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PROGRAMAS PASTORALES DE LA ARQUIDIÓCESIS DE MEDELLÍN 2012 “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10,10)

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Primeros cuatro programas pastorales de la Arquidiocesis de Medellín

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  • PROGRAMAS PASTORALES DE LA

    ARQUIDICESIS DE MEDELLN2012

    Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia

    (Jn 10,10)

  • 3Presentacin

    El Espritu de Dios nos ha llamado a realizar la Mi-sin Continental. Desde cuando iniciamos este pro-yecto, le hemos pedido que nos lleve a la experien-cia del amor inefable de Dios, que nos conduzca a partir de un acto de conversin a vivir la vocacin esencial de discpulos de Cristo, que nos libere de la fatiga y el es-tancamiento, que rescate su Iglesia del acomodamiento al mundo, que nos unja para llegar con la luz y la fuerza transformante del Evangelio a los alejados de la comuni-dad y a los que no creen, que nos permita comunicarle vida a la sociedad que conformamos, que venga y renue-ve en nosotros la alegra y la esperanza.

    Sabemos que el propsito de la Misin Continental es ambicioso. No pretende un fervorn pasajero, sino que la Iglesia relance, con fidelidad y con audacia, su ser y su tarea en las nuevas circunstancias sociales y culturales del mundo. Por eso, se propone: conducir a un encuentro personal y comunitario con Cristo; propiciar una experien-cia de discipulado misionero, que logre dar vida; ofrecer una formacin kerigmtica, integral y permanente en la fe, que impulse una espiritualidad misionera; renovar los pro-cesos de iniciacin cristiana; promover una profunda con-versin personal, pastoral y eclesial de todos los evangeli-zadores y agentes de pastoral; lograr que las parroquias y dems comunidades e instituciones eclesiales se pongan en estado permanente de misin.

    Hemos ido avanzando en este camino que nos ha llevado, entre otras cosas, a trabajar en una preparacin y sensibi-lizacin para la Misin, en una motivacin y formacin de evangelizadores y en una organizacin de los coordina-dores de la Misin en diversos niveles. Ahora, debemos lanzarnos a una profundizacin de la experiencia cristia-

  • 4na con grupos prioritarios y a trabajos de evangelizacin en diversos sectores de la sociedad, para proyectarnos hacia una nueva vida pastoral y a una bsqueda de los alejados. En este itinerario, entramos en un momento im-portante y decisivo en el que, con algunos programas de pastoral, damos inicio a un proceso permanente de evan-gelizacin.

    Ante todo, aceptamos que confirmar y revitalizar la nove-dad del Evangelio en la sociedad de hoy, como ensea Aparecida, no depende tanto de grandes programas y es-tructuras, sino de hombres y mujeres nuevos que encar-nen la vida nueva como discpulos de Cristo y misioneros de su Buena Notica, en la luz y el poder del Espritu Santo (cf DA 11). Pero, igualmente, vemos la necesidad de un instrumento concreto que nos ayude a realizar lo que nos proponemos de forma conjunta en todas las parroquias e instituciones diocesanas. Es as como, despus de cons-tatar con el censo realizado el ao pasado las necesida-des ms urgentes que tenemos, se han configurado estos Programas Pastorales.

    Su realizacin que apunta, de modo concreto, a revitali-zar la iniciacin cristiana, la liturgia, la pastoral juvenil y la catequesis en comunidades, debe ir creando una mstica de renovacin espiritual para cada uno de los agentes de pastoral, unos procesos serios de evangelizacin, una ar-ticulacin ms clara de todas las realidades arquidiocesa-nas, un lenguaje y una conciencia de pertenencia a la Ar-quidicesis. Tenemos que reflexionar no slo el contenido de sus palabras, sino tambin la propuesta de espiritua-lidad que encierran y exigen. Los objetivos que sealan muestran la realidad que vivimos y el ideal que queremos alcanzar. Espero que estos Programas Pastorales sean en verdad una ayuda eficaz para cuanto nos proponemos en nuestra Iglesia de Medelln.

  • 5No perdamos de vista que nuestra intencin es propiciar, de un modo nuevo y fuerte, el encuentro de las personas con Jesucristo vivo, que las lleve a la conversin y a la comunin eclesial. Para ello, queremos trabajar ms con procesos que con acciones y hacer una reorganizacin de la estructura pastoral de la Arquidicesis, buscando que todo responda a nuestras necesidades y nos ofrezca mejores posibilidades. Iniciar bien a los que llegan a nues-tra Iglesia, lograr que la liturgia produzca vida, pastorear las nuevas generaciones y emprender la apasionante ta-rea de formar pequeas comunidades eclesiales como el mbito ms propicio para la evangelizacin, son campos que exigen toda nuestra fe en Dios, nuestro propsito de trabajar juntos y nuestro ms entusiasta ardor apostlico.

    Estos programas no son perfectos, tendrn que crecer y desarrollarse hasta dar lugar a un completo Plan de Pas-toral. Iniciamos con este esbozo sencillo y prctico que nos ayudar a continuar la tarea de descubrir y realizar el la voluntad de Dios sobre nosotros. Los invito a todos a proseguir en un movimiento de confi anza, de responsabi-lidad, de comunin, de creatividad y de esperanza. Agra-dezco de corazn a quienes, con tanto empeo y amor, han trabajado en la elaboracin de este instrumento. Con-fo este trabajo, de modo especial, a los Delegados de Pastoral, los Vicarios Episcopales y los Arciprestes. Pon-go su realizacin y sus frutos bajo el patrocinio de la dulce Madre, Nuestra Seora de la Candelaria.

