propuesta curricular. ceip príncipe...

Propuesta Curricular. CEIP Príncipe Felipe

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Propuesta

Curricular

CEIP PRÍNCIPE FELIPE (ALBACETE)


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ÍNDICE.

A.1. INTRODUCCIÓN 03

A.2. FINES EDUCATIVOS DE LA PRESENTE PROPUESTA

CURRICULAR 04

A.3. CARACTERÍSTICAS DEL CENTRO Y DEL ENTORNO 08

B.1. OBJETIVOS DE LA ETAPA DE EDUCACIÓN PRIMARIA 09

B.2. COMPETENCIAS CLAVE 10

B.3. ELEMENTOS CURRICULARES 11

B.4. OBJETIVOS GENERALES DE ETAPA Y SU RELACIÓN

CON LAS COMPETENCIAS CLAVE 12

C. PRINCIPIOS METODOLÓGICOS Y DIDÁCTICOS GENERALES 15

D. PROCEDIMIENTOS DE EVALUACIÓN DE LOS APRENDIZAJES

DEL ALUMNADO 18

E. CRITERIOS DE PROMOCIÓN 21

F. PROCEDIMIENTOS DE EVALUACIÓN DE LA PROGRAMACIÓN

DIDÁCTICA Y DE LA PRÁCTICA DOCENTE 23

G. MEDIDAS CURRICULARES Y ORGANIZATIVAS PARA LA

ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD DEL ALUMNADO.

PROCEDIMIENTO DE ELABORACIÓN Y EVALUACIÓN DE

LAS ADAPTACIONES 25

H. PLAN DE LECTURA 35

I. PLAN DE TUTORÍA 36

J. PLAN DE TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LA

COMUNICACIÓN 43

K. ACUERDOS PARA LA MEJORA DE LOS RESULTADOS

ACADÉMICOS 45

L. INCORPORACIÓN DE LOS ELEMENTOS TRANSVERSALES 47


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A. 1. INTRODUCCIÓN.

La Propuesta curricular es un documento de referencia propio de cada centro

educativo y de cada etapa. La Propuesta curricular recoge los aspectos educativos y

organizativos que orientan el trabajo y la toma de decisiones para el logro de los

objetivos propuestos.

Las características esenciales de esta Propuesta curricular son:

Flexibilidad, porque permite tratamientos adecuados y específicos de las

necesidades educativas de los alumnos.

Apertura, porque se completará y ajustará, en función de la práctica diaria, a la

realidad educativa en la que se inscribe.

Rigor, porque recoge y analiza con objetividad todas aquellas variables que

influyen en el desarrollo de la actividad educativa del centro.

Los ejes de referencia para realizar la Propuesta curricular son:

Los aspectos pedagógicos que recogen las relaciones entre los elementos

del currículo, los métodos didácticos y los materiales educativos y proporcionan

el marco a la Programación Didáctica de Aula (PDA).

Los aspectos funcionales que orientan la organización y la planificación de

las tareas.

Los mecanismos de evaluación que permiten la revisión de los procesos y

los resultados y la mejora continua en la consecución de los logros.

La finalidad de la Educación Primaria es facilitar a los alumnos y alumnas los

aprendizajes de la expresión y comprensión oral, la lectura, la escritura, el cálculo, la

adquisición de nociones básicas de la cultura y el hábito de convivencia, así como los

de estudio y trabajo, el sentido artístico, la creatividad y la afectividad, con el fin de

garantizar una formación integral que contribuya al pleno desarrollo de la personalidad

de los alumnos y alumnas y de prepararlos para cursar con aprovechamiento la

Educación Secundaria Obligatoria.


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A. 2. FINES EDUCATIVOS DE LA PRESENTE PROPUESTA CURRICULAR.

Garantizar una adecuada adquisición de las competencias clave. La

adquisición de competencias constituye el núcleo central de la Propuesta

Curricular. El desarrollo de las capacidades relacionadas con las distintas

competencias es un proceso íntimamente ligado a los contenidos de cada

una de las áreas y debe estar presente en todos los materiales, tanto

curriculares como extracurriculares.

Dada la importancia instrumental y el papel clave que tienen en las

evaluaciones externas de los cursos 3o y 6o, se presta especial atención a

conseguir que los alumnos adquieran un buen dominio de las competencias

lingüística y matemática durante los cursos de 1o a 3o y de las competencias

lingüística y matemática, científica y tecnológica en los cursos de 4o a 6o.

Personalizar la enseñanza para desarrollar el talento de cada alumno,

aplicando una metodología que tenga como objetivo adaptarse a los

diferentes desarrollos madurativos de los alumnos y asegurando así una

formación adecuada para alcanzar el éxito educativo.

No todas las personas aprenden ni enseñan de la misma manera y por esta

razón es necesario planificar el uso de materiales que faciliten la

personalización de la enseñanza, que permitan distintos itinerarios

didácticos y que cubran todas las necesidades de alumnos y profesores.

Para responder a estos requerimientos se planificarán actividades de mejora

del aprendizaje enfocado a reforzar la enseñanza de aquellos alumnos que

lo necesitan y otras encaminadas a ampliar contenidos y profundizar en lo

estudiado.

Aplicar al proceso educativo innovaciones metodológicas que

favorezcan un aprendizaje eficaz. Las actividades se organizan con el

objetivo de lograr un aprendizaje integral. El trabajo cooperativo es un

recurso metodológico idóneo para el desarrollo de capacidades y

competencias. La integración del trabajo por proyectos de carácter

cooperativo ponen en juego destrezas y habilidades propias de todas las

áreas y contribuyen al desarrollo de diversas competencias clave.

Desarrollar y poner en práctica un completo sistema de evaluación. La

evaluación, entendida como una herramienta de mejora, es una parte

esencial del proceso educativo y un instrumento fundamental para conocer y

valorar tanto el nivel de formación de los alumnos como el propio proceso de

enseñanza-aprendizaje.

La evaluación debe orientar la labor docente, pues, a partir de sus

resultados, se elaboran los planes específicos para que cada alumno

desarrolle mejor sus capacidades o habilidades, reforzando y mejorando en

unos casos, o profundizando y planteando nuevos aprendizajes en otros.

Cada profesor utiliza procedimientos de evaluación variados, adaptados a

su realidad y circunstancias, creados para conseguir los objetivos que se

plantea.


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Incorporar las Tecnologías de la Información y la Comunicación de

forma motivadora, personalizable y natural a las actividades

educativas. La presente Propuesta Curricular propone la utilización de

recursos educativos digitales, recursos multimedia y actividades interactivas.

Nuestro centro se regirá en su organización y en el desarrollo del currículo, por los

principios de equidad, inclusión educativa, normalización y calidad de la enseñanza

para todo el alumnado.

La enseñanza en la etapa de Educación Primaria se basará en el enfoque del

aprendizaje por competencias, como complemento al tradicional aprendizaje de

contenidos.

La programación y la práctica de la enseñanza en la Educación Primaria garantizarán

el carácter global e integrador de las áreas de conocimiento.

En la etapa de Educación Primaria se pondrá especial énfasis en la atención a la

diversidad del alumnado, en la atención individualizada, en la prevención de las

dificultades de aprendizaje y en la puesta en práctica de los mecanismos de refuerzo

adecuados.

La acción educativa en esta etapa procurará la integración de las distintas

experiencias y aprendizajes del alumnado desde el punto de vista competencial. Se

adaptará a sus ritmos de trabajo, estilos de aprendizaje y necesidades específicas,

con base en los principios de la educación personalizada y la acción tutorial.

La práctica docente se basará en el principio de coordinación entre el profesorado que

imparte estas enseñanzas en el centro, con el profesorado de las etapas de Educación

Infantil y de Educación Secundaria Obligatoria, con el fin de salvar las diferencias

pedagógicas y organizativas y los desajustes que se puedan producir en el progreso

educativo o académico del alumnado.

La actividad física y la dieta equilibrada formarán parte del comportamiento infantil,

promoviendo la práctica diaria de deporte y ejercicio físico por parte de los alumnos y

alumnas durante la jornada escolar.

Este periodo educativo compagina una estructura conjunta, que le da sentido como

etapa y una estructura interna (dividida en cursos) que facilita de forma gradual y

progresiva la adaptación de los objetivos de aprendizaje a las naturales diferencias

que los alumnos manifiestan en las distintas fases de su desarrollo personal.

Organización.

La Educación Primaria, según establece el artículo 16.1 de la Ley Orgánica 2/2006, de

3 de mayo, de Educación, modificado por la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre,

para la Mejora de la Calidad Educativa, se divide en seis cursos académicos, que se

cursarán ordinariamente entre los seis y los doce años de edad.


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Conforme al artículo 6 bis.2 de la mencionada Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, las

asignaturas de la etapa de Educación Primaria se agrupan en tres bloques: troncales,

específicas y de libre configuración.

Las asignaturas de la etapa de Educación Primaria se organizan como áreas de

conocimiento con un carácter global e integrador.

Estructura.

Las áreas de la etapa de Educación Primaria en nuestro centro se estructuran del

modo siguiente:

Bloque de áreas troncales:

Ciencias de la Naturaleza

Ciencias Sociales

Lengua Castellana y Literatura

Matemáticas

Primera Lengua Extranjera

Bloque de áreas específicas:

Educación Artística

Educación Física

Religión o Valores Sociales y Cívicos

Segunda Lengua Extranjera

La comprensión lectora, la expresión oral y escrita, la comunicación audiovisual, las

tecnologías de la información y la comunicación se trabajan en todas las áreas.

La acción tutorial orienta el proceso educativo individual y colectivo del alumnado.

Fomenta la lectura (prescribe un tiempo diario no inferior a 30 minutos).

Los estándares de aprendizaje evaluables son los referentes, tanto para la evaluación

de los objetivos y contenidos, como para la evaluación del nivel de adquisición de las

competencias clave.

La evaluación de los procesos de aprendizaje del alumnado será continua y global.

Tendrá en cuenta su progreso en el conjunto de las áreas. Se podrá repetir una sola

vez en toda la etapa. Especial importancia tendrán los resultados de las evaluaciones

de tercer curso y de final de la Educación Primaria (sexto).

A partir de esta estructura educativa se pretende proporcionar al alumnado:

Una formación integral que facilite el desarrollo armónico de su personalidad.

La madurez necesaria para completar esta etapa de su ciclo vital.

El dominio de las herramientas instrumentales básicas del conocimiento.

El desarrollo de sus capacidades y de la motivación necesaria para seguir

aprendiendo.


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La posibilidad de realizar aprendizajes funcionales y significativos.

El conocimiento y el dominio de sí mismo y del medio en niveles adecuados.

La consolidación de su socialización y de una autoestima apropiada a sus

necesidades evolutivas.

El PEC del Centro establece lo siguiente:

El Colegio Público “Príncipe Felipe” concibe la educación como un servicio a la

sociedad y al entorno en que está ubicado, así como un importante elemento

compensador de las desigualdades sociales.

Se pretende buscar tanto el desarrollo de la personalidad del alumno, como la

adquisición de conocimientos, intentando el equilibrio adecuado entre ambos objetivos.

Esta simbiosis ha de producirse, además, en un clima donde el gusto por el

aprendizaje sea compatible con el necesario esfuerzo para conseguirlo.


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A. 3. CARACTERÍSTICAS DEL CENTRO Y DEL ENTORNO.

El Colegio Público “Príncipe Felipe” está situado en una zona totalmente urbana dentro

de la ciudad de Albacete; zona delimitada por el parque Abelardo Sánchez, Avenida

de España y otras calles de su margen noreste. La mayor parte de las familias tiene

una estructura biparental (padre y madre).

El tramo de edad al que pertenecen la mayoría de los padres/madres es el

comprendido entre los 30 y 50 años. El clima relacional y convivencia en el seno de la

familia es bastante positivo ya que la mayor parte de los padres muestra una alta

preocupación por la vida escolar de sus hijos, hablando con ellos frecuentemente

sobre temas escolares y ayudándoles habitualmente en sus tareas.

Conviene destacar, sin embargo, el hecho de que un 30 %, aproximadamente, de

familias buscan apoyos extraescolares para sus hijos en forma de academias,

profesores particulares, etc.

El 75 % de los padres/madres han realizado algún tipo de estudios de nivel medio o

superior. Se detecta, en un porcentaje de las familias (alrededor del 65 %), un cierto

cuidado por poner a disposición de sus hijos medios que puedan contribuir a

complementar su nivel formativo: prensa, biblioteca, participación en actividades

complementarias de formación (idiomas, actividades artísticas, deportivas,…).

En el entorno social próximo al alumno no se da de manera significativa ninguna de las

siguientes circunstancias: marginación social, drogadicción, alcoholemia, clima de

violencia, etc.

La mayor parte de las familias de nuestros alumnos pertenecen a la clase media

(aunque, cada vez con mayor frecuencia, están viniendo al centro familias con una

situación económica poco favorable) y entre ellas abundan los funcionarios y

profesiones liberales. Gran parte del alumnado tiene la posibilidad de acceder a

estudios superiores.


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B. 1. OBJETIVOS DE LA ETAPA DE EDUCACIÓN PRIMARIA.

Conforme establece el artículo 7 del Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero, la

Educación Primaria contribuirá a desarrollar en los alumnos y alumnas las

capacidades que les permitan:

a. Conocer y apreciar los valores y las normas de convivencia, aprender a obrar

de acuerdo con ellas, prepararse para el ejercicio activo de la ciudadanía y

respetar los derechos humanos, así como el pluralismo propio de una sociedad

democrática.

b. Desarrollar hábitos de trabajo individual y de equipo, de esfuerzo y de

responsabilidad en el estudio, así como actitudes de confianza en sí mismo,

sentido crítico, iniciativa personal, curiosidad, interés y creatividad en el

aprendizaje y espíritu emprendedor.

c. Adquirir habilidades para la prevención y para la resolución pacífica de

conflictos, que les permitan desenvolverse con autonomía en el ámbito familiar

y doméstico, así como en los grupos sociales con los que se relacionan.

d. Conocer, comprender y respetar las diferentes culturas y las diferencias entre

las personas, la igualdad de derechos y oportunidades de hombres y mujeres y

la no discriminación de personas con discapacidad.

e. Conocer y utilizar de manera apropiada la lengua castellana y desarrollar

hábitos de lectura.

f. Adquirir en una lengua extranjera, al menos, la competencia comunicativa

básica que les permita expresar y comprender mensajes sencillos y

desenvolverse en situaciones cotidianas.

g. Desarrollar las competencias matemáticas básicas e iniciarse en la resolución

de problemas que requieran la realización de operaciones elementales de

cálculo, conocimientos geométricos y estimaciones, así como ser capaces de

aplicarlo a las situaciones de su vida cotidiana.

h. Conocer los aspectos fundamentales de las Ciencias de la Naturaleza, las

Ciencias Sociales, la Geografía, la Historia y la Cultura.

i. Iniciarse en la utilización, para el aprendizaje, de las tecnologías de la

información y la comunicación, desarrollando un espíritu crítico ante los

mensajes que reciben y elaboran.

j. Utilizar diferentes representaciones y expresiones artísticas e iniciarse en la

construcción de propuestas visuales y audiovisuales.

k. Valorar la higiene y la salud, aceptar el propio cuerpo y el de los otros, respetar

las diferencias y utilizar la educación física y el deporte como medios para

favorecer el desarrollo personal y social.

l. Conocer y valorar los animales más próximos al ser humano y adoptar modos

de comportamiento que favorezcan su cuidado.

m. Desarrollar sus capacidades afectivas en todos los ámbitos de la personalidad

y en sus relaciones con los demás, así como una actitud contraria a la

violencia, a los prejuicios de cualquier tipo y a los estereotipos sexistas.

n. Fomentar la educación vial y actitudes de respeto que incidan en la prevención

de los accidentes de tráfico.


