redes y cooperacion rb

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“Cooperación Cultural Internacional , Redes y el caso de Proyecta Cultura como iniciativa del tercer sector”. “ Privilegiando a la vez la autonomía, la interdependencia y la complementariedad de inteligencias individuales, la red, verdadero acelerador de partículas, invita a producir una inteligencia colectiva, garantizando a la vez a cada miembro su identidad y su libertad. Lo que las redes ponen en tela de juicio son las castas, los roles, las jerarquías y los estatutos. En las redes no hay jerarquías respecto a la utilidad. Algo es esencial o es inútil.” Hervé Seriéyx En el presente ensayo 1 nos interesa analizar a la cooperación cultural internacional como el conjunto de acciones de ámbito orientadas hacia el intercambio de experiencias y recursos entre administraciones, organizaciones, gestores; desde criterios de solidaridad, equidad, eficacia, sostenibilidad, corresponsabilidad y reciprocidad, en donde notamos que nuevos actores protagonizan y demuestran la importancia del intercambio de información y experiencias sin limitación territorial. En la actualidad, a la forma clásica de cooperación cultural entre Estados se suman las aportaciones de nuevas organizaciones civiles y privadas que actúan en el campo de la cooperación internacional al margen de las relaciones oficiales. Las colaboraciones generadas entre uno y otro modelo de la cooperación cultural aportan un valor añadido a un amplio sector, en el cual, tanto las políticas y los proyectos como la creatividad y las expresiones de la cultura, se ven enriquecidas. 1 Ilustración de Eros Toppano

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Networking, redes culturales, nuevas modelos de cooperación, reciprocidad & autogestión

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“Cooperación Cultural Internacional , Redes y el caso de Proyecta Cultura como iniciativa del tercer sector”.

“ Privilegiando a la vez la autonomía, la interdependencia y la complementariedad de inteligencias individuales, la red, verdadero

acelerador de partículas, invita a producir una inteligencia colectiva, garantizando a la vez a cada miembro su identidad y su libertad. Lo que las redes ponen en tela de juicio son las castas, los roles, las jerarquías y los estatutos.

En las redes no hay jerarquías respecto a la utilidad. Algo es esencial o es inútil.”

Hervé Seriéyx

En el presente ensayo1 nos interesa analizar a la cooperación cultural internacional como el

conjunto de acciones de ámbito orientadas hacia el intercambio de experiencias y recursos entre

administraciones, organizaciones, gestores; desde criterios de solidaridad, equidad, eficacia,

sostenibilidad, corresponsabilidad y reciprocidad, en donde notamos que nuevos actores

protagonizan y demuestran la importancia del intercambio de información y experiencias sin

limitación territorial.

En la actualidad, a la forma clásica de cooperación cultural entre Estados se suman las aportaciones

de nuevas organizaciones civiles y privadas que actúan en el campo de la cooperación internacional

al margen de las relaciones oficiales. Las colaboraciones generadas entre uno y otro modelo de la

cooperación cultural aportan un valor añadido a un amplio sector, en el cual, tanto las políticas y los

proyectos como la creatividad y las expresiones de la cultura, se ven enriquecidas.

1 Ilustración de Eros Toppano

Si entendemos a la cooperación cultural como una estrategia fundamental para la consecucion del desarrollo humano, es necesario tener una actitud de reflexión ante las políticas culturales ya que se requiere tanto el replanteamiento de contenidos como el rediseño de las políticas que permitan la participación y horizontalidad. En cuanto a los nuevos escenarios de relación internacional y las estructuras abiertas de colaboración inter-local requieren de entornos que vayan más allá de los estrictamente presenciales, que traspasen la limitación de lo físico. La superación del espacio, la trasgresión del tiempo, la ampliación del territorio.