    + Ricardo Tobn RestrepoArzobispo de Medelln

  • 6PROGRAMAS PASTORALES DE LAARQUIDICESIS DE MEDELLN

    2012

    La Arquidicesis de Medelln, dentro del espritu y el vi-gor pastoral que est generando la Misin Continental para que lleguemos a impulsar una Nueva Evangeli-zacin, quiere iniciar un trabajo sistemtico y orgnico por procesos. Este propsito debe situarse en la visin eclesial y pastoral del Concilio Vaticano II, cuyo 50 aniversario es-tamos celebrando con el Ao de la Fe, promulgado por el Papa Benedicto XVI.

    Este trabajo por procesos responde a una verdadera ne-cesidad en nuestra Iglesia particular porque nos urge tener derroteros concretos, itinerarios que ofrezcan una conti-nuidad y acuerdos que nos lleven a trabajar en comunin y participacin. A esto apuntan precisamente las Estra-tegias adoptadas por los coordinadores de las principa-les reas de la vida arquidiocesana para implementarlas a partir de este ao y que han quedado formuladas de la siguiente manera:

    Continuar trabajando en la articulacin e integracin de la Arquidicesis, en todo lo que concierne al clero, a la vida consagrada y al laicado.Fortalecer, por todos los medios posibles, el sentido de pertenencia a la Arquidicesis.Animar y articular la pastoral sacerdotal en todas sus etapas: desde la formacin inicial hasta los ltimos aos del sacerdote.Potenciar la formacin de clrigos y de laicos por me-dio de procesos.Lograr una mayor participacin del laicado en la vida diocesana.Acrecentar, a partir de la Misin Continental, el com-promiso con la nueva evangelizacin.

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    Aprovechar mejor los medios de comunicacin y las nuevas tecnologas para la evangelizacin.Disear mecanismos de formacin y control en el campo administrativo.

    El trabajo por procesos se quiere comenzar de un modo sencillo y gradual, que pueda ser comprendido y asumido en todas las parroquias por los sacerdotes, los religiosos y los laicos. De acuerdo con los datos que ofrece el censo, realizado el ao pasado para conocer la realidad eclesial y pastoral de la Arquidicesis, se ve prioritario trabajar en cuatro campos concretos:

    1) Reorganizacin de la pastoral de la iniciacin cristiana, 2) Animacin de la vida litrgica, 3) Fortalecimiento de la pastoral juvenil, 4) Iniciacin y consolidacin de pequeas comunidades eclesiales.

    1 REORGANIZACIN DE LA PASTORAL DE INICIACIN CRISTIANAObjetivo:Lograr que los fieles, como verdaderos discpulos, vi-van el misterio y la salvacin de Cristo que se realiza en los sacramentos de la iniciacin cristiana (Bautismo, Confirmacin y Eucarista), mediante un itinerario cate-qutico, litrgico y espiritual, que ayude a crecer y a ma-durar la vida de fe en el seno de la comunidad eclesial.

    Metas:Lograr que en las parroquias la iniciacin cristiana sea entendida como un proceso de educacin en la fe, que acompaa a la persona desde el nacimiento hasta la incorporacin en la comunidad cristiana.Llegar a tener un proceso de iniciacin cristiana, unita-rio y coherente para nios, adolescentes y jvenes, en ntima conexin con los sacramentos del Bautismo, la

  • 8Eucarista y la Confirmacin, ya recibidos o por recibir.Establecer un proceso de catequesis de adultos, que responda a la realidad de la fe de quienes solo han reci-bido el sacramento del Bautismo o de aquellos que an no lo han recibido. Hacer de la parroquia el lugar propio de la iniciacin cristiana, aprovechando los tiempos litrgicos para una adecuada catequesis y celebracin de los sacramentos de iniciacin cristiana.Lograr establecer en la Arquidicesis la unidad de cri-terios, la organizacin y los subsidios que se requieran para llegar a tener la capacidad de engendrar los hijos de Dios, de acompaarlos con los debidos procesos ca-tequticos y ofrecerles una conveniente integracin en la comunidad eclesial.

    Programa N 1:FORMACIN DE LOS AGENTES PARA LA INICIA-CIN CRISTIANA

    1.1. Ofrecer a los seminaristas elementos que los concienticen sobre la importancia de la iniciacin cristiana en la vida de fe y en la opcin vocacional al sacerdocio.

    Hacer del ao propedutico una especie de catecume-nado, para que, a partir de una proclamacin del kerig-ma, los seminaristas puedan renovar su iniciacin cris-tiana y consolidar su opcin por Cristo.

    Lograr que todos los seminaristas dentro del ciclo de su formacin, configurado como un camino de disci-pulado, tengan la oportunidad, por diversas cateque-sis y celebraciones, de revivir permanentemente el proceso de su iniciacin cristiana.

    Dar elementos claros y completos sobre la naturaleza y la trascendencia de la iniciacin cristiana en los cur-sos de sacramentos, liturgia y catequesis.

