recopilación de la columna por juan pablo varsky para la nacion

42
Ganaron, pero no son el mejor equipo del mundo 10 de julio de 2006, 04.42 hs. El campeón del mundo tiene como figura a su arquero y a su central derecho. Uno de sus goleadores es su central izquierdo, que en realidad jugó por la lesión del titular. El único jugador que usó la cabeza en la final la perdió en un rapto de locura y se hizo echar por decimocuarta vez en su carrera. Como se despedía del fútbol, la última imagen de su gloriosa carrera llena de títulos es… un cabezazo al pecho de un rival. El final del Mundial fue horrible. La protagonizaron dos equipos que habían llegado con la misma marca registrada: la defensa. Como los dos ejecutaron la misma receta, no existió lo que habitualmente llamamos ataque. Durante el primer tiempo, no hubo atajadas ni jugadas con el balón en movimiento. Pero hubo dos goles. Uno de penal, exquisitamente pateado por el hombre que terminó su etapa profesional con una agresión sin pelota. El otro de cabeza, tras un corner, marcado por el hombre que provocó y recibió aquella agresión sin pelota. El segundo tiempo tuvo algo más de emoción y atrevimiento. Más ambiciosos, los de blanco fueron a provocar el error del rival. Los de azul, fiel a su historia, jugaron a conservar el empate y no arriesgaron. Esperaron una falla de los blancos que nunca llegó. Así las cosas, todo dependía del 10 blanco. El único que podía hacer algo diferente por su visión de juego y su inteligencia. Casi anota de cabeza en el suplementario pero el mejor arquero del Mundial se lo sacó en gran vuelo. Fue la última vez que usó la cabeza para jugar al fútbol profesional. Después se la entregó en el pecho a un contrario y la puso para la guillotina de sus detractores. Los entrenadores hicieron gatopardismo: cambiaron para que nada cambiara. Y fuimos a los tiros desde el punto del penal para definir al campeón. Por segunda vez en la historia de los Mundiales. Los de blanco tenían una historia reciente favorable en este tipo de definiciones. Los de azul arrastraban un auténtico maleficio de tres eliminaciones consecutivas en la década del 90. Ganaron los de azul, por supuesto. Acertaron todos sus remates y sólo falló un

Upload: carlos-alberto-rosales-dozsa

Post on 29-Jun-2015

387 views

Category:

Documents


10 download

DESCRIPTION

Pequeña selección de textos de la pluma de Juan Pablo Varsky ( @JPVarsky ) maestro del periodismo deportivo.

TRANSCRIPT

Page 1: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

Ganaron, pero no son el mejor equipo del mundo

10 de julio de 2006, 04.42 hs.

El campeón del mundo tiene como figura a su arquero y a su central derecho.

Uno de sus goleadores es su central izquierdo, que en realidad jugó por la

lesión del titular. El único jugador que usó la cabeza en la final la perdió en un

rapto de locura y se hizo echar por decimocuarta vez en su carrera. Como se

despedía del fútbol, la última imagen de su gloriosa carrera llena de títulos es…

un cabezazo al pecho de un rival.

El final del Mundial fue horrible. La protagonizaron dos equipos que habían

llegado con la misma marca registrada: la defensa. Como los dos ejecutaron la

misma receta, no existió lo que habitualmente llamamos ataque. Durante el

primer tiempo, no hubo atajadas ni jugadas con el balón en movimiento. Pero

hubo dos goles. Uno de penal, exquisitamente pateado por el hombre que

terminó su etapa profesional con una agresión sin pelota. El otro de cabeza,

tras un corner, marcado por el hombre que provocó y recibió aquella agresión

sin pelota.

El segundo tiempo tuvo algo más de emoción y atrevimiento. Más ambiciosos,

los de blanco fueron a provocar el error del rival. Los de azul, fiel a su historia,

jugaron a conservar el empate y no arriesgaron. Esperaron una falla de los

blancos que nunca llegó. Así las cosas, todo dependía del 10 blanco. El único

que podía hacer algo diferente por su visión de juego y su inteligencia. Casi

anota de cabeza en el suplementario pero el mejor arquero del Mundial se lo

sacó en gran vuelo. Fue la última vez que usó la cabeza para jugar al fútbol

profesional. Después se la entregó en el pecho a un contrario y la puso para la

guillotina de sus detractores.

Los entrenadores hicieron gatopardismo: cambiaron para que nada cambiara.

Y fuimos a los tiros desde el punto del penal para definir al campeón. Por

segunda vez en la historia de los Mundiales. Los de blanco tenían una historia

reciente favorable en este tipo de definiciones. Los de azul arrastraban un

auténtico maleficio de tres eliminaciones consecutivas en la década del 90.

Ganaron los de azul, por supuesto. Acertaron todos sus remates y sólo falló un

Page 2: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

blanco. ¿Quién? El mismo que, hace seis años en la Eurocopa, había marcado

el gol de oro en la final contra los mismos rivales y que ¡además juega en su

liga!

En 2000 fue verdugo. En 2006, villano. Así es el fútbol…

Yo ya no vengo al Mundial para ver buen fútbol. Sólo vengo a ver quién lo

gana. Es un buen cambio de actitud. Se los recomiendo. No me indigno ante

los bodrios. Tampoco me sorprenden. El Mundial está inflado. El exceso de

países le quita competitividad y calidad. La dinámica del torneo, cruel o

maravillosa según la cara de la moneda que salga, empuja a los entrenadores

a obedecer el instinto de conservación y darle prioridad al arco propio. Salvo el

local, el resto defendió más de lo que atacó. Y ganó el mejor de la especie, un

histórico que podría dar cátedra en la materia. Los DT tienen apenas un mes

para transformar un rejuntado en un real equipo. Nivelar cargas, dar descanso

o ritmo, hacer los trabajos de campo, conseguir funcionamiento. El Mundial no

respeta los tiempos de este juego colectivo. Relájense. Dejen de ver a este

torneo como la máxima expresión futbolera porque ya no lo es. El fútbol le

pertenece a los clubes. Ahí, en las ligas nacionales y en las Copas

continentales, está la pureza del juego. Los buenos equipos se ven esas

competiciones. Los azules ganaron el mundial pero no son el mejor equipo del

mundo. Confirmaron que para ganar este torneo hay que estar bien este mes y

nada más. No sólo no pasará a la historia sino que tampoco será respetado en

el presente. No le quito mérito pero trato de no agrandar lo que consiguió.

¿Saben qué imagen representa mejor al Mundial? La última. Esa catarata de

fuegos artificiales que acompaña al capitán cuando levanta el trofeo. Eso es el

Mundial. Un show mediático, económico, periodístico, comercial, cultural y

turístico. La taquilla rompe el record cada cuatro años. La teletaquilla crece

exponencialmente y suma nuevos integrantes al club de fans de la Copa del

Mundo. El hincha cada vez tiene más protagonismo. Llega a la cancha bien

producido y pintado. No le importa que su equipo juegue bien. Sólo le interesa

que gane. Y si su cara sale en la pantalla gigante, muchísimo mejor. En cada

partido se elige al “fan of the match”. Su imagen sale en el sitio oficial de la

Copa. Después sigue la fiesta, con el famoso intercambio de culturas bien

Page 3: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

regado con cerveza y retratado por la cámara digital que compramos en el

shopping del lugar. Lo mismo pasa con el televidente. Llega el gran mes, se

compra el mejor plasma, invita a sus amigos y así disfruta de la excusa

perfecta para la reunión que más le gusta. Sólo se enoja si su equipo pierde.

Pero a muy pocos les interesa realmente la pureza del juego. Sólo importa qué

equipo gana el Mundial y nada más. Las publicidades con los mejores

jugadores son cada vez mejores. Pero los protagonistas juegan cada vez peor.

Cáscara y periferia. De eso se trata.

Dentro de cuatro años, les doy la revancha. Prepárense para Sudáfrica de otra

manera. Acepten que el Mundial sólo sirve para saber quién lo gana. Y no sean

exigentes con el juego. No busquen revoluciones ni estrellas. No se aburran

con Angola ? Irán… Y diviértanse con el show. Sólo así se les pasará el

desencanto y la calentura post Alemania que, al igual que esta nota, no tienen

nombres…

Page 4: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

De qué hablamos cuando hablamos de violencia en el fútbol

Juan Pablo Varsky

Para LA NACION

¿Qué es el aguante?

Es un capital simbólico. Sólo se considera hombre a aquel que lo tenga. Los

hinchas se lo conceden a aquellos compañeros que demuestren su saber físico

en una lucha corporal contra las hinchadas rivales", dice el antropólogo José

Garriga Zucal en "Hinchadas", un imprescindible libro de investigaciones

compiladas por el sociólogo Pablo Alabarces. ¿Cómo se llena ese formulario?

Agarrándose a trompadas con el "enemigo".

El aguante está mucho más asociado a la capacidad para resistir el dolor que a

la fidelidad por los colores. El que no se la banca no recibe entradas de favor,

no tiene acceso a los beneficios de pertenecer En gran parte de la sociedad, la

combinación violencia-drogas-delito tiene connotación negativa. Pero, en su

propia lógica, estos grupos le dan un valor positivo a ese cóctel. "Estar loco y

de la cabeza a partir del consumo de alcohol y drogas los nutrirán de honor y

prestigio entre sus pares", continúa Garriga Zucal.

Tener aguante, no temerle a nadie y estar "re loco" son los imprescindibles

requisitos para ser incluido en la barra. ¿Por qué lo hacen?, podemos

preguntarnos, cómodamente sentados en nuestro sillón. Ante la humillante

exclusión social que sufren muchos jóvenes de la provincia de Buenos Aires

(esa exclusión que vemos en los medios, pero no padecemos en persona),

pertenecer a un grupo y tener una identidad no es un consuelo menor. Es la

posibilidad de aferrarse a "algo" y ser alguien en la vida

El aguante se ha privatizado gracias a los propios dirigentes de los clubes y a

los referentes políticos que recurren permanentemente a sus servicios de

protección y aprietes. El lema de los barras parece ser: "Si ellos roban,

Page 5: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

nosotros les robamos a ellos". ¿Hace falta meterle miedo al DT para que se

vaya? Marche una amenaza por acá. ¿El intendente necesita gente para un

acto? Vamos todos para allá. ¿Hay una forma de callar críticas contra el

manejo fraudulento de los clubes? Sí, haciendo participar a los muchachos.

En primera división se gana mucho dinero. En Rosario Central, manejan las

divisiones juveniles. En Newell s, representan futbolistas profesionales. Adrián

Rousseau y Alan Schlenker llevaron a los quinchos de Ríver su pelea por un

botín de 60.000 dólares y arruinaron a los mismos dirigentes que les habían

habilitado la caja millonaria. En Boca, Rafa Di Zeo se pasea como una

celebridad, maneja el presupuesto y exporta su "manejo de grupo" a México y

España para seguir engrosando sus ingresos como barrabrava. Esta

mercantilización aleja a los barras de la simpatía por un club y los agrupa en

otro bando: el de los mercenarios. Si la fórmula les funciona muy bien, ¿por

qué la van a cambiar ? Creer que son inadaptados es el colmo de la

ingenuidad.

