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PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA BIBLIA Duncan Heaster Publicado: 2012 Categoría(s): Etiqueta(s): Christadelphian cristadelfiano español biblia muerte Dios bautismo "reino de Dios" mal espiritu 1

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  • PRINCIPIOS BSICOS DE LA BIBLIADuncan Heaster

    Publicado: 2012Categora(s):Etiqueta(s): Christadelphian cristadelfiano espaol biblia muerte Diosbautismo "reino de Dios" mal espiritu

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  • Captulo 1Dios

    INTRODUCCIN

    Es necesario que todos los seres humanos que han aceptado quehay un Dios, y que la Biblia es su revelacin al hombre, se apliquen seria-mente a descubrir su mensaje bsico. Muchos de aquellos que se hacenllamar cristianos parece que hacen esto en forma deficiente: unos pocosversculos del Nuevo Testamento en los domingos, en algn lugar de lacasa una Biblia que nunca se abre, y un recuerdo vago de unos cuantosrelatos bblicos. No es extrao que con tan despreocupada actitud haciala poderosa palabra de verdad de Dios, haya tanta confusin e incerti-dumbre en la vida y mente de tantas personas.

    Por otra parte, estn aquellos de poca preparacin cristiana quedeciden tratar de entender el mensaje de la Biblia, pero descubren quetodo aquel a quien se acercan trata de ofrecerles un conjunto de doctrinasy filosofas humanas que no reflejan fundamentalmente las palabras de laBiblia.

    El propsito de Principios Bsicos de la Biblia es analizar el mensajede la Biblia de una manera ordenada y sistemtica. Est diseado paraque se lea de principio a fin como un libro, o para que se use alternativa-mente como un curso por correspondencia. Las respuestas a las pregun-tas que van al final de cada estudio se pueden enviar a la direccin quese indica ms adelante. Sus respuestas se pasarn entonces a un tutorpersonal, quien a su vez podr mantener correspondencia con Ud. a me-dida que Ud. avanza en los Estudios. Reconocemos que algunos lectoresse mostrarn reacios a la idea de contestar preguntas; en cambio preferi-rn hacer preguntas sobre reas en las que tienen dudas, o discrepar de lainterpretacin que se da aqu. De nuevo, si se enva tal correspondencia ala direccin que se indica ms adelante, podremos darle respuestaspersonales.

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  • El autor tiene la conviccin de que el mensaje bsico de la Bibliaes claro como el cristal. Sin embargo, siempre habr algunos pasajes y t-picos que superficialmente pueden dar la impresin de estar en desac-uerdo con el tema general de la Escritura. En las Digresiones se discutenalgunos de estos, junto con otros aspectos del evangelio que pueden serde inters slo para algunos lectores. Es posible entender el mensaje bsi-co de la Biblia sin necesidad de leer las Digresiones, pero se prev quemuchos estudiantes leern completamente la mayora de ellas. La tra-duccin de la Biblia que se emplea por lo general en estos estudios es laversin Reina-Valera (Revisin de 1960). Sin embargo en casos donde latraduccin no es muy clara se citan otras versiones.

    Hay muchas personas a las que debo agradecer por su ayuda enla produccin de este libro. Especialmente debo gratitud a Clive Riverapor su contribucin con una magistral serie de fotografas. Esta cuartaedicin vara ligeramente de algunas ediciones anteriores: incorpora in-formacin y adiciones valiosas de mis colaboradores de la Misin Bblica,David Evans, Graham Jackman, Andrew Walker y John Woodal. Sin em-bargo, mi principal deuda es con los cientos de personas de frica, LasAntillas, Las Filipinas y Europa Oriental cuyas escrutadoras preguntas yansias por la Verdad me han obligado a meditar en estos Principios Bsi-cos de la Biblia repetidas veces. Su belleza y fortaleza aumenta cuando sele enfoca desde tantos ngulos diferentes. En taxis repletos de pasajeros,en camiones descubiertos, en tranquilas salas de conferencias hasta sofo-cantes balcones de hoteles y estrelladas aldeas rurales se han discutido,debatido y comentado estos tpicos entusiastamente con estudiantes b-blicos de todas las clases sociales. Mis hermanos cristadelfianos, con loscuales he tenido el privilegio de trabajar en esto, han sido una incesantefuente de fortaleza y ayuda. La sustancia de muchas de las Digresionesde este libro a menudo se decidi entre nosotros, en habitaciones de ho-teles, despus de una agotadora sesin con un grupo de estudiantes delcurso bblico por correspondencia. El compaerismo y amistad que seproduce al estar unidos por estas doctrinas bsicas de la verdad bblica,sin duda no tiene parangn en la experiencia humana. As que ahora rin-do tributo a todos estos mis colaboradores para el reino de Dios, espe-rando que encuentren este volumen de utilidad en la gran obra de publi-car el verdadero evangelio a todas las naciones.

    El entendimiento de la genuina verdad del evangelio, tal como seensea en las pginas de la Biblia, afectar cada parte de nuestra vida,guiando a hombres y mujeres de todo el mundo para que den gloria aDios apropiadamente tal como l quiere, tanto en el presente como en la

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  • eternidad. Todo aquel que encuentra la Verdad, encuentra la perla degran precio, y conocer por s mismo los sentimientos de Jeremas:Fueron halladas tus palabras, y yo las com; y tu palabra me fue por go-zo y por alegra de mi corazn (Jer. 15:16). Para llegar a esto, asegresede orar pidiendo la ayuda de Dios para entender la palabra antes de queUd. se aplique a cada uno de estos Estudios. Y ahora os encomiendo aDios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros ydaros herencia con todos los santificados (Hechos 20:32).

    D.H.

    ABREVIATURAS QUE SE UTILIZAN EN ESTOS ESTUDIOSPARA LOS LIBROS DE LA BIBLIA

    Gen. - GnesisEx. - xodoLv. - LevticoNm. - NmerosDt. - DeuteronomioJos. - JosuJue. - Jueces1 S. - 1 Samuel2 S. - 2 Samuel1 Cr. - 1 Crnicas2 Cr. - 2 CrnicasNeh. - NehemasSal. - SalmosPr. - ProverbiosEc. - EclesiastsIs. - IsaasJer. - JeremasEz. - EzequielDn. - DanielOs. - OseasAm. - AmsMi. - Miqueas

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  • Nah. - NahumHab.- HabacucSof. - SofonasHag.- HageoZac.- ZacarasMal. - MalaquasMt. - MateoMr. - MarcosLc. - LucasJn. - JuanRo. - Romanos1 Co. - 1 Corintios2 Co. - 2 CorintiosG. - GlatasEf. - EfesiosFil. - FilipensesCol. - Colosenses1 Ts. - 1 Tesalonicenses2 Ts. - 2 Tesalonicenses1 Ti. - 1 Timoteo2 Ti. - 2 TimoteoTit. - TitoHe. - Hebreos1 P. - 1 Pedro2 P. - 2 Pedro1 Jn. - 1 Juan2 Jn. - 2 Juan3 Jn. - 3 JuanAp. - Apocalipsis

    Bible Basics, P.O. Box 3034, South Croydon, SURREY CR2 0ZA.ENGLAND

    www.carelinks.netemail: [email protected]

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  • Las preguntas que van al fin de cada captulo son de dos tipos:eleccin mltiple (en donde Ud. debe escoger la respuesta a la pregunta,de entre las alternativas que se dan) y preguntas corrientes que requierenunas pocas frases como respuesta. Escriba sus preguntas en una hoja se-parada, sin olvidar incluir su nombre y direccin claramente.

    Ud. puede enviar sus respuestas a la direccin anotada en el rec-uadro que va a continuacin; si no se indica direccin alguna, entoncesenvelas a:

    Bible Basics, P.O. Box 3034, South Croydon, SURREY CR2 0ZA.ENGLAND

    www.carelinks.netemail: [email protected]

    PRINCIPIOS BSICOS DE LA BIBLIA

    1 ParteEl evangelio del reino de Dios

    ESTUDIO 1: DIOS ... 11.1. La existencia de Dios1.2. La personalidad de Dios1.3. El nombre y carcter de Dios1.4. Los ngelesDigresin 1: Dios es EsprituDigresin 2: El uso del nombre de DiosDigresin 3: La manifestacin de Dios

    ESTUDIO 2: EL ESPRITU DE DIOS 252.1. Definicin2.2. Inspiracin2.3. Los dones del Espritu Santo2.4. El retiro de los dones2.5. La Biblia, la nica autoridadDigresin 4: Es una persona el Espritu Santo?Digresin 5: El principio de personificacinDigresin 6: CalvinismoDigresin 7: Recibiris el Espritu Santo

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  • Digresin 8: Estas seales seguirn

    ESTUDIO 3: LAS PROMESAS DE DIOS . 783.1. Introduccin3.2. La promesa en Edn3.3. La promesa a No3.4. La promesa a Abraham3.5. La promesa a DavidDigresin 9: La destruccin de los cielos y la tierraDigresin 10: Las pretensiones del Israelismo Britnico

    ESTUDIO 4: DIOS Y LA MUERTE .. 1084.1. La naturaleza del hombre4.2. El alma4.3. El Espritu4.4. La muerte es inconsciencia4.5. La resurreccin4.6. El juicio4.7. El lugar del galardn: El cielo o la tierra?4.8. Responsabilidad ante Dios4.9. El infiernoDigresin 11: El purgatorioDigresin 12: Fantasmas y reencarnacinDigresin 13: Con qu naturaleza resucitaremos?Digresin 14: El arrebatamiento

    ESTUDIO 5: EL REINO DE DIOS 1425.1. Definiendo el reino5.2. El reino an no se ha establecido5.3. El reino de Dios en el pasado5.4. El reino de Dios en el futuro5.5. El milenioDigresin 15: La literalidad del ReinoDigresin 16: Resumen de la historia de Israel

    ESTUDIO 6: DIOS Y EL MAL .. 1676.1. Dios y el mal6.2. El diablo y Satans6.3. Los demoniosDigresin 17: Brujera

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  • Digresin 18: Qu ocurri en Edn?Digresin 19: LuciferDigresin 20: La tentacin de JessDigresin 21: Guerra en el cielo

    2 ParteEl Evangelio del y el nombre de Jesucristo

    ESTUDIO 7: EL ORIGEN DE JESS .. 2137.1. Profecas del Antiguo Testamento acerca de Jess7.2. El nacimiento virginal7.3. El lugar de Cristo en el plan de Dios7.4. En el principio era el VerboDigresin 22: La historicidad de JessDigresin 23: He descendido del cieloDigresin 24: Cre Jess la tierra?Digresin 25: Antes que Abraham fuese, yo soyDigresin 26: Melquisedec

    ESTUDIO 8: LA NATURALEZA DE JESS . 2418.1. Introduccin8.2. Diferencias entre Dios y Jess8.3. La naturaleza de Jess8.4. La humanidad de Jess8.5. La relacin de Dios con JessDigresin 27: Siendo en forma de Dios

    ESTUDIO 9: LA OBRA DE JESS ... 2569.1. La victoria de Jess9.2. La sangre de Jess9.3. Ofrecindose por nosotros y por l mismo9.4. Jess como nuestro representante9.5. Jess y la Ley de Moiss9.6. El da de reposoDigresin 28: El crucifijoDigresin 29: Naci Jess el 25 de diciembre?

