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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO CENTRO DE ESTUDIOS CHINA-MEXICO Yolanda Trápaga Delfín Coordinadora América Latina y el Caribe y China Recursos naturales y medio ambiente 2015

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  • UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO

    CENTRO DE ESTUDIOSCHINA-MEXICO

    UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO

    CENTRO DE ESTUDIOSCHINA-MEXICO

    ISBN: 978-607-8066-12-4

    Yolanda Trpaga Delfn Coordinadora

    Es un hecho incontrovertible que el planeta est sufriendo de manera cada vez ms acelerada cambios radicales en las con-diciones de su reproduccin. Sin embargo, incorporar el cambio climtico en los anlisis de las ciencias sociales no es todava un hecho generalizado.

    En este marco el xito econmico de China ha sido un ejemplo clarsimo de la relacin directa entre crecimiento, competiti- vidad y un deterioro del medio ambiente de la misma magnitud, dentro y fuera de sus fronteras. Ms interesante todava resulta el caso de Mxico, pues no obstante el desempeo mediocre de su economa en las ltimas dcadas, en comparacin con China, una importante degradacin ambiental tambin ha acompaado aos de bajas tasas de crecimiento. Todo lo cual no puede dejar de eva-luarse con carcter de urgente en aras de generar un creciente in-ters entre los distintos sectores de la sociedad.

    En estas pginas se plasma el inters de autores de distintas latitu-des e instituciones y se abordan los temas de urbanizacin, ener-ga, agricultura, inversin y comercio en China y en Amrica Latina.El inters en los temas ecolgicos debe impulsarse con mayor fuerza. Lo que este volumen trata de hacer con las propuestas analticas que incluye.

    Amrica Latina y el Caribe y China

    Recursos naturales y medio ambiente 2015Amrica Latina y el Caribe y China

    Recursos naturales y medio ambiente 2015

    9 786078 066124

    UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO

    CENTRO DE ESTUDIOSCHINA-MEXICO

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  • UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO

    CENTRO DE ESTUDIOSCHINA-MEXICO

    Recursos naturales y medio ambiente 2015Yolanda Trpaga Delfn Coordinadora

    Amrica Latina y el Caribe - China

  • Red Acadmica de Amrica Latina y el Caribe sobre China

    Dr. Enrique Dussel Peters Coordinador General y Coordinador del eje temtico Economa, comercio e inversin

    Dr. Jos Ignacio Martnez Corts Coordinador del eje temtico Relaciones polticas e internacionales

    Dra. Yolanda Trpaga Delfn Coordinadora del eje temtico Recursos naturales y medio ambiente

    Dra. Liljana Arsovska Coordinadora del eje temtico Historia, cultura y aprendizaje del chino

    Dr. Antonio Ibarra Romero Representante de la Unin de Universidades de Amrica Latina y el Caribe

    http://www.redalc-china.org/

    Unin de Universidades de Amrica Latina y el Caribe

    Dr. Jos Tadeu Jorge Presidente

    Dr. Roberto Escalante Semerena Secretario General

    Universidad Nacional Autnoma de Mxico

    Dr. Jos Narro Robles Rector

    Dr. Eduardo Brzana Garca Secretario General

    Ing. Leopoldo Silva Gutirrez Secretario Administrativo

    Dr. Francisco Jos Trigo Tavera Secretario de Desarrollo Institucional

    Lic. Enrique Balp Daz Secretario de Servicios a la Comunidad

    Dr. Csar Ivn Astudillo Reyes Abogado General

    Centro de Estudios China-Mxico

    Dr. Enrique Dussel Peters Coordinador

    Dra. Yolanda Trpaga Delfn Responsable

    Amrica Latina y el Caribe-China. Recursos naturales y medio ambiente 2015Coordinadora: Yolanda Trpaga DelfnDiseo de portada e interiores: Socorro Garca

    DR Unin de Universidades de Amrica Latina y el CaribeCircuito Norponiente del Estadio Olmpico, Ciudad Universitaria, Delegacin Coyoacn, C.P. 04510, Mxico, D.F.Primera edicin: 2015ISBN: 978-607-8066-12-4Impreso en Mxico

  • Recursos naturales y medio ambiente 2015

    Yolanda Trpaga Delfn Coordinadora

    Amrica Latina y el Caribe - China

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    ndice

    Introduccin ......................................................................................... 7

    Seccin 1: Ciudades y procesos de urbanizacin

    Crecimiento econmico y urbanizacin en China: lecciones para Amrica Latina y el Caribe? ...................................... 17Sergio E. Martnez Rivera

    Incorporacin del suelo de propiedad colectiva a la urbanizacin en China ............................................................... 35Xuedong Liu SunQiang Zhang

    Qu tan sustentables son las ciudades sustentables? Los casos de Tianjin y Curitiba ........................................................... 55Franois DuhamelYolanda Trpaga Delfn

    Cuestin de poltica econmica: ciudades fantasmas en China y Mxico ............................................................................... 79Franois Duhamel Yolanda Trpaga Delfn

    Seccin 2: Energa

    Demanda y oferta de energticos de Amrica Latina vinculacin con la expansin econmica de China ........................ 101Abigail Rodrguez NavaCarmelina Ruiz Alarcn

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    Cambio climtico y uso de energa en la economa de Mxico y China ............................................................................. 119Juan Gonzlez GarcaAndrea Guadalupe Larios Vzquez

    El petrleo como elemento clave en las relaciones entre China y Amrica Latina. Reflexiones para Mxico ........................................ 141Martn M. Checa-Artasu

    Seccin 3: Inversin y comercio

    Aspectos ambientales del comercio chino y de la inversin extranjera directa hacia el exterior en el sector manufacturero en Mxico ................................................................ 161Claudia SchatnDiana Piloyan

    Las oportunidades de exportacin de hortalizas y frutas frescas mexicanas a China ............................................................................ 181Carlos Morales Troncoso

    Seccin 4: Agricultura

    Presiones domsticas e internacionales en la poltica agrcola china .............................................................. 199Adrian H. Hearn

    Sobre los Autores ............................................................................ 213

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    Introduccin

    Es un hecho incontrovertible que el planeta est sufriendo de ma-nera cada vez ms acelerada cambios radicales en las condiciones de su reproduccin. Los glaciares se derriten a tasas aceleradas y no se vuelven a congelar en la misma magnitud, los desiertos se expanden, se extinguen especies animales y vegetales de manera vertiginosa, el clima ha venido cambiando, generando paralelamente impactos irreversibles para las actividades econmicas y las condi- ciones de vida de la humanidad. Sin embargo, incorporar el cam-bio climtico en los anlisis de las ciencias sociales no es todava un hecho generalizado; peor todava, el tema ambiental ha sido in-corporado al discurso poltico en todas partes del mundo, pero desactivando la capacidad de reaccionar oportuna y eficientemente para mitigarlo y adaptarnos.

    Es un hecho cientficamente probado que la causa del cambio climtico que estamos viviendo son las actividades humanas, en especial las econmicas. Sin embargo, el centro del discurso eco-nmico, por ejemplo, sigue siendo el estmulo al crecimiento, con la idea de que es legtimo contaminar pues luego se puede remediar. Pero la demanda de recursos asociada al crecimiento, los impactos sobre los ecosistemas y el efecto sobre el clima mismo, no se han detenido en trminos globales y el proceso ha adquirido la caracte-rstica de irreversible.

    En este contexto el xito econmico de China ha sido un ejemplo clarsimo de la relacin directa entre crecimiento, competitividad y un deterioro del medio ambiente de la misma magnitud, dentro y fuera de sus fronteras. Ms interesante todava resulta el caso de Mxico,

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    pues no obstante el desempeo mediocre de su economa en las ltimas dcadas, en comparacin con China, una importante degra- dacin ambiental tambin ha acompaado aos de bajas tasas de cre-cimiento. Todo lo cual no puede dejar de evaluarse con carcter de urgente en aras de generar un creciente inters entre los distintos sectores de la sociedad.

    Es en este mbito en el que se inserta la Red Acadmica de Amrica Latina y el Caribe (Red ALC-China), institucin acadmica constitui- da en mayo de 2012 con la finalidad de conjuntar los esfuerzos latinoa-mericanos y de otras regiones para analizar a profundidad la relacin entre ALC con China. La Unin de Universidades de Amrica Latina y el Caribe (UDUAL) junto con el Centro de Estudios China-Mxico de la Facultad de Economa de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico (UNAM), con el apoyo del Banco Interamericano de Desarro-llo (BID), han sido las instancias que han posibilitado la gnesis de la Red ALC-China. Desde su creacin, esta Red ha fomentado el dilo-go entre diversos sectores incluyendo a acadmicos, funcionarios, empresarios, expertos e interesados en general que trabajan en el contexto de cuatro ejes temticos: economa; comercio e inversin; relaciones polticas e internacionales, y recursos naturales y medio ambiente, sin abandonar las temticas relacionadas con la historia, la cultura y el aprendizaje del chino. Son ms de quince las institu- ciones que participan en estos grupos de estudio, anlisis y discusin, y cabe destacar que en estos ejercicios participan alrededor de 150 miembros, que provienen de ms de diecisiete, desde mediados de 2015.

    Adems, la Red ALC-China cuenta con el soporte analtico y con-ceptual de los coordinadores de cada uno de los ejes temticos y de sus respectivos miembros, y cabe destacar el inters que ha genera-do la temtica a nivel internacional. Al da de hoy, la Red ALC-China ha publicado cinco libros, en formatos en papel y digital, que desde que se subieron a la red han tenido ms de seiscientas mil consultas, desde su portal (www.redalc-china.org). En todas las publicaciones, la Red ALC-China ha cuidado que el proceso de seleccin acadmi- ca de los materiales cumpla con las normas que dicta la importancia del proyecto, y esto tambin ha sido requisito en las presentaciones, congresos, seminarios y dems foros que la Red ALC-China empren-de, con la meta de lograr un efectivo proceso de aprendizaje, que d cuenta de la heterogeneidad que existe en las diversas temticas.

