proyecto de area filosofia parte 1

Filosofía Proyecto de Área

[Actualizado 2012]

Docente:

Sergio Luis Caro Arroyo

I

I.E.D. Floridablanca I.E.D. Floridablanca

ID

Colegio Distrital Floridablanca Filosofía - Proyecto de Área

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Los métodos de la ciencia natural no captan todo lo que vale la pena saber, ni siquiera lo que más vale la pena: los últimos fines, que deben orientar todo dominio de los recursos de la naturaleza y del hombre. Son conocimientos de otro género y otro rango los que cabe esperar de las ciencias del espíritu y de la filosofía que subyace a ellas.

Hans-Georg Gadamer

Verdad y método II


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Contenido

INTRODUCCIÓN ............................................................................. 6

JUSTIFICACIÓN ............................................................................... 8

PLANTEAMIENTO Y FUNDAMENTACIÓN DEL ÁREA .......... 11

MARCO LEGAL ............................................................................... 15

OBJETIVOS ......................................................................................... 16

MARCO EVALUATIVO ................................................................. 17

MARCO METODOLÓGICO .......................................................... 18

LINEAMIENTOS CURRICULARES .............................................. 19

Lineamientos Curriculares – 10º ........................................................ 21

Periodo I .................................................................................................... 22

Periodo II .................................................................................................. 23

Periodo III ................................................................................................. 24

Periodo IV ................................................................................................. 25

Lineamientos Curriculares – 11º ........................................................ 26

Periodo I .................................................................................................... 27

Periodo II .................................................................................................. 28

Periodo III ................................................................................................. 29

Periodo IV .................................................................................................. 30

BIBLIOGRAFÍA .................................................................................. 31


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Introducción

Hoy no nos causa admiración experimentar la consciencia sobre nuestra capacidad de razonar, pues es precisamente ésta la que nos hace sentir determinados como realidades diferentes con respecto a los demás seres vivos –esta consideración pasa desapercibida para la mayoría de las personas, pues no ponemos en cuestión el hecho de nuestro especial estatus en el orden de la naturaleza–. Lo que hoy nos debe interesar es entender cual es la mejor manera en la que podemos hacer uso de nuestra condición de seres racionales; sin embargo, no resulta sorprendente encontrarnos con personas que no hagan buen uso de su razón, y mucho peor, que no se preocupen por optimizar el desempeño de esta facultad. Nuestro presente parece ser el reino de seres capacitados para ser autónomos y realmente libres, pero sin la voluntad o motivación para asumir las responsabilidades y compromisos a las que ser humano y ser persona, exigen. Lo que debería ser el reino de los fines hoy se presenta como reino de puros medios; la humanidad parece envuelta en una especie de miedo y de falta de imaginación que le impide hacerse camino hacia el dominio razonable de su propio ser.

Desde sus inicios, la filosofía se ha planteado como una de sus preocupaciones principales las cuestiones y problemas que surgen en torno a los conceptos de razón y racionalidad, dado que entiende que la compresión de estos define, en muchos aspectos, la comprensión del pensamiento y la conducta humanas. Los seres humanos somos seres capaces de construir conocimiento, organizarlo y usarlo de manera sistemática para nuestro propio beneficio, también somos capaces, por efecto de nuestra voluntad, de actuar intencionalmente, es decir, de orientar nuestras acciones de manera consciente con arreglo a una finalidad que nosotros mismos proyectamos; no obstante, no por eso, podemos decir que somos seres racionales por naturaleza, aunque sí, que somos seres naturalmente capaces de ser racionales. Ser racional no consiste exclusivamente en procesar los datos de los sentidos para producir experiencia, y a partir de ella, conocimiento sobre el mundo, ser racional, consiste además, y principalmente, en pensar y actuar de manera responsable, es decir, en ser consientes de que, dado el caso que haya lugar a la crítica sobre nuestras opiniones y acciones, tenemos el deber de justificar nuestras ideas y nuestra conducta por medio de razones, de argumentos que no sólo muestren la estructura, dinámica y motivos de nuestro razonamiento, sino que además, den lugar a la compresión y aceptación de estos por parte de los otros. La filosofía educa para la racionalidad y la racionalidad se manifiesta con un contenido esencialmente práctico. Lo anterior describe los rasgos generales que configuran la perspectiva desde la que se orienta el desarrollo de la presente propuesta. En este orden de ideas, partimos de asumir la filosofía como un campo del saber, que cuenta con problemas y métodos propios; que trasciende el dominio


