena fe, paciencia, perdón de lasofensas, etc. Se condena la avaricia de bienes,el orgullo, la calumnia, la hipocresía, la usura,el juego, el alcoholismo, etc.

Hay también prescripciones referentes alalimento y al vestido. No se puede comer car-ne de animales muertos, ni la sangre, ni carnede cerdo, ningún animal matado en nombrede otro Dios, animales descalabrados, muer-tos por cornada, mordidos por una bestia, a noser que hayan sido purificados por una san-gría. Otra prohibición es la de hacer imágenesde Dios y de su profeta. En las mujeres, el usodel velo, es más un uso que una obligacióncoránica. La circuncisión, aunque practicadaen todo el orbe musulmán no es obligacióncoránica, es más bien costumbre de la Arabiapre-islámica.

Una escenade la vida diaria.

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7. LA LEGISLACION CONTENIDAEN LA “SARI’A”

Puesto que el Islam es una vida en so-ciedad, esta vida está regulada por un

conjunto de principios sacados del Corány de la sunna, con el fin de llegar a una or-ganización social armoniosa. Esta juris-dicción revelada es la ley islámica, llama-da “sari’a”, camino. Algunos aspectos deeste “camino” son:

a) El poder

Puesto que el poder como tal sólo per-tenece a Dios (Corán 6, 57), el poder es ala vez teocrático e igualitario. Teocráticoporque quienes lo ejercen son delegadosde Dios, son jefes espirituales y tempora-les a la vez. Son “califas”, escogidos de lafamilia de Mahoma, elegidos o herederos. El califa esel jefe de los creyentes, dirige la oración y asegura la“baraka”, efluvio sagrado de que gozan los santos. Esel jefe político o jefe de Estado, con la asistencia delvisir, de ministros y gobernadores. Pero su poder esigualitario en el sentido de que nunca puede ser unadictadura. El Corán recomienda la consulta para todadeliberación política. Monarquías hereditarias o dicta-duras no están de acuerdo con el Corán, pues el mis-mo Mahoma dejó libertad para su sucesión no nom-brando sucesor suyo.

b) La propiedad

Es también de esencia religiosa. Sólo Dios es pose-edor de todos los bienes. El hombre es sólo usuario.De ahí se deriva una cierta propiedad colectiva, y porotro lado limitada. Existen los bienes de manos muer-tos (waqs o habús). Son bienes entregados a Dios, ad-ministrados por juristas y cuyas rentas se dedican a labeneficencia. La limitación de la propiedad se realizapor la limosna, la prohibición de intereses y la ayudaentre las corporaciones.

c) La justicia

De nuevo Dios es el sólo justo y el que administrala justicia. Para los creyentes ha dejado la regla de lapenalidad, que es la ley bíblica del talión, que regulalos excesos de venganza. Están reguladas minuciosa-

mente las penas proporcionadas a la falta. El encarga-do de hacer justicia es el “cadí”, nombrado por el cali-fa y elegido de entre los conocedores de la ley y repu-tado moralmente.

d) La familia

La familia es objeto de cuidado por parte del Is-lam con reglas fijas tradicionales, tanto del compor-tamiento en casa, de la educación de los hijos,como de los ritos funerarios. También la distribu-ción justa de la herencia. El niño debe frecuentar laescuela coránica, la niña se queda en casa apren-diendo las labores del hogar en vistas al matrimo-nio. Con respecto a las mujeres, hay que decir queel Corán avanza si se mira a su tiempo, y la prácticadel profeta fue mucho más abierta que lo que vinodespués. Es verdad que jurídicamente la mujer esinferior, su testimonio vale la mitad del hombre,etc. Pero el Islam mejoró la situación de la mujerrespecto a su tiempo: el repudio podía ser mutuo, elprofeta dio ejemplo de gran respeto por las mujeres,una de sus esposas sabía leer y escribir, y estabaacompañado de 20 mujeres juristas. El Corán reco-noce que “las mujeres tienen tantos derechos comodeberes con sus maridos” (2, 28). Visto el ámbitodonde nació el Islam es más bien de espíritu liberalcon respecto a las mujeres, aunque evidentementees problemático confrontado con el movimiento fe-minista actual. ❦

Junto a las pirámides de Egipto.

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PARA PENSAR

LO he repetido tantas veces en la oración litúrgi-

ca, que me parece mentira que no haya advertidola belleza, el valor y la eficacia de estas palabras:

“Te amo”. Es una de las frases más frecuentes y sus-tanciosas en boca de los enamorados. Va siemprecargada de cariño y ternura; no es posible repetirlarutinariamente. Y, sin embargo, llevo tanto tiempo sincaer en la cuenta de lo que digo. ¿Será que en mi vi-da hay más inercia, costumbre y rutina de lo que su-pongo? Si es así, ¡hay que ver lo mucho que me es-toy perdiendo! Porque es bien cierto que la rutinaimpide que mis palabras salgan de mi boca saturadasde contenido; salen vacías, estériles. Es mi corazón ymi atención a lo que digo lo que las satura e impreg-na de sentido, y las hace fecundas.

¿Será que no amo a Dios, que no estoy enamoradode Él? Tal vez. Sin embargo, pienso que el término demi amor es el Señor, que es mi fortaleza. Porque laverdad es que soy débil; pero, en Dios, soy fuerte. Laexperiencia me ha confirmado a menudo mi debilidad;y lo mismo me ha sucedido con la fortaleza que el Se-ñor me comunica. Son muchas las situaciones que hevivido como Dios manda, gracias a que me hizo fuer-

te; sin su apoyo, hubiera aumentado el número de misexperiencias de debilidad. Así soy: débil. Pero no mesiento hundido ni desanimado, ya que “lo débil delmundo se lo escogió Dios” (1Cor 1,27). Mi debilidadreconocida por mí es lo que permite que Dios me eli-ja y contagie su fortaleza. Quien se reconoce fuerte porsí mismo no deja lugar para que actúe la fortaleza deDios. Quiero vivir en la verdad de mi debilidad queme hace fuerte. Al igual que san Pablo, me complace-ré en mis flaquezas, pues, cuando estoy débil, enton-ces es cuando soy fuerte en Cristo (cf. 2Cor 12,10).

En alguna ocasión leí que “el amor o encuentra igua-les o hace iguales”. Cuando salí de las manos de Diosno era igual a él; pero sí semejante, pues así quiso ha-cerme. Después vino el misterio del pecado, que embo-rronó la obra de Dios en el hombre y provocó la encar-nación del Hijo, que no se hizo semejante al hombre,sino hombre, sin dejar de ser Dios. El amor humanizóa Dios, lo hizo hombre; el amor divinizó al hombre, lohizo Dios. Amor es Dios (cf. 1Jn 4,8), y amor es todaacción divina. El ejercicio del amor en mis relacionescon Dios me va igualando a él, y él, misterio divino, seiguala conmigo. Gracias, Padre, por tu amor.

Toda obra divina es motivada por el amor: poramor nos creó Dios, por amor nos redimió. Habien-do sido igualado a Dios, estoy llamado a vivir movi-do sólo por el amor. Así lo expresa el famoso sone-to atribuido, entre nosotros, a Antonio Rojas, sublimeexpresión de la auténtica gratuidad del amor:“No me mueve, mi Dios, para quererte,el cielo que me tienes prometido;ni me mueve el infierno tan temidopara dejar por eso de ofenderte.“Tú me mueves, Señor; muéveme verteclavado en esa cruz y escarnecido;muéveme el ver tu cuerpo tan herido;muéveme tus afrentas y tu muerte.“Muéveme, al fin, tu amor, y en tal manera,que, aunque no hubiera cielo, yo te amara,y, aunque no hubiera infierno, te temiera.“No me tienes que dar porque te quiera;pues, aunque lo que espero no esperara,lo mismo que te quiero te quisiera”.

