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1 Redes de innovación en PyMES; la configuración del espacio de fijos, flujos y redes frente a las cadenas globales de valor Dra. Celia Hernández Diego 1 Dr. Manuel Lara Caballero 2 Dr. Felipe de Jesús Moreno Galván 3 Palabras clave: redes de innovación; PyMES; espacio de fijos, flujos y redes; cadenas globales de valor Resumen El objetivo de este trabajo es analizar el espacio de fijos, flujos y redes que configuran las redes de innovación (RI) de algunas empresas ubicadas en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM) frente a los desafíos de las cadenas globales de valor. Este propósito surgió del interés por saber ¿Qué tipos de espacios se reconocen en las redes de innovación y cómo se articulan para constituir entramados empresariales de primer orden y responder a los desafíos de las cadenas globales de valor? Para responder a esta idea, el trabajo se divide en tres partes. En la primera, se aborda la idea de redes de innovación y sus modalidades espaciales dadas a partir del espacio de fijos, flujos y redes. En un segundo momento se hace un análisis exploratorio de algunas empresas innovadoras para estudiar el espacio de las redes de innovación que las define. La reflexión final de este trabajo gira en torno a reconocer cuáles son los elementos que reconstruyen, potencian y articulan la generación de redes de innovación en las pequeñas y medianas empresas (PyMES) frente a los desafíos actuales de las cadenas globales de valor. Introducción Un primer paso para abordar la problemática de la innovación, se da al tratar de estudiar las figuras analíticas que definen su entramado básico, y después, entenderlas como un conjunto animado que amplía su campo de acción y que se inscribe en ámbitos espaciales heterogéneos. Esta disección permite entender conexiones y conectividades dando pie a ciertas configuraciones relacionales denominadas como redes de innovación (RI), cuyos apoyos o pilares básicos contienen una simbiosis entre humanos, tecnología, incentivos para generar valor agregado y esquemas de éxito para introducirse en una dinámica de competitividad. Esto implica que el proceso innovador se potencia a partir de activos intangibles como acervos de conocimientos e ideas que se unen a las habilidades técnicas y de comercialización, recursos económicos y dispositivos materiales. Frente a este panorama, la idea de red ha tenido una proyección en el espacio sociotécnico que le ha valido su reconocimiento en la metamorfosis económica y territorial actual. Asimismo, en la red se 1 Asesora externa de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Lerma. México. Correo electrónico: [email protected]. 2 Profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Lerma. División de Ciencias Sociales y Humanidades. México. Correo electrónico: [email protected]. 3 Profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco. División de Ciencias y Artes para el Diseño. México. Correo electrónico: [email protected].

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Redes de innovación en PyMES; la configuración del espacio de fijos, flujos y redes

frente a las cadenas globales de valor

Dra. Celia Hernández Diego1

Dr. Manuel Lara Caballero2

Dr. Felipe de Jesús Moreno Galván3

Palabras clave: redes de innovación; PyMES; espacio de fijos, flujos y redes; cadenas globales de

valor

Resumen

El objetivo de este trabajo es analizar el espacio de fijos, flujos y redes que configuran las

redes de innovación (RI) de algunas empresas ubicadas en la Zona Metropolitana de la

Ciudad de México (ZMCM) frente a los desafíos de las cadenas globales de valor. Este

propósito surgió del interés por saber ¿Qué tipos de espacios se reconocen en las redes de

innovación y cómo se articulan para constituir entramados empresariales de primer orden y

responder a los desafíos de las cadenas globales de valor? Para responder a esta idea, el

trabajo se divide en tres partes. En la primera, se aborda la idea de redes de innovación y sus

modalidades espaciales dadas a partir del espacio de fijos, flujos y redes. En un segundo

momento se hace un análisis exploratorio de algunas empresas innovadoras para estudiar el

espacio de las redes de innovación que las define. La reflexión final de este trabajo gira en

torno a reconocer cuáles son los elementos que reconstruyen, potencian y articulan la

generación de redes de innovación en las pequeñas y medianas empresas (PyMES) frente a

los desafíos actuales de las cadenas globales de valor.

Introducción

Un primer paso para abordar la problemática de la innovación, se da al tratar de estudiar las

figuras analíticas que definen su entramado básico, y después, entenderlas como un conjunto

animado que amplía su campo de acción y que se inscribe en ámbitos espaciales

heterogéneos. Esta disección permite entender conexiones y conectividades dando pie a

ciertas configuraciones relacionales denominadas como redes de innovación (RI), cuyos

apoyos o pilares básicos contienen una simbiosis entre humanos, tecnología, incentivos para

generar valor agregado y esquemas de éxito para introducirse en una dinámica de

competitividad. Esto implica que el proceso innovador se potencia a partir de activos

intangibles como acervos de conocimientos e ideas que se unen a las habilidades técnicas y

de comercialización, recursos económicos y dispositivos materiales. Frente a este panorama,

la idea de red ha tenido una proyección en el espacio sociotécnico que le ha valido su

reconocimiento en la metamorfosis económica y territorial actual. Asimismo, en la red se

1Asesora externa de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Lerma. México. Correo electrónico:

[email protected]. 2 Profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Lerma. División de Ciencias Sociales y

Humanidades. México. Correo electrónico: [email protected]. 3Profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco. División de Ciencias y Artes para

el Diseño. México. Correo electrónico: [email protected].

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logran identificar diferentes fuerzas configuradoras de un espacio en permanente cambio. Es

evidente que estas mutaciones se han dado históricamente en una conjugación de factores,

pero hoy, existe un pequeño diferencial cargado hacia los cambios sociotécnicos,

territoriales e informacionales y de comunicación. Es en este marco, en el que la circulación,

el intercambio y la interacción son factores constitutivos de las configuraciones

sociotécnicas que se tienen de frente. Ante esta vorágine, emergen las redes de innovación

como un dispositivo conceptual que es capaz de delimitar los mecanismos, articulaciones y

configuraciones dados entre los actores e intermediarios que participan en el proceso

innovador.

El objetivo principal de este trabajo es analizar el espacio de fijos, flujos y redes que

configuran las redes de innovación (RI) de algunas empresas ubicadas en la Zona

Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM) frente a los desafíos de las cadenas

globales de valor. Este propósito surgió del interés por saber ¿Qué tipos de espacios se

reconocen en las redes de innovación y cómo se articulan para constituir entramados

empresariales de primer orden y responder a los desafíos de las cadenas globales de valor?

Para responder a esta idea, el trabajo se divide en tres partes. En la primera, se aborda la idea

de redes de innovación y sus modalidades espaciales dadas a partir del espacio de fijos,

flujos y redes. En un segundo momento se hace un análisis exploratorio de algunas empresas

innovadoras para estudiar el espacio de las redes de innovación que las define. La reflexión

final de este trabajo gira en torno a reconocer cuáles son los elementos que reconstruyen,

potencian y articulan la generación de redes de innovación en las pequeñas y medianas

empresas (PyMES) frente a los desafíos actuales de las cadenas globales de valor.

Definiciones y atribuciones de las Redes de Innovación (RI)

Históricamente, la creación de ideas, productos o servicios ha trascendido sus propios

márgenes de origen, dando lugar a procesos de internacionalización, mundialización,

globalización, transnacionalización, multinacionalización, entre otros calificativos. Estos

conceptos han venido describiendo la dinámica difusa de la economía que ha transitado por

estados de trueque, intercambios, comercialización, expansión de capitales, organización

productiva, evolución de los cambios tecnológicos y fricción del espacio. Los acomodos que

han surgido de estos sucesos dan cuenta de estructuras funcional y materialmente

organizadas alrededor del mundo. Sólo el paso de la producción en masa a la producción

flexible, logró revalorar el concepto de descentralización (Ruíz, 2004:15). A partir de este

momento, el análisis del espacio económico de las empresas se convirtió en el componente

básico para entender la dinámica capitalista. De este modo, surge una revaloración, no sólo

de las capacidades internas de la empresa sino del potencial de los activos de innovación

locales, nacionales y regionales y la capacidad para tejer entramados competitivos a nivel

global. En la apreciación más contemporánea de los diferentes estadios del cambio

tecnológico surgen propuestas formales para su análisis (Porter, 1990; Krugman, 1992;

Feldman y Florida, 1994; Feldman, 1994; Baptista, 1998).

