qué hacemos con las familias

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QUÉ HACEMOS CON LA FAMILIA La relación familia-escuela es siempre esencial; pero, cuando el niño se ve afectado por las necesidades derivadas del TDAH, esa colaboración se convierte en un proceso imprescindible para conseguir su evolución personal y escolar. En este proceso de colaboración/implicación hay varios elementos imprescindibles a tener en cuenta: Objetivos en la relación escuela-familia en el caso de un trastorno de déficit de atención con hiperactividad: 1. Compromiso incondicional entre ambos sistemas y sus agentes. La escuela ayuda, valida y forma parte de la red de apoyo del propio niño y de su familia independientemente de lo que hagan el propio niño y su familia. Los padres ayudan, validan y forman parte de la red de apoyo de la escuela independientemente de lo que hagan los profesores o algún profesor en particular. 2. Manejo de las diferencias entre adultos, dejando al niño al margen. Cuando surgen dificultades, probablemente frecuentes a lo largo de toda la escolarización del niño, éstas son manejadas entre adultos, centrándose en las posibles soluciones. El niño permanece al margen de este debate, y ningún adulto en el entorno familiar y escolar entromete al niño, informándole, pidiendo su opinión, posicionándolo en contra o a favor o implicándolo emocionalmente… 3. Consideración positiva, recíproca, ante el niño y ante los demás. El niño recibe estímulo, refuerzo y consideración por lo que él es y por cosas que hace en las que obtiene un éxito, al margen del trastorno. Así mismo, los maestros trabajan con los compañeros del niño con TDAH, con el fin de que éstos también puedan tener una opinión positiva y válida de su compañero. 4. Si las diferencias son insalvables, tomar decisiones dejando fuera al niño y preservando lo positivo del colegio y de la familia. Aun en los circunstancias más difíciles, incluso cuando los padres puedan decidir cambios en la escolarización de su hijo, la escuela y la misma familia deberán mantener mensajes de validación de los sistemas.

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Análisis de objetivos y procedimientos para el trabajo conjunto de docentes y familia en casos de TDAH

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Page 1: Qué hacemos con las familias

QUÉ HACEMOS CON LA FAMILIA

La relación familia-escuela es siempre esencial; pero, cuando el niño se ve

afectado por las necesidades derivadas del TDAH, esa colaboración se convierte en

un proceso imprescindible para conseguir su evolución personal y escolar. En este

proceso de colaboración/implicación hay varios elementos imprescindibles a tener

en cuenta:

Objetivos en la relación escuela-familia en el caso de un trastorno de déficit

de atención con hiperactividad:

1. Compromiso incondicional entre ambos sistemas y sus agentes.

La escuela ayuda, valida y forma parte de la red de apoyo del propio niño y

de su familia independientemente de lo que hagan el propio niño y su familia.

Los padres ayudan, validan y forman parte de la red de apoyo de la escuela

independientemente de lo que hagan los profesores o algún profesor en

particular.

2. Manejo de las diferencias entre adultos, dejando al niño al margen.

Cuando surgen dificultades, probablemente frecuentes a lo largo de toda la

escolarización del niño, éstas son manejadas entre adultos, centrándose en las

posibles soluciones. El niño permanece al margen de este debate, y ningún

adulto en el entorno familiar y escolar entromete al niño, informándole,

pidiendo su opinión, posicionándolo en contra o a favor o implicándolo

emocionalmente…

3. Consideración positiva, recíproca, ante el niño y ante los demás.

El niño recibe estímulo, refuerzo y consideración por lo que él es y por cosas

que hace en las que obtiene un éxito, al margen del trastorno. Así mismo, los

maestros trabajan con los compañeros del niño con TDAH, con el fin de que

éstos también puedan tener una opinión positiva y válida de su compañero.

4. Si las diferencias son insalvables, tomar decisiones dejando fuera al niño y

preservando lo positivo del colegio y de la familia.

Aun en los circunstancias más difíciles, incluso cuando los padres puedan

decidir cambios en la escolarización de su hijo, la escuela y la misma familia

deberán mantener mensajes de validación de los sistemas.

Page 2: Qué hacemos con las familias

5. Conocer y confiar en los recursos generales y servicios especiales que existen

en el entorno, priorizando su uso sobre otros más lejanos. Si no existen en el

Centro, reclamarlos a la administración.

Los recursos, los profesionales y los servicios, cuanto más próximos al niño,

mejor. No siempre los recursos y los profesionales lejanos son mejores. El

sistema educativo debe proporcionar apoyos suficientes, si esto no es así, la

familia tiene el derecho de reclamarlos por las vías establecidas.

6. Centrarse en las tareas del ámbito familiar. No interferir en las funciones

propias del contexto escolar, no construir en casa un “colegio paralelo”.