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B.2. COMPETENCIAS CLAVE.

De acuerdo con el artículo 2.2 del Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero, se

establecen las siguientes competencias clave:

a. Comunicación lingüística.

Implica la habilidad de expresar e interpretar conceptos, sentimientos y opiniones

de forma oral y escrita, y de interactuar lingüísticamente de manera adecuada.

b. Competencia matemática y competencias básicas en ciencia y

tecnologías.

Fortalecen la capacidad de aplicar el razonamiento matemático para describir,

interpretar y predecir distintos fenómenos, y desarrollan el pensamiento científico.

c. Competencia digital.

Conlleva el uso creativo, crítico y seguro de las TIC para alcanzar objetivos

relacionados con el aprendizaje, el uso del tiempo libre y la participación en la

sociedad.

d. Aprender a aprender.

Supone reflexionar y tomar conciencia del propio aprendizaje e identificar los

conocimientos, las destrezas y las actitudes necesarios para iniciar, organizar y

persistir en él.

e. Competencias sociales y cívicas.

Facilitan la interpretación de los fenómenos sociales, así como la interacción social

conforme a normas basadas en el respeto y los principios democráticos.

f. Sentido de iniciativa y espíritu emprendedor.

Es la capacidad de transformar las ideas en actos de forma creativa e innovadora y

de gestionar los recursos adecuados para alcanzar un objetivo.

g. Conciencia y expresiones culturales.

Implica conocer, comprender y apreciar las manifestaciones culturales y artísticas, y

expresarse creativamente a través de distintos medios.

Para una adquisición eficaz y una integración efectiva de las competencias, se

diseñarán actividades de aprendizaje integradas que permitan al alumnado avanzar

hacia los resultados de aprendizaje de más de una competencia al mismo tiempo.

Se potenciará el desarrollo de la comunicación lingüística (en especial, la comprensión

lectora) y de la competencia matemática y competencias básicas en ciencia y

tecnología.

Debido al enfoque competencial de los aprendizajes, la evaluación tendrá un papel

destacado como proceso de valoración y medida que servirá para controlar y mejorar

el proceso de enseñanza y aprendizaje.


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B.3. ELEMENTOS CURRICULARES.

La Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la Mejora de la Calidad Educativa,

define el currículo como la regulación de los elementos que determinan los procesos

de enseñanza y aprendizaje para cada una de las enseñanzas. El currículo estará

integrado por los objetivos de cada enseñanza y etapa educativa; las competencias, o

capacidades para activar y aplicar de forma integrada los contenidos propios de cada

enseñanza y etapa educativa, para lograr la realización adecuada de actividades y la

resolución eficaz de problemas complejos; los contenidos, o conjuntos de

conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes que contribuyen al logro de los

objetivos de cada enseñanza y etapa educativa y a la adquisición de competencias; la

metodología didáctica, que comprende tanto la descripción de las prácticas docentes

como la organización del trabajo de los docentes; los estándares y resultados de

aprendizaje evaluables y los criterios de evaluación del grado de adquisición de las

competencias y del logro de los objetivos de cada enseñanza y etapa educativa.

El Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero, por el que se establece el currículo básico

de la Educación Primaria, contiene las siguientes definiciones de los elementos

curriculares:

Currículo: regulación de los elementos que determinan los procesos de enseñanza

y aprendizaje para cada una de las enseñanzas y etapas educativas.

Objetivos: referentes relativos a los logros que el alumno debe alcanzar al finalizar

el proceso educativo, como resultado de las experiencias de enseñanza-

aprendizaje intencionalmente planificadas a tal fin.

Competencias: capacidades para aplicar de forma integrada los contenidos

propios de cada enseñanza y etapa educativa, con el fin de lograr la realización

adecuada de actividades y la resolución eficaz de problemas complejos.

Contenidos: conjunto de conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes que

contribuyen al logro de los objetivos de cada enseñanza y etapa educativa y a la

adquisición de competencias.

Estándares de aprendizaje evaluables: especificaciones de los criterios de

evaluación que permiten definir los resultados de aprendizaje y que concretan lo

que el alumno debe saber, comprender y saber hacer en cada asignatura; deben

ser observables, medibles y evaluables y permitir graduar el rendimiento o logro

alcanzado. Su diseño debe contribuir y facilitar el diseño de pruebas estandarizadas

y comparables.

Criterios de evaluación: son el referente específico para evaluar el aprendizaje del

alumnado. Describen aquello que se quiere valorar y que el alumnado debe lograr,

tanto en conocimientos como en competencias; responden a lo que se pretende

conseguir en cada asignatura.

Metodología didáctica: conjunto de estrategias, procedimientos y acciones

organizadas y planificadas por el profesorado, de manera consciente y reflexiva,

con la finalidad de posibilitar el aprendizaje del alumnado y el logro de los objetivos

planteados.


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B.4. OBJETIVOS GENERALES DE ETAPA Y SU RELACIÓN CON LAS

COMPETENCIAS CLAVE.

COMPETENCIAS CLAVE

OBJETIVOS GENERALES DE

ETAPA

CL CM

CT

CSC AA IE CD CEC

a. Conocer y apreciar los valores y

las normas de convivencia,

aprender a obrar de acuerdo con

ellos, prepararse para el ejercicio

activo de la ciudadanía y respetar

los derechos humanos, así como

el pluralismo propio de una

sociedad democrática.

b. Desarrollar hábitos de trabajo

individual y de equipo, de esfuerzo

y de responsabilidad en el estudio,

así como actitudes de confianza

en sí mismo, sentido crítico,

iniciativa personal, curiosidad,

interés y creatividad en el

aprendizaje y espíritu

emprendedor.

c. Adquirir habilidades para la

prevención y para la resolución

pacífica de conflictos, que les

permitan desenvolverse con

autonomía en el ámbito familiar y

doméstico, así como en los grupos

sociales con los que se relacionan.

d. Conocer, comprender y respetar

las diferentes culturas y las

diferencias entre las personas, la

igualdad de derechos y

oportunidades de hombres y

mujeres y la no discapacidad.

e. Conocer y utilizar de manera

apropiada la lengua castellana y,

si la hubiere, la lengua cooficial de

la Comunidad Autónoma y

desarrollar hábitos de lectura.

f. Adquirir en, al menos, una lengua

extranjera la competencia

comunicativa básica que les

permita expresar y comprender


13

mensajes sencillos y

desenvolverse en situaciones

cotidianas.

g. Desarrollar las competencias

matemáticas básicas e iniciarse en

la resolución de problemas que

requieran la realización de

operaciones elementales de

cálculo, conocimientos

geométricos y estimaciones, así

como ser capaces de aplicarlos a

las situaciones de su vida

cotidiana.

h. Conocer los aspectos

fundamentales de las ciencias de

la naturaleza, las ciencias

sociales, la geografía, la historia y

la cultura.

i. Iniciarse en la utilización, para el

aprendizaje, de las Tecnologías de

la Información y la Comunicación,

desarrollando un espíritu crítico

ante los mensajes que reciben y

elaboran.

j. Utilizar diferentes

representaciones y expresiones

artísticas e iniciarse en la

construcción de propuestas

visuales y audiovisuales.

k. Valorar la higiene y la salud,

aceptar el propio cuerpo y el de los

otros, respetar las diferencias y

utilizar la educación física y el

deporte como medios para

favorecer el desarrollo personal y

social.

l. Conocer y valorar los animales

más próximos al ser humano y

adoptar modos de

comportamiento que favorezcan

su cuidado.

m. Desarrollar sus capacidades

afectivas en todos los ámbitos de

la personalidad y en sus

relaciones con los demás, así

como una actitud contraria a la

violencia, a los prejuicios de


14

cualquier tipo y a los estereotipos

sexistas.

n. Fomentar la educación vial y

actitudes de respeto que incidan

en la prevención de los

accidentes de tráfico.


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C. PRINCIPIOS METODOLÓGICOS Y DIDÁCTICOS GENERALES.

Como indica el artículo 9 del Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero, por el que se

establece el currículo básico de la Educación Primaria, en esta etapa se pondrá

especial énfasis en la atención a la diversidad del alumnado, en la atención

individualizada, en la prevención de las dificultades de aprendizaje y en la puesta en

práctica de mecanismos de refuerzo tan pronto como se detecten estas dificultades.

En relación con lo anterior, el enfoque metodológico que orienta el desarrollo de esta

Propuesta curricular tiene como objetivos los siguientes:

Sistematizar diferentes vías que faciliten la reflexión sobre el proceso de enseñanza

y de aprendizaje.

Ofrecer un abanico variado y riguroso de contextos educativos que se ajusten a

cada necesidad del aula y permitan adaptaciones ágiles y eficaces.

Es necesario puntualizar que, independientemente de los elementos expresados a

continuación, la Propuesta queda abierta para que se pueda completar a medida que

avance el desarrollo de la programación.

En la metodología integramos todas las decisiones orientadas a organizar el proceso

de enseñanza y aprendizaje que se desarrolla en las aulas. Nuestras aulas se

consideran entornos inclusivos en las que se intenta dar respuesta a las necesidades y

al ritmo de aprendizaje de todos y cada uno de nuestros alumnos. Los métodos de

trabajo que vamos a utilizar se apoyan en los siguientes criterios educativos:

Procurar la funcionalidad, globalidad y significatividad de los aprendizajes

(conectados a los intereses de los alumnos y al desarrollo de competencias

para la vida).

Facilitar la implicación de las familias cuando se considere necesario

(estimulación de hábitos de trabajo, desarrollo de procedimientos de lectura,

desarrollo de normas de convivencia, planificación de actividades

complementarias, etc.).

No sólo utilizaremos los libros de texto (seleccionados de forma coordinada y

colaborativa) como guía de desarrollo curricular y base de nuestras

Programaciones Didácticas, sino que introduciremos otros materiales

curriculares y recursos didácticos ajustados a las necesidades de nuestros

alumnos.

Utilizar la biblioteca de aula para fomentar el hábito de la lectura.

Partir del nivel de desarrollo del alumno, de sus características evolutivas y de

sus niveles de competencias y conocimientos previos (consecuencia de su

historia educativa). En consecuencia, concedemos especial relevancia a la

evaluación inicial.

Asegurar aprendizajes funcionales y significativos, conectando los contenidos

con situaciones de la vida real para facilitar la motivación de nuestros alumnos.

Dar prioridad a la comprensión de los contenidos frente al aprendizaje

meramente mecánico.

Favorecer el aprendizaje autónomo (habilidades que permitan “aprender a

aprender”) y la aplicación de estrategias que desarrollen en los alumnos la


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capacidad de esfuerzo y las competencias necesarias para completar las

tareas que habitualmente se proponen en las aulas de nuestro centro.

Priorizar el desarrollo de las competencias clave para facilitar la aplicación de

los programas de tutoría, la atención de las dificultades de aprendizaje y la

aplicación de medidas de atención a la diversidad, la globalización y las

relaciones entre las distintas áreas de conocimiento.

Promover experiencias orientadas a crear y mantener un clima de relaciones

personales basadas en el respeto mutuo, la colaboración y la tolerancia.

Adaptar nuestra actuación pedagógica a las diferencias personales y respetar

los principios generales de atención a la diversidad.

Las estrategias metodológicas concretas se recogen en cada una de las áreas.

El enfoque metodológico que recoge esta Propuesta curricular se organiza en tres

grandes bloques:

Modelos metodológicos. Se refieren a los diferentes contextos de enseñanza-

aprendizaje que se pueden dar en el aula. No son excluyentes entre sí, pues, en un

mismo escenario, se pueden dar simultáneamente dos o más de ellos, para

complementar y enriquecer la experiencia educativa.

Principios metodológicos. Se pueden definir como el conjunto de condiciones que

marcan la dirección que deben seguir las actividades para obtener el mayor

rendimiento posible de cada tarea. Como en el caso anterior, los elementos que

forman parte de este bloque se complementan y pueden convivir en gran parte de

las actividades.

Agrupamiento. Es un valor metodológico fundamental, que enriquece el desarrollo

de las tareas. Permite que los alumnos aprendan a flexibilizar sus procesos de

trabajo y a asumir responsabilidades personales y grupales, en función del tipo de

tarea, del grupo que la esté realizando y de los objetivos, finales o parciales que

persigan.

La siguiente tabla ofrece un resumen del enfoque metodológico de la Propuesta

curricular:


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MODELOS

METODOLÓGICOS

PRINCIPIOS

METODOLÓGICOS AGRUPAMIENTO

Modelo

discursivo/expositivo.

Modelo experiencial.

Talleres.

Aprendizaje

cooperativo.

Trabajo por tareas.

Trabajo por proyectos.

Otros.

Actividad y

experimentación.

Participación.

Motivación.

Personalización.

Inclusión.

Interacción.

Significatividad.

Funcionalidad.

Globalización.

Evaluación formativa.

Otros.

Tareas individuales.

Agrupamiento flexible.

Distribución por parejas.

Pequeño grupo.

Gran grupo.

Grupo interclase.

Otros.

El enfoque metodológico se concreta en la Programación Didáctica de Aula de cada

área y cada unidad y está relacionado con las características del área, el contenido de

la unidad y la realidad de los alumnos que forman cada grupo en un determinado nivel,

y, junto con los modelos de evaluación, orienta las tareas de intervención educativa

para el desarrollo de mecanismos de refuerzo, tanto organizativos como curriculares.


