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1 ©Editorial ClaretianaApasionados por el amor, la justicia y la paz

PROPUESTAS PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL Y COMUNITARIA

En las siguientes páginas ofrecemos algunas sugerencias para la reflexión, la oración, el reconocimiento e intercambio de experiencias, en definitiva, para profundizar el testimonio de estos hermanos nuestros y develar el mensaje amoroso que Dios nos hace llegar a través de ellos.

BIOgRAFíAS

Leer biografías de otras personas muchas veces nos ayuda a ver el paso de Dios en las vidas, su acción providencial, su presencia amorosa. También a reconocer momentos clave en que las personas toman decisiones que cambian sus vidas para siempre o el papel que unas personas representan en las vida de otras para ser instrumentos de Dios.

• ¿Puedes identificar algo de todo esto en las biografías de nuestros mártires? ¿Qué es lo que más te llama la atención?

• ¿Y en tu propia historia personal? ¿Cuáles han sido esos momentos claves? ¿Qué personas han sido instrumentos de Dios en tu vida? ¿De qué manera? ¿Cómo reconoces la presencia de Dios en tu vida?Algunos de estos textos pueden ayudarte a reflexionar y agradecer a Dios por tu vida,

tu historia, las personas que han formado parte de tu vida.

Textos bíblicos

Estos textos pueden ayudarte a reflexionar sobre estos temas:

• Sal 138

• Jr 1, 4-10

• 1Sm 3, 1-21


Recursos para la oración y reflexión

La letra de esta canción puede ayudarte a hacer oración.

Esto que soy, esto te doy

Eduardo Meana

A veces te pregunto: ¿Por qué yo?Y solo me respondes: “Porque quiero”.Es un misterio grande que nos llames

así tal como somos a tu encuentro.Entonces redescubro una verdad:mi vida, nuestra vida, es tu tesoro.Se trata, entonces, solo de ofrecerte,

con todo nuestro amor, esto que somos.

Que te daré, que te daremos,si todo, todo, es tu regalo.

Te ofreceré, te ofreceremos,esto que somos, esto que soy,

eso te doy.

Esto que soy, esto es lo que te doy.Esto que somos es lo que te damos.

Tú no desprecias nuestra vida humilde.Se trata de poner todo en tus manos.

Aquí van mis trabajos y mi fe,mis mates, mis bajones y mis sueños,

y todas las personas que me diste,desde mi corazón, te las ofrezco.

Vi tanta gente un domingo de sol.Me conmovió el latir de tantas vidas.

Y adiviné tu abrazo gigantesco,y sé que sus historias recibías.

Por eso tu altar luce vino y pan.


Son signo y homenaje de la vida,misterio de ofrecerte y recibirnos,humanidad que Cristo diviniza

Esta imagen puede ayudar a orar y meditar:


EL LUgAR Y EL TIEMPO

Vivir en un determinado lugar, ser parte de determinado pueblo, protagonizar cierto momento histórico determinan gran parte de nuestras acciones, pensamientos, costumbres, relaciones, en definitiva, de nuestro modo de ver el mundo y de vivir en él. También influyen en nuestra manera de vivir el seguimiento de Jesús, de interpretar su mensaje y de practicar el amor al prójimo. El mismo Jesús usó ejemplos y comparaciones propios de su cultura, hizo referencia a situaciones históricas de su tiempo y se adaptó a las costumbres de su región.

• ¿Puedes identificar en la vida de los mártires cómo influyó en ellos el hecho de vivir en La Rioja, en Argentina, en América Latina? ¿La vinculación con esa tierra tuvo re-lación con sus opciones de vida, con sus maneras de vivir su fe y su servicio pastoral? ¿Cómo influyeron en ellos los acontecimientos, procesos y situaciones propias de su épo-ca? ¿Qué características de su lugar y su tiempo te parecen más relevantes en sus vidas?

• ¿Y en tu propia vida? ¿Puedes identificar qué característica de tu pueblo, tu lugar, tu tiempo te influyen más fuertemente? ¿Es una influencia positiva, que te acerca a Dios y te ayuda a vivir su plan amoroso o más bien te dificultan la relación con Él?

