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Programa 4 PRIMERA 2016 TEMPORADA

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Programa 4

PRIMERA

2016TEMPORADA

Sábado 13 de febrero • 20:00 horasDomingo 14 de febrero • 12:00 horas

Hansjörg Schellenberger, director huésped

José Rolón El festín de los enanos(1876 -1945) (Duración aproximada: 8 minutos)

Jorge Torres Sáenz Huésped de la aurora*(1968) (Duración aproximada: 17 minutos)

Alejandro Tello, oboeJanet Paulus, arpa

Sergio Robledo, acordeón

InTERMEDIO

Hector Berlioz Sinfonía fantástica, op. 14(1803-1869) I Sueños y pasiones II Un vals III Escena en el campo IV Marcha al cadalso V Sueño de una noche de aquelarre (Duración aproximada: 49 minutos)

* Estreno mundial

Concierto realizado en colaboración con la Facultad de Música de la UnAM en el marco del V Festival Universitario de Oboe

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Hansjörg SchellenbergerDirector huésped

Hansjörg Schellenberger nació en Múnich. Su primer acercamiento a la música fue a través de la flauta de pico y la música barroca. Tras ganar un concurso juvenil y en el Interlochen Music Camp en Estados Unidos al mejor director de orquesta, estudió oboe y dirección en Múnich y Detmold, también realizó estudios de matemáticas y dedicó su tiempo libre a la composición. En 1972, ganó el

concurso de la ARD de Múnich y comenzó su carrera profesional con la Or-questa Sinfónica de la Radiodifusión del Oeste de Alemania en Colonia, que lo nombró primer oboe en 1980. Tocó bajo la batuta de Herbert von Karajan, Carlo Maria Giulini, Claudio Abbado, Riccardo Muti, James Levine y otros directores. Mientras fue oboísta principal de la Filarmónica de Berlín y de la Filarmónica de Viena, formó parte del Ensemble Wien-Berlin. Junto con integrantes de la Filarmónica de Berlín, fundó el Ensamble Haydn. En 1994, comenzó su carrera como director. Desde entonces ha dirigido a la Sinfó- nica de Jerusalén, la Orquesta del Maggio Musicale Fiorentino, la Orques- ta Verdi de Milán y diversos conjuntos españoles. Tiene un gran interés en la música contemporánea. Ha realizado más de cincuenta grabaciones para diversos sellos internacionales. En 1997, creó una empresa discográfica.

Alejandro TelloOboe

Alejandro Tello cursó la licenciatura en la Escuela nacio-nal de Música con Roberto Kolb y luego tomó clases magistrales con Emmanuel Abbühl, Christoph Lindemann, Washington Barella, Isaac Duarte, Alex Klein, Thomas Indermühle, Ingo Goritzky, Stephan Schilli y Maurice Bourge. Ha estudiado durante tres años en Alemania con Hansjörg Schellenberger. Ha sido invitado a tocar con la

Orquesta Filarmónica de Querétaro, la Filarmónica de la UnAM, la Orques- ta del Teatro de Bellas Artes, la Sinfónica de la Universidad de Guanajuato y la Sinfónica de Minería. También tocó con el Ballet Real del Covent Garden de Londres, el Ballet del Teatro alla Scala de Milán, el Ballet Kirov y el grupo Solistas Bolívar. Actualmente es oboísta principal de la Sinfónica nacional en México e integrante de la Orquesta del Festival Tirolés de Erl en Austria. Asimismo, ha colaborado con los ensambles de música antigua Capella Cer-vantina, Ensamble Galileo y Segrel y ha estrenado música contemporánea en el Foro de Música nueva Manuel Enríquez, el Festival de Arte de León e Instrumenta Oaxaca. Ha tocado con Lab 33, Ensamble Kontempo, Liminar Ensamble, el Plural Ensemble de Madrid y el BreakoutEnsemble de Múnich. Ha sido solista con la Camerata de las Américas, la Orquesta de Cámara de Bellas Artes y la Sinfónica nacional. Ha dado clases en el campamento de la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil de México, Instrumenta Oaxaca y la Fa- cultad de Música de la UnAM; es creador y coordinador general del Festival Universitario de Oboe.