Cuando tomo conciencia de los muchos bienes quedel Señor he recibido, vivo el amor agradecido o lagratitud amorosa, que de bien nacidos es ser agrade-cidos. Hace años leí que, si Dios, vencido por el sue-ño, diera una cabezada, yo dejaría de existir. Existoporque Dios me ama y conserva. Gracias, Padre. ❦

AMO A DIOS Eduardo Perales Pons

“Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza” (Sal 17,2).

“El amor encuentra igualeso hace iguales”.

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odo iba muy bien en lacasa de los Guedes,cuando por un hijo en-tró el dolor y el sobre-

salto. Fue como apagar lasluces de todos, porque don-de entra la droga, van apa-gándose las luces de la son-risa y de la alegría. Dondeno se apaga, realmente di-minuye.

Asi es en toda casa dondeentra la droga. Euforia, pér-dida de inhibiciones, vómi-tos, bajada de presión, gar-ganta irritada, una hartura extraña,cambios en la piel y en los cabellos delusuario, pérdida de la noción del tiem-po y del espacio, agresividad, indife-rencia total, pasividad, angustia, insom-nio, sueño pesado, pérdida del apetito,mareos, ansiedades, exceso de autoesti-ma, cansancio, depresión, pérdida de lamemoria, amigos extraños, cerrazón,aislacionismo… A depender de la dro-ga, y por eso, más robos, violencia ycambio drástico de modelos de com-portamiento.

Anfetaminas, éxtasis, tabaco, ansio-líticos, cocaína, heroína, alcohol, deu-das, polvos, comprimidos, papelas, lí-quido, ampollas, agujas… La drogallega con muchos nombres y disfraces,pero en poco tiempo ya no hay posibi-lidad de disfrazarla. De ella se derivan

Teuforias, tristeza, depresión, lágri-mas, gritos, cerrazón. Conflictos ysufrimiento, mucho sufrimiento.Doy con una víctima de la droga,doy con las víctimas de la víctimade la droga. La culpa es del trafican-te, que resulta más rico con la des-gracia de más de un hogar que éldestruyó al convertir a un hijo endependiente. No importa si no fueél; pero él es quien lo adoptó y aho-

ra es él quien llena de dolor a esa familia. La droga es dolor del cuerpo y del alma. Si esto acontece en tu familia, reac-

ciona. Si quisieras llorar, llora; pero después de enjugar las lágrimas, ve a bus-car conocimiento y motivación en especialistas que saben cómo ayudar. Podráser preciso un internamiento. La religión no alienada puede ayudar. Predicado-res serenos y sin prisa pueden reafirmar la gracia de su hogar, refundado a causade ese dolor. Pero ve en busca de ayuda.

Si hoy existen muchas esquinas y descampados que esclavizan, también exis-ten lugares que liberan y salvan. Cristo salva. Pero contra aquellas ampollas yaquel polvo, tal vez sean precisas algunas renuncias dolorosas. Su hijo se estáenvenenando poco a poco y no lo admite. Él sabe que se está machacando, perono quiere saber nada de pedir ayuda. Los antídotos existen y es posible que másadelante él los quiera utilizar. Por ahora tomen también el suyo. Porque las con-secuencias de aquella droga que su hijo ingiere, le llegaron al casamiento.

¿Oyeron hablar de la oración? Es el antídoto que más ha liberado a nuestros jó-venes y adultos drogados. Contra ella los traficantes no tienen poder. Comence-mos por ella. Dos o tres dosis por día de conversación sufrida con aquel que creó asu hijo, a quien algún traficante anda malcriando… Dios le dio aquella vida y eltraficante se la apropió. El Señor sugerirá los otros caminos, ¡pero el primer cami-no es éste! ¡Recen! No dejen de llorar abrazados al cuello de Dios. ❦

OBJETIVO, EDUCAR

HIJOS HERIDOS Padre Zezinho, scj

Si hoy existen esquinas y zonasque esclavizan, también haylugares que libertan y salvan.

«EL SER HUMANO ES “INSECULARIZABLE”»

El arzobispo de Barcelona, monseñor Lluís Martínez Sistach, se refirió a los conceptos de «secularidad,laicidad y pluralidad», durante una conferencia organizada en la ciudad condal por el Foro Nueva Econo-mía, y abordó luego otras cuestiones de interés en un diálogo mantenido con los periodistas.

Monseñor Martínez Sistach afirmó que «secularización no es lo mismo que secularismo, como las ins-tituciones seculares no son lo mismo que las instituciones religiosas», y añadió que actualmente «vivi-mos un proceso de secularización desde 1969, a través del analfabetismo religioso, la crisis de la familiay las reformas educativas, que ha creado nuevos sujetos religiosos que han provocado la fractura de laconfianza».

El prelado constató que «la secularización no ha conseguido el fin de la religión como se había predi-cho», pues según afirmó, «el ser humano es insecularizable, ya que el hombre siempre será un “homo reli-giosus”».

29

s una sabia máxima antigua. Tener una mente sana, un psi-quismo sano en un cuerpo sano parece que es un ideal ex-celente: Mens sana in corpore sano.

Pero, al creer muchas personas que sólo somos cuerpo e identifi-carse exclusivamente con el cuerpo, sólo les preocupa que el cuerpoesté sano. Y el excelente ideal de la máxima antigua queda truncado.

Debemos comprender que el cuerpo sano ayuda a tener la men-te sana.

Pero la mente sana siempre es necesaria para un estado gene-ral estable y satisfactorio.

Solemos ocuparnos del cuerpo y nos quedamos en él. ¿Cuán-do nos decidiremos a saner nuestra mente? ¿Cuándo nos decidi-remos a sanear, higienizar nuestros pensamientos?

Una mente enferma, unos pensamientos torcidos, turbios, odio-sos, egoístas, malintencionados, mantenidos habitualmente, en-ferman el cuerpo al mismo tiempo que la mente.

Igual que haces footing, gimnasia, deporte, para oxigenar y for-talecer tu cuerpo, haz también ejercicios mentales para una hi-giene mental.

Cada pensamiento, cada sentimiento, consciente o subcons-ciente, moviliza en mayor o menor grado el sistema endocrino,de secreción interna, que es el determinante de tantísimos tras-tornos corporales.

Tu actitud interior y tu estado anímico influyen de una mane-ra constante y efectiva en tu estado físico.

Nuestra unidad psicosomática lo es, no sólo en teoría, sino en la práctica,con sus consiguientes repercusiones. Todos queremos tener una buena salud.

Se hacen programas de televisión y de radio acerca de los cuidados deuna buena alimentación, del peligro de las intoxicaciones, etc. Todo esto es-tá muy bien, y se debe tener muy en cuenta.

Lo que ya no está bien es que olvidemos lo que somos y que las toxinasno entran sólo por la boca, sino por la mente y el corazón. Estas toxinasmentales también intoxican el cuerpo.

Higieniza tu mente. Los pensamientos negativos envenenan tu mente ytu cuerpo.

Nuestra incongruencia puede llegar a querer tener buena salud, mientrasestamos intoxicándonos, envenenándonos en cada momento.

Es necesario limpiar la mente de inquietudes inútiles y obsesivas. Lim-piar la mente y el corazón de oscuros sentimientos odiosos. Limpiar la men-te de necios miedos inveterados, innatos o adquiridos. Limpiar la mente deintenciones engañosas y destructivas.

EL SER HUMANO

l ser humano es una unidad inseparable materia-espíritu o anímico-bio-lógica. Cuando se separan esos, llamémoslos, componentes, deja de exis-tir el hombre, la persona. Por eso no hay hombres muertos. Hay cadá-

veres y espíritus humanos. Pero cuando la persona muere, ya no es persona.E

E

En todo intento de formación dela persona deberemos atender a launidad completa.

