punto y coma- cabre buenas practicas en temrinologia

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 http://ec.eur opa.eu/translation /bulletins/puntoycoma/numeros.html  n.° 130 noviembre/diciembre de 2012 Sumario Cabos sueltos   Armonización de términ os  financieros: CDO, ABS, CDS  , etc. 2 LUIS GONZÁLEZ  Nomenclatura de Salmonella para uso corriente 4 VICTORIA CARANDE HERRERO Neológica Mente  Entre fractura social y cisma  político: el clivaje 5 MIQUEL VIDAL  Dos novedades: estadounidismo y acremar 7 PUNTOYCOMA Colaboraciones  Glosario de términos y expresiones sobre la crisis económica. Primera entrega 9 GRUPO DE COORDINACIÓN  , CALIDAD Y TERMINOLOGÍA  La Unión vuelve a ser Económica: últimos Tratados y mecanismos 14 MARÍA VALDIVIESO  Éranse una vez cinco rusos blancos 23 MIQUEL VIDAL Tribuna  Buenas prácticas en terminología 25 M. TERESA CABRÉ Reseñas  Sobre la traducción 34  JORGE JIMÉNEZ BELLVER Necrológica  La traducción en la obra de  Agustín García Calvo 37 ALBERTO RIVAS YANES Comunicaciones 41 

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  • http://ec.europa.eu/translation/bulletins/puntoycoma/numeros.html

    n. 130 noviembre/diciembre de 2012

    Sumario

    Cabos sueltos Armonizacin de trminos

    financieros: CDO, ABS, CDS, etc. 2 LUIS GONZLEZ

    Nomenclatura de Salmonella para uso corriente 4 VICTORIA CARANDE HERRERO

    Neolgica Mente Entre fractura social y cisma

    poltico: el clivaje 5 MIQUEL VIDAL

    Dos novedades: estadounidismo y acremar 7 PUNTOYCOMA

    Colaboraciones Glosario de trminos y expresiones

    sobre la crisis econmica. Primera entrega 9 GRUPO DE COORDINACIN, CALIDAD Y TERMINOLOGA

    La Unin vuelve a ser Econmica: ltimos Tratados y mecanismos 14 MARA VALDIVIESO

    ranse una vez cinco rusos blancos 23 MIQUEL VIDAL

    Tribuna Buenas prcticas en terminologa 25

    M. TERESA CABR

    Reseas Sobre la traduccin 34

    JORGE JIMNEZ BELLVER

    Necrolgica La traduccin en la obra de

    Agustn Garca Calvo 37 ALBERTO RIVAS YANES

    Comunicaciones 41

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    CABOS SUELTOS

    Armonizacin de trminos financieros: CDO, ABS, CDS, etc. LUIS GONZLEZ Comisin Europea [email protected]

    as sofisticadas operaciones financieras de la llamada economa especulativa se carac-

    terizan, entre otras cosas, por su complejidad y modularidad: no es extrao que un nuevo ins-trumento financiero, de por s ya complejo, se combine con otro para dar lugar a un tercero y as sucesivamente. En un marco escasamente reglamentado ha dado la impresin, al menos en los ltimos aos, de que estos nuevos pro-ductos y operaciones no tenan ms lmite que la imaginacin de sus creadores.

    La terminologa que utilizamos para refe-rirnos a estos instrumentos es tambin, en con-secuencia, compleja, modular y, a menudo, opaca porque los trminos se acuan en ingls y, en el mejor de los casos, se traducen a las dems lenguas1.

    Quienes urdieron operaciones escandalosas, como la de las preferentes en Espaa o la estafa del LIBOR en el Reino Unido lo hicie-ron sin duda amparados en esta opacidad, que convirti a los clientes no informados (o un-sofisticated clients, como se les denomina cni-camente en ingls) en nicos responsables de la volatilizacin de gran parte de sus aho-rros.

    A falta de soluciones ms drsticas ha de procurarse pues que los trminos traducidos sean, en la medida de lo posible, transparentes y estables para que la terminologa no sea una

    1 En lenguas como el italiano o el neerlands estos tr-

    minos no se traducen. En espaol s, pero las siglas se mantienen en ingls.

    cortina de humo, la coartada perfecta del lla-mado capitalismo de casino2.

    En este sentido, en la versin espaola del Reglamento Delegado (UE) n.o 446/20123 se ha tenido el acierto de utilizar una matriz comn para referirse a una serie de instrumentos complejos de deuda estructurada (expresin calcada del ingls que, como bien saben los especialistas, quiere decir ms bien deuda adaptada o deuda a medida). Esta matriz nos permite, como veremos ms adelante, re-conocer fcilmente la relacin entre los trmi-nos genricos (CDO y ABS) y los ms especfi-cos, y facilita la correspondencia biunvoca entre los trminos ingleses y los espaoles, evitando la confusin aadida por la prolifera-cin de traducciones, quizs igualmente vli-das desde un punto de vista tcnico o estilsti-co, pero confusas en su conjunto por redun-dantes.

    As, a partir de la (o del) CDO (collateralized debt obligation) u obligacin garantizada por deuda, el mencionado Reglamento Delegado recoge:

    2 Anticipado ya en 1986 por Susan Strange en su libro

    Casino Capitalism, Oxford, Basil Blackwell. 3 Reglamento Delegado (UE) n.o 446/2012 de la Comi-

    sin, de 21 de marzo de 2012, por el que se completa el Reglamento (CE) n.o 1060/2009 del Parlamento Europeo y del Consejo en lo que respecta a las normas tcnicas de regulacin sobre el contenido y el formato de los in-formes peridicos sobre los datos relativos a las califi-caciones que debern presentar las agencias de califica-cin crediticia a la Autoridad Europea de Valores y Mercados, DO L 140 de 30.5.2012, p. 2, .

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    collateralized bond obligation (CBO): obligacin garantizada por bonos (CBO),

    collateralized fund obligation (CFO): obli-gacin garantizada por fondos (CFO),

    collateralized mortgage obligation (CMO): obligacin garantizada por hipotecas4 (CMO),

    collateralized loan obligation (CLO): obli-gacin garantizada por prstamos (CLO).

    En expresiones ms largas se recurre a las siglas, como es habitual en la terminologa econmica: CDO de tramo nico, CDO de ABS y CDO de CDO, etc. En estos casos se ha impuesto el uso de las siglas inglesas en espaol, con una incorreccin en la concordan-cia de gnero ya que, a pesar de tratarse de obligaciones, se considera en general que la sigla es de gnero masculino: CDO sintti-co.

    La deseable biunivocidad con el ingls se ha buscado tambin en la traduccin al espaol de los diferentes asset-backed securities (ABS): bonos de titulizacin de activos (BTA)5:

    mortgage-backed security (MBS): bono de titulizacin hipotecaria (MBS),

    residential mortgage-backed security (RMBS): bono de titulizacin hipote-caria sobre inmuebles residenciales (RMBS),

    commercial mortgage-backed security (CMBS): bono de titulizacin hipote-

    4 Esta denominacin no aparece recogida en el Regla-

    mento Delegado (UE) n.o 446/2012, pero s en otros ac-tos de la UE (por ejemplo, en la Recomendacin del Consejo, de 12 de julio de 2011, relativa al Programa Nacional de Reforma y por la que se emite un dicta-men del Consejo sobre el Programa de Convergencia actualizado de Dinamarca (2011-2015), DO C 213 de 20.7.2011, p. 1, ).

    5 La sigla en espaol (BTA) es en este caso, excepcional-mente, la usual en documentos de la banca espaola y de la CNMV.

    caria sobre inmuebles comerciales (CMBS).

    Se recurre tambin a la sigla inglesa en las denominaciones derivadas: RMBS de eleva-da calidad crediticia (prime residential mortga-ge-backed security), RMBS de baja calidad crediticia (non-prime residential mortgage-backed security).

    Recurriendo a estas matrices se consigue evitar la innecesaria proliferacin terminolgi-ca y reducir (o por lo menos no aumentar) la opacidad de estos trminos. Para armonizar estas y otras denominaciones presentamos en este mismo nmero de puntoycoma la primera entrega de un glosario de trminos y expresio-nes sobre la crisis financiera.

    CDS: permuta o seguro?

    La utilizacin del criterio de implantacin nos ha hecho tambin considerar la inclusin en nuestra base de datos IATE6 de una traduccin del trmino ingls credit default swap (CDS) que ha ido abrindose camino en Espaa hasta imponerse claramente en el uso: seguro de impago de deuda, expresin mayoritaria en la prensa, tanto general7 como especializada8, aunque en la legislacin de la UE y en los tex-tos del BCE se prefiera permuta de cobertura por impago9 y el Banco de Espaa utilice principalmente permuta de riesgo de crdi-to10, expresiones ms tcnicas.

    6 . 7 Vase al respecto la recomendacin de la Fundu:

    .

    8 Por ejemplo en Expansin o en Cinco Das. 9 Reglamento (UE) n.o 236/2012 del Parlamento Europeo

    y del Consejo, sobre las ventas en corto y determinados aspectos de las permutas de cobertura por impago, DO L 86 de 24.3.2012, p. 1, .

    10 Circular 3/2008, de 22 de mayo, del Banco de Espaa, a entidades de crdito, sobre determinacin y control de

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    A veces la variacin es difcilmente evitable. No estamos ante trminos cientficos y los con-ceptos no estn siempre claros. La imprecisin o vaguedad pueden ser intencionadas, lo que deja margen para trasladar a los trminos dife-rentes puntos de vista e intereses, como ocurre con las diferentes soluciones acuadas en es-paol para traducir hedge fund:

    fondo especulativo fondo de alto riesgo fondo de cobertura fondo de inversin libre.

    Seleccionamos estas porque estn documen-tadas en textos de la UE. Hace siete aos nos sumbamos en este boletn a la propuesta de armonizacin11 que planteaban los compaeros de la traduccin espaola del Parlamento Eu-

    los recursos propios mnimos (BOE de 10 de junio) (Correccin de errores y erratas, BOE de 26 de julio), .

    11 Hedge funds, puntoycoma n.o 95.

    ropeo12. Hoy todas estas variantes, y algunas otras, siguen usndose (soslayando el hecho de que los especialistas hispanohablantes se refie-ren habitualmente a estos fondos con su nom-bre en ingls) e ilustran claramente una grada-cin entre las cuatro denominaciones, desde la eufemstica (sabiendo lo que se sabe hoy de estos fondos) fondo de inversin libre hasta la ms descriptiva y actual fondo especulati-vo. Si no tuviramos en cuenta que la termi-nologa de las ciencias sociales es el resultado de tensiones y relaciones de fuerzas continuas, nos resultara difcil pensar que el mismo fon-do de inversin pudiera ser especulativo y libre o que la tranquilizadora expresin (pa-ra los inversores) fondo de cobertura sea equivalente a fondo de alto riesgo. Aqu, parafraseando a Saussure, le point de vue cre le terme.

    12 Flash terminolgico n.o 67, Plataforma Internet de la

    Traduccin Espaola del Parlamento Europeo, .