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    Desde su constitucin, la Red ALC-China ha organizado una serie de eventos acadmicos y ha brindado apoyo a otros, entre los que des-tacan dos seminarios internacionales, titulados Amrica Latina y el Caribe y China: condiciones y retos en el siglo XXI, que se celebra-ron en 2012 y 2014, respectivamente. El segundo seminario, el de 2014, se llev a cabo en la Ciudad de Mxico, y en l se presentaron 129 ponencias y sum ms de seiscientos asistentes.

    Este tercer volumen, correspondiente al segundo seminario de la Red, los temas de recursos naturales y medio ambiente son analiza-dos desde distintos ngulos por los 14 autores de los 10 trabajos que se presentaron, con orgenes geogrficos e institucionales diversos: una universidad australiana, una china y siete mexicanas, Oceana, Asia y Amrica. Lo que muestra no slo el creciente inters de los analistas en diversas latitudes, sino el amplio rango de participan- tes en la Red ALC-China.

    Dentro de los temas tratados en este libro, cuatro ensayos se ocu-pan del proceso de urbanizacin en China y en Amrica Latina, tres se centran en el asunto energtico, sobre la inversin china direc-ta en Mxico, el comercio entre ambas economas y su expresin en el medio ambiente dos ensayos se presentaron; y por ltimo un trabajo sobre la problemtica agrcola en China, muestra del inte-rs menos fuerte en el tema en relacin a reuniones acadmicas de aos pasados.

    La mencin que haremos a continuacin sobre las principales lneas de anlisis de los autores seala la institucin a la que per-tenecen, incluyendo el pas, salvo en el caso de las universidades mexicanas en donde slo se incluye el nombre genrico, sin el pas, por ser la mayora.

    Sergio E. Martnez Rivera del Centro de Estudios China-Mxico, UNAM, trabaja el tema: Crecimiento econmico y urbanizacin en China: lecciones para Amrica Latina y el Caribe? y reflexiona so-bre el hecho de que China ha sido establecida como un ejemplo de crecimiento econmico y, por tanto, Amrica Latina y el Caribe (ALC), as como el resto de los pases en vas de desarrollo, debieran seguir una ruta similar. Dos preguntas de trabajo guan al autor: puede la regin de ALC replicar un modelo de crecimiento econmico como el chino?, es sustentable econmica, social y ambientalmente el mode-lo de crecimiento econmico de ese pas? El documento toma como eje explicativo la urbanizacin y su relevancia dentro del proceso de

    Introduccin

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    expansin y acumulacin econmicas en China, con las respectivas implicaciones sociales y ambientales que lo acompaan.

    Tambin sobre el tema urbano, Xuedong Liu Sun de la UNAM y Qiang Zhang de Capital University of Economics and Business, China, escriben el ensayo Incorporacin del suelo de propiedad colectiva a la urbanizacin en China, donde sealan que en el caso particu- lar de China el aumento en el nivel de urbanizacin y la incorpo-racin de tierra agrcola al uso urbano estn relacionados en forma estrecha con el sistema de la administracin del suelo que se ha veni-do diseado e instrumentado durante los ltimos sesenta aos. Ante la urbanizacin acelerada y la creciente necesidad de suelo para uso urbano, la administracin del suelo ha enfrentado al menos tres re-tos principales: la resistencia de los campesinos de que sus tierras sean expropiadas, la homologacin del registro poblacional entre los campesinos y los residentes urbanos, y la nivelacin de los servi-cios bsicos. Los autores concluyen que para llevar a cabo un proceso de urbanizacin sostenible y bien fundamentado, se requieren al mis-mo tiempo las adecuaciones indispensables sobre el sistema en la administracin del suelo colectivo.

    En la misma lnea del tema de las urbanizaciones, Franois Duhamel de la Universidad de las Amricas, Puebla, y Yolanda Trpaga Delfn del Cechimex, UNAM, escriben el ensayo Qu tan sustenta-bles son las ciudades sustentables? Los casos de Tianjin y Curitiba, donde presentan primero una caracterizacin del sector urbano en China y en ALC. Despus examinan las facetas del fenmeno de las ciudades sustentables para determinar sus posibles alcances, as como sus limitaciones. Sobre la base de este anlisis, describen la situacin y las perspectivas del proyecto de ecociudad de Tianjin y del desarrollo de la ciudad de Curitiba, en China y Brasil respectiva-mente.

    Los mismos autores se detienen a examinar otro asunto impor-tante de ciudades en el trabajo Cuestin de poltica econmica: ciudades fantasmas en China y Mxico. La cuestin principal es de-terminar si esas urbanizaciones fantasmas representan fenmenos transitorios que van a desaparecer de manera progresiva; si van a quedarse as o, por el contrario, si pudieran aumentar. Tambin es importante conocer el tamao y el impacto de estas ciudades para determinar si realmente representan un fenmeno significativo a ni-vel de las economas china y mexicana. Para comprender mejor esa

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    problemtica se analizan la evolucin del mercado y las polticas de vivienda en ambos pases.

    Cambiando al tema energtico, Abigail Rodrguez Nava de la Uni-versidad Autnoma Metropolitana, Xochimilco, y Carmelina Ruiz Alarcn de la Universidad Veracruzana, escriben el artculo De-manda y oferta de energticos de Amrica Latina: vinculacin con la expansin econmica de China, donde analizan los cambios en los patrones de la demanda de energticos en el subcontinente, as como los cambios ocurridos en los pases proveedores de stos; asimismo, examinan las modificaciones asociadas a la disponibilidad de recur-sos y la necesidad de inversin en el sector. La investigacin muestra que muchas de estas modificaciones son resultado de la creciente demanda por parte de China ante su expansin econmica y las con-secuentes condiciones polticas y estrategias comercialesal respecto, al mismo tiempo que muchos pases latinoamericanos han retornado a su patrn tradicional de exportacin de recursos naturales.

    Juan Gonzlez Garca de la Universidad de Colima y Andrea Guada-lupe Larios Vzquez de la UNAM escriben sobre el Cambio climtico y uso de energa en la Economa de Mxico y China y plantean que se pueden constatar tres problemas fundamentales: que la energa fsil es la principal fuente de emisin de gases de efecto invernade- ro; que la alta emisin de gases provenientes de esta energa consti-tuye un factor determinante en el cambio climtico (CC), y que existe escasez de la propia energa fsil que no slo limita el crecimien- to econmico, sino que es causa de los mayores debates globales. A lo largo del texto analizan el estado de la lucha contra el CC, las energas tradicionales y las energas alternativas en Mxico y China.

    Con la misma temtica, Martn M. Checa-Artasu de la Universidad Autnoma Metropolitana, Iztapalapa, es autor de El petrleo como elemento clave en las relaciones entre China y Amrica Latina. Re-flexiones para Mxico, donde plantea que para la economa china, como principal importador de petrleo del planeta, este energtico se convierte en un elemento estratgico. Lo que explica que, a travs de sus grandes empresas nacionales utiliza mltiples estrategias de acercamiento y negociacin con aquellos pases que disponen de re-cursos petrolferos, busca garantizar una seguridad energtica para el pas a partir de la disponibilidad y el control del recurso energtico. El autor se centra en vislumbrar las actitudes que despliega China en Latinoamrica con respecto a la disponibilidad de petrleo, tomando

    Introduccin

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    como sujetos de estudio a las tres principales empresas petrole- ras chinas: China National Offshore Oil Corporation, China Petroleum & Chemical Corporation y China National Petroleum Corporation. Lo que hace a travs del anlisis de redes, mediante el uso de un soft-ware especfico para ello, con la idea de conocer las interrelaciones entre los actores, las formas de actuacin y los vnculos de todo tipo que se estn estableciendo.

    En un tema diferente, Claudia Schatn y Diana Piloyan de la Uni-versidad Iberoamericana escriben sobre Aspectos ambientales del comercio chino y de la inversin extranjera directa hacia el exte-rior en el sector manufacturero en Mxico, en la medida en que si bien ambas actividades han sido modestas, hasta el momento exis-ten expectativas de que puedan incrementarse. Las autoras analizan las emisiones de los gases de efecto invernadero generadas por las exportaciones de Mxico a China, as como las caractersticas de la in-versin extranjera directa china y su desempeo ambiental. Se revisa el marco legal y regulatorio ambiental de ambos pases que tiene in-fluencia sobre el desempeo de las empresas manufactureras chinas en Mxico. Y al final hacen recomendaciones de poltica.

    Con total nfasis en el comercio, Carlos Morales Troncoso de la Facultad de Contadura y Administracin de la UNAM escribe Las oportunidades de exportacin de hortalizas y frutas frescas mexica-nas a China, donde examina con detalle cules son las verdaderas potencialidades de exportacin de Mxico hacia China de una varie-dad de hortalizas y frutas con las que Mxico ocupa ya una destacada posicin a nivel mundial, por lo que tambin podran exportarse con xito al mercado chino. El autor identifica cada una de las hortalizas y frutas que ha tenido un xito exportador innegable en el horizonte 1994-2012 y analiza la verdadera factibilidad de exportacin mexicana hacia China, considerando la oferta mexicana y la demanda china, as como la competencia y los costos logsticos.

    Por ltimo, y en el tema agrcola, Adrian H. Hearn de la Univer-sidad de Melbourne, Australia, escribe el ensayo sobre Presiones domsticas e internacionales en la poltica agrcola china, donde seala que el avance de China hacia la autosuficiencia en granos y otros productos agrcolas es impulsado tanto por las opciones po-lticas como por las restricciones internacionales, al mismo tiempo que las actitudes y polticas de los pases exportadores tambin dan forma a la demanda china de sus recursos. El artculo aborda primero

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    las opciones, y despus analiza las limitaciones, para concluir que los pases interesados en el mercado alimentario chino podran mejorar su posicin si afinan las restricciones que imponen a las inversio- nes chinas.

    Este panorama analtico todava es muy escueto frente a la im-portancia de los temas tratados. Esperamos que en el futuro ms cercano se multipliquen el inters y los autores interesados en los temas relativos a la ecologa y la disponibilidad de recursos para el bienestar humano, ms all de plantear que el crecimiento econmi-co es la llave del futuro.

    Yolanda Trpaga DelfnCoordinadora del eje temtico

    Medio ambiente y recursos naturalesRed Acadmica de Amrica Latina y el Caribe sobre China

    Introduccin

  • Ciudades y procesosde urbanizacin

    Seccin 1

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    Crecimiento econmico y urbanizacin en China: lecciones para Amrica Latina y el Caribe?