El interés por dar seguimiento al proceso productivo de las empresas dio como resultado la

propuesta metodológica de McKinsey sobre “sistema de negocios” que señala que “todos los

negocios son una cadena de actividades que van desde las entradas-compras hasta el servicio

posventa” (Manso, 2003:55). En este mismo tenor, Michael Porter en 1980 habla sobre

3

estrategia competitva (Competitive Estrategy. Techniques for analyzing industries and

competitors) que trata sobre las estrategias genéricas para posicionar a una empresa. Luego,

en 1985, el mismo Porter propone una nueva herramienta conceptual denominada cadena de

valor (Porter, 1985) como referente para “orientar las actividades de la empresa hacia el

mejoramiento de su posición competitiva” (Hax y Majluf, 1997:48). Estos conceptos

estuvieron entre los primeros referentes que exploraron las argumentaciones para que una

empresa o economía alcance mejores estrategias y resultados. Sin embargo, el

comportamiento de las empresas en su visión de negocios ha seguido estimulando la

elaboración de dispositivos, herramientas y modelos de análisis. Es en este contexto donde

el espacio, innovación y conectividad, son factores de análisis elementales para entender los

arreglos y ajustes de cualquier unidad empresarial o territorial. Este reconocimiento permitió

que se hablara sobre competitividad territorial (Alba, Bizberg y Rivière, 1998), cadenas de

valor local (Dalmau y Hernás), cadena de valor global (Galindo, 2008:80), sistema de

intangibles empresariales de regiones (Dalmau y Hervás, 2005:181) y sistemas

internacionales de producción integrada (Vargas, 2006:172), entre otros conceptos. El

crecimiento exponencial de estas ideas se debe a que en el mundo contemporáneo, las

configuraciones relacionales son moldeadas por una geografía de frecuencias, intensidades,

rapideces y conectividades. Es decir, más que una geografía de lo local, regional, nacional o

mundial habría que entender los procesos que logran constituirlos como uno u otro espacio.

En tal caso, una de las propuestas es subrayar el hecho que las configuraciones relacionales

tienen ciertas cualidades que las distinguen como acciones, actividades y procesos

imbricados y no como meras acumulaciones o conglomerados de situaciones, elementos o

agentes. De manera ineludible, una configuración relacional se construye por operaciones

reticulares constitutivas de espacialidad y temporalidad abiertas al intercambio de datos,

información y conocimiento. Las tramas que se forman tienen diferentes gradientes de

apropiación, pertenencia, experiencia y significación.

A los eventos anteriores se ha sumado la presencia de los cambios tecnológicos en su

gradiente más alta: la innovación. Esta idea ha estado ubicada en las argumentaciones

seductoras de políticos, académicos, empresarios y tomadores de decisiones. La innovación

como referente de análisis no sorprende, pues su interés ha alcanzado horizontes lejanos y ha

bombardeado diferentes campos de acción, de discurso y de análisis. Pero, en las

condiciones vigentes de cambio mundial, los procesos para generar innovación adquieren

otros rasgos distintivos. La innovación requiere de configuraciones relacionales entre

diferentes actores, plataformas de comunicación vanguardistas, estrategias corporativas y

sobre todo, de una vinculación entre los incentivos gubernamentales y los propios intereses

de quienes hacen y promueven la innovación. Es evidente que esta condición obliga a

generar entramados que se definen temporal y espacialmente de manera particular. De este

modo, aparece un nuevo referente denominado: redes de innovación (RI), que serán únicas

en cada caso, pero con algunos elementos comunes.

Una de las primeras alusiones a las RI aparece a finales de la década de los noventa como un

referente de espacios posicionados en una red de vínculos tecnológicos y empresariales

(Castells, [1996] 2005:83). Luego, las RI fueron reconocidas como estrategias que

caracterizan a los grandes capitales a nivel mundial (Unholt y Goddman, 1995) y como

lógicas que responden a una demanda socioeconómica (Larédo y Mustar, 2001: 473).

También hay citas que hablan sobre “mecanismos novedosos de articulación de oferta y

4

demanda tecnológica” (Palomino, 2002:24) que dan pie a programas o proyectos

productivos (IICA, 2002:10) o modelos de vinculación (Alba y Rózga, 2009: 55). Estas

ideas poseen un rasgo compartido: las vicisitudes de la experiencia de la innovación en la

escenificación de distintas configuraciones relacionales. De manera particular, las RI

conforman una referencia de análisis con la cual no se intenta tipificar anticipadamente un

fenómeno sociotécnico, por el contrario, se trata primero de entender los marcos de

referencia e interacción y luego sí, denominarlos según su escala, espacio, dimensión,

configuración y acomodo. Este planteamiento desemboca en una comprensión más detallada

de la dinámica, funcionalidad y transformación de los sistemas, estructuras y espacios

innovadores; cuyos referentes se desplazan entre lo local, regional, nacional o mundial. Las

unidades que se aprecian en este vaivén pueden gozar de cierta homogeneidad que las

distingue como configuraciones político-administrativas o marcos geográficos formalmente

definidos. Aunque también está la opción de toparse con la pluralidad de interacciones que

llegan a concretarse como espacios dinámicos dotados de elementos cualitativos que no se

ajustan a los esquemas normativos o de análisis vigentes. De ahí que los ejercicios

discursivos alrededor de la temática de innovación se pausen ante el reto de aprehender los

elementos que impulsan o deprimen un espacio, así como aquellos factores que los unen

estratégicamente. Después de esto, entonces sí, podrían traducirse aquellos mecanismos que

hacen que un territorio sea o no innovador y evidenciar si hay o no, RI.

Las RI no sólo ocurren como un proceso interno de las empresas, sino como un armazón que

trasciende fronteras geográficas. El referente espacial de esta idea ha cambiado

notoriamente, pues el espacio que ocupa es altamente difuso, con esquemas ilativos entre

ámbitos de distinta latitud y naturaleza. Por lo tanto, lo dual, central, marginal, periférico o

polarizado sufren ciertos resquebrajos frente al espacio que sobrellevan las interacciones

actuales que notoriamente se articulan sobre fijos, flujos y redes. Este escenario cambia

intempestivamente de forma profusa y emerge con nuevas lecturas, ya que el mundo de hoy

se acomoda en una catálisis espacial y temporal sin precedentes. En este sentido, se dice que

el territorio no ha sido inmune a los cambios en la conceptualización del tiempo-espacio. De

hecho se ha ido amoldando en correspondencia con las situaciones y contextos específicos.

En particular, las RI dan cuenta del tipo, manera, interacción y acomodos ocurridos en un

ámbito donde se generan procesos que llevan a la innovación. Las RI organizan armazones

complejas de proveedores, empresas, distribuidores, creadores, diseñadores, vendedores,

usuarios, políticos y gobiernos, cuya interacción es apropiada por lectores, analistas e

interesados del tema. Las RI producen estados, procesos y situaciones que a su vez generan

cuestionamientos y respuestas encontradas por sus efectos y dilemas. Este interés logra

revitalizar el análisis –prácticamente inagotable– de entidades, imaginarios y constructos.

Las RI desglosadas en sus partes primarias o completas conllevan a explorar los mecanismos

que activan o inhiben los procesos de cambios tecnológicos, aceptación de discursos y

tecnicismos como lenguaje cotidiano, factores o dispositivos que estimulan la labor y

facultades de técnicos, científicos e inversionistas para engancharse en un ámbito de RI. En

su estado más pragmático las RI crean espacios fértiles de fuerzas y potencias que se

entreveran hasta conformar territorios con atributos, personajes y lecturas disímiles que

enuncian cierta densidad que se cumple como un interés de particulares o como proceso

histórico que define en buena parte la acción humana.