    Nomenclatura de Salmonella para uso corriente VICTORIA CARANDE HERRERO Comisin Europea [email protected]

    as bacterias del gnero Salmonella, frecuen-te causa de infecciones intestinales, presen-

    tan particularidades taxonmicas que se refle-jan en su nomenclatura. El nombre cientfico de los organismos suele constar del nombre del gnero, con mayscula inicial, seguido del de la especie, con minscula, ambos escritos en cursiva. Ejemplo: Escherichia coli. Por tanto, puede extraar al traductor o lector ms o me-nos profano encontrar nombres como Salmone-

    lla Enteritidis y Salmonella Typhimurium. No hay razn, pues son correctos.

    Las disquisiciones sobre la taxonoma de Salmonella entre los especialistas duran ya d-cadas, y se ilustran en numerosas publicacio-nes cientficas1. Inicialmente se consideraba

    1 F. W. Brenner, R. G. Villar, F. J. Angulo, R. Tauxe y B.

    Swaminathan, Salmonella Nomenclature, Journal of Clinical Microbiology, 2000, vol. 38, n.o 7, pp. 2465-2467, .

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    que el gnero inclua ms de dos mil especies. Ms tarde, las investigaciones fueron mos-trando que se trataba de serotipos o serovarie-dades denominados serovares, y que en reali-dad hay solo dos especies de Salmonella, a sa-ber, S. bongori y S. enterica2.

    Pertenecen a esta ltima especie los patge-nos de ms inters para la salud pblica, que pueden infectar a las personas a travs del con-tacto con animales o alimentos de origen ani-mal3. Esta especie se divide en seis subespe-cies, tambin designadas con nmeros roma-nos. De estas, S. enterica subsp. enterica (I) po-see no menos de mil cuatrocientos serovares, dos de los cuales, los llamados Enteritidis y Typhimurium, son los ms frecuentes y dai-nos.

    Teniendo en cuenta este razonamiento, la manera correcta de denominarlos sera Sal-

    2 G. M. Garrity, J. A. Bell y T. G. Lilburn, Taxonomic Ou-

    tline of the Prokaryotes Bergey's Manual of Systematic Bacteriology, 2.a ed., Springer, Nueva York - Berln -Heidelberg, 2004, pp. 121 y 122, .

    3 Nota sobre Salmonella publicada por la Biblioteca Vir-tual en Salud del Uruguay, .

    monella enterica enterica serovar Enteritidis y Salmonella enterica enterica serovar Typhi-murium.

    Ante nombres tan prolijos, no son pocos los profesionales que siguen asignando a estas variedades las denominaciones que les corres-ponderan segn su antigua consideracin de especies, y escriben Salmonella enteritidis y Sal-monella typhimurium4. Estos nombres coexisten con otros, tambin abreviados pero que dejan patente su carcter de serovares, al usar la letra redonda y la mayscula inicial: Salmonella Enteritidis, Salmonella Typhimurium. Esta escritura goza de las preferencias de numero-sos especialistas y de servicios institucionales como la Agencia Espaola de Seguridad Ali-mentaria y Nutricin, el laboratorio de refe-rencia de la Unin Europea para la salmonelo-sis (Rijksinstituut voor Volksgezondheid en Milieu, con sede en Bilthoven, Pases Bajos) o los Centers for Disease Control and Prevention de EE. UU. A nosotros nos parece ms clara y nos permitimos recomendarla.

    4 B. J. Tindall, P. A. D. Grimont, G. M. Garrity y J. P.

    Euzby, Nomenclature and taxonomy of the genus Salmonella, International Journal of Systematic and Evolu-tionary Microbiology, 2005, vol. 55, n.o 1, pp. 521-524, .

    NEOLGICA MENTE

    Entre fractura social y cisma poltico: el clivaje MIQUEL VIDAL Comisin Europea [email protected]

    a palabra clivaje no figura en el diccio-nario de la Real Academia Espaola. Sin

    embargo, cleavage y clivage, sus equivalentes en ingls y francs, ya han aparecido varias veces en las publicaciones de nuestras instituciones.

    Se trata de un trmino que procede del m-bito de la cristalografa. De hecho, el Vocabula-rio Cientfico y Tcnico de la Real Academia de Ciencias Exactas, Fsicas y Naturales s lo reco-ge:

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    clivaje. Hendidura en un cristal con la for-macin de dos superficies lisas. Se produce en planos cristalinos.

    De la mineraloga y la joyera (sobre todo de la talla de las piedras preciosas), el trmino pas a otros mbitos, como el de la psicologa profunda y el de la politologa, y es este ltimo el que nos interesa desarrollar aqu.

    Hasta ahora, los traductores de espaol han estado recurriendo, con mayor o menor imagi-nacin, a una gran variedad de trminos para traducir el cleavage/clivage: en los ltimos diez aos podemos encontrar, solo en los documen-tos oficiales de la Unin Europea, brecha, conflicto, desdoblamiento, divisin, fractura, segmentacin y separacin.

    No alcanzo a explicarme el motivo de la au-sencia de la palabra clivaje en espaol. En el caso del cataln, la influencia europea hizo que clivatge se adoptara ya a principios del siglo XX, a pesar de que en esa lengua siempre haba existido el trmino clivella, que tambin po-dramos traducir como fisura1.

    Por qu el espaol sigue considerando su-perfluo ese trmino? La primera pregunta se-ra: es necesario adoptar ese neologismo, o se puede seguir funcionando con brechas, conflictos, divisiones y similares?

    Requisitos del clivaje poltico

    Para que exista un clivaje en una sociedad son necesarias cuatro condiciones:

    a) que exista una divisin entre sus miembros;

    b) que esa divisin se base en unas caracters-ticas objetivas (por ejemplo, entre siervos y aristcratas, entre trabajadores y propieta-rios o entre miembros de distintos grupos tnicos o religiosos);

    1 La obra The cleft, de Doris Lessing (2006), que en espa-

    ol se tradujo como La grieta, se denomina en cataln La clivella.

    c) que haya miembros de la sociedad que sean conscientes de esa divisin: es decir, que perciban como distintos a quienes se hallan al otro lado (conciencia de clase, sentimien-to de pertenencia a un grupo tnico o sub-tnico o a una comunidad religiosa, etcte-ra);

    d) que esa divisin se refleje en alguna forma de organizacin (si no en ambas partes del clivaje, al menos s en una de ellas).

    La necesidad de que existan esos cuatro re-quisitos (divisin social, base objetiva, con-ciencia y organizacin) hace que ninguno de los trminos citados anteriormente responda con precisin a esta definicin, y por ello me parece necesaria la introduccin del neologis-mo.

    La segunda pregunta es: por qu importar esa terminologa poltica, cuando siempre nos habamos apaado bien con el eje clsico iz-quierda/derecha? No es este el lugar para un debate politolgico, pero el mero hecho de que los cleavages/clivages lleven aos presentes en textos de la UE impide que se nos acuse de estar importando el concepto.

    Modelos de clivajes

    Los tericos de los clivajes han determinado los momentos clave de la historia que han ido provocando su aparicin, como la Reforma, la Revolucin burguesa o la Revolucin indus-trial. Sus clsicos han establecido la presencia de cuatro clivajes histricos principales2:

    entre centro y periferia entre religin y laicismo entre agricultura e industria entre propietarios y trabajadores.

    Estos clivajes pueden superponerse y, por ende, reforzarse (reinforcing cleavages), o ser

    2 Sobre todo, la obra seminal de S. M. Lipset y S. Rokkan,

    Party systems and voter alignments: cross-national perspec-tives, Nueva York y Londres, 1967.

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    transversales (cross-cutting cleavages) y dar lu-gar al nacimiento de fuerzas polticas que se separan de otras debido a un nuevo clivaje (aun situndose en el mismo lado en el antiguo clivaje).

    A partir de esta tabla, los politlogos aspi-ran a construir una autntica taxonoma que pueda incluir a todas las organizaciones polti-cas de los pases ms diversos. Est claro que algunos de estos clivajes son ms visibles en unas zonas que en otras, e incluso hay pases en los que algunos de ellos no han existido nunca. Pero haberlos, haylos. Sin ir ms lejos, sera inconcebible que los dos partidos mayori-tarios en Espaa, que en estos ltimos aos no han dejado de lanzarse mutuamente acerbas crticas, hubiesen podido llegar a un acuerdo estable de gobierno en el Pas Vasco entre 2009 y 2012 sin la presencia de un clivaje muy po-tente entre el centro y la periferia.

    Si imaginamos un camino ascendente desde lo concreto e instantneo hasta la cronologa

    histrica ms larga, el primer estadio lo repre-senta la nota de prensa que informa de un acto dado; el segundo, la campaa en la que se ins-cribe este acto; el tercero, la organizacin u organizaciones que impulsan dicha campaa; el cuarto, el clivaje poltico que ha provocado el nacimiento de esas organizaciones, y el quinto y ltimo, la fractura social que est en el origen del clivaje.

    Espero con esto haber sabido aclarar los motivos que me llevan a abogar por la adop-cin de este neologismo en espaol. Sobre todo porque, si hay algn lugar en el espacio y en el tiempo donde ese trmino se est volviendo cada vez ms imprescindible, es en esta Unin Europea ampliada en la que la clasificacin de todos los partidos polticos presentes en el Par-lamento Europeo pronto va a ser ms compleja que la filogenia de las bacterias grampositivas o la genealoga de las lenguas de Nueva Gui-nea.

    Dos novedades: estadounidismo y acremar PUNTOYCOMA Comisin Europea [email protected] Estadounidismo

    El DRAE recoge, en el avance de su vigsima tercera edicin, la voz estadounidismo: pala-bra o uso propios del espaol hablado en los Estados Unidos de Amrica.

    El trmino ha sido propiciado por la Aca-demia Norteamericana de la Lengua Espaola (que propone tambin el neologismo hispa-nounidense, este no recogido en el DRAE), con el fin normalizador de diferenciar esas palabras o usos, presentes en el lenguaje ad-ministrativo por ejemplo, de los del llamado

    espanglish y de introducir paulatinamente en el diccionario, con la marca EU, las voces reconocidas como estadounidismos.

    En este contexto, y en buena lgica, el avan-ce de la vigsima tercera edicin del DRAE incorpora tambin la voz espanglish: modali-dad del habla de algunos grupos hispanos de los Estados Unidos, en la que se mezclan, de-formndolos, elementos lxicos y gramaticales del espaol y del ingls.

    Es de destacar el inters de que, a diferencia de los usos de otras comunidades hispanoha-

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    blantes, los estadounidismos presentan la peculiaridad de proceder en gran medida del contacto con el ingls y de la prctica de la traduccin. Pero asimismo cabe advertir de las sutiles similitudes y diferencias, no siempre bien percibidas en ese contexto de tan acusado intercambio lingstico, no solo entre esta-dounidismo y espanglish, sino con lo que es simplemente anglicismo o incluso an-gloamericanismo (vocablo, giro o rasgo idiomtico peculiar o procedente del ingls hablado en los Estados Unidos de Amrica), voz que el DRAE recoge ya de antiguo y cuya proximidad al nuevo estadounidismo ofrece un buen motivo de reflexin.

