CDA CENTRO DE DESARROLLO ANTROPOSÓFICO

SEMINARIO DE FORMACION PARA MAESTRA WALDORF

PRIMARIA Y SECUNDARIA

“PRINCIPIOS DE LA PEDAGOGIA WALDORF Y EL TRABAJO DEL MAESTRO

CON LOS PADRES DE FAMILIA”

TESINA PRESENTADA POR:

ANA ISABEL MARTINEZ MALDONADO

JUNIO 2019

INTRODUCCION

El presente trabajo de investigación, hace referencia a la conformación del ser humano, tomando en cuenta no solo su cuerpo físico, sino también sus cuerpos sutiles como el etérico, que tiene como misión construir al cuerpo físico y mantenerlo saludable, el cuerpo astral que nos permite sentir y nos da la conciencia despierta, y el Yo, la parte más elevada del ser humano, que nos permite recordar y representar todo lo que nos rodea, el que ayuda a elevar, con los debidos esfuerzos a los demás cuerpos. Se señala también el momento en el que cada uno de ellos se desenvuelve, haciendo referencia al hecho de que el maestro debe estar consciente de la existencia de estos cuerpos y el momento en el que aparecen, esto con el fin de apoyar el desarrollo integro del ser humano que él tiene a cargo.

Se mencionan las necesidades del niño en el primer y segundo septenio, donde la imitación y después la emulación respectivamente son las capacidades principales del niño, la responsabilidad que tienen padres y maestros al ser ellos las personas que él imita y emula. El compromiso y trabajo interior constante, por parte del maestro, y la transformación de su temperamento para evitar cualquier daño a la vida futura del niño. Otro de los temas es el trabajo del maestro al continuar aquí en la tierra con la labor de los seres espirituales en el alma del niño. La importancia de tener como base la antroposofía para entender el camino del ser humano en la tierra y su origen cósmico. La relevancia de la no intelectualización a temprana edad y el sano despertar del sentimiento religioso a través de las parábolas y las historias de personas dignas de ejemplo.

También se hace mención del arte como herramienta para trabajar la voluntad y el despertar del sentido estético, que le dará al niño la fuerza necesaria para el goce de vivir en este mundo. Otro de los temas fundamentales es el papel de los padres de familia en una escuela Waldorf así como el trabajo que el maestro debe realizar con ellos, para que juntos guíen al niño y pueda ser capaz de cumplir con su misión en esta existencia terrestre, entendiendo que esta relación padres- hijo-maestro tiene un origen kármico. Se explica de manera breve la triformación social, como semilla para el inicio de un nuevo orden social, donde los padres de familia son los encargados de entenderla, practicarla y difundirla.

MARCO TEORICO

La pedagogía Waldorf se basa en un profundo conocimiento del ser humano, eso implica, conocer no solo su cuerpo físico, sino todo lo que lo conforma en su totalidad. “…en lo que se refiere al arte de educar, hay que tener un conocimiento de los miembros de la naturaleza humana, así como el desarrollo de cada uno de ellos; saber sobre que parte hemos de actuar en determinada edad y como debidamente hacerlo.” (Steiner, 1991 p. 21)

Para entender lo mencionado en el párrafo anterior, comenzaremos por explicar las características de los cuatro miembros constitutivos del ser humano y el momento del nacimiento de cada uno de estos miembros, así como su transformación a través del sustrato del Yo durante el desarrollo del ser humano, tanto a nivel individual como grupal.

El cuerpo físico está conformado de minerales, de la misma naturaleza que los minerales presentes en la tierra y en el agua, este cuerpo podemos tocarlo y percibirlo a través de nuestros sentidos y muchos aseguran que es lo único que nos conforma, el cuerpo físico es el cuerpo más perfecto pues ha sido perfeccionado a través del tiempo, fue el primer cuerpo que tuvo el ser humano, por sí mismo este cuerpo no se enfermaría, sin embargo ¿Qué es lo que le da vida a ese cuerpo mineral? Porque por sí mismo el mineral es incapaz de tener vida, generar calor y realizar movimientos, años atrás la ciencia naturalista hablaba de una fuerza vital que daba vida al cuerpo físico, pero en la actualidad ya no se reconoce, se descartó esta fuerza que animaba el cuerpo.

La antroposofía nos da la respuesta a éstas cuestiones, la mirada clarividente señala que existe un cuerpo muy parecido al cuerpo físico, pero de una naturaleza muy distinta, que la mayoría de la gente no puede ver ni tocar. Así como se tiene un corazón o un cerebro físico, el ser humano tiene un corazón y un cerebro etérico, para cada órgano físico que existe hay uno etérico también. El cuerpo etérico es el responsable de mantener al cuerpo físico vivo y saludable. El cuerpo físico se forma en el cuerpo de la madre y después de unos meses nace para el mundo. Con el cuerpo etérico es distinto, permanece protegido en una envoltura etérica y nace hasta el momento de la segunda dentición, alrededor de los 6 o 7 años de edad, mientras tanto comparte el cuerpo etérico de la madre.