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disciplinar configurado por sus problemas y métodos; pensamos que el filosofar, entendido como un reflexionar amplio, como un escudriñar intensivo que va más allá de las superficies, buscando establecer la genealogía de los fenómenos, pero sobretodo, de comprender sus posibilidades de sentido, es una actitud potencialmente presente en todos los seres humanos. En virtud de lo anterior, podemos afirmar que aprender filosofía no equivale exclusivamente a conocer la historia de la filosofía; por otra parte, también podemos afirmar que aprender filosofía consiste en desarrollar una serie de herramientas conceptuales y prácticas que nos permiten experimentar la realidad y a nosotros mismos de manera reflexiva, analítica, hermenéutica, crítica y propositiva; lo cual se manifiesta en el incremento de la capacidad para hacer buen uso de nuestra razón, y por lo tanto, de nuestra competencia para la toma de decisiones, lo cual, es propiamente, la nota conceptual que nos define como seres racionales.

En resumen, esta propuesta curricular para el área de filosofía en la

educación media (10° y 11°) busca, no sólo satisfacer las necesidades de contenido y competencias exigidas por el ICFES y la ley 115 de 1994, sino que propone desarrollar además, experiencias que posibiliten ampliar las perspectivas prácticas de los estudiantes, extender sus opciones sobre lo posible, de ponerlos en la situación de que sean capaces de generar alternativas frente a los diferentes problemas que se les presentan, de generar las condiciones para que ellos se descubran a sí mismos como seres asertivos, valiosos y capaces de pensar por si mismos, capaces –como diría Kant- de superar la incapacidad de servirse de su inteligencia sin la guía de otro, incapacidad de la que es culpable el mismo, porque su causa no reside en la falta de inteligencia sino de decisión y valor, por la pereza y la cobardía, por el gusto de estar a expensas de los otros y evadir así su natural responsabilidad por sí mismo1. La filosofía se trata entonces, siguiendo la ilustración de la Tesis 11 de Marx sobre Feuerbach: “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”2; es decir, de mejorar, de generar cambios en uno mismo y luego en todo aquello que nos rodea; sólo si asumimos la enseñanza de la filosofía bajo esta premisa, podremos lograr formar seres humano autónomos, capaces de hacer buen uso de su libertad. En suma, a lo que este curso aspira es a contribuir, desde la filosofía, en el proceso de nuestros estudiantes para adquirir herramientas y experiencias que les sean útiles para sus vidas y las de todos.

1 KANT, Emmanuel. Historia de la filosofía. 2 ed. Fondo de Cultura Económica: México, 2000.

P. 25-26.

2 MARX, KARL: Contribución a la crítica de la economía política. Prólogo. (1859) [Versión castellana: 2 MARX, KARL: Contribución a la crítica de la economía política. Prólogo. (1859) [Versión castellana: Madrid, Castellote editor, 1976, p. 63-65].


