realismo critico
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Introducción.
Una persona que camina por la calle no duda de su existencia, ni de la existencia de la
calle y tampoco de las cosas que lo rodean, acepta que la forma inmediata con que las
cosas se le presentan es la real. Si se hiciera una encuesta preguntando a varias personas
acerca de si existe un mundo externo a ellos, la mayoría respondería afirmativamente.
La existencia de un mundo externo y de los objetos que lo componen no es la única cosa
que se acepta sin cuestionamientos en la vida diaria, también se acepta que ese mundo
externo tiene regularidades, es decir, leyes por las cuales las cosas siguen tales cambios
y no otros; cualquiera dirá que es imposible que de un huevo de gallina salga un reptil,
si se afirma en alguna ocasión lo anterior, más de uno tachará de mentira dicha
afirmación.
Esta postura tiene siglos de vigencia, y aún en la actualidad se mantiene firme,
pero ¿qué hace que casi nadie dude de la existencia de una realidad externa al sujeto?
Más que un razonamiento bien argumentado, la primera respuesta es un instinto
fundamentado en la percepción, lo cual evita que el sujeto caiga en la locura o en la
inacción; a esto, Santayana lo denominará “fe animal”. A lo anterior también se le suma
la certeza de un conocimiento absoluto de las cosas en su inmediatez a través de la
percepción de los sentidos, es decir, pocos se cuestionarán en la vida práctica si el árbol
que ven en realidad posee los colores con los que se presenta a la vista o si el sonido de
las campanas es como lo escuchan.
A lo largo de esta investigación se analizarán los diferentes tipos de realismo que
hay y se propondrá al realismo crítico como la postura filosófica que ofrece una mejor
argumentación acerca de la existencia de la realidad y de su posibilidad de ser conocida.
También se sostendrá por qué los argumentos de esta doctrina son axiomas que apoyan
el quehacer científico, lo que la vuelve no sólo una respuesta epistemológica, sino una
filosofía de la ciencia, pues para investigar y experimentar un objeto es necesario
considerarlo existente e independiente del pensamiento que lo aprehende. Por ultimo se
describirá al realismo científico como una extensión del realismo crítico.
1. Empirismo inglés: La negación de la razón y de la realidad
independiente.
Partiendo del supuesto de la percepción, Berkeley negó la existencia de una realidad
externa, pues afirma que “ser es ser percibido”, que sólo existe un espíritu que percibe
las cosas, pero que fuera de este espíritu no hay algo externo, pues todo lo que percibe
son ideas en la mente de dios; de esta forma, niega un mundo material externo. La
critica también vendría de Locke para quien la realidad era, en gran medida, algo que
supone el sujeto que la percibe. Hume, por su parte, manifiesta que “entre pensar una
cosa y pensar su existencia no hay diferencias”, sin embargo, el empirismo inglés acepta
que es posible conocer por medio de los sentidos las representaciones. Kant define tanto
al empirismo como al racionalismo como una forma de “realismo”, es decir, para las
dos posturas el sujeto es un reflejo de su captación de la realidad, sin embargo,
considerar una realidad no implica que la noción de una realidad externa esté
justificada. Las formas del realismo que surgieron son múltiples, pero no todas ofrecen
una solución viable al problema de la existencia de una realidad externa al sujeto y al
conocimiento objetivo de ésta, por lo que se expondrán las más importantes para
determinar cual es la corriente del realismo que ofrece una mejor fundamentación a la
cuestión.
