proyeccion de la propuesta de p freire

10
 Fuentes, Norma Isabel.  Proyección de la propuesta de Paulo Freire. En publicación: Paulo Freire . Contribucio nes para la pedago gía. Moacir Godotti, Margarita Victoria Gomez, Jason Mafra, Anderson Fernandes de Alencar (compiladores). CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, Buenos Aires. Enero 2008. ISBN 978-987-1183-81-4 Disponible en: http://bibliote cavirtual.clacso.o rg.ar/ar/libros/camp us/freire/30Fu ent.pdf Red de Bibliotecas Virtuales de Ciencias Sociales de América Latina y el Caribe de la Red CLACSO http://www.clacso.org.ar/biblioteca [email protected] 

Upload: jorge-castro-garate

Post on 05-Nov-2015

217 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Proyeccion de la propuesta de P Freire

TRANSCRIPT

  • Fuentes, Norma Isabel. Proyeccin de la propuesta de Paulo Freire. En publicacin: Paulo Freire. Contribuciones para la pedagoga. Moacir Godotti, Margarita Victoria Gomez, Jason Mafra, Anderson Fernandes de Alencar (compiladores). CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, Buenos Aires. Enero 2008. ISBN 978-987-1183-81-4

    Disponible en: http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/campus/freire/30Fuent.pdf

    Red de Bibliotecas Virtuales de Ciencias Sociales de Amrica Latina y el Caribe de la Red CLACSOhttp://www.clacso.org.ar/biblioteca

    [email protected]

  • 333

    El presente trabajo intenta una reflexin sobre la proyeccin de la pro-puesta de Paulo Freire, entendiendo que dicha proyeccin no puede restringirse a lo terico, pues la mayor riqueza del pensamiento frei-reano reside en la relacin teora y prctica en el quehacer del hombre praxiolgico1, en su pensamiento y accin.

    Freire hizo evidente lo que puede pasar inadvertido en el acon-tecer diario. Iba de la prctica a la teora en dilogo y reflexin perma-nente para entenderla mejor y cambiarla. La reflexin sobre la prctica lo condujo a su propuesta pedaggica, a su teora, a su mtodo, al en-cuentro dialgico entre el mundo y la palabra.

    Lejos de los extremismos del escepticismo y optimismo pedaggi-co, Paulo nos ensea a mirar la realidad, a dialogar con ella, a conocerla para transformarla. Ensea que no es cuestin de repetir o copiar, sino

    Norma Isabel Fuentes*

    PROYECCIN DE LA PROPUESTADE PAULO FREIRE

    * Profesora. Licenciada en Ciencias de la Educacin. Especialista en Docencia Universita-ria. Docente Investigadora en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, Argentina.

    1 Se entiende por praxis al conjunto solidario de dos dimensiones indicotomizables: re-flexin y accin del hombre sobre el mundo para transformarlo.

  • PAULO FREIRE: CONTRIBUCIONES PARA LA PEDAGOGA

    334

    que se trata de recuperar los sueos, los nuestros, el sentido verdadero de la educacin y la utopa esperanzada del cambio.

    Este es el propio desafo desde la Formacin Docente. Desafiar para pensar las prcticas educativas, desafiar para asumirse como sujetos dialgicos, polticos y cognoscentes, desafiar para caminar por el sendero de la educacin pblica, de calidad, democrtica, tolerante, dialgica.

    Mi contribucin ancla en el mbito laboral que me compete, vale decir, en el proceso de formacin con alumnos que cursan los profeso-rados en la universidad y con los equipos de ctedra que se proyectan en direcciones diferentes.

    Realizo esta tarea desde el ao 1999; la evalo, la analizo y la ajusto continuamente, dialogando con los equipos y estudiantes. Es un proceso en el que interesan tanto los resultados como el movimiento que nos lleva a esa bsqueda. Hasta ahora, son pequeas acciones e innova-ciones, tales como Construccin de la Autonoma Docente o Alumnos Solidarios, que impactan en el sistema educativo y en otras reas de la universidad.

    Puede no ser suficiente, pero resulta una buena lmpara para alimentar la esperanza, el compromiso para asumir propuestas como la del curso realizado en el Campus Virtual de CLACSO que transitamos, as como para contribuir con esta reflexin.

    REINvENTARNOS DESDE LA bIOgRAFA SOCIAL No resulta fcil elegir una categora o un aspecto de la teora de Freire para desarrollar, dado que su pensamiento se integra con su prctica y forma un todo significativo.

