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Patricia Fernández

Este libro es un compendio de las reflexiones que Patricia nos

aportó a lo largo del 2010 para nuestro programa de radio

Recorriendo Caminos en su espacio “Un Rayo de Luz”. Con la

frescura de su juventud y la sabiduría ancestral que nos

manifiesta a través de sus valiosos aportes. Más de una vez

quedamos en silencio después de escucharla, maravillados por lo

que a través de sus palabras resonaba en nuestros corazones.

Nos dimos cuenta que no debíamos dejar pasar la oportunidad

de abrirle a todos Uds. de conocer a esta adolescente cristal, que

como tantos otros que han llegado a este planeta a dar su

mensaje desde temprana edad.

Gracias Patricia por regalarnos este rayo de luz en el camino

el equipo de Recorriendo Caminos.

San José de Carrasco, Uruguay. 18 de diciembre de 2011

Richard Billar

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n mi opinión la gente no tiene un

concepto claro de lo que es la energía,

siempre creen que se trata de algo místico

y/o fantasioso, pero no es así, la energía

está en todas partes (en la naturaleza, en el

espacio exterior...), todo tiene energía e

interactúa con ella.

Naturalmente, todos los seres vivos controlan la energía (incluso el ser humano

sin darse cuenta). A nosotros, los humanos, se nos ha dado el don de poder llegar

a controlar la energía conscientemente y así aprovechar más sus beneficios y

funciones, pero la mayoría no lo hacemos porque aún no hemos abierto nuestras

mentes a conceptos como la energía, el Érika y el Universo.

La energía está presente también en nuestro estado de ánimo... Cuando una

persona está muy feliz envía esa energía a todas partes y los demás son capaces

de sentirla (aunque tal vez no se den cuenta), y esta energía se "contagia" a los

demás, ¿Nunca se han preguntado por qué hay personas que tienen "risas

contagiosas" y que cuando ellos empiezan a reír todo el mundo también se pone a

reír con ellos y (aunque sea por un momento) todos olvidan sus preocupaciones?

La respuesta es simple: esas personas desprenden una gran cantidad de energía

positiva al reírse y nosotros recibimos esa energía positiva y nos sentimos

mejor...

Pero, tal y como todo lo que existe, la energía tiene dos caras: la energía

positiva y la energía negativa, así que también puede ocurrir el caso inverso al

cual acabo de describir... Muchas veces hay momentos en los cuales una persona

se siente furiosa, frustrada o deprimida, y (sin darse cuenta) la persona

desprende grandes cantidades de energía negativa, y esa energía contagia a las

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personas a su alrededor, haciendo que estas se sientan mal y, muchas veces, se

aparten de esa persona porque no pueden soportar estar ahí...

A mí me pasa muchas veces que, cuando las personas que están cerca de mí

empiezan a desprender energía negativa se me comprime el corazón y me cuesta

respirar (esto también me pasa cuando yo misma desprendo energía negativa).

En estos casos, lo mejor es hacernos un escudo protector a nosotros mismos

para que la energía de la persona no nos afecte.

También hay que ser conscientes de que los lugares también tienen distintas

energías. La energía del lugar puede ser alterada por sucesos ocurridos ahí; la

energía de un lugar puede ser positiva o negativa. Cuando nos encontramos en un

lugar de mala energía lo mejor que podemos hacer es “limpiar” el lugar; este es

un proceso bastante sencillo, simplemente tenemos que mandar grandes

cantidades de energía positiva al lugar para cambiar la energía de ese lugar

(también es importante que corra aire en el lugar, para que la energía negativa

pueda irse).

Por eso, es importante aprender a controlar nuestras emociones y nuestra

energía... Pero esta energía que producimos inconscientemente no es ni una

pequeña parte de lo que la energía puede hacer; la energía es mucho más

poderosa que eso... Una de las funciones más maravillosas de la energía es la

sanación.

El Reiki se basa en la imposición de manos para canalizar la energía sanadora del

Universo y transmitírsela a otra persona para sanarla. Algo importante que hay

que saber con respecto al Reiki es que cuando uno pasa energía no debe dar a la

otra persona su propia energía, porque si hiciera esto, uno se enfermaría; por lo

tanto, uno, en lugar de dar su energía, debe hacer de canal, permitiendo así que

la energía del Universo fluya a través de uno hacia la otra persona; de este

modo, la energía que se pasa a la otra persona es la energía sanadora del

Universo, no la propia. El Reiki sirve para sanar físicamente a las personas, pero

también sirve para ayudar a las personas a sanar sus corazones y mentes. El

Reiki también sirve para alcanzar el estado máximo de iluminación y plenitud.

Yo tengo sólo 14 años, pero ya tengo alguna experiencia con el Reiki y la energía:

cuando tenía 10 años, mi madre comenzó a hablarme sobre estos temas, y yo me

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entusiasmé y comencé a trabajar con la energía; al principio mi energía era débil,

y necesitaba estar muy concentrada en la energía cuando quería pasar Reiki;

otro de mis problemas era que, sin darme cuenta, pasaba mi propia energía, por

eso siempre después de pasar Reiki me sentía débil y a veces hasta me

enfermaba, pero con el tiempo y la experiencia (y principalmente cuando empecé

a despertar a un plano superior) mi energía empezó a hacerse más fuerte y

también aprendí que siempre hay que hacer de canal para que pase la energía del

universo.

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o es fácil despertar por la mañana (y es

más difícil aún si estábamos soñando con un

mundo perfecto en el que todo está bien); y así

mismo ocurre con la vida: no es fácil despertar

a la situación actual de la sociedad y

abandonar la comodidad de la ignorancia.

La mayoría de las personas se acostumbraron

tanto a sus vidas y sus rutinas que fueron

absorbidas por éstas, y no se dan cuenta de lo

mal que está la sociedad... Cualquiera puede

ver que la sociedad de hoy en día tiene muchos

problemas, pero lo que no cualquiera puede ver

es por qué.

El motivo por el cual la sociedad está en este estado es porque los seres

humanos nos dormimos y olvidamos nuestras misiones y nuestras razones de ser.

Podría decirse que todos vivimos conectados a un gran “Pensamiento Colectivo”

que nos impide despertar como individuos.

Al ser humano se le fue concedido una consciencia y distintas habilidades (como

la de manejar grandes cantidades de energía), pero los humanos nos perdimos en

el camino e hicimos mal uso de nuestras habilidades o directamente no las

usamos. Y ahora mismo (en lugar de poder ayudar con nuestras habilidades),

somos nosotros los que necesitamos ayuda.

No es fácil despertar a esta situación ya que estamos demasiado cómodos y a

gusto en nuestro pequeño rincón donde todo parece ir bien mientras tengamos

las cosas y personas que necesitamos, pero la verdad es que las cosas no están

bien: vivimos en una sociedad cerrada al desarrollo espiritual.

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Por eso nos es difícil despertar, porque despertar implica abandonar esa

sensación de seguridad y de que todo está bien; es por eso que cuanto más

ignorante es uno, menos sufre; pero no podemos conformarnos con eso, tenemos

que despertar e intentar hacer todo lo que esté en nuestras manos para ayudar

a despertar a los demás y tratar de ayudar a cambiar la situación actual.