    Llevar a los seminaristas, por medio de cursos com-plementarios y talleres, a tener la capacidad de anali-

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  • 9zar la realidad de la iniciacin cristiana en la Arquidi-cesis y a aprender la forma de realizarla debidamente.

    1.2. Dar a los sacerdotes y a los religiosos informacin y formacin sobre la pastoral de la iniciacin cristiana.

    Invitar a los sacerdotes y religiosos a vivir su identi-dad y su ministerio a partir de la vida nueva que les ha sido dada en los sacramentos de la iniciacin cris-tiana.

    Dar a conocer, por diversos medios, el Ritual de Ini-ciacin Cristiana para Adultos (RICA) como un impor-tante instrumento catequtico y celebrativo.

    Aprovechar uno de los encuentros de los arciprestaz-gos en el ao, en coordinacin con las Delegaciones arquidiocesanas de Catequesis y Liturgia, para ofre-cer orientaciones y subsidios que permitan conocer y realizar mejor el proceso de la iniciacin cristiana.

    Elaborar un breve directorio para los sacerdotes, por parte de las Delegaciones arquidiocesanas de Cate-quesis y de Liturgia, sobre la prctica que debe se-guirse en la Arquidicesis para la iniciacin cristiana de nios, jvenes y adultos, estableciendo itinerarios formativos, contenidos y duracin de los procesos.

    1.3. Formar laicos que puedan ser catequistas para la ini-ciacin cristiana.

    Actualizar una base de datos de los catequistas de la Arquidicesis, con su hoja de vida que muestre la formacin recibida y los servicios que prestan.

    Fortalecer, con diversos medios, la formacin espi-ritual, doctrinal y pedaggica de los catequistas ya existentes en las parroquias.

    Buscar y motivar nuevas personas comprometidas y competentes que puedan prestar el importante servi-cio de la catequesis en cada parroquia.

    Cualificar catequistas, en el Centro Arquidiocesano

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    para la Nueva Evangelizacin, para preparar a quie-nes reciben los sacramentos del Bautismo, la Euca-rista y la Confirmacin.

    Aprovechar mejor los servicios y las posibilidades de formacin de catequistas que ofrece la ESPAC.

    Encuentros vicariales y arquidiocesanos de catequistas.

    Programa N 2:DEFINIR Y APLICAR CRITERIOS Y PROCESOS PARA LA PASTORAL DE LA INICIACIN CRISTIANA EN LA ARQUIDICESIS

    2.1. Implementar los procesos de preparacin a los sacra-mentos de tal forma que lleguen a ser verdaderos iti-nerarios de iniciacin cristiana.

    Acoger en las parroquias las personas que piden los sacramentos con respeto y cordialidad, comprome-tindose directamente los sacerdotes en esta tarea.

    Hacer del kerigma la lnea transversal de todos los procesos de preparacin a los sacramentos de inicia-cin cristiana.

    Lograr que la iniciacin cristiana se configure como un verdadero camino de discipulado.

    Establecer al menos dos encuentros de preparacin para la celebracin del Bautismo y 10 meses de cate-quesis para la celebracin de la primera Comunin y la Confirmacin.

    Cumplir las disposiciones establecidas para la cele-bracin de cada sacramento de la iniciacin cristiana, evitando excepciones que afectan la unidad y la efica-cia de los procesos de evangelizacin.

    Asegurar el uso fiel de los rituales litrgicos en las celebraciones de cada uno de los sacramentos de ini-ciacin cristiana.

    Presentar la parroquia y su templo como el lugar apto para la celebracin de los sacramentos de iniciacin cristiana.

    Preparar debidamente la celebracin litrgica de

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    cada sacramento e integrarla dentro de la vida de la comunidad parroquial.

    2.2. Producir los subsidios necesarios para la catequesis y la celebracin de los sacramentos de iniciacin cristiana y asegurar que se utilicen en todas las pa-rroquias.

    Elaborar plegables, bajo la coordinacin de las De-legaciones arquidiocesanas de Catequesis y Co-municaciones, con la informacin necesaria que los fieles deben tener en cuenta para la celebracin de cada sacramento de la iniciacin cristiana.

    Perfeccionar y aplicar mejor el itinerario de forma-cin que se est siguiendo en la Arquidicesis para los adultos que piden los sacramentos de la inicia-cin cristiana.

    Sealar, por parte de la Delegacin arquidiocesana de Catequesis, los textos que se deben seguir en la preparacin de nios, jvenes y adultos para cada sacramento de la iniciacin cristiana.

    Ofrecer, por parte de la Delegacin arquidiocesana de Liturgia, comentarios litrgicos para guiar con-venientemente la celebracin de cada sacramento.

    Programa N 3:IMPLEMENTAR PROCESOS DE CATEQUESIS COM-PLEMENTARIOS A LA INICIACIN CRISTIANA

    3.1. Integrar la celebracin de los sacramentos de inicia-cin cristiana en procesos complementarios de cate-quesis y de vida cristiana.

    Recuperar la familia como la primera escuela cristia-na donde los padres cumplan su tarea de trasmitir la fe.

    Definir programas de catequesis para los padres y padrinos de nios y adolescentes que piden los sa-cramentos de iniciacin cristiana.

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    Propiciar catequesis para nios en las parroquias en los perodos que van entre el Bautismo y la primera Comunin y entre sta y la Confirmacin.