El hombre es tan cuerpo como es-píritu. Es todo entero cuerpo y todoentero espíritu. Yo no puedo pensarsin ser, y no puedo ser sin mi cuer-po. Me lanza al espacio por la soli-citud de los sentidos. Cuando enve-jece, me enseña la caducidad de lascosas, y por su muerte me enfrentacon la eternidad. Me hace sentir elpeso de su servidumbre, pero almismo tiempo es la raíz de todaconciencia y de toda vida espiritual.

EL CUERPOY EL ADOLESCENTE

ara los adolescentes, despuésde unos años tranquilos, de re-pente el cuerpo parece invadido

todo como un extraño, provocandopreocupación y expectación a la

P

OBJETIVO, EDUCAR

UNA MENTE SANAEN UN CUERPO SANO (I) Ciriaco Izquierdo Moreno

Nada sentimos tannuestro, tancercano a nosotroscomo nuestrocuerpo.

30

vez. Los miembros cre-cen inarmónicamente,cambia la voz. Si sonchicas, sufren el malestarde las primeras mens-truaciones; si son chicos,experimentan con extra-ñeza las primeras polu-ciones nocturnas. Es elproblema del sexo, delcrecimiento físico, de lassensaciones desconoci-das. Más tarde, acabare-mos de comprender quetodo esto resulta algomaravilloso, pero de mo-mento tenemos motivospara inquietarnos: ¡Quéextraño fenómeno es esteque viene a inquietar lavida!

Envuelto por múltiplestransformaciones fisiológicas, eladolescente dirige su mirada al pro-pio cuerpo. El crecimiento, la ma-duración sexual y el conjunto denuevas sensaciones le obligan a re-flexionar sobre su vivencia corporal.Basta que contemple su rostro en elespejo para que se percate de que al-go nuevo sucede: su cuerpo cambiay se transforma. El muchacho o lachica se convierten en un joven o enuna señorita.

Nada sentimos tan nuestro, tancercano y próximo a nosotros comonuestro cuerpo. Es nuestro compa-ñero de mundo. Crece con nosotros.Somos nosotros mismos. Si el cuer-po es alto o esbelto, o robusto, de-cimos que nosotros somos altos oesbeltos o robustos. Es que cuerpo yespíritu van juntos, forman una uni-dad, un hombre.

EL YO ÍNTIMO Y EL CUERPO

e va estableciendo una distanciaa veces entre el yo íntimo y elcuerpo. En un proceso de dife-

renciación, el adolescente va per-diendo la espontaneidad del niñoque transparentaba en su cuerpo to-do su ser interior: psiquismo y cor-

S

poreidad forman enton-ces un todo indiferencia-do. Evidentemente no sepuede establecer una dis-tinción tajante entre locorporal y lo psíquico, ymenos aún tratarlos co-mo esferas independien-tes.

Ambos mundos estánligados por multitud delazos en mayor o menormedida perceptibles. Pe-ro una cierta diferencia-ción parece iniciarse apartir de primera adoles-cencia.

Gracias al desarrollode la reflexión y del pen-samiento formal, el jo-ven es capaz de un des-doblamiento que permite

tomarse a sí mismo y, en concreto a su cuerpo, como “objeto” de reflexión.La aparición de este dualismo en la encrucijada del desarrollo fisiológico ymental hace posible que el cuerpo se convierta en espejo que refleja la vi-vencia interior o en cristal opaco que oculta a los ojos del profano los máshondos sentimientos. Mi cuerpo es mi morada más íntima, mi mansión mássecreta. El es yo y yo soy él. Imposible separar un módulo de carne de to-da la vida, de todo el universo espiritual que siento vibrar en mí. Así, no esextraño que podamos preguntarnos por el significado que los adolescentesdan a su cuerpo.

NO OLVIDAR LO QUE SOMOS

l hombre debe guardar su cuerpo como si de un tesoro se tratara”.Es una máxima oriental de cuya puesta en práctica depende la con-servación de nuestra propia libertad, de nuestra identidad personal

en el mundo en que vivimos.Por otra parte, vemos que muchas revistas y películas presentan una ima-

gen de cuerpo falsas y degradantes. Toda la riqueza del hombre queda re-bajada a cuerpos desnudos, vacíos de interioridad. A la persona se la de-grada cuando se la valora sólo por la belleza de su cuerpo, o por el placerque proporciona; por su fuerza física o por ser un buen instrumento de tra-bajo. Muchos utilizan la belleza y las demás posibilidades del cuerpo hu-mano para negocios sucios.

El yo-espiritual del hombre es un yo encarnado, un yo-espiritual en uncuerpo. La condición corpórea del ser humano coincide con su ser espiri-tual, y no es posible en modo alguno escindir la una del otro. La criaturahumana es un todo espiritual y un todo corpóreo, una interacción recíprocaentre las dos dimensiones. El cuerpo es –con plena razón– símbolo del yoespiritual: es significante representativo y ejecutivo de la identidad de lapersona humana. Pero nosotros no podemos manifestar y realizar nuestro“estar con los demás” sino en la corporeidad. Pero, generalmente, la gentevive identificándose exclusivamente con lo biológico. ❦

E“

Objetivo, educar

Es necesario limpiar lamente de inquietudesinútiles y obsesivas.

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OBJETIVO, EDUCAR

LA FORMACIÓN HUMANAY CRISTIANADE LOS HUÉRFANOS José M. Valverde, S.J.

uando unos niños quedan huérfanos su desvalimiento es tal que, caside inmediato, abuelos o tíos se encargan de ellos y los arropan con ca-riño. Aunque parezca una paradoja cruel, se puede decir que son huér-

fanos afortunados. Pero, ¿qué ocurre si no tienen familiares cercanos o ins-tituciones adecuadas que se ocupen de ellos? Contemplamos en especialestos casos.

FÁBRICAS DE HUÉRFANOS

atástrofes naturales, junto con guerras y epidemias que asolan vastasregiones del planeta, son grandes productoras de huérfanos. Las cifrasson aterradoras: se calcula que el tsunami que en diciembre de 2004

devastó el sudeste asiático causó más de 160.000 muertos que dejaron huér-fanos a 40.000 niños. En el año 2001, el África sub-sahariana tenía 34 mi-llones de huérfanos menores de 15 años. Para el 2010 se calcula que serán42 millones. El Sida es responsable de la orfandad de una tercera parte deellos; las continuas y prolongadas guerras internas, con su inevitable secuelade refugiados, hambre y carencia de cuidados sanitarios, originan otros tan-tos. En Asia los huérfanos eran 62 millones el año 2001...

Las mismas causas que provocaron tal número de huérfanos impiden suatención, ya que también han perecido los familiares que se hubieran en-cargado de ellos. Los países afectados por las guerras o catástrofes quedantan arruinados y carentes de estructuras, que no pueden atender esta pobla-ción infantil.

La UNICEF destaca y agradece la labor que desarrollan Cáritas y otrasONGs católicas con estos niños. Sin embargo se ven desbordadas por lamagnitud del problema y la falta de suficientes recursos materiales y hu-manos.

LOS OTROSHUÉRFANOS

uien haya visitadodeterminados paísesde América, Asia o

África, habrá observado lacantidad de niños quemendigan o acarrean bultos

Q

C

C por las calles. Unos, por las causasseñaladas, son huérfanos físicos;otros lo son afectivos, víctimas de lacreciente fragilidad de la familia.Añada ahora los miles de niños y ni-ñas secuestrados para ser soldados oejercer la prostitución infantil. Vi-ven una orfandad real, sin posibili-dad de recibir formación humana oreligiosa, sin futuro.

