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REFLEPSIONES Revista de Psicología Nº 24 Noviembre 2010 ISSN 1989-4716

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Reflepsiones. Revista de Psicología nº 24 Noviembre 2010 | ISSN 1989-4716 | Sumario: Síndrome de Diógenes (Luis Aparicio Sanz) | Dislexia evolutiva (Amelia Catalán Borja) | El duelo (Amparo Puig Ricart) | Cómo dar una orden (Beatriz Sarrión Soro) | Breve definición de los trastornos disociativos (Amparo Puig Ricart) | Duelo infantil (Alfredo Soler Jiménez) | Inteligencia emocional (Manu Amozarrain)

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REFLEPSIONES Revista de Psicología

Nº 24 Noviembre 2010

ISSN 1989-4716

REFLEPSIONES Nº 24 Noviembre 2010 2

Sumario Página

PUBLICADO EN EL BLOG REFLEPSIONES

Síndrome de Diógenes

Luis Aparicio Sanz 4

Dislexia evolutiva

Amelia Catalán Borja 8

El duelo

Amparo Puig Ricart 12

Cómo dar una orden

Beatriz Sarrión Soro 15

Breve definición de los trastornos disociativos

Amparo Puig Ricart 18

Duelo infantil

Alfredo Soler Jiménez 20

OPINIONES

Inteligencia emocional

Manu Amozarrain 23

SOBRE LOS AUTORES 28

DIRECTORA

Dª. Amelia Catalán Borja

Psicóloga

REDACTOR JEFE

D. Luis Aparicio Sanz

Psicólogo

COMITÉ DE REDACCIÓN

Dª. Amparo Puig Ricart

Psicóloga

Dª. Beatriz Sarrión Soro

Psicóloga

D. Juan José Calvo Cases

Médico

INFORMACIÓN

Esta revista pretende recoger

noticias, comentarios, artículos,

etc., relacionados con la psicología,

intentando informar tanto a

profesionales, como a pacientes y

público en general. La mayoría del

contenido corresponde a entradas

publicadas en el blog Reflepsiones.

Para cualquier tema relacionado

con esta publicación puede dirigirse

al siguiente correo electrónico:

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La información contenida en esta

revista no reemplaza a la relación

con su médico o profesional

sanitario.

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ISSN 1989-4716

REFLEPSIONES Nº 24 Noviembre 2010 3

PUBLICADO EN EL

BLOG REFLEPSIONES

REFLEPSIONES Nº 24 Noviembre 2010 4

Síndrome de Diógenes

Luis Aparicio Sanz

Este síndrome debe su nombre al filósofo griego Diógenes de Sínope (412-323 a.C.),

fundador de la escuela filosófica cínica, que era representado siempre viviendo dentro

de un tonel, lo que expresaba gráficamente su ideología que despreciaba todos los

bienes materiales, pretendiendo ajustar la existencia al mínimo vital (Saiz, Lozano,

Burguillo y Botillo, 2003).

Definición

Aunque el síndrome de Diógenes “no está reconocido en los manuales diagnósticos

internacionales como entidad diagnóstica y además puede aparecer en distintas

enfermedades psiquiátricas y neurológicas” (Lera, Hernández y Leal, 2008; Carrato y

Martínez, 2010), según Pantoja (2006), “es un trastorno específico que se presenta en

algunas personas solitarias, de edad avanzada y que afecta a sujetos de todos los

estratos sociales”, que se caracteriza por:

Una conducta de aislamiento voluntario, con ruptura de las relaciones sociales

y una inobservancia de las normas convencionales.

REFLEPSIONES Nº 24 Noviembre 2010 5

Una conducta de autonegligencia con abandono de la higiene (tanto personal

como ambiental), como de la alimentación y la salud (la mayor parte presentan

estados nutricionales deficientes y/o enfermedades somáticas relevantes).

Con tendencia a acumular compulsivamente grandes cantidades de basura en

sus domicilios y vivir voluntariamente en condiciones de pobreza extrema a

pesar de poseer medios económicos para llevar mejores condiciones de vida.

Que se presenta en personas de edad senil que en su mayoría (73,3%) no

presentan trastornos psiquiátricos mayores o diferentes del propio síndrome. Si

bien en todos los casos se observa la presencia de ciertos rasgos y/o conjunto

de rasgos de carácter o personalidad específicos o frecuentes (sujetos

dominantes, independientes, poco sociables, obstinados, inestables, solitarios),

rasgos que algunos autores consideran como premórbidos o predisponentes

de la enfermedad.

Que rechazan todo tipo de ayudas (tanto sociales como familiares) o se

resisten a ser sacados de sus domicilios.

Y que muestran rechazo activo a cambiar de vida o de conducta, con tendencia

a volver a su forma de vida cuando son dados de alta de una institución

sanitaria y/o social o se descuida su vigilancia.

Etiología

A pesar de que no está claramente definida (Saiz, Lozano, Burguillo y Botillo, 2003),

Stumpf y Rocha (2010) señalan que las principales hipótesis etiológicas del síndrome

de Diógenes son las siguientes:

Representaría la “fase final” de un trastorno de la personalidad.

Sería una manifestación de demencia del lóbulo frontal.

Sería la fase final del subtipo hoarding (acaparamiento) del TOC (trastorno

obsesivo-compulsivo).

Sería una fase final común a diferentes trastornos psiquiátricos, especialmente

aquellos asociados al coleccionismo.

