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RECAMBIO GENERACIONAL, OPORTUNIDAD DE INNOVACIÓN DE LA CARRERA ACADÉMICA EN LAS UNIVERSIDADES MEXICANAS
Magdalena Fresán Orozco, mexicana es doctora en Educación por la Universidad Anáhuac y la Universidad Complutense de Madrid. Realizo la Maestría en Ciencias Biomédicas (Inmunología) en la Facultad de Medicina y la licenciatura en Biología en la Facultad de Ciencias, de la UNAM. Formó parte de la planta académica de la Unidad Xochimilco donde impartió docencia en el Tronco Interdivisional, en la Licenciatura en QFB y en el Doctorado en Ciencias Sociales. También ha sido profesora en la Facultad de Medicina, el CINVESTAV y el INAP. Los resultados de sus trabajos de investigación incluyen artículos, libros y capítulos de libros que ascienden a más de 50 publicaciones. Actualmente su principal línea de investigación aborda el tema: Actores y procesos en la Educación Superior. Desde el 2003 es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (Nivel I). Ha desempeñado distintos puestos académico-administrativos: Secretaria General de la Universidad Autónoma Metropolitana; Secretaria Unidad Xochimilco; Coordinadora de Extensión Universitaria y jefa del Departamento de Sistemas Biológicos. Fuera de la UAM ha sido Coordinadora General de Proyectos Especiales (1998-2000) y Asesora de la Secretaría General Ejecutiva de la ANUIES (2001-2004). Actualmente es Rectora de la Unidad Cuajimalpa de la UAM (2005-2009). Angélica Buendía Espinosa, mexicana es doctora en Ciencias Sociales en el área de Sociedad y Educación por la UAM Xochimilco, maestra en Economía y Gestión del Cambio Tecnológico y Licenciada en Administración. Ha impartido docencia y ha ocupado diversos puestos directivos en instituciones de educación superior públicas y privadas. Actualmente es jefa de la oficina técnica del Consejo Académico de la UAM Cuajimalpa. Es autora de artículos de divulgación científica universitaria y ha participado en conferencias, congresos, foros y simposios sobre educación superior, ciencia y tecnología. Sus últimas dos publicaciones son “Acreditación institucional de la Educación Superior Particular en México”, presentada en el Foro Nacional de la Educación Particular, ANUIES-UIA, 2006 y la Ponencia en coparticipación con Comas, Óscar y Fresán, O. Magdalena: “La historia de una universidad pública mexicana en el siglo XXI, la UAM-C de los obstáculos del presente a los desafíos del futuro, presentada en V Encuentro Nacional y II Latinoamericano. La Universidad como objeto de investigación, Buenos Aires, Argentina, 2007. Algunos reconocimientos académicos son “LINCE DE ORO 1998, 2000 y 2001” al mejor Funcionario Académico por la Universidad del Valle de México, Noviembre/1998, Excelencia al Desempeño Académico periodo 01/99 por la UVM, y la Medalla al Mérito Universitario por la UAM, Unidad Xochimilco por los estudios de maestría realizados, Noviembre 2000.
Oscar Comas Rodríguez, nacionalizado mexicano, es doctor en Educación, por la UAEM. Además tiene maestría y doctorado en ciencias naturales por la Universidad Nacional de San Juan, Argentina, 1974, maestría en geología por la facultad de Ciencias de la UNAM, 1982. Actualmente, profesor titular “C” de tiempo completo y secretario de la UAM Cuajimalpa. Es perfil PROMEP para el periodo 2005–2008. Ha sido director y responsable de 11 proyectos de investigación auspiciados por instituciones como: CONICET, CONACYT-UAM-I, UAMI-SEDUE, UAMI-PRONAES, UAMI-PROIDES, CINVESTAV (Centro de Teoría y Metodología de la Ciencia). UNRISD, IFIAS y UNAM. En docencia sus últimos cursos impartidos son: Grandes Paradigmas Científicos y Seminario de Sustentabilidad y Cultura Ambiental. Entre otras
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actividades se pueden mencionar: asesorías a instituciones de educación superior, proyectos Subsecretaría de Educación Superior e Investigación Científica 2003-2004, más de 100 Artículos de divulgación científica universitaria publicados en diversas revistas y ponente en Conferencias, Congresos, Foros y Simposios al nivel nacional e internacional. Es evaluador externo del INAH para los programas de estímulo y reconocimiento académico a los profesores de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía “Manuel del Castillo Negrete”. Ha sido sinodal en exámenes DEA Universidad de Valencia, y es evaluador de los pares académicos de los CIEES desde 2005.
Palabras clave: carrera académica, definitividad, recambio generacional, TIC´s y futuros.
Resumen: El futuro de la universidad es una preocupación presente, su análisis y consideración
en el debate actual, representan la posibilidad de imaginar cómo será en las próximas décadas una
institución trascendente, que hoy enfrenta retos y tendencias que sugieren su transformación. De
éstas, la globalización, las TIC´s y la producción, distribución y gestión del conocimiento,
simbolizan elementos detonadores de cambio y sugieren la autorreflexión de las universidades.
Por ello, en este trabajo los autores proponen tres escenarios para imaginarse los modelos de
universidad que coexistirán en el futuro, cuyo eje principal para pensar en los procesos de cambio
es uno de los elementos estructuradores más importantes en la universidad actual: la carrera
académica asociada a la figura de la definitividad y el inminente recambio generacional, dadas las
diferentes historias institucionales. El análisis se centra en el caso de la UAM, con el propósito de
que este incite al pensamiento constante de la renovación necesaria que deben considera las
universidades mexicanas frente a un mundo cada vez más complejo.
INTRODUCCIÓN
Esta investigación incita al análisis y polémica sobre la dinámica, el devenir de los tiempos de
cambio y el futuro de la universidad. La reflexión inicial del presente universitario y la búsqueda
de la definición de una alternativa futura condujo a los autores, a identificar procesos complejos y
entrelazados y señalar los principios y fundamentos del recambio generacional, como un
poderoso vector de cambio y reestructuración en la carrera académica, estructurante de las
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relaciones interdependientes que se establecen entre los actores y la organización de las funciones
universitarias.
Este trabajo está orientado a responder ¿qué procesos y factores del contexto demandan el
cambio en la universidad como institución?, ¿en qué forma la institucionalización de la carrera
académica ha conducido al envejecimiento de la planta académica y a la resistencia al cambio
institucional? ¿El recambio generacional constituye una oportunidad para abatir las resistencias al
cambio y plantear una carrera académica que permita consolidar los modelos previsibles de la
universidad en las próximas décadas? Interrogantes que implica construir escenarios para la
universidad del futuro y delinear las características de las carreras académicas que forjarán
diferentes modelos de universidad que coexistirán en el mediano plazo.
LA UNIVERSIDAD Y EL FUTURO: UNA TRANSFORMACIÓN NECESARIA
Durante siglos hemos comprendido a la universidad como el referente cultural de la sociedad y el
espacio ideal para reflexionar sobre los problemas políticos, económicos y sociales, es una
institución compleja donde la producción y socialización del conocimiento se fundamenta en
elevados niveles de calificación, y en una organización que encuentra su razón de ser en la
producción de sinergias que de otra manera no se generarían (Acosta, 2000; Ibarra, 2000). Estas
sinergias derivan de una atención permanente a los avances en el conocimiento, y han impulsado
nuevas configuraciones de la institución universitaria, marcos alternativos de interpretación, así
como otras formas de producción. Según Gibbons: “el nuevo modo de producción de
conocimiento afecta no sólo a qué conocimiento se produce, sino también a cómo se produce, el
contexto en el que se persigue, la forma en que se organiza, el sistema de recompensas que utiliza
y los mecanismos que controlan la calidad de aquello que se produce” (Gibbons, 1997:7 ).
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Conservar el papel central de la universidad en sociedad del siglo XXI le exige prever escenarios
posibles que, necesariamente, le demandarán una transformación, los cuales están condicionados
por una serie de fuerzas y/o tendencias que le darán una nueva fisonomía. La globalización, el
multiculturalismo, el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC’s), la
participación de “nuevos actores” en la generación y distribución del conocimiento y el
necesario aggiornamiento de la organización universitaria son factores inductores para el cambio
y la generación o diseño de otros modelos de universidad.
Globalización y educación
La globalización ha producido profundas transformaciones en la sociedad, La globalización es el
concepto con el que designamos los arreglos complejos de la sociedad contemporánea (Ordorika,
2006:31). Diversos autores coinciden al señalar que esta fase del desarrollo del capitalismo se
caracteriza porque los procesos económicos, las interacciones sociales, políticas, culturales, e
incluso las relaciones individuales trascienden las fronteras nacionales. Los intercambios ocurren
en un mundo que ha reducido virtualmente sus dimensiones a una velocidad instantánea
utilizando las tecnologías de la información, las comunicaciones digitales y los medios de
transporte más modernos. El espacio y el tiempo se redefinen por interacciones que ocurren en el
tiempo real (Castells, 1996; citado por Ordorika, 2006).
El debate sobre el impacto de la globalización en el ámbito de la educación superior se resume en
dos perspectivas. La primera visión es optimista y plantea a las universidades su incorporación al
mundo global a fin de transformase en instituciones competitivas en la generación, aplicación y
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gestión del conocimiento, a partir del uso intensivo de las tecnologías. La segunda perspectiva,
que se asume en este trabajo, aborda el análisis de las modificaciones sustanciales de la
naturaleza del Estado contemporáneo como organizador principal de la acumulación de capital y
como articulador de la identidad nacional, (Castells, 1996, Evans, Rueschemeyer y Skocpol,
1985; citados por Ordorika, 2006). Estas transformaciones suponen la reducción del
financiamiento del Estado a la educación superior, bajo los patrones tradicionales, y una nueva
forma de relación de las universidades y sus actores con el Estado y el mercado, compitiendo por
recursos para realizar investigación.