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Janet PaulusArpa

Janet Paulus nació en nueva York y estudió arpa con Pearl Chertok. Continuó su formación en la Academia de Artes de Interlochen, Michigan y en el Instituto de Mú-sica de Cleveland, donde cursó su licenciatura bajo la di- rección de Alice Chalifoux. Al concluir sus estudios, fue designada arpista principal de la Orquesta Sinfónica del Estado de México, y posteriormente de la Filarmónica de la

Ciudad de México. En 1983, volvió a nueva York, donde fue solista, tocó en grupos de cámara, con la Orquesta de la Ópera Metropolitana, la Filarmónica de nueva York, la Orquesta de la Ópera de nueva York, la Orquesta de St. Luke’s y la Filarmónica de Brooklyn. De 1992 a 1997, vivió en España, donde fundó el dúo de arpas Gioccarpa, con el que grabó el disco Vent de terre, vent de mer. Ha grabado con la Sinfónica de San Francisco, la Ópera Metropolitana y la Filarmónica de nueva York. Es arpista principal de la Filar- mónica de la Universidad nacional Autónoma de México, la Orquesta del Teatro de Bellas Artes y la Sinfónica de Minería. En 2009, organizó el II Fes-tival Internacional de Arpa en colaboración con la Escuela nacional y la Escuela Superior de Música en la Ciudad de México. Desde 1999, forma parte del dúo de arpas SOnDOS con Mercedes Gómez. Ha dado clases en el Conservatorio de Brooklyn, la Escuela de Música de Manhattan y el Fes-tival de Música de Morelia; actualmente enseña en la Facultad de Música de la UnAM y en la Escuela Superior de Música del InBA.

Sergio RobledoAcordeón

Sergio Robledo Acevedo nació en la Ciudad de México y estudió acordeón con Iduna Tuch en la Escuela nacio-nal de Música, donde al final recibió la Medalla Gabino Barreda. Cursó talleres de perfeccionamiento y especia-lización técnica e interpretativa con Friedrich Lips en Imst, Austria. Ha estrenado obras originales para acordeón de Jorge Torres Sáenz y Mario Lavista. Ha sido invitado a

tocar con la Orquesta Filarmónica de la UnAM, la Sinfónica nacional, la Fi-larmónica de la Ciudad de México y la Sinfónica de la Universidad de Guanajuato. Con el Quinteto Entretango, del que fue integrante fundador, ganó el IV Concurso Internacional Libertango de interpretación de música de Piazzolla, realizado en Barnaul, Rusia. Forma parte de La Gran Barbarie Jazz Manouche y es cofundador del Grupo de Tango de la Secretaría de Marina Armada de México. Desde 2005, ha musicalizado obras de teatro, para algu-nas de las cuales ha compuesto música original. Actualmente es maestro de acordeón en la Facultad de Música de la UnAM.

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José Rolón (Zapotlán el Grande, 1876 - Ciudad de México, 1945)El festín de los enanos

Élie-Frédéric Forey es el nombre del que fuera designado por napoleón III comandante general del cuerpo expedicionario francés que invadió México en 1862. Su apellido resuena aún en canciones satíricas de tiempos de la intervención francesa basadas en una de las melodías más viejas y populares de nuestro país: Los enanos, la cual serviría como punto de partida para la creación de una de las obras más conocidas de José Rolón, El festín de los enanos:

Esos franchutesya se enojaronporque a su nanala pellizcaron

Padece insomniosmonsieur Foreyporque en su triunfono tiene fe…

En sus orígenes, la música de El festín de los enanos formaba parte del ter- cer movimiento de la Sinfonía en mi menor op. 18 que Rolón estrenara el 16 de mayo de 1924 con la Orquesta Sinfónica de Guadalajara. En él, la me-lodía de Los enanos coexistía con otras de cuño popular como El payo, Señor Don Simón y El Aguilote, en una clara muestra del interés de Rolón por res-catar el folclor musical de México. Más tarde, Rolón reelaboró el movi- miento transformándolo en un scherzo independiente con el que participó a principios de 1927 en el concurso de composición convocado por la Univer-sidad nacional y el periódico El Universal como resultado de las actividades del Primer Congreso nacional de Música que se había realizado en 1926, y con el que obtuvo el primer premio.