En tanto, el hincha argentino es visto en el exterior como el gran actor de

nuestro fútbol. Es el que más alienta, el que más espectáculo da. Se habla más

de la pasión del hincha que de la calidad del juego. Muchas bandas de rock

sueñan con tener un tema cantado por una hinchada. Aunque en la versión

cancha se hable de drogas y muerte

El fútbol de ascenso en la Argentina es un fenómeno sin equivalentes en el

mundo. Tiene cuatro categorías dependientes de AFA y el Torneo Argentino

organizado por el Consejo Federal. Transmisiones radiales, programas de TV

por cable, suplementos de diarios y sitios de Internet lo difunden como en

ningún otro lugar del planeta. Buena parte de la actividad está concentrada en

el conurbano bonaerense. Desde la B Metropolitana hasta la D, 47 de los 60

equipos proceden de esta región que padece la pobreza económica y la

exclusión social. Aquí, al no haber plata importante, las barras militan por su

propio club. El único botín en juego es ver quién se la banc a y quién corre en

una pelea entre hinchadas. Ante esta superpoblación de equipos, la policía

bonaerense debe ocuparse del 63% de los encuentros que se juegan cada fin

Page 6: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

de semana. ¿Está en condiciones de prestar servicio a tantos partidos? Desde

operativos ineficaces hasta represiones indiscriminadas, pasando por inflación

de agentes adicionales, su mala reputación no ayuda. Que no haya detenidos

tras los incidentes en Gerli entre hinchas de Talleres y Los Andes suena a

burla. Pero, ¿qué puede hacer cuando dos grupos deciden enfrentarse por el

simbólico tesoro del aguante?

Identificada por los barras como una hinchada más (y no como fuerza pública),

la Policía cuenta en su base con hombres provenientes de los mismos sectores

de pobreza y exclusión que aquellos a los que debe reprimir. El trabajo no está

bien remunerado. Aparecen el resentimiento y el descontrol. Para un barra,

robarle la gorra a un policía vale más que llevarse un trapo rival. Y las

condiciones geográficas colaboran con la causa. De 62 estadios bonaerenses,

40 tienen muy cerca una estación de ferrocarril, lugar ideal para el combate.

Los clubes pierden dinero, ya que la recaudación nunca les alcanza para pagar

los costosos (e inflados) operativos policiales. La actual estructura está

colapsada. Ante este panorama, es un milagro que no tengamos más tragedias

por fecha. ¿Soluciones? Con educación, se atacan las causas de este drama.

Llevará mucho tiempo, es una cuestión de largo plazo. Con justicia y gestión,

se atacan los efectos. Aquí sí se demanda una urgente intervención del Estado

y de la AFA. Nuevas leyes, reestructuración del fútbol y voluntad política para

llevar adelante las reformas. Mientras tanto, usted aguante.

Link permanente: http://www.lanacion.com.ar/884846

Page 7: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

Mi Top Ten

1) Guillermo Cañas

¿Es el mismo que la semana pasada estaba en Austria jugando Davis en

cancha rápida? ¿Es el mismo que volvió tras una suspensión por doping y no

para de ganar? Sí, Willy es un capo y el nuevo campeón de Costa do Sauipe.

2) Ernesto Farías

Había tenido un buen verano con pretemporada completa, sin lesiones y

aceptable nivel. Pero el sábado recuperó su capital más importante: los goles.

Facturó por duplicado y River, con asterisco, quedó arriba.

3) Nicolás Burdisso

Lateral derecho ante Cagliari, marcó el gol del triunfo de Inter, que ha hecho

historia con nueva marca de victorias consecutivas: 16. El equipo más

argentino de Europa sacó 14 de ventaja. Un abuso.

4) Agustín Pelletieri

Pasó el fin de semana ideal. Descanso y felicidad tras el triunfo de Lanús ante

Banfield en el clásico. Se lo ganó por supuesto. Gambeteó a Lucchetti dentro

del área (¡eureka!) y marcó el golazo de la alegría.

5) Gerald Green

El chico de Boston Celtics ganó el torneo de volcadas en el Juego de las

Estrellas de la NBA, con un salto espectacular que rindió tributo a Dee Brown,

otro jugador de los Celtics que lo había ganado en 1991.

Page 8: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

6) Gustavo Alfaro

Seis sobre seis en este perfecto arranque de Arsenal. Otra vez la figura fue el

equipo en el 2-1 ante Godoy Cruz. Y ahora encontró un prócer con la vuelta de

Andrés San Martín, autor del gol clave.

7) Michael Phelps

El monstruo de la natación (seis doradas y dos bronces en Atenas 2004) vuelve

a ser noticia por un récord. Clavó 1m53s71 para los 200 metros mariposa y

mejoró en nueve décimas su propia marca. Llega OK para el Mundial.

8) Lisandro López

Licha la rompió y marcó dos goles en el 4-0 de Porto sobre Associacao Naval.

El ex Racing representa a la legión de argentinos que se destacaron en

Europa: D. Milito, Arca, Gallardo y Klimowicz.

99) Ronaldo

Ni siquiera este ridículo número que la gloriosa Barbara Feldon supo llevar

puede tapar mi admiración por este verdadero crack del fútbol que, ante las

acusaciones de gordo, se llena la panza de goles.

10) Adolfo Cambiaso

El genio del polo volvió a salir campeón con New Bridge La Dolfina en Estados

Unidos. También levantó la Copa Ylvisaker y llevó a 20 la cantidad de triunfos

al hilo. Otro capo cierra el ranking.

Link permanente: http://www.lanacion.com.ar/884847

Page 9: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

Hombre al agua: Michael Phelps ya está en la histor ia del

deporte

Juan Pablo Varsky

Para LA NACION

Ian Crocker tuvo la culpa. Michael Phelps no ganó ocho medallas doradas en

Melbourne por un error de su compañero. Derrotado la noche anterior por

Phelps en la final de los 100m mariposa, Crocker tomó su lugar en las

preliminares de la posta 4x100 combinados, un mero trámite para la final.

Phelps debía regresar al equipo en la carrera por las medallas junto con los

otros titulares: Brendan Hansen en pecho, Aaron Peirsol en espalda y Jason

Lezak en libre. Pero el "malvado" Crocker, aún furioso por haber perdido contra

Phelps, se tiró a la pileta antes de que Scott Usher, otro suplente, completara

su recorrido de pecho. Esto es una infracción reglamentaria y significa la

expulsión del equipo. Ante la descalificación de Estados Unidos en esta

prueba, Phelps no pudo completar su hazaña. ¿Qué dijo el principal

perjudicado? "No fue intencional, menos mal que nos pasó ahora y no en Pekín

".

Mientras en EE.UU. se siguen preguntando si Crocker lo hizo a propósito, el

extraordinario nadador de Baltimore terminó el Mundial a lo grande. Quemó los

relojes en los 400 m combinados y se colgó su séptima dorada del certamen

con nuevo récord, casi dos segundos debajo de su anterior marca. El balance

es escalofriante: siete títulos en siete pruebas, algo nunca visto en mundiales,

pero sí en los Juegos de Munich 72. Mark Spitz logró semejante actuación en

un escenario más grande como el de los olímpicos y con récord del mundo en

todos sus títulos. Phelps clavó nuevas marcas mundiales en "apenas" cinco de

sus siete victorias.

Los protagonistas ya se conocen, por supuesto. En julio de 2004, Spitz le

entregó a Phelps el premio por adjudicarse el selectivo norteamericano para

Atenas en los 200 m mariposa. Otra coincidencia entre los dos mejores de la

historia: ambos comenzaron sus carreras como mariposistas. Michael Phelps

Page 10: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

tiene 21 años y prácticamente vive en el agua. Entre 1997 y 2004, sólo estuvo

cinco días (en casi 2500) sin actividad en la pileta.

Descubrió este deporte gracias a sus hermanas mayores y se sumergió en la

natación como terapia para sobreponerse al divorcio de sus padres, un

sargento y una maestra. A los 11, fue descubierto por Bob Bowman, un

sabelotodo del agua que pidió hablar con toda la familia. "Este «kid» es un

prodigio, un genio. Si viene conmigo, ganará premios, títulos, dinero y fama",

les dijo. A los 15 años, estuvo en Sydney 2000. No como espectador, sino

como protagonista de la final de los 200m mariposa. Terminó quinto, pero aún

se recuerda su último largo. Fue un mensaje: la nueva estrella había nacido. El

31 de marzo de 2001, impuso su primera marca mundial, en los 200m

mariposa. Nadie había bajado el minuto y 55 segundos. Con sólo 15 años y 9

meses, lo dejó en 1m54s92/100 para ser el récordman más joven de la historia.

Los sponsors se acercaron enseguida y en sus "dulces dieciséis" ya era

millonario. Speedo, VISA, Omega, Power Bar y AT&T son algunas de las

empresas que invierten en su imagen. Por liderazgo e imagen, Phelps es a la

natación lo que Tiger al golf o Jordan al básquetbol.

Explotó en el Mundial de Barcelona 2003 con seis medallas doradas, igualando

el registro del australiano Ian Thorpe en Fukuoka 2001. Hubo muy poca

competencia directa entre el Joven Maravilla, un ejemplo de versatilidad, y el

Torpedo, un crack en el viejo y querido crol. Sólo la ambición de Phelps lo hizo

posible. Para los Juegos de Atenas, quiso meterse en el territorio de Thorpe:

los 200m libres. La presencia de otro talento como el holandés Van den

Hoogenband le dio a esa final el mote de "Carrera del siglo". La ganó Thorpe y

Phelps fue tercero. De todas maneras, el norteamericano dejó huella en los

últimos Olímpicos con un histórico récord de ocho medallas: seis oros y dos

bronces.

Después de Atenas, quiso relajarse un poco. A los 19, ya tenía todo lo que

Bowman le había pronosticado a la familia. Y en noviembre de 2004, tocó el

pianito. La policía lo detuvo por manejar borracho y no respetar un semáforo en

Page 11: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

rojo. El chico admitió su responsabilidad, evitó el juicio y pagó el error con una

probation de 18 meses. Luego se enroló en la Universidad de Michigan, cuyo

entrenador es el propio Bob Bowman. Nada de levantar pesas ni de largos

trotes. Todo se hace en el agua con sesiones tan extensas como intensas.

Torso muy largo, buen ancho de hombros, gran alcance de brazos, cintura y

caderas angostas, pie grande y piernas no tan extensas con relación al tronco

configuran una anatomía hecha a medida. "Tiene un cuerpo acuático", lo

definió su mentor.

Todo le queda incómodo fuera de su hábitat natural. Su look y su manera de

moverse en la tierra remiten inevitablemente a Largo, el mayordomo de los

Locos Addams (para-ba-ran, para-ba-ran .). Hablando de música, escucha rap

en sus auriculares hasta segundos antes de la competencia. "Till I collapse", de

Eminem, es su tema de inspiración.

En Montreal 2005, ganó cuatro títulos y sólo perdió en la final de los 100m

mariposa contra sí, el malvado Crocker. Se preparó para Melbourne con el foco

puesto en Pekín. Quería revancha ante Thorpe en los 200m libres, pero el

australiano se retiró en noviembre último. Parece que eligió un buen momento.

Phelps no sólo ganó la prueba, sino que mejoró el récord del "aussie" supuesto

a durar 10 años. Bajó el minuto 44 segundos por primera vez en la historia de

la distancia. "Yo quería ganarle a Thorpe", dijo una vez consumada la obra.

Señores, ¡salud a un monstruo de la natación, a un deportista fabuloso!

Generoso a la hora de competir, afrontó 16 carreras en ocho días de Mundial.