    Ms informacin: ANLE: .

    L. Molinero. El espaol de los Estados Unidos, un nuevo punto de partida, .

    El Nuevo Herald, .

    Acremar

    La Fundu ha avalado, en una nota reciente (2.10.2012), el neologismo acremar. Este tr-mino aparece desde hace algn tiempo en de-terminadas publicaciones y pginas web del mbito culinario y viene a significar dar a un ingrediente una consistencia untuosa, de cre-ma o pomada.

    Para designar esa consistencia, los receta-rios y manuales culinarios, y especialmente de repostera, utilizan habitualmente el trmino punto de pomada, que no es sino uno de los diversos puntos entre los estados slido y lquido que adquieren los ingredientes durante la preparacin, como el punto de caramelo, de hebra, de nieve, etc. La accin suele mencio-narse como poner (o montar, batir, tra-bajar etc.) a punto de pomada, y se aplica especialmente a la mantequilla, que debe tener ese punto para la elaboracin correcta de recetas tan suculentas como la de la insupera-ble tarta Sacher1.

    La Fundu avala el trmino acremar por tratarse de un neologismo bien formado y lo prefiere a cremar, opcin que se plantea tambin, ya que este puede prestarse a confu-siones.

    Ms informacin: .

    1 Entre una abundante bibliografa, vanse por ejemplo

    Teubner, C., El gran libro de la repostera, Everest, Len, 1994 (trad. Diorki), o VV. AA., El gran libro de la repos-tera paso a paso, Everest, Len, 2002 (trad. C. Peris Ca-minero), o las populares pginas de Eva Arguiano en internet: .

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    COLABORACIONES

    Glosario de trminos y expresiones sobre la crisis econmica Primera entrega GRUPO DE COORDINACIN, CALIDAD Y TERMINOLOGA Departamento de Lengua Espaola, DG Traduccin, Comisin Europea [email protected]

    a crisis financiera ha familiarizado a cual-quier lector de peridicos con multitud de

    trminos ms o menos novedosos, que se han ido acuando en espaol con criterios diferen-tes o, en algunos casos, sin criterio alguno. Por razones de transparencia y seguridad jurdica es conveniente que estos trminos (al menos los esenciales) aparezcan de forma inequvoca y estable en la legislacin. Proponemos aqu dar preferencia a determinadas soluciones (vase el cabo suelto Armonizacin de trmi-nos financieros CDO, ABS, CDS, etc. al co-mienzo de este nmero). Difundimos este bre-ve glosario con la intencin de recabar opinio-nes autorizadas que puedan contribuir a mejo-

    rarlo. Esta primera entrega est basada, en buena parte, en fichas ya existentes en la base terminolgica IATE y es, por lo tanto, el resul-tado de un trabajo colectivo en el que han in-tervenido, a lo largo de aos, muchos compa-eros, terminlogos y traductores, de varias instituciones. Adems se han aadido (tam-bin a la base IATE) trminos y expresiones (estas ltimas en cursiva) menos comunes. Pre-sentamos aqu solo los trminos en ingls y en espaol. Las definiciones, referencias y notas y los trminos en las dems lenguas oficiales de la UE pueden consultarse en la ficha IATE co-rrespondiente.

    EN ES IATE

    adjustable-rate mortgage

    ARM

    hipoteca de inters variable

    prstamo hipotecario a inters variable

    1683344

    alignment of interests alineamiento de intereses

    convergencia de intereses

    3546930

    asset-backed commercial paper

    ABCP

    pagars de titulizacin

    Fuente: Reglamento Delegado n.o 448/2012

    pagar de empresa titulizado

    Fuente: Banco de Pagos Internacionales

    2189590

    asset-backed security

    ABS

    bono de titulizacin de activos

    BTA

    1682252

    bad bank banco malo 156911

    bail-in recapitalizacin [interna] 338508

    bank bailout

    bank rescue

    rescate bancario 385889

    L

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    10

    bank recapitalisation recapitalizacin bancaria 3504186

    bankruptcy

    concurso de acreedores

    quiebra1

    3519228

    cash CDO CDO lquido 3546932

    CDO squared

    CDO2 CDO de CDO

    CDO al cuadrado

    CDO2

    3547005

    collateral activo subyacente

    garanta

    858707

    collateralized garantizado

    collateralized bond obligation

    CBO

    obligacin garantizada por bonos

    CBO

    3501109

    collateralized debt obligation

    CDO

    obligacin garantizada por deuda

    CDO

    343460

    collateralized loan obligation

    CLO

    obligacin garantizada por prstamos

    CLO

    3501108

    collateralized fund obligation

    CFO

    obligacin garantizada por fondos 3501110

    collateralized mortgage obligation

    CMO

    obligacin garantizada por hipoteca

    Fuente: Reglamento Delegado n.o 448/2012

    obligacin con garanta hipotecaria

    Fuente: Banco Mundial

    CMO

    1119011

    commercial mortgage-backed security

    CMBS

    bono de titulizacin hipotecaria sobre inmuebles co-merciales

    CMBS

    323402

    credit crunch contraccin del crdito

    restriccin crediticia

    761097

    1 Traduccin genrica que puede ser aceptable en un texto no especializado, pero que conviene modular si ha de tener-

    se en cuenta el contexto espaol. El trmino espaol quiebra corresponda tradicionalmente al procedimiento de in-solvencia definitiva de una persona jurdica uno de los cuatro procedimientos especficos de insolvencia (procedi-miento de quita y espera, concurso de acreedores, suspensin de pagos y quiebra) pero la Ley Concursal (Ley 22/2003 de 9 de julio) reform de manera global el Derecho concursal espaol eliminando todos los procedimientos anteriores e instaurando una nica institucin denominada concurso de acreedores.

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    11

    credit default swap

    CDS

    permuta de cobertura por impago

    Fuente: Reglamento (UE) n.o 236/2012

    permuta de riesgo de crdito

    Fuente: Banco de Espaa

    seguro de impago de deuda

    2215702

    credit rating agencies

    CRA

    agencias de calificacin crediticia 856324

    datio in solutum dacin en pago 1131420

    default impago 69442

    deflation deflacin 1104509

    degrowth decrecimiento 3543880

    deleverage

    deleveraging

    desapalancamiento 2246763

    dematerialisation desmaterializacin 901593

    deposit guarantee scheme sistema de garanta de depsitos 874803

    derivative derivado 856223

    disinflation desinflacin 836039

    eurobill euroletra 3547614

    eurobond eurobono 3539386

    eviction desahucio 3547011

    foreclosure

    mortgage foreclosure

    ejecucin hipotecaria 1089321

    fraud fraude

    estafa

    817713

    green shoots brotes verdes 3547002

    haircut

    valuation haircut

    recorte de valoracin 888330

    hedge fund fondo de cobertura

    fondo de inversin libre

    fondo especulativo

    fondo de alto riesgo

    902013

    hedge funds deleverage

    hedge funds deleveraging

    desapalancamiento de los fondos de cobertura

    hedging cobertura

    operaciones de cobertura

    1239738

    housing bubble burbuja inmobiliaria 386530

  • noviembre/diciembre de 2012 n. 130

    12

    lender-of-last-resort

    LOLR

    prestamista de ltima instancia

    PUI

    1103944

    leverage apalancamiento 3500622

    leveraged buy-out compra apalancada

    compra con apalancamiento

    780363

    leveraged employee buy-out

    LEBO

    compra apalancada por los empleados

    leveraged management buy-out

    LMBO

    compra apalancada por ejecutivos

    CAPE

    778719

    liar loan prstamo del mentiroso

    prstamo mentiroso

    3546998

    liquid asset activo lquido 196603

    liquidity provision inyeccin de liquidez 1125667

    macro-prudential supervision supervisin macroprudencial 3504786

    margin call ajuste de los mrgenes de garanta 904224

    mark to [the] market

    marked to market

    ajustar al valor del mercado

    ajustado al valor del mercado

    1464732

    mark to model

    mark-to-model

    valorar o estimar con arreglo a un modelo

    valoracin segn modelo

    3506741

    market disruption perturbacin del mercado

    desorganizacin del mercado

    1102294

    market manipulation manipulacin del mercado 1683399

    moral hazard riesgo moral 895980

    mortgage backed security

    MBS

    bono de titulizacin hipotecaria

    MBS

    898761

    mortgage foreclosure

    foreclosure

    ejecucin hipotecaria 1089321

    non-prime residential mortgage-backed security

    non-prime RMBS

    RMBS de baja calidad crediticia 3541440

    offshore financial centre

    OFC

    centro financiero transnacional

    centro financiero extraterritorial

    centro financiero off-shore

    889713

    originate-to-distribute model modelo de negocio crear para vender 2247287

    over-the-counter market

    OTC market

    mercado extraburstil 1239707

  • n. 130 noviembre/diciembre de 2012

    13

    precariat precariado 2231296

    preferred share participacin preferente 1074318

    prime broker intermediario principal 927218

    prime residential mortgage-backed security

    prime RMBS

    RMBS de elevada calidad crediticia 3541439

    private equity2 capital inversin

    ttulo[s] no cotizado[s]

    2243439

    procyclicality prociclicidad 2247282

    regulatory capital capital regulador

    capital reglamentario

    906376

    residential mortgage-backed security

    RMBS

    bono de titulizacin hipotecaria sobre inmuebles re-sidenciales

    RMBS

    3516019

    retail funding financiacin minorista 3546967

    securitisation titulizacin 782688

    shadow bank

    shadow banking system

    sistema financiero paralelo

    sistema financiero en la sombra

    3504392

    sovereign fund fondo soberano 2246023

    special purpose vehicle

    SPV

    special purpose entity

    SPE

    entidad con fines especiales

    entidad instrumental

    896018

    stress test prueba de resistencia 3504768

    structured debt deuda estructurada 3547013

    structured investment vehicle

    SIV

    vehculo de inversin estructurada 389637

    subprime mortgage crdito hipotecario de alto riesgo

    hipoteca basura

    2243750

    synthetic CDO CDO sinttico 3546934

    systemic risk riesgo sistmico 873987

    too-big-to-fail demasiado grande para caer

    demasiado grande para quebrar

    902365

    toxic asset activo txico 3502552

    2 Sobre la traduccin de este trmino, vase la nota de Myriam Fernndez de Heredia en puntoycoma n.o 113.

  • noviembre/diciembre de 2012 n. 130

    14

    tranche tramo 835938

    valuation haircut

    haircut

    recorte de valoracin 888330

    variation margin margen de variacin 1113039

    warrant warrant

    certificado de opcin de compra

    1071344

    wholesale funding financiacin mayorista

    financiacin interbancaria

    899660

    zombie bank banco zombi 3541784

    La Unin vuelve a ser Econmica: ltimos Tratados y mecanismos MARA VALDIVIESO Consejo de la Unin Europea [email protected]

    a Comunidad Europea comenz por ser una unin basada en la organizacin en

    comn de ciertos mercados energticos y agra-rios (CECA, CEE, CEEA)1. Todo estaba escora-do hacia los aspectos econmicos y comercia-les (ms lo segundo que lo primero, pese al adjetivo econmico que durante dcadas apellid a la Comunidad). De hecho, una de las mayores frustraciones histricas de los eu-ropestas de entonces era la aparente incapaci-dad de los Estados miembros de pasar a una mayor integracin de ndole poltica, espe-cialmente en asuntos como la poltica exterior (aquello de hablar con una sola voz).