Lo más difícil a la hora de despertar es que probablemente tendamos a

aislarnos, ya que vemos todo desde un punto de vista distinto a los demás,

entonces no podamos entender a los demás, ni ellos a nosotros, por eso algunas

personas que considerábamos importantes saldrán de nuestras vidas y mucha

gente nos aislará y nos rechazará; pero lo importante es seguir adelante, ya que

muchas personas que despiertan luego vuelven a ese “Pensamiento Colectivo” por

miedo a ser aislados.

Pero uno debe aprender que si esas personas no pueden entendernos es porque

todavía no han llegado al nivel de comprensión en el cual nosotros nos

encontramos, y no debemos sentirnos como si nosotros estuviéramos haciendo

algo malo, porque no es así.

Y mientras algunas personas abandonan nuestras vidas, otras nuevas personas

(más afines a nuestro nivel) entrarán en nuestras vidas. Entonces empezaremos

a ver el mundo con otros ojos, nos moveremos entre otros círculos de personas,

y empezaremos a tener intereses que antes no teníamos. Podría decirse que

estamos evolucionando como personas.

La principal misión de las personas evolucionadas es ayudar a más personas a

despertar y evolucionar (aparte de las misiones específicas de cada uno, por

supuesto); para lograr esto es importante saber que no podemos obligar a la

gente a despertar, tan sólo debemos hablarles y “sembrar una semilla” en ellos

(siendo la semilla el mensaje), pero son ellos los que deben encargarse de regar

la semilla, no nosotros, nosotros sólo la sembramos. Y ante todo, hay que tener

paciencia, calma y comprensión hacia los demás, después de todo, ellos no

despertarán antes si les apuramos, es más, esto incluso puede llegar a hacer que

se cierren.

No hay nada más maravilloso que despertar, que poder ver el mundo de otra

forma, que sentir esas emociones que de otro modo no podemos sentir; vale la

pena tener la mente abierta a todo, y así poder despertar de ese sueño para

poder empezar a vivir en la realidad.

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a mayoría de las personas piensan que

la mente sólo sirve para pensar, calcular

y recordar cosas; pero el poder de la

mente va mucho más allá.

La mente humana tiene la facultad de

atraer cosas, circunstancias y personas a

nuestras vidas con tan sólo pensarlo.

Podría decirse que los seres humanos

somos como imanes gigantes.

Muchas veces, inconscientemente, pensamos en alguna situación, y esto acaba

ocurriendo; el motivo de esto es que lo atrajimos esto con nuestras mentes. De

este modo, somos capaces de influir en hechos importantes tan sólo utilizando

nuestras mentes.

El motivo por el cual ocurre esto es porque el ser humano, al pensar mucho y con

muchas fuerzas en algo, envía energía al Universo para que eso ocurra, y el

Universo responde a esa energía haciendo que pase...

¿Nunca se han preguntado por qué muchas veces estamos pensando en una

persona, y ésta de repente nos llama? Eso es porque al pensar tanto en esa

persona, mandamos esa energía al Universo, y el Universo transporta esa energía

a esa persona, y como consecuencia la persona piensa en nosotros.

El poder de la mente es una gran herramienta que, utilizada correctamente,

puede llegar a darnos varias cosas buenas, pero si llega a ser mal utilizada puede

traer muchas desgracias.

Una persona muy negativa que siempre está pensando y esperando lo peor,

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siempre atraerá sucesos negativos a su vida, ya que esa persona envía esa

energía. Es por eso que es tan peligroso ser muy pesimista y pensar que las

cosas siempre saldrán mal; por ese motivo es importante mantenernos siempre

optimistas y pensando lo mejor, porque no tenemos control de cuales de las

cosas que pensamos se harán realidad.

Por supuesto, no ocurre todo lo que pensamos, tan sólo algunas cosas

(principalmente en las que ponemos más energía); y no podemos decidir ni

controlar que pasará.

Cuanto más poderosa es la energía de una persona, más fuerte, inmediata y

exacta es la respuesta del Universo.

Esto no sólo se puede realizar inconscientemente, es más, si uno hace esto a

consciencia puede conseguir muchos beneficios. Para hacer esto uno debe

concentrarse en lo que uno quiere y enviar energía al Universo para que esto se

cumpla.

Pero es importante saber que no podemos simplemente enviar energía para que

las cosas pasen y no esforzarnos, lo que debemos hacer es nosotros mismos

actuar y luchar para tratar de hacer realidad nuestros sueños y deseos. Es por

eso que uno debe enviar energía al Universo, pero también debe trabajar para

conseguir sus metas.

Es importante tratar de controlar nuestra energía y pensamientos negativos, ya

que estos pueden llegar a hacer mucho daño, por eso es importante tener

autocontrol e intentar no dejarnos llevar por el odio y la oscuridad de nuestro

corazón.

Para concluir he de decir que el poder de la mente va más allá de nuestra

compresión, y no importa cuanto lo intentemos, nunca conseguiremos conocerlo

del todo, pero lo mejor que podemos hacer es tratar de dominar lo mejor posible

lo que sí conocemos y lo que sí podemos.

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l diccionario de la Real Academia

Española define la felicidad como

“Estado del ánimo que se complace en

la posesión de un bien”, pero

definitivamente la felicidad es mucho

más que eso. La felicidad es uno de

esos conceptos para los que no existe

una definición exacta, ya que son más

fuertes que las palabras.

Definitivamente, la felicidad es un estado de ánimo, pero no se trata

simplemente de complacernos por algo bueno, se trata de una vibración a un

nivel superior que nos produce una sensación indescriptible y maravillosa. La

felicidad es una emoción basada completamente en la energía positiva, es por

ello que es tan fuerte y poderosa.

No mucha gente es consciente de lo poderosa, maravillosa e importante que es la

felicidad, ya que la sienten a diario, pero cuando uno pasa mucho tiempo sin

sentirse feliz (después o durante una mala situación), uno se siente como si su

espíritu y alma hubieran muerto, y se le hace difícil vivir. Sin embargo cuando

estamos felices sentimos como si nada pudiera hacernos daño, sentimos que

todo es perfecto y maravilloso.

La felicidad también tiene la cualidad de ser contagiosa, ya que cuando una

persona se siente feliz de verdad su energía se expande todo alrededor,

haciendo sentir mejor a cualquier persona que esté cerca. Esto también ocurre

con la risa, que es en definitiva, otro modo de demostrar alegría.

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Hay que aprender a diferenciar la auténtica felicidad de la falsa. La felicidad

falsa no es una vibración a un nivel superior, sino una falsa sensación de

bienestar producida por objetos materiales o por cosas incorrectas. Por

ejemplo, la “felicidad” causada por tener mucho dinero; es verdad que uno puede

sentirse bien y agradecido por tener los suficientes recursos económicos como

para vivir en buenas condiciones, pero lo que uno no puede hacer es obsesionarse

con el dinero ni buscar la felicidad en éste.