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  • ESTUDIO 10: EL BAUTISMO EN JESS .. 28110.1. La importancia vital del bautismo10.2. Cmo deberamos bautizarnos?10.3. El significado del bautismo10.4. El bautismo y la salvacinDigresin 30: Repeticin del bautismoDigresin 31: El nivel de conocimiento que se requiere antes del

    bautismoDigresin 32: El ladrn en la cruzDigresin 33: Una muestra del servicio bautismal

    ESTUDIO 11: LA VIDA EN CRISTO .. 31311.1. Introduccin11.2. Santidad11.3. Vida cristiana prctica11.4. Matrimonio11.5. Fraternidad

    ESTUDIO 1

    DIOS

    1.1 LA EXISTENCIA DE DIOS

    El que se acerca a Dios ha de creer que existe y que recompensaa los que le buscan (Heb. 11:6 Biblia de Jerusaln). El objeto de estosestudios es ayudar a aquellos que desean venir a Dios y que previamentehan credo que existe; por lo tanto, no nos ocuparemos de la evidenciaque confirma la fe en la existencia de Dios. Un examen de la intrincadaestructura de nuestro cuerpo (comprese con Sal. 139:14), el evidente di-seo en una flor, o la contemplacin de la inmensidad del espacio en unanoche clara: estas e incontables otras cuidadosas reflexiones sobre la vidahacen que el atesmo sea difcil de aceptar. Creer que no hay Dios requie-re, sin duda, ms fe que creer que existe. Sin Dios no hay orden,

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  • propsito ni explicacin ltima en el universo, y por lo tanto esto se re-fleja en la vida del ateo. Teniendo esto presente, no es sorprendente quela mayora de los seres humanos admitan cierto grado de creencia en unDios, incluso en sociedades donde el materialismo es el dios predomi-nante en la vida de la gente.

    Pero hay una inmensa diferencia entre tener una nocin vaga deque hay un poder superior, y estar realmente seguro de lo que l ofreceen retribucin por darle un servicio fiel. Heb.11:6 destaca que:

    debemos creer que Dios existeY

    que recompensa a los que le buscan.Gran parte de la Biblia es un relato de la historia de Israel, el pue-

    blo de Dios; una y otra vez se destaca que su aceptacin de la existenciade Dios no estaba al mismo nivel que la fe que tenan en sus promesas.Se les dijo por medio de su gran lder Moiss: Aprende pues y reflex-iona en tu corazn que Jehov es Dios arriba en el cielo y abajo en la tie-rra, y no hay otro. Y guarda sus estatutos y sus mandamientos (Deut.4:39-40)

    De este modo, se destaca lo mismo: una percepcin en nuestrointerior de que hay un Dios no significa que automticamente somosaceptables a Dios. Si seriamente convenimos en que realmente tenemosun Creador, debemos guardar sus mandamientos. El propsito de estaserie de estudios es explicar lo que son estos mandamientos y cmoguardarlos. A medida que escudriemos las Escrituras para hacer esto,encontraremos que nuestra fe en la existencia de Dios se fortalece.

    La fe es por el or, y el or, por la palabra de Dios (Ro. 10:17).Asimismo, Isaas 43:9-12 muestra cmo un entendimiento de las profec-as de Dios acerca del futuro nos hace saber que yo mismo soy (Is.43:13), es decir, que el nombre de Dios, yo soy el que soy, es perfecta-mente cierto (Ex. 3:14). El apstol Pablo lleg a un pueblo llamado Berea,en lo que ahora es el norte de Grecia. Como de costumbre, predic elevangelio (las buenas nuevas) de Dios; pero en vez de que la gente selimitara a aceptar la palabra de Pablo como garanta, recibieron la pala-bra [de Dios, no de Pablo] con toda solicitud, escudriando cada da las Es-crituras para ver si estas cosas eran as. As que creyeron muchos deellos (Hch. 17:11,12). Su creencia se debi a su mente sin prejuicios, alestudio habitual (cada da) y sistemtico (estas cosas) de la Biblia.Por lo tanto, el logro de la verdadera fe no se debi a que Dios haya he-cho que sbitamente la obtuvieran por medio de alguna clase de cirugaespiritual al corazn, ajena a la palabra de Dios. As pues, cmo pueden

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  • las personas del mundo que participan en alguna cruzada de Billy Gra-ham o en alguna asamblea pentecostal de avivamiento espiritual, salir deellas como creyentes? Cunto estudio diario de la Escritura se ha he-cho en estos casos? Esta falta de una fe verdaderamente basada en la Bi-blia, explica sin duda el vaco que sienten despus muchos de estosconversos en su experiencia cristiana, y por qu tantos se apartan delmovimiento evanglico.

    El propsito de este curso de estudio es proporcionarle una es-tructura bsica para su propio estudio sistemtico de la Escritura, de ma-nera que Ud. tambin pueda creer. A menudo se destaca en el relato dela predicacin del evangelio la relacin que hay entre or el evangelioverdadero y tener una fe verdadera:

    - Muchos de los corintios, oyendo, crean y eran bautizados(Hch. 18:8).

    - Dios escogi que los gentiles oyesen la palabra del evangel-io y creyesen (Hch. 15:7)

    - As predicamos, y as habis credo (1 Co. 15:11).- La semilla, en la parbola del sembrador, es la palabra de Dios

    (Lc. 8:11); mientras que en la de la mostaza es la fe (Lc. 17:6). Por consig-uiente, la fe viene por aceptar la palabra de fe (Ro. 10:8), las palabrasde la fe y de la buena doctrina (1 Ti. 4:6), en un corazn que est abiertoa la creencia en Dios y en su palabra (G. 2:2, comprese con He. 4:2).

    - El apstol Juan dice con respecto al relato escrito de la vida de nues-tro Seor que dice verdad, para que vosotros tambin creis (Jn.19:35). Por eso a la palabra de Dios se le llama verdad (Jn. 17:17), paraque nosotros creamos.

    1.2 LA PERSONALIDAD DE DIOS

    Que Dios se ha revelado como un ser real, es un tema majestuosoy glorioso de la Biblia. Que Jess es el Hijo de Dios, es tambin un dog-ma fundamental del cristianismo. Si Dios no es un ser real, entonces esimposible que haya tenido un hijo que era la imagen misma de su sus-tancia (He. 1:3). Adems, se hace difcil desarrollar una relacin perso-nal y viva con Dios, si Dios es slo un concepto en nuestra mente. Estrgico que la mayora de las religiones tengan este concepto irreal deDios.

    Siendo Dios infinitamente ms grande que nosotros, es compren-sible que la fe de muchas personas haya vacilado ante las claras prome-sas de que finalmente veremos a Dios. Es imposible que el hombre

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  • pecador pueda ver a Dios (Ex. 33:20), aunque esto implica que de no serpor nuestra pecaminosidad, Dios es realmente un ser que puede ser vis-to. A Israel le falt la fe para ver la apariencia de Dios (Jn. 5:37). Semejan-te fe viene por conocer a Dios y creer en Su palabra:

    Bienaventurados los de limpio corazn, porque ellos vern aDios (Mt. 5:8).

    Sus siervos [de Dios] le servirn, y vern su rostro, y su nombre [elnombre de Dios- Ap. 3:12] estar en sus frentes (Ap. 22:3,4).

    Tan maravillosa esperanza, si verdaderamente la creemos, ten-dr un profundo efecto prctico en nuestra vida:

    Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie ver al Seor(He. 12:14).

    No debemos jurar porque el que jura por el cielo, jura por el trono deDios, y por aquel que est sentado en l (Mt. 23:22).

    Le veremos tal como l es [manifestado en Cristo], y todo aquel que tie-ne esta esperanza en l, se purifica a s mismo, as como l es puro (1 Jn.3:2,3).

    En esta vida nuestro entendimiento del Padre Celestial es muyincompleto, pero podemos aspirar, en medio de la enmaraada oscuri-dad de esta vida, a encontrarnos finalmente con l. El hecho de verlo seequiparar sin duda con nuestra mayor comprensin mental de l. De es-te modo, desde las absolutas profundidades del sufrimiento humano, Jobpudo regocijarse en la relacin con Dios totalmente personal que experi-mentara plenamente en el ltimo da.

    Y despus de deshecha esta mi piel [es decir, despus de muerto], en micarne he de ver a Dios; al cual ver por m mismo, y mis ojos lo vern, yno otro (Job 19:26-27).

    Y el apstol Pablo clamaba desde otra vida de dolor y agitacin:Ahora vemos por espejo, oscuramente; ms entonces veremos cara a

    cara (1 Co. 13:12).LA EVIDENCIA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

    Estas promesas del Nuevo Testamento se basan en un conjuntoconsiderable de evidencias del Antiguo Testamento. No est dems reite-rar que es fundamental apreciar la naturaleza de Dios si hemos de tenerun verdadero entendimiento de lo que es una religin basada en la Bibl-ia. El Antiguo Testamento uniformemente habla de Dios como una per-sona; la relacin de persona a persona con Dios, que mencionan tanto elAntiguo como el Nuevo Testamento, es nica en la verdadera esperanzacristiana. Los siguientes son slidos argumentos en favor de un Diospersonal:

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  • - Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conformea nuestra semejanza (Gn. 1:26). De este modo, el hombre est hecho aimagen y semejanza de Dios, como se manifiesta en los ngeles. Santiago3:9 habla de los hombres, que estn hechos a la semejanza de Dios.Nuestra creacin a imagen de Dios sin duda significa que algo podemosinferir referente al verdadero modelo del cual no somos ms que unaimagen. As que Dios, a quien reflejamos, no es algo nebuloso al cual nopodamos imaginar. Ezequiel vio a Dios entronizado sobre los querubinescon la silueta de una semejanza que pareca de hombre. Todo esto tie-ne una importancia prctica. Debido a que somos a imagen de Dios, y es-ta imagen est grabada en cada parte de nuestros cuerpos, debemos darese cuerpo a Dios, de la misma manera que los hombres deban dar a C-sar la moneda que tena la imagen de Csar (Lc. 20:25).

    - Porque l [Dios] conoce nuestra condicin (Sal. 103:14), desea quelo imaginemos como un ser personal, un Padre con el cual podemosrelacionarnos.

    -Las descripciones de la morada de Dios indican claramente que Diostiene una ubicacin personal; Dios est en el cielo (Ec. 5:2); mir des-de lo alto de su santuario; Jehov mir desde los cielos a la tierra (Sal.102:19,20); t oirs en los cielos, en el lugar de tu morada (1 Reyes8:39). An ms especficamente que esto, leemos que Dios tiene untrono (2 Cr. 9:8; Sal. 11:4; Is. 6:1; 66:1). Semejante lenguaje es difcil deaplicar a una esencia indefinida que pueda existir en algn lugar en lasregiones celestiales. De Dios se dice que baja cuando se manifiesta. Es-to sugiere una ubicacin celestial de Dios. Es imposible entender la ideade la manifestacin de Dios sin apreciar su naturaleza personal.

    - Isaas 45 est lleno de referencias de Dios en cuanto a su participacinpersonal en los asuntos de su pueblo: Yo soy Jehov, y ninguno mshay Yo Jehov soy el que hago todo esto Yo Jehov lo he creado. Aydel que pleitea con su Hacedor! Yo, mis manos, extendieron los cie-los Mirad a m, y sed salvos, todos los trminos de la tierra. Esta lti-ma frase en especial muestra la existencia personal de Dios. l desea quelos hombres confen en l, que imaginen su existencia literal con los ojosde la fe.

    - Dios se revela a nosotros como un Dios perdonador, que se dirige alos hombres con palabras. No obstante, el perdn y el lenguaje slo pue-den proceder de un ser consciente, ya que son actos mentales. As Davidfue un hombre conforme al corazn de Dios (1 S. 13:14), mostrando queDios tiene una mente (corazn) que hasta cierto grado tambin el hom-bre puede tener, aunque por naturaleza el hombre no es conforme al

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  • corazn de Dios. Pasajes como: Se arrepinti Jehov de haber hechohombre y le doli en su corazn (Gn. 6:6), describen a Dios como unSer sensible y consciente. Esto nos ayuda a darnos cuenta de cmo pode-mos realmente complacerlo y disgustarlo, como un nio lo hara con supadre natural.

    SI DIOS NO ES UNA PERSONASi Dios no es un Ser real y personal, entonces es difcil captar el

    concepto de espiritualidad. Si Dios es totalmente justo, pero no es un Serpersonal, entonces realmente no podemos imaginar su justicia manifesta-da en los seres humanos. Tanto la cristiandad apstata como los judostienen la nocin de que la justicia de Dios entra en nuestra vida por med-io de un indefinido Espritu Santo que de algn modo nos convierte enla imagen mental de Dios, y nos hace aceptables ante l. A la inversa, unavez que nos damos cuenta de que hay un ser personal llamado Dios, en-tonces podemos trabajar en nuestro carcter, con su ayuda y la influenciade su palabra, para reflejar las caractersticas de Dios en nuestras vidas.