Textos bíblicos


• Lc 1, 46-55

• Hch 17, 16-39


Esta poesía de Enrique Angelelli puede ayudar a rezar y meditar:


A La Rioja querendona

En cada chaya escondes tu dolor hecho harina y albahaca... los del puerto te han amordazado para que no grites...

ya tus tientos se cortan y caen tus machetes; solo te quedan ranchos tristes...

y tierra caliente.

Los de afuera, Chango, te han robao´ las vacas; tu Tata ha quedao´ solo... y la Mama un recuerdo;

el Estargidio se fue lejos, a juntar petróleo allá en Comodoro... rumiando nostalgias.

Y a la Rita la llevó el patrón para que lo comediera, dicen que en Buenos Aires, donde todo es mentira,

tiene que hacer de todo, aunque no lo pueda, total es riojana, lo mismo que... ¡nada!

Pero el sol está sangrando

allá en Los Mogotes, y en La Cueva de adentro se oyen galopes; se acercan pasos por los caminos llaneros

y El Chacho amanece con sus montoneros.

Y por La Quebrada que le dicen de Chusquis

unos lloros del cerro se gritan contentos; hay olor a racimos y a vino nuevo,

y don Aurelio ya calienta la pava en el fuego.

¿Por qué no quieren que diga lo que siento... es que es mentira hablar del silencio...

no escuchan el grito de los de tierra adentro?

Somos, nosotros, porteños... es fiero ¡si vieran lo que yo siento!

Quebradas y llanos... cansados y sedientos... el alero del rancho se lo llevó el viento, dicen que anoche silbando el silencio...

¿No escuchan el grito de los de tierra adentro?


LA IgLESIA / LA COMUNIdAd

La vida y la predicación de Jesús, centradas en su mensaje de amor a Dios y al prójimo no se realizaron en soledad. Desde el inicio de su misión, Él llamó a muchas personas y cons-tituyó con ellos comunidades en las que se vivían diferentes tipos de relaciones, de mayor o menor cercanía, se prestaban distintos servicios y, sobre todo, se vivía y se anunciaba el Reino de maneras distintas en contextos distintos. Tras la muerte y resurrección de Jesús, las comunidades cristianas se afianzaron. Una característica del movimiento que surgía a partir de Jesús y sus seguidores es que vivían de manera comunitaria y que cultivaban entre sí vín-culos muy fuertes de amor y fraternidad, al punto de que la comunidad de pertenencia era lo que identificaba a las personas. Es bueno recordar que en los textos de la Antigüedad, cuan-do se habla de una Iglesia, se hace referencia, no a una institución, sino a una comunidad cristiana. Con el correr de los siglos, la institucionalización de la Iglesia, fruto de particulares circunstancias históricas, llevó a que el perfil comunitario se desdibujara mucho, cuando no se convirtiera en un simple recurso retórico. Con el Concilio Vaticano II cambió la autocom-prensión de la Iglesia y la dimensión comunitaria recobró la valoración y el vigor que tuvo desde sus orígenes. El desafío de todos los cristianos es, indudablemente, profundizar la dimensión comunitaria de la vida personal y eclesial, y esto fue algo que los mártires tenían muy claro y que constituía un aspecto central de la Iglesia riojana desde que Mons. Angelelli asumió su pastoreo.

• ¿Cuál era el modelo de Iglesia que se instaló en La Rioja durante el obispado de En-rique Angelelli? ¿Cuál había sido el modelo que deseaban cambiar? ¿Qué significado le atribuían los mártires a las expresiones “comunión y participación” y “pastoral de conjunto”?

• ¿Qué modelo de Iglesia se vive en tu comunidad cristiana? ¿Existen en tu comunidad espacios para vivir la comunión y la participación? ¿Cuáles? ¿Cómo vives tu experiencia comunitaria? ¿Cuáles son las dificultades de la vida comunitaria en tu comunidad cris-tiana? ¿Cuáles son los aspectos en que la vida comunitaria fortalece tu fe y tu experiencia de Dios?