El síndrome sería precipitado por estresores biológicos, psicológicos y sociales,

asociados con la edad, en individuos con rasgos de personalidad

predisponentes.

REFLEPSIONES Nº 24 Noviembre 2010 6

Formas clínicas

Las tres formas clínicas más representativas de este síndrome son (Gómez-Feria,

2008):

El tipo primario asociado a un trastorno de la personalidad.

El tipo secundario asociado a una demencia.

El tipo secundario asociado a otros trastornos mentales (por ejemplo,

esquizofrenia, trastorno obsesivo-compulsivo, dependencia al alcohol).

Epidemiología

Las personas con síndrome de Diógenes ingresadas en hospitales oscilan entre el

0,44 y el 0,5 por mil habitantes/año (Pantoja, 2006).

Lo que significa, en España, el 1,7 por mil de los ingresos hospitalarios de mayores de

65 años (Lera, Hernández y Leal, 2008; Pantoja, 2006).

Tratamiento

El tratamiento abarca distintas áreas (Saiz, Lozano, Burguillo y Botillo, 2003):

Ingreso en un hospital general donde se suministran cuidados médicos básicos

de alimentación e higiene y se recupera el estado físico saludable.

Descartar patología psiquiátrica y, si existe, tratarla adecuadamente.

Es necesario en muchos casos el apoyo por parte de servicios sociales, y la

institucionalización de algunos pacientes.

Referencias bibliográficas:

Carrato, E. y Martínez, R. (2010). Síndrome de Diógenes: a propósito de un caso.

Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, 30(107), 489-495.

Obtenido el 4 de noviembre de 2010, de

http://www.documentacion.aen.es/pdf/revista-aen/2010/Revista-107/107.489-

sindrome_diogenes.pdf

Gómez-Feria, I. (2008). Formas clínicas del síndrome de Diógenes. A propósito de tres

casos. Psiquiatría Biológica, 15(3), 97-99. Obtenido el 4 de noviembre de 2010,

de

REFLEPSIONES Nº 24 Noviembre 2010 7

http://www.doyma.es/revistas/ctl_servlet?_f=7016&articuloid=13120442&revista

id=46

Lera, G., Hernández, M. y Leal, C. (2008). Síndrome de Diógenes: a propósito de un

caso. Psiquiatría Biológica, 15(4), 140-143. Obtenido el 4 de noviembre de

2010, de

http://www.doyma.es/revistas/ctl_servlet?_f=7016&articuloid=13125763&revista

id=46

Pantoja, J.A. (2006). Intervención del trabajador social en personas afectadas por el

Síndrome de Diógenes. Acciones e Investigaciones Sociales, (Extraordinario

1), 435-436. Obtenido el 4 de noviembre de 2010, de

http://dialnet.unirioja.es/servlet/dcfichero_articulo?codigo=2002423&orden=867

15

Saiz, D., Lozano, M.C., Burguillo, F. y Botillo, C. (2003). El síndrome de Diógenes: a

propósito de dos casos. Psiquiatria.com, 7(5). Obtenido el 4 de noviembre de

2010, de

http://www.bibliopsiquis.com/bibliopsiquis/bitstream/10401/863/1/PSIQUIATRIA

COM_2003_7_5_10.pdf

Stumpf, B.P. y Rocha, F.L. (2010). Síndrome de Diógenes. Jornal Brasileiro de

Psiquiatria, 59(2), 156-159. Obtenido el 4 de noviembre de 2010, de

http://www.scielo.br/pdf/jbpsiq/v59n2/a12v59n2.pdf

Fotografía: http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Gerome_-_Diogenes.jpg

Citar como:

Aparicio, L. (2010). Síndrome de Diógenes. Reflepsiones [Revista electrónica], (24), 4-7.

Disponible en: http://stores.lulu.com/reflepsiones [Consulta: FECHA DE CONSULTA].

REFLEPSIONES Nº 24 Noviembre 2010 8

Dislexia evolutiva

Amelia Catalán Borja

En la dislexia evolutiva se

agrupa a aquellos niños que “sin

ninguna razón aparente”

presentan dificultades

especiales en el aprendizaje de

la lectura, es decir, contando con

una inteligencia normal,

ambiente socioeconómico

favorable al aprendizaje, buena

escolaridad, etc. Y que obtienen

en los test de lectura

puntuaciones correspondientes

a las de los niños que cronológicamente son dos o más años menores que ellos.

Por otra parte, su retraso suele ser específico para el área del lenguaje. En actividades

como razonamiento, cálculo numérico, etc., que no exigen uso del lenguaje, su

ejecución puede ser incluso superior a la media. Esta es otra característica que los

diferencia de los niños con problemas de lectura no disléxicos, ya que estos suelen ir

retrasados en todas las materias.

Existen datos obtenidos a nivel neuroanatómico que parecen confirmar la hipótesis de

que existen diferencias en las asimetrías hemisféricas respecto a los sujetos normales.

Por otra parte se han descubierto importantes anormalidades en la formación de la

corteza cerebral de estos sujetos.

Si esto es así, si las dislexias evolutivas también serían consecuencia de disfunción

cerebral, no es descabellado postular que también aquí se encontrarán los mismos

subtipos que en las dislexias adquiridas. En tal caso los tipos de dislexia del desarrollo

serían exactamente los mismos que los producidos por lesión cerebral. La cuestión

parece clara: Puesto que habrá niños que tengan mayores dificultades con la ruta

fonológica, su ejecución será similar a la de los disléxicos adquiridos fonológicos.