Desde esta perspectiva Slaughter y Leslie (1997) señalan que la estructura del trabajo académico
está respondiendo a la emergencia de mercados globales. Los cambios son inducidos en la
universidad tradicional (o de investigación) a partir de la implementación de políticas educativas
que han transformado la identidad de los profesores y su relación con el Estado y el mercado,
fenómeno denominado capitalismo académico. Las universidades y los académicos asumen
conductas de mercado al competir por recursos económicos provenientes del Estado y del
mercado, situación que transforma el trabajo académico, su forma de organización, y las
funciones de docencia, investigación y difusión de la cultura (Ibarra, 2001).
Multiculturalismo
El reconocimiento de la existencia de “otros” sujetos y “otras” formas de concebir y construir el
mundo, también, imponen transformaciones a la universidad. El multiculturalismo confronta la
ideología de la globalización y cuestiona las categorías del conocimiento propuestas por la
modernidad, proponiendo espacios de aprendizaje diferentes y alternativos a la universidad
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tradicional occidental1 (Inayatullah y Gidley, 2003). Sin embargo, cuando el multiculturalismo,
revisado de manera conceptual, se considera un valor prioritario, “que aunque sigue anclado en
las etnias, es de cuño cultural”. El término supone un proyecto, dado que propone una nueva
sociedad y diseña su puesta en práctica, el cual se construye sobre cleavages acumulativos. Desde
cualquier óptica, el multiculturalismo plantea una ruptura histórica, que privilegia la igualdad
sobre otros valores sociales que prevalecieron en el siglo pasado (Sartori, 2001). En este
escenario la universidad puede plasmar un futuro posible a través de su memoria colectiva, de
sus prácticas reinventadas y del juego de su comunidad frente a otros” sujetos y “otras” forma de
concebir y construir el mundo.
TIC´s y educación
La tendencia más visible en las transformaciones sociales del mundo contemporáneo es el uso de
las TIC’s, y particularmente del Internet, aunque el acceso a este recurso es aún limitado2. La
educación superior no ha sido ajena a la incorporación de las TIC’s, las cuales posibilitan la
creación de un nuevo espacio social para las interrelaciones humanas al que Javier Echeverría
(2000), llama el tercer entorno, este espacio genera nuevos procesos de aprendizaje y transmisión
del conocimiento a través de las redes telemáticas, requiere de nuevos conocimientos, destrezas,
escenarios, instrumentos y métodos para los procesos educativos, y genera nuevas y múltiples
percepciones y oportunidades en el ámbito educativo. Pero también, exige ensayar diferentes
1En México se han creado nuevos modelos de universidades, por ejemplo las indígenas, bajo los supuestos de ampliación de cobertura y diversificación del sistema. Otras universidades alternativas se encuentra en las propuestas de Ivana Milojevic y Patricia Nicholson (2003), Bussey (2003) y James Grant (2003). 2 Para el 2005 en México había aproximadamente 103, 872, 328 habitantes, mientras que el porcentaje de usuarios de Internet era de 16.4%, aproximadamente 16, 995 400 habitantes, en http://www.exitoexportador.com/stats2.htm#central.
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lenguajes o marcos de inteligibilidad pedagógicos para comprender la transformación que está
viviendo el proceso de enseñanza aprendizaje.
Los profesores utilizan estas herramientas para fortalecer sus procesos de enseñanza y mantener
códigos de comunicación con las “nuevas generaciones”. La web tiende puentes entre
generaciones, de modo que la sabiduría del pasado sea utilizada para vincular el futuro con el
presente o a los jóvenes con los adultos, generando espacios virtuales donde es difícil identificar
al profesor y al estudiante (Inayatullah y Gidley, 2003). Las TIC’s con su capacidad para
reproducir simulaciones, aprendizaje en la acción y resolución de problemas basada en el
descubrimiento, facilitan el aprendizaje, y en muchas ocasiones superan el aprendizaje
tradicional, basado en la conferencia y el aula. Al nivel de los sistemas y las instituciones la
educación a distancia se propone como estrategia para ampliar la cobertura en educación
superior, ya que resuelve problemas asociados al aislamiento geográfico, a la necesidad de
formación y actualización a la vez que constituye un ahorro de recursos. No obstante, Cabero
(2006), señala que hay más de un 80% de fracaso en la gestión de cursos a distancia y más de un
60% de abandono de los mismos por parte de los estudiantes (Cebrián, 2003:31, cit. Por Cabero,
2006).
Nuevos actores y conocimiento
La transformación de la universidad también se asocia con la importancia económica, política y
social del conocimiento en la era postmoderna. Akrich y Miller (2006) señalan que la sociedad y
economía del conocimiento se caracterizan por la existencia de nuevos regimenes de producción
y circulación del conocimiento en donde aparecen actores que en el pasado dependían, del trabajo
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realizado por los investigadores de las universidades. Estos actores hoy interactúan en redes
complejas por su alcance, pero eficaces por el papel que desempeñan en la conformación de
comunidades de aprendizaje, generando formas colectivas de producción del conocimiento e
innovación. Entre ellos se encuentran organismos e instituciones públicas o privadas, tales como
las grandes empresas transnacionales y nacionales, organizaciones privadas dedicadas a la
investigación y desarrollo tecnológico, agencias de investigación y desarrollo de los gobiernos
nacionales y regionales y la propia sociedad. La universidad dejó de ser la catedral del
conocimiento, para compartir su estatus con actores cuyo objetivo principal es la aplicación
comercial y social.
En 2002 en Hourtin, cerca de Burdeos varios investigadores reflexionaron sobre el futuro de las
universidades. Vislumbraron distintos modelos, todos ellos posibles, algunos deseables y otros
indeseables, pero todos suponen una transformación esencial de la universidad tal cual la
conocemos ahora (García González, 2007)3. En México, una aproximación a la universidad del
futuro requiere de un ejercicio de formalización de criterios, métodos o modelos, que reflejen la
realidad de una nueva organización universitaria que rompa con el peso del conformismo y
proponga futuros que hoy pueden resultar inimaginables.
LA UNIVERSIDAD ACTUAL EN MÉXICO. UN MODELO VULNERABLE
3 Algunos de los modelos son: la escuela por todos lados: las redes y el territorio virtual en comunidad se reencuentra en un mismo espacio y allí se reconstituye. La escuela de todas las edades, real o virtual, que reúne en sus bancos todas las edades y aprovecha el tutorado intergeneracional, no más profesores. La escuela rota: escuelas de ricos, de pobres, de clanes o de sectas, de comunidades, de pueblos, de territorios, de opiniones. Las tecnologías de la información se utilizan para imponer la dominación de cada una de estas escuelas.
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La universidad es el punto de partida del estudio de la educación superior y el antecedente de los
modernos sistemas de educación superior a nivel mundial. Es una institución social y
temporalmente trascendente. A partir de la segunda mitad del siglo XX han coexistido distintos
modelos y tradiciones de universidad y de sistemas de educación superior. No obstante, el
modelo hegemónico (Ordorika, 2006) a seguir en el mundo es el estadounidense, o la llamada
universidad de investigación.
En México, de acuerdo con Ibarra (2001), analizar la universidad requiere recrear sus procesos de
conformación y cambio al menos a partir de los años sesenta, década caracterizada por la
acelerada y no regulada expansión de la educación superior, que impactó el crecimiento de la
matrícula; la proliferación de instituciones públicas y privadas; la diversificación de la oferta
educativa con la creación de nuevas licenciaturas; la incorporación de nuevas formas de
organización académica; la exploración de nuevas formas de organización de planes de estudio,
la creación de un sistema nacional de formación profesores y el establecimiento de políticas
públicas de planeación de la educación superior (Díaz Barriga, 1999).
Después de la fase de expansión, las políticas educativas se orientaron al “ordenamiento” del
sistema, la matrícula se redujo con el argumento de promover su calidad; también se
disminuyeron los recursos fiscales asignados a la educación superior, promoviéndose la
diversificación de las fuentes de financiamiento y se reorientó la matrícula hacia áreas con menor
demanda, como las ciencias exactas, naturales y agrícolas y la expansión de la educación superior
privada.
Los años noventa significaron otro periodo central en la transformación de la educación superior.
Con los planteamientos de la reconversión industrial y la reestructuración económica se
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incorporó en México, el discurso de la globalización a principios de la década de los ochenta, se
suponía que los procesos de cambio y modernización permitirían a la nación la incorporación a
un espacio económica y políticamente caracterizado por la competitividad y la integración
regional y mundial. En el ámbito educativo la evaluación del sistema de educación superior por
organismos externos4 se acompañó al Programa de Modernización Educativa implementado por
el gobierno mexicano en el sexenio 1988-1994, el cual planteó un proceso de transformación en
los dispositivos que regulaban las relaciones entre el Estado y las universidades, principalmente a
través de la evaluación y la rendición de cuentas.
Actualmente las universidades mexicanas son extraordinariamente complejas y resistentes al
cambio. Sus tiempos no corresponden al ritmo de las transformaciones que observamos en la
industria, en los servicios y en el avance mismo del conocimiento. Esta inanición les ha permitido
mantener la estabilidad ante distintas amenazas del entorno a lo largo de muchas décadas. No
obstante, hoy constituye su punto más vulnerable. La rigidez de los planes de estudio y la
orientación hacia la enseñanza son sus características definitorias. Se sigue procurando una
formación terminal y especializada sustentada en la adquisición de conocimientos y constatada
mediante evaluaciones de contenidos, el proceso formativo privilegia la enseñanza de carácter
acumulativo, a pesar de las políticas modernizadoras que indicaban que era imprescindible que
las IES apoyasen el desarrollo económico, cultural y social del país con servicios académicos de
calidad, para lo cual debían llevarse a cabo las reformas institucionales necesarias (Comas, 2003).
4 La OCDE, el Banco Mundial y la UNESCO a través de la CEPAL realizaron evaluaciones externas al sistema de educación superior mexicano. Destacan los estudios:“Educación y conocimiento: eje de la transformación productiva con equidad” (1992) (incluía recomendaciones para América Latina y Caribe); “Estrategias para mejorar la calidad de la educación superior en México” (1991); “Examen de las políticas nacionales de la educación en México” (1997); además de las documentos de UNESCO de 1995 y 1998.