Mucho se ha señalado la semejanza entre El festín de los enanos y El aprendiz de brujo de Paul Dukas. Sólo un sordo o quien no conozca la obra de Dukas no lo notaría, y esto más allá del evidente parecido de los fina- les de ambas composiciones, pues en espíritu y no pocos recursos ambas obras están emparentadas. no es un misterio ni mucho menos coincidencia. Rolón había llevado a cabo una estancia de varios años en París a principios de siglo y conocía la obra de Dukas, la cual en todo caso le ayudó a encontrar su propia voz, una voz que el mismo Dukas ayudaría a forjar en el composi- tor jalisciense cuando años después lo tomara bajo su tutela como su maestro de composición, durante la segunda estancia de Rolón en París.

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Jorge Torres Sáenz (Ciudad de México, 1968)Huésped de la aurora

En el cristianismo bizantino se considera que el ícono es la imagen visible de lo invisible, de la misma manera que, como postuló Georges Braque, «el jarrón da forma al vacío y el sonido al silencio». Así miradas las cosas, ícono, jarrón y sonido son el resultado del afán del iconógrafo, el ceramista y el músico por nombrar ese mar de posibilidades del que surge lo creado. Pero, como sostiene Lao Tse, «El tao que puede nombrarse no es el verdadero tao». En todo caso, como diría Edgar Allan Poe, el nombre es «un esfuerzo del pensamiento hacia la cosa». En el arte en general y la música en particular las cosas no son distintas. Jorge Torres lo sabe al reflexionar sobre su poética musical en relación con Huésped de la aurora: «Hoy más que nunca está tan de moda hablar sobre música; hablar sobre conceptos, sobre los procesos de la creación. Yo voy en sentido contrario. De nuevo hacia el silencio; ese es-pacio que no se ofrece como la negación de la materia vibrante, sino como su sustrato último.»

Creada para una dotación de solistas sui géneris —arpa, oboe y acordeón—, Huésped de la aurora es el resultado de la asombrosa agudeza del composi-tor para reunir semejanzas que se encuentran alejadas (lo que los románticos alemanes denominaban Witz). Parafraseando a Baudelaire cuando escribe «Como ecos que de lejos se confunden, en una tenebrosa y profunda unidad», en Huésped de la aurora los ecos de las voces de Schwob, nishitani, Kawabata, Mishima, Lispector, Apolo y Dionisos, («la lira y el aulós devenidos arpa y oboe, los dos instintos que vehementemente nietzsche celebra en El nacimiento de la tragedia»), se filtran por esa herida que el tiempo abre en la eternidad cuando un artista como Jorge Torres se levanta sobre las puntas de su curiosidad para otear los horizontes de lo inabarcable, tal y como las estre-llas se asoman por la herida que la tormenta abre entre el follaje de los árboles del bosque, en el cuento La estrella de madera de Marcel Schwob (una de las fuentes de inspiración de Huésped de la aurora), y por la cual Alain, prota-gonista de la historia, puede contemplar por primera vez las estrellas. «Esos ecos son huéspedes a quienes se les da la bienvenida» señala Jorge Torres.

Pese a ser un excepcional teórico del arte con una formación filosófica sólida, Jorge Torres afirma en una especie de lamentación apolínea ante la evanescencia de lo dionisíaco: «Después de haber dedicado todos estos años a la filosofía, me doy cuenta de que ni en un ápice he podido acercar- me al punto en el cual el misterio de la música se nos ofrezca por otra vía que no sea aquella estrictamente musical.»

Hector Berlioz (La Côte-Saint-André, 1803 - París, 1869)Sinfonía fantástica, op. 14

Después de treinta años de alimentar con sus rimas la hoguera del amor que en su corazón encendiera Laura, Francesco Petrarca escribió en uno de sus últimos sonetos a ella dedicados: «Donde haya quien, por haber probado, entienda amor, espero encontrar piedad además de perdón». Aquejada por el

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mismo mal, el «amor total» que «se impone a su víctima a la vez como una enfermedad y como una vocación», Marguerite Yourcenar escribió su serie de prosas líricas conocida como Fuegos, en una de cuyas páginas exclama «El alcohol desembriaga. Después de beber unos sorbitos de coñac, ya no pien-so en ti». Los sonetos de la muerte de Gabriela Mistral y La vida nueva de Dante deben su existencia a los mismos ardores de la piel que llevaron a Botticelli no sólo a inmortalizar a Simonetta Vespucci en varios de sus lienzos sino a pedir que le dejaran descansar eternamente a sus pies en la Iglesia de Todos los Santos en Florencia. En la música, donde por razones obvias no se cantan malas rancheras, una de las pruebas más contundentes de las quema- duras de tercer grado que puede dejar en el alma de un artista el ena- moramiento la encontramos en la Sinfonía fantástica de Hector Berlioz.