Otro ejemplo de felicidad falsa es la “felicidad” producida por la venganza. Por

más enfurecido que esté uno con una persona, la venganza no nos traerá

felicidad, ya que ver a otra persona retorciéndose de dolor nunca nos hará

sentir felices. Lo que nos hace sentir la venganza es una falsa sensación de que

se hizo justicia, y una enferma y retorcida alegría basada en el sufrimiento de

los demás. Contrariamente a la auténtica felicidad, esta sensación está basada

en la energía negativa, y sus vibraciones son muy bajas.

También es importante saber que la felicidad también puede ser encontrada en

las pequeñas cosas; pero muchos nos hemos olvidado de esto debido a que

siempre estamos exigiendo más, por eso es importante que seamos conscientes

de que la felicidad sólo se encuentra en las acciones puras de corazón y las

buenas intenciones, no en los objetos materiales.

Podría decirse que la felicidad es el alimento de nuestra alma, lo que nos

mantiene vivos; es verdad que uno puede realizar las funciones vitales sin ser

feliz, pero eso realmente no es vida. Uno de los mayores misterios de la vida

será siempre la felicidad.

La felicidad no es sólo una emoción, sentimiento y vibración, la felicidad es un

estilo de vida; un estilo en el cual uno siempre se siente muy agradecido por lo

que tiene y no exige ni pide más, un estilo en el cual la gente encuentra la

felicidad en lo más pequeño y simple, y siempre intenta ayudar a los demás para

que éstos también encuentren la felicidad.

El amor, los milagros y los sueños son los que le dan fuerzas a la felicidad, pero

lo más importante es que nosotros estemos dispuestos a ser felices.

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La fuerza de voluntad es un concepto muy difícil de

describir, ya que implica muchos factores que no somos

capaces de entender del todo; pero si tratáramos de

describirla podríamos decir que es el sentimiento en

nuestro interior que nos da fuerza para soportar las

situaciones difíciles, conseguir nuestras metas y

superar nuestros miedos.

Es importante tener en cuenta que la fuerza de voluntad no se limita tan sólo a

al lado emocional, sino también al lado mental y al lado físico, ya que si nosotros

desatamos la fuerza de voluntad en nuestro interior podemos conseguir resistir

duras y difíciles pruebas mentales o físicas. Un ejemplo sería que nos

hubiéramos propuesto ganar una maratón pero estamos algo cansados, y además

sabemos que hay muchas otras personas muy rápidas y resistentes entre los

participantes (algunos tal vez más rápidos y resistentes que nosotros), pero si

nosotros de verdad queremos ganar eso y nos lo proponemos, si de verdad la

llama arde en nosotros, conseguiremos alcanzar una resistencia física mayor a la

que normalmente solemos tener.

Un ejemplo para el lado mental sería que tenemos muchos exámenes muy

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importantes en una semana y nos pasamos todo el tiempo estudiando, hasta

incluso pasamos noches enteras sin dormir para aprendérnoslo todo, pero cuando

llegan los exámenes estamos agotados mentalmente; sin embargo si de verdad

queremos esforzarnos, no sólo para aprobar los exámenes, sino para

demostrarnos a nosotros mismos que podemos, si de verdad damos lo máximo de

nosotros, si ese deseo arde en nuestros corazones, conseguimos una mayor

resistencia mental, y podemos aguantar el cansancio y utilizar nuestra capacidad

mental al máximo para cumplir con nuestra meta.

Algo que ayuda mucho a la hora de despertar nuestra fuerza de voluntad es

proponernos retos y metas, estar todo el tiempo poniéndonos a prueba, de este

modo nos esforzamos cada vez más para superar este reto, hasta que

finalmente lo hacemos. Un riesgo que se corre con esto es que puede agotar

mucho a uno si uno no es lo suficientemente resistente, pero si uno de verdad se

esfuerza, trata y deja arder la llama de la voluntad en su interior, uno puede

conseguirlo. Otra cosa que nos hace dar el máximo de nosotros es tener que

hacer algo por nuestros seres queridos, ya que uno siempre intenta proteger a

las personas que quiere; así que si uno normalmente se esfuerza por uno mismo,

uno se esfuerza el doble para ayudar a sus seres queridos.

Un riesgo de ponerse muchos retos y siempre estar intentando superarse a uno

mismo es que uno puede llegar a obsesionarse con ganar y con siempre conseguir

lo que se propone a cualquier precio. Realmente esto no es la fuerza de voluntad,

esto es un vicio. La auténtica fuerza de voluntad consiste en dar lo máximo de

nosotros mismos, mientras que ese vicio consiste en darnos la falsa idea de que

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sólo nos volveremos más fuertes si nos sometemos a enfermizos retos. Las

personas auténticamente fuertes son aquellas que no caen en ese vicio; sólo los

realmente fuertes y puros de corazón tienen una fuerza de voluntad lo

suficientemente fuerte como para no viciarse con hacerse más fuertes.

La fuerza de voluntad es algo que depende mucho de la actitud y la forma de ser

de una persona, pero realmente todos podemos desatar la fuerza de voluntad en

nuestros corazones. Cuanto más fuerte es la fuerza de voluntad de una persona

más lejos llegará.

Uno no debe basarse en la venganza para hacerse más fuerte, sino en los sueños.

Es verdad que uno puede hacerse más fuerte mediante la venganza, mediante el

deseo de hacer que alguien pague por lo que hizo, pero ese odio tan sólo nos

haría daño a nosotros mismos. Uno debe tener muchos sueños que le gustaría

cumplir o personas que quiere proteger, ya que sin eso no hay deseo de

superarse, y sin ese deseo la fuerza de voluntad se debilita.

Yo estoy diciendo todo esto por experiencia propia, ya que yo soy una persona

muy resistente, que siempre sigue adelante y siempre se esfuerza por superarse

a sí misma, pero sobre todo, yo soy una persona con una gran fuerza de voluntad.

No siempre he actuado correctamente, ya que me obsesioné con ganar, y

también me volví muy testaruda, pero he aprendido a darme cuenta de mis fallos

y ponerles un alto a esas malas costumbres (gracias a mi fuerza de voluntad lo

conseguí), y ahora siempre me hago más fuerte basándome en intentar cumplir

mis sueños.

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n la vida todo tiene una razón de ser, nada

ocurre sin ningún motivo; no existen las

“casualidades”, sino las “causalidades”. Todas

las cosas que vivimos ocurren por un motivo

(para ayudarnos a crecer, a superar una

situación difícil, o por algún otro motivo...).

Todos hemos pasado por situaciones difíciles y desagradables que desearíamos

borrar de nuestras memorias para siempre, situaciones que desgarran nuestros

corazones hasta el punto de asfixiarnos; pero la verdad es que todo eso tenía

que pasar para que pudiéramos aprender u obtener algo de ello. La vida nos ha

golpeado muy fuerte a todos muchas veces, pero lo importante es ser fuertes y

salir adelante en cualquier situación, ya que muchas veces las mismas situaciones

duras son las que nos aportan algo que nos servirá para superar crisis aún peores

que vendrán más adelante.

Además de eso, las situaciones difíciles también nos ayudan a crecer

emocionalmente: hay veces que el crecimiento se produce en el mismo momento

(cuando uno supera la situación), y hay otras veces que recién con el paso del

tiempo (una vez que las heridas ya sanaron), miramos atrás y comprendemos

cosas que en ese momento de sufrimiento no comprendíamos, y así crecemos

como personas.