Como nos recuerda Antonio Nicolau, en el prologo del libro

2 dirigido por Javier Brun,en donde plantea el

cambio que se viene construyendo en los modos del trabajo cultural a partir de la consolidación de las redes culturales. Un cambio que sin duda está afectando a los contenidos de la construcción del discurso de los nuevos objetivos. Existe unanimidad en el reconocimiento de que las redes culturales significan un aporte sustantivo al desarrollo de actividades de la cooperación cultural internacional, ya que suponen un importante aliado para la promoción del trabajo a fin de vencer el aislamiento y la incomunicación entre los diferentes agentes y países. El sector cultural, además de haber consolidado el sistema de redes, podríamos decir que es a día de hoy uno de los principales generadores del mismo. Las redes culturales son instrumentos que refuerzan las líneas de trabajo de interés común y apoyan la labor de las instituciones vinculadas. Entre sus funciones, destacan el fortalecimiento de las diversidades culturales, la promoción y defensa de los derechos culturales y el fomento de espacios de concertación y acción intersectorial, que sustenten el seguimiento, la comunicación y la transferencia de resultados de las acciones bilaterales y multilaterales. El desarrollo de las redes de cooperación internacional en materia cultural, supone un marco próspero para este objetivo. Nos abre la puerta para comprender una forma más amplia de apoyarnos en los procesos culturales, para seguir buscando modos de integrarnos en una globalización más humana, más repleta de ideales de transformación solidaria y comprometida. Seguimos, pues, en la estela de trabajar con la cultura como herramienta de un desarrollo sostenible y a la medida de las necesidades reales de quien lo enfrenta. Desde nuestro analisis, cuando nos referimos a cooperación cultural pensamos inmediatamente en redes culturales; éstas son, generalmente, organizaciones no gubernamentales y no jerarquizadas, de personas que se dedican de manera al sector cultural. Actúan con más rapidez y eficacia gracias a que a la forma clásica de cooperación cultural se suman nuevos actores, como las ciudades, las ongs, universidades y centros culturales, etc., que actúan en el enriquecimiento de los proyectos y las expresiones culturales, descentralizando así la actividad de cooperación cultural. Las redes colaboran para vencer el aislamiento y la incomunicación entre países y en fundar lazos de cooperación o fortalecer los ya existentes; es así como las redes se están constituyendo en la columna vertebral de la cooperación cultural internacional.Otra característica muy importante, es que además de representar a los protagonistas de la vida ciudadana ante las diferentes instituciones, fomentan la movilidad entre personas y grupos; y amplian la generación de oportunidades para el acceso, disfrutre y desarrollo de bienes, productos y servicios culturales, convirtiendose asi en actores fundamentales para fomertar el ejercicio y aplicacion de los derechos culturales en tanto Derechos Humanos fundamentales. Asi mismo, remarcamos la importancia de las redes radica en el potencial inherente a: su complejidad (conformadas por actores nacionales, locales y regionales que representan una gran variedad de tipos,

2 “Redes culturales.Claves para sobrevivir en la globalización”. Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo,

2009

tamaños y funciones), a la velocidad a la cual se transmite la información relevante, a su capacidad para actuar como viveros de proyectos innovadores; como por el contexto que ofrecen para la confrontación independiente y el diálogo intercultural, entre otras.

En este sentido no hablaríamos únicamente de una herramienta sino de una práctica en si, constituyente a la concepción de la gestión cultural a partir de otros parámetros alejados de la jerarquización y verticalidad ya que se requiere una gran aceptación del conocimiento compartido y diverso para establecer mecanismos de comunicación y construcción colectiva

