¿qué es educar?/ ensayo - norberto cuenca

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TAZ. ¿QUÉ ES EDUCAR? Educar, esa palabra y sus múltiples variaciones nos acompañan desde bien temprano en nuestra concepción del mundo y del ser humano. Desde pequeños estamos sumergidos en una educación formal, institucionalizada. Pero, ¿solo existe ese tipo de educación? Genéticamente el hombre no llega a ser lo que es simplemente por dicha carga genética. Muchas son las diferencias fisiológicas y anatómicas con el resto de animales, cosa que nos lleva a una marcada distinción respecto a estos. Aspectos como la bipedestación, la oposición del pulgar o el mayor tamaño de la cabeza son características plenamente humanas, pero no solo por esto se es humano. Esta carga genética diferente a otros animales es una mínima parte de lo que hace al hombre ser realmente hombre. Pues lo que le hacer ser hombre, unido a lo genético, es la convivencia social y lo que esta conlleva, la educación. La educación está íntimamente unida al aprendizaje, pues sin esta no tendría significado alguno. No es posible concebir una educación sin aprendizaje. Pues, como nombra Savater en su libro ‘El valor de educar’ el hecho de aprender es un característica innata en el ser humano, por tanto la educación es parte del ser humano y es lo que le hace ser a este puramente humano. Por tanto educar será el empeño más humano que existe, principal diferencia con los animales. Todos enseñamos, pues, si todos llevamos intrínsecamente en la condición de ser humano el educar, todos somos parte de la educación alguna vez en nuestra vida de alguno de nuestros semejantes. Para esto debe de existir la vivencia del conocimiento previamente a su enseñanza como educador. En cuanto a la enseñanza como profesión, debe de tener una premisa básica, esta será el optimismo. Como dice Savater en su libro, “la educación presupone el optimismo”, es decir la educación lleva consigo intrínsecamente el optimismo. No podrá existir un buen educador profesionalmente hablando si este trabaja pesimistamente, no existirá un querer mejorar como docente, ni la ilusión por la mejoría de los aprendices. Un buen educador, optimista en su labor, siempre querrá saber más, formar mejor a sus discípulos, pues la enseñanza no es más que enseñar a aprender. El educador será parte de la formación de sus alumnos, pero como un guía que prestará su ayuda al afán de aprendizaje que los alumnos tienen. En ocasiones también deberá, ante los llamados malos alumnos, saber sacar lo mejor de estos sacando a la luz la curiosidad, primer paso para querer aprender, que todo ser humano, por el hecho de serlo tiene. Mostrará a estos lo fascinante de saber. Educar será concebido como el hecho en el cual el educador acompaña al aprendiz a la toma de conocimiento, haciendo al aprendiz consciente de su aprendizaje mediante vivencias que refuercen la elaboración y posterior almacenaje de la información. Pues una buena educación no consistirá meramente en la transmisión de conocimientos por parte del educador y la correspondiente memorización del aprendiz. La educación, pilar fundamental a construir en los primeros años de todo niño, debe ir unido al movimiento, entendido como experiencia. El niño dueño inconsciente de su aprendizaje, guiado de la mano del educador, será descubridor constante de su alrededor. Esta concepción de educación vivencial debe ir constantemente de la mano de los sentidos y sentimientos, pues serán estos los que cataloguen dichas experiencias. Por último, comentar que no existirá una buena educación si esta no es social, es decir, que no se da en sociedad, siendo esta plural, común y contrastada. Será la convivencia social, parte fundamental del proceso educacional.

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Page 1: ¿Qué es educar?/ Ensayo - Norberto Cuenca

TAZ.

¿QUÉ ES EDUCAR?

Educar, esa palabra y sus múltiples variaciones nos acompañan desde bien temprano en nuestra

concepción del mundo y del ser humano. Desde pequeños estamos sumergidos en una educación

formal, institucionalizada. Pero, ¿solo existe ese tipo de educación?

