publicación 2011 - 2 cmr colombia

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http://www.elmilitantecolombia.org INTERNACIONAL Págs 8-15 Manuel Zelaya de vuelta en Honduras ¿Ahora qué? Pág.8 Perú: ¿Qué política debería aplicar Humala? Pág. 9 Venezuela: Sólo estatizando los medios de producción y construyendo un estado revolucionario podremos consolidar la revolución. Págs. 10-12 Estado Español: Éxito ro- tundo de la Huelga General convocada por el Sindicato de Estudiantes. Pág 13 Estado español: Cientos de miles en las calles el 19- J, !Ahora, hacia la huelga general! Págs. 14-15 COLOMBIA Págs. 4-6 Colombia: ¡la lucha por la dignidad y el socialismo continúa! Nuevos escenarios se abren en el país, a partir de coyunturas espe- cíficas y profundas... Págs 4-5 Elecciones en Colombia: memoria de un país que quiere salir de su amnesia El llamado es a profundizar desde el campo que les corresponde, las exigencias y trans- formaciones, las luchas y demandas de un pueblo arrecho y en vía de organización, lleno de semillas y de historias que desde las particularidades o también generalidades, busca por fin, encontrar la llama de la justicia económica y social que cimente la Colombia socialista. Pág 6 EDITORIAL Pág. 2-3 Paz y Guerra en Colombia En ese sentido, la propuesta que reiteramos, es la de la conformación del frente único de la izquierda, que logre solidificar, impulsar y dar cuerpo a esa lucha de masas para empezar a construir, a brazo partido, ese nuevo escenario de justicia, donde se resuelva de una vez por todas el problema agrario... MOV. ESTUDIANTIL Pág. 7 Educación pública, gratuita, digna y de calidad ¡ya! Movimiento estudiantil Co- lombiano: lucha sin tregua en contra de la reforma a la ley 30 de 1992. Colombia, Segundo Semestre de 2011 http://www.elmilitantecolombia.org Las tácticas del frente único págs.16-19

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http://www.elmilitantecolombia.org

INTERNACIONAL Págs 8-15

Manuel Zelaya de vuelta en Honduras ¿Ahora qué?

Pág.8Perú: ¿Qué política debería

aplicar Humala?Pág. 9

Venezuela: Sólo estatizando los medios de producción y construyendo un estado revolucionario podremos consolidar la revolución.

Págs. 10-12Estado Español: Éxito ro-

tundo de la Huelga General convocada por el Sindicato

de Estudiantes.Pág 13

Estado español: Cientos de miles en las calles el 19-J, !Ahora, hacia la huelga

general!Págs. 14-15

COLOMBIA Págs. 4-6Colombia: ¡la lucha por la dignidad y

el socialismo continúa! Nuevos escenarios se abren en el país, a partir de coyunturas espe-cíficas y profundas... Págs 4-5

Elecciones en Colombia: memoria de un país que quiere salir

de su amnesiaEl llamado es a profundizar desde el campo que les corresponde, las exigencias y trans-formaciones, las luchas y demandas de un pueblo arrecho y en vía de organización, lleno de semillas y de historias que desde las particularidades o también generalidades, busca por fin, encontrar la llama de la justicia económica y social que cimente la Colombia socialista. Pág 6

EDITORIAL Pág. 2-3

Paz y Guerra en ColombiaEn ese sentido, la propuesta que reiteramos, es la de la conformación del frente único de la izquierda, que logre solidificar, impulsar y dar cuerpo a esa lucha de masas para empezar a construir, a brazo partido, ese nuevo escenario de justicia, donde se resuelva de una vez por todas el problema agrario...

MOV. ESTUDIANTIL Pág. 7

Educación pública, gratuita, digna y de calidad ¡ya!

Movimiento estudiantil Co-lombiano: lucha sin tregua

en contra de la reforma a la ley 30 de 1992.

Colombia, Segundo Semestre de 2011 http://www.elmilitantecolombia.org

Las tácticas del frente único págs.16-19

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2EDITORIAL

Paz y Guerra en Colombia

La construcción de la paz como empeño fecundo y reivindicación más pura de una Colombia en guerra permanente, resulta el camino más deseable para resolver en parte, los males que aquejan nuestro desarrollo desde que comenzamos nuestra vida como país. Pero la historia ha sido sutil, y siempre nos ha mostrado la vía, por medio de la cual, todos esos procesos de búsqueda de la paz, sin excepción, terminaron en el exterminio y en la traición a las iniciativas, por parte de un Estado corrupto, asesino y cobarde.

En el particular tema de la paz en Colombia, cabe señalarse, que bajo el sistema de desarrollo de capitales, la creencia religiosa en la autorregulación del mercado y las consabidas lógicas de acumulación, no es posible plantear una solución estructural a los problemas de fondo que han hecho surgir el conflicto armado interno. El conflicto armado, es sólo una expresión más de ese conflicto social y económico que envuelve a las mayorías de los

habitantes de nuestro país.

Pero debe valorarse eso sí positivamente, con contundencia absoluta, que el eje de la lucha pueda desplazarse de la actividad marcial, a la lucha de las grandes capas de la población por sus dignidades y derechos, ello, con todo el esfuerzo que demanda, generaría otra dinámica, y un nuevo porvenir de tareas en el entramado nacional colombiano.Si la lucha generalizada del pueblo, se aviene con toda fuerza y eficacia, estaríamos en medio de un futuro abierto, combativo y posible para construir sobre sendas bases, un estado socialista.

Claro está, en el escenario de una eventual construcción de paz, se debe estar muy alerta para evitar hacerse ilusiones con sectores de la burguesía, quienes se han hecho a sangre y fuego con el poder y que hoy bien pueden utilizar la paz para sus fines, pero que en el corto, mediano o largo plazo, pueden ser los primeros en partir en dos nuevamente la “llave de la paz”, por la ineludible pérdida de sus prerrogativas y privilegios, a los que nunca capitularían.

Perseguimos la paz, la anhelamos con esperanza y acción luchadora, trabajamos por sentirla cerca, pero ella sólo será el resultado de una sociedad justa, vale decir, socialista, y para conseguirla, debemos aunar nuestros esfuerzos para

visibilizar y unir las encomiadas luchas de los campesinos, obreros, estudiantes, docentes, desplazados, desempleados, jubilados, afrodescendientes, pueblos originarios, en un proceso sostenido, articulado y paciente, que permita superar a todo nivel y con toda contundencia los aislamientos hacia afuera y hacia adentro de las organizaciones populares y sociales que, sin dudarlo, al estar incomunicadas las únicas beneficiadas son las camarillas atroces de este país.

Lo determinante es, también, romper la estrategia más sucia de las capas dominantes, que se han encargado de utilizar su propaganda contra los grupos armados insurgentes (Léase RCN radio y Tv, Caracol radio y Tv, concesionarios de radio en el espectro electromagnético nacional, canales audiovisuales semi-independientes, y revistas impresas o digitales), como estrategia para la represión y criminalización de la lucha en general, quebrando en las más de las veces (de manera sicarezca y por fuera de cualquier marco legal) intenciones loables y procesos de país llenos de inteligencia y unidad.

Que el protagonismo de la lucha pase a la movilización de todos y todas, y a la lucha por un programa que erija la demanda de paz y las reivindicaciones salariales, sociales, democráticas más

Por CMR Colombia.

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elementales (asunto que se vincula con la necesidad de transformar la sociedad), se empieza a convertir en un imperativo tajante en la medida en que no será de otra manera, por medio de la que podamos establecer una real “reconciliación” en torno a la justicia social, política y económica y a la construcción de un nuevo país.

Algo vital que coadyuvaría, con fuerza total a una paz duradera y con condiciones dignas, sería la conformación del Frente unitario de las organizaciones populares y de izquierda, pues lograría impulsar en ese mismo entendido la lucha de las mayorías, por un programa en las condiciones

descritas, con reivindicaciones claves y con un ejercicio político exigente y beligerante.

No sobra decir entonces que la paz va unida a condiciones de vida y trabajo dignas para el pueblo, es lo que la burguesía no entiende y a lo que nuestro pueblo nunca renunciará.

En ese sentido, la propuesta que reiteramos, es la de la conformación del frente único de la izquierda, que logre solidificar, impulsar y dar cuerpo a esa lucha de masas para empezar a construir, a brazo

partido, ese nuevo escenario de justicia, donde se resuelva de una vez por todas el problema agrario, la industria se desarrolle bajo control obrero, la Educación se construya conforme a un modelo propio -sin trasplantar modelos foráneos fracasados-, la salud se transforme del negocio que es ahora, al derecho en ejercicio que parte de la prevención (y no de la riqueza que produce el tratamiento de la enfermedad), y donde en fin, se complazcan las más relegadas expectativas de un pueblo que le siguen metiendo los dedos a la boca, por cuenta de ese puñado de ricachos que se hacen llamar “intocables”.

Ese frente único además, debe basarse en la lucha de masas en oposición a las acciones desesperadas, para que así pueda cimentarse un campo fecundo en el cual, esta nueva planta de la unidad pueda desarrollarse sin problemas ni ambigüedades.

Debe enfatizarse en que esa lucha de masas plantea un programa socialista que tienda un puente en la conciencia de las mismas masas, acopiando todas esas reivindicaciones y necesidades más inmediatas, para mostrar en lo concreto esa necesidad irrenunciable de luchar por la transformación de la sociedad.

Hoy más que nunca entonces, la consigna de la paz, debe liarse a las movilizaciones de nuestro pueblo, que ve con zozobra e indignación, las mentiras de una “Unidad Nacional” cochina y corrompida en contubernio con las multinacionales. Ve con tristeza además, cómo se nos mueren nuestros hermanos y hermanas en las puestas de los hospitales, y cómo de la misma manera, la

educación ya de manera abierta y descarada pasará a convertirse en un vil negocio, para beneficio de los mismos pocos.

La paz, empleos y salarios dignos, salud y educación como derechos y no como “servicios”, serán fruto de la organización paciente de nuestro pueblo, de su unidad y conciencia, de su implementación de los acertados lazos de comunicación y de la entrega total a un fin, que con sus matices y desafíos, nos dará más temprano que tarde, una nueva vía de entendimiento para construir, colectivamente, el anhelado presente socialista.

¡Viva la lucha obrera!¡Viva la lucha por el socialismo!¡Viva la lucha campesina por la

tierra!¡Viva la lucha estudiantil!

¡Vivan las luchas populares!