Steiner señala que “éste cuerpo etérico es un segundo principio de la entidad humana, a éste cuerpo le es propio un grado más alto de realidad que al cuerpo

físico… el cuerpo etérico o vital impregna todo el cuerpo físico y se le debe considerar… como el arquitecto de éste último” (Steiner, 2013 p. 43)

Así como el ser humano tiene un cuerpo físico en común con los minerales, también tiene un cuerpo vital en común con el reino vegetal. Si solamente tuviéramos estos dos cuerpos, estaríamos en un estado sin conciencia como las plantas, entonces ¿Qué es lo que nos da una conciencia despierta? El tercer miembro de la entidad humana como lo llama Steiner, es el cuerpo astral, cuerpo que se encarga de dar al ser humano una conciencia despierta que le permite estar presente en este mundo. El cuerpo astral da al hombre la conciencia, así como todos los sentimientos y pasiones que experimenta en su interior, por ejemplo cualquier tipo de dolor, alegría, enojo, hambre, sed, placer, tristeza, etc. El ser humano tiene en común este cuerpo con los animales, pero qué es lo que hace diferente al ser humano del animal, Steiner dice que el animal puede desarrollar deseos y apetitos por influencias del exterior y de su interior, el ser humano también; pero la diferencia es que experimenta deseos y apetitos que no vienen ni del exterior ni de su interior, señala que éstos deseos tiene un origen particular que ésta en lo que él llama el “Yo” del ser humano. Si el ser humano no tuviera el Yo no recordaría, todo lo olvidaría. La vida es propia del cuerpo etéreo, la conciencia lo es del cuerpo astral, y el recuerdo es propio del Yo.

Los animales reconocen, pero no recuerdan esa es la diferencia, recordar y olvidar corresponden al Yo, así como despertar y dormir corresponden al cuerpo astral. Gracias al cuerpo astral se percibe un objeto y gracias al Yo, el ser humano lo recuerda sin necesidad de volver a verlo, es decir lo representamos.

El cuerpo astral y el Yo se encuentran unidos por el alma sensible, y es en ésta parte del alma donde se quedan grabados los objetos que percibimos a través de los sentidos, el alma transmite al espíritu lo que ella ha recibido del cuerpo sensible. “El hombre…dispone de tres sucesivas etapas de conciencia, a las que denomina almas. Las almas son tres: alma sensible, alma racional, y alma consciente… el alma sensible está estrechamente vinculada al cuerpo y el alma consciente esta unida al espíritu, entre ambas se encuentra el alma racional.” (Vázquez, 1999 p 201)

El Yo es el miembro más sublime que tenemos, es lo que nos diferencia del animal, el Yo nos ennoblece y depura, siempre y cuando haya un trabajo progresivo a través de las distintas encarnaciones, transformando el cuerpo astral, refinando y purificando los sentimientos. Al igual que el etéreo, transformando los hábitos, la memoria, el carácter, las costumbres y el temperamento. Steiner dice que incluso el cuerpo físico es susceptible de transformación a través del Yo, modificando la fisonomía, la circulación de la sangre, el pulso, los ademanes, y movimientos. (Steiner, 1991 p 20)

El cuerpo astral modificado por el Yo, se transforma en el Yo espiritual, el etéreo modificado se transforma en el espíritu de vida. Y el cuerpo físico transformado, el más difícil de cambiar se le llama hombre- espíritu. Es como si al elevarse el Yo, también se elevaran los demás miembros constitutivos del ser humano. A su vez, cuando los miembros inferiores del ser humano son transformados como

miembro de una familia, clan, tribu o pueblo entonces tenemos al alma sensible al elevarse el cuerpo astral, al alma racional al elevarse el cuerpo etéreo, y al alma consiente al elevarse el cuerpo físico.

El ser humano experimenta tres nacimientos a lo largo de su vida, el físico al salir de la envoltura de la madre, el etéreo al salir de la envoltura etérea, a partir de la segunda dentición, y el astral al ser despedido de la envoltura astral, al madurar los órganos sexuales durante la pubertad.

El educador debe tomar estas verdades en cuenta al momento de intervenir en la educación de los infantes.

En nuestra época materialista nos enfrentamos con el hecho de que solo se cree en lo que es percibido a través de los sentidos, los distintos cuerpos que constituyen al ser humano no pueden ser vistos ni pesados, ni medidos, ese es un problema a la hora de pretender hacer llegar la pedagogía Waldorf a las mayorías.

La antroposofía pretende ayudar a la civilización de nuestra época, ayudándonos a encontrar respuestas a partir de verdades espirituales, el mismo Steiner señala que es una ciencia al servicio de la vida.