    1 Tratado constitutivo de la Comunidad Europea del

    Carbn y del Acero (CECA) de 1951 (Tratado de Pa-rs); Tratado constitutivo de la Comunidad Econmica Europea (CEE) y Tratado constitutivo de la Comuni-dad Europea de la Energa Atmica (CEEA, o Eura-tom), ambos de 1957 (Tratados de Roma).

    Con el tiempo fue ganando terreno toda una serie de nuevas polticas comunes y de procedimientos de toma de decisiones cada vez ms supranacionales, con el consiguiente traspaso de competencias de los Estados miembros a las instituciones comunes. As, con el Tratado de Maastricht (1992) se instauraba una estructura en tres pilares: el econmico-comercial-energtico de las Comunidades Eu-ropeas2, ms la poltica exterior (Poltica Exte-rior y de Seguridad Comn, o PESC) y los asuntos de Interior (Justicia y Asuntos de In-terior, o JAI).

    De este modo se atenuaba el desequilibrio inicial a la vez que se avanzaba hacia una ma-

    2 La CEE de los orgenes convertida ahora en CE (el

    adjetivo econmica se cae del nombre) junto con la CECA y Euratom.

    L

  • n. 130 noviembre/diciembre de 2012

    15

    yor integracin supranacional3 en un nmero creciente de mbitos de actuacin (o polticas). Pero el terreno econmico, o mejor dicho el monetario, tambin sigui abonndose, con la creacin de la moneda nica, el euro. Esta era una de las dos patas de la Unin Econmica y Monetaria (UEM) que se fue estableciendo durante la dcada de los noventa. El euro su-cedi en 1999 a aquella otra moneda ms bien virtual, el ecu, una unidad monetaria que se haba utilizado durante veinte aos, pero ni-camente como patrn de valoracin para los intercambios comerciales.

    Y entonces lleg la crisis. Por una serie de razones sobradamente conocidas y que no hacen al caso, los dirigentes europeos han llegado a la conclusin de que una moneda comn sin una coordinacin suficiente de las polticas econmicas de sus usuarios es presa fcil de la inestabilidad en los voltiles merca-dos financieros de nuestros das. Los Estados miembros han comenzado as a intentar refor-zar la otra pata de la UEM, la de la poltica econmica propiamente dicha. Y para ello han puesto en marcha en los dos ltimos aos toda una panoplia de iniciativas con las que se bus-ca aumentar la estabilidad financiera, en espe-cial la de la zona del euro, que es la que ms ha acusado los embates de la crisis.

    As, tras la primera crisis de Grecia, ya en mayo de 20104 se adoptaron dos instrumentos de resolucin de crisis con el fin de asegurar la estabilidad, unidad e integridad de la Unin Econmica y Monetaria. Este paquete de esta-bilidad se compona de dos recursos crediti-cios: la Facilidad Europea de Estabilizacin Financiera (FEEF) y el Mecanismo Europeo de Estabilizacin Financiera (MEEF).

    3 Con el traspaso de competencias y a travs de la gene-

    ralizacin de la votacin por mayora cualificada en de-trimento de la unanimidad.

    4 Cumbre de los Estados miembros de la zona del euro del 7.5.2010 y Consejo de Economa y Finanzas (Ecofin) del 9.5.2010.

    La Facilidad Europea de Estabilizacin Financiera (FEEF)

    Este instrumento fue constituido el 7 de junio de 2010 por los representantes de los gobiernos de los Estados miembros de la zona del euro5. De carcter provisional, estaba destinado a ser el germen de una especie de futuro fondo monetario europeo. Es un fondo que se en-carna en una sociedad annima de Derecho luxemburgus cuyos accionistas son los Esta-dos miembros de la zona del euro. Se sostiene en las garantas de dichos Estados, pero no cuenta en principio con capital desembolsado.

    Su finalidad es prestar, junto con el FMI, apoyo financiero a los Estados miembros que atraviesen por problemas a causa de circuns-tancias excepcionales que escapen a su control, y contribuir as a la estabilidad conjunta de la zona del euro. La ayuda se concreta en acuer-dos de servicio de prstamo y prstamos, y su concesin est supeditada al cumplimiento de programas de ajuste presupuestario y econ-mico por parte del Estado beneficiario.

    Este instrumento se rige por el Acuerdo Marco de la Facilidad Europea de Estabiliza-cin Financiera6. Se trata de un acuerdo fir-mado entre los Estados miembros de la zona del euro y la citada FEEF. Es decir, que no es un tratado intergubernamental, sino un acuer-do entre Estados y una sociedad financiera, ya que entonces los Tratados no permitan su creacin en el marco de la UE. En l se deter-minan las condiciones prcticas de desembolso de los fondos, los instrumentos de financiacin y aval, etc.

    Mencionemos aqu un detalle interesante sobre la denominacin de este instrumento.

    5 Diecisis en la fecha de firma del Acuerdo. Estonia lo

    suscribi posteriormente, tras adoptar el euro en 2011. 6 Espaa lo firm en Madrid el 10.6.2010. Entr en vigor

    el 4.8.2010. Texto del Acuerdo: BOE 164 de 11.7.2011, p. 76137,

    BOE-A-2011-11824, .

  • noviembre/diciembre de 2012 n. 130

    16

    Pese a que en la versin oficial, publicada en el BOE por el Gobierno espaol signatario, se opt por el calco del ingls Facility, es llamati-va la frecuencia con la que otros textos, algu-nos documentos de las instituciones europeas pero sobre todo la prensa, han venido utili-zando la equivalencia ms adecuada de Fon-do.

    El Mecanismo Europeo de Estabilizacin Financiera (MEEF)

    El segundo elemento del paquete de estabili-dad fue el Mecanismo Europeo de Estabiliza-cin Financiera (MEEF). Se instituy mediante un Reglamento7 basado en el artculo 122.2 del Tratado de Funcionamiento de la UE. As pues, a diferencia del anterior, en este caso estamos ante un instrumento que entra de lle-no en el marco jurdico de la UE (Derecho de-rivado). Por lo tanto, los beneficiarios del MEEF pueden ser cualquiera de los Estados miembros de la Unin, no solo los del euro.

    El MEEF es un mecanismo financiero desti-nado asimismo a preservar la estabilidad fi-nanciera de la Unin Europea. Permite a la Comisin Europea proporcionar ayuda finan-ciera en este caso de la propia Unin, en forma de prstamos o de lneas de crdito, a un Estado miembro que se vea afectado por una perturbacin econmica o financiera grave ocasionada por acontecimientos excepcionales que no pueda controlar. Para financiar estas ayudas, la Comisin puede contraer emprsti-tos en los mercados de capitales o en institu-ciones financieras, en nombre de la UE y con la garanta implcita del presupuesto general8 en caso de impago. Los fondos as obtenidos los

    7 Reglamento (UE) n.o 407/2010 del Consejo, por el que

    se establece un mecanismo europeo de estabilizacin financiera (DO L 118 de 12.5.2010, p. 1), .

    8 Esta garanta radica en el margen existente hasta el lmite de los recursos propios establecido en el Marco Financiero Plurianual.

    presta a su vez al Estado beneficiario. Este de-vuelve la totalidad del capital ms los intereses igualmente a travs de la Comisin.

    El Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE)

    Pero ni la FEEF ni el MEEF se haban concebi-do como mecanismos a largo plazo. Ya duran-te su gestacin los Estados miembros haban empezado a disear9 un mecanismo perma-nente de crisis para salvaguardar la estabilidad financiera de la zona del euro en su conjunto. Sera el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), destinado a asumir las funciones de la FEEF y del MEEF. Este nuevo instrumento se instituy y se rige mediante el Tratado Constitutivo del Mecanismo Europeo de Es-tabilidad10, que entr en vigor el pasado 27 de septiembre.

    Para que este tratado pudiera firmarse dentro del marco jurdico de la UE hubo de modificarse primeramente el artculo 136 del Tratado de Funcionamiento11, aadindose un nuevo apartado 3 segn el cual:

    - Los Estados miembros cuya moneda es el euro podrn establecer un mecanismo de es-

    9 Consejos Europeos de octubre y diciembre de 2010 y de

    marzo de 2011. 10 Firmado en Bruselas en una versin modificada el

    2.2.2012. La primera versin se haba firmado el 11.7.2011. Ratificado por Espaa el 21.6.2012 (BOE 239 de 4.10.2012, p. 70375, BOE-A-2012-12378), . Texto del Tratado: . El Mecanismo se inaugur el 8.10.2012.

    11 Decisin 2011/199/UE del Consejo Europeo, de 25 de marzo de 2011, que modifica el artculo 136 del Tratado de Funcionamiento de la Unin Europea en relacin con un mecanismo de estabilidad para los Estados miembros cuya moneda es el euro (DO L 91 de 6.4.2011, p. 1), . Esta modificacin an no ha entrado en vigor, por lo que el nuevo apartado no se ha integrado todava en la versin consolidada del Tratado.

  • n. 130 noviembre/diciembre de 2012

    17

    tabilidad que se activar cuando sea indis-pensable para salvaguardar la estabilidad de la zona del euro en su conjunto;

    - La concesin de toda ayuda financiera ne-cesaria con arreglo al mecanismo se supedi-tar a condiciones estrictas.

    Los signatarios son nicamente los pases del euro, que son tambin los miembros del MEDE. Este tratado tampoco es, pues, un tra-tado unieuropeo, sino un acuerdo interguber-namental.

    El objetivo fundamental del MEDE es sal-vaguardar la estabilidad financiera de la zona del euro en su conjunto y de sus Estados miembros12, aminorando para ello la crisis de confianza que hace peligrar dicha estabilidad. Para conseguir esto, el MEDE permite facilitar, en caso necesario y en colaboracin con el FMI, asistencia financiera a los Estados miembros de la zona del euro que experimenten o co-rran el riesgo de experimentar graves proble-mas de financiacin13, es decir, que tengan problemas para acceder con normalidad a la financiacin en el mercado. La asistencia fi-nanciera toma la forma de prstamos, adquisi-cin de ttulos de deuda soberana y otros ins-trumentos, y est sujeta a una estricta condi-cionalidad. En efecto, el Estado que la recibe ha de firmar previamente un memorndum de entendimiento en el que se determinan con precisin las condiciones asociadas a la ayuda.

    En un plano ms prctico, el MEDE es una organizacin intergubernamental, una institu-cin financiera internacional con sede y oficina principal en Luxemburgo, constituida por los pases del euro, que tambin son miembros de la misma. Los miembros reciben acciones del MEDE como contrapartida de su contribucin al capital de la institucin. Aparte de este capi-tal inicial aportado por los miembros, el MEDE puede obtener fondos emitiendo instrumentos

    12 Tratado del MEDE, prembulo. 13 Ibidem.

    financieros, o bien mediante acuerdos o con-venios financieros o de otro tipo con sus pro-pios miembros o con entidades financieras. Es decir, puede contraer prstamos de bancos u otras entidades en el mercado de capitales. Una diferencia importante con los dos instru-mentos anteriores es que el MEDE contar con una parte de capital desembolsado, no solo con garantas.