Textos bíblicos


• Hch 1, 12-14

• Hch 4, 32-35

• 1Cor 12, 12-31


Esta imagen de Cerezo Barredo puede ayudar a orar:


LOS POBRES

Los pobres tienen un lugar preferencial en el mensaje de Jesús y en la enseñanza de la Iglesia. En todos los tiempos, los creyentes han considerado que la ayuda y atención a los pobres es parte esencial de su compromiso cristiano. El principio que moviliza esa acción es que la pobreza estructural es injusta, independientemente de las acciones, actitudes y va-lores individuales de las personas que la padecen. Sin embargo, a lo largo de la historia, la manera de entender quiénes son los pobres, cuál es su lugar en la Iglesia, qué acciones deben llevarse a cabo para combatir la pobreza y dignificar la vida de los pobres, a quiénes corres-ponde ocuparse de ellos y muchos otros temas relacionados han cambiado mucho.

• ¿Quiénes eran los pobres en el tiempo y el lugar en que vivieron los mártires? ¿Qué situaciones vivían? ¿Cómo se relacionaron con ellos Angelelli, Pedernera, Murias y Lon-gueville según sus diferentes situaciones y formas de vida cristiana? ¿Qué lugar tuvieron en la Iglesia riojana?

• ¿Qué situaciones de pobreza existen dentro y alrededor de tu comunidad? ¿Quiénes las padecen? ¿Cuáles son sus causas? ¿Cómo contribuyen tú y tu comunidad cristiana en la eliminación o disminución de esas causas? ¿Cómo te relacionas con los pobres? ¿Cuál es tu aporte y el de tu comunidad para acabar con la pobreza y dignificar la vida de los pobres? ¿Qué lugar tienen los pobres en tu comunidad cristiana y en tu acción pastoral?

Textos bíblicos


• Dt 24, 12-22

• Is 58, 6-12

• Sant 2, 1-13

• Mt 25, 31-46

• Lc 6, 20-26



Esta canción de Alejandro Lerner puede ayudar a rezar y reflexionar:

Carta por la dignidad del hombre

Que mi pueblo no se quede sin palabras, no se quede sin mañanas, ni fuerzas para luchar.

Que mi pueblo no ruegue por justicia, no ruegue por comida, y no deje de soñar.

Que los niños puedan llegar a su escuela

y abrazar la vida entera con trabajo y libertad, que lo duro no se nos haga imposible,

que yo creo en utopías y que se pueden lograr.

Que mi gente no pierda la memoria, que no repita la historia que nos ha hecho tan mal.

Que mi gente no pierda la esperanza, que la fe nunca descansa, y que Dios sabe escuchar.

Que a mis calles vuelvan todas las familias,

sin tener miedo ni prisa de morirse así nomás. Que no hay nada más decente que la voz de nuestra gente,

cuando exige la verdad, cuando exige la verdad.

Que hubo algunos que se han ido con los bolsillos vacíos, respirando dignidad,

mientras que otros se han llenado de todo lo que han robado, pese al hambre popular, pese al hambre popular.

Que mi gente no pierda la sonrisa,

no pierda la poesía, ni la sangre, ni la luz. Que hoy mi gente reclama por justicia, reclama por comida, reclama por salud.

Que mi gente no pierda la memoria,

que no repita la historia que nos ha hecho tan mal. Que mi gente no pierda la esperanza,

que la fe nunca descansa, y que Dios sabe escuchar. Que mi gente no pierda la esperanza,

que la fe nunca descansa, y que Dios sabe escuchar.


Esta imagen puede ayudarte a orar y meditar:


LA AUTORIdAd Y EL SERvICIO

En todos los pueblos y en todos los períodos históricos ha sido común asociar los car-gos y puestos de autoridad al poder, el dominio y el control. Aunque se supone que todo cargo debe estar orientado a la búsqueda del bien común, a menudo solo ha servido para el beneficio de quienes lo ejercen. Esto, que sucede en el ámbito civil, también ha pasado mu-chas veces en el eclesial. Jesús fue claro al plantear a sus discípulos que la autoridad debía ejercerse entre ellos como un servicio, porque ese era el sentido de cualquier tipo de cargo, puesto o ministerio de esa índole.