2. Tipos de realismo.
2.1.- Realismo ingenuo
Hay quienes alegan que el mundo externo no necesita de demostraciones, que basta
levantar una mano o patear una piedra para dar constancia de que la realidad existe. Esta
seguridad se halla basada en la percepción inmediata que ofrecen los sentidos con un
objeto externo, por ejemplo, lo que se describía al inicio de la introducción. Esta postura
acepta la existencia de una realidad independiente del pensamiento o del aprehensor,
mientras que, en el caso del sujeto cognoscente, el conocimiento de éste acerca de la
realidad es una copia fiel de la misma, es decir, las cosas como se presentan en su
inmediatez es como son en realidad, conocer es trascender hacia al objeto. Este tipo de
realismo es identificado con el pensamiento común, pues la mayor parte de la gente no
se detiene a cuestionar si las cosas, tales como se les presentan, son su realidad. El
hecho de que la mayor parte de la gente actúe en base a los supuestos anteriores no
implica un argumento objetivo que afirme la existencia de un mundo externo e
independiente al sujeto, pues en muchas ocasiones, en el consenso popular no se haya
la razón o sus decisiones no están hechas en base al ejercicio de la razón. Otra razón
para desechar al realismo ingenuo se encuentra en su argumento sobre la percepción
sensible. La vida práctica obliga al sujeto a hacer distinciones entre las representaciones
sensibles y los objetos, por ejemplo, aquellas cosas que alejadas suelen verse más
pequeñas de lo que son, a través de un estudio más exacto, se sabe que un objeto tiene
una realidad distinta a la que se le atribuyó al principio, en base de una percepción
inmediata. Para Bertrand Rusell la percepción no representa un conocimiento inmediato
del objeto, sino un dato que servirá para inferir. Además, si la aprehensión del objeto es
total en su inmediatez, los experimentos de las ciencias no tendrían validez, pues estos
buscan algo más allá de lo aparente que resulta de la percepción. Carece también de una
reflexión crítica y en él aún no se distingue el problema del sujeto y el objeto.
2.2. - Realismo natural
Ésta forma de realismo es similar a la ingenua, con la diferencia de que se encuentra
influida por reflexiones críticas, pues distingue la percepción de lo que es el objeto; no
obstante, se le llama “natural” por afirmar que las propiedades de las que da cuenta la
percepción son propias del objeto (el calor, el frío, el sabor, el sonido, el aroma, etc.) e
independientes del aprehensor. Esta postura encuentra sus orígenes en Aristóteles, pues
él menciona que “las propiedades percibidas convienen también a las cosas,
independientemente de la conciencia cognoscente”.1 La influencia de Aristóteles en la
Edad Media hizo que tuviera vigencia hasta la Edad Moderna. El atribuir a los objetos
las propiedades percibidas, como el olor o el sabor, es la mayor debilidad de esta
postura, pues son reacciones externas sobre los órganos sensitivos de un sujeto;
asimismo las propiedades pueden variar (no todos pueden coincidir acerca del olor de
un objeto) y debido a esto, se consideran propiedades subjetivas. Locke describe estas
propiedades como cualidades secundarias, pues sólo les corresponde causar una
determinada sensación en el sistema perceptivo del sujeto a través de un solo sentido, y
1Johann Hessen, Teoría del Conocimiento, p. 48.
aunque el aroma o el sabor no se encuentren en los objetos, aquello que causa esa
reacción en el sujeto sí se encuentra en él.
2.3. Realismo Volitivo.
En esta manera del realismo no sólo se acepta la existencia de una realidad externa al
sujeto, sino que también propone la resistencia del objeto ante la voluntad del sujeto
como prueba suficiente. Parte del supuesto de que el sujeto es un conjunto de deseos y
voliciones que quiere manifestar constantemente y que estos chocan contra el “no-yo”
del que está constituido la realidad que se opone a su voluntad como resistencia y su
sentido fundamental para descubrir la resistencia del mundo es el tacto, por lo que se
afirma que el mundo externo es vivido de forma inmediata como una experiencia de
resistencia. Sin embargo, la voluntad aquí se basa en los deseos de cada individuo, por
lo que el contenido de la realidad será distinto en cada sujeto; también esta es una
sensación que es estimulada por un objeto y no porque el objeto oponga resistencia ante
la voluntad del sujeto. Se puede alegar también que todo aquello que favorezca a la
voluntad del sujeto se vuelve inexistente por no oponer una resistencia, lo cual resulta
absurdo. De nuevo, es imposible ofrecer desde aquí una solución al problema de la
existencia externa de la realidad y de su conocimiento objetivo.