Ganó cinco títulos individuales (200m libre, 100m y 200m mariposa, 200m y

400m combinados) y dos en los relevos (4x100 y 4 x200m libre). Sólo le quedó

pendiente la posta 4x100m combinada. En Atenas 2004, también le había

ganado al villano del cuento la final de los 100m mariposa, pero, en gran gesto,

permitió que su derrotado ocupara el lugar en la final de los relevos. Esta vez,

le tocaba a él para completar su pleno de ocho títulos en ocho competencias.

Ya sabemos quién tuvo la culpa No importa: Crocker es historia y Michael

Phelps está en la Historia.

[email protected]

Page 12: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

Con 28 años, la criatura de Grondona todavía es ado lescente

Juan Pablo Varsky

Para LA NACION

El viernes pasado, Julio Grondona cumplió 28 años consecutivos como

presidente de la AFA. Durante su larguísima gestión, impuso tres cambios

fundamentales en la estructura de los campeonatos. Tras la pérdida de la

categoría de San Lorenzo en 1981, comenzó a trabajar sobre la idea de que los

descensos se determinen por el promedio de puntos conseguidos en los

últimos tres años y no por el rendimiento de la temporada. Vigente desde 1983,

el primario objetivo del sistema era evitar un episodio similar al del Ciclón. O

sea, proteger a un grande de un eventual mal campeonato. En su estreno,

funcionó con el peor año de River, pero decretó el descenso de Racing... por

promedio.

Esta es la 25a temporada de un sistema naturalmente injusto. Al "perdonar una

mala campaña" no castiga en el momento indicado. Es más, puede condenar

con retroactividad. Talleres de Córdoba terminó 3º en el Clausura 2004, detrás

de River y Boca, pero debió jugar la Promoción por culpa de sus torneos

anteriores. Y ahí Argentinos lo mandó a la B Nacional. La T no descendió

cuando correspondía y descendió cuando no correspondía. Por supuesto, el

DT responsable de la mala campaña ya no estaba porque... lo habían

despedido.

Veamos lo que le pasa a un recién ascendido. Llega a primera sin arrastre de

campañas anteriores. Depende pura y exclusivamente de lo que produzca en

su año debut. Sin embargo, su tabla de referencia no es la del campeonato

sino la de los promedios. Se ve claramente en esta temporada con Belgrano,

Nueva Chicago y Godoy Cruz, todos procedentes de la B Nacional. En la tabla

anual los tres tienen más puntos que Newell s y Banfield. Pero por campañas

anteriores (con otros jugadores y otros entrenadores), estos equipos están a

resguardo de estos pobres rendimientos. El sistema favorece a los "culpables"

y perjudica a los "inocentes", nada más injusto.

Page 13: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

La segunda modificación de Grondona se produjo en 1985 cuando decidió

adaptar los campeonatos al calendario europeo. El motivo: jugar amistosos y

recaudar billetes en el Viejo Continente. Torneos como el Joan Gamper de

Barcelona, el Naranja de Valencia, el Villa de Madrid, entre otros, contaban con

frecuente presencia argentina. ¿Cómo se ejecutó el cambio? Como todos los

años, se disputó el viejo y querido campeonato Nacional durante el primer

semestre. Pero no hubo Metropolitano y en agosto comenzó la temporada

1985-1986. Otra vez Racing estuvo involucrado en el cambio. Ascendido a

primera a fines de 1985, esperó seis meses para su regreso a la máxima

categoría. Mientras tanto, le alquiló el equipo en un torneo regional para

Argentino de Mendoza, que cubrió los costos de aquel insólito paréntesis.

El primer año resultó un éxito. En 1986, River ganó su primera Libertadores

aprovechando la continuidad de su núcleo exitoso. Campeón argentino 85-86,

el equipo de Bambino conservó su bloque ganador para la Copa que se jugó

después del Mundial (sólo Francescoli se fue a Racing de París y Funes se

incorporó para la etapa final). Pero desde aquel cambio, hace 21 años ya, sólo

tres equipos argentinos levantaron el trofeo continental: Vélez (1994), River

(1996) y Boca (2000, 2001 y 2003). El año último, no hubo semifinalistas

argentinos por primera vez desde que existe el formato actual modelo 2000. Si

reducimos el margen a los últimos 10 años y nos comparamos con Brasil, el

contraste es demoledor. Sólo el Boca de Bianchi marcó presencia argentina en

finales (los tres títulos y la derrota ante Once Caldas en 2004).

Mientras tanto, Brasil acredita el siguiente historial de campeones: Cruzeiro

1997, Vasco 1998, Palmeiras 1999, Sao Paulo 2005 e Inter 2006. Además,

llegaron al partido decisivo Palmeiras en 2000, Sao Caetano en 2002, Santos

en 2003, Atlético Paranaense en 2005 y Sao Paulo en 2006 (las últimas dos

finales fueron brasileñas). Más allá de su poderío, Brasil conserva su

calendario de toda la vida: primer cuatrimestre para los estaduales y de abril a

diciembre el Brasileirao . Los cuatro mejores del campeonato nacional se

clasifican para la Libertadores y la juegan dos meses después. Por supuesto,

con formaciones muy parecidas.

Page 14: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

¿Se encuentra alguna relación entre nuestro calendario invertido y la bajísima

presencia de equipos argentinos en las finales? Sí, porque la esperpéntica

programación recorta las posibilidades de los equipos. Hay, como mínimo,

nueve meses de distancia entre la clasificación y la competencia. En junio de

2006, Banfield tenía a Paletta y a Dátolo. Y Gimnasia a Navarro Montoya, Licht

y Vargas, entre otros. No sólo cambian los planteles sino también los

entrenadores. Más allá de la diabólica racha tras el 0-7 ante Estudiantes,

Troglio también fue víctima de este desfase de tiempo entre el ingreso y la

participación en la Copa. No lo pudo disfrutar. Renunció mientras su equipo

jugaba el torneo soñado...

En 1990, Grondona impuso su tercer cambio: el de los torneos cortos. Respetó

el calendario invertido y, a la hora de nombrarlos, tuvo en cuenta la temporada.

Por eso el Apertura cierra un año y el Clausura abre el siguiente. Ya se ha

escrito demasiado sobre el castigo que cae sobre los ganadores del Apertura:

jugar la Copa catorce meses después... ¿Saben cuántos entrenadores

campeones del Apertura desde 1998 llegaron a la Libertadores del año

subsiguiente? Sólo Bianchi en el Boca campeón. En 1999, River salió campeón

con Ramón pero jugó la Copa de 2001 con Gallego. Y Tolo dio la vuelta con

Independiente en 2002 y con Newell s en 2004 pero en las Copas estuvieron

Pastoriza y Pumpido, respectivamente...

"Apasionantes y emotivos" los campeonatos de una rueda generan

incertidumbre hasta el final. Pero tienen efectos colaterales: no reflejan la

autoridad de un auténtico campeón, obligan a balances semestrales y no

respetan los tiempos de un equipo. Provocan que haya más entrenadores

despedidos, mayor mudanza de jugadores y mucha menor tolerancia del

público a un resultado desfavorable. La estructura de los campeonatos merece,

por lo menos, una revisión. Nadie dice nada en el comité ejecutivo. ¿Cambios?

No, de eso no se habla. Los dirigentes sólo rompen su cómplice silencio para

cantarle el feliz cumpleaños a "Don Julio", padre y padrino de la criatura…

[email protected]

Page 15: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

El destino existe: La Volpe y Russo vuelven a cruza rse

Juan Pablo Varsky

Para LA NACION

Otra vez frente a frente. Boca y Vélez ya han escrito suficientes capítulos como

para considerarlo ya un clásico de los últimos 15 años. Mauricio Macri y Raúl

Gámez, sus dirigentes emblemáticos, representan ideologías opuestas en la

relación entre el fútbol, los clubes y la sociedad. Pero este inminente duelo

internacional agrega el picante sabor del morbo. Miguel Angel Russo y Ricardo

La Volpe volverán a encontrarse. Mucho más pronto de lo pensado, tras aquel

3-1 de Boca en el José Amalfitani por la 9a fecha del Clausura. Ahora, los

octavos de final de la Copa Libertadores consagrarán al campeón de este

enroque de entrenadores sin antecedentes en el fútbol argentino.

Fue Miguel el primero en mover su pieza. Apenas un día después de la

renuncia de Richard, dio su primera conferencia. Una semana más tarde, La

Volpe firmó su contrato como sucesor de Russo en Vélez. Llegó el brindis de

fin de año y con la llegada de 2007 el comienzo del trabajo. Cada uno estaba

en lo suyo hasta que una frase de Russo provocó un terremoto en el bigote:

"Quiero un vestuario en armonía", dijo Miguel Angel, en un comentario de

compromiso que siempre tira cuando asume en un equipo. Pero La Volpe lo

tomó a título personal y le respondió directo a la mandíbula: "Que yo sepa,

Castromán y Sessa se agarraron a piñas en Vélez y el técnico era él".

Aquel primer choque de palabras retrata fielmente el perfil dialéctico de los

protagonistas. Russo declara como un canciller. Egresado de la escuela de

Bianchi y Basile (quien le ha dado consejos en la materia), sabe que cualquier

palabra de más genera en Boca una polémica que ocupa toda la semana en

los medios. Habla con frecuencia porque el mundo xeneize se lo exige. Pero en

realidad dice muy poco. Acaso sea su mecanismo de defensa contra la feroz

vorágine del club.

En cambio, La Volpe es un ministro de Guerra a la hora de hablar. Se juega la

vida en cada nota. Dócil en sus primeros contactos, habló del Feng Shui, del

Page 16: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

rojo contra la envidia y de su perro Janko. Pero cuando entró en confianza

empezó a disparar. "Los juveniles no ven fútbol, juegan Play Station", "el

enganche no existe más", "acá hay futbolistas que quieren salvarse solos" y un

montón de grandes éxitos más. Está claro cuál es el "rapper" que más nos

gusta a los periodistas. Ventaja La Volpe, cuya irrupción en el fútbol argentino

ha levantado el nivel del debate sobre este juego.

Sin embargo, el balance de gestión 2007 deja mejor parado a Russo. Más allá

del freno que ayer le puso Racing, Boca tiene posibilidades en ambas

competiciones y ha jugado un puñado de buenos partidos en el año. Es el

equipo que crea más situaciones de gol por juego. ¿Cuánto queda del modelo

La Volpe en Boca? Nada más que el comodín Morel (emblema "lavolpista") y la

fórmula de ataque Palacio-Palermo. Cambió el arquero, desmontó la línea de

tres centrales y armó otro medio campo. Con ese "enganche" denostado por

Richard. Buscó a Gracián y encontró a Riquelme, un blanco de La Volpe en

cada oportunidad que se le concede: "Si me preguntan por la vuelta de Román,

simplemente digo no", expresión de noviembre de 2006, cuando aún era DT de

Boca.

Curiosamente (o no), Russo ha prescindido de la mayoría de juveniles

promovidos por su antecesor. Ni Cahais ni Bertolo ni Franzoia forman parte de

la rotación. Sólo coincidieron en Maidana. La Volpe nunca se fijó en Banega,

más allá de la omnipresencia de Gago. Tras el sudamericano Sub 20, Russo le

dio la titularidad y el pibe no salió más. Marino extraña el bigote que lo usaba

mucho más seguido y Dátolo recibió con agrado esa cara afeitada a diario que

no le grita cada 30 segundos. Guillermo también los ha diferenciado. Para La

Volpe fue importante. Titular en la final ante Estudiantes, el 7 le reconoció su

valoración con un saludo en la cancha de Vélez que muy pocas cámaras

registraron. Para Russo, ocupó el mismo lugar secundario que para Benítez y

Basile. Y tras el último descarte, esos siete minutos de superclásico, el ídolo

decidió irse a Columbus Crew con una despedida a la altura de su trayectoria

en la previa del empate ante Racing.