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4COLOMBIA

Colombia: ¡la lucha por la dignidad y el socialismo continúa!

Por CMR Colombia.

Nuevos escenarios se abren en el país, a partir de coyunturas específicas y profundas, las que, cual gotas de agua desde la cascada del ideario socialista, van penetrando la piedra del paramilitarismo, el terrorismo de estado y el grado de corrupción de la clase política gobernante en Colombia.

Podemos empezar formulando que a nivel nacional existe una movilización muy activa de los diversos sectores sociales, en particular de los campesinos, los trabajadores y del movimiento estudiantil, donde es innegable (y puede verse con toda contundencia) una situación de agitación social que está marcada por la crisis internacional, por sus efectos en el país y, sobre todo, por las políticas minero-energéticas.

Lo que ha venido ocurriendo en Puerto Gaitán es representativo y un síntoma claro de lo que nos espera, pues nace esta situación de un contexto, que se viene desplegando

desde el año 2005, cuando la producción petrolera alcanzó cotas no antes vistas, duplicándose desde ese entonces, hasta alcanzar hasta hace poco el millón de barriles; también debe llamarse la atención sobre el asunto particular del precio de la onza de oro, que bordea los 1800 dólares; obviamente, eso en apariencia es beneficioso para la economía nacional, aunque lo que puede verse en el telón de fondo no es nada diferente a unas políticas en el sector totalmente neoliberales: la flexibilización laboral, el código minero que nos obliga a recibir las regalías más bajas del continente, la denominada regla fiscal, los tratados de libre comercio que entraron en vigencia con Canadá, Suiza, México (y los que se cirnieron: Estados Unidos, Corea del sur et al), todo ello ha creado una situación de desigualdad sin precedentes, que se acentúa además por las consecuencias del aumento de capitales al país, por la euforia minero-energética (enfermedad holandesa), cuestión que incide en la revaluación

del peso, con la consabida molestia de los exportadores.

De manera que, si bien el crecimiento de la economía fue del 53% (crecimiento de exportaciones)* en el primer semestre del año, respecto al sector industrial, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que este decreció en 1.5%, lo que vale catalogar como un inmenso desastre, teniendo en cuenta que es el sector que más dinamiza el empleo.

Habida cuenta de este panorama, entonces podemos hacer memoria sobre lo que ha venido ocurriendo a lo largo del año, donde hemos acudido a movilizaciones marcadas por estas condiciones:

La de febrero por el páramo de Santurbán, que obligó al presidente Santos a echarse para atrás en las licitaciones de esa zona. La otra movilización muy activa que testificamos en Colombia, en condiciones parecidas, fue la del

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departamento del Tolima, en la cual se disputó fuertemente la intención de explotación de la mina la Colosa, batalla que aún sigue en pie. Otra digna de mención fue la de Marmato, en Caldas, donde una Multinacional ya conocida, busca aún, sin medir las consecuencias, trasladar a todo un pueblo para poder iniciar la extracción de oro... todas estas movidas están generando un abanico inmenso de reacciones sociales, lo que probablemente elevará al 2011 como un año con record de movilizaciones populares.

Además de todo ello, no podemos dejar de mencionar el problema estudiantil, y el proyecto en curso de Reforma a la Educación Superior, que muy posiblemente genere en paro general prolongado, asunto este último que va unido con la problemática del sector de la salud, en la cual existe un movimiento bastante vigoroso, que llamó a una “octava papeleta” para las elecciones del mes de octubre.

Hay que mencionar además, que las protestas de este segundo semestre se han venido dando en confluencia con FECODE, que es el principal sindicato de maestros de todo el país, perspectiva en la que los estudiantes están creando importantes organizaciones regionales para consolidar una mejor en el plano nacional para dar la pelea.

El ambiente está caldeado y como era de esperarse, el gobierno está tomando medidas represivas y autoritarias para frenar esta cascada de inconformidades, una de ellas es la nueva Ley de Seguridad Ciudadana, en la que se criminaliza incluso el derecho a la protesta, de maneras tan sigilosas, que deben llevarse en el inmediato plazo a la discusión para generar su derogación.

Pero dentro de todo ese panorama, podemos avizorar otros elementos

de la vida política reciente del país que también son dignas de referirse. Por una parte, es innegable que el ex presidente A. Uribe V. se halla en una situación bastante incómoda debido a los últimos escándalos que ha debido enfrentar, aunque el proyecto económico de la oligarquía colombiana marcha a todo taco, gracias a esa sucia “unidad nacional” propuesta por el presidente Santos, asunto que de hecho, en la práctica superó, y con mucho, las nefastas políticas económicas de Uribe, pues pudo el “ex ministro de defensa” sacar avante, y con gran impulso una legislación de concentración monopólica, frente a lo cual, el pueblo colombiano, está comenzando a moverse, lo que prevé la necesidad de una verdadera unidad de la izquierda que articule y cohesione.

Respecto a lo mencionado del ex presidente Uribe, Juan Manuel Santos acuñó una estrategia muy bien estructurada, consistente en arrojarle toda el agua sucia en lo que los medios de comunicación han secuenciado como los “escándalos de corrupción”: en la salud, en la Dirección Nacional de Estupefacientes, en el Instituto Penitenciario y Carcelario INPEC, etc. lo que ha llevado a que Uribe haya perdido relativamente muchísimo terreno político, pues sus principales fichas de gobierno y ex ministros están siendo juzgados por la justicia ordinaria y la Corte Suprema: varios de sus esbirros incluso ya están purgando cárcel, otros están en proceso, y por

último el propio Uribe está siendo juzgado en la comisión de acusaciones del congreso, lo que nos induce a pensar que este siniestro personaje va en caída libre (aunque no podemos dejarnos confundir, seguiremos viendo los pormenores de estos acontecimientos con lupa).

Con Uribe o sin él, con Santos en el trono queriendo hacer su propio juego y con todas las medidas regresivas que en materia social, económica, política y cultural estamos

presenciando en nuestro país, el escenario está dispuesto para que la lucha de clases se solidifique y cristalice a favor de los más oprimidos y olvidados, para que en un viable intervalo que ahora testificamos se pueda aprovechar cada escenario en agitación, organización, movilización y propaganda, para así revertir una a una, esa estela de humillaciones y latrocinios que la rancia oligarquía nacional e internacional viene imponiendo sobre los hombros del pueblo colombiano.

Nota

* [Con respecto al crecimiento económico: de ese 53%, tomado como un 100%, digamos que un 85% corresponde a minería y petróleo y más interesante aún si se tiene en cuenta que el tratado de preferencias arancelarias (atpdea), con el que se podía exportar fluidamente a Estados Unidos productos nacionales, no fue ratificado en febrero, lo que favoreció la elevación exponencial de costos para las exportaciones. Vale decir: las condiciones de exportación a USA, el principal mercado de Colombia, se han endurecido, lo que no impidió un aumento de las mismas apalancadas en el sector minero-energético, lo que explica parte de lo que está ocurriendo en nuestro país, teniendo en cuenta la fiebre de petróleo y oro que hay en el mundo.]

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6COLOMBIA

Elecciones en Colombia: memoria de un país que quiere

salir de su amnesia“De día vota el pueblo y de noche... eligen gobiernos”

Grafiti citado por Eduardo Galeano

Cada temporada electoral, los medios de comunicación y los funcionarios del gobierno de turno, parecen escandalizarse por las constataciones de irregularidades evidentes en los mapas de riesgo y cooptación que publican diversas organizaciones en gran parte del territorio nacional. Nada de qué preocuparse: como todo teatro, la escena de los “golpes de pecho” se repetirá en la función siguiente.

Las mal llamadas “bandas criminales” (léase paramilitarismo incontrolable por parte de un Estado coautor), los “pillos” de cuello blanco en alianzas cerradas y abiertas con éstos, los alcaldes, gobernadores, diputados y demás funcionarios activos en cargos de “elección popular”, los integrantes de los grupos de poder (ganaderos, industriales, banqueros, dueños de medios y demás…) harán lo propio para asegurar la estabilidad de sus negocios político-militares, afianzar sus fichas de poder en cargos claves para consolidar sus estrategias de dominación de clase y generar el mejor rédito posible en el

monopolio privado que Liberales, C o n s e r va d o re s , Uribistas, Verdes o coalicionistas, han aprendido a estirar con el paso de años.

Las maquinarias de poder, se

aseguran con la compra de votos, las alianzas mal habidas, la campaña sucia, el fraude, el desprestigio y el ataque cibernético con tal de cumplir su objetivo: beneficiar a los mismos con las mismas. Una teja, un bulto de cemento, un almuerzo, 50 mil pesos o, incluso, un viaje al mar, son ofrecimientos nada extraños en las principales ciudades de Colombia.

Contrario a lo que se vive de ese lado de la línea, la izquierda democrática ha emprendido un proceso extenso, en el que ha sido víctima de la estigmatización, la propaganda negra, el montaje, la persecución, los seguimientos e interceptaciones, sin dejar de lado los atentados y un largo etcétera, que vale la pena destacar, pues a lo largo de estos valientes esfuerzos colectivos, se ha logrado matizar una nueva oxigenación política que con un ritmo particular y propio, ha contribuido con su nivel de denuncia y de “destape de ollas podridas” a descargar, en parte, la farragosa imposición de servidumbre que vivimos la mayoría de colombianos y colombianas.

El camino ha sido breve, el PDA es aún joven, y como en todo proceso de construcción, se vive las tensiones corrientes, las luchas internas y demás elementos naturales que surcan el círculo en fabricación de cualquier partido político en el mundo, organización desde la cual, llamamos a profundizar mediante un programa y un método marxistas, todas esas demandas y reivindicaciones de nuestro pueblo para que sean condición de posibilidad en la cimentación de la pronta unidad de la izquierda que logre, por fin, darle la victoria en esta abierta confrontación de clases, a todos los colombianos.

El llamado al PDA y a sus candidatos, es a profundizar desde el campo que les corresponde, las exigencias y transformaciones, las luchas y demandas de un pueblo arrecho y en vía de organización, lleno de semillas y de historias que desde las particularidades o también generalidades, busca por fin, encontrar la llama de la justicia económica y social que cimente la Colombia socialista.