2.4. Realismo Crítico.
Johann Herbart enuncia lo siguiente: “Existe fuera de nosotros una cantidad de entes de
los que desconocemos su naturaleza propia, pero sobre cuyas condiciones internas y
externas podemos adquirir una suma de conocimientos que pueden aumentar hasta el
infinito”,2 estos entes de los que habla los denomina como “reales” a los cuales se les
conoce de manera parcial y paulatina, que trascienden al pensamiento y existen de
forma independiente de este. El realismo crítico plantea que los objetos son distintos al
conocimiento que de estos se tenga, incluso si el conocimiento es perfecto, pues uno es
el objeto en sí y el otro es el concepto del objeto en sí. Al proceso de conocimiento del
objeto en el aprehensor que propone el realismo crítico se le denomina “realización” y
consiste en una aprehensión gradual y parcial del objeto en el conocimiento del sujeto.
2Francisco Larroyo, Realismo Crítico desde el siglo XIX, p. 17.
Estos razonamientos acerca del conocimiento del objeto y su distinción del objeto le
atribuyen el adjetivo de “crítico” a esta clase de realismo. Así también, es una
contraposición a las clases de realismo ya mencionadas, pues descarta una aprehensión
total del objeto por medio de la percepción, y niega que las características sensoriales
que un objeto causa sean propiedades del mismo. A pesar de que Herbart propone este
realismo como una reacción ante el idealismo de Hegel, ya se encuentran sus rasgos
principales en Demócrito, pues éste menciona que todo está hecho a base de átomos
cuyas propiedades son solamente cuantitativas (espaciales-temporales). También
Galileo apoya esta noción, tras sus investigaciones en ciencias naturales; sin embargo,
sus razones no son totalmente certeras, sino que se basan en la probabilidad. Todo lo
anterior representa una razón fuerte para afirmar que el realismo crítico no sólo es una
doctrina epistemológica, sino también una filosofía de la ciencia en tanto sus principios
sirven como axioma a la ciencia misma; asimismo, el realismo crítico reafirma sus
argumentos en la actividad científica, principalmente en la física, ya que ésta ciencia
considera al mundo como un sistema de objetos definidos por sus características
cuantitativas. Lo ya descrito representa una razón fehaciente para tomar esta postura y
desarrollarla, con el fin de demostrar por qué ofrece un argumento sólido acerca de la
existencia externa de la realidad y su posibilidad de ser conocida, así como el por qué
sus postulados pertenecen a los axiomas principales de la ciencia, que como Bunge lo
indica: “No habría necesidad de experimentar ni de teorizar acerca del mundo si este no
existiera por si mismo; una teoría factual refiere a algo que no es el sujeto”.3
3.- El Realismo Crítico.
En 1910, W. P. Montague propondría los postulados del Realismo Crítico, uno de ellos
es el siguiente:
Los filósofos deben seguir el ejemplo de los científicos aislando sus problemas y
acometiéndolos uno por uno. Seguiremos esta exigencia aislando el problema
epistemológico y estudiando la relación cognoscitiva que se establece en
cualquier sujeto de conocimiento o aprehensor cualquier objeto que se conoce o
se aprehende si prejuzgar o siquiera plantear la cuestión relativa a la naturaleza
ultima de los sujetos aprehensores o de los objetos aprehendidos.4
3 Mario Bunge, La investigación científica, Pág. 320.4Larroyo, ibid., pág. 20.
Con este postulado se introduce parte de la metodología científica para hacer
filosofía, de forma que existe un apoyo mutuo entre el realismo crítico y la ciencia. A
partir de este ejercicio, el realismo crítico establece tres argumentos a favor a la tesis
fundamental del realismo, que es la existencia externa de una realidad independiente del
sujeto que conoce:
1. Establece una diferencia entre las percepciones y las representaciones. Las
primeras son causadas por los objetos y pueden ser notadas por varios sujetos, es
decir, la percepción de los objetos es interindividual, lo cual provoca en los
sujetos determinadas sensaciones. Las representaciones son los recuerdos de un
sujeto con respecto a un objeto, o una sensación causada por el objeto.
2. La independencia de las percepciones con respecto a la voluntad del sujeto. El
sujeto puede determinar qué recordar, pero no que percibir ante un objeto. Los
objetos que causan las percepciones en el sujeto existen de forma independiente
de éste, por lo que existen en la realidad.
