realismo magico y negritud como construcciones ideologicas

Upload: diana-moro

Post on 12-Feb-2018

226 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 7/23/2019 Realismo Magico y Negritud Como Construcciones Ideologicas

    1/4

    REA LISMO M G ICO Y NGRITUDE COMO CONSTRUCCIONES IDEOLGICAS

    HORST ROGMANN

    El trm ino real ismo mgico es una et iqueta que se

    pone a muchos productos, desde las obras que dizque

    reflejan la mentalidad de indios y negros americanos hasta

    forma s de narra tiva fantstica. Se puede afirmar que el

    origen de este concepto con sus diversos contenidos se

    encuentra en declaraciones, comentarios y auto-interpre-

    taciones de Miguel ngel Asturias y Alejo Carpentier,

    referidas principalmente a media docena de obras:

    Leyen-

    das de Guatemala Hom bres de maz El Seor Presidente

    El reino de este mundo Los pasos perdidos.

    Si se tratara slo de opiniones personales que vierten

    estos y tal vez otros autores sobre su propia obra de crea-

    cin, poco habra que objetar. Aceptaramos que ellos

    mismos han intentado construir un mundo narrativo fic-

    t icio,

    con ciertos elementos realistas, que se caracteriza por

    sus ingredientes mgicos y maravillosos, o que lo mgico

    y lo maravilloso definen el mundo narrado en los libros

    respectivo s. Pero eviden temen te no es esto o no solamente

    esto lo que quieren decir los mencionados autores y sus

    apo logista s. Pues lo atractivo y peligroso del realismo

    mgico-maravilloso es su afn de presentar la realidad

    latinoamericana o aspectos fundamentales de ella como

    algo mgico y m aravilloso, es decir de no limitarse a reali-

    dades literarias sino de declarar que stas reflejan o repro-

    ducen una realidad caractersticamente americana.

    Resumiendo las conocidas explicaciones de Asturias y

    de Carpentie r habr que constatar: lo mgico y lo mara-

    villoso son fenmenos dignos de una valorizacin positiva;

    estn ligados estrecham ente a indios y negros, o sea: se

    trata de fenmenos raciales; la visin desde la cual son

    presentados es racista.

    El punto de referencia de la singularidad mgico-mara-

    villosa es Europa; o sea si la especialidad del mundo y la

    cultura americana se caracteriza por lo maravilloso indio

    y africano, esta caracterizacin es de una autenticidad

    prestada, porque se mide por la comparacin con mode-

    los europeosexiste slo porque existe la contrapartida

    europea .

    En cuanto al fondo racista del indigenismo de Asturias,

    es de especial inters considerar su obra juvenil, su tesis

    doctoral sobre El problema social del indio. All se repite

    varias veces que los indios pertenecen a una raza degene-

    rada; leemos que antes e la llegada de los espaoles, los

    indios eran semibrbaros y no civilizados y que ahora

    solam ente podran salvarse med iante el cruce con una raza

    vigorosa , ejemplos de a cual, aptos para la empresa rege -

    nera dora , se encon traran en Holanda, Blgica, Baviera, el

    Tirol. En el prlogo a la reedicin de este texto, del ao

    1971 , As turias no se distancia de sus opiniones de adoles-

    cente; lo nico que advierte crticamente es que su pro-

    puesta de inm igra ci n, como dice ahora, no da resultado

    algu no, porqu e la experiencia ha demostrad o que si se

    llevan inmigrantes, stos no slo no se mezclan con el

    indio , sino muy pronto se convierten en jefes, patrones,

    amos o capataces del infeliz nativo.

    1

    La primera aprecia-

    cin de Asturias respecto a los indios cambia en Pars,

    donde a partir de 1924 sigue cursos de historia pre-colom -

    bina en la Sorbona, al mism o tiempo que empieza a alternar

    con escritores de la vanguardia su rrealista. Sin embargo,

    sus primeros cuentos que ya se atienen al nuevo estilo

    l i terario europeo, no tratan de temas indgenas.

    2

    Las

    Leyendas de Guatemala

    son luego la exitosa combinacin

    de rasgos avanguardistas y de motivos nativos; el aplauso

    de una autoridad como Paul Valry bien puede haber sido

    la causa para continuar la lnea y fundamentarla terica-

    m en te con su realism o m gico . Este consiste principal-

    mente dentro de su creacin literaria en la utilizacin de

    elementos mticos como brujos, el nahualismo, el dios

    Tohil, en la mezcla de elementos realistas y onricos que

    pretendidamente es expresin del pensamiento indio, y en

    una concepcin mgica del Verbo y su vate, el poeta,

    igualmente derivada de una tradicin indgena.