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D. PROCEDIMIENTOS DE EVALUACIÓN DE LOS APRENDIZAJES DEL

ALUMNADO.

Entendemos la evaluación como un elemento fundamental e inseparable de la práctica

educativa que nos permite recoger, en cada momento, la información necesaria para

tomar decisiones sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje. Este proceso tiene

como objetivos fundamentales los siguientes:

1. Conocer la situación de partida de los alumnos para adaptar la enseñanza a sus

necesidades (evaluación inicial).

2. Seguir la evolución del desarrollo y aprendizaje de los alumnos (evaluación

continua).

3. Tomar decisiones para adecuar el diseño y desarrollo de nuestra acción

educativa a los rendimientos de los alumnos (evaluación sumativa – de los

resultados -).

La evaluación de los aprendizajes del alumnado será:

Continua, ya que atiende al aprendizaje como proceso, contrastando los

diversos momentos o fases (punto de partida, de llegada y momentos

intermedios). La información recogida en cada uno de estos momentos se

traslada a las familias y al alumnado.

Global, ya que requiere que la información recogida permita conocer el

desarrollo del alumno en todas las dimensiones de su personalidad. Esto sólo

será posible si se integra la información de todas las áreas.

Formativa, ya que permite incorporar las medidas de mejora necesarias y

exige el conocimiento descriptivo de lo que cada alumno sabe hacer o

desconoce. Concede importancia a la evolución a lo largo del proceso,

confiriendo una visión de las dificultades y progresos de cada alumno.

Individualizada, centrándose en la evolución de cada alumno.

Integradora, para lo cual contempla la existencia de diferentes grupos y

situaciones y la flexibilidad en la aplicación de los criterios de evaluación y los

estándares de aprendizaje evaluables que se seleccionan.

Cualitativa, en la medida en que se aprecian todos los aspectos que inciden

en cada situación particular y se evalúan de forma equilibrada los diversos

niveles de desarrollo del alumno, no sólo los de carácter cognitivo.

Orientadora, dado que aporta al alumno la información precisa para mejorar

su aprendizaje y adquirir estrategias apropiadas.

La evaluación en Educación Primaria se apoyará en los siguientes aspectos:

Los criterios de evaluación y estándares de aprendizaje evaluables curriculares

son las referencias para la evaluación del grado de adquisición de las

competencias y de los objetivos curriculares.

La evaluación será continua y global en el conjunto de las áreas.


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La evaluación continua permitirá detectar si el progreso de un alumno o alumna

no es adecuado y establecer medidas de refuerzo educativo dirigidas a

garantizar la adquisición de las competencias imprescindibles para continuar el

proceso educativo.

Se evaluarán tanto los aprendizajes del alumnado como los procesos de

enseñanza y la práctica docente, para lo que se establecerán indicadores de

logro en las programaciones docentes.

Las condiciones de realización de todas las evaluaciones deben estar

adaptadas a las peculiaridades del alumnado con necesidades específicas de

apoyo educativo.

Instrumentos y procedimientos para la evaluación.

El sistema de evaluación que recoge la presente Propuesta Curricular está integrado

por varios tipos de instrumentos y procesos:

1. Pruebas de evaluación que deben resolver los alumnos.

2. Otros.

1. PRUEBAS DE EVALUACIÓN

Pruebas de evaluación por competencias. Estas pruebas se proponen para cada

unidad didáctica y se refieren, fundamentalmente, a la competencia o competencias

más relacionadas con cada área.

Pruebas de evaluación de contenidos. Las pruebas de evaluación por competencias

se complementan con las pruebas para la evaluación de contenidos y viceversa

(pueden ser orales o escritas). Tanto unas como otras evalúan los procesos cognitivos

y el progreso en el aprendizaje, aunque las de contenidos están más guiadas por el

currículo de las áreas, y las de competencias, por la contribución de tales áreas al

logro de las competencias clave. La evaluación de contenidos permite controlar el

proceso de enseñanza efectuando una comprobación permanente del nivel de

adquisición de los estándares de aprendizaje. Existen los siguientes elementos para

cada área:

Evaluación inicial. Es una prueba destinada a realizar una evaluación de la

situación de partida de los alumnos al iniciar el curso.

Evaluación de unidades didácticas. Para cada unidad se aplica una prueba

de control.

Evaluación final. Permite realizar una valoración global del aprendizaje al

finalizar el curso.

Pruebas de autoevaluación. Están destinadas a que los propios alumnos puedan

valorar sus logros y reflexionar sobre sus dificultades de aprendizaje.


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2. OTROS PROCEDIMIENTOS E INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN.

Se consideran referentes básicos para la evaluación continua los siguientes:

Observación sistemática (escala de observación, registro anecdótico personal).

Análisis de las producciones de los alumnos (monografías, resúmenes

cuaderno de clase, textos escritos, producciones orales, cumplimentación de

las tareas diarias, etc.).

Intercambios orales con los alumnos (diálogos, entrevistas, puestas en común,

asambleas, etc.).

Resolución de ejercicios, trabajos, etc.

La motivación y el interés con los que el alumno aborda los aprendizajes.

Autoevaluación.

Coevaluación.


21

E. CRITERIOS DE PROMOCIÓN.

El Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero, por el que se establece el currículo básico

de la Educación Primaria, indica lo siguiente en relación con la promoción de alumnos:

“El alumno o alumna accederá al curso o etapa siguiente siempre que se considere

que ha logrado los objetivos de la etapa o los que correspondan al curso realizado, y

que ha alcanzado el grado de adquisición de las competencias correspondientes. De

no ser así, podrá repetir una sola vez durante la etapa, con un plan específico de

refuerzo o recuperación y apoyo, que será organizado por los centros docentes de

acuerdo con lo que establezcan las Administraciones Educativas. La repetición se

considerará una medida de carácter excepcional y se tomará tras haber agotado el

resto de medidas ordinarias de refuerzo y apoyo para solventar las dificultades de

aprendizaje del alumno.

El equipo docente adoptará las decisiones correspondientes sobre la promoción del

alumnado tomando especialmente en consideración la información y el criterio del

profesor tutor. Se atenderá especialmente a los resultados de las evaluaciones

individualizadas de tercer curso de Educación Primaria y final de Educación Primaria”.

Por su parte, el Decreto 54/2014, de 10 de julio, en su artículo 11 sobre evaluaciones

finales y promoción, establece:

“1. El equipo docente, al realizar la evaluación final de cada curso, adoptará las

decisiones correspondientes sobre la promoción del alumnado y sobre otras medidas

que precise, tomando especialmente en consideración la información y el criterio del

maestro o maestra responsable de la tutoría.

La evaluación final se efectuará teniendo en cuenta su carácter global, y, por tanto,

debe considerar todas las áreas en su conjunto.

Se atenderá especialmente a los resultados de las evaluaciones individualizadas de

tercer curso y final de sexto curso de Educación Primaria.

2. El alumnado accederá al curso o etapa siguiente, siempre que se considere que ha

logrado los objetivos de la etapa o los del curso realizado y que ha alcanzado el grado

adecuado de adquisición de las competencias correspondientes. En caso contrario,

podrá repetir el curso una sola vez durante la etapa, con un plan específico de

refuerzo y recuperación o de apoyo. En la etapa de Educación Primaria, la repetición

se considerará una medida extraordinaria de carácter excepcional, y se tomará, tras

haber agotado el resto de medidas ordinarias de refuerzo y apoyo, para solventar las

dificultades de aprendizaje detectadas”.

En relación con lo anterior, las referencias que permitirán valorar el nivel de

adquisición de las competencias por parte de los alumnos quedan establecidas, según

esta Propuesta curricular, por los siguientes elementos:

Objetivos del curso realizado.

Objetivos de la etapa.


22

Criterios de evaluación curriculares.

Estándares de aprendizaje evaluables.

Indicadores de logro.

El CEIP Príncipe Felipe establece en esta Propuesta Curricular que el alumno

PROMOCIONARÁ al curso o etapa siguiente cuando haya superado los objetivos

y haya alcanzado el grado adecuado de adquisición de las competencias

correspondientes en tres o más de las materias troncales (Lengua, Matemáticas,

Inglés, Ciencias de la Naturaleza y Ciencias Sociales). NO PROMOCIONARÁ al

curso o etapa siguiente si las dos materias no superadas fueran Lengua y

Matemáticas.

Las áreas con Adaptación Curricular, aunque obtengan una calificación positiva,

se considerarán NO SUPERADAS a efectos de cómputo para la promoción.


23

F. PROCEDIMIENTOS DE EVALUACIÓN DE LA PROGRAMACIÓN

DIDÁCTICA Y DE LA PRÁCTICA DOCENTE.

Para la evaluación de la programación didáctica se tendrá en cuenta:

A. INDICADORES.

La adecuación de la programación didáctica al contexto, a los recursos

disponibles y a los objetivos propuestos.

La coherencia entre lo planificado y las medidas puestas en práctica.

La funcionalidad de las medidas a la hora de dar respuesta a las situaciones

planteadas.

La suficiencia alcanzada en función de los mínimos considerados como

deseables en cantidad y en calidad.

La satisfacción de los participantes con el desarrollo del proceso y con los

resultados alcanzados, desde el esfuerzo realizado y las expectativas

iniciales.

B. PROCEDIMIENTOS

La evaluación del proceso de enseñanza y aprendizaje de cada una de las áreas

incluye:

Análisis anual de los resultados escolares del alumnado (estadísticas por

áreas).

Aplicación y análisis de las pruebas de competencia curricular y competencial

al finalizar los distintos niveles (tomando como referencia las competencias

clave, los criterios de evaluación y los estándares de aprendizaje evaluables).

Los resultados permiten a la Comisión de Coordinación Pedagógica revisar la

adecuación de todos los elementos curriculares que forman parte de las

Programaciones Didácticas de las distintas áreas y asegurar la coordinación entre los

distintos niveles y etapas.

Para la evaluación de la práctica docente se tendrán en cuenta los siguientes

aspectos:

1. MÉTODOS PEDAGÓGICOS: Autonomía del alumno en el desarrollo de las

tareas, diferenciación de tareas según el momento de aprendizajes, etc.

2. MEDIDAS ORGANIZATIVAS: Trabajo individual, trabajo en grupos pequeños,

uso de diferentes espacios, otros.

3. CLIMA ESCOLAR: Relaciones personales, ejercicio de los derechos y

deberes y práctica de valores, etc.

4. APROVECHAMIENTO DE RECURSOS Y MATERIALES: Uso de otros

materiales además del libro de texto, uso de las TIC, biblioteca, etc.


24

5. COORDINACIÓN: Con la unidad de orientación, con el equipo docente, con

las familias, implicación de éstas, etc.

6. PROGRAMACIÓN: Coherencia entre objetivos, contenidos, criterios de

evaluación, estándares de aprendizaje evaluables y competencias clave, la

atención a la diversidad, etc.

7. EVALUACIÓN: Utilización de distintos tipos de evaluación: autoevaluación,

coevaluación, observación directa, pruebas orales y escritas; procedimientos

e instrumentos utilizados, etc.

Algunos de los procedimientos e instrumentos para evaluar el proceso de la práctica

docente:

Cuestionarios: a los profesores, a los alumnos, a los padres.

Intercambios orales: entrevista con alumnos, debates, entrevista con padres,

reuniones con padres.

Observador externo.

Resultados del proceso de aprendizaje de los alumnos.

Plan Marco de Orientación y Atención a la Diversidad.

Plan de Acción Tutorial.


25

G. MEDIDAS CURRICULARES Y ORGANIZATIVAS PARA LA ATENCIÓN A

LA DIVERSIDAD DEL ALUMNADO. PROCEDIMIENTO DE

ELABORACIÓN Y EVALUACIÓN DE LAS ADAPTACIONES.

LEGISLACIÓN APLICABLE.

En aplicación de lo que se establece en el artículo 71 de la Ley Orgánica 2/2006, de 3

de mayo, el alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo es aquel que

requiere una atención educativa diferente a la ordinaria. Tendrá esta consideración el

alumnado que presente necesidades educativas especiales, dificultades específicas

de aprendizaje, trastorno por déficit de atención e hiperactividad, altas capacidades

intelectuales, y aquellos que se han incorporado tarde al sistema educativo, o bien

están en condiciones de desigualdad personales o por historia escolar.

Con la finalidad de que los alumnos y alumnas con necesidades específicas de apoyo

educativo puedan alcanzar el máximo desarrollo posible de sus capacidades

personales y los objetivos y competencias de la etapa, se establecerán las medidas

curriculares y organizativas oportunas que aseguren su adecuado progreso, según lo

previsto en el artículo 14 del Decreto 126/2014, de 28 de febrero.

Entre las pautas de actuación con este alumnado, se asegurará una identificación y

valoración lo más temprana posible de sus necesidades.

La escolarización del alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo se

regirá por los principios de normalización e inclusión, y asegurará su no discriminación

y la igualdad efectiva en el acceso y permanencia en el sistema educativo.

De acuerdo a la normativa vigente sobre atención específica al alumnado con

necesidades educativas especiales, los centros establecerán las medidas

organizativas precisas sobre las condiciones materiales de accesibilidad y los recursos

de apoyo que favorezcan su acceso al currículo. Igualmente, adaptarán los

instrumentos y, en su caso, los tiempos y apoyos, que aseguren una correcta

evaluación de este alumnado.

Los equipos docentes, con el asesoramiento de los responsables de orientación

educativa, realizarán adaptaciones significativas de los elementos del currículo, a fin

de atender al alumnado con necesidades educativas especiales que las precise. Estas

adaptaciones se realizarán buscando el máximo desarrollo posible de las

competencias. La evaluación continua y la promoción tomarán como referente los

elementos fijados en dichas adaptaciones.

Sin perjuicio de la permanencia durante un curso más en la etapa, prevista en el

artículo 20.2 de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, modificado por la Ley Orgánica

8/2013, de 9 de diciembre, la escolarización de este alumnado en la etapa de

Educación Primaria podrá prolongarse un año más, siempre que ello favorezca su

integración socioeducativa.


26

La escolarización del alumnado que se incorpora de forma tardía al sistema educativo,

a los que se refiere el artículo 78 de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, se

realizará atendiendo a sus circunstancias, conocimientos, edad e historial académico.

Quienes presenten un desfase en su nivel de competencia curricular de más de dos

años podrán ser escolarizados en el curso inferior al que les correspondería por edad.