Desde este espacio, invitamos a combatir sin cuartel esa “amnesia” transitoria, que a muchos lleva a cambiar de manera irresponsable un día de complacencia mentirosa por tres o cuatro años de penurias, en los que la burguesía corrupta y mentirosa, impondrá un régimen de mafias, “combos”, hambre, desempleo y robo, a costillas de un dolor prolongado del pueblo de Gaitán, Bolívar y Camilo, de Santucho y de Guevara, de Sandino y Mozarán.

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7MOVIMIENTO ESTUDIANTIL

Educación pública, gratuita, digna y de calidad ¡ya!Movimiento estudiantil Colombiano: lucha sin tregua en contra de la

reforma a la ley 30 de 1992.Tras las contundentes movilizaciones del año en curso, en las que los estudiantes colombianos demostraron su amplio poder de convocatoria, su claridad argumentativa y su eficaz perspectiva política tras la redacción de ese insumo primero conocido como Programa Mínimo, queda en el aire una sensación refrescante, habida cuenta de las conquistas que pueden ganarse en el mediano plazo, si la unidad organizativa y de acción sigue cocinándose en las instancias nacional y departamentales, que ya preparan y de la mejor manera, el clima propicio para que se retire ese lesivo proyecto de reforma a la ley 30 de educación superior, situando en primer plano la necesidad urgente de discutir, socializar y erigir ampliamente una nueva política educativa, que responda a los intereses del pueblo, y que posibilite un modelo pedagógico acorde a las necesidades poliregionales colombianas.

Los estudiantes, calle a calle, ciudad por ciudad, han desenmascarado los planteamientos de que Juan Manuel Santos y su gabinete mitómano e incompetente, quienes han tratado de imponer a bolillo y gases, una reforma que olvida los compromisos vitales con la financiación, la calidad, la libertad de cátedra, la estabilidad laboral y con una educación que responda a las verdaderas necesidades del pueblo colombiano.

Docentes de cátedra pauperizados y relegados, nula democracia universitaria (la elección de decanos, rectores y directores, responde a un modelo propio del siglo dieciocho), corrupción y politiquería, modelos pedagógicos inanes, provocan en los días que corren, una reacción estudiantil acertada que busca una educación pública realmente comprometida con las transformaciones sociales y políticas, aquella que realmente nos dejará avanzar hacia un modelo legítimo de pertinencia y autonomía.

El programa mínimo plantea cuestiones de vital importancia, puntos que habían sido marginados del debate educativo y político nacional:

1. Financiación plena de la Educación: Pago de las deudas. No autofinanciación por parte de las Universidades.

2. Defensa de la Autonomía Universitaria: Autodeterminación política, académica y de cátedra.

3. Calidad Académica: Más planta docente, no estandarización y aumento de la cobertura.

4. Garantías de Bienestar Universitario y permanencia estudiantil

No a la Flexibilización laboral, vinculación a personal docente no docente.

5. No a la seguridad privada dentro de los claustros o a sus alrededores, des-militarización, respeto a los estudiantes y organizaciones.

6. Nuevo modelo pedagógico, pertinencia de la investigación con énfasis social, problemática medioambiental, y SOLUCIÓN POLÍTICA AL CONFLICTO COLOMBIANO.

Con base en dicho programa, la movilización sigue creciendo y se dejan ver pasos de animal gigante, en los que indudablemente se tejen compromisos, procesos y miradas en torno a un nuevo modelo de enseñanza-aprendizaje que continúa además recogiendo experiencias vivas de situaciones como la chilena, y los testimonios de lucha de un pueblo atropellado por años y años de miseria académica obligada en Colombia.

La Ministra de Educación, María Fernanda Campo, de forma descarada también, y guiada por su jefe inmediato (Santos), envía a través de los medios de comunicación de la burguesía, cínicas señales en las que manda a “leer bien la Reforma” y a “no dejarse confundir”, la confundida es ella, que se enceguece más y más ante las pruebas irrefutables de su incapacidad y torpeza.

Con alegría revolucionaria y entrega, la juventud empieza a despertar y a posibilitar nuevos desarrollos dentro del movimiento estudiantil colombiano, sujeto tantas veces a las lógicas mecanicistas y sectarias, pero que dados los acontecimientos vividos con el Proyecto de Reforma a la ley 30 del 92, se logra avanzar hacia un generalizado ambiente de combate argumentativo y de movilización con frutos ya vistos desde una acertada política de mano tendida, en la cual se logró, por ejemplo, conformar la Mesa Amplia Nacional Estudiantil - MANE, como una estructura supraregional que empieza a desarrollar tareas de coordinación, comunicación - información, planificación, cohesión y liderazgo asertivo que invita al ruedo de la praxis y la acción transformadora a las Universidades públicas del país y por supuesto, a todos los estudiantes en general, independiente de su trayectoria en entidades de carácter privado o de educación media, técnica o tecnológica.

El pueblo avanza ya exigiendo lo que le pertenece y el pueblo colombiano testificará cómo sus hijos, nietos, sobrinos, primos, vecinos, se vestirán de creatividad, de lucha, de amor por el porvenir, porque el pueblo ya no aguanta más mentiras, porque la conciencia se echó a andar y su juventud defenderá con inteligencia, dignidad y garra su legítimo derecho a educarse.

¡Viva el paro Nacional Universitario!¡Viva la lucha de los Estudiantes Colombianos!¡Viva la unidad de los trabajadores y los estudiantes colombianos!

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El pasado 28 de mayo regresó a Honduras el ex presidente Manuel Zelaya. Este hecho abre una nueva etapa en la lucha revolucionaria de las masas. El regreso de Zelaya no se debió a un gesto de buena voluntad del régimen de Porfirio Lobo, sino que lo han impuesto las masas a través de su movilización.

La respuesta del pueblo hondureño al golpe de estado de la oligarquía ha sido tremenda. Han desafiado los toques de queda, la brutal represión estatal, persecuciones, encarcelamientos, torturas y asesinatos selectivos. Las masas han perdido el miedo y es ahí donde el sistema capitalista entra en crisis. En los últimos meses el movimiento de masas ha ido creciendo pese a la represión. El 1 de mayo fue tremendamente masivo, con 2 millones personas en las calles. Esta situación causa divisiones tácticas entre sectores de la burguesía. En este contexto Lobo ha firmado el acuerdo. El país se le hace ingobernable.

El regreso de Zelaya es una victoria del pueblo hondureño. La oligarquía intentará utilizar la vuelta de Zelaya para pedir borrón y cuenta nueva, lo cual es inaceptable. La vuelta de Zelaya no puede significar dejar impune la muerte, persecución y tortura de muchísimos hombres y mujeres que se han enfrentado el golpe y luchado entre otras cosas por el regreso del propio Mel. Mientras exista el estado burgués no habrá justicia y sí impunidad.

El acuerdo de “reconciliación” y la revolución permanente

Zelaya, tras su regreso, está en medio de las presiones de dos fuerzas irreconciliables. La burguesía, que tratará de usarlo como instrumento que lleve al movimiento revolucionario por el camino de la democracia burguesa, envolviendo sus deseos en la maraña de las instituciones burguesas para en cuanto puedan darle una lección al pueblo y mandar el “acuerdo de reconciliación” al basurero. Por otro lado, la presión revolucionaria de los trabajadores, jóvenes, campesinos y pobres, que se seguirán movilizando para resolver los problemas sociales: por trabajo y vivienda dignos, salud, educación, etc.

Zelaya fue derrocado y enviado al exilio porque intentaba consultar al pueblo acerca de una Asamblea Constituyente y se había acercado a la revolución bolivariana. El golpe de estado en Honduras confirma la teoría de la revolución permanente. Tanto las reivindicaciones democráticas y antiimperialistas (soberanía nacional, reforma agraria,…) como las sociales (mejores salarios, sanidad y educación) son imposibles bajo el capitalismo. No puede haber mejores condiciones de vida para la mayoría de la población mientras las palancas que mueven la economía estén en manos de una minoría parasita, que se lucra con la miseria de los trabajadores. Las reivindicaciones democráticas y sociales de las masas sólo pueden realizarse por medio de la revolución socialista.

Manuel Zelaya y el Frente Nacional de la Resistencia Popular (FNRP) deben dotarse un programa socialista que acabe con la dictadura de los

capitalistas, expropie las grandes empresas y monopolios, la banca y los latifundios para ponerlos bajo el control democrático de los trabajadores y pueblo. La clase obrera hondureña debe ponerse al frente de las masas y conquistar el poder político y económico para organizar la sociedad sobre nuevas bases y acabar con todas las lacras del sistema capitalista, agrupando a todos los oprimidos para tomar el poder y crear una estructura alternativa basada en los Consejos de Trabajadores, donde se elija y revoque en cualquier momento a la dirección, y que lo voceros no ganen más de lo que gana un trabajador cualificado, organizando la producción no en beneficio de las ganancias de una minoría sino en función de las necesidades del conjunto de la sociedad.

Esa es la tarea en Honduras, Venezuela, Bolivia, Ecuador, etc. Una revolución proletaria victoriosa en estas líneas se convertiría en un poderoso imán para la clase obrera de América Latina y permitiría unificar la patria grande en una Federación Socialista Latinoamericana y del Caribe.

INTERNACIONAL

Manuel Zelaya de vuelta en Honduras ¿Ahora qué?

Page 9: Publicación 2011 - 2 CMR Colombia

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Perú: ¿Qué política debería aplicar Humala?

La victoria de Olllanta Humala, líder de la coalición Gana Perú, con más del 50% de los votos en las presidenciales refleja la polarización política y social existente en Perú y abre un nuevo ciclo en la lucha de clases en ese país.

El apoyo a Humala hunde sus raíces en el ascenso de la lucha de clases. Aunque algunos dirigentes de Gana Perú procedentes de la derecha (con apoyo de la dirección socialdemócrata del PT brasilero y otros sectores reformistas) quieren que Humala emule a Lula y no a Chávez, su apoyo expresa el deseo de millones de explotados de cambiar la sociedad. Por el contrario, la candidata derrotada, Keiko Fujimori, hija del dictador golpista y neoliberal que dominó Perú en los 90, era la candidata de la burguesía. Cuando se lanzó, la Bolsa de Lima subió más del 6%. Tras ella están el imperialismo, la oligarquía y la Iglesia.

Desigualdades sociales y ascenso de la lucha de clases

El crecimiento económico peruano (7% anual durante los últimos años) se ha basado en los altos precios de las materias primas, impulsados por la demanda china, y una burbuja especulativa en la construcción. Pero no ha beneficiado a la mayoría. Hay más de diez millones de pobres y tres millones en pobreza extrema, las diferencias sociales son abismales.