A continuación se mencionaran algunas pautas dadas por Rudolf Steiner, en varias de sus conferencias, con el fin de apoyar nuestro quehacer educativo y el de darle a la educación un impulso espiritual antroposófico:

-En el primer septenio el ejemplo y la imitación son de vital importancia, el infante imita todo lo que ve y percibe de los adultos, la actitud que los adultos tienen ante la vida y los actos que realiza, son imitados por el niño, de tal forma que el ejemplo tiene más efecto que cualquier sermón. Si se pretende que los infantes desarrollen ciertas actitudes, el adulto primero debe trabajarlas en sí mismo, pues de ésta manera el niño interiorizará una moral adecuada (Steiner, 1991 p. 25).

La imitación se extiende hasta el segundo septenio, donde el niño emula a su autoridad amada, autoridad que el acepta no por la fuerza sino espontáneamente, señala Steiner que para plasmar su conciencia moral, sus hábitos e inclinaciones, incluso para encauzar sus temperamentos, el niño ve el mundo con los ojos de su autoridad. Además en esta etapa es importante hablarles sobre personajes notables de la historia, por ejemplo biografías de grandes hombres y mujeres para incitarlos a imitar a estos personajes. Steiner nos dice que también es posible sacar malos hábitos a través de imágenes que le causen repugnancia al niño. Las parábolas son otro recurso al que debemos recurrir en la formación del niño, sobre esto Steiner dice “es de inmensa importancia que el niño reciba como parábolas los secretos de la existencia, antes de que su alma se enfrente con ellas en forma de leyes naturales...pues la parábola habla no solamente al intelecto sino también al sentimiento y al alma del niño...para lograr el efecto debido, uno mismo ha de creer en sus parábolas como si fuesen realidades, lo que solo es posible cuando la actitud descansa en la ciencia espiritual y cuando las parábolas brotan de esa misma fuente”,

a esto Steiner lo llama genuina actitud antroposófica, la ciencia espiritual debe ser, señala él, la base vital de todo el arte educativo.

-Nos habla también del sentimiento religioso que hay que despertar en el niño, logrando éste objetivo a través de las ya mencionadas parábolas y de las historias de personas ilustres y dignas de ejemplo, el cultivo del sentido artístico a través de la música, de la formas arquitectónicas, del dibujo, la armonía de los colores, profundizando en los secretos y las bellezas naturales. Relacionándolos así con los eternos fundamentos del universo. Con esto no solo despertamos el sentimiento religioso, también, dice Steiner que del cultivo del auténtico sentido estético emanan, para toda la vida, el goce de vivir, el amor a la existencia, la energía para trabajar. La relación humana cuanto más noble y bella podrá ser por la influencia de éste sentido estético.

-El ambiente que rodea al infante así como el tipo de materiales que se ponen a su disposición deberían ser juguetes apropiados que estimulen y vivifiquen a su cerebro, y según el carácter del niño, si es nervioso lo rodearemos de colores rojos o rojo amarillos, y si por lo contrario es un niño apático lo rodearemos de tonos verdes o azules ya que en su interior se formará el color complementario y actuará de forma tranquilizante o lo activará según el caso.

-La memoria también nos ocupa un lugar importante, en el segundo septenio, cuando nace el cuerpo etéreo, está indicado el perfeccionamiento y el cultivo de la memoria sin apelar excesivamente al intelecto, es decir no llenarlos de teorías ni de conceptos abstractos, para eso estarán listos hasta en el tercer septenio.

-Otro aspecto de vital importancia en la educación es la influencia del temperamento del maestro en el niño, el maestro que no domina o educa su temperamento provoca tal impresión en el infante que después de varias décadas o en la vejez se manifiestan daños en el organismo humano, Steiner menciona que en el primer septenio el niño es un órgano sensorio en su totalidad, al mirar, todo su cuerpo ve, al degustar, todo su cuerpo experimenta el sabor. Y sus cuerpos son uno solo, no están diferenciados como en los jóvenes o adultos, por esta razón las impresiones quedan en su alma y en su cuerpo. Steiner nos da varios ejemplos según el temperamento no trabajado por el maestro, si es colérico provoca en sus alumnos en años futuros problemas metabólicos como mala digestión, reumas, etc. Si el maestro no educó su temperamento flemático entonces el niño desarrollará en el futuro problemas en su sistema nervioso como neurastenia o depresión, debido a la indiferencia para con las necesidades anímicas del niño.

Un maestro melancólico que se ocupa demasiado en sus propias emociones, provoca que el infante reprima sus emociones y que más tarde en su vida adulta tenga problemas con su respiración y con la circulación de su sangre, originándole problemas cardíacos. Por otra parte un maestro sanguíneo que no educa su temperamento, es sensible a toda impresión que así como llega se va, su pesimismo y falta de vitalidad provocan en el infante falta de voluntad, falta de ganas de vivir.