El 6 de septiembre de 1827, una compañía de teatro inglesa ofreció en el Odeón de París la versión original de Hamlet. Ante un público en el que her-vía la sensibilidad romántica de Víctor Hugo, Gautier, nerval, Dumas, Delacroix, Balzac, entre otros, Ofelia se encarnó en la seductora forma de una rubia actriz irlandesa de nombre Harriet Smithson, la cual trastocaría esa noche la existencia y sería la responsable de la deflagración de los sentidos del joven Hector Berlioz, quien se incineraría de amor por ella a lo largo de los siguientes tres años con una vehemencia emocional tal, que en su afán por llamar la atención de aquélla que en cada gesto de insistencia sólo veía la ocasión para ejercitarse en el arte del desdén, terminó por crear una de las expresiones más puras de la exaltación del espíritu musical romántico, la Sinfonía fantástica.

Denominada originalmente Episodio de la vida de un artista, más que una sinfonía en el sentido tradicional del término la Sinfonía fantástica es un conjunto de cinco cuadros sinfónicos de carácter autobiográfico, construidos en torno a un número igual de visiones que un joven músico (protagonista de la obra y en quien el mismo Berlioz se proyecta), tiene en relación con el objeto de su deseo amoroso que no es otro que Harriet Smithson, a quien el compositor representa musicalmente por medio de una melodía llamada idea fija, la cual aparece en distintos momentos de cada uno de los movi-mientos denominados por Berlioz: Sueños y pasiones, Un baile, Escena en el campo, Marcha al cadalso y Sueño de una noche de aquelarre, cada uno de los cuales fue acompañado en el programa original de un texto explicativo para dejar claro el contenido programático de cada uno.

Así, en Sueños y pasiones, «El autor imagina a un joven músico, afectado por una enfermedad moral que un célebre escritor llama la decadencia de las pasiones, quien ve por primera vez a una mujer que reúne todos los en-cantos del ser ideal que soñó su imaginación y cae perdidamente enamorado». La idea fija asociada con la figura de Harriet, que surge en el allegro que sigue a la introducción, aparece impregnada de «un cierto carácter apasionado, pero noble y tímido, como el que él adivina en el objeto de su amor». A lo largo del movimiento «El paso de este estado de sueño melancólico, interrumpido por excesos de alegría sin sentido, a una delirante pasión, con estallidos de furia y celos, su retorno a la ternura, las lágrimas, etcétera, es el sujeto del primer movimiento».

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En el segundo movimiento, Un vals, Berlioz señala que «el artista se encuen-tra en las más diversas circunstancias de la vida, en medio del tumulto de una fiesta, en la apacible contemplación de las bellezas de la naturaleza», pero no importa lo que haga, la imagen de la amada, representada por la idea fija que aparece cuando menos lo espera «se le presenta y arroja turbación en su alma».

La Escena en el campo es un movimiento lento que describe un diálogo al atardecer entre dos pastores por medio del instrumento musical típico de las montañas de Suiza y el sur de Francia llamado ranz de vaches, que Berlioz evoca a través del timbre del oboe y el corno inglés. «Este dúo pastoral, el lugar de la escena, el ligero susurro de los árboles dulcemente agitados por el viento, algunos motivos de esperanza que ha concebido recientemente, todo ello contribuye a devolver a su corazón una desacostumbrada calma y a dar a sus pensamientos un color más alegre… ¡Pero si ella lo engañase!... Esa mezcla de esperanza y miedo, esas ideas de felicidad enturbiadas por algunos negros presentimientos forman el tema del adagio. Al final, uno de los pastores retoma el ranz de vaches; el otro pastor ya no le contesta. Ruidos lejanos de tormenta… Soledad… Silencio…»

La Marcha al cadalso describe las visiones que el protagonista tiene des-pués de intentar poner fin a sus sufrimientos amorosos con opio. «Sueña que ha matado a la que amaba, que es condenado, conducido al suplicio, y que asiste a su propia ejecución. El cortejo avanza al son de una marcha a ve- ces sombría y salvaje, a veces brillante y solemne». Al final de la marcha, aparecen los primeros compases de la idea fija como una última evocación de la amada, interrumpida por el golpe fatal y la fanfarria que proclama la muerte del héroe.