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Justificación

La Filosofía, entendida como asignatura que se imparte en los dos últimos años de la educación media en Colombia, no cuenta en la actualidad con una propuesta curricular estatal por parte del Ministerio de Educación Nacional, a esta carencia se suma que durante mucho tiempo, en la mayoría de los colegios, esta asignatura ha sido orientada por personas que no son especialistas en el área o que no cuentan con ninguna formación filosófica, generando así, en muchos casos, confusiones serias en los estudiantes al respecto de lo qué es verdaderamente el estudio de la filosofía y lo que debe constituir la finalidad de la enseñanza de la misma. Por estas razones, se hace necesario que los profesionales de la filosofía iniciemos esbozos de propuestas curriculares para el área, de manera que el estudio de la filosofía en la educación media deje de ser un espacio para la pasividad y la desidia, y se convierta en un verdadero laboratorio del pensamiento activo, de la reflexión crítica, y sobre todo, en un espacio de formación para la argumentación racional, tanto en su sentido teórico como en el práctico. La Filosofía debe ocupar un papel principal en el desarrollo de la formación integral de los estudiantes. Una de las posibles pruebas de ello la encontraremos al revisar algunas páginas de la historia de la humanidad, al respecto, se podría señalar que desde el principio del pensamiento la reflexión filosófica ha sido siempre generadora de progreso y de cambio, de crítica y de propuestas novedosas, ejemplo de esto lo encontramos en eventos como la Revolución Francesa que fue, en muchos aspectos, inspirada por las ideas de la Ilustración, o en la revolución científica de los físicos modernos, que fue muy cercana a los ideales de algunos filósofos renacentistas y modernos, sin olvidar que los primero grandes filósofos, como Sócrates, Platón o Aristóteles, fueron también los primeros grandes maestros, no sólo de sus discípulos, sino, de toda la humanidad. El papel principal de la filosofía debe ser recuperado, y el modo de hacerlo es orientando su enseñanza de manera seria y fundamentada, con visión crítica y con la motivación necesaria para que el estudiante comprenda la proximidad y necesidad de ella en su vivir. Para lograr esto se debe partir de una concepción del estudiante y del docente inspirada en un ideal humanista de la enseñanza, que considere la educación como un espacio reciproco de intercambio y retroalimentación de ideas, que se da entre seres humanos, entre personas que experimentan una existencia común en el mundo de la vida y por lo cual, comparten a su vez intereses, creencias y propósitos. Por encima de todo, docente y estudiante, son seres humanos, que experimentan emociones, que reflexionan, que crean, que sienten y desean, por lo cual, la educación no debe ser una relación de transferencia de información, ni mucho menos se debe reducir a considerarse como un producto del acto


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docente, pues, propiamente, cuando decimos, como docentes, que “formamos”, se debe entender en el sentido de que “ayudamos en la formación” o que “orientamos” o “acompañamos” la formación de nuestros estudiantes, pues en últimas, en tanto seres humanos, ellos son los que se forman, los que asumen las herramientas y experiencias que les ofrecemos o que encuentran por sí mismos, pues sólo en ellos reposa el dominio y el poder de su voluntad, la voluntad de crecer, de creer y decidir sobre su futuro. Si nuestro propósito como docentes es ayudar a formar personas autónomas, entonces no tenemos porque tener la imagen de un estudiante-producto, es decir, de un estudiante que consideremos como una especie de obra o entidad creada por nosotros; por el contrario, si educamos para la autonomía entonces debemos visualizar a nuestros educandos como seres libres, como personas que hacen uso efectivo de su libertad:

Toda educación positiva está ligada con la libertad y el ejercicio de esta libertad. También ha de lograr que el estudiante haga libremente lo que debe hacer. Ello no es más que ayudarle a tomar conciencia de sus posibilidades y limitaciones, proporcionarle los medios para que sepa y pueda hacer buen uso de su libertad3.

La libertad no se trata de hacer lo que se quiera, ni de reconocer el estatus “Todo Vale”, como la situación ideal de la voluntad; ser libre se trata de elegir por si mismo el deber ser de la conducta, el no depender de los otros, ni de coacciones o imposiciones, ni de amenazas, premios o castigos, para obrar de manera ética, ser libre se trata de orientar nuestra voluntad según los principios de la razón y no según intereses egoístas o por emociones arbitrarias. Es en este contexto y bajo la concepción de la enseñanza como educación para la libertad, que es posible orientar a la filosofía en dirección de la formación se seres humanos íntegros, conscientes de sí mismos, de su valor, de su diferencia, y de su responsabilidad en tanto seres libres. La filosofía enseña a pensar. Podemos entender a la filosofía como una especie de gimnasia para el pensamiento que tiene como herramienta principal de su instrucción al mismo pensamiento (su historia, su estructura, sus relaciones y modos de funcionamiento), que busca desarrollar en los individuos una actitud reflexiva, crítica y propositiva, orientada a proveer a los estudiantes de herramientas teóricas y prácticas que le faciliten la construcción de una racionalidad integral y abierta, digamos, una racionalidad razonable, necesaria para el desarrollo de la autonomía. El estudio de la filosofía genera en el pensamiento situaciones que lo obligan a adoptar estrategias analíticas y hermenéuticas, toda vez que la filosofía es siempre una reflexión sobre la realidad y sus posibilidades, que indaga los aspectos menos visibles de ella y las relaciones menos obvias, la filosofía enseña a descubrir lo no-presentado. En el contexto actual de las sociedades globalizadas y tecnológicas, y del individuo reducido a ser pieza funcional de la misma, la filosofía enseña a

3 GÓMEZ, M. T; MIR, V. y SERRATS, G. Propuestas de intervención en el aula: Técnicas para

lograr un clima favorable en la clase. Madrid: Narcea, 2006. p. 185.