Las masas se han movilizado reiteradamente contra esta situación: tumbaron a Alberto Fujimori, volvieron a movilizarse contra la corrupción del gobierno Toledo, intentaron aupar a Humala al poder en 2006 y bajo el gobierno de Alan García han protagonizado luchas intensas, como el Día Nacional de Lucha convocado por la Confederación General de Trabajadores Peruanos (CGTP) que paralizó el país en junio de 2007, la huelga general del 9 de julio de 2008 o la lucha contra los decretos amazónicos en junio del 2009. Actualmente, la región de Puno vive una gran movilización contra el saqueo de las multinacionales mineras: la población tomó las calles llegando a controlar la ciudad de Puno y la frontera con Bolivia.

Humala está sometido a dos presiones opuestas. Las masas que le han elegido quieren la transformación revolucionaria del país. Los capitalistas y el imperialismo buscan empujarlo hacia la derecha y utilizarlo para gestionar el capitalismo. Burgueses como Vargas Llosa, el ex presidente Toledo y otros llamaron

a votar por él y están presionándole para que marque distancias con la revolución venezolana.

Si decide mantenerse dentro del capitalismo, Humala no podrá cumplir sus promesas y chocará con su base. En algunas de sus primeras declaraciones, prometió no emular a Chávez y llamó a los empresarios a dialogar. Pero la lucha apenas empieza. La clase trabajadora y los sectores populares -que vienen movilizándose hace años y están fortalecidos por la victoria electoral- plantearán una y otra vez sus reivindicaciones y lucharán por hacerlas realidad y abrir una etapa revolucionaria.

Los activistas de la coalición Gana Perú, los militantes de los sindicatos y partidos de izquierda, deben plantear un programa socialista que incluya inversiones para mejoras sociales, ampliar la educación y sanidad públicas, crear trabajo y viviendas en condiciones dignas, y para conseguir todo ello la expropiación de las multinacionales, la banca y las grandes empresas bajo control

de los trabajadores. Un programa así sería apoyado entusiastamente por la clase obrera, la juventud, los indígenas y campesinos y daría un nuevo impulso a la revolución en toda América Latina.

Page 10: Publicación 2011 - 2 CMR Colombia

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10INTERNACIONAL

Venezuela: Sólo estatizando los medios de producción y construyendo un estado revolucionario podremos consolidar la revolución

Por CMR Venezuela

A más de 12 años de la llegada al gobierno del Presidente Chávez, la revolución bolivariana –aunque ha supuesto avances importantes en aspectos como la reducción de la pobreza y pobreza extrema, la distribución de la riqueza, el freno a las privatizaciones, la nacionalización de varias empresas o la extensión de la salud y educación públicas…- sigue a medio

camino.

La situación económica

Aunque el gobierno ha seguido nacionalizando empresas y el Presidente Chávez ha llamado a desarrollar el control obrero e, incluso, se han tomado medidas como nombrar a algunos trabajadores para la presidencia de distintas empresas nacionalizadas, estas medidas por sí solas no son suficientes para garantizar ni el desarrollo del control obrero ni acabar con el poder de los capitalistas y burócratas y empezar realmente a construir el socialismo. Mientras se mantengan la propiedad privada de los medios de producción y la estructura burguesa del estado, que permite desarrollarse a la burocracia estatal, ambos actúan como una camisa de fuerza que distorsiona, limita y sabotea cualquier medida progresista e impide satisfacer las necesidades de las masas.

La política económica sigue basándose en las ideas reformistas acerca de la mal llamada “economía mixta”. Según éstas, la combinación de la nacionalización de toda una serie de empresas y sectores considerados “estratégicos” con el

mantenimiento de la mayor parte de la economía en manos capitalistas permitiría “transitar” hacia el socialismo a lo largo de varias generaciones. En realidad, esto significa mantener la economía capitalista con el estado intentando actuar como soporte y regulador de la misma. Estas políticas no pueden resolver ningún problema. Tras años de búsqueda de alianzas con sectores del capital privado, haciéndoles concesiones para que inviertan, los datos de los propios empresarios confirman que el sector privado “estaba trabajando entre 44% y 54% de su capacidad instalada”. El 47% de los empresarios entrevistados no prevé aumentar la producción sino reducirla (Encuesta empresarial de Conindustria, El Mundo, 18-5-2011). Este abandono de la inversión productiva por parte de los capitalistas significa que el estado, lejos de reducir las importaciones, como se pretendía, está incrementándolas (del 19% en 2007 al 32% actualmente) y que pese a la contracción que ha vivido la economía los últimos años y a todos los intentos de contener los precios, la inflación sigue altísima: 25% al final de 2010 (31,83% para los alimentos) y más de un 100% acumulado en los últimos tres años. Esto golpea a los trabajadores y en general a los más pobres, la base social de la revolución.

La desinversión de los empresarios se mantiene desde hace décadas, viéndose incrementada en los 12 años de revolución. La Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF) –que mide la inversión de los empresarios a futuro: nueva maquinaria y nuevas instalaciones- hace seis años se movía en cifras de dos dígitos, en 2009 alcanzó su nivel más bajo en décadas: 8%, y en 2010 cayó aún más: 4,8%. La causa de que, pese a los indudables esfuerzos

del gobierno, ninguno de los problemas de fondo de la economía venezolana esté siendo resuelto es el parasitismo e incapacidad de los capitalistas para desarrollar las fuerzas productivas. A ello se une un elemento de sabotaje contrarrevolucionario. Mientras haya revolución, los trabajadores exijan sus derechos y el gobierno no acceda a aplicar todas y cada una de las políticas que necesitan los capitalistas sometiendo a las masas a un ataque sin precedentes (como hacen los gobiernos burgueses), los capitalistas no invertirán. Es más: incluso si hubiese un gobierno que cediese a todas sus pretensiones tampoco desarrollarían significativamente el país, como vimos bajo la IV República, cuando tenían condiciones favorables para explotar y oprimir a los trabajadores, pero se dedicaron a especular, evadir capitales del país y saquear los recursos públicos

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La creciente influencia del modelo capitalista chino

Tras fracasar en su búsqueda de unos empresarios venezolanos dispuestos a industrializar el país, los reformistas intentan que este papel lo desempeñen las burguesías de países “amigos” como China, Rusia, Irán, Bielorrusia, la propia burguesía brasileña o incluso sectores de la burguesía japonesa.

No obstante, cualquier ilusión en que la burguesías china, o cualquier otra (iraní, rusa, brasileña, etc.) vaya a actuar de manera diferente al resto de burguesías resulta absurda. Aunque tengan conflictos con la burguesía estadounidense por el reparto del mercado mundial, funcionan exactamente igual: guiadas únicamente por la búsqueda del máximo beneficio y sometiendo a los trabajadores a unas condiciones de explotación insoportables. En varias empresas con participación chinas o iraníes ya hemos visto luchas de los trabajadores exigiendo su derecho a formar sindicatos revolucionarios, protestando por la vulneración de derechos, etc..

Aunque la emergente burguesía china siga presentando su modelo como “socialismo de mercado” se trata de un capitalismo de estado que ha permitido a los burócratas del Partido Comunista Chino convertirse en burgueses y acumular

grandes beneficios mientras condena a los trabajadores a largas jornadas de trabajo y durísimas condiciones laborales y les niega derechos fundamentales. El crecimiento del modelo capitalista chino alimenta las ilusiones en el seno de la burocracia respecto a la posibilidad de obtener resultados positivos haciendo coexistir la nacionalización de algunas empresas con el mantenimiento de buena parte de la economía en manos capitalistas.

El gobierno bolivariano y el Presidente Chávez están sometidos a presiones de clase contrapuestas: la de las masas obreras y populares por un lado, y la de estos socios y gobiernos burgueses y la burocracia reformista (en realidad, pro-capitalista) por otro.

Chávez es el miembro del gobierno que mantiene un discurso más a la izquierda y sigue intentando sintonizar con las aspiraciones de las masas, pero no tiene una concepción marxista ni está bajo contacto permanente con la clase obrera y sometido a su control. Esto –unido al hecho de que al frente de la clase obrera no existe una dirección con un programa marxista que marque el camino al conjunto del movimiento revolucionario- hace que la influencia y presión de los gobiernos burgueses amigos y de la burocracia, se exprese más claramente que en otros momentos.

Estas presiones a derecha e izquierda se van a incrementar durante el próximo período y le obligarán a tener que elegir: o seguir basándose en su círculo de colaboradores más próximo – a quienes considera leales, pero que son rechazados y cuestionados por las bases- y seguir buscando acuerdos con gobiernos burgueses o reformistas supuestamente aliados (lo que debilita a la revolución) o romper con ellos y basarse en la lucha de las masas, en primer lugar de la clase obrera, para estatizar los medios de producción bajo la gestión directa de un estado basado en los consejos de trabajadores y los consejos comunales y dirigido por la clase obrera y avanzar hacia el socialismo.

La clase obrera y el pueblo revolucionario contra la

burocracia reformista y los

capitalistasUn terreno clave en el que se están viendo las consecuencias de buscar acuerdos con los empresarios es el laboral. Los sindicatos revolucionarios denuncian una tendencia generalizada de las inspectorías de trabajo y el propio Ministerio de Trabajo a actuar a favor de los patronos y contra de los intereses de los trabajadores (Mitsubishi, Metro de Caracas, Toyota, son algunos ejemplos pero hay muchos más).

Además, en muchas instituciones y empresas públicas no hay respuesta a las demandas de los trabajadores o la respuesta es intensificar la tercerización y la vulneración de derechos sindicales.

Otro de los terrenos en los que se ha manifestado la presión de la derecha reformista es la política exterior. Se ha pasado de confiar fundamentalmente en la movilización de las masas obreras y campesinas en el resto de Latinoamérica y del mundo para luchar contra el capitalismo y defender y extender la revolución, a una política de priorizar alianzas políticas o acuerdos económicos con gobiernos burgueses o reformistas

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de la región y de otras áreas del mundo considerados amigos o que se cree pueden ayudarnos a paliar el callejón sin salida en que se encuentra el capitalismo venezolano. Esto lleva a la defensa de la real politik, los pactos con estos gobiernos aunque suponga enfrentarse a quienes les combaten, o en el caso de regímenes como los de Libia, Irán o Siria (fuertemente represivos con la clase obrera) a presentarles como revolucionarios y denunciar cualquier movilización contra ellos como contrarrevolucionaria, pro-imperialista, etc.