    El propsito de Dios es revelarse en una multitud de seres glori-ficados. Su nombre conmemorativo, Jehov Elohim, indica esto (una tra-duccin aproximada es el que ser los poderosos). Las descripcionesdel galardn que recibirn los fieles en el futuro reino de Dios en la tierramuestran que ellos tendrn una existencia tangible y corporal, aunque yano sujetos a las debilidades de la naturaleza humana. Job anhelaba el dapostrero, cuando tendra la resurreccin de su cuerpo (Job 19:25-27).Abraham es uno de los muchos que duermen en el polvo de la tierra[que] sern despertados para vida eterna (Dan. 12:2) de manera quepueda recibir el cumplimiento de la promesa de herencia eterna de la tie-rra de Canan, que es una ubicacin fsica en esta tierra (Gn. 17:8).Sussantos darn voces de jbilo y canten aun sobre sus camas para eje-cutar venganza entre las naciones (Sal. 132:16;149:5,7). La incapacidadde judos y gentiles para apreciar pasajes como estos, as como el signifi-cado fundamentalmente literal y fsico de las promesas que se hicieron aAbraham, ha conducido a la errnea creencia de que un alma inmortales la verdadera forma de la existencia humana. Semejante idea est total-mente desprovista de apoyo bblico. Dios es un ser inmortal y glorioso, yest desarrollando su propsito de manera que hombres y mujeres seanllamados a vivir en Su futuro reino en la tierra para compartir Sus atribu-tos, expresados en una forma corporal.

    A los fieles se les promete que heredarn la naturaleza de Dios (2P. 1:4). Se nos dar un cuerpo como el de Jess (Fil. 3:21), y sabemos quel tendr un cuerpo literal en el reino ( Zac. 13:6; Is. 11:3 ). Por lo tanto, la

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  • doctrina de la personalidad de Dios est relacionada con el evangelio delreino.

    Debiera ser evidente que no puede haber ningn concepto sensa-to de adoracin, religin o relacin personal con Dios a menos que seaprecie que Dios es una persona, y que estamos hechos a su imagen. Ne-cesitamos desarrollar su imagen mental para que podamos asumir la ple-nitud de su imagen en el reino de Dios. Ahora se puede entender conmucho ms sentido y satisfaccin los pasajes que hablan de Dios comoun Padre amoroso, que nos castiga como un padre lo hace con su hijo(por ejemplo, Dt. 8:5). En el contexto de los sufrimientos de Cristo leemosque Jehov quiso quebrantarlo (Is. 53:10), sin embargo, clam a miDios . El oy mi voz y mi clamor lleg delante de l, a sus odos (Sal.18:6 ). La promesa que Dios hizo a David acerca de un descendiente quesera hijo de Dios, requera del nacimiento milagroso de un ser humanoque fuera verdaderamente a imagen y semejanza de su Padre.

    Un entendimiento correcto de Dios es una llave que abre muchasreas vitales de la doctrina bblica. Pero tal como una mentira conduce aotra mentira, as tambin un falso concepto de Dios obscurece la verdadque ofrecen las Escrituras. Si ha encontrado esta seccin convincente, opor lo menos en parte, surge entonces la pregunta: Realmente conoceUd. a Dios? Seguiremos ahora explorando la enseanza bblica sobre l.

    1.3 EL NOMBRE Y CARCTER DE DIOSSi hay un Dios, es razonable creer que l habr ideado algn me-

    dio de hablarnos de s mismo. Creemos que la Biblia es la revelacin deDios al hombre, y que en ella vemos revelado el carcter de Dios. Si per-mitimos que esta palabra de Dios llene nuestra mente, una nueva criatu-ra se forma dentro de nosotros, la cual tiene las caractersticas de Dios(Santiago 1:18; 2 Co. 5:17). Por lo tanto, mientras ms nos entregamos a lapalabra de Dios, y aplicamos las lecciones en nosotros mismos, ms nosharemos conformes a la imagen de su Hijo (Ro. 8:29), quien fue en ca-rcter la imagen perfecta de Dios (Col. 1:15). En esto reside el valor de es-tudiar las partes histricas de la Biblia; estn llenas de ejemplos de cmoDios ha tratado con hombres y naciones, mostrando siempre las mismascaractersticas bsicas.

    En hebreo y griego el nombre de una persona a menudo reflejabasu carcter y/o informacin sobre ella. Algunos claros ejemplos:

    Jess = Salvador, porque l salvar a su pueblo de sus pecados(Mt. 1:21).

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  • Abraham = Padre de una gran multitud, porque te he puesto porpadre de muchedumbre de gentes (Gn. 17:5).

    Eva = Viviente, por cuanto ella era madre de todos los vivientes(Gn. 3:20).

    Simen = Oyendo, por cuanto oy Jehov que yo era menosprec-iada, me ha dado tambin ste (Gn. 29:33).

    En Jeremas 48:17, el conocer al pueblo de Moab se equipara conconocer el nombre de Moab. Los Salmos a menudo equiparan a Diosmismo con su nombre, su palabra y acciones (Sal.103:1;105:1;106:1,2,12,13).

    Por lo tanto, se ha de esperar que los nombres y ttulos de Diosnos darn mucha informacin de l. Despus del bautismo es aconsejableefectuar un detallado estudio del nombre de Dios; una mayor aprecia-cin del carcter de Dios, segn se expresa en su nombre, es algo que de-bera continuar durante toda nuestra vida en el Seor. Por lo tanto, loque va a continuacin es en gran medida una introduccin.

    Cuando Moiss quiso un conocimiento ms profundo de Diospara fortalecer su fe durante un perodo muy traumtico de su vida, unngel estuvo all proclamando el nombre de Jehov: Jehov! Jehov!fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericor-dia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniqui-dad, la rebelin y el pecado, y que de ningn modo tendr por inocenteal malvado (x. 34:5-7).

    Esta es una prueba evidente de que los nombres de Dios inclu-yen sus caractersticas. El hecho de que los tenga es prueba de que Dioses un ser personal.

    Dios ha escogido un nombre en particular por el cual le gustaraque su pueblo lo conociera y recordara; es un resumen, un eptome, desu propsito para con los hombres.

    Los israelitas eran esclavos en Egipto y necesitaban que se les re-cordara el propsito de Dios para con ellos. A Moiss se le dijo que lesdiera a conocer el nombre de Dios, de manera que esto ayudara a moti-varlos a salir de Egipto y comenzar el viaje hacia la tierra prometida(comprese con 1 Co. 10:1). Nosotros tambin necesitamos entender losprincipios bsicos relacionados con el nombre de Dios antes de bautizar-nos y comenzar nuestro viaje hacia el reino de Dios.

    Dios dijo a Israel que su nombre era YAHVEH, que quiere decirYo soy el que soy o quizs, Yo ser el que ser (x. 3:13-15). Enton-ces este nombre se expandi levemente. Adems dijo Dios a Moiss: Asdirs a los hijos de Israel: Jehov [Yahveh], el Dios de vuestros padres, el

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  • Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob Este es mi nombre pa-ra siempre; con l se me recordar por todos los siglos (Ex. 3:15).

    Por lo tanto, el nombre completo de Dios es Yahveh Dios.El Antiguo Testamento se escribi en su mayor parte en hebreo,

    y nuestra traduccin en castellano inevitablemente omite muchos deta-lles cuando se deben traducir las palabras hebreas que corresponden aDios. Una de las palabras hebreas comunes que se ha vertido comoDios es Elohim, que significa poderosos. Por lo tanto, el memorialde Dios, el nombre por el cual l desea que le recordemos es:

    YAHVEH ELOHIMque significa

    EL QUE SE REVELAR EN UN GRUPO DE PODEROSOSPor lo tanto, el propsito de Dios es revelar su carcter y su ser

    esencial en un grupo grande de gente. En obediencia a su Palabra pode-mos ahora desarrollar en nosotros algunas de las caractersticas de Dios,de manera que en un sentido muy limitado, Dios se revela en esta vidaen los verdaderos creyentes. Pero el nombre de Dios es una profeca deltiempo venidero, cuando la tierra estar llena de gentes que son como l,tanto en carcter como en naturaleza (Comprese 1 P. 1:4). Si deseamosasociarnos con el propsito de Dios y llegar a ser como Dios, y si desea-mos no morir ms, viviendo para siempre en una perfeccin moral com-pleta, entonces debemos asociarnos con su nombre. El modo de hacer es-to es bautizndose en el Nombre, es decir, Yahveh Elohim (Mt. 28:19).Esto tambin nos convierte en los descendientes (simiente) de Abra-ham (G. 3:27-29), a los cuales se les prometi la herencia eterna de la tie-rra (Gn. 17:8; Ro. 4:13), el grupo de poderosos (Elohim) en quienes secumplir la profeca del nombre de Dios. Esto se explica con ms detalleen el Estudio 3.4.

    1.4 LOS NGELESTodo lo que hemos considerado hasta ahora en este Estudio se

    trae a colacin al tratar el tema de los ngeles:- seres reales y personales- llevan el Nombre de Dios- seres en quienes obra el Espritu de Dios para ejecutar su voluntad- en conformidad con el carcter y propsito de Dios- y de este modo son una manifestacin de l.

    En el Estudio 1.3 mencionamos que una de las palabras hebreasms comunes que se ha vertido como Dios es Elohim, que en reali-dad significa poderosos. Se puede ver que la palabra se refiere

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  • frecuentemente a los ngeles, quienes como poderosos de Dios llevaneste nombre y efectivamente se les puede llamar Dios porque ellos re-presentan a Dios.

    El relato de la creacin del mundo en Gnesis 1, nos dice queDios efectu ciertos mandatos en relacin con la creacin, y se hizo as.Fueron los ngeles los que llevaron a cabo estos mandatos.

    ngeles, poderosos en fortaleza, que ejecutis su palabra,obedeciendo a la voz de su precepto (Sal. 103:20).

    Por lo tanto, es razonable suponer que cuando leemos acerca deDios creando el mundo, en realidad esta obra la efectuaron los ngeles.En Job 38:4-7 tambin se sugiere esto. Ahora es una buena ocasin pararesumir los sucesos de la creacin, segn se hallan en Gnesis 1:

    Da 1 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz (v. 3)Da 2 Luego dijo Dios: Haya expansin en medio de las aguas, y sepa-

    re las aguas [de la tierra] de las aguas [de las nubes] y fue as (vv. 6,7).Da 3 Dijo tambin Dios: Jntense las aguas que estn debajo de los

    cielos [formando mares y ocanos] y descbrase lo seco. Y fue as (v. 9).Da 4 Dijo luego Dios: Haya lumbreras en los cielos Y fue as

    (vv. 14-15).Da 5 Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vue-

    len Y cre Dios todo ser viviente (vv. 20-21) y fue as.Da 6 Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes bestias y

    serpientes Y fue as (v. 24).El hombre fue creado ese mismo da sexto. Entonces dijo Dios:

    Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza(Gn. 1: 26). En el estudio 1.2 comentamos este versculo. Por ahora quere-mos hacer notar que aqu la palabra Dios no se refiere a Dios mismo enpersona. Hagamos al hombre muestra que Dios se refiere a ms deuna persona. La palabra hebrea que aqu se tradujo como Dios esElohim, que significa Poderosos, en referencia a los ngeles. Ello sonseres muy reales que comparten la misma naturaleza de Dios.

    En la Biblia se habla de dos naturalezas; por el significado mis-mo de la palabra no es posible tener estas dos naturalezas en formasimultnea.

    La naturaleza de Dios (naturaleza divina)No puede pecar (es perfecta) (Ro. 9:14; 6:23, comprese con Sal. 90:2;

    Mt. 5:48; Santiago 1:13)No puede morir, es decir, es inmortal (1 Ti. 6:16)Lleno de poder y energa (Is. 40:28).

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  • Esta es la naturaleza de Dios y de los ngeles, y la cual se dio a Jessdespus de su resurreccin (Hch. 13:34; Ap. 1:18; He. 1:3). Esta es la natu-raleza que se nos ha prometido (Lc. 20:35-36; 2 P. 1:4; Is. 40:28 compresecon el v. 31).