Para este alumnado se adoptarán las medidas de refuerzo necesarias que faciliten su

integración escolar y la recuperación de su desfase y le permitan continuar con

aprovechamiento sus estudios. En caso de superar dicho desfase, se incorporarán al

curso correspondiente a su edad.

INTRODUCCIÓN:

Todos los profesionales de la educación son conscientes de la diversidad de sus alumnos y de

la evidente repercusión que esta circunstancia tiene en las aulas. Tanto el desarrollo de

capacidades, como la adquisición y asimilación de conocimientos, procedimientos y actitudes

dependen de condicionantes personales y contextuales. El sistema educativo, teniendo en

cuenta estos condicionantes, opta por un diseño curricular abierto y flexible y, a la vez,

posibilita una serie de medidas que, desde el respeto a la autonomía pedagógica, intentan

favorecer y facilitar el cumplimiento de los fines que enuncia en su declaración de intenciones.

Las circunstancias sociales que actualmente acontecen potencian en mayor medida una

población escolar heterogénea que, a corto o medio plazo, tiende a aumentar. Ante esta

evidencia, la respuesta educativa que ofertamos desde el centro no puede permanecer

invariable, debe permitir adaptarse a las exigencias que la comunidad plantea y a una serie de

valores educativos que socialmente consideramos deseables. En este sentido, estimamos que

la institución escolar debe actuar con la flexibilidad necesaria para cubrir los objetivos que

realmente le otorgan sentido; en definitiva, ser coherente con el cometido educativo que

justifica y avala el servicio que presta a la comunidad.

Por tanto, la diversidad de nuestros alumnos es una evidencia y su adecuada atención es uno

de los pilares básicos en el que se fundamentan nuestros planteamientos. Cada alumno y cada

alumna tienen una amplia gama de necesidades educativas, debidas a la presencia de

múltiples factores personales y sociales (género, edad, etapa de desarrollo madurativo,

motivación, intereses, estilos de aprendizaje, expectativas, procedencia socioeconómica y

cultural, origen étnico, etc.), que deben atenderse adecuadamente. En este sentido, nuestro

centro pretende estar en condiciones de:

Adaptarse a las características individuales y sociales de los alumnos.

Ofrecer una cultura común, respetando las peculiaridades de la cultura propia.

Adoptar metodologías que favorezcan la atención a la diversidad.

Partir de una evaluación inicial, en cada núcleo de aprendizaje, que permita

detectar los conocimientos previos y facilitar la significación y funcionalidad de los

nuevos contenidos de aprendizaje.

En coherencia con estas premisas, el principio de atención a la diversidad impregna toda

nuestra propuesta educativa; no es un añadido a los planteamientos generales, tampoco algo

que tenemos en cuenta de manera marginal. Se trata de uno de los elementos fundamentales


27

del modelo sin él cual se desvirtúan sus finalidades. Básicamente, abogamos por una

intervención pedagógica que enfatiza el protagonismo del alumno y la funcionalidad de los

aprendizajes. En consecuencia, uno de los principales indicadores para valorar los niveles de

calidad que alcanzamos es analizar nuestro potencial para diseñar una oferta educativa

adecuada a la diversidad de los alumnos que atendemos. Conjugar las características

personales con la práctica educativa supone desarrollar metodologías que personalizan la

enseñanza y el aprendizaje y que, de forma paralela, permiten un desarrollo de las

capacidades básicas ajustado a las posibilidades de cada alumno.

Con este marco, el Colegio “Príncipe Felipe” se plantea, a través de un currículo flexible y

comprensivo, dar una respuesta adaptada, habilitadora y compensadora a las diferencias

individuales del alumnado en el marco normalizado del centro. Así, nuestra práctica educativa

se propone como principio básico respetar las diferencias de tipo personal o cultural mediante

el desarrollo de actitudes de tolerancia y solidaridad en el marco de una sociedad cada vez

más global e intercultural. Para hacer operativos estos argumentos se han tenido en cuenta las

siguientes premisas:

Los procedimientos y actuaciones que se proponen requieren trabajo en equipo y un

sistema de coordinación eficaz entre la Comisión de Coordinación Pedagógica, los

Equipos de Nivel, el Equipo de Orientación y Apoyo, etc.

Nuestra práctica educativa requiere tomar decisiones para favorecer la educación en y

para la diversidad y cualquiera de ellas se plantea con la implicación de todo el

profesorado del Centro.

Nos proponemos como fin último de cualquier estrategia de apoyo integrar al alumno en

la dinámica de trabajo normalizado de su grupo-clase.

Todas las propuestas de mejora que afectan a la atención a la diversidad se canalizan a

través de la Comisión de Coordinación Pedagógica, con el fin de facilitar la toma de

decisiones, dar coherencia a las medidas educativas que se programan y favorecer la

autonomía de nuestro centro.

CRITERIOS GENERALES DE ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD:

En coherencia con la legislación vigente, la respuesta a la diversidad en los centros de

Castilla-La Mancha se rige por los principios de “equidad, que garantice la igualdad de

oportunidades, la inclusión educativa y la no discriminación” .

La respuesta a la diversidad comprende el conjunto de actuaciones educativas que,

considerando las diferentes capacidades, ritmos y estilos de aprendizaje, motivaciones e

intereses, condiciones personales o de historia escolar, situaciones sociales, culturales,

lingüísticas y de salud, se dirigen al conjunto del alumnado y a su entorno con la finalidad de

favorecer el logro de las competencias clave y los objetivos de la Educación Primaria. El

principal objetivo de dicha respuesta es promover el éxito escolar e incrementar la motivación

del alumnado, garantizar su plena incorporación a la vida escolar y social y contribuir a la

consecución de un clima positivo para el desarrollo de los procesos de enseñanza y

aprendizaje en las aulas y en el centro.

Para cubrir estos objetivos, el centro ha desarrollado medidas de tipo curricular y medidas de

adaptación, apoyo y refuerzo. Globalmente, se utilizan como referencia para todos los alumnos


28

las mencionadas medidas curriculares (selección de hábitos y actitudes escolares

fundamentales y competencias clave). A partir de las evaluaciones programadas, se

determinan los alumnos que requieren medidas de adaptación, apoyo y/o refuerzo y se

desarrollan los correspondientes Planes de Trabajo Individualizados (PTI).

a. Medidas de tipo curricular:

Tomando como referencia el currículo oficial y su secuenciación por niveles, es posible

establecer en cada momento la “Competencia Curricular” de cada alumno y las actividades

diversificadas que, en cada caso, correspondan para desarrollar adecuadamente los

procedimientos de apoyo y/o refuerzo.

Los contenidos, los criterios de evaluación, los estándares de aprendizaje evaluables y las

competencias asociadas a los estándares se consideran la referencia curricular básica y

fundamental para todo el profesorado del centro y para el equipo de orientación y apoyo. En

esta línea, serán el punto de partida para elaborar los Planes de Trabajo Individualizados (PTI)

que se determinen, según las necesidades educativas de los alumnos y las características de

las medidas curriculares que, en cada caso, se adopten.

b. Medidas de adaptación, apoyo y refuerzo:

Son medidas educativas dirigidas a ayudar al alumnado que, de forma permanente o en algún

momento del proceso educativo, presenta dificultades para alcanzar los objetivos propios del

nivel.

Para atender a estos alumnos se organizan los PTI, que incluyen: medidas de adaptación

curricular (para aneaes, a partir de la selección de contenidos, criterios de evaluación y

estándares de aprendizaje adaptados a sus posibilidades) y medidas de apoyo y refuerzo (para

alumnos con dificultades de aprendizaje, que incluyen todas aquellas estrategias de respuesta

educativa que facilitan la atención individualizada, sin modificar sustancialmente el currículo

propio del nivel).

Se trata de medidas preventivas, compensadoras y/o de estimulación que persiguen ajustar la

respuesta educativa a las necesidades y posibilidades de nuestros alumnos. En definitiva, se

pretende facilitar su acceso al nivel curricular donde están escolarizados, junto al desarrollo de

unos niveles adecuados de independencia y autonomía en el trabajo personal. Sus principales

finalidades son:

Completar lagunas de aprendizaje o repasar contenidos concretos trabajados en el

grupo-clase (PTI asociados a Programas de Refuerzo).

Afianzar competencias de tipo instrumental, que permiten al alumno abordar

aprendizajes curriculares fundamentales para garantizar una progresión escolar

normalizada (PTI asociados a Programas de Apoyo).

Estimular las capacidades básicas de los alumnos con necesidades específicas de

apoyo educativo (aneae), teniendo como referencia el desarrollo curricular del centro,

para favorecer su integración social y su progresión escolar (PTI asociado a una

Adaptación Curricular)


29

El centro organiza este tipo de medidas en función de las características y necesidades del

alumnado y del contexto, teniendo en cuenta los recursos, espacios y tiempos disponibles cada

curso escolar. Con este marco de actuación, para articular la aplicación de medidas ordinarias

y extraordinarias de Atención a la Diversidad, se establecen los siguientes criterios:

A nivel de centro:

El desarrollo de las medidas de apoyo y/o refuerzo para los alumnos con dificultades de

aprendizaje, que no precisen adaptaciones curriculares, corresponde a todo el

profesorado del centro. El Equipo de Orientación y Apoyo (EOA) participará en el

desarrollo de este tipo de medidas en función de su disponibilidad horaria.

El Equipo de Orientación y Apoyo organizará la atención a los alumnos con

necesidades de apoyo educativo (específicas y especiales) según el siguiente orden de

prioridades:

1. Alumnos cuya valoración psicopedagógica prescriba la necesidad de una

adaptación curricular individualizada (PTI asociado a una Adaptación Curricular).

2. Alumnos cuya valoración psicopedagógica prescriba la necesidad de un

programa de apoyo (PTI asociado a Programas de Apoyo).

3. Alumnos que necesitan un PTI asociado a un Programa de Refuerzo. En este

caso, se dará preferencia a los alumnos de menor edad al tratarse de

aprendizajes más básicos.

La intervención especializada sólo se llevará a cabo cuando, una vez agotadas las

medidas ordinarias (normalizadas), se determine que el alumno precisa una respuesta

educativa más específica. Se podrá desarrollar tanto dentro del grupo de referencia,

como fuera de él (previamente se requiere el acuerdo entre el tutor y el equipo de

apoyo) y de forma individual o en pequeño grupo; en todos los casos se valorarán

cuidadosamente las ventajas e inconvenientes de uno y otro modo de intervención,

optando por el que se considere más ventajoso para el alumno.

Se consideran contenidos básicos para la intervención directa del equipo de orientación

y apoyo: el aprendizaje y consolidación de los hábitos y actitudes escolares

fundamentales y de las competencias de tipo instrumental, según las referencias del

nivel en el que el alumno está escolarizado. Se pretende evitar, en la medida de lo

posible, el desfase curricular respecto al grupo de compañeros y potenciar el refuerzo

de habilidades y estrategias básicas que permiten el acceso a los contenidos

curriculares fundamentales (hábitos de trabajo autónomos, mantenimiento de la

atención y la concentración, estrategias de cálculo mental, comprensión lectora, etc.).

Con la colaboración del equipo directivo, la intervención directa de los especialistas se

coordinará con las tareas del aula y se procurará evitar la ausencia sistemática de los

alumnos en las áreas “instrumentales”. La especialista en Audición y Lenguaje atiende a

los alumnos de forma individualizada o, circunstancialmente, agrupando dos-tres

alumnos de características similares (periodos flexibles entre 20 y 30 minutos, en

función de los tratamientos). En el caso del especialista en Pedagogía Terapéutica, los


30

alumnos se atienden individualmente o en pequeño grupo (dos/tres niños) a partir de

PTI con objetivos equiparables. Asimismo, se prioriza la intervención en los dos

primeros cursos de E. Primaria, a fin de abordar de forma preventiva las dificultades que

se asocian a la asimilación de las competencias instrumentales. En general, cualquier

medida educativa que requiera la intervención de distintos profesionales deberá

recogerse por escrito y asegurar la necesaria coordinación entre ellos.

Todos los tutores con alumnos atendidos por el Equipo de Orientación y Apoyo

(Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje) dispondrán de un informe pedagógico

trimestral que recoge el seguimiento de los alumnos atendidos y un informe pedagógico

con la evaluación final y el pronóstico de intervención para el próximo curso. Los

listados de alumnos atendidos de forma individualizada se actualizan trimestralmente y

se cierran en el mes de junio de cada curso académico.

La coordinación entre tutores y especialistas se plantea de forma fluida y sistemática. La

evaluación de los alumnos con NEE se realiza de forma conjunta.

Como criterio general, en las entrevistas con padres y otros profesionales participarán

los profesionales del centro implicados en la intervención educativa planificada para el

alumno (tutores y equipo de orientación y apoyo). Los aspectos a tratar serán

determinados previamente, tendrán como referencia los aspectos recogidos en su PTI y

se reflejarán por escrito en los expedientes elaborados por el equipo de orientación y

apoyo.

A nivel de aula:

La asimilación y consolidación de los hábitos y actitudes escolares fundamentales y de

las competencias clave se considera una prioridad básica de todo el profesorado,

independientemente de la especialidad que imparta.

Para desarrollar cualquier medida educativa es imprescindible la coordinación y el

acuerdo entre el tutor y el o los profesionales que apoyan al alumno.

Entre las medidas ordinarias de atención a la diversidad que pueden ponerse en

práctica en las aulas de nuestro centro, se destacan como más idóneas: diseñar

actividades con diferentes grados de dificultad, secuenciar los aprendizajes en unidades

más simples, diseñar tareas que potencien el trabajo cooperativo, variar la metodología

de enseñanza según las características de los alumnos y utilizar diferentes formas de

evaluación.

Identificación y atención de alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo:

Se pretende, globalmente, favorecer los procesos de madurez personal, académica y social de

los alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo (ANEAE), ya sean de carácter

permanente (alumnos con necesidades educativas especiales o con altas capacidades) o

temporales (desfase curricular por escolarización tardía, desconocimiento de la lengua

castellana, situaciones personales o familiares de carácter excepcional, etc.). Las actuaciones

se encaminan al ajuste objetivo de la respuesta educativa a las necesidades de aprendizaje del


31

alumno y a facilitar su autonomía e integración normalizada en los procesos educativos que se

desarrollan en el aula de referencia (mediante las adaptaciones necesarias y en función de las

posibilidades de cada uno de los alumnos).