• ¿Cuál fue el estilo de autoridad episcopal de Mons. Angelelli? ¿Cómo entendían sus ministerios y funciones los mártires riojanos? ¿En qué sentido entendían la acción pas-toral como servicio? ¿Quiénes eran los destinatarios de su servicio? ¿Qué conflictos les generó su modo de entender la autoridad y el servicio?

• ¿Quiénes tienen funciones de autoridad en tu comunidad cristiana? ¿Quiénes tienen funciones de servicio? ¿¨Cómo se organizan y ejecutan las actividades de servicio, con quienes y para quienes? ¿Encuentras la dimensión de servicio en las actividades que realizas habitualmente? ¿Cómo lo vives? ¿Valoras y agradeces los servicios de quienes ejercen autoridad sobre ti? ¿Ambicionas cargos y puestos para tener prestigio y autori-dad o para ejercer otra clase de servicios?

Textos bíblicos


• Jn 13, 1-20

• Lc 22, 24-30


Recursos para la oración y la reflexión

Esta canción de Julián Zini y A. Álvarez puede ayudar a reflexionar y rezar:

Signo de esperanza

Queremos ser una Iglesia seguidora del Señor;

Jesús, el Dios hecho hombre, el profeta, el servidor; una Iglesia de testigos, con mártires donde son protagonistas los pobres

y hombre nuevo el pecador.

Signo de esperanza, causa de alegría, con santa María

y un Jesús pascual. La gente se siente siendo servidora

que es transformadora de la sociedad.

Queremos ser una Iglesia de veras comunidad,

fraterna porque la gente comparte fe y realidad; con sencillez y alegría aprende a participar

como hacían los cristianos con Pedro, Santiago y Juan.

Queremos ser una Iglesia con memoria y con raíz,

que tiene su antiguo modo, y su Abraham guaraní;

que ofrece sus dos amores de la Cruz y de Itatí

al mundo nuevo, que es pobre, femenino y juvenil.

Queremos ser una Iglesia que está siempre en oración,

que alumbra toda su vida con la Palabra de Dios;

que celebra como pueblo la Nueva Alianza de Dios

en la fiesta de la vida que es la Cena del Señor.


Queremos ser una Iglesia samaritana y cordial

que organiza la esperanza y la solidaridad;

donde el Espíritu Santo, Padre de los pobres, va suscitando los servicios

según la necesidad.

Queremos ser una Iglesia que muestra el amor de Dios que sabe encontrar al hombre

y lo abraza en su perdón, que consuela y que acompaña,

que agranda su corazón, a medida de la gente que sufre la situación.

Queremos ser una Iglesia en estado de misión,

que se abre, sale y propone al mundo el Reino de Dios;

que transforma desde adentro sociedad y corazón

y planta comunidades donde se da conversión.

Esta imagen de Cerezo Barredo puede servir para la oración y meditación.


LA FELICIdAd

Todos los hombres y mujeres en todos los tiempos y lugares buscan ser felices. Si ese ideal común no alcanza a unir a todas las personas es, indudablemente, porque las inter-pretaciones acerca de en qué consiste la felicidad y cuáles son los medios para conseguirla son diferentes y a menudo se contraponen de manera radical. En la actualidad, la pala-bra felicidad se ha cargado de numerosos significados, a menudo superficiales y centrados principalmente en el consumo. Estas formas de entender la felicidad suelen ser efímeras e insuficientes y estar centradas exclusivamente en las necesidades individuales. La propuesta del Evangelio es radicalmente opuesta. Para Jesús, la felicidad no consiste en “tener” sino en “ser” y no puede entenderse sino como el resultado del amor fraterno, que se traduce en relaciones de justicia, equidad, solidaridad y respeto de todos para con todos.

• ¿Cuál es tu concepto de la felicidad? ¿Qué te hace sentir feliz? ¿Qué haces para que os demás alcancen la felicidad?

• ¿La felicidad de todos está presente como ideal en la vida de tu comunidad? ¿Y en sus actividades pastorales y sociales?

• ¿Tienes/tienen presente que los demás pueden tener un concepto diferente pero igualmente válido de felicidad o tratas/n de imponer el propio?

• ¿Están/s dispuesto/s a dejar de lado los intereses, necesidades y posturas individua-les si eso favorece el logro de la felicidad de todos? ¿En qué medida? ¿Bajo qué condicio-nes?