“Madurar” es un proceso muy difícil y doloroso que nos obliga a dejar atrás

ciertas cosas o personas que considerábamos importantes, pero no debemos

tener miedo a madurar, porque es un proceso por el que debemos pasar para

encontrarnos a nosotros mismos; y aunque nos parezca que perdemos más de lo

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que ganamos, la verdad es que ganamos más de lo que perdemos. Uno madura

muchas veces en su vida, es más, podría decirse que los humanos estamos en

constante evolución.

Pero hay que tener en cuenta que no solamente se madura cuando uno pasa de

ser un niño a un adolescente, uno madura cuando evoluciona emocionalmente,

esto se consigue aprendiendo lecciones, mejorando nuestra forma de ser y

aprendiendo a aceptarnos a nosotros mismos tal y como somos.

Es difícil aceptarse a uno mismo y perdonarse por los errores del pasado, pero

tenemos que aprender que nosotros somos el reflejo de nuestro pasado, y que

para estar en armonía con nuestro presente tenemos que aceptar nuestro

pasado. Todo lo que hicimos ya pasó y no puede ser cambiado, así que no

podemos quedarnos estancados deseando que las cosas fueran distintas,

debemos tratar de seguir adelante, y compensar y aprender de los errores del

pasado.

Todo lo que pasó es porque debía ser así, y hasta lo más injusto y horrible

ocurre por un motivo; es por eso que no debemos cerrar nuestros corazones,

pero esto realmente no es fácil.

Ver como algo malo pasó por tu culpa y ser capaz de perdonarte, es una de las

cosas más difíciles que existen, por eso mismo es que es tan difícil “seguir

adelante”. El peor enemigo de uno es uno mismo, ya es uno mismo quien no se

permite seguir adelante.

Pero a pesar de tener tantos fallos y cometer tantos errores, las personas

también tenemos muchas virtudes y cualidades que equilibran la balanza; nadie

es sólo luz o sólo oscuridad, todos tenemos luz y oscuridad en nuestros

corazones, lo importante es mantenerse equilibrado.

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n el corazón de todas las personas

habitan la luz y la oscuridad; todos

tenemos la misma cantidad de luz y

oscuridad en nuestros corazones, lo que

hace la diferencia entre el modo de

actuar de las personas es por cual mitad

de su corazón se dejen guiar.

No existen las personas “buenas” y

“malas”, ya que incluso las personas más buenas, amables y cordiales han

pensado, dicho o hecho algo malo en sus vidas; y así mismo, las personas más

malas, desagradables y crueles han obrado bien alguna vez en sus vidas.

Podría decirse que todos tenemos un “lado oscuro” y un “lado luminoso”, pero

realmente esos “lados” forman la persona que somos, y AMBAS (tanto la luz

como la oscuridad) son parte de nuestra personalidad.

Es mucho más difícil hablar con una persona sobre la luz de su corazón que

sobre la oscuridad de su corazón, ya que la persona podría ofenderse y/o

ponerse sensible; pero la verdad es que hay oscuridad en los corazones de todos

nosotros, y eso es algo que nadie puede negar. Y precisamente como es tan

difícil hablar sobre la oscuridad de nuestros corazones, debemos hablar sobre

ésta, para que tengamos la oportunidad de conocerla mejor.

Es muy difícil expresar en palabras la esencia de la oscuridad de nuestros

corazones, y eso mismo ocurre con la luz, ya que estos son conceptos más

fuertes que las palabras, conceptos que somos incapaces de comprender

completamente.

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Desde pequeños (consciente o inconscientemente) nos enseñaron a temer a la

oscuridad, y a pensar en ella como algo ajeno a nosotros; pero ese concepto es

erróneo, ya que la oscuridad es parte de nosotros, y no debemos temerle, ya que

el miedo nos lleva a la desesperación, y es esta misma desesperación la que nos

hace caer en nuestra propia oscuridad. No podemos negar que hay oscuridad en

nosotros, porque sólo nos estaríamos engañando a nosotros mismos.

La oscuridad no es más que una de las dos caras de una moneda (siendo la otra

cara la luz); y, tal y como ocurre con todos los opuestos existentes, la luz y la

oscuridad no pueden existir la una sin la otra, por eso no debemos tratar de

eliminar la oscuridad de nosotros, ya que es imposible; basta con no dejarse

influenciar por la oscuridad que habita en nuestros corazones.

La oscuridad en nuestros corazones puede manifestarse por diversos motivos, y

el factor que dispara esa oscuridad puede ser algo muy pequeño y

aparentemente sin importancia o algo muy grande y traumático. Casi siempre hay

personas, cosas, situaciones, o lugares que desatan la oscuridad de nuestros

corazones.

La oscuridad de nuestros corazones es toda esa amargura, rabia, odio,

depresión; la oscuridad es todas esas veces en las cuales nos sentimos

impotentes, todas esas veces en las cuales nos fallamos a nosotros mismos;

podría decirse que la oscuridad de nuestros corazones es el veneno de nuestra

alma.

Por el contrario, la luz de nuestros corazones es la alegría, la ilusión, la paz, el

amor; la luz es lo que mantiene vivas a nuestras almas. Cada vez que actuamos

basándonos en la luz de nuestros corazones sentimos una sensación de

bienestar, es como si nuestra alma empezara a vibrar a otro nivel (estoy segura

de que todos conocemos esa sensación).

La verdad es que es muy difícil decir cuando estamos actuando según lo que nos

dice la oscuridad o la luz de nuestros corazones, ya que nuestra personalidad

está compuesta tanto por luz como por oscuridad; y es por eso que

prácticamente no podemos distinguir cuando cambiamos de un “lado” al otro

“lado”.

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Pero lo que sí podemos hacer es tratar de reconocer la “voz” de la luz de

nuestros corazones, y así hacerle caso.

La luz y la oscuridad son opuestos naturales, pero tal y como ocurre siempre en

la naturaleza, pueden llegar a estar en equilibrio; por eso nosotros también

debemos encontrar ese equilibrio: el balance entre la luz y la oscuridad de

nuestros corazones.

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s difícil saber si existe o no el destino. Hay

muchas teorías y confusiones al respecto. Tal y

como siempre, nos hacemos más preguntas de

las que podemos responder.

Hay mucha gente que cree que el destino no

existe, que todo lo que hemos conseguido en la

vida (tanto cosas buenas como malas) son

producto de lo que hemos hecho en el pasado, y

que ninguna fuerza como el destino influyó en esto. Básicamente, dicen que todo

se basa en la regla de causa-consecuencia.

Hay otras personas que, por el contrario, creen que todo está predestinado, y,

aunque sí creen que tenga influencia lo que hacemos, creen que también hay una

fuerza llamada “destino”, que rige todo lo que ocurre, y que no se puede huir a

éste, no importa que hagamos.

Yo, por mi parte, creo que ambas cosas son verdad en cierto modo, pero hay

otras cosas que no.

