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Hilo conductor 02

Hilo conductor rojo de la salvación

Pastor Erich Engler

En nuestra enseñanza anterior habíamos hablado acerca del cordón rojo que Rahab colocó

en su ventana el cual le salvó la vida a ella y a toda su familia.

Rahab era una mujer que practicaba la prostitución pero que fue alcanzada por la gracia de

Dios. No fue la ley la que alcanzó su corazón sino la gracia. La gracia divina está siempre

dispuesta a manifestarse al ser humano para sacarlo de la profundidad de su pecado.

El hilo conductor rojo de la gracia divina se extiende a través de la vida de Rahab. Esta

mujer es conocida en la Biblia principalmente por ser una prostituta. A través de lo que

leemos en Josué capítulo 2 sabemos que Rahab practicó la prostitución por muchos años,

pero luego no aparecen muchos más detalles acerca de ella.

Rahab vivía en una casa sobre los muros de la ciudad de Jericó y allí dio refugio a los dos

espías israelitas que había enviado Josué a reconocer la tierra para protegerlos de quienes

los perseguían.

El propósito de estos dos mensajeros era espiar la ciudad de Jericó para poder conquistarla.

Los israelitas, quienes venían peregrinando por el desierto durante 40 años, se encontraron

ahora prácticamente a las puertas de la tierra prometida, pero para poder poseerla tenían

que conquistar primero la ciudad de Jericó.

En aquel entonces, la ciudad de Jericó era una ciudad llena de pecado y peligros. El capítulo

6 del libro de Josué relata la historia de la conquista de Jericó. Aquí encontramos una gran

tipología bíblica.

Este relato nos habla de las siete vueltas que tuvo que dar el pueblo antes que cayeran los

muros, de los siete sacerdotes quienes llevaban a su vez siete bocinas de cuernos de

carnero delante del arca. Todo esto nos habla simbólicamente del arrebatamiento de la

iglesia y de la segunda venida de Cristo a la tierra.

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Entre las muchas festividades judías, la más importante es la fiesta del año nuevo (Rosh

Hashaná) y esta se caracteriza por el toque del Shofar o bocina, o también trompeta como lo

denominan algunas otras traducciones.

Esta festividad nos habla proféticamente del momento en que suene la trompeta y Jesús

venga a buscar a los suyos. De esto nos habla el apóstol Pablo en sus cartas.

Cada vez que la Biblia hace mención al sonido de la trompeta está hablando simbólicamente

del momento en que Jesús vuelva a buscar a su iglesia. Él vendrá pronto por su esposa.

La segunda venida de Cristo es para nosotros, los creyentes, el arrebatamiento y para el

pueblo de Israel la instauración de su reino milenial lo que habrá de suceder siete años más

tarde y después del período de la gran tribulación.

Antes de que Jesús descienda definitivamente a la tierra para instaurar su reino habrá de

arrebatar a su iglesia para celebrar en el cielo la fiesta de las bodas del Cordero.

Los 2 espías que fueron a inspeccionar secretamente la ciudad enemiga de Jericó

representan simbólicamente la primera venida de Jesús a la tierra.

Cuando Jesús vino por primera vez al mundo adoptando forma humana, hace más de 2000

años atrás, pasó prácticamente desapercibido. Él nació en un pesebre en una ciudad

completamente insignificante y tuvo que ser escondido para no perecer en las manos de

Herodes.

Cuando los espías israelíes entraron en la ciudad de Jericó pasaron prácticamente

desapercibidos, y también tuvieron que ser escondidos para no perecer en las manos del

enemigo. El pueblo de Israel se acercó a la ciudad pero esta no pudo ser conquistada de

inmediato. Primero tuvieron que marchar siete días consecutivos alrededor de sus muros

siguiendo a los siete sacerdotes con sus siete bocinas. Esto significaba una acción bélica

que al final se manifiesta con un grito de guerra.

La toma de la ciudad de Jericó nos habla proféticamente de la segunda venida de Cristo

cuando Él vuelva definitivamente a la tierra para establecer su reino milenial.

Cuando el pueblo de Israel hizo su entrada en la ciudad de Jericó y la conquistó

definitivamente entró también Josué, pero, cuando entraron los 2 espías, Josué no iba con

ellos. El nombre Josué en hebreo equivale a Jesús.

Todo esto nos muestra un cuadro tipológico del último tiempo y el regreso definitivo de Jesús

a la tierra. Los dos espías que se infiltraron para reconocer la tierra representan el tiempo

actual en el que estamos viviendo muy cerca de su segunda venida, y la conquista definitiva

de Jericó simboliza la llegada definitiva de Jesús a la tierra y su reino visible para todos los

seres humanos.