Identificadas y analizadas las necesidades específicas de apoyo educativo y el contexto escolar

y familiar del alumnado, la respuesta a la diversidad se concreta en un Plan de Trabajo

Individualizado (PTI), asociado a una Adaptación Curricular que, coordinado por el tutor,

desarrolla el profesorado en colaboración con las familias y con aquellos profesionales que

intervengan en la respuesta educativa. El PTI contempla las competencias que el alumno debe

alcanzar en el área o áreas de conocimiento, los contenidos, la organización del proceso de

enseñanza y aprendizaje y los procedimientos de evaluación.

En la organización del proceso se incluirán actividades individuales y cooperativas, los

agrupamientos, los materiales necesarios, los responsables y la distribución secuenciada de

tiempos y espacios. El profesorado integra el PTI en la programación didáctica y en las

unidades didácticas que la desarrollan.

Criterios para identificar y atender alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo:

La identificación se realiza a partir del correspondiente dictamen de escolarización (acompaña

a los alumnos al ingresar en el centro) o de la demanda de los tutores y/o equipos educativos

docentes (cuando advierten, a través de la observación diaria y sistemática, que alguno de sus

alumnos presenta importantes dificultades en los aprendizajes y no responde a las medidas

pedagógicas aplicadas). La intervención, en cualquiera de los casos, supone el desarrollo de

una serie de procedimientos que implican a los miembros del equipo de orientación y apoyo.

Básicamente, se abordan las siguientes actuaciones: evaluación psicopedagógica (inicial o de

actualización), diseño de un plan de trabajo individualizado (en caso necesario PTI asociado a

una AC) y compartido con el tutor, entrevista y orientaciones a la familia, seguimientos

trimestrales y evaluación final. El desarrollo del PTI supone la intervención directa de los

especialistas (PT y/o AL). Asimismo, trimestralmente, se analizan todos los casos atendidos y

se procede a debatir y decidir (en colaboración con los tutores) la idoneidad de las medidas

adoptadas.

Resumen del procedimiento:

1. El tutor solicita a la orientadora una evaluación del alumno, cumplimentando la hoja de

demanda disponible para ello en el Centro. Se entrega al Equipo de Orientación y Apoyo,

donde se analiza la demanda y se mantiene una reunión con el tutor para valorar las

circunstancias de cada caso. Cuando se considera necesario se informa a la familia.

2. Si así se determina, la orientadora procede a realizar la correspondiente Evaluación

Psicopedagógica. En los casos necesarios el tutor informa a la familia sobre las

dificultades del alumno y solicita su autorización para iniciar el proceso.

3. En todos los casos la evaluación psicopedagógica debe recoger, analizar y valorar la

información relevante del alumno, del contexto familiar y del contexto escolar.

Asimismo, debe reflejar: la evaluación de capacidades (cognitivas, afectivas, motrices, de

comunicación y de relación personal), la identificación de las necesidades educativas del

alumno y las propuestas educativas básicas que permitan al equipo de apoyo elaborar un

Plan de Trabajo Individualizado ajustado a las necesidades del alumno.


32

4. Finalizado el proceso, el equipo de apoyo entrega al tutor el correspondiente el Informe

Psicopedagógico y, en colaboración, se elabora el Plan de Trabajo Individualizado

para el alumno, determinando las características del apoyo programado, los horarios de

atención, las adaptaciones necesarias y los criterios de seguimiento y evaluación.

5. La información que aparece en la evaluación psicopedagógica se considera

confidencial y se utiliza únicamente para facilitar y mejorar la respuesta educativa. Este

documento se archiva debidamente en el aula de apoyo y, posteriormente, se incorpora al

expediente académico del alumno.

6. Con toda la información disponible se programa una reunión con la familia en la que

intervienen el equipo de apoyo y el tutor. El objetivo básico es informar a la familia y recabar

su colaboración para facilitar la eficacia de las medidas adoptadas.

Criterios para la elaboración y desarrollo de PTI asociados a una Adaptación Curricular (ACI):

Las adaptaciones curriculares tratan de dar respuesta a los alumnos que presentan graves y

permanentes dificultades de aprendizaje. Mediante las ACI modificamos los elementos

prescriptivos y/o de acceso al currículo (contenidos, criterios de evaluación, estándares de

aprendizaje, metodología, organización, etc.) para atender las necesidades específicas de

apoyo educativo que los alumnos presentan a lo largo de la escolaridad.

Elaboramos una ACI cuando no es posible responder a las necesidades específicas de apoyo

educativo del alumno desde la programación normalizada o mediante la articulación de apoyos

complementarios. Las adaptaciones curriculares se plasman en un documento individual en el

que se incluyen: los datos de identificación del alumno, las propuestas de adaptación, las

modalidades de apoyo y los responsables de articularlo, el marco de colaboración familiar, los

criterios de evaluación y promoción y los acuerdos adoptados por el equipo pedagógico al

realizar los oportunos seguimientos.

En todos los casos el equipo de apoyo y los tutores correspondientes se consideran los

responsables de cumplimentar los distintos apartados. Las adaptaciones curriculares son

revisadas periódicamente por el equipo de orientación y apoyo que, previamente, planifica el

seguimiento y la evaluación de dichos programas.

Criterios de evaluación e información a padres:

Todo alumno que disponga de un PTI con ACI será evaluado de acuerdo a los criterios que se

especifiquen en la misma. En los períodos regulados por la evaluación continua

(trimestralmente), se informará a los padres de los progresos de sus hijos y, además, se

incluirán orientaciones educativas para trabajar en el contexto familiar. En esta línea, se evalúa

tanto el proceso de enseñanza, como el proceso de aprendizaje teniendo en cuenta los

siguientes aspectos:

Si los objetivos y contenidos planteados han sido los adecuados.

Si las actividades han sido suficientes y variadas.

Si el material del que se ha dispuesto ha sido operativo.

Si los criterios de evaluación y los estándares de aprendizaje han permitido valorar el

nivel de conocimientos alcanzado.


33

Si ha existido coordinación entre todos los profesionales que han participado en el

proceso de enseñanza- aprendizaje.

Si el clima de trabajo ha permitido aumentar la motivación en el alumno, su participación

y la interrelación con los iguales.

Si la definición de los tiempos ha sido correcta.

La evaluación se realiza de forma global, continua y formativa, de tal forma que, a lo largo del

proceso educativo, podamos tomar las medidas correctoras oportunas cuando los aprendizajes

no son los esperados. La decisión de no promoción de un alumno con necesidades

específicas de apoyo educativo se adoptará cuando la permanencia en la etapa de un curso

adicional permita que el alumno pueda alcanzar los objetivos o cuando de esa permanencia se

deriven beneficios para su socialización. En todos los casos se informará a las familias y se

tendrán en cuenta sus opiniones.

Procedimientos para establecer medidas de apoyo y refuerzo.

1. Detección de los alumnos que requieren este tipo de medidas: tras la correspondiente

evaluación, tomando como referencia los criterios de evaluación, los estándares de

aprendizaje y las competencias clave, los tutores y los equipos docentes (con la

colaboración del equipo de orientación y apoyo) determinan los alumnos que presentan

dificultades de aprendizaje y que precisan desarrollar un Programa de Apoyo o Refuerzo.

2. Aplicación de las medidas: corresponde a los propios tutores y a los especialistas del equipo

de orientación y apoyo (especialistas en Audición y Lenguaje y Pedagogía Terapéutica). En

todos los casos, y a partir de la evaluación psicopedagógica, se procura desarrollar el

correspondiente PTI, tratando de restringir la intervención al menor número posible de

profesionales.

La incorporación del alumnado a las actividades de apoyo y refuerzo es de carácter temporal

y revisable, con la periodicidad que se establezca en cada PTI. En general, las actividades de

Apoyo y Refuerzo reúnen las siguientes características:

Se pueden realizar de forma personalizada o en pequeño grupo.

El tutor y el equipo de orientación y apoyo son los responsables de establecer los

contenidos de trabajo.

La medida educativa adoptada debe ser conocida por la familia del alumno. Cuando se

considere necesario, se recabará la colaboración familiar.

Se prevén seguimientos trimestrales entre el tutor y los profesores implicados en el PTI

asociado a un programa de apoyo o refuerzo para determinar si el alumno, en función

del grado de consecución de los contenidos trabajados, debe continuar o no con el

programa diseñado.

Medidas educativas complementarias para el alumnado que no promociona:

A finales del mes de mayo se determina el alumnado que no promociona. Se aplica el criterio

de permanencia de un año adicional priorizando los primeros cursos. Para cubrir este objetivo,

se programan diferentes reuniones entre los tutores, los especialistas de las distintas áreas y el

equipo de orientación y apoyo; en estos foros se toman las siguientes decisiones:


34

Determinar qué alumnos permanecerán un año adicional en la etapa.

Materiales curriculares complementarios para estos alumnos (cuadernos, material de

apoyo, libros de texto, fichas madurativas, etc.).

Medidas de apoyo y refuerzo previstas para el próximo curso.

Horarios de apoyo o refuerzo, profesionales implicados, modalidad (dentro/fuera del

aula), etc.

Diseño y estructuración de actividades de trabajo para el tiempo de las vacaciones de

verano.

Se trata, en suma, de realizar una previsión de continuidad con estos alumnos y una

organización del trabajo para el próximo curso escolar. Estas medidas se recogen en un

documento del que se informa a los padres y al alumno.

Criterios prioritarios de Atención a la Diversidad:

Frente a una visión que asocia el concepto de diversidad exclusivamente a los colectivos que

tienen unas peculiaridades tales que requieren un diagnóstico y una atención por parte de

profesionales especializados, entendemos la diversidad del alumnado en sentido amplio.

Consideramos que existe una variabilidad natural a la que queremos ofrecer una atención

educativa de calidad a lo largo de todas las etapas que se imparten en nuestro centro; para

que, independientemente de sus circunstancias personales, sociales, culturales, étnicas o

cualesquiera otras, logren el desarrollo integral de todas sus potencialidades y formen parte de

esta sociedad en continua transformación. Con esta premisa, se establecen como criterios

prioritarios:

Fomentar en la comunidad educativa actitudes de respeto y tolerancia hacia la

diversidad y hacia la respuesta educativa diferenciada que requieren los alumnos con

necesidades específicas de apoyo educativo.

Desarrollar sistemáticamente los procedimientos que facilitan la coordinación entre

tutores y especialistas (articulación del plan de trabajo individualizado, asociado o no a

una ACI, idoneidad de los materiales pedagógicos utilizados, criterios de actuación

compartidos, planteamientos metodológicos, etc.).

Estimular las tareas de tutoría complementaria (el apoyo planificado, en coordinación

con el tutor, sigue pormenorizadamente las tareas que se desarrollan en el aula e incide

en la aclaración, asimilación y consolidación de las competencias básicas que se

desarrollan en el grupo de referencia).

Favorecer la implicación de las familias en el desarrollo de las orientaciones educativas

que se elaboran para atender las necesidades de los alumnos.

La tolerancia se adquiere cuando se da a los alumnos la oportunidad de conocer y convivir con

personas que tienen dificultades, situaciones y modos de vida distintos para que se

establezcan lazos de cooperación y solidaridad que beneficien y enriquezcan a todos. En esta

línea, la atención a la diversidad será más viable en la medida en que todos los docentes del

centro, con los apoyos oportunos y partiendo de un análisis sobre la propia práctica,

organicemos la actividad ordinaria de forma que todo el alumnado encuentre una vía para


35

participar en el grupo educativo y desarrollar al máximo sus capacidades con las adaptaciones

que cada uno requiera.

H. PLAN DE LECTURA.

El desarrollo de la competencia lectora debe estar presente en las diversas tareas educativas y

requiere un trabajo sistemático y graduado a lo largo de los distintos cursos. Por ello, existe un

plan lector completo y secuenciado, que incluye:

Un tratamiento diferenciado de la comprensión lectora en todos los libros de las

diferentes áreas curriculares a lo largo de la Educación Primaria.

Una selección de títulos idóneos para cada curso, motivadores por su argumento y de

indiscutible calidad literaria. Los criterios para la selección de las lecturas han sido los

siguientes:

Conseguir una gran variedad temática.

Presentar a los alumnos argumentos que giran en torno a la superación de miedos, la

familia, la fantasía, el medio ambiente, la aventura, el colegio, la emigración…

Abordar temas relacionados con la educación en valores: igualdad, convivencia, empatía,

multiculturalidad, responsabilidad, autoestima, justicia…

Las posibilidades didácticas que ofrecen los materiales para que puedan ser tratados desde

diferentes áreas (Matemáticas, Ciencias de la Naturaleza, Ciencias Sociales, Lengua

Castellana).

Una amplia variedad de libros de lectura tradicionales. Se utilizarán diversas series de

lectura con antologías de textos, para trabajar la comprensión lectora y fomentar la

curiosidad por los libros y el hábito lector de los alumnos y alumnas.

Fichas de Comprensión lectora. Es un proyecto que pone el enfoque en la comprensión

de los textos y la instrumentalización de la lectura como vehículo de aprendizaje.

Cuadernos destinados a trabajar específicamente la competencia lectora.

Recursos didácticos variados a disposición de los profesores para que puedan ser

utilizados de forma flexible.

La Programación Didáctica de Aula proporciona las claves de integración y uso de estos

materiales.


36

I. PLAN DE TUTORÍA.

La importancia de las etapas Infantil y Primaria para la construcción de los cimientos del

aprendizaje nos mueve a propiciar una formación básica, no solamente de carácter académico,

sino incluyendo todos aquellos aspectos que inciden en la educación integral de los alumnos.

Educar es mucho más que instruir, adiestrar o informar; por tanto, frente a una escuela de

conocimientos parcelados y meramente instructivos, abogamos por una educación que

considera al alumno con una historia personal y familiar dentro de una realidad social y como

parte de un grupo (ente socializador y elemento educativo de primer orden). Entendemos que

los maestros no sólo impartimos conocimientos académicos, también incidimos en el proceso

educativo global de nuestros alumnos y en su desarrollo como personas que se hallan

inmersas en unos grupos sociales determinados con características personales diferenciadas y

heterogéneas que es necesario conocer, valorar y mejorar.

Entre las funciones que la normativa adjudica al tutor, destacamos como eje prioritario el

seguimiento del proceso de enseñanza y aprendizaje, concebido en sentido amplio y centrado

en el alumno como persona. En coherencia con esta argumentación, una parte importante de

nuestra planificación recoge programas que enfatizan la asimilación de competencias clave

(fundamentales para estimular la formación integral de nuestros alumnos).

PRINCIPIOS BÁSICOS DE REFERENCIA:

Articulamos la tutoría como un proceso enmarcado dentro de la orientación educativa, que

complementa la acción docente y que tiene como objetivo la atención a la diversidad de todos

los alumnos. No tratamos de desarrollar un conjunto de actuaciones puntuales e

independientes entre sí; pretendemos definir un conjunto de principios y actividades que

involucran a todos los miembros de nuestra comunidad educativa: profesores, alumnos y

familias.