En mi opinión sí existe una fuerza llamada “destino”, pero el destino no es algo

que influya en nuestras vidas, sino una fuerza que “sabe” lo que va a ocurrir y

como va a ocurrir, pero no provoca que eso ocurra, somos nosotros los que

hacemos que ocurran las cosas. Es verdad que todo siempre sale exactamente

como debería (para bien o para mal, todo lo que ocurrió ocurrio de ese modo

porque debía ser así), pero nosotros fuimos los que hicimos estas cosas, no el

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destino. Es verdad que el destino “quería” que hiciéramos esas cosas, pero

fuimos nosotros los que las hicimos pasar. Todo lo que hacemos estaba

predestinado a pasar, pero no lo hacemos porque estuviera predestinado, lo

hacemos porque eso es lo que nosotros queremos y/o debemos hacer (lo que

está predestinado nosotros no lo sabemos, nosotros solamente actuamos por

nuestra propia voluntad). Es muy complicado de explicar, ya que este es un tema

muy complicado y que abarca mucho. Digamos que cada uno hace las cosas por sí

mismo, y estaba escrito que así sería.

A simple vista podría decirse que esta teoría no cubre ciertas cosas, por

ejemplo cuando llega a nuestras vidas una persona o libro que nos da el mensaje

exacto que necesitábamos oír en ese mismo momento. Yo diría que eso ocurre

porque nosotros atrajimos esa energía, nosotros atrajimos que eso pasara.

Podría decirse que el destino es como un libro en el cual está escrito todo lo que

ocurrirá, pero eso que está escrito no es “lo que el destino hará que pase” sino lo

que nosotros haremos que pase; nosotros no podemos ver ese libro, así que

nosotros hacemos todo por nosotros mismos. No hay ninguna fuerza que pueda

decidir por nosotros, sólo nosotros tenemos el poder de decidir qué hacer con

nuestras vidas, y debemos ser conscientes de que todo lo que hagamos ahora

influirá (directa o indirectamente) en lo que nos ocurra en el futuro.

Pero claro, esta es sólo mi hipótesis, no necesariamente tiene que ser cierta.

Cada uno es libre de pensar y creer lo que su corazón les indique.

Pero lo que sí es importante tener en cuenta (independientemente creamos en el

destino o no) es que no podemos quedarnos de brazos cruzados esperando a que

todo se arregle por sí sólo, siempre tenemos nosotros que forjar nuestro propio

bienestar.

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odos sabemos que los sueños son

proyecciones de nuestro subconsciente que

ocurren mientras que estamos dormidos, pero

muchas veces no sabemos por qué soñamos con

lo que soñamos.

La verdad es que todos nuestros sueños, desde el más hermoso hasta el más

terrible, tienen su propio significado especial, pero ese significado sólo lo

sabemos nosotros; no se trata de lo que algo represente normalmente, sino lo

que eso representa para nosotros, ya que cada caso es distinto.

Hay sueños en los cuales vemos personas, cosas o lugares que hacía mucho

tiempo que no veíamos. Estos sueños normalmente son para recordar algo que

habíamos olvidado, muchas veces también es para volver a sentir una emoción o

sentimiento que hacía tiempo que no sentíamos.

Otros tipos de sueños son en los cuales soñamos con cosas horribles, que nos

dan mucho miedo o nos hacen sufrir mucho; estas son las llamadas “pesadillas”.

Incluso sueños tan feos como estos tienen un significado y un motivo, que puede

ser enseñarnos alguna lección o ayudarnos a enfrentar nuestros miedos y así

volvernos más fuertes.

Hay algunos sueños llamados “sueños premonitorios”, en los cuales soñamos

sobre algo que va a ocurrir. Estos sueños no son muy comunes, y no mucha gente

los tiene. El motivo de estos sueños puede ser advertir a la persona lo que va a

ocurrir o prepararla para un fuerte impacto emocional, entre otros.

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Hay otros sueños en los cuales nuestros deseos se vuelven realidad, y todo es

muy armonioso y feliz. Estos sueños suelen ser para decirnos que no nos

rindamos ante las situaciones difíciles que se nos presentan y que siempre

luchemos por nuestros sueños.

También hay sueños en los cuales vemos a una persona cercana a nosotros que ha

muerto y ésta nos da un mensaje. Hay personas que dicen que esto es tan sólo

una proyección de nuestras mentes porque extrañamos a esa persona, pero hay

otras personas que afirman que ese fue el espíritu de la persona que se

comunicó con nosotros. Yo creo que sólo uno mismo puede determinar esto.

Estos son sólo ejemplos, ya que hay muchos más tipos de sueños. También hay

sueños que mezclan elementos de distintos tipos de sueños. Aunque si soy

sincera, yo no creo que los sueños se puedan catalogar, ya que cada sueño es

único.

Los sueños son controlados por nuestro subconsciente, lo que significa que en

ellos están proyectados nuestros recuerdos, deseos y temores. Un modo para

poder llegar a conocernos mejor a nosotros mismos es analizar nuestros sueños,

ya que ahí descubrimos cosas sobre nosotros que ni siquiera nosotros mismos

sabíamos. Nuestra parte más profunda y desconocida es el subconsciente, es

por eso que no se deben subestimar los mensajes de nuestros sueños, ya que los

sueños son la puerta al subconsciente.

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erdonar es definitivamente uno de

los procesos más hermosos y complejos

que existen, pero la verdad es que es no

es nada fácil determinar hasta qué punto

algo se puede perdonar.

No siempre las cosas que nos hacen son

fáciles de perdonar. No es lo mismo que te derramen accidentalmente un vaso

de agua encima a que asesinen a tu hijo. Hay cosas muy superficiales que son

fáciles de perdonar, mientras que otras cosas más serias y profundas son más

difíciles de perdonar.

A la hora de perdonar a alguien es difícil determinar cuando algo es tolerable y

cuando fue demasiado. En la vida uno se encontrará con personas que están

dispuestas a perdonar cualquier cosa y con otras personas que no serán capaces

de perdonar el más mínimo error. Esto depende mucho del concepto de justicia

de la persona, y la justicia es algo muy abstracto. Ni siquiera en los juicios se

puede tomar una decisión completamente justa, ya que el juez es una persona, no

un dios, él trata de tomar la decisión más justa, pero es imposible que un

veredicto sea completamente justo, ya que cada persona implicada en el caso

tendrá una concepción distinta de lo que es justo, y es imposible satisfacerlos a

todos. Entonces, considerando que la justicia es un concepto imperfecto, ¿cómo

podemos asegurarnos de cuando es justo perdonar y cuando no?

Otro factor importante a tener en cuenta es si la persona culpable realmente se

arrepiente, ya que es mucho más fácil perdonar a alguien humilde que reconoce

26

que se equivocó y se arrepiente de lo que hizo que a alguien que sigue diciendo

que no hizo nada malo y se niega a disculparse ante la persona o personas que

hirió o perjudicó. Por ejemplo, si una persona tira accidentalmente un objeto

tuyo y lo rompe es más fácil perdonarla si ella se disculpa y demuestra estar

arrepentida que si simplemente dice que no fue culpa suya, que fue culpa de uno

por dejar el objeto en ese lugar donde es tan fácil tirarlo y ni se disculpa. Esto

mismo es aplicable también a una situación más seria y profunda, por ejemplo, si

un querido amigo nuestro hiere nuestros sentimientos es mucho más fácil

perdonarlo si éste demuestra que se dio cuenta de su error y trata de remediar

lo que hizo que si nos dice que él no dijo nada malo, que fuimos nosotros los que

nos lo tomamos así.