    Vincular a los nios que reciben el sacramento de la primera Comunin y a los adolescentes y jvenes que reciben el sacramento de la Confirmacin a gru-pos apostlicos (infancia misionera, servidores del al-tar, grupos prejuveniles y juveniles).

    Catequesis, a travs de los medios de comunicacin social de la Arquidicesis, para evangelizar y animar a los fieles a vivir el misterio de Cristo y la comunin eclesial que han comenzado en los sacramentos de la iniciacin cristiana.

    3.2. Definir y aplicar las ayudas pastorales para quienes han recibido los sacramentos de la iniciacin cristiana en edad adulta.

    Mantener en cada parroquia un ambiente estimulante para la vida cristiana por el testimonio de todos y por el mensaje claro y oportuno que se da en la predica-cin y la catequesis.

    Garantizar, en cada parroquia, un adecuado acom-paamiento de quienes han recibido la iniciacin cris-tiana en la edad adulta, que les permita continuar su formacin y maduracin en la fe.

    Encuentros en los tiempos fuertes de la liturgia, por vicaras, con los adultos que han recibido durante el ao la iniciacin cristiana para fortalecer su vida de fe y su vinculacin eclesial.

    Motivar a los adultos que acaban de recibir la inicia-cin cristiana a integrarse en pequeas comunidades y a participar activamente en la pastoral parroquial.

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    2 ANIMACIN DE LA VIDA LITRGICAObjetivo:Lograr una celebracin digna, participativa y fructuosa de la liturgia en la que los discpulos de Jess podamos glori-ficar a Dios e impulsar la obra de la salvacin.

    Metas:1. Hacer de la liturgia una experiencia de encuentro per-

    sonal y comunitario con Dios.2. Orientar y motivar a todos los miembros de la comu-

    nidad arquidiocesana acerca de la naturaleza, fines y signos de la liturgia.

    3. Lograr en las parroquias la participacin consciente y activa de todos en la celebracin litrgica para vivir con mejor provecho el misterio de la salvacin.

    4. Ofrecer en la vida litrgica el ambiente propicio a la evangelizacin y al desarrollo de las comunidades eclesiales.

    5. Vivir el Ao de la Fe tambin desde la liturgia, pues sin ella la profesin de fe no tiene eficacia ya que carece de la gracia que sostiene el testimonio (cf Porta Fidei, 11).

    Programa N 4:PROMOVER LA FORMACIN LITRGICA

    4.1. Ofrecer a los seminaristas una verdadera formacin litrgica.

    Una conferencia del arzobispo sobre este tema cada semestre a los seminaristas.

    Cursos complementarios de liturgia en los seminarios segn las necesidades en cada etapa de formacin.

    Talleres prcticos de liturgia para preparar las cele-braciones ms importantes en el seminario y en la arquidicesis.

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    Constituir en cada seminario un equipo que vele por la adecuada celebracin de la liturgia.

    Aprovechar los subsidios litrgicos elaborados por la arquidicesis u otros que sea necesario producir en los seminarios.

    Profundizar a lo largo del ao la Constitucin Sacro-sanctum Concilium del Concilio Vaticano II

    Potenciar todos los medios posibles para la formacin en el canto litrgico y el arte sagrado.

    4.2. Reavivar, en los sacerdotes y en los religiosos, la vida y la espiritualidad litrgica.

    Conferencias del arzobispo a los sacerdotes sobre la vida litrgica en los retiros espirituales

    Dos encuentros de los arciprestazgos en el ao se dedicarn a la formacin litrgica de los sacerdotes en coordinacin con la Delegacin arquidiocesana de Liturgia.

    Motivacin permanente de los vicarios de zona y los arciprestes a los sacerdotes y religiosos para vivir la espiritualidad litrgica, para seguir las normas litrgi-cas y para aprovechar los subsidios que se producen en la arquidicesis.

    Cuidar de un modo particular la celebracin de la litur-gia en la catedral y en los retiros espirituales del clero.

    Invitar a los sacerdotes y religiosos a participar y a vivir ms intensamente las grandes celebraciones li-trgicas de la Arquidicesis.

    Promover, entre los sacerdotes y los religiosos, la participacin en el Congreso Internacional de Liturgia programado por la UPB, en julio del presente ao.

    Difundir a travs de los medios que tiene la Arquidi-cesis elementos de formacin y espiritualidad litrgi-ca; hacer un especial nfasis en la Constitucin Sa-crosanctum Concilium del Concilio Vaticano II.

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    Asesora en el campo litrgico para la construccin o adecuacin de los templos por parte de la Comisin de Arquitectura y Arte Sagrado.

    4.3. Trabajar en la formacin de los laicos para que cele-bren y vivan con fe y con fruto la liturgia.

    Conformar o consolidar en cada parroquia un equipo de liturgia, que puede estar integrado por sacerdotes, religiosos y laicos, incluyendo algunos de los que se han formado para la Misin Continental, que se ocupe de la preparacin y animacin de las celebraciones litrgicas.

    Tener un encuentro anual de formacin, por vicaras episcopales de zona, con los integrantes de los equi-pos parroquiales de liturgia.

    Revisar y perfeccionar el proceso de formacin de los ministros extraordinarios de la Comunin.