En el desarrollo de las tutorías concedemos al equipo docente un papel primordial (en nuestro

centro la mayoría son tutores o colaboran con ellos como profesores especialistas de cada área

o materia) y, por esta razón, consideramos la acción tutorial como una labor de equipo

compartida por todos los profesores, coordinada por el tutor y asesorada por el equipo de

orientación y apoyo.

Entendemos el grupo clase como una situación interactiva en la que el manejo de la relación

con el alumno y de los alumnos entre sí forma parte de la calidad de la docencia que

impartimos. Educamos a alumnos concretos, no a los grupos ni a los alumnos prototipo. Las

personas disponen de particularidades propias que la educación ha de respetar, aprovechar,

enriquecer y contribuir a desarrollar; por ello, intentamos enfatizar los valores de la convivencia

y poner en primer plano la necesidad de considerar la diversidad como uno de nuestros

principales ejes de intervención.

Enseñar es ayudar a aprender (la enseñanza se entiende como el ajuste constante y sostenido

de la ayuda pedagógica que proporciona el maestro a la actividad constructiva de los alumnos,

tomando como punto de partida la situación en que se encuentra su proceso de aprendizaje y

la comprensión de sus necesidades educativas). Para ello se requiere un buen conocimiento

del alumnado (que construye y elabora el conocimiento) y de lo que puede aprender (en


37

función de sus capacidades y posibilidades). Así, estimamos fundamental ajustar la enseñanza

a las necesidades educativas de nuestros alumnos. Con estas premisas, los tutores se

responsabilizan especialmente del seguimiento de los procesos de aprendizaje de sus

alumnos, colaboran en la detección de las dificultades de aprendizaje y, con la implicación del

equipo de orientación y apoyo, hacen operativa una respuesta educativa ajustada a sus

necesidades.

Consideramos al tutor como “guía” de los alumnos y de los propios profesores respecto a toda

clase de decisiones sobre su escolaridad y sobre aquellos aspectos educativos que no quedan

suficientemente atendidos dentro de la clase ordinaria. La función del tutor no es algo

complementario, sino el resultado de la mejora de la calidad de la enseñanza (mejor ajuste a

las necesidades educativas de los alumnos y a su heterogeneidad natural).

OBJETIVOS GENERALES DE LA ACCIÓN TUTORIAL:

Globalmente, consideramos que la tutoría está intrínsecamente vinculada a la labor docente,

que contribuye de forma esencial al logro de los objetivos educativos que recogemos en

nuestro PEC, que forma parte de las funciones de cualquier maestro, que su planificación

compete a todo el equipo docente y que su desarrollo es responsabilidad de toda la comunidad

educativa. Con estas premisas, nos proponemos los siguientes objetivos:

Estimular el desarrollo personal de todos y cada uno de los alumnos, favoreciendo la

integración de los distintos aprendizajes y la coordinación de los agentes educativos

en el desarrollo de las programaciones, de las sesiones de evaluación, de los

procesos de enseñanza y en la aplicación de los programas de tutoría.

Ajustar la enseñanza a las características individuales y seguir los procesos de

enseñanza y aprendizaje de los alumnos para facilitar el rendimiento escolar, la

prevención y detección de dificultades de aprendizaje y la mejor respuesta a las

necesidades educativas especiales (en colaboración con el equipo de orientación y

apoyo).

Estimular el desarrollo de las capacidades asociadas a las competencias clave.

Contribuir al desarrollo de la socialización y la convivencia, fomentando la integración y

participación de todos los alumnos en el grupo-aula y en la dinámica general del

centro.

Proporcionar a los alumnos una orientación educativa adecuada, conforme a sus

aptitudes, necesidades e intereses, a través de una actuación tutorial individualizada y

planificada que facilite aprendizajes funcionales (conectados con la realidad del

contexto en el que los alumnos se desenvuelven).

Asegurar la continuidad educativa de los alumnos en las distintas áreas y etapas y, en

su caso, la transición a otros centros. Garantizar una guía y ayuda personalizada,

especialmente a aquellos alumnos que presenten necesidades educativas especiales.

Promover la adecuada interacción entre los integrantes de la comunidad educativa.

Asesorar e informar a las familias sobre las características y los logros de sus hijos

(rendimiento, hábitos, actitudes, dificultades de aprendizaje, necesidades educativas,

etc.). Establecer cauces de colaboración, apoyo y asesoramiento para favorecer el

desarrollo integral de los alumnos y para asumir la educación desde una actitud de

auténtica corresponsabilidad.

Favorecer la planificación de procesos de mejora educativa en coordinación con el

equipo de orientación y apoyo del centro.


38

En general, nos proponemos reforzar paulatinamente el sistema de tutorías, no sólo con el

objetivo de potenciar el desarrollo integral de los alumnos que atendemos, también para facilitar

el seguimiento de su proceso educativo y poder así identificar, de manera preventiva, las

dificultades que puedan ir apareciendo a fin de planificar y poner en práctica las medidas que

en cada momento se consideren oportunas para superar dichas dificultades.

MARCO DE REFERENCIA GENERAL (ÁREAS BÁSICAS DE TUTORÍA)

Como ya hemos destacado, la orientación y la tutoría conllevan objetivos y funciones que

implican a toda la comunidad educativa. Los contenidos, por tanto, forman parte de las

funciones de cualquier maestro y competen a todo el equipo docente.

Enseñar a ser persona: La escuela proporciona un contexto educativo en el que no sólo se

realizan aprendizajes académicos, también es una referencia importante para el aprendizaje

social y el aprendizaje afectivo y de las actitudes (incluidas las que se refieren a uno mismo).

Construir una imagen positiva de sí mismo es un objetivo prioritario de la acción educativa tan

importante como la adquisición de conocimientos, destrezas y habilidades. Por tanto, el tutor

debe conocer las líneas básicas del desarrollo de la identidad personal, de sus momentos

evolutivos y de los factores que la favorecen.

Básicamente, el ser humano va construyendo su identidad personal a partir de las experiencias

vitales que acumula desde los primeros años de la vida y de las valoraciones que recibe de los

“otros significativos” (personas con las que mantiene una relación afectiva). A partir del

nacimiento, se va produciendo una diferenciación entre el “yo” y “el otro” y entre el “yo” y “el

mundo” que contribuye al reconocimiento de la propia individualidad frente a los demás y frente

al mundo. Este proceso es imprescindible para consolidar la propia identidad y para reconocer

y expresar sentimientos, emociones, características y cualidades acerca de uno mismo.

En la construcción de la identidad personal, que va regulando el comportamiento del niño,

intervienen de forma determinante la imagen que elaboramos sobre nosotros mismos

(autoconcepto) y los sentimientos de autoestima y autoconfianza que, a su vez, están

condicionados por las experiencias de éxito o fracaso, los resultados de los aprendizajes, las

valoraciones y los comentarios de las personas que consideran importantes.

Inicialmente, la familia dispone de una gran trascendencia en la formación de identidad del niño

debido a la relación que establece con los padres. Más tarde la escuela, con una organización

social más compleja, permite nuevas vivencias con adultos e iguales. En la medida que la

familia y la escuela animen al niño, le planteen normas, límites y retos, le ofrezcan ayuda y

apoyo, le feliciten y le recompensen por sus logros y le ayude a “relativizar” sus errores, estarán

fomentando sentimientos de competencia y seguridad, haciendo que se sienta querido y

favoreciendo que elabore una imagen positiva de sí mismo.

En esta línea, tanto el medio familiar como el escolar tienen una extraordinaria influencia sobre

la imagen que los alumnos forman de sí mismos; por tanto, será necesario plantear la

coherencia entre ambos contextos para, desde la corresponsabilidad, estimular imágenes

positivas en nuestros alumnos que, en definitiva, serán la base fundamental sobre la que

construirán los sentimientos de seguridad y confianza que condicionan el desarrollo de la

autonomía personal y los aprendizajes que paulatinamente deben abordar.


39

Propuestas de intervención (referencias para el desarrollo de la acción tutorial):

Estimular la autoestima y el autocontrol de los alumnos (favorecer la adquisición de

valores relacionados con el respeto y la tolerancia, dirigidos a uno mismo y a los

demás). En este sentido, se consideran actividades adecuadas: que los alumnos

planteen el análisis de sus puntos fuertes y débiles, comentar noticias significativas de

actualidad y destacar los valores relacionadas con ellas, compartir y colaborar en

tareas de ayuda y atención a los problemas de los demás, tareas que supongan diferir

la recompensa (hacemos “algo” ahora y conseguimos “algo” a medio plazo, etc.).

Asumir responsabilidades. Uno de los medios más eficaces para lograr la madurez

personal es asumir responsabilidades (exige atender las demandas que conllevan).

Entre las actividades posibles destacamos los encargos (tareas concretas de las que los

niños se hacen responsables). Su campo de aplicación es muy amplio y depende de la

edad de los alumnos. En la escuela, suponen responsabilizar a quien los realiza e

implicarlo en tareas que benefician al grupo (traer y llevar material, fotocopias, cuidar

biblioteca del aula, recoger trabajos, repartir materiales, conectar con los alumnos

enfermos, etc.).

Proponer metas de desarrollo personal (hacen referencia a comportamientos que se

pretenden conseguir como persona: ser buen compañero, realizar de forma autónoma

las tareas de clase, respetar los deseos de los demás, atender las explicaciones de

clase, etc.). Se pueden recoger por escrito y analizarlas con el tutor, con los padres, con

los compañeros, etc.

Actitudes del profesor: Teniendo en cuenta que los maestros, como “personas significativas”,

son un referente y participan en la construcción de la identidad de los alumnos con los que

interactúan (proporcionan experiencias relevantes a través del trato, de sus respuestas, de la

manera de expresarse y manifestarse y del modo y el grado en que los aceptan, confían y

apoyan). Planteamos, como reto, la necesidad de procurar en nuestras aulas un clima

adecuado que favorezca el desarrollo de autoestimas positivas en nuestros alumnos. Para ello

asumimos un comportamiento profesional caracterizado por:

La coherencia entre lo que decimos, pensamos y hacemos, procurando proporcionar a

nuestros alumnos experiencias que no infundan ansiedad, temor o inseguridad.

El planteamiento de retos al alcance de sus posibilidades y la valoración de sus

progresos de forma objetiva.

La articulación de una enseñanza autónoma y participativa que haga sentir que todos

merecen nuestra atención y cuentan con nuestro apoyo.

La prevalencia de los juicios en positivo (tanto para reconocer los logros como para

señalar las dificultades) y la eliminación de todo tipo de comparaciones. El refuerzo

social (el elogio) es uno de los más poderosos medios para cambiar conductas. Todos

necesitamos que nos tengan en cuenta, que nos digan las cosas que hacemos bien.

La enseñanza de la autoevaluación y el auto refuerzo positivo (ayudarles a fijarse metas

razonables, a que se evalúen de forma realista, a que sean capaces de elogiar a otros y

a estar satisfechos y contentos consigo mismos cuando han sido capaces de esforzarse

para completar las tareas). Podemos hacer algo porque “pensamos” que podemos.

Realizar una tarea es realizarla primero en nuestra mente para poder hacerla después

en la realidad.


40

Nuestra mente actúa, en gran número de situaciones, según el tipo de adiestramiento que ha

recibido a lo largo de la escolarización y según el tipo de mensajes que recibe en los contextos

con mayor carga de relación afectiva (la familia y la escuela). Por todo ello, reconsiderar la

calidad de las relaciones interpersonales y la naturaleza de los mensajes implícitos que

transmitimos en la escuela, deben incluirse entre los objetivos fundamentales de nuestro

quehacer cotidiano.

Enseñar a convivir: El sistema educativo centra sus esfuerzos en el aprendizaje de lo que

consideramos científico y no suele planificar intencionadamente el desarrollo de los

sentimientos y las capacidades de relación interpersonal; con ello, gran parte de las

instituciones educativas son un reflejo de intereses sociales marcados por el conocimiento

técnico, la competitividad y los valores del mercado. Esta visión académica del mundo obvia,

con frecuencia, las actuaciones encaminadas a mejorar y potenciar la convivencia, que apenas

tienen repercusión educativa; no se piensa en ello como una de las finalidades prioritarias de la

enseñanza y, paradójicamente en la mayoría de los contextos, los problemas derivados de las

carencias afectivas y relacionales de los alumnos son los más significativos y los que, de una u

otra forma, aparecen recurrentemente asociados a las principales dificultades que condicionan

el desarrollo de las tareas cotidianas en todos los niveles del sistema educativo.

El aprendizaje de la convivencia en la escuela se produce no sólo a través de la enseñanza

explícita de normas, también, y de forma fundamental, a través del modelo de convivencia que

transmitimos. Comunicarse, cooperar, ser solidario y respetar las normas es algo que, además

de ser objeto de enseñanza, ha de experimentarse en la vida escolar.

Enseñar a convivir tiene que ver con una de las funciones esenciales de la escuela: la

socialización de los alumnos. Educar es socializar y la escuela contribuye de forma importante

a la primera socialización de los niños, es decir, a la incorporación práctica de las reglas

básicas que hacen posible una convivencia social pacífica y satisfactoria. Por tanto, el objetivo

fundamental de la tutoría es educar a los alumnos para facilitar la convivencia y no sólo el tratar

de evitar comportamientos hostiles o disruptivos. La sociabilidad no es algo innato; es algo que

se aprende y los aprendizajes que la configuran (se suelen denominar “habilidades sociales”)

son transversales a distintas áreas curriculares, por lo que deben trabajarse de forma

integrada.

La socialización, o adquisición de las capacidades sociales, es un proceso de estructuración

gradual, que pasa de un estado de indiferencia relativa entre el punto de vista propio y el de los

otros a otro de coordinación y cooperación. Por tanto, es necesario considerar el desarrollo de

la socialización como una línea de trabajo básica en la acción tutorial, ya que educamos para la

vida y la sociedad en la que vivimos obliga a una serie de interacciones sociales cada vez más

amplia y compleja.


Enseñar a comportarse. Estimular en el aula el aprendizaje de habilidades sociales que

permitan al alumno unas relaciones sociales adecuadas con adultos e iguales: saber

escuchar y participar en una conversación (no interrumpir, prestar atención, guardar

turno, hacer preguntas), saber compartir, participar y cooperar en las actividades

grupales, saber elogiar lo que otros hacen y saber recibir elogios.