    La naturaleza humanaSomos tentados a pecar (Santiago 1:13-15) por una mente natural co-

    rrupta (Ser. 17:9; Mar. 7:21-23)Estamos condenados a muerte, es decir, somos mortales (Ro. 5:12,17: 1

    Cor. 15:22)Tenemos fuerza muy limitada, tanto fsica (Is. 40:30) como mentalmen-

    te (Ser. 10:23).Esta es la naturaleza que poseen actualmente todos los hombres,

    buenos y malos. El fin de esa naturaleza es la muerte (Rom. 6:23). Fue lanaturaleza que tuvo Jess durante su vida mortal (He. 2:14-18; Ro. 8:3;Jn. 2:25; Mar. 10:18).

    Es desafortunado que la palabra castellana naturaleza sea untanto vaga; podemos emplearla en frases como Juan es de naturalezagenerosa; simplemente no est en su naturaleza ser mezquino, pero spuede estar orgulloso de su auto, porque as es la naturaleza humana,supongo. Esta no es la forma en que emplearemos la palabranaturaleza en estos estudios.

    APARICIONES ANGLICASSiendo los ngeles de la naturaleza de Dios, deben ser sin pecado

    y, por lo tanto, no pueden morir ya que el pecado trae la muerte (Ro.6:23). A menudo cuando han aparecido ngeles en la tierra, se ven comohombres corrientes.

    - ngeles vinieron a Abraham para hablarle palabras de Dios; se lesdescribe como tres varones, a los cuales Abraham trat inicialmentecomo seres humanos, ya que ese era su aspecto. Que se traiga ahora unpoco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un rbol (Gn.18:4).

    - Dos de esos ngeles fueron entonces adonde Lot, en la ciudad de So-doma. De nuevo, tanto Lot como la gente de Sodoma los tomaron porhombres comunes. Llegaron, pues, los dos ngeles a Sodoma, a loscuales invit Lot a pasar la noche con El. Pero vinieron los hombres deSodoma a su casa, preguntando en tono amenazador: Dnde estn losvarones que vinieron a ti esta noche? Lot suplic: A estos varones nohagis nada. El relato inspirado tambin los llama varones. Entonceslos varones [ngeles] alargaron la mano y rescataron a Lot, Y dijeron los

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  • varones a Lot: Jehov nos ha enviado para destruirlo, es decir, a So-doma (Gn. 19:1,5,8,10,12,13).

    - El comentario del Nuevo Testamento sobre estos incidentes confirmaque los ngeles aparecen en forma de hombres. No os olvidis de lahospitalidad, porque por ella algunos [v. gr. Abraham y Lot] sin saberlo,hospedaron ngeles (He. 13:2).

    - Jacob luch toda la noche con un desconocido (Gn. 32:24), del cual senos dice posteriormente que era un ngel (Os. 12:4).

    - Dos hombres vestidos con trajes blancos resplandecientes estuvieronpresentes en la resurreccin (Lc 24:4) y ascensin (Hch. 1:10) de Jess.Ciertamente eran ngeles.

    - Considere las implicaciones de medida de hombre, la cual es de n-gel (Ap. 21:17).

    LOS NGELES NO PECANSiendo que los ngeles comparten la naturaleza de Dios, no pueden

    morir. En vista de que el pecado trae la muerte, es evidente por lo tanto,que ellos no pueden pecar. Las palabras griega y hebrea originales que sehan traducido como ngel, significan mensajero; los ngeles son losmensajeros o siervos de Dios, obedientes a l; por lo tanto, es imposibleconcebir que ellos sean pecadores. As, la palabra griega anguelos, quese traduce como ngeles, tambin se vierte como mensajeros cuandose refiere a seres humanos; por ejemplo, Juan el Bautista (Mt. 11:10) y susmensajeros (Lc. 7:24); Los mensajeros de Jess (Lc. 9;52) y los hombresque fueron a reconocer Jeric (Santiago 2:25). Por supuesto, es posibleque los ngeles, en el sentido de mensajeros humanos, pueden pecar.

    Los siguientes pasajes muestran claramente que todos los nge-les (no slo algunos de ellos!) son por naturaleza obedientes a Dios y,por lo tanto, no pueden pecar:

    Jehov estableci en los cielos su trono, y su reino domina sobre to-dos [es decir, no puede haber rebelin contra Dios en el cielo]. Bendecid a Je-hov, vosotros sus ngeles, poderosos en fortaleza, que ejecutis su pala-bra, obedeciendo a la voz de su precepto. Bendecid a Jehov, vosotros to-dos sus ejrcitos, ministros suyos, que hacis su voluntad (Sal.103:19-21).

    Alabadle, vosotros todos sus ngeles sus ejrcitos (Sal. 148:2).Los ngeles no son todos espritus ministradores, enviados para

    servicio a favor de [los creyentes] los que sern herederos de la salva-cin? (He. 1:13,14).

    La repeticin de la palabra todos muestra que los ngeles no es-tn divididos en dos grupos, uno bueno y otro pecador. La importancia

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  • de entender claramente la naturaleza de los ngeles reside en que el ga-lardn de los fieles es compartir su naturaleza: Mas los que fueren teni-dos por dignos ni se casan no pueden ya ms morir, pues son igua-les a los ngeles (Lc. 20:35,36). Este es un punto vital que se debe captarcon claridad. Los ngeles no pueden morir: La muerte no toma pose-sin de los ngeles (He. 2:16 Emphatic Diaglott, nota al margen). Si losngeles pudieran pecar, entonces aquellos que sean hallados dignos degalardn al regreso de Cristo, tambin tendran la posibilidad de pecar.Y en vista de que el pecado trae la muerte (Ro. 6:23), por lo tanto no ten-dran vida eterna; si tenemos una posibilidad de pecar, tenemos tambinla capacidad de morir. As que decir que los ngeles pueden pecar, haceque la promesa de Dios de vida eterna pierda sentido, pues nuestro ga-lardn es compartir la naturaleza de los ngeles. La referencia a los n-geles (Lc. 20:35,36) muestra que no hay categorizacin de ngeles bue-nos o pecadores; hay slo una categora de ngeles.

    Si los ngeles pudieran pecar, entonces Dios quedara imposibili-tado de actuar con justicia en nuestra vida y en los asuntos del mundo,puesto que ha declarado que l acta por medio de sus ngeles (Sal.103:19-21). Dios logra todas las cosas por medio de su poder-espritu,que acta por medio de los ngeles (Sal. 104:4 Versin Autorizada ingle-sa). Por lo tanto, que ellos le sean desobedientes es una imposibilidad.Los cristianos debieran orar diariamente pidiendo que venga el reino deDios a la tierra, que se haga Su voluntad aqu tal como en la actualidadse hace en el cielo (Mt. 6:10). Si los ngeles de Dios tuviesen que competiren el cielo con los ngeles pecadores, entonces all no se ejecutara Su vo-luntad por completo y, por lo tanto, en el futuro reino de Dios se produ-cira la misma situacin. Pasar la eternidad en un mundo que sera uncampo de batalla perpetuo entre el pecado y la obediencia, es difcilmen-te una perspectiva alentadora; pero, por supuesto, ese no es el caso.

    NGELES Y CREYENTESHay buena razn para creer que cada verdadero creyente tiene

    un ngeles quizs uno en especial que le ayudan en su vida:- El ngel de Jehov acampa alrededor de los que le temen, y los def-

    iende (Sal. 34:7).- estos pequeos que creen en m [es decir, los discpulos dbiles Zac.

    13:7 comprese con Mateo 26:31] sus ngeles en los cielos ven siempre elrostro de mi Padre (Mt. 18:6,10).

    - Los primeros cristianos crean firmemente que Pedro tena un ngelguardin (Hch. 12:14,15).-

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  • El pueblo de Israel atraves el Mar Rojo, y un ngel los gui por el de-sierto hacia la tierra prometida. Este paso por el Mar Rojo representanuestro bautismo en el agua (1 Co. 10:1), y as no es irrazonable suponerque, despus de todo, tambin a nosotros nos gua y ayuda un ngelmientras viajamos por el desierto de la vida hacia la tierra prometida delreino de Dios.

    Si los ngeles pueden ser malos, en el sentido de ser pecadores,entonces las promesas de control e influencia anglicas en nuestra vidase convierten en una maldicin, en vez de bendicin.

    Hemos visto, pues, que los ngeles son seres- con la naturaleza eterna de Dios- que no pueden pecar- que siempre ejecutan los mandatos de Dios- y que son los seres por los cuales habla y obra el Espritu

    (poder) de Dios (Sal. 104:4).PERO muchas iglesias tienen la idea de que los ngeles pueden

    pecar, y que en la actualidad existen ngeles pecadores que son respon-sables del pecado y los problemas que hay en la tierra. En el estudio 6trataremos ms detalladamente este concepto errneo. Por ahora seala-remos los siguientes puntos:

    - Se ha sugerido que hubo una creacin previa a la nuestra, es decir, ala que se consigna en Gnesis 1. Tambin es concebible que los actualesngeles hayan llegado a tener conocimiento del bien y el mal (Gn. 3:5)por haber pasado por una situacin similar a la que nosotros tenemos enesta vida. No se puede descartar que algunos de los seres que vivieronen esa era efectivamente pecaron; pero todo esto es especulacin en laque a los hombres les encanta recrearse. La Biblia no nos dice nada de es-tas cosas, pero nos dice claramente lo que necesitamos saber de la pre-sente situacin, o sea, que no hay ngeles pecadores; todos los ngelesson totalmente obedientes a Dios.

    - En el cielo no puede haber seres pecadores, ya que Dios es muy lim-pio de ojos para ver el mal (Hab. 1:13). De manera similar, Sal. 5:4,5explica: El malo no habitar junto a ti. Los insensatos no estarn delantede tus ojos. La idea de que haya habido en el cielo una rebelin contraDios de parte de ngeles pecadores, contradice totalmente la impresinque dan estos pasajes.

    - La palabra griega traducida ngel significa mensajero, y se pue-de referir a seres humanos, como ya hemos mostrado. Por supuesto, talesmensajeros humanos pueden pecar.

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  • - Que hay seres malignos y pecadores, a los cuales se les puede culparde todos los aspectos negativos de la vida, es una de las creencias mspopulares que se tiene en el paganismo. De la misma manera que hanentrado ideas paganas sobre la Navidad en lo que se hace pasar porcristianismo, as tambin ha ocurrido con esos conceptos paganos.

    - Hay muy pocos pasajes bblicos que se pueden interpretar equivoca-damente como un apoyo a la idea de que en el presente existen ngelespecadores. Estos se han considerado en el libro In Search of Satan (EnBusca de Satans), disponible en la direccin del editor. No se puede ha-cer que tales pasajes contradigan la riqueza de la enseanza bblica enforma contraria a lo que aqu se ha presentado.

    DIGRESIN 1: Dios es Espritu (Jn. 4:24).En el Estudio 2 definiremos con ms precisin lo que es el Espritu de

    Dios. Podemos resumir el razonamiento que all se presenta diciendoque el Espritu de Dios es su poder o aliento por el cual revela al hombresu individualidad esencial, su ser y carcter, por medio de las accionesque realiza ese Espritu. De este modo, Dios es Espritu porque su Es-pritu refleja su personalidad.

    A Dios se le describe de varias maneras:Nuestro Dios es fuego consumidor (He. 12:29)Dios es luz (1 Jn. 1:5)Dios es amor (1 Jn. 4:8)El Verbo [griego: logos plan, propsito, idea] era Dios (Jn. 1:1).As Dios es Sus caractersticas. Es evidentemente errneo ar-

    gir que la cualidad abstracta del amor es Dios, tan slo porque lee-mos que Dios es amor. Podemos decir que alguien es la bondad mis-ma, pero eso no significa que esa persona carece de existencia fsica: esla manera de ser de su existencia literal lo que revela la bondad hacianosotros.

    Siendo el Espritu el poder de Dios, frecuentemente leemos queDios enva o dirige su Espritu para lograr cosas en armona con su vo-luntad y carcter.

