referencia al sueño del joyero

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Sueño Del Joyero

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REFERENCIA AL SUEO DEL JOYERO, DEL CASO DORA,

En el seminario El reverso del psicoanlisis, de Jacques LacanAbril de 1902. Consulta de Freud en Viena. Dora, la joven que ser conocida con este nombre dos aos ms tarde por lectores muy diversos de los textos de Freud, acude por ltima vez a la consulta del psicoanalista viens para despedirse de l. Se marcha con algunos recuerdos, unos cuantos desacuerdos, menos sntomas y algn que otro secreto. As cuenta Freud su mutis por el foro: La buena voluntad con la que Dora puso a disposicin en el tratamiento una parte del material patolgico me hizo olvidar la precaucin de atender a los primeros signos de la transferencia que me preparaba con otra parte, desconocida para m, del mismo material. Al principio se adverta claramente que yo sustitua para ella, en la fantasa, a su padre, como era natural, dada la diferencia entre nuestras edades respectivas. Dora me comparaba tambin de continuo conscientemente con l, buscando siempre convencerse de mi sinceridad para con ella, pues el padre 'prefera siempre el misterio y los caminos torcidos'. Cuando luego lleg el primer sueo, en el que Dora se propona abandonar la cura, como antes la casa de K., hubiera yo debido darme cuenta de la advertencia que el sueo encerraba... la transferencia me sorprendi desprevenido, y a causa de un 'algo' en que yo le recordaba a K., Dora hizo recaer sobre m la venganza que quera ejercitar contra K., y me abandon como ella crea haber sido engaada y abandonada por l.En el primer sueo, de los dos que centran la escritura del fragmento del caso, se puede situar tanto la clave de la interrupcin del tratamiento de Dora, segn Freud, como el eje de la aventura-desventura, como lo llama Lacan, que recuerda a las grandes novelas modernas de corte burgus.Dora es una mujer joven que es llevada por su padre a la consulta de Freud a partir de un intento de suicidio, aunque desde haca un tiempo presentaba pequeos sntomas que estaban provocando un desequilibro del medio social en el que ella se mova. Lo que se sita en el inicio de ese malestar, dos aos antes de ir a consultar a Freud, es central en el caso pero es obviado por el padre. Este hombre mantena desde haca algn tiempo una relacin amorosa con una mujer, que Freud denomina seora K., casada con un hombre, al que llamar seor K. Enseguida Dora le hace saber a Freud esta situacin a la vez que su reivindicacin intensa por el afecto de su padre, arrebatado por la relacin extramatrimonial de ste. La trama est puesta en escena, se trata del cuarteto seora K, seor K, padre de Dora y Dora. En todo esto, la madre queda afuera.La amistad con el matrimonio K. provee al caso de una serie de complejidades que estn desde el inicio de los encuentros entre Freud y el padre de Dora. Ya hay, en lo que cuenta primero el padre, una cierta interpretacin de causalidad de la desazn y la presencia de ideas suicidas recientes en su hija. Explica que durante una estancia con el matrimonio K. en la montaa, a la que Dora insisti en acompaarle, se produjo un incidente que ella explica luego a la madre. Result que durante un paseo por el lago cercano a la poblacin donde se alojaban, el seor K. haba osado hacerle una propuesta amorosa a Dora. Interrogado por los padres de sta, el seor K. neg insistentemente los hechos y atribuy la historia al inters y las lecturas recientes de la chica sobre asuntos sexuales. Se instala en ella un odio hacia el seor K. y una demanda hacia el padre de que abandone toda relacin con l pero tambin con la seora K., a la que haba venerado hasta el momento. Esta escena viene al lugar del segundo tiempo del trauma, teorizado por Freud en ese momento, pues se anuda para ella a otra escena anterior con el mismo hombre, a la edad de 14 aos, en la que el seor K. la haba besado provocando en ella una reaccin de asco que tendr toda su implicacin la sintomatologa de Dora.El modo como Freud procede ante el anlisis de toda esta trama, en la que cada uno de sus integrantes miran, de algn modo, hacia otro lado, es a partir de sus propios prejuicios a la hora de considerar lo que Dora revela. As se expresa Lacan en la clase del seminario XVII que hoy nos ocupa para referirse a lo enrevesado del caso que Freud no duda en hacer girar entorno al padre. Y as lo muestra en el anlisis del sueo del joyero, sin duda un sueo de transferencia, una joya clnica: Hay fuego en casa. Mi padre ha acudido a mi alcoba a despertarme y est en pie al lado de mi cama. Me visto a toda prisa. Mam quiere poner aun a salvo el cofrecito de sus joyas. Pero pap protesta: 'no quiero que por causa de su cofrecito ardamos los chicos y yo'. Bajamos corriendo. Al salir a la calle despierto.El anlisis de Freud que sigue a la narracin del sueo muestra la maestra con el significante con la que meses antes redactase la Interpretacin de los sueos. No en vano, se trata para Freud de localizar en las vas asociativas el deseo inconsciente de Dora, que no se reduce a un vivo deseo del sujeto referido al presente sino que se nutre del capital de libido de un deseo infantil. Permtanme una