¿qué sé? ¿qué quiero saber? ¿por qué? el producto...
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¿Qué sé? ¿Qué quiero saber? ¿Por qué? El producto final
Estas son las cuestiones que el alumnado debe responder para que el
Proyecto vaya cogiendo forma.
Al igual que anteriormente, necesitaremos que un anotador plasme todo lo
que está surgiendo en el aula, pues esto nos permitirá poder recordarlo
días posteriores.
Si se prefiere, en alguna ocasión también podemos grabar la sesión, así
podremos analizar más detenidamente las situaciones que se han
producido.
Todo el proceso que vaya construyéndose nos dará pistas para poder
introducir aquellos contenidos que creemos que los alumnos deberán
trabajar según su etapa educativa, independientemente de los que ellos
hayan seleccionado.
¿Qué sé?
Hemos llegado a un punto fundamental de nuestro proyecto. A partir de
este momento los alumnos van a contextualizar sus conocimientos sobre el
tema que quieren trabajar.
Debemos estar muy atentos, pues el nivel de conocimientos del grupo
determinará la riqueza del proyecto.
En esta parte del proyecto podemos optar en que realicen una lista de
qué saben en casa, pues así implicaremos a las familias y empezarán su
colaboración en el Proyecto.
Otro de los motivos de hacer un primer listado como tarea de deberes es
evitar que se copien las ideas unos de otros, por lo que podría
empobrecerse bastante el listado inicial.
Como todos los conocimientos del tema los abordará el alumno en su
casa, en el momento que vuelva a la escuela deberá compartirlos con el
resto del grupo, por lo que todos acogerán como suyos esos
conocimientos previos una vez el compañero los haya aportado.
Este último apartado se expone en el siguiente tema, ¿Qué queremos
saber?
¿Qué sabemos?
Los alumnos ya han elaborado un primer listado de todo aquello que ya
conocen del Proyecto que se va a trabajar.
La forma en cómo nos llegue la información no ha de ser siempre la misma.
Podemos animar a los alumnos a que elaboren listados de qué saben a
través de un vídeo, fotografiándose exponiéndolo con carteles... así iremos
aumentando la motivación del grupo y de las familias.
Para elaborar el listado de todo lo que saben los alumnos podemos utilizar
la técnica anterior (hacer un listado en la pizarra) o bien usar una PDI
(Pizarra Digital).
El listado de todo aquello que saben nuestros alumnos dependerá de
diferentes factores como el contexto en el que se encuentre la escuela, el
ambiente en el aula o la implicación de las familias.
Es muy importante tener en cuenta cuál es el punto de partida del
proyecto, porque más adelante lo utilizaremos para conectar aquello que
ya saben con aquello que quieren aprender.
¿Qué quiero saber? ¿Por qué?
Aquí empieza una travesía hacia una investigación adaptada a cada
necesidad del alumno y de su interés.
Pediremos a nuestros alumnos que nos digan, primero individualmente, qué
quieren saber y sobretodo, por qué quieren saberlo.
Es muy importante que argumenten por qué quieren saber unas u otras
cosas, ya que es uno de los elementos que nos ayudarán a no caer en
banalidades o en intereses momentáneos y de poca durada.
Una vez que han elaborado su listado de cuestiones según sus intereses las
pondremos en común en el aula. El docente en este momento debe estar
atento y mostrar una actitud dinámica, pues deberá agrupar todas
aquellas ideas que tengan puntos en común, para poder ir dando forma al
proyecto y que le permita poder ofrecer al alumnado lo antes posible un
índice organizado, así evitaremos que aquellos alumnos con más
dificultades también puedan ir siguiendo con más facilidad.
Este es un buen momento para ir pensando dónde iremos colocando
nuestros contenidos curriculares, como vamos a enlazarlo con las demás
áreas…
Necesitamos que todo el personal docente esté el máximo implicado.
Podemos pedir a nuestros compañeros que nos den ideas para poder ir
reorganizando todo aquello que los alumnos quieren aprender.