Alguno se puede preguntar ¿cómo puedes estar seguro que la historia de Rahab en

combinación con la conquista de Jericó representa un cuadro simbólico del tiempo actual en

que nos encontramos? La seguridad la obtenemos del libro a los Hebreos capítulo 11, ya

que el nombre de Rahab aparece allí en la lista de los héroes de la fe.

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Por la fe la ramera Rahab no pereció con los desobedientes, por haber recibido a los

espías en paz. Hebreos 11:31 (LBLA)

El hecho de haber dado refugio a los espías para preservar sus vidas fue un acto de fe.

Este versículo hace referencia al pasaje de Josué capítulo 2 donde está relatada la historia.

Decimos que lo que esta mujer hizo en aquella oportunidad fue un acto de fe, pues, de otra

manera no estaría mencionada en la lista de Hebreos 11. En dicho capítulo aparecen los

nombres de aquellos grandes personajes del Antiguo Testamento quienes caminaron con

Dios, tales como Abraham o Enoc. Dentro de esa lista de nombres aparece Rahab, una

prostituta. En la enseñanza anterior habíamos visto que ella es mencionada también en el

árbol genealógico de Jesús.

Lo decisivo en la vida de una persona no es el comienzo sino el final. Si bien Rahab era una

mujer que practicaba la prostitución, la gracia de Dios le alcanzó y le devolvió su dignidad.

Jesús no es sólo nuestro Salvador sino también nuestro galardonador.

Rahab, al casarse con Salmón hijo de Naasón jefe de la tribu de Judá, quien era un príncipe

en Israel, llegó a ser una princesa. Dios la sacó del fango del pecado y la elevó a una

posición de honor.

Esto también representa simbólicamente el tiempo actual en que nos encontramos. Cuando

Dios salva al ser humano, no le otorga solamente la vida eterna sino que lo corona con favor

y misericordia. Dicho de otra manera, Dios saca al ser humano de la profundidad del pecado

y lo eleva a una posición de honor y gloria. Por lo tanto, decimos que Jesús es nuestro

Salvador y también nuestro galardonador.

Podemos estar plenamente seguros de esto.

Jesús no sólo es nuestro Salvador sino también nuestro galardonador.

He aquí, el SEÑOR ha proclamado hasta los confines de la tierra: Decid a la hija de Sion:

"He aquí, tu salvación viene; he aquí, su galardón está con Él, y delante de Él su

recompensa. " Isaías 62:11 (LBLA)

En la serie “Galardonado” hay varias enseñanzas acerca del tema, y todas ellas están

disponibles para ser descargadas gratuitamente en www.iglesiadelinternet.com

Rahab experimentó la salvación y también fue recompensada. Te invito a ir conmigo al libro

de Josué para leer acerca de su historia.

Entonces el rey de Jericó mandó decir a Rahab: Saca a los hombres que han venido a ti,

que han entrado en tu casa, porque han venido para reconocer toda la tierra. Pero la

mujer había tomado a los dos hombres y los había escondido, y dijo: Sí, los hombres

vinieron a mí, pero yo no sabía de dónde eran. Y sucedió que a la hora de cerrar la puerta,

al oscurecer, los hombres salieron; no sé adónde fueron. Id de prisa tras ellos, que los

alcanzaréis. Pero ella los había hecho subir al terrado, y los había escondido entre los

tallos de lino que había puesto en orden en el terrado. Y ellos los persiguieron por el

camino al Jordán hasta los vados, y tan pronto como los que los perseguían habían salido,

fue cerrada la puerta. Y antes que se acostaran, ella subió al terrado donde ellos estaban

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Josué 2:3-8 (LBLA)

Estos eran los dos espías israelíes que se habían infiltrado para reconocer la tierra y que ella

había escondido para protegerlos. El servicio secreto de Jericó, por denominarlo de alguna

manera, descubrió esto y fue hasta la casa de Rahab para pedirle que se los entregue. Pero,

Rahab mintió y actúo con bastante astucia. Su casa se encontraba ubicada sobre los muros

de la ciudad, y allí, en la terraza, ella había escondido a los dos espías.

Es más que evidente que Rahab no estuvo diciendo toda la verdad ¿verdad? Esto es lo que

algunos denominan “mentira blanca” la cual si bien era una mentira tenía como finalidad

proteger a estos dos hombres.