    Son numerosos los ejemplos en que Dios dirige a su Espritu, enlos cuales se muestra la diferencia entre Dios y su Espritu:

    El [Dios] que puso en medio de l su santo espritu (Is. 63:11)Pondr [Dios] mi Espritu sobre l [Jess] (Mt. 12:18)Vuestro Padre celestial dar el Espritu Santo (Lc. 11:13)-Al Espritu que descenda del cielo (Jn. 1:32)Derramar [Dios] de mi Espritu sobre toda carne (Hch. 2:17).

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  • En verdad, las frecuentes referencias al Espritu de Dios debie-ra ser prueba suficiente de que el Espritu no es Dios en persona. Estasdiferencias entre Dios y su Espritu son otra dificultad para aquellos quecreen que Dios es una Trinidad, en la cual a Dios el Padre se le consi-dera igual a Jess y al Espritu Santo.

    Y lo que es muy importante, un Dios impersonal hara de la ora-cin un absurdo al punto en que la oracin sera un dilogo entre nues-tra conciencia y un concepto de Dios que slo existira en nuestra mente.Continuamente se nos recuerda que oremos a Dios, quien est en el cielo(Ec. 5:2; Mt. 6:9; 5:16; 1 Reyes 8:30), y que Jess est all ahora a la diestrade Dios para presentar nuestras oraciones (1 P. 3:21; He. 9:24). Si Dios noes una persona, tales pasajes pierden sentido. Pero una vez que se entien-de a Dios como un Padre real y carioso, la oracin a l se hace algo muyreal y tangible hablndole literalmente a otro ser, el cual creemos estarmuy dispuesto y capacitado para responder.

    DIGRESIN 2: El Uso Del Nombre De DiosHemos visto que el Nombre de Dios y el de su Hijo Jess tienen

    un significado muy profundo. Cuando hablamos de Dios, estamos tra-tando brevemente sobre cada aspecto de su maravilloso propsito deamor y verdad. Por lo tanto, que se tome el Nombre de Dios en vano, co-mo una suave interjeccin o expresin de exasperacin, es una de las co-sas ms insultantes que un hombre puede hacer a su Creador. Por estarazn, todo aquel que quiera complacer a Dios y honrarle, har todo esf-uerzo para no tomar con ligereza el Nombre de Dios. En muchas socie-dades de todo el mundo, semejante blasfemia se ha convertido en unaparte normal del lenguaje moderno; terminar con lo que puede haber si-do el hbito de toda una vida, no ser fcil. Una sincera oracin pidiendola ayuda de Dios en esto, seguramente no pasar desapercibida para l.A aquellos que estn bajo nuestro control e influencia, v. gr. los hijos,tambin se les podra hacer ver la gravedad de la blasfemia: Porque Je-hov no dar por inocente al que tome su nombre en vano (Dt. 5:11).

    Por otra parte, estn aquellos que insisten en que la verdaderaiglesia cristiana debe usar las palabras hebreas Yahveh o Jehov en Sunombre. Al hacer esto, tales personas estn empleando el santo y maravi-lloso nombre de Dios para alimentar una especie de elitismo espiritual,por cuanto menosprecian a otros tan solo por la pronunciacin o empleode una palabra. Esto no quiere decir que el empleo del Nombre de Diossea errneo; se acomoda especialmente a nuestras oraciones personales,una vez que nos bautizamos apropiadamente en el Nombre. Sin

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  • embargo, el Nuevo Testamento no nos da indicacin alguna de que estoes necesario o incluso de que Dios lo desee. l inspir la redaccin delNuevo Testamento para que fuera escrito en griego empleando slo unapalabra para decir Dios: Theos, que significa uno grande. En l nose hace distincin alguna entre Dios y Yahveh, ni tampoco hay nin-gn mandato especfico referente a cmo se deban llamar los creyentescomo comunidad. Pedro se refiere a un creyente como un cristiano,ms bien que como un hombre de Jehov o algo similar (1 P. 4:16). Unnfasis excesivo en el empleo del nombre Jehov conduce a una deval-uacin de la obra y posicin del Seor Jess, de manera similar a la demuchos cristianos evanglicos que recalcan demasiado el nombre yoficio de Jess, al grado que descuidan la posicin ms poderosa deDios. Otros nombres por los cuales se haca llamar la primera comu-nidad de creyentes cristianos no incluan el nombre Jehov:

    La ciudadana de Israel (Ef. 2:12).La congregacin de los primognitos (He. 12:23)La iglesia del Seor (Hch.20:28)La iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad (1

    Ti.3:15)La casa de Dios (1 Ti. 3:15).De paso, observe que los creyentes no se hacan llamar

    cristianos; este era un trmino despectivo que significa esta gente deCristo, acuado por sus enemigos.

    DIGRESIN 3: La Manifestacin De DiosLo que va a continuacin no ser fcil de captar por completo a

    la primera lectura, pero la importancia del tema se har ms evidente amedida que avanza en sus estudios. Lo incluimos en esta etapa para queUd. complete este Estudio habiendo considerado plenamente la revela-cin bsica de la Biblia acerca de Dios. El nombre de Dios puede ser lle-vado por cualquiera por cuyo medio l escoja manifestarse o revelarse.De modo que hombres y ngeles, as como Jess, pueden llamarse delNombre de Dios. Este es un principio vital que nos da a conocer muchsi-mo de la Biblia. Un hijo puede apropiadamente llevar el nombre de supadre, ya que tiene ciertas similitudes con l; puede incluso tener su mis-mo nombre pero no es la misma persona que el padre. De igual manera,un representante de una compaa puede hablar en nombre de ella; pue-de telefonear a alguien por negocios y decir: Hola, habla Unilever; lno es el Sr. Unilever, pero asume su nombre porque est trabajando enrepresentacin de l. As tambin fue el caso de Jess.

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  • NGELES QUE LLEVAN EL NOMBRE DE DIOSEn xodo 23:20,21, Dios dijo al pueblo de Israel que ira un ngel

    delante de ellos. Mi nombre est en l, se les dijo. El nombre personalde Dios es Yahveh (o Jehov, como se lee el Nombre en la VersinReina-Valera, revisin de 1960). As que el ngel llevaba el nombre deYahveh, siendo de este modo llamado Yahveh o el SEOR. En xodo33:20 se nos dice que ningn hombre puede ver el rostro de Dios y vivir;pero en xodo 33:11 leemos que hablaba Jehov [Yahveh] a Moiss caraa cara, como habla cualquiera a su compaero, es decir, en forma direc-ta. No podra haber sido Jehov (Yahveh) mismo en persona el que habla Moiss cara a cara, porque nadie puede ver a Dios. El ngel que llevabael Nombre de Dios fue quien lo hizo; y as leemos que Jehov habl caraa cara con Moiss, cuando en realidad fue un ngel quien lo hizo (Hch.7:30-33).

    Hay muchos otros ejemplos en que las palabras Dios yJehov se refieren a los ngeles en contraste a Dios mismo. Un claroejemplo es Gn. 1:26 : Dijo Dios [los ngeles]: Hagamos al hombre a nues-tra imagen.

    HOMBRES CON EL NOMBRE DE DIOSUno de los pasajes ms tiles para demostrar todo esto, es Juan

    10:34-36. Aqu los judos cometieron el mismo error que muchos cometenhoy en da. Creyeron que Jess estaba diciendo que l era Dios mismo.Jess les corrigi diciendo: No est escrito en vuestra ley: Yo dije, dio-ses sois? Si [les] llam dioses vosotros decs [de mi]: T blasfemas,porque dije: Hijo de Dios soy?. En realidad, Jess est diciendo: En elAntiguo Testamento, hombres llevaban el ttulo de dioses; yo estoy di-ciendo que soy el Hijo de Dios; as, pues, por qu estis tan alterados?En realidad, Jess est citando Salmos 82, donde los jueces de Israel eranllamados dioses.

    Como ya se ha mostrado, el nombre completo de Dios en hebreoes Yahveh Elohim, que quiere decir: yo ser revelado en un grupo depoderosos. Los verdaderos creyentes son aquellos en los que Dios, enun sentido limitado, se ha revelado en esta vida. Sin embargo, en el reinoellos sern poderosos en quienes Dios ser completamente manifesta-do. Esto se muestra en toda su belleza al comparar Is. 64:4 con 1 Co. 2:9.Ni nunca oyeron, ni odos percibieron, ni ojo ha visto a Dios fuera de ti,que hiciese por el que en l espera. Pablo cita esto en 1 Co. 2:9,10. Estescrito: Cosas que ojo no vio, ni odo oy, ni han subido en corazn dehombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Diosnos las revel a nosotros por el Espritu. El pasaje de Isaas 64 dice que

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  • nadie excepto Dios puede entender lo que l ha preparado para los cre-yentes; pero 1 Co. 2:10 nos dice que eso nos ha sido revelado a nosotros.

    JESS Y EL NOMBRE DE DIOSNo es sorprendente que Jess, como el Hijo de Dios y Su supre-

    ma manifestacin a los hombres, lleve tambin el nombre de Dios. l pu-do decir: Yo he venido en nombre de mi Padre (Jn. 5:43). Por su obed-iencia, Jess subi al cielo y Dios le dio un nombre que es sobre todonombreel nombre de Yahveh, de Dios mismo (Fil. 2:9). As que es poreso que leemos que Jess dijo en Ap. 3:12: Escribir sobre l [el creyente]el nombre de mi Dios y mi nombre nuevo. En el juicio, Jess nos darel Nombre de Dios; entonces nosotros llevaremos plenamente el nombrede Dios. l llama a este nombre, mi nombre nuevo. Recuerde que Jessestaba dando el libro de Apocalipsis algunos aos despus de su ascen-sin al cielo, y despus de que se le haba dado el nombre de Dios, tal co-mo se explica en Fil. 2:9. As l puede llamar al nombre de Dios minombre nuevo; el nombre que a l se le haba dado recientemente. Aho-ra podemos entender adecuadamente a Is. 9:6, donde se nos dice referen-te a Jess: Se llamar su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Pa-dre eterno . Esta es una profeca de que Jess llevara todos los nom-bres de Dios y que l sera la manifestacin o revelacin total de Dios anosotros. Fue en este sentido que se le llam Emanuel, que significaDios con nosotros, aunque personalmente l no era Dios. Por consigu-iente la profeca de Joel 2 de que los hombres invocaran el nombre deYahveh fue cumplida por la gente que se bautizaba en el nombre de Je-sucristo (Hch. 2:21; comprese 38). Esto tambin explica por qu el man-dato de bautizarse en el nombre del Padre fue cumplido, como se regis-tra en los Hechos, por medio del bautismo en el nombre de Jess.

    ESTUDIO 1: Preguntas1. Qu ayudar ms a desarrollar nuestra fe en Dios?a) Ir a la iglesiab) Un devoto estudio de la Bibliac) Conversar con cristianosd) Observar la naturaleza.2. Cul de las siguientes proposiciones es un correcto entendimiento

    de Dios?a) Slo una idea en nuestra menteb) Una influencia indefinida que existe en el cieloc) No hay Dios

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  • d) Una persona verdadera que nos habla de s misma en la Biblia3. Cmo es Dios?a) Una unidadb) Una trinidadc) Muchos dioses en unod) Imposible definirlo de alguna manera4. Qu significa el nombre de Dios Yahveh Elohim?a) El que serb) El que ser revelado en un grupo de poderososc) Uno granded) Fortaleza5. Qu significa la palabra ngel?a) Como un hombreb) Con alasc) Mensajerod) Ayudante6. Pueden pecar los ngeles?7. Qu le convence ms a Ud. de que hay un Dios?

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  • Captulo 2EL ESPRITU DE DIOS

    2.1 DEFINICIN

    Como Dios es un ser real y personal que tiene sentimientos yemociones, se espera que tenga algn medio de compartir sus deseos ysentimientos con nosotros, sus hijos, y de actuar en nuestra vida de unamanera que sea consecuente con su carcter. Dios hace todas estas cosaspor medio de su espritu. Si deseamos conocer a Dios y tener una rela-cin activa con l, necesitamos saber qu es este espritu de Dios y c-mo funciona.