NUESTRA TAREA

e sugiero que empiece mirandosu entorno más cercano. Si, pordesgracia, en su familia hay al-

gún huérfano, lo más probable esque esté bien atendido en su forma-ción humana. ¿Lo están también enla cristiana? No olvide que la misiónprincipal de los padrinos de bautis-mo no es tanto hacerles regalos porsu cumpleaños o en Navidad, sinoayudarles a crecer como verdaderoscristianos, sobre todo si han falleci-do sus padres.

Amplíe el horizonte y pasee porsu barrio. ¿Cuántos niños huérfa-

nos, no físicos, pero sí deafecto o de formación hu-mana o cristiana encuen-tra? ¿Ha pensado cómo po-dría ayudarles? Ahoracontemple el mundo: ade-más de apoyar con la ora-ción y el ofrecimiento desu vida diaria a las perso-nas que trabajan con estosniños, ¿no podría apadrinareconómicamente a alguno?Seguro que usted conocemás de una organización através de la cual canalizarsu ayuda. ❦

L

El año 2001, el Áfricasub-sahariana tenía 34millones de huérfanos

menores de 15 años.

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ABAD

Es un empleado de Dios y representa a Cristo.Puede representarlo bien, regular o mal. Es imposibleque un abad sea un 10/10 en este punto. Hay que sa-ber comprenderlo.

No es la conciencia del monje. Puede ser el direc-tor de orquesta y puede no serlo, por ejemplo porquedelega mucho en el prior. Ser consejero espiritual–que es su función específica– el abad tiene que ga-nárselo.

Puede tener el poder sin tener la autoridad. Y es laautoridad lo que vale. Autoridad, palabra que se rela-ciona con autor... El abad tendrá autoridad en la me-dida en que sea autor, creador.

De todos modos, quien principalmente aconseja ydirige a los monjes es el Invisible. A él han de aban-donarse. Obedecer al abad o a la abadesa es necesa-rio, pero a fin de obedecer más a Dios. A fin de em-pobrecerse más de uno mismo y que Dios le maneje auno más como él quiera. Por eso san Benito dice quelos monjes han de obedecer no sólo al abad sino tam-bién a los hermanos: es decir, han de servirse mutua-mente. No deben pertenecerse, vamos.

Si están siempre disponibles, los monjes están enmanos del Espíritu, el Soplo que no se sabe de dóndeviene ni a dónde va. Pero saberlo ¿qué importa? Loimportante es que él nos lleva. Para ello hay que ir li-gero de equipaje de esclavitudes (A).

ALJOFIFA

Creí que los diccionarios oficiales desconocíanesta palabra, circulante por hogares andaluces. Puesla conocen. El Real de la Academia Española le da sulugar.

Aljofifa, vocablo de origen árabe, equivale a estro-pajo: trapo utilizado para restregar los suelos, hastaconseguir ponerlos limpios, a poder ser, brillantes.Naturalmente con un par de meses de uso, el estropa-

jo quedaba hecho una lástima, roto, sucio, «hecho unestropajo».

Hoy por fortuna disponemos de un precioso inven-to sustitutivo del estropajo: la fregona, que evita a lapersona ponerse de rodillas en el suelo para apretar elestropajo. Heredera la palabra desde los árabes, en

UN NUEVO DICCIONARIO

LA MORADA DEL SER Jorge Sans Vila

A lo largo de mi vida he ido escribiendo un diccionario. Muchas de cuyas palabras conocen yalos lectores de «EL REINO». A ratos he pedido a amigos míos [Gérard Bessière (B), José María Ja-vierre (J)] que escribieran palabras suyas para el diccionario. Con el Padre Agustín Altisent (A)planeé un gran diccionario monástico. Sólo llegó a escribir 14 palabras.

Aquí van palabras de los tres, desordenadas alfabéticamente, formando un diccionariopolifónico. JSV

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Andalucía al estropajo lo llamamos aljofifa. Suenapoético.

Puesto en la presencia de Dios Señor, me siento unestropajo. Pero si en vez de estropajo digo «Señor,ante ti soy una aljofifa», me parece que Él sonríe, be-nigno (J).

ANCIANO

A los mayores de edad suele disgustarles oírse lla-mar «viejos». «Anciano» suena más venerable.

¿Y desde cuándo, a qué años, una persona es an-ciana? Hace poco un diario dio esta noticia: «Ayer enla Gran Vía un coche arrolló a un anciano de cuaren-ta años». Toma del frasco.

Hoy con multitud de ciudadanos alcanzando losnoventa, y los cien, resulta ridículo adelantar excesi-vamente la «ancianidad». Hemos inventado la «edadmadura», la «segunda juventud», la «tercera juven-tud», la «vida ascendente»... Todo menos «estás yaviejo».

Pero un amigo arranca siempre una sonrisa a suscolegas de la «tercera edad» cn esta frase: «Estamosviejitos».

Sueña cariñoso, disimula las arrugas: viejitos, casiun piropo (J).

BYPASS

Pues no.Creí que el esternón, hueso duro colocado de arriba

abajo en mitad del pecho como sostén de nuestra cajatorácica, sería duro, durísimo. Resistente. Pues no.

El cirujano lo rajó en un santiamén. Derechamente.Igual que si cortara mantequilla. (Me lo contaron lue-go, yo estaba anestesiado total). Rajado el esternón,los doctores introdujeron su instrumenal por el bo-quete para coserme con cuatro bypass las arterias de-terioradas. Y el chorro de mi sangre volvió a circularalegremente.

(Qué cosas, me gusta imaginar que cuando ora-mos, el Amo aprovecha y nos raja el esternón paraintroducirnos una riada de cariño nuevo. ¿Le resulta-rá demasiado resistente el hueso de mi tibieza? PeroÉl dispone de sierras eléctricas eficaces...) (J).

CANELA

Aquel cura era canela fina. En mi tierra de Aragónlo malo es que los labriegos descubren qué bueno erael párroco cuando ya lo cambiaron de parroquia.

La copla dice que hay tres cosas estupendas en lospueblos del Pirineo: el vino, el pan... y el cura que sefue.

Pero aquel cura era canela fina (J).

CARIÑO

«Amarás a Dios y a tu prójimo». Ley esencial paraquienes somos creyentes.

Ocurre que la palabra «amor» me resulta grande.Me sobrepasa. Trae ecos bíblicos y antropológicosimpresionantes, aplastantes.

A la gente corrientilla, de tres al cuarto, nos vabien sustituir amor por cariño: «Tendrás cariño aDios y al prójimo».

«Cariño», algo así como amor en calderilla. Nosda confianza: «Te quiero, cariño».

¿A quien le tienes cariño? ¿También al SeñorDios? También.

¿Cariño, en vez de amor? Cariño es el amor quemanejamos la gente pequeña (J). ❦

Un nuevo diccionario

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HACIA UN MUNDO MEJOR

FINIQUITOY OTROS POEMAS María Ángeles Chavarría Aznar

Nada es fácil.

Ya quisieratejer largas madrugadasrecostada en el abismo de la conciencia,fresca, infinita,empapada de danzas descalzas,vestida de raso,pinceleando azulcelestes con mis propios dedos,así,serena,desliza entre el silencio conmovedor,así,libre.

Ya quisiera tumbarme en la arena cálidaque diese vida a la tarde,plantar mis propias raícescon mis propios colores,con sueños propios,con risas propias,con las únicas lágrimas que conozco,las mías.

Quisiera descolgar los relojes de las paredesy dedicarme a escarbar por las raíces mojadas,sin plazos,sin ultimátums,sin finiquito.

FINIQUITO

Recostada en el abismode la conciencia.

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EL VALOR DE ACAMPAR

Me va quemando el airey me deja la niebla en la miradacomo ese blanquecino rascacielosoculto tras la bruma.

Me inquietan los instantesme llamean con ácidos de agujacualquier vacío intacto.

Un chasquido pronuncia el movimientopero yo sólo quieroplegar la soledady largarme con ellaa este mismo lugar en que me encuentro.