También es importante no volver a cometer los mismos errores varias veces.

Cada vez que nos equivocamos debemos aprender de estos errores para nunca

volver a cometerlos. Pero si no aprendemos de estos y los seguimos cometiendo,

no importa cuán arrepentidos estemos y cuanto nos disculpemos, será difícil que

nos perdonen, ya que la actitud que demostramos es que realmente no nos

importa mucho, ya que si nos importara nos aseguraríamos de no volver a

hacerlo.

Algo importante a destacar es que no podemos pensar que podemos hacer

cualquier cosa que sabemos que esté mal ya que después iremos a la iglesia a

confesarnos y Dios perdonará nuestros pecados. Esta creencia es falsa, ya que,

independientemente de nuestras creencias religiosas, debemos ser conscientes

de que no podemos simplemente decir “perdón” y pensar que esto es suficiente.

Si no nos arrepentimos de lo que hicimos mal, no nos merecemos el perdón,

independientemente de si las otras personas decidan perdonarnos o no. Y

disculparnos ante Dios es la misma historia, no podemos pensar que simplemente

diciéndole a un cura lo que hicimos mal ya fuimos perdonados y liberados de toda

culpa y podemos seguir viviendo como si nada malo hubiera sucedido.

Otra faceta importante del perdón es el perdón a nosotros mismos, ya que hay

muchas personas que están dispuestas a perdonar a los demás pero no a sí

mismas. Personalmente, para mí no hay persona más difícil de perdonar que yo

misma. Siempre que cometo errores me siento como una tonta y una mala

persona, y cuando otras personas cometen los mismos errores o más pequeños,

27

los perdono fácilmente y me comporto como si eso no hubiera sido nada. Es

realmente difícil perdonarse a uno mismo, sobre todo si uno es una persona muy

exigente con sigo misma, pero, después de tanto tiempo castigándome a mí

misma tan duramente, me he dado cuenta de que el mayor error que podemos

cometer es no perdonarnos, ya que esto nos deja atrapados en el pasado y nos

impide continuar adelante; y si realmente queremos enmendar ese error no

debemos quedarnos atascados en nuestro pasado, debemos mirar siempre hacia

adelante.

Es importante no ser rencorosos y no cerrarnos a perdonar a los demás, ya que

los únicos que saldremos heridos somos nosotros mismos. Siempre debemos

tratar de juzgar por nuestra propia cuenta cuando es el momento de perdonar.

Se dice que el amor perfecto y completo perdona todo, es un muy lindo

pensamiento, algo que sería muy bueno que todos pudiéramos conseguir, pero la

verdad es que es muy difícil. Lo que sí podemos hacer es mantener nuestros

corazones abiertos y aceptar que todos cometemos fallos, nadie es perfecto,

pero todos recorremos juntos este camino que es la vida, haciendo siempre un

esfuerzo por ser mejores personas de lo que éramos ayer.

28

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l miedo es uno de los sentimientos más

difíciles de comprender y analizar. Éste no

es un sentimiento bueno ni malo, ya que esto

depende mucho de la situación.

Primero que nada, debemos tener en cuenta

que el miedo es un sentimiento de alerta,

preocupación o angustia por un peligro, ya

sea que esté presente o que nos lo estemos

imaginando.

Hay situaciones en las cuales el miedo es

bueno, ya que éste nos advierte del peligro y

de este modo podemos escapar de éste. Pero aun así hay que tener cuidado de

no dejarnos paralizar por el miedo, ya que si esto sucede, no podremos hacer

nada, y el miedo, lejos de ser un aliado, se convierte en nuestro peor enemigo.

Hay en otros casos en los cuales, el miedo directamente es malo, ya que nos

impide hacer las cosas que queremos y/o debemos hacer.

Hay muchos tipos de miedos:

Uno de los miedos más comunes es el miedo a la muerte. La muerte en sí es un

tema en el que preferimos no pensar, pero en cuanto pasa algo grave y peligroso,

enseguida el miedo a la muerte aparece en su máximo esplendor y nos

atormenta. El miedo a la muerte es probablemente uno de los miedos más

difíciles de erradicar, ya que es completamente normal sentir miedo hacia algo

tan desconocido y horrible como la muerte. Lo importante es no dejar que el

29

miedo a la muerte se apodere de nosotros; y aprovecharlo para apartarnos de

situaciones o lugares de peligro.

Otro miedo que se da mucho es el miedo de estar apartados de nuestros seres

queridos. Es normal que a todos nos dé miedo que las personas importantes para

nosotros se vayan lejos, pero no podemos llegar hasta el punto en que no nos

apartemos ni un sólo instante de nuestros familiares y amigos por miedo a que

desaparezcan o mueran. Este es un miedo presentado muy frecuentemente en

niños pequeños, que no quieren que sus padres se vayan. Pero, aunque este miedo

es normal en niños pequeños, si se diera el caso en una persona mayor puede

deberse a un fuerte trauma emocional, mental o físico; o a alguna enfermedad

mental.

Otro miedo muy común es el miedo a fallarse a uno mismo y/o a los demás. Este

miedo tiene un aspecto muy bueno, y es que nos obliga a dar lo máximo de

nosotros mismos siempre, pero realmente es muy malo, ya que hace que nos

sintamos muy mal cada vez que no superamos las expectativas fijadas, y tal y

como todos sabemos, nadie es perfecto, así que, tarde o temprano, todos

fallaremos alguna vez. Lo importante es no quedarnos traumatizados por haber

fallado, si fallamos debemos volvernos a levantar y seguir intentándolo. Algo muy

peligroso de este miedo es que hay personas que, como se fallaron a sí mismos,

deciden hacerse daño físico como castigo; y esto es algo que jamás debe

hacerse.

También hay miedos, denominados fobias, que responden a un estímulo en

específico. Ejemplos de esto son la aracnofobia (miedo a las arañas),

claustrofobia (miedo a los lugares encerrados), hemofobia (miedo a la sangre),

etc. Es importante saber que estos miedos son serios, tal y como cualquier otro

miedo, y no deben ser objeto de burla, ya que muchas veces la gente se toma a

broma las fobias, lo cual está muy mal y se hace sufrir mucho a la persona.

Superar los miedos no es nada fácil, pero con ayuda profesional y dando lo

máximo de nuestra parte podremos conseguir grandes progresos. Siempre que

un miedo nos deje paralizados y nos impida movernos, debemos pensar en algo

que nos dé fuerzas para movernos (como a alguna persona a la que apreciamos),

en esa situación sólo nos queda una pregunta que responder: ¿qué es más fuerte,

mi miedo o mi amor por mis seres queridos?

30

a amistad es una de las formas de

amor más hermosas que podemos

llegar a experimentar, y, al igual que

todas las demás formas de amor, es

incondicional.

Los amigos son aquellos que nunca te

abandonan, que siempre están contigo

para ayudarte, que siempre tratan de

comprenderte, que siempre te toman en cuenta, y mucho más.

El ser humano es un ser que vive en sociedad, por lo tanto siempre tratamos de

buscar alguna persona que quiera ser nuestra amiga. Incluso las personas a las

que les gusta la soledad deben admitir que es agradable tener a alguien que te

quiera y te apoye incluso en las situaciones más difíciles.