Page 17: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

La Volpe tuvo en Vélez lo que le faltó en Boca: esa pretemporada con 50

entrenamientos sin partidos para convencer a sus jugadores de su idea. La

competencia le llegó enseguida: la primera etapa de la Copa ante Danubio.

Encontró festejos antes que funcionamiento. Los tres triunfos iniciales, entre

Libertadores y Clausura, intensificaron el romance con la gente. El hincha lo

quiere, pero mucho más por lo que le adjudica (el anti-Russo) que por lo que

realmente es.

¿Cuánto queda de la obra de Miguel Angel en Vélez? Tácticamente nada

porque el libreto es otro. Sin embargo, hay similitudes en los nombres. Los

últimos partidos de Russo dejan formaciones con tres centrales (Uglessich,

Pellegrino y Pellerano), un doble pivot con Moreno y Bustos y el trío atacante

conformado por Escudero, Zárate y Castromán. Las diferencias se notan en la

utilización de Bustamante (marginado por Russo) y en la promoción de chicos.

La Volpe ha lanzado a Cabral, Coronel, Montero y Cristaldo. Pichones de

Russo como Ereros y Varea han quedado rezagados. Además, en su

"talibanismo táctico" ha desterrado a los "enganches" de la cuarta y la quinta

divisiones juveniles del club.

Tras aquel arranque positivo, la primera entró en una irregularidad de juego y

resultados de la que aún no ha podido salir. Lejos en el campeonato, apuesta

todo a la Copa. Richard está en la misma situación que vivió en Alemania 2006.

Eliminar a Boca en octavos significaría exactamente lo mismo que sacar a la

Argentina del Mundial: orgasmo futbolero. En Leipzig, Maxi Rodríguez tuvo

otros planes para él. Pero el tren vuelve a parar en Banfield, lugar de residencia

de los zapatos blancos. Por eso guardó a los mejores para el miércoles. Russo

había hecho algo similar antes del partido por el campeonato. Boca jugó en

Cuzco ante Cienciano sin Riquelme, sin Palacio ni Palermo, frescos e

influyentes en el triunfo por 3-1.

Parecía que ya habíamos tenido suficiente morbo con aquel partido. Pero

evidentemente el destino existe. La Volpe y Russo vuelven a estar frente a

frente.

[email protected]

Page 18: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

¡Peligro! Estamos yendo demasiado rápido...

Juan Pablo Varsky

Para LA NACION

Lionel Messi fue demasiado rápido. Eludió a sus rivales de Getafe como si

fueran conos de entrenamiento e hizo la mejor réplica posible de la original e

inigualable obra de Diego a los ingleses en México 86. Leo sólo puede hacerse

cargo de su golazo. Pero él nada tiene que ver con lo que provocó su jugada

genial. Un festival de comparaciones, exageraciones y conclusiones más

veloces que las mismas gambetas "mesiánicas". "Es el nuevo Maradona,

Messidona, no hay ninguno como él". Hace diez meses, era un "nene creído y

malcriado" que se la pasaba de comercial en comercial y que no tenía derecho

de enojarse por quedarse afuera del partido más importante de la Argentina en

el Mundial. Faltó poco para que se dijera que era un invento. Menos mal que

empezó a dibujar jugadas como en el nuevo spot de Adidas que lo tiene como

protagonista

Su pieza de colección del miércoles pasado retrata a la perfección la frase de

su patrocinador: "Impossible is nothing". Afectado por todo lo que pasó a su

alrededor, apenas la tocó en la derrota del Barsa ante Villarreal. Y volverá a

jugar mal en otros partidos, como les ha pasado a todos los grandes futbolistas

de la historia. Pero el problema no es suyo, sino nuestro. Cuando se sacan

conclusiones generales sobre un episodio en particular, quitamos perspectiva,

capacidad de análisis y sentido histórico.

Lionel ya había completado el formulario y no necesitaba un golazo como el

que metió para convertirse en un legítimo aspirante a la corona. A los 19 años,

ya fue campeón mundial juvenil, campeón de España y campeón de Europa

con real protagonismo en los tres títulos. Marcó tres goles en un Barcelona vs.

Real Madrid. Su clase internacional no se discute. Está claro que no tiene

sentido exagerar (¿cuánto influirá nuestro ego para buscar una metáfora que

Page 19: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

esté a la altura de semejantes jugadas?). Pero tampoco sirve sacar patente de

mesurado y prudente. Por lo menos, en este caso particular. Estrella desde los

18 años, Maradona recién se consagró a los 25 en México, tras un frustrado

primer Mundial que terminó con tarjeta roja por una patada al brasileño Batista.

Messi tiene tiempo para confirmar todo lo que ya ha hecho en su incipiente

carrera. No deberá pasar por etapas que tanto afectaron a otros pichones

nacionales. Nunca jugó en nuestro campeonato, no sufrió el típico problema de

adaptación tras un pase a Europa y, aunque nos duela, es más un producto de

la cantera catalana que del potrero argentino. El problema no pasa por ponerle

a Messi la chapa de crack antes de tiempo. El problema fue habérsela puesto a

los Aimar, Tevez, D Alessandro, Gustavo López, Saviola y Riquelme, quienes

debieron convivir con esa etiqueta de "sucesor de Maradona". Basta. Diego no

tendrá sucesor. Su obra es única. No sólo por lo que hizo, sino por cómo y

dónde lo hizo. Nos cuesta tanto asumir su retiro que aún lo consideramos una

divinidad mientras el hombre está internado en una clínica psiquiátrica para

intentar combatir su adicción al alcohol.

Retirar la camiseta número 10 del seleccionado hasta su uso obligatorio en el

Mundial es una medida demagógica que sólo aumenta el mito Maradona y de

ninguna manera ayuda a la persona. Hay otras maneras de agradecerle su

gloriosa trayectoria con la celeste y blanca. Así, nunca se hará el duelo

futbolístico por su retiro, del que se cumplirán diez años en octubre. Sólo

cuando regularmente haya un jugador con la 10 de Argentina, habremos

aceptado que Diego ya no juega más.

El miércoles pasado ante Chile, el equipo de Basile industria nacional lució del

1 (Carrizo) al 14 (Palacio). Empató 0 a 0 en insulso partido. Lógicamente, la

mediocre actualidad de los futbolistas en sus clubes fue mucho más influyente

que la búsqueda de funcionamiento y mística que el Coco dirige en Ezeiza.

Pero hace seis meses estos jugadores eran unánimemente reclamados.

"Queremos jugadores con hambre, a estos sólo les interesa la plata". Aquella

postura era exagerada e injusta. Los pobres 90 minutos de Mendoza no deben

llevarnos a otras conclusiones tan exageradas e injustas.

Page 20: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

Hoy, ídolos y próceres se construyen y se derrumban a esa velocidad. Hasta la

estatua de Paso a Paso cayó. El amo y señor de los códigos del fútbol dijo todo

lo posible para que De Tomaso lo echara. El presidente quería que Merlo fuera

su Ferguson y terminó más cerca de Sarah que de Alex, el gran DT del

Manchester United. "Nunca vuelvas a un lugar donde te hicieron una estatua",

parece ser la moraleja del cuento. Mientras tanto, el Cholo Simeone,

reemplazado por Merlo en Racing, ya ganó un título y dos clásicos de La Plata

con Estudiantes.

"Belluschi vale 40 millones de dólares" dijo Daniel Passarella hace tres meses.

Sus bajos rendimientos no justificaron semejante cotización. Ayer lo dejó en el

banco. Ante la necesidad, lo puso en el segundo tiempo. La movida le salió

bien: Fernando marcó el gol del 2 a 1. Pero sin dudas, aquella exagerada cifra

puesta por su propio DT influyó en su irregularidad.

¿Es Guillermo Barros Schelotto el ídolo más importante de la historia de Boca?

Por supuesto que tiene su propia página en el libro xeneize. Inteligente dentro y

fuera de la cancha, estuvo 10 años, ganó 15 campeonatos (cuánto influirán los

torneos cortos en nuestro vértigo ) y siempre valoró la grandeza del club. Pero,

¿es necesaria semejante definición? ¿No le quita sentido histórico a un club

centenario como Boca? Encuestas vía Internet proponen el retiro de la

camiseta número 7 de Guillermo. Se pretende importar una costumbre del

basquetbol donde, en gran ceremonia, se invita al jugador que recibe el tributo

y se le cuelga su camiseta en el techo del estadio. Pequeña aclaración: Michael

Jordan no jugaba de 23 ya que el número de la casaca no tiene vinculación con

el juego. En el fútbol, todavía alguien quiere jugar de siete aunque Ronaldo se

ponga la 99 de Milan.

Como dice la publicidad del nuevo cable módem, vamos cada vez más rápido.

Nadie puede dudar que la web es un parámetro interesante pero a veces no

alcanza y encima quita perspectiva. Para los hinchas que consumen la red, el

gol más importante de la historia de Independiente es el de Pusineri a Boca. Ni

el de Bochini a Juventus por la Intercontinental, ni el de Burruchaga a Gremio

Page 21: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

por la Libertadores. El pobre Burru ya sabe que apenas unos meses sobran

para perder como DT el crédito que supo ganarse como jugador. Del elogio

desmedido a la crítica despiadada. Del crack al fracasado. De los de acá a los

de allá. De la estatua al despido. Del futbolista ídolo al entrenador burro. Así

vamos, demasiado rápido. Como las gambetas de Messi. Y hay peligro de gol

en contra.

[email protected]

Page 22: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

Blog de LA NACIÓN

Entradas de Juan Pablo Varsky

_______________________________________________________________

Nunca escribiré en un blog, por Juan Pablo Varsky

Jueves 25 de Mayo de 2006 | 12:55 a.m.

Menos mal que nunca dije que nunca escribiría en un blog. Una afirmación tan

tajante como esa y estas primeras palabras para La Nación me habrían

generado una contradicción muy fuerte, ideal para otro tipo de TVR (Texto

Virtual Registrado). Pero sí puedo decir que no me gustan, sobre todo aquellos

que se dedican a criticar indiscriminadamente a los medios y a sus

protagonistas. Esa posición de outsider-me las sé todas-no paro de hablar de

mí-soy un gran observador de la realidad- me genera bronca. Vanidosos y

egocéntricos, los bloggers que se dedican a la todología y desprecian a todo

periodista conocido me molestan como una mosca en pleno almuerzo. Gracias

a este blog, pude decir lo que me pasa con los blogs. Ahora sí. Después de

esta diatriba, vamos a lo realmente importante.

Alemania 2006 será mi cuarto Mundial en el lugar de los hechos. El último que

viví aquí fue el de Italia 90, mientras estudiaba en el Pabellón 3 de la UBA dos

carreras que nunca terminé: Ciencias Económicas y Ciencia Política (ven que

en el blog siempre terminás hablando de vos mismo…) Será el primero como

marido y padre. En cuatro años pueden pasar muchas cosas en nuestras vidas.