Para cuando Berlioz concluyó la composición de su Sinfonía fantástica, la carrera y la reputación de Harriet iban en picada, mientras que su estrella no sólo iba en constante ascenso sino que su corazón se preparaba para alojar a una nueva inquilina (bien señaló en algún momento Woody Allen que «el corazón es un músculo muy elástico»). Sueño de una noche de aquelarre supone entonces un ajuste de cuentas con la mujer que tantos sufrimientos le causara, por lo cual «El artista se ve en un aquelarre, en medio de un ho-rrible grupo de sombras, brujos, de monstruos de toda especie, reunidos para sus funerales… La melodía amada reaparece entonces, pero ha perdido su carácter de nobleza y timidez; ya no es más que un aire de danza innoble, trivial y grotesco: es ella que viene al aquelarre…» Berlioz combina el tema de Harriet, pero deformado grotescamente, con el Dies irae de Tomás de Celano, para crear una escena de horror sobrecogedor. Sin embargo, el ser humano no sólo es el único animal que se tropieza dos veces con la misma piedra, sino que se rompe la boca contra un árbol por voltear a ver la pie- dra con la cual se tropezó: Berlioz se casó con Harriet tres años después, tan sólo para vivir en los siguientes siete (tiempo que duró su unión) su verdade-ro sueño de una noche de aquelarre.

notas: Roberto Ruiz Guadalajara

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La Orquesta Filarmónica de la UnAM (OFUnAM), el conjunto sinfónico más antiguo en el panorama cultural de la Ciudad de México, constituye uno de los factores preponderantes del proyecto cultural de mayor trascendencia del país: el de la Universidad nacional Autónoma de México.

Durante ochenta años de actividades, la OFUnAM se ha convertido en una de las mejores orquestas de México. Su popularidad se debe a la calidad del conjunto, de sus directores titulares, a la participación de directores huéspe-des y solistas de prestigio nacional e internacional, a una programación interesante y variada, al entusiasmo de sus integrantes y a la belleza, la co-modidad y la magnífica acústica de su sede, la Sala nezahualcóyotl. Además, cada temporada la orquesta realiza giras por diferentes escuelas y facultades de la UnAM. En 2014 realizó una gira por Italia y en 2015 otra por el Reino Unido. Su repertorio abarca todos los estilos, desde el barroco hasta los con-temporáneos, incluyendo desde luego la producción nacional.

En 1929, a raíz de la recién lograda autonomía universitaria, estudiantes y maestros de música constituyeron una orquesta de la entonces Facultad de Música de la UnAM. Posteriormente, con un proyecto aprobado por el go-bierno de Lázaro Cárdenas, se transformó en un conjunto profesional en 1936. Originalmente denominada Orquesta Sinfónica de la Universidad, su dirección fue compartida por José Rocabruna y José Francisco Vásquez, y su sede se fijó en el Anfiteatro Simón Bolívar, de la Escuela nacional Preparatoria.

De 1962 a 1966, Icilio Bredo tuvo a su cargo la dirección artística de la orquesta, cuya sede se cambió al Auditorio Justo Sierra, de la Facultad de Filosofía y Letras. En 1966, la designación de Eduardo Mata como director artístico marcó el inicio de una nueva y brillante etapa de desarrollo del con-junto que duró nueve años. Fue durante este período que la Orquesta Sinfónica de la Universidad se convirtió en Orquesta Filarmónica de la UnAM. Héctor Quintanar fue nombrado director artístico en 1975. Al año siguiente, la orquesta se mudó a su actual sede, la Sala nezahualcóyotl. Desde enton-ces, la orquesta universitaria ha trabajado bajo la guía de Enrique Diemecke y Eduardo Diazmuñoz (1981 a 1984, directores asociados), Jorge Velazco (1985 a 1989), Jesús Medina (1989 a 1993), Ronald Zollman (1994 a 2002), Zuohuang Chen (2002 a 2006), Alun Francis (2007 a 2010), Rodrigo Macías (2008 a 2011, director asistente), Jan Latham-Koenig (2012 a 2015) e Iván López Reynoso (2014 a 2015, director asistente).