No quiero ya marcharme.No quiero arrancar remolinos de mis huellas tanquietas,tan ardientemente ancladas.No quiero alejarme de mis contrapuntosaunque me ronden lastimando mi equilibrio.

Sólo intento andar sin fugas por mi vidasin tener que esquivar las hojas secas. ❦

Yo sólo quiero plegar la soledady largarme con ella.

DIOS GARANTIZA LA FELICIDAD

Dios no es un obstáculo para alcanzar la felicidad, como se piensa frecuentemente, sino que por el con-trario la garantiza, asegura Benedicto XVI.

Así lo expuso al encontrarse con los miembros de la Comisión Pontificia Bíblica en la Sala de los Papasdel Palacio Apostólico del Vaticano, al concluir su sesión anual dedicada al estudio de la relación entre Bi-blia y moral.

«Se trata de un tema que afecta no sólo al creyente, sino a toda persona como tal» pues, como el mis-mo obispo de Roma constató, «el impulso primordial del hombre, de hecho, es su deseo de felicidad y deuna vida plenamente lograda».

«Hoy, sin embargo, muchos piensan que esta realización tiene que alcanzarse de manera autónoma,sin ninguna referencia a Dios y a su ley», reconoció.

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ENTREVISTA

A ALFREDO DAGNINOLA PARTICIPACIÓNDEL CATÓLICOEN LA VIDA PÚBLICA

ran reto actual en Occidentees la unidad entre lo que elcatólico profesa en la vidaprivada y su actuación en la

vida pública. Así lo afirma Alfre-do Dagnino, presidente de la Aso-ciación Católica de Propagandistas(ACdP, http://www.acdp.es/) y dela Fundación Universitaria San Pa-blo-CEU (http://www.ceu.es/) enesta entrevista.

Y ha sido igualmente motivo dereflexión del VIII Congreso Cató-licos y Vida Pública –organizadopor ambas realidades– sobre el te-ma «El desafío de ser hombre».

–¿Cuál es su balance del Con-greso?

–Alfredo Dagnino: Un balancemuy positivo. En primer lugar deasistencia; cada vez es creciente,cada año hay más asistentes alcongreso y, sobre todo, además delnúmero, que puede ser importante,es la calidad humana que se viveen el congreso; creo que se haconvertido en una familia, y que lagente está esperando esta citaanual; es mucha la gente que vie-ne no sólo de Madrid, sino de mu-chos lugares de España y que es-tán deseando que se produzca elcongreso para poder convivir consus hermanos de fe durante estosdías.

–Estos congresos mantienenvivo el debate de la importanciade la inclusión de la fe en la vi-da pública. ¿Cuáles son, en suopinión, los desafíos que enfren-ta el laico hoy al vivir su dimen-sión de creyente en la vida pú-blica?

–A.D.: Nosotros intentamos re-futar una premisa de la que se par-te hoy en nuestra realidad cultural,

G

y es que la fe es una cuestión pura-mente privada; eso es algo que haencontrado arraigo en la vida pú-blica no sólo en España, sino enEuropa y en Occidente, sobre todo.

Discrepamos de que se debaconstruir la convivencia del hom-bre al margen de la idea de Dios, almargen de cualquier sentido de latrascendencia y al margen de cual-

quier referente moral. Nos resistimos a esa perversión de que el hechoreligioso, de que la fe, de que la trascendencia es un hecho ajeno a lavida pública. Eso no es así, desde el punto de vista doctrinal, y así lodemuestra el Magisterio de la Iglesia, y no sólo desde el Concilio Vati-cano II, sino incluso desde mucho antes. Hay documentos de León XIII,y de Pío XII; también, por supuesto, de Juan Pablo II y de BenedictoXVI que avalan que la fe tiene una dimensión pública, que la fe tieneuna dimensión cultural y que los fieles laicos tenemos el compromisode asumir nuestro testimonio en la vida pública y que sea un testimoniocoherente. O sea, lo que no es dable es separar la vida privada, y nues-tra actuación en la vida pública, y ése es el gran reto: romper con esaesquizofrenia. El gran reto lo tenemos los católicos en general, en Oc-cidente y particularmente en España, pero yo soy optimista, porque creoque se está perdiendo el miedo: primero, a afirmarlo, y segundo a quecada vez más haya diversas formas de participación.

–«El desafío de ser hombre» ha sido el tema de este año. Si se pu-diera sintetizar una conclusión en cuanto a los contenidos del Con-greso, ¿cuál sería?

–A.D.: Pues que el hombre tiene su dignidad, en cuanto criatura deDios; y que en cuanto criatura de Dios tiene unos derechos que son na-turales, que los tiene por el mero hecho de haber nacido –antes de quese los reconozcan el propio hombre o el Estado–, y que de esa dignidadderiva toda una condición de hombre que obliga al hombre y que obli-ga a los poderes públicos; y que nos obliga a reflexionar mucho sobrelo que es la realidad actual y sobre lo que es el signo de los tiempos:frente a unos tiempos en los que se exalta la libertad, sin embargo, ca-da vez más hay formas de esclavitud, nuevas formas de esclavitud, nola esclavitud histórica al uso, sino formas de esclavitud social, psicoló-gica; vivimos en un mundo cada vez más próspero, cada vez con máspoder, más bienestar, y sin embargo, todavía la humanidad padece mi-seria, padece hambre; es decir, es un mundo con grandes contrastes. Elmensaje que podría dar, en síntesis es que el hombre que tiene su dig-nidad en cuanto criatura de Dios, y que eso nos obliga mucho.

–Como nuevo presidente de la Asociación Católica de Propagan-distas, ¿podría comentar qué otros campos de compromiso públicovan a asumir, aparte del educativo?

–A.D.: Ciertamente, siempre hemos estado en el campo educativo; escurioso que probablemente nuestras mayores obras son las educativas,pero nuestro origen no es estrictamente ése. La ACdP nace a principiosdel siglo XX con un objetivo, que es –lo dijo Ángel Herrera Oria– res-taurar las cosas en Cristo en la vida pública, es decir, la cristianización

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del orden temporal. Y eso Ángel Herrera ya estableció que se tendríaque hacer directamente a través de la misión apostólica de la Asocia-ción, pero también a través de obras, y el propio Ángel Herrera decía:obras de especial trascendencia social. Las educativas han formado par-te de esas obras; por ejemplo, el CEU se crea en 1933, pero no para for-mar alumnos, sino para formar profesores, para formar un núcleo de pen-samiento católico; ése es el origen de lo que es el CEU en el año 1933.Luego, históricamente, eso ha germinado en unas obras educativas queahora florecen, que son muy importantes, que cada vez tienen más pre-sencia pública.

En cualquier caso deseo apuntarque el futuro pasa por preservar laorientación religiosa y espiritualde la Asociación, por fortalecerlay por revitalizarla, en misión apos-tólica y también a través de obras,no sólo las educativas. Tambiéntenemos una misión en la vida pú-blica, auspiciar nuestra misiónapostólica a través de otras obras:pienso en publicaciones, en me-dios de comunicación, en editoria-les y pienso en muchas actividadesque nos conviertan en un futuro enel centro de la referencia del pen-samiento y de la cultura católica.

[La Asociación Católica de Pro-pagandistas fue fundada en Españaen 1909 por el padre Ángel AyalaS.J. Esta agrupación de laicos cató-licos se orienta a la propagación dela fe católica y al apostolado, for-mando e instando a sus miembros atomar parte activa en la vida públi-ca y a servir de nexo de unión de loscatólicos. Su primer presidente fueÁngel Herrera Oria, que con eltiempo sería sacerdote, obispo ycardenal y que se encuentra en pro-ceso de beatificación]. ❦

Entrevista

EL PROCESO DE BEATIFICACIÓN DEL P. JOFRÉ, PROMOTOREN EL SIGLO XV DEL PRIMER HOSPITAL PSIQUIÁTRICO DEL MUNDO

El pasado día 24 de febrero, el arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García-Gasco presidió la clau-sura del proceso diocesano de beatificación y canonización del fraile Juan Gilabert Jofré (1350-1417), de laOrden de la Merced.