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PROFESIÓN ACADÉMICA Y CARRERA ACADÉMICA EN LA UAM
La expansión de la educación terciaria, la necesidad de fortalecer a las universidades y
transformarlas en centros adecuados para el desarrollo de la docencia, la investigación y la
preservación de la cultura, la definición de mecanismos para atraer, estabilizar y retener a sujetos
con la formación y el interés necesarios que dedicaran su vida productiva a la universidad, fueron
los principales factores del surgimiento, en la mitad del siglo XX, de una nueva profesión en el
mundo, que pronto fue denominada profesión académica.
En México la profesión académica como espacio laboral se constituyó a partir de 1960, cuando la
matricula universitaria ascendía aproximadamente a 76 269 estudiantes (Rangel, 1979), 10 mil
puestos de profesor universitario que laboraban en 50 instituciones fundamentalmente públicas,
de los cuales el 95% eran de tiempo parcial, y la mayoría tenía estudios de licenciatura (Gil,
2004). La situación actual es distinta, existen alrededor de 1,250 instituciones (entre públicas y
privadas), la matrícula de educación superior alcanzó en el 2004 la cifra de 2, 012 962 estudiantes
en el nivel licenciatura y 200 254 profesores, (26.9% de tiempo completo, 6.8% de medio tiempo
y 66.3% de asignatura) (ANUIES, 2004). El incremento en los espacios para el trabajo académico
es reflejo de la ampliación de la cobertura para la educación superior en la segunda mitad del
siglo XX, pero también se asocia a otros fenómenos sociales como la industrialización,
urbanización, complejización de la vida social, que le dan sustento y sentido a la expansión de los
espacios para la formación especializada (Gil, 2006). La política educativa de los últimos 30 años
ha enfatizado la necesidad de “contar con un sistema adecuado de formación de maestros, de
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actualización de conocimientos y de perfeccionamiento de sus capacidades, así como de
fortalecer la función de investigación de las instituciones”5.
Las transformaciones sociales, económicas, políticas y tecnológicas ocurridas en el entorno de las
universidades tuvieron una escasa repercusión en el ejercicio de la profesión académica. Quizá el
efecto de las crisis económicas fue la influencia más evidente pues incidió inicialmente en las
percepciones de los profesores y luego en la retención de los académicos mejor preparados,
quienes por su capacidad accedieron a mejores oportunidades laborales fuera de la universidad.
Para contender con esta situación las instituciones de educación superior generaron sistemas de
retención o permanencia que tuvieron consecuencias positivas en cuanto a evitar la fuga de
profesionales académicos, pero negativas respecto a la agudización de las condiciones de rigidez
derivadas del encasillamiento y el confort de la vida académica creando un sistema cerrado sin
tasa de recambio generacional y de oportunidades para el ingreso de jóvenes en la docencia e
investigación en el nivel superior y con una pérdida de diversidad en categorías y niveles
(Comas, 2003).
Hoy la profesión académica constituye una opción laboral real para el universo de profesionales y
graduados de universidades nacionales y extranjeras, que se formaron, en gran parte, al amparo
de la política educativa. La situación actual es diferente a la prevaleciente en los años 70´s
5 Programa de Modernización Educativa (1988-1994), Programa de Desarrollo Educativo (1994-2000) y el Programa Nacional de Educación (2001-2006). Algunos programas son el SUPERA, el SNI y el PROMEP, cuyo objetivo es promover que las IES incrementen el número de profesores de tiempo completo y apoyen la formación de sus profesores en el posgrado (maestría y doctorado) fortaleciendo el nexo docencia-investigación. Según las cifras de la Secretaría de Educación Pública de 134 357 profesores (30.9% con posgrado, de los cuales 4.8% tenía doctorado) en el ciclo escolar 1994-1995 a 248 782 (42% con posgrado de los cuales 8.3% cuenta con doctorado) en el ciclo escolar 2004-2005, de los de tiempo completo de 38 398 (44% con posgrado y 10.2% con doctorado) a 68 923 (61.4% con posgrado y 19% con doctorado) y de los que están adscritos en el SNI de 5879 a 12 096 en el mismo periodo (Rubio, 2006).
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cuando, por el proceso de expansión de la matrícula, las universidades tuvieron que contratar
profesionales recién egresados e incluso estudiantes avanzados para conformar su planta
académica y realizar las funciones universitarias. El otorgamiento de la definitividad para
alcanzar este propósito. Sin negar que el proceso de contratación tuvo resultados positivos,
también es cierto que propició la incorporación a la universidad de profesores sin una vocación
clara por la docencia y la investigación, cuya presencia afectó negativamente el proceso de
consolidación cualitativo de muchas universidades mexicanas.
La carrera académica ha sido estudiada por Gil (2006), quien la define como el conjunto de
normas, procedimientos y mecanismos institucionales establecidos para propiciar el
cumplimiento de las funciones sustantivas de la universidad, mediante la regulación del trabajo
académico en general y de las trayectorias específicas a que da lugar en los diversos espacios
organizativos y disciplinarios en que se desarrolla. La carrera académica puede ser desglosada
por tres dimensiones de análisis específicas: dimensión contractual, organizacional y simbólica; y
un eje transversal que las modula: las disciplinas.
También implica un conjunto de procesos asociados a mecanismos decisorios que estructuran una
red de interrelaciones que incluye desde los procedimientos de ingreso a la universidad, pasando
por los mecanismos para incentivar la permanencia hasta el diseño de trayectorias académicas
(tabulador académico). Procesos, todos, que inciden en la vida de la institución y repercuten hasta
en las formas de intervención y participación en el medio externo a través de los egresados de
licenciatura, especialidad, maestría y doctorado.
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Hablar de la carrera académica en México tropieza con la problemática de la diversidad
institucional del país. En este trabajo abordamos como caso de estudio la carrera académica de la
UAM, cuyo análisis, si bien no permite la generalización a todas las instituciones de educación
superior nacionales, recupera una experiencia que ha servido de modelo a muchas de ellas, por su
trascendencia en la educación superior mexicana.
Gil (2006) reconoce cinco periodos en los modos de regulación y definición del trabajo
académico en la UAM. La primera etapa (1974-1976) de fundación se caracteriza por la
centralidad de los órganos unipersonales en lo contratación del personal con un tabulador similar
al de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). La creación del Sindicato Único
de Trabajadores de la UAM marca el inicio del segundo periodo caracterizado por la bilateralidad
en los mecanismos en el ingreso, promoción y permanencia del personal académico y la creación
de comisiones dictaminadoras y comisiones mixtas con participación sindical.
La modificación de la fracción VIII del artículo 3° constitucional que consagra el principio de la
autonomía universitaria y define las características especiales del trabajo en las universidades
(Barkin, 1998) constituye el sustento del tercer periodo, donde el Colegio Académico regula el
trabajo académico al aprobar las normas para el ingreso, promoción y permanencia del personal
académico. Durante estas tres primeras etapas el tabulador no sufrió modificaciones
significativas.
Con el fin de eliminar la discrecionalidad en la evaluación del desempeño y la producción
académica de los profesores El cuarto periodo de regulación colegiada se caracteriza por la
operación de un nuevo Tabulador para el Ingreso y Promoción del Personal Académico (TIPPA)
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que cuantifica y acumula los productos del trabajo académico como mecanismo fundamental para
asignar la categoría y el nivel del profesor. Finalmente, el quinto periodo se orienta a la
recuperación de la capacidad adquisitiva del salario de los académicos, profundamente
deteriorado por las subsecuentes crisis económicas nacionales. Este proceso se sustenta en un
modelo de deshomologación de los ingresos, a través de una diversidad de modalidades para la
obtención de estímulos y becas, la aprobación de un nuevo Reglamento para el Ingreso,
Promoción y Permanencia del Personal Académico (RIPPA) y el diseño de criterios por parte de
las comisiones dictaminadoras para conducir la evaluación del personal académico, de acuerdo
con las pautas peculiares de las áreas de conocimiento.
En estos cinco periodos identificamos tres elementos centrales: la existencia de un tabulador que
jerarquiza y ordena categorías y niveles para el personal académico, la transición de las
decisiones unipersonales de la primera etapa a una regulación colegiada a partir de la segunda
fase, que teóricamente garantiza los valores de institucionalidad e imparcialidad en el ingreso,
promoción y permanencia del personal académico y la definitividad como característica del
modelo universitario sustentado en la figura del profesor-investigador, que da certidumbre laboral
a quienes decidan consagrar su vida al quehacer universitario, particularmente a la docencia e
investigación.
En la UAM el concurso de oposición es el mecanismo de evaluación académica para el ingreso
por tiempo indeterminado. En los requisitos para participar no es necesario tener antecedentes de
trabajo en la propia institución y la capacidad para el desempeño de las funciones del puesto al
que se aspira se valora a través de una entrevista y la exposición de un tema asignado de
antemano a los concursantes. El organismo evaluador carece de elementos para conocer el
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compromiso del aspirante con ninguna de las funciones para las que se le contrata. Por estas
razones en muchas ocasiones se contrata a individuos para los cuales la universidad representa un
salario seguro y no un compromiso con un conjunto de funciones centrales para el desarrollo de
la sociedad.
La carrera académica está regida por instrumentos que en teoría debieron sustentar la diversidad
de la planta académica en la que los individuos se distribuyeran las tareas de acuerdo con su
formación, experiencia y méritos académicos. Sin embargo, hoy casi la totalidad de la planta
académica ostenta la categoría más alta del tabulador, independientemente de su nivel de
habilitación y de la calidad de su producción académica. El reconocimiento de estos elementos
fue asignado a un conjunto de comisiones dictaminadoras integradas por pares que, de realizar
una evaluación estrictamente académica de la trayectoria de los profesores, se han transformado,
dada la sobrecarga de procesos de evaluación, en simples revisiones acumulativas del producto
del trabajo y asignación de puntajes a las actividades.