    El realismo mgico surge como alternativa a una lite-

    ratura de imitacin de las corrientes de moda, sobre todo

    europeas. Y esto aunque sus dos mximos representantes,

    As turias y Carp entier, haban colaborado en la ms recien-

    te y localista de ellas, el surrealismo parisino de Bretn.

    La alternativa, sin embargo, no consisti en desechar los

    fundamentos surrealistas, sino en presentar una variante

    am erican a: se ma ntien e la exigencia de buscar lo maravi-

    l loso,

    pero no se lo quiere encontrar artificialmente con

    la ayuda de psicotcnicas como la escritura automtica,

    sueos provocados, etc., sino como hecho corriente,

    natural en el amb iente negro' o indio americano. Aba n-

    dona las posibilidades generales del hombre de dar con lo

    maravilloso, para localizarlo en dos etnias determinadas.

    Si bien es cier to qu e la amplificacin del concepto de reali-

    dad de tal mane ra que abarque esferas fantsticas y prod i-

    giosas es comprensible como reaccin contra el realismo

    de un Rmulo Gallegos o Eustasio Rivera y hasta contra

    lo maravilloso surrealista, no se puede aceptar sin ms la

    definicin de Carpentier de lo maravilloso que surg e de

    una inesperada alteracin de la realidad, de una revelacin

    privilegiada de la realidad, de una iluminacin inha bitual,

    e tc .

    3

    Ha y que preg unta r, por de pron to: Quin recibe,

    nota o es sorprendido por este maravilloso, por la virgi-

    nid ad de l paisaje, . . . por la presencia fustica del indio y

    del ne gr o y el caudal de mitologas americanas Seguro

    que ni el habitante de este paisaje, ni el indio, ni el negro,

    ni el creyen te en ritos m gicos, sino ms bien quien no est

    habitu ado a todo esto , el forneo. La expresin del mund o

    ame ricano desde la vertiente m aravillosa patentiza la exte-

    rioridad del que la emprende.

    4

    Significativamente el

    mi sm o Carp entier, en El recurso del m to do , se encarga

    6

  • 7/23/2019 Realismo Magico y Negritud Como Construcciones Ideologicas

    2/4

    de mermar el exclusivismo americano en cuanto a las

    supersticiones, en que lo real maravilloso encuentra su

    apoyo, cuando alude a las Vrgenes, madres de Dios, que

    de vez en cuando hacen su aparicin milagrosa tambin en

    Europa.

    La "ngritude" de Senghor es la versin africana occi-

    dental del "realismo m gic o." A pesar de diferencias en tre

    la "ngr i tude" y el " real ismo mgico,"

    5

    los dos movi-

    mientos coinciden en un gran nmero de aspectos: el

    momento histrico y el lugar de su aparicin, el carcter

    elitario (son estudiantes/escritores los que los promueven

    y n o prec isam ente de la clase popular) y el carcter literario

    (au nq ue con distin tas implicaciones polticas), la influencia

    gestora del surrealismo francs, la proveniencia extra-

    europea de sus portavoces que convergen en Francia, la

    reivindicacin de culturas pre-coloniales, la revalidacin

    de sociedades agrcolas pre-industriales; el nfasis puesto

    en creencias mgicas, en una cosmovisin no racionalista

    y en la compenetracin con la naturaleza; un racismo

    antirracista, la presentacin de un mundo diferente del

    europeo, e tc .

    6

    Al mismo tiempo une las dos concepciones su tendencia

    de huida, imaginaria y compensatoria, de la civilizacin

    moderna y de las grandes urbes, donde suelen residir sus

    defensores. Como tal no puede negarse el parecido con

    ciertos rasgos romnticos del siglo xix que surgieron junto

    con la primera revolucin industrial. En este contexto

    queda visible que el mgico realismo latinoamericano y la

    negritud francoafricana no son fenmenos aislados, sino

    forman parte de una serie de tendencias europeas de los

    primeros decenios del s iglo xx cuyo comn denominador

    es el rechazo del mundo moderno y la bsqueda de un

    refugio en un pasado mirificado, en la comunidad agrcola,

    el culto del terruo y de la sangre.

    7

    Las expresiones est-

    ticas de este irracionalism o son , entre otr as, las de la "gen e-

    racin del 98" espaola y el "Blut- und Boden-Mythos"

    del nazismo alemn, su expresin poltica extrema es el

    fascismo.