La fecha coincidió con el 598º aniversario del “célebre sermón” del P. Jofré desde el púlpito de la cate-dral de Valencia, cuando promovió la fundación del primer hospital psiquiátrico del mundo para la acogida ytratamiento de los enfermos mentales y apedreados, a quienes designó como fols innocents e furiosos,para que “fueran acogidos y tratados”. Ese sermón fue el origen de la advocación mariana de Sancta MaríaDels Innocents o Virgen de los Desamparadors, patrona de Valencia.

Tras once años de estudio, búsqueda y análisis de documentos, se ha clausurado el proceso en el RealMonasterio de los religiosos mercedarios de El Puig de Santa María (Valencia), donde murió el P. Jofré ydescansan sus restos mortales.

La documentación reunida –que abarca doce volúmenes, con más de 3.000 páginas–, se ha remitido ala Santa Sede para que continúe allí el proceso. En Valencia se había intentado concluir dos veces ante-riormente el proceso diocesano: a comienzos del siglo XIX y en la década de los treinta del siglo XX, perola invasión de las tropas napoleónicas y la persecución religiosa, respectivamente, provocaron la destruc-ción de la documentación que se había recogido en ambas ocasiones.

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o que puedo decirles no nace,ciertamente, de conocimientomédicos, sino de la experien-

cia de más de 60 años, durante lacual, bajo la acción de un don es-pecial de Dios reconocido como«carisma de la unidad», he vistocomponerse una comunidad de per-sonas de las más diversas prove-niencias, que, de alguna manera,han constituido un pequeño «pue-blo» que vive entre todos los pue-blos de la tierra.

Su característica es haber hechodel amor recíproco la ley fundamen-tal de la propia vida, testimoniandoasí que es posible establecer interre-laciones que encuentran su máximaexpresión en la reciprocidad.

Cada ser humano siente la nece-sidad de ser amado y de derramarsobre los demás el amor recibido.De hecho, hemos sido creados comoun don los unos hacia los otros, yrealizamos nuestro ser comprome-tiéndonos a amar a cada hombre sinesperar su respuesta.

Y cuando este amor es vivido pordos o más personas, se convierte enamor recíproco, es decir, un amorcapaz de hacer superar cualquier di-ficultad, cualquier obstáculo; unamor que hace ver al otro como sifuera yo mismo, para comprenderloprofundamente y ayudarlo en loconcreto; un amor capaz de hacer-nos descubrir hermanos los unos delos otros, y que por lo tanto tiendeal bien de la familia humana.

En una palabra: un amor que ge-nera fraternidad y pone en marcha

un proceso de renovación en todoslos ámbitos de la sociedad.

Nuestra experiencia nos dice queestas relaciones fraternas vividas enlo cotidiano de la vida personal, fa-miliar y profesional, pueden liberarrecursos inesperados. Nacen víncu-los nuevos, llenos de significadoque suscitan las iniciativas más di-versas en beneficio del individuo yde la comunidad.

Y esto vale también para el deli-cado mundo de la medicina.

El trabajo en este ámbito da la po-sibilidad de amar al prójimo con unamedida de caridad creciente que sedirige a todos; una caridad que no essolo sentimentalismo sino acciónconcreta, siempre atenta a las necesi-dades del momento; una caridad ca-paz de instaurar un diálogo profundocon todos, y que si es vivida por ungrupo genera comunión, unidad.

Pero, ¿cómo generar la comuniónen un mundo dominado muchas ve-ces por la dificultad de las relacio-nes, por la lógica del conflicto?

¿Cómo realizar la unidad, hacién-dola efectiva en lo cotidiano?

Podremos hacerlo viviendo esemandamiento de Jesús que él mismodefinió «suyo» y «nuevo»: «Ámen-se los unos a los otros como yo loshe amado» (Jn 13,15; 15,12).

Es precisamente este amor recí-proco, vivido con la medida del amorde Jesús por nosotros, que llegó has-ta el abandono y la muerte en la cruz,el que nos garantiza la unidad.

Su abandono fue el vértice de su pa-sión, la culminación de sus dolores, eldrama de un Dios que se siente aban-donado por Dios. Allí experimenta laseparación más abismal que se puedapensar: experimenta, de alguna mane-ra, la división del Padre con el cual esy sigue siendo una cosa sola.

Pero es justamente gritando en lacruz «Dios mío, Dios mío, ¿por quéme has abandonado?» (Mt 27,26; Mc15,34) y entregándose en las manosdel Padre con un acto supremo deamor, como él se hace «medicina» detodos los dolores del alma y alivio decada dolor del cuerpo. Allí él dona alos hombres la unidad con Dios y en-tre ellos, convirtiéndose en el modelode quien supera toda desunidad.

Y por eso, siguiéndolo, logramossuperar las dificultades y construirrelaciones de reciprocidad, de uni-dad. ❦

L

SOCIEDAD

COMUNICACIÓN Y RELACIÓNEN LA MEDICINA Chiara Lubich

Durante la segunda quincena de febrero se celebró en el “Antonianum” de Roma un Congre-so con este título, al que Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, dirigió loque ella llama un “pensamiento espiritual”:

Chiara Lubich.

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MISIÓN Y MISIONEROS

UN FIN DE SEMANACOMPLETO Y OCUPADO Artemio López Merino

uando al cabo del tiempo te vuelves a encontrar con los compañeros,amigos y familiares, es normal que, en las primeras conversaciones,haya un verdadero “bombardeo” de preguntas, señal inequívoca del in-

terés que tienen por saber de ti, de tu vida y de tus andanzas, la gente quemás quieres, los tuyos. Sin duda, hay preguntas que son del todo obligadasy, por ello, hay que responderlas muchas veces; pero se hace con sumo gus-to, al entender que no se trata de complacer meras curiosidades, sino quequien te pregunta tiene ganas, deseos e ilusión de que le cuentes muchas“bondades” de ti. Además, aunque sea la misma pregunta, cada interlocu-tor pone en ella su propio estilo, cariz, intensidad y cariño.

Como cada uno tiene su propia forma de ser y de expresarse en estoscírculos de diálogo, entiendo que no dicen más los muy locuaces que losparcos en palabras, precisamente, porque los reunidos nos conocemos sufi-cientemente; más aún, hasta es posible que uno diga más cosas con el as-pecto de su rostro y con su esta-do de ánimo que con largasexplicaciones. Entonces, es claroque sobran los malos y los buenos“rollos”, cosa que equivaldría ca-si a responder a preguntas que na-die te hace.

Después de esa especie de alu-vión de preguntas sobre tu salud,tus ilusiones, trabajo, apostolado,compañeros de misión, proyectos,amigos de allá, etc., es frecuenteque alguien te pida que le cuentescómo pasas un día cualquiera. Es-to, a primera vista, parece muysencillo de responder, pero ense-guida te das cuenta de que ningúndía se parece a otro en casi nada.Además, después de cada cositacontada, parece que necesites deun paréntesis explicativo. Paraaclararme, pongo el ejemplo si-guiente: Si le digo que me levan-to a las cuatro y cuarto de la ma-ñana, y que a las cinco y cuartotenemos el rezo de las Laudes,debo añadir que no me dedico a“poner las calles”, sino que losestudiantes, para estar a punto enla universidad, dado que vivimoslejos del centro, necesitan más de

C una hora en el transporte. Tampocosería mala explicación decir que,por acá, a las seis de la mañana escompletamente de día y que, paraesa hora, la mayor parte de la genteestá caminando hacia su quehacer.Pues bien, después de esta aclara-ción, parece que a esa pregunta tansolo se pueda responder muy vaga-mente o, tal vez, haciendo una men-ción especial a los horarios de la co-munidad religiosa en la que vives ycompletarlos con tus obligaciones yencomiendas personales.