    Sergio E. Martnez Rivera

    Es muy ardua la tarea de asegurar una vida mejor

    a los centenares de millones de chinos,

    transformar nuestro pas, atrasado econmica y culturalmente,

    en un pas prspero, poderoso y con elevado nivel cultural.

    Asumir esta tarea significa desplegar movimientos de rectificacin

    tanto ahora como en el futuro

    y desprendernos constantemente de todo lo que sea errneo.

    Mao Tsetung, 12 de marzo de 1957.

    Es comn escuchar en reuniones oficiales de gobierno, empresa-riales o acadmicas argumentos de asombro sobre el crecimiento econmico sostenido por China desde 1978. De esta forma tene-mos a un bando entusiasta y sorprendido del xito chino con el cual buscan vincularse por alguna va, y por otro, a un grupo de severos crticos que denostan todo cuanto hace dicho pas, que llegan inclu-so a niveles extremos. Independientemente de una u otra postura, es necesario hacer anlisis integrales y objetivos para comprender que el boom econmico chino no es producto de una casualidad, sino resultado de una compleja combinacin de eventos y sucesos histricos nacionales e internacionales; de la aplicacin de polticas sociales, econmicas y ambientales, algunas de ellas altamente criti-cables por Occidente.

    En este contexto, el presente trabajo tiene como objetivo re-flexionar el corolario que se ha promulgado entre algunos sectores pblicos y privados sobre el hecho de que China es un ejemplo de crecimiento econmico y, por tanto, Amrica Latina y el Caribe (ALC),

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    as como el resto de los pases en vas de desarrollo, deberan replicar en la medida de lo posible una ruta similar. Dos preguntas de trabajo guan esta reflexin: 1. Puede ALC replicar un modelo de crecimien- to econmico similar al chino?, y 2. Es sustentable econmica, so- cial y ambientalmente el modelo de crecimiento econmico chino? El documento pone nfasis como eje explicativo la urbanizacin y su relevancia dentro del proceso de expansin y acumulacin econmi-ca en China, con las respectivas implicaciones sociales y ambientales que lo acompaan.

    Simon Kuznets en su obra, Crecimiento econmico y estructu- ra econmica (1970), estudia los principales factores determinan- tes que llevaron al crecimiento y posterior desarrollo de las potencias actuales. En su anlisis, el autor identifica seis rubros que son, a su parecer, centrales para que pases como Alemania, Estados Unidos, Francia o Inglaterra lograran transitar paulatinamente al nivel de de-sarrollo econmico que actualmente ostentan, siendo estos:

    1. Formas de crecimiento de la poblacin 2. La industrializacin y papel de la tecnologa3. La urbanizacin 4. Las formas de utilizacin del producto nacional 5. Cambio de la organizacin econmica6. Los cambios en los valores sociales

    Kuznets tambin formula, a modo de hiptesis, que existe una rela-cin directa entre crecimiento y desigualdad en las primeras etapas del desarrollo de una economa hasta llegar a un punto de infle- xin donde la desigualdad comienza a disminuir en la medida en que el crecimiento avanza y la economa se consolida. Este planteamiento se ha utilizado tambin para efecto de justificar que la degradacin ambiental sigue esa misma relacin con el crecimiento y la distri-bucin del ingreso, esto es conocido por la ortodoxia como la U ambiental de Kuznets.

    Replicar la experiencia de los pases desarrollados no es una tarea sencilla, ya que intervienen otros aspectos que limitan por com-pleto el desenvolvimiento de los pases en vas de desarrollo. Uno de esos aspectos, por dems contundente, es el orden econmi- co mundial, que fue construyndose a lo largo de los siglos, el cual ha sido estudiado por tericos a partir de la dualidad conocida como

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    centro-periferia, teniendo como principales expositores a Ral Pre-bisch y a Celso Furtado, de la escuela econmica latinoamericana de la CEPAL, y a Immanuel Wallerstein con su modelo sistema-mundo, por citar algunos.

    Si bien en apariencia los pases en ALC, desde su formacin como Estados-nacin, trazaron su propia ruta y trayectoria, la rea-lidad muestra lo contrario. En este sentido, la injerencia de Estados Unidos, desde los movimientos independentistas contra la corona espaola y hasta el da de hoy, ha estado presente directa e indirecta-mente para definir cierto control. En plenos siglos XX y XXI, Estados Unidos ha intervenido en la vida poltica nacional latinoamericana a partir de instrumentar acciones en materia de altruismo, econmico-comerciales (inversin directa, tratados y convenios comerciales) y otras de carcter ms radical que se concentraron, sobre todo en las dcadas de 1960 y 1970, en derrocar a gobiernos con una orientacin marcadamente comunista.

    Por su parte, China aun cuando atraves episodios de interven-cionismo y ocupacin extranjera a manos de pases como Francia, Inglaterra, Portugal y Japn, logr construir a partir de 1949 una na-cin que est marcando un hito multidimensionalmente en el siglo XXI. Toda vez que en un corto tiempo (1978 a la fecha) ha puesto en marcha procesos econmico-industriales que a la misma Europa le llevo varios siglos. Situacin que le est valiendo posicionarse muy probablemente como la potencia nmero uno de este siglo.

    Partiendo de los aportes interpretativos de Kuznets, a continua-cin se contextualiza la urbanizacin como pieza angular para el crecimiento econmico de China, con las implicaciones sociales y ambientales que ello significa.

    Urbanizacin con dimensiones chinas

    La urbanizacin actual que registra China es el resultado de un acele- rado proceso de transformacin territorial, social y ambiental, para corresponder a la modernizacin industrial que Deng Xiaoping im-puls en 1978. A diferencia del periodo maosta, el espacio urbano fue concebido como estratgico para comandar el nuevo proyec- to econmico, principalmente en las zonas costeras, donde se crea-ron las zonas econmicas especiales.

    Crecimiento econmico y urbanizacin en China: lecciones para Amrica Latina y el Caribe

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    De esta forma, el ritmo de urbanizacin en el periodo de Mao Tse Tung (1949-1979) fue de 20 % aproximadamente, mientras que a par-tir de la reforma econmica (desde 1980) pas a ser de 49.70 % en 2010 y 51.3 % en 2011. En concreto se observa que mientras que en 1978 haba 193 ciudades, para el ao 2008 se incrementaron a 662. El tipo de ciudades que pueden encontrarse en China van desde los cien mil hasta los doscientos mil habitantes, hasta aquellas donde ha-bitan dos millones de personas o ms. Actualmente, de 31 provincias en China, diez concentran 58 % de las ciudades, y por ende la super-ficie urbanizada. Estas provincias son: Guandong, Shandong, Jiangsu, Henan, Hubei, Zhejiang, Hebei, Heilongjiang, Liaoning y Sichuan.

    El continuo despliegue del espacio urbano ha dado lugar a su vez a un complejo sistema urbano-regional,1 sobre el que se concentra el grueso de la poblacin y se genera la mayor parte de la riqueza na-cional; al 2004 haba 28 sistemas urbano-regionales sobre los cuales se aglutin a 58 % de la poblacin total, y donde se produjo 88 % del PIB del pas en el mismo ao (OCDE 2009a: 32). Este tipo de sistemas cuenta con una o ms regiones metropolitanas, lo cual se debe a que las grandes ciudades han rebasado sus fronteras administrativas, y ocupado, de manera sistemtica, reas suburbanas, lo cual incluye pequeas ciudades y pueblos. Al 2008 se cuantificaron 53 regiones de este tipo, que concentran a cerca del 30 % de la poblacin del pas (OCDE 2009a: 34).

    Yougang, Matzinger y Woetzel (2013) analizan cmo en dis-tintas regiones de China, las ciudades se han ido articulando en trminos funcionales hasta conformar clsteres, mismos que se irn incrementando hacia el ao 2020 para contribuir al crecimiento y sostenimiento del PIB. Estos clsteres se despliegan principalmente desde el noroeste, centro y sureste del pas, en concordancia con el espacio donde se impulse la creacin de las zonas econmicas espe-ciales (ver grfico 1).

    El gobierno chino est impulsando en forma activa el crecimiento urbano para cumplir con diversos objetivos de poltica econmica y social; para lo que adems de movilizar a millones de personas de

    1 De acuerdo con la OCDE (2009a: 28), un sistema urbano-regional se puede definir en trminos de nodos, enlaces y reas funcionales que rodean a una escala espa-cial subnacional. Los nodos son las ciudades, pueblos y aldeas. Los enlaces son la infraestructura fsica y de servicios a travs de la cual el comercio y otras interac-ciones ocurren sobre una base regulare intensiva.

  • 21

    Grfico 1. Clsteres de ciudades actuales y futuras en China para

    incrementar el PIB, 2010-2020

    Fuente: Yougang et al. 2013.

    Grfico 2. Inversin en infraestructura como porcentaje del PIB en

    China y el mundo, 1992-2011.

    Fuente: Yougang et al. 2013.

    una regin a otra, est realizando cuantiosos volmenes de inversin en infraestructura. Simplemente de 1992 a 2011 la inversin acumu-lada fue de 8.5 % como proporcin del PIB, cifra muy superior incluso a lo que realizan varios pases desarrollados. En el grfico 2 se mues-tra este volumen, as como los rubros hacia donde se ha dirigido

    Crecimiento econmico y urbanizacin en China: lecciones para Amrica Latina y el Caribe

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    dicha inversin, siendo principalmente hacia la construccin de vas terrestres de comunicacin.

    En el 11 y 12 Planes Quinquenales se establecieron metas como el mejoramiento del ingreso per cpita y rural, la generacin de em-pleo, incrementar la vivienda y al mismo tiempo sostener una tasa de urbanizacin de 4 % entre otros (ver cuadro 1). Uno de los principa-les instrumentos que guiarn hacia el ao 2020 la mayor parte de la urbanizacin china es el Plan Nacional del Nuevo tipo de Urbaniza-cin (2014-2020). Esta fecha es relevante, ya que se estima que cerca de 60 % de la poblacin habite en las ciudades, mientras que para el 2030 se espera que crezca a 70 %, lo cual representa mil millones de habitantes aproximadamente.

