privacidad, ¿qué bicho es ese?
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Nuestra vida, en especial el decorrer de nuestro día, puede ser entendido como una sucesión de eventos. Desde el momento en que despertamos, hasta tarde en la noche cuando volvemos a nuestro cuarto, pensamos, actuamos, conversamos con amigos y... publicamos. Esta última actividad es un fenómeno reciente, resultado no solamente de la nueva internet social la cual exige de cada uno de nosotros la actualización casi diaria de nuestro “yo virtual”, sino también de los cambios dramáticos que ocurren en los dispositivos computacionales, tornándolos móviles y ubicuos (o dominantes). De hecho, vivimos un momento de “hipervisibilidad”.TRANSCRIPT
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Privacidad, ¿qué bicho es ese?
17 de marzo, 2013 Ricardo Murer Graduado de Ciencias de la computación (USP) y maestro de la Comunicación (USP). Especialista de la estrategia digital y de las nuevas tecnologias. Follow: @rdmurer
Supe, temprano en mi vida cuánto era importante la privacidad. Daniel Day-‐Lewis (Actor inglés – 1957 -‐ )
Entre los animales más magníficos de este planeta, sin duda el tigre es uno de ellos y podemos decir que el tigre de java (Panthera tigris sondaica) es una de las especies más bonitas. Su hábitat, la isla de Java en Indonesia, es uno de los lugares donde la presencia del hombre ha hecho grandes estragos. En este caso, promovió la extinción de ese lindo animal. Desde 1993 ningún científico fue capaz de encontrar ningún rastro de la presencia del tigre de Java. İ Extinguido!
Nuestra vida, en especial el decorrer de nuestro día, puede ser entendido como una sucesión de eventos. Desde el momento en que despertamos, hasta tarde en la noche cuando volvemos a nuestro cuarto, pensamos, actuamos, conversamos con amigos y… publicamos. Esta última actividad es un fenómeno reciente, resultado no solamente de la nueva internet social la cual exige de cada uno de nosotros la actualización casi diaria de nuestro “yo virtual”, sino también de los cambios dramáticos que ocurren en los dispositivos computacionales, tornándolos móviles y ubicuos (o dominantes). De hecho, vivimos un momento de “hipervisibilidad”. Para Andrew Keen: “En este mundo transparente, estamos al mismo tiempo en todas partes y en ninguna, la irrealidad absoluta es la presencia real”. Somos llevados por las redes sociales y las nuevas tecnologías de compartir, a abrir el libro de nuestras vidas de forma irrestricta, sin límites, en todo momento. Perdemos completamente la noción de lo que es personal y de lo que es público. Todo puede y tiene que ser compartido para el bien de la nueva onda social, o mejor para los anunciantes de las redes sociales que precisan conocer detalles de nuestra vida para postar anuncios “contextualizados” de acuerdo con nuestro perfil y gustos personales. No por casualidad, Dan Fletcher escribió que “Facebook está cambiando nuestro DNA social, volviéndonos más acostumbrados a la transparencia”.
La cuestión es: ¿cuál es el precio a pagar?
Para las megaempresas virtuales, propietarias de las redes sociales, somos consumidores, sin grandes ilusiones, es lo que somos. Yendo más lejos, en la medida en que precisamos presentarnos siempre saludables, alegres, viajados y diferentes, nos
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volvemos nosotros mismos “mercaderías”. En ese sentido, es bueno oír al sociólogo polaco Zygmunt Bauman. Para él, en una sociedad de consumidores, somos llevados a tornarnos “mercaderías vendibles”, aumentando nuestro valor a partir de construcciones de nuestros perfiles, muchas veces artificiales, para poder estar siempre bien adelante de nuestro público, sea este virtual o no. En este nuevo juego virtual social, lo que estamos dejando de lado, en especial la nueva generación digital, es la privacidad. Sin embargo no estamos siendo “coaccionados” a renunciar a nuestra privacidad. La cultura o cibercultura actual, mediática, influenciada por una frenética búsqueda por visibilidad (culto a las celebridades, por ejemplo) nos lleva a ignorar por completo nuestro derecho de preservar nuestra identidad, los eventos particulares de nuestra vida y muchas veces, nuestros momentos de soledad.
“Si antes los mecanismos de identificación herían la privacidad del individuo (moderno, romántico e introspectivo) y eran sentidos como una verdadera invasión, la larga adhesión a las redes sociales digitales parece atestiguar, en la modernidad tardía, el enfriamiento del sentimiento de “yo” en perfiles y avatares publicitados en las instancias mediáticas de la visibilidad ciberespacial.” [Dal Bello, 2011]
Entonces cuando el asunto es preservar la privacidad, la mía, la suya y de todos los ciberciudadanos, vivimos de hecho, una paradoja dentro del universo de las redes sociales. Considerando que el actual modelo de negocios de las redes sociales está anclado (prácticamente 100%) en medios publicitarios contextualizados, fundamentado en informaciones personales suministradas por los usuarios consumidores-‐mercaderías, no hay como preservar las informaciones suministradas por los usuarios de uso por parte de las empresas que sustentan las redes sociales. Cuanto mayor la cantidad de datos, cuanto más informaciones personales las redes sociales poseen sobre usted, más “precisa” y “efectiva” será la publicidad y mayor la rentabilidad del negocio. Esta es la lógica. Entonces, para tener todos los beneficios de la era de las redes sociales precisamos renunciar a nuestra privacidad, espontáneamente o no.
Privacidad, ¿qué bicho es ese?