5

Las RI devienen fundamentalmente de la acción innovadora del proceso innovador bajo

estados de acción, interacción y relacionamiento, esto es, entrar en relación. Sin embargo,

entrar en relación, es un estado más allá de la simple conexión, significa la posibilidad de

entrelazarse a partir de arreglos, convenios, acuerdos, contratos, bajo situaciones prefijadas o

fortuitas basadas en la conectividad. Esta es una cualidad extensiva de la conexión, pero

adicionalmente, también es una extensión de la selección de vínculos que modelan

finalmente una configuración relacional. La conectividad es un indicador de la existencia del

sentido de unidad en una relación, que se da en diferentes grados dependiendo de la

situación de los actores. La interacción despierta el mecanismo de relacionalidad, hasta

convertirse en conectividad.

La recomposición de las RI tienen una doble implicación: un estado activo y un estado

interactivo. El primero significa estar en conexión y el segundo, entrar en un estado de

conectividad; la diferencia radica en que la conexión involucra un estado de implicación

como mediador, intermediario o participante (se tiene asistencia, pero no presencia activa),

mientras que la conectividad involucra una mayor participación en un ámbito relacional, es

ser una parte en la construcción de esa configuración a partir del vínculo y a partir de la

capacidad para ligarse a otros nodos. La razón de acción de las RI está en su conectividad, si

la conexión no produce movimientos interactivos no se puede generar conectividad, por lo

tanto, no se pueden crear RI. Definitivamente, la diferencia radica en el grado de

involucramiento, cohesividad o pertenencia a una red. Dicho de otro modo “la conectividad

se sustenta en aumentar y eficientar una proximidad funcional” (Fernández, 2005:70).

Las RI construyen modos y exigencias particulares de actuación y adquieren toda su fuerza y

potencia a partir de realidades e imaginarios unificadores y, al mismo tiempo, diseminados

en los sentidos, acciones, formas de intercambio y en dinámicas de mercados que se

renuevan a sí mismas. Las RI se arraigan e integran profundamente, material y

funcionalmente, en la experiencia sociotécnica de la vida cotidiana. También son medios de

acceso para alcanzar mejores estándares de competencia y competitividad; se vuelve,

entonces, un sistema estratégico de mercado. En este contexto, las innovaciones aparecen al

alcance de los usuarios como instrumentos potenciales para generar acción. Esto significa

reconocer que el movimiento es una parte esencial del cambio tecnológico y el pivote

desencadenante de saberes, habilidades y creatividades conjugadas. Las ideas, procesos y

productos son el resultado de este encuentro. Tampoco se puede desconocer que en las

innovaciones se enraízan tres posibilidades consustanciales: la anticipación, la finitud y el

poder de control. La anticipación es esa posibilidad de prever con antelación las necesidades

reales o construibles, es también un insumo y al mismo tiempo el secreto mejor guardado de

los que participan de la innovación. La finitud tiene que ver con que toda innovación nace

con una caducidad implícita de temporalidad acortable o extendible en función de la

aparición o competición de otras innovaciones. El poder es una forma de acción dirigida al

dominio, sometimiento o destrucción de otros competidores o innovadores. Esta triada

genera sus propias dinámicas, entidades, jerarquías y desenlaces constitutivos de la propia

experiencia innovadora.

El punto de partida de una RI son los vínculos entre actores, individuales y colectivos que

interactúan con otros actores, tanto humanos como no humanos. Estas expresiones generan

determinadas configuraciones relacionales que unen lo espacial con lo tecnológico, en

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Espacio/escala

Fijos Flujos RedesTecnología

TIC

Configuraciones relacionales

Innovación

Producto Proceso Organizativa Marketing

ámbitos que se han llegado a denominar como sociotécnicos. La escala de los vínculos posee

una espacialidad difusa o borrosa, pero siempre alcanza un referente de lugar. Éste puede ser

alterado por la introducción de las tecnologías de información y comunicación. Una cuestión

es que al incorporarse éstas a las RI el referente de lugar tangible es perturbado por el lugar

conectable. De igual modo, el tipo de innovación también define el tipo de RI. Finalmente

una cuestión que no puede excluirse de las RI, es la dinámica que genera el mercado, pues

en definitiva ofrece la plataforma básica para su desarrollo y consolidación mediante una

mutación laberíntica de actores, espacios, competencias, capacidades y recursos (Figura 1).

Bajo estas premisas, la RI más sólida será aquella capaz de desplazarse sobre la frontera

tecnológica de un mercado competitivo y socialmente incluyente.

Figura 1. Componentes básicos de las redes de innovación

Fuente: Elaboración propia.

Modalidades espaciales de las RI

En una RI pueden reconocerse diferentes configuraciones relacionales, materiales y

simbólicas, las cuales se condensan en al menos tres tipos de espacios: a) espacio de fijos, b)

espacio de flujos y c) espacio de redes. Todos, de manera conjunta, evidencian formas y

densidades específicas de conectividad que se activan justo cuando hay movimientos o

tendencias dinámicas entre objetos, flujos, intermediarios y actores. Las RI potencializan su

presencia a partir estos espacios, pues en ellos, donde se producen ámbitos relacionales

basados en intercambios, transferencias, colaboración, participación, aprendizaje o trabajo.

A continuación se detallan las características de cada uno de ellos.

Espacio/Territorio

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Espacio de fijos

El espacio de fijos es el medio constituido por elementos fijos4 y dispositivos materiales que

potencian la conectividad como condición dinámica, es decir, como atributo transformador y

en transformación de las configuraciones relacionales. Por tanto, el espacio de fijos

potencialmente puede generar procesos de comunicación, intercambio y confianza entre los

actores que participan de la interacción constitutiva de procesos y actos. Los fijos son

figuras materiales establecidas o insertas en un determinado lugar como estructurantes, es

decir, como elementos con la capacidad potencial de servir en el tránsito y creación de

sentidos, identidades y necesidades.

Los fijos en su manifestación corpórea adquieren la forma de objetos, materias primas,

materiales, equipos, herramientas, maquinaria, infraestructura, edificios, carreteras, centros

de servicio, industrias, universidades, autos, computadoras, máquinas de trabajo, etcétera.

Los fijos no necesariamente son inamovibles, pues de hecho, un fijo puede convertirse en un

flujo cuando responde al universo de los movimientos socioeconómicos. Es decir, una

empresa puede mudar su esqueleto material a otro lugar, un auto puede formar parte de un

torrente tráfico, una computadora puede convertirse en transportadora de altos valores

económicos, etcétera. Todo depende del relieve que tengan los fijos en la articulación de

procesos y acciones. Su significación también proviene de la intervención transformadora

que logran adquirir en la experiencia de conectividad. En este sentido, es posible señalar que

los elementos materiales del espacio de fijos crean su espacialidad a partir de la ubicación,

posición relativa, localización estratégica, orden, ventajas comparativas y competitivas,

distribución y coordinación de sus elementos.

Espacio de flujos

Por otro lado, también está el espacio de flujos, que es el ámbito de circulación de

conocimientos, información, datos, códigos, ideas, mercancías, dinero, personas; elementos

que se distinguen por sus rasgos de fluidez. De acuerdo con Castells ([1996] 2005:445) “El

espacio de los flujos, es la organización material de las prácticas sociales en tiempo

compartido que funcionan a través de los flujos”. Se podría decir entonces que los flujos son

todos aquellos elementos que fluctúan entre los actores o intermediarios de un vínculo. Así,

el espacio de flujos sostiene una carga de contenidos en movimiento y atributos de

interacción que se consolidan como los transmisores de fluctuaciones entre actores. Es decir,

todo aquello que permite el vínculo, lo que está “en medio” de los nodos de una red, son

como los hilos que sustentan una relación, pero que no necesariamente llegan a producir

redes. Los flujos5 son por antonomasia movimiento, desplazamiento y circulación de

unidades, masas o volúmenes de distinta naturaleza. Cuando se aprecia un flujo, no basta

con mirar el punto de entrada y destino, sino todo el trayecto, contornos, zonas de fricción,

etcétera.