    Cuadro 1. Principales objetivos urbanos del

    12 Plan Quinquenal chino (2011-2015).

    Indicador Objetivo

    Tasa de urbanizacin. Crecimiento anual del ingreso

    per cpita rural y urbano. Incremento del ingreso

    disponible Viviendas asequibles construidas. Generacin de empleo urbano Tasa de desempleo urbana

    4 % (hasta un 51.5 %)>7 %

    7 %36 millones45 millones

    Menor al 5 %

    Fuente: Instituto espaol de banca y comercio, 2011.

    El espacio urbano en China est sirviendo de base para el desarrollo del sector industrial y de servicios, y tambin como medida expan-sionista y anti cclica. La expansin urbana comandada mediante el sector inmobiliario ha venido propiciando adems de la cance-lacin de reas ecosistmicas, una alta especulacin en los precios del suelo, edificios y viviendas; as como sub ocupacin inmobiliaria en dimensiones a gran escala, dando lugar a sitios conocidos como ciudades fantasmas.2 Este fenmeno est siendo analizado en distin-tos crculos financieros y acadmicos debido a la expectativa de estar

    2 Para profundizar en el tema revisar Tom Miller (2013), Chinas Urban Billion: The story behind the biggest migration in human history. Algunas de esas ciudades son: Distrito Nueva Kangbashi, Ordos, Mongolia interior; New South China Mall, Dongguan, Provincia de Guangdong; Distrito Chenggong, Kunming, Provincia de Yunnan; Ciudad sostenible de JingJin, Tianjin; Villa Florencia, Wuqing, Tianjin; Ti-anducheng; Parque temtico Wonderland, Chenzhuang.

  • 23

    frente a la gnesis de una posible crisis inmobiliaria sin precedentes. De acuerdo con la Go Banking Rates, al 2011 existan 64 millones de departamentos en venta, mientras que la especulacin inmobi-liaria ha elevado los precios en 140 % desde 2007. Hay casos como el de Pekn, donde los precios se han llegado a incrementar hasta en 800 % desde el ao 2003. La elevacin de los precios propicia que aquellos sectores de la poblacin (locales y migrantes) de menores ingresos no tengan acceso a una vivienda mnima, razn que motiva a algunos de ellos a vivir en condiciones infrahumanas (hacinados, en alcantarillas y stanos).

    Socialmente, la urbanizacin est significando una disrupcin profunda entre la poblacin. Primero, en distintas regiones del pas la poblacin urbana y rural est siendo sometida a movilizarse por la bsqueda de empleo, y tambin es a partir de ella que se han veni-do derrumbando poblados y ciudades, desde tugurios hasta aquellas con distinto valor tradicional y cultural. Todo ello para dar paso a los mltiples proyectos para construir viviendas, edificios, infraestructu-ra, fbricas y parques industriales. Segn datos oficiales, la migracin rural hacia las ciudades nuevas y las ya existentes pas de 62 millones en 1993 a 114 millones en 2003; y a 26 millones en 2012 (Martnez 2012: 73) y (China Hoy. 2012). Segundo, los patrones de consumo de la sociedad china estn siendo orientados a adoptar un estilo de vida urbano, propio de Occidente, que ser en el mediano y largo plazos altamente entrpico. A ello hay que sumar la transformacin y prdida de usos y costumbres al pasar de un entorno rural a uno urbano, o bien, de uno urbano asociado a la organizacin social en el espacio, como los barrios o hutongs, los cuales al ser derrumbados para construir edificios de todo tamao, rompen el sentido de comu-nidad que ah prevaleca.

    La insustentabilidad ambiental del crecimiento y la urbanizacin china

    El ritmo del crecimiento econmico y de la urbanizacin en China es ambientalmente insustentable y genera repercusiones a nivel na-cional y supra nacional de forma directa e indirecta. Esto se explica a partir de que para sostener dicha dinmica se han implementa-do una multiplicidad de proyectos forestales, agrcolas, pesqueros,

    Crecimiento econmico y urbanizacin en China: lecciones para Amrica Latina y el Caribe

  • amrica latina y el caribe-china / Recursos naturales y medio ambiente 2015

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    Grfico 3. Biocapacidad mundial importada por China.

    (millones de ha)

    Fuente: WWF, 2012.

    mineros y energticos; de transformacin territorial para la cons-truccin de toda la infraestructura inmobiliaria registrada en todo el territorio chino. El World Wide Found for Nature (WWF) y el China Council for International Cooperation Environment and De-velopment concluyeron en 2004 que el comercio internacional que sostiene China implica el consumo de 15 % de las hectreas ecol-gico productivas (HEP) mundiales. En el grfico 3, la WWF presenta la biocapacidad transferida desde distintas regiones del mundo ha-cia China. Esto se calcul a partir de una muestra de 455 bienes de diferentes tipos: productos maderables y no maderables, granos y cereales y productos pesqueros. La principal regin que abastece de biocapacidad a China es Amrica del Norte, Oceana y Sudamrica.

    Pasar de un sistema urbano de baja escala donde la urbanizacin estaba asociada a las zonas rurales con actividad industrial y las ciu-dades ya existentes, a un sistema urbano intensivo, caracterizado por consumir espacio y servicios ambientales en forma acelerada, as como por la generacin de desechos, ir profundizando la huella ecolgica (HE). En 1970, China comenz a ser deficitario ecolgi-camente, ya de 1980 al ao 2000, 19 de las 26 provincias chinas ms importantes se posicionaron con dficit debido al aumento del con-sumo de energa fsil (petrleo, carbn y gas natural). El crecimiento econmico y del ingreso per cpita urbano ha significado que hoy da

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    la poblacin china consuma ms de dos veces su propia capacidad biolgica, no obstante que en 2003 su HE fue de 1.6 ha/hab., cifra que la situ en el lugar 69 de 147 pases medidos ese ao (Martnez 2009: 184). Lo que se estar observando en los prximos aos es que la creciente tasa de urbanizacin propiciar de igual modo un incremento de la HE, debido a que se estn registrando cambios sig-nificativos en el patrn de consumo de bienes y servicios (ver grfico 4), lo que se traducir en una mayor presin a los ecosistemas locales e internacionales.

    Grfico 4. Huella ecolgica per cpita versus tasa

    de urbanizacin en China 1970-2008

    Fuente: WWF, 2012.

    Existen diversos estudios que tratan de dimensionar la sustentabili-dad del modelo de crecimiento econmico y urbano para responder hasta qu punto se justifica el costo que esto significa. En efecto, las condiciones macroeconmicas y geopolticas de la China actual no tienen parangn con la maosta. Sin embargo, cuando se revisan a detalle diferentes cifras sobre el desempeo ambiental, el escepti-cismo crece y lleva a concluir que el llamado milagro chino no es tal, dada la magnitud de los gastos que debern hacerse para corregir los impactos propiciados. Lipperhide (2013) cita algunos datos para explicar la insustentabilidad del modelo ya referido y de sus alcances extraterritoriales:

    1970

    2.5

    2.0

    1.5

    1.0

    0.5

    0

    1972

    1974

    1976

    1978

    1980

    1982

    1984

    1986

    1988

    1990

    1992

    1994

    1996

    1998

    2000

    2002

    2004

    2006

    2008

    Ha

    Per cpita HE Tasa de urbanizacin

    Crecimiento econmico y urbanizacin en China: lecciones para Amrica Latina y el Caribe

    http://www.nuevarevista.net/autor/ver%C3%B3nica-lipperh%C3%ABide
  • amrica latina y el caribe-china / Recursos naturales y medio ambiente 2015

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    China consume 50 % de cemento, 33 % de acero y 25 % de aluminio, de la produccin mundial.

    En 2006 consumi 15 % de la energa del planeta para producir 5.5 % del PIB global.

    De acuerdo con la Agencia de Proteccin Ambiental de los Estados Unidos, 25 % de las partculas contaminantes en Los ngeles proceden de China; afectando tambin al sur de Asia, Hong Kong, Japn, Corea del Sur y del Norte.

    Alrededor de 75 % de los lagos y 25 % de las aguas costeras chinas estn altamente contaminados. Desde el ao 2006, los deltas de los ros Yangts y Perla fueron declarados por el Pro-grama de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente zonas muertas, es decir, la vida animal y vegetal est casi extinta, como el delfn de aleta blanca o la marsopa negra.

    De acuerdo con el Banco Mundial, la contaminacin le cuesta cada ao a Pekn 10 % de su PIB.

    Anualmente se registran alrededor de 400 000 muertes prema-turas por contaminacin.

    Acciones urbanas para mejorar la sustentabilidad

    El gobierno chino est librando literalmente una carrera contra el tiempo para tratar de subsanar los impactos ambientales negati- vos sobre su territorio. Para ello dentro del 11 y 12 planes quin-quenales comenzaron a poner nfasis sustancial en la proteccin del ambiente y en el desarrollo sustentable, para alcanzar lo que denominaron civilizacin ecolgica. En el ao 2008, el Ministe-rio de Proteccin Ambiental estableci un amplio nmero de leyes ambientales, regulaciones y polticas; entre los rubros que se estn trabajando para realizar diversos proyectos y acciones se cuentan: recursos hdricos, deforestacin, desertificacin, cambio climtico, contaminacin de aire, aguas y suelos, poblacin, eficiencia energ- tica, biodiversidad, entre otros ms.

    En este marco se cre una serie de programas para orientar a las ciudades hacia la sustentabilidad, diseando as el modelo conoci-do como eco-ciudad, mismo que ha sido extensivo a otros rdenes administrativos del territorio en china: eco-condados, eco-villas, eco-distritos. A nivel local surgi el proyecto Ciudad Modelo Nacional

  • 27

    para la Proteccin Ambiental, dentro del cual se impuls la cons-truccin de eco-ciudades. Ya en el 2013 alrededor de 83 ciudades y distritos (principalmente en las regiones costeras) se inscribieron en esta directriz. Dos de los casos ms promocionados por el gobierno chino son Dongtan (Shanghi) y Tianjin.

