José Rafael

DESDE LA SOMBRA

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«en arte lo que importa no es U cantidad, sino la espiritualidad y delicadeza del trabajo>

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DESDE LA SOMBRA

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¡Bendito seas tú, mi Dios, que me hiciste

imperfecto, porque con ello me diste la probabilidad

de hacerme a mi mismo!

Mirando la oscura

soledad marina,

estamos nosotros,

soledad del alma!,

y a nuestras espaldas,

con luz mortecina,

brillando en la noche

la ciudad dormida.

¿Qué haces

dentro de la red,

soledad?

Pobres pescadores..

.c

Tá no eres nadie,

¿verdad, soledad?

Con voz vibrante, sonora, desnúdate-dijo el mar-Desnúdate, soledad, en til pasión de ser ola!

Llegará el momento en que yo, ausente, no escuche los cantos eternos del mar! ¡Qué triste la muerte] ¡Qué triste estar solo sin ti, soledad!

Entre azul y azul,

escuchando el sordo rumor de tus. olas,

cuántos recuerdos me traes

¡ay mar de la memoria!

Viejas tabernas porteñas! «Cada mujer una libra, cada libra dos botellas.»

¡Hambrientos lobos marinos alrededor de las hembras! ¡Bocas que apestan a ron, faldas manchadas dé menta!

Gonococos disfrazados bajo máscaras grotescas, pulpos cargados de tinta que a «cualquier cosa» se enredan. «Cada mujer ana libra, cada libra dos botellas.»

Siempre nuevos y distintos hombres, pabellones, barcos., (en realidad, son los mismos.)

Viejas tabernas porteñas! •<<Cada mujer una libra,

•ideada libra dos botellas.»

Me duele en el alma

este ir andando a través de la noche..

Me duele el olor a sangre del perfume barato!

Me duele este vagar errabundo, mientras mis zapatos recogen el polvo del camino.

Me duele la suciedad de mis labios, desangrados, llenos de hollín.

Me duele en el alma

este ir andando a través de la noche..

10

Despierta,

ángel dormido sobre la piedra,

y dime si duermes.

..o el poeta sueña.

/ Despierta, ángel dormido sobre la piedra.

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