4 Los elementos fijos, fijados en cada lugar, permiten acciones que modifican el propio lugar, flujos nuevos o renovados

que recrean las condiciones ambientales y las condiciones sociales y redefinen cada lugar (Santos, 1982:53; Santos, 1988:

75-85 en Santos, 2000: 53). 5 Los flujos son un resultado directo o indirecto de las acciones y atraviesan o se instalan en los fijos, modificando su

significación y su valor, al mismo tiempo que ellos también se modifican” (Santos, 1982:53; Santos, 1988: 75-85 en

Santos, 2000: 53).

8

Espacio de redes

Luego, se tiene una convergencia o encuentro del espacio de fijos y flujos que conforma el

espacio de redes. Este último resulta ser más complejo pues involucra tanto formas de

relacionamiento inmateriales como materiales derivadas de los fijos y flujos en interacción.

De tal modo que, el espacio de fijos y flujos crean en conjunto un tejido conectivo que da

sostén a los procesos de relacionamiento que convergen en un espacio de redes; un espacio

mixto que se experimenta a partir del cruce entre actores de distinta naturaleza; donde

prevalece la incorporación, mezcla e intercambio potencial de transformaciones

combinatorias de diferente orden. Aquí nacen, se entrecruzan y experimentan nuevas formas

de relacionamiento. También se crea una serie de desplazamientos que logran constituirse

como formas territoriales cada vez más complejas y transformativas. Por ende, el espacio de

redes se crea por interfaces de contactos o encuentros plurales, creadas permanentemente y

de forma inacabada; las redes siempre mutan, cambian, transforman, reutilizan y se

rediseñan.

También hay que reconocer que la conectividad es una propiedad del proceso relacional que

se complejiza sobre la escala, perspectiva u orientación específica que se tenga,

independiente de la gradiente que las defina. Es decir, un fenómeno social puede ser

complejo tanto en lo local como en lo global, en lo individual o colectivo; todo depende de

la densidad de los entramados relacionales que le sustenten. Con esto en mente, habría que

considerar el tratamiento de la conectividad como la base para la decodificación de ámbitos

relacionales, inferencia sobre los referentes que unen a los actores y reconocimiento de las

relaciones estructurales que soportan una red. Como derivado de la conectividad se

producen universos de significación que se logran traducir como acuerdos, convenios,

alianzas, arreglos, compromisos y luego, potencialmente ámbitos reticulares o relacionales

más complejos.

Por lo tanto, antes de hablar de redes habría que descifrar el eje articulador dado por la

conectividad. En otras palabras, la red descansa sobre la idea de conectividad y la calidad de

ésta se profundiza a partir del conocimiento de otras categorías relacionales como la

accesibilidad, flujocidad (velocidad de flujo), intensidad y estabilidad. Sólo que para que

estas categorías puedan detallar de manera más cercana el fenómeno o interacción a

describir tienen que ser retomadas en forma conjunta, para así, dar forma y ordenamiento a

la expresión de las redes. Aunque también se pueden retomar de modo separado y con ello,

mostrar una lectura de la red con énfasis en alguna de sus cualidades relacionales (Ver

Figura 2).

9

Figura 2. Espacio de fijos, flujos y redes mediados por algunos indicadores de

relacionamiento

Fuente: Elaboración propia

Se insiste en que hoy, las fuerzas imperativas del siglo XXI abren un umbral de cambios y

transformaciones que se ligan con la conectividad, los flujos, las redes, las infraestructuras

de conexión, etc. Es aquí, donde los procesos de innovación emergen otra vez, pues

evidentemente, una conectividad eficiente requiere de formas creativas de conexión e

interacción. La experiencia conectiva es un estado que se experimenta en el hacerse. Por lo

tanto, se requieren de plataformas físicas que sean capaces de integrarse a los procesos de

interacción, intercambio y transformación o que creen alternativas tecnológicas mejoradas

para que esto suceda. No obstante, este planteamiento no viene aislado, se retoman en

particular, las configuraciones relacionales que se dan en un ambiente innovador y las

posibles estructuras derivativas. Esto no significa que las transformaciones sociotécnicas se

restrinjan únicamente a laboratorios, ámbitos donde se desarrolla tecnología o ciencia,

centros de investigación o empresas; va más allá, incluye una geografía de diferentes escalas

espaciales y territoriales.

Es claro que, la reflexión sobre la innovación tecnológica se topa con ámbitos relacionales

cohesionados con entornos históricos, económicos y políticos, material y culturalmente

distintos. En su conjugación fortuita o deliberada late la creatividad, imaginación e

invención de ideas, procesos y productos. Es aquí donde la innovación germina y se

potencia. Ya que las modalidades de la innovación tecnológica se presentan como lógicas y

fuerzas modeladoras que se insertan en las rutinas de trabajo, en los modos de vida y en la

transformación del tejido social y cultural. La experiencia tecnológica se despliega así, sobre

una cartografía dinámica de encuentros y desencuentros enmarcada por tiempos y espacios

10

específicos llamados RI. Con estos antecedentes, el siguiente paso es mostrar cómo se llevan

a cabo las RI en un caso de estudio exploratorio, tratando con ello, de analizar sus ángulos

de vinculación, tipos de puentes, protocolos, estrategias de acción en el mercado y los

cambios que sufre el territorio donde se ubican.

Un análisis de actores y variables clave

Con los precedentes señalados, en esta parte del trabajo se contrastará el modelo teórico de

las RI respecto a un referente empírico exploratorio. Esto con el objetivo de incursionar en la

hipótesis de que la capacidad innovadora de las empresas estudiadas equivale al nivel de

conectividad que alcanzan a partir de su espacio de fijos, flujos y redes. La selección de los

casos se extendió a aquellas empresas con: a) algún tipo de innovación (producto, proceso,

organizativa o mercadotecnia); b) ubicadas en zonas industriales con algún tipo de

aglomeración territorial (clusters, parques tecnológicos, sistema regional de innovación,

zona industrial, etcétera); y, finalmente, c) que estuvieran dentro del perímetro de la Zona

Metropolitana de la Ciudad de México. No hubo restricción en cuanto al tamaño o capital de

la empresa, ni al tipo de sector productivo al que pertenecían. En todo momento se trató de

enfatizar el carácter cualitativo de las respuestas dadas por los entrevistados y de este modo,

enfatizar las relaciones y procesos que llevan a cabo las empresas para hacer innovación.

Con tales precedentes se conformó una cédula de entrevista, cuyos reactivos quedarían

acomodados en el siguiente orden (Cuadro 1,2 y 3):

11

Cuadro 1 Características generales del espacio de fijos en una empresa innovadora

Características específicas de la empresa

Tamaño Nacionalidad

Giro o sector productivo Productos o servicios que desarrolla

Rasgos por los que se distingue el espacio de fijos

Pa

metr

os

Infraestructura de

comunicación

Fax Tipo de conexión a Internet

Líneas telefónicas fijas Servers (servidores)

Teléfonos móviles corporativos Protocolo de comunicación de diseño exclusivo

Centro de atención telefónica Gasto en el servicio de Internet

Sitio o página web oficial (presencia de

la empresa en internet) Gasto en seguridad electrónica

Correo electrónico (uso para potenciar

las funciones y capacidades de la

empresa)

Contrato de servicios

Intranet Gasto en servicios de telefonía

Computadoras de escritorio Sistema de videoconferencia

Computadoras móviles (laptops) Gasto anual para mejorar la infraestructura y equipo

de cómputo y software

Computadoras conectadas a Internet

Infraestructura de

IyD

Inversión en IyD

Empleados dedicados a IyD (áreas de investigación, mejoramiento de procesos o innovación)

con relación a la cantidad de trabajadores

IyD interna

Adquisición de IyD externa (licencias, desarrollo con el cliente, alianzas tecnológicas)