    El modelo de ciudad que se busca con Tianjin pretende aprove-char el mximo el territorio para lograr una interaccin virtuosa entre medio ambiente, economa y sociedad. Por ejemplo, el centro de la ciudad se encuentra en la orilla sur del ro Haihe y ha sido planeado para una variedad de usos, incluyendo comerciales, culturales y re-creativos. Se busca ampliar la red de transporte verde (transporte no motorizado y el pblico); ampliar los espacios verdes y equipamien-tos pblicos; facilitar la recreacin y la interaccin social; se tratar de generar oportunidades de empleo para los residentes y reducir su necesidad de desplazamientos con la construccin de parques em-presariales y servicios sociales como escuelas y hospitales dentro de la ciudad (Martnez 2011: 38-39).

    An es pronto para evaluar la efectividad de las polticas urbano-ambientales que el gobierno chino est impulsado. Sin embargo, de antemano se puede concluir que son incompatibles e insuficien-tes con las pretensiones que tiene el propio gobierno para seguir sosteniendo el ritmo de crecimiento del producto y del espacio ur-bano. A esto hay que sumar que la velocidad a la que se mueve el sistema econmico, urbano y social chino supera la resiliencia de los ecosistemas y el ambiente en su conjunto, dentro y fuera de sus fron- teras. No es fcil que China, e incluso las principales potencias eco- nmicas, implemente acciones preventivas, de control y recupera-cin ambiental efectivas, pues tendra repercusiones significativas en la rentabilidad de todos sus sectores productivos, especialmente el industrial, y con ello se arriesgara su estatus econmico y geopolti-co. Tal es el caso de Estados Unidos, que no ratific el Protocolo de Kioto en su momento.

    Puede ALC aplicar un modelo similar al chino?

    La dinmica econmica de China en las ltimas dcadas ha motivado un acelerado flujo de comercio e inversiones, y junto con otras eco-nomas emergentes (Brasil, India, Sudfrica, Rusia) ha sostenido el

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    crecimiento y la acumulacin mundial. El caso de China ha llamado la atencin por su vertiginoso ascenso, el cual est fundamentado en una serie de polticas de Estado que han actuado a nivel macro y microeconmico desde 1978. Los admiradores de este modelo, en un optimismo maysculo, argumentan que Mxico y ALC deberan copiarlo o bien, tropicalizarlo, para efecto de propiciar un creci-miento y desarrollo similar. Sin embargo, suelen desconocer e ignorar el mnimo de las acciones que el gobierno chino ha implementado. Algunas de ellas inimaginables en Occidente por considerarlas un atentado contra la democracia, los derechos humanos, la conserva-cin ambiental. Eso sin incluir la compleja discusin que existe hoy da entre los crculos acadmicos progresistas, donde se cuestiona el concepto ortodoxo del crecimiento

    Al respecto, y tratando de responder las preguntas de trabajo del presente documento, ALC y cualquier otro pas no pueden reproducir el modelo chino, ya que descansa sobre un aparato poltico, institu-cional, ideolgico y social que difcilmente puede ser reproducible. Quiz a nivel sectorial o por ramas productivas puedan impulsarse ciertos proyectos, pero no puede reproducirse en su totalidad un sistema econmico de esta naturaleza. Algunas de las razones que no permiten dicha implementacin son las siguientes:

    1. El modelo de socialismo de mercado, tambin llamado socialis- mo con caractersticas chinas, impone un control total sobre la organizacin y direccin de la actividad econmica, social y poltica, a pesar de la creciente orientacin al mercado. Har-vey seala que el ascenso de China se debe a la construccin de un particular tipo de economa de mercado que combina elementos del neoliberalismo con control centralizado au-toritario, es decir, neoliberalismo con caractersticas chinas (Harvey 2005: 120).

    2. De lo anterior, estas condiciones han propiciado la reproduc-cin de las empresas extranjeras y nacionales con una serie de las facilidades ambientales, fiscales y laborales. Es cierto que en otras latitudes, como ALC, frica y el sureste asitico, es po-sible encontrar similitudes en la forma de operar, pero las diferencias son significativas cuando se revisan los deta- lles con los que se expande el capital empresarial. Por ejemplo,

  • 29

    en el aspecto laboral, la Dan Watch y la China Labor Watch en el trabajo Electrnica low cost: Estudio de las condiciones laborales de cuatro proveedores de Dell en China, documen-taron los mecanismos de explotacin a los que son sometidos los trabajadores chinos en cuatro de las fbricas proveedo- ras de la empresa de productos electrnicos de la firma esta-dounidense DELL: Mingshuo (Jiangsu), HiproElectronics, MSI y Taida (Guangdong).3Estas organizaciones sealan que:

    Debido a que los obreros se movilizan desde distintas regiones

    de China se ven obligados a aceptar alojamiento en las fbri-

    cas. En los casos de estudio la mayora de los dormitorios estn

    dentro del permetro industrial, los cuales son controlados bajo

    ciertos horarios. En la fbrica de Mingshuo, hay un edificio, el

    Meiling Youth Dorm, tiene seis pisos de altura y aloja a unas 3264

    personas, que deben compartir literas en grupos de 8 a 10 en una

    misma habitacin. Se forman largas colas, ya que toca un lavabo

    y una ducha para cada 55 y 27 personas, respectivamente, y hasta

    272 comparten una lavadora que funciona con monedas. A veces,

    hay cortes de agua, o no hay agua caliente. En MSI, 10 personas se

    ven obligadas a compartir una habitacin de 30 metros cuadrados

    y un aseo pequeo y sucio, y la ducha tambin se comparte con

    el resto de habitaciones. La situacin de hacinamiento y preca-

    riedad provoca que estas personas casi no tengan intimidad, y

    que necesidades bsicas como lavar y secar la ropa, o la higiene

    personal, se acaben convirtiendo en tareas largas y complejas.

    (DanWatch 2013).

    3 Las cuatro fbricas estudiadas son: Mingshuo, filial del grupo taiwans Pegatron, que produce y ensambla componentes de informtica y accesorios para ASUS, HP, Samsung, Microsoft y Dell. La fbrica de Suzhou es la ms grande de la provincia. Emplea a unas 70 000 personas en pocas de puntas de trabajo y a unas 50 000 en temporada baja. El Grupo Pegatron es una empresa internacional que disea y fabrica productos electrnicos, y es una de las cinco grandes productoras de orde-nadores personales. Hipro Electronics forma parte de Chicony Power Technology. Produce fuentes de alimentacin conmutadas y otros aparatos electrnicos des-tinados en exclusiva a la exportacin para Microsoft, IBM, HP, Samsung, Compaq, NEC, Yokogawa, Sony y Dell. El complejo industrial de Shenzhen produce y ensam-bla componentes de informtica. MSI es una empresa taiwanesa, con fbricas en China que posee una lnea propia de productos y fabrica tambin para las grandes marcas. Taida Electronics es una filial del grupo Delta Electronics. El complejo in-dustrial de Dongguan produce chips, placas de circuitos, fuentes de alimentacin, conmutadas, cables y adaptadores de alimentacin.

    Crecimiento econmico y urbanizacin en China: lecciones para Amrica Latina y el Caribe

  • amrica latina y el caribe-china / Recursos naturales y medio ambiente 2015

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    3. El tamao de la poblacin y el territorio chino son fundamen-tales para ampliar la escala de la produccin al emprender proyectos intensivos como los urbano-inmobiliarios y los ma-nufactureros.

    4. Incluso la sociedad china del siglo XXI sigue inmersa en una lgica confucionista donde la obediencia y el respeto a las jerarquas son parte fundamental para que sean sometidas po-ltico y socialmente, adems de la explotacin econmica. A esto se suma el autoritarismo caracterstico de este tipo de sistemas polticos. Ejemplo de ello son las polticas migratorias (hukou) y de control demogrfico (poltica del hijo nico). Ambas revisadas y modificadas recientemente por el gobierno chino ante el envejecimiento de la poblacin y una posible escasez de fuerza de trabajo.

    Conclusiones

    Mxico y ALC no pueden replicar un modelo similar al chino en lo general ni en lo particular. La razn principal es que aun cuando la presencia del libre mercado es activa, la participacin del Estado chi-no se impone por distintas rutas, lo cual determina cierta autonoma en trminos geopolticos que muchos pases latinoamericanos no tie-nen. A esto se suma el tamao de la poblacin y el amplio territorio, que le permiten a China implementar proyectos econmicos intensi-vos y extensivos, como en el sector urbano; el cual est considerado pieza estratgica para ampliar el PIB, y como medida anti cclica y para ayudarle a la nacin a posicionarse como la potencia econmica nmero uno a nivel mundial, hacia los aos 2025 y 2030. Por su parte, ALC presenta una serie de fenmenos y procesos contradictorios. El modelo de libre mercado no ha propiciado crecimiento sosteni- do del PIB pero s una alta concentracin del ingreso y al mismo tiempo una expansin del espacio urbano desordenada en distin-tos pases, como Mxico. Ello se explica entre varios aspectos por la exclusin y acceso a la vivienda que motiva a los habitantes a crear tugurios en la periferia. El Estado ha permitido al capital del sector secundario o terciario la oportunidad de cambiar el uso de suelo agr-cola o de preservacin ecolgica; la sub ocupacin inmobiliaria, al igual que una creciente movilizacin del campo a la ciudad. Todo ello

  • 31

    son sntomas caractersticos de una economa de mercado que en ALC ha generado ms desequilibrios que aciertos.

    ALC puede emprender determinadas estrategias microecon-micas en sectores y ramas especficas de la produccin, a partir de estudiar algunos de los mecanismos que el gobierno chino emplea para dinamizar su actividad econmica. Un caso es, por ejemplo, el modelo de vinculacin entre el gobierno, la empresa y la academia para impulsar el desarrollo de productos y servicios local y regional-mente por la va de las empresas de distinto tamao en el mbito rural y urbano.

    ALC deben impulsar su propia ruta de crecimiento atendiendo los retos actuales (econmicos, sociales y ambientales) que presenta la regin, y as finalmente hallar una posible salida al subdesarrollo. Sin la pretensin de que ALC se excluya del entorno mundial, debe crear estrategias que rebasen el modelo de comercio exterior (tratados y convenios de libre comercio). Esta tarea ha quedado pendiente, despus de experimentar dos grandes modelos en el siglo XX, el keynesiano, que fue aplicado en las dcadas de 1930 a 1980 (con ex-cepcin de Chile), y el neoclsico (tambin conocido como de libre mercado o neoliberal), que inicia en la dcada de 1980 y continua vigente al da de hoy. Entre ambos casos, el keynesianismo brind mayores oportunidades de bienestar social y econmico para la re-gin, a diferencia del actual, que por el contrario ha dado muestras contundentes de que es inviable en todos los aspectos.