3. La independencia de lo objetos de la percepción respecto a la percepción del
sujeto sensible. Los objetos que causan la percepción existen sin necesidad de
ser percibidos por un sujeto sensible.
Se puede resumir que la realidad y lo que se percibe de ella existe de forma
independiente y externa del sujeto que la conoce; de esta misma manera, las
percepciones que se tienen de los objetos no les corresponden como características
propias, sino que en el objeto real y externo existen propiedades que causan dichas
percepciones sensoriales.
Antes de proseguir hay que aclarar los conceptos de “realidad” y de
“conocimiento” para dar más profundidad a la tesis del realismo crítico.
3.1. ¿Qué se entiende por “conocimiento”?
La impresión de conocer se da cuando se tiene la impresión de que se está ante algo
nuevo y se relaciona con algo ya conocido. Partiendo de lo anterior, se puede decir que
“conocimiento” es la aprehensión de un objeto independiente y nuevo al pensamiento;
sin embargo, esta aprehensión puede ser falsa o no correcta del todo, para saber la
certeza o falsedad de los juicios que se formulen acerca de un objeto, es necesario hacer
una concordancia de estos con el objeto. Los rasgos característicos del proceso de
conocer los establece la teoría del conocimiento mediante el método fenomenológico,
tomando los datos empíricos ofrecidos por el conocimiento científico, pues con base en
éstos se pretende llegar a lo supraempirico, es decir, a las propiedades que se presentan
siempre en todo proceso de conocimiento que sea realizado. Las principales son:
considerar al conocimiento como una relación entre el sujeto y el objeto, los cuales
permanecen diferentes entre sí; definir la relación como una correlación, pues el sujeto
sólo es tal cuando conoce un objeto; y que las funciones en el proceso de conocimiento
del objeto y del sujeto no son intercambiables, es decir, el sujeto aprehende al objeto y
el objeto es aprehendido por lo que no puede haber un intercambio de funciones. El
objeto, durante este proceso de conocimiento, permanece independiente del sujeto
cognoscente y el cambio sólo sucede en el sujeto, en tanto se produce un nuevo
conocimiento. La importancia de recalcar lo anterior se debe a que si el objeto cambiara
por el proceso de aprehensión, el conocimiento obtenido podría ser falseado fácilmente.
El conocimiento producido durante la aprehensión se llama “objetivo” y en tanto exista
una correspondencia entre el conocimiento del objeto y el objeto en sí se puede decir
que el juicio es falso o verdadero, de esto también se desprende que el distinguir entre lo
falso y lo verdadero implica un criterio de verdad en el sujeto, así como una certeza de
lo “no aprehendido”, siempre que existan errores en el concepto. Augusto Messer indica
que de este rasgo del conocimiento surge “un afán de verdad”5. Aunque pueda parecer
que el sujeto en el proceso de aprehensión se muestra pasivo no sucede de esta forma,
pues su actividad está en la creación de conceptos acerca del objeto en sí.
3.2 ¿Qué se entiende por “realidad?
“Realidad” es un concepto que refiere al conjunto de objetos reales existentes, éstos
objetos tienen como características principales poseer propiedades cuantitativas o