Adquisición de maquinaria, equipos y hardware o software avanzados

Adquisición de otros conocimientos externos para innovación

Formación del personal de IyD

Introducción de innovaciones en el mercado o en la empresa

Diseño, otros preparativos para producción y/o distribución

Departamento o laboratorio específico de IyD

inversiones de

capital

Compra de maquinaria, herramientas, materiales

o equipo especializado Medios de transporte

Materiales Renta de maquinaria o equipo

Hardware Información sobre temáticas relacionadas

con la empresa

Software especializado Consultorías

Medios de comunicación Gestión y capacitación

Compra de paquetería para diseñar bases de

datos

Transferencia de tecnología

Recursos humanos calificados

Mercadotecnia y publicidad

Diseños exclusivos

Infraestructura de

información

Centro de documentación ligado a su empresa

Suscripciones a revistas o boletines especializadas

Medios de información para la toma de decisiones o mejoramiento de productos o servicios

Manejo de bases de datos internas

Programas computacionales

Información sobre temáticas relacionadas con la empresa

Infraestructura

urbana

Canales de comercialización a nivel local, nacional o internacional

Vías de comunicación (terrestres, aéreas, marítimas)

Disponibilidad de servicios privados en la línea de trabajo de la empresa

Disponibilidad de servicios públicos

Ubicación estratégica para la oferta y demanda del mercado

Factores de arraigo

Fuente: Elaboración propia.

12

Cuadro 2 Características generales del espacio de flujos en una empresa innovadora

Rasgos por los que se distingue el espacio de flujos

Tipos de

flujos

Volumen de llamadas telefónicas, mails, faxes, intercambios de información

Volumen de ventas anuales

Total de inversiones potenciales

Propiedad de acciones bursátiles

Intensidad de

operaciones por

Internet

Pagos de servicios (agua, luz, teléfono, impuestos, proveedores)

Compras nacionales

Compras al extranjero

Ventas nacionales

Ventas al extranjero

Complejidad en las formas de comunicación (NetMeeting, videoconferencias,

teleconferencias, chat, e-mails)

Búsqueda de información

Interacción con otros agentes

Agentes

con los que

interactúa

Centro de investigación o des. tecnológico

Centros de capacitación profesional

Instituciones de educación superior tecnológicas

Universidades

Consultorías

Cámaras y asociaciones

Instituciones gubernamentales

Competidores

Clientes

Bancos

Transportes

Paquetería y envíos

Aseguradoras

Servicios de TIC

Proveedores

Centros de control de calidad

Centro de certificación como Emp. Soc. Responsable

Laboratorios

Soporte al cliente

Intercambios de conocimientos o información al interior de la empresa

Intercambios de conocimientos o información al exterior de la empresa

Elaboración de balances contables (movimientos, operaciones y saldos de ventas y compras)

Registro de la información recabados por la empresa

Análisis de la información recabados por la empresa

Apoyos gubernamentales para la innovación

Intercambio de personal con otras empresas de la misma firma

Uso, intercambio o difusión de innovaciones de otras empresas del mismo grupo

Transferencia de tecnología

Rotación del personal

Transferencia de personal entre empresas

Fuente: Elaboración propia.

13

Cuadro 3. Características generales del espacio de redes en una empresa innovadora y características generales de

la innovación

Rasgos por los que se distingue el espacio de redes

Actores

con los que

guarda

relación

En la

organización

Equipos de trabajo

Procesos de capacitación

Formas laborales a distancia y teletrabajo

Pertenencia a un grupo corporativo(sede única, matriz, cadena, sucursal)

Sucursales o representación en otro lado

Empresas del grupo al que pertenece su empresa

Participación de inversionistas nacionales y extranjeros

En la producción

Proveedores principales

Competidores principales

Centros de investigación y desarrollo tecnológico

Centros de capacitación profesional

Instituciones de educación superior tecnológicas

Universidades

Consultorías

Cámaras y asociaciones

Instituciones gubernamentales

Bancos e instituciones de financiamiento

Transportes

Paquetería y envíos

Aseguradoras

Servicios de TIC

Centros de control de calidad

Centro de certificación como empresa socialmente responsable (ESR)

Laboratorios

En la distribución

y venta

Clientes minoristas o individuos

Clientes mayoristas o colectivos

Ejecutivos de venta (comisionistas)

Venta por catálogo

Venta por medios masivos de comunicación (telemarketing)

Internet

Puntos de venta estratégicos (propios, concesionados o en franquicia)

Otras empresas

Territorios de importación de productos o servicios

Territorios de exportación de productos o servicios

Características generales de la innovación

Tipo de innovación por su grado de novedad (radical e incremental)

Tipo de innovación por su naturaleza (de servicio, producto, mercadotecnia y comercialización)

Empresas por tipo de innovación y experiencia innovativa

Tipo de recursos destinados a la innovación

Estrategias de vinculación

Efectos de la innovación sobre productos, procesos, organización y comercialización

Afectaciones a la innovación (condiciones, factores o agentes desfavorables o inhibidores de la innovación)

Fuente: Elaboración propia.

14

76.2% 14.3% 9.5%

Empresa sólo con

capital mexicano

Empresa con capital

mexicano y extranjero

NS/NR

57.1% 9.5% 33.3%

Grande

Mediana

Pequeña

61.9% 33.3% 4.7%

Industria

Servicio

Comercio

33.3% 33.3% 33.3%

Empresa matriz

Empresa

sucursal o filial

Sede única

Por sector productivo

Por tipo de empresa

Por tamaño

80.9% 19.0%

0 20 40 60 80 100

Ubicada en el

DF

Ubicada en el

Edo. de México

Por ubicación

Por tipo de capital

Rasgos generales de las empresas estudiadas

El cuestionario6 fue aplicado a 21 empresas7, de las cuales, 13 correspondieron al sector

industrial, 7 al sector de servicios y finalmente, 1 al sector comercial. De estas empresas,

57.1%, fueron grandes 9.5% medianas y 33.3% pequeñas. Con la misma referencia, 62%

correspondieron al sector industrial, 33.3% al sector servicio y 4.8% al sector comercio.

Asimismo, el 33.33% declaró ser una empresa matriz, el 33.33% dijo ser sucursal o filial y

el 33.33% señaló que era sede única. Por la nacionalidad del capital, el 76.2% declaró ser

100% mexicana, 14.3% dijo tener la presencia de capital extranjero y el 9.5% no precisó el

dato. En cuanto a su ubicación el 81.1% está en el Distrito Federal, mientras que el 19% está

en el Estado de México. Estas referencias se especifican en la siguiente tabla (Gráfica 1).

Gráfica 1. Características generales de las empresas entrevistadas en trabajo de

campo

6 La cédula completa del cuestionario está disponible en Hernández, 2012. En particular, la selección de la muestra se dio

por significancia cualitativa, es decir, no se dio prioridad a la cantidad de las empresas entrevistadas, sino a la unidad que

espondía con las restricciones planteadas para los objetos de estudio. Esto para dar un mayor énfasis a lo que ocurre al

interior de las empresas y que muchas veces queda difuminado en la estadística de los datos duros. 7 Los nombres de las empresas entrevistadas son: E1. E1.Grupo Diagnostico Proa, S.A. De C.V.; E2. Vitro; E3. Grupo

Gutiérrez Tello; E4. México Red De Telecomunicaciones, S. De R.L. De C.V.; E5. Específicos Stendhal S.A. de C.V.;

E6. Opentec, S.A. De C.V.; E7. Doping Maquinaria S.A de C.V.; E8. Grupo Industrial Bocar, S.A. De C.V; E9.

