La preparación

Mi familia y yo preparamos mi primera comunión con tiempo de anticipación mas o menos desde que comencé la catequesis, la catequesis es muy bonita, porque te enseñan las oraciones, y te enseñan todo sobre la comunión, pero realmente hoy no creo en eso, si creo en Dios pero no en la religión, la preparación de la fiesta fue muy genial, porque la torta me la hicieron mis tías, el vestido lo escogí yo, y realmente era hermoso, y el peinado, pues no era lo que quería pero igual me quedo hermoso, pero lo mas importante, fue que a todos los amigos y todos los de mi familia que invite, todos fueron, y lo que mas me importaba era estar junto a ellos mis seres queridos.

El evento de la primera comunión

Este día fue genial, se puede decir que uno de los mejores de mi vida, ese día cuando me organizaban, me sentía como una reina, y sentía que ya iba a ser mi hora, al llegar a la iglesia no me sentí muy bien porque tenia muchos nervios, pero la profesora de catequesis hablo con migo un momento y me ayudo a quitar los nervios, al recibir la hostia creí que iba a ser diferente, creí que iba a ser como volver a nacer, pero no, fue simplemente como comer una hostia normal, al llegar a mi casa, toda mi familia y amigos estaban allá, estaba realmente feliz porque estaba mi padrastro que había salido de la cárcel, y hace mucho tiempo no lo veía, sentí ganas de llorar, sentí cosquillas al verlos a todos ay, obtuve muchos regalos y mucha plata, pero realmente eso no me importaba mucho lo que mas me importaba y lo que mas me importo fue estar con todos ellos. Estuve un poco triste porque no pude estar en las fiestas de mis demás compañeras de catequesis, pero igualmente pase genial.

El después

Al día siguiente de mi primera comunión me fui para la costa, a pasar con mi familia por allá el resto de diciembre y mi cumpleaños, no pensé ni un solo momento en mi primera comunión ni en lo que había pasado, al regresar el 31 de diciembre en la tarde, cuando entre a mi pieza y vi los regalos y el vestido desee que ese momento regresara, desee que ese momento nunca se hubiera ido, pero nada es para siempre.Hoy no creo en lo que sucedió ese día no creo en las oraciones que me enseñaron, no creo en la iglesia, no creo en al religión, si creo en Dios, porque cuando me alejo de el me siento vacía, pero no tengo que ir ni a misa, ni a una iglesia para poder estar con Dios, para poder hablar con Dios.