    Dar, por parte de la Delegacin arquidiocesana de Li-turgia, formacin y capacitacin a las personas y gru-pos encargados del canto en las parroquias.

    Motivacin y catequesis permanente por parte de los sacerdotes y del equipo parroquial de liturgia para que los fieles comprendan y vivan la liturgia.

    Aprovechar, unos minutos antes de la celebracin eu-carstica, para orientar la asamblea y ensayar los can-tos a fin de tener una participacin ms consciente y activa.

    Dar a conocer el espritu y las orientaciones de la Constitucin Sacrosanctum Concilium del Concilio Vaticano II.

    Programa N 5:VIVIR PROVECHOSAMENTE EL AO LITRGICO

    5.1. Ayudar a descubrir el proceso salvfico que se realiza en el ao litrgico y a acogerlo en la fe.

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    Produccin de subsidios, por parte de la Delegacin arquidiocesana de Liturgia con el Departamento de Comunicaciones y el Equipo de Misin Continental, para celebrar mejor cada uno de los tiempos del ao litrgico.

    Capacitacin, por parte de la Delegacin arquidioce-sana de Liturgia, a los miembros de los Comits litr-gicos de las Vicaras y los Arciprestazgos para que promuevan el sentido y las gracias del ao litrgico a travs de los equipos parroquiales.

    Participacin de sacerdotes, religiosos y laicos en los cursos que ofrece el Centro Arquidiocesano de Nue-va Evangelizacin sobre los tiempos litrgicos.

    Catequesis en cada parroquia al iniciar las distintas etapas del ao litrgico sobre su sentido dentro de la celebracin del misterio de Cristo.

    Esfuerzo serio de cada sacerdote por celebrar con uncin y dentro del espritu de la liturgia cada una de las solemnidades y fiestas del ao litrgico.

    5.2. Redescubrir la centralidad de la Pascua en el ao li-trgico.

    Llevar a los fieles, por la catequesis y la fructuosa ce-lebracin de los sacramentos, a que vivan el camino que se hace desde el mircoles de ceniza hasta el do-mingo de Pentecosts, para participar vivencialmente en la muerte y resurreccin del Seor.

    Empeo de todos los sacerdotes, en la predicacin y la direccin espiritual, para que cada catlico reviva en la cuaresma y en la pascua la gracia de los sacra-mentos de la iniciacin cristiana .

    Potenciar en la Semana Santa las celebraciones litr-gicas sobre los actos de piedad popular, preparndo-las cuidadosamente, dando con anterioridad la debi-da catequesis y celebrndolas con uncin.

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    Darle toda su importancia y su carcter festivo a la celebracin de los domingos de pascua como expe-riencia de Cristo Resucitado y apertura personal y co-munitaria a la accin del Espritu Santo.

    Mostrar a lo largo del ao, a travs de diversos me-dios, que todas las celebraciones litrgicas son una actualizacin y prolongacin de la Pascua del Seor.

    Programa N 6:VIVIR GOZOSAMENTE EL DA DEL SEOR

    6.1. Ayudar a descubrir la importancia y a vivir con fe la gracia del da del Seor.

    Difundir entre los sacerdotes, los religiosos y los fie-les, a todos los niveles posibles, el conocimiento y la aplicacin de la Carta Apostlica Dies Domini de Juan Pablo II

    Impulsar, con los comits vicariales, arciprestales y con los equipos parroquiales de liturgia, la celebra-cin del domingo como el da del Seor resucitado y el da de la comunidad cristiana

    Acompaar y orientar, por parte de la Delegacin ar-quidiocesana de Liturgia, a quienes tienen la transmi-sin de la Misa o programas de catequesis a travs de los medios de comunicacin para unificar criterios y unir fuerzas

    Ensear, por diversos medios, a santificar el domingo como el da de la alegra, de la fraternidad, del servi-cio a los dems y del descanso

    6.2. Realizar una festiva y fructuosa celebracin de la eu-carista dominical.

    Aprovechar todos los recursos para darle a la Euca-rista del domingo su importancia y carcter festivo: la acogida de la gente, los comentarios oportunos, la

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    cuidadosa seleccin e interpretacin de los cantos, el ambiente de vida y alegra.

    Producir, por parte de la delegacin arquidiocesana de liturgia, subsidios para el canto litrgico en las pa-rroquias.

    Enfatizar la presencia del prroco como padre y pas-tor de la comunidad en la Eucarista del domingo.

    Procurar que toda la asamblea participe en el misterio y el desarrollo de la accin litrgica por su fe, por la oracin en comn y por el canto.

    Lograr, en la homila, un mensaje oportuno y directo que ayude a recibir la Palabra de Dios y que vaya lle-vando a una madurez en la fe y en la vida eclesial.

    Invitar las comunidades eclesiales y los grupos apos-tlicos para que, con la coordinacin del equipo pa-rroquial de liturgia, se encarguen de la animacin y adecuada celebracin de las Eucaristas dominicales en cada parroquia.

    Organizar los horarios de las Eucaristas dominicales con el fin de celebrar nicamente las que sean nece-sarias para la participacin de la familia parroquial.

    3FORTALECIMIENTO DE LA PASTORAL JUVENILObjetivo:Revitalizar la pastoral juvenil de la Arquidicesis a travs de la organizacin de grupos y redes de grupos juveniles, que ayuden con procesos de formacin cristiana a los ado-lescentes y a los jvenes a ser discpulos misioneros capa-ces de dar vida al mundo.