    El MEDE est pues llamado a ir sustituyen-do a los dos mecanismos precursores, la FEEF y el MEEF. El relevo estaba previsto inicial-mente para julio de 2013 pero, con la entrada en vigor acelerada del MEDE, por el momento coexistir con la FEEF (la cual seguir funcio-nando hasta que se hayan devuelto todos los prstamos y liquidado todas las obligaciones).

    El Tratado de Estabilidad, Coordinacin y Gobernanza en la Unin Econmica y Monetaria (TECG)

    El otro tratado intergubernamental que se ha concebido como complemento del Tratado del MEDE es el Tratado de Estabilidad, Coordi-nacin y Gobernanza en la Unin Econmica y Monetaria (TECG)14. Sus signatarios son veinticinco de los veintisiete Estados miem-bros15, pero el contenido es vinculante solo para los pases del euro; los dems signatarios pueden aplicar voluntariamente todas sus dis-posiciones o algunas de ellas. Ahora bien, pese

    14 Firmado en Bruselas el 2.3.2012. Ratificado por Espaa

    mediante la Ley Orgnica 3/2012, de 25 de julio (BOE 178 de 26.7.2012, p. 53541, BOE-A-2012-9981), . La entrada en vigor se producir en principio el 1 de enero de 2013, aunque est supeditada a la ratificacin por parte de un nmero determinado de Estados miembros cuya moneda es el euro. Texto del Tratado: .

    15 Los diecisiete Estados del euro ms Bulgaria, Dinamar-ca, Letonia, Lituania, Hungra, Polonia, Rumana y Suecia (es decir, todos los Estados miembros excepto Chequia y el Reino Unido).

  • noviembre/diciembre de 2012 n. 130

    18

    a que en un primer momento el TECG queda fuera del marco jurdico de la Unin, est lla-mado explcitamente a integrarse en los Trata-dos fundacionales (Derecho primario)16 en un plazo de cinco aos.

    Segn se afirma en el artculo 1 del propio Tratado, su finalidad es reforzar el pilar eco-nmico de la unin econmica y monetaria mediante la adopcin de un conjunto de nor-mas destinadas a promover la disciplina pre-supuestaria a travs de un pacto presupuesta-rio, a reforzar la coordinacin de sus polticas econmicas y a mejorar la gobernanza de la zona del euro, respaldando as la consecucin de los objetivos de la Unin Europea en mate-ria de crecimiento sostenible, empleo, competi-tividad y cohesin social. Lo que se pretende, en ltimo trmino, es transmitir confianza a los mercados financieros, demostrndoles que se estn tomando medidas reales para sanear las cuentas pblicas, y de esta manera hacer fren-te a una de las principales fuentes de inestabi-lidad financiera17.

    Para alcanzar esta ambiciosa meta, se intro-duce para las cuentas pblicas la llamada re-gla de oro (o regla de equilibrio presupues-tario, segn el propio Tratado). Se trata de promover la disciplina presupuestaria de los pases del euro, aplicando para ello unos crite-rios muy estrictos de dficit y endeudamiento pblicos. La concrecin de los criterios exigi-dos se halla en el ttulo III del Tratado, deno-minado Pacto Presupuestario.

    Adems, en el Tratado se acuerda coordinar las polticas econmicas de los Estados del euro y mejorar la gobernanza de esta zona mediante un nuevo tipo de reuniones de sus dirigentes (las Cumbres del Euro), reforzando

    16 [...] el objetivo de los Jefes de Estado o de Gobierno de

    los Estados miembros [...] es incorporar lo antes posible las disposiciones del presente Tratado a los Tratados en los que se fundamenta la Unin Europea (TECG, prembulo).

    17 Tratado del MEDE, prembulo.

    as el pilar econmico de la Unin Econmica y Monetaria. Para garantizar el cumplimiento de los criterios establecidos se introduce un sis-tema de sanciones disuasorias y se obliga a los Estados signatarios a incorporar la regla de equilibrio presupuestario a sus constitucio-nes18. Por ltimo, se confiere a la Comisin y al Consejo mayores poderes de supervisin de los presupuestos y del endeudamiento de los Estados con problemas.

    La idea de controlar en la UE el dficit y el endeudamiento pblicos en aras del equilibrio presupuestario no es nueva, ni mucho menos. Empez a barajarse desde la gnesis de la Unin Econmica y Monetaria como medio de coordinar las polticas econmicas. Se concret con el Tratado de Maastricht (1992), que ya introduca criterios de disciplina presupuesta-ria19 y, posteriormente, con el Pacto de Estabi-lidad y Crecimiento (1997)20. Lo que el TECG supone, en resumen, es hacer ms estrictas las reglas de Maastricht y poner medios efectivos para hacerlas cumplir, mediante la posibilidad de sanciones.

    Cabe sealar que el mencionado Pacto Presupuestario es solo una parte del TECG, pero al haber sido el germen original del mis-mo21 se utiliza con frecuencia este trmino para referirse al Tratado en su conjunto. A menudo se encuentra incluso la variante incorrecta de pacto fiscal (aun en el acto de ratificacin

    18 Cosa que Espaa hizo el 27 de septiembre de 2011,

    , al introducir en la Constitucin el nuevo artculo 135 sobre el principio de estabilidad presupuestaria.

    19 Artculo 104 C sobre el dficit pblico excesivo. 20 De los criterios que ya estableca el Pacto de Estabili-

    dad y Crecimiento (vase ms abajo) se mantiene el del 60 % del PIB para el endeudamiento pblico, pero se reduce en principio el del dficit pblico del 3 % al 0,5 %.

    21 Vase la Declaracin de los Jefes de Estado o de Go-bierno de la zona del euro de 9.12.2011,

  • n. 130 noviembre/diciembre de 2012

    19

    por Espaa del TECG, donde figuran ambas denominaciones).

    El TECG es explcitamente complementario del Tratado del MEDE. En efecto, la concesin de asistencia financiera con cargo al MEDE queda supeditada a la ratificacin del TECG por parte del Estado que solicite tal asisten-cia22.

    Todos estos tratados, acuerdos y mecanis-mos se enmarcan en lo que se ha dado en lla-mar la nueva gobernanza econmica europea. Veamos otros elementos de este sistema.

    El Pacto de Estabilidad y Crecimiento

    Como ya hemos mencionado, en 1997 se adop-t el Pacto de Estabilidad y Crecimiento23, que completa y precisa el artculo 104 C del Trata-do de Maastricht sobre los dficits pblicos excesivos. El Pacto es un marco de coordina-cin de las polticas econmicas y presupues-tarias nacionales de los Estados miembros, en aras del buen funcionamiento de la UEM. Sus objetivos son:

    reforzar la supervisin de las situaciones presupuestarias y la supervisin y coor-dinacin de las polticas econmicas;

    acelerar y aclarar el procedimiento de dficit excesivo;

    conseguir a medio plazo situaciones pre-supuestarias prximas al equilibrio o de supervit.

    Est compuesto por dos Reglamentos y una Resolucin del Consejo24, y se estructura en dos componentes:

    22 Tratado del MEDE, considerando 5. 23 Propuesto por el Consejo Europeo de Dubln (diciem-

    bre de 1996) y adoptado por el Consejo Europeo de msterdam (junio de 1997).

    24 Reglamento (CE) n.o 1466/97, relativo al reforzamiento de la supervisin de las situaciones presupuestarias y a la supervisin y coordinacin de las polticas econmi-cas (DO L 209 de 2.8.1997, p. 1), .

    un componente preventivo: la supervi-sin de las situaciones presupuestarias de los Estados miembros, a fin de garan-tizar la disciplina presupuestaria necesa-ria, y la coordinacin de sus polticas econmicas; se establecen objetivos pre-supuestarios a medio plazo y programas de estabilidad y convergencia;

    un componente disuasorio, que rige el procedimiento de dficit excesivo.

    El Pacto atraves por no pocas vicisitudes, principalmente la desigual aplicacin del pro-cedimiento de dficit excesivo en funcin del Estado miembro afectado. En consecuencia, en 2005 se decidi reformar el sistema25 y flexibi-lizar formalmente su aplicacin en funcin de las circunstancias especficas de cada caso.

    El Semestre Europeo

    A fin de que las instituciones unionenses pue-dan incidir de forma ms activa en la elabora-cin de los presupuestos nacionales de los Es-tados miembros, en 2011 se puso en marcha un ciclo de coordinacin de las polticas econmi-cas denominado Semestre Europeo26. Es un procedimiento de evaluacin de las polticas presupuestarias y estructurales de los Estados miembros, reforzando la coordinacin antes de

    Reglamento (CE) n.o 1467/97, relativo a la aceleracin y

    clarificacin del procedimiento de dficit excesivo (DO L 209 de 2.8.1997, p. 6), .

    Resolucin del Consejo sobre el Pacto de estabilidad y crecimiento, de 17.6.1997 (DO C 236 de 2.8.1997, p. 1), .

    25 Reglamentos (CE) n.o 1055/2005 y n.o 1056/2005 del Consejo (DO L 174 de 7.7.2005, p. 1 y p. 5), .

    26 Propuesto por la Comisin en mayo de 2010 en su Comunicacin Reforzar la coordinacin de las polti-cas econmicas (COM(2010) 250 final), y aprobado por el Consejo de Economa y Finanzas (Ecofin) el 7.9.2010.

  • noviembre/diciembre de 2012 n. 130

    20

    que se aprueben los Presupuestos nacionales por los respectivos Parlamentos27. Su finali-dad es sincronizar la evaluacin de las polti-cas presupuestarias y estructurales de los Es-tados miembros.

    El sistema consiste en dividir el ao en dos semestres:

    [...] el Consejo Europeo determinar cada mes de marzo los principales retos econmi-cos que afronta la UE, y proporcionar orien-taciones estratgicas sobre las polticas co-rrespondientes. Teniendo en cuenta tales orientaciones, los Estados miembros presen-tarn sus estrategias presupuestarias a medio plazo en sus respectivos programas de esta-bilidad y de convergencia. Al mismo tiempo, elaborarn programas nacionales de reforma que establecern las medidas que hayan de adoptarse para reforzar sus polticas en m-bitos como el empleo y la integracin social. Todos estos programas se presentarn simul-tneamente en abril. Cada mes de julio, ba-sndose en los programas presentados en abril, el Consejo Europeo y el Consejo pro-porcionarn asesoramiento poltico antes de que los Estados miembros finalicen sus pre-supuestos para el ao siguiente28.

    Despus del Semestre Europeo viene el semestre nacional, con el debate y la trami-tacin del proyecto de presupuesto de cada Estado miembro en el Parlamento nacional correspondiente.