Resumiendo, señala Steiner que el mayor problema de la pedagogía y de la enseñanza es la persona del maestro: su temperamento y su carácter.

¿Qué trascendencia tiene el hecho de educar a partir de los conceptos dados por Rudolf Steiner? Si partimos del hecho de que el ser humano es el escenario del mundo donde se desenvuelven los grandes acontecimientos cósmicos, nos damos cuenta de la importancia que tiene para el ser humano recibir una educación espiritual que permita la continuidad del trabajo hecho por las entidades espirituales durante el lapso que pasa entre la muerte y un nuevo nacimiento, estar conscientes de esta situación le da sentido a todo quehacer educativo y lo impregna de devoción. El ser humano viene a este mundo a continuar su proceso evolutivo, que no podría llevarse a cabo si solo permaneciera en el mundo espiritual, estar conscientes de esto nos compromete sobremanera, he ahí la importancia de estar preparados para esta labor tan trascendental, ¿Qué conocimientos, pensamientos y valores necesita tener el maestro que se para frente al niño? el educador debe tener claro que la misión de la educación espiritualmente concebida es la de ayudar al niño a encarnar armónicamente en su cuerpo, Steiner nos dice que el maestro debe enseñar al niño a respirar y a lograr que sus experiencias vividas durante el día se incorporen en el alma espiritual, para que el niño al dormir pueda llevarlas al mundo espiritual y pueda fluir la fuerza necesaria que le permita cumplir con su misión humana en la existencia terrestre.

Para lograrlo debemos enseñar al niño la correcta alternancia rítmica entre sueño y vigilia, hemos de regular ese ritmo de manera que el cuerpo biológico quede debidamente insertado en el alma espiritual (Steiner, 2006, I p. 20) El niño cuando recién llega a este mundo no está completo, su alma espiritual no esta encarnada en su cuerpo físico, su respiración está desarmonizada y es incapaz de llevar al mundo espiritual las imágenes de las actividades que realiza durante el día.

Una de las labores del maestro es tener una visión abarcante de las leyes del universo, con el fin de entender la naturaleza humana, pues como lo señala Steiner, todo niño es el centro del macrocosmos, he ahí la importancia de empaparnos del conocimiento que brinda la antroposofía al revelarnos las verdades espirituales que nos darán pensamientos vigorosos verdaderos, ayudándonos a establecer una relación con el niño, y entender que el ser humano es un ser cósmico, que hasta en procesos tan simples como la respiración está conectado con los ritmos del sistema solar.

“Debemos conseguir que cada ser humano se vea a sí mismo como un enigma cósmico ...el amanecer de la cultura terrestre solo podemos buscarlo en la penetración de nuestro impulso educativo con el sentimiento del significado cósmico del ser humano integral...considerar que lo que subyace en el sentir humano pertenece al período que trascurre entre nacimiento y muerte; que lo que se encuentra en la representación humana nos señala hacia lo prenatal, y que lo que subyace en la voluntad nos señala lo que hay después de la muerte...a lo que es futuro en germen”(Steiner, 2006, II, p.40) Con estas palabras tenemos claro que la educación Waldorf toma en cuenta lo que el niño vivió y aprendió antes de llegar a la tierra, lo

preparamos para su estancia en el lapso de tiempo que permanece en la tierra y apoyamos su vida futura en su regreso al mundo espiritual al momento de partir de esta existencia terrestre.

Hay dos aspectos importantes que desarrollar en el niño, la voluntad y las representaciones (imágenes), la voluntad es el germen de lo que será nuestra realidad anímico espiritual después de la muerte, por eso la importancia de desarrollarla en el niño para que además en un futuro cuando sea adulto este lleno de vigor, de ennoblecimiento, autodominio, responsabilidad, y moderación. La formación de la voluntad se apoya en la repetición. El arte nos apoya en el fortalecimiento de la voluntad porque requieren práctica y repetición los logros artísticos, señala Steiner, lo llenan de alegría una y otra vez, y actúa de una manera muy especial sobre la naturaleza volitiva del ser humano, de ese modo penetramos en algo que tiene que ver con el ser humano en su totalidad (Steiner, 2006, II, p. 11) Con el arte no solo desarrollamos la voluntad sino también al desarrollar el sentimiento artístico conseguimos que en el futuro el ser humano se interese por el mundo entero, por ésta razón siempre debe estar presente el elemento artístico.

Cuando el niño hace lo mismo cada día, cuando se le asignan tareas, cuando recita el mismo verso o la misma oración cada día, cuando utiliza sus músculos, etc. hasta volverse un hábito, se logra el fortalecimiento de la voluntad, y por ende hay un efecto no solo en el cuerpo físico sino en todos los cuerpos constitutivos del ser humano. En el cuerpo físico la voluntad se convierte en instinto, en el etéreo se convierte en apetito, en el astral en deseo, en el yo en motivo, en el espíritu de vida en propósito, en el yo espiritual en aspiración y en el hombre espíritu en resolución.