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interpretar e interesarse por fenómenos y experiencias que, por ser disimiles a la ilusión de la sociedad estandarizada y a sus promesas de bienestar y seguridad, han alejado al ser humano de su “ser humano”; fenómenos y experiencias que son de vital importancia para la construcción de la identidad propia, para el reconocimiento y tolerancia de las diferencias y para la el desarrollo de la responsabilidad racional. Esta propuesta satisface al menos dos de las exigencias básicas de formación propuestas para los estudiantes de ciclo cinco, las cuales se describen:

Este ciclo debe cualificar el proceso de formación de los jóvenes de la educación media a partir de la profundización en áreas del conocimiento que oriente el desarrollo de proyectos de investigación, desarrollar un énfasis o especialidad en este nivel educativo que los habiliten para la continuidad de sus estudios en el nivel superior, el desarrollo de una cultura para el trabajo que les posibilite la inserción al mundo del trabajo y/o desarrollen proyectos productivos conducentes a la autogeneración de ingresos.

Implementar especializaciones y profundizaciones en diferentes áreas o campos del conocimiento: arte, ciencias, tecnología, técnicas, recreación, deportes y matemáticas entre otras, ofreciendo múltiples alternativas a los jóvenes para que una vez terminado el cuarto ciclo (8º y 9º grados) opten por la especialización de su preferencia. Atendiendo las demandas y necesidades de su desarrollo personal4.

Por estas razones, esta propuesta de área sirve de espacio para que los estudiantes de ciclo cinco tengan una visión de la filosofía, entendida como campo de conocimiento y como profesión; lo cual, además, les facilitará tener alguna idea e interesarse, por el estudio de las ciencias humanas como una parte de su proyecto de vida profesional y laboral. En resumen, este Proyecto busca recrear la experiencia del “conócete a ti mismo”, pues no se reduce a proporcionar y desarrollar los contenidos y competencias exigidos por el ICFES y por la política de Reorganización Curricular por Ciclos; además, se propone realizar una enseñanza de la filosofía en conexión con la vida real, con las necesidades y vivencias cotidianas de los estudiantes, con su vida, cuyo propósito de fondo es mediar por el acercamiento hacia sí mismos en los educandos, por generarles situaciones que les permitan experimentar su interioridad y su contexto, de modo que puedan lograr formarse una representación de ellos mismos y de su valor, lo cual les facilitará tomar conciencia de su lugar en el mundo y del camino que deben elegir para su futuro. La enseñanza de la filosofía, se propone, en consecuencia, facilitar descubrir en cada uno una actitud o disposición filosófica.

4 Documento De Trabajo: “Referentes Conceptuales De La Reorganización Curricular Por Ciclos Educativos Para La Transformación De La Enseñanza Y El Desarrollo De Los Aprendizajes Comunes Y Esenciales De Los Niños, Niñas Y Jóvenes” Secretaría de educación de Bogotá, Subsecretaría de Calidad y Pertinencia Dirección de Educación Preescolar y Básica. Bogotá, 2010 p. 19


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Planteamiento y

Fundamentación del Área

Esta propuesta curricular ha sido elaborada teniendo en cuenta el documento Fundamentación Conceptual para el Área de Filosofía5, publicado por el Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior. En este documento el ICFES expone el marco teórico para la prueba de filosofía en el Examen de Estado, señalando algunos lineamientos generales que se tuvieron en cuenta para el diseño y evaluación de la prueba a partir del 2006. Según éste:

La enseñanza de la filosofía debe, en un primer momento, recuperar el dialogo con los problemas de la vida cotidiana del estudiante, partiendo de las problemáticas actuales que tanto han marcado su vida y su imagen del mundo; pero, en un segundo momento, debe apoyarse en la base conceptual y lógica que nos ofrecen los sistemas filosóficos y la historia en general.