Aquellos niños que tengan, en cambio, dificultades con la ruta léxica tendrán una

ejecución similar con la de los disléxicos superficiales.

Contrariamente, otros autores no creen que se pueda trazar un paralelismo entre

ambos tipos de trastornos y afirman que pueden ser muy diferentes ya que una es una

lesión de un componente de un sistema ya formado y en la de desarrollo el déficit en el

funcionamiento viene dado por no haberse terminado de completar el sistema, y la

REFLEPSIONES Nº 24 Noviembre 2010 9

diferencia viene dada porque en las adquiridas es de tipo del todo o nada, y en la

evolutiva el desarrollo de los procesos se produce de forma interactiva y además

depende de factores externos tales como los métodos de enseñanza.

Tipos de dislexias evolutivas

Independientemente de si existen o no los mismos subtipos que las adquiridas, lo que

sí está claro es que los disléxicos evolutivos tampoco forman un grupo homogéneo.

Puesto que los componentes que intervienen en la lectura son muchos las razones del

fracaso de estos sujetos también pueden ser diferentes. Si no consiguen leer es

porque alguno de los componentes no funciona correctamente, bien porque todavía no

se ha desarrollado o porque se ha desarrollado de manera anormal.

Tipos de déficits que se han encontrado en cada uno de los procesos que componen

el sistema de lectura:

Déficit en los procesos perceptivos:

Al igual que ocurría con los disléxicos adquiridos, se han encontrado ciertas anomalías

en el control oculomotor de los niños disléxicos (movimientos saccádicos más cortos,

fijaciones más largas, mayor número de regresiones). Aunque sigue sin estar claro si

esas anomalías son la causa o el resultado de las dificultades lectoras. Tampoco el

déficit radica en el almacenamiento de la memoria icónica, ya que los disléxicos

consiguen retener en este almacén tanto tiempo como los normales.

El déficit en el proceso de análisis visual se ha mantenido bastante tiempo como el

responsable de las alteraciones de los disléxicos evolutivos debido a que estos niños

tienden a confundir las letras que poseen rasgos muy similares, hasta tal punto que

con bastante frecuencia se ha tomado esta característica como principal síntoma

definitorio de la dislexia, casi todo el material de recuperación de la dislexia nos

muestra que la mayoría de los ejercicios que se utilizan son de tipo perceptivo.

Son muchos los trabajos experimentales que han puesto de manifiesto que el

problema de los niños disléxicos es lingüístico más que perceptivo.

Se comprobó, que los sujetos que leían las palabras haciendo inversiones en sus

letras, las deletreaban en orden correcto, lo que indica que el fallo no es perceptivo

sino más central, posiblemente conocen las palabras por sus rasgos visuales globales

(etapa logográfica), y cuando se encuentran con alguna palabra que puede tener una

forma más o menos parecida con otra de la que poseen representación léxica la

identifican enseguida con ella. De ahí que este problema sea mucho más abundante

en los niños que están aprendiendo a leer por el método global.

REFLEPSIONES Nº 24 Noviembre 2010 10

Déficit en el reconocimiento de palabras:

Como en la dislexia adquirida, también en la evolutiva se ha comprobado que es en el

procesamiento léxico en el que se encuentran las mayores diferencias entre los niños

disléxicos y los sujetos normales.

En unos casos las dificultades se pueden producir por incapacidad de hacer uso de la

ruta fonológica; en otros casos de la ruta visual, y en otros por las dificultades en

ambas rutas y ciertamente en función de cuál es la ruta que no está funcionando de

manera adecuada el trastorno tendrá cierta similitud con los subtipos de las dislexias

adquiridas.

Dislexia fonológica si lee con dificultad las pseudopalabras (y además las

confunden con palabras similares visualmente ejemplo: “cime” donde pone

“cine”) y no tienen dificultad para leer las palabras familiares.

Errores derivativos y cambios en las palabras funcionales.

Hay otros casos que concuerdan con las dislexias superficiales ya que no tenían

dificultades para leer pseudopalabras y fallan con las palabras irregulares, las cuales

regularizaban como si se ajustasen a las reglas grafema-fonema.

Dislexia semántica: niños que leían la mayoría de palabras irregulares y sin

embargo no son capaces de señalar el dibujo que correspondía a cada

palabra.

En la dislexia profunda no se han encontrado demasiados casos de tipo evolutivo.

Déficit en el procesamiento sintáctico:

Varios estudios han demostrado que, al menos, algunos niños disléxicos poseen

menor capacidad para retener información en la memoria a corto plazo o memoria

operativa que los lectores normales. Este déficit implica que los sujetos tendrán

dificultades para relacionar entre sí las palabras y formar la correspondiente estructura

sintáctica, ya que al rebasar la memoria operativa se pueden olvidar algunas palabras

sin haber terminado aún su procesamiento.

Pero aún teniendo una memoria operativa normal, estos niños pueden tener mayores

dificultades, al realizar el procesamiento sintáctico (y también el semántico), debido a

que están más tiempo detenidos en el reconocimiento de las palabras, y ello implica

que durante más tiempo tienen su memoria ocupada y por tanto entorpeciendo otros

REFLEPSIONES Nº 24 Noviembre 2010 11

problemas de comprensión que también hacen uso de este almacén de limitada

duración.