Corporación Norteamericana S.A. de C.V.; E10. Laminadora Mexicana de Metales, S.A. De C.V.; E11. Grupo

Interdiseño, S.A. De C.V.; E12. Servicio de Apoyo Corporativo, S.A De C.V. E13. Moldeo De Plásticos Far, S.A. De

C.V.; E14. Levaduras azteca S.A. de C.V; E15. Metlife E16. Export-pharma; E17. Fundición Far SA de C.V.; E18.

Automatizaciones industriales; E19. Yacultl; E20. HP; E21; Autopartes Mercurio.

15

Empresas E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10 E11 E12 E13 E14 E15 E16 E17 E18 E19 E20 E21

Espacio de fijos

Parámetro máximo:

162

Total de aciertos

146 137 56 118 151 120 141 152 149 83 105 142 65 121 116 130 47 73 121 150 139

Calificación 90.1 84.6 34.6 72.8 93.2 74.1 87.0 93.8 92.0 51.2 64.8 87.7 40.1 74.7 71.6 80.2 29.0 45.1 74.7 92.6 85.8

Ponderación *(0.33)

30.0 28.2 11.5 24.3 31.1 24.7 29.0 31.3 30.7 17.1 21.6 29.2 13.4 24.9 23.9 26.7 9.7 15.0 24.9 30.9 28.6

Espacio de flujos

Parámetro máximo:

112

Total de aciertos

85 91 25 64 95 69 90 91 91 55 56 88 42 65 63 65 29 30 51 88 74

Calificación 75.9 81.3 22.3 57.1 84.8 61.6 80.4 81.3 81.3 49.1 50.0 78.6 37.5 58.0 56.3 58.0 25.9 26.8 45.5 78.6 66.1

Ponderación *(0.33)

25.3 27.1 7.4 19.0 28.3 20.5 26.8 27.1 27.1 16.4 16.7 26.2 12.5 19.3 18.7 19.3 8.6 8.9 15.2 26.2 22.0

Espacio de redes

Parámetro máximo:

100

Total de aciertos

58 71 25 45 77 44 66 63 63 47 50 64 35 50 35 49 22 20 26 70 49

Calificación 58.0 71.0 25.0 45.0 77.0 44.0 66.0 63.0 63.0 47.0 50.0 64.0 35.0 50.0 35.0 49.0 22.0 20.0 26.0 70.0 49.0

Ponderación *(0.33)

19.3 23.7 8.3 15.0 25.7 14.7 22.0 21.0 21.0 15.7 16.7 21.3 11.7 16.7 11.7 16.3 7.3 6.7 8.7 23.3 16.3

Sumatoria de ponderaciones

74.7 78.9 27.3 58.3 85.0 59.9 77.8 79.4 78.7 49.1 54.9 76.7 37.5 60.9 54.3 62.4 25.6 30.6 48.7 80.4 67.0

Para evaluar el desempeño de cada empresa, en el trabajo de campo se asignó a cada una de

las respuestas una escala de valores de mayor a menor en proporción directa con su nivel de

complejidad. Primero, se enlistaron en forma horizontal las 21 empresas entrevistadas en el

trabajo de campo; las cuales fueron subdivididas por el espacio de fijos, flujos o redes que

las define. Cada uno de estos espacios estuvo constituido por una serie de variables que

fueron valoradas en forma diferencial hasta obtener una sumatoria parcial por tipo de

espacio. El parámetro óptimo de puntos a alcanzar en el espacio de fijos fue de 162, en el

de flujos 112 y en el de redes 100. La diferencia entre ellos se justifica porque hay una

diferencia previa entre las ponderaciones y el número de variables asignadas para cada

espacio. Con estos referentes se sacó la calificación parcial (total de aciertos) que

alcanzaron las empresas. En seguida, a cada uno de los espacios se les asigno su

calificación parcial y luego se les asignó el valor ponderado (0.33) que les correspondía. En

último término, se sumaron las tres ponderaciones obtenidas y así se logró una evaluación

final para definir la conectividad las RI que constituye a cada una de las empresas. Esta

suma aparece al final de recuadro (suma de ponderaciones) (Ver Cuadro 4).

Cuadro 4. Resultados generales de las entrevistas realizadas en trabajo de campo

Fuente: Elaboración propia con base en los resultados de las entrevistas realizadas en trabajo de campo

Después de obtener los resultados por tipo de espacio, se logró ubicar a las empresas en

cuatro categorías (bajo, medio, alto y muy alto). Con estos parámetros se obtuvo el cuadro

5, en el cual se pueden hacer diferentes apreciaciones. Una de ellas es que en promedio, la

tendencia para constituir RI tiene un peso más fuerte en fijos, un peso medio en flujos y un

peso más débil en redes. En otras palabras, las empresas innovadoras que fueron

entrevistadas canalizan la mayor parte de sus recursos a la conformación de infraestructura

de comunicación, información y de IyD, inversiones de capital y aprovechamiento de

infraestructura urbana disponible, que en general constituye el espacio de fijos. El segundo

lugar de importancia lo ocupa el espacio de flujos, que se caracteriza por el volumen de

16

recursos que emiten y reciben las empresas innovadoras. Este espacio alcanzó en promedio

un peso menor al espacio de fijos, pero mayor al espacio de redes.

Cuadro 5. Calificación alcanzada de las empresas según indicadores seleccionados

Fuente: Elaboración propia con base en los resultados obtenidos del trabajo de campo.

Al concentrarse en las características generales de las empresas seleccionadas, es posible

apreciar que en todos los casos predomina el espacio de fijos, aunque con lógicas

distintivas en cada una de ellas. Las diferencias abarcan elementos materiales diferenciales

relacionados con costos, sofisticación tecnológica, peso específico en el proceso innovador

y potencial de conexión, en cuyo seno, cobra sentido la capacidad relacional del espacio de

flujos y redes. Es evidente que los elementos concentrados en el espacio de fijos

(instrumentos, herramientas, dispositivos tecnológicos, mobiliario, equipamiento)

constituyen la base material y funcional de las empresas estudiadas. Pero, este espacio de

fijos no es suficiente para llegar a entender el motor de la dinámica empresarial. Es

necesario que el espacio de fijos se reconozca como un detonante en la generación de un

espacio de flujos, definido por intercambios, acciones, procesos, traslados,

desplazamientos, circulaciones. Será entonces este rango dinámico el que diferencie a aquel

espacio de fijos que es capaz de generar movimiento del que no. Es aquí donde es posible

señalar que el espacio de fijos guarda un estado latente de conexión, pero que no se activa

hasta que se vincula con el espacio de flujos y genera un estado de conectividad, para

luego, dar paso a un espacio de redes.

Otro de los datos que destaca entre las empresas entrevistadas, es que la simple adición de

fijos y flujos no genera por sí misma un efecto sinérgico para crear redes. Es decir, se

Rango Empresa Fijos Flujos Redes Conectividad

Bajo (0-25) E17 9.67 8.63 7.33 25.64

Medio (26-50)

E3 11.52 7.44 8.33 27.30

E18 15.02 8.93 6.67 30.62

E13 13.37 12.50 11.67 37.54

E19 24.90 15.18 8.67 48.74

E10 17.08 16.37 15.67 49.11

Alto (51-74)

E15 23.87 18.75 11.67 54.28

E11 21.60 16.67 16.67 54.94

E4 24.28 19.05 15.00 58.33

E6 24.69 20.54 14.67 59.89

E14 24.90 19.35 16.67 60.91

E16 26.75 19.35 16.33 62.43

E21 28.60 22.02 16.33 66.96

E1 30.04 25.30 19.33 74.67

Muy alto (75-100)

E12 29.22 26.19 21.33 76.74

E7 29.01 26.79 22.00 77.80

E9 30.66 27.08 21.00 78.74

E2 28.19 27.08 23.67 78.94

E8 31.28 27.08 21.00 79.36

E20 30.86 26.19 23.33 80.39

E5 31.07 28.27 25.67 85.01

Promedio general de las empresas

entrevistadas 24.12 19.4 16.33 60.40

17

esperaría que al conjuntarse fijos y flujos se pudieran generar redes con un mayor peso

dentro de las configuraciones relacionales de las empresas. Sin embargo, los datos

confirman que las redes que forman las empresas no alcanzan a extraer el potencial real de

fijos y flujos. Por lo tanto, la fortaleza o debilidad de cada uno de los espacios configura

una RI que se distingue en forma individual para cada una de las empresas. Con esto es

posible señalar que hay una conectividad diferencial entre los espacios de las empresas y

también entre los espacios donde se ubican las empresas. Los espacios innovadores no se

dan por agregación de empresas, sino por los lazos, convenios, intercambios, contratos que

pudieran darse ente sí a partir de su conectividad.