Es importante tener en cuenta que un amigo no es alguien que siempre nos

comprende, sino alguien que siempre nos intenta comprender. Es difícil que una

persona nos comprenda siempre, ya que cada persona es un mundo, ni siquiera

uno mismo puede llegar a comprenderse completamente, así que ni hablar de que

otra persona pueda llegar a comprendernos siempre. Pero lo que diferencia a un

amigo de cualquier otra persona es que éste siempre intenta comprendernos, e

incluso cuando no lo consigue, permanece a nuestro lado.

Todo el mundo debe haber oído la expresión que dice que con respecto a amigos

es más importante la calidad que la cantidad, pero ¿realmente le hacemos caso?

Muchas veces nos esforzamos tanto por hacernos amigos de más personas que

descuidamos los amigos que ya teníamos, y perdemos a esas amistades. La

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soledad no se mide con respecto a la cantidad de personas que hay con nosotros,

sino con respecto a cuan buenos son nuestros amigos. Uno puede estar rodeado

de personas que supuestamente son sus amigos y sentirse solo; y por el

contrario, uno puede estar con una sola persona y, si ésta es un amigo de verdad,

sentirse acompañado.

Esto nos lleva al tema de quien es un amigo y quién no. No es lo mismo un amigo

que un compañero. Un amigo es alguien a quien uno quiere de verdad, alguien que

decide por su propia voluntad estar con uno, alguien que se preocupa por nuestro

bienestar. Mientras que un compañero es alguien que realiza alguna actividad o

trabajo con nosotros, y alguien a quien debemos respetar y tratar bien, pero no

necesariamente tiene que caernos bien. “Amigo” es una palabra muy fuerte, la

verdad es que la mayoría de las personas que conocemos son nuestros conocidos

o compañeros, pero muy pocos son nuestros amigos de verdad; no podemos

denominar “amigo” a cada persona que nos cae bien, ya que la amistad es algo

mucho más fuerte, serio y hermoso.

Otra cosa que es importante es que no debemos dejar atrás a nuestros viejos

amigos para ganar popularidad. Hay veces que queremos caerle bien a ciertas

personas, pero a éstas no les agradan nuestros amigos, entonces nosotros

dejamos de juntarnos con estos amigos, y lo que es más, incluso a veces

empezamos a insultar o tratar mal a esos amigos. Otras veces la situación no es

tan extrema con respecto al trato a nuestros amigos, pero lo que sí pasa es que

para agradar a otras personas cambiamos mucho nuestro modo de ser, y esto

hace que nuestros viejos amigos se alejen de nosotros. Debemos ser conscientes

de que nuestros amigos de verdad son aquellos que nos quieren tal y como somos,

y que no nos exigen cambiar nuestro modo de ser ni las personas con quienes nos

juntamos.

Podría decirse que la amistad es como una planta, es decir, que debemos regarla

para evitar que esta se muera. Por eso es importante cuidar nuestras amistades,

ya que los amigos son los tesoros que la vida nos da, algo por lo que vale la pena

dar nuestras vidas. Los amigos son los que traen la luz a nuestras vidas, y

mientras tengamos en nuestras mentes el recuerdo de algún amigo, esta luz

jamás se extinguirá.

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a gente suele pensar que un milagro

es algo maravilloso e inmenso que

cambia completamente la vida de

muchas personas y es muy difícil que

pase, pero un milagro no es

necesariamente eso.

Es muy importante tener en cuenta que

un milagro puede ser cualquier situación extraordinaria y/o maravillosa. Además,

un milagro no tiene necesariamente que influir en la vida de muchas personas,

con tan sólo ser un milagro para una persona es suficiente para llamarlo

“milagro”.

La triste verdad es que la gente ya no cree en los milagros, ya que entre las

rutinas y las amarguras de sus vidas sus sueños y esperanzas se ahogaron.

Aunque nadie puede ser culpado, después de todo, entre los golpes y la

monotonía de la vida cualquiera pierde su alegría, esa alegría tonta que nos hace

sentir bien sin tener ningún motivo en especial por el cual sentirnos así.

Pero lo que tenemos que intentar es mantener nuestra fe en los milagros, ya que

éstos están en todas partes, tan sólo debemos tener los ojos bien abiertos y

nuestro corazón aún más abierto, y así podremos darnos cuenta de los milagros

que están ocurriendo.

Pero lo que sí es importante tener en cuenta es que no podemos estar buscando

y esperando milagros todo el tiempo, los milagros sólo llegarán cuando deban

llegar. También es importante reconocer qué son los milagros y cuando lo son

para nosotros y cuando lo son para otros, ya que algo muy pequeño y sin

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importancia para alguna persona puede ser el mayor milagro para otra persona.

Algunos creen que los milagros son siempre hechos inexplicables y son causados

por alguna fuerza o ser superior. Pero yo no creo que los milagros

necesariamente tengan que ser inexplicables, ya que hay veces en las cuales sí

entendemos porque pasó el milagro y no por eso deja de ser un milagro. Además,

no es necesaria la intervención de un ser o fuerza superior, ya que cualquier

persona puede hacer un milagro, ni siquiera necesitamos gran poder e influencia

ni muchos recursos económicos, lo único que tenemos que hacer es tratar de

obrar bien y ayudar a los demás, y así haremos milagros tanto consciente como

inconscientemente; es más, hasta incluso sin hacer nada bueno por alguien

conscientemente, tan sólo siendo nosotros mismos podemos crear un milagro

para alguien.

Algo importante para definir el concepto de “milagro” es que éstos siempre

cambian nuestras vidas de un modo u otro. Puede que sea de un modo físico o

material, algo que todo el mundo note fácilmente, pero la mayoría de las veces

es más a un nivel mental, emocional o espiritual. Muchas veces ocurre algo muy

bueno en nuestras vidas que (puede ser muy importante o no) cambia

completamente nuestro modo de ser, ya que no volvemos a ver el mundo del

mismo modo.

Pero lo principal para que un milagro sea un milagro es que nosotros lo sintamos

así, que eso nos haga sentir llenos de felicidad y bienestar, una sensación tan

pura y maravillosa que muy pocas cosas nos hacen sentir. Los milagros ocurren

cuando los sueños y la esperanza se funden con la realidad.

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odos somos conscientes de los problemas

medioambientales que están ocurriendo en el mundo,

pero tristemente muchas personas deciden

simplemente ignorar el tema para no tener que hacer

nada al respecto...

Entre el calentamiento global, el efecto invernadero, el

descongelamiento de los polos, entre otros, el mundo se

está convirtiendo en un lugar inhabitable; aún no nos

damos cuenta, pero la situación está empeorando

críticamente, y si no hacemos nada, probablemente paguemos caro las

consecuencias.

Sé que muchos están cansados de oír varias veces lo mismo, pero no se diría

tanto si no fuera necesario que la gente lo oyera...