Estoy muy feliz de participar de este espacio con personas que admiro como

Víctor Hugo, que respeto como Román, y que quiero como mi amigo Matías,

con quien vuelvo a compartir equipo después del inolvidable Basta de Todo

2001-2004.

Los cuatro amamos el fútbol y a partir de ahí, es mucho más fácil debatir una

idea o discutir una jugada. Es un placer para mí estar acá. Aparte otra cosa,

diría un recio galán paraguayo ahora más ancho que Rubén Peucelle: yo

siempre dije que lo más lindo de Internet eran los blogs…

Page 23: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

Zinedine Zidane terminó su loco Mundial con un acto de locura…

Lunes 10 de Julio de 2006 | 5:21 am

Perdió la cabeza y le metió un cabezazo que aún le duele a Materazzi. Tarjeta

roja, la decimocuarta de una carrera que, además de tanta gloria y tanto fútbol,

tiene manchas de indisciplina. De esas 14 expulsiones, 11 llevan la roja directa.

El motivo es siempre el mismo: agresión al rival. La causa también: el fastidio

ante la marca o la provocación. Hace trece años, en un Bordeaux v. Marsella,

respondió un insulto de Marcel Desailly con un cortito al pómulo derecho.

Primer carton rouge y dos puntos de sutura para su compañero de la cosecha

98 campeona del mundo. En 1995, aún en Bordeaux, le pegó un codazo al

alemán Fink y pagó con tarjeta. En 1997, llegó a las manos con Enrico Chiesa

en un Parma v. Juventus y recibió su bautismo rojo en el calcio . También en el

Mundial de Francia mostró su sangre caliente . Frente a Arabia Saudita, pisó a

un tal Fouad Amin que estaba en el piso y fue suspendido por dos partidos.

Regresó para los cuartos ante Italia y terminó consagrándose en la final ante

Brasil.

Agrandó su prontuario en la temporada 99-00 de la Champions League. Casi lo

parte al brasileño Emerson en un Juve v. Deportivo La Coruña y recibió seis

fechas de suspensión por un cabezazo al alemán Kientz, férreo marcador de

Hamburgo que lo había conectado con un golpe en la espalda. Después de tres

años y medio con conducta perfecta, volvió a las andadas en 2004 con Real

Madrid, en plena crisis de juego y resultados. Se le escapó un manotazo a

Pablo Alfaro, un especialista de la provocación. Hasta ayer, la última hoja de su

libro rojo era una expulsión ante Villarreal en abril de 2005 por un intercambio

de golpes con Quique Alvarez.

Después de este incidente, el diario L Equipe publicó un editorial sobre sus

reacciones callejeras: “Siempre se lo ha considerado un Mozart del fútbol, pero

este Mozart nunca se ha dejado intimidar y a menudo ha respondido con una

ferocidad insuperable”. Parece escrito ayer y se llama “Zidane, la valija de las

tarjetas”.

Zizoupagará exceso de equipaje por su acción contra Materazzi. Vaya uno a

saber qué le dijo el central italiano en ese intercambio de palabras. Vaya uno a

saber cómo se enteró Horacio Elizondo. Si a través de Darío García (nadie lo

tapaba) o a partir del video que rápidamente expuso la insensatez del único

Page 24: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

futbolista creativo que podía ganar el premio al mejor del Mundial. Lo concreto

es que su carrera como futbolista ha terminado con un cabezazo al pecho de

un rival en la final de Alemania 2006. Después del Mundial 98, la Eurocopa

2000, la Champions 2002 y la Liga 2003 con Real Madrid, dos scudetti con

Juventus (97 y 98) y 3 Balones de Oro (1998, 2000 y 2003), todo ha acabado

de la peor manera.

Su último momento televisivo lo registra en el camino al vestuario, pasando al

lado de la copa, señal de lo que ocurriría después en los penales. No volvió al

terreno de juego para retirar la medalla para el subcampeón. Me hubiera

gustado ser el Zidane de la volea al Bayer Leverkusen o el de los dos

cabezazos a Brasil, pero mucho más estar en su cabeza durante esos quince

minutos posteriores a la expulsión, llenos de soledad.

Invisible contra Suiza y Corea, debió purgar sus dos amarillas (siempre paga

con tarjeta el hombre) en el decisivo partido ante Togo. Justo el día de su

cumpleaños número 34, sus compañeros le regalaron el triunfo que no sólo le

permitió seguir jugando, sino también volver a brillar. Los españoles le

garantizaban la jubilación en octavos. Los mandó de regreso a su casa y se

guardó la última imagen: ese gol a su compañero Casillas. Contra Brasil, fue

sencillamente extraordinario y sólo le faltó hacer llover. Didier Deschamps dijo

que había sido su mejor función con la camiseta nacional. Definió el resultado

ante Portugal y puso a Francia en la final. Humilló a Buffon con un delicioso

penal marca Panenka (el checo que patentó la picadita en la final de la Euro 76

ante Alemania).

Era el mejor del partido, pero su loco Mundial debía terminar con un rapto de

locura. El hombre que más y mejor usó la mente en los últimos 20 años de

fútbol perdió la cabeza en un segundo y metió ese infame cabezazo que

todavía nos duele.

Publicado en: General

Link permanente | Comentarios (150)

Page 25: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

Entre Francia e Italia, me quedo con Barcelona…

Domingo 9 de Julio de 2006 | 5:17 am

Frank Rijkaard puede estar tranquilo. Ningún futbolista le llegará al primer día

de concentración con resaca mundialista . Los españoles Puyol y Xavi se

volvieron prematuramente, jubilados por Zidane. El zapatazo de Maxi

Rodríguez mandó de regreso al mexicano Rafa Márquez. El portugués Deco

apenas se dejó ver con un derechazo ante Irán y quedó marcado por la patada

de potrero al holandés Heitinga. El DT no necesitará motivar a Ronaldinho. El

brasileño agradecerá volver a jugar en un equipo que lo hace sentir importante.

Que lo obliga a desprenderse rápido del balón lejos del área y lo ayuda a

gambetear en los metros de la verdad. Tampoco deberá usar el “inflador

psicológico” con Messi, desesperado por demostrar en su club que podría

haber hecho algo más en el Mundial. No intentará hacer la jugada maradoniana

cada vez que toque la pelota. El Barca no se lo permite porque no lo necesita.

En una final europea, no tendremos ningún representante del ganador de la

Champions. Este Mundial nos lo tira por la cabeza: los clubes potencian a los

jugadores. No hay ningún crack que haga jugar mejor a sus compañeros. La

puerta se cerró después de Diego. Ni Zidane pudo lograrlo con sus bleus .

Ausente ante Togo por suspensión, ZZ Top se subió a un equipo recuperado y

con Patrick Vieira de indiscutido líder. Resultó gravitante contra España y

Portugal y sencillamente extraordinario ante Brasil. Pero fue Francia la que

remolcó a Zidane y no al revés.

Lippi lo esperó durante los 100 días de recuperación y murió con él en la

cancha en la semifinal de Dortmund. Pero, por ahora, el único mérito de Totti

en el Mundial ha sido patear con categoría ese penal clave contra Australia. Su

reciente imagen de saltarín ante el mínimo roce con los alemanes quedó

tapada por los goles de Grosso y Del Piero. Si hoy se borra del archivo, Italia

habrá resucitado a su fantasista .

La nazionale puede repetir la historia de 1982. Aquel fue el último campeón que

se consagró como legítimo producto de su competición local. Desde siempre,

Italia responde al perfil de país importador de futbolistas que además logra

retener a sus mejores figuras. Sus 23 hombres compiten en el calcio infectado

con trampas y arreglos. Que Juventus, el más involucrado en el escándalo,

tenga ocho posibles protagonistas en la final es un asunto para Federico Fellini.

Page 26: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

Francia tiene casi la mitad de sus integrantes en su championnat, pero sólo

cuatro titulares: Barthez, Abidal, Ribery y Malouda. Como hace ocho años,

llega a la final con su base fuera del país. También importa “pie de obra”, pero

no conserva a sus grandes valores en la liga nacional.

Se termina el acontecimiento deportivo más importante y más popular del

mundo. Vale la pena preguntarse sin indignación ni resignación: ¿cuánto le

podemos exigir al Mundial en términos de creatividad? El fútbol les pertenece a

los clubes que limitan a las selecciones. El formato conspira contra la calidad

del campeonato. Muy inflado en países, ofrece apasionantes choques como

Angola v. Irán, Arabia Saudita v. Túnez, Japón v. Croacia o Ucrania v. Suiza.

Tampoco respeta los lógicos tiempos formativos de un equipo. Los

seleccionadores tienen sólo un mes para nivelar cargas, dar descanso o ritmo

según cada caso y hacer los trabajos de campo en la búsqueda de

funcionamiento. Así las cosas, los entrenadores eligen la conservación: el arco

propio como prioridad. Salvo Alemania, el resto defendió más y mejor de lo que

atacó. También la Argentina, contundente para terminar las pocas situaciones

que creó a pesar de su permanente posesión de la pelota. No se juega a

provocar el error del rival. Se lo espera. Además, la cruel dinámica del torneo

empuja a jugar a no perder, aunque después igual te toque perder…

Sorpresivamente, Francia e Italia llegaron a Berlín. De menos a más, como

exige la competición. Otra vez confirman que para ganar el Mundial hay que

estar bien este mes y nada más. ¿No será mucho que, además de levantar la

Copa, el ganador de la final se lleve el título de mejor equipo del mundo? No

compro ese combo. Ese lugar aún le corresponde a Barcelona. Frank Rijkaard

puede estar tranquilo.

Publicado en: General

Link permanente | Comentarios (15)

Page 27: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

Para los azules, no hay mejor ataque que una buena defensa

Sabado 8 de Julio de 2006 | 7:05 am

Francia e Italia llegan a Berlín por la misma autopista. Defienden mucho mejor

de lo que atacan, utilizan más recursos en campo propio que en el del rival,

tienen futbolistas con experiencia y conocimiento del juego y ponen un solo

delantero con un grupito de llegadores por detrás. Los dos equipos parten de

un concepto expresado por Héctor Cúper en un reportaje cuando era

entrenador de Valencia: el control de pelota no asegura el control del partido.

No les interesa defenderse con la tenencia del balón. Prefieren la cobertura de

espacios de mitad de cancha hacia atrás con marca por presión.

Dentro de esta gran similitud, han elegido zonas diferentes para imponer su

firmeza defensiva. Francia establece su fortaleza en el centro del campo. Con

mucha gente involucrada, ahí clava la bandera de la ressistance. Lo definió

muy bien Luis Fernández, aquel integrante del fantástico cuarteto ochentoso

con Platini, Giresse y Tigana. “Este equipo te hace jugar mal”, le dijo esta

semana al diario El País.

Auténtico libero por delante de los cuatro defensores, Claude Makelele es

Míster Relevo y siempre llega antes que el problema. Aún hoy lo siguen

extrañando en Real Madrid. Definitivo líder del equipo, Patrick Vieira llena todos

los formularios del mediocampista. Además de su conocida capacidad de

recuperación, ha mostrado una gran predisposición ofensiva. Aparece por

donde nadie lo espera. Su contribución ha sido muy importante con dos goles y

dos pases gol. Al 6 y al 4 se los ve siempre juntos, ejecutando a la perfección

ese concepto menottista de pequeña sociedad. Pero no están solos en la

misión de negarle situaciones de gol al rival. Retrocede Ribery por la derecha,

colabora Malouda en la izquierda y hasta Zidane baja para hacerle sombra al

volante central rival, como lo hizo ante Costinha en la semifinal ante Portugal.