Esta carrera, diseñada para consolidar la planta académica de la universidad, en los hechos se
orienta fundamentalmente a la mejora de los ingresos de los profesores, a través de cambios de
categoría o nivel y mediante la obtención de becas y estímulos asociados a la productividad y
desempeño de las funciones universitarias. Así, la evaluación en vez promover una actualización
constante y la mejora continua de la calidad de las funciones universitarias, ha desembocado en
un statu quo que se caracteriza por la burocratización de la vida académica (acumulación de
comprobantes con valor en el proceso de evaluación), el descuido de la función docente
principalmente en la licenciatura (las actividades docentes reditúan menores puntajes que la
investigación), la orientación hacia el trabajo individual y la simulación (multiautorías,
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fragmentación de proyectos), y sobre todo, a la simple acumulación del producto de trabajo de
validez relativa.
La operación de la carrera ha implicado dedicar un gran esfuerzo y un excesivo número de
horas/hombre altamente calificadas al seguimiento, evaluación y dictaminación de los productos
académicos de los profesores. Dada la importancia de sus decisiones en el ingreso, promoción y
permanencia del personal académico, ha propiciado también la formación de grupos de intereses
particulares que se rotan el papel de dictaminadores generando presiones sobre las comisiones y
distorsiones en la aplicación de los criterios académicos.
DEFINITIVIDAD: DOS CARAS DE LA MONEDA
El análisis de la definitividad en educación superior debe considerar al menos dos perspectivas: la
académica y la económica. Desde la primera, la definitividad significa estabilidad en el empleo
para el resto de la vida de un profesor universitario, el reconocimiento de méritos de los
profesores, actúa como motivador para continuar con una carrera académica prestigiosa,
garantiza el respeto a la libertad académica y la posibilidad de que las universidades, a partir de la
docencia y la investigación, sean las responsables de la generación y distribución del
conocimiento para los distintos sectores de la sociedad, es un valor excepcional para la
comunidad académica. Además, constituye la vía para propiciar la participación en las estructuras
y en los procesos de distribución de autoridad de las universidades, principalmente en aquellas
que operan bajo organizaciones y estructuras colegiadas en la toma de decisiones (McPherson y
Owen, 1999).
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Desde la óptica económica la definitividad presenta una serie de desventajas. Los
cuestionamientos más importantes se enfocan a las limitaciones que impone al mercado de
trabajo y reduce la competencia de posibles candidatos a incorporarse al mismo, disminuye la
flexibilidad y movilidad del personal académico dentro de las universidades, requiere una alta
inversión por parte de las universidades y del Estado, aún después de que los profesores
concluyen su vida útil, por lo que hay quienes afirman que es injustificable y se ha convertido en
un problema para los recursos públicos asignados a la educación superior6.
La definitividad limita la facultad de la universidad de intervenir en situaciones que puedan
deteriorar la calidad del trabajo, por ejemplo:
• profesores que dedican un esfuerzo mínimo a los deberes académicos;
• profesores con contrataciones incompatibles con la jornada laboral contratada;
• profesores que se resisten a la actualización o elevación del nivel de habilitación;
• profesores que se niegan a impartir docencia en la licenciatura, privilegiando el posgrado;
y,
• profesores que no participan o interfieren en las actualizaciones de los planes de estudio.
La disminución de la productividad académica de los profesores en relación con la edad es otro
argumento usado para cuestionar la definitividad dada la tendencia de los profesores a
6 En Estados Unidos el debate sobre la definitividad ha cobrado relevancia. En 1995 en la Universidad de Minesota varios de los programas de ciencias de la salud experimentaron dificultades financieras. El Estado asignó a dichos programas $8.6 millones de dólares con el compromiso de que se cambiara el concepto de definitividad, bajo el argumento de que la universidad tenía el derecho a terminar la relación laboral con los profesores-definitivos cuando se eliminaran departamentos o de reasignar miembros de la facultad cuando un programa fuera cerrado. En 1997 fue aprobada una nueva política sobre la definitividad para toda la universidad, de la cual tres puntos son importantes: a) incrementos significativos en los salarios de los profesores definitivos, b) la facultad aprobó el sistema de revisión post-definitividad y c) cuando un departamento fuera eliminado la universidad estaba obligada a reasignar a los miembros de la facultad, con la salvedad de que podrían darse disminuciones salariales en el caso en que la universidad estuviera en una situación financiera delicada (McPherson y Owen, 1999).
18
permanecer en la universidad hasta edades avanzadas pues el escenario de retiro o jubilatorio no
les ofrece condiciones para mantener un nivel de vida decoroso y continuar con el desarrollo de
su actividad intelectual (Lynn, 1997).
México no es ajeno a algunos efectos anteriores, la seguridad que supone la definitividad, el
confort de la vida académica y la resistencia al cambio forjaron una perspectiva conservadora que
obstaculiza la renovación de las universidades. El encasillamiento en un número reducido de
tareas y de maneras de atenderlas; el automatismo derivado de la experiencia y el poder de los
académicos sobre tramos de los planes y programas de estudio en los cuales se consideran
expertos constituyen los núcleos de la resistencia a cualquier intento de cambio.
LOS EJES DE LA TRANSFORMACIÓN
Visualizar las transformaciones de la universidad y específicamente de la carrera académica
implica considerar tanto las tendencias que la universidad enfrenta, como las variables críticas
que han configurado la carrera académica. De las primeras consideramos como las más
importantes a las TIC’s y el papel de la universidad en la generación, aplicación y gestión del
conocimiento; y de las segundas la figura de la definitividad y el carácter académico de la
evaluación. Cambios en estos aspectos implican la transformación de la universidad.
Los escenarios para la universidad
Imaginar escenarios para la universidad bajo los elementos arriba mencionados supone distintas
alternativas, las cuales se resumen en el siguiente espacio gráfico:
19
Alta intensidad en el uso de las TIC’s
Baja intensidad en el uso de las
TIC’s
Sin definitividad/trabajo por comunidades de
creatividad distribuida y
proyectos
1
Gestión y aplicación de
conocimientos
Definitividad
Generación de conocimientos
2
3
4
Nota:
1. Universidad virtual
2. Universidad tradicional
3. Universidad renovada
4. Universidad innovadora
20
Este espacio se definió por tres planos: la intensidad en el uso de TIC’s por las universidades, la
participación en la generación, aplicación y gestión del conocimiento y la figura de la
definitividad como el elemento regulador del trabajo académico. La intersección de estos planos
permite identificar cuatro modelos: la universidad tradicional, la universidad renovada, la
universidad innovadora y la universidad virtual. La transición entre un modelo y otro supone
posiciones intermedias derivadas de diferentes combinatorias.
No es susceptible de incorporar como un plano el carácter académico de la evaluación, porque es
común y parte de la estructura y naturaleza de todos los modelos. Esta dimensión en la carrera
académica de la UAM significa ubicar a las comisiones académicas encargadas de evaluar la
trayectoria de los profesores en los departamentos de adscripción auxiliados por expertos
externos. La idea es que este grupo de académicos, conocedor de las pautas de producción
académica propias del área a la que pertenece el profesor evaluado, lleven a cabo un juicio
eminentemente académico y no una simple sumatoria de productos de trabajo de diferente
relevancia e impacto. La decisión de asignar a los departamentos la evaluación de sus profesores
favorece su capacidad de orientar su desarrollo con mayor flexibilidad, de reconocer liderazgos
académicos y de propiciar una organización académica adecuada en armonía con sus líneas de
investigación y programas educativos.
La evaluación por pares académicos del área permite reconocer la diversidad de las trayectorias
académicas y las prácticas disciplinares emergentes y el ritmo temporal de la promoción es
acorde al proceso de maduración y productos de los académicos. Además, garantiza la
formación y actualización pedagógica constante del personal académico y la atención
21
personalizada a los alumnos. Por ello, el modelo exige un tope de edad para el ingreso que
limita el aprovechamiento de potenciales líderes académicos.
Estas comisiones no tendrán la facultad de decidir la categoría y nivel que se asignará al profesor,
tarea a realizar por una comisión dictaminadora general. La presencia de expertos externos
abatirá la posibilidad de que intereses de grupo afectasen el juicio académico. Sólo se enviarán a
la comisión dictaminadora los casos en que se considere la promoción del académico evaluado o
bien, reducción de su categoría o nivel.
Los planos
La intensidad en el uso de la TIC´s, como se comentó en las primeras líneas de este trabajo, están
produciendo cambios dramáticos en la educación superior. Sin embargo, la resistencia de una
planta académica envejecida y reticente a la utilización de nuevos recursos para el aprendizaje
que hacen obsoletas las formas tradicionales de realizar las actividades docentes y de
investigación, obstaculizan su arraigo en las instituciones. La tensión generada entre la tendencia
a la innovación y la resistencia al cambio permitirá la construcción de distintos perfiles
institucionales, el espectro ubicará en un extremo a la universidad virtual y en el otro las
instituciones que no han incorporado las TIC´s al proceso educativo. La universidad actual se
encontrará próxima a este punto del espacio, en ella la introducción de la enseñanza no presencial
es un proceso que crece paulatinamente, aunque sin la celeridad con la que podría esperarse,
dados los avances tecnológicos de nuestra época.
22
El dominio de las TIC´s en estas condiciones se convertiría en un requisito adicional para los
profesores. El nivel de exigencia sería diferente dependiendo del modelo de universidad. No
obstante, hay que enfatizar que el dominio de las TIC´s, implicaría profesores más jóvenes, ya
que entre los académicos de mayor edad se observa una mayor resistencia al uso de las nuevas
tecnologías. Además, cualquier modelo de universidad en el futuro deberá utilizar las TIC´s para
mejorar en forma importante la cobertura y la calidad de su oferta educativa.
Otra definitividad
En el plano que corresponde a la definitividad, en un extremo se encuentran las instituciones con
las condiciones en las que el profesor obtiene la definitividad una situación en la que el profesor
obtiene la definitividad desde el ingreso (universidad actual), y en el otro se sitúan aquéllas donde
no existe la contratación por tiempo indeterminado dada la naturaleza y organización del trabajo
académico y de los programas formativos (universidad virtual).