Favorecer un clima educativo agradable que permita la autonomía, el trabajo activo y

ayude a resolver las situaciones conflictivas que se generen en el grupo (establecer


41

normas claras de funcionamiento de la clase, informar de los derechos y deberes de los

alumnos para que todos los respeten, explicar el sentido de las actuaciones, favorecer

el compañerismo y evitar todo tipo de discriminaciones en relación con la etnia, el

género, el sexo o el estatus social).

Promover distintos tipos de agrupamientos en el aula para facilitar la convivencia entre

los niños y las niñas, el tratamiento de la diversidad y la integración de todos los

alumnos.

Actitudes del profesor: Considerando que la relación profesor-alumno es básica en la

intervención educativa, destacamos como actitudes fundamentales de nuestro comportamiento

profesional en el aula las siguientes:

Comunicar confianza, seguridad y optimismo en los niños. No hablar ni actuar de forma

precipitada. Aceptar al alumno tal como es, manteniendo un trato cordial con todos y

evitando las diferencias.

Mantener continuidad y consistencia en nuestra conducta y en el control de la clase.

Ser tolerante, sin olvidarse de mantener la disciplina (evitar amenazas innecesarias y

poco prácticas y, ante situaciones de indisciplina, mostrarnos calmados y a la vez

enérgicos).

Establecer niveles de exigencia objetivos, tanto para valorar el rendimiento escolar,

como las conductas sociales y adaptarlos a las posibilidades reales de los alumnos.

Coordinarse y estar abierto a colaborar con todas las personas implicadas en el

proceso educativo de nuestros alumnos.

Dotar a la clase un clima de libertad (con respeto a las normas de convivencia), de

esfuerzo, de sinceridad y de respeto hacia los demás.

Enseñar a pensar: Mientras que la mayoría de los alumnos desarrollan adecuadamente las

capacidades intelectuales básicas y aprenden a pensar sin necesidad de una enseñanza

explícita, otros, en cambio, necesitan actuaciones específicas en algún momento de la

escolaridad (precisan una intervención educativa dirigida intencionalmente al desarrollo de la

capacidad de aprender y de pensar). Las habilidades del pensamiento no son innatas, son

susceptibles de enseñanza; es más, están sujetas a modificación y mejora mediante el

adecuado entrenamiento.

El desarrollo del pensamiento y de las capacidades intelectuales básicas es un objetivo del

currículo de la educación primaria. En él se recoge, entre otros, el principio metodológico que

afirma, respecto al proceso de enseñanza, que ha de estar encaminado a garantizar la

funcionalidad de los aprendizajes. Funcionalidad que no es únicamente la construcción de

conocimientos útiles y pertinentes, también, el desarrollo de habilidades y estrategias de

planificación y regulación de la propia actividad de aprendizaje, es decir, aprender a aprender.

Entre los numerosos programas elaborados para enseñar a pensar (generalmente clasificados

en relación con los objetivos que persiguen), nuestro PAT desarrolla actuaciones a partir de los

siguientes tipos de programas:


42

Programas de enriquecimiento instrumental, de aplicación individual o en pequeño

grupo por parte del especialista en PT, dirigidos prioritariamente a la estimulación de

aneae y de alumnos con necesidades especiales de apoyo y refuerzo.

Programas sobre técnicas de estudio que posibilitan un aprendizaje más funcional y

operativo. Se incardinan en las áreas instrumentales. (programa de mejora de la

ortografía).


Desarrollar la atención y controlar la impulsividad a partir de actuaciones encaminadas

a favorecer los procesos de detección y análisis de la información (eficacia lectora,

métodos para la resolución de problemas, actuaciones previas a la toma de

decisiones, etc.).

Sensibilizar sobre la importancia del estudio y el desarrollo de hábitos de trabajo,

fundamentales para consolidar los aprendizajes adquiridos, para asimilar

conocimientos y para ejercitar la capacidad de esfuerzo. Enseñanza de técnicas de

estudio (velocidad y comprensión lectoras, subrayado, resumen, esquema, etc.) y de

las condiciones que las favorecen (espacio, materiales, descanso, alimentación,

horarios, planificación, etc.).

Favorecer la autonomía del alumno y la capacidad de pensar por sí mismo (trabajos

que requieran la búsqueda autónoma de información, análisis de situaciones con

soluciones abiertas, crítica de las afirmaciones realizadas por otros, etc.).

Actitudes del profesor: Para aprender es totalmente necesario estar motivado. Se puede

recurrir a una motivación extrínseca, ajena a la tarea misma, como son los premios y los

castigos. Pero parece demostrado que éstos sólo son efectivos mientras están presentes y por

breve tiempo. Consideramos como un objetivo deseable favorecer la motivación intrínseca

(relativa a la propia tarea o actividad) que se realiza por sí misma, por su propio valor y no sólo

por consecuencias que contingentemente puedan vincularse a su resultado. En esta línea, se

procurará:

Que, en la realización de tareas, los alumnos tengan la posibilidad de sentirse

competentes (las exigencias nunca deben estar por encima de sus posibilidades, el

éxito es el refuerzo más importante de la motivación intrínseca y de los sentimientos de

competencia).

Que el alumno afronte experiencias que exijan autonomía (generan satisfacción propia

e interés en realizarlas por el simple hecho de hacerlas).


43

J. PLAN DE TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN.

La utilización de recursos educativos digitales en el aula contribuye a mejorar

considerablemente la enseñanza y el aprendizaje. Para ello, se proponen una serie de

materiales digitales y soportes, que pueden ser utilizados de forma individual o combinada con

los materiales educativos tradicionales y que permiten distintos niveles y metodologías de uso

en el aula. Dichos materiales son los siguientes:

Internet. Permite el acceso a multitud de páginas y recursos didácticos

El LibroClick es un material complementario al libro de texto. Incluye recursos

multimedia y actividades interactivas que se dirigen a los más pequeños.

El LibroMedia es un pasapáginas del libro del alumno en formato papel y ofrece

recursos digitales, multiactividades y herramientas, en distintas versiones para el

alumno y el profesor.

El LibroNet es un libro de texto puramente digital.

El Aula Virtual es un entorno digital, con productos, aplicaciones y servicios para

alumnos y profesores. Los recursos que se aplicarán están recogidos en la siguiente

tabla:

TIPO DE RECURSO FUNCIÓN PARA LA QUE SE APLICARÁ USUARIO

Servicios de gestión Gestión de alumnos.

Gestión de grupos de alumnos.

Profesor

Biblioteca de

contenidos digitales

LibroNet, LibroClick o LibroMedia.

Materiales accesorios.

Profesor

Alumno

Deberes digitales Herramienta de creación de actividades y

tareas.

Comunicación profesor-alumno (envíos).

Informes y estadísticas.

Profesor

Alumno

Programación y

evaluación

Programación Didáctica de Aula.

Generador de pruebas de examen.

Gestor de evaluación.

Informes y estadísticas.

Biblioteca de pruebas externas.

Agenda.

Horarios / Calendario / Eventos.

Profesor

Aplicaciones

educativas

Presentaciones.

Líneas del tiempo.

Geoplano.

Galerías de imágenes…

Profesor

Alumno


44

El material para el tratamiento de las TIC debe cumplir las siguientes condiciones:

VARIEDAD DE RECURSOS HERRAMIENTAS PARA EL

ESTUDIO Y LA

EVALUACIÓN

PROPUESTAS

PERSONALIZABLES

Vídeos y animaciones.

Fragmentos de películas.

Presentaciones.

Esquemas interactivos.

Galerías de imágenes.

Imágenes activas.

Mapas y cronologías.

Variedad de actividades:

- Actividades interactivas.

- Actividades en Word.

- Multiactividades.

- Juegos educativos…

Herramientas de edición:

copiar, subrayar, destacar,

deshacer…

Herramientas de

búsqueda: diccionario

digital, búsqueda en el

libro o en Internet.

Herramientas de estudio:

mis fichas, mis apuntes…

Herramientas para la

evaluación: deberes

autocorregibles y

autoevaluación final de

cada unidad.

Para que el profesor pueda:

Personalizar las unidades.

Modificar e incorporar sus

propios recursos.

Incorporar recursos

digitales.

Crear itinerarios educativos

diferenciados.

Guardar y distribuir las

versiones personalizadas.

Para que el profesor y el

alumno puedan incorporar

contenidos propios,

actividades, etc.


45

K. ACUERDOS PARA LA MEJORA DE LOS RESULTADOS ACADÉMICOS.

Una vez desarrollada la Propuesta curricular en el centro y la PDA de cada área, es

necesario seguir de cerca los avances y detectar lo antes posible las desviaciones de

los objetivos propuestos.

Se plantea sistematizar la reflexión sobre cuatro aspectos:

1. Cuáles son las características del centro y de su entorno.

2. Cómo se está desarrollando el proceso de aprendizaje de los alumnos.

3. Qué estrategias y qué metodología de enseñanza se están aplicando.

4. Dónde se alcanzan los objetivos y dónde no se alcanzan.

En relación con lo anterior, se plantea el establecimiento de un baremo de valoración

que permite la toma de decisiones.

ÁMBITO DE

REFLEXIÓN

LO MÁS VALORADO LOS ASPECTOS

PARA MEJORAR

DECISIONES

Características del

centro y de su entorno

El proceso de

aprendizaje de los

alumnos

Estrategias y

metodología de

enseñanza

Nivel de consecución

de objetivos

A partir de las decisiones que se adopten, el centro debe revisar y replantear la

Propuesta curricular. Para llevar a cabo la evaluación de la Propuesta Curricular y de

las Programaciones Didácticas, se propone el siguiente esquema de análisis para

identificar en qué punto de la misma tienen que incidir las decisiones que se han

tomado:


46

ANÁLISIS DE LA

PROPUESTA

CURRICULAR

DECISIONES

VINCULADAS

CAMBIOS

PROPUESTOS

OBJETIVOS

PLANTEADOS

Adecuación a las

características del

alumnado.

Adecuación al logro de

los objetivos de la etapa.

Grado de desarrollo de

las competencias clave,

integradas en los

elementos curriculares.

Adecuación de los

principios metodológicos

en los que se basa la

acción docente.

Adecuación de los

procedimientos e

instrumentos de

evaluación adoptados a

nivel de etapa.

Pertinencia de las

medidas curriculares y

organizativas del Plan

de atención a la

diversidad.

Validez de los criterios

de promoción.

Eficiencia del Plan de

Lectura.

Eficiencia del Plan de

Tecnologías de la

Información y la

Comunicación.

Idoneidad de los

materiales y recursos

didácticos utilizados en

la etapa.


47

L. INCORPORACIÓN DE LOS ELEMENTOS TRANSVERSALES.

La comprensión lectora, la expresión oral y escrita, la comunicación audiovisual, las

Tecnologías de la Información y la Comunicación, el emprendimiento, la educación

cívica y constitucional, el trabajo cooperativo y la educación en valores son contenidos

que tienen un carácter transversal en esta Propuesta Curricular.

El planteamiento de cada uno de estos elementos en la presente Propuesta Curricular

se detalla a continuación.

a. La comprensión lectora.

Saber comprender es uno de los grandes objetivos que debe orientar el trabajo en

todas las áreas de la Educación Primaria. En este sentido, el tratamiento de la

comprensión lectora en esta Propuesta Curricular se aborda desde las siguientes

premisas:

La importancia de la lectura para el estudio. La comprensión lectora debe tener en

cuenta la dimensión instrumental de la lectura como vehículo para el estudio. Existe,

pues, una relación directa entre el buen nivel lector y la consecución de los objetivos

que se plantean en las diferentes áreas curriculares. Por lo tanto, si identificamos las

dificultades lectoras de nuestros alumnos y programamos actividades para superarlas,

estaremos incidiendo directamente en sus resultados escolares.

La autonomía en el trabajo. El objetivo esencial de cualquier proyecto de lectura es

conseguir que los alumnos se conviertan en lectores autónomos, capaces de extraer

información de los textos, valorar dicha información e integrar dicha información en su

esquema de conocimiento. Para ello, hay que desarrollar las habilidades relacionadas

con la velocidad lectora, la comprensión literal, la comprensión inferencial y estructural

y las capacidades que permiten la recreación personal del texto y la reelaboración de

la información en diferentes soportes.

Para colocar a los alumnos en situación de afrontar nuevos aprendizajes de forma

autónoma, hemos de plantear una programación rigurosa de las dificultades que

suponen un reto para ellos, sin que sobrepasen el nivel de dificultad que les permita

abordar las actividades con éxito.

Los textos sobre los que los alumnos aprenden. Es necesario trabajar de forma

sistemática en textos de diferentes tipologías y con distintos niveles de dificultad. Al

programar textos que ayuden al alumno en la tarea de utilizar la lectura como

herramienta de aprendizaje, hemos de tener en cuenta los siguientes aspectos:

Lo que los niños y niñas saben/deben saber.

La variedad de estrategias que los alumnos utilizan en las actividades de

comprensión y los objetivos que deben alcanzar.

La dificultad objetiva de los textos que se presentan (vocabulario, estructuras

gramaticales, tipología textual y extensión).


48

Las destrezas básicas de comprensión lectora que se deben abordar.

En líneas generales, las destrezas de comprensión lectora que se planifican en esta

Propuesta Curricular son las siguientes:

Reconocimiento del tiempo y del lugar.

Identificación y análisis de los personajes.

Ordenación de la secuencia temporal.

Reconocimiento y análisis de la acción.

Expresión de opiniones personales.

Identificación del tema y de la idea principal.

Análisis de la estructura del texto.

Interpretación de la información visual.

Organización de la Información aportada.

Identificación de detalles del texto.

En función de los tipos de texto, se trabajarán con más profundidad diferentes

destrezas.

b. La expresión oral y escrita.

El desarrollo de la competencia comunicativa es otro de los grandes puntales de esta

Propuesta Curricular. Aunque el área de Lengua es el medio natural para profundizar

en estas destrezas, su aprendizaje y su puesta en práctica se deben abordar de una

manera global, a través de propuestas en todas las áreas.

El enfoque de la escritura como proceso y la necesidad de planificar la expresión oral

son las dos ideas clave que subyacen a esta propuesta. Por lo tanto, se programarán

un gran número de tareas de carácter competencial que requieren, generalmente, la

puesta en práctica de habilidades orales y escritas.

En cuanto al tratamiento de la expresión oral, se plantearán variadas situaciones de

intercambio comunicativo en las que los alumnos deben participar de forma planificada

y cooperadora.