Además señala que:

Es imprescindible que la filosofía sea reconocida como parte fundamental de la formación del individuo, en la medida en que ella, más que una disciplina es un saber que promueve una actitud cuestionante, crítica frente a la vida; actitud que lleva al hombre a la investigación científica, al planteamiento ético, a la reflexión política, a la elaboración del sentido del arte, al análisis del hecho religioso; actitud que en pocas palabras permite al ser racional interrogarse por su ser en el mundo y por lo que éste significa para él.

Según estas perspectivas, el estudio de la filosofía debe generar en el estudiante “herramientas conceptuales por medio de las cuales piense las diferentes dimensiones de la realidad y de su existencia personal y social, como sujeto perteneciente a un contexto, con derechos y deberes; es decir, que piense su realidad como un ser ético, autónomo y responsable”, lo anterior se puede entender como “la capacidad de reflexionar críticamente en torno a las condiciones constitutivas de la realidad y la existencia humana”. El anterior criterio es totalmente coherente con el objetivo de una “Bogotá positiva: para vivir mejor” del Plan de Desarrollo Distrital y con el propósito de desarrollar una educación de calidad del Plan Sectorial de Educación, en el sentido de que, la base para formar ciudadanos con valores democráticos, justos y responsables con lo publico, y para la construcción de una sociedad equitativa, pacifica, segura e incluyente, en la que prime el respeto del Derecho, es la

5 MELO RODRÍGUEZ, Claudia Sofía. Fundamentación Conceptual para el Área de Filosofía

(Marco teórico de la prueba ICFES de filosofía). ICFES: Bogotá, 2007


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formación de un ser humano sensible, capaz de pensar por si mismo, de comprender y establecer estrategias de acción que sean coherentes con la práctica de sus derechos y deberes, y de desenvolverse con arreglo a los principios de la ética y la razón. Otro aspecto que se desarrolla en la Fundamentación Conceptual para el Área de Filosofía, tiene que ver con la indicación de algunas especificaciones de los contenidos que se tendrán en cuenta en la evaluación de la prueba de estado en el área. Sobre este punto se señalan tres componentes temáticos básicos para evaluar:

La pregunta del hombre frente a su mundo social y cultural. La pregunta por el ser. La pregunta por el conocimiento.

Que respectivamente se acometen a espacios de reflexión filosófica, como lo son: la antropología, la ética, la estética, la política y la religión; la ontología o la metafísica; la lógica, la epistemología, la teoría del conocimiento y la filosofía de las ciencias, entre otros más especializados: la filosofía analítica, la filosofía del lenguaje, la teoría de la argumentación y la teoría de la racionalidad. Además de lo anterior, el documento también señala que la evaluación en filosofía tiene en cuenta el modelo propuesto por la formación en competencias, señalando a las competencias comunicativas como esenciales para la filosofía, haciendo énfasis en que éstas competencias: interpretativa, argumentativa y propositiva, deben desarrollarse de manera especifica para el contexto filosófico y educativo. A continuación se transcriben los niveles de competencia que se deben tener en cuenta para la evaluación del área:

Niveles de la competencia interpretativa - Reconocimiento de tesis principales en los textos filosóficos. Como su nombre lo indica, el estudiante saca a la luz el problema o tesis principal de un texto filosófico, reconociendo de esta forma la importancia del mismo, lo cual implica que realice una selección y jerarquización de la información encontrada en él. - Deducción de consecuencias e implicaciones de los problemas y planteamientos filosóficos formulados a lo largo de la historia de la filosofía. Esta deducción puede darse a partir de la lectura de un texto o de una situación problémica expresada en el enunciado de la pregunta, desde la cual el evaluado no sólo saca a la luz una tesis principal en un texto, sino que, teniendo en cuenta el momento histórico en que ella se formula, deduce las consecuencias que se derivan de ella, no sólo para ese momento determinado, sino también para los posteriores, y reconoce su influencia en otros planteamientos y corrientes. - Manejo y aplicación de conceptos y reconstrucción de problemas a partir de ellos. El uso de conceptos en filosofía es fundamental. Muchas veces la dificultad de la lectura reside en el desconocimiento de estos términos. Por eso, en este nivel de interpretación, el estudiante muestra el acercamiento que tiene a dichos conceptos, que no consiste simplemente en conocer


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la definición o la traducción, sino en la comprensión básica de lo que ese concepto representa tanto para la corriente filosófica que en ese momento lo utiliza, como para la historia y para la filosofía en general, lo cual lleva a pensar una relación de dicho concepto con los problemas de la existencia cotidiana. En otras palabras, a partir del conocimiento que tiene por ejemplo del concepto kantiano de autonomía, el estudiante debe reconocer el papel e importancia de ese concepto no sólo en el texto filosófico, sino también en las situaciones concretas de su vida.