Hay que recordar que se trata de un proceso que siempre resta abierto,
por lo que debemos tener en cuenta que nuestro índice se irá
modificando, de hecho, es necesario que vayan haciéndolo, pues los
intereses de nuestros alumnos irán evolucionando a medida que el
proyecto avance.
Más adelante hablaremos de la programación, pero debemos tener en
cuenta que en cierta manera esta ya ha empezado.
El producto final
Debemos ser conscientes que para que el proyecto llegue con éxito al final
del proceso es interesante tener claro el producto final.
Por ejemplo. Si estamos elaborando la revista escolar del curso, es
importante que los alumnos tengan claro que nuestro producto será la
revista.
Si estamos haciendo un proyecto sobre deporte, podemos culminarlo
dejando que nuestros alumnos expongan al resto un deporte creado por
ellos, y será durante el proyecto donde se vayan preparado de manera
teórica y práctica para llegar a conseguirlo.
Nuestra capacidad de adaptación, improvisación y mente abierta nos
permitirá enriquecer el proyecto a medida que vaya gestándose, siendo
cada vez más complejo en contenidos, pero más sencillo en su
elaboración en cuanto nos vayamos acostumbrando a trabajar con esta
metodología.
El mapa conceptual. Ideas para su elaboración
El mapa conceptual es una herramienta gráfica que nos permite observar
la información que vamos produciendo de una manera clara y sencilla.
El mapa conceptual se irá creando al mismo tiempo que se vayan
avanzando los aprendizajes, puesto que si se desfasa puede perder su
función orientadora y de recordar el proceso.
Podemos elaborar diferentes mapas conceptuales dependiendo de
diferentes factores como la edad o la temática.
Si estamos ante un alumnado de corta edad lo mejor será utilizar frases de
unión muy simples y lo más cortas posibles para evitar la confusión.
El aspecto visual será también muy importante. Intentaremos poner el
máximo de imágenes posibles que ilustren nuestro mapa y que expliquen la
información.
Otra forma es introducir fotografías de las experimentaciones que los
alumnos han ido realizando.
Por ejemplo, si estamos trabajando con alumnos muy pequeños el cuerpo
humano, para explicar los huesos podemos colgar una radiografía de
alguno de ellos o un esqueleto que hayan montado durante una hora de
educación artística.
Conforme aumente la edad de los alumnos se pueden ir integrando
palabras más complejas siempre que antes hayan sido trabajadas en el
aula, así como también conectores variados.
Si tenemos en cuenta la temática, nuestro mapa conceptual puede ser
muy variado.
Normalmente está expuesto en el aula, en una de sus paredes, pero no
siempre tiene por qué ser así.
Por ejemplo, si estamos trabajando el proyecto de deportes, nuestro mapa
conceptual de "qué sabemos" podemos introducirlo dentro de una
portería que coloquemos en nuestra clase, porque ya lo sabemos, mientras
que todo aquello que queremos aprender pueden ser flechas que se
disparan para llegar a la portería. De esta manera estaremos
contribuyendo a la vez a la ambientación de la clase.
Consultamos expertos
Antes de iniciar nuestras investigaciones debemos tener claro que todo
aquello que tenemos interiorizado es correcto. Está claro que durante el
proceso de aprendizaje vamos transformando aquello que ya sabemos
con los nuevos conocimientos que aprendemos, pero, de esta manera, los
alumnos aprenden que aquello que sabemos puede ser incierto si no se ha
comprobado o consultado en más de un lugar.
Como nos dice Paulo Coelho:
“Es necesario aprender lo que necesitamos, y no únicamente lo que
queremos”.
Para tener claro que aquello que conocemos es cierto, podemos dedicar
algunas sesiones a consultar expertos para corroborar que todo aquello
que pensamos es cierto; esto también nos ayudará a conectar lo que
sabemos con lo que queremos saber.