Las estrategias de las empresas para el caso estudiado están mayormente inclinadas hacia la

compra, apropiación y consolidación de fijos. Esta prioridad desequilibra la troika que

conforma las RI. La prioridad sería entonces encontrar un equilibrio entre el espacio de

fijos, flujos y redes. Si uno tiene una longitud o peso mayor dentro de las empresas, la

configuración declina hacia una figura distinta de espacio, territorialidad y por supuesto,

tipo de innovación. Cada uno de los espacios crea oportunidades de mercado, directrices,

estrategias de marketing, formas de producción, objetivos y metas particulares. No sólo se

trata de reconocer que el espacio de fijos, flujos o redes es un entramado que desarrollan las

empresas, es también una forma de crear valor y generar innovación.

Los datos son contundentes en la muestra tomada; las empresas se concentran en capitalizar

sus recursos, pero descuidan la generación de flujos y redes. Es decir, hay un vacío notable

en las empresas: la interacción e intercambio de información y conocimientos para

capitalizarlos se reducen a sus contactos primarios con proveedores, intermediarios, clientes

o consumidores. Esto crea una serie de redes con baja conectividad, aisladas y

endogámicas. En tal caso, no se puede esperar que los niveles de innovación de las zonas

industriales crezcan, sobre todo cuando desde la empresa –como el núcleo básico de los

espacios innovadores– sigan desequilibrados sus espacios. La atención a los tres tipos de

espacios es prioritaria, pues al saber cómo estos se constituyen, se pueden entender de

mejor manera las formas de incentivar la innovación.

Se reconoce que cualquiera de los espacios que constituyen las RI mantiene una condición

reflexiva. Es decir, cada uno de los espacios posee el potencial necesario para estimular al

resto y así crear una RI. Por lo tanto, la conformación de una RI a veces podría iniciar en el

espacio de fijos, otras en el espacio de flujos y otras en el espacio de redes. Sin embargo, en

un ámbito de RI es necesaria la presencia integrada y fortalecida de los tres espacios, aun

cuando su funcionalidad posee un diferencial o peso específico para cada caso o situación.

Por tal razón, no es suficiente con tener espacios fuertes, si están funcionando en un estado

de desintegración entre sí. Frente a esto, el estudio de las RI estará apelando por una

condición de reflexividad entre los distintos espacios y entre sus actores. El estudio de las

RI también abogará por un análisis sobre las configuraciones relacionales que siguen las

empresas como situación estratégica de competencia, la situación competitiva que las

sostiene y, sobre todo, un análisis del espacio que las define. Esto es prioritario ante las

tendencias y prácticas internacionales desterritorializadas que acentúan el carácter

relacional de las operaciones de compra-venta de ideas, productos y servicios. Esto

significa que habrá que poner el acento en la capitalización de logísticas y prácticas

diseminadas en la geografía mundial.

18

Consideraciones finales

Las configuraciones, estrategias y desafíos que enfrentan cotidianamente las empresas

sugieren entramados complejos y de rasgos específicos que les obligan a enfrentar las

exigencias de un mercado cada vez más competitivo. En esta dinámica se presta atención a

los vínculos productivos que se generan al interior de la empresa, a las variables

macroeconómicas latentes en el mercado y a las relaciones externas a la empresa que

guardan con actores de distinto orden. El aprovechamiento de estos recursos dependerá

enteramente de la capacidad relacional y estratégica de la empresa, la cual varía

condicionalmente por los factores internos y externos a los que se ve sometida.

En forma más concreta, los diferenciales entre las empresas se presentan por el uso

estratégico de fuerzas que se empatan con los mecanismos de actuación articulados de

manera compleja, los cuales son absorbidos por la propia lógica de la empresa. Esto

contribuye a fortalecer la idea que la innovación además de ser un proceso transformador

de recursos o capacidades en bienes o servicios es, también, una expresión de estructuras

relacionales con rendimientos, trayectorias y derrames de distinto tipo. La innovación no

sólo se expresa en la idea, producto o servicio innovador, también genera una serie de

derramas tecnológicas que modifican los métodos de trabajo, formas organizacionales,

técnicas de venta, canales de distribución y medios de compra.

Ahora los cambios relacionales en el mundo atienden a una serie de intersticios entre

actores, situaciones y procesos de distintas velocidades, naturalezas y geografías. Bajo este

contexto de cambio, la innovación tecnológica ha tenido una presencia con mayor

reconocimiento que en tiempos pasados. Sin embargo, tanto en el antes como en el ahora, la

innovación no es un proceso en abstracto, pues está compuesta de configuraciones que se

comportan como elementos diferenciales de orden que dan sentido al advenimiento de

configuraciones relacionales de distinto tipo. En tales términos, se trata de reconocer que la

innovación se distingue en su carácter acumulativo de datos, información y conocimientos,

que luego se fusionan, incorporan o se materializan en procesos, productos o ideas con

aplicaciones prácticas y susceptibles de entrar en una dinámica de mercado.

No obstante, si bien hay que hablar de armados o configuraciones relacionales, también hay

que reconocer los cambios que afrontan, sobre todo cuando se habla de una dinámica

globalizante, en la que aparecen discursos insistiendo en la competitividad, cooperación

entre firmas, trabajo en equipo, conectividad entre territorios, procesos de urbanización más

intensos, etcétera. Eventos que hablan sobre un cambio inminente en el espacio relacional

que apunta a un actuar en redes. Esto no es hablar de simple sustitución de categorías o

cambio nominal de los hechos, se trata de reconocer que los entramados en los que se vive

cotidianamente se complejizan o se vinculan con procesos relacionales más sofisticados y

problemáticos.

Es en este contexto donde tienen cabida las cadenas globales de valor, pues no sólo han sido

un modelo empresarial ampliamente estudiado, sino un referente de sistemas productivos

organizados en diferentes escalas. Sin duda, las cadenas globales de valor “han

desempeñado un papel histórico crucial al modificar los patrones de acumulación capitalista,

las formas sociales y la organización del comercio internacional” (Calleja, 2007:178). En

19

esta transición ha cambiado la estructura de las empresas en su dimensión funcional y

espacial, tanto en los grandes corporativos como en las Pequeñas y Medianas Empresas

(PyMES). En consecuencia, hay una redefinición de los actores e intermediarios que

participan de este proceso, desplegados en diferentes escalas geográficas.

De igual modo, en el plano teórico emergen aportaciones significativas que ponen de

manifiesto ciertos resquebrajos en las categorías de análisis que acompañan la discusión

sobre las cadenas globales de valor. El punto de arranque es sobre el propio concepto de

cadena. Esta idea hace referencia a un conjunto de agentes, procesos y elementos materiales

que participan secuencialmente en actividades para crear valor. El referente inmediato

asociado a la categoría de cadena es el conjunto de eslabones que la constituyen y que

aparecen como elementos entrelazados lineal y sistemáticamente. La ausencia,

debilitamiento o ruptura de uno de los eslabones pone en peligro la existencia del conjunto.