Genéticamente el hombre no llega a ser lo que es simplemente por dicha carga genética. Muchas son las

diferencias fisiológicas y anatómicas con el resto de animales, cosa que nos lleva a una marcada

distinción respecto a estos. Aspectos como la bipedestación, la oposición del pulgar o el mayor tamaño

de la cabeza son características plenamente humanas, pero no solo por esto se es humano. Esta carga

genética diferente a otros animales es una mínima parte de lo que hace al hombre ser realmente

hombre. Pues lo que le hacer ser hombre, unido a lo genético, es la convivencia social y lo que esta

conlleva, la educación.

La educación está íntimamente unida al aprendizaje, pues sin esta no tendría significado alguno. No es

posible concebir una educación sin aprendizaje. Pues, como nombra Savater en su libro ‘El valor de

educar’ el hecho de aprender es un característica innata en el ser humano, por tanto la educación es

parte del ser humano y es lo que le hace ser a este puramente humano. Por tanto educar será el

empeño más humano que existe, principal diferencia con los animales.

Todos enseñamos, pues, si todos llevamos intrínsecamente en la condición de ser humano el educar,

todos somos parte de la educación alguna vez en nuestra vida de alguno de nuestros semejantes. Para

esto debe de existir la vivencia del conocimiento previamente a su enseñanza como educador.

En cuanto a la enseñanza como profesión, debe de tener una premisa básica, esta será el optimismo.

Como dice Savater en su libro, “la educación presupone el optimismo”, es decir la educación lleva

consigo intrínsecamente el optimismo. No podrá existir un buen educador profesionalmente hablando si

este trabaja pesimistamente, no existirá un querer mejorar como docente, ni la ilusión por la mejoría de

los aprendices. Un buen educador, optimista en su labor, siempre querrá saber más, formar mejor a sus

discípulos, pues la enseñanza no es más que enseñar a aprender.

El educador será parte de la formación de sus alumnos, pero como un guía que prestará su ayuda al afán

de aprendizaje que los alumnos tienen. En ocasiones también deberá, ante los llamados malos alumnos,

saber sacar lo mejor de estos sacando a la luz la curiosidad, primer paso para querer aprender, que todo

ser humano, por el hecho de serlo tiene. Mostrará a estos lo fascinante de saber.

Educar será concebido como el hecho en el cual el educador acompaña al aprendiz a la toma de

conocimiento, haciendo al aprendiz consciente de su aprendizaje mediante vivencias que refuercen la

elaboración y posterior almacenaje de la información. Pues una buena educación no consistirá

meramente en la transmisión de conocimientos por parte del educador y la correspondiente

memorización del aprendiz.

La educación, pilar fundamental a construir en los primeros años de todo niño, debe ir unido al

movimiento, entendido como experiencia. El niño dueño inconsciente de su aprendizaje, guiado de la

mano del educador, será descubridor constante de su alrededor. Esta concepción de educación vivencial

debe ir constantemente de la mano de los sentidos y sentimientos, pues serán estos los que cataloguen

dichas experiencias.

Por último, comentar que no existirá una buena educación si esta no es social, es decir, que no se da en

sociedad, siendo esta plural, común y contrastada. Será la convivencia social, parte fundamental del

proceso educacional.

Page 2: ¿Qué es educar?/ Ensayo - Norberto Cuenca

TAZ.

En cuanto a la autoevaluación de este trabajo, decir que ha sido un reto para mi escribir sobre un tema

tan amplio y del que tanto se pude hablar, en tan solo una hoja, dando simples pinceladas a las ideas

claves de mi concepción de educar.

Tras leer el prólogo y el capítulo 2 del libro de Savater ‘El valor de educar’ y haber leído varios blogs de

compañeros del año pasado acerca de la educación, mi concepción de que es educar ha sido

enriquecida y complementada con la que hasta entonces tenía. Este breve ensayo ha sido una puesta en

escena de esta concepción.

Respecto a la autocalificación, a la cual no acabo de acostumbrarme todavía, no puedo decir que mi

trabajo sea de 10, pues creo que por la brevedad del espacio disponible y por las facilidades de

expresión que aún me quedan por adquirir no es un trabajo que merezca tanta nota. Por el trabajo que

ha supuesto el documentarse acerca del tema, la dificultad de escribir claro y conciso y por la exposición

de unas ideas con fundamento y orden de exposición, la nota de este trabajo en mi opinión se sitúa

alrededor de un 8.