    8

    Un factor importante para el escritor contemporneo

    reside en la necesidad de tener que tratar temas siempre

    nuev os o proponer formas nuevas para un pblico urbano,

    cuyas esperanzas y frustraciones tiene que tomar en cuenta

    y hasta q ue justificar. En el caso del realismo mgico,

    jugar un papel considerable el chauvinismo de la nueva

    clase media americana, cuyo sentimiento de inferioridad

    frente a io que viene de Europa o Estados Unidos queda

    recompensado con la imagen de un mundo singular que

    cree que es el suyo, aunque en verdad desprecie al indio y

    negro pobre con quien sentimental y abstractamente se

    identifica.

    De otro lado trae prestigio, y reconforta, e aplauso de

    parte de lectores y crticos no latinoamericanos o no afri-

    canos, los que a su vez ven confirmadas sus opiniones

    preconcebidas acerca de regiones, que en su fuero ntimo

    les parecen exticas, y que ahora pueden disertar impu-

    nemente sobre estos prejuicios, cuya verdad queda testi-

    moniada por escritores "indgenas"; encima brinda un

    consuelo para sus propios miedos ante un mundo tecni-

    ficado y burocrtico el saber que hay pases donde todava

    reinan la vida natural, la magia y la maravilla.

    El frtil hallazgo de los escritores del realismo mgico

    consiste en haberse apoderado para fines literarios de la

    imaginacin popular: un pensamiento pre-lgico, pre-

    centfico, y su producto, los mitos. Lo mismo vale, tal

    vez en mayor grado, para los autores de la "ngritude."

    Pero habra que explicar de qu manera la imaginacin

    popular, que es de carcter

    colectivo

    se manifiesta como

    elemento fructfero en la obra potica de escritores forma-

    dos dentro del individualismo burg us occidental. La

    reproduccin inmediata de la imaginacin popular presu-

    pone una identidad

    vivida

    o como afirma con razn Alejo

    Carpentier, el milagro necesita de la fe. Sin embargo,

    resulta evidente la escisin entre el sujeto creador no

    popular y su obra, la que slo se inspira en productos de

    la imaginacin popu lar, s in participar en su modo de pro-

    duccin originario. La obvia falta de

    identidad

    primaria

    en tre el escritor y el m un do qu e le sirve de fuente de inspi-

    racin da lugar a una

    identificacin

    "a posteriori," y sta

    es el origen de una identidad ilusoria, base ideolgica de

    las teoras del realismo mgico, de lo real maravilloso, de

    la "ngritude." De ah los motivos de la infancia recupe-

    rada , los pasos perdido s, el regreso al pas natal y las cultu -

    ras pre-co lonia les, marc ados no por la practicabilidad, sino

    por la nostalgia y un fuerte acento reaccionario.

    El carcter artificioso de la vuelta al hogar popular y

    mtico se ve tanto en sus postuladores, que viven en Pars

    y otr as gran des ciuda des, y no en las comunida des agrcolas

    americanas o africanas, y menos todava en sus creencias,

    como en el afn de generalizar, para quedar incluidos en

    lo que les es ajeno: "no so tro s," dice Asturias, "los de

    mentalidad primitiva relacionados ( ) con el mundo ind-

    gena, tenemos este aspecto de un mundo subterrneo,

    submgico, ms ( ) directamente, no como producto inte-

    lectual , s ino como un producto muy natural" ; ' para

    Carpent ier toda la historia hispanoamericana es un espec-

    tculo de lo real maravilloso, y Sen ghor, cuando define la

    negritud suele hablar de "el negro,"

    1 0

    es decir, todos los

    negros estn unidos con la naturaleza, con el cosmos, etc.

    En lug ar de confesar que la may ora de las veces se refieren

    a fenmenos regionales, especficos de grupos sociales

    delimitados, proyecciones de sus deseos personales o de

    simple invencin, en lugar de afirmar que a menudo las

    mltiples facetas de lo mgico, mtico, maravilloso y

    primitivo son sencillamente temas o motivos de su lite-

    ratura y nada ms, estos autores se pusieron a ontologi-

    za rlo s: el ne gro , el indi o, el hispanoa merica no, frica

    ne gra , Latinoamrica es as. La ontologizacin, natu ral-

    mente, incluye al escritor y su obra; el que por ejemplo

    Hispanoamrica sea mgica y maravillosa hace que un

    Asturias posea una mentalidad primitiva y sea capaz de

    plasm arla en su creacin potica: el sujeto creador, a travs

    de este proceso ideolgico, se reintegra al objeto de su

    creacin; de modo parecido el poltico autoritario Senghor

    llega a ser la voz autntica de los intereses de todos los

    senegaleses.