Cuando leemos acerca de Rahab en el libro a los Hebreos no dice nada acerca de su

mentira, por el contrario, allí habla de su fe, ¿cómo podemos entender esto? ¿Por qué habla

la Biblia acerca de su fe sin mencionar su mentira?

Por la fe la ramera Rahab no pereció con los desobedientes, por haber recibido a los espías

en paz. Hebreos 11:31 (LBLA)

Es muy importante entender lo que sucedió aquí. Desde el punto de vista de la ley ella

estuvo quebrantando el noveno mandamiento ¿verdad? La cuestión es que Rahab no

estaba bajo la ley de Moisés puesto que ella no era una mujer judía.

Rahab era una mujer gentil, o sea no pertenecía al pueblo de Israel. Dios le había dado los

mandamientos al pueblo de Israel, pero no a los gentiles. Todos los pueblos gentiles, o sea

los que no pertenecían al pueblo de Israel, no tenían nada que ver con los 10

mandamientos. Es más, si bien estos les fueron dados solo a los judíos, no era para que

intentaran vivir de acuerdo a ellos sino para que se dieran cuenta cabal de la magnitud del

pecado y para que llegaran a la conclusión de que necesitaban un Salvador.

Los 10 mandamientos son la esencia de la totalidad de la ley de Moisés. En sí, ellos

constituyen el resumen de la totalidad de la ley. Dicho de otra manera, la 10ª parte de una

cosa representa la totalidad. Por esa razón, cuando le damos los diezmos de nuestras

finanzas al Señor le estamos entregando todo.

Hay algunos predicadores que enseñan que hay que entregarle todos nuestros bienes

materiales al Señor, pero esto no está bien, pues, cuando damos los diezmos ya estamos

entregando todo lo que tenemos. Reitero, el 10% representa la totalidad.

Por eso, los 10 mandamientos representan la totalidad de la ley, ya que en ellos están

resumidos los 613 preceptos bíblicos de la Torá (los primeros cinco libros de la Biblia) y de la

ley rabínica judía.

Dios es un Dios justo, Él nunca va a demandar de nosotros una determinada suma de dinero

o un bien material específico, sino que Él nos habla en su Palabra de entregar nuestros

diezmos y esto es equitativo para todos, sin excepción alguna. Proporcionalmente hablando,

el 10% es exactamente lo mismo para el que tiene mucho dinero como para el que gana

muy poco. Por eso, el 10% representa la totalidad.

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Los 10 mandamientos representan toda la ley de Dios. La Biblia nos dice que cuando se

quebranta sólo uno de ellos se quebrantan todos.

Los 10 mandamientos llegaron por medio de Moisés bajo la dispensación de la ley y estaban

dirigidos únicamente al pueblo de Israel.

Si bien el pueblo de Israel, con Josué a la cabeza, conocía los 10 mandamientos, Rahab no

tenía idea de ellos porque era una mujer gentil.

Por tal razón, con su mentira, ella no quebrantó el noveno mandamiento porque no estaba

bajo la ley. Cuando no se está bajo la autoridad de una determinada ley es imposible

quebrantarla.

Voy a tratar de dar una ilustración práctica para que puedan comprender mejor lo que estoy

tratando de decir: en determinados tramos de las autopistas alemanas no hay límite de

velocidad, eso quiere decir, que si yo conduzco allí a 160 km/h por ejemplo, lo cual

naturalmente no está exento de peligro, no estoy quebrantando absolutamente ninguna ley

de tránsito. Sin embargo, si conduzco a 100 km/h en aquellos sectores donde hay una ley

que indica explícitamente que la máxima velocidad permitida es de 90 km/h, estoy

quebrantando la ley. Donde no hay ley no es posible quebrantarla.

La ley de Moisés no era válida para Rahab pues ella no pertenecía al pueblo de Israel.

De esa manera comprendemos mejor lo que leímos en Hebreos 11:31. Rahab fue salvada

por la fe. Por otra parte, las leyes y mandamientos no salvan a nadie. Sólo por medio de la fe

es posible alcanzar la salvación. Esto era así aún en el Antiguo Testamento. Todos aquellos

que ponían su fe en el Dios de Israel alcanzaban la salvación por medio de la promesa, si

bien ésta se iba a manifestar recién más tarde cuando Jesús efectuara la obra de la cruz. Es

diferente ahora, para quienes vivimos después de la obra de la cruz, nosotros alcanzamos la

salvación eterna de inmediato. Esta es la diferencia entre la fe del antiguo y del Nuevo

Testamento.