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ConcertinosSebastian KwapiszManuel Ramos Reynoso

Violines primerosBenjamín Carone TrejoEwa TurzanskaErik E. Sánchez GonzálezAlma Deyci Osorio MiguelEdgardo Carone SheptakPavel Koulikov BeglarianArturo González ViverosJosé Juan Melo SalvadorCarlos Ricardo Arias de la VegaJesús Manuel Jiménez HernándezTeodoro Gálvez MariscalRaúl Jonathan Cano MagdalenoEkaterine Martínez BourguetToribio Amaro AnicetoMartín Medrano Ocádiz

Violines segundosOsvaldo Urbieta Méndez*Carlos Roberto Gándara García*nadejda Khovliaguina KhodakovaElena Alexeeva BelinaCecilia González García MoraMariano Batista ViverosMariana Valencia GonzálezMyles Patricio McKeown MezaMiguel Ángel Urbieta MartínezMaría Cristina Mendoza MorenoOswaldo Ernesto Soto CalderónEvguine Alexeev BelinRoberto Antonio Bustamante BenítezJuan Carlos Castillo Rentería**Benjamín Carone Sheptak**

ViolasGerardo Sánchez Vizcaíno*Patricia Hernández ZavalaJorge Ramos AmadorLuis Magaña PastranaThalía Pinete PellónÉrika Ramírez SánchezJuan Cantor LiraMiguel Alonso Alcántara OrtigozaJosé Adolfo Alejo SolísRoberto Campos SalcedoAleksandr nazaryan

ViolonchelosValentín Lubomirov Mirkov*Beverly Brown Elo*Ville KivivuoriJosé Luis Rodríguez AyalaMeredith Harper BlackMarta M. Fontes SalaCarlos Castañeda TapiaJorge Amador BedollaRebeca Mata SandovalLioudmila Beglarian TerentievaIldefonso Cedillo BlancoVladimir Sagaydo

ContrabajosAlexei Diorditsa Levitsky*Fernando Gómez LópezJosé Enrique Bertado HernándezJoel Trejo HernándezHéctor Candanedo TapiaClaudio Enríquez FernándezJesús Cuauhtémoc Hernández ChaidezAlejandro Durán Arroyo

FlautasHéctor Jaramillo Mendoza*Alethia Lozano Birrueta*Jesús Gerardo Martínez Enríquez

Piccolonadia Guenet

Orquesta Filarmónica de la UNAM

OboesRafael Monge Zúñiga*Daniel Rodríguez*Araceli Real Fierros

Corno inglésPatrick Dufrane McDonald

ClarinetesManuel Hernández Aguilar*Sócrates Villegas Pino*Austreberto Méndez Iturbide

Clarinete bajoAlberto Álvarez Ledezma

FagotesGerardo Ledezma Sandoval*Manuel Hernández Fierro*Rodolfo Mota Bautista

ContrafagotDavid Ball Condit

CornosElizabeth Segura*Silvestre Hernández Andrade*Mateo Ruiz ZárateGerardo Díaz ArangoMario Miranda Velazco

TrompetasJames Ready*Rafael Ernesto Ancheta Guardado*Humberto Alanís ChichinoArnoldo Armenta Durán

TrombonesBenjamín Alarcón Baer*Alejandro Díaz Avendaño*Alejandro Santillán Reyes

Trombón bajoEmilio Franco Reyes

TubaHéctor Alexandro López

TimbalesAlfonso García Enciso

PercusionesJavier Pérez CasasolaValentín García EncisoFrancisco Sánchez CortésAbel Benítez Torres

ArpasMercedes Gómez BenetJanet Paulus

Piano y celestaE. Duane Cochran Bradley

* Principal ** Período meritorio

Próximo conciertoDaniel Boico, director huéspedRyu Goto, violín

Khachaturian Vals de MasqueradeTchaikovsky Concierto para violínRevueltas La noche de los mayas

Sábado 20 de febrero • 20:00 horasDomingo 21 de febrero • 12:00 horas

Programa sujeto a cambios

UNiVeRSidAd NACiONAl AUTóNOMA de MéxiCO

Dr. Enrique Luis Graue WiechersRector

Dr. Leonardo Lomelí VanegasSecretario General

Ing. Leopoldo Silva GutiérrezSecretario Administrativo

Dr. Alberto Ken Oyama nakagawaSecretario de Desarrollo Institucional

Dr. César Iván Astudillo ReyesSecretario de Servicios a la Comunidad

Dra. Mónica González ContróAbogada General

Coordinación de difusión Cultural

Dra. María Teresa Uriarte CastañedaCoordinadora de Difusión Cultural

Mtro. Fernando Saint Martin de Maria y CamposDirector General de Música