    No es fcil definir exactamente lo que significa la palabraespritu. Por ejemplo, si Ud. ha ido a una boda, podra comentar: Allhaba un magnfico espritu!. Con esto Ud. quiere decir que el ambienteera bueno; de algn modo todo lo referente a la boda era bueno; todosestaban bien vestidos; la comida era exquisita; la gente conversaba conamabilidad; la novia se vea hermosa, etc. Todas estas diversas cosas for-maban el espritu de la boda. Asimismo, el espritu de Dios de algnmodo resume todo lo referente a l. La palabra hebrea que en el AntiguoTestamento se tradujo como espritu, significa literalmente aliento opoder; de este modo, el espritu de Dios es Su respiracin, la esenciamisma de Dios, que refleja su mente. En el Estudio 4.3 daremos ejemplosde cmo se emplea la palabra espritu en relacin con la mente o dis-posicin de una persona. Que el espritu no se refiere solamente al sim-ple poder de Dios es evidente por Romanos 15:19: El poder del Espritude Dios.

    Es una enseanza comn de la Biblia que la forma de pensar deun hombre se expresa en sus acciones (Pr. 23:7; Mt. 12:34); un poco de re-flexin sobre nuestras propias acciones confirmar esto. Pensamos en al-go y entonces lo hacemos. Nuestro espritu o mente puede reflejarse en

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  • el hecho de que tenemos hambre y deseamos alimento. Vemos un plta-no que est disponible en la cocina; ese deseo del espritu se traduceentonces en accin: tomamos el pltano, lo pelamos y comemos. Estesencillo ejemplo muestra por qu la palabra hebrea para espritu signi-fica tanto el aliento o mente como tambin el poder. Nuestro espritu, loesencial de nosotros, recurre a nuestros pensamientos y, por consiguien-te, tambin a las acciones que tomamos para expresar aquellos pensam-ientos o disposiciones que hay dentro de nosotros. En una escala muchoms gloriosa, el espritu de Dios es igual; es el poder por el cual l da aconocer su ser esencial, su disposicin y propsito. Dios piensa y, porconsiguiente, hace cosas: Ciertamente se har de la manera que lo hepensado, y ser confirmado como lo he determinado (Is. 14:24).

    EL PODER DE DIOSMuchos pasajes identifican claramente al Espritu de Dios con su

    poder. A fin de crear la tierra, el Espritu de Dios se mova sobre la fazde las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz (Gn. 1:2,3).

    El Espritu de Dios era el poder por el cual se hicieron todas lascosas, por ejemplo, la luz. Su espritu adorn los cielos; su mano cre laserpiente tortuosa (Job 26:13). Por la palabra de Jehov fueron hechoslos cielos, y todo el ejrcito de ellos por el aliento de su boca (Sal. 33:6).Por lo tanto al Espritu de Dios se le describe como:

    -su aliento-su palabra-su dedo-su mano.

    Por consiguiente, es su poder por el cual ejecuta todas las cosas.De este modo, los creyentes nacen de nuevo por la voluntad de Dios (Jn.1:13), la cual es por su Espritu (Jn. 3:3-5). El espritu pone la voluntad deDios en accin. Hablando de toda la creacin natural, leemos: Envas tuEspritu, son creados, y [as] renuevas la faz de la tierra (Sal. 104:30). Es-te espritu/poder es tambin el sostenedor de todas las cosas, as comotambin el medio por el cual fueron creadas. Es fcil darse cuenta de queesta vida trgica se tambalea sin este aporte activo del Espritu de Dios.A Job, un hombre que se cans de esta vida, le record de esto otro pro-feta: Si l [Dios] recogiese as su espritu y su aliento, toda carne pere-cera juntamente, y el hombre volvera al polvo (Job 34:14,15). CuandoDavid estaba saliendo de un estado de depresin similar, le pidi a Diosque continuara sostenindolo con este espritu, es decir, que preservarasu vida (Sal. 51:12).

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  • En el Estudio 4.3 veremos que el espritu que se nos da a noso-tros y a toda la creacin es lo que sostiene nuestra vida. Tenemos elaliento de espritu de vida dentro de nosotros (Gn. 7:22) que nos daDios al nacer (Sal. 104:30; Gn. 2:7). Esto lo hace ser el Dios de los espri-tus de toda carne (Nm. 27:16 comprese He. 12:9). Debido a que Dios esla fuerza vital que sostiene a toda la creacin, su espritu est presente entodas partes. David reconoci que por medio de su espritu Dios estabaconstantemente presente con l adondequiera que fuese, y por medio deese espritu/poder l poda conocer cada rincn de la mente y pensam-iento de David. De este modo el Espritu de Dios es el medio por el cuall est presente en todas partes, aunque personalmente est ubicado enel cielo.

    T has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desdelejos mis pensamientos A dnde me ir de tu Espritu? Y a dndehuir de tu presencia? Si habitare en el extremo del mar, aun all measir tu diestra [es decir, por medio del Espritu] (Sal. 139:2,7,9,10).

    Un entendimiento apropiado de este tema nos revela a Dios co-mo un ser poderoso y activo. Mucha gente ha crecido con una vagacreencia en Dios, pero en realidad Dios es slo un concepto en sumente, una caja negra en una parte del cerebro. Un entendimiento delDios verdadero y de su muy efectiva presencia alrededor nuestro pormedio de su Espritu, puede cambiar totalmente nuestro concepto de lavida. Estamos rodeados por el Espritu, que constantemente da testimon-io de sus acciones, y nos revela a Dios. David encontr el estmulo de to-do esto absolutamente sobrecogedor: Tal conocimiento es demasiadomaravilloso para mi; alto es, no lo puedo comprender (Sal. 139:6). Noobstante, semejante conocimiento trae responsabilidades; tenemos queaceptar que nuestros pensamientos y acciones estn totalmente abiertos ala vista de Dios. Al examinar nuestra posicin ante l, especialmentecuando pensamos en el bautismo, necesitamos tener esto presente. Lasmajestuosas palabras de Dios a Jeremas tambin se aplican a nosotros:Se ocultar alguno, dice Jehov, en escondrijos que yo no lo vea? Nolleno yo, dice Jehov, el cielo y la tierra? (Jer. 23:24).

    EL ESPRITU SANTOHemos visto que el Espritu de Dios es un concepto inmenso que

    es necesario captar; es su mente y disposicin, y tambin el poder por elcual l pone sus pensamientos en accin. Porque cual es su pensamien-to en su corazn, tal es l (Prov. 23:7); y as, Dios es lo que son sus pen-samientos, en ese sentido l es lo que su Espritu es (Juan 4:24), aunque

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  • esto no significa que Dios no es una persona (vase Digresin 1). Paraayudarnos a tratar de abordar esta inmensidad del Espritu de Dios, aveces leemos acerca de su Espritu Santo.

    El trmino Espritu Santo aparece casi exclusivamente en elNuevo Testamento. Esto es equivalente a las frases Espritu de Dios oEspritu de Jehov que se encuentran en el Antiguo Testamento. Estoes evidente en pasajes tales como Hechos 2, que relata el derramamientodel Espritu Santo sobre los apstoles en el da de Pentecosts. Pedro ex-plic que esto fue un cumplimiento de la profeca de Joel, en donde Dioslo describe como el derramamiento de mi Espritu (Hch. 2:17). El prin-cipal cumplimiento de esto ser cuando Jess regrese (Is. 32:15,16). Tam-bin Lucas 4:1 consigna que Jess lleno del Espritu Santo, regres delJordn; despus, en el mismo captulo, Jess relaciona esto con Isaas 61:El Espritu de Jehov el Seor est sobre m. En ambos casos (y en mu-chos otros) se equipara al Espritu Santo con el trmino antiguo-testa-mentario el Espritu de Dios.

    Note, tambin, cmo en los siguientes pasajes se hace un paraleloentre el Espritu Santo y el poder de Dios:

    - El Espritu Santo vendr sobre ti [Mara], y el poder del Altsimote cubrir con su sombra (Lc. 1:35).

    - el poder del Espritu Santo con potencia de seales y prodi-gios, en el poder del Espritu de Dios (Ro. 15:13,19).

    - [La predicacin de] nuestro evangelio lleg a vosotros en po-der, en el Espritu Santo (1 Ts. 1:5).

    - Se habl de la promesa de conferir el Espritu Santo a los discpu-los, indicando que sera investidos de poder desde lo alto (Lc. 24:49).

    - A Jess mismo se le ungi con el Espritu Santo y con poder(Hechos 10:38).

    - Pablo poda respaldar su predicacin con un innegable desplieg-ue del poder de Dios: mi palabra mi predicacin fue con demos-tracin del Espritu y de poder (1 Co. 2:4).

    2.2 INSPIRACIN

    Hemos definido al Espritu de Dios como su poder, pensamien-tos y disposicin, los cuales l revela por medio de las acciones que eje-cuta su Espritu. En la seccin anterior mencionamos que se poda aprec-iar la obra del Espritu de Dios en la creacin: Su Espritu adorn los

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  • cielos (Job 26:13). El Espritu de Dios se mova sobre la faz de las aguaspara realizar la presente creacin (Gn. 1:2). No obstante, tambin leemosque por la palabra de Jehov fue hecho el mundo (Salmos 33:6), comose ejemplifica en la narrativa de Gnesis, que anota que dijo Dios cosasque se iban a crear, y as sucedi. Por lo tanto, el Espritu de Dios se re-fleja en gran manera en su palabra. De la misma manera nuestras pala-bras expresan con toda propiedad nuestros pensamientos y deseos inter-iores, nuestro verdadero yo. Jess seal sabiamente: De la abundan-cia del corazn [mente] habla la boca (Mt. 12:34). As que si queremoscontrolar nuestras palabras, debemos primeramente dominar nuestrospensamientos. La palabra de Dios es, pues, un reflejo de su Espritu opensamientos. Es una gran bendicin que tengamos anotadas en la Biblialas palabras de Dios para que podamos entender el espritu o mente deDios. David habl de cmo la palabra de Dios y su corazn son paralelos(2 Sam. 7:21). La mente/espritu de Dios es expresada en su palabra.Dios logr este milagro de expresar Su Espritu en palabras escritas pormedio del proceso de INSPIRACIN. Este trmino se origina en torno ala palabra espritu.

    IN-SPIRACIN

    Espritu significa aliento o respiracin. Inspiracin signifi-ca inhalacin. Esto quiere decir que las palabras que los hombres escri-bieron mientras se hallaban bajo la inspiracin de Dios, eran las pala-bras del Espritu de Dios. Pablo exhort a Timoteo a no permitir que suconocimiento de la Biblia le hiciera olvidar lo maravilloso del hecho deque son las palabras del Espritu de Dios y que, por lo tanto, proporcio-nan todo lo que necesitamos para tener un verdadero conocimiento deDios:

    Desde la niez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pue-den hacer sabio para la salvacin por la fe que es en Cristo Jess. Toda laEscritura es inspirada por Dios, y til para ensear, para redargir, paracorregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea per-fecto, enteramente preparado para toda buena obra (2 Ti. 3:15-17).

    Si las Escrituras inspiradas pueden proporcionar semejante tota-lidad de conocimiento, entonces no hay necesidad de alguna luz inter-ior que nos muestre la verdad acerca de Dios. Pero cuntas veces lagente habla de sus sentimientos y experiencias personales como la fuentede su conocimiento de Dios! Si es suficiente una aceptacin con fe de lapalabra inspirada de Dios para equipar completamente a alguien en la

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  • vida cristiana, entonces no hay necesidad alguna de ningn otro poderde justicia en nuestra vida. Si hay tal necesidad, es evidente que la pala-bra de Dios no nos ha equipado completamente, como promete Pabloque lo har. Sostener la Biblia en nuestras manos y creer que es realmen-te la palabra del Espritu de Dios, requiere bastante fe. Los israelitas esta-ban tan razonablemente interesados en lo que la palabra de Dios tenaque decir, como muchos cristianos hoy en da. Todos necesitamos re-flexionar en Hebreos 4:2:

    Porque tambin a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva comoa ellos [Israel en el desierto]; pero no les aprovech el or la palabra, por noir acompaada de fe en los que la oyeron.