reconstruccin parcial de la conversacin entre Freud y Dora que del sueo se deriva:Dora: Se me ocurre algo que no debe tener relacin alguna con el sueo. Mi padre discute ltimamente con mi madre porque l no quiere cerrar con llave por las noches el comedor ya que es la nica salida de la alcoba de mi hermano. Freud: Entonces, sobre la frase que por la noche puede pasar algo que le obligue a uno a salir usted pens que podra ser un incendio. Dora: S, al llegar a la casa en L., mi padre expres su temor a un incendio dada la tormenta que se haba desatado y la falta de pararrayos en la casa. Freud: Esto fue antes o despus de la escena con K. en el bosque? Dora: No lo s ... creo que despus. K. y yo regresamos a medioda de nuestro paseo por el lago. Despus de almorzar me ech en un sof de la alcoba del matrimonio para reposar un rato. De pronto, despert sobresaltada y vi a K. en pie junto al sof... Freud: Ah, Como en el sueo, a su padre, al lado de la cama... Dora: S. A partir de entonces ped la llave para cerrar el cuarto por dentro pero a la maana siguiente haba desaparecido. Seguramente el seor K... Decid no quedarme en casa de K. sin mi padre. En las maanas siguientes me vest a toda prisa. Freud: Su sueo parece retornar todas las noches para corresponder a su propsito de marcharse de esa casa y poder dormir tranquila. En el sueo dice usted inversamente: Al salir a la calle despierto. Y qu puede decir en cunto al cofrecito que su madre quiere poner a salvo? Dora: Mi padre ha regalado muchas joyas a mi madre pero hace cuatro aos le regal una pulsera cuando en realidad ella quera unos pendientes de perlas. Freud: S, est bien, pero y el cofrecillo? Dora: K. me haba regalado poco antes un cofrecillo precioso. Freud: Saba usted que la palabra cofrecillo se usa tambin para referirse al genital femenino? Dora: Saba que iba usted a decirme eso! Freud: Entonces el sentido del sueo se hace ya ms claro. Este sueo confirma que usted se esfuerza en despertar de nuevo su antiguo amor a su padre para defenderse contra el amor a K. Todos estos esfuerzos demuestran no slo que teme usted a K. sino que aun se teme usted ms a s misma y teme a la tentacin de ceder a sus deseos. Confirma as lo intenso que era su amor a K. Queda, ahora, encontrar el deseo que en realidad crea el sueo y que procede siempre de la infancia. Su madre quiere poner a salvo el cofrecillo para que no arda, y en las ideas latentes del sueo, de lo que se trata es de que el cofrecillo no se moje. Sobre la frase puede suceder por la noche algo que le obligue a uno a salir, puede referirse a otra cosa distinta que no sea que los nios mojen la cama? Para evitarlo se los despierta por la noche, como en su sueo la despierta a usted su padre. Dora: De hecho yo padec enuresis nocturna durante una temporada, hacia los siete u ocho aos. Ah! Se me olvidaba, cuando tuve este sueo advert al despertar olor a humo. Freud interpreta este ltimo dato como relacionado especialmente a su persona, pues cuando Dora alegaba que detrs de algn punto no se ocultaba nada, Freud sola contestar que no hay humo sin fuego. Adems, Dora explic que tanto su padre, como el seor K. eran grandes fumadores como lo era Freud, y que cuando K. inici su desgraciada declaracin amorosa, acababa de liarle un cigarrillo. La conclusin de Freud sobre este primer sueo de Dora llega despus de un anlisis mucho ms rico y extenso del que no podemos dar cuenta ahora pero pretende mostrar cmo lo que hace Dora, mediante el sueo, es refugiarse al amparo de su padre en su temor al hombre que la persigue. Reanima en s una pretrita inclinacin infantil hacia su padre, destinada a protegerla contra la inclinacin que presenta hacia aquel hombre. Para conseguirlo debe eludir que es precisamente el padre quien la ha expuesto a ese peligro para poder dedicarse as a la seora K. Se localiza ah el deseo infantil inconsciente capaz de producir un sueo que de ser nicamente a partir del propsito de huir de la casa no hubiera sido posible. Dice Freud: el deseo de reemplazar a K. por el padre es el que proporciona la energa productora del sueo.Finalmente, la resolucin del segundo sueo, donde para Freud se hace efectiva la venganza contra K., precipit el abandono del tratamiento por parte de Dora. No ajeno, Freud, a las complejidades del anlisis de este ltimo sueo, reconoci despus en la escritura del caso que falt una intervencin del estilo de: Ahora ha realizado usted una transferencia de K. a mi persona. Ha advertido usted algo que la lleve a deducir que yo abrigo hacia usted malas intenciones, anlogas (directamente o por sublimacin) a las de K., o ha observado en mi persona o sabido de m algo que fuere su inclinacin, como antes en K.? Sin duda en el sueo del cofrecillo se jug la salida de Dora del tratamiento, en la que escap del peligro de acercarse a su deseo, escondido tras el humo de las identificaciones. Por una parte, en el vnculo libidinal con el seor K. y, por otra, en lo que se refiere al objeto real del deseo de Dora, la seora K., verdadera significacin de la institucin de la posicin primitiva de Dora, as como de su crisis, como lo seal Lacan algunos aos antes del Seminario XVII.Catarsis: liberacin teraputica de las emociones que causaban tensin o ansiedad