    La mistificacin de la realidad nace de la diferencia que

    6 3 3

  • 7/23/2019 Realismo Magico y Negritud Como Construcciones Ideologicas

    3/4

    hay entre la vida real del escritor, sus actividades diarias,

    y sus acciones sublimadas, que son su pensamiento, sus

    teo ras , el fondo terico de sus ficciones y su labor potica.

    La diferencia entre lo que es y lo que quisiera ser. Un

    Asturias quiso ser la voz de su pueblo, de los indios, sin

    vivir la vida de ellos.

    Mientras que las teoras de Asturias y Carpentier casi

    no han sido objeto de crtica severa,

    11

    la "ngr i tude" de

    Seng hor fue vituperada dura mente como tesis "irracional,

    peligrosa y mistificadora, subproducto del nacionalismo ,"

    que sirv e "de base cultural a la penetraci n ne o-colonialista

    en frica y en Amrica."

    1 2

    En un mundo moderno que para la solucin de sus

    graves problemas necesita el mximo esfuerzo racional,

    la glorificacin de la irracionalidad, de la tradicin mgica

    y del mestizaje idealista son de escaso valor, son contra-

    producentes. No hay remedio: las estructuras tradiciona-

    les estn destruidas o a punto de desaparecer, los viejos

    ritos estn transformndose en artculos de exportacin.

    Para qu presentar un mundo mgico maravilloso que no

    es real? "Por qu (ciertos autores), cuando invocan sus

    culturas, tienen que presentarlas esencialmente bajo la

    especie de tradiciones o de un folklore de pocas pasadas

    como [si fueran para ellos slo] un refugio al ma rgen de la

    vida donde protegerse contra los asaltos del presente?"

    1 3

    Ad em s, no hay aqu ningun a relacin incontaminada con

    las tradiciones indgenas, porque ya la visin de ellas est

    teida por la europea y hasta aprendida en Pars. La con-

    ciencia de este hecho se expresa indirectamente por el

    elogio del mestizaje o la afirmacin de su necesidad, que

    es la negacin y a de la anttesis Europ a/Am rica (o frica),

    la que a su vez fue el presupuesto del realismo mgico y

    de la negritud.

    Octavio Ianni nombra "dependencia estructural" mane-

    ras de pens ar que adaptan la cosmovisin dominante en un

    pas dependiente a la cosmovisin de la metrpoli.

    1 4

    Se

    ha abusado de la teora de la dependencia, pero el trmino

    se presta p ara cap tar la base del realismo mgico y la neg ri-

    tud, que est formada por una valoracin positiva de pre-

    juicios colonialistas acerca de llamados pueblos "primi-

    tivos." Este hecho se corrobora por el paralelismo con

    corrientes dentro del pensamiento de vanguardia europeo

    que impugnan los valores "occidentales"; esta impugna-

    cin desde el centro del poder favoreca, estimulaba y

    hallaba un eco en impugnaciones desde fuera, desde las

    lites de pases poltica y econmicamente dependientes.

    La interrelacin que as se muestra que existe ideolgica-

    m en te entre la metrpoli y las periferias, es el mejor argu-

    me nto en contra de la dicotoma literatura europea/litera-

    tura autctona. Construir diferencias profundas donde

    no las hay, buscar lo tpico en formas de vida agrcolas,

    telricas, naturales o sus aspectos irracionales, hace que

    lo diferente lo sea slo en la apariencia. Es precisamente

    a travs de la bsqueda de lo autctono que se manifiesta

    la dependencia.

    Si,

    para citar a Roberto Fernndez Retamar, obras

    mgico-realistas y negristas comunican "al m und o noticias

    de esas comarcas que reclamaban la atencin,"

    15

    la plena

    comunicacin corre el peligro de entorpecerse a causa de

    la aureola extica y antirracional que la envuelve.

    Parad jicam ente, las obras mismas de las dos tendencias

    aqu incriminadas y hasta su fondo ideolgico son autn-

    ticos,

    no en cuanto sean expresin de autoctona, sino en

    tanto reflejan el confusionismo producido dentro de las

    sociedades dependientes qu e representan sus escritores.