    Metas:1. Lograr que en todas las parroquias de la Arquidicesis

    se organicen grupos juveniles que ayuden a transmitir y madurar la fe de las nuevas generaciones.

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    2. Crear a nivel de arciprestazgos y vicaras, con los res-pectivos comits de evangelizacin, redes de grupos juveniles.

    3. Ofrecer desde las parroquias un mejor servicio pasto-ral en las instituciones educativas privadas y oficiales.

    4. Crear herramientas para la animacin y organizacin de la pastoral juvenil en las parroquias, arciprestazgos y vicaras.

    5. Integrar la pastoral juvenil en el conjunto de la pastoral arquidiocesana.

    Programa N 7:FORMACIN DE AGENTES DE PASTORAL JUVENIL

    7.1. Llevar los seminaristas a que valoren la pastoral juve-nil y se capaciten para ella.

    Tener talleres en los diferentes seminarios para for-mar animadores de pastoral juvenil que tengan celo apostlico y sepan aprovechar diversos recursos, metodologas y procesos.

    Lograr que todos los seminaristas, dentro del ciclo de su formacin, tengan la experiencia de crear y ase-sorar grupos juveniles y de trabajar pastoralmente en las instituciones educativas.

    Formar de un modo directo a los seminaristas durante el ao pastoral para que sean asesores de la pastoral juvenil en las parroquias.

    Integrar a algunos seminaristas en el equipo arquidio-cesano de pastoral juvenil para que conozcan el tra-bajo general de pastoral juvenil que se va realizando y lo compartan en sus seminarios.

    7.2. Motivar y capacitar los sacerdotes para impulsar la pastoral juvenil en las parroquias.

    Dos encuentros de los arciprestazgos en el ao se dedicarn, en coordinacin con la Delegacin arqui-

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    diocesana de pastoral juvenil, a dar informaciones y a ofrecer recursos para la accin pastoral con los jve-nes.

    Produccin de subsidios dirigidos a los sacerdotes, por parte de las Delegaciones arquidiocesanas de Catequesis y Juventud, para que puedan hacer un mejor acompaamiento pastoral a las instituciones educativas presentes en las parroquias por medio de asesora a los profesores, visitas a los grupos acad-micos, convivencias, retiros, formacin de grupos.

    Compartir las experiencias pastorales de sacerdotes que tienen un buen proceso de acompaamiento de los jvenes en sus parroquias.

    7.3. Formar agentes y asesores laicos para que sean aps-toles de la juventud

    Bsqueda y motivacin en cada parroquia de maes-tros jubilados y profesionales que quieran capacitarse para el acompaamiento de procesos de pastoral ju-venil.

    Formacin y capacitacin en cada parroquia de un equipo de laicos para animar la pastoral juvenil.

    Cursos de animadores y asesores juveniles a nivel arquidiocesano y vicarial.

    Dos encuentros en el ao, a nivel vicarial, de los ani-madores y asesores de la pastoral juvenil en las pa-rroquias.

    Programa N 8:CREACIN, FORMACIN Y ACOMPAAMIENTO DE GRUPOS JUVENILES

    8.1. Ofrecer subsidios para ayudar a los agentes de pas-toral en la formacin de grupos juveniles en todas las parroquias.

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    Pedir oraciones en los monasterios, a los enfermos y a todas las comunidades parroquiales por este pro-yecto.

    Folleto para indicar el proceso y la metodologa que se pueden seguir en los grupos prejuveniles, juveniles y universitarios, segn las etapas que van recorriendo.

    Folletos con temas y dinmicas para desarrollar las reuniones de los grupos juveniles.

    Aprovechar el You Cat (Catecismo para Jvenes de la Jornada Mundial de la Juventud) como un instru-mento muy til para la formacin en la fe.

    Talleres en los arciprestazgos sobre experiencias, sistemas y metodologas de pastoral juvenil.

    8.2. Acompaar los grupos juveniles que existen actual-mente en las parroquias.

    Hacer una base de datos a nivel arquidiocesano, lo ms completa posible, de los grupos juveniles que existen en las parroquias y de la metodologa que si-guen.

    Lograr que cada parroquia tenga este ao un nuevo grupo juvenil y que en todos los grupos juveniles se implemente un proceso de discipulado.

    Dos encuentros en el ao, por arciprestazgos, de los equipos parroquiales de pastoral juvenil.

    Un encuentro en el ao, por vicaras, de los grupos juveniles parroquiales.

    Asesora permanente a los grupos juveniles por parte de la Delegacin arquidiocesana de pastoral juvenil

    Encuentro parroquial de adolescentes y jvenes el Domingo de Ramos.

    8.3. Propiciar una mayor participacin de los grupos juve-niles en la vida eclesial.

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    Orientacin y apoyo para llevar los miembros de los grupos juveniles a participar en programas de evan-gelizacin (catequistas), de liturgia (miembros del equipo parroquial de liturgia), de proyeccin social (trabajo con indigentes, reclusos, enfermos, nios sin hogar), de pastoral con los mismos jvenes.

    Orientacin a los grupos juveniles ms maduros y con mayor trayectoria para que se configuren como una pequea comunidad eclesial.