5 Augusto Messer, El Realismo Crítico, p. 109.
principales, las cuales son percibidas por varios sentidos del aprehensor y sus
propiedades cualitativas o secundarias son aquellas que se presentan por uno solo de los
sentidos del sujeto que percibe al objeto. Con base en esto, se puede responder a la
cuestión de “si un árbol cae y nadie está para escucharlo, ¿producirá sonido?” afirmando
que el sonido es una propiedad cualitativa que necesita de un sistema en el que se
produzca el sonido, pues lo único que causa la caída de un árbol son vibraciones. Estos
objetos reales también son regulares, es decir, están determinados por leyes, son capaces
de ser afectados o de afectar a otro objeto y su existencia es independiente de si hay un
sujeto aprehensor que los conozca, motivo por el cual es necesario distinguir el objeto
en sí de su concepto, aunque este ultimo corresponda totalmente al objeto, ya que el
concepto es una creación del pensamiento del sujeto y depende de que éste lo piense
para su existencia, contrario a lo que sucede con el objeto en sí. Aunque esto mismo
sucede con los objetos ideales, como son las matemáticas y la lógica, dependen
únicamente de un sujeto que las piense, sin embargo, existen independientemente de si
hay o no realidad externa, porque no hacen referencia a objetos específicos de la
realidad, por lo que también se les llama “irreales” lo que no indica carezcan de
existencia. Debido a que estos objetos son percibidos también por sus cualidades
secundarias, es necesario hacer una distinción más entre los objetos reales y sus
apariciones o fenómenos en tanto se presentan de forma inmediata al sujeto. Mario
Bunge define a los fenómenos de esta forma:
Un fenómeno es un acaecimiento o un proceso tal como aparece a algún sujeto humano:
es un hecho perceptible, una ocurrencia sensible o una cadena de ellas. La rabia la
cólera no es un fenómeno más que para el sujeto que sufre un acceso de cólera; pero en
cambio, algunos de los acaecimientos somáticos que acompañan a un acceso de cólera
algunos actos de comportamiento- son fenómenos. Los hechos pueden darse en el
externo, pero los fenómenos son siempre, por así decirlo, en la 'intersección del mundo
externo con un sujeto conocedor.6
4.- Problemas del conocimiento de la realidad a los que responde el
realismo crítico.
6 Bunge, ibíd., p. 719
Si lo único que se puede percibir de forma inmediata es el fenómeno de los objetos,
surgen algunas dudas respecto a qué método hay que seguir para conocer la realidad que
trasciende al fenómeno y qué criterio se establecerá para admitir un conocimiento como
valido. Según Külpe,7 los problemas a los que da respuesta el realismo son
principalmente cuatro:
1. ¿Es posible conocer la existencia de la realidad?
2. ¿Cómo es posible conocer la existencia de realidades?
3. ¿Es posible conocer la constitución y relaciones de las realidades, es decir,
determinarlas en este sentido?
4. ¿Cómo es posible “determinar” las realidades?8
En lo posterior se atenderá a estas cuestiones por separado pues requieren cada una de
una argumentación concreta.
4.1. La existencia de la realidad.
Debido que para conocer los objetos reales es necesario admitir la existencia de éstos, se
hará una argumentación que defienda aceptar su existencia, la cual también rebatirá
algunas críticas provenientes del idealismo subjetivo y del idealismo objetivo, porque
ambas reducen a los objetos reales a objetos ideales o fenómenos. Primeramente, hay
que volver a señalar que la evidencia de la percepción no es un argumento contundente
acerca de las características reales del objeto, pues es sólo una impresión subjetiva.
Quien afirma que la percepción da cuenta del objeto tal cual es, es decir, que sólo se
conoce el fenómeno, sólo puede establecer regularidades en los datos dados por la
percepción, lo que la ciencia supera, especialmente la física, pues ésta trabaja con los
datos cualitativos de la realidad; lo mismo ocurre cuando se habla de masas, átomos,
electrones, que no se perciben de forma inmediata como tal. Tampoco podría reconocer
la existencia de objetos que no percibe, es decir, lo que deja de estar a su alrededor,
dejaría de existir. El hecho de que se produzca un conocimiento o pensamiento al 7 Apud Augusto Messer.8 En La realización Külpe explica el sentido de la palabra “determinar” la cual se refiere a establecer conceptos que describan la realidad y no que estos conceptos determinen en sí la realidad, es decir, aprehender las leyes y relaciones que existen en los objetos.
momento de aprehender un objeto no vuelve al objeto un contenido de pensamiento, el
objeto se mantiene inalterable en la aprehensión. Esta aprehensión implica una
trascendencia al objeto, un “salir de sí mismo”. Todas las ciencias naturales aceptan que
el conocimiento que tienen acerca de los objetos reales que estudian es distinto a estos.
Lo anterior es comprobado constantemente en la práctica.