Una de las grandes desvirtudes de los seres humanos es que tendemos mucho a

pensar sólo en nosotros mismos, no pensamos en las miles de especies que

habitan el planeta, ni en las futuras generaciones. Además, el ser humano tiende

a actuar pensando simplemente en el presente, sin preocuparse por las

consecuencias que esto traerá en el futuro. La gran prueba de esto es que

sabemos que si seguimos por este camino las consecuencias serán letales para el

planeta y todas las especies que habitan en éste, sin embargo no hacemos nada

para evitarlo.

Es verdad que cada vez hay más gente que despierta a la situación actual del

planeta, y algunas de esas personas de verdad cambian su estilo de vida para

ayudar al medio ambiente, pero lamentablemente aún hay muchísimas personas

35

que no hacen nada al respecto. También hay que tener en cuenta que el hecho de

no poder hacer nada no siempre es culpa de la persona, sino que puede pasar que

la zona donde uno vive no dispone de los medios requeridos para realizar

acciones más saludables para el medio ambiente (tal y como es tener

contenedores en los que se separe el plástico, el vidrio, el papel, y la materia

orgánica; o disponer de veredas por las cuales se pueda caminar o montar en

bicicleta para evitar usar vehículos que dañen el medio ambiente). Pero incluso

siendo así, siempre hay cosas que uno puede hacer para evitar dañar a nuestro

planeta.

A continuación les presentaré algunas medidas que se pueden tomar para ayudar

al medio ambiente:

Primero que nada debemos separar la basura que tiramos en distintos

contenedores; hay uno para el plástico, otro para el papel y cartón, otro para los

vidrios, y un último para materia orgánica. Aunque desafortunadamente, tal y

como dije antes, no todos tenemos acceso a esto.

Algo que todos podemos hacer es reducir la cantidad de CO2 enviada a la

atmósfera a través de los caños de escape de los autos, para hacer esto

debemos reducir la cantidad de veces que utilizamos el auto, es decir, utilizar

más veces el transporte público (como el ómnibus), e ir a pie o en bicicleta a los

lugares que quedan cerca.

Para evitar gastar mucho papel podemos reutilizar las hojas. Por ejemplo: una

hoja que habíamos impreso a computadora por un sólo lado y ya no la

necesitamos, podemos utilizarla del otro lado.

Debemos ahorrar energía; un buen modo de hacer esto es apagar los aparatos

electrónicos cuando no los estemos usando.

No debemos tirar basura por cualquier lado, para algo existen los contenedores,

y si vemos un papel en el suelo (no importa que no sea nuestro) debemos tirarlo.

Tenemos la obligación de asegurarnos de cerrar bien la canilla para que no quede

goteando, y no debemos dejar el agua abierta cuando nos lavamos los dientes;

además, debemos reducir el consumo del agua, por ejemplo duchándonos en lugar

de bañarnos.

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Es bueno reutilizar las bolsas de plástico, ya que muchos tipos de plástico no se

degradan en la naturaleza, y los que sí se degradan tardan de cientos a millones

de años, este tiempo depende del tipo de plástico.

Debemos cambiar las bombillas comunes por bombillas de bajo consumo, ya que

éstas duran 10 veces más que las comunes; y aunque es verdad que son más

caros, a la larga, es un ahorro.

Mucha gente utiliza la excusa de que con que una persona haga algo no es

suficiente, pero esto no es cierto. Aunque es verdad que si todos actuáramos se

conseguirían resultados incluso mejores, pero con tan sólo una persona que actúe

ya se hace un gran cambio, ya que si hacemos esto durante toda nuestra vida, los

resultados serían suficientes para producir un auténtico cambio, y si todos

hacemos esto, aún estamos a tiempo de salvar el planeta. Además, si todos

pensáramos que con tan sólo hacerlo nosotros no sería suficiente, nadie haría

nada. Debemos actuar ahora, porque el futuro está en nuestras manos.

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uando somos pequeños nos enseñan que los padres

son las personas que nos dieron la vida y que nos cuidan

y nos quieren, pero eso no significa que uno no vaya a

tener discusiones y estar en desacuerdo con sus padres

a veces.

Los padres siempre están pensando en lo mejor para sus hijos, y siempre hacen

todo pensando en las consecuencias que esto traerá para sus hijos. El amor que

sienten los padres por sus hijos es tan fuerte que jamás desearían hacerles

daño, pero lo que pasa a veces es que los padres no siempre saben lo que es

mejor, y es por eso que a veces acaban haciendo daño a sus hijos sin darse

cuenta.

Así mismo, los hijos también quieren muchísimo a sus padres, y siempre (lo

demuestren o no) están muy agradecidos con sus padres por todo lo que han

hecho por ellos, pero lo que ocurre a veces es que los hijos se enfurecen mucho

con sus padres, y llegan incluso a inconscientemente hacerles mucho daño a sus

padres haciendo y diciendo cosas que perjudican a sus padres y a sí mismos.

Pero, tal y como hay veces en las cuales los padres e hijos se hacen daño sin

querer, lamentablemente, también hay ocasiones en las cuales éstos se hacen

daño apropósito.

Y este tipo de situaciones (tanto cuando se hace apropósito como cuando se

hace sin querer) pueden dejar marca para siempre en los corazones tanto de los

padres como de los hijos.

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Es importante que haya respeto mutuo entre los padres y los hijos; algo que

pasa a veces es que los padres no respetan a sus hijos pero aun así exigen que

sus hijos los respeten, y esto no debe ser así, porque si el respeto no es mutuo,

entonces no es respeto.

Otro factor importante es que ese respeto debe estar basado en el amor, no en

el miedo, ya que si un padre o madre mantiene bajo control a su hijo o hija por

medio del miedo, entonces esta situación sólo continuará mientras que el hijo

pueda soportarlo, y llegará un momento en el cual el hijo no lo soporte más y

deje de tener miedo, entonces el padre, a lo que nunca se ganó el respeto ni el

cariño de su hijo, no tendrá ninguna autoridad sobre éste. Y lo más probable es

que esos padres e hijos nunca lleguen a tener una buena relación, e incluso es

posible que una vez los hijos se vayan de casa, éstos corten su relación con sus

padres.

Por el contrario, si el padre se ganó el respeto de su hijo mediante el amor, y él

también respeta a su hijo, su relación será auténtica y duradera.

Es importante que los hijos sean conscientes de que sus padres siempre estarán

ahí para ellos, para ayudarlos en todo lo que necesiten, y eso es algo que no es

fácil de conseguir: una persona que está dispuesta a escucharte, ayudarte y

apoyarte no importa cuán malas sean las cosas que hiciste. Pero también hay un

error que cometen muchos padres, que es decir que ellos pueden entender

cualquier situación que sus hijos estén viviendo porque ellos también tuvieron su

edad; esto es un gran error, ya que los tiempos cambian mucho, y así mismo

también cambian las situaciones, además, puede que el padre sepa lo que hizo él

en esa situación, pero esto no tiene porque ser necesariamente lo mismo que

deba hacer el hijo; por eso es importante que el padre escuche con atención el

problema de su hijo y le ACONSEJE algo, pero que no le EXIJA nada, e incluso

hay ocasiones en las cuales es mejor que el padre escuche y apoye a su hijo en

silencio (con un abrazo) y no lo juzgue.

La relación entre los padres e hijos es muy importante y hermosa, y es algo que

vale la pena esforzarse en mantener.

39

Fin