    Todo lo que le concierne es de inters y nos sugiere e inspira, desde su biografa, sus experiencias, su produccin; por ello elijo lo relacionado con su proyeccin futura y lo analizo desde el impacto que en m produce y desde los sentimientos que me genera.

    Tengo en claro, aunque no sea fcil, que a Paulo Freire no lo debe-mos repetir, ms bien reinventarlo, recrearlo como l nos ense. Y esto es fundamental como punto de partida, por cuanto encierra la esperan-za de reinventarnos a nosotros mismos. Nuestro mejor anclaje est en el itinerario de su prctica educativa, las experiencias de su existencia y los saberes indecisos por ella gestados. Saberes revalorizados porque posibilitaron una reflexin ms crtica y ms trabajada.

    Aceptamos que la experiencia y la formacin profesional se dan en el marco de una experiencia y formacin mayor, humana, vital. Por ello, Freire nos invita a no caer ni en el optimismo ingenuo, ni en el es-cepticismo negativo de la educacin y sus posibilidades. Su presencia, guardiana de sueos, nos ayuda a mantener la utopa. Por tal motivo su teora es pedaggica. Es una pedagoga para la transformacin so-

  • Norma Isabel Fuentes

    335

    cial, cuya actividad educativa es accin cultural y concienciacin2. Es una pedagoga no autoritaria, de la liberacin, de la ciudadana. Es un modelo opuesto a la agenda neoliberal que hoy nos sumerge en una cri-sis que parece insalvable. Y es nuestra mejor opcin esperanzada para superar dicha situacin.

    Ser esperanzados, no por terquedad, sino por imperativo exis-tencial e histrico. La esperanza, para transformar, debe ser crtica, sostenida en la prctica diaria que necesita tanto de la teora como la teora de ella.

    Freire someta su prctica a una indagacin; indagacin que no se conformaba con las primeras respuestas. Segua un camino de cues-tionamientos; severo, metdico, riguroso, que no slo lleva a reflexionar sino a nuevas lecturas. Lecturas de textos que nos dan base para conti-nuar leyendo el contexto y por lo tanto intervenir en l. Nos muestra que se puede trabajar en una tensa relacin manejable, con la tensin teora-prctica. Sobre leer un texto afirm: Leer un texto es aprender cmo se dan las relaciones entre las palabras en la composicin del discurso. Es una tarea de sujeto crtico, humilde, decidido (Freire, 2002: 72).

    La globalizacin de cuo neoliberal, al igual que a nosotros, pre-ocup a Freire en sus ltimos aos. Debemos enfrentar su impacto en el mbito de la poltica econmica, de financiamiento educativo; tambin al nivel de las relaciones y vinculaciones entre educacin y trabajo y, sobre todo, en la creacin de estndares de excelencia acadmica. Esto ltimo impacta sobre la evaluacin, acreditacin, educacin superior, formacin docente, sobre el sistema en su totalidad.

    Nuestra ocupacin, preocupacin y desafo es el mismo que atra-p el pensamiento de Freire en sus ltimos aos. Nos referimos al avan-ce neoliberal y su peligro para el sistema de educacin pblica.

    Se predica la privatizacin como solucin educativa. La nueva sociedad de consumo neoliberal y neoconservadora distorsiona las fi-nalidades de la educacin ciudadana. Los ciudadanos hemos quedado reducidos a un rol de consumidores y de excluidos.

    Este es un nuevo esencialismo o fundamentalismo. Estas son siempre ideologas paralizantes y fatalistas. Debemos afrontarlas, com-batirlas; cambiar la realidad que no es acabada, sino que est as porque conviene a determinados grupos de poder.

    Una primera forma de lucha o accin debe comenzar por el re-clamo de una verdadera Formacin Docente, y por no aceptar ms el entrenamiento tcnico y cientfico como nico camino de formacin. Focalizar en la causa de los marginados y educar desde el respeto y la

    2 Proceso humano que se instaura, precisamente, cuando la conciencia se hace reflexiva.

  • PAULO FREIRE: CONTRIBUCIONES PARA LA PEDAGOGA

    336

    confianza. Defender la educacin pblica y popular. Enfatizar el dilo-go, la construccin de espacios educativos donde el otro se sienta va-lorado y aceptado, para abrir espacios para la educacin dialgica en la que la cooperacin entre las personas se imponga por encima de las jerarquas y la competicin.