Algunos niños también tienen problemas en la capacidad de usar adecuadamente las

claves sintácticas o en la habilidad para “segmentar los constituyentes” en los lugares

correspondientes y su principal problema radica en la incapacidad de organizar

coherentemente las palabras, a pesar de tener una inteligencia normal y unos

procesos de reconocimiento de palabras en perfecto estado.

Déficit en el procesamiento semántico:

Las dificultades en este proceso pueden tener dos causas fundamentalmente:

a) Porque el sujeto no es capaz de organizar los conceptos del texto en una

estructura coherente, y se ha comprobado que algunos lectores retrasados

tienen dificultades en construir la estructura semántica de un texto porque son

incapaces de distinguir las partes importantes del texto de las partes

secundarias.

b) Porque son incapaces de integrar esa estructura en sus conocimientos.

Otros sujetos carecen de unos conocimientos que les ayuden a construir la

estructura y les permitan integrar esa estructura en su memoria.

La comprensión de un texto por sencillo que sea, requiere un conocimiento complejo

del mundo y un amplio rango de experiencias, y muchas veces los lectores son

incapaces de comprender un párrafo o texto porque no poseen los conocimientos

necesarios para su comprensión. En repetidas ocasiones se ha comprobado que los

lectores retrasados poseen menos conocimientos generales que los lectores normales,

aunque lo cierto es que no se sabe si esto es la causa o la consecuencia de la

dificultad lectora. Probablemente en algunos casos sea causa y consecuencia, ya que

el niño, obviamente, no puede comprender los textos que se le presentan porque no

posee los conocimientos adecuados, y eso le aleja de la lectura y con ello de la mejor

fuente de adquisición de conocimientos.

Fotografía: http://www.flickr.com/photos/aidanmorgan/3537327425/

Citar como:

Catalán, A. (2010). Dislexia evolutiva. Reflepsiones [Revista electrónica], (24), 8-11.

Disponible en: http://stores.lulu.com/reflepsiones [Consulta: FECHA DE CONSULTA].

REFLEPSIONES Nº 24 Noviembre 2010 12

El duelo

Amparo Puig Ricart

El duelo es la adaptación que se da en el tiempo, que incluye el restablecimiento del

equilibrio personal y familiar truncado con la muerte de una persona querida. Se

caracteriza por el sufrimiento que provoca la muerte del ser querido y por

pensamientos, emociones y comportamientos que aparecen como consecuencia de la

pérdida.

El duelo es un proceso adaptativo que permite a la persona prepararse para continuar

su vida sin la presencia física de la persona querida y pretende armonizar el vínculo

que se tenía con aquélla con la vida que transcurre en el presente. En la mayoría de

los casos no son necesarios fármacos para sobrellevar el dolor pero, si el sufrimiento

es tan excesivo que nos impide continuar con nuestra rutina o se alarga demasiado en

el tiempo, es recomendable dejarse guiar y aconsejar por profesionales. Es muy

complicado establecer a partir de qué duración el duelo puede considerarse como

patológico pero se estima que a partir de los dos años que son los más complicados

sería esperable que apareciera una reducción progresiva del dolor emocional. Aunque

cada persona es única y el tiempo de adaptación será variable.

REFLEPSIONES Nº 24 Noviembre 2010 13

Las manifestaciones del proceso de duelo suelen ser muy variables: atesorar

objetos del fallecido, soñar con el ser querido, llamarle en voz alta, sensación de

presencia del fallecido, culpa, confusión, incredulidad…

Entre los comportamientos que se suelen producir en los primeros momentos

encontramos la negación de la situación (la persona permanece tranquila e insensible

o por el contrario se muestra excitada y exaltada), el culpabilizar a la persona fallecida

(“¿por qué me has hecho esto?”), en otros casos se puede sentir un cierto desahogo

(por ejemplo, en el caso de que la persona hubiera estado enferma y sufriendo) o

alivio por el ser querido (“al menos ha dejado de sufrir”).

Además de todo esto la persona se repliega en su preocupación y ya nada le resulta

gratificante por lo que cualquier acción le supone un gran esfuerzo y por tanto es

arrinconada, de momento.

Se pueden dar alteraciones del sueño y, como se ha comentado antes, soñar con la

persona fallecida e incluso tener la sensación de que se ve a la persona o que se

escucha su voz.

Una situación muy frecuente, en el caso de que la persona haya muerto a causa de

una enfermedad, es el miedo a contraer esa misma enfermedad e incluso llegar a

percibir algunos síntomas similares a los que tenía el fallecido.

Pueden aparecer sentimientos de culpabilidad por no haber hecho todo lo posible,

dudas por la adecuación o no de los tratamientos médicos que recibió el fallecido,

sentimientos desagradables por haberse mostrado poco amable con él, por los deseos

de que la persona efectivamente falleciera (el cuidado prolongado de una persona

enferma provoca un gran agotamiento) y la culpabilidad por seguir vivo.

Un caso especial en el que suelen hacer acto de presencia los sentimientos de

culpabilidad es el que ocurre en las personas que han enviudado y que comienzan una

nueva relación. En algunas ocasiones este acontecimiento se suele vivir con una

sensación de traición o deslealtad para con la persona fallecida. Y además de esto, en

el caso de que hayan hijos, estos pueden ver a la nueva persona como la usurpadora

del puesto que le correspondía al progenitor fallecido.