Los que creían en el Antiguo Testamento ponían su fe en la promesa del Salvador que

habría de venir más adelante. Hoy en día, podemos confiar en la obra que ya fue realizada y

recibimos su gracia de inmediato. Él está con nosotros acompañándonos en cada momento

y circunstancia de nuestra vida.

Esta es la obra del Espíritu Santo, Él mora en nuestro interior y nos acompaña a todas

partes.

La salvación se obtiene solamente por la fe. La ley no puede salvar a nadie.

Rahab fue salvada por medio de la fe. El hecho de haber escondido a los espías enviados

por Josué fue un acto de fe en el Dios de Israel. Ella no se salvó a causa de su mentira.

Personalmente creo que a veces somos demasiado duros y severos con aquellos que recién

comienzan en el camino de la fe. Muchas veces ejercemos sobre ellos una presión muy

grande incitándolos a que cambien rápidamente su forma equivocada de vivir. Dios vio la fe

de Rahab y no tanto su mentira.

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De otra manera, ella no aparecería en la lista de los héroes de la fe de Hebreos 11. La Biblia

habla sólo de su fe y de su salvación y no de su mentira.

Me consuela saber que mis errores no están escritos en el cielo. El Señor tiene en cuenta

nuestra fe por encima de nuestros errores.

Cada una de las personas mencionadas en Hebreos 11 fracasó de una u otra manera.

Entre los héroes de la fe mencionados en este capítulo aparecen Abraham y Sara.

Generalmente, cuando oímos sus nombres, los asociamos con gigantes de la fe. Es más, se

dice que Abraham es el padre de la fe y Sara, por medio de la fe, recibió fuerzas para poder

concebir el hijo de la promesa. Sin embargo, cuando leemos la historia en el Antiguo

Testamento observamos que Sara puso en duda la promesa divina, e incluso se rio

irónicamente, pues, de acuerdo a su edad y a la de su marido era humanamente imposible

que dicha promesa se hiciera realidad (ver Génesis 18).

El Nuevo Testamento no menciona absolutamente nada de sus errores sino que habla sólo

de la fe de ellos. Los errores y fallos son mencionados sólo en el Antiguo Testamento.

Nuestros errores y fallos no están registrados en el cielo. Allí no existe ningún tablero donde

estén escritas cada una de nuestras faltas con el fin de que seamos avergonzados

públicamente como algunos creen. Lo único que cuenta allí es Cristo en nosotros la

esperanza de gloria.

La Biblia dice que Dios no se acuerda de nuestros pecados. Cuando hemos aceptado a

Cristo como nuestro Salvador personal, todos nuestros pecados fueron borrados y Dios no

los tiene en cuenta. Él no desea recordarlos y es como si estos nunca hubiesen existido.

Dios nos mira a través de la sangre redentora de su Hijo. Hemos sido lavados de todos

nuestros pecados y el proceso de limpieza sigue haciéndose efectivo hasta el final de

nuestros días.

Dios nos mira a través de Jesús.

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Esta foto, que fue tomada mientras yo estaba predicando en una conferencia, muestra

claramente lo que acabo de decir. Allí, en el lugar donde aparezco yo, puedes ponerte tú

imaginariamente, para darte cuenta que Dios, el Padre, te ve a través de la persona de

Jesús. Esta es la obra de la redención en forma resumida y concreta.

Me agrada mucho esa foto pues contiene un mensaje profético, ya que esta es la

perspectiva divina. De otra manera, la obra de Cristo sería incompleta o insuficiente.

Te animo a que tengas presente este cuadro en tu mente pues ésta es la perspectiva de la

justicia divina.

Para continuar el tema que estamos tratando, te invito a ir conmigo otra vez a Josué capítulo

2 para ver lo que Rahab les dijo a los espías que tenía escondidos en su tejado.

Y dijo a los hombres: Sé que el SEÑOR os ha dado la tierra, y que el terror vuestro ha

caído sobre nosotros, y que todos los habitantes de la tierra se han acobardado ante

vosotros. Porque hemos oído cómo el SEÑOR secó el agua del mar Rojo delante de

vosotros cuando salisteis de Egipto, y de lo que hicisteis a los dos reyes de los amorreos

que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a quienes destruisteis por completo. Y

cuando lo oímos, se acobardó nuestro corazón, no quedando ya valor en hombre

alguno por causa de vosotros; porque el SEÑOR vuestro Dios, Él es Dios arriba en los

cielos y abajo en la tierra. Josué 2:9-11 (LBLA)

Ya en la primera frase podemos ver su fe. Ella estaba segura de su convicción y por eso se

expresó de esa manera. La fe tiene que ver con la seguridad de lo que se cree.