El peligro que representa este giro se ha hecho evidente, al menos para un sector amplio de activistas y militantes revolucionarios, tras la entrega de los activistas de izquierdas colombianos Joaquín Pérez Becerra y Julián Conrado al gobierno reaccionario burgués y pro-imperialista de Juan Manuel Santos. Como explicamos en la Declaración de la CMR venezolana en contra de esta entrega, la misma “ha generado malestar y confusión en(…) sectores de la vanguardia que han estado nacional e internacionalmente en primera línea de apoyo a la revolución bolivariana” Desafortunadamente, esta decisión forma parte de la política de acercamiento al gobierno de Santos y a un sector de la burguesía colombiana.

El giro oportunista y táctico de Santos es presentado como una nueva etapa cuando lo único que pretende este sector de la burguesía colombiana es engañar a las masas (en Colombia, Venezuela y el resto de Latinoamérica), recuperar posiciones en el mercado venezolano y desactivar el malestar social existente en su propio país. Mientras, siguen calumniando a la revolución, atacando al pueblo colombiano (en especial a la izquierda) y harán todo lo posible por derrotar la revolución en Venezuela.

El resultado de esta situación en que se oye un discurso que afirma que estamos construyendo el socialismo (“hecho en socialismo”, “vivir en socialismo”, “empresas socialistas”) pero se siguen sufriendo las lacras del capitalismo, es

un creciente cansancio y escepticismo entre sectores de las masas y el peligro latente de adopción de posiciones ultraizquierdistas por parte de elementos de la vanguardia. Los resultados de las elecciones a la Asamblea Nacional del 26 de Septiembre de 2010, fueron una expresión, en el terreno electoral, de esta tendencia y un aviso de que la revolución no es irreversible. Al mismo tiempo, esta situación despierta inquietud entre los activistas y sectores de las masas y especialmente dentro de la clase obrera y tiende a empujar a miles de activistas a buscar ideas y movilizarse para intentar enderezar el rumbo.

Durante los últimos meses hemos asistido a varias movilizaciones de las bases que sin apoyo alguno de la burocracia o incluso con la oposición activa de ésta han movilizado decenas de miles de activistas revolucionarios: marchas obreras convocadas por la UNETE el 9 de Noviembre de 2010 y 31 de marzo de 2011, marcha unitaria de campesinos, trabajadores, inquilinos y pobladores en lucha por la vivienda, medios alternativos, etc. contra la impunidad y el sicariato, en defensa de la revolución pero también denunciando el burocratismo y oponiéndose a la entrega de activistas de izquierda a gobiernos contrarrevolucionarios.

Desde la CMR v e n e z o l a n a defendemos que sólo hay un camino para garantizar la victoria de la revolución. Sustituir la estructura estatal burguesa por un genuino estado revolucionario dirigido por los propios trabajadores y que ese estado expropie la banca, las industrias fundamentales y la

tierra. La estatización de la economía bajo administración directa de la clase obrera y los demás explotados mediante consejos de trabajadores y consejos comunales unificados a escala local, regional y nacional, en el que todos los voceros y cargos públicos estén obligados a rendir cuentas periódicamente de su gestión y sean elegibles y revocables en todo momento, y donde además no perciban más ingresos que los correspondientes a un trabajador cualificado, permitiría planificar democráticamente la economía en función de las necesidades sociales, erradicar el capitalismo, el burocratismo y la corrupción y resolver los problemas de las masas. Los trabajadores intentarán una y otra vez hacer avanzar su revolución, forjar una dirección que les permita unificarse como clase, desplegar toda su fuerza y agrupar al conjunto de los explotados, la base social del PSUV para hacer realidad estos objetivos. Los capitalistas, en colaboración con los burócratas, harán todo lo posible por impedirlo. El futuro de la revolución dependerá de quién gane esta lucha.

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Estado Español: Éxito rotundo de la Huelga General convocada por el Sindicato de Estudiantes

Por Sindicato de Estudiantes

40.000 estudiantes tomaron la Puerta del Sol de Madrid en defensa de la Educación pública.

Desde primeras horas de la mañana del pasado jueves 6 de octubre, miles de estudiantes recorrieron cientos de institutos públicos con panfletos y pancartas en las principales ciudades para garantizar que en la primera jornada de Huelga General de Estudiantes a nivel estatal se viviera todo el éxito que muestra hoy, el rechazo al mayor ataque a la educación pública en las últimas décadas.

La convocatoria realizada por el Sindicato de Estudiantes habla por sí sola: más de un millón y medio de estudiantes secundaron la Huelga General en todo el Estado. Cerca de 100.000 estudiantes participaron en más de 35 manifestaciones organizadas en todas las CCAA, destacando la impresionante movilización que ha tenido lugar en Madrid con más de 40.000 asistentes que han abarrotado la calle Atocha y la Puerta del Sol.

Desde las 11:00 h. comenzaron a agruparse en las plazas y las principales avenidas de decenas de localidades miles de jóvenes convocados a participar en las manifestaciones y concentraciones. En Madrid en la calle Atocha a partir de las 12:30 horas no cabía un alfiler. Cientos de pancartas y cartelones de todos los colores de decenas de institutos de Madrid eran sostenidos por los estudiantes de secundaria. Los lemas más destacados y coreados han sido: ¡Aguirre dimisión!, ¡La crisis que la paguen los banqueros!, ¡Esta lucha la vamos a ganar! , ¡El que no vote del partido popular!, ¡El dinero del banquero para el instituto obrero! y ¡Si no hay solución habrá

revolución!.La manifestación ha coreado también su apoyo a la lucha de los estudiantes chilenos, que llevan cinco meses de movilizaciones contra la privatización de la enseñanza pública y están siendo duramente reprimidos.

Miles de estudiantes de los barrios obreros; de San Blas, Carabanchel, Vallecas, Villaverde, Moratalaz, Leganés, Móstoles, Getafe, Fuenlabrada, Alcorcón, Aluche, Alcobendas, Colmenar y de decenas de barrios y localidades más han llenado las calles con su grito en contra de los recortes educativos a la enseñanza pública aprobados por el gobierno de Esperanza Aguirre. En la manifestación han tomado la palabra representantes de CCOO, UGT, STE´S, Fapa Giner de los Ríos, Trabajadores de Telemadrid y el Secretario General del Sindicato de Estudiantes, Tohil Delgado. En un ambiente de combate y disposición de llegar hasta el final en esta lucha, miles de estudiantes de los institutos que han organizado en las semanas previas cientos de comités de huelga, han apoyado la propuesta del Sindicato de Estudiantes de convocar huelga general en la secundaria en la Comunidad de Madrid para los próximos días, y participar masivamente en la gran marcha estatal en defensa de la enseñanza pública del próximo sábado 22 de Octubre.

La huelga y las manifestaciones también han sido secundadas en el resto del Estado, con miles de estudiantes participando en las manifestaciones de Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga, Jerez,

Cádiz, Pamplona, Guadalajara, Toledo, Talavera de la Reina, Gijón, Oviedo, Vitoria, Tarragona, Santiago de Compostela, Valladolid, Elche, Alicante y decenas de ciudades más. Las manifestaciones también han contado con una nutrida representación del profesorado. Tenemos que destacar que en la manifestación de Vitoria hemos contado con la participación activa de los trabajadores de Esmaltaciones San Ignacio y Daewo, en lucha contra el cierre.

Desde el Sindicato de Estudiantes animamos a todos los compañeros a fortalecer la movilización: organizando comités de lucha en todos los institutos, fortaleciendo la unidad de acción con el profesorado, participando en todas las movilizaciones previstas para

las próximas semanas y afiliándose al Sindicato de Estudiantes para continuar la lucha.

¡Profesores y estudiantes unidos y adelante!

¡En defensa de la enseñanza pública!

¡Los recortes para los banqueros!

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Estado español: Cientos de miles en las calles el 19-J, !Ahora, hacia la huelga general!

Por El Militante (Estado español)

¡Parar el país para parar los ataques! ¡Contra los recortes del gasto social, contra la dictadura de los banqueros!

El domingo 19 de junio se vivió una jornada histórica en el Estado español. Un mes después de las manifestaciones del 15 de mayo, tras semanas de asambleas y concentraciones masivas que hicieron frente a los ataques represivos de la policía y a las campañas de criminalización de los medios de comunicación, cientos de miles de trabajadores, jóvenes, desempleados, pensionistas tomaron las calles de todo el país. El clamor popular que se escuchó contra la dictadura de los banqueros, las políticas de recortes sociales del gobierno, por la nacionalización de la banca y contra la corrupción del sistema político… contó en esta ocasión con un añadido fundamental: la exigencia y la voluntad de organizar una huelga general que paralice la vida económica y social del país para conquistar las demandas del movimiento. El 19J ha supuesto un paso adelante incontestable del que dan testimonio las grandes manifestaciones de Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia o Málaga, entre muchas otras, con la incorporación de decenas de miles de trabajadores, muchos de ellos militantes de base de las organizaciones sindicales. Las grandes demostraciones del domingo han dejado claro muchas cosas y, especialmente, la oposición mayoritaria a la política de pactos y concesiones llevadas a cabo por las direcciones de las centrales sindicales CCOO y UGT. La manifestación de Madrid, congregando a cerca de 150.000 personas, fue precedida de la marcha de las columnas que desde los barrios obreros han llevado su mensaje al centro de la capital: Carabanchel, Vallecas, Leganés, Getafe, Hortaleza, Moratalaz…aportaron a la movilización la voz de la clase trabajadora y la juventud más

oprimida. Algo que también ha ocurrido en la Barcelona, dónde más de 200.000 personas, con un componente de trabajadores y jóvenes predominante, han llenado el centro de la ciudad. Este aspecto, que en las crónicas de muchos diarios burgueses es silenciado, ha dotado al movimiento del 15M de un contenido de clase y anticapitalista extraordinario

Un enorme potencial revolucionario La masividad de las manifestaciones del 19J echan por tierra los lamentos de aquellos escépticos que han culpado a los trabajadores y la juventud de “falta de rebeldía”. El 19J y todas las acciones de las semanas precedentes muestran el potencial revolucionario que existe en la clase obrera y entre la juventud. Años de crisis salvaje del capitalismo, de ataques a conquistas históricas del movimiento obrero, de recortes continuos a los gastos sociales, de cierres de empresas y despidos masivos, han convivido con un persistente desvió de recursos públicos a los bolsillos de los grandes bancos y empresas, contrarreformas laborales que han aumentado el poder empresarial hasta convertir a la clase trabajadora en una legión de esclavos sin apenas derechos. Toda la frustración, la rabia acumulada, el descontento profundo, se ha expresado con una fuerza que ha sorprendido a muchos. Esta es la forma en que la toma de conciencia va labrándose, a saltos, golpes y cambios bruscos, espoleada por la desfachatez de un sistema político entregado al gran capital que sólo sabe recurrir a la represión policial para intentar doblegarnos. Este potencial revolucionario ha sido puesto de relieve en la acción pero

también en el conjunto de demandas que se han debatido y aprobado en numerosas asambleas de barrio y ciudad. Nacionalización de la banca; incremento del salario mínimo; reducción de la jornada laboral para luchar contra el paro; defensa de las pensiones, la sanidad y la educación pública; retirada de todas las contrarreformas aprobadas, laboral, pensiones, negociación colectiva; nacionalización de las empresas en crisis…Además, la idea de una democracia real, que trascienda esta pantomima parlamentaria en la que sus señorías ponen el sello a las decisiones que se toman en los consejos de administración de la gran banca y los grandes monopolios económicos, también esconde la semilla de una aspiración incompatible con el capitalismo. Acabar con la corrupción del sistema, lograr una democracia real y participativa al servicio de la mayoría, dónde los representantes del pueblo estén bajo el directo control de quién los elige, lleva implícita la lucha por la democracia obrera y socialista.