4.2. Método empírico-racional para conocer la realidad.
Se parte de los datos de la experiencia para razonarlos y conocer la realidad que existe
detrás de los fenómenos que se muestran en la percepción inmediata. Primero, hay que
delimitar el papel de las percepciones diciendo que están llenas de lagunas, y admitir
una realidad en sólo en base de aquellas es afirmar que dicha realidad es tan
fragmentaria y transitoria como las percepciones mismas; sin embargo, los diversos
testimonios acerca de un mismo objeto, ofrecido por los sentidos en una conexión tan
regular, representa una base para conocer la existencia de la realidad. Asimismo, es
necesario pensar en una base real que sustente las relaciones regulares que existen entre
percepción y percepción, de forma independiente al sujeto, primero en la congruencia
entre percepciones consecutivas, como argumento de continuidad a las relaciones, y
entre percepciones separadas, para establecer un nexo de similitud entre percepción y
percepción que correspondan a un mismo objeto experimentado de distintas formas en
tiempos diferentes, para esto se propone tomar las percepciones sensoriales y
compararlas entre sí para luego hacer variantes en la experiencia diaria, actuando
siempre de manera sistemática y precisa. Con todo lo anterior es posible afirmar que
“Se admite la existencia de un mundo externo como conjunto de las condiciones para
todo lo que en las percepciones es independiente de nosotros y de ellas”9.
4.3. El conocimiento de la constitución y relaciones de los objetos reales.
El conocimiento de los objetos reales y su constitución ha ido aumentando como lo
demuestran tres siglos de práctica científica, en la cual se han modificado los métodos
constantemente, para conseguir un mejor conocimiento acerca de la realidad. También
9 Messer, ibíd., p. 138.
hay que mencionar que, si bien los procesos de conocimiento de la constitución de los
objetos reales y sus relaciones son subjetivos, sus resultados deben ser objetivos si
apuntan a ciertas características propias del objeto. En cuanto a las cualidades sensibles
o secundarias, es preciso considerarlas como un punto de partida y control, en tanto
estas presentan el fenómeno, pues la presencia de éste indica la posibilidad de existencia
de uno o más objetos reales; en tanto al pensamiento se puede decir que no altera al
objeto, además de que dicho conocimiento obtenido siempre será parcial y gradual
debido a las fallas que puedan existir en la forma de conocer del sujeto. El pensamiento
científico parte de estas bases para trascender al fenómeno y llegar a obtener un
conocimiento hipotético, incompleto y parcial, lo que constituye una tarea infinita, pero
que por el simple hecho de suministrar conocimientos certeros, está justificada.
4.4 Método para establecer un conocimiento de los objetos reales.
Los objetos reales son los substratos [sic] de las relaciones regulares o leyes que son
independientes de las percepciones sensoriales y de los contenidos del pensamiento. Los
métodos a usar son empíricos – racionales, como ya se había explicado, para determinar
las leyes por las que se rigen los objetos reales y sus características: través de la
observación de los fenómenos, se determina a las leyes de la asociación por las que las
representaciones no aparecen y desaparecen al azar, además, en el fenómeno existe una
conexión real con el objeto, pues no hay sensación sin que tenga una extensión causal
por un objeto real. Luego, por medio de la razón se eliminan los defectos propios de la
observación y de los juicios. Para lo anterior es menester establecer dos criterios acerca
del método para conocer la realidad, el primero dicta que si en condiciones subjetivas
diversas se obtiene el mismo hecho10, este se puede considerar como real. El segundo
considera que si en las mismas condiciones subjetivas se da un hecho diferente, es
considerado como real. Esto significa el primer paso, el segundo paso supone un
conocimiento de las conexiones reales, es decir, de las leyes que rigen a los objetos
reales. El último procedimiento es determinar lo real, y esto se lleva a cabo con el
pensamiento.
10 Se entiende “hecho” bajo el concepto que ofrece Bunge en La investigación científica, el cual dicta que un hecho es toda cosa que sea, o que se trate, todo aquello de lo que se sepa o se suponga que pertenece a la realidad.