    Universtat Bonn

    1

    Miguel ngel Asturias,E l problema social del indio y otros textos,

    recogidos y presentados por Caude Couffon (Paris, 1971), p. 18.

    2

    Ma rcCh eym ol, 'T ari s 1924: La seconde naissance de Miguel Ange

    Asturias,"Publications du Sminaire Miguel ngel Asturias, Universit

    Paris X-Nanterre, 2 (dic. de 1976). Los primero s cuentos y poemas en

    prosa de Astu rias, "Sacrilegio del Mircoles S anto ," "Un beso blanco,"

    "A orillas del Sena," redactados en Pars bastante antes de lasLeyendas

    de Guatemala,"estn impregnados de una atmsfera irreal, si no surreal"

    (p. 117), lo que equivale a decir que Asturias ensayaba ya el "realismo

    mg ico" antes de aplicarlo y fundamentarlo en lo indoamericano. Tam-

    bin Senghor inici su carrera literaria con un poema calcado sobre

    rasgos simbo listas y parnasian os. Aunq ue este hecho no signifique

    demasiado en cuanto a las peripecias de la "ngritude" como la entiende

    su auto r, por lo menos indica una de sus races. Porque la negritud, igual

    que el realismo mgico, es un producto de Pars, figurando como sus

    padres algunos intelectuales y estudiantes negros antillanos y africanos

    occidentales que en la metrpoli del colonialismo francs decidieron

    reavivar una cultura sometida y al mismo tiempo erigir los fundamentos

    de una nueva cultura negra que se distinguira de la de los colonizadores.

    3

    Prlogo aEl reino de este m undo.

    4

    Algo de esto se desprende del comentario de Emir Rodrguez

    Monegal a /reino de este mundo: "AI nivel de Ti Noel (que es tam-

    bin el de Mackandal y Boukman y todos los esclavos) lo mgico es real.

    Al nivel del auto r, lo mgico es maravillo so," en "Lo real y lo maravilloso

    en

    El reino de este mund o, Asedios a Carpentier,

    ed. Klaus Mller-

    Bergh (Santiago de Ch ile, 1972), p. 125.

    5

    La "ngritude" como movimiento emancipatorio es mucho ms

    poltica y agresiva; sus doctrinas han sido expuestas mucho ms amplia

    y coherentemente, enespecial por Senghor (Ngritude et Humanisme,

    Nation et voie africaine du socialisme) y a travs de revistas como

    Prsence africaine,y hasta han llegado a ser el programa de un partido

    poltico que todava est en el poder. Ha sido analizado detalladamente

    (por ejemplo, por Lilyan Kesteloot, Les crivains noirs de langu e fran-

    gaise: naissance d'une littrature

    [Bruxelles, 1968], o por Jacques

    Chevrier, Littrature ngre. Afrique, Antilles, Mad agascar[Paris,

    1974]) y cuenta con un nmero muy grande de obras literarias y ensa-

    ysticas adscritas a ella. Entre los temas, llama la atencin la impo rtan-

    cia concedida a la sexualidad, la fisiologa, la musicalidad y los bailes del

    negro , adems del culto de los antepasados.

    6

    Comprese cmo Asturias enfoca la poesa de Senghor, como s

    hablara de su propia obra: "Lisez ses poemes et vous sentirez vibrer

    l'Afrique .. .toujours paree de son cortge magique d'animaux, d'arbres,

    de m ysteres divins que l'Europe ne connat plus. Vous sentirez palpiter

    dans chaqu vers la nostalgie et la ralit d'un m onde 'diffrent' de celu

    de l'Europe, plus chaud, plus solidaire, et rythm sur des musiques

    tranges qui introdu isent l'essence des diose s," "Prface a la posie de

    L.S.

    Senghor," Europe, 553/554 (1975), p. 44. Asturias destaca las

    coincidencias entre l y el presidente senegals. Habla del sometimiento

    cultur al ( ) a Europa de Am rica Latina y frica y de su despertar gracias

    a "la voix magique du poete," haba de la infancia de los dos autores

    "au contact le plus intime avec la vie indigne ia plus auth entiqu e," del

    redescubrimiento de la cultura indgena pasada y presente en Pars,

    el encuentro con la cultura francesa y el surrealismo y la "notion, si

    typiquement extra-europene, de la posie comme service publique,

    devoir social, interp retar on et voix de la Comm unaut" y de la "mssion

    de 'gran Lengua,' de 'maitre de Langue,' d'amoureux infatigable, tout

    la fos archai'sant et rvolutionnaire anisan de la parole ancestrale et

    de la parole franga ise," ib id., p. 4 1 ; para referirse a s mism o, slo debera

    reemplazar la ltima palabra por "espagnole."