Textos bíblicos


• Mt 5, 1-12

• Jn 15, 10-11

• Hch 20, 35

• Sal 118, 1-3

• Prov 3,13. 16,18


MáRTIRES dE LA PATRIA gRANdE, dEL MUNdO, dE TOdOS

Los mártires, testigos del Evangelio de Jesús, nunca tienen un mensaje restrictivo, vá-lido solo para su propia comunidad o para un pequeño grupo de personas que conozcan o compartan sus circunstancias propias. Aunque celebremos que se reconozca la santidad de hermanos que han pertenecido a nuestra misma patria, han caminado nuestros mismos caminos, compartido nuestras costumbres y vivido al fe en las mismas claves en que noso-tros la vivimos, es importante tener presente que ellos son hermanos de todos y testigos de Jesús, que nos invita constantemente a ir Por todo el mundo y anunciar la Buena noticia a toda la creación (Mc 16, 15). Pero la gran novedad del Evangelio de Jesús es que es una invitación para todos los hombres y mujeres sin ninguna distinción, aunque respetando que somos todos diferentes y que tenemos nuestras particularidades. Monseñor Angelelli se destacó por su creatividad para re significar las formas de la religiosidad popular más difundidas ente el pueblo riojano y hacer notar el contenido auténticamente evangélico de cada una de ellas. Él apreciaba la religiosidad popular por ser las formas con las que la gente sencilla expresa espontáneamente su fe y también por ser prácticas históricamente arraigadas, que se transmiten de generación en generación y que ayudan a que quienes las practican se sien-tan en comunión con quienes vivieron la fe antes que ellos y la compartan con las nuevas generaciones. Reconocer y fortalecer los vínculos que nos unen como hermanos con tantas otras personas que también creen en Jesús y procuran ser sus discípulos tiene que alentar-nos y sostenernos en la permanente lucha por construir el Reino de justicia, paz, igualdad, libertad y felicidad que Dios quiere para todos.

• ¿Conoces y valoras las prácticas de religiosidad popular propias de tu cultura?

• ¿Descubres el contenido evangélico en ellos y lo compartes con los demás?

• ¿Eres consciente de los lazos de comunión que te unen a hermanos y hermanas de distintos tiempos y lugares que comparten tu cultura y tu modo de vivir y expresar la fe? ¿Cómo se expresan esos vínculos?

• ¿Qué lugar tienen en tu comunidad las prácticas culturalmente valiosas para los di-ferentes grupos que la integran?

• ¿Es tu comunidad abierta para que las personas puedan vivir y expresar libremente su fe de acuerdo a sus tradiciones y costumbres?

• ¿Cómo se cultivan los vínculos con personas de otras geografías y culturas?


Textos bíblicos:


• Is 9, 1-5

• Éx 3, 1-18

• Lc 1, 68-79

Recursos para la oración y la reflexión

Monseñor Angelelli, un mártir prohibido

Pedro Casaldáliga, cmf

Caíste en el camino, desabrochando el Llano, con los brazos abiertos en asumida cruz.

(Mientras agosto calcinaba el odio, chapado en las guerreras.

Mientras la Iglesia echaba sus cerrojos prudentes, negándose a la Muerte y a la Resurrección.

Mientras sobre la Pampa quebraban sus relinchos los mil potros domados, hijos del viento indómito,

y el gaucho Martín Fierro lloraba

de vergüenza... Patria de San Martín, libertadora un día, triste llama celeste, ¡tu bandera arriada!).

Caíste en el camino, santiguando la marcha. Enrique, pastor bueno.

Precediendo tu Paso, Chamical destacaba sus diáconos

pascuales, también sobre el camino.

(“Hay que seguir nomás”, por el camino

de Emaús, en la tarde. Por “la tierra preñada de vida” prohibida.

Con el pueblo que anda, noche adentro, callado, detrás del alba nueva...).

“Con un oído puesto al Evangelio

y el otro al Pueblo”, fiel entre los fíeles, caminabas llanero, en catequesis viva.


Empapadas tus páginas de rocío y sudor y padrenuestros. Leídas, letra a letra, por los ojos del pueblo acompañado.