Por otra parte, las representaciones son otro aspecto a desarrollar, Steiner dice que si inculcamos en el niño el mayor número posible de imaginaciones , si procuramos hablarle en imágenes, depositamos en él el germen para la continua conservación del oxígeno … porque lo encauzan hacia el porvenir, es decir hacia lo que será después de la muerte. Representar es una actividad que fija las imágenes y se “retrotrae” a lo que hemos vivido antes del nacimiento, cuando las potencias espirituales depositaron en nosotros una actividad pictórica cuyos efectos posteriores se extienden aún después del nacimiento. Esa actividad cósmica es la que resumimos y continuamos si les trasmitimos imágenes a los niños (Steiner, 2006, I p. 37) Pero si por el contrario el maestro hace uso exagerado de abstracciones (educación intelectual) provoca en los niños el endurecimiento de los nervios, trayéndole a futuro enfermedades crónicas.

En el querer (voluntad), el pensar y el sentir están involucradas la simpatía y la antipatía, es importante entender éstos dos conceptos, su funcionamiento en el interior del ser humano y su influencia en el proceso enseñanza aprendizaje. La simpatía y antipatía están presentes también a nivel cósmico y el ser humano como reflejo del cosmos también participa de estas fuerzas. “...en la figura humana hallan expresión la génesis cósmica del alma humana y los atributos que el hombre extrae del cosmos al separarse de él” (Steiner, 2006, I p. 36). En todos los aspectos que tienen que ver con la voluntad está presente la simpatía, porque utilizamos nuestro sistema

motor para ejercer la voluntad, en este sistema motor están presentes las fuerzas de simpatía, y a su vez éste está insertado en el cosmos, lo atrae y lo envuelve por las fuerzas de amor y simpatía. El hombre en realidad está dormido cuando hace uso de la voluntad, es un dormir despierto. En el pensar está presente la antipatía, cuando el hombre piensa está realmente despierto y podemos pensar, conocer, memorizar y percibir, gracias al enfrentamiento entre las antipatías del cosmos hacia nuestra cabeza y las de nuestra propia cabeza. En el sentir están equilibrados los dos polos, la conciencia en el sentir ocupa una posición media entre el estar despierto y el dormir. Es como soñar. Steiner lo explica de la siguiente manera: De los sentimientos que palpitan en nuestra alma tenemos el mismo grado de conocimiento que de los sueños, con la diferencia de que recordamos los sueños.

Saber que el ser humano vive entre estos tres estados de conciencia (soñadoramente despierto, plenamente despierto en imágenes, dormido en intuiciones inconscientes), nos permite entender mejor al niño y le da sentido a nuestro trabajo como docentes, comprendiendo que nuestra labor va más allá de la transmisión de conocimiento, nuestra labor debe centrarse en el entendimiento y contemplación del universo y en conectarnos plenamente con el ser humano.

Ahora, me referiré a los sentidos presentes en el ser humano, Rudolf Steiner nos habla de 12 sentidos, a continuación se explican cada uno de ellos: los sentidos corporales nos informan sobre nosotros mismos y son: el tacto, el sentido vital (del bienestar), sentido del movimiento propio y el sentido del equilibrio. Estos sentidos están relacionados con la voluntad.

Los sentidos emocionales nos informan sobre el entorno y son: el sentido térmico, el gusto, el olfato, y la vista. Estos están relacionados con el sentir. Los sentidos cognitivos o sociales nos ayudan a percibir a otros seres humanos y son: el oído, el lenguaje, el pensamiento ajeno, y el yo ajeno (percepción del otro) y se relacionan con el pensar.

Los sentidos corporales mencionados al principio, se metamorfosean y se transforman en capacidades de percepción cognitiva y social, es decir el sentido de tacto se trasforma en sentido del yo ajeno, es por esa razón que el sentido del tacto se convierte en “tacto social”, el sentido del movimiento propio se transforma en sentido del lenguaje, el lenguaje se estimula a través del movimiento del cuerpo. El sentido vital se transforma en sentido del movimiento ajeno, la capacidad de percibir las necesidades de nuestro cuerpo (hambre, sueño, sed, cansancio, etc) y autoregularlas, es la base de la capacidad de percibir el pensamiento del otro.

La pedagogía Waldorf apela el desarrollo de los 12 sentidos que nos permiten percibir el mundo que nos rodea y a nosotros mismos, el estar conscientes de la presencia de estos sentidos en el ser humano nos permite apoyar su desarrollo integral y una sana convivencia social.