    Dar a conocer, a travs de diversos medios de comu-nicacin de la Arquidicesis, la vida y el trabajo de los grupos juveniles en sus parroquias.

    8.4. Ofrecerle una orientacin vocacional a los miembros de los grupos juveniles.

    Presentar a los jvenes las posibilidades vocaciona-les a la vida sacerdotal, religiosa y laical.

    Creacin de centros vocacionales en cada vicara episcopal para el seguimiento de los jvenes que ma-nifiesten inclinacin a la vida sacerdotal por parte de la Delegacin de pastoral vocacional.

    Acercamiento de las jvenes con vocacin a la vida consagrada a las diferentes comunidades religiosas.

    Hacer una decidida pastoral vocacional en las institu-ciones educativas de la Arquidicesis.

    Programa N 9: COORDINACIN DE LA PASTORAL JUVENIL

    9.1. Disear un sistema de articulacin de la pastoral juve-nil a nivel parroquial, vicarial y arquidiocesano.

    Conformacin del equipo arquidiocesano de pastoral juvenil.

    Evaluacin y programacin semestral, por vicaras episcopales de zona, de la pastoral juvenil.

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    Jornada arquidiocesana de la juventud y entrega del mensaje a los jvenes del Concilio Vaticano II.

    Animar y orientar, a nivel arquidiocesano, los tiempos fuertes del ao litrgico, especialmente mediante la Pascua Juvenil y la Navidad Joven.

    9.2. Organizar redes de grupos juveniles a nivel parroquial, arciprestal y arquidiocesano.

    Disear la coordinacin y vinculacin, en las parro-quias, de los diversos grupos juveniles existentes.

    Crear una red, a nivel de cada arciprestazgo, con los grupos juveniles parroquiales.

    Animacin y seguimiento a nivel vicarial de las redes de los arciprestazgos.

    4 INICIACIN Y CONSOLIDACION DE PEQUEAS COMUNIDADES ECLESIALES Objetivo:Iniciar o consolidar en todas las parroquias pequeas co-munidades eclesiales en las que se realicen verdaderos procesos de discipulado misionero para llevar a muchas personas, mediante una catequesis sistemtica y orgnica, a una vida plena en Cristo y lograr una profunda renova-cin de la comunidad parroquial.

    Metas:1. Consolidar las comunidades eclesiales, de los siste-

    mas aprobados, ya existentes en las parroquias de la Arquidicesis.

    2. Impulsar la iniciacin de nuevas comunidades ecle-siales en todas las parroquias de la Arquidicesis, que deben ser comunin de pequeas comunida-des.

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    3. Formar a presbteros, diconos, religiosos, seminaristas y laicos para los procesos de nueva evangelizacin a partir de diversos sistemas de comunidades eclesiales.

    4. Coordinar a nivel vicarial y arquidiocesano las comunida-des eclesiales segn los diversos sistemas aprobados.

    5. Lograr, a partir de la formacin en la fe por medio de pequeas comunidades eclesiales y de la espiritua-lidad de comunin, una verdadera renovacin de las parroquias.

    Programa N 10:FORMACIN DE EVANGELIZADORES QUE INICIEN Y ACOMPAEN PEQUEAS COMUNIDADES ECLESIALES

    10.1. Lograr que los formadores y alumnos de los semina-rios se hagan conscientes de la importancia de las pequeas comunidades eclesiales y conozcan las metodologas para iniciarlas y acompaarlas.

    Promover, en los seminarios, una verdadera espiritua-lidad de comunin y organizar el proceso formativo a partir de la vida cristiana en pequeas comunidades.

    Talleres prcticos, dirigidos por los formadores u otras personas competentes, para que los semina-ristas conozcan los sistemas aprobados en la Arqui-dicesis para la implementacin de pequeas comu-nidades eclesiales.

    Acercar de un modo directo los seminaristas al pro-ceso de comunidades eclesiales de las parroquias, para que participen de la experiencia de vida cris-tiana que all se tiene y se fortalezcan como nuevos evangelizadores.

    10.2. Ayudar a los presbteros y a los diconos para que vivan la experiencia de pequeas comunidades eclesiales y conozcan la espiritualidad y la metodologa con que se inician y se acompaan.

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    Despertar entre los sacerdotes, con diversos me-dios, el sentido de la espiritualidad de comunin y el nuevo ardor que requiere la nueva evangelizacin.

    Propiciar la formacin de pequeas comunidades entre los sacerdotes.

    Capacitar a los vicarios, a los arciprestes y a los comits de evangelizacin de las vicaras y los ar-ciprestazgos para que puedan asesorar a los p-rrocos en el discernimiento y el procedimiento de la formacin de comunidades eclesiales.

    Talleres prcticos, dirigidos por equipos competen-tes, a grupos de sacerdotes y diconos que quie-ran conocer un determinado sistema para formar pequeas comunidades eclesiales.

    10.3. Formar evangelizadores laicos para vivir, iniciar y acompaar en las parroquias la experiencia de pe-queas comunidades eclesiales.

    A partir de los lderes, motivados para la Misin Continental, constituir en cada parroquia un equipo de evangelizadores que tengan la disponibilidad y la competencia para conducir los procesos de for-macin y acompaamiento de grupos y pequeas comunidades.