El pueblo de Israel está a punto de conquistar Jericó, y los habitantes de Jericó tenían temor.

Otra traducción lo expresa de la siguiente manera:

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Sé que el SEÑOR les ha dado esta tierra. Todos tenemos miedo de ustedes. Cada

habitante de esta tierra vive aterrorizado. (NTV)

La Biblia nos dice que no tenemos que tener temor del diablo, nuestro enemigo, porque es él

quien se atemoriza de nosotros.

No tenemos que tener temor de ninguno de nuestros enemigos, ya sea enfermedad,

pobreza, o como quiera que se llamen. No debes sentir temor cuando oras por algún

enfermo, pues la enfermedad se atemoriza de ti porque sabe que está a punto de ser

vencida. Si oras por algún enfermo tampoco debes sentir temor de que esa enfermedad te

ataque a ti, sobre todo si se trata de una enfermedad grave, ya que es la enfermedad la que

se atemoriza de ti.

De la misma manera si ministras a alguien para que sea liberado de opresión demoníaca, no

tengas temor de que los demonios te ataquen a ti porque ellos son los que se atemorizan de

ti y saben que están vencidos. Es más, si ellos intentan acercarse a ti, se encuentran con la

sangre de Jesús y huyen despavoridos.

¿No es algo maravilloso lo que nos enseña este pasaje? “Todos tenemos miedo de ustedes

y cada habitante de esta tierra vive aterrorizado”. Esto es lo que dijeron los enemigos de

Israel.

La historia de Rahab tiene que ver con el tiempo actual en el que estamos viviendo. La

conquista de Jericó representa la segunda venida de Jesús a la tierra. El Señor vendrá

pronto y actualmente nos encontramos en circunstancias similares a las que reinaban en

aquel momento en la ciudad de Jericó. Esta ciudad puede ser comparada con Babilonia.

Los habitantes de Jericó sabían que el SEÑOR había secado el agua del mar Rojo para que

los israelitas pudieran pasar en seco. Esto había sucedido 40 años atrás. Eso quiere decir

que Rahab había estado creyendo en el Dios de Israel por un período de tiempo bastante

largo.

La noticia del éxodo israelí de la esclavitud egipcia y su paso en seco por el mar Rojo, hecho

que, como dijimos, había sucedido muchos años atrás, había llegado a los oídos de los

habitantes de Jericó y ellos estaban atemorizados. Casi podríamos decir que deseaban que

siguieran dando vueltas en el desierto para que no se acercaran a sus fronteras.

Todos nuestros enemigos están aún asustados y temblando por lo que sucedió hace más de

2000 años sobre la cruz del Gólgota. Sin embargo, si la iglesia de Cristo no tiene revelación

de esto, habrá de seguir dando vueltas en el desierto intentando seguir aferrada a la ley y no

habrá de significar ningún peligro para el enemigo. Esa es la razón por la cual ciertas cosas

malas suceden en nuestra sociedad. La iglesia de Cristo debe dejar de dar vueltas en el

desierto y entrar a poseer la tierra que Dios le ha dado.

Rahab conocía muy bien la historia que había oído acerca de lo que había sucedido con el

pueblo de Israel y por eso creía en su Dios. La fe viene por el oír.

¿Cómo es que Rahab pasó a integrar la lista de los héroes de la fe de Hebreos 11? Ella oyó

y creyó. Su fe estaba por encima de su mentira.

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No me malinterpreten por favor, yo no estoy diciendo con eso que debemos mentir o

engañar a nuestros jefes y/o patrones o a cualquier otra persona. Sólo estoy mostrando lo

que sucedió aquí en el caso de Rahab.

Cuando los dos espías oyeron que los habitantes de Jericó están atemorizados de ellos se

dieron cuenta que se encuentran frente a una ciudad vencida. ¿Cuál es nuestra perspectiva

en cuanto al mundo que nos rodea?

Rahab dijo: “el SEÑOR vuestro Dios, Él es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra”. Esta

es la declaración de fe de Rahab. Lo que se cree con el corazón se confiesa con la boca. La

fe se exterioriza por medio de la confesión de nuestra boca. Rahab reconoció que el Dios de

los israelitas es el Dios verdadero.

Ella había comenzado a creer muchos años antes cuando había oído lo que Dios había

hecho con ellos y mantuvo firme su fe. ¿Qué es lo que hizo durante todo ese tiempo? Siguió

practicando la prostitución.