El movimiento va reforzando su carácter de clase, de izquierdas y anticapitalista a través de la experiencia transcurrida y a medida que se hace más masivo. El carácter multitudinario de las manifestaciones del 19J se explica por que capas importantes de los trabajadores y de la juventud de los barrios obreros se ha incorporado con fuerza a la lucha. Esto también introduce en el seno del movimiento la auténtica democracia participativa. Los cientos de miles de jóvenes y trabajadores que han participado no han tenido ningún problema con las ideas hacen más consciente al movimiento ni tampoco con que las

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organizaciones de la izquierda pueden expresarse con total libertad. Esta debe ser una conquista a defender frente a todos aquellos elementos sectarios que introducen prejuicios antipolíticos, que actúan como una policía del pensamiento pretendiendo tutelar lo que el movimiento puede o no puede leer, escuchar o pensar. Estos elementos, que hacen de su individualismo una virtud que todo el mundo tiene que imitar y seguir ciegamente; que actúan de manera histérica y burocrática contra aquellos trabajadores y jóvenes que están organizados en la izquierda marxista y revolucionaria peleando desde hace mucho tiempo por las mismas reivindicaciones que el movimiento defiende; que siembran la división con sus coacciones y amenazas envueltas de un falso apoliticismo, están quedando desbordados. Estos métodos sectarios son completamente reaccionarios y ajenos a las tradiciones democráticas del movimiento obrero y de la izquierda marxista. Esta forma de actuar guarda semejanzas muy llamativas con el proceder de la burocracia de UGT y CCOO cuando intentan tapar la boca a los delegados críticos con su política, expulsando incluso a militantes que se destacan en la defensa de un sindicalismo de clase, combativo y democrático

Continuar la lucha hacia la huelga general

En las pasadas semanas se abrió el debate en muchas asambleas generales y de barrio en torno a los pasos a dar. Los marxistas de El Militante y los jóvenes del Sindicato de Estudiantes, al igual que muchos otros compañeros de organizaciones de izquierda, CGT y otros sindicatos, defendimos la necesidad de que el movimiento se orientase hacia la clase obrera y pusiese como demanda central la necesidad de impulsar, desde abajo, una nueva huelga general. Un planteamiento que ha contado con el apoyo de decenas de miles de militantes y sindicalistas de base de las centrales sindicales mayoritarias a nivel de todo

el estado, CCOO y UGT, que rechazan la colaboración de las cúpulas sindicales con el gobierno y su incansable búsqueda de pactos con la patronal que se traducen en más concesiones y nuevos ataques. Es llamativo que la propuesta de la huelga general haya contado con la oposición activa de los elementos sectarios anteriormente mencionados, que intentan reducir esta explosión social a cuatro demandas abstractas que recuerdan malamente a los teóricos más moderados y conciliadores del democratismo pequeño-burgués. Esta es la razón que explica la actitud de la prensa burguesa, tan cómoda con este tipo de mensajes inocuos, y tan reacia a dar publicidad a la demanda de huelga general que miles han votado en asambleas y decenas de miles coreado en las calles. La idea de la huelga general se ha convertido en un eje de la movilización tras el 19J. Un hecho extraordinariamente progresivo, que demuestra el avance en la conciencia de muchos sectores que participan en el movimiento. Una huelga general que tendría un carácter político, de clase y muy consciente, que podría abrir la puerta a formas de lucha contundentes, empezando por la ocupación de de todas aquellas empresas en crisis o que amenazan con el despido de miles de trabajadores. Si hemos ocupado las plazas, si hemos resistido las decisiones antidemocráticas de la Junta Electoral Central o la represión policial ¿Por qué no podemos ocupar las empresas que planifican impunemente despidos, defender los empleos y exigir su nacionalización bajo control de los trabajadores? Una huelga general, convocada con el impulso del movimiento 15M y las manifestaciones del 19J, sería una huelga muy distinta. La posibilidad de utilizar las asambleas de barrio como comités de acción para extender la lucha a cada rincón de cada ciudad, en coordinación con los comités de empresa y delegados sindicales, haría que esta huelga general tuviera un seguimiento histórico.

Tal como han planteado compañeros de las Asambleas de Trabajadores y Trabajadoras de barrios de Madrid, de la que partió la convocatoria de la marcha a las Cortes del 19J y a la que sumó el movimiento 15M, hacía muchos años que no se veía algo parecido en la capital. Madrid fue “tomado” por los trabajadores y los jóvenes de los barrios, que han comprendido la necesidad de impulsar la huelga general en los próximos meses.

Las declaraciones de los líderes de CCOO y UGT entran en abierta contradicción con lo que defiende el movimiento obrero hoy y con las necesidades de luchar contra esta ofensiva sin cuartel del gobierno, la patronal y la banca. Debemos aprovechar esta contradicción para orientar nuestras energías, de manera fraternal y compañera, a la base de los grandes sindicatos, a los cientos de miles de afiliados, a los delegados y trabajadores que están detrás de estas organizaciones, para ganarles a la causa de la huelga general. Debemos aprobar planes de acción en todas las asambleas de barrio para llegar a los polígonos industriales, a las fábricas y empresas, de manera directa, con propaganda positiva y no sectaria, llamando al conjunto de la clase obrera a imponer esta huelga, a forzar a los dirigentes de CCOO y UGT a que la secunden y organicen en coordinación con el movimiento 15M y con las organizaciones y colectivos de izquierda que han impulsado las manifestaciones del 19J. Una orientación que también debe servir para lograr un cambio real en los sindicatos mayoritarios a favor de un programa de clase, combativo y democrático.

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16TEORIA MARXISTA

Las tácticas del frente únicoPor León Trotsky

CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE EL FRENTE ÚNICO

La tarea del Partido Comunista es dirigir la revolución proletaria. A fin de orientar al proletariado hacia la conquista directa del poder, el Partido Comunista debe basarse en la predominante mayoría de la clase trabajadora. En tanto el Partido no cuente con esa mayoría, debe luchar para lograrla. El Partido solo puede alcanzar este objetivo si es una organización absolutamente independiente, con un programa claro y una estricta disciplina interna. He aquí por qué el Partido tuvo que romper ideológica y organizativamente con los reformistas y los centristas, que no luchan por la revolución proletaria, que no tienen el deseo de preparar a las masas para la revolución y que, con su conducta, coartan esta tarea…

Luego de asegurarse una completa independencia y homogeneidad ideológica de sus cuadros, el Partido Comunista lucha por influenciar a la mayoría de la clase obrera. Esta lucha puede asumir un carácter rápido o lento, que depende de las condiciones objetivas y la eficacia de la táctica seguida. …La vida de clase del proletariado no se detiene. Los choques con los industriales, con la burguesía, con el aparato del Estado, siguen su curso. En estos choques, que envuelven ya sea a los intereses del conjunto del proletariado, o de su mayoría, o a este u otro sector, las masas obreras sienten la necesidad de la unidad de acción: unidad para resistir el ataque del capitalismo, unidad para tomar la ofensiva en su contra. Todo Partido que se oponga mecánicamente a esta necesidad del proletariado de unidad en la acción, será condenado por los obreros…La cuestión del Frente Único no es, ni en su origen ni en su esencia, una cuestión de relaciones entre la fracción parlamentaria comunista y la socialista, o entre los Comités Centrales de ambos Partidos, … El problema del Frente Único -a pesar del hecho de que es inevitable una escisión en esta época entre las organizaciones políticas que se basan en

el voto- ¬surge de la urgente necesidad de asegurarle a la clase obrera la posibilidad de un Frente Único en la lucha contra el capitalismo.

Allí donde el Partido abarque organizativamente digamos una cuarta parte, una tercera y aún una proporción mayor de la vanguardia proletaria organizada, se halla ante el problema del Frente Único en toda su agudeza. Si cuenta con una tercera parte o la mitad de la vanguardia proletaria, el resto se hallará organizado por los reformistas o los centristas. Es evidente que los obreros que aun apoyan a los reformistas y centristas se interesan por mantener los niveles de vida más elevados y la mayor libertad de acción que sea posible. En consecuencia, debemos proyectar nuestra táctica a evitar que el Partido Comunista, que en el futuro próximo abarcará los tres tercios del proletariado, se convierta en un obstáculo organizativo en el camino de la lucha proletaria actual. El Partido debe asumir la iniciativa en asegurar la unidad en la lucha presente. Solo así se acercará a esos dos tercios que aún no siguen su dirección, que aun no confían en él porque no lo comprenden. Solo de esta manera puede el Partido ganarlos…

Si el Partido comunista no procurase construir un camino organizativo, al final del cual fuesen posibles en cualquier momento acciones coordinadas conjuntas entre las masas comunistas y las no-comunistas (incluyendo a las que apoyan a la socialdemocracia), pondría al descubierto su incapacidad para ganar -sobre la base de acciones de masas- a la mayoría del proletariado. Degeneraría en una Sociedad de propaganda comunista, nunca se desarrollaría como un Partido que lucha por la conquista del poder. No es suficiente contar con una espada, tiene que tener filo; no es suficiente el filo: hay que saber usarla. Luego de separar a los comunistas de los reformistas, no es suficiente fusionar a los comunistas entre

sí por medio de la disciplina organizativa; es necesario que esa organización aprenda a guiar todas las actividades colectivas del proletariado en todas las esferas de la lucha de clases.