Fuentes de información
Para evitar que nuestros alumnos lleguen con miles de folios impresos sin
saber qué pone en ellos, o tengamos a los padres todo el día preocupados
por qué deben hacer sus hijos, lo mejor es que mientras se esté
construyendo todo el proceso anterior, el docente vaya seleccionando
cuáles pueden ser los mejores recursos para consultar.
Hay pequeñas recomendaciones que deben tenerse en cuenta.
Si los alumnos son muy pequeños es preferible que la cantidad de fuentes
de información sea muy limitada y esté muy bien seleccionada, ya que en
caso contrario algunos de ellos pueden distorsionarse y alejarse del
proyecto, cosa que debemos evitar.
Por ejemplo, si estamos haciendo un proyecto sobre Roma con alumnos
muy pequeños y no les facilitamos las fuentes de información, no debemos
extrañarnos si alguno de ellos llega al aula con un dossier completo del
arte románico. Aunque suene a broma yo mismo lo he podido presenciar.
Si por el contrario los alumnos son más grandes, la cantidad de información
que pueden trabajar es mayor. En estos casos podemos:
Dejar que traigan la información seleccionada impresa para poder
trabajarla en el aula (así trabajaremos con ellos la técnica del
resumen).
Ofrecer diferentes recursos digitales de consulta y diferentes
manuales para extraer información.
Dejar algunas horas para que escojan qué páginas web pueden
ayudarnos en nuestro proyecto (así observaremos la capacidad que
tienen para moverse por Internet).
Todas las formas anteriores son correctas, pero el uso de ambas dará un
producto mucho más elaborado.
Aunque ya lo hemos citado anteriormente (el contexto), es un buen
momento para volver a comunicarse con la biblioteca del barrio o
municipio para que sean conscientes de lo que nuestros alumnos están
trabajando. Podemos simplemente pasarles el índice inicial del proyecto
para facilitarles su trabajo por si nuestros alumnos deciden acudir a buscar
información.
El eje vertebrador. Formas de trabajo. Tipos y
fundamentos
En el siguiente apartado nos dedicaremos a explicar cómo podemos llevar
a cabo nuestro proyecto utilizando una metodología de trabajo que nos
permita darle una forma coherente a aquello que se va produciendo.
Ejemplos:
Estamos elaborando un Proyecto sobre monstruos.
A la misma vez que trabajamos todo aquello que los alumnos quieren
saber sobre esta temática, nosotros hemos introducido la
comparativa con el cuerpo humano. Para que todo este proceso no
les parezca aburrido o simple lo podemos enriquecer utilizando la
gamificación.
“Gamificación (gamification en el ámbito anglosajón) es el empleo
de mecánicas de juego en entornos y aplicaciones no lúdicas con el
fin de potenciar la motivación, la concentración, el esfuerzo, la
fidelización y otros valores positivos comunes a todos los juegos. Se
trata de una nueva y poderosa estrategia para influir y motivar a
grupos de personas”.
En este caso concreto si observamos que los alumnos no están
demasiado motivados en el tema del cuerpo humano, podemos
introducir un sistema de colección de cromos que culmina cada vez
que se cierra un apartado, de manera que el alumno que cumple el
objetivo del capítulo o tema consigue el cromo de esa parte.
Si lo que estamos elaborando es una revista, podemos emplear el
trabajo en cadena como eje vertebrador de nuestro proyecto,
creando las secciones que creamos oportunas...
“La producción en cadena, producción en masa, producción en serie
o fabricación en serie fue un proceso revolucionario en la producción
industrial cuya base es la cadena de montaje o línea de ensamblado
o línea de producción; una forma de organización de la producción
que delega a cada trabajador una función específica y
especializada en máquinas también más desarrolladas”.
La programación
Aunque no estemos desarrollando una metodología en la que los
contenidos estén clarificados desde el principio, no quiere decir que no
podamos elaborar una programación sobre nuestro proyecto.
En el momento que los alumnos decidan el tema que quieren desarrollar,
en ese momento deberemos ya iniciar nuestra programación para poder
integrar el máximo de contenidos curriculares que la etapa en la que
estamos nos permita.