    Por otra parte, se acusa a China de estar siguiendo una ruta de degradacin y devastacin ambiental intensiva, de proporciones sin precedentes, por comandar la degradacin de ecosistemas pro-pios y extranjeros para satisfacer la demanda de materias primas y por la generacin de residuos y desechos. En este sentido hay que dimensionar de manera objetiva dnde inicia y dnde termina la res-ponsabilidad de China a nivel internacional, debido a que es comn que se le imputen todos los costos y fenmenos derivados de algn ti- po de proyecto, siendo que los gobiernos nacionales y locales impul-saron la llegada del capital chino o de algn otro capital extranjero.4

    4 En este sentido, China no se distingue por ejercer mecanismos de presin carac-tersticos de pases como Estados Unidos sino por la va diplomtica y autodeter-minacin de cada pas, lo que ha llegado a ser criticable por el hecho de soslayar si las naciones con quien se negocia acusan problemas civiles o militares de lesa humanidad.

    Crecimiento econmico y urbanizacin en China: lecciones para Amrica Latina y el Caribe

  • amrica latina y el caribe-china / Recursos naturales y medio ambiente 2015

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    No se trata de reivindicar lo que hace este pas, sino poner en su justa dimensin la crtica a un sistema econmico predatorio que al siglo XXI marcha a pasos acelerados, liderado en principio por los pases desarrollados, aunque al final participe toda la comunidad internacio-nal. Lo que marca la diferencia con China es la escala del impacto que ha provocado, volvindose ms notorio por hacerlo de forma tarda con respecto a pases como Inglaterra, Francia o Estados Unidos, en un mundo globalizado y altamente meditico. De igual modo, hay que tener presente que las principales potencias econmicas histri-camente han generado una deuda ecolgica igual e incluso superior a la china. Prueba de ello es que segn el informe Global 500 Climate Change Report 2013, las diez empresas transnacionales con mayores prcticas insustentables a nivel mundial son: Wal-Mart, Exxon Mo-bil, Bank of America, Bayer, Saint-Gobain, Samsung, Arcelor Mittal, Verizon, RWE, Carnival, y ninguna de ellas es china.

    En suma, ALC debe rebasar las condiciones histricas que la han guiado y posicionado en el atraso y en el subdesarrollo. El mode-lo chino ofrece interesantes aportes que pudieran ser considerados para integrarlos a una propuesta de desarrollo integral latinoameri-cana, y rebasar el misticismo que cre la economa como disciplina hacia el crecimiento per se.

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  • 35

    Incorporacin del suelo de propiedad colectiva a la urbanizacin en China

    Xuedong Liu SunQiang Zhang

    Sistema dual en la administracin del suelo en China y su revolucin

    La urbanizacin es un proceso complejo que involucra la expansin de dos elementos importantes, a consecuencia de la proliferacin de las actividades no agrcolas, sobre todo de las industrias manufactu-reras. Por un lado, los campesinos emigran del campo a las ciudades, convirtindose en habitantes urbanos, y de esa manera el nivel de urbanizacin, medido por la participacin de los residentes urbanos dentro de la poblacin total, se eleva en forma continua hasta conver-ger en un punto de plenitud.1 Por otro lado, la creciente urbanizacin tambin implica la extensin de zonas urbanas que necesariamente requieren incorporar, de manera constante, suelos que tradicional-mente eran rurales a usos urbanos. En el caso particular de China, el aumento en el nivel de urbanizacin y la incorporacin de tierra agrcola al uso urbano estn relacionados en forma estrecha con el sistema de la administracin del suelo que se ha venido diseado e instrumentado durante los ltimos sesenta aos.

    1 Segn J. Vernon Henderson, el proceso de urbanizacin es un fenmeno transi-torio, pues de 1960 a 1995, a pesar de que el nivel de urbanizacin registr cre-cimientos importantes, en las economas desarrolladas el incremento se estanc prcticamente desde 1975; mientras que en los pases de la regin Amrica Latina el mismo indicador se ha convergido al nivel observado (catalogado como urba-nizacin de plenitud, con 60-90 % de la poblacin total que viven en las ciudades) en los desarrollados. J. Vernon, Henderson. 2003. Urbanization and Economic Development: 275-341.

  • amrica latina y el caribe-china / Recursos naturales y medio ambiente 2015

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    Propiedad estatal versus propiedad colectiva. Sistema dual en la administracin del suelo

    Durante las ltimas seis dcadas el proceso de urbanizacin en China pas de una etapa de lento crecimiento a la actual, con urbanizacin acelerada; sin embargo, la incorporacin del suelo rural a usos urba-nos se ha realizado casi exclusivamente mediante el mecanismo de expropiacin estatal. Su funcionamiento se relaciona en forma es-trecha con el sistema dual en la administracin del suelo. Segn el Artculo 10 de la Constitucin vigente, la tierra localizada en las ciu-dades es de propiedad estatal; la ubicada en el campo y en las reas conurbanas es de propiedad colectiva, con excepcin de la parte re-gulada por la ley; el rea para vivienda de los campesinos, la parcela propia, que sea de uso agrcola o montaosa, tambin son de propie-dad colectiva; el Estado puede expropiar y usar el suelo de propiedad colectiva cuando lo requiere para inters pblico mediante el pago de indemnizacin; estn prohibidas la ocupacin, las compra-ventas y cualquiera forma de transferir la tierra. Aqu explcitamente se relaciona a la ciudad con el suelo de propiedad estatal y al campo con el suelo de propiedad colectiva, de tal manera que se forman dos conjuntos excluyentes mutuamente. A raz de esto, el suelo de propiedad colectiva se tiene que transformar en propiedad estatal y luego es que puede ser destinado al uso urbano.

    Para formalizar el sistema dual en la administracin del suelo se han complementado dos elementos adicionales: los habitantes y las actividades econmicas. De tal manera, el campo y la ciudad, la propiedad colectiva y la estatal de tierra, los campesinos y los habi-tantes urbanos, las actividades agrcolas y las dems, prcticamente se encuentran ubicados y realizados, de manera aislada y exclusiva, en dos categoras de tierra. Esta dualidad implica que los campesinos viven en el campo, cuyo rgimen de tenencia es colectivo; realizan actividades exclusivas del sector agrcola, mientras que los habitantes urbanos se dedican a las industrias y a los dems sectores no agrco- las en las ciudades en donde el suelo es propiedad del Estado. Ade-ms de las especificaciones territoriales, de la poblacin y de las actividades econmicas, los servicios bsicos recibidos por estos dos tipos de residentes son totalmente distintos. De acuerdo con los re-glamentos y normatividades vigentes, la poblacin clasificada como urbana tiene acceso a los servicios mdicos, al sistema de transporte

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    pblico, a la educacin, a la vivienda de inters social, etctera, que en la mayora de las ocasiones los gobiernos locales proporcionan de manera gratuita, o al menos subsidiada. Por su parte, los campe-sinos se encuentran fuera del acceso a estos beneficios sociales, por su registro poblacional, relacionado con el lugar de nacimiento, aun-que ellos viven en las ciudades. Debido a estos beneficios implicados dentro del sistema en el registro poblacional, los campesinos no pueden moverse con libertad desde el campo a las ciudades, y estn obligados a arraigarse en su lugar de nacimiento durante el inicio de aplicacin de este sistema hasta final de la dcada de 1970.

    Adems, el modelo de urbanizacin que se ha aplicado en Chi-na durante ms de seis dcadas est basado principalmente en la participacin completa del gobierno. Por un lado, las autoridades locales expropian el suelo de propiedad colectiva de acuerdo con la planificacin centralizada, y posteriormente lo incorporan al uso urbano. Al mismo tiempo, los campesinos desposedos cambian su registro poblacional de campesinos a residentes urbanos. En otras palabras, tanto el suelo como los campesinos modifican sus respec-tivas categoras de manera casi simultnea. Por otro lado, las propias autoridades locales se encargan de la construccin y mantenimiento de las infraestructuras y de los servicios requeridos en las ciudades.

    Este sistema dual en la administracin del suelo, junto con los dems mecanismos, tales como el registro de poblacin, la comer-cializacin exclusiva por el Estado de los productos agrcolas, sobre todo los bsicos, conforman la compleja planificacin centralizada para controlar el movimiento de los factores productivos, tales como el trabajo, la tierra y las actividades econmicas. A pesar del rela-jamiento de los lmites impuestos a la movilidad territorial de los campesinos y a las prohibiciones de realizar las actividades econ-micas no agrcolas en las zonas rurales, debido a las polticas de re- formas econmicas implementadas a partir de la dcada de 1970, los productores agrcolas pueden trabajar en los sectores no agrcolas e inclusive vivir en las ciudades, pero estn obligados a mantener su registro poblacional.

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    Reformas econmicas y sus implicaciones para el sistema dual en la administracin del suelo

    De esta forma, las reformas econmicas, y en consecuencia la industrializacin y urbanizacin que se han llevado a cabo respec-tivamente desde hace tres dcadas, han permitido que, en primer lugar, las actividades no agrcolas rebasen su delimitacin exclusiva en las zonas urbanas y se han podido trasladar e instalar en el cam-po. En segundo lugar, los propios campesinos no slo trabajan en la tierra cultivando los distintos artculos agropecuarios, sino tambin realizan actividades no agrcolas, por sus iniciativas propias, sea en su propia comunidad o en las ciudades.2

    En este nuevo contexto, los campesinos pueden seleccionar con libertad entre trabajar en su propia comunidad, dedicados a las activi-dades tanto agrcolas como las no agrcolas, o emigrar del campo a las ciudades, dejando por completo las actividades primarias. De cierta manera, el sistema dual ha empezado a desdibujarse. Al menos la vinculacin estricta entre los campesinos, las actividades agrcolas y la tierra de propiedad colectiva ha perdido ya su importancia. Sin embargo, el libre movimiento de los campesinos desde el campo hasta las ciudades no se acompaa con la modificacin de su regis- tro poblacional, pues siguen manteniendo la calidad de campesinos en lugar de residentes urbanos. De acuerdo con los reglamentos vi- gentes, todava se encuentran imposibilitados de acceder a los servi- cios bsicos proporcionados por las autoridades locales de las ciudades.