DIRIGENTES REFORMISTAS EN EL FRENTE UNICO

El Frente Único, ¿comprende solo a las masas trabajadoras o incluye también a sus dirigentes oportunistas? El solo hecho de hacer esta pregunta demuestra incomprensión del problema. Si pudiésemos simplemente unir al proletariado en torno a nuestra bandera o consignas prácticas, y saltar por encima de las organizaciones reformistas, ya fuesen partidos o sindicatos, esto seria lo mejor del mundo. En este caso, el problema del Frente Único no existiría en su forma actual. La cuestión surge de que sectores muy importantes del proletariado pertenecen a organizaciones reformistas o las apoyan. Su

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experiencia actual es demasiado insuficiente para permitirles abandonarlas y unirse a nosotros. Es precisamente luego de intervenir en aquellas actividades de masas que están a la orden del día, que se producirá un gran cambio en la situación. He aquí lo que perseguimos. Pero los hechos aun no tienen esas características.

Actualmente, el sector organizado del proletariado esta dividido en tres agrupamientos. Uno, los comunistas, tiene como objetivo la revolución social y precisamente por eso apoya todo movimiento de los explotados contra sus explotadores y contra el Estado burgués. Otra agrupación, de los reformistas, persigue la conciliación con la burguesía, pero a fin de no perder su influencia sobre los obreros, es empujada, contra los propios deseos de sus dirigentes, a apoyar los movimientos parciales del proletariado contra la burguesía. Finalmente, existe un tercer agrupamiento: los centristas, quienes vacilan constantemente entre los dos, y no tienen una actuación independiente.

Las circunstancias, por lo tanto, tornan completamente posibles las acciones conjuntas respecto a una serie de cuestiones vitales entre los obreros unidos en torno a esas tres organizaciones respectivamente, y las masas organizadas que las apoyan. Los Comunistas no solo no deben oponerse a tales acciones sino que, por el contrario, deben asumir la iniciativa, precisamente por la razón de que cuánto más sean impulsadas las masas hacia el movimiento mayor será su confianza en si mismas, el movimiento de masas tendrá más confianza en sí mismo y será más capaz de marchar resueltamente hacia delante, no importa cuan modesta sea la consigna inicial de lucha. …El crecimiento del contenido de masas del movimiento lo hace revolu¬cionario y crea condiciones mucho más favorables para las consignas, métodos de lucha y, en general, para el rol dirigente del Partido Comunista. Los reformistas temen al potente espíritu revolucionario de las masas; su arena más preciada es la tribuna parlamentaria; las oficinas de los sindicatos, las cortes de justicia, las antesalas de los ministerios. Por el contrario, lo que a nosotros nos interesa es arrancar a los reformistas de su paraíso y ponerlos al lado nuestro ante las masas. Usando una táctica correcta, solo podemos ganar. El comunista que duda o teme esto,

parece aquel nadador que aprobó las tesis sobre el mejor modo de nadar, pero que no quiere arriesgarse a zambullirse.

La política tendiente a asegurar el Frente Único, por supuesto no incluye garantías de que la unidad de acción será alcanzada en todos sus puntos. Por el contrario, en muchos casos, y quizá en la mayoría de ellos, los acuerdos organizativos serán alcanzados a medias o no lo serán del todo. Pero es necesario que las masas en lucha tengan siempre la posibilidad de convencerse de que la imposibilidad de lograr la unidad de acción no se debió a nuestra política irreconciliable sino a la falta de una real voluntad de lucha por parte de los reformistas.

Al entrar en acuerdos con otras organizaciones, naturalmente asumimos una cierta disciplina en la acción. Pero esta disciplina no puede ser absoluta. En el momento en que los reformistas empiecen a poner freno a la lucha, en detrimento del movimiento, y a actuar en contra de la situación y la voluntad de las masas, nosotros, como organización independiente siempre nos reservaremos el derecho a dirigir la lucha hasta el fin, y esto sin nuestros semi-aliados temporales. Esto puede dar pie a una nueva agudización de la lucha entre nosotros y los reformistas. Pero esta ya no implicara una simple repetición de un conjunto de ideas dentro de un circulo cerrado, sino que significará -si nuestra táctica es correcta- la extensión de nuestra influencia sobre sectores nuevos y frescos del proletariado.

Rompimos con los reformistas y centristas a fin de obtener una completa libertad de criticar la perfidia, la traición, la indecisión y el espíritu pasivo en el movimiento obrero. Por esta razón, toda clase de acuerdo organizativo que coarte nuestra libertad de crítica y de agitación, es completamente inaceptable para nosotros. Participamos en un Frente Único, pero en ningún instante nos diluimos en él. Actuamos en el Frente Único como un grupo independiente. Es precisamente en el curso de la lucha que el conjunto de las masas debe aprender por experiencia que nosotros luchamos mejor

que los demás, que vemos mejor, que somos más audaces y resueltos. De esta forma, nos acercamos cada vez más a la conquista del Frente Único revolucionario, bajo la indiscutida dirección comunista.

EL MOVIMIENTO SINDICAL Y EL FRENTE UNICO

El ala revolucionaria, es decir ante todo y principalmente los conscientes elementos comunistas, nunca han propugnado la táctica de abandonar los sindicatos o de dividir las organizaciones sindicales. Los elementos verdaderamente revolucionarios entre los sindicalistas franceses, han sentido instintivamente que la clase obrera francesa puede ser ganada en la arena del movimiento sindical solo si se enfrentan el punto de vista y los métodos revolucionarios con los de los reformistas en el terreno de la acción de masas, preservando al mismo tiempo él más alto grado posible de unidad en la acción.

Todo obrero francés consciente debe saber que cuando los comunistas eran una sexta parte, o una tercera parte del Partido Socialista, no intentaron escindirse, pues tenían absoluta certeza de que la mayoría del Partido los seguirían en un futuro cercano. Cuando los reformistas se vieron reducidos a una tercera parte se separaron, carentes de esperanzas en ganar la mayoría de la vanguardia proletaria. Todo obrero francés consciente debe saber que cuando los elementos revolucionarios tuvieron

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que enfrentar el problema sindical, a pesar de ser en ese momento una minoría insignificante, le dieron salida en la forma del trabajo en organizaciones de base, pues estaban convencidos que la experiencia de la lucha en las condiciones de una época revolucionaria empujaría enseguida a la mayoría de los obreros organizados hacia el programa revolucionario. Cuando los reformistas, en cambio, percibieron el crecimiento del ala revolucionaria en los sindicatos, acudieron inmediatamente al método de la expulsión y la división.

La lucha por la unidad de la organización obrera y de la acción sindical seguirá siendo, en un futuro, una de las tareas más importantes del Partido Comunista, no solo una lucha en el sentido de empujar constantemente hacia la unidad de grandes sectores de obreros en torno al programa y tácticas de los comunistas, sino también en el sentido de que el Partido Comunista -en marcha hacia la realización de este objetivo- tanto en forma directa como a través de los comunistas en los sindicatos, se esfuerza por medio de la acción, por reducir a un mínimo los obstáculos que representan las divisiones para el movimiento obrero.

Si a pesar de todos nuestros esfuerzos por restablecer la unidad, la división en la CGT se afirma sin remedio en un futuro inmediato, esto no significa en absoluto que la “CGT Unitaire”(1) debe llevar adelante su tarea ignorando la existencia de la CGT reformista. Una política de esta naturaleza significaría dificultades al extremo, excluiría la posibilidad de realizar acciones coordinadas del proletariado, y al mismo tiempo facilitaría al máximo la posibilidad de que la CGT reformista jugara, en beneficio de la burguesía, el rol de “Ligue Civique”(2) frente a huelgas, manifestaciones, etc. Al mismo tiempo daría a la CGT reformista una especie de justificación, al argumentar que la CGT Unitaire provoca acciones públicas inoportunas, y que debe cargar con toda la responsabilidad por ellas. En todos los casos donde las circunstancias lo permitan la CGTU revolucionaria iniciará una campaña dirigiéndose abiertamente a la CGT reformista con propuestas y demandas para un plan concreto de acciones coordinadas, y obligarla a sufrir la presión de la opinión publica proletaria, exponiendo ante dicha opinión pública cada uno de los pasos inciertos y evasivos

de los reformistas. Aún en el caso de que la división en la organización sindical sea un hecho, los métodos de lucha por el Frente Único conservarán todo su significado.

El Partido Comunista cuenta con 130.000 miembros mientras que los socialistas tienen 30.000…La transformación de la mayoría del viejo Partido Socialista en Partido Comunista se produjo como resultado de una ola de insatisfacción engendrada por la guerra en todos los países de Europa. El ejemplo de la Revolución Rusa y las consignas de la Tercera Internacional indicaron el camino para salir de esta situación. Sin embargo, la burguesía pudo sostenerse y, a través de medidas combinadas, establecer un cierto equilibrio, equilibrio que fue socavado por las más terribles contradicciones y conduce a grandes catástrofes, pero que provee de cierta estabilidad por el momento. Como resultado, el flujo inicial de las tendencias revolucionarias ha dado lugar a un reflujo. Solamente los sectores más resueltos, audaces y jóvenes del proletariado mundial han permanecido bajo la bandera del comunismo. Esto no significa que los amplios sectores del proletariado que se han desilusionado en sus esperanzas de una revolución inmediata, de rápidas transformaciones radicales, etc., hayan vuelto en conjunto a sus antiguas posiciones de preguerra. No, su insatisfacción es más profunda que nunca, su odio a los explotadores más agudo. Pero al mismo tiempo, se hallan políticamente desorientados, no ven el camino de la lucha y por ende permanecen pasivamente a la expectativa, dando pie a la posibilidad de agudas oscilaciones hacia uno u otro lado, según como se presente la situación. Esta gran reserva de elementos pasivos y desorientados puede, bajo determinadas circunstancias, ser utilizada por los divisionistas en contra nuestra.