El realismo crítico expuesto es tanto una teoría del conocimiento como una
filosofía de la ciencia, por este ultimo motivo es que de esta postura derivó la corriente
conocida como “realismo científico”. Ésta parte de los supuestos del realismo crítico
para proponer que es la ciencia la que puede ofrecer una mejor interpretación del mundo
pues somete la experiencia a un control teórico. En el siguiente capitulo se ofrece una
descripción breve y concisa acerca de esta doctrina.
5.- Realismo científico.
Esta postura sostiene que existe una aproximación más exacta a la verdad en los
argumentos científicos. Ian Hacking dice que las definiciones que se dan acerca del
realismo científico únicamente marcan una pauta a seguir, por lo que no representa una
doctrina, sino una manera de pensar sobre el conocimiento que brinda la ciencia, es
decir, un movimiento. La postura de Hacking designa dentro de este movimiento a dos
tipos de realismo científico, el primero se ocupa de mencionar si las teorías son
verdaderas o aspiran a serlo, puesto que la ciencia aspira a la verdad y este concepto de
“verdad” se refiere a como es el mundo en sí. El segundo se aboca a la existencia de las
entidades, atendiendo especialmente a las entidades teóricas, que son aquellas que no
son observables a simple vista pero que existen, tales como los electrones o los quarks;
una entidad teórica satisfactoria es aquella que existe en la realidad. A partir de lo
anterior se pueden inferir dos componentes esenciales en el realismo científico, el
primero es de corte ontológico y dicta que las teorías son verdaderas o falsas y que estas
son una representación de lo que es el mundo. El siguiente es un juicio de carácter
epistemológico pues afirma que se pueden tener creencias justificadas en teorías.
Por su parte, Mario Bunge propone hacer un realismo que abarque siete tesis
realistas sobre diferentes aspectos de la realidad11 motivo por el cual también se le
conoce como “realismo integral”, también mantiene diversas relaciones con su tesis
ontológica materialista la cual declara que todo los objetos existentes (tanto ideales
como concretos) están formados de materia. Para reforzar a esta clase de realismo
realiza dos diferencias en el realismo científico para establecer una teoría sistemista: una
ontológica y una epistemológica. Bajo la parte ontológica, declara que la realidad es un
11 Ontológico, epistemológico, semántico, metodológico, axiológico, moral y praxiológico.
sistema de sistemas, es decir, la realidad está compuesta por sistemas12. En la parte
epistemológica propone que para conocer un sistema concreto es necesario aplicar un
modelo que describa la composición, el entorno, la estructura y el mecanismo del
sistema.13 Finalmente explica la incompletad del conocimiento debido a las variables
que se tienen en cuenta para realizar una descripción son sólo algunas de las muchas
posibles, por lo que el conocimiento científico es abierto e incompleto y propone la tesis
“meliorismo” que sostiene que los argumentos científicos parcialmente erróneos son
susceptibles de corrección para aproximarse a la verdad.
Conclusión
El realismo es un axioma que asume la ciencia para realizar sus investigaciones,
especialmente las concernientes a las ciencias denominadas duras o naturales, pues sin
una realidad externa que conocer no tendría caso el quehacer científico, así como la
independencia de estos objetos al sujeto ya que el conocimiento que pretende la ciencia
es del objeto en sí y no de la percepción del sujeto. Los argumentos del realismo critico
defienden eficientemente esta tesis desde una parte epistemológica que constituye una
teoría del conocimiento y una teoría del método científico, así como también desde una
parte ontológica que afirma la alta probabilidad de la existencia de los objetos reales y
su existencia como conjunto, es decir, la realidad, sin embargo, también los resultados
ofrecidos por la ciencia en base a este supuesto al igual que los ofrecidos por el
conocimiento filosófico que parte del mismo son una fuerte razón para aceptar que
existe algo externo al sujeto que abre las puertas a un conocimiento infinito de la
realidad.
Bibliografía
BUNGE, Mario. La investigación cientifica. Barcelona, Ariel, 1969.
12 El concepto “sistema” lo define Bunge como un objeto complejo estructurado donde sus partes se encuentran relacionadas entre sí a través de vínculos que pertenecen a determinado nivel. Dichos sistemas poseen propiedades emergentes que sus partes no tienen.13 Este método también es conocido como CESM.
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