    El Pacto por el Euro Plus

    Un instrumento ms de la nutrida panoplia para hacer frente a la crisis es el Pacto por el Euro Plus, que se adopt en el Consejo Euro-peo de 24 y 25 de marzo de 2011. Lo firmaron

    27 Martnez Lago (2012), p. 113. 28 Sitio internet del Consejo de la UE, El semestre euro-

    peo - por una economa ms robusta (9.9.2010), .

    los Estados miembros de la zona del euro ms otros seis Estados de la UE29.

    Sus objetivos declarados son: reforzar el pi-lar econmico de la Unin Econmica y Mone-taria, intensificar la coordinacin de la poltica econmica y mejorar la competitividad, para lograr as una mayor convergencia. El Pacto estimula a los signatarios a adoptar reformas en los mbitos siguientes:

    impulso de la competitividad: segui-miento de la evolucin salarial y de la productividad;

    impulso del empleo: reformas del mer-cado laboral, educacin, fiscalidad;

    sostenibilidad de las finanzas pblicas: pensiones, atencin sanitaria y presta-ciones sociales;

    estabilidad del sector financiero; coordinacin de la poltica tributaria.

    Estos objetivos generales se irn concretan-do de ao en ao. Los Estados miembros parti-cipantes habrn de asumir compromisos de actuaciones concretas para doce meses, com-promisos que habrn de reflejarse en los pro-gramas nacionales de reforma y en los pro-gramas de estabilidad que cada ao sometan a la evaluacin de la Comisin, el Consejo y el Eurogrupo en el contexto del Semestre Euro-peo.

    Dos paquetes

    Para completar y reforzar este ya amplio pano-rama se han previsto dos conjuntos legislati-vos, uno ya vigente y el otro en preparacin: el paquete legislativo sobre gobernanza econ-

    29 Una primera versin, de 11 de marzo de 2011, fue sus-

    crita nicamente por los Estados del euro y se denomi-n Pacto por el Euro. A la segunda versin se sumaron adems Bulgaria, Dinamarca, Letonia, Lituania, Polo-nia y Rumana, cambindose entonces la denomina-cin.

    Texto del Pacto: Conclusiones del Consejo Europeo de 24-25 de marzo de 2011, EUCO 10/11, anexo I, p. 13, .

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    mica (tambin conocido por su denominacin inglesa, six-pack) y el paquete legislativo sobre supervisin presupuestaria (o two-pack).

    El paquete legislativo sobre gobernanza econmica est compuesto por seis instrumen-tos legislativos (cinco reglamentos y una direc-tiva) que se adoptaron en noviembre de 201130.

    Reglamento (UE) n.o 1173/2011, sobre la ejecucin efectiva de la supervisin presu-puestaria en la zona del euro.

    Reglamento (UE) n.o 1174/2011, relativo a las medidas de ejecucin destinadas a co-rregir los desequilibrios macroeconmicos excesivos en la zona del euro.

    Reglamento (UE) n.o 1175/2011, por el que se modifica el Reglamento (CE) n.o 1466/97 del Consejo, relativo al refuerzo de la su-pervisin de las situaciones presupuesta-rias y a la supervisin y coordinacin de las polticas econmicas.

    Reglamento (UE) n.o 1176/2011, relativo a la prevencin y correccin de los desequi-librios macroeconmicos.

    Reglamento (UE) n.o 1177/2011, por el que se modifica el Reglamento (CE) n.o 1467/97, relativo a la aceleracin y clarificacin del procedimiento de dficit excesivo.

    Directiva 2011/85/UE, sobre los requisitos aplicables a los marcos presupuestarios de los Estados miembros.

    El paquete legislativo sobre supervisin presupuestaria, a su vez, consta de dos regla-mentos y viene a reforzar el primer paquete. Est todava en fase de negociacin 31.

    30 DO L 306 de 23.11.2011, .

    31 Propuesta de Reglamento sobre el reforzamiento de la supervisin econmica y presupuestaria de los Estados miembros cuya estabilidad financiera dentro de la zona del euro experimenta o corre el riesgo de experimentar graves dificultades (COM(2011) 819 final), .

    Ambas series de actos legislativos han ve-nido recibiendo en ingls la socorrida denomi-nacin informal de six-pack y two-pack, a raz simplemente del nmero de actos que cada una comprenda. En espaol, sin embargo, hay que decir que no ha prosperado ninguna de las equivalencias que figuran en los textos tradu-cidos32. Ello ha dado lugar a una dispersin que es de lamentar, ya que ha impedido la identificacin clara de estas iniciativas y, lo que es peor, ha redundado en el empleo fre-cuente de las denominaciones inglesas.

    Propuesta de Reglamento sobre disposiciones comunes

    para el seguimiento y la evaluacin de los proyectos de planes presupuestarios y para la correccin del dficit excesivo de los Estados miembros de la zona del euro (COM(2011) 821 final), .

    32 IATE recoge algunas de ellas: conjunto de medidas legislativas sobre el gobierno econmico, conjunto de medidas de gobernanza econmica (para el primer paquete); conjunto de dos medidas legislativas relati-vas a la supervisin econmica y presupuestaria, pa-quete legislativo sobre supervisin presupuestaria, segundo paquete de gobierno econmico, segundo paquete sobre gobernanza econmica (para el segun-do).

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    ES EN FR IATE Acuerdo Marco de la Facilidad Europea de Estabilizacin Finan-ciera Acuerdo Marco de la FEEF

    European Financial Stability Facil-ity Framework Agreement EFSF Framework Agreement

    accord-cadre rgissant le Fonds europen de stabilit financire accord-cadre rgissant le FESF

    3532501

    Facilidad Europea de Estabilizacin Financiera FEEF

    European Financial Stability Faci-lity EFSF

    Fonds europen de stabilit financire FESF

    3521368

    Mecanismo Europeo de Estabilidad MEDE

    European Stability Mechanism ESM

    Mcanisme europen de stabili-t MES

    3528795

    Mecanismo Europeo de Estabiliza-cin Financiera MEEF

    European financial stabilisation mechanism EFSM

    mcanisme europen de stabili-sation financire MESF

    3520890

    Pacto de Estabilidad y Crecimiento PEC

    Stability and Growth Pact SGP

    pacte de stabilit et de croissan-ce PSC

    899099

    Pacto por el Euro Plus Euro Plus Pact pacte pour l'euro plus 3531837 Pacto Presupuestario fiscal compact pacte budgtaire 3540470 Semestre Europeo para la coordi-nacin de polticas econmicas Semestre Europeo

    European Semester for economic policy coordination European Semester

    semestre europen pour la coordination des politiques conomiques semestre europen

    3521805

    Tratado Constitutivo del Mecanis-mo Europeo de Estabilidad Tratado del MEDE

    Treaty establishing the European Stability Mechanism ESM Treaty

    trait instituant le Mcanisme europen de stabilit trait instituant le MES

    3536803

    Tratado de Estabilidad, Coordina-cin y Gobernanza en la Unin Econmica y Monetaria Tratado de Estabilidad TECG

    Treaty on Stability, Coordination and Governance in the Economic and Monetary Union Treaty on Stability, Coordination and Governance TSCG

    Trait sur la stabilit, la coordi-nation et la gouvernance au sein de l'Union conomique et mon-taire [] []

    3541036

    REFERENCIAS IATE (base terminolgica de las instituciones de la UE).

    Conclusiones de los Consejos Europeos: .

    Nota de terminologa (Consejo de la UE) 3-2011, de Mara Fernndez de Heredia (documento interno).

    Martnez Lago, M. ., La reforma del rgimen jurdico de la estabilidad presupuestaria y el Tratado de Coordinacin y Gobernanza en la Unin Econmica y Monetaria, en Noticias de la Unin Europea, julio de 2012, p. 105.

    Gordo, E. y Del Ro, A., El mecanismo de asistencia financiera para la recapitalizacin bancaria en la UEM, Banco de Espaa, Boletn Econmico, junio de 2012, pp. 19-24, .

    Sitio internet de La Moncloa, Referencia del Consejo de Ministros del 24.6.2011, Firma de la Enmienda al Acuerdo Marco de la Facilidad Europea de Estabili-zacin Financiera, .

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    Sitio internet del Consejo de la UE, Se ha inaugurado el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) (8.10.2012), .

    Sitio internet del MEDE, Frequently Asked Questions on the European Stability Mechanism (ESM),

    (en ingls).

    Comunicado de prensa con ocasin de la firma del TECG (2.3.2012), (en ingls).

    ranse una vez cinco rusos blancos MIQUEL VIDAL Comisin Europea [email protected]

    i, al ver el ttulo de este artculo, el lector ha pensado en cinco hablantes de lenguas es-

    lavas, cabe aclararle que aqu no hay ms que cuatro tipos distintos de ruso blanco: el quinto es solo una bebida, pero la incluyo tambin para poder eliminar toda duda resi-dual cuando tenga que traducirse cualquier White Russian.

    1. La Gran Rusia y las pequeas

    Hasta hace cien aos, todos los atlas presenta-ban tres Rusias: la grande (la Rusia propia-mente dicha), la pequea (Ucrania) y la blanca (Bielorrusia o Belars). En efecto, la raz eslava biel- o bel- significa blanco (todos conocemos Belgrado, la ciudad blanca).

    En alemn, el Schul-Atlas fr hhere Lehr-anstalten de Diercke y Gaebler inclua una Vlkerkarte en la que se distinguan perfecta-mente los Gro-Russen (los rusos) de los Wei-Russen (los bielorrusos) y los Klein-Russen oder Ruthenen (los ucranianos).

    En francs, el Atlas de gographie physique, politique et historique de Alexis M. G. sealaba una Grande Russie (aproximadamente sobre lo que haba sido el Gran Ducado de Mosc) que finalizaba al oeste y al sur en Bielorrusia y Ucrania y al este y al norte en los lmites de los

    pueblos no eslavos (urlicos, como los komis, maris y mordovos, o turcos, como los baski-rios, chuvasios y trtaros).

    En espaol, la Espasa hablaba en 1926 de Rusia propia, Ukraina y Rusia Blanca, aunque, para distinguir entre rusos y ucrania-nos, muchos atlas presentaban a rusos de la Rusia grande y rusos de la Rusia pequea. El Atlas Geogrfico Universal de Salinas an recoga el trmino Rusia Blanca a mediados del siglo XX.

    Pero, en general, despus de la Segunda Guerra Mundial tales trminos fueron aban-donndose, hasta el punto de que en Occiden-te las nuevas generaciones los ignoraban, por lo que fueron fuente de numerosos equvocos (como el que surga al leer que una obra sovi-tica calificaba a Lenin de gran ruso y, sin saber que era una simple resea tnica, sospechar que podra tratarse de algn malfico culto a la personalidad).

    2. Rusos blancos contra rusos rojos

    Sin embargo, el trmino que ms se perdi tras la llegada de los bolcheviques no fue el de la Gran Rusia, sino el de la Rusia Blanca, que poda llevar a engaos mayores.

    S

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    En efecto, los rusos opuestos a la revolucin empezaron a ser llamados blancos, por opo-sicin a los comunistas, que, lgicamente, eran los rojos.