“Pelado” como un cerro, claro como un arroyo, libre como Jesús.

Quemados en el fuego del servicio todos los oropeles. Pelado como el pueblo de los pobres.

Como el cardón hirsuto de silencio y escucha,

rebelde de esperanza sin otras concesiones que la raíz primera

y los desnudos brazos: ¡fibra y vigía de la Patria Grande!

“Sólo se es poeta cuando se muere”

(el ave deshoja en el ocaso toda su antología).

Sólo se es profeta cuando se muere, hermano. La “chaya” que te canta

—”trenzado” de las voces de tu pueblo— no callará jamás tu profecía, Enrique.

Los cerros de Anillaco y de Calmayo

repetirán tu confinado nombre a toque de campanas, entre el viento y la estrella.

Cada niño que nazca en La Rioja sentirá, con el agua del bautismo,

el tacto luminoso de tu sangre apostólica.

Tu cruz, la cruz de Cristo, la piedra consagrada de tu pueblo,

no cederá a las bombas sacrílegas del odio. Las ruedas que cortaron tus pies agonizantes

levantaban tu vuelo, para siempre, sobre el llano del corazón de América...

Tú vives, nos precedes, tu sangre nos convoca.

La Rioja, Argentina, la Patria Grande entera necesitan sentirte presente en la calzada.

Queremos rescatar, con tu memoria, Enrique, la memoria de Pascua, camuflada de ritos reticentes. Queremos desnudar, a pleno testimonio, al aire del

domingo la tumba que sellaron el Templo y el Pretorio.


Queremos que la Iglesia del miedo recupere la voz y la andadura

—vestida con la estola de tu sangre, vestida con los ríos de sangre y de sollozos

y ausencias de tantos hijos suyos...—.

Para “desenterrarle la luz” que esconde, omisa.

Que “los del Puerto” nunca más ahoguen la voz de la Quebrada, verdad de tierra adentro.

Que no se diga más que “en Buenos Aires (casi) todo es mentira”.

Que no se niegue a ser latinoamericano Buenos Aires:

hijo que debe ser de tierra adentro, ese lobo de mar cosmopolita.

(Los buenos aires, fuertes, de la sierra, más que los buenos aires, ambiguos, de la mar...).

Que las Madres fecundas de la Plaza de Mayo —alaridos de América en dolores de parto—

consigan dar a luz el Hombre Nuevo,

el nuevo Pueblo Libre, ¡la gran Patria amerindia, negra, criolla, ella!

Adolfo tallará la paz de la justicia con el cincel de su sonrisa larga,

con todos los cinceles anónimos del pueblo. Y haremos, aquel día, el grande Tinkunaco, rebosando cantares el corazón de América.

Toda la Mama Tierra se encontrará con Dios y con el hombre

en el Niño “vestido con la carne del pueblo”; ¡el único Alcalde que reconoceremos! ¡El único Alcalde que reconoceremos! ¡El único Alcalde que reconoceremos!

(Es bueno que lo sepan los señores del Norte, los virreyes de turno, los lacayos del juego).

Entre tanto, Enrique, pastor de tierras adentro, testigo interceptado,

“hay que seguir andando nomás”, por el camino de Emaús, en la tarde.

Con el pueblo que anda, noche adentro, obstinado, detrás del alba nueva;


Presente a nuestros ojos el Desaparecido (los desaparecidos);

abierta la posada del Encuentro, quizás en la penumbra; cantando en nuestras bocas el vino de la Sangre, nutriendo nuestras vidas el pan de la Promesa.

(“Hay que seguir nomás» por el reguero de tanta sangre, Enrique...”).1

Dom Pedro Casaldáliga, cmf

Obispo Emérito de Sao Félix de Araguaia, Brasil

Una imagen para meditar y orar:

1 Dom Pedro Casaldáliga, cmf. Obispo Emérito de Sao Félix de Araguaia, Brasil. Disponible en http://sersaldelatierra.blogspot.com/2011/08/monsenor-angelelli-un-martir-prohibido.html, consulta 18 de diciembre de 2018.

propuestas para la reflexiÓn personal y comunitaria · recursos para la oración y reflexión la...

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