Por otra parte, el involucrar a los padres en el proceso educativo, es un punto importante en las escuelas Waldorf, porque se necesita un trabajo en conjunto, de otra

forma mucho del esfuerzo del maestro en el desarrollo del niño no tendrá el éxito esperado. Por esta razón el trabajo con los padres es de vital importancia, concientizarlos acerca de la pedagogía Waldorf es otra de las misiones del maestro, además de procurar un acercamiento con los padres para conocer la realidad del niño fuera de la escuela. Al respecto Steiner nos dice que nuestro ideal pedagógico solo podrá lograrse cabalmente cuando la colectividad haya avanzado lo suficiente para que incluso los padres comprendan que a la humanidad actual le corresponde una misión específica ya desde la primera fase de la educación (Steiner, 2006, I, p. 10)

Los niños que la vida presente ha puesto a nuestro cargo no es por casualidad, al igual que el hecho de tener que interactuar con sus padres, es parte de nuestro Karma, “Y podemos estar bien seguros de que en la vida no nos encontramos unos con otros sin que haya condiciones para ello. Por extraño que pueda parecer a la concepción superficial del mundo, los procesos exteriores, no son más que la expresión externa de algo interior. El que en éste momento tengan que estar ustedes ahí para enseñar y educar a los niños Waldorf y todo lo que con ello se relaciona, nos está señalando hacia la pertenencia kármica de éste grupo de maestros justamente con este grupo de niños”(Steiner, 2006,II, p. 42)

El alma humana, regresa en nuevos cuerpos cada determinado tiempo, con el fin de experimentar todas las etapas de la evolución humana, vinculándose una vida con la otra. Y estamos sujetos a las leyes de causa y efecto de nuestras acciones, Steiner señala que “cada vez que el hombre vuelve a encarnarse, se encuentra en un organismo físico sometido a las leyes de la naturaleza exterior. Y en cada encarnación se manifiesta el mismo espíritu del hombre y es, como tal, el ser eterno de las diferentes encarnaciones. Cuerpo y espíritu se hallan uno enfrente del otro. Entre ellos debe existir un eslabón, como lo es la memoria entre mis hechos de ayer y los de hoy. Este eslabón es el alma. Ella conserva los efectos de mis acciones de vidas anteriores y hace que el espíritu aparezca en una nueva encarnación dotado de todo aquello que en vidas anteriores ha podido adquirir. Asi se relacionan entre sí, alma y espíritu. El espíritu es eterno; el nacimiento y la muerte imperan en la corporalidad según las leyes del mundo físico; el alma vuelve a unir, siempre de nuevo, el espíritu con el cuerpo, tejiendo el destino con el hilo de nuestras acciones” (Steiner, 2001, p. 24).

Así pues todo lo que hagamos en esta vida tendrá un efecto en la siguiente encarnación, las acciones de la vida presente determinarán las circunstancias de la vida siguiente, nada es casualidad, el mundo que nos rodea ahora corresponde con el resultado de nuestras acciones en la vida anterior y no solo el mundo circundante sino también las cualidades de nuestro ser, son una consecuencia de nuestras acciones en vidas anteriores, y también durante nuestra estancia en el mundo espiritual, donde nuestras acciones son trabajadas y transformadas en cualidades.

Entre más veces el ser humano encarna en la tierra, y entre más esfuerzos haga, más elevado será su desarrollo o evolución, podemos decir que su espíritu madura en cada encarnación, adquiriendo experiencias en su ser espiritual, conciencia y conocimientos espirituales que lo ayudan a enfrentar su destino.

Podemos preguntarnos de qué manera se dan las condiciones necesarias para que se cumpla el destino o Karma de cada ser humano, Steiner explica que el espíritu que está listo para encarnar, se siente atraído por una fuerza que le es propia, hacia los padres que le pueden dar el cuerpo que necesita tener en esa vida y desde antes de reencarnar se une con las fuerzas astrales que lo llevan a determinadas condiciones físicas.

Los hijos vienen con determinadas cualidades espirituales y sus padres son los primeros encargados de encauzar el desarrollo de éstas cualidades espirituales. Continuando esta labor sus maestros, con quienes también ha tenido un vínculo en una vida pasada y en el mundo espiritual. De ésta manera se dan los llamados concatenamientos Kármicos donde “a través de vivencias conjuntas se prepara algo que conduce a un encuentro kármico (Steiner, 2001, p. 34)

Lo anterior prueba el hecho de que los encuentros entre las personas no son hechos fortuitos, los vínculos entre maestro-alumno-padres de familia son encuentros que tienen que ver con el karma o destino. Entender esto nos da una visión completamente distinta de las relaciones entre maestro-alumno y maestro-padres de familia. Por otra parte el maestro debe tener muy claro cuál es el papel que desempeñan los padres en una escuela Waldorf, en primer lugar los padres deben entender los objetivos y principios que dan vida a una escuela Waldorf, y juntos maestros y padres lograr una comunidad “espiritualmente enraizada”. Uno de los factores más importantes es la confianza que los padres depositan en los maestros “...y el ver la escuela como un emprendimiento en conjunto, iniciado y llevado por un grupo grande de personas...se resalta el compromiso común de padres y maestros ambas partes quieren la escuela y ambas partes están dispuestas a trabajar con propósito por ella, hasta el límite de sus capacidades”(Leist, 1980 p. 8).