De manera general, podemos decir que el duelo a lo largo del tiempo evoluciona en

diferentes etapas que de manera general podemos describir de la siguiente manera:

al inicio, los recuerdos y la imagen del fallecido invaden por completo la mente de la

persona que vive de manera dolorosa y predominan los recuerdos negativos y de

sufrimiento pero, con el paso del tiempo, estas reminiscencias se van alternando con

recuerdos agradables y con el reajuste de las actividades cotidianas. Aunque,

REFLEPSIONES Nº 24 Noviembre 2010 14

debemos ser conscientes que habrá periodos de agudización del dolor en fechas

especiales como las navidades o los cumpleaños en las que se hace más patente la

ausencia.

Enclaustrada en un principio en su casa, la persona va recuperando paulatinamente

las ganas de vivir, de relacionarse, de motivarse por realizar actividades, de salir, etc.

Cuando al final de la vida, la mayoría de los hombres miren hacia atrás,

descubrirán que han vivido ad interim. Se sorprenderán al ver que aquello que

han dejado escurrirse sin apreciarlo, ni disfrutarlo, fue precisamente su vida.

Schopenhauer

Fotografía: http://www.flickr.com/photos/22746515@N02/4101974109/

Citar como:

Puig, A. (2010). El duelo. Reflepsiones [Revista electrónica], (24), 12-14. Disponible en:

http://stores.lulu.com/reflepsiones [Consulta: FECHA DE CONSULTA].

Blog: http://medicablogs.diariomedico.com/reflepsiones/

Revista: http://stores.lulu.com/reflepsiones

REFLEPSIONES Nº 24 Noviembre 2010 15

Cómo dar una orden

Beatriz Sarrión Soro

La dinámica habitual cuando un niño se niega a obedecer es la siguiente: Los padres

avisan al niño de que debe cumplir la orden. El niño sigue sin obedecer, por lo que, el

padre le riñe todavía más. De esta forma, el niño desafía la autoridad repetidas veces

antes de llegar a obedecer. Esa espiral continúa, hasta que el niño se enfada más y

los padres se vuelven más punitivos.

Al final de este ciclo, los padres suelen están enfadados por la conducta negativista y

desafiante y el niño está resentido por los frecuentes castigos.

A la hora de realizar una petición a nuestros hijos, debemos tener en cuenta que las

instrucciones deben ser concretas y estar expresadas en forma de afirmación más que

como petición o favor. Un ejemplo de una petición adecuada sería “recoge tu cuarto”

en vez de “¿quieres recoger el cuarto?”.

Existen distintos estilos a la hora de establecer una orden. El uso de cada uno de

estos estilos va a provocar, resultados diferentes. Vamos a enumerar las cuatro

formas básicas de dar una orden:

ÓRDENES ALFA: Son instrucciones específicas, concisas, directas,

enunciadas con tono firme y decidido, que describen con claridad conductas

viables en el niño. Esta sería la forma de dar órdenes más adecuada y que

produce mejores resultados.

ÓRDENES BETA: Son vagas, contradictorias, inconsistentes, etc. Por ejemplo,

“pórtate bien”, que no aclara cuál es la conducta deseada.

ÓRDENES DÉBILES: Propias del estilo sobreprotector que facilitan las

negativas. Ejemplo, ¿me ayudarías a poner la mesa?

ÓRDENES AGRESIVAS: Que provocan rebeldía. Ejemplo, ¡No se te ocurra

salir hasta que no esté ordenada tu habitación!

REFLEPSIONES Nº 24 Noviembre 2010 16

REFLEPSIONES Nº 24 Noviembre 2010 17

En resumen, para formular una petición de forma adecuada, es importante dar las

órdenes de forma clara y concisa y con un tono de voz firme y decidido. Para

conseguir resultados, es importante describir bien las conductas que queremos

conseguir. Por ejemplo, en vez de “compórtate”, usar “aquí debes estar en silencio y

no te separes de mi lado”.

Por otro lado, es importante no acostumbrarse a levantar la voz para pedir las cosas.

El hecho de aumentar el tono de voz, provoca rechazo y hace que los niños se

acostumbren a ignorar las peticiones que realizamos en un tono de voz normal.

Normalmente, los padres se cansan de estar todo el día repitiendo lo mismo y los

niños están resentidos por los continuos gritos y castigos. En lugar de eso, podemos

establecer consecuencias para cuando nuestros hijos no obedezcan a nuestras

peticiones.

Citar como:

Sarrión, B. (2010). Cómo dar una orden. Reflepsiones [Revista electrónica], (24), 15-17.

Disponible en: http://stores.lulu.com/reflepsiones [Consulta: FECHA DE CONSULTA].

Blog: http://medicablogs.diariomedico.com/reflepsiones/

Revista: http://stores.lulu.com/reflepsiones

REFLEPSIONES Nº 24 Noviembre 2010 18

Breve definición de los trastornos disociativos

Amparo Puig Ricart

La disociación consta de la

fragmentación psicológica y el

distanciamiento experiencial. Con

fragmentación nos referimos a errores

en el sentido de la identidad personal

que en casos normales tendría que ser

aprehensible al individuo e integrarse

en su “yo”. Existen ocasiones en que

esta información no es accesible

conscientemente pero afecta al

comportamiento. Esto sucede, por

ejemplo, cuando hemos tenido una

experiencia muy desagradable con

una persona pero no lo recordamos y

sin embargo, sentimos un rechazo

“inexplicable” a acercarnos a ella

(amnesia disociativa). Por otro lado,

con distanciamiento experiencial nos

referimos a experimentar partes del

“yo” como la sensación, la emoción o

la conducta de una forma distanciada.