Una vez metido en estaonda de intentar contar concierto detalle cómo trans-curre para mi una jornada,sí que me apetece y tengodeseos de contaros un po-co el ajetreo de este pasa-do fin de semana (últimosde febrero), aunque la pri-mera salvedad que deboponer es la de que, en vezde estar en casa los tressacerdotes, solamente estu-vimos dos, lo que implicaque se puedan acumularciertos trabajos apostóli-cos. El sábado, antes delrezo comunitario de la ma-ñana y del desayuno, tuveque preparar (como siem-pre que salgo de visita alos enfermos) los bártulospara poder administrar lossacramentos de la eucaris-tía (viático) y de la santaunción. A las ocho, conpuntualidad religiosa, es-toy en el lugar de partida,donde recojo con el cochea las dos compañeras de lapastoral de la salud de esa

El P. Artemio, en el jardínde la casa en Quito (Ecuador).

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zona parroquial. Este día toca la vi-sita en la zona central, esto es, enlos barrios cercanos a la iglesia prin-cipal, la dedicada al patrono, SanAntonio Mª Claret. Tiene la ventajade la proximidad, pero también nostoca hacer más visitas que en ningúnotro sector. Con la agenda en la ma-no, veo que son veinte las casas alas que tenemos que ir, aunquesiempre ocurre que hay alguna au-sencia. Normalmente, tan solo lesdamos la comunión, pero este mes,recordando a la Virgen de Lourdes(día 11), patrona de los enfermos,también les administré la santa un-ción. Aproximadamente, solemosestar con cada enfermo unos doceminutos y, si a esto unimos los des-plazamientos, aunque sean cortos,con el reloj en la mano, como sesuele decir, vinimos a terminar a esode la una y media. Por supuesto, yaal final, con un notable cansancio,por las muchas gradas (escaleras)que tuvimos que subir.

Aunque quedaban tres horas paracomenzar a tocar para la misa de lascinco, no me podía encandilar ni enel almuerzo ni en el descanso, pueshabía visto que habían traído unosramos de rosas y, efectivamente, la

preparación y el adorno de la iglesia me llevó más de tres cuartos de hora.Esta misa de los sábados por la tarde es acá en casa y un tanto original,pues está puesta, sobre todo, para celebrar los bautizos, las bodas y la ben-dición de las jóvenes “quinceañeras”... Hoy tan sólo hubo dos bautizos; ydigo tan sólo porque suele ocurrir que sean más y, hasta que se junten lastres cosas. La gran pega de hoy era que teníamos averiada la megafonía,por lo que los toques de campana debían hacerse a mano, así como que laceremonia tenía que ser proclamada con el concurso de unos buenos pul-mones y mejor garganta, máxime para cantar bien y a “palo seco”. Comoeran solo dos bautizos, efectivamente, no hubo problema de demora en elcomienzo de la eucaristía. Lo digo, porque a continuación, exactamente alas seis y media, me tocaba oficiar otra misa en la cercana capilla de Nues-tra Señora del Quinche, en el Mirador de la “Bella Argelia”. Esta suele seruna misa ordinaria como víspera de domingo pero, en esta ocasión, tenía-mos la novedad de la celebración de una boda. Qué gran suerte la de losnovios, por el estupendo conjunto de músicos y cantores de ese pequeñosantuario mariano. Ordinariamente, suele haber una buena asistencia de fie-les pero, en ocasiones tan peculiares y poco frecuentes como la celebraciónde un enlace matrimonial en ese templo, estuvimos más acompañados.

Las seis misas de este domingo (séptimo del tiempo ordinario) nos lasrepartimos equitativamente entre el Padre Párroco y un servidor. No sé siel P. José Miguel Ochoca me las propuso o, fui yo más bien quien eligiódecir las tres de la zona norte de la parroquia (a las 8:00, en el sector deMons. Leonidas Proaño; a las 9:30, en el de Aida León y a las 11:00 en elde Oriente Quiteño). Lo primero que noté en las tres capillas fue la au-sencia de bastantes niños y jóvenes. Me explicaron que no habían tenidocatequesis por estar en los días del carnaval, razón que sigo sin entender,porque tampoco son tantas las familias de nuestros barrios que se vayanesos días a disfrutar de las playas. Bueno, dejémoslo así. Aunque no esta-ba previsto, a la una de la tarde tuve que volver a decir misa en El Mira-dor. Fue una misa de honras o celebración de las exequias (corpore inse-pulto) por el eterno descanso de la feligresa Fanny Mercedes Flores, a la

que yo había asistido el viernes a las ocho de la mañanay fallecía a las once de la noche de ese mismo día (d.e.p.).A pesar de mi ya larga experiencia en atender a enfermosterminales, difícilmente podré olvidar su cara, tan terri-blemente deformada por el cáncer que padecía en la gar-ganta (tiroides).

La tarde, que se prometía tranquilita, al no haber cate-quesis ni tampoco reunión del grupo de reflexión cristia-na y vocacional, no lo fue tanto, debido a los grupos ju-veniles, especialmente uno de ellos, que estáconfeccionando el número primero de una revista parro-quial y, a cada poco, llamaban a la puerta para hacer al-guna consulta o pedir cualquier cosilla que necesitaban.

En verdad, estos son días en los que terminas bastantecansado por las muchas cosas hechas y, especialmente, porla intensidad con la que has vivido, pero interiormente sesiente mucha paz por haber trabajado duro en la Viña delSeñor, siendo el símbolo de este gozo espiritual el gesto demirarte las manos y vértelas cuajadas de bien. ❦

Niños del oriente quiteñoen nuestra parroquia.

Misión y misioneros

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veces nos servimos en el lenguaje de frasesy contestaciones que eluden lo concreto y seprestan a distintas interpretaciones. Forman-

do parte de las costumbres de un pueblo, puedendesconcertar a personas venidas de otras latitudes.Me estoy acordando de la conversación que tuvehace bastantes años con un empresario catalánque montó una fábrica de cerámica aquí en Ve-nezuela. Me decía que estaba escarmentado por-que cuando le asignaba algún trabajo a sus obre-ros le contestaban casi siempre: “¡Cómo no!”. Yresulta que muchas veces la frase, que sugiereafirmación y compromiso responsable, se conver-tía en un no, porque no cumplían lo que aparen-taban prometer. Así que un día los reunió a todosy les exigió que, cuando les encomendara o pi-diera algo, tenían que responderle ¡sí! o ¡no!, pe-ro que no le dijeran ¡cómo no!

Algo parecido me pasaba a mí cuando me con-testaban tantas veces “más o menos”. Ya me heacostumbrado. Pero no dejo de pensar que es unaexpresión tan poco concreta, que se presta a do-ble interpretación, porque no sabe uno si es másimportante el más que el menos, o viceversa.

Siendo preguntas habituales: “¿Cómo está us-ted?”, “¿Cómo anda de salud?”, “¿Cómo andanlas cosas por la casa?”, la contestación más soco-rrida en Venezuela es la de “más o menos”. Cuan-do converso con jóvenes estudiantes, les suelopreguntar para mejor conocerles y orientarles:“¿Es usted un buen estudiante?”. La gran mayoría se refugia en el más omenos. Son pocos los que se atreven a decir que son buenos estudiantes ymuy pocos los que reconocen que son muy flojos. La flojera equivale, eneste caso, a pereza. Muy perezoso, pues.