    Encuentros peridicos, en los arciprestazgos, con los equipos de evangelizadores parroquiales ya mencionados para mantener con ellos un proceso de discipulado misionero que los lleve a vivir y a proyectar su fe en comunidad.

    Talleres en los arciprestazgos segn las necesi-dades, dirigidos por los comits de evangelizacin o por equipos competentes, para formar y orien-tar estos equipos de evangelizadores a fin de que puedan iniciar o acompaar pequeas comunida-des eclesiales.

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    Reflexionar con estos laicos los grandes contenidos del Decreto Apostolicam Actuositatem del Concilio Vaticano II.

    Programa N 11: ACOMPAAMIENTO DE LOS GRUPOS APOSTLICOS DE LAS PARROQUIAS

    11.1. Darle nuevo dinamismo e integrar ms plenamente a la vida parroquial los grupos apostlicos existentes.

    Constituir en todas las parroquias el consejo parro-quial en el que estn representadas las fuerzas vivas de la comunidad.

    Hacer, a nivel de los arciprestazgos, una base de datos de los grupos apostlicos existentes en las pa-rroquias.

    Ofrecer orientacin y herramientas a los grupos de los movimientos eclesiales aprobados (Legin de Mara, Infancia Misionera, Sociedad de San Vicente de Pal, Movimiento Familiar Cristiano, etc.) respe-tando siempre su espiritualidad, su metodologa y su organizacin, para integrarse y proyectarse armo-niosa y creativamente en la vida parroquial.

    Realizar un encuentro anual, por arciprestazgos, para dar orientacin y formacin a los grupos apos-tlicos de las parroquias.

    11.2. Ayudar los grupos apostlicos, cuando se vea conve-niente, a constituirse en comunidades eclesiales

    Acompaar a los miembros de los grupos de oracin, de estudio de la Biblia, de liturgia, de pastoral social, etc., por medio de los agentes que ha formado la Misin Continental, a madurar en su fe con procesos de discipulado misionero.

    El prroco, con su consejo parroquial y la ayuda del

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    arcipreste har un discernimiento para ver si con-viene invitar a algunos de estos grupos apostlicos a entrar en un proceso para ser comunidad eclesial e igualmente ver cul sistema resulta ms conve-niente para ellos.

    Programa N 12:CONSOLIDAR LAS PEQUEAS COMUNIDADES ECLE-SIALES QUE EXISTEN Y PROPICIAR LA CREACIN DE NUEVAS COMUNIDADES EN LAS PARROQUIAS

    12.1. Conocer y asumir, a nivel arciprestal, vicarial y arqui-diocesano, las comunidades eclesiales que existen en las parroquias.

    Pedir oraciones, en los monasterios, a los enfer-mos y a todas las comunidades parroquiales, por este programa pastoral.

    Hacer una base de datos de las comunidades ecle-siales existentes de los sistemas aprobados: Co-munidades Eclesiales de Base, Comunidades del Camino Neocatecumenal, Comunidades Eclesia-les por el Reino de Dios (CER), Comunidades del Sistema Integral de Nueva Evangelizacin (SINE).

    Vigorizar en cada parroquia las comunidades ecle-siales existentes respetando su sistema y organi-zacin, asumirlas como realidad parroquial y bus-car que sean fieles a los criterios eclesiales con los que se deben integrar a la parroquia.

    Propiciar que, viviendo el Ao de la Fe, se nutran del Catecismo de la Iglesia Catlica.

    Realizar en cada parroquia un encuentro semestral de oracin, formacin y fraternidad para impulsar el vigor y la unidad de sus pequeas comunidades.

    Motivar las pequeas comunidades, para que se pro-yecten al interior de cada parroquia hacindola ms viva y acogedora.

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    Realizar un encuentro anual, por arciprestazgos, de las comunidades eclesiales.

    12.2. Iniciar nuevas comunidades eclesiales en todas las pa-rroquias de la Arquidicesis.

    Pedir oraciones, en los monasterios, a los enfermos y a todas las comunidades parroquiales, por el xito de este programa pastoral.

    Motivar las parroquias, con diversos medios, para que se abra a la nueva evangelizacin, a una vida de au-tntica fe, a la espiritualidad de comunin.

    Hacer un discernimiento, en cada parroquia, por parte del prroco con el consejo parroquial y la ayuda del arcipres-te sobre el sistema de comunidades eclesiales que con-viene implementar.

    Talleres, para los sacerdotes y los equipos evangeliza-dores de las parroquias, sobre los sistemas para for-mar pequeas comunidades eclesiales.

    Dar comienzo a un proceso de evangelizacin con la proclamacin del primer anuncio que d origen a co-munidades eclesiales, a partir de grupos existentes, de asambleas familiares, de grupos formados en los sectores de la parroquia, de grupos convocados por afinidades, de personas llamadas directamente en sus casas.

    Motivar estos grupos, futuras comunidades, para que se proyecten al interior de cada parroquia hacindola ms viva y acogedora.

    Hacer seguimiento, a nivel de los arciprestazgos por medio de los comits de evangelizacin, a las iniciati-vas de cada parroquia para que respondan y se inte-gren debidamente a la programacin arquidiocesana.

    Realizar un encuentro anual, por arciprestazgos, de los que se van perfilando como lderes o coordinadores en estas eventuales comunidades eclesiales.