3, frente a las agresivas y

constantes tendencias de privatización de la cultura. A nuestro criterio, el trabajo en red debe implicar otra dimensión comunicativa que posibilita un margen más amplio de libertad, autonomía e interacción. De este modo hacemos enfasis, en que los nuevos escenarios de relación internacional requieren entornos que vayan más allá de los estrictamente presenciales, es decir es necesario que trasciendan el límite de lo físico-temporal. Asimismo, y como tantas veces nos ha indicado el maestro Alfons Martinell, los gestores culturales debemos apuntar nuestras acciones hacia una visión cada vez más amplia teniendo en cuenta que cuando hablamos de cambios en las políticas culturales, nos referimos también a cambios en nuestra estructura, nuestros valores y nuestra forma de actuar, debemos estar dispuestos a aceptar la evolución. Todo esto, cuando hablamos de aptitudes individuales. Sin embargo, junto a éstas y de una forma indisoluble, debemos indicar el imprescindible cambio que deben atravezar nuestras organizaciones para adaptarse a esta nueva situación. Otro tanto puede decirse del rol del coordinador o dinamizador de las redes culturales.Citando a la consultora británica Judith Staines, y con respecto a los responsables de la coordinación de redes y/o proyectos de gestión cultural deberían tener ciertas características que faciliten su labor y optimicen el funcionamiento de los mimos; deben ser individuos con un alto grado de motivación, dominar varios idiomas, tener disponibilidad de movilización (estando dispuestos a viajar frecuentemente), habilidad para la negociación y la coordinación, interés vital por la creatividad, respeto por la iniciativa a la creatividad de ideas ajenas y finalmente una alto manejo de competencias que le permita el manejo de herramientas asociadas con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Como expresan muchos investigadores las redes son herramienta fundamental debido a su gran capacidad para rentabilizar esfuerzos y multiplicar resultados, unos resultados que se materializan en aspectos, entre otros, tan concretos como: La capacidad para compartir información y experiencias, la proximidad para generar respuestas

adecuadas a las demandas ciudadanas , para representar a los protagonistas de la vida ciudadana ante

las diferentes instituciones, de conocimiento mutuo y de incorporación a las dinámicas de diálogo, de

cogestión, para la promoción y garantía de la diversidad.

Cabe añadir, la capacidad de influencia ante estamentos nacionales en internacionales. La capacidad

para sortear estructuras pesadas ancladas en el centralismo y la burocracia. La capacidad para aportar

referencias conceptuales e intelectuales más amplias y diversas. La capacidad para responder conm

mayor celeridad a las necesidades de la complejidad social del momento. La capacidad de aportar

nuevas cohesiones territoriales reforzando los valores de la comunicación intercultural. La capacidad de

provocar una decisión de participación libre sin anclajes a una dirección central.4

3 “Sabiduría de las multitudes” citado en Gestión cultural y TICs. Una perspectiva desde la web 2.0 de Oscar Martínez Ciuró y David Casacuberta Sevilla

4 “Redes culturales.Claves para sobrevivir en la globalización”. Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo,

2009

A continuación, queremos resaltar la estrecha vinculación de las redes con las tecnologías de la información y la comunicación, para el logro de los objetivos par las que fueron creadas. En este orden de ideas las redes serían, coincidimos con Manuel Castells, cuando las define como serie de nodos conectados

5.Tienen una gran facilidad para reinventarse mediante la incorporación de nuevos nodos y la

eliminación de aquellos que no cumplen con sus fines permitiendo así que carezcan de centro; si bien existen nodos más importantes que otros, todos son necesarios. Simultaneamente las redes han logrado entrar en espacios a donde generalmente no llegan las instituciones tradicionales. Las políticas culturales deberían desarrollar estrategias para fomentar la creación de redes sin intentar “controlar” su trabajo. Ya que la tecnología en organizaciones flexibles e inteligentes enseña el camino a las muchas personas que trabajan en las administraciones públicas, seguramente constreñidos en muchos casos por los rígidos procedimientos que generalmente debemos se manejan, para abrir nuevos métodos, nuevos tratamientos de la información que faciliten el desarrollo de productos y servicios culturales más ajustados a las necesidades de los ciudadanos

6.

Ahora bien, en el marco de esta presentación, hablaremos de dos situaciones, una, el modelo tradicional representado por la reunión física de los agentes culturales y la otra, la estructuración de los procedimientos a través de los recursos tecnológicos. Sin necesidad de contraponerlas, vemos que la consolidación de estructuras apoyadas en las tecnologías digitales facilitan varios aspectos como por ejemplo: la discusión sobre valores en un contexto intercultural, la adquisición de nuevos conocimientos, la velocidad a la cual se transmite la información y la inclusión entre otras, sobre todo si tenemos en cuenta las distancias físicas que separan unas realidades de las otras.

Consecuentemente, debemos potenciar, al máximo, la creación de redes ciudadanas por la cultura, que formen a los ciudadanos en el uso de las NNTT, para acceder a todos los servicios y productos que en la red están presentes, que participen o desarrollen proyectos culturales con otros territorios y que consoliden internet como un espacio de cooperación en materia cultural.