FRENTE ÚNICO DE LAS ORGANIZACIONES OBRERAS VS ALIANZAS CON LA BURGUESÍA

Uno de los medios más efectivos para contrarrestar en el proletariado las ideas de un bloque formado por los obreros y cierto sector de la burguesía contra otro sector de la burguesía es insistir resuelta y persistentemente en la idea de un bloque formado por todos los sectores del proletariado contra el conjunto de la burguesía. En relación con los divisionistas, no debemos permitirles usar platónicas declaraciones de simpatía por los obreros, como una cubierta para aplicar al trasero de los opresores burgueses. Podemos y debemos, en todas las circunstancias adecuadas, proponer a los divisionistas una forma especifica de ayuda conjunta a los huelguistas, obreros bajo lock-out, desocupados, inválidos de guerra, etc. informando a las masas de su respuesta a nuestras propuestas, y en esta forma, oponerlos a ciertos sectores del proletariado políticamente indiferentes o semi-indiferentes, entre los cuales los reformistas esperan encontrar apoyo.

La lógica de nuestra conducta impecable y sumamente persuasiva en la agitación es la siguiente: “Ustedes, los reformistas del s i n d i c a l i s m o

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y socialismo”, les decimos ante las masas, “han dividido a los sindicatos y al Partido mediante ideas y métodos que consideramos equivocados y criminales. Les exigimos que por lo menos se abstengan de poner obstáculos a las tareas del proletariado, y que hagan posible la unidad de acción. En la situación concreta dada, proponemos tal y tal programa de lucha”. En forma similar, el método indicado podría ser empleado con éxito en actividades municipales y parlamentarias. Decimos a las masas: “los disidentes, debido a que no quieren la revolución, han dividido a los obreros. Estaríamos locos si confiáramos con su ayuda a la revolución proletaria. Pero estamos dispuestos, dentro y fuera del parlamento, a entrar en ciertos acuerdos prácticos con ellos, teniendo en cuenta que estos acuerdos sean sobre cuestiones que los obliguen a elegir entre los intereses conocidos de la burguesía y las reivindicaciones definitivas del proletariado; para apoyar a este ultimo en la acción, los divisionistas solo pueden ser capaces de tales acciones si renuncian a sus ligazones con los partidos de la burguesía…”.

Si los divisionistas fueran capaces de aceptar estas condiciones, entonces los obreros que los siguen serian rápidamente absorbidos por el Partido Comunista. Pero precisamente debido a esto, los divisionistas no aceptarán estas condiciones. En otras palabras, ante la clara y precisa cuestión de sí eligen un bloque con la burguesía o un bloque con el proletariado —en las condiciones concretas y específicas de la lucha de clases— se verán obligados a declarar que prefieren un bloque con la burguesía. Una respuesta tal no pasara de largo ante las reservas proletarias con las cuales cuentan.La política esbozada presupone, naturalmente, una completa independencia organizativa, claridad ideológica y firmeza revolucionaria por parte del Partido Comunista. Aquellos que tratan de utilizar la idea del Frente Único para agitar a favor de la unificación con los reformistas y los disidentes, deben ser arrojados sin piedad de nuestro Partido… En vez de plantear correctamente la posibilidad de tal o cual acción práctica coordinada con los disidentes, a pesar de su carácter pequeño burgués y esencialmente contrarrevolucionario, piden que nuestro Partido renuncie a su programa comunista

y a sus métodos revolucionarios. La táctica del Frente Único proletario en modo alguno representa una capitulación o reconciliación con los reformistas. La táctica del Frente Único exige del Partido una completa libertad de maniobra, flexibilidad y resolución. Para hacer esto posible, el Partido debe declarar en forma clara y específica en todo momento, cuáles son sus deseos, qué objetivo de lucha se da, y debe plantear con autoridad, ante las masas, sus pasos y propuestas.…Puede que algunos elementos en el Partido y en la burocracia obrera se sientan más inclinados hacia los reformistas, de los cuales se han separado accidentalmente, que hacia nosotros. Perder a esas aves de paso no será un peligro sino una ventaja, y será compensado cien veces por la inyección al Partido de los obreros y obreras que hoy siguen todavía a los reformistas. El Partido se hará entonces más homogéneo, más resuelto y más proletario.

El Partido no tiene, ni puede tener, instrumentos ni métodos para atar a los sindicatos desde fuera. Puede ganar influencia en la vida de los sindicatos si sus militantes trabajan en los sindicatos y llevan ahí el punto de vista del Partido. La influencia de los miembros del Partido en los sindicatos depende naturalmente de su fuerza numérica; y especialmente en el grado en que sean capaces de aplicar correctamente y en forma consistente y rápida, los principios del Partido a las necesidades del movimiento sindical. El Partido tiene el derecho y el deber de proponerse conquistar, según la línea trazada más arriba, una influencia decisiva en las organizaciones sindicales. Solo alcanzará su objetivo si el trabajo de los comunistas en los sindicatos se armoniza completa y exclusivamente con los principios del Partido, y si es conducido invariablemente bajo su control.

El Partido, en su actividad en los sindicatos, debe mostrar la mayor atención y cuidados hacia las masas sin Partido y hacia sus representantes concientes y honestos; debe, sobre la base de su tarea conjunta, acercarse estrechamente á los mejores elementos del movimiento sindical -incluso los anarquistas revolucionarios que sean capaces de aprender- en cambio, no debe tolerar a los seudo-comunistas que utilizan los Estatutos del Partido solo para ejercer una influencia

anti-partidaria en los sindicatos. El Partido, a través de su prensa, sus propagandistas y sus miembros en los sindicatos, debe criticar sin cansancio y con persistencia, los aspectos teóricos y prácticos débiles del sindicalismo, explicando al mismo tiempo a sus mejores elementos que el único camino correcto para asegurar la influencia revolucionaria en los sindicatos y en el movimiento obrero en su conjunto, es el ingreso en el Partido Comunista, es su participación en la solución de todas las cuestiones básicas del movimiento, en sacar conclusiones de las experiencias, en fijar nuevas tareas, en limpiar al mismo Partido y en fortalecer sus ligazones con el proletariado.

Marzo 2 de 1922

NOTAS(1)Central sindical de los sindicalistas de izquierda expulsados. (2)Organización rompehuelgas de la burguesía francesa.

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20ARTE Y CULTURA

¿En qué creo?Julián Costas

1Y si no creo en Dios ni en el destino, si para mí no existe Alá, ni Yahvé ni Brahamasi no concibo ningún ser superiorni divino que adorar ni nada ni nadietodopoderoso ante quien arrodillarme¿En qué creo?(Me preguntas)

2Creo en tantas cosas que resulta difícil hacerlas entrar en algo tanlimitado, tan frágil,tan humanocomo este corazón y estas palabras.

3Creo en el milagro de tu piely mis dedosacariciándolaEn ese estanque, aquellas dunasy esta playa…

En la apacible mirada de mi Ría De Vigo,y en el puñetazo imponente-de dignidad y barbarie (extraña mezcla)-de los cerros caraqueños.

En el estruendo de hombres Y máquinas que ruge cada día en las fábricas, en los astilleros,en la majestuosa promesa de acero

de las grúas cada día desafiando orgullosas desde el Puerto todos los vientos.Creo en el Viento Sur y en el Viento del Este cu-ando arreciancargados de puños y de huelgas.

Creo en la Huelga General,el 14 de Diciembre de 1988,por ejemplo, y en aquel huracán de pancar-tas e ideas que me cambió la vida el 86-87Creo en la Revolución Traicionaday la Revolución Permanente

4Creo en la inabarcable inmensidad verde de la Sabana y en esa soledad conmovedora,infinita, de los Llanos en el acero victorioso de SIDOR y Guayana, y en el deslumbrante fracasodel Caroní y el Orinoco intentandomezclar sus aguas, en los tepuyesmilenarios y el Warayre Repanoabrazando a Caracas en ese Caribe que intenta bañarnos con su agua mágicay en la majestuosidad apabullantede los pozos petroleros parándosecada amanecer sobre las hermosasy torturadas aguas del Lago de Maracaibo

5También creo en la Lemna de miseriaque rodea toda esa magnificencia.

En la tierra ardiente quemada por el sol,salpicada de piedras, y bolsas de basura,en los niños jugando, cerca de los perros muer-tos, descomponiéndose, sin que ni el fascismo de los oligarcas (¿cómo podría ser de otro modo?) ni nuestros burócratas sin alma (¡¡ahí está el problema!!) hagan nada al respecto.

Creo en el olor insoportable de la basuraquemadapara acabar con el olor insoportable de la basura.Creo en esa tierra ÁridaQue se pega a los zapatos Y al alma.

Creo en el latigazo inclemente del solEn la cara y el estallido inclemente del agua golpeando los techos de zinccomo si el mundo fuera a acabarse,en las cañadas ahítas de basura,en las aguas negras cuando se desbordany emerge toda la mierda que la ciudad escapa-rate quiere esconder en sus entrañas.

Creo en la tragedia injustificablede las inundaciones que arrasan casas,sueños y esperanzas. Creo en el enjambre de vidas truncadas que se llevan por delante, creo en la tierra, el zinc, los ranchos y no me queda más remedioque creer también en todos estos fuegos artificiales, las luces, los sueños

diseñados para ocultarlos bajo una deslum-brante nada de avenidas iluminadasplazas, parques y centros comerciales.Pero por encima de todo, creo en el resplandor invencible del Catatumbo de la lucha de clases.

6Creo en la Telefónica de Barcelonaen el Frente de Aragón, en la Batalla del Ebroy en la Toma del palacio e Invierno;En todas las TomasDe todos los veranos, todas las primaveras, to-dos los inviernosY en todos los Otoños Calientes-los que peleamosy los que nos quedan-

Creo en los poderes creadores del pueblo cuando es montarazy está arrecho y en la ternurade los pueblos cuando no duday asalta los cielos

En el Programa de Transición y El Manifiesto Comunista

En Miraflores el 12 y el 13 de abril de 2002 abrazado de pueblo.

Y hasta en la Casa de la Moneda, creo;otro 11 de septiembre, ensuciado de caño-nes y tanques también,pero arrasados por la inquebrantable voluntad de luchade los trabajadores chilenos.Creo en las armas que nunca les dieron.

7Creo en todos esos momentos,procesos, luchas, que nos explican y nos com-prenden.

En este corazón colectivo, Que late millones de anhelos

En su batalla de siglosen su dignidad de claseen su verdad de fuego

Creo en la necesidad histórica de esta barbarie y estas cadenasro m piéndose definitivamente

Por todo eso luchoEn todo eso creo.