    Es decir, con frecuencia no es fcil para los campesinos emigran-tes localizados en las ciudades permanecer en zonas urbanas ante las condiciones y los tratamientos desiguales que reciben como ha-bitantes registrados como residentes municipales. En resumen, no slo tienen que conformarse con el nivel relativamente bajo de sala- rios, sino que adems deben tolerar la restriccin al acceso de los ser- vicios bsicos. Sobre todo cuando los hijos de los campesinos

    2 Esto es, las comunidades rurales estn consideradas como un espacio que invo-lucra actividades agrcolas, pero no exclusivas. Por lo tanto es necesario arribar a una nueva conceptualizacin del desarrollo rural que considere el carcter hete-rogneo y complejo del espacio rural y las cambiantes condiciones del campo en el marco de la mundializacin de las economas y la creciente presencia de flujos internacionales de mercancas y personas. Ver, Roberto Escalante Semerena y Fer-nando Rello Espinosa. 2000. El sector agropecuario mexicano: los desafos del futuro: 984-987.

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    emigrados se encuentran viviendo con sus padres y estn en edad de recibir la educacin bsica, se ven obligados a pagar una cantidad mo- netaria adicional a fin de que sus hijos sean considerados residentes urbanos. Se trata de una suerte de compensacin por el servicio re-cibido. Por su parte, al terminar la preparatoria, estos jvenes tienen que trasladarse a su lugar de origen en vez de a las ciudades donde ellos han vivido con sus padres y han hecho estudios en la primaria, secundaria y preparatoria para realizar el examen de ingreso para ac-ceder a las universidades y recibir la educacin superior.3 Es decir, los avances efectuados hasta la fecha en materia de lograr una inte-gracin entre el campo y las ciudades y eliminar las diferencias en el nivel de vida entre los campesinos y los habitantes urbanos todava han resultado insuficientes.

    Cabe preguntar: cmo mejorar las condiciones de vida de los campesinos emigrados en las ciudades, en especial cmo hacer llegar los mismos servicios bsicos a estos nuevos residentes que ya exis-ten? Es un gran reto para las autoridades a todos sus niveles.

    Desafos para reformar el sistema dual en la administracin del suelo

    La homologacin de los servicios bsicos para todos los habitantes ubicados en las ciudades, incluyendo los recin llegados, sin regis-tro de poblacin urbana, as como los catalogados como residentes urbanos, no es una tarea fcil, ya que se requiere una inversin cuantiosa para mejorar las infraestructuras y los servicios bsicos. En primer lugar, segn las cifras estimadas, de un total de casi 700 millones de habitantes urbanos registrados en la actualidad, slo

    3 Al respecto es importante mencionar que en las grandes ciudades, por ejemplo, Pekn, Shanghi, Tianjin, etc., adems de ser lugares atractivos para los campe-sinos emigrados, generalmente tambin concentran las mejores universidades y ofrecen cuantiosas plazas para los aspirantes a recibir educaciones superiores en comparacin con otras entidades provinciales. Por ello, participar en el examen del acceso a la educacin superior en estas ciudades significa una ventaja y adems una mayor posibilidad de ser aceptados para los aspirantes que en su lugar de ori-gen. En casos extremos, la diferencia de las calificaciones para los aspirantes entre las distintas entidades provinciales (incluyendo las provincias, las zonas autno-mas y las ciudades directamente sujetas a la administracin central) puede llegar hasta ms de 100 puntos en un total de 700 puntos en promedio, para acceder a la misma facultad de la misma universidad.

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    500 millones son residentes con registros urbanos y representan aproximadamente 70 %. El otro 30 % lo integran habitantes urbanos permanentes, a pesar de que hoy da sus registros son de campe- sinos. En otras palabras, 200 millones aproximadamente de produc-tores agrcolas estn contabilizados como residentes urbanos, pero no reciben el mismo trato en los aspectos de servicios bsicos. En segundo lugar, durante los prximos veinte aos se espera que se in- corporen a las ciudades otros 200 millones de campesinos que emi-grarn del campo, de manera que el nivel de urbanizacin ser de alrededor del 70 % en el 2030. Ante la necesidad de igualar los servi- cios bsicos proporcionados por las autoridades entre los residentes urbanos nuevos y los ya existentes, se estima que se requerir una inversin total de alrededor de 51 billones de yuanes (8.5 billones de dlares estadounidenses, aproximadamente), esto es, 130.1 mi- les de yuanes (21.3 miles de dlares, de acuerdo con el tipo de cambio actual) por cada emigrante, para garantizar el suministro de los servicios relacionados con la educacin, el seguro social, la sa-lud, la vivienda, el mantenimiento de las infraestructuras, entre otros,4 durante los prximos veinte aos. En este escenario, la urbaniza- cin de los campesinos emigrantes en las ciudades implicara el goce pleno de los derechos y los tratamientos como residentes urba- nos, sin afectar el nivel alcanzado por los ya existentes, lo cual contri- buira a la eliminacin completa de las barreras construidas desde hace ms de sesenta aos entre las dos categoras de poblacin.

    Es decir, la urbanizacin llevada a cabo en fechas recientes se ha traducido en las modificaciones sobre las delimitaciones impuestas sobre las exclusividades de las actividades econmicas y del movi-miento del trabajo. Sin embargo, el sistema dual en la administracin del suelo todava no ha hecho ajustes sobre su tercer elemento: sigue manteniendo la base de que el suelo localizado en las ciudades es de propiedad estatal y el del campo propiedad colectiva.

    El avance casi nulo en el aspecto de adecuar el sistema dual en la administracin del suelo durante gran parte de los ltimos sesenta aos, podra explicarse por el hecho de que el proceso de urbani-zacin en China ha sido lento y la necesidad de incorporar suelo

    4 Cifras proyectadas de acuerdo con estimaciones realizadas por Programa Nacio-nal de la Nueva Urbanizacin, versin discutida durante la Reunin Central sobre Trabajos de Urbanizacin, celebrada el 12 y 13 de diciembre de 2013 en Pekn, China.

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    de propiedad colectiva al uso urbano ha sido mnima. Adems, con una planificacin estrictamente centralizada, tanto el costo en la cons-truccin y el mantenimiento de las infraestructuras y los servicios bsicos en las ciudades, como la ubicacin de los campesinos despo-sedos en los mercados laborales, se han podido absorber y manejar con relativa facilidad. En concreto, al inicio de este proceso, las autori-dades de los distintos niveles pudieron efectuar las expropiaciones del suelo colectivo con relativa facilidad ante un mercado recin creado de bienes races, o que incluso ni siquiera exista.5 Durante el trans-curso del tiempo, el pago por concepto de indemnizacin derivada de la expropiacin del suelo colectivo ha registrado una tenden- cia creciente ante las exigencias de los campesinos y a la mayor ma-durez del mercado, sobre todo durante los ltimos diez aos.

    Con frecuencia estas operaciones han propiciado enfrentamien-tos serios entre las autoridades municipales y los miembros de la comunidad agrcola, que inclusive han creado conflictos sociales profundos que han impactando en forma negativa en la estabilidad social. En resumen, los costos crecientes, tanto econmicos como so- ciales, debidos a la aplicacin de este modelo de urbanizacin han amenazado su factibilidad.6

    Por su parte, para los prximos veinte aos, la tarea de urbanizar un total de casi 400 millones de campesinos, incluyendo tanto los que ya viven en las ciudades como los que se incorporarn en futuro,

    5 Antes de 1998, la poltica de vivienda en China era la asignacin para los habitantes urbanos, es decir, todas las viviendas eran propiedad del Estado y los residen- tes slo tenan derecho de uso, en lugar de ser propietarios.

    6 La tierra colectiva es la propiedad de los pueblos y hay tres tipos de ella: el suelo para uso agrcola, el suelo de uso comn, bsicamente referido a las reas domi-nadas por montaas, agua, y pasto, etc., y el suelo para construccin, que se forma tambin por tres categoras, incluyendo la superficie dedicada a asentamientos humanos, la ocupada por las infraestructuras del pueblo para inters comn, y la parte para uso industrial y comercial. Es importante recalcar que ninguna parte de la tierra colectiva puede ser utilizada directamente para la construccin de vi- viendas destinadas a la venta a los residentes urbanos o a la poblacin afuera de su comunidad. Adems, cualquier modificacin en el uso del suelo colectivo tiene que ser autorizada y transferida a la propiedad estatal por las autoridades locales de acuerdo con la planeacin del gobierno central, y posteriormente ser destinada a los usos tanto urbanos u otros para el inters pblico. En relacin con las especi-ficaciones impuestas al uso de tierra colectiva, se puede consultar la Constitucin, Artculo 10 (1982), la Ley de Tierra (1986), y la Ley de Administracin de Tierra Colectiva (2003).

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    requerira una inversin cuantiosa en la construccin de las infraes-tructuras fsicas, adems del suministro de los servicios bsicos. Por ello, instrumentar el mismo esquema que se ha aplicado hasta la fecha, a partir de la intervencin gubernamental directa, implicara incluso mayor dificultad. Las posibles alternativas podran ser, en pri-mer lugar, que los proyectos en la construccin de infraestructuras fsicas y en el suministro de los servicios bsicos pueden involucrar las inversiones de iniciativa privada o de la sociedad civil. En segun- do lugar, que los propios campesinos puedan participar en este pro-ceso, utilizando su propia tierra como capital. Para este propsito se requieren discusiones mayores sobre las especificaciones impues- tas al suelo colectivo, tanto en la Constitucin como en las dems leyes pertinentes.