Como nos marcara Javier balbuena, las tecnologías están provocando un cambio profundo en la construcción de los sistemas de información de las organizaciones culturales, en la gestión de esa información, en la creación artística y en la participación ciudadana en materia cultural, así como en el papel que el gestor cultural juega como mediador entre los creadores y los públicos, exigiéndonos buscar nuevas coordinadas conceptuales y de gestión para poder aprovechar al máximo las nuevas oportunidades tecnológicas. Teniendo en cuenta el auge de las nuevas tecnologías, notamos que no es solo un fenómeno que contiene a Internet y a los nuevos medios, es un cambio que nos afecta inevitablemente de manera social, cultural y demográfica; es una evolución estructural que afecta la manera de relacionarse de las personas, que nos da nuevas herramientas tanto para la socialización como para la construcción del conocimiento y compartirlo. En este sentido se revela la importancia de la construcción de un espacio público digital que incentive a la libertad de la palabra, la producción de contenidos, y la exploración de nuevas oportunidades de gestión de proyectos culturales, entre otros.

Considerando el papel protagónico que desempeña la cultura en estos nuevos medios, tiene la oportunidad aportar creatividad, experimentación y sobre todo valores. En este sentido es muy importante resaltar la responsabilidad que tiene el sector cultural al adaptar los usos de la tecnología para transformar, los valores éticos y estéticos de nuestra sociedad. Razón por la cual, las oportunidades que nos ofrecen las nuevas NTICS dependen, del uso que hagamos de ellas, en pro de la diversidad, el respeto y el diálogo.

5 (Un nodo es el punto donde se da la intersección de la curva)

6 En, “Las Nuevas Tecnologías Como Herramientas ParaLa Gestión Cultural” De Javier Valbuena Rodríguez

El reto como gestores culturales está entonces, en tomar como propias las nuevas tecnologías para desarrollar redes y articular alianzas que incluyan a sectores como universidades, empresas de desarrrollos de contenidos y especialmente a l@s jovenes, para el creacion y distribución de software libre que atiendan nuevas necesidades de comunicación y formación antela resignificación del tiempo, las fronteras y los nuevos lenguajes, entre otras muchas.De modo que el permanente desarrollo e incremento de información y utilizaciones que se le da a la Web, genera la necesidad de capacitarnos todo el tiempo para estar al tanto de las actualizaciones que se dan en la “comunidad virtual”.

El siguiente punto trata de tan nombrada Web 2.0; desde nuestra perspectiva consideramos que más que una “nueva tecnología”, es un actitud hacia el uso de la misma, teniendo como lineamiento la flexibilidad y la interacción con el usuario. Como podemos ver en casi todos los servicios que utilizamos en la Web, la aplicación de clasificar, etiquetar, calificar y comentar están presentes y se toman como sugerencias y mensajes de apoyo para que los autores de estos contenidos puedan tener el feedback de su trabajo y haya diferentes metodologías de trabajo compartido. Este accionar permite que personas con los mismos intereses coincidan es así como se forman las dichas comunidades o redes virtuales. A traves de este ensayo pretendemos apostar por la construcción de una ciudadanía cultural, dejando de ser meros consomidores o a lo sumo usuarios a convertimos en prosumidores

7. Aunque este

término suene moderno se puede encontrar una similitud con el modelo comunicación de Jean Cloutier donde se menciona que cualquier usuario puede ser a receptor y emisor a la vez. Es evidente que la tendencia de producir y consumir no solo es aplicable a la red sino a todas las nuevas tecnologías que ofrece compartibilidad con el usuario.

Asi mismo nos proponemos exhortar a la construcción de una ciudadanía cultural, de una sociedad civil cultural cohesionada e inclusiva, como ingrediente fundamental del proyecto político, implicándola decididamente en la definición estratégica de unas nuevas políticas públicas para la cultura. En consecuencia coincidimos con Eduard Miralles

8 cuando plantea que , y sin ningún afán por ser

exhaustivo, ham de invertit recursos suficientes en la creación de instancias públicas estables y permanentes para la investigación, el desarrollo y la innovación de las políticas culturales existentes, bajo la denominación de observatorios, laboratorios, centros de recursos, etc. desde las cuales puedan sistematizarse procesos como la producción de la información necesaria para la toma de decisiones estratégicas, la capacitación permanente de los responsables políticos y técnicos del sector cultural institucional o el ensayo en condiciones de bajo riesgo de estrategias innovadoras para la intervención en el sector cultural.