Esto nos muestra claramente que un cambio de vida necesita tiempo. En realidad sería

bueno que el cambio se produjera de un momento a otro, y de hecho a veces ocurre, pero,

generalmente lleva tiempo hasta que se ven los resultados positivos. ¿Qué es lo que el

Señor quiere decirnos con esta historia?

Naturalmente que no podemos tomar cada detalle de las historias bíblicas para aplicarlo a

nuestra vida en forma literal, sin embargo, aquí podemos aprender una lección.

Rahab, aún a pesar de que estuvo creyendo por muchos años en el Dios verdadero, siguió

practicando la prostitución. Esto es algo casi incomprensible para nosotros ¿verdad? Pero,

lo que el Señor nos deja ver entre líneas es que debemos ser pacientes con aquellas

personas que conocen el Evangelio y no cambian de forma de vida inmediatamente.

A menudo, tendemos a ser demasiado duros con los recién convertidos y también con

nosotros mismos.

Repito, es cierto que en algunos casos suceden cambios espectaculares de la noche a la

mañana, y hay gente que se convierte y tira por la borda todo lo que tiene que ver con su

antigua vida de pecado. Esto lógicamente es maravilloso. Sin embargo, debemos ser

cuidadosos en la manera en que aconsejamos a los nuevos convertidos, y ser guiados por el

Espíritu Santo para decir y hacer lo correcto.

Hay quienes, que en su entusiasmo, deciden tirar por la borda su tabaco, sus botellas de

alcohol, sus medicamentos, abandonar su terapia e incluso su esposo/a y sus hijos. Aunque

esto puede sonar un tanto irrisorio y en cierta forma también exagerado, no está tan lejos de

la realidad.

Está bien abandonar repentinamente ciertas cosas malas y dañinas pero, no está bien cortar

de golpe con todo y mucho menos abandonar la familia.

Hay personas, que después de convertirse, desean ser como el apóstol Pablo quien, como

no tenía esposa ni hijos, se podía dedicar libremente a viajar de un lado para otro

predicando el Evangelio. ¡Momento!, si has conocido al Señor como tu Salvador personal y

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deseas compartir ese mensaje con otros debes hacerlo sabiamente y no utilizar tu

conversión como excusa para eximirte de tus responsabilidades.

Lo que debemos tener en cuenta, es que un cambio de estilo de vida necesita tiempo. A

menudo, somos demasiado impacientes con respecto a las personas que recién se

convierten y esperamos que los cambios se produzcan bien rápido. Cuando no sucede como

esperamos, nos frustramos y nos llenamos de interrogantes olvidando al mismo tiempo que

Dios es sumamente paciente.

Una señal segura

Dios es mucho más paciente que nosotros. ¿Sabes por qué? En el mismo capítulo del libro

de Josué encontramos la respuesta.

Ahora pues (siguió diciendo Rahab), juradme por el SEÑOR, ya que os he tratado con

bondad, que vosotros trataréis con bondad a la casa de mi padre, y dadme una promesa

segura, que dejaréis vivir a mi padre y a mi madre, a mis hermanos y a mis hermanas, con

todos los suyos, y que libraréis nuestras vidas de la muerte. Y los hombres le dijeron:

Nuestra vida responderá por la vuestra, si no reveláis nuestro propósito; y sucederá que

cuando el SEÑOR nos dé la tierra, te trataremos con bondad y lealtad. Josué 2:12-14

(LBLA)

Dios tiene interés de salvar a nuestra familia, ese es el deseo de su corazón.

Él no sólo desea salvarnos a nosotros sino también a los miembros de nuestra familia. Por

eso dice la Palabra: “tú y tu casa serán salvos”. Por esa razón es que Él tiene tanta

paciencia.

La historia de la salvación de Rahab y su familia puede ser aplicada a nuestra propia vida y

a la de nuestros queridos. Ella clamó por su vida e incluye a todos los miembros de su

familia.

Si tú eres creyente el Señor tendrá una puerta abierta para acceder a la salvación de tus

seres queridos. Lo único que debes hacer es pedirle al Señor que esto se haga realidad y Él

habrá de responder tu oración.

Si leemos la historia de Rahab hasta el final vemos que no solo ella fue salvada cuando los

muros de la ciudad de Jericó fueron destruidos sino también todos los familiares que

estaban en su casa.

La ciudad de Jericó existe todavía hoy y, de acuerdo a los hallazgos arqueológicos, se

puede ver que una parte del antiguo muro de la ciudad se mantuvo firme. Este es el lugar

donde estaba edificada la casa de Rahab. La arqueología confirma lo que nos dice la

Palabra de Dios.