Una escuela Waldorf debe funcionar sin reglas ni normas del exterior, donde los maestros tengan la libertad de actuar, la autodeterminación y la autoadministración, esto es válido también para los padres, pues ellos no deben intervenir para decirles a los maestros que, ni como debe enseñarse a los alumnos, tampoco puede hacerlo el estado ni ninguna otra instancia que no venga del interior de la escuela. A los padres de familia se les hace partícipes de la escuela al anunciarles cualquier posible cambio en el currículo, pero en ningún momento intervienen en alguna decisión, pues las decisiones las toma solamente la facultad de la escuela (los maestros).

Una escuela Waldorf encierra la semilla para la renovación social de nuestra época y ahí entra la misión de los padres, porque la escuela es un ejemplo de cooperación comunitaria capaz de auto regirse por sus maestros, un modelo de la organización cimentada en la vida del espíritu “un impulso para reactivar las conciencia del orden tripartito” (Leist, 1980 p. 18). La labor de los padres es entender las ideas y realidades del orden social tripartita de una manera profunda e intensa, para después reeducarse ellos mismos y a los demás, para el surgimiento de un nuevo orden social. “Las fuerzas de vida espirituales de una escuela Waldorf son dobles, o bien podemos decir que hay dos motivos que le permiten existir. Por una parte, es el

punto de partida para renovar la educación y basarla en un conocimiento espiritual del ser humano completo. Por otra parte y simultáneamente es el modelo vivo de una comunidad social, una institución, de la vida espiritual libre”(Leist, 1980 p. 17)

Las escuelas Waldorf son “reliquias vivientes”, que encierran en si mismas el potencial para la renovación social de nuestra época. Cuando éstos dos aspectos son entendidos y apreciados como parte de una escuela Waldorf y como un fin en sí, entonces cada quién toma y cumple su papel.

Debido a la importancia de la triformación social, y su relación con los padres de familia de una escuela Waldorf es necesario conocer y entender este modelo de sociedad propuesto por Steiner, él menciona que esté modelo funciona para cualquier organismo social, ya sea una escuela, una empresa, una granja, una ciudad y hasta una nación.

El modelo de la triformación se fundamenta en la independencia de lo jurídico (político), lo económico, y lo cultural sin que uno domine al otro es decir cada uno gobernándose a sí mismo sin que nada externo lo gobierne, existiendo sin embargo una relación entre éstos elementos sin que se contradigan ni se opongan.

La triformación es un reflejo del ser humano pues también se compone de tres sistemas fundamentales: el sistema nervioso, el sistema metabólico, y el sistema rítmico, compuesto también de cuerpo, alma y espíritu. Cuyas cualidades del alma también se componen de tres aspectos: pensar, sentir y voluntad. Solo puede funcionar en la vida social del ser humano un sistema que lo refleja a si mismo como ser compuesto por tres miembros tanto en lo físico como en lo espiritual.

La importancia de la triformación social está en el hecho de que equilibra los dos sistemas sociales que imperan en el mundo, el socialismo y el capitalismo. Sistemas que como hemos visto no solucionan por si solos los problemas de la humanidad, más bien los empeoran, la triformación equilibra a ambos impidiendo que ninguno de los dos predominen. Uno es luciférico y el otro arhimánico, la triformación es lo Crístico que equilibra la balanza. La triformación se basa en el respeto mutuo siendo éste el fundamento de la igualdad y la democracia. Luis Espiga nos explica en pocas palabras en que consiste la triformación y nos dice: es una sociedad recíprocamente balanceada y en equilibrio en sus tres esferas o miembros:

*Una vida espiritual en libertad que se administra a sí misma, la que en todo lugar donde trabajan hombres juntos para hacer fructíferas sus aptitudes, ha de crear las condiciones para que estas aptitudes puedan desarrollarse tan productivamente como sea posible. Es el plano de la cultura, la ciencia y la religión.