Francia corta al adversario en la zona de gestación. Y si esta auténtica

barricada es superada, Thuram y Gallas se preparan para completar la tarea.

En el Mundial de los zagueros centrales, esta es la mejor pareja con la misma

camiseta. El equipo de Doménech tiene apenas dos goles en contra. Sólo el

coreano Park y el español Villa, de penal, pudieron derrotar al muy bien

protegido Barthez. El excéntrico e imprevisible arquero no necesitó ser figura

en ningún partido para tener este balance tan positivo.

Page 28: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

En cambio, Italia sí ha dependido del monumental Gianluigi Buffon para llegar a

la final. La estadística lo muestra primero en el ranking de atajadas. La gran

mayoría de esas 23 intervenciones fue decisiva. Le negó el gol en el arranque

a República Checa, le paró unos cuantos remates a Australia, hizo un par de

milagros ante Ucrania y tuvo de hijo a Podolski en la semifinal contra Alemania.

Del notable protagonismo de su arquero, se desprende que los italianos

conceden varias situaciones de gol por partido. Ellos cortan las jugadas del

rival en la zona de finalización, territorio dominado por Fabio Cannavaro. El

alcanza-pelotas de Diego en Napoli ha jugado un campeonato estupendo.

Adornó sus eficaces intervenciones en cruces y cierres con un punto de

elegancia. Vedette del equipo, la última línea también ha contribuido con el

variado surtido goleador (10 autores para 11 tantos).

Zambrotta ante Ucrania, Materazzi ante los checos y Grosso con su festejo a lo

Tardelli contra los alemanes abrieron las tres victorias más importantes del

torneo. Italia no ha recibido goles de adversarios. Aquel cierre de Zaccardo

contra Estados Unidos sigue siendo la única mancha en el boletín de Buffon,

quien puede terminar el Mundial con el título, el premio al mejor arquero y el

récord de imbatibilidad. La marca de Zenga en Italia 90 (517 minutos hasta el

gol del Hijo del Viento Claudio Paul) corre serio peligro. Hasta ahora, ningún

seleccionado se ha consagrado campeón con un solo gol en contra. Y en otro

histórico registro, los de Marcello Lippi nunca han estado abajo en el marcador

durante la competición.

Los Bleus pusieron el peaje en la mitad de la cancha y los azzurri armaron las

garitas veinte metros más atrás. Francia e Italia llegan a Berlín por la misma

autopista y, una vez más, confirman que en el Mundial no hay mejor ataque

que una buena defensa.

Publicado en: General

Link permanente | Comentarios (19)

Page 29: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

Top 3 positivo y negativo del equipo de José

Viernes 7 de Julio de 2006 | 12:55 pm

Positivo

1) La defensa. Por rendimientos individuales y por funcionamiento. Ayala es el

mejor central derecho del Mundial. Abbondanzieri se hizo notar hasta en su

ausencia. Milito la rompió contra Holanda. El equipo apenas recibió tres goles

en cinco partidos, pero Pato es uno de los arqueros con menos atajadas de la

Copa (pocas pero buenas). No le llegaron tanto. El equipo hizo un partido

impecable contra Alemania. Utilizó la pelota para defenderse (no hay mejor

fundamento que ese) y marcó el pulso del partido, impidiendo el frenético ritmo

alemán. Había sido el aspecto más cuestionado, terminó siendo el mejor.

2) Generaciones 2001 y 2003. Del primer grupo, Maxi Rodríguez y Saviola.

Retribuyeron la confianza del entrenador con excelentes actuaciones. Ninguno

de los dos figuraba en el catálogo de favoritos. Ambos se fueron del Mundial

con la satisfacción del deber cumplido y seguramente serán convocados por el

próximo seleccionador. Agrego a Lucho González, de muy buen partido ante

Alemania. Ayudó con la marca en el medio y fue el mejor pasador del equipo

(sólo erró 6 de 61, con 38 toques correctos en campo rival, gentileza de mis

amigos de Datadistic) De la camada siguiente, Tevez y Mascherano. Amigos

desde los 14 años, sienten el fútbol de la misma manera. Más allá de sus

virtudes técnicas, juegan con la actitud que pide el hincha. Expresan ese

sentimiento de pertenencia a la camiseta. El alma no alcanza para ganar

batallas pero sin alma no podés empezar…Si Ayala no sigue, Masche debería

ser el nuevo capitán…

3) La tarea de Pekerman. Para mí hizo un gran trabajo que comenzó con la

impecable puesta a punto del equipo. Encontró la mejor versión en el momento

exacto, el de la competencia. Se animó a convocar a Messi y a Ustari a

contracorriente del mandato que no admite chicos en la selección. Completó la

renovación encarada por Bielsa juntando a lo mejor de cada generación juvenil.

Deja un grupo notable que, más allá de los lógicos retoques del nuevo DT,

tendrá plena participación en el próximo ciclo. El equipo tuvo identidad. Guste o

no, siempre supo a qué jugaba. Y, para mí, nadie ha jugado mejor que la

Argentina en este Mundial. No hablo de campeones morales sino de

rendimiento. Esta vez, tocó sufrir la cruel dinámica del torneo. Por eso, nos

Page 30: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

fuimos antes. Posibles discrepancias (que las tengo) de algunas decisiones no

cambian el concepto. Se va con la frente alta, como el equipo en el Mundial…

Negativo

1) El ataque. Parece mentira en un equipo que, por ahora, es el más goleador

del Mundial con 11 (6 contra Serbia). A ver si logro entenderme. Nadie puede

reprocharle falta de eficacia. Ha aprovechado sus situaciones en un alto

porcentaje, el mejor de la Copa. Pero, salvo en ese inolvidable partido perfecto,

no logró el volumen de juego para crear más oportunidades de gol. ¿Saben

quién fue el que menos situaciones generó en los duelos de cuartos?

Argentina con sólo 2 (el gol de Ayala y el remate de Maxi). Manejó la pelota

mucho mejor para defenderse que para atacar.

2) Las referencias: Sorin y Riquelme. A la hora de proyectarse, el capitán sólo

se hizo ver en el cambio de frente para el Maxigolazo contra México.

Defensivamente, fue el punto más flojo. Sufrió mucho en coberturas y cierres

de pelotas cruzadas y, sobre todo, en los mano a mano. Volcó con Odonkor, no

provocó stop por los contornos.

El conductor no estuvo a la altura de lo que se esperaba de él. A pesar de la

tenencia de la pelota, el equipo no pudo generar peligro. Siendo el futbolista

que más veces tocó la bola en el Mundial (462 en 5 partidos), no se le puede

achacar falta de participación. Pero sí que no haya sido capaz de traducir esa

posesión del balón en jugadas de ataque. Si había alguien que debía hacer ese

trabajo, ése era Román, mucho más influyente en la pelota parada que en el

movimiento del juego. Ojo: no siempre fue su responsabilidad. No hay pase sin

desmarques. Su evidente incompatibilidad con Crespo se notó por última vez

en esa contra que pudo haber liquidado a Alemania.

3) El Mundial de Messi. Voy a repetir algo que ya había dicho en un post

aclaratorio. No había visto las imágenes que sólo mostró Canal 13 y que

generaron el enojo de muchos hinchas. Escribí esa carta (de la que no cambio

ni una sola coma) apenas finalizado el partido. Cuando volví a mi hotel en

Berlín, leí muchos mensajes en el blog que comentaban esas imágenes. Llamé

a Buenos Aires, pregunté sobre el tema y decidí agregar a la carta una frase

sobre la actitud de Lionel. Crítica pero de ninguna manera condenatoria. Como

había entregado el material temprano, esa frase sólo salió en la edición papel.

No en la on – line, transcripta anteriormente.

Page 31: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

Para mí, no hay futbolista como Messi. Su cambio de ritmo, su gambeta en

velocidad, su decisión de encarar todos los tiros lo convierten en el único

diamante argentino. Para mí, repito. También creo que todavía debe aprender

muchísimo, dentro y fuera de la cancha. Pero me habría gustado verlo más

minutos, que fuera más protagonista. Tengo la sensación de que aquí en

Europa se lo valora mucho más. Quizás porque juega acá desde que empezó

su carrera y porque no tuvo la exposición mediática que sí se vio en Argentina.

Si bien respeto la decisión de Pekerman, su inclusión ante Alemania habría

sido un mensaje diferente para los defensores y para Klinsmann. Lo mismo

había pensado después de Costa de Marfil cuando tampoco entró…Pero no

me creo el dueño de la verdad…Ya lo dijo el filósofo y pensador inglés William

Nime: por lo menos así lo veo yo….

Publicado en: General

Link permanente | Comentarios (85)

Page 32: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

El fútbol es la mejor publicidad del Mundial, aunqu e vendan otra cosa…

Viernes 7 de Julio de 2006 | 5:52 am

Las publicidades vinculadas con el fútbol nos muestran un mundo de fantasía.

Los jugadores consagrados, con gran mayoría de mediocampistas y

delanteros, muestran en esos comerciales el más amplio repertorio de tacos,

caños, gambetas y rabonas.

Algunas piezas son sencillamente extraordinarias. La de Nike con el equipo

brasileño por ejemplo. Como banda de sonido, la versión de los Black Eyed

Peas con la participación de Sergio Mendes del tema “Mais que nada”, escrito

por Jorge Ben. Sí, esa del carnaval carioca. Mientras la música obliga al

tarareo (obá, obá, obá ), los artistas salen a escena en un vestuario. Antes del

partido, se divierten a lo loco con la pelota. Adriano le da un beso, Ronaldinho

la aprieta contra sus muslos, Robinho la duerme en su pie. El aviso termina con

un golazo a Chile, en el que la tocan todos y la mete Robinho. La fiesta

completa.

Del otro lado, Adidas nos presenta a José, un chico de barrio que reúne con la

excusa de la pelota a todas las estrellas de la marca. Juegan un picado, lleno

de estupendos gestos técnicos. En el mejor momento, lo interrumpe la mamá

de José porque el nene debe volver a su casa. Otra joyita.

Ambos comerciales generan inmediatamente el deseo consumista: ir a la casa

de deportes más cercana y comprarse toda la ropa. Pero hay una trampa, fácil

de detectar para los futboleros que juegan los fines de semana en un torneo

amateur y saben todo lo que cuesta ganar un partido. Esos minutos

publicitarios no representan a este deporte de equipo. Es más, lo reducen a

una función de circo con malabaristas. Pero atraen multitudes.

Esta semana en Olé, el escritor Martín Caparrós hizo una interesante analogía

entre la Copa y la Feria del Libro: “Los que nunca leen van una vez al año a la

feria y los que no miran fútbol en cuatro años son fanáticos al llegar el Mundial”.

Las estadísticas de telespectadores confirman el efecto multiplicador. Cada

Copa bate el récord de audiencia impuesto por la anterior. La FIFA potencia el

protagonismo del aficionado y, como simbólica retribución, premia a uno de

ellos en cada partido. Durante el entretiempo, nombra al fan of the match en su

sitio de Internet. En la competencia participan todos los asistentes al estadio.

Gana el más pintarrajeado, el más producido y a veces el más ridículo. El

Page 33: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

Mundial se ha transformado en un fenómeno mediático, económico y turístico.