Los arqueólogos coinciden en afirmar que parte de las piedras que conforman los restos del

antiguo muro se ven más firmes y enteras que el resto. Éste tiene que haber sido el lugar

donde estaba construida la casa de Rahab.

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Los dos espías prometen tratar con bondad y lealtad a Rahab y los suyos cuando entren a

conquistar la ciudad. En el idioma original hebreo, las palabras que en español se traducen

como bondad y lealtad, son kjésed y emet que significan literalmente: gracia y verdad.

Cabe recordar que el Nuevo Testamento habla de gracia y verdad en relación a la persona

de Jesús (ver Juan 1:17).

Por lo tanto, dicho de otra manera, en la promesa de protección que le hicieron los espías,

está involucrada la misma persona de Jesús. Gracia y verdad es la esencia misma de Jesús.

Porque la ley fue dada por medio de Moisés y por Jesucristo vino la gracia y la verdad.

Juan 1:17 (Castillian)

Cabe recordar que el Nuevo Testamento fue escrito en griego, por tanto si leyéramos este

versículo en el idioma hebreo encontraríamos las palabras kjésed y emet correspondientes

a gracia y verdad.

No tenemos que asombrarnos que Rahab colgó un cordón rojo grana en su ventana como

señal para ser salvada, ese cordón estaba representando precisamente a Jesús.

En el pasaje que habíamos considerado anteriormente habíamos considerado que Rahab

hizo una especie de convenio con los espías y les pidió una señal.

Y ahora, por favor, júrenme por el SEÑOR que como he mostrado misericordia para con

ustedes, así harán ustedes con la familia de mi padre, de lo cual me darán una señal

segura. (RVA 2015)

La palabra hebrea ot que en español se traduce como “señal” se compone de las siguientes

tres letras: ALEF, VAU y TAV.

Como ya hemos visto en enseñanzas anteriores la letra ALEF, la primera del alfabeto,

simboliza un sacrificio; la letra VAU, la sexta del alfabeto, es representada por un clavo; y la

TAV, la última del alfabeto, es representada por la cruz. Por lo tanto, la señal segura

consistía en: sacrificio, clavo, y cruz. En otras palabras, Jesús era esa señal segura, pues

estos tres elementos nos hablan de su persona.

La señal que Rahab necesitaba para ser salvada era la misma persona de Jesús. En esta

señal segura estaba representada la obra de Cristo en la cruz.

La historia continúa y luego leemos lo que los espías responden a su petición.

a menos que, cuando entremos en la tierra, ates este cordón de hilo escarlata a la

ventana por la cual nos dejas bajar, y reúnas contigo en la casa a tu padre y a tu madre, a

tus hermanos y a toda la casa de tu padre. Josué 2:18 (LBLA)

La casa de Rahab, quien era una mujer gentil, o sea que no pertenecía al pueblo de Israel,

representa aquí a la iglesia de Cristo.

En la iglesia de Cristo hay poder, autoridad y salvación para todos los que se refugian en

ella. Nosotros, los creyentes, no nos reunimos en la iglesia simplemente para pasar el

tiempo sino porque allí es donde Dios manifiesta su poder.

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Alguno se puede preguntar ahora ¿acaso Dios no muestra su poder en mi vida de manera

individual? Sí, naturalmente que experimentamos también el poder de Dios en forma

individual, pero cuando estamos todos juntos reunidos como su cuerpo, este poder y esta

unción se multiplican grandemente. Necesitamos la manifestación de su poder tanto en

forma individual como en forma colectiva.

Rahab tenía la oportunidad de ser salvada así como también todos los que estaban bajo su

techo.

Antes que comenzara el diluvio, Noé entró en el arca tal como Dios se lo había mandado.

Recién cuando había pasado el diluvio y había seguridad de tierra seca Dios le ordenó que

saliera (ver Génesis 8:15 al 17). El arca equivale aquí a salvación. En la actualidad, la iglesia

es el arca de salvación.

Dios desea que estemos en la iglesia, pues, este es el lugar donde encontramos salvación y

refugio de las tempestades de esta vida. Recién habremos de salir de ella en el momento del

arrebatamiento para formar parte del cuerpo de Cristo a nivel mundial para festejar juntos las

bodas del Cordero.

Mientras nos encontremos en el arca de refugio que es la iglesia habremos de estar a salvo.

Si caemos o tropezamos siempre lo haremos dentro del arca y no fuera de ella. Eso quiere

decir, que no habremos de perder la salvación.