Tras esta introducción que les puede ayudar a conocer algo de lo que aquívivimos, voy a exponer esta vez unos puntos concretos encabezados por elmenos y el más, que no se prestan a confusión porque el menos siempre se-rá negativo, y el más, positivo.

Menos.–Imposible olvidar el día y momento: en horas cercanas al ama-necer de un viernes santo. ¡Qué mal me cayó oír aquellos disparos! Siem-pre es desagradable escucharlos en el silencio de la noche. En los fines desemana, cuando la violencia aumenta, parece que uno espera que lo des-pierten. Pero en la madrugada de un viernes santo... Pude contar bien losseis que sonaron: El cargador completo de un revólver.

Me salió decirle al Señor: ¿cómo es posible que hayas muerto víctima dela violencia en la cruz para hermanar a la humanidad y todavía no hemosaprendido los hombres a amarnos? ¿Tendrás que seguir diciéndole al Padre“no saben lo que hacen?, ¿hasta cuando, Señor, tanta violencia?

Más.–En la misma tarde de aquel viernes santo, después de la emotivaceremonia de la adoración de la cruz, hicimos breve memoria de los dolo-res de la Santísima Virgen recordando su sufrimiento junto a la cruz de su

A

...Y ME VISITASTEIS

MÁS O MENOS José Luis Segura Lacruz

hijo y su estado de profunda soledaddespués de la muerte de Jesús. Con-vencidos de que nadie sufre más quelas madres cuando ven morir a al-guno de sus hijos, después de pedirpor el cese de la violencia, invita-mos a que se acercaran al altar al-gunas de las madres presentes quevieron morir a alguno de sus hijos,para venerar devotamente la imagende La Dolorosa colocada en el pres-biterio. Acudieron tres. Les ofreci-mos unas flores para que las depo-sitaran a los pies de la Madre de losDolores. Eran personas muy indica-das para entender lo que pasó por elcorazón de la Virgen en el calvario.Cuando ellas sufren recordando lamuerte de sus hijos, saben que pue-den contar con la ayuda amorosa dela Madre de Jesús, que tanto sabe dedolores.

Celebración cuaresmalen nuestra iglesiade Caracas.

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Menos.–Para no variar, volvieron a robar otra vez en nuestra iglesiade San Miguel. Aprovecharon algún momento en el que la sacristía es-taba abierta y solitaria. Revolvieron todo lo que encontraron a mano queno solemos cerrar con llave. No consiguiendo nada de valor que pudie-ra convertirse en plata para ellos, se dirían unos a otros (pura imagina-ción mía): “aquí hay que llevarse algo para fastidiar a los curas”. Ni cor-tos ni perezosos cargaron con todas las cestas y bandejas de miembre yratán (unas diez de distintas formas y tamaños y muy deterioradas algu-nas) usadas para pedir la colaboración o limosna de los fieles en todaslas misas. Suponemos las meterían en grandes bolsas de plástico comolas que se usan para botar la basura y disimular lo que se llevaban al sa-lir de la iglesia. Desconcierto y tristeza porque, una vez más, ha sidoirrespetada la casa del Señor y ofendida toda la comunidad creyente.

Más.–Durante las misas que siguieron al robo, lo anunciamos a to-da la comunidad y les explicamos que, como nos habían robado to-das las cestas y bandejas para pedir limosna, encontrarían a la sali-da de la misa personas en las puertas con unas alcancías para quedepositaran allí su colaboración. Se corrió rápidamente la voz y, conla misma rapidez, comenzaron a llegar bandejas y cestas a la sacris-tía. “Padre, yo tenía por allá estas dos que no usaba”, “le traigo es-ta que me regaló una hija”, “estas las conseguí en un negocio por LaCandelaria”... Total, que hemos sido tan bien atendidos por los bue-nos sentimientos y generosidad de las personas que acuden a nues-tra parroquia, que nuestra sacristana, la señora Eulalia, las ha ido cla-sificando: “Estas para los días de semana”; “estas para los domingosy fiestas”; “estas tan bellas para los días muy especiales”; “estas lasguardo para reponer las que se vayan dañando”...

Alegría en la profanada sacristía y la posibilidad, ¿por qué no?, deenseñar una gran variedad de modelos de cestas y bandejas a quieneslo soliciten.

Desde Caracas, ❦jlsegura@scj.es

...Y me visitasteis

Seminaristas nuestrosen Venezuela.

PRIMERA EXHORTACIÓN APOSTÓLICA DE BENEDICTO XVI«SACRAMENTUM CARITATIS»

El Vaticano presentó la Exhortación Apostólica Post-Sinodal “Sacramentum Carita-tis” del Papa Benedicto XVI sobre la Eucaristía, “fuente y culmen de la vida y de la mi-sión de la Iglesia”.

Según precisó la Santa Sede, el cardenal Angelo Scola, Patriarca de Venecia y re-lator general de la 11ª Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, cele-brado en octubre de 2005 en el Vaticano, y el arzobispo Nikola Eterovic, secretario ge-neral del Sínodo de los Obispos, presentaron el documento pontificio en unaconferencia de prensa que tuvo lugar en la Sala Stampa.

El texto reafirma “el don inestimable del celibato eclesiástico” e impulsa el uso dellatín en las celebraciones litúrgicas “excepto en las lecturas, la homilía y la oración de

los fieles”. También alienta a la recuperación del canto gregoriano y la música polifónica sacra en reeplazode la música moderna.

El documento se publica después del Sínodo de Obispos celebrado en el Vaticano del 2 al 23 de octu-bre de 2005 bajo el título “La Eucaristía: fuente y cumbre de la vida y de la misión de la iglesia”. Tras el mis-mo, el Papa Benedicto XVI dio su permiso para que se publicasen las 50 “proposiciones” (indicaciones rea-lizadas por los participantes en la reunión).

Audiencia General.

Señor Jesucristo:te damos graciasporque, con tu muerte y resurrección,has salvado el mundo.

Nosotros somos los primeros en reconocernosnecesitados de esta redención;pero también deseamos tomar parte activaen tu obra de transformación del mundo.Por eso, nos ponemos a tu servicio,en conformidad con la voluntad del Padre,y en pro del bien de los hombres.

Acepta, Señor, nuestra ofrenda:los momentos de oración,los ratos que pasaremos en la comunidady las horas de nuestros trabajos.

Te pedimosque nuestro humilde serviciocontribuya a darte a conocer máscomo la fuente de vida nueva.Amén.

Solidaridad con Cristo Salvador

SUSCRIPCIÓN PARA EL AÑO 2007PRECIO DE SUSCRIPCIÓN

■■ Ordinaria: 19 € al año.

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REVISTA EL REINO - Apartado 112. Tel. 91 675 15 36. 28850 TORREJÓN DE ARDOZ (MADRID)

miliar con el muy Amado. Le miras, le dices que lequieres, estamos felices a sus pies, le decimosque con Él queremos vivir y morir”.

❥ “Estoy seguro que Dios acogerá en el cielo a todoslos que fueron buenos y honestos, aunque no ha-yan sido católicos. Vd. es protestante, otros son in-crédulos y los tuaregs son musulmanes. Estoyconvencido que Dios nos recibirá a todos si lo me-recemos”.

Para rezar con él y como él

“¡Señor mío y Dios mío, te lo suplico,hazme conocer claramente tu Voluntad!

Y después dame la fuerza de cumplirla,de cumplirla fielmente hasta el fincon agradecimiento y amor...”“Yo te adoro profundamente, Dios mío;te adoro con toda mi almay te amo con todas las fuerzas de mi corazón”

Hno. Carlos

¿Y yo?

¿Tengo el corazón abierto a cuantos se me acer-can?

P. José María Salaverri, SM

Padres ReparadoresP. Javier Luengo Mesonero, scjC/ Evaristo San Miguel, 1028008 Madrid - Tel. 91 547 24 00jluengo@scj.es - www.scj.es