    En vez de desarrollar una fe completa en el poder de la palabra/espritu de Dios, es mucho ms atractivo tomar un atajo espiritual: razo-nar que sbitamente viene un poder de justicia sobre nosotros, el cualnos har aceptables a Dios, en vez de tener que experimentar los esfuer-zos de poner nuestra vida en obediencia a la palabra de Dios, y por estemedio dejar que el Espritu de Dios verdaderamente influya en nuestrocorazn.

    La renuencia a aceptar el enorme poder espiritual que est en lapalabra de Dios, ha llevado a muchos cristianos a cuestionar si todaslas Escrituras son totalmente inspiradas por Dios. Han sugerido que granparte de lo que leemos en la Biblia no fueron ms que las opiniones per-sonales de los escritores. Pero Pedro elimina eficazmente tan confusorazonamiento:

    Tenemos tambin la palabra proftica ms segura, a la cual hacisbien en estar atentos entendiendo primero esto [esto es vital!], que nin-guna profeca de la Escritura es de interpretacin privada, porque nuncala profeca fue trada por voluntad humana, sino que los santos hombresde Dios hablaron siendo inspirados por el Espritu Santo (2 P. 1:19-21).

    Primero, debemos creer que la Biblia es inspirada. Por esta ra-zn, hemos hecho de esto la clusula fundamental de la Declaracin deFe Cristadelfiana. La doctrina de la inspiracin es enfatizada a menudoen el texto de la Biblia (por ejemplo: Mt. 15:4; Mr. 12:36; Hch. 1:16; 28:25;He. 3:7; 9:8; 10:15).

    LOS ESCRITORES DE LA BIBLIAPor consiguiente, una slida creencia en la total inspiracin de

    las Escrituras es vital. Los hombres que escribieron la Biblia fueron guia-dos irresistiblemente por el Espritu que los inspiraba, de manera que suspalabras no eran suyas. Siendo la palabra de Dios la Verdad (Jn.17:17),

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  • que proporciona reprensin y correccin (2 Ti. 3:16,17), no es sorpren-dente que sea impopular para muchas personas, porque la Verdad hiere.El profeta Jeremas sufri mucha oposicin por proclamar las palabrasque le inspir Dios, as que determin no escribir o publicar las palabrasque le fueron dadas. Pero debido a que la escritura de la palabra de Dioses el resultado de su voluntad, ms bien que del deseo humano, l fuellevado por el Espritu Santo, de modo que no tena eleccin en elasunto. Cada da he sido escarnecido, cada cual se burla de m y dije:No me acordar ms de l, ni hablar ms en su nombre; no obstante, ha-ba en mi corazn como un fuego ardiente metido en mis huesos; trat desufrirlo y no pude (Jer. 20: 7,9). Pedro describe esta idea de los escritoresde la Biblia llevados (la Versin Reina-Valera 1960 traduceinspirados) con la misma palabra griega usada en Hechos 27:17,27acerca de un barco siendo llevado por el viento, fuera de control.

    Asimismo, cuando Balaam estaba determinado a maldecir a Isra-el. el Espritu de Dios le hizo pronunciar, en cambio, una bendicin sobreellos (Nm. 24:1-13 comprese con Dt. 23:5). El no pudo escapar de la pa-labra de Dios (Nm. 22:12 Heb.)

    Un sorprendente nmero de hombres a los cuales inspir Diospara que declararan su palabra, pasaron por perodos en que eran ren-uentes a hacerlo. La lista es impresionante:

    - Moiss (Ex. 4:10)- Jeremas (Jer. 1:6)- Ezequiel (Ez. 3:14)- Jons (Jo. 1:2,3)- Pablo (Hch. 18:9)- Timoteo (1 Ti. 4:6-14)- Balaam (Nm. 22:24)

    Todo esto confirma lo que aprendimos en 2 Pedro 1:19-21, que lapalabra de Dios no es la opinin personal de los hombres, sino el resulta-do de hombres que fueron inspirados para escribir lo que les fue revela-do. El profeta Ams reflexion: Si habla Jehov el Seor, quin no pro-fetizar? (Ams 3:8). En algunas ocasiones Moiss perdi el sentido desu propia personalidad, tan fuerte era su inspiracin de parte de Dios:Todos estos mandamientos que Jehov ha dicho a Moiss (Nm.15:22,23); en realidad, estas palabras las dijo el propio Moiss (versculo17). Jeremas habl de parte de Jehov y tambin Yahv habl por bo-ca de Jeremas (2 Cr. 36:12,22). Esto muestra la relacin estrecha entreDios y los hombres por medio de quienes hablaba. La boca de ellos eraSu boca. Hay muchas textos en los escritos de los profetas donde es

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  • difcil determinar si los pronombres personales se refieren a Dios o alprofeta (Ej., Jer. 17:13-15); tan estrecha era la manifestacin de Dios pormedio de ellos. El principio de la palabra de Jehov por medio de Ose-as (Oseas 1:2) es el prefacio de Su mandato a Oseas para que vaya ymuestre el amor de Dios hacia el Israel infiel, casndose y viviendo conuna mujer indigna. Oseas fue la palabra de Dios a los hombres, como fuetan supremamente el Seor Jess, la palabra hecha carne, y nosotrosde la misma manera debemos poner en prctica el espritu que est en lapalabra de Dios.

    Otra pieza de evidencia de esto es que los escritores de la Bibliase daban cuenta de que no entendan plenamente lo que estaban escrib-iendo. Ellos indagaron acerca de la interpretacin correcta: A estos seles revel que no para s mismos, sino para nosotros, administraban lascosas que ellos escribieron (1P. 1: 9-12). Las palabras textuales que escri-bieron no eran suyas sino de Dios, y ellos deseaban entender mejor lascosas que registraban para l. Los siguientes proveen ejemplos obvios:Daniel (Dn. 12:8-10), Zacaras (Zc. 4:4-13), Pedro (Hch. 10:17). De la mis-ma manera, el nio Samuel no conoca a Yahv pero aun as habl su pa-labra (1 Samuel 3:7).

    Si estos hombres eran inspirados slo en parte, entonces no tene-mos acceso a la verdadera palabra o Espritu de Dios. Si lo que ellos es-cribieron era realmente la palabra de Dios, entonces se sobrentiende queellos tenan que ser absorbidos completamente por el Espritu de Diosdurante el perodo de inspiracin. De otro modo, el producto no habrasido la palabra de Dios en su pureza. Una aceptacin de que la palabrade Dios es completamente suya, nos proporciona ms motivacin paraleerla y obedecerla. Sumamente pura es tu palabra, y la ama tu siervo(Sal. 119:140).

    De este modo, los libros de la Biblia son la obra de Dios por med-io de su Espritu, ms bien que la literatura de los hombres. La verdad deesto se muestra cuando se considera cmo se refiere el Nuevo Testamen-to a los escritos del Antiguo Testamento:

    - Mateo 2:5 habla de cmo fue escrito por el profeta. Dios estabaescribiendo por medio de ellos. La Versin Revisada en Ingls empleasiempre en el margen la palabra por medio de cuando describe cmoescribi Dios por los profetas.

    - Mateo 2:15 cita de Miqueas, pero dice: Que dijo el Seor por elprofeta De la misma manera Hebreos 2:6: Alguien [en realidad, Da-vid] testific en cierto lugar La persona del profeta es irrelevantecomparada con el hecho de que es la palabra de Dios la que l habl.

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  • Hay otros ejemplos en los cuales el nombre del profeta es suprimido co-mo para mostrar que no es importante (Mt. 1:22; 2:23; 21:4).

    - El Espritu Santo habl antes por boca de David (Hch. 1:16. Ases como Pedro cit de los Salmos. (comprese con He. 3:7).

    - Bien habl el Espritu Santo por medio del profeta Isaas (Hch.28:25. As fue como Pablo cit a Isaas). Lucas 3:4 habla de el libro de laspalabras de Isaas, ms bien que de tan slo el libro de Isaas.

    Por lo tanto, los autores humanos de la Biblia eran relativamentepoco importantes para los primeros cristianos; lo importante era el hechode que sus palabras haban sido inspiradas por el Espritu de Dios.

    Concluiremos esta seccin con una lista de versculos que mues-tran que el Espritu de Dios se nos revela por medio de Su palabraescrita:

    Jess dijo claramente: Las palabras que yo os he hablado son Es-pritu (Jn. 6:63); El hablaba bajo la inspiracin de Dios (Jn. 17:8; 14:10).

    Se nos describe naciendo de nuevo tanto del Espritu (Jn. 3:3-5)como de la palabra de Dios (1 P. 1:23).

    Las palabras que Jehov de los ejrcitos enviaba por su Espritu,por medio de los profetas (Zac. 7:12).

    La declaracin yo derramar mi espritu sobre vosotros, y os ha-r saber mis palabras (Prov. 1:23). asocia un verdadero entendimientode la palabra de Dios con la accin de su Espritu sobre nosotros. Leer ellibro sin entendimiento, de nada vale, debido a que no se nos est reve-lando el espritu/mente de Dios.

    Hay paralelos entre el Espritu de Dios y su palabra en muchospasajes: El Espritu mo que est sobre ti, y mis palabras que puse en tuboca (Isaas 59:21); Por tu palabra y conforme a tu corazn [espritu] (2Sam. 7:21); Y pondr dentro de vosotros [dentro de vuestro corazn, segnel contexto] mi Espritu; Dar mi ley en su corazn (Ez. 36:27; Jer.31:33).

    Dios es su espritu (Jn. 4:24), y Dios es su palabra (el verbo eraDios); evidentemente se deduce que, por consiguiente, sus palabras re-flejan su Espritu. Nuestra actitud ante la palabra de Dios es nuestra acti-tud hacia l. Porque esa palabra es pura, la amamos (Sal. 119:140); cuan-do desobedecemos los mandamientos estamos despreciando la palabrade Dios (Am. 2:4). Aqu es donde creer en la inspiracin tiene un efectoprctico poderoso.

    EL PODER DE LA PALABRA DE DIOS

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  • El Espritu de Dios se refiere no slo a su mente/disposicin, si-no tambin al poder por el cual expresa esos pensamientos; por lo tanto,podemos estar confiados en que su palabra/espritu no es tan slo unadeclaracin de su mente; hay tambin un poder dinmico en esa palabra.

    Con una verdadera apreciacin de ese poder, deberamos estaransiosos de utilizarlo; cualquier sentimiento de turbacin en relacin conesto se debera eliminar con nuestro conocimiento de que la obediencia ala palabra de Dios, nos dar el poder que necesitamos para librarnos r-pidamente de las pequeeces de esta vida y avanzar hacia la salvacin.Con mucha experiencia en esto, Pablo escribi:

    Porque no me avergenzo del evangelio [la palabra], porque es poderde Dios para salvacin (Ro. 1:16).

    Por lo tanto, el estudio bblico y su aplicacin en nuestra vida esun proceso dinmico. Esto no tiene relacin con el enfoque fro y acad-mico de los telogos como tampoco con el cristianismo conformista demuchas iglesias, cuando citan brevemente algunos pasajes; pero hacenesfuerzo alguno por entenderlos y aplicarlos. La palabra de Dios es vivay eficaz; La palabra de su poder [de Dios] (He. 1:3;4:12). La palabrade Dios acta en vosotros los creyentes (1 Tes. 2:13). Por medio de lapalabra, Dios obra activamente en la mente de los verdaderos creyentes,cada hora del da.

    Por consiguiente, el evangelio que Ud. est aprendiendo, es elverdadero poder de Dios; si Ud. se lo permite, puede obrar en su vidapara transformarlo en un hijo de Dios, mostrando, hasta cierto grado, elespritu/mente de Dios en esta vida, preparndolo para el cambio a lanaturaleza espiritual de Dios, lo cual ocurrir al regreso de Cristo (2 P.1:4). La predicacin de Pablo fue con demostracin del Espritu y de po-der (1 Co. 2:4).

    Estamos rodeados de aquellos que tienen una fe parcial en la Bi-blia como palabra de Dios, a pesar de sus afirmaciones de compromisocon Cristo. En forma similar, afirman creer en Dios, y no obstante noaceptan que l es una persona real. Al negar la inspiracin total de la Es-critura y su supremaca sobre nuestros sentimientos y convicciones, es-tn negando el poder de Dios. Las palabras de 2 Timoteo 3:5 vienen a lamente: Que tendrn apariencia de piedad, pero negarn la eficacia deella, es decir, el poder de la palabra del evangelio.