Jamás habremos de sucumbir en la profundidad de las aguas, pues, estamos a salvo dentro

del arca. Este es un cuadro maravilloso ¿verdad?

Hay quienes intentan vivir un cristianismo en forma individual creyendo ser más astutos que

Dios.

Cuando hablo de no salirse de la iglesia, no me estoy refiriendo a que no se pueda cambiar

de lugar de reunión. Lo que quiero decir con esto es que necesitamos estar integrados en

una iglesia local, y más precisamente, en una donde se predique el Evangelio de la gracia

de Cristo.

En los tiempos peligrosos en que vivimos no podemos darnos el lujo de vivir un cristianismo

solitario y aislado a causa de frustraciones y desengaños, sino que necesitamos estar

integrados en una iglesia local.

Rahab fue salvada de la destrucción de Jericó y junto con ella toda su familia reunida bajo su

techo.

Aunque momentáneamente las cosas aparenten ser muy difíciles, el Señor puede obrar

poderosamente y, de un momento a otro, salvar a todos los miembros de nuestra familia.

Precisamente entonces es cuando necesitamos un puerto seguro donde puedan refugiarse.

Si estás orando desde hace tiempo por la salvación de tus seres queridos y tienes fe en que

ellos van a llegar a conocer a Cristo, ten también paciencia hasta el momento en que esto

suceda.

La palabra de Dios dice que por la fe y la paciencia alcanzamos la promesa.

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Recordemos que Dios tiene mucha paciencia con nosotros, por lo tanto, eso nos ayuda a

tener paciencia con los que nos rodean. Esta es la mejor manera de recuperar la paz

interior, sobre todo cuando estamos ansiosos en cuanto a la salvación de nuestros seres

queridos. A menudo nos ayuda el hecho de recordar cuánto tardamos nosotros en llegar a

conocer al Señor. Cuando meditamos en todo esto desaparece la ansiedad y vuelve la paz a

nuestro corazón.

La familia de Rahab se refugió en su casa y así alcanzó también la salvación.

La fe de Rahab alcanzó a los suyos. El cordón de grana que puso como señal en su ventana

estaba representando simbólicamente a Jesús.

Este cordón rojo carmesí era un cordón de lino. En la tipología bíblica el lino representa la

justicia. Por lo tanto, Rahab alcanzó justicia. La misma sangre salvadora de Jesús estaba

representada allí.

De la misma manera, la sangre de Jesús cubre nuestro hogar y trae paz y sosiego a

nuestras almas. En los momentos oscuros y difíciles de nuestra vida podemos clamar por la

protección de la sangre de Jesús.

Rahab sabía que la ciudad de Jericó habría de ser invadida por un ejército enemigo. Eso

significaba que habría de correr mucha sangre. Dicho de otra manera, el futuro inmediato

delante de sus ojos se presentaba bastante oscuro.

Sin embargo, a pesar de esto, ella y los suyos estaban protegidos por la sangre de Jesús. Al

igual que, algunos años antes, habían estado protegidos los israelitas que pintaron los

dinteles de sus puertas con la sangre del cordero pascual, el cual representaba a Jesús.

La sangre de Jesús que protegió a los israelitas y protegió también a los gentiles, habrá de

proteger tu casa y tu familia.

En los días oscuros y difíciles de nuestra vida, cuando lo único que tenemos por delante es

una invasión, debemos proclamar la protección de la sangre de Jesús. En esos momentos,

debemos tomar autoridad y proclamar que la sangre de Jesús es la que toma el control

sobre nuestra vida y nuestras posesiones. La sangre de Jesús cubre nuestras vidas, la de

nuestros queridos, y todo lo que poseemos.

La sangre de Jesús nos otorga protección. Por medio de su sacrificio en la cruz somos la

justicia de Dios en Él. ¡Tomemos autoridad en su nombre sobre nuestras propias vidas y la

de nuestros queridos! Esta es la manera de sobreponerse y alcanzar la victoria en los días

oscuros en nuestra vida.

Rahab, toda su familia, y todas sus posesiones fueron preservadas a causa de ese cordón

de grana colgado de su ventana.

Resumen:

La sangre de Jesús nos protege tanto a nosotros como también a los miembros de nuestra

familia.

14

Oración:

¡Gracias Jesús que me has dado tu sangre como una señal segura de protección para los tiempos difíciles! ¡Gracias por saber que proteges también a los miembros de mi familia!

Ayúdame a tomar mi posición de autoridad y apelar a la protección de tu sangre frente a los desafíos de la vida. Tu obra en la cruz a mi favor me otorgó la justificación delante del Padre.

Amén.

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