Siempre con la camiseta puesta, los hinchas vienen a disfrutar del intercambio

cultural, a conocer gente, a tomar cerveza con los rivales, a sacarse fotos y a

ver ganar a su seleccionado. Muy pocos se toman el trabajo de analizar al

equipo desde el juego. No les interesa.

Ante este panorama, parecería ser que en el Mundial ya no importa cómo se

juega y sólo cuenta quién lo gana. Como si hubiera dejado de ser el gran

escenario para una revolución colectiva o una consagración individual. Sin

embargo, hemos tenido un torneo bien futbolero, que ha reivindicado genuinos

valores del juego, bastante alejados del marketing.

Las figuras de Alemania 2006 reúnen las mismas características: seriedad,

solidaridad, compromiso, espíritu de equipo y, sobre todo, conocimiento del

juego. Saber cómo resolver en cada momento, en cada lugar, en cada

situación y ejecutar correctamente. La técnica no alcanza si no hay inteligencia

para aplicarla.

Gloria a los Thuram, Cannavaro, Vieira, Maxi Rodríguez, Mascherano, Frings y

Gattuso (sí, vende humo pero te la da redonda y muere por la causa)… Y

talento, por supuesto. ¿No lo muestra un defensor como Gallas, que ganó el 90

por ciento de sus duelos individuales y cometió sólo 2 faltas en 630 minutos de

asistencia perfecta?

Señores, este Mundial tiene olor a fútbol. Hemos visto partidazos como

Argentina-Serbia, Italia-Alemania y Francia-Brasil, el mejor de todos. La paliza

de la organización sobre la improvisación, la noche en que el +10 le ganó al

Joga Bonito como concepto de juego

El callejero y salvaje Holanda-Portugal no tendrá buena prensa ni sponsor

oficial, pero será difícil de olvidar. Ain con bodrios, que hay en todos los

torneos, Alemania 2006 les ha devuelto un poco de fútbol a los Mundiales. Y

ésa es su mejor publicidad.

Publicado en: General

Link permanente | Comentarios (32)

Page 34: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

Los cambios de Lippi

Jueves 6 de Julio de 2006 | 12:30 pm

Italia v. Ghana

Con el partido 1 a 0, saca a Totti y pone a Camoranesi a los 15’ del segundo

tiempo. Al final gana 2 a 0

Italia v. Estados Unidos

Ya con el partido 1 a 1 y ante la expulsión de De Rossi, saca a Totti y pone a

Gattusso a los 35´ del primer tiempo. Luego, con supremacía numérica, saca al

defensor Zaccardo y pone a Del Piero. El partido termina 1 a 1.

Italia v. Australia

Con el partido 0 a 0, es expulsado Materazzi. Inmediatamente saca a Toni y

pone a Barzagli, defensor central. Lugo entra Totti (por Del Piero) y marca el

gol de penal.

Pragmatismo puro. El tipo se fue moviendo de acuerdo al pulso de cada

partido, reaccionando ante lo que le ofrecía cada escenario Nada te garantiza

nada en el fútbol. Ante Alemania, Italia quería cambiar un resultado, no

conservarlo. Por eso, la comparación con la Argentina es, en algún lugar,

injusta. Creo que las decisiones de Pekerman respondieron al clásico instinto

de conservación que la mayoría de los entrenadores aplica cuando sus equipos

van ganando 1 a 0 y faltan 15 minutos. Casi todos sacan delanteros para poner

volantes. Y casi siempre, esa ventaja en el marcador desaparece. En este

punto, José sí expone un blanco fácil para la crítica a pesar del atenuante del

cambio de arquero.

Pero, para mí, Lippi no es el contraejemplo. Como sugiero en esta nota, si

Materazzi hubiera hecho un gol de cabeza a los 4 minutos del segundo tiempo,

Paul Newman habría hecho los mismos cambios que Pekerman (repasar la

lista de arriba). Pero, ante otra necesidad (cambiar un resultado y no cuidar el

que estaba consiguiendo), el tipo tocó las teclas correctas. Mandó el mensaje

que se podía evitar la maldita instancia de los penales. Y murió con su Totti en

la cancha. ¡Chapeau para Lippi! Interpretó exactamente lo que pedía el partido

e hizo todo lo que dependía de él para el equipo lo ganara. Del resto, se

encargaron los jugadores con dos golazos espectaculares. Pero concluir en

que el italiano fue valiente y el argentino cobarde es, para mí, una injusta

simplificación.

Page 35: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

Lilian Thuram, el intelectual que no deja pensar a sus rivales

Jueves 6 de Julio de 2006 | 5:31 am

El 8 de julio de 1998 cometió dos errores y puso a Francia en la final de un

Mundial. Ante el triunfo parcial de Croacia, decidió proyectarse

permanentemente por el lateral derecho y facturó el inolvidable doblete que dio

vuelta aquella semifinal de París.

“Me equivoqué dos veces en el mismo partido”, dice siempre sobre su obra

más importante. Nunca antes había marcado un gol con la selección y nunca

más volvió a marcar. Con 120 funciones, es el futbolista con más partidos

internacionales en la historia de los Bleus . Y sólo esos goles, sus dos errores

Lilian Thuram es uno de los futbolistas más requeridos por la prensa francesa.

Compulsivo lector, se preocupa por fundamentar cada respuesta con frases

bien elaboradas y con riqueza de vocabulario. “Habla mucho mejor que la

mayoría de nosotros”, me dijo un periodista televisivo que lo conoce bien.

Desde tratados de filosofía clásica hasta la edición diaria de Libèration, el

periódico fundado por Sartre, Thuram consume todo el material que lo ayude a

pensar.

No son pura pinta las gafas que usa fuera de la cancha. Sus compañeros lo

reconocen como un intelectual. En octubre de 2005, se animó a opinar sobre

las revueltas juveniles en los suburbios que tanto complicaron a Dominique de

Villepin. Al escuchar su reflexión que intentaba comprender a los agitadores y

contextualizar los incidentes, el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, lo

convocó para un intercambio de ideas.

Tutu nació en la Isla Guadalupe y desde las Antillas francesas llegó a París a

los 9 años. Se crió en un barrio con desempleo, pobreza y delincuencia. Nunca

se olvidó de su infancia e impulsó la creación de escuelas formativas para los

chicos de la calle. Los cazatalentos lo descubrieron enseguida y a los 20

comenzó su carrera profesional en Mónaco.

Debutó en la selección el 17 de agosto de 1994, un amistoso contra la aún

Checoslovaquia. Le tocó marcar a Thomas Skuhravy, el “Gigante del Este” que

se había destapado con cinco goles en Italia 90. Un delantero duro de domar,

ideal para la primera página de su currículum. Francia estaba armándose para

su Mundial después de las frustrantes ausencias en Italia y en EE.UU.

Page 36: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

Ese día también se estrenó con los Bleus un tal Zinedine Zidane. El domingo 9

de julio, respetarán su promesa y se despedirán del seleccionado tras una

gloriosa carrera que, por ahora, registra una Copa del Mundo (1998), una

Eurocopa (2000) y una Copa Confederaciones (2003). Todo lo hicieron juntos

hasta un retiro con regreso entre la Euro 2004 y Alemania 2006. No está nada

mal despedirse de la selección en la final del Mundial.

Pero mientras ZZ deja el fútbol, Thuram le dice au revoir al equipo nacional. Ni

él sabe dónde seguirá su carrera. Por el escándalo de las apuestas, Juventus

puede descender a la Serie C aunque cuente con ocho futbolistas en la final del

Mundial. Se abrazará con Buffon y Cannavaro, amigos desde Parma. Allí jugó

desde 1996 a 2001, ganó la UEFA en el 99 y compartió planteles con muchos

argentinos: desde Ortega a Verón, pasando por Sensini y Crespo. Para Hernán

es el mejor defensor del mundo.

En la Vecchia Signora, ganó cuatro títulos de liga, con los últimos dos en duda

por el affaire de los partidos arreglados. Estuvo a punto de pasar a Lazio, pero

se enteró de que la dirigencia había roto un contrato con el israelí Rosenthal

por la presión de los ultras. “No juego para fascistas”. Al ángulo.

Comenzó el Mundial tan vacilante como el equipo. Dudó en una pelota cruzada

y le permitió al coreano Park empatar el partido. Tras ese 1 a 1, hubo terapia

de grupo en el castillo del Barón de Munchausen.

Thuram llevó la voz cantante en esa reunión clave para entender la

resurrección de este equipo. Cuando le preguntan por lo más importante del

fútbol, no habla ni de táctica ni de estrategia. “Este juego es un asunto de

solidaridad entre compañeros”.

Anoche estuvo imperial con 20 recuperaciones de balón: 2 cruces, 7 cierres y

11 interrupciones. Jugó el partido perfecto: seguro, firme, bien ubicado y

marcando por presión a Pauleta.

Dentro del campo, el intelectual no deja pensar a sus rivales. Todo cierra en su

carrera. El 5 de julio de 2006, Lilian Thuram no cometió ningún error y

nuevamente puso a Francia en la final de un Mundial.

Publicado en: General

Link permanente | Comentarios (19)

Page 37: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

Marcello Lippi ganó con los cambios

Miercoles 5 de Julio de 2006 | 5:34 am

Estuvo muy cerca de jugar el Mundial de Alemania. En 1974 era el libero de

Sampdoria. Se destacaba por su exacto sentido de tiempo y distancia para

tomar las decisiones correctas. Pero se quedó afuera del plantel, el último

italiano en no pasar la primera ronda de la Copa. Marcello Lippi siempre supo

que iba a ejercer esta profesión. Comenzó con los juveniles de la Samp y su

primer gran éxito llegó en la conducción del Napoli pos-Diego, con una

meritoria clasificación para la Copa de la UEFA. Su currículum de allenatore

está signado por Juventus, donde ganó cinco campeonatos, una Liga de

Campeones de Europa, y la Intercontinental a River con el gol de Del Piero.

Entre sus dos ciclos con la Vecchia Signora hay un paso de prontuario por

Inter, donde en plena crisis pronunció una frase célebre: “Somos horribles. Si

yo fuera mi jefe, me daría una patada en el c…”. No tardó mucho el gen-

tleman Massimo Moratti en pegarle a su cachete izquierdo con el borde interno

del pie derecho.

Asumió en la nazionale en junio de 2004, después de la Eurocopa de Portugal,

el segundo fracaso de Trapattoni. Es uno de los entrenadores que considera al

seleccionado como la última parada de su carrera. El comienzo dejó un par de

derrotas contra Islandia y Eslovenia, esta última por la clasificación al Mundial.

Fue la última del ciclo. La serie ya llega a 24 partidos sin perder con 14 triunfos

y 10 empates.

Logró que sus ragazzi absorbieran el duro trance de Moggiopoli, término

utilizado para definir el escándalo de las apuestas clandestinas y los partidos

arreglados. El neologismo rinde tributo a su padrino Luciano Moggi, el ex

director deportivo de Juventus. Ayer el fiscal de la causa pidió su descenso a la

tercera categoría del calcio. Mientras tanto, es el equipo con más futbolistas en

las semis del Mundial con ocho: Vieira, Thuram, Trezeguet, Buffon, Zambrotta,

Cannavaro, Camoranesi y Del Piero.

Italia quería lavar en el Mundial la pésima imagen del campeonato donde

compiten sus 23 integrantes. Lippi utilizó el affaire para motivar y unir al plantel.