    La sangrienta guerra que sigui a la revolu-cin, auspiciada por el apoyo dado a los gene-rales zaristas por tropas britnicas, checoslova-cas, estadounidenses y hasta japonesas, no termin hasta 1923 con la derrota completa de los blancos, lo que llev a centenares de ellos al exilio; en los aos veinte del siglo pasado, Pars se llen de archiduques venidos a menos.

    As, a partir de 1930, al menos en Europa occidental, el ruso blanco ya no era el bielo-rruso, sino sobre todo el exiliado anticomunis-ta o el descendiente de rusos anticomunistas.

    3. Rusos blancos y rusos amarillos

    Fue el general De Gaulle quien, en los aos cincuenta del siglo pasado, propugn una Eu-ropa entre l'Atlantique et l'Oural. No es este un lugar apropiado para intentar interpretar el evidente trasfondo poltico de esa frase, pro-nunciada justo cuando estaba inicindose pa-ralelamente la obra que llevara al nacimiento de la Unin Europea, pero es innegable que esconde la segregacin entre una Rusia euro-pea, blanca y civilizada, y otra Rusia asiti-ca, amarilla y brbara.

    Afortunadamente, esa acepcin descarada-mente racista del ruso blanco no es muy frecuente, pero hay que admitir que tambin existe: no hace mucho, Ph. Rekacewicz afirma-ba que la Europa preconizada por De Gaulle intgrait au moins la Russie dite blanche1. Y est claro que no estaba refirindose a Bielorrusia, la Rusia Blanca clsica.

    1 Rekacewicz, Ph. Un Vieux Continent gographie

    variable, Le Monde diplomatique n.o 696, marzo de 2012, p. 15, .

    4. Resurgir nacionalista

    Desde el fin de la Unin Sovitica se observa en Rusia una proliferacin creciente de grupos de extrema derecha cuyo objetivo es una Ru-sia blanca. Si bien en el resto de la blanqui-tud ese trmino no plantea dificultades de traduccin, aqu puede llevar a confusin, pues ese ruso blanco (adepto del , es decir, del nacionalismo xenfobo) no es otra cosa que el equivalente del WASP americano: una persona de orden, ferviente practicante de la religin ortodoxa, cabeza de familia monogmica y heterosexual y que no tiene problema alguno con los extran-jeros siempre que estos se queden en el ex-tranjero.

    5. Un ruso negro y un ruso blanco

    El quinto ruso blanco es simplemente una be-bida: un cctel que hace quince aos pusieron de moda los hermanos Coen en una pelcula de culto: The Big Lebowski. La bebida original era el Black Russian, que contiene licor de caf. Al aadirle nata o leche condensada, el ruso negro se transforma en ruso blanco.

    Por cierto, ninguna de estas dos bebidas tiene absolutamente nada que ver con Rusia. El nombre se debe a que su parte espirituosa procede del vodka (de hecho, podran haberlo llamado tranquilamente Black Polish).

    Propuestas de traduccin

    Creo que lo ms prctico, con independencia de lo que hagan otras lenguas, es atribuir un trmino distinto a cada concepto. Siguiendo el orden:

    1. Bielorruso (o belaruso, segn dictaminen los rganos responsables de la toponimia). Este es un caso claro en el que ruso blanco debe proscribirse sin duda alguna, so pena de calificar a un bielorruso comunista de ruso blanco rojo, lo que ms bien recordara los colores de algn equipo de ftbol.

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    2. Ruso blanco (aunque en muchos casos tam-bin podra valer zarista, pero sin olvidar que entre los rusos opuestos a la revolucin bolchevique tambin haba grupos republica-nos, como los eseristas).

    3. Ruso europeo. Aqu no caben blancos ni amarillos: esta es la nica definicin correcta de un ciudadano ruso que habite al oeste de los Urales (del mismo modo que los dems son rusos asiticos).

    4. Ruso eslavo. Evidentemente, porque la su-puesta raza blanca es sinnimo de raza caucsica, y lo ltimo que quisieran los na-cionalistas que propugnan una Rusia blanca

    sera verse rodeados de ciudadanos proceden-tes del Cucaso, por muy blancos que fue-sen.

    5. White Russian. Creo que los nombres origi-nales de los ccteles deben respetarse, del mismo modo que nadie traduce del espaol Cuba Libre o Mojito (sin contar que, si pidiramos un Martini Seco en lugar de un Dry Martini nos arriesgaramos a que nos sirvieran un vulgar vaso de aperitivo en lugar de aquella copa de ginebra que recibe la som-bra de una botella de vermut, segn la cons-picua definicin de Winston Churchill).

    TRIBUNA

    Texto de la conferencia pronunciada en la Direccin General de Traduccin de la Comisin Europea (Bruse-las y Luxemburgo) los das 14 y 15 de marzo de 2012

    Buenas prcticas en terminologa M. TERESA CABR Institut Universitari de Lingstica Aplicada Universitat Pompeu Fabra (Barcelona) [email protected]

    ntuitivamente y de manera general, el tr-mino buenas prcticas nos remite a dos inter-

    pretaciones:

    a) buenas prcticas como forma de hacer recta, en el sentido moral y tico del trmino y, por tanto, contrapuesto a malas prcticas o prcticas perversas, malintencionadas, engao-sas, etc.

    b) buenas prcticas como forma de actuar si-guiendo sistemticamente unas pautas es-tablecidas, reconocidas y aceptadas por un colectivo profesional o social suficientemen-te representativo.

    En primer lugar, y tomando la primera acepcin de la expresin, el trmino buenas prcticas es moral, tico. El adjetivo buena re-

    presenta un juicio de moralidad. Presupone que hay prcticas que no lo son y ello puede ser por varios motivos. Desde esta perspectiva se interpreta como una manera de hacer honesta, recta, acorde con principios morales propios del Derecho natural. Las prcticas se consideran buenas en su aspecto intrnseco. Como puede suponerse es imposible, con ex-cepcin de casos muy extremos, objetivar lo que entendemos por bueno negando que nues-tro juicio depende de variables culturales e ideolgicas.

    En segundo lugar, el trmino buenas prcti-cas nos remite a la recta aplicacin de reglas o instrucciones predeterminadas como adecua-das en un determinado campo y para una de-terminada actividad. Desde esta acepcin, las

    I

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    prcticas se consideran buenas por su aplica-cin recta y sistemtica. De hecho sern buenas aquellas prcticas que, siguiendo las reglas establecidas, permitan alcanzar los objetivos que inicialmente se ha previsto alcanzar.

    Lo cierto es que el trmino buenas prcticas ha hecho fortuna y son poqusimos los orga-nismos, instituciones o empresas que se mues-tran crticos ante ellas, y menos an las recha-zan. Las buenas prcticas se han asociado ac-tualmente a lo que un organismo debe hacer no solo por responsabilidad social, sino tam-bin para ser considerado innovador y moder-no.

    En este artculo me propongo explorar el concepto de buenas prcticas y aplicarlo al trabajo terminolgico en dos escenarios:

    a) en la elaboracin de glosarios monolinges y multilinges y

    b) en la resolucin de problemas terminolgi-cos en traduccin especializada.

    Los objetivos de la aplicacin de las buenas prcticas en organismos, instituciones o em-presas para que las tcnicas, mtodos de traba-jo, procesos, actividades y medidas resulten ms eficientes (que reclaman menos esfuerzo), ms eficaces (que producen mejores resulta-dos) y ms simples que otras para obtener un resultado son la consecucin de:

    fiabilidad calidad eficiencia eficacia equidad productividad sistematicidad o consistencia.

    1. La nocin de calidad como precedente de buenas prcticas en terminologa

    Cmo la nocin de buenas prcticas que hasta aqu hemos presentado incide en la terminolo-ga?

    Como sabemos, la terminologa es al mismo tiempo un campo de conocimiento y un campo de aplicaciones destinadas a cubrir distintas necesidades, llevadas a cabo por distintos co-lectivos profesionales, con finalidades distintas y estrategias de trabajo tambin distintas, aun-que compartiendo todas ellas, en el mejor de los casos, una visin unitaria de los fundamen-tos de la materia y de las caractersticas de sus unidades.

    Es en el terreno aplicado donde las buenas prcticas tienen su papel. Como prctica, la terminologa es un proceso de trabajo que, como cualquier otro proceso, puede ser regu-lado por orientaciones preestablecidas que se pueden considerar cdigos de buenas prcti-cas. Estas orientaciones existen en terminolo-ga tanto de forma explcita como de forma implcita. Vamos a intentar aclarar esta dife-rencia y ver en qu aspectos del trabajo se ma-terializan.

    Sabemos que un trabajo aplicado no se lleva a cabo nunca sin unos supuestos de base que lo nutren. De lo contario, cualquier actividad en este trabajo sera arbitraria. El trabajo ter-minolgico tiene su anclaje en una serie de fundamentos tericos que constituyen sus ba-ses y sin los cuales no se podra garantizar un mnimo de calidad.

    Al lado de este aspecto terico, el trabajo terminolgico prctico es un proceso organi-zado, una cadena de decisiones y acciones or-ganizadas que conducen a la produccin de un recurso o a la solucin de un problema. El pro-ceso de trabajo, sin embargo, no es uno, sino que se trata de diversos procesos, en funcin de las necesidades a cubrir y del contexto en que se lleva a cabo.

    Hurgando en el pasado, podemos decir que, de hecho, lo que actualmente conocemos como buenas prcticas ya se recoga en los aos ochenta y noventa bajo la etiqueta de cali-dad. En 1998 el Conseil international de la lan-gue franaise edit un nmero especial de la revista La Banque des mots dedicado a la cali-

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    dad, bajo la responsabilidad de Elizabeth Blan-chon, en la poca miembro del Centre de ter-minologie et de nologie de Francia. Era el momento de la emergencia de las normas ISO 9000 dedicadas a la calidad.

    El trmino calidad, como ahora el de buenas prcticas, era una etiqueta necesaria para dar prestigio a cualquier empresa, organismo, ac-tividad o producto, pero entonces, como aho-ra, se trataba de un trmino ambiguo del que podan desprenderse interpretaciones distin-tas.

    Myriam Bouveret y Valrie Delavigne, en su artculo Lanalyse des besoins: un prala-ble la qualit de la terminologie1, afirman que la calidad consiste en explicitar para una actividad dada el conjunto de procesos que se llevan a cabo en la elaboracin de un producto. Esta actividad dinmica se expresa en dos fa-ses: en una primera fase se elabora una meto-dologa que permite desarrollar un producto o una accin de calidad; y en una segunda fase se pone en pie un sistema de control de la puesta en prctica de esta metodologa. Se tra-ta pues de una actividad metodolgica de ca-rcter evaluativo.

    Este mismo enfoque aplicado hoy a la ter-minologa se conoce como buenas prcticas. Se trata de asegurar que el trabajo terminolgico se realice a partir de una metodologa, y para ello hay que establecer la metodologa y buscar mecanismos de seguimiento y control de que esta metodologa se ha aplicado rectamente.