Privacidad es la capacidad y derecho que tenemos de controlar las informaciones sobre nosotros mismos. De cierta forma, nuestro derecho de vivir en sociedad de forma anónima. Pero la privacidad va aún más lejos, pues ella también existe para garantizar que informaciones personales, una vez compartidas con una organización, no sean usadas, vendidas o distribuidas sin autorización. Pero, al parecer, estamos felices con el hecho de vivir en un mundo virtual sin paredes, con las puertas y ventanas de nuestras vidas abiertas de par en par, sentimientos, relacionamientos, hábitos de consumo y más. Las redes sociales, dicen, están haciendo su parte, promoviendo políticas de privacidad, las cuales deben ser configuradas por el propio usuario. Mientras tanto, todo usuario que ya probó de configurar su privacidad dentro de las redes sociales percibe cuan ardua es esa tarea. Con el tiempo, Facebook, Orkut y otras redes sociales han aumentado la cantidad de ítems y ofrecido una infinidad de opciones en sus políticas de privacidad, las cuales son confusas y precisan de tiempo
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para hacer una configuración adecuada. Como bien notó Dal Bello: “Como consecuencia, es obvio que sus políticas de privacidad se vuelvan cada vez más complejas, de modo de asegurar la explotación comercial de los recursos subjetivo-‐informacionales y protegerlas de la responsabilidad por eventuales problemas que los individuos tengan al volverse cada vez más abiertos y conectados.” [Dal Bello, 2011]
Todos queremos vivir plenamente esta nueva onda virtual, usando frenéticamente smartphones y gadgets para compartir fotos, videos y textos. ¿Quién desea salir de debajo de los focos virtuales? De hecho, muchos de nosotros solamente descubrirán el valor de la privacidad cuando la hayan perdido. La privacidad también está asociada a vigilancia y seguridad, y una vez que hayamos perdido el control sobre nuestras informaciones personales, quien estará haciendo uso de ellas y con qué finalidad? No creo que el camino sea eliminar por completo nuestra presencia virtual, inclusive existe un website para eso, el Web 2.0 Suicide Machine. Pero si continuamos ad infinitum sustentando las redes sociales y otras herramientas Web 2.0 con nuestras informaciones personales, llegará el momento en que las grandes corporaciones virtuales, empresas y gobiernos sabrán todo sobre nosotros.
Pienso hacer un viaje para Indonesia. Me contaron que la privacidad habita la isla de Java. Lamentablemente, hace algunos años, entró a la lista de los bichos en extinción.
Referencias BAUMAN, Z. Vida para Consumo – A transformação das pessoas em mercadorias. Zahar Editora, Rio de Janeiro, 2008. BAUMAN, Z. Amor Líquido. Zahar Editora, Rio de Janeiro 2004.
CAMPBELL, R., AL-‐MUHTADI J., NALDURG P., SAMPEMANEL G. and MICKUNAS M. D. Towards security and privacy for pervasive computing. In Proceedings of International Symposium on Software Security, Tokyo, Japan, 2002.
DAL BELLO, C. Visibilidade, vigilância, identidade e indexação: a questão da privacidade nas redes sociais digitais. O Estatuto da Cibercultura no Brasil. Vol.34, N 01, 1º semestre 2011. FLETCHER, D. How Facebook is redefining privacy. Time. 20 mai. 2010. Disponível em: http://www.time.com/time/business/article/0,8599,1990582-‐1,00.html. Acesso em: 1 março de 2013. GUHA S., TANG K. and FRANCIS P. NOYB: Privacy in onlinesocial networks. In WOSN, 2008 KADUSHIN, C. Understanding social networks: Theories, concepts, and findings. Oxford University Press, USA, 2011.
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KEEN, A. Vertigem digital – Porque as redes sociais estão nos dividindo, diminuindo e desorientando. Zahar Editora, Rio de Janeiro, 2012. NARAYANAN, A., SHMATIKOV, V. De-‐anonymizing Social Networks. 30th IEEE Symposium on Security & Privacy, 2009. PARISER, E. O Filtro Invisível – O que a internet está escondendo de você. Zahar Editora, Rio de Janeiro, 2012. Notas Computación dominante o ubicua Esta nueva tecnología prevé un mundo donde procesadores embutidos, sensores y comunicaciones digitales son commodities de costo insignificante, siendo así, estarán disponibles en todos los lugares. Eso elimina barreras de tiempo y lugar, haciendo que los servicios computacionales estén disponibles para los usuarios a cualquier hora y en cualquier lugar. [Campbell, 2002] Para la teología, ubiquidad es la facultad divina de estar concomitantemente presente en todas partes. Barack Obama, presidente de los Estados Unidos, firmó la “declaración de los derechos de privacidad on-‐line”, documento que coloca una serie de límites al uso de las informaciones personales publicadas en internet por los ciudadanos al mismo tiempo que amplía el conocimiento y control sobre cuáles de esas informaciones están siendo explotados por las empresas. En la Unión Europea, el asunto es todavía más serio y restrictivo, con leyes para proteger los datos con base en una directriz de 1995 que estableció principios para la recolección de informaciones personales. En Brasil, el art. 5º, X, de la Constitución de la República, dice que son inviolables la intimidad, la vida privada, el honor y la imagen de las personas, asegurado el derecho a indemnización por el daño material o moral decurrente de su violación. Tigre de Java http://en.wikipedia.org/wiki/Javan_tiger Facebook Política de Uso de Datos -‐ http://www.facebook.com/about/privacy/. Última actualización: 11 de diciembre de 2012. Acceso el: 1 marzo de 2013.