• Niveles de la competencia argumentativa - Reconocimiento de argumentos de los autores frente a los problemas filosóficos presentes en los textos examinados entre los producidos a lo largo de historia de la filosofía. En este nivel argumentativo el estudiante se enfrentará con textos filosóficos y encontrará por medio de la lectura de ellos los argumentos principales utilizados para defender o atacar determinada tesis o problema. Al igual que en el nivel uno de la competencia interpretativa, en este nivel la base es la lectura, su análisis y comprensión, pero además, se espera que el joven pueda realizar un acercamiento a su propio contexto, por medio de la reflexión filosófica.

- Deducción de consecuencias e implicaciones de los argumentos en pro y en contra de las tesis de los autores alrededor de una problemática determinada. En este nivel, el estudiante relacionará los argumentos filosóficos frente a un determinado problema con las implicaciones e influencia que ellos pueden tener en otras posiciones filosóficas, científicas, artísticas o religiosas. - Manejo de conceptos y jerarquización de ellos en la construcción de los distintos argumentos y en la diferenciación de los argumentos filosóficos y científicos. En este nivel se indaga por el manejo de conceptos, por la comprensión que se tiene de ellos y de su papel en los desarrollos filosóficos frente a un problema determinado de la vida cotidiana; se lleva al estudiante a reelaborar un problema a partir de conceptos filosóficos aplicados a una situación cotidiana.

• Niveles de la competencia propositiva

- Reconocimiento de respuestas dadas desde la filosofía a los distintos problemas y cuestionamientos científicos artísticos, existenciales, religiosos, sociológicos, etc.. Al igual que en las dos anteriores, este nivel es el más básico e indaga por la lectura de textos filosóficos, a partir de la cual identifica las distintas posiciones de los autores frente a una misma problemática filosófica, optando por aquella que sea más coherente con lo planteado en el enunciado. - Deducción de consecuencias e implicaciones de las distintas respuestas y tratamientos dados desde la filosofía a distintos problemas. El estudiante ya no sólo reconoce las posiciones sino que muestra las implicaciones de ellas para determinada mirada filosófica, para el problema abordado, para la época o épocas posteriores y para la vida cotidiana. Deduce así la importancia de una postura filosófica frente a otras, a partir de una discusión frente a un problema determinado. - Manejo de conceptos en la resolución de las confrontaciones de tesis entre los distintos autores de una misma época o de épocas diferentes, así como en el establecimiento de relaciones y diferencias de dichos conceptos y posiciones científicas, religiosas, artísticas, etc.. El estudiante se enfrentará a dos o más posiciones referidas a un mismo problema y, a partir de ello, sacará a la luz la propuesta filosófica que sea más coherente con el problema planteado. Este problema puede ser una situación cotidiana que el estudiante analizará a partir de conceptos


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filosóficos propios, estableciendo las relaciones posibles con otros campos del conocimiento, para así establecer la propuesta más acorde con la situación descrita.

La presente propuesta reconoce en esta perspectiva expuesta por el ICFES un punto de acierto para orientar la enseñanza de la filosofía en la educación media. Por lo cual se asume como el criterio básico para determinar los lineamientos y contenidos de esta propuesta. Otro aspecto fundamental que caracteriza la manera como esta propuesta enfoca la enseñanza de la filosofía, tiene en cuenta la tesis que afirma que: el núcleo central de la filosofía es la argumentación, esta tesis se aplica en la comprensión de la filosofía como práctica discursiva, en el sentido de que esta se presenta como una representación lingüística y sistemática (abierta) de la realidad, que la visualiza de manera integral a partir de la experiencia, buscando captar la dinámica fluctuante y contingente de la misma. Pensamos que asumir la filosofía como practica discursiva facilita la enseñanza de la misma porque permite al docente y al estudiante contar con las herramientas conceptuales y analíticas que ofrece el estudio de la teoría de la argumentación y de la lógica, como punto de partida básico para abordar los problemas filosóficos y sus autores. El estudio de la teoría de la argumentación, entendida como acto de habla que orienta la práctica discursiva en filosofía, también sirve como punto de partida para el desarrollo del pensamiento crítico, dotando al estudiante de las bases técnicas para el abordaje de la teoría del análisis crítico del discurso, lo cual representa un elemento relevante para el desarrollo de las competencias interpretativa y propositiva.