Por lo tanto, más que discutir sobre cadenas globales de valor habría que dar un giro y

reconocer la emergencia de redes globales de valor. Al respecto, el primer adelanto se daría

en el sentido de reconocer que la metáfora de red supera a la metáfora de cadena. Ésta última

se apega más a una concepción lineal, dependiente, factorial, divisional, horizontal,

tradicional, modular, con cierta inclinación a la centralización, estabilidad endeble. Aunque

también es cierto que ha demostrado sus bondades para entender el proceso de diseño,

producción, distribución y consumo de productos y servicios, sobre todo, durante el siglo

XX. Por su parte, la idea de red explora en extenso la naturaleza, configuración y

materialización del proceso relacional de industrias, empresas e instituciones intermediarias.

Esto significa también reconocer el aspecto espacial y territorial que conlleva, que tiene a

reconocer a la conectividad como el epicentro de la dinámica de redes. En otras palabras,

con la red se tiene la posibilidad de reconocer las capacidades y potenciales para acceder a

un mercado (accesibilidad), el grado de unión, confianza, fuerza, potencia, circulación o

penetración entre las partes (intensidad), las condiciones de integración, acomodo y

permanencia en una economía competitiva (estabilidad), la rapidez con la que se pueden

desplazar ideas, productos, servicios, personas, mercancías y dinero entre un punto y otro

(velocidad); todas en conjunto forman la conectividad. Este es el punto central para repensar

las condiciones globales de producción que priman en la actualidad. Por lo tanto, no se

puede entender la dinámica capitalista sin antes entender los principios de conectividad que

les sustentan.

Para apropiarse de este nuevo modelo productivo llamado redes globales de valor se necesita

“una economía basada en Internet, impulsada por las capacidades de aprendizaje y

generación de conocimientos, capaz de operar dentro de las redes globales de valor y

apoyada por instituciones políticas legitimas y eficaces” (Castells, 2001:248). De igual

modo, hay que explorar la naturaleza, dirección y alcance de los flujos sociotécnicos que se

desplazan entre una red global de valor. También es necesario reconocer el papel de los

actores e intermediarios y las configuraciones relacionales que se edifican sobre esta

emergente geografía de coordinación mundial. Es en este marco donde las economías

latinoamericanas tienen que salir avantes, tanto en la propuesta de dispositivos de análisis

como de actuación. El caso de estudio mostrado en este trabajo, puede ser un pivote

exploratorio para entender las capacidades relacionales de las empresas con instrumentos de

análisis distintos. Entre los resultados obtenidos, fue evidente que la mayoría de las redes

empresariales no están consolidadas. En forma particular se pudo apreciar que las

20

configuraciones relacionales que tejen las empresas son limitadas, aun cuando se encuentren

confinadas en espacios industriales, ya que sus vínculos más fuertes son con proveedores,

clientes e intermediarios los cuales no necesariamente están en la misma zona. Hay

esporádicas formalizaciones de cooperación con centros de investigación, desarrollo

tecnológico, universidades o becarios altamente calificados, pero sus resultados no son

evaluados estrictamente y muchas veces esos mismos fondos terminan subsidiando la

supervivencia de la empresa, pagando proyectos sin estudios de mercado sólidos o

destinados al fracaso o difíciles de recuperar. Este problema local incita a extrapolar la

preocupación por saber qué está pasando en lo nacional y regional del espacio

latinoamericano.

Por otro lado, la intención de enfatizar el aspecto territorial de la innovación a partir de su

espacio de fijos, flujos o redes encuentra su justificante en el hecho que es un proceso que no

sólo se circunscribe a los límites del laboratorio, empresa o centro de investigación, sino que

forma verdaderas configuraciones relacionales con grados diferenciales de complejidad. El

trenzado de estos espacios también refleja la gradiente que alcanzan las empresas

innovadoras y las estrategias que siguen para mantenerse a la vanguardia de las exigencias

del mercado. El espacio de la innovación es más que sólo un sustrato inherente o latente, es

un aspecto que requiere enfatizarse en su ámbito urbano, en los espacios de distribución,

consumo y apropiación de objetos y procesos innovadores.

La innovación conforma un espacio donde están los estímulos, soportes y complementos de

los cambios científicos, tecnológicos, organizacionales y técnicos. Además coadyuva a la

generación de aglomeraciones, sistemas, parques tecnológicos, distritos, sectores, polos,

regiones que han sido estudiados desde hace tiempo, pero también se ha puesto atención a

cartografías inéditas de innovación; ámbitos que aunque de distinta naturaleza se llegan a

interconectar funcionalmente. Aquí es donde las redes globales de valor encuentran un lugar,

pues se están mostrando como las configuraciones predominantes de los sistemas

productivos actuales. Las implicaciones para el espacio latinoamericano estriban en

reconocer que este modo de actuar exige, a su vez, esquemas innovadores para acceder

competitivamente al mercado mundial con mejores contenidos tecnológicos, laborales y de

políticas públicas integrales. En las cadenas globales de valor se tienen mercados de trabajo

especializados y diversificados, espacios de mayor productividad y competitividad, ámbitos

de ciencia y tecnología, pero sobre todo, ámbitos relacionales que habilitan, a su vez, un

sinnúmero de espacios de acción y convergencia.

Los espacios de la innovación que acompañan las cadenas globales de valor también

suscitan distintas lógicas territoriales y redes de transición que hacen de un espacio

innovador, un ámbito que regula e incentiva la creatividad, la formación de conocimientos y

el intercambio de información y valores. En tal caso, la complejidad de los espacios

innovadores no depende de la perspectiva, sino del entramado que se explora. Así, los

espacios de fijos, flujos o redes emergerán bajo rasgos diferenciales cuyos bordes pueden

llegar a interconectarse o trastocarse. En medio de esto hay evidentemente un tiempo-

espacio por el que fluye información, conocimientos, uso de tecnologías y protocolos de

organización particulares. Estos aspectos se tomarán como base para describir a las

empresas que previamente sean consideradas para ello. El hecho de entender el territorio

como un entorno complejo de relaciones, ámbitos y condicionantes organizacionales,

21

permite ampliar la visión de las imbricaciones que definen un espacio innovador. Los

espacios innovadores, no son espacios nominales de primera instancia, hay que entender los

contornos difusos que los definen, entenderlos en sus relaciones, contextos y marcos

históricos. Para luego, tener una mejor visualización en el balance de las capacidades y

debilidades de los espacios latinoamericanos frente a los desafíos de los mercados

mundiales.

El punto central es cómo aprovechar al máximo el espacio de fijos, flujos y redes para

constituir RI más consolidadas y que pueden entreverarse en distintas escalas del cambio

tecnológico. En este sentido, la innovación no puede limitarse a la empresa como

tradicionalmente ha ocurrido. La espacialidad de la innovación va más allá de la

circunferencia de una firma, pues es heterogénea y multiescalar. Esto significa que su

configuración está dada por distintos actores, con distintos pesos y escalas. La cuestión es,

encontrar el punto de contacto entre todos para generar verdaderos ámbitos relacionales

basados en la conectividad. En este aspecto yace la innovación, pues ello significa apegarse

a la noción que los cambios tecnológicos conciben una espacialidad que opera por

relaciones, modos de organización, planes y directrices, mecanismos de articulación, canales

de intercambios y sobre todo, vínculos en distintas escalas e intensidades. Al aceptar esta

visión, es posible generar directrices, políticas y estrategias sobre la línea del crecimiento y

desarrollo tecnológico. No como panacea, sino precisamente como una vertiente que puede

capitalizarse y redefinirse como estrategia integral de transformación en las economías. Esto

es, en definitiva, una vertiente optativa para incrementar los valores de producción y venta,

mejoras en los espacios o territorios y sobre todo, una posibilidad para mejorar las

condiciones sociales que acompañan a la innovación. En este caso, el sector productivo,

tamaño o naturaleza de la empresa, capital disponible o peso en la cadena productiva,

ofrecen un mejor entendimiento de la innovación, si se miran por el tamiz de las

configuraciones relacionales que producen y no sólo por tipo de variable.

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