    En este mismo nmero de La Banque des mots hicimos un anlisis de la nocin de cali-dad en terminologa y revisamos algunos de los aspectos metodolgicos en los que poda tener sentido hablar de calidad. En este artcu-lo, titulado propos de la notion de qualit en terminologie2, llambamos la atencin so-bre la falta de flexibilidad metodolgica que en

    1 La Banque des mots, n.o especial 8, CILF, 1998, pp. 35-54. 2 La Banque des mots, n.o especial 8, CILF, 1998, pp. 7-34.

    aquellos aos presida la terminologa. La ra-zn era clara: solo las normas ISO sobre termi-nologa se consideraban doctrina para llevar a cabo un trabajo de calidad. Ya en aquel mo-mento nuestra posicin era que no se podan establecer estndares de calidad aisladamente, fuera de contexto, sino que solo podamos hacerlo teniendo en cuenta las caractersticas de cada trabajo en cuanto a tema, contexto, finalidad y situacin. La nocin de adecuacin ya era para nosotros entonces una nocin clave para la calidad.

    Adems de este principio, distinguamos en el artculo entre indicadores explcitos de cali-dad e indicadores implcitos. Decamos enton-ces que formaban parte de los indicadores ex-plcitos las marcas de uso (cdigos de fiabili-dad de la fuente del trmino, o del trmino en s, o valor del trmino en relacin a la norma de uso o a la norma prescrita). De los mltiples indicadores implcitos analizamos en aquel momento cuatro: la explicitud de la metodolo-ga de trabajo, la necesaria y adecuada docu-mentacin de los datos terminolgicos, la composicin del equipo de trabajo para la produccin de un glosario y el respeto a las normas internacionales en los casos adecua-dos.

    Terminbamos el artculo proponiendo una serie de criterios a tener en cuenta para la vali-dacin de un glosario, los agentes que deban llevar a cabo esta validacin y los objetivos que la validacin se propona. Pero, por encima de todos los factores, la idea esencial era que los criterios de evaluacin deban tomar en consi-deracin las diferencias entre la terminologa puramente representativa y til en la comuni-cacin internacional en temas muy formaliza-dos e internacionalmente consensuados, y la terminologa destinada a la comunicacin humana en el contexto de una lengua y una cultura, o entre lenguas y culturas en temas fuertemente marcados por una tradicin.

    En relacin con los datos terminolgicos en s mismos, las condiciones que se les deban

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    suponer para ser considerados de calidad eran dos: la fiabilidad y la sistematicidad. Deban ser fiables en el sentido de responder a usos reales y, en el caso de que constituyeran pro-puestas nuevas, deban presentarse explcita-mente como tales con el aval de comisiones suficientemente representativas dentro de cada mbito de especialidad. Deban ser sistemti-cos, en el sentido de estar siempre representa-dos de la misma manera y siguiendo, a ser posible, las propuestas ms consensuadas, eso s, adaptndolas a cada contexto.

    En estos casi veinte aos desde la publicacin de este monogrfico sobre la calidad de la terminologa, el panorama y las propuestas han cambiado relativamente poco. Durante las dos ltimas dcadas la terminologa ha apostado principalmente por dos aspectos:

    a) el establecimiento y la profundizacin de su marco terico y

    b) el desarrollo y aplicacin de las tecnologas al trabajo.

    En el primer punto se ha avanzado en la l-nea de aclarar que los principios establecidos por Eugen Wster no eran suficientes para describir y explicar los hechos terminolgicos. En el segundo punto se han desarrollado sis-temas automticos para la deteccin, extrac-cin y gestin de informacin terminolgica a partir de corpus textuales de gran envergadu-ra, construidos esencialmente a partir de In-ternet.

    En el mbito de la traduccin y con relacin a la terminologa tambin se ha avanzado, no nicamente en la asuncin de una teora de base textual y pragmtica, sino tambin en el uso de programas informticos de gestin de la terminologa sobre la base de las memorias de traduccin.

    2. Buenas prcticas en terminologa: as-pectos que determinan buenas prcticas

    Vamos a entrar a continuacin en la nocin de buenas prcticas aplicada a la prctica termi-nolgica. Para ello, aunque son muchas las actividades profesionales en las que esta prc-tica tiene una incidencia particular, en esta ocasin seleccionaremos para nuestros prop-sitos dos:

    a) la elaboracin de glosarios monolinges y multilinges, tambin para la traduccin, y

    b) la resolucin de problemas terminolgicos de la traduccin.

    En ambas actividades hay aspectos de bue-nas prcticas que son comunes, y otros espec-ficos de cada actividad. Los primeros tienen que ver con los fundamentos de la terminolo-ga, con las competencias necesarias para re-solver el trabajo y con principios generales que afectan a la puesta en prctica del proceso de trabajo. Seleccionaremos de entre los muchos posibles cinco aspectos:

    Conocimiento y respeto de los funda-mentos de la terminologa, como base de una buena prctica.

    Necesidad de reunir las competencias necesarias para resolver un trabajo.

    Importancia de adecuar la metodologa y la resolucin de problemas a las caracte-rsticas y condiciones de cada trabajo.

    Necesidad de disponer de una documen-tacin fiable y seleccionada con criterios explcitos.

    Uso de las tecnologas para dar acceso a la informacin.

    A. Los fundamentos mnimos de la terminologa

    El primer elemento importante para el desarro-llo de una buena prctica terminolgica tanto en traduccin como en terminografa es saber cla-ramente qu tenemos entre manos, es decir, con qu material estamos trabajando. Y en esta lnea, los supuestos mnimos que, con independencia

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    del tipo de trabajo, contexto y situacin, consi-deramos que deben respetarse en el trabajo ter-minolgico son los siguientes:

    a) Hacer terminologa supone aplicar una me-todologa especfica para detectar y recopilar los trminos de especialidad.

    b) Un trmino es la asociacin de una forma y un contenido.

    c) La forma y el contenido de los trminos presentan una doble sistematicidad: con relacin a la lengua general y tambin dentro de cada mbito de especialidad.

    d) Los trminos son siempre temticamente especficos, de forma que no hay trmino sin mbito de especialidad, sin que esto su-ponga que los trminos solo se usen en una materia.

    e) Dentro de cada mbito los trminos estn conectados entre s por diferentes tipos de relacin. Las relaciones basadas en los con-ceptos permiten establecer, por un lado, la estructura conceptual de un mbito y, por otro lado, su sentido.

    f) Todo trabajo terminolgico es, por lo menos inicialmente, descriptivo. Hacer terminolo-ga significa recopilar los trminos usados efectivamente en la comunicacin especiali-zada. Solo posteriormente a la descripcin, si existe una reduccin de posibilidades que conduce a la propuesta de una forma de re-ferencia eliminando las dems, o a la prefe-rencia de una forma sobre otras, un trabajo pasa a ser prescriptivo, porque su finalidad ya no es la de reflejar el uso, sino la de orientarlo.

    g) Los trminos recopilados en un trabajo des-criptivo tienen una fuente real, es decir, han sido recogidos en textos especializados, en discursos orales de especialistas o en en-cuestas terminolgicas.

    h) Todos los trminos sin excepcin estn aso-ciados a una categora gramatical.

    i) Todos los trminos admiten una definicin, que se concreta con precisin solo dentro de un mbito determinado y nunca en abstrac-to.

    j) Los trminos pueden admitir valores prag-mticos de distinto orden.

    k) Un trmino puede tener variantes denomi-nativas en relacin de sinonimia.

    l) Un trabajo terminolgico conduce siempre a una aplicacin: una lista de trminos, un glosario, un diccionario, la resolucin de una consulta, un listado normalizado, etc.

    B. La organizacin del proceso de trabajo y las com-petencias necesarias para llevarlo a cabo

    Tambin en este aspecto una buena prctica en el trabajo terminolgico aplicado supone con-tar con unos mnimos de competencia para su correcta resolucin. Como se ha descrito en numerosas ocasiones, la prctica terminolgica presupone el dominio de cuatro grandes com-petencias: cognitiva, lingstica, sociofuncional y metodolgica.

    a) La competencia cognitiva corresponde al conocimiento del mbito especializado que va a ser objeto de trabajo.

    b) La competencia lingstica abarca el cono-cimiento de la lengua o las lenguas sobre las que se investiga.

    c) La competencia sociofuncional se refiere a las caractersticas que debe tener un trabajo terminolgico para ser eficiente en relacin con los fines que persigue y adecuado a los destinatarios a los que se dirige. Y, en el ca-so de la traduccin, se refiere a saber qu variante es la ms adecuada para un texto de condiciones pragmticas determinadas.

    d) La competencia metodolgica est relacio-nada, no con los fundamentos de la materia, sino con las habilidades de su aplicacin.

    C. La adecuacin a las necesidades y a los contextos

    El tercer aspecto importante a nuestro enten-der en las buenas prcticas en terminologa en general tiene que ver con la adecuacin del

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    trabajo terminolgico a las condiciones espec-ficas de cada situacin, tanto para producir glosarios como para resolver un problema terminolgico en la traduccin.

    Los recursos terminolgicos que pueden producirse pueden tener caractersticas muy variadas y servir a finalidades distintas. Pro-ducir un glosario presupone como buena prc-tica analizar previamente la situacin y carac-tersticas del proyecto a producir y a continua-cin disearlo y planificarlo de acuerdo con estas caractersticas. Esta manera de actuar puede resumirse diciendo que se trata de apli-car el principio de adecuacin, segn el cual el trabajo terminolgico aplicado no es monolti-co, sino variado en funcin de las circunstan-cias temticas, sociolingsticas, funcionales y contextuales en las que va a desarrollarse.

    Paralelamente, en la traduccin cada pro-blema terminolgico tiene su contexto especfi-co tanto por el concepto que vehicula, como por las condiciones de las lenguas en juego y por las finalidades y caractersticas de la tra-duccin que se debe llevar a cabo. Resolver un problema terminolgico de la traduccin pre-supone tomar en consideracin qu traduccin se est haciendo, sobre qu tema, en qu cir-cunstancias, dnde y para qu finalidad.

    D. La documentacin: seleccin y fuente

    Uno de los fundamentos de la metodologa terminolgica es el respeto del principio de que todo trmino tiene una fuente real y que hacer terminologa no es hacer neologa, ni tampoco hacer traduccin. La consecuencia de este principio es que la bsqueda y seleccin de una buena documentacin es una de las piezas clave para la realizacin de un trabajo terminolgico usando buenas prcticas. La descripcin de los usos debe siempre preceder a las decisiones, tanto en el trabajo sistemtico como en el puntual en la traduccin.

    El anlisis de la documentacin en la que se basa la extraccin terminolgica debe llevarse

    a cabo con rigor y con criterios evaluativos que permitan dar a cada opcin un valor fiable.

    E. El uso de las tecnologas y el acceso a la informa-cin

    Como es obvio, todo proceso de trabajo con-duce a la produccin de conocimiento nuevo. El trabajo terminolgico no es ninguna excep-cin. Un glosario es una herramienta de in-formacin valiosa para la comunidad profe-sional implicada en el tema del que trata. La resolucin de problemas terminolgicos para pares de lenguas y sobre un tema determinado es tambin un conocimiento que puede servir a otros profesionales.

    En nuestra opinin una buena prctica ter-minolgica es poner a disposicin de