En los escenarios propuestos consideramos situaciones en las cuales el aspirante será probado
durante un periodo de al menos entre tres a cinco años antes de presentarse al concurso de
oposición. En esta fase de prueba el desempeño del profesor deberá evaluarse cada año a fin de
renovar el contrato temporal. Entre la prevalencia de la definitividad y la contratación temporal es
posible establecer situaciones intermedias que permitan la contratación por lapsos multianuales.
En este caso el resultado del concurso de oposición no sería la definitividad, sino una
contratación a un plazo mayor (cinco años) que permite que el profesor se involucre en proyectos
de largo aliento en la universidad (contrato de estabilidad).
23
Una vez obtenido el contrato de estabilidad, el desempeño del profesor y su producción
académica serán revisados cada cinco años para determinar si los resultados obtenidos
corresponden a lo esperado, si son apenas aceptables o si son inferiores a lo previsto. En el
primero de los casos el trabajador académico podrá promoverse de categoría o nivel y su contrato
renovarse por cinco años adicionales. En el segundo, sólo obtendrá la renovación del contrato sin
ninguna promoción asociada. Una evaluación negativa exigirá al profesor un esfuerzo adicional
para someter su trabajo a revisión un año después de recibir el resultado negativo y, de no ser éste
un resultado satisfactorio, procederá una contratación temporal adicional asociada a una
reducción de categoría o nivel y, a la cancelación del contrato, en el caso de obtener un tercer
resultado negativo. En el escenario que imaginamos un profesor que ha obtenido cuatro
evaluaciones positivas a lo largo de 20 años sería candidato a un contrato de definitividad.
La periodicidad quinquenal de las revisiones integrales de la trayectoria del profesor tendrían un
efecto potenciador de la calidad de la producción académica y en el rigor en el desempeño de las
funciones, es decir: tendrían un carácter dinamizador de la superación continua del académico en
lo que se refiere a su habilitación y al desempeño de sus actividades.
La participación en la generación y distribución del conocimiento.
Durante el último siglo la generación del conocimiento ha sido una de las aportaciones centrales
de las universidades mexicanas. Esta tendencia es de tal magnitud que la fortaleza académica de
24
una institución se asocia frecuentemente a la participación de sus profesores en el Sistema
Nacional de Investigadores (SNI) lo que implica una producción académica sistemática y de
calidad, y una participación activa en la difusión de los resultados de la actividad científica y
humanística, a través de publicaciones en los espacios nacional e internacional.
Sin embargo, el papel de la universidad en la distribución del conocimiento ha sido limitado. Las
universidades han participado poco en la transferencia de resultados de investigación producidos
por ellas o por otras instancias, de hecho, su participación en la socialización y apropiación del
conocimiento por los grandes sectores de la sociedad necesitados de opciones para mejorar sus
condiciones materiales y culturales de vida también ha sido escasa. La expansión de espacios
para la generación del conocimiento ajenos a las universidades tiende a disminuir su relevancia
en este proceso, pero en un momento como el actual y el que se prevé para las siguientes décadas,
en el cual la universidad puede participar con intensidad en la distribución y gestión del
conocimiento, constituye una oportunidad para conservar su papel de vanguardia dentro de la
sociedad (García González, 2007).
Según Van Ginkel la universidad del futuro debe desarrollar menos su propia investigación en
provecho de la gestión y difusión. En otras palabras, se aproximaría a los modelos de Gestión e
Innovación Tecnológica, mediante la creación de unidades interfaces u oficinas de transferencia
de resultados de investigación. Su papel sería ofrecer servicios de información científica,
humanística y tecnológica, buscando una inserción efectiva, a partir del desarrollo de sus
funciones, en su entorno social, productivo y de servicios. Ello implicará transformaciones en el
esquema de organización de la actividad científica, donde la producción de información, que hoy
constituye un elemento de carácter complementario, pasaría a ser uno principal.
25
Será un imperativo de la investigación universitaria del nuevo siglo, el mostrar una comunidad
científica integrada a las más importantes redes del conocimiento universal, para conformar
comunidades de creatividad distribuida y participar de la gnoseodinámica y la hipervinculación7.
La excelencia científica se medirá por la direccionalidad nacional o internacional del flujo de
conocimientos en una determinada temática de investigación.
Las intersecciones de los planos descritos para los modelos propuestos se resumen en la siguiente
tabla:
ESCENARIOS VARIABLES
Universidad actual Universidad renovada
Universidad innovadora
Universidad virtual
Definitividad ++++ ++ ++ -
Intensidad en el uso de las TIC´s
+-
++ +++ ++++
Participación en la generación del conocimiento
++++ ++++ +++ +
Participación en la aplicación y gestión del conocimiento
+ ++ ++++ ++
Carácter académico de la evaluación
++++ ++++ ++++ ++++
Fuente: Elaboración de los autores
En el siguiente apartado se describen las características de cada uno de los modelos y el tipo de
carreras académicas que serían los óptimos para su operación.
7 Entendemos por gnoseodinámica la necesidad de atender a los cambios en las formas y modos de producción, así como a las variaciones que se producen en los medios de difusión de conocimiento y su incorporación oportuna y sistemática en los procesos de enseñanza-aprendizaje y en su relación con los distintos actores sociales. Por creatividad distribuida nos referimos a la incorporación de múltiples visiones sobre un mismo objeto de estudio, cuyo análisis requiere de la participación de un grupo de trabajo multidisciplinario que revise de una línea de investigación, tanto antecedentes como comportamientos en el presente y los incorpore a una perspectiva de futuro. La hipervinculación recupera la propuesta de Raschke (2003) de la hiperuniversidad reflejada en la no localidad de una institución y la creación de redes que conduzcan a la reespacialización del aprendizaje.
26
Modelo probable: la universidad renovada
Este modelo presenta varios rasgos en común con las universidades públicas que tienen un alto
nivel de solidez y prestigio en nuestro país. Su misión será formar profesionales, investigadores,
expertos y técnicos, así como desarrollar investigación para contribuir a que el país cuente con las
capacidades científicas y tecnológicas suficientes para competir en una economía mundial
globalizada. Además, creará los cuadros profesionales y técnicos que la renovación de las
estructuras de producción y de servicios requieran; participará en el debate sobre temas cruciales
para definir las opciones de política económica, de modelos de desarrollo social, de gobierno y
participación ciudadana, entre otros y responderá a las necesidades de actualización de los
profesionales en activo mediante programas de formación continua para sus egresados.
Entre sus valores destacará una legítima vocación en favor del descubrimiento, creación y
comunicación de conocimientos sobre la materia, la naturaleza, la sociedad y el ser humano, así
como el rigor, originalidad e inteligibilidad organizada y sistemática de la producción de
conocimiento. Tendrá a su cargo las funciones universitarias tradicionales (docencia,
investigación, difusión de la cultura y gestión universitaria).
Su operación se sustentará en una planta académica con un nivel progresivamente mayor de
habilitación. La simulación y el comportamiento tribal que comprometieron su sobrevivencia se
eliminarán gracias a la progresiva desaparición de los contratos de por vida inherentes a la
definitividad — valor supremo en las últimas tres décadas del siglo XX —. Los periodos de
prueba y la revisión académica periódica constituirán mecanismos para asegurar la productividad
27
y la calidad en el desempeño de los académicos. El reconocimiento de las necesidades de una
formación pedagógica y didáctica para el ejercicio de la docencia permitirá la implantación de
innovaciones en el proceso de enseñanza-aprendizaje. En el perfil del profesorado predominará la
figura de profesor investigador de tiempo completo (PTC) que se complementará con profesores
de tiempo parcial con una amplia experiencia profesional.
La tendencia a la formación especializada persistirá. Sus planes y programas de estudio serán
gradualmente más flexibles. A partir del perfil del egresado se definirán, en primer lugar los
contenidos y posteriormente las habilidades y destrezas que adquirirá el egresado, como ocurre
en la universidad actual. El énfasis en los contenidos disminuirá progresivamente, lo que se
traducirá en una formación que propicie una aproximación creciente a las prácticas emergentes y
a las exigencias del campo laboral.
Será una institución con espacios para la formación de estudiantes de pregrado y posgrado con
laboratorios, talleres y áreas de experimentación que paulatinamente incorporarán la TIC´s para
mejorar su eficiencia y calidad.
Aunque inicialmente mostrará una incipiente participación en redes, avanzará de manera
sostenida en su maduración, a partir de los contactos individuales de sus académicos y de los
productos de su trabajo.
La carrera académica en la organización probable
En este modelo la carrera académica se concebirá como un proceso integral de consolidación de
las habilidades para el desarrollo de las funciones universitarias, acompañado de una estructura
28
de reconocimientos académicos y económicos que propiciarán la permanencia y la productividad
de los profesores a lo largo de varias décadas.
Por ello y por la necesidad de avanzar en la flexibilización de las actividades universitarias,
particularmente de la docencia, la edad para el ingreso será preferentemente de 30 años, pues
posibilita la realización de una carrera académica de largo aliento. Lo anterior, implicará
establecer una edad límite para el ingreso cuando menos hasta lograr el recambio del 50 o 60% de
la actual planta académica.
El inicio de la carrera académica supondrá una evaluación curricular para su ingreso a un puesto
temporal durante tres a cinco años (fase de prueba) con renovación anual mediante evaluación
colegiada de su desempeño, en el que las publicaciones arbitradas y los resultados en docencia
serán los principales criterios de valoración. Durante esta fase, los aspirantes deberán mostrar su
disposición a involucrarse sistemáticamente en programas de formación docente y en algunos de
los grupos de investigación preexistentes, así como contribuir a la realización de las distintas
funciones universitarias.
La conclusión de la formación pedagógica y la evidencia de su capacidad para la concreción de
propuestas viables para nuevos proyectos de investigación le permitirían acceder al concurso de
oposición. Los PTC no serán candidatos al concurso de oposición, sino hasta obtener una
formación pedagógica que les permita desempeñar adecuadamente el rol de profesor. Para lograr
el primer contrato de estabilidad requerirá la presentación de un proyecto de investigación para
desarrollarse en los siguientes años, destacando nexos con las líneas, redes y grupos de
investigación. Una vez obtenido un contrato de estabilidad por cinco años iniciará la etapa de
29
maduración, asumiendo la responsabilidad de proyectos y grupos de investigación y participando
en la formación de recursos humanos al nivel de posgrado.