En cuanto al origen de estos fenómenos, distinguimos aquellos que se originan en

procesos neurológicos y aquellos que se originan ante acontecimientos que generan

altos niveles de estrés.

Trastorno de despersonalización: En el proceso de despersonalización la persona

no siente como suyos los movimientos, emociones, sensaciones, piensa que no es del

todo real o que se encuentra fuera de su propio cuerpo, además suele conllevar

sensaciones de irrealidad respecto al entorno (las cosas no parecen reales). Por

último, normalmente, está presente un suceso que precipita todo esto (consumo de

drogas, acontecimientos muy traumáticos como abusos en la infancia, etc.).

Amnesia disociativa: Se trata de la incapacidad para recordar información personal

relevante. Afecta básicamente a la memoria episódica (recuerdos personales). La

amnesia puede ser global, cuando se olvida gran parte de información personal;

localizada, cuando se limita a un período concreto de tiempo y selectiva, cuando sólo

se recuerdan ciertos detalles de una situación y no se recuerdan otros. Se da como

REFLEPSIONES Nº 24 Noviembre 2010 19

respuesta a acontecimientos altamente estresantes y/o traumáticos. Por otro lado, la

amnesia puede ser retrógrada a anterógrada. En el primero de los casos, no se

recuerdan contenidos que estaban almacenados en la memoria previamente al

episodio amnésico y en el segundo de los casos no se recuerdan acontecimientos

sucedidos después de la amnesia (en este último caso la etiología amnésica suele ser

neurológica y no se trata de un trastorno disociativo).

Se puede dar una recuperación de lo olvidado aunque esta recuperación puede ser de

sucesos verdaderos o falsos. Además existen evidencias de que es posible implantar

recuerdos falsos. Esto nos da una idea de la ductilidad de los procesos de la memoria.

Fuga disociativa: Es típico de este trastorno que la persona deje su lugar de trabajo,

su ciudad o su casa y marche a otro lugar. Durante este período se da una confusión

de la identidad, es decir, la persona no sabe realmente quién es. Hace unos años se

creía que la persona adquiría una nueva personalidad pero ahora se sabe que lo más

común es la confusión de la identidad. Se trata de una versión de la amnesia

generalizada.

Trastorno disociativo de identidad o personalidad múltiple: Se define como la

presencia de una o más identidades en una misma persona con maneras de pensar,

actuar y sentir diferenciadas. Este trastorno incluye como condición la amnesia, de

manera que una personalidad no recuerda lo que hizo la otra. En el origen de este

problema se suelen encontrar acontecimientos traumáticos en la infancia y fallos en el

establecimiento de apego seguro con los padres (los niños con estilos de apego

seguro, son capaces de ver a sus cuidadores como una base de seguridad cuando

están angustiados).

Fotografía: http://www.flickr.com/photos/outofluck/4455971212/

Citar como:

Puig, A. (2010). Breve definición de los trastornos disociativos. Reflepsiones [Revista

electrónica], (24), 18-19. Disponible en: http://stores.lulu.com/reflepsiones [Consulta: FECHA

DE CONSULTA].

REFLEPSIONES Nº 24 Noviembre 2010 20

Duelo infantil

Alfredo Soler Jiménez

La muerte de una persona cercana y querida, es un acontecimiento doloroso difícil de

aceptar.

El duelo ante la pérdida es una necesidad psicológica. Trabajar con la pena,

enfrentarse a los sentimientos de coraje y desesperanza, y adaptarse a la pérdida

emocional e intelectualmente, ayuda a la persona a retomar el control de su vida y

sobreponerse.

En el caso de los niños, el proceso de duelo requiere una especial atención. Muchas

veces por intentar protegerlos del hecho doloroso se les aparta de la situación. Sin

embargo el niño requiere que el hecho de la muerte le sea explicado abierta y

claramente, siempre con un lenguaje adecuado y comprensible. Explicarle al niño lo

sucedido lo antes posible es lo más recomendable, pues el niño percibe que los

adultos están tristes y necesita saber el porqué de ese dolor.

Sea cual sea la causa de la muerte, hay que explicársela al niño y en el caso de que la

muerte sea fruto de una enfermedad, tener especial atención en hacerle ver al niño

que las personas sólo mueren cuando están “muy, muy, muy enfermas”, ya que el niño

podría coger miedo a morir por cualquier enfermedad sin importancia. Esto es

fundamental para adquirir una relación de normalidad ante las enfermedades.

REFLEPSIONES Nº 24 Noviembre 2010 21

Hay que explicarles claramente que todas las personas mueren, que forma parte del

proceso vital.

Los niños, quizás por la influencia de series y dibujos animados donde ven como un

personaje muere y vuelve a la vida de una forma natural, ven la muerte como un

proceso reversible. Por esta razón, pueden pensar que el fallecido va a volver a

despertar en cualquier momento y volver a llevar una vida normal. Por eso el lenguaje

usado con ellos debe ser directo y claro. Decirles “el papá se ha ido”, “ha

desaparecido”, “le hemos perdido” o “se ha marchado de viaje” puede llevar a

interpretaciones erróneas por parte del niño. Por eso es mejor no evitar decirles “el

papá ha muerto”, explicándoles en qué consiste la muerte. Pueden usarse ejemplos de

la vida cotidiana en que la muerte está presente, como la muerte de animales de

compañía.