    Educar para la liberacin, desarrollar mayor conciencia de los problemas que padece/mos el/los excluido/s y construir el camino para enfrentarlos implica denunciar la polarizacin educador/educando, re-cuperar la voz silenciada de los oprimidos, no confiar en el otro valor como salvador.

    Paulo Freire critica la arrogancia y el autoritarismo de intelectua-les de izquierda o de derecha, en el fondo igualmente reaccionarios por-que se creen dueos del saber, sea este revolucionario o conservador.

    Enfrentar crticamente el comportamiento de universitarios que pretenden concienciar sin concienciarse ellos mismos y que, en nombre de la liberacin de las clases trabajadoras, buscan imponer la superiori-dad de su saber acadmico. Los que se venden al poder de turno, los que ahora se dedican a adular con todas sus destrezas a quienes le ofrecen una invitacin a recepciones oficiales, una columna en publicaciones oficiales, una beca o viaje a travs de algn organismo oficial. Es preciso cuidarse de los conversos.

    Tampoco hay que confiar en recetas de algunos grupos polticos que acostumbran a asumir que nosotros no sabemos, pero que ellos tie-nen ideas claras. Negarse a despolitizar la educacin, pues, es facilitar el avance y naturalizar las actuales polticas neoliberales y justificar la retirada del Estado de sus obligaciones. Aceptar dosis de indignacin y vehemencia en la denuncia para luego hacer el anuncio de lo que no existe, an. Porque la indignacin tambin contiene amor y esperanza. Combatir el fatalismo, el inmovilismo, con concientizacin.

    Freire escriba para abrir el dilogo con nosotros mismos y con los otros; nosotros debemos leerlo, releerlo, reinventarlo, abrirnos a la duda y a la crtica. Ms all de la tristeza que nos invade cuando recordamos su partida, cada nueva lectura de Freire nos llena de alegra, pues adquiere una nueva forma de presencia en ese dilogo reinventado. Tambin ocu-rre lo mismo en cada nueva experiencia inspirada en su teora, en cada nuevo acontecimiento dedicado a su estudio, su memoria.

    Reinventar a Paulo Freire es recuperar su voz, es construir el futu-ro de la educacin popular como concepcin general de la educacin.

    Felizmente, la educacin popular sigue inspirando experiencias en el mundo y en nuestro continente. Su obra se desarrolla en distintas direcciones y debemos conocerlo, compartirlo, difundirlo, superarlo.

    No hay fatalismo en la conducta humana ni en el mundo de la cul-tura. La historia la construimos nosotros, y ella a su vez nos construye.

  • Norma Isabel Fuentes

    337

    Se trata de un tema que debemos volver a discutir, analizar, para encon-trar el camino del sujeto autnomo. El discurso neoliberal se impone cuando los sujetos se asumen como objetos y lo consideran inevitable.

    La respuesta, nuestro desafo, es la construccin de una ver-dadera educacin popular. Propuesta que debe ser terica y prctica. Una forma de pensar y hacer la educacin colectivamente y que todos debemos redefinir en este complejo y confuso tercer milenio. Una edu-cacin que responda a las lneas de trabajo de un proyecto poltico y educativo liberador.

    La educacin popular debe darse no slo fuera sino tambin den-tro de las instituciones. Omitir el afuera ha sido una manera de ocultar el uso de la educacin como herramienta de dominacin. Lo real es que la relacin pedaggica est atravesada por muchas variables y muchas de ellas aparecen fuera del aula.

    La escuela, pblica y estatal, popular, es un espacio a defender tam-bin, para democratizar el conocimiento. Hoy las polticas pblicas neo-liberales interpretan al conocimiento como mercanca y a la educacin como bien de mercado, la escuela como shopping del saber, los padres como clientes. Tales polticas, que vienen desde la dcada del ochenta y noventa en Argentina, no han cambiado. Tenemos ms cambios de jefes de Estado o ministros de Educacin que de polticas educativas.

    Aunque no se trate de culpa y s de ideologa de las polticas edu-cativas, en algn lugar, docentes y alumnos somos funcionales y las fa-vorecemos. Darse cuenta de esto, asumirlo, debe ser un punto de partida de sinceras y honestas reflexiones, crticas y autocrticas.