El tránsito entre la etapa de maduración y consolidación será evidente a través de una producción
académica de calidad, participación en redes nacionales e internacionales, asesoría a proyectos de
otros grupos, realización de investigaciones patrocinadas, en el momento de mayor consolidación
de la reproducción de su grupo de investigación. Durante este período, que pudiese durar de 10 a
15 años, se someterá a evaluación de promoción quinquenalmente, proceso en el cual demostrará
la realización de actividades de superación (estancias en otras instituciones o investigación),
contar con publicaciones arbitradas y continuar evidenciando resultados positivos en docencia.
En cada evaluación presentará el proyecto de investigación a desarrollar en los siguientes años.
El modelo no requiere la participación permanente de muchos académicos. Una sola
dictaminadora realiza la determinación de categoría y nivel de todas las áreas del conocimiento.
El sistema favorece el recambio del personal académico y las opciones de flexibilización al
impedir la permanencia de profesores improductivos y permite la retención de académicos de
calidad. También, se basa en la evaluación periódica del desempeño y la producción académica.
El otorgamiento de la definitividad es selectivo y a largo plazo. Los períodos entre promociones
sucesivas podrían desalentar la permanencia de académicos altamente productivos. La
contratación temporal y la evaluación negativa en algún momento de la carrera académica
permitirá el recambio de profesores y la retención de los mejores académicos.
Los criterios de ingreso y promoción son públicos, aunque su aplicación tiene un alto grado de
subjetividad, dado que los procesos de dictaminación se llevan a cabo por comisiones
30
académicas departamentales, problema que puede abatirse con la participación de árbitros
externos.
La siguiente figura sintetiza las características de la carrera académica en la organización
probable.
GA
5 años
5 años
10 años
Fase de prueba Fase de maduración Fase de consolidación Fase de declinación
EC
ER
ER
CO
R E
CD
3 a 5 años 10 años 10 a 15 años años
Integración del nuevo
académico a los grupos
preexistentes formación
pedagógica.
Desempeño, producción académica y planeación a 5 años
ORGANIZACIÓN PROBABLE Evaluación por pares académicos del área
Responsabilidad de proyectos y
grupos de investigación.
Dirección de tesis de posgrado
Alta producción académica, participación en redes
nacionales e internacionales, asesoría a proyectos de otros grupos,
investigaciones patrocinadas
Elaboración de libros de texto,
antologías, tutorías,
proyectos de vinculación,
asesorías
5 años
5 años
ED
ED
Desempeño y producción académica
Edad
EC = Evaluación curricular. ER = Evaluación de revisión. CO = Concurso de oposición. RE = Renovación del contrato de estabilidad. CD = Concurso para obtener la definitividad. ED = Evaluación del desempeño y
ratificación de la definitividad
Modelo posible: la universidad virtual
31
Se define como una organización para el aprendizaje sin límite de edades y condición, sin límite
de tiempo y espacio, y con una base tecnológica y logística importante utilizada para propiciar
aprendizajes significativos. Su misión será satisfacer necesidades particulares vinculadas con el
“saber hacer” o con la adquisición de competencias8. Promueve la indagación autodirigida, la
selección de opciones curriculares y la construcción del conocimiento a través de programas
interactivos. A reserva de que los modelos por competencias demandan una discusión rigurosa y
responsable por parte de las universidades, particularmente de las públicas, sobre todo porque
constituyen directrices del sector productivo cuyo seguimiento vulnera los principios y las
funciones de las instituciones de educación superior, es importante mencionar que constituyen
un lenguaje con el cual se establece una comunicación precisa entre la universidad y el sector
empresarial.
Será una institución con un conjunto propio de valores que alienta el uso de las tecnologías en
cualquier actividad individual o colectiva y considera a las TICs como uno de los factores
determinantes de la productividad (Rodríguez de la Heras, 2004), además de que enfatiza la
innovación, la productividad y la comunicación, como exponentes del desarrollo.
Formar parte de la universidad virtual exige ser experto, lo mismo en las disciplinas que en la
pedagogía; de igual manera en el desarrollo de material didáctico para ser usado en la red que en
8 La universidad posible entiende por competencia la aptitud de una persona para desempeñar una misma función en diferentes contextos y con base en los resultados esperados. Una competencia laboral, es por consiguiente, la capacidad productiva de un individuo que se define y mide en términos de desempeño en un determinado contexto laboral y refleja los conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes necesarias para la realización de un trabajo efectivo y de calidad. por último, una competencia profesional es el conjunto de habilidades, conocimientos y procesos desarrollados dentro de un espacio y tiempo de formación necesarios para desempeñar una determinada ocupación dentro de una profesión.
32
la administración de programas en línea9. Los académicos jóvenes recién egresados del
doctorado no son candidatos para ingresar a este modelo universitario. Quienes hayan transitado
por una carrera académica regular en una institución universitaria de corte tradicional serán los
mejores candidatos para enriquecer el entorno de aprendizaje de la educación virtual por su
experiencia en la docencia e investigación. Los desarrolladores de software, jóvenes socializados
desde su infancia con el uso de TIC´s tendrán mejores alternativas para el diseño creativo y para
el rediseño estimulado por los desarrollos tecnológicos, pues su flexibilidad será más importante
que su experiencia. Los nuevos actores trabajarán juntos en igualdad de condiciones, sin
jerarquías sustentadas en el prestigio académico o en la edad.
Los académicos abandonarán el centro del proceso formativo para coexistir con un nuevo tipo de
pares con formaciones diversas, pero con experiencia y relevancia similares (especialistas en
pedagogía, diseñadores de software y administradores de la red). Los equipos colaborativos
integrados por individuos de formaciones diversas trabajarán en grandes proyectos
multirrelacionados de duración finita. La creatividad no es un fenómeno individual sino
distribuido.
Los contenidos y su aprendizaje son accesibles a cualquiera, dondequiera y en cualquier tiempo,
porque no hay planes y programas de estudio; cada estudiante genera su propia trayectoria a
través de un proceso de indagación activa, exploración e interacción.
Será una institución dedicada en su mayoría a la formación de saberes profesionalizantes, dado el
uso intensivo de las TIC’s. La formación en este modelo de universidad es generalista, se
9En el futuro en lugar de tener puestos de trabajo a tiempo completo para el profesorado es posible que se especialicen en uno de los siguientes: una combinación de expertos en contenido, expertos en diseño de procesos de aprendizaje, gestor de la operación del proceso, asesor experto en el aprendizaje y competencias (Massy, 2003).
33
orientará a la adquisición de competencias de base mercantil (marketable Skills) y competencias
profesionales básicas y genéricas en algunas áreas del conocimiento, tales como administración,
mercadotecnia, diseño, comunicación y computación.
Será una modalidad de formación que permite la convergencia de dos dimensiones. Una
sustentada en el autoaprendizaje (conforme el sujeto avanza en el dominio de las herramientas
tecnológicas, incrementa su capacidad de autoaprendizaje). La otra, proporcionada por los
programas diseñados para el desarrollo de competencias técnico-profesionales que se basa más en
la enseñanza que en el aprendizaje, más en la lógica de las tecnologías que en la pedagogía,
apoyada más en los modelos neoconductistas del aprendizaje que en los sociocognitivos. Se
presentará como una modalidad de formación flexible, ubicua, eficaz, de bajo costo para los
promotores, dotada de sutiles mecanismos de control sobre los aprendices, quienes deben asumir
toda la responsabilidad en el proceso ante la ausencia de institución que les arrope. Este tipo de
instituciones otorgará esencialmente diplomas y certificados de competencias, y aquéllas
consolidadas otorgan títulos y grados académicos.
En lugar de un campus universitario con aulas laboratorios, talleres, auditorios y áreas deportivas
se ubicará en un espacio virtual sin límites espaciotemporales que establece nuevas formas de
articulación entre lo local y lo global, entre el individuo y la colectividad, entre el aprendiz y el
saber (San Martín Alonso, 2004), integrada por redes que permitirán la interconexión total entre
actores universitarios en los niveles, local, regional e internacional.
34
La carrera académica en la organización posible
La carrera académica en este modelo institucional tiene un perfil totalmente distinto a los otros10..
Se inicia cuando el académico es un experto reconocido en su campo, por que la planta
académica podría estar conformada por expertos de edad media en áreas disciplinares. El resto de
los equipos colaborativos se ubicará entre los 25 y 35 años para garantizar la flexibilidad
permanente en la planeación, organización y operación de los programas virtuales.
Para su ingreso el académico se someterá a una evaluación curricular y obtendrá contratos por
obra determinada (proyectos de educación en línea). La experiencia de haber transitado por las
etapas de iniciación, maduración y consolidación en instituciones tradicionales o de haber
desempeñado cargos en instituciones u organizaciones de impacto educativo y social a nivel
mundial, constituirá una ventaja selectiva para el ingreso.
En la etapa de iniciación se integrará, después de un periodo de capacitación (fase de prueba), a
un equipo colaborativo que tendrá a su cargo programas definidos. Deberá evidenciar su
disposición a recibir una intensa formación pedagógica y a colaborar con los grupos de
creatividad distribuida preexistentes. Durante esta fase participará en discusiones asíncronas
jugando alternativamente roles de participante y facilitador, examinará materiales de los alumnos
10 Este modelo está sustentado en equipos colaborativos, similar a un modelo atómico en donde el centro y los elementos que lo rodean participan de manera conjunta en el diseño, operación y modos de conducción de los aprendizajes. En este trabajo nos referiremos sólo a la carrera de los académicos responsables de los contenidos, la coordinación de grupos operativos en línea, la facilitación y retroalimentación del aprendizaje en línea, la evaluación de aprendizajes de los participantes en programas virtuales y la investigación en escenarios artificiales.