La programación. Las competencias básicas
El ABP nos va a permitir trabajar las competencias básicas de un modo
interdisciplinar ya que intentaremos influir todas las áreas en nuestro
proyecto.
“Las competencias básicas son aquellas que debe haber desarrollado un
joven al finalizar la enseñanza obligatoria para poder lograr su realización
personal, ejercer la ciudadanía activa, incorporarse a la vida adulta de
manera satisfactoria y ser capaz de desarrollar un aprendizaje permanente
a lo largo de la vida”, (LOE).
Una vez que los alumnos han dejado claro lo que quieren investigar, es el
momento de integrar todos los contenidos que estén en nuestras manos.
En el siguiente ejemplo se exponen tres de las muchas competencias que
podemos integrar a la hora de trabajar en el proyecto (dependiendo del
proyecto que se trabaje se pueden integrar gran número de
competencias).
Estas competencias se han extraído del currículo de Educación Primaria.
Ejemplo:
Si elaboramos la revista escolar, podemos trabajar las siguientes CB:
Lengua
Dimensión de comprensión lectora.
Competencia 1
Leer con fluidez para comprender textos de la vida cotidiana,
de los medios de comunicación y escolares en diferentes
soportes y formatos.
- Los alumnos deberán leer textos para extraer información
para nuestro proyecto, por lo que estamos trabajando
esta competencia de lengua.
Competencia 2
Aplicar estrategias de comprensión para obtener
información, interpretar y valorar el contenido de acuerdo
con la tipología y la complejidad del texto y el propósito de la
lectura.
- Cuando nuestros alumnos lean deberán aplicar sus
conocimientos de comprensión lectora para extraer la
información.
Dimensión de expresión escrita.
Competencia 7
Revisar el texto para mejorarlo y prestar atención en su
presentación formal en función de la situación comunicativa.
- Cada vez que vayan a presentar una actividad escrita
deberán hacer esta labor.
Matemáticas
Dimensión de comunicación y representación.
Competencia 8
Expresar ideas y procesos matemáticos de manera
comprensiva utilizando el lenguaje verbal (oral y escrito).
- Los alumnos han medido diferentes tipos de papel para
conocer los diferentes tamaños que pueden haber (Din
a-3, Din A-4) y han elaborado una actividad sobre ello.
Competencia 9.
Usar las diferentes representaciones de los conceptos y
relaciones para expresar matemáticamente una situación.
- Si realizamos una excursión a la imprenta, previamente los
alumnos han trabajado una ficha de orientación del
municipio, con diferentes preguntas de orientación
donde han utilizado aspectos matemáticos como las
medidas de longitud.
Competencia 10.
Usar herramientas tecnológicas con criterio, de forma
ajustada a la situación e interpretar las representaciones
matemáticas que ofrecen.
- En este caso podemos tener en cuenta los que puedan ir
elaborándose en el ordenador. En nuestro caso el
alumnado elaboró un gráfico con los datos más
comunes de las revistas después de un análisis de varios
ejemplares.
Conocimiento del Medio natural social y cultural
Dimensión tecnológica y vida cotidiana.
Competencia 1.
Plantearse preguntas sobre el medio, utilizar estrategias de
búsqueda de datos y analizar resultados para encontrar
respuestas.
- Cuando analizamos las diferentes revistas que nuestros
alumnos traen a clase, estamos analizando los datos
para después poder obtener unas características
generales que presentan las revistas.
Competencia 2.
Interpretar el presente a partir del análisis de los cambios y
continuaciones a lo largo del tiempo, para comprender la
sociedad en la que vivimos.
- Cuando los alumnos estudien la historia del papel, a la
vez iremos construyendo un eje cronológico para
situarnos en la historia.
Dimensión ciudadanía.
Competencia 12.
Participar en la vida colectiva a partir de valores
democráticos, para mejorar la convivencia y favorecer un
entorno más justo y solidario.
- Elaboraran diferentes grupos de trabajo, por lo que la
participación será fundamental y el debate y el
consenso serán muy importantes.