Se debe observar el comportamiento de los niños tras la pérdida, ya que todavía no

son capaces de verbalizar sus sentimientos. Los niños pueden tener reacciones de

rabia y enfado, sentirse confusos y negar lo ocurrido, conductas de regresión o que

indiquen inseguridad (como chuparse el dedo, mojar la cama…), realizar conductas de

imitación y un miedo exagerado a la muerte del padre o madre superviviente.

Es bueno permitir que el niño participe de las ceremonias (religiosas o no) que se

produzcan, siempre que se prevea que no se va a producir un desgarro

excesivamente dramático o pérdida de control por parte del adulto. El adulto debe

intentar manifestar su dolor abiertamente pero de una forma tranquila ante el niño.

Esto le ayudará a comprender qué es la muerte y a iniciar mejor el proceso de duelo.

Fotografía: http://www.flickr.com/photos/42dreams/400161277/

Citar como:

Soler, A. (2010). Duelo infantil. Reflepsiones [Revista electrónica], (24), 20-21. Disponible en:

http://stores.lulu.com/reflepsiones [Consulta: FECHA DE CONSULTA].

REFLEPSIONES Nº 24 Noviembre 2010 22

OPINIONES

En esta sección se publican, cuando se considera oportuno, algunos de los

comentarios que los lectores realizan en el blog Reflepsiones o que se reciben

por correo electrónico.

Dirección de correo electrónico donde puede enviar su opinión:

[email protected]

REFLEPSIONES Nº 24 Noviembre 2010 23

Inteligencia emocional

Manu Amozarrain

¿Qué es la Inteligencia Emocional?

Desde un punto de vista general, la

inteligencia emocional abarca las

capacidades de reconocer tus propias

emociones, y detectar las de los otros,

para desarrollar relaciones a la vez

armoniosas y fructíferas contigo

mismo y con tu entorno.

¿Por qué se habla hoy en día de

Inteligencia Emocional?

Los sentimientos en ciertos círculos

han sido percibidos durante mucho

tiempo como un defecto o una

debilidad. ¡Hasta el punto de olvidar

que las emociones han sido

esenciales para la supervivencia de la

especie humana! Por ejemplo, el

miedo sirve para protegerse de la

agresión, huir del peligro. Al mismo tiempo, la cólera sirve para reaccionar y movilizar

la energía en ciertas situaciones, por ejemplo en situaciones de injusticia. Es el control

de las emociones lo que ha permitido a los hombres vivir en grupo y mantener

relaciones interpersonales esenciales a la hora de sobrevivir.

La Inteligencia Emocional no se reduce tan solo a la personalidad

Estudios científicos recientes han puesto en evidencia correspondencias estrechas

entre Inteligencia Emocional y personalidad. Es importante señalar la diferencia entre

estos dos aspectos.

La expresión emocional es una aptitud específica que puede desarrollarse por el

aprendizaje, mientras que la dimensión extraversión/introversión es la línea de

personalidad profundamente anclada en el comportamiento general.

Así, la Inteligencia Emocional resulta un aprendizaje permanente (es evolutiva),

mientras que la personalidad es más estructurada (por lo tanto más “fija”'), de la misma

manera que ciertos rasgos de la inteligencia clásica.

REFLEPSIONES Nº 24 Noviembre 2010 24

DESARROLLA TU INTELIGENCIA EMOCIONAL

CONCIENCIA EMOCIONAL Es la capacidad de percibir tus propios sentimientos,

de distinguir los unos de los otros y de nombrarlos

de una manera precisa.

a) Identifica los problemas para combatirlos mejor (cansancio, estrés,

ansiedad...).

b) Identifica tus límites para fijarte objetivos alcanzables.

c) Ten conciencia de tus propios ritmos.

d) Estate atento a los demás.

AUTO-REGULACIÓN Es la capacidad de la persona para dominar sus

emociones en situaciones estresantes y expresar

sus sentimientos de manera apropiada, según el

contexto o las personas presentes.

a) Aprende a relajarte, a soltarte de nuevo. El estrés puede ser combatido de

manera sencilla.

b) Aprende a gestionar el tiempo en el trabajo, y organizarte mejor.

c) Aprende a sentirte bien con tu cuerpo: ten una vida sana, come equilibrado y

no te olvides de hacer deporte.

d) Evacua la ansiedad por la respiración adoptando una postura adecuada.

e) Analiza tu cólera para dominarla mejor.

AUTO MOTIVACIÓN Es tu capacidad para orientar tus propias emociones

hacia la búsqueda de tus objetivos.

a) Recuerda los errores del pasado y acepta tus responsabilidades.

b) Encuentra aspectos positivos en cada dificultad de la vida.

c) Ten actitudes apropiadas para cada situación.

d) Entregarte a los demás y a las nuevas experiencias.

REFLEPSIONES Nº 24 Noviembre 2010 25

AUTOESTIMA Es tu capacidad para apreciarte de un modo

incondicional, independientemente de tus éxitos o

fracasos.

a) Ten conciencia de tus fuerzas y cualidades para aceptarte mejor.

b) Aprende a no desconfiar de los demás: muestra su individualidad.

c) Hacer elecciones: saber renunciar cuando un proyecto o un objetivo es

demasiado ambicioso.