    Docentes, alumnos e instituciones necesitan transitar espacios de reflexin colectiva, permanente, sistemtica, de dilogo franco, de cohe-rencia, para combatir la pedagoga del adiestramiento y la domestica-cin. Trazar un camino para construir otra educacin que nos permita pensar, decir y hacer otros futuros. As homenajearemos a Paulo Freire y lo mantendremos vivo. Hacer, ms que hablar, y conocer el mundo para transformarlo y delinear un colectivo con esperanza.

    La esperanza se construye, y se construye con objetivos; y los ob-jetivos se consiguen con seriedad, mtodo y eficacia social. Es necesario re-ligar lo acadmico con lo popular para brindar respuestas tericas, polticas y ticas.

    El legado de Paulo Freire se proyecta en educadores comprometi-dos con su tiempo, con su contexto. Su obra tiene y tendr gran impacto, aun cuando parezca estar un tanto dispersa; y es por ello que nos invita a recrearla, no slo en los trabajos que sobre ella se escriben, en los cursos que se dan, en las asociaciones y centros dedicados a recopilarlas.

    Nos invita tambin, y bsicamente, a recrearla en el corazn y la mente de los oprimidos y excluidos, de los docentes y alumnos que cons-

  • PAULO FREIRE: CONTRIBUCIONES PARA LA PEDAGOGA

    338

    truyen sueos y pelean por hacer escuchar su voz, de los que trabajan por un mundo mejor y ms justo.

    Freire nos ha legado una experiencia pedaggica que abre para la concienciacin de caminos en pos de otras experiencias posibilitadas en la igualdad de oportunidades, acceso, equidad y calidad.

    Pobreza y desigualdad son hoy acuciantes, y el normalismo, con su lema de educar al soberano, cay en desuso. Por herencia, por com-promiso, por conviccin, debemos repensar la nocin de conocimiento oficial, de fracturas y luchas culturales, de identidades y ciudadana. La educacin debe asumir prioridad en el continente, en pos de un proyec-to democrtico y en defensa de pactos democrticos latinoamericanos gestados por nuestra historia.

    Ser docente es algo ms que un trabajo o profesin si miramos y sentimos el legado del gran Paulo. Darse cuenta de los desvos, errores, volver sobre la prctica, reflexionar, compartir, promover la curiosidad crtica, reconocer el valor de las emociones, de la afectividad, de la tica, de la esttica. Ser docente es elegir un estilo de vida.

    Freire potencia esas reflexiones y sentimientos. Ayuda a entender que conocer es algo ms que intuir; conocer es someter las intuiciones y situaciones educativas al anlisis metdicamente riguroso de nuestra curiosidad epistemolgica. As como educar no es transferir conoci-mientos, sino crear la posibilidad para su propia produccin.

    Los seres humanos somos impulsados a algo ms, al tomar con-ciencia de la propia incompletitud. Como seres inacabados, sentimos insatisfaccin y nos encaminamos hacia el futuro esperanzado. No nos debemos detener ante situaciones lmites, sino convertirlas en el indito viable, la propia utopa, la bsqueda de ser ms. Camino sealado por la teora pedaggica de Freire, camino nico para la regin, camino que debemos transitar en el proceso permanente de formacin docente.

    Transitar el camino de la utopa exige mantener vivo el gusto por la rebelda, por la curiosidad, por la capacidad de arriesgarse, de aven-turarse, de crear y de recrear.

    Superar los lmites e ir ms all de los condicionantes es cruzar la frontera entre el ser y el deber ser. Abandonar el dogmatismo y dar lugar a la interrogacin, emancipacin y concienciacin. El camino ha-cia la autonoma nos exige reforzar la capacidad crtica, la curiosidad, la no-sumisin.

    Aprender crticamente requiere de sujetos pedaggicos creado-res, instigadores, inquietos, rigurosamente curiosos, humildes y per-sistentes. No resulta suficiente transferir conocimientos o saberes. El verdadero aprendizaje nos exige convertirnos en sujetos reales de la construccin y reconstruccin del saber enseado. Los educadores y

  • Norma Isabel Fuentes

    339

    educandos somos sujetos del proceso que asumen que ensear conteni-dos se completa con ensear a pensar correctamente.