El trabajo en red como filosofia de una practica cotidiana: El caso de www.proyectacultura.org

Proyecta cultura, es una plataforma de gestores culturales de diversas latitudes y experiencias, reunidos con el objetivo de construir mecanismos de gestión cultural, programas y proyectos culturales de base local, enriquecidos por una amplitud de visiones y una propuesta cooperativa global.

En un mundo cada vez más competitivo y diverso los miembros de esta comunidad hemos logrado imaginar, planificar y desarrollar acciones solidarias basadas en una nueva mentalidad de trabajo; de esta manera logramos maximizar nuestras individualidades volcándolas a un proyecto compartido.

El objetivo es doble: trascender la labor cotidiana y fortalecer el rol profesional del gestor cultural articulando nuestras agendas, relaciones, experiencias y saberes para hacer posible la realización de

7 Este concepto viene de la unión de las palabras PROductor y CONsumidor y hace alusión al doble rol que desempeñamos en la Web cuando intercambiamos información ya que de esta manera nos volvemos productores de lo que consumimos.

Redes como Prosurnet se han creado con el propósito de facilitar la consulta a todos los prosumidores del planeta y convertirse en el primer sistema de compras inteligentes donde se busca envés de comprar-pagar accionar un sistema activo como es el de comprar-pagar-promover-ganar.

8 Eduard Miralles, conferencia Congreso Argentino de Cultura, agosto 2006

proyectos de cooperación que incluyan la oportunidad de involucrar de manera voluntaria a una diversidad personas, amalgamando, de este modo, especificidad e integralidad.

Proyecta cultura, es un espacio de intercambio de valores comunes, de comunicación, de libertades, de innovaciones; es, a su vez, un punto de encuentro y la formalización de la esperanza de transformación de la realidad y del compromiso que entendemos en cuanto protagonistas de la historia (individual y colectiva).Partimos del reconocimiento de las propias diversidades para convertirnos en un núcleo de reflexión -acción, de cuestionamento, de ruptura y de cambio; que se nutre de la reciprocidad, de la consideración del otro, de su saber y de su valor intrínseco.

Fundamentalmente, es una comunidad de personas y no de instituciones, de trabajadores de la cultura, de ciudadanos de una generación que ha hecho el proceso paralelo de acción y formación, de investigación a través de pequeñas y/o grandes buenas prácticas. En este sentido proyecta cultura es un instrumento de comunicación, de creación, una herramienta que nos permite compartir reflexiones sobre una gran diversidad de experiencias artísticas y culturales sobre sus orígenes y métodos de trabajo, sobre la esencia y contexto socio-político en el cual se manifiestan.

Porque no queremos perder de vista la realidad como germen y sentido de nuestra acción cultural, asumimos el desafío de provocar visiones alternativas sobre lo posible y lo deseable, estimulando la crítica y la reflexión, promoviendo la reconsideración de las premisas y valores establecidos, para ampliar así el percepción de respuestas posibles y, de esta manera contribuir a que la compresión que como sociedad tenemos de nosotros mismos sea, cada vez, más profunda.

Proyecta Cultura es una Plataforma Internacional Independiente de cualquier gobierno, que no se encuentra encorsetada por ninguna ideología política, o credo religioso

Mg. Romina Bianchini, con la colaboracion de Silvana Vargas Ordeñez

El presente documento es un remix de ideas y experiencias propias y ajenas, vividas desde la propia experiencia de dinamización de redes o extraídas de recursos que se encuentran en web a traves de aportes, colaboraciones y publicaciones realizadas por expertos, activistas y actores sociales diversos. Ha sido realizado bajo licencia creative commons Para mayores informaciones, consultas o sugerencias: www.proyectacultura.org