    63 4

  • 7/23/2019 Realismo Magico y Negritud Como Construcciones Ideologicas

    4/4

    7

    Hay que pensar en la acogida favorable que encontr esta negritud

    en Europa- Stanislas Adotevi lamenta que hasta un Sartre se haya infor-

    mado sobre los negroafricanos justamente por Senghor,

    Ngritude et

    ngrologues(Paris

    /

    1972), p. 65.

    8

    Cf. J. Geiss, PanafrikanismusZur

    Geschchte

    der

    ekoonisation

    (Frankfurt, 1968} p. 248, donde afirma a afinidad ideolgica entre la

    "n gritu de" y el nacionalsocialismo alemn.

    9

    Cit. en Luis Lpez Alvarez, "Magia y poltica, conversacin con

    Miguel ngel Astu rias,"ndice 226 (1967).

    "L'tre-dans-le-monde du noir," en palabras de Sartre.

    11

    Luis Leal define el realismo mgico como un "movimiento" y una

    "actitud ante la realidad/' que trata de "descubrir lo que hay de miste-

    rioso en las cosas, en la vida, en las acciones humanas" o de "adivinar

    los inadvertidos matices del mundo externo," "El realismo mgico en la

    literatura hispanoamericana," Cuadernos Americanos 153 (1967), pp.

    231,

    23 2, 23 5. Es una lstima que Luis Leal no nos indique qu es lo

    misterioso que hay en las cosas y sobre todo cmo lo descubre ei escritor

    mgico -realista. Dice el crtico: "La existencia de lo real maravilloso es

    lo que ha dado origen a la literatura de realismo mgico" (p. 233). Esta

    explicacin, sin embargo, revela el punto dbil de toda la problemtica:

    supone que existe, de un lado, una realidad, en este caso maravillosa, y

    de otro lado,, una obra que de alguna manera es reflejo de esta realidad;

    pero no pregunta cmo la realidad llega a pasar a la obracomo s la

    realidad se encargara de producir inmediatamente la obra y como si entre

    Ja realidad y la obra hubiese un vnculo de causa y efecto, sin que exis-

    tiese una instancia intermedia, que es el escritor, responsable tanto de

    una determinada y muy subjetiva visin de la realidad como de su elabo-

    racin literari a. Otr o ejemplo de la actitud apologtica de los comenta-

    ristas: "El extrao mundo de los negros, asentado en una circunstancia

    geogrfica que es quinta esencia de lo natural maravilloso que bulle en

    el trpico antillano, es cantera inagotable de esta diferente dimensin de

    lo mgicoqueCarpentier nos describe en su prlogo y nos ofrece en su

    novela. Pero l est consciente de que no slo es Hait sino toda nuestra

    Amrica la queest llenadetal sentidode o real-maravilloso," Alexis

    Mrquez Rodrguez, La obra narrativa de Atejo Carpentier (Caracas,

    1970), p . 53 . Fernando Alegra es de los pocos crticos que muestran

    un poco cul es el fondo real del realismo mgico cuando dice: "C arpentier

    escribe, como los cronistas espaoles de la Conquista, para un pblico

    europeo" o "Carpentier y Asturias regresan desde una Europa erudita

    e investigadora al mundo totmco, mgico, barroco y tropical de ciertas

    zonas de Amrica... Ambos vienen .. .a comprobarla realidad de una

    visin entrevista en salas de conferencias francesas/' ("Alejo Carpentier:

    realismo mgico,"Literatura y revolucin [Mxico, 1971], pp. 103-5).

    12

    Rene Depestre, cit. en Eduardo dos Santos,A Ngritude e a Luta

    pelas Independencias na frica Portuguesa(Lisboa, 1975), p. 38.

    13

    Rene Maheu, La culture dans le monde contetnporan (Pars:

    UNESCO, 1973), cit. en Le Monde dipiomatique (marzo 1977), p. 33

    (nuestra traduccin).

    14

    "La sociologa de la dependencia en Amrica Latina," Revista

    Paraguaya de Sociologa 8 (1971).

    15

    "La co ntribucin de las literatura s de la Amrica Latina a la litera-

    tura universal en el siglo xx ," Revista de

    crtica literaria

    latinoamericana

    4 (1976), p. 27.

    63 5