    El conocimiento tiene relacin con la realidad, con el mundo. Y aunque nunca estemos totalmente seguros de nuestras certezas, no admite soberbia. Se ensea y aprende el conocimiento existente, pero tambin se trabaja para la produccin de un saber an no existente. Ensear, aprender, investigar es el camino. Investigamos para conocer lo desconocido, para comunicarlo, para anunciarlo. As se supera la conciencia ingenua.

    SAbERES CURRICULARES Y ExPERIENCIA SOCIAL SE INTEgRAN Y POTENCIANEducar para la autonoma es la transformacin de la ingenuidad a la crti-ca, a la curiosidad crtica insatisfecha, histrica y socialmente construida y reconstruida; todo en un clima de respeto por la tica y la esttica.

    La prctica educativa no debe transformar la experiencia en puro adiestramiento tcnico. Por ello se invita a respetar siempre lo forma-tivo y lo humano del proceso, formar con sentido moral, de manera acertada y con prctica testimonial.

    Pensar acertadamente es, tambin, rechazar toda forma de discri-minacin. Pensar acertadamente es un acto comunicante, con entendi-miento, coparticipado. Se funda en la capacidad y el poder del dilogo. Es dialgico, y no polmica que funda la prctica docente crtica, que es un movimiento dialctico entre el hacer, el pensar y el decir sobre el hacer.

    La prctica docente espontnea produce un saber ingenuo, hecho de experiencia y al que le falta rigor metdico. Dicho pensar debe ser producido por el mismo educando/educador en comunicacin con el edu-cador/educando. As, la curiosidad, fenmeno vital, se vuelve crtica.

    El camino de la verdadera y permanente formacin es reflexin sobre la propia prctica. Nos permite mejorar, asumir disponibilidad para el cambio (en cuanto a conocimientos y a emociones); asumirse como ser social e histrico, como ser pensante, comunicante, trans-formador, creador, realizador de sueos, capaz de sentir rabia y enojo, porque es capaz de amar.

    Asumirnos como sujetos no implica excluir a los otros. Asumo mi yo por la otredad del no-yo, del t. La identidad cultural es fundamental en esta prctica. Al asumir el yo, el sujeto es incompatible con el adies-tramiento pragmtico o con el elitismo autoritario de los que se creen dueos de la verdad y el saber.

    Autonoma es liberacin, humanizacin, superar la cosificacin; es esperanza de que el hombre puede transformar; es pasar al intento de ser ms. Se logra a travs de la pedagoga como prctica de la libertad, dialctica, crtica, participativa, emancipadora, concienciadora. Es el

  • PAULO FREIRE: CONTRIBUCIONES PARA LA PEDAGOGA

    340

    camino hacia la ciudadana. Rompe esquemas centralizadores. Es parte de la verdadera naturaleza de la educacin. Es un acto a ser realizado, y debemos prepararnos para ella y preparar a los jvenes.

    CONSIDERACIONES FINALES Se asume, junto con Freire, que la educacin es una posibilidad, y que en la escuela-universidad implica al sujeto social e histrico, la gestin democrtica, el dilogo y la comunicacin, la autonoma y la evaluacin permanente del desempeo. Y que involucra el desarrollo de un proyec-to poltico, pedaggico escolar, acadmico, sustentado en una utopa que moviliza para el futuro de una educacin pblica popular.

    Para ello se asume, tambin, que recuperar la voz de Paulo Freire es abrirnos a la duda, la reflexin, la crtica, y con ello liberarnos de cual-quier esencialismo. La educacin emancipadora es popular, una accin cultural, de liberacin y dilogo. Reinventarla es un desafo de nuestro tiempo para superar el adiestramiento tcnico, cientfico y eficientista de la poca. Los excluidos son los gigantes sin voz que pueden recuperar la palabra y el dilogo en los espacios educativos posibles. La escuela, la universidad y los institutos de formacin no son los nicos espacios educativos y de formacin posibles.

    bIbLIOgRAFA

    Freire, Paulo 1975 Pedagoga del oprimido (Buenos Aires: Siglo XXI).

    Freire, Paulo 1997 Pedagoga de la autonoma (Buenos Aires: Siglo XXI).

    Freire, Paulo 2002 Pedagoga de la esperanza (Buenos Aires: Siglo XXI).

    Gadotti, Moacir 2003 Por qu continuar leyendo a Freire? en Gadotti, Moacir; Gomez, Margarita y Freire, Lutgardes (comps.) Lecciones de Paulo Freire. Cruzando fronteras: experiencias que se completan (Buenos Aires: CLACSO).