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Marco Legal

Los siguientes artículos ilustran el marco legal de la educación en Colombia: La educación es un proceso de formación permanente, cultural y social que se fundamenta en una concepción integral de la persona humana, de su dignidad, de sus derechos y deberes. (Art. 1 Ley 115) La educación cumple una función social acorde con las necesidades e intereses de la persona, de la familia y de la sociedad. Se fundamenta en los principios de la Constitución Política sobre el derecho a la Educación que tiene toda persona, en la libertad de enseñanza, aprendizaje, investigación y cátedra. (Ley 115) De conformidad al articulo 67 de la Constitución Política de Colombia, se define y desarrolla la organización y la presentación de la Educación Formal, en sus niveles: Pre-escolar, Básica (P y S) y media. La Constitución Política es en sí un proyecto pedagógico, porque todas las normas que son relativas a la Educación se expiden con base en la educación. La Ley 715 de 2001 es la que establece la naturaleza del Sistema General de Participaciones por mandato de los artículos 356 y 357 de la constitución política. El Decreto 230 de 2002, por el cual se dictan normas en materia de currículo, evaluación y formación de los educandos y evaluación institucional. El Decreto 1290 de 2009, por el cual se reglamenta la evaluación del aprendizaje y promoción de los estudiantes de los niveles de educación básica y media.


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Objetivos

Podemos definir los objetivos de la enseñanza y estudio de la filosofía en la educación media de la siguiente manera:

General Generar espacios para el desarrollo de una actitud filosófica, por medio

de la aprehensión de herramientas y competencias que permitan afrontar de manera crítica y reflexiva las diferentes problemáticas que plantea la condición de ser humano, perteneciente a una historia, a una sociedad, y a la dinámica de la interioridad, que se desenvuelve en el espacio de aspectos como la sensibilidad, la racionalidad, la ética, la afectividad, entre otros.

Específicos

Comprender el conocimiento específico de autores y corrientes filosóficas.

Desarrollar las competencias comunicativas aplicadas a la filosofía y favorables para la realización de la prueba ICFES-SABER correspondiente al área.

Estudiar las relaciones existentes entre la filosofía y la historia.

Estudiar y comprender las relaciones existentes entre la filosofía y el desarrollo personal de la vida práctica y racional.

Reconocer el papel de la filosofía en la comprensión de la realidad actual (política, económica, científica, ética, entre otras).


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Marco Evaluativo

La evaluación se realizará de manera continua, integral y cualitativa, teniendo en cuenta los criterios y finalidades establecidos en el Acuerdo No. 023 que reglamenta la evaluación institucional del Colegio Floridablanca, que tiene en cuenta en su proceso acciones de autoevaluación, co-evaluación y heteroevaluación; y las dimensiones: Cognitiva, socioafectiva-formativa-actitudinal, comunicativa, sicomotriz-procedimental. La evaluación se expresará en informes descriptivos; el proceso evaluativo exige determinar claramente los logros que el estudiante o la estudiante debe alcanzar y las competencias que debe desarrollar progresivamente. La escala de valoración institucional y su respectiva equivalencia se reglamenta a partir del año lectivo 2011, de conformidad con el Decreto 1290 del 16 de abril de 2009 en su Art. 5, el Colegio Floridablanca aplica la siguiente escala de valoración institucional de carácter cuantitativo equivalente con la escala Nacional:

VALORACIÓN CUANTITATIVA VALORACIÓN CUALITATIVA

0,1 – 5,9 6,0 – 7,9 8,0 – 9,0 9,1 – 10,0

Desempeño Bajo Desempeño Básico Desempeño Alto Desempeño Superior

Las competencias deben procurar por el desarrollo de una actitud analítica, hermenéutica y crítica frente a la filosofía y frente a la realidad social, cultural e individual. Las competencias en sentido pleno implican un saber qué (significados-conceptos), un saber cómo (procedimientos-estrategias); un saber porqué (valores-sentidos); y un saber para qué (intereses-opciones-creencias). Los cuales se deben articular en un proceso de formación integral que le facilite al estudiante la aprehensión de herramientas que le sean útiles para su desarrollo como persona, como ciudadano y como ser humano. Desde los elementos presentados en esta caracterización general, los lineamientos curriculares distinguen las siguientes competencias para el área de Filosofía: Competencia Interpretativa Competencias Argumentativa Competencias Propositiva


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Marco Metodológico

La comprensión y metodología de la enseñanza que se pondrá en práctica

reconoce el modelo pedagógico Social Cognitivo como criterio de orientación, este modelo propone el desarrollo máximo y multifacético de las capacidades e intereses del alumno. Tal desarrollo está influido por la sociedad, donde el trabajo productivo y la educación están íntimamente unidos para garantizar el desarrollo del espíritu colectivo, el conocimiento científico-técnico y el desarrollo emocional para la convivencia en sociedad. Además, considera que el aprendizaje de los estudiantes se desarrolla como una construcción colectiva de conocimiento y saberes, de modo que identifica a la autonomía como principio básico de la formación, permitiendo así el desarrollo en él de las herramientas y

potencialidades necesarias para que se convierta en sujeto de su propio aprendizaje, esto a través de la orientación y generación de situaciones que le permitan experimentar procesos intelectuales (conceptualización, comprensión, análisis, síntesis, generalización, juicio, raciocinio, argumentación); afectivos (emoción, actitudes, valores); volitivos y psicomotores. En lo relativo a la práctica como tal de la clase, se tiene en cuenta principalmente la metodología de enseñanza conocida como Aprendizaje Cooperativo, la cual satisface la concepción del conocimiento como acto de construcción social. También se tendrán en cuenta, entre otras, las siguientes modalidades de participación y desarrollo para las temáticas: simposio, mesa redonda, el panel, el debate, Philips 66, seminario, pequeño grupo, sesión tribunal, la entrevista, el cine-foro; además, la elaboración de guías de lectura e interpretación de textos filosófico, el uso de las TIC, la elaboración de mapas conceptuales, líneas del tiempo y glosarios, la producción de ensayos filosóficos y reseñas. Todo lo anterior se desarrollará teniendo en cuenta la implementación del Currículo de Filosofía al Sistema de Formación por Ciclos, cuyo interés principal es lograr articular las competencias interpretativa, argumentativa y propositiva de la filosofía con los Ejes de Desarrollo y la Impronta correspondientes al Ciclo Cinco. Por esta razón las acciones pedagógicas de la asignatura se orientaran a desarrollar en los estudiantes; por un lado, competencias para la investigación, sobre todo en lo relativo a la apropiación del método científico en las ciencias sociales, especificando las particularidades de la investigación en filosofía; y por el otro, la comprensión de la importación del trabajo para la cohesión y funcionamiento de la sociedad.


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Lineamientos Curriculares

A continuación presentamos una propuesta curricular para el área de Filosofía para los grados 10º a 11º de educación media, ésta se encuentra organizada a manera de tablas informativas, en las que se desarrolla de modo esquemático los estándares, preguntas problematizadoras, componentes temáticos, ejes temáticos, indicadores de logros, logros, actividades, y competencias relativos al Área en cada uno de los grados correspondientes.


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Bibliografía

Textos de lógica y argumentación

ACERO, José; BUSTOS, Eduardo y QUESADA, Daniel. Introducción a la filosofía del lenguaje. 4 ed. Madrid : Cátedra, 1996.

ATIENZA, Manuel. Bioética, derecho y argumentación. Lima-Bogotá : Palestra-Temis, 2004.

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--------. Pluma de Belcebú: Selecciones. Barranquilla : Ediciones Litho Graff, 1996.

--------. Las nuevas herramientas de la argumentación jurídica. Bogotá : Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez, 2005. --------. Las nuevas herramientas de la argumentación jurídica. 2 ed. Bogotá : Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez, 2006. --------. El Relativismo Evolutivo De Gonzalo Munévar. En: http: //www.institutodefilosofia-jeb.tk/

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DE GORTARI, Eli. Lógica general. México Grijalbo, 1966.

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proyecto de area filosofia parte 1

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