Fabricó ese enemigo externo al que todo grupo le dedica sus victorias en el

vestuario.

Page 38: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

Hizo sentir importantes a sus jugadores y los utilizó a todos durante el torneo.

Sólo los dos arqueros suplentes no vieron acción en la Copa. No la tendrán.

Buffon es un coloso. Sacó todo lo que le tiraron y ningún rival pudo hacerle un

gol. Su compañero Zaccardo en contra le marcó el único contra Estados

Unidos, hace 453 minutos.

Al uno lo acompaña Fabio Cannavaro, ejemplar en todos los recursos de un

zaguero. Esta pareja es la gran responsable de que Italia tenga su arco invicto

en los duelos de mano a mano. El Mundial siempre se gana con la mejor

defensa y algún gol. Italia tiene el ataque más repartido del torneo con 10

autores para 11 tantos. Sólo Toni facturó por duplicado. El resto viene con uno

de cada color: Pirlo, Iaquinta, Gilardino, Materazzi, Inzaghi, Totti, Zambrotta y

los dos de ayer. El emocionante grito de Grosso tras su impecable zurdazo

(genial jugada de Pirlo) es la actualización de aquel Marco Tardelli en la final de

España ´82 contra otros alemanes. El golazo marca registrada de Del Piero le

pone un poco de justicia poética a un crack eternamente discutido. Justo en la

misma cancha donde se había dado a conocer en la Champions ´95 con una

perla y dos pases gol ante Borussia Dortmund.

Alemania nunca había perdido en el Westfallen Stadion con 13 triunfos, 1

empate y apenas 7 goles en contra. Y nunca le había ganado a Italia en

mundiales. Lippi no quería llegar a los penales, eterna maldición italiana y

reciente amuleto germano.

Mandó el mensaje con los cambios. Regó la cancha de delanteros que además

defendieron como volantes. Dejó en la cancha a Totti aunque no la tocara. Tras

esperarlo más de 100 días en su recuperación, iba a morir con el fantasista en

la cancha. Probablemente habría hecho los mismos cambios que Pekerman si

hubiera estado en su situación. Pero los supuestos no existen. Menos en el

fútbol más resultadista del mundo. Lo concreto es que ahora sí Marcello Lippi,

Paul Newman con gafas, está muy cerca de ganar el Mundial de Alemania.

Publicado en: General

Link permanente | Comentarios (22)

Page 39: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

En las buenas y en las malas, Grondona siempre es r esponsable

Martes 4 de Julio de 2006 | 4:50 am

Por acción u omisión, Julio Humberto Grondona es el responsable de todo lo

que pasa en el fútbol argentino. De lo bueno y de lo malo. Presidente de la AFA

desde 1979 y vicepresidente de la FIFA desde 1988, ningún dirigente del fútbol

mundial ha acumulado tanto poder como él. Joseph Blatter tiene el número 1,

pero se trata de una formalidad.

En el Congreso de 2002, realizado en Corea antes del Mundial, el suizo iba a

perder por paliza la elección a presidente contra el sueco Lennart Johansson,

el favorito respaldado por todos los continentes, menos la Conmebol

sudamericana. El resultado sorprendió a todos. Blatter ganó por una diferencia

importante.

Mientras las confederaciones apoyaban al sueco, los países votaron al suizo.

El trabajo perfecto de buscar voto por voto lo hizo el también titular de la

Comisión de Finanzas a través del programa FIFA GOAL, un subsidio anual

destinado a promover el fútbol en sus 207 afiliados. El secreto estuvo en

conseguir el apoyo de muchos países sin desarrollo y con necesidades

extremas (Bangladesh, Eritrea, Islas Cook, entre otros). Uno a uno, cada voto

cuenta y sirve para construir poder, como en la AFA.

Tomó su primera gran decisión deportiva en 1985, cuando sostuvo a Carlos

Bilardo en la dirección técnica del seleccionado a pesar de la presión del poder

político por destituirlo del cargo. Ya sabemos cómo terminó la historia. Aquel

éxito en México proyectó su carrera internacional.

También confió en Pekerman cuando muy pocos creían en él. En 1994, decidió

darle autonomía y contenido propios a los juveniles para independizarlos de los

mayores.

Entre tantos candidatos a dirigir los seleccionados menores (Griguol, Oscar

López), Grondona le dio la oportunidad al que había presentado el mejor

proyecto. El resto es historia conocida y exitosa.

Pero hoy, a 12 años de aquella apuesta ganada, debe buscarle sucesor en la

selección mayor.

El vínculo ha terminado con las públicas disculpas de José por haber

anunciado su salida en la conferencia de prensa pos-Alemania sin previo aviso

al presidente de la AFA.

Page 40: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

En el ciclo Pekerman, Grondona asumió un protagonismo desmesurado a la

hora de opinar del equipo. Intimidante, siempre dejó en claro que mandaba él.

Los días previos a la lista fueron los de mayor exposición en los medios. En

clara desautorización al entrenador, llegó a decir que “debía mirarla antes de

firmar porque no sabía si le meterían un jugador de rugby”. Por suerte, el DT no

puso rugbiers y la Argentina hizo un muy buen Mundial.

No llegó al objetivo de los siete partidos y por eso José renunció. Pregunta

tonta: ¿no pudo haber influido en su irrevocable decisión la permanente

intervención mediática del presidente de la AFA, con modos que lo dejaban

muy mal parado, al borde del ridículo?

Esta eliminación también lo roza, aunque tenga la habilidad de esquivar las

flechas Su apogeo como dirigente influyente y poderoso en el mundo ha

coincidido con el período sin títulos de la selección mayor. Julio Grondona no

es una persona con alta imagen positiva.

Eso no le hace cosquillas. Lejos de las encuestas, su poder está en los clubes.

Cada apoyo cuenta y sirve para su estructura. Tiene la coartada perfecta para

la acusación de verticalismo: nunca el Comité Ejecutivo le rebota una decisión.

Quien quiera ganarle una elección deberá entender cómo funciona la cadena

de favores.

Desde esa lógica se explica la astronómica cantidad de dirigentes que integró

la delegación. Cholulos impresentables, se vestían con la ropa oficial de

entrenamiento y merodeaban los pasillos del hotel en busca de una cámara o

de un micrófono. Si quería, Grondona podría haber evitado este papelón

turístico.

El rechazo a su imagen esconde logros importantes. Por ejemplo, el predio de

Ezeiza, un lugar modélico para entrenamientos y concentraciones. Durante su

larga gestión han aumentado el prestigio y la cotización del fútbol argentino,

como producto y negocio. Pero la AFA debe depurarse de sus parásitos, dar un

salto de calidad institucional con nuevas estructuras y nuevos dirigentes. No

parece tarea para un solo hombre. Hasta aquí, Julio Grondona es el único

responsable. De lo bueno y de lo malo. Así lo eligió él…

Publicado en: General

Link permanente | Comentarios (61)

Page 41: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

Como en España 82, el Mundial se convierte en una E urocopa

Lunes 3 de Julio de 2006 | 5:10 am

Se terminó el Mundial y comienza la Eurocopa 2006. Desde España 82, el

torneo no tenía este pleno europeo en semis. Curiosamente, tres

seleccionados vuelven a cantar presente como hace 24 años: Italia, Francia y

Alemania. El Portugal de Scolari viene a ocupar el lugar de aquella Polonia de

Boniek, Buncol y Lato.

Como en 1982, tendremos un duelo entre italianos y alemanes. En Madrid,

jugaron la final con el mejor grito de gol de todos los tiempos. El festejo de

Marco Tardelli es inigualable. Los azzurri de Bearzot ganaron 3 a 1 y se

consagraron tricampeones. Aquel equipo mandó callar a todos los críticos.

Nadie creía en ellos, tras clasificarse a la etapa final al cabo de tres empates

(Polonia, Perú y Camerún).

El espíritu del 82 revive en la Italia de Lippi. Muy cuestionada después del

empate con los Estados Unidos, se aferra a aquel recuerdo como una fuente

de inspiración. El vigente escándalo de los partidos arreglados por apuestas

clandestinas tiene correspondencia histórica. Pablito Rossi regresó al fútbol

justo para el Mundial de España tras haber cumplido dos años de suspensión,

acusado de apostar en la clandestinidad.

Después de un comienzo mediocre, Rossi marcó sus primeros goles en el

cuarto partido, ante Brasil. En 2006, Luca Toni, el goleador esperado, rompió

su bloqueo en el cuarto partido, doblete ante Ucrania. Alcoyana-alcoyana.

La France de Doménech también se ve reflejada en este molde. Tras los dos

primeros empates ante Suiza y Corea, debía ganarle a Togo por dos goles para

estar en octavos. Pero jugaba horrible y Zizou parecía un futbolista del montón.

Tocado por las críticas de todo el mundo, el equipo se recuperó de manera

increíble, sacó al cuco español, ZZ la descosió contra Brasil y llegó a la

semifinal en su pico de rendimiento. El contraste con la primera etapa nos trae

a la memoria el álbum del Mundial 82.

El filósofo y goleador Gary Lineker vuelve a estar de moda: “El fútbol es un

juego muy simple. Juegan once contra once y al final siempre gana Alemania”.

La frase no tiene fecha de vencimiento. La Mannschaft nunca se borra del

grupo de los ocho. Padeció contra los nuestros pero ganó en los tiros desde el

punto del penal.

Page 42: Recopilación de La Columna por Juan Pablo Varsky Para LA NACION

El diario Bild puso en la tapa de su edición dominical el famoso papelito que

Jens Lehmann revisó antes del remate de Cambiasso. Tenía muy buena data.

El responsable del área se llama Urs Siegenthaler, suizo de 59 años. En un

programa de computación llamado Posicab 1.7, compila toda la información de

sus rivales, hasta cómo patean los penales. En este rubro, asombra la eficacia

germana. Hace 24 años que un alemán no falla en una definición desde los

doce pasos. El último fue Uli Stielike en la inolvidable semifinal contra Francia

de España 82. A partir de allí, patearon 21 y acertaron todos. El registro incluye

cuatro series en mundiales (Francia 82, México 86, Inglaterra 90 y Argentina

06) y la venganza de Wembley contra Inglaterra en la Eurocopa 96.

Si los ingleses son los padres del fútbol, entonces Luiz Felipe Scolari es el

abuelo de este juego. Felipao tiene de hijos a Eriksson, Beckham y compañía.

Los sacó de los últimos tres torneos importantes y con dos equipos diferentes

(Brasil en 2002 y doblete con Portugal en Eurocopa 04 y Alemania 2006). Por

personalidad y estilo,este equipo se parece al Gremio y al Palmeiras

campeones de América con el Gene Hackman gaucho . Corren, meten, raspan,

hacen tiempo, a veces juegan y te ganan.

Como en el 82, las dos potencias sudamericanas se despidieron antes de las

semifinales. Brasil fracasó porque nunca ofreció su mejor versión en el torneo.

Nada que ver con aquel equipazo marca Telé Santana, aun valorado en la

derrota. A la Argentina le tocó la peor parte hace 24 años con un equipo sin

renovación y sin hambre. Pero de aquí se fue invicto, renovado y con la

sensación de haber hecho un buen torneo. España 82 fue el primer Mundial de

Maradona. Alemania 06, el primero de Messi. Los dos habían llegado como

estrellas y se estrellaron. A Diego lo echaron contra Brasil; a Leo no lo pusieron

ante Alemania. En las dos caras, la misma sensación: el final de un Mundial…