Las actividades de distintas áreas que incluyan la expresión oral y escrita como

contenidos transversales deben tener en cuenta que no es lo mismo el objetivo de una

actividad que su modo de resolución. Solamente apreciando esa diferencia,

evitaremos un error muy común, que consiste en considerar que cualquier actividad

que se resuelve oralmente es “de expresión oral” y, por la misma razón, todas las que

se realizan por escrito son “de expresión escrita”.

Entonces, ¿qué es necesario para que una actividad pueda ser considerada

acertadamente como de expresión oral o de expresión escrita? La actividad ha de

perseguir, además del objetivo propio del área que se trate, un objetivo lingüístico. Por

tanto, a la hora de evaluar la actividad, no solo hemos de tener en cuenta el contenido

de lo expresado, sino la forma y el modo de expresión. No se trata de renunciar a la

exigencia matemática, científica…, sino de extenderla también a la calidad expresiva

del mensaje. En el fondo, todos intuimos que cuanto más se domina un concepto,


49

mejor se expresa y que, a su vez, una expresión clara y correcta ayuda a apreciar más

fácilmente los diferentes matices de una idea.

El enfoque de las actividades de expresión oral. Un buen modo de abordar la

expresión oral desde las áreas “no lingüísticas” puede ser orientar al alumno sobre la

realización de la actividad, incluyendo recomendaciones que contribuyan a mejorar su

competencia expresiva.

El enfoque de las actividades de expresión escrita. Igual que se indicaba en las

actividades orales, la solución para convertir una actividad en la que se pide algo por

escrito en una verdadera actividad de expresión escrita es incluir recomendaciones o

guías de resolución. Algunas de esas orientaciones pueden tener que ver con la

escritura en general, y otras, con el tipo de texto que se pide a los alumnos.

c. La comunicación audiovisual.

En esta Propuesta curricular, la comunicación audiovisual se aborda desde dos

perspectivas:

Variedad de recursos. La inclusión de un gran número de soportes y recursos

audiovisuales en las actividades que se concretan en las Programaciones Didácticas

permite un tratamiento amplio y continuo de la comunicación audiovisual.

Soportes y recursos:

Variada selección de imágenes que aparecen en los distintos materiales (libros,

cuadernos, recursos digitales…), que permiten lecturas de diferentes niveles de

comprensión.

Diversidad de vídeos, audios, etc., donde se ofrecen informaciones de

diferentes áreas y contenidos.

Trabajo sistemático sobre los elementos comunicativos y de significado de los

diversos medios y recursos audiovisuales, ya que comprender una imagen o

interpretar un determinado recurso audiovisual no son tareas intuitivas, sino que

precisan del conocimiento de los elementos que los integran y de su valor semántico.

A partir de los diversos soportes audiovisuales, los alumnos llevan a cabo actividades

para conocer mejor las posibilidades comunicativas que ofrecen y para utilizar dichos

soportes de forma cada vez más autónoma con los siguientes objetivos:

Comprender y recoger información que se proporciona en un soporte

audiovisual.

Analizar dicha información y los elementos de contenido que la articulan.

Elaborar la información en soportes audiovisuales.


50

d. Las Tecnologías de la Información y la Comunicación.

La Competencia digital implica el uso crítico y seguro de las Tecnologías de la

Sociedad de la Información para el trabajo, el tiempo libre y la comunicación: uso de

ordenadores para recuperar, evaluar, almacenar, producir, presentar e intercambiar

información, y para comunicar y participar en redes de colaboración a través de

Internet.

La Competencia digital es la referencia para la integración en el currículo de este

elemento transversal. Como en el resto de elementos, las PDA y la Propuesta

Curricular son una oportunidad para reflexionar sobre los mecanismos y estrategias

que permitirán la planificación de las actividades adecuadas para el desarrollo digital.

Los objetivos que debe perseguir el desarrollo de la Competencia digital se pueden

resumir en cinco ámbitos:

ÁMBITO OBJETIVOS

Información Identificar, localizar, recuperar, almacenar, organizar y analizar la

información digital, evaluando su finalidad y relevancia.

Comunicación Comunicar contenidos en entornos digitales, compartir recursos a través

de herramientas en línea, conectar y colaborar con otros a través de

herramientas digitales, interactuar y participar en comunidades y redes;

conciencia intercultural.

Creación de contenido Crear y editar contenidos nuevos (textos, imágenes, vídeos...), integrar y

reelaborar conocimientos y contenidos previos, realizar producciones

artísticas, contenidos multimedia y programación informática.

Seguridad Protección personal, protección de datos, protección de la identidad

digital, uso de seguridad, uso seguro y sostenible.

Resolución

de problemas

Identificar necesidades y recursos digitales, tomar decisiones a la hora

de elegir la herramienta digital apropiada, acorde a la finalidad o

necesidad, resolver problemas conceptuales a través de medios

digitales, resolver problemas técnicos, uso creativo de la tecnología,

actualizar la competencia propia y la de otros.

De estos cinco ámbitos, podríamos establecer que los tres primeros tienen un enfoque

más disciplinar, es decir, están más vinculados a los contenidos de las diversas áreas

curriculares, mientras que los dos últimos son más transversales y están relacionados

con competencias como Aprender a aprender, Sentido de iniciativa y emprendimiento

y Competencias sociales y cívicas. No obstante, las buenas prácticas en el aula de las

TIC establecerán relaciones estrechas entre todos estos ámbitos y facilitarán la

integración de ellos.


51

e. El emprendimiento.

La competencia Sentido de iniciativa y espíritu emprendedor implica la capacidad de

transformar las ideas en actos. Ello significa adquirir conciencia de la situación a

intervenir o resolver, y saber elegir, planificar y gestionar los conocimientos, destrezas

o habilidades y actitudes necesarios con criterio propio, con el fin de alcanzar el

objetivo previsto.

A la hora de planificar las tareas encaminadas al desarrollo de la competencia

emprendedora en los alumnos, hay que tener en cuenta los ámbitos en los que la

programación debe incidir y los aspectos relevantes de dichos ámbitos. La siguiente

tabla resume esta relación:

ÁMBITO ASPECTOS RELEVANTES

Conocimiento Reconocimiento de las oportunidades existentes para las actividades

personales, profesionales y comerciales.

Comprensión de las líneas generales que rigen el funcionamiento de las

sociedades y las organizaciones.

Planificación de diseños para la implementación de planes de diverso

tipo.

Conocimiento y reflexión sobre la postura ética de las organizaciones.

Destrezas o

habilidades

Capacidad de análisis.

Capacidades de planificación, organización, gestión y toma de

decisiones.

Resolución de problemas.

Comunicación, presentación, representación y negociación efectivas.

Habilidad para trabajar, tanto individualmente como dentro de un equipo.

Participación, capacidad de liderazgo y delegación.

Pensamiento crítico y sentido de la responsabilidad.

Evaluación y autoevaluación.

Actitudes y valores Predisposición a actuar de una forma creadora e imaginativa.

Autoconocimiento y autoestima.

Autonomía o independencia.

Interés, esfuerzo y espíritu emprendedor, que se caracterizan por la

iniciativa, la pro actividad y la innovación en todos los ámbitos de la vida.

Motivación y determinación a la hora de cumplir los objetivos que se ha

fijado.

Así pues, las actividades donde se planteen objetivos vinculados al emprendimiento

deben ir encaminadas a desarrollar las siguientes capacidades:

La capacidad creadora y de innovación: creatividad e imaginación;

autoconocimiento y autoestima; autonomía e independencia; interés y esfuerzo;

espíritu emprendedor; iniciativa e innovación.


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La capacidad pro activa para gestionar proyectos: capacidad de análisis;

planificación, organización, gestión y toma de decisiones; resolución de

problemas; habilidad para trabajar tanto individualmente como de manera

colaborativa dentro de un equipo; sentido de la responsabilidad; evaluación y

auto evaluación.

La capacidad de asunción y gestión de riesgos y manejo de la

incertidumbre: comprensión y asunción de riesgos; capacidad para gestionar

el riesgo y manejar la incertidumbre.

Las cualidades de liderazgo y trabajo individual y en equipo: capacidad de

liderazgo y delegación; capacidad para trabajar individualmente y en equipo;

capacidad de representación y negociación.

El sentido crítico y de la responsabilidad: sentido y pensamiento crítico;

sentido de la responsabilidad.

f. La educación cívica y constitucional.

La educación cívica y constitucional es un elemento transversal del currículo que está

directamente vinculado con las Competencias sociales y cívicas y con el área

denominada Valores Sociales y Cívicos. La educación cívica y constitucional se debe

recoger en los desarrollos de las PDA en dos dimensiones:

En su dimensión transversal, como elemento que debe impregnar el espíritu

de todos los documentos educativos de una etapa.

En su dimensión disciplinar, como área curricular.

Definición de las competencias sociales y cívicas.

Las competencias sociales y cívicas implican la habilidad y capacidad para utilizar los

conocimientos y actitudes sobre la sociedad –entendida desde las diferentes

perspectivas, en su concepción dinámica, cambiante y compleja–, para interpretar

fenómenos y problemas sociales en contextos cada vez más diversificados; para

elaborar respuestas, tomar decisiones y resolver conflictos, así como para interactuar

con otras personas y grupos conforme a normas basadas en el respeto mutuo y en

convicciones democráticas. Además de incluir acciones a un nivel más cercano y

mediato al individuo como parte de una implicación cívica y social.

Enfoque del área Valores Sociales y Cívicos.

Según el Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero, por el que se establece el currículo

básico de la Educación Primaria: ‹‹El área de Valores Sociales y Cívicos ayuda, en

gran medida, a garantizar el derecho universal de los niños y niñas a recibir una

educación que les permita desarrollarse al máximo de sus posibilidades, formarse en

el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales y prepararse para

asumir una vida responsable en una sociedad libre y tolerante con las diferencias.


53

Asimismo, refuerza la preparación de las personas para actuar como ciudadanos

participativos e implicados en la mejora de la cohesión, la defensa y el desarrollo de la

sociedad democrática››.

El área aborda tanto los aspectos de desarrollo personal del individuo, como las

facetas sociales y colectivas que conducen a la adquisición de valores universales. En

este sentido se orienta hacia los siguientes fines:

Desde el punto de vista del desarrollo personal. Capacitar al alumno para

construir un autoconcepto ajustado y una buena autoestima para tomar

iniciativas responsables y vivir con dignidad.

Desde el punto de vista social. Inducir al alumno a la empatía, al respeto y a

la tolerancia de las otras personas y para relacionarse y actuar de acuerdo con

los derechos y deberes humanos fundamentales.

Desde el punto de vista de los valores universales. El área busca estimular

en los alumnos las actitudes que propicien la interdependencia positiva, la

cooperación y la solidaridad y para que comprendan la realidad social, para

que aprendan a resolver conflictos de forma reflexiva, a dialogar para mejorar,

a respetar los valores universales, crear un sistema de valores propios y

participar activamente en la vida cívica de forma pacífica y democrática.

g. El trabajo cooperativo.

El Aprendizaje cooperativo es:

Un término genérico usado para referirse a un grupo de procedimientos de

enseñanza que parten de la organización de la clase en pequeños grupos

mixtos y heterogéneos, donde los alumnos trabajan conjuntamente de forma

coordinada entre sí para resolver tareas académicas y profundizar en su propio

aprendizaje.

Una situación de aprendizaje cooperativo es aquella en la que los objetivos

de los participantes se hallan estrechamente vinculados entre sí, de tal manera

que cada uno de ellos solo puede alcanzar sus objetivos si y sólo si los demás

consiguen alcanzar los suyos.

Un sistema de interacciones cuidadosamente diseñado que organiza e

induce la influencia recíproca entre los integrantes de un equipo.

En la presente Propuesta Curricular se aborda el trabajo cooperativo desde dos puntos

de vista:

Mediante proyectos de trabajo cooperativo, planteados como un conjunto de

actividades de aprendizaje que invitan a los alumnos a analizar situaciones

reales o verosímiles y a poner en juego sus ideas, conocimientos y actitudes

para alcanzar un objetivo o resultado final planteado previamente. Se trata de

proyectos flexibles que se pueden adaptar al tiempo real del que dispone cada

grupo de alumnos.

Mediante actividades concretas en cada área curricular.


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h. La educación en valores.

La educación moral y la educación en valores es consustancial a la educación misma,

tanto si se realiza en el seno familiar como en la escuela o en los distintos estamentos

sociales comprometidos con la formación.

Los objetivos generales para la Educación en valores en la Propuesta Curricular son:

1. Conocer y valorar la propia persona con sus características, posibilidades y

limitaciones.

2. Estar dispuesto a actuar con la libertad y la autonomía correspondientes a su

edad y desarrollo en situaciones de la vida cotidiana y a respetar la libertad y la

autonomía de los demás.

3. Desear comportarse con responsabilidad en el cumplimiento de sus deberes y

en las obligaciones contraídas libremente.

4. Esforzarse por lograr la superación en todas las dimensiones de la

personalidad: física, intelectual, moral y transcendente.

5. Asumir y defender los comportamientos fundamentados en la justicia, la

honestidad y la veracidad.

6. Estimar la participación activa en el grupo por medio de una comunicación

adecuada, muestra de afecto y respeto y de la colaboración.

7. Reconocer y apreciar la pertenencia a diversos grupos sociales y culturales con

rasgos propios y diferenciados: familia, colegio, amigos, barrio, etc.

8. Asumir actitudes y conductas de solidaridad y tolerancia con otras personas o

grupos sociales.

9. Analizar y valorar el entorno natural y social, desarrollando actitudes cívicas y

de cooperación.

10. Participar en la solución de dilemas o en debates aportando sus ideas y

vivencias sobre los valores.

Los métodos y recursos didácticos para la formación ética y educación en valores

han de ser variados, teniendo en cuenta que todos ellos deben conectar con la

experiencia, los intereses y la capacidad de reflexión de los alumnos de Primaria.

Aunque el trabajo parta de referentes experienciales, con frecuencia será necesaria

una información externa completa y objetiva. En general, son más adecuados los

métodos participativos y cooperativos y la utilización de recursos sugerentes, como los

siguientes:

Presentación de modelos y de antimodelos.

Refuerzo positivo o negativo de conductas.

Estudio de casos.

Dramatizaciones.

Lectura y comentario de relatos morales.

Discusión y debate.


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Reflexión sobre dilemas morales.

Planificación, realización y análisis de entrevistas.

Elaboración de proyectos personales.

Redacción de relatos con carga emocional.

Participación y colaboración con ONG, en campañas, comunicación…

La presente Propuesta Curricular fue elaborada y aprobada durante el curso 2015/16.

propuesta curricular. ceip príncipe...

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