    Tambin es importante sealar que el proceso de urbanizacin, y en consecuencia el proporcionar servicios bsicos iguales tanto a campesinos emigrantes como a los residentes existentes, as co- mo convertir a los productores agrcolas en autnticos habitantes urbanos, implica inversiones cuantiosas en la construccin de las in- fraestructuras fsicas, que obliga la participacin y decisin de los pro-pios campesinos. En otras palabras, las mejores condiciones de vida, as como la facilidad de acceder a los servicios bsicos proporciona-dos en las ciudades resultan un gran atractivo para los campesinos que desean migrar desde sus lugares de origen a las zonas urbanas. Sin embargo, estos aspectos no son determinantes para que los cam-pesinos decidan dejar su tierra de manera definitiva. De tal forma, que urbanizar a los campesinos emigrantes, arraigarlos en las ciu-dades y separarlos de la tierra colectiva de manera permanente es un proceso complicado y prolongado. Todos los intentos que se han hecho para reformar el sistema del registro poblacional e igualar los servicios pblicos, tanto a los nuevos como a los residentes urba- nos ya existentes, slo son condiciones necesarias.

    En resumen, el sistema dual en la administracin del suelo ha funcionado, as que la tierra de propiedad colectiva tiene que ser pri-mero expropiada por el Estado para que pueda incorporarse al uso urbano, y esto ha llegado en un momento crucial. Ante la urbaniza-cin acelerada y la creciente necesidad de suelo para uso urbano, esta modalidad en la administracin del suelo ha enfrentado al me-nos tres retos principales: la resistencia de los campesinos de que sus tierras sean expropiadas, la homologacin del registro poblacional

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    entre los campesinos y los residentes urbanos, y la nivelacin de los servicios bsicos entre ellos. A esto debe sumarse la decrecien-te factibilidad de aplicar el mismo mecanismo de incorporacin del suelo colectivo al uso urbano por el costo creciente de construir y mantener el funcionamiento eficiente de las infraestructuras y de los servicios bsicos en las ciudades. Para llevar a cabo un proceso de urbanizacin sostenible y bien fundamentado, se requieren al mismo tiempo las adecuaciones indispensables sobre el sistema en la admi-nistracin del suelo colectivo.

    Mecanismos alternativos de la incorporacin del suelo de propiedad colectiva al proceso de urbanizacin

    A nivel nacional, la tierra accesible para los cultivos representa alrede-dor del 10 % dentro del territorio total, 2.8 % se encuentra dedicada a los asentamientos humanos (2 puntos porcentuales para los cam-pesinos, principalmente, y 0.8 puntos para las ciudades), ms de 80% est ocupada por montaas, desiertos, agua, pastos, etc.7 Por su parte, el suelo colectivo est conformado por tres partes: la parte ac-cesible para los cultivos; el rea de bosques, montaas, pastos y agua, y el suelo para usos de construccin.

    El suelo para cultivo es la parte destinada a producir alimentos que garanticen la seguridad alimenticia. De acuerdo con las leyes y reglamentos vigentes, esta rea tiene que ser garantizada con un monto no menor de 120 millones de hectreas, para que la deman-da nacional de alimentos sea cubierta por la produccin nacional y con la calidad nutritiva.8 Por su parte, solamente los campesinos de la propia localidad tienen los derechos de contratar el suelo de pro-piedad colectiva para cultivo mediante convenios establecidos entre los campesinos y la autoridad local, aunque los derechos de usufruc- tos pueden ser transferidos transfronterizamente entre los distintos pueblos.

    Ante la necesidad creciente de incorporar tierra de propiedad colectiva y de usos rurales al proceso de urbanizacin, se requeri-ran, sin duda, los ajustes pertinentes de las restricciones impuestas

    7 National Bureau of Statistics of China.8 Acuerdos firmados durante la Reunin de Asuntos Agrcolas al final de 2013.

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    sobre el sistema dual en la administracin del suelo. Con base en los estudios efectuados hasta la fecha, al menos existen dos vas para ha- cerlo: por un lado, entre los tres elementos que integran al sistema dual en la administracin del suelo, la exclusividad de la fuerza del trabajo y las actividades econmicas entre la zona urbana y rural ya dej de funcionar. Es decir, los trabajadores pueden realizar sus acti-vidades de manera libre entre las ciudades y el campo; asimismo, la propia actividad puede llevarse a cabo tanto en la zona rural como en la zona urbana, sin restriccin alguna. Para reformar el sistema dual en la administracin del suelo, la exclusividad de propiedad del suelo entre el campo y la ciudad se encuentra en la necesidad de fle- xibilizarse, tal como ha ocurrido con las restricciones impuestas so-bre la mano de obra y las actividades econmicas. Por otro lado, los ajustes tambin podran llevarse a cabo a partir del involucramiento de ms agentes econmicos, sobre todo de los propios campesinos y, de manera directa, con la incorporacin del suelo rural al proce- so de urbanizacin.

    Medida aprobada en la Tercera Sesin Plenaria del XVIII Congreso del Partido Comunista Chino

    El suelo para usos de construccin se encuentra conformado tam-bin por tres secciones, de acuerdo con los destinos respectivos: asentamientos humanos, infraestructuras para inters pblico de la comunidad, tales como pavimentos, escuelas, entre otros, y usos co-merciales. Con base en las leyes y reglamentos vigentes, cada una de estas tres categoras del suelo colectivo tiene especificaciones bien definidas.

    La parte de inters comn tiene el propsito de proporcionar los servicios bsicos y construir las infraestructuras para la co-munidad.

    El suelo dedicado a la vivienda de los miembros de cada locali-dad tiene la utilidad para los campesinos de construir su propia vivienda. Durante las ltimas tres dcadas, los campesinos han construido viviendas en esta parcela no slo para su uso propio, sino tambin para la renta e incluso para la venta, a pesar de las delimitaciones impuestas por los respectivos reglamentos

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    gubernamentales.9 Sobre todo en las reas suburbanas de las ciudades, las transacciones de compra venta de viviendas construidas han registrado una tendencia a la alza debido al aumento considerable en el precio de este tipo de productos en las ciudades. A pesar de los intentos gubernamentales de restringir las construcciones y operaciones de compra-venta de este tipo de viviendas, a la fecha se ha tenido poco resultado, e inclusive se han involucrado otros tipos de suelo colectivo que han sido destinados a la construccin de viviendas con propsito de su compra-venta.

    Finalmente, la parte para usos comerciales se refiere, por lo general, a las reas ocupadas anteriormente por las empre-sas rurales que se han venido desarrollando, desde finales de la dcada de 1950, en especial a partir del principio de la d-cada de 1980. Debido a su estancamiento y reestructuracin en la industrializacin rural al final del ltimo milenio, algunas de estas empresas se han reubicado en las ciudades o se han concentrado en los parques industriales. Otras sencillamen-te perdieron la competencia y desaparecieron. Al respecto no existen cifras concretas para cuantificar el monto total del suelo desocupado por las empresas rurales hasta la fecha, a pesar de su existencia indudable. Con el propsito de refor-mar el sistema dual en la administracin del suelo, se firm un acuerdo durante la Tercera Sesin Plenaria del XVIII Congre-so del Partido Comunista Chino sobre el suelo colectivo para usos comerciales, en el sentido de que ste puede ser utilizado para usos urbanos, sin necesidad de modificar su propiedad. En otras palabras, esta parte del suelo colectivo puede entrar

    9 Las leyes vigentes mercantiles de la compra-venta de viviendas slo rigen las cons-trucciones efectuadas sobre el suelo de propiedad estatal, cuyos propietarios tie-nen un certificado emitido por el Estado para un lapso de setenta aos de vigencia en el uso del suelo. Una vez que se venza este lapso, los propietarios del edificio tendrn que renovar el certificado en uso del suelo. Para las viviendas construidas sobre la tierra de propiedad colectiva, los compradores pueden tener una vigencia de treinta aos como propietarios, tal como est marcado este tipo de suelo por la Ley de Administracin de Tierra Colectiva (2003); adems, el derecho en el uso de tierra de propiedad colectiva es concedido por el gobierno de la comunidad y no est protegido por las leyes vigentes mercantiles. Usualmente estos dos tipos de viviendas se clasifican como propiedad formal para el primero (Da Chanquan) y propiedad informal (Xiao Chanquan).

    Cheng Pu. 2010. Derecho de las viviendas construidas en el suelo de propiedad colectiva, un anlisis sobre propiedades de Xiao Changquan.

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    ya a los mercados de bienes races y ser explotada para dis-tintos usos urbanos con el mismo trato que recibe el suelo de propiedad estatal mientras que se mantenga sin cambio la propiedad colectiva.10 Bajo este contexto, al permitir la coexis-tencia de las propiedades colectiva y estatal en el mercado de tierra en las ciudades, abre una nueva opcin en la incorpora-cin del suelo de propiedad colectiva al uso urbano, adems de la expropiacin estatal que he venido realizando durante los ltimos 60 aos.

    Esta medida relacionada con el suelo colectivo destinado a los usos comerciales en cierta manera ha significado un paso importante para desmantelar el sistema dual en la administracin del suelo y ha 'proporcionado una forma renovadora en el manejo de tierra. Pues, hasta la fecha, la expropiacin de tierra colectiva efectuada por el Estado ha sido el camino casi exclusivo para incorporar el suelo co-lectivo al proceso de urbanizacin.

    Por su parte, con el transcurso del tiempo, sobre todo cuando el proceso de urbanizacin ha registrado una tendencia acelerada, durante los ltimos 10 aos, el Estado se ve cada vez ms difcil que antes para obtener la tierra de propiedad colectiva, al mantener las mismas condiciones que ha venido realizando desde el inicio en la aplicacin de este mecanismo. A raz de esto, las autoridades han tenido que implementar este mecanismo a travs del pago creciente por concepto de indemnizacin a los campesinos afectados, como compensacin nica. Al principio, el monto normalmente se fijaba en aproximadamente 10 veces del ingreso anual derivado de la pro-duccin agrcola de la tierra. Con el transcurso del tiempo, el pago por concepto de indemnizacin ha venido creciendo; hasta la fecha, la cifra con frecuencia ha rebasado 30 veces, tal como marca la ley vi-gente. Sin embargo, los campesinos siguen inconformes y renuentes de dejar su propiedad colectiva; en varias ocasiones, los enfrenta-mientos entre los campesinos y las autoridades locales llegaban a explotarse al extremo.11 La nueva medida que se instrumentar en

    10 Al respecto se pueden consultar: 1. Decisiones tomadas por la Tercera Sesin Plenar