*Una vida del derecho que se administra a si misma, la que se manifiesta en todo lugar donde los hombres logran mutuamente convenios, acuerdos, reglas de juego, leyes...la actividad del estado debería estar confinada a la esfera jurídica, donde todos somos iguales ante la ley, todos nos igualamos en nuestro valor de humanidad…

*Una vida económica que se administra a sí misma, que solo tiene su quehacer en la creación de bienes, en su circulación y en su consumo, ella tiene por misión satisfacer las necesidades de los hombres; la fraternidad en el más amplio sentido de la palabra, reconocer en el otro un hermano, un congénere con quien asociarnos para sostenernos en nuestras necesidades (Espiga, 2017)

En una escuela Waldorf, donde se trabaja en pro del desarrollo de las facultades y dones que tiene el niño, los maestros deben regirse bajo sus propias normas y lineamientos, ni el estado ni los padres deben influir en las decisiones que los maestros tomen, a menos que los maestros decidan que algún padre o madre sabio, apoye en algún problema a resolver. La esfera que compete a los padres y madres es la económica, en ellos recae la responsabilidad de mantener la escuela desde la infraestructura, hasta los honorarios de los maestros.

CONCLUSIONES

Padres y maestros tenemos la enorme responsabilidad de guiar al niño que tenemos frente a nosotros, y resulta de vital importancia conocerlo en su totalidad eso incluye conocer cada una de las etapas y procesos por los que el niño pasa, a nivel físico, emocional y espiritual. Tales procesos si no estamos atentos a su desarrollo pueden pasar desapercibidos por nosotros o incomprendidos, por ejemplo si se desconoce el hecho de que el ser humano está conformado por un cuerpo vital y que en el niño se despliega a partir de la caída de los dientes, o si desconocemos que aproximadamente a los 9 años el niño experimenta “el rubicón”, el momento en el que el niño es consciente de su individualidad y se siente separado del mundo que le rodea experimentando miedos y ansiedad. Todo esto que experimenta el niño son los efectos de la encarnación de su Yo, como un proceso que termina a los 21 años cuando la encarnación está completa, y si se hizo un buen trabajo en el niño y en el joven estarán bien sincronizados y equilibrados los diferentes cuerpos (Steiner, 1991, p. 21). La misión de padres y maestros va más allá de llenar de conocimientos a los niños o de prepararlos para desenvolverse profesionalmente cuando sean adultos, si bien esas son algunas es una de las tareas no es la única, pues debemos continuar aquí en la

tierra la labor que las entidades espirituales realizaron antes del nacimiento (Steiner, 2006, p. 40).

El tema principal de éste trabajo de investigación, además de profundizar en la visión del ser humano y su evolución desde el punto de vista de la antroposofía, es el encuentro con los padres de familia como un hecho que tiene que ver con el karma, durante el tiempo de la vida después de la muerte tomamos acuerdos y compromisos es decir tenemos encuentros con los seres con los que viviremos en la vida próxima, tener conciencia de este hecho le da sentido a la relación que el maestro debe tener con el padre de familia y con el niño que tiene a cargo (Steiner, 1903, p. 28).

Haber realizado este breve trabajo de investigación ha sido muy fructífero para mi labor como maestra porque he reafirmado y completado la información que durante el trascurso de 5 veranos he venido estudiando durante la formación de maestra Waldorf. A través de las diferentes lecturas he comprendido mi misión y valorado aún más el compromiso que tengo con los niños y con sus padres, sintiéndome parte de un proceso cósmico, en el que el ser humano es parte esencial. Las palabras de Steiner resuenan en mí y me llenan de un sentimiento de reverencia, cuando dice que la fundación de una escuela Waldorf es un acto solemne de orden cósmico, y que todo lo que se haga en el ser humano a nuestro cargo ha de ser continuación de la actividad realizada por las entidades superiores antes del nacimiento. Que compromiso tan grande tenemos los educadores y cuanto trabajo tenemos por delante para poder estar a la altura de lo que se nos solicita.

BIBLIOGRAFIA

Steiner, Rudolf (1986): El estudio del hombre como base de la pedagogía (fundamentos de la educación waldorf) I. Madrid,España. Antroposófica.

Steiner, Rudolf (1991): La educación del niño Metodologia de la enseñanza. Madrid,España. Rudolf Steiner.

Steiner, Rudolf (2006): Fundamentos de la educación waldorf II Metodología y didáctica. Madrid, España. Rudolf Steiner.

Steiner, Rudolf (2013): Ciencia Oculta. Buenos Aires, Argentina. Antroposófica.

Steiner, Rudolf (2001). Reencarnación y karma. Buenos Aires, Argentina. Antroposófica.

Lowndes, Florin (2013). El despertar del chakra del corazón. Buenos Aires, Argentina. Antroposófica.

Vázquez, Mariano (1999): Maestros esotéricos. Madrid, España.Hermética.

Chuvarovsky, Tamara. (2018).Los doce sentidos, según Rudolf Steiner. www.tamarachuvarovsky.com

Espiga, Luis (2017).La triformación social. www.google.com/amp/cursotriformación.wordpress.com

Leist, Manfred et all (1980). La participación de los padres en la vida de una escuela waldorf. Revista La educación como arte. waldorf publications.