La escuela trabaja objetivos específicos de aprendizaje, utilizando

metodologías específicas. En casa pueden trabajarse otros objetivos, utilizando

métodos también diferentes. Cada contexto se centra en lo suyo, sin interferir

en lo que el otro contexto hace (esto no significa no colaborar, ni trabajar

objetivos comunes). La escuela no funciona como una familia paralela, la familia

no funciona como una escuela paralela.

7. Colaborar juntos con el fin de gestionar adecuadamente la atención de los

niños/as con TDAH. Colaborar con otras instituciones y organismos (médicos,

asociativos, etc)

Familia y escuela generan soluciones en la atención a los niños/as con TDAH,

buscando la colaboración y el compromiso con la red asistencial médica y con

otras entidades de la red local, con el fin de elaborar protocolos comunes de

actuación para los niños/as con TDAH.

8. Fomentar actitudes colaboradoras y de respeto familia-colegio,

independientemente de lo que haga el otro sistema.

Familia y escuela no tienen más remedio que colaborar juntos. Son contextos

que necesariamente se necesitan para que el niño se desarrolle, socialice,

adquiera competencia y pueda tener calidad de vida.

9. Hacer explícitas las muestras de apoyo.

Esto significa que los padres son capaces de expresar el apoyo incondicional

al Centro, al profesorado, al tutor, etc, mediante mensajes de agradecimiento,

cartas, detalles materiales.

Para alcanzar estos objetivos es imprescindible:

Page 3: Qué hacemos con las familias

Los profesores han de aceptar que los alumnos con TDAH requieren de un

aprendizaje distinto y deben estar abiertos a cambios.

Docentes y familia han de tomar la misma actitud positiva. Para ambas

partes es necesario que tengan el pensamiento de que el alumno padece un

trastorno, lo que se traducirá en un sentimiento de ayuda hacia los niños.

Familia y tutor deben mantener reuniones regulares. Deberán ser

programadas con antelación suficiente. Habrá que acordar un seguimiento

con el resto de profesores para observar la evolución en las diferentes

asignaturas.

Planear conjuntamente objetivos realistas, tanto para padres como para

profesores, a llevar a cabo en cada cita. Estos deben ser pocos y alcanzables.

Los objetivos se irán aumentando en la medida en que se vayan cumpliendo.

En caso de objetivos no alcanzados se deberán analizar las razones y

replantarlos de cara a la siguiente cita.

Informar a los padres de todos los aspectos, positivos y negativos, sobre los

avances en el rendimiento académico, la conducta del niño, su estado

emocional y las relaciones con sus compañeros y profesores. Hacer un

seguimiento de los objetivos que funcionan y aquellos que no, y

transmitírselos a los padres.

Trabajar conjuntamente y valorar el trabajo realizado por ambas partes.

Comunicar a los padres si se van a tomar medidas de intervención, tanto

dentro como fuera del aula. Explicando el tipo de intervención, el tiempo de

la misma, fechas, duración, lugar donde se va a intervenir, etc.

No dudar en el diagnóstico. Asumir que las características que demuestra el

niño son debidas al trastorno y no a la mala educación que haya recibido de

sus padres.

Uso imprescindible de la agenda. Algunas de las dificultades más relevantes

del alumno don TDAH son las de organización y planificación de sus deberes,

tareas, estudio, etc. Por lo tanto se recomienda:

- Sensibilizar sobre la importancia de que la comunicación entre el centro y

la familia a través de la agenda contenga información de aspectos tanto

positivos como negativos del alumno; así como cuidar la forma en que se

Page 4: Qué hacemos con las familias

transmite. Cuando las comunicaciones negativas se den de forma

frecuente no se aconseja el uso de la agenda pues irá en detrimento de su

autoestima. Se pueden usar otras vías, como un sobre aparte, una

llamada telefónica, un email, registrarlo para reuniones posteriores, etc.

- Considerar que el manejo de la agenda es una de sus dificultades más

significativas.

- Para asegurarse de que los alumnos han recibido las instrucciones de las

tareas previstas se recomienda explicar las tareas para realizar en casa y

apuntarlas en la pizarra para anotar en ella toda la información relativa a

la agenda y que permanezca siempre a la vista.

- Dedicar un tiempo cada día para que los alumnos apunten las tareas en la

agenda.

- Además de las tareas diarias, es esencial que los alumnos y los padres

tengan acceso a las fechas de exámenes con suficiente antelación, el

contenido que abarcará, las fechas previstas para la entrega de trabajos y

lo que deberán contener, así como los libros que deben leer y las fechas

límite de entrega para planificar los tiempos de estudio y la supervisión

necesaria.

- Asegurarse de que llevan el material necesario a casa para realizar las

tareas.