35
para realizar observaciones apropiadas y realimentarlos, etc. El desempeño y los resultados del
trabajo del personal académico se evaluarán al concluir los proyectos; en función de su duración.
En la etapa de maduración el académico asumirá la responsabilidad de proyectos de educación
virtual de envergadura creciente. En esta etapa se evaluará su desempeño y resultados en los
programas a su cargo y podrá obtener contratos por tiempo determinado cada tres años.
En la fase de consolidación el académico será responsable de la dirección de programas de
educación virtual. También podrá dirigir, dada la experiencia derivada de la operación de los
programas, proyectos de investigación educativa para lograr un nivel equiparable o superior a la
enseñanza presencial o tradicional (Fresán, 2007).
La oferta de oportunidades de colaboración en programas de este tipo hace previsible que muchos
académicos tengan una alta movilidad institucional hasta etapas tardías de su vida intelectual, por
lo cual la definitividad no constituye un incentivo para permanecer en una institución, y es
probable que no se encuentren académicos en fase de declinación vinculados a una universidad
virtual.
La siguiente figura esquematiza las características de la carrera académica en la organización
posible:
36
3 años
Fase de prueba Fase de maduración
Fase de consolidación
EC
ER
ER
ER
C O
ED
Contrato por proyecto
Incorporación a proyectos de
educación virtual
3 años 3 a 10 años años
3 años
3 años
ED
Contrato por proyecto
Responsabilidad de proyectos de
educación virtual
Contrato por tiempo determinado Estabilidad
Dirección de programas de educación virtual
3 años
Expertos de edad media en áreas disciplinares y
en pedagogía Desempeño, producción académica y planeación a 3 años
ORGANIZACIÓN POSIBLE Evaluación por pares académicos del área
EC = Evaluación curricular. ER = Evaluación de revisión. CO = Concurso de oposición. RE = Renovación del contrato de estabilidad. ED = Evaluación del desempeño y ratificación de la contratación por tiempo
determinado
Este modelo tiene un alto potencial de internacionalización pues favorece el uso de un lenguaje
común entre naciones. Además, es útil para promover la colaboración interinstitucional e
internacional. Sin embargo, requiere un seguimiento de resultados sistemático y una estrategia
de integración de perspectivas multidisciplinarias para el trabajo con problemas complejos.
Es ideal para incrementar la cobertura en forma exponencial y resolver las dificultades de acceso
a la universidad para estudiantes geográficamente aislados. Aunque paradójicamente excluye a
los sectores menos favorecidos de la sociedad que se caracterizan por su analfabetismo
tecnológico, abate costos y tiempos de traslado para los alumnos y profesores y favorece la
37
combinación de las actividades formativas y el trabajo, ya que los alumnos podrán continuar los
estudios mientras se desempeñan en el mercado laboral.
La necesidad de expertos que se mantengan actualizados asegura la formación y superación
pedagógica constante del personal académico. El sistema de evaluación reconoce la diversidad
de las trayectorias académicas y ofrece oportunidades de desarrollo a los académicos con una
trayectoria que les han alcanzado el nivel de experto.
Los criterios de ingreso y promoción del personal académico dependen del mercado, pues
trabaja sobre prácticas disciplinares emergentes. En este modelo no hay una carrera académica
como tal, ni estabilidad más que por períodos relativamente cortos (tres años). El sistema
favorece el recambio del personal académico por lo cual no propicia el compromiso de largo
plazo. Sin embargo, la posibilidad de optar por mejores oportunidades a lo largo del tiempo hace
de la estabilidad una alternativa poco atractiva para el personal académico.
Un aspecto preocupante en el ámbito de la educación virtual es que el énfasis en la innovación
tecnológica desplaza al compromiso de la universidad con la pertinencia y servicio a la
sociedad. El predominio de este modelo, que seguramente coexistirá con otros, privaría a la
sociedad de un centro referencia, reflexión y apoyo a las necesidades y demandas de sectores
desfavorecidos que la han caracterizado como institución trascendente.
Modelo deseable: la universidad innovadora
38
Será una organización socialmente activa, abierta e interconectada con su entorno y en la cual se
forman individuos portadores de una cultura de aprendizaje continuo, capaces de actuar en
ambientes intensivos en información, mediante un uso racional de las TIC´s. Con una estructura
dinámica capaz de aprender y de adaptarse a los cambios a través de procesos cada vez más
revalorizados, como son el liderazgo efectivo, la cultura colaborativa, el clima abierto y la toma
descentralizada de decisiones, mediante la activación de las redes internas de comunicación
(Terrén, 2004). Estas universidades combinarán la educación presencial con todas sus ventajas
(socialización, experimentación, exposición directa a la cultura institucional) con programas no
presenciales que favorecen la revisión, ampliación y profundización del aprendizaje y que
facilitan además la adquisición de herramientas necesarias para el ejercicio profesional (idiomas,
manejo de bases de datos, bancos de información y software especializado).
Su misión será crear los cuadros profesionales y técnicos que requiere la renovación de las
estructuras de producción y de servicios del país; por ello, una de sus tareas sustantivas es formar
profesionales e investigadores; además realizará las funciones de docencia, investigación,
difusión de la cultura y gestión universitaria. No obstante, a diferencia de la universidad
tradicional, tiene un papel relevante en la gestión y dirección de los flujos de conocimientos en su
entorno; desarrollará la gestión tecnológica de las investigaciones realizadas por la propia
institución o por otros centros científicos con los cuales mantendrá vigorosos procesos de
vinculación que orientarán sus transformaciones internas y la interacción de sus productos con los
sectores sociales y productivos.11
11 La universidad es parte activa del Sistema Nacional de Innovación, caracterizado por la calidad de los investigadores en campos científicos de excelencia para contribuir a solucionar problemas específicos de salud, ambiente, alimentación, en la incorporación de tecnología y el éxito innovativo y comercial de algunas empresas, así
39
Dado que a partir de la segunda década del siglo XXI la excelencia científica se medirá por la
direccionalidad nacional e internacional del flujo de conocimientos que se observe en una
determinada temática de investigación en red, la universidad deberá formar parte de una
comunidad científica integrada a las más importantes redes del conocimiento universal y contará
con unidades u oficinas de transferencia de los resultados de investigación, así como con espacios
para la formación de estudiantes que enfaticen la generación, distribución y gestión del
conocimiento con base en laboratorios, talleres y áreas experimentales con equipamiento de
vanguardia, que soporten el trabajo multi e interdisciplinario.
Conservará el carácter crítico del acontecer social de las universidades públicas del siglo XX. En
sus espacios se estimulará sistemáticamente el debate sobre la agenda nacional e internacional y
la definición de opciones de política económica, de modelos de desarrollo social y de gobierno y
se propiciará la participación ciudadana. A los valores de la universidad tradicional se añade la
vocación por la innovación (flexibilidad, aprendizaje continuo, movilidad y uso intensivo de las
TIC´s).
El perfil del profesorado será diferente al de la universidad actual. Se conformará por una
proporción equilibrada de PTC y de técnicos académicos (particularmente del área de Diseño de
Sistemas y de Software) que se complementará con especialistas en pedagogía y profesores de
tiempo parcial. Los PTC estarán altamente habilitados (doctorado y posdoctorado) y se someterán
a periodos de actualización planeados. Se demandará de ellos un dominio amplio de los recursos
como en la emergencia de clusters regionales, es decir, se potencia la acumulación de capacidades de ciencia y tecnología (Lundvall, 1994).
40
electrónicos para el proceso de enseñanza aprendizaje presencial y no presencial. Los técnicos
académicos, que adquirirán una relevancia similar a la de los PTC en este modelo, serán
especialistas (al menos con nivel de maestría); en áreas relacionadas con la producción de
software y materiales educativos en línea. Los profesores de tiempo parcial (PTP) requerirán una
sólida formación disciplinaria y una amplia experiencia profesional. A los PTP se les exigirá un
aceptable manejo de las herramientas básicas para la comunicación electrónica.
El perfil de la formación en este modelo de universidad será esencialmente generalista, orientado
al desarrollo de competencias básicas y genéricas seguidas de un proceso de especialización en
áreas profesionales. La combinación de los sistemas presencial y a distancia se traducirá en el
logro de nuevas competencias para el ejercicio profesional, la capacidad para la resolución de
problemas y para la integración a colectivos locales y regionales, por lo que la cobertura en este
modelo de institución trasciende el espacio local.
En este escenario las instituciones operarán modelos educativos flexibles orientados a las nuevas
necesidades que plantea el desarrollo económico del país, a la solución de problemas mediante el
juicio crítico y a la exploración y el uso de perspectivas interdisciplinarias. Son instituciones a las
que el estudiante acudirá durante su formación universitaria y regresa en varios momentos de su
vida productiva para actualizarse, enriquecer y diversificar su empleabilidad. Otorga títulos de
licenciatura y grados académicos (especialización, maestría, doctorado y posdoctorado).
La carrera académica en la organización deseable
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La carrera académica de los profesores investigadores será igual a la de sus pares en la
organización probable, por lo cual en este apartado se aborda el carácter distintivo de este
modelo, que es la centralidad de la figura del técnico académico como elemento estratégico para
el diseño, la planeación y la organización de la educación no presencial que complementará a la
educación presencial.
La evaluación para el ingreso de los técnicos académicos implicaría una revisión curricular de su
formación académica y evidencia del dominio de las TIC´s. Será deseable que, al momento del
ingreso estos técnicos académicos fueran aún más jóvenes que los aspirantes al puesto de
profesor investigador. De esta manera, se garantiza una mayor flexibilidad en la incorporación de
las TIC´s a los procesos de enseñanza aprendizaje.
Su carrera académica iniciará en forma parecida al modelo de universidad probable, pero con un
fuerte énfasis hacia la educación en línea (implica criterios y procedimientos de reconocimiento
adecuados al modelo). Entre sus funciones se encontrarán la impartición de docencia utilizando
enfoques centrados en el aprendizaje de los alumnos, la evaluación de los aprendizajes de los
participantes en programas virtuales, el diseño de planes y programas de estudio a distancia, la
tutoría y la realimentación por medios electrónicos, la producción de materiales para la educación
a distancia y la coordinación de grupos operativos en línea.