EMPATÍA Es tu capacidad para posicionarte realmente en el

lugar del otro para comprender su estado tanto

personal como emocional.

a) Escucha a los demás (evita centrarte en ti mismo).

b) Estate activo a nivel de comunicación, ayudar a los demás a exprimirse,

aconsejarles e incluso criticarles, pero siempre con tacto y de manera

constructiva.

c) No caigas en un exceso de fusión emocional con el otro.

EXPRESIÓN EMOCIONAL Es tu capacidad para expresar tus sentimientos de

manera adecuada en el marco de tus relaciones con

los demás.

a) Lleva una vida social alegre para favorecer tu expresión emocional.

b) La comunicación pasa tanto por las palabras como por las expresiones y por

los gestos que nos acompañan.

c) Vive los sentimientos que expresas.

REFLEPSIONES Nº 24 Noviembre 2010 26

ASERTIVIDAD Es tu capacidad para comunicarte e imponerte sin

agresividad inútil. La asertividad permite encontrar

fácilmente su sitio en el seno de un grupo y de

trasmitir más eficazmente opiniones o sentimientos

a los miembros del equipo.

a) Ser uno mismo, tener confianza en sí mismo.

b) Ser honrado y franco, respetar al otro en todas las circunstancias.

c) Saber criticar a los demás y aceptar las críticas.

d) Saber oponerse con tacto (sin ser rebelde).

RESUELVE CONFLICTOS Es tu capacidad para anticipar las causas de

probables de conflicto en el seno de un grupo y de

tranquilizar las tensiones latentes.

a) Estate atento a los demás, desarrolla tu observación y fomenta el diálogo para

prevenir los conflictos.

b) Resuelve un conflicto en tu entorno de influencia.

Fotografía: http://www.flickr.com/photos/jurvetson/35367331/

Citar como:

Amozarrain, M. (2010). Inteligencia emocional. Reflepsiones [Revista electrónica], (24), 23-26.

Disponible en: http://stores.lulu.com/reflepsiones [Consulta: FECHA DE CONSULTA].

REFLEPSIONES Nº 24 Noviembre 2010 27

SOBRE LOS AUTORES

REFLEPSIONES Nº 24 Noviembre 2010 28

Sobre los autores

Alfredo Soler Jiménez

Licenciado en Psicología.

Máster en Psicología Clínica.

Diploma de postgrado en Gerontología Social.

Amelia Catalán Borja

Licenciada en Psicología.

Máster en Psicología Clínica y Jurídica.

Máster en Psicología Clínica y de la Salud.

Especialista Universitario en Hipnosis Clínica.

Experta en Técnicas Gerontológicas.

Postgrado en Intervención Psicopedagógica en Contextos Escolares.

Postgrado en Intervención Social con Menores (Reconocido por la Conselleria de

Benestar Social de la Generalitat Valenciana).

Ponente del personal sanitario del Servei Valencià de Salut en la Comunidad

Valenciana.

Directora del Centre de Psicologia Clínica i Formativa de Valencia (CPCiF).

Tutora externa del módulo “Practicum en Personalidad, Evaluación y Tratamiento

Psicológico” de la Facultad de Psicología de la Universidad de Valencia.

Colaboradora activa del Centro de Psicología Especializada (C.P.E.).

Miembro investigador en la Facultad de Psicología de la Universidad de Valencia.

Amparo Puig Ricart

Licenciada en Psicología.

Máster en Psicología Clínica y Jurídica.

Máster en Psicología Clínica.

Psicóloga del Centre de Psicologia Clínica i Formativa (CPCiF).

Profesora del Máster de Psicología Clínica del área infanto-juvenil (CPCiF).

Profesora del Máster de Psicología Clínica del área de trastornos de ansiedad (CPCiF).

Beatriz Sarrión Soro

Licenciada en Psicología.

Máster en Psicología Clínica.

Colaboradora del Centre de Psicologia Clínica i Formativa (CPCiF).

Luis Aparicio Sanz

Licenciado en Psicología, Especialidad Clínica.

Máster en Psicología Clínica y Jurídica.

Especialista Universitario en Hipnosis Clínica.

Experto Universitario en Estadística Aplicada a las Ciencias de la Salud.

Profesor del Máster de Psicología Clínica del área de técnicas de relajación e hipnosis

(CPCiF).

Profesor del Curso de Experto en Hipnosis Aplicada en las Terapias Psicológicas

(CPCiF).

REFLEPSIONES Nº 24 Noviembre 2010 29

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

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REFLEPSIONES Nº 24 Noviembre 2010 30

INFORMACIÓN

Esta revista pretende recoger noticias, comentarios, artículos, etc., relacionados con la

psicología, intentando informar tanto a profesionales, como a pacientes y público en

general. La mayoría del contenido de esta revista corresponde a entradas publicadas en el

blog Reflepsiones.

Parte de una propuesta realizada por el Centre de Psicologia Clínica i Formativa (Valencia-

España) a los profesionales que, de una u otra forma, colaboran con dicho centro, para que

aporten información y reflexiones sobre los temas psicológicos que consideren oportunos,

siendo todos sus autores profesionales del ámbito sanitario o de la psicología.

Los artículos y opiniones escritas en esta revista, y sus derechos, pertenecen a los autores

que las han publicado.

Para cualquier tema relacionado con esta publicación puede dirigirse al responsable

escribiendo al siguiente correo electrónico:

Luis Aparicio Sanz ([email protected])

AVISO

La información contenida en esta revista no reemplaza a la relación con su médico o

profesional sanitario.

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