    El mundo se mofa de nuestro fundamentalismo (Ud. seguramen-te no cree de ese modo, verdad?), y as tambin ocurri con Pablo y sugrupo de predicadores: Porque la palabra de la cruz es locura a los que

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  • se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder deDios (1 Co. 1:18).

    Teniendo presente todo esto, no podemos acaso sostener la Bibl-ia en nuestras manos con una creciente medida de respeto, y leerla cadavez con ms avidez para entender y obedecer?

    LA ACTITUD DEL PUEBLO DE DIOS HACIA SU PALABRAUna sensitiva lectura de los anales bblicos indica que los escrito-

    res de la Biblia no slo reconocieron que escriban bajo inspiracin, sinoque tambin aceptaron como inspirados a otros escritores de la Biblia. ElSeor Jess destaca en esto. Cuando l cit de los Salmos de David, diocomienzo con la palabras: David en el Espritu (Mt. 22:43), mostran-do su reconocimiento del hecho de que las palabras de David eran inspi-radas. Jess tambin habl de los escritos de Moiss (Jn. 5:45-47), mos-trando que l crea que Moiss literalmente escribi el Pentateuco. Algu-nos crticos de la Biblia han dudado en cuanto a si Moiss saba escribir,pero la actitud de Cristo claramente contradice su punto de vista. El serefiri a los escritos de Moiss como el mandamiento de Dios (Mr.7:8,9). Tambin se afirma que gran parte del Antiguo Testamento es mi-to, pero nunca Jess ni Pablo lo consideraron as. Jess se refiri a la rei-na de Seba como un hecho histrico aceptado (Mt. 12:42); l no dijo:Segn cuenta la historia de la reina de Seba

    La actitud de los apstoles era idntica a la de su Seor. Pedro lacompendi al decir que su experiencia personal de or con sus propiosodos las palabras de Cristo quedaba eclipsada ante la palabra profticams segura (2 P. 1:19-21). Pedro crea que las epstolas de Pablo eranEscritura, tanto como las otras Escrituras, una frase que se usabanormalmente en relacin a los escritos del Antiguo Testamento. De mo-do que Pedro consideraba las epstolas de Pablo de tanta autoridad comoel Antiguo Testamento.

    En los Hechos, las epstolas y Apocalipsis hay muchas alusionesa los evangelios (ver por ejemplo Hch. 13:51; Mt. 10:14), indicando queno slo eran todos inspirados por el mismo Espritu, sino que tambinlos escritores del Nuevo Testamento los consideraban inspirados. En 1Timoteo 5:18, Pablo cita por igual como Escritura a Deuteronomio 25:4(en el Antiguo Testamento) y a Lucas 10:7. Pablo se esfuerza por dejar enclaro que su mensaje provena de Cristo, no de s mismo (Gl. 1:11,12; 1Co. 2:13; 11:23; 15:3). Los otros apstoles tambin reconocieron esto; demodo que Santiago 4:5 cita las palabras de Pablo en Glatas 5:17 comoEscritura.

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  • Dios nos ha hablado en Cristo; por lo tanto, no hay necesidad deninguna revelacin adicional (Hebreos 1:2). Se puede observar que la Bi-blia alude a otros escritos inspirados que al presente no se hallan dispo-nibles (por ejemplo, el libro de Jaser, las Crnicas del Profeta Natn, deElas, de Pablo a los Corintios; adems, la tercera epstola de Juan implicaque l haba escrito otra carta a la iglesia, la cual no se ha preservado, yque Ditrefes haba rehusado obedecer). por qu no se han preservadoestos escritos para nosotros? Evidentemente porque no eran pertinentespara nosotros.

    A veces se afirma que a los libros del Nuevo Testamento se lesacept como inspirados slo paulatinamente, pero el hecho de que losapstoles consideraban mutuamente sus escritos como inspirados, desm-iente esto categricamente. Haba un don milagroso del Espritu, que seempleaba para probar si las epstolas y palabras que se afirmaba eraninspiradas, lo fueran realmente (1 Co. 14:37; 1 Jn. 4:1; Ap. 2:2). Esto signi-fica que las epstolas inspiradas se aceptaban inmediatamente como tal.Si hubiese alguna seleccin humana, sin gua divina, en la composicinde nuestra Biblia, entonces el libro no tendra ninguna autoridad.

    2.3 LOS DONES DEL ESPRITU SANTO

    En varias ocasiones, en sus tratos con los hombres, Dios ha dele-gado en algunas personas el uso de su poder (el Espritu Santo). Sinembargo, esto nunca ha sido en forma de un cheque en blanco, por de-cirlo as, que les permitiera hacer lo que les placiera; el uso de este Espri-tu Santo ha sido siempre para un propsito especfico. Una vez que seejecutaba, se les retiraba el don del Espritu Santo. Debemos recordar queel Espritu de Dios acta de tal manera que ayude a avanzar el propsitoque l tiene en mente. Este propsito puede permitir sufrimientos decorto plazo en la vida de los hombres, a fin de poner por obra su prop-sito de largo plazo (vase el estudio 6.1), as que se debe entender que nose usara su Espritu Santo necesariamente para aliviar el sufrimiento hu-mano en esta vida. Cualquier alivio semejante que efecte ser para elpropsito superior de comunicarnos la mente de Dios.

    Esto presenta un contraste notable con la actitud cristiana popu-lar hacia el Espritu Santo hoy en da; da la impresin de que la creenciaen Cristo tiene valor slo debido a su beneficio fsico; por ejemplo, la sa-nidad de enfermedades o una exaltacin espiritual que supuestamentedar el Espritu Santo. Esto explicara por qu en pases como Uganda,

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  • ha habido un notable surgimiento de personas que afirman poseer losdones espirituales de sanidad, e histricamente tales pretensiones a me-nudo han coincidido con pocas de grandes necesidades para la gente.Esto en s mismo pone en tela de juicio las actuales pretensiones de pose-sin del Espritu; si alguien anda en busca de experiencia que trasciendala crtica situacin actual del gnero humano, es fcil afirmar que ha en-contrado algo que llena los requisitos.

    Dios siempre ha dado su Espritu para llevar a cabo objetivos es-pecficos y definidos. Debido a esto, aquellos que verdaderamente pose-an los dones del Espritu, saban exactamente en qu los iban a usar y,por lo tanto, al usarlos no obtenan tan slo un xito parcial. Esto con-trasta con los muchos fracasos y curaciones parciales que han experimen-tado aquellos que pretenden tener hoy en da los dones espirituales desanidad.

    Los siguientes ejemplos indican razones y objetivos especficosque haba detrs del otorgamiento de los dones espirituales. En ningunode estos casos haba elemento subjetivo en relacin con la posesin de losdones, ni tampoco podan sus poseedores usarlos como ellos estimaranconveniente. Debido a que estamos hablando del Espritu de Dios, es in-concebible que los hombres pudieran dirigir su uso, ya que les fue dadopara que llevaran a cabo ciertos deseos especficos de Dios, ms bien quelos de los hombres que tenan su uso temporal (comprese con Isaas40:13).

    - A comienzos de la historia de Israel, se les mand hacer una deta-llada tienda (tabernculo), en la cual se guardaran el altar y otros art-culos sagrados; se dieron minuciosas instrucciones referente a cmo con-feccionar todos los artculos que seran necesarios para la adoracin aDios. Para realizar esto, Dios dio su Espritu a ciertos hombres. A estos seles llen de espritu de sabidura, para que hagan las vestiduras de Aa-rn (Ex. 28:3).

    - Uno de estos hombres, Bezaleel, fue lleno del Espritu de Dios,en sabidura y en inteligencia, en ciencia y en todo arte para trabajar enoro y en artificio de piedras en toda clase de labor (Ex. 31:3-5).

    - Nmeros 11:14-17 consigna cmo le fue tomada a Moiss unaporcin del poder/espritu que se le haba delegado a l, y le fue dada alos ancianos de Israel con el propsito de que pudieran juzgar correcta-mente las quejas del pueblo, para que hubiera menos presin sobre Moi-ss. Poco antes de la muerte de Moiss, se transfiri el poder espiritualde l a Josu, de manera que l tambin pudiera dirigir apropiadamenteal pueblo de Dios (Dt. 34:9).

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  • - Desde el tiempo en que el pueblo de Israel entr en su tierra has-ta su primer rey (Sal), estuvieron gobernados por hombres llamadosjueces. Durante este perodo, a menudo los opriman sus enemigos, peroel libro de los Jueces narra cmo vino el Espritu de Dios sobre algunosde los jueces a fin de que salvaran milagrosamente a Israel de sus invaso-res: Otoniel (Jue. 3:10), Geden (Jue. 6:34) y Jeft (Jue. 11:29), ejemplificanesto.

    - A otro juez, Sansn, se le dio el Espritu para que pudiera matar aun len (Jue. 14:5-6); matar a treinta hombres (Jue. 14:19), y romper lascuerdas con las cuales se le haba atado (Jue. 15:14), Por lo tanto, Sansnno posea este Espritu Santo en forma continua: vino sobre l para querealizara cosas especficas, y luego le fue retirado.

    - Cuando Dios tena un mensaje especial para su pueblo, el Espri-tu inspiraba a alguien para que transmitiera la palabra de Dios. Cuandoterminaba el mensaje, se le retiraba el don espiritual de hablar directa-mente en nombre de Dios, y entonces las palabras de esa persona eran denuevo las suyas personales, ms bien que las de Dios. Uno de los mu-chos ejemplos:

    Entonces el Espritu de Dios vino sobre Zacaras y les dijo [al pue-blo]: As ha dicho Dios: Por qu quebrantis los mandamientos de Jeho-v (2 Cr. 24:20).

    Vanse 2 Cr. 15:1,2 y Lc. 4:18,19 para otros ejemplos.Por consiguiente, debiera ser evidente que recibir el don de usar

    el Espritu de Dios para un propsito en particular no era- una garanta de salvacin- algo que duraba toda la vida de una persona- una fuerza mstica dentro de ellos- algo que se ganaba por medio de una experiencia personal

    exttica.Se debe hacer notar que en relacin con los dones del Espritu

    Santo hay mucha confusin. Algunas personas afirman que han recibi-do el Espritu Santo, y en ms de una asamblea evanglica el predicadorofrece a aquellos que estn considerando aceptar a Jess la perspectivade recibir los dones espirituales. Pero se debe reiterar la pregunta:Cules dones? Es inconcebible que los hombres no sepan exactamentecul es el don que poseen. A Sansn se le dio un don espiritual para ma-tar a un len (Jue. 14:5,6); cuando enfrent al rugiente animal, el debe ha-ber sabido exactamente para qu se le haba dado el Espritu. No debehaber habido ninguna duda en su mente: Esto presenta un severo con-traste con aquellos que hoy en da pretenden haber recibido el Espritu

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  • Santo. pero que no pueden realizar ningn acto especfico; ni tampocosaben cul don (o cules dones) se supone que tienen.

    Sin duda no queda ms alternativa que concluir que tales perso-nas han tenido una dramtica experiencia emocional en conexin con elcristianismo, y que el subsiguiente y drstico viraje en su actitud hacia lavida les ha dejado una extraa sensacin de novedad dentro de s. Dn-dose cuenta de esto, se han aferrado a los pasajes bblicos que se refierena los dones del Espritu Santo, llegando a la siguiente conclusin: Estodebe ser lo que estoy experimentando!

    Cuando luchamos contra la falacia de nuestros sentimientos (Jer.17:9), debemos mantener los pies sobre la slida roca de los principios b-blicos. En nada es ms evidente esta necesidad que en un estudio de c-mo obra el Espritu de Dios. A todos nos gusta pensar que el poder deDios est actuando en nuestra vida, Pero, cmo y por qu lo est hacien-do? Poseemos realmente los dones espirituales como los hombres de losanales bblicos? Si verdaderamente deseamos conocer a Dios y tener unarelacin viva con l, reconoceremos la urgencia de entender est