Durante la fase de iniciación los técnicos académicos se insertarán como colaboradores a los
equipos de creatividad distribuida preexistentes en el diseño de programas interactivos
multimedia. Participarán activamente en el diseño e instalación de espacios virtuales,
producciones de televisión, programas de videoconferencias (punto a punto y multipunto),
portales electrónicos (web) y administración de cursos en línea. Esta fase, que durará al menos
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tres años y en la que los sujetos se someterán a una evaluación anual, recibirán una intensa
formación en el ámbito de diseño de software educativo.
La conclusión de la fase formativa para el dominio de las TIC´s, el diseño, preparación y
operación de programas en línea, así como la obtención de resultados satisfactorios en la
docencia a través de programas virtuales constituirán el requisito para acceder al concurso de
oposición. Éste permitirá al técnico académico obtener un contrato de estabilidad por cinco años
durante los cuales se ubicaría en la fase de maduración. La incorporación a equipos colaborativos
permitiría el diseño y coordinación de la operación de programas en línea. Otro requisito para la
evaluación académica del aspirante en el concurso de oposición será la presentación de un
proyecto de formación en línea para desarrollarse en los siguientes años (conferencias y eventos
virtuales en vivo o bajo demanda, implementación de modelos e-learning, bibliotecas digitales),
destacando nexos con el equipo de trabajo al que pertenece y al equipo de creatividad distribuida
con el que colabora.
Cuando el técnico académico evidencie la capacidad para la dirección de grupos de investigación
cuyos resultados puedan ser llevados a soportes electrónicos (García, 2007) para su difusión y
comercialización en el mercado del conocimiento, se considerará que se encuentra en la etapa de
consolidación de su carrera académica. A partir de que apruebe el concurso de oposición contará
con un contrato de estabilidad por cinco años, mismo que para renovarse por un periodo similar,
requiere de una nueva evaluación académica en la cual deberá demostrar su participación en
actividades de superación y presentar un proyecto de formación en línea para desarrollarse en los
siguientes años.
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La trayectoria y proyección de las actividades de los técnicos académicos, les permitirá acceder
como expertos a mejores oportunidades de desarrollo personal y profesional en otros modelos
universitarios, tal como la universidad virtual. Por lo tanto, para este tipo de personal académico
la definitividad no constituye un atractivo para vinculase a una institución educativa. La siguiente
figura sintetiza la carrera académica de los técnicos académicos que comparten la organización
de la universidad con los profesores investigadores.
GA
5 años
5 años
10 años
Fase de prueba Fase de maduración Fase de consolidación Fase de declinación
EC
ER
ER
CO
RE
CD
3 a 5 años 10 años 10 a 15 años años
Colaboración con grupos de creatividad distribuida. Diseño e
instalación de espacios virtuales, programas multimedia, portales electrónicos (web) videoconferencias
formación en el diseño de software
educativo.
Desempeño, producción académica y planeación a 5 años
Diseño, y coordinación de la operación de programas en línea
Asesoría en implementación de modelos e-learning. Bibliotecas digitales dirección de tesis de
posgrado
Dirección de grupos de investigación cuyos
resultados puedan ser llevados a soportes electrónicos para su
difusión y comercialización en el mercado del
conocimiento
Elaboración de libros de texto,
antologías, tutorías,
proyectos de vinculación,
asesorías
5 años
5 años
ED
ED
Edad
Dominio apreciable de los de las Tic´s
ORGANIZACIÓN DESEABLE Carrera de Técnicos académicos
EC = Evaluación curricular. ER = Evaluación de revisión. CO = Concurso de oposición. RE = Renovación del contrato de estabilidad. CD = Concurso para obtener la definitividad. ED = Evaluación del desempeño y
ratificación de la definitividad
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Este modelo de universidad que combina la educación presencial y no presencial imprime una
mayor versatilidad y dinamismo a las instituciones educativas, ya que las diferencias en el ritmo
de avance de una y otra vertiente son distintas y el acelerado cambio tecnológico de las TIC´s
impulsará vigorosamente el avance de los programas presenciales. Los estudiantes obtendrán
una formación más acorde con las demandas actuales y futuras del entorno y las competencias
necesarias para ajustarse a las nuevas exigencias del entorno laboral y social.
La universidad, por un lado seguirá teniendo el papel central en la vida de la sociedad como
espacio de reflexión, análisis y desarrollo de soluciones a los problemas más relevantes, y por
otro dotará a los ámbitos locales y regionales de instancias idóneas para la gestión y
transferencia de la innovación del conocimiento favoreciendo la apropiación de los resultados de
la actividad científica por los sectores social y productivo.
Obviamente, este modelo implica un cambio en la posición central del académico que deberá
compartir con los técnicos académicos las posiciones jerárquicas en la vida institucional. Una
situación que podría debilitar periódicamente este modelo es la coexistencia de un segmento de
la planta académica (los PTC) con tendencia a permanecer durante muchos años como personal
universitario, con otro sector (los TA) con una alta tasa de recambio dada la demanda de este
tipo de personal por otros modelos universitarios.
A MANERA DE CONCLUSIÓN
La institucionalización de la profesión académica ha favorecido la conformación de la carrera
académica en las instituciones de educación superior. Esta carrera, ligada a un esquema
escalafonario ha sido un eje estructurador de las instituciones, dotándolas de una fisonomía
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particular que, en un primer momento, se constituyó como un elemento básico de la certidumbre
laboral, pero en las dos últimas décadas ha esclerosado el desarrollo de las funciones
universitarias.
Cualquier intento de modificación la carrera académica tropieza con la resistencia inherente a
una organización rigidizada, por las relaciones de poder generadas en todas sus instancias de
decisión, es decir, el ingreso, promoción y permanencia del personal académico. Renovar la
planta académica en una organización caracterizada por la casi nula diversidad entre categorías
y niveles, así como por la definitividad en la relación laboral, es casi imposible porque ambas
han favorecido como resultante el estancamiento y confort de la planta académica,
desvalorizando las ventajas que estas figuras representaban para la consolidación de las
universidades y su capacidad de adaptación permanente.
Por otro lado, la planta actual de la UAM está envejecida con un promedio de edad arriba de 56
años; se aproxima un periodo natural de recambio que hace viable una transformación de la
carrera académica como opción para la evolución de la universidad. Los modelos que se
proponen se sustentan en esta circunstancia.
En los escenarios propuestos la definitividad como elemento estructurante se modifica gracias a
la oportunidad que ofrece el recambio generacional. Los modelos pueden coexistir con base en
distintas historias institucionales y aportan nuevos elementos para caracterizar la actividad
académica: la creatividad distribuida, la gnoseodinámica, la hipervinculación, y la gestión de la
producción del conocimiento y permanece la necesidad de una alta habilitación por parte de los
académicos para su ingreso.
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En todos los modelos se plantea la conveniencia de revisar la edad del ingreso, con el fin de
favorecer la incorporación de visiones diferentes que aportan los jóvenes investigadores formados
en contextos caracterizados por las transformación tecnológicas, políticas y sociales. Los tres
modelos implican el aplazamiento en la obtención de la definitividad hasta que el académico
logre un nivel de madurez reconocido por sus pares. Plantean también períodos de prueba con
renovaciones anuales sustentadas en procesos de evaluación, antes de acceder a contratos de
estabilidad, los cuales implican a su vez, evaluaciones quinquenales. En todas las evaluaciones se
considera la producción académica y la superación sistemática del personal académico en
aspectos científicos técnicos y pedagógicos, dominio progresivo en el manejo de las TIC´s y la
planeación de la siguiente etapa de la vida académica.
Los periodos de prueba y la revisión académica periódica constituyen mecanismos para asegurar
la flexibilidad institucional y la calidad en el desempeño de los académicos. El reconocimiento de
las necesidades de una formación pedagógica y didáctica para el ejercicio de la docencia
redimensiona la posibilidad de innovaciones en el proceso de enseñanza aprendizaje.
En los tres modelos las evaluaciones serán llevadas a cabo por una comisión académica
conocedora de las pautas de producción académica propias del área a la que pertenece el profesor
para asegurar un juicio eminentemente académico. Ello implica que los resultados de las distintas
evaluaciones (evaluación para el ingreso, evaluación para la renovación de contrato, concurso de
oposición y evaluación de revisión) son ponderados en cada nueva evaluación. La incorporación
a la institución implica la integración de nuevos académicos que favorezcan de manera periódica
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y sistemática las posibilidades de recrear el trabajo académico hacia áreas emergentes y
reconstituir la planta académica con flexibilidad y visión de futuro en los grupos preexistentes.
En particular, el modelo posible manifiesta la preocupación por las características que favorecen
la individualización de la relación entre los actores que propician, junto con la adhesión al
mercado, el aislamiento de este tipo de institución de las necesidades y demandas de otros actores
sociales. Para el caso del modelo deseable se destaca la pérdida de la centralidad del profesor
investigador para compartir este espacio con la figura del técnico académico que resulta
estratégica para su operación y se apuesta al potencial de la combinatoria entre los programas
presenciales y no presenciales para dinamizar la vida institucional y superar la rigidez actual. Se
caracteriza como una nueva función de la universidad la gestión del conocimiento y las
tecnologías, procurando de esta manera ofrecer a la sociedad una instancia cuya carencia en el
pasado y en el presente constituye una limitante para el desarrollo científico y tecnológico del
país. Los dos modelos anteriores no rechazan la emergencia de modelos intermedios donde se
conjugan paulatinamente las características de uno y de otro.
Los escenarios propuestos implican múltiples transformaciones en diferentes niveles. De ellas, la
más compleja es la relativa a la desaparición de la definitividad como elemento de cohesión de la
institución universitaria. Sin embargo, pensar en el futuro implica cuestionar las certezas
aparentes que una vez cumplido su objetivo se transforman en obstáculos no sólo para el
desarrollo institucional, sino incluso para la sobrevivencia de la universidad.
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